Monografias.com > Educación
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Por qué no se incluye a los niños en los debates sobre la inminente guerra de Estados Unidos contra Irak




Enviado por Henry Giroux



     

    Entre los anuncios publicitarios ante la inminente
    Guerra con Irak provistos por la mayoría de los medios en los
    Estados Unidos, casi nada se dice acerca de cómo la guerra
    afecta a los niños, o cómo la celebración
    sin fin de las soluciones
    militares para los problemas del
    mundo resultan en secuestros (abducciones), mutilaciones, y
    asesinatos de millones de jóvenes. Siendo más del
    40% de la población del mundo, la juventud es
    uno de los más importantes asuntos conectados con la
    guerra, la represión, y el imperialismo.
    Más aún, son la población que va a luchar y
    morir en la guerra.

    La metáfora de la guerra parece haber tomado, en
    el nuevo milenio, un giro totalmente diferente. Tradicionalmente,
    la guerra ha sido referida al conflicto
    entre estados soberanos, emprendido por combatientes militares
    contra blancos militares. Las guerras son
    ahora emprendidas contra las drogas, el
    terrorismo, el
    crimen, los inmigrantes, los derechos laborales, y para
    otros temas que se han convertido en sinónimos del
    desorden público. La guerra no requiere más de la
    ratificación del congreso, dado que es orientada desde
    varios niveles de gobierno que en
    diversas formas escapan de la necesidad de legitimación oficial.

    Se ha convertido ahora en una respuesta de las instituciones
    públicas para mejorar las condiciones de inseguridad
    radical y un futuro incierto. Ha venido a ser una
    condición adoptada permanentemente por el estado de
    seguridad
    nacional que es ampliamente definido por su función
    represiva en su rostro de impotencia a regular el poder
    corporativo proporcionando inversiones
    sociales para el pueblo, y garantizando medida para la libertad
    social.

    En contraste con el actual desorden que marca la
    aniquilación del contrato social
    – la privatización de bienes
    públicos, desregulación, recortes, la guerra contra
    el trabajo, y
    la escalada del ataque total con el estado
    benefactor – la modernidad dio
    una vez a los niños y otros grupos marginales
    alguna protección, una práctica que ha sido
    invalidada. Agotados los fondos para los servicios
    públicos y desnudos del poder político para
    mediar entre individuos y el enorme poder acumulado por las
    corporaciones multinacionales, los estados han renunciado a sus
    cualidades democráticas para recurrir a sus elementos
    más autoritarios. De ahí, la policía, el
    FBI, la CIA, el sistema de
    justicia
    criminal y el sistema de seguridad privada han tomado nueva
    prominencia.

    Las guerras son casi siempre legitimadas en
    función de hacer un mundo seguro para "el
    futuro de nuestros niños", pero la retórica
    contradice el hecho de cómo su futuro es a menudo negado
    por los actos de agresión puestos por una gama de aparatos
    ideológicos del estado que operan cuando se está en
    pie de guerra. Esto incluiría los horribles efectos de la
    militarización de las escuelas, el uso del sistema de
    justicia criminal para redefinir temas sociales como la pobreza y a
    los "sin techo" como violaciones al orden social y la
    subsiguiente extensión del complejo de prisiones como
    industria en
    un modo de contener a las poblaciones desposeídas tales
    como la juventud de color pobre y
    marginalizada.

    Bajo la rúbrica de la Guerra, la seguridad, y el
    antiterrorismo, los niños son "desaparecidos" de las
    más básicas esferas sociales que proveen
    condiciones de un sentido de agente y posibilidad, como a la vez,
    son extirpados retóricamente de cualquier discurso
    acerca del futuro. A pesar de ser concerniente a la herencia de las
    futuras generaciones, la cuestión de cómo los temas
    de la
    globalización de las corporaciones, la guerra, la
    represión y el terror afectan a los niños ha estado
    totalmente ausente de los debates.

