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Propuesta de Metodología para el Arbitraje en el Boxeo Olímpico



Partes: 1, 2, 3

     

     

    Síntesis

    Evitar las decisiones injustas de los jueces, en las
    competencias de boxeo, es un
    objetivo que
    históricamente ha ocupado la atención de los
    especialistas de esta disciplina en todas partes del
    mundo; es garantizar la permanencia del boxeo dentro del programa de los Juegos Olímpicos; es para
    Cuba, en particular un gran
    reto de especial significación de carácter social y humano
    Al abordar como objeto de estudio el proceso de arbitraje en el
    boxeo y relacionarlo, necesariamente, con el entrenamiento deportivo se
    ratifica que el mismo no solo se limita a la evaluación del resultado,
    sino que es también utilizado como un medio para evaluar el
    proceso de entrenamiento y comprobar la eficiencia del plan propuesto en condiciones
    competitivas. Todo esto requiere una teoría del arbitraje
    deportivo. Sin embargo, la autora no ha encontrado referencia
    acerca de la misma. Como una alternativa para la solución de
    este problema, se esclarecen los conceptos de arbitraje, arbitrar
    y juzgar; se reconoce la objetividad como una cualidad
    integradora en el desarrollo del proceso de
    arbitraje deportivo, dentro de la cual se distingue la
    "imparcialidad" como un factor interno propio del sujeto que
    evalúa, y otro externo las "condiciones "en que se realiza
    la actividad e influye en la calidad de las percepciones, como
    premisa del acto valorativo, lo que unido a una
    clasificación de los deportes olímpicos dada por la autora,
    según las funciones de juzgar y arbitrar,
    constituyen un punto de partida hacia futuras investigaciones y el
    establecimiento de una teoría del arbitraje deportivo. En la
    tesis la autora realiza de
    forma concreta una propuesta de metodología para el
    arbitraje en el boxeo y declara los postulados que la rigen,
    sustentados en lo planteado anteriormente, con el objetivo de
    minimizar la influencia de las causas actuales de las decisiones
    injustas en el boxeo, lo que trae consigo un aporte teórico,
    tecnológico, económico, de impacto social y
    humano.

    Introducción

    En el largo proceso evolutivo del Arbitraje en el Boxeo,
    siempre han existido concepciones novedosas que han contribuido a
    su ascenso a un nivel cualitativamente superior y a la
    humanización del mismo.

    A pesar de ello, se sabe que en el mundo entero aparecen
    siempre nuevos adversarios de este deporte, con argumentos seudo – científicos,
    calumnias y pruebas tomadas del boxeo
    profesional; es una lástima que en la actualidad aún
    existan personas que no comprendan los valores que el boxeo
    amateur moderno, como uno de los deportes olímpicos
    tradicionales, tributa a la formación de la personalidad.

    Por eso, interferir todo tipo de cuestionamiento en el
    boxeo es un reto de los defensores de este arte en el mundo entero, y por
    muchas razones Cuba, que días tras día ha tenido una
    labor meritoria de reconocido prestigio en cualquier plano que se
    sitúe, ya sea en Juegos Olímpicos y
    Campeonatos del Mundo, entre otros, no debe ser ajena a
    ello.

    Como es conocido, desde mucho antes de los Juegos
    Olímpicos de Seúl (1988) algunas personas, entre ellos
    médicos, comenzaron a cuestionar y a manifestarse en contra
    del boxeo, imputando al mismo un "…carácter antihumano
    con efectos nocivos para la salud e insuficientemente

    estético…" (1) Todo esto, más las injustas
    decisiones de algunos jueces
    en la llamada crisis de Seúl 88, puso
    en juego la permanencia del boxeo
    como deporte olímpico.

    La primera agravante quedó descartada,
    cuando en 1989 se obtienen los resultados finales de la investigación realizada en
    una de las Universidades de Washington [John Hopkins (2)],
    la cual demostró que el boxeo aficionado no amenaza la salud
    del atleta y que el carácter antihumano de ese deporte se
    basa en hechos entre profesionales. En cuanto a las lesiones en
    el boxeo, éstas son menos frecuentes que en muchos otros
    deportes.

    En relación con la segunda
    argumentación, se debe recordar que en entrevista de prensa realizada al presidente de
    la AIBA (3), al finalizar los Juegos de Seúl 88 un
    periodista plantea que en varios países, entre otros
    Yugoslavia, Suiza y la ex Unión Soviética, ya se
    había creado un equipo electrónico que permite evaluar
    de modo objetivo el combate, y le pregunta: – "¿Qué es
    lo que impide utilizarlo en las competiciones oficiales? A lo que
    el presidente de la AIBA responde diciendo que "…en toda
    actividad humana, cuando aparece algo nuevo y valioso se presenta
    oposición. El boxeo no es excepción. Creo que en el
    Comité Ejecutivo de la AIBA, integrado por 40 personas, no
    todos son partidarios del arbitraje con la ayuda de la computadora. El futuro,
    claro está, – continúa diciendo – pertenece al sistema en que el cómputo de
    los puntos se realice sin errores y la influencia de la percepción subjetiva quede
    reducida al mínimo. El tiempo mostrará cómo
    ha de ser"(4).

    Posteriormente se aprueba de manera oficial por la AIBA
    y se aplica por primera vez en 1989 en el Mundial de Mayores en
    Moscú, el sistema computarizado utilizando la máquina
    de tanteo que se mantiene vigente en la actualidad.

    Este sistema no ha resuelto el problema de las
    decisiones injustas en el boxeo; continúan despojando de
    legítimas victorias a innumerables púgiles. Un ejemplo
    de ello fue el caso de Julio González en los Juegos de Buena
    Voluntad en Estados Unidos; la injusta
    decisión que rompió una cadena de cinco años sin
    derrotas al Campeón Olímpico y Mundial el cubano
    Félix Savón, en el Cardín del 1994 en Cienfuegos;
    otro Campeón Olímpico y Mundial afectado recientemente
    fue Maikro Romero, el mejor minimosca del mundo, único
    boxeador cubano que no perdía desde mayo de 1996, fue
    despojado de su legítima victoria en el Playa Girón de
    1998 en Santa Clara, aún cuando cuatro de los cinco jueces
    lo vieron ganar en su votación personal.

    Estas dificultades, relacionadas con las decisiones
    incorrectas, traen consigo que se cuestione la permanencia del
    boxeo como deporte olímpico; de hecho, está afecta a
    los atletas y a todo un colectivo de trabajo; afecta también a
    los aficionados, lo cual puede verse como un problema social,
    porque no debemos olvidar que, como dijera Fidel en 1961, en la
    primera plenaria de los Consejos Voluntarios del INDER, citado
    por Ruiz, R. "…el deporte, entre sus maravillas, también
    alienta al pueblo, entretiene al pueblo y hace feliz al
    pueblo…". (5).

    Es evidente que determinar el vencedor de un combate, es
    una cuestión complicada que se realiza mediante la
    apreciación visual de los jueces, quienes tienen la responsabilidad de decidir en
    sólo 10 minutos, el resultado de un largo proceso docente
    educativo de entrenamiento que exige un derroche de voluntad,
    sacrificio, abnegación y dedicación de todo un
    colectivo de trabajo, conformado por atletas, entrenadores,
    psicólogos, médicos, masajistas y
    dirigentes.

    Es necesario tener en cuenta que el hombre realiza un grupo de acciones hacia una actividad
    dada, que para él es vital porque le da sentido a su vida y
    para sentirse realizado debe recibir los frutos de ella; cuando
    no sucede así, el individuo puede enajenarse
    porque la actividad se le opone. Esto es valido para el boxeador
    y su entrenador, cuando saben que los esfuerzos de sus acciones
    merecen la victoria y, sin embargo, las decisiones injustas de
    los jueces no lo reconocen así, lo que trae como
    consecuencia que los atletas puedan llegar a pensar en alejarse
    de la actividad y ésta deje de constituir el centro para
    ellos, afectándolos, en ocasiones, de forma temporal y a
    veces definitiva, por la pérdida de motivos e intereses que
    pueden llevarlo hasta la frustración.

