- Concepto del
poder - La constitución de un
Estado - La democracia de una
Nación - Origen -Clases -Formas de
participación política - Las leyes en las
democracias - La división del
poder - Límites que tiene el
poder - La estructura del
poder - Las estructuras de una
sociedad - La estructuración
como proceso - La política y la
democracia - La cultura en la sociedad
democrática - Aspectos
sociales - La tiranía social de una
sociedad política - El
socialismo - La estabilidad política
y las guerras - La pobreza de una
sociedad - La historia de las
sociedades - La
economía de una sociedad - Los
preámbulos constitucionales que rigen la estructura de
un poder - El
neoliberalismo en las estructuras de las
sociedades - Las
luchas de clases - Las
consecuencias políticas del
neoliberalismo - El
poder y las políticas del poder - La
política como poder exterior - El Estado
y soberanía frente a la estructura del
poder - Conclusiones
generales - Recomendaciones
En el estado
moderno, la condición gregaria del ser humano impone un
conjunto de normas de
convivencia y participación, directa o indirecta, que se
expresan en las organizaciones,
asociaciones y agrupaciones, oficialmente reconocidas, las
oficiosas y las autónomas. En este trabajo se le
llama Estructura del
Poder, que en
su conjunto a través de normativas y modalidades de
participación.
Toda sociedad
necesita de control social
por razones de orden y armonía. Los principios y
objetivos del
sistema socio
político son consecuentes con la manera en que el grupo en el
poder ejerce el control social, y establece la relación
voluntaria o impuesta entre los representantes del estado y los
diferentes grupos y
subgrupos que componen la Sociedad
civil.
En las sociedades
abiertas y democráticas, la relación se logra por
negociación y balance entre los grupos en
el poder y sus opositores. Las partes interesadas debaten y
negocian hasta llegar a un acuerdo o pacto en favor de intereses
particulares y de cambios que promueven el desarrollo de
la nación.
En las totalitarias se impone el criterio del grupo en el poder y
las decisiones se toman en función de
mantener la permanencia y estabilidad política.
Las tres grandes esferas del pacto social son: la
económica, la política y la social. El contenido
del poder depende del tipo de sociedad y de la importancia
estratégica coyuntural que tenga una esfera
específica, para mantener el status quo del poder. Lograr
un pacto social con un equilibrio
proporcional entre las esferas económica, política
y social, sigue siendo la máxima aspiración de los
movimientos y cambios de la sociedad
contemporánea.
Para controlar la ejecución de dicho poder, el
grupo en el poder necesita de una estructura institucionalizada o
en vías de institucionalización. Esa estructura
distingue las sociedades entre sí, y se modifica y adapta
según las exigencias del desarrollo
socioeconómico.
La estructura de control del poder exige consenso y un
determinado grado de represión para mantener el orden, y
la armonía. Cada grupo en el poder diseña su propia
estructura y da mayor o menor importancia al aspecto represivo,
en dependencia de su proyecto socio
político. En el totalitarismo el Estado asume el monopolio de
la violencia como
vía de supervivencia y reafirmación.
Este trabajo presenta las estructuras y
mecanismos de poder para ejercer el control social de una
sociedad, a través de las organizaciones de masas. La
lógica
de la exposición
se basa en experiencias profesionales y personales, enfocadas y
organizadas como observación participante, en un intento por
entender a la sociedad en su emprendor.
Clásicamente el poder se conoce como "la
potencialidad de hacer que un tercero haga o realice lo que se le
solicita u ordena". En ese sentido, una persona tiene
"poder" cuando puede, mediante cualquier fin, lograr que otros
cumplan sus imperativas.
Este poder es la base de lo que se conoce como "autoridad" y
puede estar basado en distintas razones, la más recurrente
y clásica: la violencia.
Uno tenía poder (en el sentido ya explicado) porque
podía obligar violentamente a los terceros a cumplir con
sus designios. El uso de esta violencia es lo que se conoce
como
coerción. La coerción dio paso a
la
coacción que es la situación
donde el tercero realiza lo ordenado por el individuo
poderoso no porque este lo obliga mediante la violencia sino
simplemente intimidado por la potencialidad del uso de esa
violencia.
Esta coacción hizo que el individuo poderoso ya
no tenga que asumir un papel totalmente activo (ordenar y hacer
cumplir) sino parcialmente activo (sólo ordenar). La
coacción se fundamentaba en el temor de un daño
seguro si es
que se incumplía lo ordenado.
De esta vertiente se desarrolló lo que
posteriormente se conocieron como delitos contra
la autoridad, es decir, desafiar al poder.
Como se puede advertir esa forma de ejercer el poder es
muy primitiva y lógicamente fue evolucionando. Los sujetos
poderosos eran varios y los terceros se dividían entre
ellos. Esto llevó a que el individuo poderoso "cuide" a
sus súbditos de tal manera que estos desarrollen, a la par
del temor o "coacción" una cierta lealtad que evite que
ellos se dirijan a otro individuo poderoso que podría ser,
quizá, menos severo.
En este momento se formó la relación de
doble sentido que enlaza tanto al poderoso como al súbdito
siendo uno necesario para el otro. Sin los súbditos, el
poderoso perdía su poder y por ello los protegía.
El súbdito sin la protección del poderoso
corría el peligro de sufrir todas la violaciones
posibles.
