La Orientación. Aprendizaje como proceso: elemento dinamizador del aprendizaje
a distancia
En este trabajo aborda
la dinámica de los procesos
educativos a distancia, desde la perspectiva de su
dinámica, entendida como el proceso de
orientación-aprendizaje. Se destaca la definición y
su modelación, sustentado en la relación
"dimensión – etapas -momentos".
Palabras claves: Educación a
distancia
La educación a
distancia como modalidad se está implementado con
mucha rapidez en la mayoría de las instituciones
educativas. Estos procesos son descritos y/o explicados por
diferentes teorías, desarrolladas a partir de casi un
siglo de existencia, entre las que se pueden mencionar: de la
independencia
y autonomía, de la interacción y comunicación, industrialización y
del diálogo
didáctico mediado, etc. No obstante, es imposible
inferir en ellas cómo conducir el proceso de
orientación al aprendizaje, entendido como asistencia o
apoyo.
Es en tal sentido que se encamina el presente trabajo,
es decir, en fundamentar una propuesta de modelo que
permita desarrollar el proceso de asistencia (orientación)
al aprendizaje del estudiante que está separado física y
psicológicamente de la institución educativa que lo
pretender formar.
Para darle solución a esta problemática se
utilizaron el método
sistémico-estructural y el de modelación. El
primero permitió establecer los componentes, así
como las relaciones entre ellos, conformando una nueva cualidad
como totalidad, determinando la estructura y
jerarquía de cada componente y su dinámica; el
segundo permitió crear una abstracción del proceso
de asistencia que permita explicar esta realidad, cuya
condición fundamental es la relación entre el
modelo y el objeto que es modelado para que exista
correspondencia y uan manera de sustitución de esa
realidad que se estudia.
McIsaac M. J. y Gunawaderna C. N. (1996) plantean que no
existe una única teoría
de educación a distancia que explique sus fundamentos,
estructuras y
propósitos, funciones,
posibilidades, guíe la práctica y la investigación.
Las teorías de Educación a distancia son
constructos científicos, consistentes en la
sistematización de leyes, ideas,
principios y
normas, con el
objetivo de
describir, explicar, comprender y predecir el fenómeno
educativo en la modalidad a distancia y regular la
intervención pedagógica.
Keegan D. J. (1996) clasificó a estas
teorías en tres grandes grupos:
- Teorías de la Independencia y la
autonomía (Wedemeyer C. .A. y Moore G. ) - Teoría de la Industrialización (Peters,
O. ). - Teorías de la interacción y la
comunicación (Holmberg, B. y Bååt, J. A.
Garrison, D. R. Shale, D.)
Todas las teorías describen y/o explican el
proceso educativo a distancia, más aún, insisten en
la necesidad de un sistema de
asistencia; sin embargo ninguna describe o explica cómo se
debe realizar este.
Es en este sentido, en que se dirige el siguiente
trabajo, el que centrará el énfasis en fundamentar
cómo se debe realizar la asistencia por parte del equipo
docente al proceso de aprendizaje de los estudiantes.
Para fundamentar el proceso de asistencia al aprendizaje
individual y colaborativo de los estudiantes por parte del equipo
docente utilizaremos el método de modelación y el
sistémico estructural, ya que nos permiten realizar
abstracciones para explicar una realidad educativa, siendo el
modelo un sustituto del objeto en cuestión y mediante el
sistémico determinaremos los componentes y las relaciones
entre estos, las que permitirán la determinación de
la estructura y dinámica del fenómeno o
acontecimiento (Objeto).
Toda modelación independientemente del aspecto de
la realidad que anticipe, según Rossental, M. y Iudin, P
(1982), se identifica con la reproducción de las propiedades del objeto
que se estudia en otro análogo, que se construye,
según reglas.
Esta operación ocurre a través de la
elaboración del modelo. Muy relacionado con ello y
compartiendo el criterio de Álvarez de Zayas, C, (2002),
concordamos que la modelación está estrechamente
relacionada con la caracterización de los elementos del
proceso que se representa y la relación que existe en
ellos.
