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Desarrollo Organizacional e Inteligencia Emocional: Las Emociones (y lo social) en las Empresas



Partes: 1, 2

    "Abstract de la disertación de
    Eric Gaynor Butterfield en el Congreso organizado por The
    Organization Development Institute International, Latinamerica,
    2001) –

    1. Argyris,
      Chris
    2. Blake, Robert R. y Mouton, Jane
      S.
    3. Fiedler, Fred.
      E.
    4. Goleman,
      Daniel
    5. Herzberg,
      Frederick
    6. Lawler III, Edward
      E.
    7. Leavitt, H.
      J.
    8. Likert,
      Rensis
    9. Mayo,
      Elton
    10. Mc Gregor,
      Douglas
    11. Moss
      Kanter, Rosabeth
    12. Schein, Edgar
      H.
    13. Trist,
      Eric

    Se han resumido los siguientes autores de dicha conferencia de
    Eric Gaynor Butterfield.

    • Argyris,
      Chris

    Chris Argyris ("Personality and Organization" –
    1957; con D. Schon: "Organizational learning: A theory of action
    perspective" – 1978) se destaca por privilegiar los valores
    por encima de las "Best Practices" y las "Best Theories". Ha sido
    muchas veces duramente criticado como conductor del "movimiento
    evangelizador" en materia de
    cambio y
    desarrollo
    organizacional, asumiendo que sus ideas, conceptos y
    prácticas no tienen vigencia en el mundo industrial de hoy
    en día. Ha sido profesor en
    Yale University y también en Harvard
    University.

    La hipótesis básica de Argyris sugiere
    que todas las personas tienen una necesidad de auto-realizarse
    cuyo potencial está lejos de lo que vive en ese momento en
    particular. Tiene en cuenta que el hombre como
    individuo
    social que dedica muchas de sus horas disponibles a trabajar en
    empresas puede
    y seguramente ha de ser fuertemente influenciado por lo que hace
    durante dichas horas. Como los caminos de auto-realización
    del individuo no se cruzan necesariamente con la forma en que se
    manejan las empresas y otros tipos de instituciones,
    las personas ven limitada su desarrollo y
    operan muy por debajo de su potencial. En este juego diario
    aparecen distintos componentes de importancia: el individuo,
    la
    organización, y el grado de competencia
    interpersonal que demuestran en la acción
    los superiores con los subordinados en sus unidades de trabajo.

    El impacto de la infancia sobre
    la vida adulta es reconocido abiertamente por la comunidad del
    conocimiento y
    también se sabe que el comportamiento
    adulto es en gran medida función de
    la vida como infante.

    Para Chris Argyris muchos de los comportamientos de los
    miembros organizacionales se ven como de adultez por la edad
    física de
    las personas pero en realidad responden a lo infantil, poniendo
    foco en siete tipos principales de desarrollo:

    1. De una infancia pasiva hacia un comportamiento activo
      adulto
    2. De la dependencia hacia una relativa
      independencia
    3. De comportamientos limitados de tipo lineal hacia una
      mayor diversidad de comportamientos
    4. De intereses de corto plazo, cambiantes, angostos y
      poco profundos hacia intereses más profundos de mayor
      alcance y estables
    5. De una perspectiva de corto plazo hacia una de largo
      plazo
    6. De una posición social subordinada hacia una
      posición de igualdad
    7. De cero auto-conciencia
      hacia la auto-conciencia y el auto-control

    Según Chris Argyris uno de los principales
    problemas que
    se presenta para los individuos que interactúan en las
    organizaciones
    reside en que éstas últimas no facilitan la
    auto-realización de sus miembros organizacionales. No debe
    escapar a aquellas personas que han estado
    involucradas en cambio y desarrollo organizacional que usualmente
    las mejoras en eficiencia y
    efectividad organizacional se basan en fortalecer día a
    día una característica que tienen las empresas : la
    de parametrizar el comportamiento de los individuos.

    Es sabido que la creciente robotización y
    automatización ha superado con creces lo
    que hoy sería una primitiva línea de montaje como
    la puesta en marcha por Henry Ford hace casi 100 años
    atrás, y a ello debemos agregar los desarrollos en materia
    de software
    con su hardware
    respectivo – que han parametrizado no sólo los
    compartimientos de los miembros organizacionales sino
    también el de sus proveedores y
    Clientes.

    Ante esta nueva forma de operar dentro de las empresas
    la forma de interactuar se ha vuelto bastante infantil y esto
    impacta sobre una baja competencia interpersonal. Esta baja
    competencia interpersonal se encuentra en casi todos los arreglos
    organizacionales independientemente de su orientación,
    como ser escuelas, universidades, hospitales, empresas,
    etc.

    Una relación sincera y abierta en confianza con
    otros es prácticamente inexistente dentro del
    ámbito de empresas. Escuchan poco de lo que otros le
    dicen; se manejan con intrigas y desconfianza, no se manejan en
    forma abierta, tienen un horizonte corto en sus proyectos, los
    sentimientos son racionalizados, se encuentran cómodos
    repitiendo lo que están haciendo, prefieren no oír
    críticas respecto de lo que hacen y dicen, en el caso que
    estén de acuerdo con una crítica
    puede ser que en el mejor de los casos sea escuchada pero no se
    modifican conductas a partir de dicha crítica, lo que hace
    que las personas tengan una apariencia de salud que sólo es una
    falsa imagen.

    Todas estas características se encuentran dentro
    de una cultura
    organizacional formal-racional, siguiendo a Max Weber
    ("The theory of social and economic organization" – 1947),
    donde las tareas se reducen a un mínimo en sub-tareas lo
    que conlleva una alta especialización que tanto en
    términos de acciones como
    de resultados y recompensas promueve una visión parcial de
    la entidad donde los distintos sectores compiten entre sí
    alejándose de los objetivos
    organizacionales.

    Ahora bien, la pregunta que se hace Chris Argyris es la
    siguiente ¿Cómo puede esperarse que las personas
    adultas no lleguen a comportarse en forma infantil en este tipo
    de organizaciones? Poco a poco se empiezan a sentir
    cómodos en lo que hacen, el sistema refuerza
    los comportamientos rutinarios y se castiga a aquellos que toman
    riesgos cuando
    fracasan en alguna misión
    heroica que nadie jamás se atrevió a emprender (ver
    el funcionamiento letal de este mecanismo en el libro del Dr.
    Donald Cole y Eric Gaynor titulado "Suicidio
    Profesional y Asesinato Organizacional" – 2005).

    Cuantos de nosotros hemos escuchado de "otros" frases
    como las siguientes: "Nuestra política no lo
    permite" ; "Nuestros valores
    piramidales siempre han sido éstos". Sucede muy
    frecuentemente en instituciones educativas que tanto directivos
    como maestros mencionen que el alumno no presta debida atención y no le interesa lo que el
    profesor dice, cuando en realidad dentro del clima y la
    cultura de
    dicha institución dicho alumno ya ha experimentado en
    otros lo que sucede cuando se aparta de ciertos límites
    pre-establecidos. Los alumnos y los miembros organizacionales
    rápidamente aprenden cual es el mínimo
    comportamiento aceptable … y su performance no ha de alejarse
    mucho de ella.

    Sin embargo a veces las organizaciones reciben algunos
    electro-shocks desde el contexto y deben adecuarse a ellos. Para
    ello las empresas desarrollan mecanismos de acompañamiento
    que son muchas veces fuertemente contradictorios. Se les dice al
    personal que
    debe ser creativo y hacer llegar sugerencias … pero es muy
    probable que las mismas no sean tenidas en cuenta. Y si son
    tenidas en cuenta – excepcionalmente – y producen
    resultados positivos es probable que se premie al superior,
    mientras que cualquier problema o dificultad que surja de la
    puesta en práctica de la nueva idea que no sea beneficiosa
    en el corto plazo debe achacársele al proponente de la
    idea.

    Se le pide que mire y actúe en perspectiva y
    teniendo en cuenta el largo plazo, pero la mayor parte de los
    ejecutivos son evaluados, promovidos y despedidos por lo que
    hacen en el corto plazo (los funcionarios de corporaciones
    multinacionales son transferidos usualmente cada tres o cinco
    años de una filial a otra y las evaluaciones de lo que
    sucede en éstos tres años generalmente tiene
    más que ver con el antecesor – que pudo haber sido
    despedido – que con el propio incumbente).