La formalización de esta relación hizo que
se buscara la forma de legitimizar el hecho de que el poderoso
ocupe esa posición, sobre todo por que entre los
súbditos habían otros sujetos potencialmente
poderosos. La primera forma de legitimación utilizada se basó en
la
religión y la divinidad. El poderoso ya
no lo era sólo porque podía ejercer violencia o
porque tenía un vínculo de lealtad y temor que le
asegurara esa posición. Ahora el poderoso se
instituía como un ser distinto, superior y ligado a los
dioses.
El poder de origen divino era incontestable, a no ser
por otro poderoso de igual estatus o instituido por un dios
diferente. A grandes rasgos este fue el desarrollo
esquemático hasta la
Revolución Francesa.
Las ideas que inspiraron la Revolución
Francesa y sus resultados negaron que el poder tenga origen
divino y lograron darle vuelta al esquema señalando que la
fuente del poder no eran las características del poderoso
sino únicamente la voluntad de los súbditos que lo
dejaban tener el poder. Esta idea llevó al convencimiento
de que el verdadero poderoso era la masa de súbditos,
el pueblo
y este tenía la voluntad de otorgar el poder a quien
le plazca y en las condiciones que considere más
apropiadas por el tiempo que
considere mas apropiado.
Los excesos de la monarquía francesa demostraron que el poder
no puede ser absoluto y que siempre debe estar controlado para
que el poderoso no se olvide de dónde salió su
poder.
Considerando que al poder había que controlarlo,
los individuos concluyeron que este poder debía ser
estructurado de una manera determinada y que cada cierto tiempo
este se retrayera hacia el pueblo que determinaba quien lo
detentaba durante un nuevo periodo.
Estas condiciones debían ser inmutables por el
tiempo y soportar el paso de varios detentadores del poder. En
todo caso su modificación debía darse
únicamente por la voluntad de todos los
individuos.
Esas condiciones son lo que se conoce como "Constitución". La norma que regula las
condiciones y los presupuestos
sobre los que se ejerce el poder que el pueblo otorga. Temas
clásicos de esta norma (norma política en cuanto no
regula materias jurídicas sino políticas,
de poder) fueron la república representativa y la
división de poderes que permitía un efectivo
control
interno y externo. El modelo puro
proyectaba una situación de total independencia
entre las tres expresiones del poder (legislar,
ejecutar lo legislado y
decidir los derechos de los
particulares).
Se reguló también el mecanismo y
formalidad de la producción de las normas, en especial las
tributarias, y las relaciones internas de los demás
órganos intraestatales. El siglo
XIX fue un desarrollo constante de esta idea de
constitución, de división de poderes y de
establecimiento del derecho moderno como hoy lo
conocemos.
El siguiente hito fundamental fue la
Segunda Guerra Mundial, luego de la cual
el proceso
iniciado levemente en la Revolución
Francesa tuvo un gran desarrollo y aceptación. Este
proceso fue el reconocimiento de los
Derechos Humanos que, desde entonces y de
manera creciente, tiene una mayor aceptación como parte
esencial de toda constitución. La norma fundamental no
solo es, entonces, una norma que controla y estructura el poder y
sus manifestaciones en una sociedad sino que además es la
norma que reconoce los derechos que el Estado
advierte en todas las personas. La Constitución no otorga
los derechos, como tampoco lo hacen las múltiples
declaraciones que internacionalmente se han pronunciado sobre el
tema, los derechos humanos son precedentes a cualquier estado y
superiores a cualquier expresión de poder que este
tenga.
Hasta el día de hoy el proceso demostró un
desarrollo gracias al cual el modelo inicial del sujeto poderoso
y violento pasó al pueblo soberano y superior en sus
derechos a cualquier expresión del Estado. Hoy el sujeto
poderoso no es una persona sino que es una entelequia creada por
el pueblo y ocupada por él según las normas que
este mismo estableció a través de una
Constitución.
El punto mas novedoso de este desarrollo se da con la
certeza de que la mera declaración de derechos no hace a
estos invulnerables a cualquier violación o intento de
violación por parte tanto del Estado como de otras
personas. En ese sentido el desarrollo del Constitucionalismo
moderno se dedica al estudio de procedimientos
que aseguren una adecuada protección a los derechos
reconocidos. Algunos de estos procedimientos tienen un gran
desarrollos histórico y teórico (como el
Habeas corpus que data el siglo
XIII) y otros son aun novedosos y tienen poco
desarrollo (como el
Habeas Data y la
Acción de Cumplimiento).
Recapitulando podemos afirmar que las constituciones
modernas se ocupan de tres pilares fundamentales:
* La estructura del poder,
* El control interno y externo del ejercicio del
poder,
* Los mecanismos de formación de
normas,
* Las políticas básicas para el ejercicio
del poder, y
* Los derechos civiles, políticos y
económicos de las personas y sus mecanismos de
protección.
LA
DEMOCRACIA DE
UNA NACION
El vocablo democracia deriva del griego DEMOS: pueblo y
KRATOS: gobierno o
autoridad, y significa gobierno o autoridad del
pueblo.
De allí que se defina a la democracia como "la
doctrina política favorable a la intervención del
pueblo en el gobierno y también al mejoramiento de la
condición del pueblo".
Sin embargo, en la actualidad, el concepto de
democracia no se limita al de una forma determinada de gobierno,
sino también a un conjunto de reglas de conducta para la
convivencia social y política.
La democracia como estilo de vida
es un modo de vivir basado en el respeto a la
dignidad
humana, la libertad y los
derechos de todos y cada uno de los miembros de la comunidad.