La modelación del proceso educativo a distancia
asistida en la Universidad de
Pinar del Río (Frías, Y. y Malagón, M. 2005)
determinó que el control es el
resultado de la intersección de los macrocomponentes
(Equipo docente, estudiantes, Unidad) y los microcomponentes
(independencia, habilidad y apoyo).
Un análisis al modelo permite observar que es
necesario desarrollar un proceso de negociación que ponga los elementos del
modelo triádico en un balance consciente para que los
estudiantes puedan realizar los ajustes conductuales
correspondientes, negociación que obliga a fomentar el
acercamiento e individualización del proceso de manera
intencional y activa por parte de los docentes
(apoyo).
Significa que el énfasis no estará en el
qué (contenidos) del aprendizaje, sino en
que debe desplazarse la preocupación por el propio proceso
de aprendizaje, por el cómo, lo cual es
más congruente con lo expresado por Piaget, J.
… "El estudiante no solo aprende lo que aprende sino
como lo aprende" …
En este caso específico, concebimos un modelo que
tiene su origen en un conjunto de principios y categorías
que se integran en sus componentes y constituyen el marco
referencial a partir del cual se fundamenta.
Por su carácter se cataloga como, modelo
concéntrico, jerarquizado en la relación:
dimensión – etapa –
momento. El mismo concibe una nueva manera de
investigar el proceso educativo a distancia desde la perspectiva
de su dinámica (ejecución), es decir, desde el
proceso de orientación –
aprendizaje.
Significa, por tanto, que la función de
los docentes no se identifica con el de la
enseñanza (transmisión) sino con la
orientación (ayuda, apoyo). Es decir, que la
atención se desplaza de un proceso de
enseñanza – aprendizaje a uno de
orientación – aprendizaje.
Es pues, el proceso de orientación –
aprendizaje, el que dinamiza el proceso educativo
a distancia y se manifiesta en la tutoría, consultoría, asistencia,
etc.
La ausencia de la tutoría, consultoría,
asistencia, etc. debilita el proceso educativo a distancia de tal
manera que lo puede extinguir, por lo que se necesita que la
misma se haga cuidadosamente, enfatizando su carácter
sistémico y sistemático.
Para emitir una definición del proceso de
orientación-aprendizaje, realizaremos un
un análisis a los componentes de esta
díada. El primer componente es la orientación,
utilizando el método comparativo valoraremos las distintas
definiciones que plantean los autores con relación a esta
categoría:
La orientación debe ser considerada como el
servicio
destinado a ayudar a los alumnos a escoger inteligentemente
entre varias alternativas, ayudarlos a conocer sus habilidades
y limitaciones y ayudarlos adaptarse a la sociedad
donde viven (Jacobson, P. y Revis, W., citado por
Morejón , R. 1996).
La orientación es el proceso por el cual son
descubiertas y desarrolladas las potencialidades de un individuo a
través de sus propios esfuerzos, por su propia felicidad
y para la utilización social. (Strang, R. y Hatchev. L.
, citado por Morejón , R. 1996).
La orientación tiene como propósito
asistir al educando para que adquiera suficientes conocimientos
de si mismo y de su medio
ambiente, para ser capaz de utilizar más
inteligentemente las oportunidades educacionales ofrecidas por
la Escuela y la
Comunidad
(Ross, C., citado por Morejón , R. 1996).
Orientación es una forma de asistencia
sistemática aparte de la instrucción regular,
proporcionada a los alumnos, u otras personas, para ayudarlos a
adquirir conocimientos y sabiduría, libre de
compulsión o prescripción y calculada a estimular
la auto dirección. (Good, C., citado por
Morejón , R. 1996).
La orientación es la relación de
ayuda, en la que uno de los participantes intenta sugerir, de
una o ambas partes una mejor apreciación y
expresión de los recursos
latentes del individuo, y un uso más funcional de estos.
(Rogers, C., citado por Morejón , R.
1996).
La orientación es un proceso de ayuda,
consejería para fomentar en las personas la auto
realización, no a curar enfermedad. (Maslow, A.,
citado por Morejón , R. 1996).
La orientación es un servicio destinado
fundamentalmente a facilitar que los individuos normales
realicen las elecciones de los que depende su desarrollo
(Tyler, L, citado por Morejón , R. 1996).