    El participante organizacional es invitado a
    entrenamientos especiales sumamente costosos con el
    propósito de que comprenda los objetivos globales de la
    corporación, pero sus parciales resultados departamentales
    han de gozar de prioridad por encima de la integridad
    corporativa.

    La competencia interpersonal es definida por Chris
    Argyris como:

    1. La habilidad de poseer ideas y sentimientos
      propios
    2. La habilidad de poder
      abrirse a ideas y sentimientos de los demás y
      compartir los propios
    3. La habilidad de experimentar y de tomar riesgos
      interpersonales
    4. La habilidad de ayudar a los demás a poseer
      ideas propias, la habilidad de ayudar a los demás a
      abrirse, y la habilidad de ayudarnos a
      experimentar.

    Chris Argyris sugiere que el problema principal no
    radica en que existan estas paradojas y contradicciones ya que
    las mismas están presentes en la vida misma; el principal
    problema reside en que los gerentes no cuentan con las competencias
    interpersonales que permitan sacar a la luz estos temas y
    discutirlos en forma franca, abierta y no-defensiva. La ventana
    de Johari (Eric Gaynor: Congreso de Desarrollo Organizacional
    realizado en la Argentina, 1997) sugiere que el mejor estilo
    operativo organizacional es aquel donde las personas se conocen a
    sí mismas y también son conocidas por otros ya que
    de esta manera se puede mantener una relación fluida y
    abierta con terceras personas. Sin embargo existe una diferencia
    muy grande entre lo que la gerencia
    predica y verbaliza con lo que realmente hace en las acciones del
    día a día dentro de la organización.

    El comportamiento gerencial con foco en las acciones
    diarias ha sido estudiado en profundidad por trabajos conjuntos que
    realizaron Argyris y Schon (ver libro ya citado).

    En dichos comportamientos encontraron –
    preferentemente – las siguientes 4 propiedades:

    1. establecimiento de objetivos en forma unilateral con
      la esperanza de ser alcanzados en grupos
    2. maximizar los beneficios y minimizar las
      pérdidas en el corto plazo dividiendo las tareas de
      otros en sub-tareas lo que les facilita el control y
      los hace menos dependientes de otros
    3. minimizar toda manifestación de sentimientos
      negativos especialmente en público, operando en forma de
      tipo misteriosa a la luz de otros al guardar para sí sus
      pensamientos (y eventuales verbalizaciones)
    4. comportarse en forma racional y objetiva priorizando
      la cuantificación de variables
      como indicadores
      de performance, reduciendo la escucha de los sentimientos de
      otros, de modo que se protege a sí mismo de temas que
      pueden tener un contenido emocional que altere el establishment
      racional-objetivo.

    Los gerentes prefieren operar bajo lo que Chrys Argyris
    denomina el "Modelo I"
    donde se mueven uni-dimensionalmente y con el objetivo de tener
    un control total (no es casualidad que al preguntarle al gerente
    ¿ Cómo estás ? tiende a responder muy
    frecuentemente : "OK … con todo bajo control" (all under
    control). Bajo este modelo I el debate abierto
    y franco sobre temas de relevancia por lo general es evitado
    dando lugar a lo que Chrys llama "aprendizaje de
    primer ciclo" donde en realidad lo que los gerentes aprenden
    tiene que ver básicamente con como "conformar" al superior
    en la organización.

    Como consecuencia de su trabajo con Schon, Chrys propone
    el Modelo II de aprendizaje gerencial al que llama teoría
    – en – la práctica / en uso, que realmente
    promueve y permite el aprendizaje
    organizacional (ver Peter Senge).

    Los postulados del Modelo II incluyen:

    1. Inicie acciones sobre información confiable
    2. Obtenga dicha información en forma abierta,
      sin secretos para otros
    3. Inicie acciones con otros bajo el método
      de opciones libres con todas aquellas partes que son
      competentes y agreguen valor
    4. Investigue y promueva sugerencias de otros por su
      expertise y competencia
    5. Incluya dentro del equipo de análisis de opciones a personal
      "crítico"
    6. Genere alistamiento para el cambio como resultado de
      la decisión sobre las opciones elegidas
    7. Promueve el mayor grado de compromiso posible para
      que todas las partes involucradas acompañen en el
      cambio
    8. Desarrolle un sistema de monitoreo incluso respecto
      de sus propias acciones y compromisos

    Uno de las preguntas que aquí se formula Chris
    Argyris es como hacemos para que la gerencia deje de operar bajo
    el Modelo I si realmente no está consciente de que opera
    bajo este modelo (ineficiente) e incluso sabiendo que dicho
    Modelo no es el ideal, como hace para transformarse a sí
    mismo permitiendo operar bajo el Modelo II cuando el resto de la
    organización tiene tantos mecanismos operativos bajo el
    Modelo I.

    Argyris sugiere que estos temas deben ser tratados en forma
    abierta por las distintas partes involucradas en sesiones de
    entrenamiento
    donde los distintos participantes confronten estas paradojas y
    contradicciones. El trabajo del
    facilitador en ésta situación tiene que ver con
    proveer asistencia a los participantes respecto de reducir la
    disonancia entre lo que se dice y se hace dentro de los grupos que toman
    decisiones, y como ellos se sienten en esta disyuntiva delante
    del resto del personal involucrado. Usualmente los gerentes
    tienen "rutinas defensivas" que les han dado resultado hasta este
    momento y el trabajo principal consiste en ganar conciencia
    respecto de los límites del uso de dichas rutinas
    defensivas.

    • Blake, Robert R. y
      Mouton, Jane S.

    Hemos juntado a estos dos consultores, líderes en
    la cúspide de una empresa
    consultora especializada en servicios
    profesionales dentro de las ciencias del
    comportamiento aplicadas al sector industrial. Robert Blake
    & Jane Mouton
    ("The managerial grid III" – 1985) han ganado una fuerte
    fama como resultado de su matriz
    gerencial, que está en línea con la
    concepción de una organización
    matricial.

    Como hemos visto a través de la revisión
    de distintos enfoques disímiles de tanto académicos
    como practitioners y consultores de empresa, la
    llegada de la organización matricial responde en gran
    medida a la falta de adecuación – por decir lo menos
    – de los arreglos organizacionales prevalecientes hasta ese
    instante del siglo pasado. Tanto la administración
    científica, como los principios de la
    administración, el movimiento de relaciones
    humanas y la organización burocrática no
    permitían solucionar los principales dilemas que
    confrontaban las organizaciones ante una vez cada más
    cambiante situación en el contexto.

    Teniendo en cuenta su formación como
    psicólogos, Robert Blake y Jane Mouton focalizaron su
    atención en el management de la empresa y en
    particular respecto de las competencias que ellos necesitaban
    para alcanzar eficiencia organizacional.

    Es importante destacar algunos aportes muy
    significativos dentro de las ciencias del comportamiento que se
    tenían en aquél entonces. La labor gerencial
    "efectiva" se orientaba hacia el concepto de
    líder,
    siendo éste mucho más que el gerente. Por muchos
    años distintos científicos de las ciencias del
    comportamiento y su aplicación en el mundo empresario se
    devanaron los sesos tratando de averiguar qué era lo que
    caracterizaba principalmente al líder más efectivo,
    existiendo dos corrientes principales:

    1. aquella que se acercaba a la concepción
      relacionada con la
      administración científica, y
    2. aquella que se aproximaba a la escuela de
      pensamiento conocida como "Relaciones
      Humanas"

    Una y otra vez los investigadores y académicos
    encontraban evidencias
    tanto a favor de solo una de estas dos corrientes principales,
    con lo cual seguían fortaleciendo a solamente una de estas
    dos opciones. Una Universidad
    estatal (Ohio State University), como consecuencia de
    análisis profundos dentro de las investigaciones
    realizadas que derivaban a alguna de estas dos opciones,
    juntamente con otros estudios propios, concluye que el
    líder eficiente es aquél que integra eficazmente
    dos orientaciones : hacia el trabajo y hacia las personas. Esta
    capacidad de operar bidimensionalmente es la que distingue al
    líder realmente eficiente. Y esto fue tenido en cuenta por
    personas del calibre de Blake & Mouton.