La democracia como forma de gobierno es la
participación del pueblo en la acción
gubernativa por medio del sufragio y del
control que ejerce sobre lo actuado por el estado.
Si bien el concepto básico de democracia se
remonta a la forma de gobierno que utilizaban en Atenas y en
otras ciudades griegas durante el siglo V (AC), también
debemos reconocer la importancia que tuvo el movimiento
pacíficamente revolucionario del cristianismo,
que hizo desaparecer las supuestas diferencias naturales entre
esclavos y libres. Todos los hombres, sin distinción, son
iguales ante Dios.
1.- Democracia directa o pura: cuando la soberanía, que reside en el pueblo, es
ejercida inmediatamente por él, sin necesidad de elegir
representantes que los gobiernen.
2.- Democracia representativa o indirecta: el pueblo es
gobernado por medio de representantes elegidos por él
mismo. La elección de los individuos que han de tener a su
cargo la tarea gubernativa se realiza por medio del sufragio y
cualquier individuo tiene derecho a participar o ser elegido. La
forma representativa suele adoptar diversos sistemas:
a) Sistema presidencialista: se caracteriza
por un poder
ejecutivo fuerte. El presidente gobierna realmente a la
Nación,
lo secundan los ministros o secretarios que él
elige.
b) Sistema parlamentario: el parlamento es
el eje alrededor del cual gira toda la acción
gubernamental. Las facultades del presidente son muy
restringidas.
c) Sistema colegiado: es una
combinación de los dos anteriores. El poder ejecutivo
está integrado por varias personas elegidas por el
parlamento y que se turnan en el ejercicio de la
presidencia.
Formas de participación
polítIca
* Voto.
* Referéndum. Otorga a los ciudadanos el
derecho de ratificar o rechazar las decisiones de los cuerpos
legislativos.
* Plebiscito. La ciudadanía responde mediante el voto a una
consulta efectuada por el gobierno sobre asuntos del estado que
son de interés
fundamental. Pueden ser cuestiones internas (por ejemplo,
cambio de
forma política) o de orden internacional (problemas
limítrofes).
* Iniciativa popular. Es la proposición al
parlamento de proyectos de
leyes
presentados directamente por ciudadanos.
* Recall o revocatoria. Derecho de deponer funcionarios o
anular sus decisiones por medio del voto popular.
* Jurados. Los ciudadanos integran jurados
populares, que es una forma de colaborar con el poder
judicial.
1.- Soberanía popular: soberano deriva del
latín y etimológicamente quiere decir "el que
está sobre todos". La democracia es autogobierno del
pueblo. Reconoce que el hombre, ser
inteligente y libre, puede regirse por sí mismo mediante
los órganos por él instituidos.
2.- Libertad: la democracia asegura al hombre su
libertad jurídica e individual. La libertad
jurídica es el derecho que tiene el hombre a obrar por
sí mismo sin que nadie pueda forzarlo a obrar en otro
sentido. los límites
están dados por las leyes. La libertad individual es el
reconocimiento de que el hombre nace libre y dotado de inteligencia y
voluntad.
3.- Igualdad: se
trata de una igualdad jurídica. Todos los hombres tienen
las mismas oportunidades ante la ley, es decir, la
igualdad de deberes.
Una de las características de la república
peruana, es la división de poderes. Los poderes
establecidos por la Constitución son tres: legislativo,
ejecutivo y judicial. Cada uno de ellos tiene funciones propias
y, por lo tanto, no puede invadir el campo que le corresponde a
los otros.
Con la división de poderes se
persigue:
* Proteger la libertad y seguridad de los
individuos.
* Evitar la tiranía.
* Distribuir el trabajo
para hacerlo más eficiente.
El término "división de poderes" no se
ajusta exactamente a la realidad. En efecto, la diversidad de
órganos y funciones del estado no determina de manera
alguna la división del poder. El poder del estado es uno
solo. Lo que se divide son los órganos que ejercen ese
poder y las funciones que se les atribuyen. Por ello, el poder
del estado es único e indivisible, pero la actividad de
ese poder se realiza mediante diversos órganos a los que
se confían diferentes funciones.
La acción de gobernar comprende tres funciones,
que se corresponden con los tres
poderes establecidos:
Poder legislativo: su función específica
es la sanción de las leyes
Poder ejecutivo: es el poder administrador, el
que ejecuta o pone en vigencia las leyes y controla su
cumplimiento.
Poder judicial: es el encargado de la
administración de justicia.
Está desempeñado por la Corte Suprema de Justicia y
por los tribunales inferiores (juzgados letrados, civiles,
etc).
Armonía y coordinación
* El poder
legislativo participa en:
Funciones ejecutivas:
Cuando aprueba o rechaza los tratados
concluidos con las demás naciones y los
concordatos.
Cuando autoriza al poder ejecutivo a declarar la
guerra o hacer
la paz.
Cuando presta acuerdo para el nombramiento por el poder
ejecutivo de jueces, embajadores y jefes militares.
Funciones judiciales:
Cuando una de sus cámaras interviene como
acusadora del presidente, vicepresidente, ministros y miembros
del poder judicial (juicio político).
* El poder ejecutivo participa en:
Funciones legislativas:
Cuando promulga leyes o decretos
reglamentarios.
Cuando presenta proyectos de ley.
Cuando opone el veto a las leyes sancionadas por el
poder legislativo.
Funciones judiciales:
Cuando dispone indultos o conmutación de penas,
arrestos de personas durante el estado de sitio, nombramientos de
magistrados, etc.
* El poder judicial participa en:
Funciones legislativas:
Cuando declara la inconstitucionalidad de alguna ley del
Congreso o decreto del poder ejecutivo.
Funciones ejecutivas:
Cuando nombra y remueve a los funcionarios que se
desempeñan en los tribunales.
CONCEPTO DE PUEBLO
En su acepción actual, llamamos pueblo a la
totalidad de hombres y mujeres de una nación o estado. En
ese sentido, pueblo es sinónimo de población. en un sentido institucional,
pueblo es el depositario concreto de la
soberanía; la totalidad de los ciudadanos del estado que
ejercen sus derechos políticos y cumplen con sus deberes
cívicos.
DEFINICION DE MASA
Masificación equivale a
"despersonificación". Quien se ha masificado, ha perdido
las características de su personalidad.
La masa se caracteriza por:
A.- Inercia: la masa no se mueve ni decide por
sí, se deja arrastrar e influenciar por otro: el
caudillo.
B.- Despersonalización: los hombres masificados
pierden su personalidad. Piensan y quieren los que les hace
pensar el caudillo.
C.- Irresponsabilidad: los hombres en masa adquieren el
sentimiento de fuerza y de
irresponsabilidad que les da el anonimato.
CONCEPTO DE MULTITUD
La multitud se asemeja a la masa en cuanto es una
aglomeración de individuos, pero se diferencia de ella
porque sus integrantes actúan obedeciendo a un comportamiento
individual, no colectivo como la masa.
LA NACION
La nación es un grupo social cuyos integrantes
sintiéndose ligados por el pasado y el presente, tienen
conciencia de
colectividad y conciben el futuro como una empresa a
realizar en común.
Los individuos que la componen pueden pertenecer a
distintas razas o tener diferentes religiones o idiomas,
factores muy importantes para unir a los hombres, pero que no son
imprescindibles para construir una nacionalidad.
Un territorio propio tampoco es indispensable para la existencia
de una nación. La conciencia colectiva es la que une a
todos los hombres en una acción común.
La nación es siempre el producto de
una lenta evolución histórica. Un estado, en
cambio, puede crearse en un solo día. También se
diferencia de un estado porque carece de organización política y de una
estructura institucionalizada.
EL ESTADO
El estado es la nación jurídicamente
organizada y políticamente libre. Jurídicamente,
porque es conforme a derecho; políticamente, porque su
función es el gobierno.
Los elementos del estado son:
* Población: es el conjunto de hombres y mujeres
de cualquier edad que viven en el territorio del
estado.
* Territorio: es la base física del estado,
determina la jurisdicción de las autoridades, porque las
personas y las cosas que se encuentren en él son
alcanzadas por el poder político.
* Estructura jurídico-política: conjunto
de leyes que organizan un país.
* Gobierno: elemento ordenador y coactivo, ya que
está dotado de un poder soberano a fin de que haga posible
el cumplimiento de sus fines.
* Soberanía: independencia de cualquier poder
extraño.
LA Soberanía
Es el poder supremo e independiente que tiene el estado.
Por ser supremo no hay poder que esté sobre el estado; por
ser independiente, no está subordinado a ninguna autoridad
de ninguna esfera.
En virtud de ese poder supremo, el estado se organiza
internamente sin indiferencias extranjeras, dicta disposiciones a
los ciudadanos y establece las relaciones que mantendrá
con los demás estados.
Las provincias, en cambio, no son soberanas, porque
están subordinadas al poder central.
En las democracias representativas, mientras que el
pueblo es el soberano, son los órganos producidos por
él quienes la ejercen.
Cuando un país nace a la vida independiente, la
primera manifestación que hace de su soberanía es
ejercer el PODER CONSTITUYENTE.
Pero la soberanía del estado es política
y, por consiguiente, abarca al hombre sólo en su aspecto
político. Si pretendiera someterlo en todos los aspectos
de su vida, sería totalitarismo.
EL Poder público
Siempre que exista un fin legítimo que cumplir,
debe contarse con la capacidad necesaria para ejecutarlo. Por
ello decimos que poder público es la capacidad o fuerza
legítima que tiene el estado para hacer cumplir sus
decisiones y realizar sus fines.
La idea de poder está estrechamente relacionada
con la autoridad. La autoridad es un derecho: derecho de dirigir
y ordenar. La autoridad sin poder es ineficaz y el poder sin
autoridad es injusto.
* Bien público: la autoridad política es
limitada por su finalidad y no puede hacer nada que no conduzca
al bien público.
* Derechos naturales: el hombre es anterior al estado y
tiene derechos por su propia naturaleza.
* Ley moral: la
autoridad no puede realizar actos contrarios a ella.
* Orden religioso: la autoridad política no tiene
poder espiritual, de manera que no puede intervenir en asuntos
religiosos.
El poder ejerce efectos no sólo sobre los
recursos sino
también sobre las reglas y por eso fluye en todas las
relaciones sociales, crea
dispositivos y
regulaciones.
Las reglas de juego
sociales, sean ellas leyes, instituciones
o valoraciones culturales, a unos les abre posibilidades y para
otros significan límites.
El poder puede ser entendido como una relación
social consolidada, como una
estructura, en la que los individuos son
como balones de juego, que tienen que soportar un destino. Poder
consolidado se convierte en dominio.
El
capital es una relación social, que
estructura esencialmente el
espacio para la transformación y
organización de la polarización espacial social. El
capital
restringe las posibilidades de acción, determina acciones
incompletas y necesita incluso para su perduración actos
de hombres libres. En esta contradicción se arraiga una
nueva fuente de inestabilidad para el orden espacial
social.
Los
socialliberales tienen una
representación limitada porque para ellos la sociedad es
aceptada como inmodificable. La alternativa para este reformismo
poco entusiasta es la revolución, esto significa una
reconstrucción sin mirar siquiera por las pérdidas.
Los administradores de la casa deben ser derrocados y los nuevos
amos pueden así tener la posibilidad de hacerlo
mejor.
LAS ESTRUCTURAS DE UNA
SOCIEDAD
Las estructuras son reglas que ordenan la vida en
común de las personas, sin que las personas deban ser
conscientes de ellas. Las estructuras no son visibles, sino que
se hacen visibles a través del pensamiento.
En una primera aproximación las estructuras
pueden ser comprendidas como un modelo consolidado de
acción, el que mayormente conduce, aunque no
automáticamente, a través de modos regulares de
comportamiento y rutinas. Las estructuras describen la
estabilidad de un orden social.
Las estructuras están ligadas siempre a una
totalidad histórica-geográfica, en la que se
combinan la actualidad y el pasado con el futuro y definen un
campo de acción dinámico. Las estructuras son
siempre sólo instantáneas, en tanto la
estructuración permite reconocer a
las estructuras como producidas. Las estructuras no deben
entenderse como invariables, como muros de cemento en los
que la gente se rompe los dientes.
Estructura es un concepto que no permite ninguna
definición general, sino que puede ser descripta dentro de
determinados puntos de vista
teóricos
científicos.
En el
positivismo las estructuras son
regularidades que pueden ser observadas en la realidad. Estas
regularidades se pueden reconocer por medio de procedimientos
estáticos y sostenidos como modelos
sociales. Son generalizadas a través de la inducción o deducción.
Para la
investigación social interpretativa
las estructuras son invisibles. Son
abstracciones, que no pueden ser revisadas
a través de tests estáticos. Ellas crean un Set
interno, mutuamente objeto y práctica y son en ese sentido
órdenes sociales virtuales construidos.
LA ESTRUCTURACION COMO
PROCESO
La estructuración describe el proceso, como son
producidas las estructuras, las que están sujetas a un
cambio permanente.
La estabilidad describe sólo un caso particular
de la dinámica, como una foto instantánea
que muestra el vuelo
de una flecha. Con
estructuras se trata de la
organización potencial o fáctica de las
cambiantes relaciones sociales. De allí surge que, lo
importante es el proceso, la construcción, en tanto que la estructura es
sólo un momento de ese proceso.
De allí que "estructuración"
lingüísticamente sea más adecuado. Esto revela
la necesidad de un análisis dinámico de las relaciones
entre la estabilidad y el cambio. Las estructuras son por
consiguiente construcciones auxiliares, momentos de la
estructuración.
La estructuración como proceso incluye a los
hombres y mujeres, los que participan con sus acciones en la
reproducción y transformación de las
estructuras.
En un régimen
político en el que la soberanía
reside en el pueblo y es ejercida por éste de manera
directa o indirecta. Más concretamente, la política
es una forma de gobierno
en la cual, en teoría,
el poder para cambiar las leyes
y las estructuras de gobierno, así como el poder de
tomar todas las decisiones de gobierno reside en la
ciudadanía. En un sistema así, las
decisiones tanto
legislativas como
ejecutivas son tomadas por los propios
ciudadanos (democracia
directa) o por representantes escogidos
mediante elecciones
libres, que actúan representando los intereses de
los ciudadanos (democracia
representativa).
En la práctica, en la historia inicial de la
política y democracia son primos ya que el componente
directo son ambos, pero en la actualidad todos los sistemas
democráticos del mundo son principalmente de tipo
representativo.
Esta definición general tiene algunos matices. No
todos los habitantes de un determinado municipio, región o
estado democráticos participan en la política, sino
sólo aquellos que ostentan de pleno derecho la
condición de
ciudadanos, y dentro de estos, sólo
aquellos que eligen participar, generalmente mediante el voto en
unas elecciones
o cualquier otro proceso electoral como el referéndum.
LA
CULTURA EN LA
SOCIEDAD DEMOCRATICA
En aquellos países que no tienen una fuerte
tradición democrática, la introducción de elecciones
libres por sí sola raramente ha sido suficiente para
llevar a cabo con éxito
una transición desde una dictadura
a una democracia. Es necesario también que se
produzca un cambio profundo en la cultura política,
así como la formación gradual de las instituciones
del gobierno democrático. Hay varios ejemplos de
países que sólo han sido capaces de mantener la
democracia de forma muy limitada hasta que han tenido lugar
cambios culturales profundos, en el sentido del respeto a
la
regla de la mayoría, indispensable
para la supervivencia de una democracia.
Uno de los aspectos clave de la cultura
democrática es el concepto de "oposición leal".
Este es un cambio cultural especialmente difícil de
conseguir en naciones en las que históricamente los
cambios en el poder se han sucedido de forma violenta. El
término se refiere a que los principales actores
participantes en una democracia comparten un compromiso
común con sus valores
básicos, y que no recurrirán a la fuerza para
obtener o recuperar el poder.
Esto no quiere decir que no existan disputas
políticas, pero siempre respetando y reconociendo la
legitimidad de todos los grupos políticos. Una sociedad
democrática debe promover la tolerancia y el
debate
público civilizado. Durante las distintas elecciones
o referéndum,
los grupos que no han conseguido sus objetivos aceptan los
resultados, porque se ajusten o no a sus deseos, expresan las
preferencias de la
ciudadanía.
Especialmente cuando los resultados de unas elecciones
conllevan un cambio de gobierno, la transferencia de poder debe
realizarse de la mejor forma posible, anteponiendo los intereses
generales de la democracia a los propios del grupo perdedor. Esta
lealtad se refiere al proceso democrático de cambio de
gobierno, y no necesariamente a las políticas que ponga en
práctica el nuevo gobierno
Una de las críticas comunes a la democracia es la
que alega una supuesta ignorancia de la ciudadanía
acerca de los aspectos políticos, económicos
y sociales fundamentales en una sociedad. Esta ignorancia
haría que las decisiones tomadas por la gente fueran
erróneas en la mayoría de los casos, al no estar
basadas en conocimientos técnicos. Sin embargo, los
defensores de la democracia argumentan que la ciudadanía
no es ignorante, y achacan ese tipo de críticas al
interés que tienen las clases poderosas de anteponer
el
autoritarismo y la tecnocracia
a los intereses de la gente.
Este argumento suele ser esgrimido también por la
clase
política para descalificar los resultados de
referéndum y elecciones legítimas
y también en contextos en los que se plantean reformas en
busca de una profundización hacia formas de democracia
más
participativas o
directas que la
democracia representativa.
En cualquier caso, en todas las sociedades en las que es
posible el debate público, se asume que la democracia es
el menos malo de los sistemas políticos, pues conlleva
siempre una cierta aceptación del gobierno por parte del
pueblo al haber sido elegido por éste. Desde los
principios democráticos se considera que todo pueblo tiene
derecho a equivocarse y que siempre es mejor cuando el error es
asumido como propio por la sociedad que no cuando éste es
culpa de unas pocas personas expertas, que podrían a pesar
de todo equivocarse, o incluso actuar según intereses
políticos ajenos a la mayoría de
ciudadanos.
Puede argumentarse también que la ignorancia se
traduce en las elecciones en
abstención, por lo que es poco probable
que tenga un peso real en la toma de
decisiones (esto no es cierto en los países en que
todos sus ciudadanos están obligados a votar, aquí
la ignorancia sí desempeña un papel más
importante).
Aunque a efectos de cuantificar el grado de ignorancia
popular a través de la abstención, se considera que
la abstención recoge tanto los votos de quienes se dicen
desconocedores de temas políticos (apolíticos) como
de aquellos a quienes no les satisface el sistema en sí o
ninguno de los candidatos y/o partidos que se presentan, por lo
que muchas veces es difícil separar la abstención
por ignorancia de la abstención de protesta.
LA
TIRANIA SOCIAL DE UNA SOCIEDAD POLITICA
La
regla de la mayoría en la que se
basa la democracia puede producir un efecto negativo conocido
como la tiranía de la mayoría. Se refiere a la
posibilidad de que en un sistema democrático una
mayoría de personas pueden en teoría perjudicar o
incluso oprimir a una minoría particular. Esto es negativo
desde el punto de vista de la democracia, pues ésta trata
de que la ciudadanía como un todo tenga mayor
poder.
He aquí algunos ejemplos reales en los cuales una
mayoría actúa o actuó en el pasado de forma
controvertida contra las preferencias de una minoría en
relación a temas específicos:
* El tratamiento de la sociedad hacia los homosexuales
también se suele citar en este contexto. Un ejemplo es la
criminalización de los homosexuales en
Gran Bretaña durante el siglo XIX y
parte del XX, siendo famosas las persecuciones de Oscar
Wilde y Alan
Turing.
* La mayoría normalmente obliga a la
minoría rica a pagar impuestos sobre
la renta cada vez más altos, que luego se destinan a
propósitos sociales.
* Algunos piensan que los consumidores de droga son una
minoría oprimida por la mayoría en muchos
países, mediante la criminalización del consumo de
droga. En muchos países, los presos relacionados con la
droga pierden su derecho a votar.
* La
democracia ateniense ejecutó
a
Sócrates por impiedad, esto es, por
disentir, aunque es objeto de controversia la pertinencia de este
hecho de cara a las democracias modernas.
* En Francia,
hay quienes consideran que las actuales prohibiciones sobre la
muestra de símbolos religiosos personales en las
escuelas públicas es una violación de los derechos
de las personas religiosas.
* En los
Estados Unidos:
– Los activistas anti-aborto
habitualmente se refieren a los niños
que no han nacido como una minoría oprimida y
desvalida.
– La edad de alistamiento para la
guerra de Vietnam fue criticada por ser
una opresión hacia una minoría que no tenía
derecho a votar, aquellos de 18 a 21 años. Como respuesta
a esto, la edad de alistamiento se subió a 19 años
y la edad mínima para votar se rebajó. Aunque ya
podían votar, aquellas personas sujetas al alistamiento
seguían siendo una minoría que podía
considerarse oprimida.
– La distribución de pornografía es ilegal si el material viola
ciertos "estándares" de decencia.
Los defensores de la democracia exponen una serie de
argumentos como defensa a todo esto. Uno de ellos es que la
presencia de una
constitución actúa de
salvaguarda ante una posible tiranía de la mayoría.
Generalmente, los cambios en estas constituciones requieren el
acuerdo de una
mayoría calificada de
representantes, o que el poder judicial avale dichos cambios, o
incluso algunas veces un
referéndum, o una combinación de
estas medidas. También la
separación de poderes en
poder legislativo,
poder ejecutivo y
poder judicial hace más difícil
que una mayoría poco unánime imponga su
voluntad.
Con todo esto, una mayoría todavía
podría discriminar a una minoría, pero dicha
minoría ya sería muy pequeña (aunque no por
ello dicha discriminación deja de ser
éticamente cuestionable).
Otro argumento es que una persona suele estar de acuerdo
con la mayoría en algunos asuntos y en desacuerdo en
otros. Y también las posturas de una persona pueden
cambiar. Por tanto, los miembros de una mayoría pueden
limitar la opresión hacia una minoría ya que ellos
mismos en el futuro pueden ser parte de una minoría
oprimida.
Un último argumento común es que, a pesar
de los riesgos
comentados, la regla de la mayoría es preferible a otros
sistemas, y en cualquier caso la "tiranía de la
mayoría" es una mejora sobre la "tiranía de una
minoría". Los defensores de la democracia argumentan que
la estadística empírica evidencia
claramente que cuanto mayor es la democracia menor es el nivel de
violencia interna. Esto ha sido formulado como "ley de Rummel",
la cual sostiene que a menor nivel de democracia hay más
probabilidades de que los gobernantes asesinen a sus propios
ciudadanos
Un caso histórico muy debatido de 'tiranía
de la mayoría' es el ascenso al poder de
Adolf Hitler y el consiguiente desarrollo
del nazismo.
Hitler
ganó las elecciones en la democrática
república de Weimar en 1933, al
liderar la minoría más votada.
Lo primero a señalar es que en todo caso se
trataría de un ejemplo de la "tiranía de una
minoría", ya que Hitler nunca ganó por
mayoría. Además, algunos sistemas electorales dan
el poder a la persona o facción que lidera la
minoría más grande, pero muchos otros no lo
hubieran permitido, por lo que el ascenso de Hitler al poder debe
enmarcarse como un producto de un sistema electoral concreto y no
de la democracia en general.
También hay que tener en cuenta que la
constitución vigente en aquel
contexto permitía el establecimiento de poderes
dictatoriales y la suspensión de la mayoría de la
propia constitución en caso de "emergencia", sin
ningún tipo de votación, algo impensable en la
mayoría de democracias modernas. De cualquier forma es
importante señalar que las violaciones a los
derechos humanos más grandes
tuvieron lugar después de que Hitler aboliera por completo
el sistema democrático que le llevó al
poder.
Podría concluirse que la democracia que
aupó a Hitler no estaba correctamente blindada contra su
conversión en una dictadura,
como sí lo están las democracias
modernas
LA
ESTABILIDAD POLITICA Y LAS GUERRAS
La democracia es un sistema en el que la
ciudadanía puede quitar de sus puestos a los gobernantes
sin tener que cambiar toda la base legal del gobierno. En este
sentido la democracia reduce la inestabilidad política y
asegura a los ciudadanos que por mucho que disientan de las
políticas del gobierno en un momento dado, siempre
tendrán una oportunidad regular de cambiar a quienes
gobiernan, o incluso de cambiar directamente las políticas
con las cuales no están de acuerdo, en los casos en que
la
democracia representativa se combine con
la
democracia directa. La mayoría de
la gente coincide en que esto es preferible a un sistema en el
que los cambios políticos se llevan a cabo por medio de la
violencia, lo que desemboca la mayoría de las veces en
un
golpe de estado o una
guerra civil.
Por otra parte, las evidencias
empíricas parecen mostrar que dos democracias nunca o casi
nunca han entrado en una guerra. Un ejemplo es un estudio de
todas las guerras
sucedidas desde 1816 hasta 1991, en el que se definió
"guerra" como acción militar con más de 1000 bajas
en combate y "democracia" como un estado con más de dos
tercios de la población masculina con derecho a voto. El
estudio encontró 198 guerras entre "no-democracias", 155
guerras entre democracias y no-democracias, y ninguna guerra
entre democracias. De todas formas, este planteamiento sigue
suscitando polémica y está sujeto a una gran
investigación académica y
debate.
Cuando la guerra se produce, las democracias a veces
responden con lentitud a causa de los requisitos legales y
burocráticos necesarios para tomar decisiones. En una
democracia normalmente el parlamento debe aprobar una
declaración de guerra antes de
comenzar o incorporarse a las hostilidades, aunque algunas veces
el ejecutivo tiene poder para tomar la iniciativa simplemente
informando al parlamento de la decisión. Además, si
se instituye un alistamiento de cara a la eventual guerra, la
ciudadanía puede protestar. Las monarquías y
dictaduras en teoría pueden actuar inmediatamente por no
estar sujetas al funcionamiento legal y burocrático de las
democracias, pero a menudo no lo hacen, e históricamente
las monarquías también realizaban declaraciones de
guerra. A pesar de todo lo comentado, o quizá a causa de
ello, históricamente las democracias han sido capaces de
mantener su seguridad.
LA
POBREZA DE UNA
SOCIEDAD
Parece existir una relación entre democracia y
pobreza, en el sentido de que aquellos países con mayores
niveles de democracia poseen también un mayor
PIB
per cápita, un mayor
índice de desarrollo humano y un
menor índice de pobreza.
Sin embargo, existen discrepancias sobre hasta
qué punto es la democracia la responsable de estos logros.