En todas estas definiciones encontramos aspectos que
caracterizan la orientación, en cuanto al proceso en
sí, su finalidad y función, que convienen
mencionarlos por el valor que
tienen en cuanto a su concepción general:
- La orientación es vista como ayuda,
servicio o asistencia que le ofrece un sujeto de
mayor preparación a uno que además de tener
menos, lo demanda,
es decir, se trata de un fenómeno que no se da aparte,
sino como parte de la relación humana, por lo que se
considera, comunicación. - La orientación tiene carácter
regular, sistemático, o sea es ante
todo, un proceso. - La orientación surge como necesidad
derivada de problemas
de las personas, que provocan en ellas la
búsqueda interna, el autoconocimiento de las
potencialidades, lo que significa aprehenderse a si mismo,
por consiguiente podemos catalogar dicha actividad como una
forma especial de aprendizaje vital y
significativo. - La orientación persigue que la persona se
autorrealice, se perfeccione, que logre superar
obstáculos y se decida por alternativas que lo
mejoren, o sea que lo desarrollen.
Podemos concluir este análisis comparativo con
las palabras del Dr.. Gustavo Torroella González (1992)
que plantea … "el fin de la orientación es la de
formar una personalidad,
sana, eficiente y madura, con un desarrollo integral de todas sus
potencialidades fundamentales, para prepararlo para la vida, que
es prepararlo para realizar tareas propias de cada
edad"…
Finalmente nuestra propuesta fundamentará la
orientación simultáneamente como
comunicación, aprendizaje y desarrollo.
Nuestro análisis continua con el segundo
componente de la díada , es decir, el aprendizaje.
Con respecto a este concepto,
también existen diversas concepciones e
interpretaciones:
Díaz Bondenave, (1986) ofrece la siguiente
definición: … "Llamamos aprendizaje a la
modificación relativamente permanente en la
disposición o en la capacidad del hombre,
ocurrida como resultado de su actividad y que no puede
atribuirse simplemente al proceso de crecimiento y
maduración"
Cotton, (1989, citado por Pérez Gómez,
1993) afirma que el aprendizaje es un proceso de
adquisición de un nuevo conocimiento
y habilidad, que debe implicar una retención del
conocimiento o de la habilidad en cuestión que permita
su manifestación en un tiempo
futuro.
Maillo Alfonso (1973, citado por Bravo, L. 2005)
define el aprendizaje como el cambio de
comportamiento de relativa permanencia no
atribuible ni al desarrollo madurativo ni a la
fatiga.
De la Torre, M, (s/f), citado por Bravo, L. 2005)
plantea que el aprendizaje es el cambio de la
disposición o capacidades humanas, con carácter
de relativa permanencia y que no es atribuible simplemente al
desarrollo.
Mello, C. (1974, citado por Bravo, L 2005) manifiesta:
"El aprendizaje es modificar el comportamiento por medio del
adiestramiento o de la
experiencia".
González , A. (1995, citado por Bravo, L, 2005)
le introduce nuevos elementos a la definición de
aprendizaje diciendo: "Aprendizaje es el proceso por el cual
el sujeto cambia como consecuencia de un estímulo
externo, experiencia o reflexión, en término de
cambio en conocimiento, habilidad o actitudes".
Por su parte Arnaz, J. (1999) define que el
aprendizaje es un término que se utiliza en dos
sentidos: a) como proceso, por el cual los educandos
experimentan transformaciones en su conducta; b)
como producto de
dicho proceso, esto es, las transformaciones efectuadas, los
cambios de conductas ocurridas.
En base a estas definiciones, se puede decir que el
aprendizaje es el proceso mediante el cual el hombre
cambia o modifica su comportamiento, estructura o enriquece su
personalidad, adquiere nuevos conocimientos, actitudes,
habilidades, destrezas, etc., que le ayudan a desenvolverse de
manera eficiente en su vida social, cultural y personal.
Este proceso es el resultado de la interacción
del sujeto con el medio ambiente donde
se encuentra inmerso, se propician las experiencias, recibe los
estímulos que lo conducen a la actividad reflexiva y
produce la transformación de sus esquemas
mentales.