    Por su parte, Blake y Mouton partían del supuesto
    que la labor gerencial iba mucho más allá de las
    rutinas diarias implícitas en el rol que le es asignado e
    incluye otras importantes facetas:

    • el gerente puede desarrollar habilidades
      interpersonales
    • el gerente puede potenciarse a través de la
      interacción con otros
    • el gerente puede aprender como consecuencia de
      relacionarse con otros
    • el gerente puede promover el alcance de mayores y
      mejores objetivos
    • el gerente puede estimular en el personal la creatividad
      y esfuerzos hacia la innovación
    • el gerente puede generar en el personal
      energías adicionales promoviendo la
      experimentación
    • el gerente puede enseñar sus propias
      competencias

    Fascinados por la idea original donde existen dos
    opciones principales para gerenciar a lo que le han sumado las
    facetas arriba descriptas, más las conclusiones arribadas
    por la Universidad de Ohio, a lo que suman sus ricas experiencias
    como resultado de sus diversas intervenciones de consultoría Robert Blake y Jane Mouton
    desarrollan una "matriz gerencial" que está compuesta por
    dos variables principales:

    1. interés-orientación ("concern") por la
      producción
    2. interés-orientación ("concern") por las
      personas

    El interés
    por la producción no significa que se presta
    únicamente atención a lo que sucede dentro del
    área de producción fabril y que el mismo fuera
    fácilmente cuantificable. Incluye otros factores como por
    ejemplo el número de nuevos potenciales proveedores, la
    calidad del
    servicio,
    ideas y sugerencias respecto de mejoras, el monto total de
    ventas, entre
    otros.

    El interés por las personas incluye la
    consideración prestada a otros, el grado de
    involucramiento del personal, el respeto de las
    necesidades individuales del personal, entre otros.

    Ahora bien, consideremos que sobre el eje de las "x"
    tengamos el interés por la producción, marcando
    distintos grados que van del 1 al 9, donde el uno muestra muy poco
    interés por la producción y 9 significa el
    más alto grado de interés por la producción.
    En el eje de las "y" representamos el interés por las
    personas, marcando sobre este mismo eje distintos grados que van
    del 1 al 9, donde el uno muestra muy poco interés por las
    personas y 9 significa el más alto grado de interés
    posible por las personas.

    Siguiendo a Blake & Mouton los gerentes en su
    trabajo diario adoptan distintos tipos de comportamiento cayendo
    cada uno de ellos en algún lugar dentro de esta matriz
    gerencial. Pero a efectos de ilustración se simplifica el
    análisis tomando en cuenta 5 ubicaciones posibles que
    reflejan distintos estilos gerenciales.

    El estilo gerencial 9-1 focaliza prioritariamente en la
    producción y prescribe exactamente lo que los subordinados
    deben hacer. Este estilo gerencial tiene muy en cuenta la
    dirección y control sobre las acciones de
    los subordinados, con producciones mínimas que deben ser
    alcanzadas tras controles permanentes. Se precisa tan exactamente
    lo que otros deben hacer, que, cuando existe algún
    problema o disfunción o error la conclusión
    principal es que la culpa del error le corresponde al
    subordinado. Cualquier tipo de desacuerdo del subordinado con lo
    que debe hacer, en que tiempo y bajo
    que estándares es considerado prácticamente una
    subordinación. Este estilo gerencial se caracteriza por
    operar bajo un juego de suma 0 donde lo que uno gana el otro lo
    pierde.

    Los "méritos" que puedan darse por los resultados
    alcanzados bajo este estilo gerencial son adjudicados al gerente
    y, consiguientemente, gran parte de los esfuerzos de los
    subordinados están dirigidos hacia derrotar el sistema
    (para los subordinados los estándares establecidos solo
    pueden alcanzarse en el corto plazo o bajo situaciones
    límites).

    La creatividad está más bien orientada a
    lastimar los resultados y demostrar el fracaso de metas
    establecidas que no eran alcanzables. Todo tipo de desacuerdos y
    conflictos se
    reprimen, colocan debajo de la alfombra, o se patean para delante
    … hasta que el dique reviente. Es muy común encontrar el
    comportamiento de tipo alienante en los subordinados que se
    manifiesta en la apatía e indiferencia (ver también
    "Modern Organizations" de Amitai Etzioni – 1964).

    Robert Blake y Jane Mouton sugieren que una
    organización dentro de una sociedad
    industrial altamente competitiva puede ver prevalecer este
    particular estilo de liderazgo
    sugiriendo que esto es posible en los Estados Unidos de
    Norteamérica debido a que alguna inapropiada educación orientada
    hacia habilidades muy limitadas puede fortalecer y robustecer
    este estilo gerencial.

    Un estilo gerencial sumamente diferente al 9 – 1
    (interés por el trabajo) es el estilo 1 – 9. Blake
    & Mouton denominan a este estilo "gerenciamiento country
    club". Este estilo de gerenciamiento es el opuesto al anterior
    sugiriendo que por mas "que le pongas medias de seda el chancho
    va a seguir siendo chancho". Los subordinados – bajo este
    esquema – hacen lo mejor que pueden y hay que
    comprenderlos. Los errores son puestos debajo de la alfombra y el
    personal siempre tiene una nueva tarjeta amarilla a través
    de su secuencia de errores, sin llegar a la tarjeta roja. El
    principio de "juntos pero no revueltos" no tiene vigencia dentro
    de este estilo gerencial, ya que se opera bajo "juntos y
    revueltos"; todos los problemas de índole personal deben
    ser tenidos en cuenta por la empresa. La organización no
    aprende de los errores pues los errores no salen a la superficie
    … y si salieran no se estudiarían para tomar medidas
    correctivas (son parte de la naturaleza
    humana que debemos comprender y aceptar).

    Este estilo gerencial se caracteriza por ser muy bueno
    en encontrar (y hablar de) explicaciones, pues, como los
    objetivos no se alcanzan se tiene que encontrar algún
    motivo. Todas las personas pueden andar a ritmos, velocidades y
    tiempos distintos y la organización tiene que aceptarlos;
    por lo general los "high achievers" de D. A. Mc Clelland ("Toward
    a theory of motive acquisition" – 1965) no tienen sitio en
    organizaciones que operan principalmente bajo este estilo
    gerencial. Los organismos públicos y del estado nacional,
    provincial o municipal como así también las grandes
    corporaciones oligopólicas (que hacen lobby fuerte
    con los gobernantes de turno) y además las empresas que
    operan bajo "costo+un plus"
    operan muchas veces dentro de alguna escala cercana al
    estilo de "gerenciamiento country club".

    El estilo gerencial 1 –1 no es fácil de
    encontrar en las organizaciones pero sí puede presentarse
    dentro de una empresa como resultado de la interacción
    entre un superior y un subordinado. Las organizaciones que no son
    muy prolijas en cuanto a la relación ingresos y
    egresos de personal, pueden encontrarse con personas que realizan
    trabajos de tipo rutinario por mucho tiempo, que han perdido
    oportunidades de ser promocionados, que hacen tareas por debajo
    de lo que están realmente capacitados y entrenados pueden
    albergar este estilo de gerenciamiento entre sus gerentes y
    supervisores. Los superiores dejan a los subordinados en libertad de
    actuar y además al mismo tiempo no aceptan responsabilidad ni respondabilidad por sus
    acciones y las de su personal. Chris Argyris sugiere que este
    estilo gerencial puede encontrarse dentro de una gran gama de
    empresas.