    El silencio acerca de los efectos de la guerra en los
    niños deja afuera una importante cantidad de
    consideraciones, en especial respecto a Irak. Por ejemplo, la
    calidad de
    la moral de la
    política
    internacional de los EE. UU. es raramente invocada en referencia
    al enorme sufrimiento y muerte
    impuesta a los niños irakíes como resultado de los
    bombardeos de 1991 y las sanciones posteriores a la guerra.
    Durante la guerra del 91’, Irak perdió una parte
    substancial de su tejido eléctrico, que alimentaba el
    asimismo las plantas de
    agua y
    residuos. De las 20 plantas de generación
    eléctrica, más de 17 fueron dañadas, de las
    cuales 11 fueron totalmente destruidas. Una de las consecuencias
    fueron las fallas en los servicios de
    agua, residuos y salud, que provocaron la
    expansión de varias enfermedades por el agua
    contaminada como por ejemplo la disentería.

    Anupama Roa Singh, uno de los directores de UNICEF en el
    país, denunció que más de medio
    millón de niños menores de cinco años han
    muerto desde la imposición de las sanciones de la ONU hace
    más de una década. LA BBC reportó que en
    1998, que 4000 o 5000 chicos mueren por mes de enfermedades
    tratables que se están expandiendo a causa de las malas
    dietas, y la terrible destrucción de la infraestructura
    pública. Contra esta horrible realidad, se hace más
    difícil montar un argumento humanitario para la
    intervención de los EE.UU. en Irak, no sólo porque
    queda claro que las muertes y el sufrimiento de los niños
    irakíes se intensificará como resultado de la
    guerra, sino porque además corta cualquier discurso
    moral para
    defenderla.

    Bush habla del imperativo moral y democrático
    para promover un cambio de
    régimen, eliminar el eje del mal, y llevar la libertad a
    Irak (y a cualquier otro país que se oponga a los EE.UU.)
    , sin dejar de mencionar el énfasis en los valores
    familiares, estas cuestiones iluminan la hipocresía y
    crueldad del rol que los EE.UU. han jugado en la muerte de
    más de medio millón de niños en Irak.
    ¿Y no será la misma población –que
    la
    administración Bush quiere liberar- quienes pagaran el
    precio de otra
    guerra? Un estudio reciente, "El impacto de una Nueva Guerra en
    los Niños de Irak," alerta que 13 millones de menores de
    18 años están "en grave riesgo de
    desnutrición, enfermedad, muerte y trauma
    psicológico", y que se encuentran peor ahora que antes del
    inicio de la guerra en 1991.

    De acuerdo con Eric Hoskins, el líder
    del informe, una
    guerra prolongada en la que las provisiones de comida y medicina se
    corten puede resultar en la muerte de "tanto como centenares de
    miles de niños". Recientemente, funcionarios de gobierno
    están dispuestos a defender es asesinato de niños
    como políticamente conveniente. Madeleine Albright, por
    ejemplo, Secretaría de Estado bajo el mandato de Bill
    Clinton, en su aparición el programa de
    noticias, "60
    Minutes", el 12 de Mayo de 1996, y le hicimos la siguiente
    pregunta por medio de la anfitriona del show, Leslie
    Stahl:

    "Hemos oído que
    más de medio millón de niños han muerto (a
    causa de las sanciones contra Irak). Quiero decir que son
    más que los niños muertos en Hiroshima. Y-
    ¿usted sabe si vale ese precio?"

    Albrigth respondió:

    " Creo que es una decisión muy dura, pero creemos
    que el precio vale la pena" ¿Cómo podrían
    sentirse los padres de los niños irakíes acerca de
    este tipo de cruel conveniencia política?
    ¿Significa el cambio de régimen que los civiles,
    especialmente los niños de Irak, deben ser marcados como
    blanco de la estrategia
    política y militar? ¿Cómo esta guerra sobre
    niños inocentes, basados en una justificación
    acerca de su conveniencia que pocos países alrededor del
    planeta creen, se armoniza con el énfasis en los valores
    familiares que están al corazón
    del alegado compasivo conservadurismo de esta administración? Las increíbles
    dificultades y sufrimientos que los niños de Irak
    enfrentaron y enfrentarán en mayor grado durante la guerra
    merecen tomar lugar en la mirada pública.