    Las decisiones injustas en el boxeo ayudan a desarrollar
    la violencia; en lugar de
    imponerse la estética de la
    técnica, se va gestando la violencia de forma inconsciente,
    de ahí la frase antihumana: "el boxeador tiene que salir a
    matar para poder ganar".

    Cuando los jueces de forma consciente dan una
    votación desfavorable, su actuación es deshonesta,
    manifestándose en ellos pérdida de valores y cualidades morales,
    por ello es necesario establecer, mediante la búsqueda
    científica, métodos que propicien
    decisiones más objetivas y que se correspondan con la
    realidad.

    En la competencia de boxeo se
    intercambian experiencias y se adquieren conocimientos imposibles
    de obtener en el entrenamiento docente habitual. Las
    confrontaciones deportivas requieren la movilización de
    todas las capacidades del deportista, es una forma de
    verificación de la preparación moral y volitiva, de las
    cualidades combativas y el medio más eficaz para educarlas.
    Las competencias contribuyen a educar en los boxeadores rasgos
    importantes del carácter, tales como: perseverancia, coraje,
    autocontrol, amistad, y respeto a sus
    adversarios.

    Lamentablemente existen en la actualidad muchas personas
    en el mundo, entre ellos profesionales, incluso pedagogos, que
    ven la competencia de boxeo como un simple espectáculo
    deportivo, sin reconocer la esencia de este deporte. Se puede
    afirmar que la competencia de boxeo, como parte del proceso de
    preparación del deportista, es una clase más dentro del
    proceso de entrenamiento y es una forma de control y evaluación del
    desarrollo del proceso y de su resultado.

    Es importante relacionar los criterios anteriores con el
    argumento de que las competiciones en el boxeo exigen de una
    preparación previa para lograr las aspiraciones deportivas
    y, como reconoce el Dr. C. Alcides Sagarra en su tesis doctoral, "…esto
    requiere, sin lugar a dudas, de un gran número de factores
    formativos – educativos que conforman la estructura técnico –
    metodológica de la preparación deportiva", (6) lo que
    no está ajeno al proceso de arbitraje.

    En el estudio bibliográfico realizado por la
    autora, que incluye una detallada búsqueda por Continentes
    mediante el Servicio de Internet, no se detectaron publicaciones de
    carácter científico donde se abordara el tema; en el
    proceso de examinación de Patente realizado por
    especialistas de la Oficina Cubana de Propiedad Industrial, durante
    todo el año 1996 y parte de 1997, se comprobó la
    novedad científica de la metodología (7) que se propone
    por no existir interferencia de otras publicaciones
    científicas al respecto.

    Específicamente en Cuba, José Luis Llano en
    1984, y entrenadores del equipo Nacional en 1992 y 1995, aunque
    abordan el tema relacionado con el arbitraje no tratan
    específicamente este problema de la metodología del
    arbitraje en el boxeo. No obstante las informaciones de los
    diferentes artículos publicados en la revista World Amateur
    Boxing Magazine
    proporcionaron a la autora argumentos
    sólidos para la comprensión y análisis de la esencia de
    este fenómeno, ya que en ellas se abordan las diferentes
    dificultades del arbitraje tratadas en el presente
    trabajo.

    Por todo lo antes expuesto, el PROBLEMA CIENTÍFICO
    está dado por el hecho de que en el boxeo la mayoría de
    las decisiones de los combates se realizan por puntos; sin
    embargo, estas no han alcanzado el grado de justeza o calidad
    necesaria para que la competencia logre un efecto educativo en
    todos los boxeadores participantes.

    En forma de pregunta este problema científico queda
    expresado de la siguiente forma: ¿Qué vía debe
    seguirse para propiciar el incrementar la calidad de las
    votaciones de los jueces en el boxeo
    olímpico?.

    Los especialistas que en los últimos años,
    desde 1989, han estudiado las causas de las decisiones injustas
    en el boxeo, han logrado perfeccionar una parte del sistema de
    arbitraje: su automatización, centrando la
    atención en el desarrollo del equipamiento electrónico;
    pero la metodología de su empleo sigue siendo la misma y
    por tanto, al no desarrollarse ésta, no existe un verdadero
    desarrollo tecnológico y los problemas continúan sin
    resolverse. Por esto el OBJETO de estudio es el Proceso de
    Arbitraje en el Boxeo y su OBJETIVO: elaborar una
    metodología para el arbitraje que minimice la influencia de
    las causas actuales de las decisiones injustas en el boxeo. De
    ahí que el CAMPO DE ACCIÓN sea la Metodología de
    Arbitraje en el Boxeo.

    Al estudiar las tendencias actuales de las decisiones en
    el boxeo y determinar las dificultades que se presentan en el
    sistema de votación de los jueces, la autora define que los
    FUNDAMENTOS TEÓRICOS METODOLÓGICOS de esta
    investigación están sustentados en dos aspectos
    básicos: Las ideas del Prof. Anwar Chowdhry, ( Presidente de
    la AIBA) que postulan que el cómputo de los puntos se
    realice sin errores y la percepción subjetiva quede reducida
    al mínimo y; en las concepciones de Caracuel, J.,
    Andreu, R. y Pérez, E. con relación a la objetividad
    como comportamiento esencial del
    juicio y arbitraje deportivo.

    Todo lo analizado anteriormente hace suponer que la
    elaboración de una nueva metodología debe sustentarse
    en una mejor percepción visual y, sobre todo, crear las
    condiciones para propiciar la imparcialidad de los jueces. A
    partir de ello se estructura la HIPÓTESIS siguiente: Si los
    jueces aprecian el número de impactos de un solo boxeador
    sin decidir quién es el ganador podrían percibir mejor
    las acciones ofensivas; entonces aumentaría la calidad de
    las decisiones.

    Se plantean las tareas siguientes:

    • Analizar las tendencias de las decisiones en el boxeo
      actual.
    • Analizar la influencia de las decisiones injustas en
      los boxeadores.
    • Determinar las posibles causas que influyen en las
      decisiones injustas en el boxeo.
    • Elaborar una propuesta de metodología de
      arbitraje que minimice la influencia de las causas actuales de
      las decisiones injustas en el boxeo.
    • Comprobar experimentalmente la aplicación de la
      metodología propuesta.

    Para la selección de los
    MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN se tiene en cuenta las
    características de las tareas a desarrollar, las cuales
    exigen la aplicación de métodos teóricos dentro de
    ellos el Análisis de Documentos para profundizar en la
    dinámica de las
    decisiones en el boxeo en las competiciones más importantes
    seleccionadas.

    Entre los métodos empíricos se utilizó la
    medición para el estudio
    de la reacción motriz de los jueces; la encuesta y la entrevista, para la
    obtención de los criterios de jueces, atletas y entrenadores
    sobre el objeto de estudio y la comprobación experimental,
    en la aplicación de la metodología propuesta y las
    técnicas estadísticas, para el
    procesamiento de los datos.

    La NOVEDAD CIENTÍFICA fundamental del trabajo
    está dada en una nueva metodología de arbitraje en el
    boxeo, a partir de la decisión del ganador con un
    carácter colectivo directo, sin que medie una
    determinación personal previa, en la cual se exige que la
    actuación de los jueces sea valorar las acciones de uno de
    los boxeadores y decidir la asignación de los puntos que han
    de tributar a la decisión final colectiva del
    vencedor.

    En relación al APORTE TEÓRICO, se señalan
    las bases para una aproximación hacia una teoría del
    arbitraje, reconociendo la objetividad como una cualidad
    integradora de su proceso, dentro de la cual se definen dos
    factores: la imparcialidad y las condiciones de la actividad;
    sustentado en estas consideraciones, se conforma el sistema de
    postulados que rigen la aplicación de la metodología
    propuesta, lo que constituye también el aporte teórico
    de la investigación. Por otra parte, se definen conceptos
    fundamentales del arbitraje y una clasificación de los
    deportes olímpicos desde este punto de vista. La
    significación práctica puede resumirse en la
    aplicación de una metodología de arbitraje que mejora
    la calidad de las decisiones de los jueces con las consecuencias
    positivas que esto puede tener en el desarrollo del
    boxeo.