    Un estilo gerencial que es usado con frecuencia es el
    que Blake y Mouton denominan como estilo pendular, del tipo 5
    – 5 . Se caracteriza por mantenerse dentro de un "feliz
    término medio" operando con un estilo negociador y donde
    la entidad tiene una fuerte presencia política (ver a
    Michel
    Crozier: "The bureaucratic phenomenon" – 1964), cuando
    hace referencia a los "juegos de
    poder"). Aprietan las clavijas para alcanzar un mayor nivel de
    productividad
    que perciben como que está presente en el corto plazo, y
    en la medida que el personal empieza a sentir el rigor, el
    superior comienza a aflojar. Lo que sucede con este estilo
    gerencial "en el medio de la nada" es que muy rápidamente
    los subordinados le toman el tiempo al gerente y aprenden a hacer
    uso ellos mismos de "un proceso de
    negociación" que no tiene fin dentro de la
    organización política. Este estilo de
    gerenciamiento busca un standard medio entre "la zanahoria y el
    garrote". La organización bajo este estilo de
    gerenciamiento comienza a adaptarse al mismo consiguiendo
    solamente objetivos "medianos" que pueden no ser suficientes para
    sostener su existencia.

    Finalmente tenemos el estilo gerencial 9 – 9 que
    Blake & Mouton denominan "gerenciamiento a a través de
    equipos", donde se trata de integrar eficazmente a las personas
    con la producción. Nosotros podemos decir que esto es lo
    que realmente justifica la misma existencia del gerente ya que si
    no tuviera que integrar a las personas con las tareas y a estos
    con la siguiente unidad de análisis, no tendría
    sentido contar con gerentes dentro de una
    organización.

    Cuando un gerente nos dice a The Organization
    Development Institute International, Latinamerica que está
    teniendo problemas en integrar a sus recursos
    personales con los objetivos a alcanzar en la producción,
    nosotros le decimos que es un gerente afortunado ya que si no
    tuviera ni viviera ese problema no tendría el un trabajo,
    se podría prescindir de el sin que la empresa tenga
    consecuencias negativas.

    A diferencia del enfoque 5 – 5 bajo el 9 – 9
    se busca conseguir y adoptar las mejores decisiones y soluciones al
    nivel de producción más alto posible manteniendo la
    salud de los participantes organizacionales. El personal que
    conoce lo que está a riesgo, es
    apoyado y recompensado apropiadamente, puede operar con un
    mínimo de dirección y control ya que ha fijado con
    anterioridad con su superior los objetivos a alcanzar que deben
    ser realistas y posibles. Bajo este enfoque el conflicto es
    funcional, es decir, ayuda al cambio, eficacia y
    desarrollo organizacional. Más bien el conflicto es la
    piedra fundamental sobre la cual se sustentan las mejoras dentro
    de la empresa, pues gatilla a la creatividad y también a
    la innovación.

    Una característica de las conclusiones de Robert
    Blake y Jane Mouton es que los enfoques situacionales de
    liderazgo y de toma de
    decisiones, no ayudan a la eficiencia corporativa. Para ello
    muestran que tanto bajo las circunstancias 9-1 o 1-9 – que
    supuestamente son aplicables bajo ciertas situaciones
    particulares dentro de la concepción de autores
    importantes como Fred Fiedler ("A theory of leadership
    effectivess" – 1967) y Victor Vroom ("Organization Theory"
    – 1990), se han de presentar muy prontamente perjuicios
    organizacionales que lastiman la salud y carrera del superior o
    también el desarrollo de sus propios subordinados. Y estas
    consecuencias disfuncionales no deben dejarse pasar ya que han de
    tener un impacto muy fuerte dañando la cultura y
    hábitos organizacionales. Por lo tanto, para Blake &
    Mouton una vez que se ha identificado un estilo de liderazgo
    gerencial 9 – 1 o el de 1 – 9, uno debe trabajar con
    estas personas para ayudarles a desplazar al estilo 9 – 9
    en lugar de aceptar que dichos extremos eran funcionales "debido
    a una situación particular".

    Robert Blake y Jane Mouton como consecuencia de su larga
    trayectoria en intervenciones de cambio y desarrollo
    organizacional sugieren que para lograr el máximo de
    resultados se debe cambiar toda la cultura organizacional para lo
    cual han desarrollado una serie de etapas, en total 6. Cada una
    de las seis etapas del programa de Blake
    & Mouton da cobertura a distintos aspectos, siendo
    ellos:

    1. Análisis de la matriz gerencial para que la
      gerencia comprenda y se familiarice con el comportamiento
      organizacional.
    2. Se analiza el funcionamiento real de grupos o
      equipos de
      trabajo bajo la óptica de métodos
      de resolución de problemas
    3. Partiendo de la fase anterior se amplía el
      alcance trabajando la relación entre distintos grupos
      poniendo foco especialmente en aquellas unidades cuyo éxito
      depende en gran medida de habilidades colaborativas
    4. Se establecen objetivos organizacionales para toda la
      organización bajo performance óptimas pero
      alcanzables
    5. Se implementan los cambios
    6. Se miden los cambios introducidos a la luz de los
      resultados alcanzados y se sugieren medidas
      correctivas

    Robert Blake & Jane Mouton han mostrado una vasta
    evidencia empírica donde las organizaciones han sido
    más efectivas y al mismo tiempo el grupo
    gerencial ha tenido una exitosa carrera laboral como
    resultado de la implementación de su modelo de
    organización matricial.

    Es posible que los cambios en el contexto de las
    empresas que se han suscitado muy fuertemente y en especial en
    los últimos años del siglo pasado, con el
    advenimiento de la organización virtual requiera realizar
    algunas adaptaciones ha este modelo que ha sido tan exitoso tanto
    a nivel individual como organizacional (Eric Gaynor –
    Congreso de Desarrollo Organizacional, Buenos Aires,
    Argentina , 1997).

    • Fiedler,
      Fred. E.

    Fred Fiedler ("A theory of leadership effectivess"
    – 1967) ha mostrado un fuerte interés en saber
    cuál es el estilo de liderazgo efectivo y eficiente y para
    ello pone foco en la relación superior – subordinado
    dentro de un grupo, unidad o departamento dando por hecho que la
    persona que
    lidera debe tener necesariamente las competencias técnicas.

    Resulta interesante y muy positivo para aquellos
    interesados en cambio, eficiencia y desarrollo organizacional,
    seguir la línea de pensamiento de Fiedler ya que presenta
    resultados que no siempre condicen con lo que habitualmente se
    cree y está en la cabeza de los practitioners.

    Fred identifica dos estilos principales de
    liderazgo:

    1. líderes motivados a través de las
      relaciones, quienes tienen en cuenta las necesidades de los
      subordinados, los escuchan y tienen en cuenta sus sugerencias y
      recomendaciones, tienen en cuenta los sentimientos del
      personal, y a su vez ellos mismos como líderes le dan
      importancia a lo que el subordinado piensa respecto de
      ellos.
    2. Líderes motivados a través de la tarea,
      que priorizan por sobre todo alcanzar los resultados con los
      recursos asignados y dentro del tiempo previsto. Este tipo de
      líder se siente cómodo dentro de una
      organización estructurada con procedimientos
      claros donde existe una metodología de trabajo que debe ser
      cumplida por el personal. En aquellas situaciones donde la
      organización no tiene estos procedimientos desarrollados
      y prescriptos ellos de muy buenas ganas los desarrollan,
      implantan y administran.

    Algo que deja muy en claro Fred Fiedler es el hecho que
    ninguno de estos dos estilos de liderazgo es el más
    efectivo para todas las situaciones con lo cual se distancia de
    las contribuciones realizadas por otros importantes expertos
    (Rensis Likert, Douglas McGregor, Robert Blake & Jane
    Mounton). Para Fiedler es la naturaleza del
    trabajo que confronta el líder sumado a la
    situación dentro de la cual opera, lo que determina el
    mejor estilo de liderazgo.

    Y aquí es donde Fred Fiedler resulta sumamente
    innovador eligiendo una forma particular de medir estos dos
    estilos de liderazgo (ver el trabajo de Eric Gaynor presentado en
    el Congreso de Desarrollo Organizacional, Argentina, 1997 donde
    expone una metodología similar para la práctica de
    re-ingeniería). En su cuestionario,
    los líderes deben mencionar a las personas con quienes han
    trabajado e identificar quien es la persona con quien "peor
    trabajarían". (En el trabajo de Eric Gaynor se
    sugería seleccionar al inicio de la consultoría con
    quienes se prefería trabajar).