Algunos sostienen la teoría de que a mayor capitalismo,
medido por ejemplo mediante el
Índice de Libertad
Económica, mayor es el
crecimiento económico, lo cual
produce a su vez prosperidad, reduce la pobreza, y
causa una mayor democratización.
Un importante economista, Amartya
Sen, ha señalado que ninguna democracia
ha sufrido nunca una gran hambruna, incluidas democracias que no
han sido muy prósperas históricamente, como
India,
que tuvo su última gran hambruna en 1943 (y que algunos
relacionan con los efectos de la
Segunda Guerra Mundial), y que sin embargo
tuvo muchas otras en el siglo XIX, todas bajo la
dominación británica
La democracia aparece por primera vez en Grecia
en el 500
a.C.. Las pequeñas dimensiones y la
escasa población de las polis
(o ciudades griegas) explican la posibilidad de que
apareciera una asamblea
del pueblo de la que formaban parte todos los ciudadanos
hombres libres. Esta asamblea fue el símbolo del gobierno
popular, sin embargo solo participaba el 25% de la
población (apenas 40.000 ciudadanos ya que estaban
excluidos las mujeres libres, los esclavos y los extranjeros
residentes). En la
democracia griega no existía
la
representación, los cargos de
gobierno eran ocupados alternativamente por todos los ciudadanos
y la
soberanía de la asamblea era absoluta.
Todas estas restricciones y la reducida población de
Atenas (unos 300.000 habitantes) permitieron minimizar las obvias
dificultades logísticas de esta forma de
gobierno.
En
Roma, la caída de la
monarquía etrusca
condujo al pueblo al poder conformándose así
la
República Romana. En ella,
el
poder legislativo correspondía al
Senado y el
poder ejecutivo lo conformaban las
magistraturas, cuestores,
pretores
y cónsules
entre otros cargos, que eran elegidos por los ciudadanos
con derechos, los patricios
inicialmente y posteriormente también la
plebe,
en verdaderas campañas electorales en las que se
renovaban, por elección directa, multitud de cargos
públicos. Con el tiempo el sistema fue degenerando.
Los
senadores no eran electos, mas tenían un
poder grandísimo. Con la expansión territorial la
República se convirtió en difícilmente
gobernable y degeneró en los Triunviratos
para convertirse, finalmente, en
Imperio de manos de
Julio César y, sobre todo de
Augusto.
Aunque durante la Edad
Media se utilizó el término de
democracias urbanas para designar a las ciudades comerciales,
sobre todo en Italia
y Flandes,
estas eran gobernadas en realidad por un régimen
aristocrático. También existieron algunas
democracias llamadas campesinas, como la de Islandia,
cuyo primer Parlamento
se reunió en 930, y la de los
cantones suizos en el siglo XIII. En
escritores como
Guillermo de Ockham,
Marsilio de Padua y
Altusio aparecen concepciones sobre la
soberanía del pueblo, que fueron consideradas como
revolucionarias y que más tarde serían recogidas
por autores como Hobbes,
Locke
y Rousseau.
El
protestantismo fomentó la reacción
democrática al rechazar la autoridad del Papa,
aunque por otra parte, hizo más fuerte el poder temporal
de los
príncipes. Desde el lado
católico,
la
Escuela de Salamanca atacó la idea
del poder de los reyes por designio divino, defendiendo que el
pueblo era el receptor de la
soberanía. A su vez, el pueblo
podía retener la soberanía para sí (siendo
la democracia la forma natural de gobierno) o bien cederla
voluntariamente para dejarse gobernar por una
monarquía. En 1653 se publicó
en Inglaterra
el
Instrument of Government, donde se
consagró la idea de la limitación del
poder político mediante el
establecimiento de garantías frente al posible abuso
del
poder real. A partir de 1688 la democracia
triunfante en Inglaterra se
basó en el principio de
libertad de discusión, ejercida
sobre todo en el Parlamento.
Las instituciones inglesas influyeron en el continente
europeo a través de escritores que, como Montesquieu,
encontraban en ellas la realización perfecta de la
libertad
ciudadana, que quedaría definitivamente incorporada
a la democracia occidental con la
Declaración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano. Para los filósofos del siglo XVIII la esencia de la
democracia consistía en el derecho del pueblo a designar y
controlar el gobierno de la nación. A partir de la
revolución estadounidense se
inspiraron en este ideal las instituciones políticas de
varios países que, junto con las ideas democráticas
expandidas por la
Revolución Francesa, y las
ideas
liberales, constituyeron la base
ideológica sobre la que se desarrolló toda la
evolución política del siglo XIX.
Las
constituciones de
1812 en España y de
1848 en Francia ya son
prácticamente democráticas, aunque la democracia
española vivió ciertos retrocesos durante el siglo
XIX. La evolución democrática inglesa fue mucho
más lenta y se manifestó en las sucesivas reformas
electorales que tuvieron lugar a partir de 1832 y que culminaron
en 1911 con la Parliament Act, que consagró la definitiva
supremacía de la
Cámara de los Comunes sobre
la
de los Lores.
Actualmente la mayoría de la población de
los países democráticos asume que el desarrollo
histórico de la democracia termina con la
democracia representativa, que es la
solución más ampliamente implantada a nivel
mundial, y que ésta puede ser refinada pero no
sustancialmente mejorada. Sin embargo, algunos colectivos e
individuales a lo largo del mundo defienden que se puede seguir
profundizando en la democracia, de ahí el cierto auge del
debate en torno a la
democracia participativa y la
democracia directa.
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