    Los resultados obtenidos posibilitan aportar cambios
    substanciales y modificaciones al sistema de arbitraje vigente en
    el boxeo y sus reglamentaciones, para mejorar la calidad de las
    decisiones en este deporte.

     

    Capítulo 1.
    El arbitraje en el deporte. 1

     

    1. 1. Introducción

    Considerando el hecho de que "…deporte y reglamento
    son inseparables…"(1) y
    basándose en la existencia de una relación
    dialéctica entre estos dos elementos, es decir, entre la
    actividad y la norma que la rige, no es posible, al menos desde
    el punto de vista de la autora, abordar el arbitraje en el
    deporte sin antes referirse al proceso de preparación del
    deportista y su relación con el mismo.

    Para ello es necesario comenzar por recordar que el
    entrenamiento deportivo, como proceso pedagógico organizado,
    es una actividad de instrucción y educación, que tiene en cuenta, ante
    todo, los principios pedagógicos
    generales, y como plantea L. Matvéev "… cualesquiera que
    fueran las particularidades del entrenamiento deportivo, ellas no
    pueden servir de motivo para apartarse de las reglamentaciones
    pedagógicas… la actividad del entrenador no se diferencia,
    en su esencia, de los principios de la actividad de cualquier
    pedagogo…"(2). No
    obstante el sistema de principios que sirve de
    guía al entrenador, no se reduce solamente a aquellos que
    precisamente por ser generales no revelan, naturalmente, el
    carácter específico del entrenamiento deportivo.
    "…Tiene importancia sustancial, en particular, los principios
    formulados por la teoría y metodología de la Educación
    Física…"(3) y el
    entrenamiento deportivo.

    A pesar de ello, no es menos cierto que la palabra
    deporte muchos la reconocen y relacionan con la práctica de
    ejercicios físicos competitivos o no competitivos, así
    de simple es la visión de quienes, por una razón u
    otra, desconocen sus interioridades como un proceso
    pedagógico donde cada entrenamiento, independientemente de
    sus objetivos, es una clase que
    incluye la enseñanza, el aprendizaje y el
    perfeccionamiento de conocimientos teórico – prácticos,
    del desarrollo de hábitos, habilidades, capacidades y
    cualidades donde, como es lógico, no están ausentes
    entre otros aspectos de dicho proceso, el control y la
    evaluación, que por su relación directa con el
    arbitraje deportivo se analizan a continuación.

    Ante todo, es necesario comprender que en los
    términos más simples evaluar es darle un valor a algo, es juzgarlo. La
    formación de un juicio exige de una previa información para la toma de decisiones y como es
    natural el proceso de formación de juicios, depende de la
    recolección de información y lleva a la toma de
    decisiones que se puede ilustrar, según Terry D. Tenbrink,
    de esta manera "…La evaluación es el proceso de
    obtención de información, y del empleo de la misma para
    formar juicios que a su vez se usan para la toma de
    decisiones…"(4).

    Específicamente en un deporte de combate como el
    boxeo, clasificado por la autora como de calificación y
    votación (5), el juez obtiene información de la
    conducta del boxeador mediante
    la percepción visual de sus acciones ofensivas, se forma un
    juicio con la contrastación de lo que ve, sus conceptos
    sobre la técnica y lo planteado en el reglamento, para tomar
    la decisión de registrar un golpe o no, por eso se plantea
    que el arbitraje es una forma de evaluación en el
    deporte.

    La Dr. Gillermina Labarrere al tratar otros elementos
    inherentes a la evaluación, considera dos principios
    fundamentales como base para elaborar toda evaluación: "…
    El principio de la sistematización, cuya esencia está
    en que toda evaluación de los conocimientos y habilidades
    deben efectuarse regularmente; el principio del carácter
    objetivo de la evaluación, que establece la correspondencia
    de la evaluación con el contenido a evaluar y la
    eliminación de todo criterio subjetivo en las
    apreciaciones…"(6) en cuanto
    a lo planteado por la autora mencionada sobre la
    "eliminación de todo criterio subjetivo" se considera que
    esto realmente es imposible o difícil, porque
    inevitablemente existen factores que influyen en la
    evaluación y siempre van a estar presentes, como por ejemplo
    la parcialidad, por eso se está totalmente de acuerdo con
    Klingberg cuando afirma: "… La evaluación de los
    rendimientos es también una cuestión de conciencia, de constante lucha
    por lograr lo que caracteriza a los buenos maestros: la
    imparcialidad…"(7). Se debe
    considerar, que este criterio de la Dr. Labarrere, se contrapone
    a la concepción de Klingberg (8) acerca de la unidad entre el carácter
    objetivo y el uso pedagógico de la evaluación en
    relación con la consideración de la posición del
    alumno Se menciona esto con la intención de aclarar que en
    el arbitraje esta unidad no se manifiesta, y esto hace ver el
    arbitraje como una forma particular de
    evaluación.

    Evidentemente es vital, para la investigación que
    se aborda, trabajar en la búsqueda de aquellos elementos que
    permitan la aplicación práctica del principio de la
    objetividad, que es, según el criterio de reconocidos
    especialistas, y el de la autora de esta tesis, lo que más
    está afectando en materia de evaluación.
    Siguiendo el tratamiento de esta introducción necesaria en
    el presente capitulo, debe hacerse referencia al
    control.

    Por lo general los pedagogos que tratan el tema
    consideran que cuando se controla no necesariamente se está
    emitiendo un juicio de valor expresado en una calificación,
    lo que quiere decir que no siempre cuando controlamos evaluamos.
    La definición más acabada que se ha encontrado en este
    estudio es la citada por Alfonso, M. (9) en su Tesis Doctoral cuando retoma el
    análisis propuesto por González, P. en 1989 quien
    confiere al término control un carácter más
    abarcador que al término evaluación. Alfonso, M.
    reconoce en su tesis que "…es necesario crear un sistema de
    control del aprendizaje que garantice la
    valoración objetiva de los diferentes estados en que se
    encuentra el estudiante en su formación en lenguas
    extranjeras…"(10) criterio
    que debe ser analizado y extendido a otras
    disciplinas.

    Al respecto debe dejarse definida la posición de la
    autora sobre el control y la evaluación en el deporte.
    Partiendo de lo general, el control y la evaluación forman
    parte del proceso de dirección del
    entrenamiento deportivo, donde el control como vía de
    constatación del estado del deportista debe ser
    expresado en un juicio de valor mediante la evaluación, por
    ello afirma, que sin la evaluación no es posible obtener una
    valoración del resultado del control, así mismo se
    reconoce que entre el control y la evaluación existe una
    unidad dialéctica.

    Por otra parte, todo lo que se aprende y perfecciona en
    el entrenamiento, se hace sobre la base del cumplimiento de las
    reglas que se han de exigir en la competencia, por ello los
    controles competitivos forman parte del sistema de
    evaluación que se aplica sistemáticamente en el
    desarrollo del proceso de entrenamiento.

    Mata, F. (11);
    considera que cuando no se controla el trabajo, esto acarrea un
    alto porcentaje de fracaso en el rendimiento del entrenamiento,
    así mismo le concede una gran importancia al seguimiento del
    esfuerzo que se realiza mediante el control del trabajo. "El
    control del trabajo debe recoger todo lo relacionado con la
    actividad del deportista, no solo durante el entrenamiento, sino
    también en las competiciones. Incluso en las actividades
    fuera del programa de trabajo deportivo, es decir, en la forma de
    actuar una vez terminada la tarea diaria" (12). Este autor considera tres formas u
    orientaciones del control que se llevan a cabo en el
    entrenamiento deportivo y aparecen en la Figura
    siguiente:

     

    Así se observa que este autor delimita claramente
    el control del proceso de entrenamiento (I) y de su resultado
    (II) que se da fundamentalmente en la competencia; pero
    también del estado del deportista y su progresión (III)
    como expresión de éste.

    Por su relación con lo explicado, es necesario
    comentar que son varios los autores que han situado al deporte a
    la avanzada en este sentido, entre ellos un especial
    reconocimiento merece Zatsiorski, V. (14) quien dedicó 310 páginas a la
    teoría de las "…mediciones pedagógicas –
    deportiva"…(15),
    los fundamentos teóricos para la aplicación de
    pruebas que midan las posibilidades motoras, la teoría de
    las evaluaciones y los problemas relacionados con la metrología de control
    pedagógico.