    La prisa por ir a la guerra de la administración Bush, encuentra sus causas
    en una fantasía totalitaria, el
    petróleo, alegadas armas de
    destrucción masiva y la restricción de las
    libertades de los ciudadanos en el interés de
    combatir el terrorismo. Es también acerca de la matanza
    potencial de niños inocentes. El asesinar niños es
    un precio terrible a seguir una política exterior que cree
    que la guerra es la única forma de desarmar a Saddam
    Hussein, rehusando seguir formas no violentas de contener al
    dictador irakí, y desestima la opinión de la
    comunidad
    internacional de irrelevante o irresponsable.

    Como la más poderosa nación
    del mundo, los Estados Unidos debe ser la que más
    desconfíe en substituir la sabiduría y la responsabilidad ética por
    la arrogancia del poder, una lección que parece totalmente
    perdida por el Secretario de Defensa Donald Rumsfeld, el
    Vicepresidente Dick Cheney y el Ministro de Justicia Jonh
    Ashcroft – los que alientan el poder corporativo que ahora
    domina la Administración Bush. Una Guerra con Irak pone en
    riesgo de interrumpir el suministro de petróleo del mundo, llevando al mundo a una
    recesión. Similarmente, ubicar a Hussein entre la espada y
    la pared, quizás incite a la utilización de armas
    biológicas y químicas contra los soldados de EE.UU.
    e incluso su propio pueblo.

    También promete desestabilizar el Golfo
    Pérsico, uniendo a los extremistas alrededor de todo el
    mundo, mientras al mismo tiempo mina
    las reglas democráticas de procedimientos y
    principios de
    la ley
    internacional. En suma, hay una buena posibilidad de que tal
    guerra incremente la posibilidad de que ataques terroristas sean
    lanzados contra los Estados Unidos. Pero lo que es mencionado
    raramente en los debates públicos o los debates es la
    terrible violencia que
    los chicos en Irak y en cualquier otra parte deberán
    enfrentar y debe cuestionar el hecho de que la guerra es la
    única opción. La administración Bush debe
    más que explicar por qué la guerra debe ser ahora,
    en lugar de dar a la comunidad internacional más tiempo
    para determinar cómo contener y desarmar a Saddam
    Hussein.

    Hacer visibles el sufrimiento y la opresión de
    los niños no puede ayudar, pero sin embargo enfrenta el
    corazón de la ideología del militarismo. Los niños
    son uno de los pocos referentes para invocar la compasión
    e invocar la moral. Ofrecen una razón crucial para
    comprometerse en una discusión crítica
    acerca de las consecuencias a largo plazo de las actuales
    políticas. Los niños nos recuerdan
    la necesidad de movilizarse más allá de intereses
    patrioteros para entender el sufrimiento de otros y actuar bien
    en la promesa de nuevos modelos
    internacionales de asociación humanas basados en valores
    democráticos.

    Cualquier debate acerca
    de la guerra, el cambio de régimen, y la
    intervención militar es no ético y
    políticamente irresponsable si no reconoce que los
    niños son no sólo los símbolos más viables del futuro,
    sino que además, proveen un referente político y
    ético para recordarnos a los adultos la responsabilidad de
    hacer aquel futuro posible, un fututo donde la
    intervención sea el último recurso y no el
    primero.

    (*) " Why Aren't Children Included in the Debates About
    the Impending U.S. War with Iraq?"

    www.DissidentVoice.org
    March 10, 2003 // Translated by: Pablo Aiello

     

    Henry Giroux

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter