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Policía de la comunidad



    1. Definición del
      Concepto
    2. Formación del
      Policía
    3. El papel del Policía en la
      sociedad
    4. Factores que separan al
      Policía y a la comunidad
    5. Policía
      Comunitario

    Introducción

    Desde la Antigüedad Clásica hasta el
    presente los distintos gobiernos del mundo han intentado
    controlar la conducta de los
    ciudadanos, aprobando leyes cuya
    violación constituye delito y creando
    mecanismos de control social
    como los llamados sistemas de
    justicia
    criminal, entre ellos la policía. Pero, qué es la
    policía?, en qué consiste su trabajo?, ha
    sido efectiva en el manejo de la actividad criminal?, que
    soluciones
    presenta para el siglo XXI?

    Trataremos de responder a estas y otras interrogantes en
    este artículo.

    Definición del
    Concepto

    Según James Fyfe (y otros), en el libro
    Administración de la Policía (1997), el
    concepto
    policía se deriva de la palabra francesa "policer" que
    significa poder del
    pueblo. El término, en su sentido más amplio,
    significa regulación y control de una comunidad en los
    aspectos relacionados al orden, la salud, la vida y la propiedad.

    El Diccionario de la Real Academia
    Española lo define como el buen orden que se observa y
    guarda en las ciudades y repúblicas para cumplir con las
    leyes y ordenanzas municipales. Se incluye, como parte de la
    definición, a un cuerpo encargado de vigilar por el
    mantenimiento
    del orden público y la seguridad de los
    ciudadanos. Se incluyen los conceptos de cortesía, buena
    crianza y urbanidad en el trato y las buenas
    costumbres.

    Entonces, por su concepción original y actual, se
    puede decir que la policía históricamente
    surgió para cumplir con los objetivos de
    proteger la vida, la salud, y la tranquilidad de los ciudadanos
    que conforman la sociedad. En
    pocas palabras velar por el cumplimiento de la ley y el
    mantenimiento del orden.

    Formación del
    Policía

    En el 1829 Sir Robert Peel, al crear la Policía
    Metropolitana de Londres, estableció el siguiente
    principio: "… the police are the public and the public are
    the police." (Cox, Police in Community Relations, 1996).
    El significado de esta frase es sumamente abarcador por lo que
    por el momento se interpretará en un sentido literal y
    parcial.

    Los policías son ciudadanos seleccionados entre
    los miembros de la sociedad. Son adiestrados y educados en
    academias creadas para estos fines, en donde se lleva a cabo el
    proceso de
    socialización policíaca.

    Para Robert H. Langworthy y Lawrence F. Travis III
    (1994) la socialización es un término que utilizan
    los sociólogos para referirse al proceso mediante el cual
    las personas adquieren el
    conocimiento, los valores,
    las destrezas y actitudes de
    la sociedad en que viven. Es el aprendizaje de
    la cultura.

    En las Ciencias
    policiales se utiliza el concepto de la socialización
    policíaca (Van Maanen, 1973) para referirse al proceso por
    medio del cual se aprenden los conocimientos, valores,
    destrezas, actitudes y conducta característica de los
    policías. Se pretende crear una subcultura y desarrollar
    una personalidad
    que los haga diferentes a las demás personas para que
    puedan cumplir satisfactoriamente con los deberes y
    responsabilidades que le asigna la sociedad.

    Los policías, como cuerpo ocupacional, no son
    como los demás servidores
    públicos. Tienen que dejar su familia por un
    período de tiempo para
    ser socializados en la subcultura policíaca. Atraviesan
    por un proceso educativo y disciplinario riguroso, en donde
    tienen que adquirir los conocimientos y las destrezas necesarias
    para cumplir con sus obligaciones.

    Debido a la seriedad y complejidad de las funciones que
    realizan, el proceso enseñanzaaprendizaje no
    puede limitarse a simples conocimientos académicos y/o al
    desarrollo de
    destrezas. Ludman (1980) afirmó que la educación del
    policía se caracteriza por un contenido formal e informal.
    El primero se refiere a la enseñanza académica,
    pero el segundo envuelve, a través de la disciplina, el
    desarrollo de unos valores y actitudes necesarios para poder
    realizar un trabajo de excelencia.

    El ser policía los hace diferentes a las
    demás personas.

    El uniforme, la placa, el arma de fuego y el roten son
    símbolos de la autoridad y el
    poder que se les confiere para cumplir con sus deberes. La
    naturaleza del
    trabajo que realizan y el peligro al que se enfrentan propicia la
    modificación de muchos aspectos del su
    personalidad.

    Su trabajo no es fácil. Implica una serie de
    sacrificios y ajustes a su vida privada y familiar. Largas
    jornadas de trabajo, suspensión de días libres y
    vacaciones, expuestos continuamente al escrutinio público,
    a la crítica
    social y a las presiones de los medios de
    comunicación.

    Al cumplir con su trabajo pueden cometer errores que
    conllevan la suspensión o expulsión de la fuerza
    policíaca; cargos criminales y/o demandas civiles;
    enfermedad, incapacidad y hasta la muerte en
    el cumplimiento del deber. Es un trabajo que requiere madurez y
    seriedad, honestidad e
    integridad y para esto hay que saber escogerlos, educarlos y
    adiestrarlos. (W. Santiago, 1997)

    En el proceso de selección
    y formación de los policías se atraviesa por una
    serie de etapas que son determinantes en el desarrollo de la
    llamada personalidad policíaca. En primer lugar se toma en
    cuenta la decisión de la persona de
    ingresar al cuerpo. Esta puede estar motivada por la
    vocación, la tradición familiar, la necesidad de un
    empleo y el
    obtener dinero y
    beneficios.

    En Puerto Rico se
    les paga un salario mientras
    estudian y desde 1994 se gradúan con un Grado Asociado en
    Ciencias Policiales, y se les exige completar un bachillerato en
    una universidad
    debidamente acreditada.

    En segundo lugar tienen que aprobar el periodo de
    entrenamiento.
    Como se mencionó anteriormente, éste se caracteriza
    por la educación formal en los salones de clases y
    la informal, en donde a través de la disciplina se inicia
    el proceso de socialización policíaca.

    Como parte del entrenamiento tienen que experimentar la
    realidad del trabajo en la calle. Se les envía a trabajar
    con un oficial de experiencia como supervisor. Aquí se
    descubre que el trabajo no
    es lo que muchas veces se pensaba, se experimenta aburrimiento
    (no hay acción
    las 24 horas del día como en las películas del
    cine o las
    series de televisión), desconfianza porque comienzan
    a conocer los peligros del trabajo, y las faltas de
    respecto de algunos ciudadanos que no reconocen la autoridad que
    representa el policía.

    Finalmente, llega la etapa de la graduación y la
    asignación a las unidades de trabajo, las cuales en
    ocasiones no son del agrado del agente y debido a la incidencia
    criminal, se les envía a pueblos distantes de sus hogares.
    Eventualmente, si no renuncian antes, se adaptan al trabajo
    policíaco y se manifiesta la mencionada personalidad
    policíaca, como resultado del proceso de
    socialización y otros factores que se discutirán
    más adelante.

    Pare Jerome Skolnick (citado por Cox en La
    policía en las relaciones comunitarias, 1997) la
    policía constituye una subcultura porque comparten
    valores, creencias y formas de conducta o estilos de vida que los
    caracteriza como policías. Como resultado de sus investigaciones
    identificó las características de este grupo
    minoritario y desarrolló la Teoría
    de la
    Personalidad Policíaca.

    En primer lugar son autoritarios. La autoridad que les
    confieren los ciudadanos y el gobierno les da
    poder para intervenir en casi todos los aspectos de la vida
    privada de los ciudadanos. Si no tienen la madurez necesaria para
    manejar el alcance del poder, ésta característica
    se manifestara contra su propia familia y en sus relaciones
    interpersonales.

    En segundo lugar, algunos se vuelven cínicos. Al
    trabajar directamente con los ciudadanos descubren que algunos
    les mienten o engañan y hasta les ocasionan
    investigaciones administrativas, por lo que, como un mecanismo de
    defensa, no toman con seriedad algunos casos, no creen en la
    víctima, en los testigos o en la verdadera inocencia de
    las personas.

    En tercer lugar se vuelven conservadores. Este trabajo
    conlleva una imagen y tanto
    los ciudadanos como los medios de
    información están pendientes de la
    conducta y estilo de vida
    del policía. Se les exige seriedad y una conducta modelo y
    ejemplar.

    En cuarto lugar se vuelven suspicaces, sospechan de todo
    y de todos. Esto es así por que es un trabajo que conlleva
    peligro. Pueden ser víctimas de la violencia, de
    accidentes,
    contagio de enfermedades, stress, casos
    civiles y criminales y hasta la muerte.

    Como consecuencia de las exigencias del trabajo y de las
    frustraciones al interpretar su esfuerzo como una pérdida
    de tiempo, se pueden volver hostiles hacia los ciudadanos y hacia
    el sistema de
    justicia que representan.

    Muchas veces se exige demasiado de ellos, y se nos
    olvida que son humanos que están dando el máximo y
    arriesgando su vida por las demás personas. A veces, los
    casos no prosperan en los tribunales, no se logra la
    convicción del acusado o la sentencia que se impone al
    convicto es débil o sin sentido.

    En quinto lugar, aprenden a ser individualistas: en
    ocasiones, no se puede confiar plenamente en nadie. Hasta el
    mejor de los compañeros de trabajo, cuando más se
    le necesita, puede fallar. Por eso muchos piensan que nadie mejor
    que ellos mismos para cuidar sus propias espaldas. En
    adición, ciertas actuaciones de otras personas pueden
    comprometer su empleo, su libertad y
    hasta su vida.

    En sexto lugar la falta de apoyo de la agencia, de la
    propia familia y de la comunidad los hace sentir inseguros y como
    se mencionó anteriormente se vuelven
    suspicaces.

    Pero no todas las características antes
    mencionadas pueden ser negativas porque también aprenden
    el significado de la lealtad hacia los principios que
    orientan el trabajo policiaco y su compromiso con la comunidad;
    se esfuerzan en ser eficientes para prevenir el crimen,
    contenerlo y lograr convicciones en los tribunales, mejorando la
    calidad de
    vida de los ciudadanos a los cuales protegen; y
    honorables porque se sienten orgullosos de ser
    policías.

    Finalmente, Skolnick también identificó,
    como última característica de la personalidad
    policíaca, el desarrollo de prejuicios hacia
    algunos sectores de la sociedad.

    El papel del
    policía en la sociedad

    De acuerdo con James Fyfe, los cuerpos
    policíacos tienen como obligaciones primordiales
    universales el proteger la vida, la propiedad, los derechos civiles y conservar
    el orden. Pueden tener mayores responsabilidades, pero eso
    depende de las leyes que organizan la policía en los
    países democráticos del mundo moderno. Lo
    importante es que la policía tenga

    capacidad legal, las 24 horas del día, para
    atender los problemas y
    situaciones que tal vez requieran el uso de la fuerza y la
    coacción o la búsqueda de soluciones verdaderamente
    efectivas..

    Si se lee detenidamente el párrafo
    anterior se percatará que la aplicación de la ley
    no es una de las obligaciones primordiales de la policía.
    Fyfe, Jack R. Greene, William F. Walsh, O.W. Wilson y Roy Clinton
    McLaren consideran que la anterior responsabilidad es solo un instrumento para
    alcanzar los fines mencionados previamente.

    Durante el Siglo XX quedó demostrado que ni la
    policía ni el sistema de justicia criminal pueden resolver
    el crimen y la delincuencia
    meramente arrestando y confinando en instituciones
    penales a las personas que cometen delitos. Como
    leerá más adelante, las agencias del control social
    se percataron que solas no pueden prevenir, contener o resolver
    la conducta relacionada a las violaciones de las leyes sin la
    ayuda de la comunidad.

    Factores que separan al
    Policía y a la comunidad

    Todos los autores mencionados anteriormente están
    de acuerdo en que la labor que realiza la policía
    está dirigida a satisfacer las necesidades de la sociedad.
    Es la comunidad quien le otorga a los policías el poder y
    la autoridad para cumplir con sus funciones. Da la
    impresión de que es el gobierno quien controla a los
    organismos policíacos, utilizándolos como medios de
    control o represión política,
    económica y social.

    Pero si se analiza la raíz del poder en los
    sistemas democráticos, veremos que el mismo emana del
    pueblo. Este último lo delega a través de
    funcionarios gubernamentales electos. Nosotros le conferimos a
    los gobernantes la autoridad para tomar decisiones en beneficio
    de la sociedad; ellos a cambio nos dan
    seguridad y protección, garantizando los derechos civiles
    reconocidos en una constitución.

    La realidad, aunque parezca lo contrario, es que la
    policía responde directamente a los ciudadanos, los
    cuales, al final de cuentas, pagan
    sus salarios a
    través de los impuestos.

    Partiendo de la premisa anterior es natural pensar que
    las relaciones entre la policía y los ciudadanos son
    excelentes. Pero la realidad histórica, lamentablemente ha
    sido otra. Cox, en el primer capítulo de su libro La
    policía en las relaciones comunitarias, describe los
    factores que han creado barreras que impiden las buenas
    relaciones entre la policía y la comunidad.

    Estas son:

    1. La elite de poder- Se refiere a la actitud de
      algunos miembros de la fuerza policíaca que se
      consideran una clase aparte
      y privilegiada dentro de la sociedad y que inclusive
      están por encima de la ley; o sea que pueden violentarla
      y estarán exentos de castigo.
    2. Lealtad inquebrantable – Pero no a la sociedad
      o a los principios de ley que representan, sino que se apoya al
      compañero que viola el reglamento y la ley, aunque esto
      implique la pérdida del empleo y/o de la
      libertad.
    3. Resistencia a la interferencia ciudadana – la
      creencia de que sólo los policías pueden
      solucionar el crimen.
    4. El uso excesivo de la fuerza y la violación de
      los derechos civiles.
    5. El equipo de ocupación – cuando los
      ciudadanos no conocen los poderes que tienen los agentes, los
      operativos, los procedimientos
      y se ve a la policía como un ejercito dentro de una
      sociedad
      civil.
    6. Los cambios demográficos súbitos que se
      reflejan en las estadísticas que tienden a medir la
      incidencia criminal. Aumento de la participación en el
      crimen de menores de edad, de extranjeros, de personas de
      escasos recursos
      económicos, etcétera. La continua
      intervención con ciertos sectores de la población generan prejuicios.
    7. La diversidad de sectores que componen la
      población – La estratificación social y la
      creencia, en muchas ocasiones cierta, de que la policía
      protege a los ricos y persigue a los pobres. Los primeros
      cuerpos policíacos se crearon con el propósito de
      proteger los intereses de los comerciantes o clase adinerada y
      con influencia en los gobernantes.
    8. La estrecha relación político
      partidista – en muchos países el jefe policiaco o
      superintendente es nombrado por el partido que tiene el poder
      político y algunos agentes hacen públicas sus
      preferencias políticas.
    9. Multiplicidad de labores que realiza la
      policía – tienen que prevenir el crimen, hacer
      arrestos, radicar casos en los tribunales, controlar el
      transito, ofrecer orientaciones; son empleados públicos
      que trabajan más del mínimo de ocho (8) horas
      diarias, sacrificando vacaciones y días
      feriados.
    10. La incomprensión que experimentan ambas
      partes: el policía que resiente que los ciudadanos no
      comprendan la naturaleza de su trabajo y los sacrificios que
      conlleva y las personas que creen que el policía tiene
      poder para intervenir en todos los aspectos de su vida
      privada.

    Los factores mencionados anteriormente conllevan la
    perdida del respeto entre
    ambas partes. Para romper con estas barreras, mejorar las
    relaciones con la comunidad y reducir la actividad criminal
    resurgió en el Siglo XX el concepto del policía
    comunitario.

    Policía
    Comunitario

    El término "policía comunitario" no es
    nuevo. Surgió en el Siglo XIX, en Inglaterra,
    cuando Sir Robert Peel creó la Policía
    Metropolitana de Londres. Estableció que los
    policías forman parte integrante de la sociedad y que son
    ciudadanos que están al servicio de la
    comunidad a la cual pertenecen. Pero su visión del trabajo
    policiaco no termina ahí: cuando dijo "…the police
    are the public and the public are the police" también
    quiso decir que los agentes no pueden hacer solos el trabajo
    porque para tener éxito
    se tiene que contar con la comunidad. Estos son los ojos y
    oídos de la policía.

    El 24 de febrero de 2005 en un adiestramiento
    sobre el Enfoque contemporáneo de vigilancia y
    participación comunitaria, ofrecido por el Dr. Ernesto
    Fernández, Director del Law Enforcement Institute (LEI),
    Puerto Rico Training Iniciative, se analizaron los Nueve 9
    Principios de Sir Robert Peel, Padre de la vigilancia
    policíaca moderna. Estos han sentado las bases para
    el renacimiento
    de la policía comunitaria en el Siglo XX:

    1. La misión
      básica de la policía es prevenir el crimen y el
      desorden.
    2. La capacidad de la policía para realizar sus
      deberes depende de la aprobación pública de sus
      acciones.
    3. La policía debe asegurar la cooperación
      del público en el cumplimiento voluntario de la ley para
      poder ser capaz de asegurar y mantener el respeto de las
      leyes.
    4. El grado de cooperación y aprobación
      del público disminuye proporcionalmente ante la
      necesidad del uso de la fuerza.
    5. La policía busca y conserva el favor
      público no a través de una opinión
      pública favorable, sino demostrando constantemente
      un servicio imparcial absoluto de la ley.
    6. La policía sólo debe utilizar la fuerza
      física
      sólo cuando el ejercicio de la persuasión, el
      consejo y la advertencia no son suficientes,
    7. La policía debe mantener siempre una
      relación con el público que honre la
      tradición histórica: la policía es el
      público y el público es la policía. La
      policía son sólo individuos que a tiempo completo
      trabajan para cumplir los deberes que incumben a todos los
      ciudadanos. (Énfasis suplido)
    8. La policía siempre debe dirigir sus acciones
      estrictamente hacia sus funciones y nunca dar la
      impresión de desear usurpar los poderes de las
      cortes.
    9. La prueba de la eficiencia de
      la policía es la ausencia del crimen y el
      desorden.

    El policía comunitario o de la comunidad es una
    filosofía que propone alterar las relaciones entre la
    policía y los demás ciudadanos mediante la
    búsqueda de soluciones a los problemas de la comunidad que
    originan la actividad criminal y sobre cómo mejorar la
    calidad de
    vida. (Cox)

    Según el Nacional Advisory Comisión on
    Criminal Justice Standards and Goals, en los Estados Unidos,
    la policía no debe estar separada de las personas. Su
    autoridad y consentimiento nace de la voluntad del pueblo que los
    recluta como oficiales del orden público. Constituyen el
    instrumento de la sociedad para obtener y mantener el orden y sus
    esfuerzos se basan en los principios del servicio público.
    Responden directamente a los ciudadanos. (Cox, 1996)

    A pesar de que fue desarrollada e implantada en
    Inglaterra por Sir Robert Peel en el Siglo XIX, la
    filosofía reapareció cuando Herman Goldstein en
    1979 estableció en los Estados Unidos el patrullaje
    orientado a la solución de problemas.

    Anterior a esto el desarrollo de la Policía en
    los Estos Unidos fue diferente al de Inglaterra. Para el Siglo
    XIX la labor de los agentes consistía en conservar el
    orden y se ganaba la obediencia de los ciudadanos a través
    de la fuerza física. La corrupción, la ineficacia, la interferencia
    política y el discrimen caracterizaron a la policía
    durante este período. (Fyfe)

    La llegada del Siglo XX trajo algunas reformas pero las
    relaciones entre la policía y los ciudadanos fueron
    deteriorándose, tanto en los Estos Unidos como en otros
    países. Prevalecía la actitud de "…us versus
    them…". (Frank Scmalleger, 1993).

    La rigurosa centralización administrativa
    fortaleció la creencia de que sólo los
    policías sabían lo que era mejor para la sociedad,
    razón por la cual la participación ciudadana en la lucha contra
    el crimen se hizo innecesaria. Los turnos rotativos, los
    continuos traslados, incluso el desarrollo tecnológico
    afectó la relación entre ambas partes.

    El aumento en la utilización de los
    vehículos, los teléfonos y hasta las computadoras
    contribuyeron a reducir el contacto de la policía con la
    comunidad. Se redujo la función
    del patrullaje. (U.S. Department of Justice)

    El crimen seguía creciendo sin control llamando
    la atención de profesionales que comenzaron a
    re-examinar la efectividad de las prácticas
    policíacas. Se comenzó a cuestionar si los cuerpos
    policíacos cumplían con sus metas. La
    situación se agravó con los escándalos
    relacionados a la corrupción, el abuso de poder, uso excesivo
    de la fuerza y continua violación de los derechos civiles.
    (Radelet y Carter, 1994).

    Para el año 1967 The President’s Commission
    Law Enforcement and Administration of Justice examinó las
    prácticas policíacas y recomendó cambios en
    la manera en que la policía se relaciona y ofrece servicios a la
    comunidad.

    En 1968 el Nacional Advisory Commission on Civil
    Disorders y el Nacional Commission on the causes and Prevention
    of Violence revelaron que la policía le presta
    atención inadecuada a los problemas y preocupaciones de la
    comunidad. También señalaron que de la manera que
    la agencia estaba organizada le impedía satisfacer las
    demandas y expectativas de la sociedad. Era evidente que no
    podían prevenir ni resolver los
    crímenes.

    Los referidos informes
    propiciaron que el Congreso de los Estados Unidos aprobara en
    1968 el Omnibus Crime Control and Safe Streets Act. Se otorgaron
    fondos para la realización de estudios e investigaciones
    que han contribuido al desarrollo del Policía de la
    Comunidad. (Nacional Commission on the Causes and Prevention of
    Violence, 1969)

    Unos de los estudios de mayor impacto lo fue el de
    Kansas City Preventive Patrol Experiment, realizado en 1972. Este
    reveló que el patrullaje preventivo rutinario no tiene
    efecto significativo sobre la incidencia criminal ni sobre la
    sensación de seguridad del público.

    Los hallazgos sugieren que las agencias
    policíacas están desperdiciando tiempo y dinero al
    continuar con los métodos
    tradicionales. Recomienda a la policía utilizar mejor sus
    recursos y ser más efectivos al manejar el crimen y las
    preocupaciones de los ciudadanos. (Redelet)

    La Policía de San Diego, también
    realizó un estudio en la década de los 70 en donde
    se concluyó que el desarrollar lazos fuertes con los
    miembros de la comunidad ayuda a mejorar las actitudes de los
    oficiales hacia su trabajo y hacia las comunidades. Fomenta el
    desarrollar soluciones creativas para problemas complejos que
    afectan a los ciudadanos. En adición, los oficiales
    obtienen valiosa información sobre las actividades
    criminales y de posibles sospechosos. Surge la necesidad de
    asignar policías a lugares y turnos
    permanentes.

    Pero el desarrollo de la filosofía no ha sido
    exclusivo de los Estados Unidos. Se ha desarrollado en Singapore,
    Canadá, Alemania,
    Suiza, Dinamarca, Finlandia y Gran Bretaña. (Redelet) En
    Japón
    se ha dado a conocer a través del

    concepto del Koban (Mini estación
    policíaca). Este sirve dos funciones principales: proveer
    información y asistencia, y mantener el orden a
    través de la función del patrullaje. Los
    policías físicamente demuestran la existencia de la
    autoridad policíaca, resuelven problemas y promueven la
    confianza del público hacia ellos. (Richard Terril,
    1992)

    A finales del 1980 la filosofía del
    policía de la comunidad se estableció en Australia
    y la isla de Wales. Los residentes afirmaron sentirse más
    seguros y
    menos temerosos. Se enfatizó el diálogo
    entre la policía y la comunidad. Hubo más apoyo y
    cooperación entre ambas partes. (Radelet)

    La experiencia y la investigación proveen evidencia
    empírica sobre la efectividad de esta filosofía.
    Robert Trojanowicz realizó un estudio en Flint, Florida,
    conocido como el Neihborhood Food Patrol. Mediante el mismo se le
    dio a los agentes la orientación y flexibilidad necesaria
    para ser líderes en la comunidad. Se les asignó la
    responsabilidad de controlar el crimen y de hacer de la vecindad
    un mejor lugar para vivir. Se demostró que la comunidad
    puede ser motivada para apoyar a la policía y para aceptar
    nuevos estilos de patrullaje. (Cops and Criminals,
    1996)

    En 1979 Heman Goldstein desarrolló el concepto
    "problem oriented policing," (POP). Sugirió que la
    solución de problemas es la esencia del trabajo policiaco
    y abogó para que los policías identifiquen las
    causas de los mismos. Basado en este concepto se
    desarrolló un modelo para identificar, analizar y resolver
    problemas específicos. Este fue implantado en Newport
    News, Virginia. Se demostró que el departamento policiaco
    puede hacer una mejor utilización de los recursos y
    aumentar la efectividad de los Oficiales.

    La Policía de New Orleans se ha caracterizado en
    los últimos años por sus altos niveles de
    corrupción: asesinatos, robos, protección de
    traficantes y la pérdida de la confianza de los
    ciudadanos. Luego de la intervención del FBI, una de las
    estrategias que
    más éxito ha tenido para ganarse nuevamente la
    confianza del público ha sido el establecimiento de la
    policía de la comunidad. (Cops and Criminals,
    1996)

    El proyecto fue
    establecido en cuatro de los residenciales que se caracterizaban
    por un alto por ciento de actividad criminal. Se adiestraron
    policías y fueron asignados a patrullar a pie, con la
    responsabilidad de relacionarse con la comunidad. Los resultados
    han sido sorprendentes. Prácticamente ha terminado la
    guerra de las
    gangas, la policía está más visible y se han
    mejorado las relaciones con la comunidad.

    Según el Capitán Michael Ellington, Jefe
    de la Policía de New Orleans, los ciudadanos apoyan a la
    policía: se han convertido en sus ojos y oídos.
    También se han reducido los asesinatos en un
    75%.

    La mayoría de los oficiales asignados a estos
    programas
    creen que la policía de la comunidad ha sido mucho
    más efectiva para prevenir el crimen que los
    métodos tradicionales que se utilizaron por muchos
    años. Un estudio realizado por The Center for Criminal
    Justice Studies reveló que 9 de cada 10 agentes
    encuestados creen que se ha mejorado la cooperación y que
    las personas están más dispuestas a cooperar con la
    policía. Dos tercios afirman que se han reducido los
    problemas que más afectan a los ciudadanos y más de
    la mitad dicen que se han reducido los delitos de robo,
    escalamiento y prostitución. (Criminal Justice Newsletter,
    1996)

    Para 1994 el U.S. Department of Justice, Office of Justice
    Programs, Nacional Institute of Justice publicó que un 41%
    de las agencias policíacas en los Estados Unidos han
    establecido la filosofía y prepararon un directorio sobre
    los programas del Policía Comunitario en las principales
    ciudades de la Nación.

    América Latina no se ha quedado atrás.
    Ante la llegada del Siglo XXI son más las ciudades y los
    países que han adoptado y están reportando
    éxito con la implantación de la filosofía
    del Policía Comunitario. Este es el caso de Bogotá,
    Colombia
    (Quesada, Serrano, 2006); Buenos Aires,
    Argentina; Perú; Uruguay;
    Chile: Ecuador, entre
    otros. ( Coronel Muller, 2003)

    Su rápido desarrollo en los Estados Unidos y en
    otras partes del mundo ha ocasionado unas variaciones en la
    aplicación de la filosofía debido a la necesidad de
    adaptarlo a las características socio-económicas e
    histórico-culturales de cada comunidad en
    particular.

    Para Louis Redelet y David Carter los conceptos
    community policing, problem oriented policing, community problem
    oriented policing, police area representatives citizen-oriented
    police enforcement, experimental policing district, neighborhood
    foot patrol y community foot patrol, entre otros, son
    sinónimos.

    Independientemente de como lo llamen lo cierto es que la
    policía de la comunidad ha surgido como "… the
    accepted way of policing in America." La evidencia demuestra que
    la policía es más efectiva, los agentes
    están más satisfechos con su trabajo y se han
    fortalecido los lazos con la comunidad.

    La investigación y la experiencia evidencian que
    una de las alternativas para combatir el crimen y la delincuencia
    en el Siglo XXI es la implantación y mejoramiento de la
    filosofía del Policía Comunitario. Las
    instituciones de la comunidad y las agencias policíacas
    han demostrado ser nuestra mejor defensa. Basta ya de quedarnos
    sentados a esperar que ocurra la actividad delictiva y a delegar
    toda la responsabilidad en la policía. Tenemos que ser
    preactivos y trabajar en conjunto, identificando juntos las
    causas y las posibles soluciones efectivas, a corto y largo
    plazo. Esta es la esencia de la policía de la
    comunidad.

    La meta es prevenir el crimen y el desorden en las
    comunidades mediante el examen cuidadoso de los problemas que
    afectan a los ciudadanos. Esto incluye identificarlos y aplicar
    soluciones apropiadas. (Cox)

    Sam Souryal, en 1995, identificó los objetivos de
    la Policía de la Comunidad:

    1. Promover la unidad entre la policía y los
      ciudadanos en un esfuerzo por prevenir el crimen.
    2. Mejorar la
      comunicación y el entendimiento mutuo.
    3. Mejorar las relaciones de la policía y los
      demás componentes del sistema de justicia
      criminal.
    4. Buscar alternativas para solucionar los problemas de
      la comunidad.
    5. Fortalecer el cumplimiento de la ley, la igual
      protección de las leyes y de los derechos
      civiles.
    6. Diseñar estrategias para situaciones de
      emergencia.
    7. Fomentar la participación ciudadana en
      comités asesores del departamento
      policíaco.

    Se intenta comprometer a la comunidad en la tarea de
    controlar el crimen. Para el Profesor de
    Ciencias Policiales Jerome Skolnick la filosofía se basa
    en la noción que la policía y los ciudadanos
    trabajan mejor juntos y son más efectivos. Identifica
    cuatro elementos que son vitales para lograr el éxito: la
    prevención del crimen; la re-orientación de las
    actividades de patrullaje para enfatizar la importancia de otros
    servicios; aumentar la responsabilidad del policía hacia
    el público; y la descentralización de las funciones y
    servicios policíacos.

    Tenemos que ser realistas y aceptar que la
    filosofía no puede establecerse

    de un día para otro. Fueron muchos años de
    odio y resentimientos entre los policías y los ciudadanos
    y aún existen muchas barreras y prejuicios que no pueden
    ser ignorados y que se deben resolver con prontitud.