    El enfoque más actual y generalizado dentro del
    control del entrenamiento deportivo es considerar el
    entrenamiento como un proceso de dirección. Al respecto
    Grosser, M., manifiesta que el entrenamiento es un proceso de
    "planificación y
    desarrollo del alto rendimiento, es la coordinación
    sistemática, científicamente apoyada a corto y largo
    plazo de todas las medidas necesarias de programación,
    realización, de control, análisis y corrección,
    con el fin de alcanzar un rendimiento
    óptimo"(16). De forma
    gráfica y modificado por Mena, M. (17), este proceso de dirección se expresa
    en la Fig. 2 de la forma siguiente:

     

    A. Rudik, al caracterizar psicológicamente las
    competiciones deportivas destaca que estos tipos de actividades
    constituyen una parte esencial del proceso pedagógico
    concerniente a la educación física y el deporte. Él considera
    que "…la competición deportiva le da al deporte su
    verdadero carácter, ya que este es el fin que persigue el
    aprendizaje y el entrenamiento del deportista y constituyen la
    forma principal del trabajo didáctico – educativo; las
    competencias ejercen una gran influencia en la formación de
    los hábitos en la actividad deportiva, en el desarrollo de
    la voluntad y el carácter del
    deportista…"(18).

    Al mismo tiempo es evidente que en todas la competencias
    de control estén presentes las exigencias del arbitraje
    deportivo como una constante para poder dar la preparación
    adecuada en condiciones competitivas.

    La competencia, como medio de preparación del
    deportista, posee una función reguladora dentro
    del proceso, constituye un registro del efecto del mismo y
    permite, al comparar el nivel real con lo planificado, la
    verdadera regulación del proceso de preparación del
    deportista, de esta forma se puede decir que el arbitraje en el
    deporte posibilita; no solo la evaluación del resultado, que
    es evidente, sino que es también utilizada como un medio
    para evaluar el proceso y comprobar la eficacia del plan
    propuesto.

     

    1. 2. Consideraciones generales acerca del
    Arbitraje Deportivo

    Para adentrarse en las consideraciones generales acerca
    del Arbitraje Deportivo es necesario, retomando lo explicado
    anteriormente, ubicar el mismo dentro del proceso de
    preparación del deportista. Al respecto, Grosser señala
    que "… el entrenamiento y la competición son para el
    deportista de alto rendimiento dos actividades estrechamente
    relacionadas y dependen la una de la otra y desde hace tiempo
    forman el centro de atención de las diferentes ciencias del deporte; los
    conocimientos y las publicaciones científicas, sin embargo,
    siguen centrándose más en una Teoría del
    entrenamiento y todavía no se ha formulado una Teoría
    de la competición como tal…"(19) con este último criterio la autora no
    está totalmente de acuerdo, ya que Harre, G. y otros
    autores (20) elaboran una
    "Introducción a la Teoría del entrenamiento y la
    competición", posteriormente Matvéev, L.
    (21) distingue la "Teoría de la
    actividad puramente competitiva (competiciones
    deportivas)".

    Las exigencias del arbitraje deportivo están
    presentes no solo en las competencias oficiales sino también
    en todas las competencias de control, es decir aquellas que son
    utilizadas en el proceso de entrenamiento como forma fundamental
    de preparación. "Todo lo que se aprende y perfecciona en el
    entrenamiento se hace sobre la base del cumplimiento de las
    reglas que se han de exigir en la competencia, por ello los
    controles competitivos forman parte del sistema de
    evaluación que se aplica sistemáticamente en el
    desarrollo del proceso de entrenamiento…"(22).

    La autora opina que si hay algo no acabado sobre este
    asunto son precisamente los aspectos relacionados con el
    arbitraje deportivo que, a pesar de su especificidad en cada
    disciplina deportiva, responde a aspectos comunes para la
    actividad deportiva en general.

    En primer termino, es necesario intentar definir el
    arbitraje deportivo tomando en consideración que su
    función fundamental es hacer cumplir el reglamento
    establecido en cada modalidad deportiva durante la actividad
    competitiva y que esta función la realizan jueces y
    árbitros que, a su vez, cumplen funciones afines pero no
    idénticas. En este sentido se puede declarar que: el
    Arbitraje en el deporte se identifica con la valoración que
    realizan los árbitros y jueces de la actividad competitiva
    para tomar decisiones y hacer cumplir las reglas vigentes en un
    deporte dado. Arbitrar es la acción realizada por los
    árbitros encargados de hacer respetar el reglamento y tomar
    decisiones entre los deportistas en los deportes con
    oposición, en correspondencia con lo permitido por el
    reglamento; mientras que juzgar es la acción que realizan
    los jueces expresando un juicio de valor, calificando en unos
    casos (como en el Boxeo, Judo, Lucha, Gimnasia Artística) y en
    otros indicando o señalando, con o sin decisión, el
    comportamiento de algunas acciones que permite el reglamento
    (Voleibol, Fútbol,
    Béisbol).

    Entre las funciones de juzgar y arbitrar existen
    evidentemente muchos puntos de contactos. El juicio deportivo
    implica valorar y decidir, si unas posiciones o situaciones
    competitivas están permitidas por el reglamento. La
    calificación de las acciones del deportista definen el rol
    del juez, mientras que evaluar la conducta del atleta es más
    propia de los árbitros.

    Los reglamentos deportivos establecen las bases de
    qué y cómo deben evaluar los árbitros y jueces,
    por ello se hará referencia en primer lugar y lo más
    concretamente posible, a los aspectos generales que conforman los
    reglamentos deportivos.

    Los reglamentos deportivos aportan informaciones
    relevantes sobre el propio deporte y sobre el comportamiento de
    los árbitros, de los jueces, de los deportistas,
    entrenadores y del personal oficial que forme parte de las
    competiciones de una u otra forma.

    Las estructura de los reglamentos, por el cual se
    evalúan a los deportistas, difieren en correspondencia con
    el tipo de deporte; en algunos suele aparecer una descripción detallada de los
    gestos deportivos y de su criterio de evaluación y en otros
    se hace mayor énfasis en la definición de las posibles
    transgresiones y sus correspondientes sanciones. En ambos casos
    se establece la relación entre la ejecución del
    deportista y la acción del arbitro o juez, a través de
    la penalización o la calificación, respectivamente. Por
    ello, una de las funciones más características y
    peculiares del deporte es juzgar la ejecución de los atletas
    y arbitrar entre los deportistas, en el lugar de la competencia.
    Sin árbitros, jueces, cronometristas y anotadores, el
    desarrollo del deporte sería imposible.

    La decisión sobre la legalidad a veces no resulta
    fácil, debido a dificultades del reglamento o avances
    técnicos no contemplados en él. Donde se presentan
    mayores dificultades es en la valoración de las acciones del
    deportista. La valoración es sencilla cuando puede reducirse
    a unidades de tiempo, longitud o fuerza, ya que el juez puede
    valerse de instrumentos de gran precisión para medir y
    evaluar el rendimiento del deportista. Por el contrario, cuando
    la evaluación ha de hacerse sobre las interacciones del
    deportista, es decir, sobre sus movimientos en relación a
    los objetos y las condiciones de la competición, las
    discrepancias entre los jueces aumentan.

    Al respecto J. Riera planteó "… – las preguntas
    que interesan a la psicología del deporte son: ¿ Por
    qué, ante un mismo ejercicio, difieren las evaluaciones de
    los jueces?, ¿ Cómo puede aumentar la objetividad de
    sus calificaciones?…"(23).

    "… Evidentemente para cumplir con eficiencia las
    funciones de decidir y valorar deben ocurrir determinados
    requisitos que garanticen lo que debe ser un comportamiento
    esencial del juicio y arbitraje deportivo; la
    objetividad…"(24). Esta
    según Caracuel, J., Andreu, R., y Pérez E., será,
    a su vez, una de las condiciones necesarias para lograr una
    actuación justa e imparcial, características
    fundamentales de un buen juez y arbitro. Al respecto, la autora
    considera, que la condición de la objetividad es un aspecto
    cualitativo determinante en el desarrollo del proceso de
    arbitraje e indispensable para la calidad de las calificaciones,
    por tanto señala que la misma ha de ser siempre una
    constante en la actividad de todo tipo de arbitraje deportivo
    donde según Caracuel, J., se identifican las siguientes
    tareas:

    "…1. La percepción de la situación a
    enjuiciar, o sea, ver la acción.