Para que se produzca el aprendizaje es necesario contar
con la atención, empeño y esfuerzo del aprendiz, ya
que el aprendizaje es un efecto interno que necesita de la
disposición del aprendiz para analizar, comprender y
asimilar la información; de esta forma puede
internalizarla produciendo cambios en su personalidad y modo de
actuar en su vida intelectual o afectiva.
El aprendizaje puede ser entendido: (Pérez
Gómez, 1993):
- 1. Como producto, es decir, el resultado de
una experiencia o el cambio que acompaña a la
práctica. - 2. Como proceso en el que el comportamiento se
cambia, perfecciona o controla - 3. Como función ya que es el cambio que
se origina cuando el sujeto interacciona con la
información.
En otro orden de cosas existen una serie de factores
contrapuestos que condicionan el propio aprendizaje
(García Aretio, L. 1997):
- Heterogeneidad del grupo
(edad, ocupación, motivaciones, experiencias,
aspiraciones, etc.). - Intereses del escolar (ocupación, bienestar
familiar, ascenso social y laboral,
autoestima, etc.). - Motivación hacia el estudio (espontaneidad,
intensidad, persistencia, etc.). - Preocupaciones, confianza y seguridad
en si mismo. - Responsabilidad ante el estudio.
- Personalidad en formación.
- Experiencias de aprendizaje (relaciones con los
hechos de la vida).
Cuando se pretende estudiar, la meta suele ser
prioritariamente una: Aprender. Pero debería ser aprender
bien, porque aprender no es memorizar apartados inconexos, con el
fin de volcarlos durante el examen. Son muchos los estudiantes
que dedican la mayor parte del tiempo de estudio a memorizar
literalmente ideas, conceptos, hechos, principios, etc. sin
detenerse a realizar:
- Proceso de comprensión de lo que son
capaces de repetir. - Un análisis de los términos
memorizados. - Una aplicación, si es el caso, a
realidades, situaciones o aprendizajes futuros. - Una reelaboración o síntesis
de lo estudiado con el fin de hacerlo propio. - Una valoración, cuando sea preciso,
de las ideas o conceptos que pretenden
aprenderse. - Una organización y relación de las
nuevas ideas aprendidas con las que ya formaban parte de
la
memoria.
Compartimos con Gracía Aretio, L. (1997) que se
aprende sólidamente si existe:
- Esfuerzo por comprender (entender).
- Esfuerzo por ubicar las nuevas ideas en la mente,
relacionándolas con las ya existentes. - Expresión verbal o escrita de forma
organizada.
Cuando ocurre el aprendizaje existe satisfacción
porque es un logro no solo intelectual sino también
experiencial y afectivo, fruto de la iniciativa
humana.
En tal sentido, el presente trabajo define el
proceso de orientación – aprendizaje como aquel
proceso de ayuda continúa individual y/o grupal, con
carácter intencional en el ámbito afectivo –
cognitivo que favorece el desarrollo
personal y profesional de los estudiantes.
El modelo para la ejecución del proceso educativo
a distancia está basado en la relación entre los
componentes del proceso de orientación –
aprendizaje, (orientación afectiva –
orientación cognitiva). La selección
de estos como componentes del proceso de orientación –
aprendizaje se realiza a partir de los siguientes
criterios:
- La integridad del proceso de orientación
afectiva – cognitiva, pues a partir de ello se establecen sus
nexos y relaciones esenciales, en correspondencia con la unidad
de estudio. - La orientación afectiva – cognitiva enmarca el
funcionamiento de la orientación – aprendizaje
como proceso a través de las etapas diagnostico,
pronóstico, tutela,
observación, construcción y
representación. - Los momentos de las etapas diagnóstico, pronóstico, tutela,
observación, construcción y representación
encierran la función movilizadora, direccional y
reguladora del proceso de orientación-aprendizaje, en su
condición de mecanismo conducente al
aprendizaje
Una representación ideal del modelo responde a un
sistema circular concéntrico, que se erige sobre
una circunferencia, que subyace en el centro del conjunto y que
constituye en su condición de resorte cíclico,
punto común de todo el sistema. Pues, representa la
estructura curricular donde sucede y se evalúan los
componentes esenciales del modelo y sus relaciones. Es decir, la
unidad de estudio. Es en ella donde se logra el dominio de la
habilidad a través de un sistema de tareas, aquí es
donde se obtiene un resultado, el aprendizaje.