    En algunos países la filosofía ha
    presentado dificultad para implantarse debido a la falta de
    confianza entre ambas partes. Por eso el Departamento de Justicia
    de los Estados Unidos considera que es vital la comunicación y la
    orientación.

    El jefe de la policía es responsable de explicar
    el concepto a toda la
    organización, así como de reunirse con
    líderes políticos y comunitarios. Las herramientas
    mencionadas anteriormente son vitales para fomentar la
    participación de las agencias policíacas y de todos
    los sectores de la sociedad.

    La implantación debe ser un proceso
    dinámico y flexible, que responda a las necesidades reales
    de las comunidades y que promueva la evaluación
    continua. Hay que diseñar planes de trabajo con metas y
    objetivos a corto y largo plazo, definir estrategias y asignar al
    personal
    idóneo para este tipo de trabajo. No puede ser cualquier
    persona, sino uno verdaderamente interesado en la
    filosofía y capacitado para atender y canalizar
    adecuadamente las preocupaciones de los ciudadanos.

    Hay que adiestrar a todo el personal de los
    departamentos policíacos y orientar a la comunidad. En el
    proceso se pueden cometer errores, pero lo importante es
    reconocerlos y enmendarlos inmediatamente. Se deben utilizar
    todos los medios de información para educar a toda la
    sociedad sobre las ventajas de implantar la filosofía del
    Policía Comunitario.

    Debe esperarse la resistencia al
    cambio por parte de los policías y considerar que hay
    sectores de la comunidad en donde, a pesar de los esfuerzos, los
    ciudadanos mostraran apatía y desconfianza. Pero, para
    establecer unas relaciones
    humanas positivas se requiere tiempo, energía,
    comprensión, creatividad y
    mucha paciencia.

    Para comenzar a tener éxito, las organizaciones
    policíacas tienen que cambiar. Las agencias tienen que
    realizar una re-estructuración y descentralizar los
    servicios para otorgarles más poder a los agentes que
    están en contacto directo con los ciudadanos, para que
    puedan tomar decisiones y participar activamente en las
    actividades de la comunidad.

    También hay que revisar los currículos de
    las academias para integrar cursos especializados en las ciencias
    de la conducta, de modo que la educación les capacite para
    enfrentarse exitosamente a los nuevos roles de los
    policías del futuro. (Brian Buggé, 1995)

    El policía de la comunidad no es un sueño,
    mucho menos una utopía. Es una alternativa que está
    dando resultados en muchos países para prevenir, controlar
    y reducir la incidencia criminal. Podemos contar con
    usted?

    BIBLIOGRAFIA

    A&E Televisión Networks. (1996) Cops or
    Criminals. New York;

    New Video
    Group.

    Buggé, Brian. (1995) "Community Policing Requires
    Internal Changes."

    Drug Report.

    Cox, Steven and Jack Fitsgerald. (1996) Police in
    Community Relations.

    Dubuque, I. A.; Brown and Benchmark.

    Fernández, Ernesto. (2005) Enfoque
    contemporáneo de vigilancia y

    participación comunitaria. Puerto Rico;
    Law Enforcement Institute.

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    Administration. New York; McGraw Hill.

    Goldstein, Herman. (1993) Police in a Free
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    Kelling, George, et.al. (1974) "The Kansas City
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    Company.

    Muller, Enrique H. (2003). Experiencias de
    Policía Comunitaria en

    Trujillo. www.seguridadidl.org.pe/muller/experiencias.doc

    Quesada, Charo. (2006) "Un
    agente más cercano." Revista del Banco

    Interamericano de Desarrollo. http://www.iadb.org/idbamerica/index.cfm?thisid=2818

    Santiago, Wanda. (1997) "La
    educación del policía." Aquí para
    aprender,

    Puerto Rico; John Jay Collage of Criminal
    Justice/Academia de la Policía.

    Scmallager, Frank. (1993) Criminal Justice Today.
    New Jersey; Prentice Hall.

    Serrano, Jorge. (2006) Seguridad ciudadana: el modelo
    colombiano.

    http//:www.voltairenet.org/article123513.html

    Souryal, Sam. (1995). Police Organization and
    Administration. Ohio:

    Anderson Publishing Company.

    Prof. Wanda L. Santiago

    M.A. Justicia Criminal

    Universidad de Puerto Rico en Carolina

    Instructora de Ciencias
    Sociales y Justicia Criminal

    Coordinadora de la Práctica
    Supervisada

    http://groups.yahoo.com/group/JUSTICIACRIMINALYSOCIOLOGIA/

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