    2. Interpretar lo que ocurre y comparar con las
    exigencias de reglamento

    3. Aplicar el reglamento para sancionar o no el acto
    deportivo con la decisión o valoración adecuada, es
    decir, evaluar la percepción interpretada según las
    reglas existentes.

    Como puede apreciarse, la percepción es un punto
    clave para la evaluación y está lejos de ser algo
    simple; puede resultar excesivamente compleja por la influencia
    de aspectos personales y la experiencia de quienes evalúan.
    Su resultado, la evaluación puede tener connotaciones
    sociales y consecuencias para muchos aficionados,
    para la formación de los futuros jueces, para los propios
    atletas y sus preparadores…" (25)

    Es una realidad que el análisis de la
    actuación del árbitro y los jueces es compleja y no es
    posible hacerlo en el marco de las conversaciones sociales, por
    ello la autora coincide con los métodos propuestos por J.
    Riera (26) para estudiar este
    problema que consisten en el estudio del reglamento, la observación de
    árbitros y jueces en la competencia y en entrevistas a los mismos. Si
    se incorpora a la propuesta del autor mencionado el estudio de
    los criterios sobre el arbitraje de entrenadores y deportistas,
    que son los más afectados se podrá contar con
    argumentos adicionales de gran valor para el estudio de esta
    temática, que ha sido poco tratada
    científicamente.

    No obstante, las investigaciones realizadas en este
    trabajo hacen posible profundizar más acerca de los mismos.
    En este sentido se considera la objetividad como una cualidad
    integradora del arbitraje deportivo, dentro de la cual pueden y
    deben distinguirse toda una serie de factores que se pueden
    calificar como internos (propios del sujeto que evalúa) y
    externos (propios de la interrelación sujeto –
    medio).

    En la primera situación se ubica la
    imparcialidad como un valor de la personalidad de los jueces y
    árbitros que refleja el sentido de la justicia; en la segunda, las
    condiciones en que se realiza la actividad e influyen en
    la calidad de la percepción como premisa del acto
    valorativo. Indudablemente pueden distinguirse otros factores
    influyentes, que no han sido estudiado hasta el momento. A
    priori, se considera que cualquier vía de perfeccionamiento
    del arbitraje en el deporte debe contemplar dos aspectos
    básicos: minimizar las posibilidades de parcialidad por
    parte de los jueces y árbitros y mejorar las condiciones en
    que estos realizan su actividad, para aumentar la calidad de sus
    percepciones. Precisamente ambos aspectos se contemplan en la
    hipótesis de esta
    investigación.

    Como ya se ha planteado, una de las áreas más
    descuidadas en la investigación
    científica en el deporte, a tenor de los escasos
    estudios que hay sobre ella, es la relacionada con el arbitraje
    deportivo. Sería interesante analizar y establecer una
    clasificación de los deportes, a partir de las
    características generales del arbitraje, que pueda servir
    como punto de partida hacia futuras investigaciones sobre
    arbitraje y juicio deportivo.

    Numerosas son las clasificaciones creadas por diferentes
    autores en el campo de la Cultura Física y cada uno
    presenta su propia tipología, como cita Parlebas, P. Michael
    Bonet consagra 171 páginas al censo de las clasificaciones
    más importantes y a la identificación de las grandes
    especialidades deportivas, por lo que es un tema verdaderamente
    inagotable. "… el problema básico de las clasificaciones
    es la elección de los criterios…"(27) véase a continuación los más
    comunes, según Parlebas, P. (28).

    – las cualidades y aptitudes que se consideran
    más solicitadas por los participantes: deportes de fuerza,
    de destreza, de resistencia, de velocidad, de
    coordinación.

    – el material y los instrumentos utilizados: juegos de
    balón, raqueta, mecánicos, aparatos.

    – el lugar de la práctica: al aire libre, juegos de patio, de
    sala o terrenos pequeños.

    – la naturaleza del sustrato:
    deporte de nieve o hielo, aéreos o náuticos,
    patinaje.

    – el número de participantes: deportes
    individuales, colectivo, juego de equipo.

    – otros criterios adoptados ocasionalmente:
    motivaciones suscitadas, posibilidad o imposibilidad de
    alimentarse en el curso de la prueba.

    También existen otros criterios de orientación
    psicológica dados por Riera, J.(29) y la más reciente desde el punto de
    vista de la praxiología deportiva es tratada por el Dr. C.
    Morejón J. (30) en su
    análisis praxiológico de la estrategia motriz deportiva,
    quien desde el ángulo de la praxiología define para el
    reconocimiento de la existencia del deporte cinco aspectos o
    condiciones obligatorias: – Situación Motriz, – Competencia,
    – Reglamento, – El carácter lúdrico, –
    Institucionalizado. Puntualiza al respecto, que sí uno solo
    de estos rasgos faltan, entonces no puede considerarse una
    actividad como "deporte", podrá ser otra cosa o un tipo de
    juego pero no deporte. Por tanto, reconoce la presencia
    obligatoria de la competencia y el reglamento; sin embargo
    defiende la posición de Parlebas, P. (31) acerca de una clasificación de los
    deportes a partir de como se desarrolla la acción motriz,
    que de forma gráfica (Fig. 3) se pueden representar los
    términos que se toman en cuenta de la siguiente
    forma:

     

    Figura 3. Términos empleados por
    Parlebas, P., para clasificar el deporte a partir de las acciones
    motrices.

    Al realizar un análisis crítico del
    cúmulo de clasificaciones deportivas enunciadas,
    independientemente de que unos autores puedan tener, más
    razón o fundamentación que otros, es evidente que, en
    sentido general ninguno de ellos toma en cuenta los aspectos
    relacionados con el arbitraje y el juicio deportivo, que es un
    factor complementario de gran influencia para lograr un resultado
    más acabado, desde el punto de vista de la praxiología
    deportiva. Así mismo, e independientemente de lo antes
    planteado, la autora considera la posición de Morejón,
    J.(32) como la más
    avanzada en este sentido. Incluso, el referido autor, con la
    intención de analizar la estrategia motriz deportiva,
    plantea como base para dicho estudio las siguientes condiciones,
    que han sido descuidadas en los últimos años por los
    especialistas del deporte (Fig. 4).

     

    Todos estos elementos – la técnica, espacio,
    tiempo, reglas y comunicación – deben ser
    relacionados entre sí para decidir una estrategia deportiva
    determinada. Con todo ello la posición de la autora por
    promover una teoría del arbitraje en el deporte no solo se
    ve reforzada, sino que se hace más clara y evidente como una
    necesidad para lograr la integración más acabada
    de los elementos señalados.

    Por ello, teniendo en cuenta las características
    estructurales de cada deporte olímpico así como los
    sistemas oficiales vigentes del
    arbitraje en los mismos, y sobre la base de todo lo antes
    expuesto, se ha logrado establecer una clasificación de los
    deportes tomando, como línea de partida, la estructura que
    los conforman y las diferentes funciones de juzgar y arbitrar que
    se ponen de manifiesto, de una u otra forma, en las disciplinas
    deportivas.

    En primer lugar, fue necesario definir las formas de
    arbitraje que se dan en cada deporte e ir agrupándolos por
    sus rasgos más comunes; de esta manera se conformaron tres
    grandes grupos como aparece a
    continuación en la Fig. 5.

    Grupo. 1. Deportes de calificación y
    votación.

    En este grupo se incluyen aquellos deportes en los que
    el juicio deportivo implica básicamente dos cosas: decidir
    si una posición, un movimiento, un instrumento o
    una situación competitiva está permitida por el
    reglamento y valorar, según el mismo la ejecución del
    deportista para otorgarle una calificación. La función
    de los árbitros en estos casos está dirigida
    fundamentalmente, a velar por el cumplimiento del reglamento y
    arbitrar entre las opiniones discrepantes de los jueces,
    predominando la función de juzgar sobre la de
    arbitrar.