    La persona con quien "peor trabajarían" era el
    "co-trabajador menos preferido". Los líderes motivados a
    través de las personas al tomar su decisión de
    todas maneras verían a estas personas como no-confiables y
    quizás poco consideradas, pero también los
    calificarían como de alguna manera agradables y sensibles.
    Mientras que los líderes motivados a través del
    trabajo lo verían al subordinado no solo como desleal o
    poco agradable sino que también lo calificarían
    como aburrido, tenso, falso y pendenciero.

    En un Seminario de
    Desarrollo Organizacional (Eric Gaynor, Marzo del 2003)
    éste hace mención al hecho que la
    calificación respecto del trabajo de otros es influido
    fuertemente por aspectos subjetivos. En un trabajo de campo
    dentro de una entidad financiera se encontró evidencia que
    mostraba a los auditores calificando más alto (mejor
    calificación) a unidades recientemente auditadas que
    tenían observaciones muy fuertes, mientras que otras
    unidades con observaciones menores obtenían una
    calificación "menor". Estudiada ésta
    situación la explicación dada naturalmente por los
    auditores se basaba en que las unidades auditadas con baja
    calificación no los habían "atendido tan bien" como
    las otras unidades (que tenían mayores
    observaciones).

    Ahora bien ¿Qué es lo que ha encontrado
    Fred Fiedler? Y más importante aun: ¿Cuáles
    son sus implicancias prácticas?

    La primera implicancia sugiere que debe existir lo que
    Fred llama "Leader match", ya que la performance del líder
    ha de depender tanto de cuán favorable es la
    situación que se confronta como también del estilo
    que hace uso desde su posición de liderazgo. Por lo tanto,
    y cuando este balance no existe parece que se pudiera mejorar la
    performance haciendo una de las dos cosas: 1. cambiando el estilo
    de liderazgo, ó 2.cambiando la situación y el
    contexto de liderazgo.

    Respecto del punto 1. Fiedler sugiere que cambiar el
    estilo del líder no es realista y por lo tanto no es
    aconsejable, ya que distintos intentos de hacerlo no han mostrado
    resultados positivos por el principal motivo de que el estilo de
    liderazgo motivacional está muy dentro de cada una de las
    personas (como un componente de la
    personalidad básica que el personaje no puede
    modificar). El lector puede ir al trabajo de Victor Vroom que
    tiene algunas ideas distintas.

    La segunda implicancia resultante de las
    hipótesis de
    Fiedler que han sido validadas por sus propios trabajos de
    investigación y por posteriores trabajos
    donde se han replicado los mismos hallazgos, sugiere que los
    líderes motivados a través de la tarea tienden a
    funcionar más eficientemente en "situaciones muy
    favorables" y también en "situaciones poco favorables".
    Los líderes motivados a través de las relaciones,
    por el contrario, tienden a ser más efectivos en
    situaciones intermedias.

    Todos aquellos que están trabajando desde la
    academia o la práctica del mundo organizacional hubieran
    seguramente querido que Fred fuera un paso más allá
    investigando qué es lo que sucedería agregando una
    variable más : el grado de turbulencia en el contexto.
    Aparentemente, y de esto aun no tenemos evidencia, ante contextos
    turbulentos la situación de la empresa parece mecerse
    desde una situación muy favorable a otra poco favorable;
    si esto fuera cierto estaríamos esperando líderes
    más motivados hacia las tareas que motivados hacia las
    personas bajo las circunstancias cambiantes en el planeta desde
    fin del siglo pasado y que aún perduran.

    Teniendo en cuenta sus propios hallazgos Fiedler no es
    muy adepto a los cursos de liderazgo orientados a enseñar
    y adoptar un nuevo y distinto estilo como lo sugieren Robert
    Blake y Jane Mouton. Más bien sugieren que la capacitación, entrenamiento y
    formación debe orientarse hacia darle más
    conocimiento técnico aún de modo que tenga una real
    ventaja competitiva y más know-how de tipo administrativo.
    Este último es especialmente importante para que tenga
    oportunidades crecientes de desarrollo dentro de la
    organización.

    En algunos trabajos posteriores Fred Fiedler trata de
    discriminar entre la inteligencia
    cognitiva y la inteligencia de tipo emocional al sugerir que los
    líderes "inteligentes cognitivos" operarían en
    forma más eficiente como líderes motivados hacia la
    tarea mientras que aquellos en los cuales predomina la
    inteligencia emocional serían más efectivos en
    grupos donde los líderes están motivados hacia las
    relaciones. Los resultados alcanzados no son absolutamente claros
    como resultado de estas apreciaciones y están sujetas
    además a la crítica "funcionalista".

    • Goleman,
      Daniel

    Daniel Goleman ("La inteligencia emocional" – 1995)
    parte del hecho que se da por sentado que los profesionales
    – que trabajan en las organizaciones – tienen
    suficiente capacidad intelectual y técnica – para
    desempeñarse en el trabajo diario. Lo que sucede es que
    las organizaciones al igual que los grupos y las personas, para
    subsistir y crecer en el tiempo necesitan tener una ventaja
    competitiva. Y sugiere que esto se logra "a través de
    ciertas cualidades personales, tales como la iniciativa y la
    empatía, la adaptabilidad y la persuasión."("La
    inteligencia emocional en la empresa" – 1998).

    Por lo tanto su hipótesis básica sugiere
    que las empresas que desarrollan las 5 habilidades básicas
    de inteligencia emocional como un componente vital de su
    filosofía gerencial y de actuar, tendrán la ventaja
    competitiva ya que cada vez más y más los Clientes
    no se centran simplemente en el producto sino
    en el servicio, o en el servicio que se agrega al
    producto.

    En los inicios de "la organización" como
    mecanismo productivo el enfoque privilegiado era el de Frederick
    Taylor
    ("Administración Científica" –
    1917) basado en el mejor y mayor uso de cada uno de los miembros
    que tienen las personas (sus brazos y piernas), centrando la
    atención en qué manera mecánica se podía adoptar haciendo
    uso del cuerpo del trabajador. El hombre
    podía trabajar y operar con un grado de eficiencia cercano
    al de la máquina o por lo menos complementándose
    como una pieza de la máquina. El movimiento de relaciones
    humanas hizo ver que este era un enfoque "demasiado simplista" y
    años más tarde con el monumental trabajo de Herbert
    Simon y James March (su libro titulado "Organizaciones", del
    año 1958) prioriza el enfoque cognitivo poniendo foco al
    proceso de la toma de decisiones dentro de las empresas. La
    inteligencia cognitiva – a a través de su piedra
    fundamental – se instala dentro del mundo
    organizacional.

    Fue necesario el extraordinario talento de David
    McClelland para que los practitioners y académicos se
    dieran cuenta de los "límites" de utilidad de los
    tests psicológicos y los tests de inteligencia cognitiva,
    como así también del poco correlato entre ellas y
    el grado de contribuciones que hacían los participantes
    organizacionales dentro de sus empresas. Mc Clelland postulaba
    que habilidades puntuales como por ejemplo la empatía, la
    auto-disciplina y
    la iniciativa, distinguía a los más exitosos de
    aquellos que mostraban un interés en seguir concurriendo
    al trabajo.