El modelo para la ejecución de la
orientación – aprendizaje como proceso y las
relaciones que entre sus elementos se establecen se representa a
continuación.
En el segundo círculo se encuentran dos
puntos que constituyen centros de otros anillos. Estos
representan las dimensiones (componentes esenciales) del
proceso que se estudia, los cuales mantienen una relación
dialéctica entre sí.
Uno de los centros es la orientación
afectiva, constituyendo la dimensión educativa
del modelo y asumimos las siguiente definición
"proceso individualizado y/o grupal de ayuda continua al
educando en su progresiva realización personal, lograda a
través de la libre asunción de valores, y
ejercido intencionalmente por los educadores, en situaciones
diversas que entrañen comunicación" (Gordillo, M,
1984).
El proceso de orientación afectiva se ejerce
sobre la
personalidad en su carácter de sistema
(configuración subjetiva), lo que implica la unidad entre
lo cognitivo y lo afectivo como célula
esencial que caracteriza la regulación del comportamiento
humano.
También se expresa lo general y lo particular: El
crecimiento y maduración de la personalidad del estudiante
se instrumenta de forma particular en dependencia de sus
características, las cuales son específicas e
irrepetibles.
Otro aspecto, es la consideración de lo
individual y lo social, de lo interno y lo externo, el estudiante
debe interiorizar un conjunto de normas y valores sociales que
operan en el plano interno, y que deben guardar cierta
congruencia con lo expresado y aceptado a nivel social. La
vía esencial para lograr la orientación educativa
es la comunicación, en donde las partes implicadas
reflexionan, valoran y expresan sus propias conclusiones,
vivencias y valorizaciones.
La orientación afectiva estará dirigida a
los ámbitos personal, escolar y profesional. En el
ámbito personal se ofrece un servicio de atención
psicológico o clínico, para auxiliarlo ante una
determinada problemática que obstaculiza su desempeño, su adaptación al ambiente
o su elección vocacional; en el ámbito escolar se
ofrece ayuda para mejorar su aprovechamiento académico y
se instrumenta con técnicas de
estudio, de lectura
dinámica y de preparación de exámenes; y en
el ámbito profesional se ofrece consejo para llegar y
prepararse en una profesión, donde lo importante es
establecer congruencia entre los intereses del educando y el
mercado de los
profesiones.
El otro centro es la orientación
cognitiva, constituyendo la dimensión
instructiva, entendida como el proceso individualizado
y/o grupal de ayuda continua al estudiante en su progresiva
realización profesional (potencialidad intelectual),
lograda a través del domino de conocimientos y habilidades
y ejercido intencionalmente por los docentes, en situaciones
diversas que entrañen
comunicación.
El desarrollo de la potencialidad cognoscitiva en el
estudiante implica que este participe activamente en su proceso
de aprendizaje.
Estos centros del segundo anillo (subsistemas) irradian,
a través de sus centros, nuevas configuraciones, que
conforman una tercera circunferencia concéntrica,
pero que poseen también en su superficie puntos que
constituyen centros de subsistemas menores (etapas), que a su vez
establecen relaciones entre sí como subsistemas
independientes, pero subordinados en su funcionalidad al
subsistema primario que funciona en el circulo dos.
La orientación afectiva se estructura en tres
etapas, las cuales son:
1. Diagnóstico: etapa, en la que el
orientador (docente) del sujeto orientado (estudiante) promueve
el autoconocimiento del mismo, determinando la
problemática que le afecta y las opciones posibles para
su solución, así como los recursos con que cuenta
para alcanzarlo.
Es decir, se trata de profundizar en las
características psicológicas del sujeto
orientado, tanto en el orden intelectual como
personológico.