    Clasificación de los Deportes
    según las funciones de Juzgar y Arbitrar

     

    Figura 5. Clasificación de
    los deportes olímpicos definida por la autora, desde el
    punto de vista del arbitraje deportivo.

     

    Grupo. 2. Deportes de anotación.

    Aquí aparecen los deportes que presentan, en su
    sistema de arbitraje, decisiones por el número de tantos,
    carreras, goles, canastas donde, como es obvio, está
    implícito la acción de juzgar de los jueces y
    árbitros, pero su función principal está en
    decidir quién de los contrincantes tiene la razón,
    así como valorar y penalizar las transgresión de las
    normas, mediante la
    apreciación de las diferentes acciones que dan valor
    efectivo o no a las anotaciones y, por tanto, se da un predominio
    de la acción de arbitrar sobre la de juzgar.

     

    Grupo. 3. Deportes de medición.

    Este grupo lo integran los deportes que en su sistema de
    arbitraje exigen la valoración de los resultados a partir de
    medidas en unidades de tiempo, espacios y pesos. La función
    de los

    jueces y árbitros se hace más sencilla en
    estos deportes ya que pueden valerse para realizar su trabajo de
    instrumentos de precisión para medir y evaluar los
    resultados competitivos. Los deportes que conforman este grupo,
    excepto las pesas incluyen otras pruebas que no siempre son
    individuales.

    En los tres grupos se pueden incluir también
    subgrupos, ya que existen deportes que por sus
    características contemplan la competencia tanto individual
    como colectiva, este es el caso de la Gimnasia Rítmica y el
    Nado Sincronizado en el primer grupo; el Tenis de Campo y de Mesa
    en el segundo grupo y las competencias de relevo en los deportes
    del grupo tres, incluyendo también algunas de las pruebas de
    Vela, Remo y Canotaje que no son individuales.

     

    1. 3. El Arbitraje en el Boxeo

    El arbitraje en el Boxeo es un aspecto inseparable de la
    evolución histórica
    de esta disciplina deportiva, que se supone surgió durante
    los milenios III y IV a.n.e., por las tierras de Egipto y la India "…En estos tiempos,
    aproximadamente es que se conoce el pugilato
    (33)…"(34)

    J. Domínguez y J. Llano (35) al tratar la historia del Boxeo, y referirse a los
    combates efectuados en aquella época entre Epeo y Euryalo y
    Dares contra Entelo, cuando el primer y segundo asedio a la
    fortaleza troyana, refieren la presencia de decisiones por "fuera
    de combate" y "abandono" que, aunque no era la denominación
    que se les daba, sí era lo que ocurría en la
    práctica. Los hechos referidos permiten comprender como
    desde el inicio mismo de esta manifestación deportiva,
    surgen las decisiones en el boxeo como condición necesarias
    para finalizar un combate y reconocer el vencedor.

    El pugilato fue practicado por atletas de Atenas y de
    otras Ciudades – Estados griegas y estaba incluido
    en el programa de los Juegos Olímpicos antiguos. Entonces no
    existía cuadrilátero, el terreno estaba limitado por
    los propios espectadores y se consideraba un acto de
    cobardía si el boxeador cedía terreno a su rival; los
    combates se realizaban hasta que uno de los dos reconocía la
    derrota, o se caía y no continuaba la lucha. No se
    permitía agarre, usaban "Spahira"(36) como guantes en
    unos casos y en otros a puños desnudos. Tampoco
    existían las divisiones de pesos.

    A partir de 1719 en Inglaterra el pugilato se
    transforma en boxeo. Su pionero fue James Figg quien se dedica al
    boxeo de los puños desnudos. Este carecía de reglas,
    los contendientes se empujaban y se derribaban frecuentemente sin
    que mediase un golpe y había una sola división de gran
    peso. También, en ese año se efectúa el primer
    campeonato oficial mundial.

    No es hasta aproximadamente 1743 en que varios
    profesores se reúnen en casa de Jack Broughton (37) con el
    fin de establecer un reglamento para las competiciones de boxeo.
    En el se dispuso que cada boxeador tuviera un asistente; se
    prohibía golpear al adversario en el suelo o agarrarlo; los boxeadores
    debían usar pantalón corto con hebillas; sólo
    se terminaba el combate cuando un boxeador caía
    vencido o se retiraba; los asaltos se determinaban por las
    caídas que sufría un boxeador a causa de los golpes de
    los cuales se debía recuperar en 30 segundos.

    Estas reglas, como plantean en su obra J. Domínguez
    y J. Llano (38), fueron las
    primeras en la historia del boxeo, pero no se hicieron efectivas
    en Inglaterra ni en otro lugar del mundo; solo se aplicaron en
    los gimnasios de los profesores que las emitieron "… Este
    reglamento se conoció como London Prize Ring
    Rules…" (39).

    En 1866 un periodista ingles llamado Arthur Chamberlan
    redactó para el Marqués de Queensberry las reglas del
    boxeo, en la que se fijó la duración de los
    "round", en 3 minutos con 1 minuto de descanso y 10
    segundos para levantarse de una caída; prohibían,
    además las "tomas de lucha" y se prescribió que el
    "ring"tuviera 24 pies (7.20 m) de lado.

    Los combates no debían comprender más que
    boxeo regular practicado de pie; el púgil tenía derecho
    de hacer caer a su adversario con una zancadilla y de
    echársele encima para derribarlo a golpes hasta que el
    árbitro parara el combate. Estas reglas, que se consideraron
    como las bases del reglamento actual, se ponen en vigencia en el
    año 1872 "…desde este momento el boxeo dio un verdadero
    salto humano y científico, ya que el boxeo técnico iba
    sustituyendo al simple pegador, pasando casi a un segundo plano
    la habilidad brutal de golpear…"(40).

    A partir de entonces esta carta del boxeo comenzó a
    perfeccionarse, en detalles relacionados con el peso de los
    guantes, y la definición de otros aspectos. Tales como la
    limitación de la duración de los combates; conferir al
    árbitro la facultad de acordar una decisión "por
    puntos" y, en una palabra, se fue llevando al boxeo a la forma
    con la que nos hemos familiarizado desde entonces. De las
    categorías de peso contempladas inicialmente: – Pesados,
    Medios y Ligeros, – la
    gradación se fue introduciendo poco a poco y llegó a
    quedar completa para el año 1900, con la sola diferencia de
    que no había campeón mundial de peso mosca, pues esta
    división se creó en 1911 para Jimmy Wilde, quien retuvo
    el título de los pesos mosca de su tiempo hasta
    1923.

    El boxeo terminó su evolución en los
    países anglosajones y empezó a principio de siglo a
    extenderse por todo el mundo, de vecino en vecino, los más
    cercanos primero: Europa, y Francia y en el nuevo
    continente, México. "… Precisamente,
    fueron Francia y México los dos primeros en su zona en tener
    campeones del mundo…"(41).
    En esta época las reglas llegaron a establecerse con la
    exigencias siguientes:

    • El ring: debía medir 6.10 m como
      máximo y 4.90 m como mínimo y estar rodeado de tres
      líneas de cuerda fuerte.
    • Las categorías de peso: incluían los
      moscas (48 kg) hasta los pesados en más de 81
      kg.
    • La presentación: exigía que los
      púgiles fueran al combate afeitados, sin grasa en el
      cuerpo, con ligero calzado y se prohibía el uso de anillos
      y hebillas de cinturón.
    • Los guantes: Los boxeadores debían
      emplear vendas para proteger las manos, aunque no eran
      obligatorias y debían ser proporcionadas por los
      organizadores y examinadas una vez puesta por el árbitro,
      los guantes debían ser nuevos y sin alterar el relleno, de
      no ser nuevos había que pasarlos por agua ligeramente jabonosa y
      luego secarlos. Su peso para todas las categorías era de 8
      onzas (227g.).
    • Duración del combate: Eran 3 round
      de 3 minutos y permitían la presencia de los segundos en
      el ring después de la señal de cada fin de
      round y durante un minuto de descanso después de
      cada asalto.
    • El arbitraje: el árbitro era un juez
      único, que podía ser asistido por dos jueces, y el
      resultado se decidía, en tal caso, por mayoría,
      estableciendo para cada uno de los jueces y el árbitro, un
      boletín de voto en el que atribuían los puntos para
      cada round según las reglas de cada
      país.

    La apreciación para el trabajo de los jueces se
    fundamentaba en cuatro aspectos:

    1.- en la ciencia general (42); 2.-
    la fuerza de los golpes; 3.- la calidad de la defensa; 4.- la
    observación de las reglas. Cuando al final del combate un
    juez, encontraba en ambos contrincantes el mismo total de puntos
    debía declarar el combate nulo.

    El árbitro estaba facultado para formular
    "advertencias públicas" si un boxeador violaba el reglamento
    sin merecer la descalificación inmediata. Para ello no
    estaba obligado a consultar a los jueces. Si lo hacia, uno de los
    dos cuando menos debía estar de acuerdo con él.
    Después de dos advertencias públicas, el árbitro
    debía descalificar forzosamente, en caso de reincidencia, al
    boxeador.

    Estas reglas se fueron modificando con el tiempo, aunque
    sin perder su esencia inicial. Con la creación de la AIBA en
    1946, surgen nuevas consideraciones no menos importantes
    para

    la evolución del boxeo. El reglamento del boxeo
    aficionado de la Asociación Internacional de Boxeo
    incluyó en sus incisos 22 reglas (43). En la Regla 10, referente a árbitros
    y jueces, se define que el árbitro ejercerá sus
    funciones en el cuadrilátero sin tomar notas en el papel de
    registro de las anotaciones; la puntuación de cada pelea la
    llevan cinco jueces, lo cual mantiene su vigencia. (Los primeros
    pasos para la instrumentación y
    aplicación de estas reglas de la AIBA en Cuba se dan a
    finales de 1962 y principio de 1963).

    La regla 18 permitía conceder 20 puntos por cada
    asalto: el mejor boxeador recibía 20 puntos y su adversario
    una cantidad proporcionalmente inferior. Cuando ambos
    obtenían igualdad de méritos, cada
    uno recibía 20 puntos y se decidía como ganador al
    boxeador que demostraba mayor ofensiva o mejor estilo y si ambos
    mantenían la igualdad en ese sentido se iba entonces al de
    mejor defensa.

    Los reglamentos de la AIBA fueron modificándose y
    perfeccionándose sistemáticamente. La autora considera
    que las modificaciones más significativas desde entonces por
    orden cronológico, fueron la aprobación del protector
    de cabeza opcional en 1983 y un "…nuevo sistema de
    anotación el cual fue mostrado al publico internacional en
    el torneo Pre – Olímpico de Boxeo en Seúl…,… que
    presentó la federación de este deporte en la antigua
    URSS, durante el invierno de 1987…"(44). Posteriormente, en el torneo internacional
    de Primavera de Leningrado fue usada, por primera vez
    oficialmente, la máquina anotadora y produjo muy buenos
    resultados. Se aplicó en el Campeonato del mundo de mayores
    en Moscú 89.

    En los últimos años, el Congreso de la AIBA ha
    realizado algunas modificaciones de consideración a las
    reglas del Boxeo, fundamentalmente las de 1991 y posteriormente,
    las aprobadas en 1996 que contempla, a partir de 1997, el
    establecimiento de 5 asaltos de 2 minutos en los Torneos o
    Campeonatos Continentales y Mundiales permitiéndose, de
    mutuo acuerdo, otras variantes de 4 y 6 asaltos en eventos internacionales. Se
    oficializa, por primera vez, la práctica del Boxeo Femenino
    con modificaciones de las reglas para esta modalidad.

    No se debe pasar por alto el constante perfeccionamiento
    de la máquina anotadora, que se ha venido realizando para
    lograr una construcción electrónica computarizada
    altamente desarrollada, donde los aportes de algunos países
    como Japón, Estados Unidos y
    Cuba han estado a la vanguardia.

    Este nuevo sistema, vigente en la actualidad,
    revolucionó el boxeo en el mundo logrando, con relación
    a los anteriores, un mayor acercamiento de la votación de
    los jueces a la realidad del combate y la aplicación de
    medios técnicos computarizados en el mismo. Esto tampoco
    solucionó totalmente el problema, y las decisiones injustas
    continúan siendo el gran problema del boxeo
    olímpico.

    A pesar de lo útil que ha resultado la máquina
    anotadora para el trabajo de los jueces y los esfuerzos
    realizados para su perfeccionamiento técnico, la autora
    coincide con Gordienko, V (45), de que sería incorrecto asumir que la
    máquina de anotación pueda dar respuesta a todos los
    problemas relacionados con el arbitraje, ya que el factor humano
    será el decisivo, con el juez teniendo que decidir en un
    segundo si el golpe fue correcto y debe ser registrado o no en la
    máquina.

    A pesar de los novedosos cambios del arbitraje en el
    boxeo y el perfeccionamiento técnico alcanzado en la
    construcción de la máquina anotadora, se ha olvidado
    que la forma o vía de decidir el vencedor, todavía se
    fundamenta y rige, en su esencia por las bases tradicionales
    negando así, de forma inconsciente, el desarrollo
    tecnológico, al construir máquinas muy perfeccionadas
    electrónicamente pero con la aplicación de una
    metodología tradicional.

    En 1996 y coincidiendo con el 50 "Aniversario de
    Oro de la AIBA"(46) se
    obtienen en Cuba, con esta investigación, los primeros
    resultados científicos de una nueva propuesta para
    perfeccionar el sistema de arbitraje vigente.

    Las características del arbitraje actual en el
    boxeo aprobado por la AIBA y representado de forma gráfica
    en la Fig. 6 plantea, dentro de su sistema, una metodología
    que concibe: la acción de juzgar mediante la votación
    de los jueces por los dos boxeadores de forma simultánea;
    una distribución de los cincos
    jueces alrededor del ring; la decisión del ganador se
    caracteriza por ser personal, previa y colectiva y donde los
    jueces indican en su votación, a un vencedor.

     

     

    Figura 6. Esquema que muestra la conformación del
    sistema de arbitraje oficial de la AIBA.

    Esta metodología, al ser automatizada, propicia el
    uso de medios técnicos auxiliares para el trabajo de los
    jueces, mediante cinco máquinas de tanteo (máquinas de
    votación) acopladas en un sistema electrónico
    computarizado que permite reconocer la coincidencia de los jueces
    en un segundo cuando marcan los puntos a los boxeadores, (para
    que sean validos los puntos, deben coincidir tres o más
    jueces) y dar el resultado final del combate.

    El arbitraje en el boxeo cuenta con los reglamentos de
    la competencia para regular los derechos y deberes tanto de los
    participantes como de los árbitros. Tienen carácter
    oficial y su cumplimiento es obligatorio para todos los
    participantes, sirven de base para la organización idónea
    de las competencias, en concordancia con los objetivos educativos
    y de fortalecimiento de la salud del deportista. En ellos se
    determinan los tipos de competencia, los modos de celebrar los
    campeonatos y determinar los ganadores en los torneo individuales
    y por equipo.

    A partir de enero de 1997 entran en vigencia las nuevas
    modificaciones del reglamento para el arbitraje en el boxeo donde
    se aprueba para los Campeonatos y Torneos Continentales,
    Olímpicos y Mundiales la aplicación de cinco asalto de
    dos minutos cada uno La interrupción del combate por avisos,
    amonestaciones, para poner orden en la vestimenta, en el equipo o
    por cualquier otro motivo, no están incluidos en los dos
    minutos. No habrá ningún asalto complementario. En los
    eventos internacionales, los asaltos serán, por regla
    general, los mismos que los citados arriba, pero si se ha
    convenido con anticipación, pueden haber cuatro asaltos de
    tres minutos cada uno o cinco o seis de dos minutos cada uNO
    Siempre habrá un intervalo de un minuto entre los asaltos.
    (Estos cambios propician, aún más, el aumento de
    decisiones por puntos lo que trae consigo que los jueces tengan
    un trabajo más intenso en cada cartel con relación al
    reglamento anterior, que permitía sólo tres
    asaltos).