    En su libro titulado "La inteligencia emocional en el
    trabajo – 1997, Goleman sostiene que los empleadores cada vez
    privilegian más y más aspectos que van por encima
    de las aptitudes técnicas y menciona algunas de
    ellas:

    – Saber escuchar y comunicarse oralmente

    – Adaptabilidad y respuestas creativas ante los
    obstáculos y los reveses

    Dominio
    personal

    – Confianza en sí mismo

    Motivación
    para trabajar en pos de un objetivo

    – Deseo de desarrollar la carrera y enorgullecerse de lo
    alcanzado

    – Efectividad grupal e interpersonal

    – Espíritu de colaboración y de
    equipo

    – Habilidad para negociar desacuerdos

    – Efectividad en la organización, deseo de
    contribuir, potencial para el liderazgo

    Creemos interesante que el lector interesado en el
    excelente trabajo de Daniel Goleman se familiarice con el
    capítulo 3 de su libro arriba mencionado donde hace
    referencia a las habilidades blandas. Las cinco habilidades de la
    inteligencia emocional son divididas por Goleman en dos grandes
    grupos, la primera de ellas tiene que ver con "aptitudes
    personales" y la segunda con las "aptitudes sociales". Las
    aptitudes personales incluyen las siguientes
    habilidades:

    1. Auto-conocimiento
    2. Auto-regulación

      Mientras que las habilidades sociales
      incluyen:

      1. La empatía
      2. La habilidad social propiamente dicha que tiene
        que ver con "la habilidad para inducir en los otros las
        respuestas deseables".
    3. Motivación

    Otro capítulo que representa contribuciones
    importantes tanto para los practitioners, académicos y
    consultores en cambio, eficiencia y desarrollo organizacional es
    el que Goleman titula: "Tomar el pulso de la
    organización". Allí hace mención a uno de
    los principales padres fundadores de la implementación de
    esquemas participativos en las organizaciones, el Dr. Carl Frost
    ("The Scanlon Plan"; MSU
    – 1975). Daniel hace referencia a un trabajo de
    consultoría liderado por el Dr. Carl Frost en Suecia, en
    una de sus empresas líderes: Volvo. A continuación
    vamos a repetir el texto donde
    Goleman hace mención a este trabajo puntual del Dr. Carl
    Frost.

    "Aunque los gerentes (en Volvo) parecían muy
    conformes y hasta felices de prolongar sus vacaciones, Frost
    sintió la necesidad de plantear preguntas, de sacar a la
    superficie datos que la
    gente de Volvo parecía ignorar. El hecho fundamental era
    que las empresa estaba perdiendo la carrera global por el
    mercado
    automotriz: sus costos de
    fabricación excedían los de todas las grandes
    automotrices del mundo; sus trabajadores tardaban el doble que
    los japoneses en armar un automóvil y las ventas al
    extranjero se habían reducido, en los últimos
    años, en un 50 %."

    "La compañía estaba en crisis; su
    futuro (y el de sus trabajadores), en peligro. Sin embargo,
    según cuenta Frost, todo el mundo actuaba como si no
    hubiera problema alguno. Nadie parecía ver relación
    alguna entre las vacaciones que iban a tomar y el preocupante
    futuro de la empresa."

    "Esta actitud
    despreocupada era señal de una falla inquietante en
    la
    comunicación; permitía que los trabajadores de
    Volvo ignoraran cualquier vínculo entre su
    situación y el destino de la empresa. Esta falta de
    conexión, dice Frost, significaba que no asumían
    mucha responsabilidad en cuanto a ayudar a la empresa a ser
    más competitiva."

    "La inoculación contra esas colusiones consiste
    en formar una organización mas honrada y abierta en sus
    comunicaciones
    internas. Esto requiere una atmósfera donde se
    aprecie la verdad, por mucha ansiedad que pueda provocar, y que
    se ocupe de escuchar todas las facetas de una cuestión.
    Pero ése debate solo es posible si la gente se siente en
    libertad de expresar su opinión sin miedo al castigo, la
    venganza o el ridículo."

    Y en su último capítulo Daniel Goleman
    tiene en cuenta que por supuesto la inteligencia emocional no
    es una varita mágica que soluciona todos los problemas
    en todas las situaciones independientemente de las personas que
    están involucradas. Pero se puede esperar que en los
    próximos años las empresas que puedan operar en
    forma más coordinada y participativa han de estar en
    mejores condiciones de tener una ventaja competitiva, lo que
    hace vital tener en cuenta a la inteligencia
    emocional.

    Y concluye: "Pero aparte de la inteligencia emocional
    de las organizaciones para las que trabajamos, el poseer esas
    habilidades nos ofrece una manera de sobrevivir con nuestra
    humanidad y nuestra cordura intactas. Y según el mundo
    cambie, estas aptitudes humanas pueden ayudarnos, no
    sólo a competir, sino a alimentar la capacidad de
    encontrar placer y hasta gozo en el trabajo.

    • Herzberg,
      Frederick

    Frederick Herzberg ("Managerial choice: to be efficient
    and to be human" – 1976) es un psicólogo que ha
    estado interesado en la salud mental de
    las personas y al igual que otros renombrados autores (Chris
    Argyris) sugiere que posiblemente las organizaciones no sean los
    mejores sitios para que las personas desarrollen sus inquietudes
    y necesidades. A su vez es razonable esperar que dichas
    inquietudes y necesidades le provean cierta satisfacción a
    las personas; de este modo satisfacción ha sido una
    variable de relevancia para Frederick.

    No cabe ninguna duda que mucho de su trabajo guarda
    relación con las ideas de Herbert Simon y James March (ya
    citados) sintetizadas en la monumental obra titulada
    "Organizaciones". Allí estos dos autores – que a su
    vez toman prestado de Chester Barnard ("The functions of the
    executive" – 1938) muchos conceptos y prácticas
    empresariales – sugieren que la relación
    aparentemente lineal entre satisfacción y productividad
    que sostenía el aquel entonces prevaleciente movimiento de
    Relaciones Humanas, no es correcto. Para Frederick Herzberg la
    satisfacción del participante organizacional es una
    variable importante y quiere averiguar y saber algo más de
    lo que se sabía hasta ese momento.

    Esta inquietud de Herzberg por la variable
    "satisfacción" lo llevó a liderar un trabajo de
    investigación donde participaron unos 200 profesionales en
    su gran mayoría contadores e ingenieros en la ciudad de
    Pittsburg, a quienes se les solicitó relataran –
    dentro de una serie de sucesos – aquellas situaciones en
    que se sintieron muy bien como también en aquellas otras
    donde no estaban satisfechos. Se realizó una
    tipología de eventos que,
    posteriormente, pudieron relacionarse con "satisfacción en
    el trabajo" e "insatisfacción en el trabajo".

    Y de aquí surgen una serie de componentes que no
    se condicen con lo que el estado del
    arte de las
    ciencias del comportamiento tenía registrado hasta ese
    entonces. Frederick Herzberg encontró algunas evidencias
    que resultaron ser un hallazgo muy importante por las
    implicancias que tienen para las organizaciones en su marcha
    hacia la eficiencia, cambio y desarrollo
    organizacional.

    Encontró que cinco factores estaban fuertemente
    relacionados con la satisfacción en el trabajo, las que
    son detalladas a continuación:

    1. logro
    2. reconocimiento
    3. cuán atrayente era el trabajo en sí
      mismo
    4. responsabilidad

      Por otro lado encontró también
      evidencia que la carencia de estos cinco factores no era
      frecuentemente mencionada como una fuente de
      insatisfacción. Mas bien lo que encontró
      Herzberg es que las razones de la insatisfacción en el
      trabajo estaban más bien relacionadas con otros
      factores distintos de los arriba mencionados:

      1. la política general de la empresa y su
        "administración"
      2. supervisión
      3. salarios
      4. condiciones de trabajo
      5. relaciones interpersonales
    5. potencial de crecimiento

    Entre otras cosas esto significa que si estoy interesado
    en mejorar la productividad y la eficiencia por más que
    empuje "las fuerzas a favor del cambio" (Kurt Lewin) y entre
    ellas están las que se mencionan bajo a,b,c,d, y e es muy
    improbable que aumente la satisfacción del empleado y que
    este a su vez aumente su fuerza
    motivadora. Es muy probable que se ha de encontrar mejores
    resultados teniendo en cuenta las variables mencionadas bajo
    1,2,3,4, y 5.

    Y es aquí donde Frederick Herzberg también
    toma en cuenta las conclusiones del excelente trabajo realizado
    por los investigadores de Ohio State University cuando dilucidan
    "lo que hace el líder eficiente". Usualmente los
    investigadores – y también los académicos y
    practitioners – dividían sus opiniones respecto de
    si el líder eficiente se orientaba hacia el trabajo o si
    lo hacía hacia la persona. Los investigadores de Ohio
    State University descubrieron que estas –
    orientación hacia las personas u orientación hacia
    el trabajo – no eran polos opuestos de una misma
    dimensión sino más bien eran dos dimensiones
    distintas. Y Herzberg penetra en esta ruta al estudiar
    satisfacción en el trabajo sugiriendo que también
    aquí esta variable tiene dos dimensiones distintas, y no
    polos opuestos de una sola.

    Es interesante tener en cuenta la asociación que
    hace Frederick Herzberg con pasajes bíblicos. Los factores
    que guardan relación con la insatisfacción son
    análogas a las necesidades "de Adán" orientadas a
    evitar carencias tanto físicas como sociales, ya que la
    expulsión de Adán lo obligó – de
    allí en más – a satisfacer necesidades relacionadas
    con la naturaleza animal, como lo son la comida, seguridad,
    pertenencia, etc. Por otro lado los factores relacionados con la
    satisfacción como fuerza motivadora en el trabajo
    están mas cerca en lo bíblico bajo la
    concepción de Abraham, quien en su concepción de la
    naturaleza del hombre destaca otros aspectos y valores, como lo
    son el l ogro, desarrollo, y crecimiento.

    La concepción de Adán (en la
    relación individuo – organización)
    está relacionada principalmente con la eliminación
    de insatisfacciones mientras que la concepción de Abraham
    tiene que ver con privilegiar el desarrollo y crecimiento
    individual como fuente de satisfacción.

    Por lo tanto un hallazgo importante a partir del trabajo
    de Frederick Herzberg tiene que ver con que "satisfacción
    en el trabajo" no es el opuesto de "insatisfacción en el
    trabajo"; mas bien "ninguna satisfacción en el trabajo"
    resulta ser el opuesto de satisfacción en el trabajo" y
    "ninguna insatisfacción en el trabajo" es el opuesto de
    "insatisfacción en el trabajo".

    En estudios posteriores se replicaron los resultados
    originales. Y se extendieron las consecuencias encontradas
    mostrando que los factores motivadores en su gran mayoría
    estaban relacionados con el crecimiento y desarrollo de las
    personas mientras los factores higiénicos o de contexto
    guardaban relación con la insatisfacción en el
    trabajo.

    Pues entonces ¿Qué es lo que deben hacer
    los superiores si es que desean aumentar la performance de sus
    subordinados? Algo que queda muy en claro es que no tiene sentido
    dedicar atención a las variables que están
    relacionadas con los factores higiénicos (la paga,
    políticas de personal, condiciones
    físicas en el trabajo), aunque por supuesto van a eliminar
    la insatisfacción en el mismo (las empresas no llegan a
    ser eficientes por el solo hecho de que su personal "no se
    queja"; necesitan sentir ciertos estímulos y
    energías como nuevas fuerzas motivadoras).

    La mayor parte de los factores higiénicos son
    percibidos por el personal como algo a lo que tenían
    derecho, en cambio aquellos factores relacionados con el
    enriquecimiento en el trabajo como ser: oportunidades de
    desarrollo y logro, responsabilidad, reconocimiento,
    respondabilidad sí llegan a representar estímulos
    importantes como para aumentar la fuerza motivadora.

    Es interesante destacar que aquí el foco de
    Herzberg está puesto en la tarea, que es muy similar a la
    concepción de Frederick Taylor unos 40 años antes.
    Sin embargo aunque ambos ponen foco en el trabajo tienen una
    diferencia fundamental ya que la orientación principal de
    Frederick Taylor privilegiaba una división de las tareas y
    simplificación en el trabajo cada vez mayor, mientras que
    Frederick Herzberg sugiere el polo opuesto: que la tarea gane en
    complejidad al enriquecérsela, y de allí el nombre
    de "enriquecimiento del trabajo" (job enrichment).

    Frederick deja bien en claro que job enrichment no es lo
    mismo que "job enlargement" que puede resultar de agregar a
    tareas no enriquecidas otras tareas que también son no
    enriquecidas. Otra práctica común en algunas
    organizaciones es el traslado lateral o rotación en el
    trabajo donde la persona pasa de un trabajo no enriquecido a
    cumplir otro trabajo que también es no
    enriquecido.

    Ahora bien ¿como se hace para que un trabajo se
    enriquezca dando a la persona oportunidades de crecimiento y
    desarrollo como consecuencia de un mayor nivel de
    autonomía y responsabilidad? Esto no es fácil, pero
    se puede lograr. Una de las formas es a través de la
    eliminación de controles ya que las mismas llevan
    implícita una falta de autonomía al hacerse
    necesario "el otro". El lector interesado puede echar una ojeada
    al trabajo de James Thompson titulado "Organizations in Action"
    – 1967, donde hace mención a distintas formas de
    interdependencia dentro de una organización.

    Es muy común que la fuerza de ventas no
    esté autorizado a interactuar con las personas de
    tele-marketing para
    hacer más efectivos sus servicios, y que por el contrario,
    deba hacerlo a través de su superior, este con su par, y
    finalmente este baja al personal de tele-marketers. Es
    difícil conseguir buenos resultados bajo esta
    práctica que es muy común dentro de las empresas.
    Muchas prácticas organizacionales no permiten al personal
    tomar ciertas libertades personales para relacionarse con
    Clientes y con proveedores e incluso para firmar cartas que van a
    impactar sobre sus resultados, y es por ello que los empleados
    altamente motivados, dispuestos a correr riesgos, inician
    acciones a través de lo que se conoce como
    organización informal.

    Cuando el mecanismo informal del empleado heroico
    resulta exitoso este tiende a repetir la situación
    operando informalmente una vez más y corriendo nuevos
    riesgos para alcanzar nuevos resultados heroicos; pero si de 100
    "batallas" gana 99 es posible que una sola pérdida lo
    catapulta a lo que el Dr. Donald Cole y Eric Gaynor se refieren
    como un dilema de "Suicidio Profesional o Asesinato
    Organizacional", tal es el título de su libro.

    Una pregunta que se le hace habitualmente al trabajo de
    Frederick Herzberg tiene que ver con "Qué es lo que le
    queda por hacer al supervisor" Trabajos de investigación
    muestran suficiente evidencia empírica donde el trabajo
    del supervisor en lugar de ser degradado es más bien
    agrandado, o mejor dicho, tiene la extraordinaria oportunidad de
    ser enriquecido (ver el trabajo de Arnold Tannenbaum: Control in
    Organizations" – 1968). Resumiendo podemos decir que el
    trabajo de los gerentes en las organizaciones tiene que ver con
    Adán al tener que proveer al personal factores
    higiénicos adecuados como para eliminar
    insatisfacción en el trabajo y también está
    relacionado con Abraham al tener los gerentes que movilizar
    factores que impactan directamente sobre la
    motivación. Sin éstas últimas la
    organización no ha de poder sostenerse en el tiempo, ya
    que el hombre por su propia naturaleza debe siempre – y
    ante todo – "tener un futuro".

    • Lawler III,
      Edward E.

    Edward E. Lawler ("Pay and organizational development"
    – 1981) ha encontrado mucha evidencia que muestra la
    importancia de la paga y del sistema de recompensas en los
    resultados organizacionales y, en gran medida, debido a ello se
    ha especializado en poner foco a los sistemas de
    remuneración que se presentan en las organizaciones las
    cuales, según su punto de vista, son influenciadas
    fuertemente por lo que sucede en la sociedad.

    Para Edward Lawler cualquier medida que tomemos dentro
    de la empresa debe estar relacionada con el sistema de
    compensación. Y para ello se refiere a la evidencia
    surgida como resultado de un trabajo de campo donde se ha
    seleccionado cuatro distintos métodos para mejorar la
    productividad:

    1. a través de sistemas de incentivos
    2. estableciendo objetivos
    3. enriqueciendo el trabajo
    4. aumentando la participación

    Queda claro para el lector que Lawler ha seleccionado
    distintas maneras para aumentar la eficiencia y efectividad
    organizacional que se relacionan fuertemente con las best
    theories y best practices. "Estableciendo objetivos" hace
    referencia al trabajo de Peter Drucker ("The practice of
    management" – 1954) conocido popularmente como
    dirección por objetivos, mientras que "Enriquecimiento en
    el trabajo" es la propuesta de Frederick Herzberg para mejorar la
    organización, y finalmente "Aumentando la
    participación" se encuadraría dentro de la
    propuesta de Arnold Tannanbaum. De estas cuatro opciones donde la
    primera es su propia mejor opción, se encuentra evidencia
    donde en cuanto a su relación con mejora de productividad
    los sistemas de incentivos
    están en el orden del 30 por ciento mientras que las dos
    subsiguientes (estableciendo objetivos y enriqueciendo el
    trabajo) cada una de ellas no llega al 20 %. Finalmente la
    influencia del factor "Participación" es de menos del 1
    por ciento.