2. Pronóstico: Etapa, en que se analizan
las distintas posibilidades del sujeto orientado, las
decisiones que puede adoptar previendo posibles consecuencias y
esfuerzos que se requieren.
Es una etapa de predicción, de
elaboración de hipótesis acerca del nivel de éxito
o rendimiento académico que podrá obtener el
estudiante.
3. Tutela: Es la etapa de
operacionalización de la orientación, ya que
está dirigida a la elaboración de un plan de
acciones o
metas y las estrategias
para alcanzarlas, en función de lo que el educando puede
y desea realizar.
La orientación instructiva se estructura,
también en tres etapas:
1. Observación: Etapa de
problematización del tema, en la cual se pretende llamar
la atención del estudiante sobre el objeto, hechos o
fenómenos, tal como se presentan en la realidad, en la
misma se deben incorporar datos, mediante
procedimientos
lógicos (inductivo-deductivo, análisis-síntesis, hipotético-deductivo), a
los que se habían adquiridos por
intuición.
La observación puede ser tanto a objetos
materiales,
como a hechos o fenómenos de otra naturaleza.
La misma puede darse de forma directa, la que se realiza sobre
el objeto, hecho o fenómeno real; y de manera indirecta,
la que se hace en base a su representación
gráfica o multimedial.
La observación se limita a descripción y registro de
fenómenos sin modificarlos, ni externar los juicios de
valor.
En esta etapa se realiza un análisis de la
situación dada en el objeto, esto es, el problema.
Aquí se debe incluir una actualización de los
contenidos anteriores que son necesarios para enfrentar y
resolver el problema planteado. Se trata de que el estudiante
disponga de una base necesaria para poder
comprender el problema planteado y buscar
vías para su solución. Las acciones que puede
realizar el estudiante son comprar y hacer
inferencias.
La forma organizativa "encuentro" (conferencia
problémica, video
lección problémica o encuentro a distancia en
forma de audioconferencia problémica o video conferencia
problémica) es la recomendada para ejecutar la etapa de
observación, en la que se puede utilizar el
método de exposición problémica, para buscar
las contradicciones entre la cultura del
estudiante, lo conocido y lo que es necesario conocer, esto es
el contenido, la nueva cultura.
El contenido no se dará como un todo acabado,
por el contrario se debe promover la duda, la inquietud,
revelando matices sobre los cuales el estudiante siente la
necesidad de indagar, de completar información y de
ampliar el
conocimiento que le permita dar solución a los
problemas, la esencia está en promover la
motivación y comprensión del
contenido.
La participación del estudiante no tiene que
ser externa, aunque si debe ser interna cuando en él se
crea motivación y
comprensión.
2. Construcción: Es la etapa de
búsqueda de la solución problémica, donde
se estimula al estudiante para buscar, discriminar,
seleccionar, clasificar y anticipar la
solución.
Es importante tener en cuenta que para que el
estudiante se enfrente a la etapa, incorporar informaciones
adicionales y preguntas que constituyan indicaciones o
vías para llegar a encausar la
solución.
Determinar las preguntas problémicas y las
informaciones adicionales constituyen aspectos esenciales a
tener en cuenta por los docentes para que los estudiantes
dominen y ejerciten la unidad de estudio.
La forma organizativa que se sugiere para la etapa de
construcción es el "estudio independiente"
individual y/o grupal, sustentado en métodos
de búsqueda heurística o guiada, en donde los
estudiantes desarrollan acciones relacionadas con la
búsqueda, análisis, discriminación y reflexión. Es
aquí donde el estudiante busca la solución al
sistema de tareas que le permitirá el dominio y la
ejercitación.
3. Representación: Es la etapa de
aplicación o transferencia cognitiva. Es donde se
realiza la socialización, consolidación y
validación de los aprendizajes, a través del
intercambio de ideas entre los estudiantes y entre estos y el
docente.
Durante esta etapa se valoran los resultados
alcanzados, identificando fortalezas y debilidades que tiene el
estudiante frente al sistema de tareas, relativas a la
apropiación, asimilación e integración en la unidad de estudio, por
otro lado se consolidan las interacciones sociales que
favorecen y fomentan el proceso de aprendizaje.