    Cada combate es anotado por cinco jueces de la AIBA. Sus
    asientos separados de los del público, cerca del
    cuadrilátero. Los jueces 3 y 4 ocupan un mismo lado del ring
    de frente al jurado y a cierta distancia uno del otro, y los
    jueces 1, 2 y 5 se ubican cada uno distribuidos en tres lados del
    ring como se muestra en la Fig. 7. Cuando el número de
    jueces disponibles es insuficiente, podrán emplearse tres
    jueces en lugar de cinco, pero esto no se podrá aplicar en
    los Juegos Olímpicos, en los Campeonatos del Mundo ni en los
    Campeonatos Continentales.

    Figura 7. Muestra la
    distribución de los jueces en el ring según el
    sistema de arbitraje oficial.

    En los encuentros internacionales se pueden tomar
    acuerdos que no afecten la reglamentación
    oficial.

     Con el fin de garantizar la
    neutralidad de los jueces, el reglamento dispone que los nombres
    del árbitro y de los cinco jueces serán elegidos para
    cada combate por la Comisión de Árbitros y Jueces,
    según las directivas del reglamento. Entre ellas están
    que no deben trabajar más de dos jueces de un mismo
    Continente en un combate; para los Torneos y Campeonatos la
    designación de los jueces se hará por sorteo cerca del
    ring, antes de cada combate.

    Cada juez juzgará los méritos de ambos
    participantes independientemente y decidirá el vencedor
    según las reglas. De esta forma, los jueces deciden
    directamente en su votación personal cual de los boxeadores
    es el vencedor.

    Los tipos de decisiones que se dan en el boxeo para
    decidir el ganador son varios: referí suspende el combate
    (RSC); referí suspende el combate por golpes a la cabeza
    (RSC-H); referí suspende el combate, invalidación por
    golpe en la cabeza (RSCH-I); fuera de combate (KO); no
    presentación (NP); abandono; cuando el médico suspende
    el combate; descalificación y votación por
    puntos.

    Hasta aquí se abordan, de manera general, algunos
    de los aspectos más importantes que se relacionan
    directamente con el arbitraje actual en el boxeo. A
    continuación es necesario profundizar en la "votación
    por puntos", por ser esta la más utilizada y expuesta a la
    subjetividad de las percepciones de los jueces para realizar sus
    valoraciones, en su función de juzgar a los boxeadores,
    durante el combate para decidir el ganador.

    La votación por puntos es el resultado de los
    golpes correctos y de todas las otras informaciones que los
    jueces registran, a partir de su valoración, en la memoria del equipo
    electrónico apretando el botón correspondiente. Sobre
    esta base, el resultado final es obtenido por cálculo automático;
    cuando se trabaja por boletas, deben coincidir en un mismo
    ganador tres o más jueces.

    Existen dos formas de votación por puntos: la
    Personal y la Combinada (Tablas 1 y 2). La primera es cuando
    entran a la máquina todos los golpes marcados por los jueces
    y se conservan en la memoria de la misma para ser
    utilizada en caso de empate; la segunda, basada en la Personal,
    permite la entrada solo de las anotaciones personales que se
    realicen en un tiempo de un segundo y coincidan, como
    mínimo, tres de los cinco jueces; con ella se da el
    resultado final. Solo en caso de empate es utilizada la Personal
    como veredicto final. Para comprender mejor la forma de
    evaluación en la competencia de boxeo, se utilizará el
    ejemplo (Tabla 1 y 2) de como fueron evaluados los boxeadores en
    un combate de los 54 Kg. el día 26/01/1996 en el Torneo
    Nacional de Boxeo "Playa Girón 96" entre Pérez
    Domínguez, Rencise (Hol) vs Moreno Vargas, Aldo E.
    (Gram).

    Tabla 1. Decisión
    Personal.

    Asaltos:

    N° del juez.

    1

    2

    3

    4

    5

    Promedio*

    R-A

    R-A

    R-A

    R-A

    R-A

    R-A

    1

    7:13

    1:6

    6:2

    3:3

    2:2

    19:26

    2

    2:5

    0:6

    10:13

    3:9

    3:7

    18:40

    3

    18: 11

    5:2

    11:18

    3:9

    3:3

    40:43

    Total

    27:29

    6:14

    27:33

    9:21

    18:12

    77:109

    Tabla 2. Decisión
    Combinada

    Asaltos:

    N° del juez.

    1

    2

    2

    4

    4

    Promedio*

    R-A

    R-A

    R-A

    R-A

    R-A

    R-A

    1

    1:1

    1:0

    1:1

    1:1

    0:1

    1:1

    2

    0:2

    0:2

    0:2

    0:1

    0:2

    0:2

    3

    3:3

    1:0

    3:3

    2:3

    2:0

    3:3

    Total

    4:6

    2:2

    4:6

    3:5

    2:6

    4:6

    *Denominación que se le da en el boxeo la suma de
    los puntos marcados por los jueces en cada combate.
    R = ( boxeador de la esquina Roja) A = (Boxeador de la esquina
    Azul).

    (Aunque separamos en dos tablas el ejemplo dado,
    recordamos que ambas pertenecen al mismo combate).

    Teniendo en cuenta la importancia de la objetividad de
    la evaluación, se analizará la presencia de la misma,
    de forma práctica en el ejemplo dado, con la intención
    de lograr una mejor comprensión acerca del contenido que la
    conforma.

    En la votación personal, la diferencia de puntos
    entre los jueces 1 y 3, con relación a los puntos dados por
    los jueces 2, 4, y 5 es notablemente amplia y, aunque ocurre todo
    lo contrario en la decisión combinada, entre ella y la
    personal se pone de manifiesto una gran diferencia que pone en
    duda su objetividad. Ocurren situaciones como las puntuaciones
    del tercer asalto donde el juez 1 votó 18:11 a favor del
    rojo y el juez 3 marcó 11: 18 también, pero a favor del
    azul. Vieron la misma cantidad de puntos pero de forma distinta
    para uno y otro boxeador.

    De un total de 77 puntos marcados al boxeador Rojo, los
    jueces coincidieron solamente en 4, algo parecido
    ocurre con los golpes efectivos que le vieron tirar los jueces al
    boxeador Azul, pues de 109 puntos coincidieron apenas en 6. Por
    los resultados de la decisión combinada el combate
    resultó ser muy parejo, y hasta algo cerrado, pues la
    diferencia del ganador fue de sólo dos puntos. Sin embargo
    llama la atención que por la decisión personal, el
    ganador alcanza una amplia ventaja nada menos que de 32 puntos. A
    este análisis es propicio incorporar la información
    recibida en el marco del evento sobre los resultados de la
    valoración del estudio del vídeo de este combate
    realizado por los especialistas, quienes consideraron que el
    verdadero ganador fue el Rojo y no el Azul como determinaron los
    jueces.

    Aunque el ejemplo seleccionado para demostrar como es
    que se realiza la votación por puntos en una competencia de
    boxeo, no es el más feliz; tampoco, por si solo, fundamenta
    el porqué del presente trabajo. Lo que si es un hecho es la
    posibilidad real de que pasen cosas como estas, lo que pone en
    duda la calidad y objetividad de este sistema de arbitraje. En
    esencia, es así como se decide el ganador del combate, con
    la aplicación, como es lógico, de las reglas
    establecidas, y que no siempre, lamentablemente, son respetadas
    por los jueces.

    Los especialistas, funcionarios y directivos del boxeo
    no se han mantenido ajenos a esta situación. En el amplio
    estudio bibliográfico realizado a lo largo de varios
    años, se pudo comprobar que, históricamente, se han
    realizado innumerables esfuerzos en busca de una solución, y
    si fuera necesario mencionar nombres al respecto,
    situaríamos a la vanguardia de esta histórica lucha al
    propio Presidente de la AIBA, Prof. Anwar Chowdry.

    Resumiendo se puede expresar que el arbitraje, como
    forma particular de evaluación, no solo se limita a la
    evaluación del resultado sino que es también utilizada
    como un medio para evaluar el proceso de entrenamiento y
    comprobar la eficiencia del plan propuesto en condiciones
    competitivas y por ello la objetividad, como cualidad
    integradora, debe ser reconocida como premisa del acto valorativo
    de los jueces.

    Partes: 1, 2, 3

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