    Edward Lawler se pregunta porqué "la paga" es
    materia de conflicto dentro de la organización y
    además muchas de sus personas están insatisfechas
    con ella, lo que se evidencia a través de distintos
    trabajos de investigación donde se muestra evidencia que
    por lo menos el 50 % de las personas están insatisfechas
    con lo que ganan, y además las personas satisfechas con su
    paga ha decrecido en el tiempo.

    Uno de los motivos tiene que ver con lo que J. S. Adams
    ("Toward an understanding of inequity" – 1963) ha llamado a
    su propia teoría: "Equity Theory". Bajo equity theory la
    satisfacción de la paga que uno recibe – y el nivel
    de productividad de uno mismo – tiene que ver con la paga
    "del otro" y la productividad "del otro". La paga no es solamente
    algo en sí misma; tiene mucho que ver con el resto e
    incluso con lo que uno mismo percibe como justa paga. En el
    Congreso de Desarrollo Organizacional del año 1997, Eric
    Gaynor ha mostrado que las personas en su interacción
    dentro de las organizaciones, perciben realizar mayores
    contribuciones de la paga que reciben. Y si ocasionalmente esa
    paga pudiera ser "excepcionalmente" alta en relación a lo
    que contribuye, entonces se ha de referir a "otras contribuciones
    realizadas en el pasado como elemento de compensación o
    llegar a considerar incluso (en la actualidad) las futuras
    contribuciones por realizar. Es decir, en la cabeza (mejor dicho
    la mente) de las personas las contribuciones realizadas son a
    veces el resultado de la percepción
    de las ya realizadas, más las que contribuye "hoy" e
    incluso las por realizar, mientras que la paga tiene que ver
    más bien con solamente el presente.

    Distintos estudios muestran además otros datos
    importantes que deben ser tenidos en cuenta por las personas
    involucradas en procesos de
    cambio, eficiencia y desarrollo organizacional. Entre
    ellas:

    1. Proponemos más mejoras y sugerencias que "los
      demás"
    2. Nuestras contribuciones son más importantes
      que las "del resto"
    3. Nuestras competencias y conocimientos son de mayor
      valor
    4. Nuestras fortalezas personales tienen mayor peso e
      importancia
    5. Tomamos en consideración las propuestas de
      otros
    6. Somos más innovadores que el resto

    Al comparar la paga de uno con "un tercero" la persona
    elige la condición / persona / situación más
    favorable. Solamente muy pocas personas toman en cuenta tener que
    comparase con aquellos que realizan altas contribuciones en
    relación a lo que reciben. Y el análisis
    comparativo que hacen los distintos participantes
    organizacionales no solamente toma como referencia a otro sujeto
    dentro de la misma organización; la comparación es
    más abarcativa incluyendo también a otras personas
    en otras organizaciones.

    Lawler sabe que "la paga" relativa – a
    través de su comparación con la de otros –
    tiene una fuerte incidencia sobre la productividad y
    también sobre otros factores importantes como lo son: la
    orientación hacia logros, la motivación, el nivel de involucramiento, la
    tasa de ausentismo, la rotación del personal, entre otros.
    Por lo tanto, levantar la paga dentro de una organización
    no significa una solución por su factor de relatividad,
    pues la misma empresa tiene a su vez que tener en cuenta su
    propia estructura de
    costos y el impacto del mismo sobre la institución. De
    allí que Edward Lawler sugiere ver a la paga como un
    elemento dentro de todas las formas de compensación
    posible y a su vez identifica algunos aspectos vitales que deben
    tenerse en cuenta.

    El primero de ellos es el "clima
    organizacional" donde bajo el enfoque de Likert (sistema 4 o
    sistema 4T) o de Mc Gregor (teoría Y) como consecuencia de
    prácticas participativas y un sistema interno abierto
    basado en la confianza los distintos participantes
    organizacionales hacen más flexible su percepción
    de satisfacción con su paga en relación a terceros.
    En un clima organizacional donde prevalece el autoritarismo como
    es el caso del sistema 1 de Rensis Likert o Teoría X de
    Douglas Mc Gregor ("Leadership and Motivation" – 1966), el
    monitoreo y control desde la cúspide muchas veces no
    condice con una propuesta basada en la coordinación y
    cooperación.

    También la tecnología tiene
    mucho que ver con el sistema de compensación y para ello
    Edward Lawler toma en cuenta el trabajo de Joan Woodward
    ("Industrial organization: theory and practice" – 1965) donde
    establece una tipología basada en unidades,
    producción en masa, o procesos productivos. Teniendo en
    cuenta el número creciente de organizaciones de servicio y
    también financieras, Edward Lawler sugiere la necesidad de
    desarrollar un sistema de compensación y
    remuneración que tenga en cuenta otros componentes como es
    el caso del "establecimiento de objetivos en forma conjunta" que
    guarda algunas distinciones con la dirección por
    objetivos.

    El trabajo de Derek Pugh
    ("Organizacional structure in its context: The Aston Programme"
    – 1976) y del Aston group han mostrado la influencia del
    tamaño de la organización y de distintas variables
    de estructura
    organizacional (como lo son el grado de centralización, el grado de
    formalización, etc.) sobre la eficiencia, cambio y
    desarrollo organizacional. La organización que adopta la
    forma descentralizada como ha sido el caso de General Motors
    Corporation cuando consolidó su posición de
    liderazgo respecto de Ford Motor Co.,
    permite establecer un sistema de compensación más
    relacionado con los niveles de productividad.

    Lo más importante según Lawler es que se
    tenga en cuenta que debe existir un "match" apropiado entre las
    características de la organización y las
    características del sistema de remuneración, lo
    cual es más sencillo decir que hacer, especialmente porque
    puede convertirse en un problema de si primero viene el huevo o
    la gallina. Aunque no sabemos exactamente todo lo que se debe
    hacer para lograr este "match" apropiado sí sabemos por
    otro lado que hay algunas cosas que no tenemos que hacer o que
    debemos modificar. Un sistema de paga regulada donde se emparejan
    los pagos por las contribuciones de distintas personas –
    tal cual lo sugieren los sindicatos
    – no es el mejor mecanismo para aumentar la eficiencia
    organizacional y consolidar su posicionamiento
    en el mercado. Mantener en secreto lo que ganan las personas hace
    que la mayor parte del personal perciba que otros ganan
    más "por encima de lo que realmente ganan", y por
    consiguiente aumenta la insatisfacción personal con la
    paga.

    Así como Victor Vroom (ya citado) desarrollaron
    un esquema cognitivo para identificar aquellos líderes
    más eficaces y eficientes, Edward Lawler desarrolló
    todo un esquema decisorio basado en los conceptos arriba
    mencionados. Su tabla de decisiones parte de identificar el tipo
    de cultura organizacional, la que es dividida en dos: autoritaria
    o democrática. A su vez cada uno de estos dos estilos
    organizacionales son subdivididos de acuerdo con su
    tecnología siguiendo a Joan Woodward, en:
    producción unitaria, en masa, en proceso, o de servicios
    profesionales. Estas distintas subdivisiones son sujetas a dos
    opciones adicionales según el tamaño de la entidad:
    grande o pequeña y finalmente todas estas opciones
    posibles pueden dividirse en otras dos según siga un
    esquema centralizado o descentralizado. Para cada uno de estos
    distintos tipos de "organización final" Edward Lawler
    sugiere "un mejor sistema de compensación" que el lector
    avezado y el profesional interesado en eficiencia, cambio y
    desarrollo organizacional, puede llegar a aceptar o a disentir.
    De todas maneras sabemos que las organizaciones deben cambiar y
    lo deben hacer ya que su contexto es cambiante; y el cambio
    organizacional debe contemplar un cambio en el sistema de
    compensación y remuneración. Las que no lo hacen
    quedan sujetas a la fuerza de sus contendores o a las del
    mercado.

    Partes: 1, 2

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