Esta valoración se realiza mediante la evaluación, concebida como un proceso
integral en la que cada persona es partícipe
activo.
La evaluación se realiza mediante la
autoevaluación, coevaluación y
heteroevaluación.
La autoevaluación esta concebida como el
proceso de reflexión y regulación del
aprendizaje, que permite al estudiante identificar las
fortalezas y debilidades de su aprendizaje en la unidad de
estudio. No sólo tiene en cuenta los productos
realizados, desempeño y dificultades, sino
también el plan de mejora.
La coevaluación está fundamentada en el
intercambio de juicios valorativos sobre el desempeño,
productos, dificultades y planes de mejoramiento, de un
estudiante hacia los demás. Se da usualmente en dos
niveles; en el primero, durante el trabajo
en grupo que se desarrolla como parte de la unidad de estudio
(actividades independientes que deben realizar los
estudiantes); y en el segundo, durante la socialización
y por lo tanto, en el pleno del grupo, cuando los demás
miembros del grupo evalúan los resultados logrados por
cada estudiante y le ofrecen realimentación mediante el
debate y la
discusión de los planteamientos presentados al docente y
demás compañeros.
La heteroevaluación es la valoración que
realiza el docente al estudiante teniendo en cuenta la
apropiación, comprensión e integración de
la habilidad, conocimientos y valores, incorporados a su
estructura cognitiva, y que se evidencia (o debe evidenciarse)
en el desarrollo de diferentes actividades de aprendizaje
propuestas para la unidad de estudio.
Durante la representación cognitiva se realiza
la retroalimentación del proceso educativo a
distancia, la que favorece el desarrollo de los procesos
metacognitivos y de autorregulación en los estudiantes,
si se le permite a estos conocer cuáles fueron los
aciertos, errores cometidos y fortalezas, qué
información sobre la unidad es relevante, qué
habilidad desarrolló y cuáles aún debe
trabajar para calificar su desempeño académico,
personal y profesional.
A partir de lo explicado en este subsistema es necesario
enfatizar que la orientación afectiva debe preceder y
mantenerse durante la orientación cognitiva. La misma
parte del diagnóstico, evaluando los elementos del
estudiante, y está presente durante todo el proceso de
orientación cognitiva para evaluar y controlar el
aprendizaje permitiendo "reorientar" en el momento que
resulte necesario.
En el proceso de orientación-aprendizaje se han
considerado las siguientes premisas:
- La unidad de estudio es la estructura
organizacional que en su desarrollo permite la
formación de la habilidad. - En el objetivo de la unidad de estudio se precisa la
habilidad, el conocimiento sobre el objeto y las condiciones en
que debe desarrollarse. La unidad de estudio debe tener un
fondo de tiempo, lo suficiente, como para que asegure la
formación de la habilidad en correspondencia con el
objetivo; se ha comprobado que debe estar alrededor de unas 20
horas, sin que tal afirmación signifique algo
rígido o absoluto. (Brito, H. 1988). - Del total de horas asignadas a la unidad, lo dedicado
a la observación no debe sobrepasar el 20 % , como
tendencia, quedando el mayor tiempo destinado al trabajo de los
estudiantes (al proceso de aprendizaje). - Que el conocimiento se subordina a la habilidad, el
mismo se da en la aplicabilidad de la misma, por lo que la
estructura del tema estará centrada en las etapas para
la apropiación de la habilidad. - El aprendizaje se desarrolla sobre la base de
problemas que, en un sentido amplio, constituyen las
situaciones que se dan en el objeto y crean la necesidad en los
sujetos de darle solución, conllevando motivación, mediante la búsqueda
constante a lo largo del proceso.
Las etapas representadas en el círculo tres, se
vehículizan a través de momentos que
acontecen en el círculo número cuatro (sistema
terciario), los que se encargan de direccionar el proceso de
orientación – aprendizaje.
Los momentos de la etapa de diagnóstico son:
Caracterización personológica,
caracterización intelectual y la evaluación del
rendimiento. Para los dos primeros se utilizan Test
psicológicos, de inteligencia,
aptitudes, intereses y de personalidad; y para el último
es recomendable analizar de manera cualitativa el comportamiento
del estudiante en las diferentes actividades que conforman el
proceso de aprendizaje (nivel de participación,
persistencia, planteamiento de preguntas interesantes, nivel de
elaboración y fundamentación de las respuestas,
etc.).
La etapa de Pronóstico se vehiculiza a
través de un solo momento, en el que se elabora la
hipótesis sobre el
nivel de éxito o rendimiento del estudiante.
Para llevar a cabo esta predicción, el orientador
debe conocer exhaustivamente la modalidad educativa, así
como las características personales que debe poseer el
estudiante en ella. Para predecir el nivel de éxito se
propone atender a los siguientes factores:
- el docente, con su competencia;
- el programa, con
toda la precisión de sus categorías
didácticas; - el alumno, con sus correspondientes capacidades y
motivaciones, así como el ambiente social,
destacándose la situación familiar desde el punto
de vista sociocultural y económico.
En la etapa de tutela se le da seguimiento al plan de
acciones diseñado en la etapa precedente, las cuales por
su nivel de complejidad se deben concebir a corto, mediano y
largo plazo.
La etapa de observación atravesará los
siguientes momentos:
- Presentación: Momento en el que se
presentan el docente y los estudiantes, el curso, la
asignatura y la unidad. - Información: Momento en el que se
expone verbal y problémicamente la unidad, utilizado
esquemas, retrotrasparencias, diapositivas informatizadas, y
videos indistintamente. - Interacción: Momento en el que
interactúan el docente y los estudiantes y estudiantes
entre si, para atender conflictos
y atender dudas en la información
expuesta. - Propuesta: Momento de programación del sistema de tareas
subordinado al objetivo y conducente a la solución del
problema planteado en la unidad.
La etapa de construcción está compuesta
por dos momentos:
- Interacción: Momento de
relación intelectual entre el que estudia, con los
materiales (conversación didáctica interna) y con los
estudiantes, provocando cambios en la estructura
cognoscitiva, donde ocurre una negociación interna
entro lo previo y lo nuevo. - Propuesta: Momento en el que se le da
solución al sistema de tareas.
La última etapa, la de representación, se
desarrollará utilizando los siguientes
momentos:
- Reconstrucción: Momento en el que se
socializan las soluciones
al sistema de tareas, se atienden los conflictos y se aclaran
las dudas. - Valoración: Momento en que se valoran
los resultados alcanzados, identificando debilidades y
fortalezas.
La ejecución del proceso educativo a distancia
asistida se logra a través de la viabilización de
los momentos, los que hacen converger en el círculo
subyacente, los diferentes subsistemas que integran el sistema
único, cuya funcionabilidad como proceso depende,
precisamente, de la correlación entre los
subsistemas.
La consistencia interna que le concede al modelo el
sistema de relaciones entre sus elementos, revela que para
efectuar con efectividad la orientación –
aprendizaje como proceso es necesario concebir este, no como el
simple desarrollo de cada momento o etapa aislada, sino como el
desarrollo en toda su integridad, en unidad y relación con
todos aquellos elementos que posibilitan que la
representación ideal de la realidad pueda adquirir un
carácter objetivo y concreto.
La graficación del modelo supone el
establecimiento de los principios que los soportan y garantizan
su funcionamiento, por lo que teniendo en cuenta los componentes
del proceso de orientación – aprendizaje y sus
dimensiones, se consideran los siguientes:
- Integralidad: Orientación dirigida a
todas las dimensiones de la persona. - Universalidad: Orientación dirigida a
todos los individuos tutelados por igual. - Continuidad: Orientación realizada a
lo largo de todo el proceso. - Oportunidad: Orientación que al
margen de la continuidad deberá atender los momentos
críticos del proceso. - Participación: Orientación
dirigida a la coordinación y participación de
todos los sujetos implicados
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Datos de los autores:
MsC. Yicel Frías Cabrera
Ingeniera en Electrónica.
Máster en Ciencias de la
Educación
Dr. Mario Jorge Malagón
Hernández
Ingeniero en Comunicaciones.
Doctor en Ciencias Pedagógicas