El tabaco en Malawi

• 1.
  Introducción
• 2. La producción
  de tabaco
• 3. La política
  de producción
• 4. La estructura de
  producción
• 5. La
  comercialización de la hoja de
  tabaco
• 6.
  La demanda de exportación de
  tabaco
• 7.
  La importancia económica del tabaco para
  Malawi
• 8.
  El ajuste en la agricultura de Malawi
• 9.
  Observaciones finales

5.1. INTRODUCCIÓN

Malawi tiene una economía
predominantemente agrícola. De su población total de casi 10,5 millones de
personas, más del 75 por ciento vive en zonas rurales. Hay
unos 3,5 millones de trabajadores rurales, que constituyen el 78
por ciento del total de la fuerza de
trabajo.
Así pues, la agricultura
destaca como el sector principal de la economía nacional
en los últimos decenios. En 1999 el PIB fue de 80
000 millones de kwachas (MK) (1830 millones $EE.UU.), si bien el
total de la producción agrícola ascendió
a 30 000 millones de MK, o sea el 38 por ciento del PIB. El
tabaco, el principal cultivo comercial, generó en 1999
unos 12 000 millones de MK de ingresos de
exportación y representó más
de un tercio del total de ingresos de la agricultura y casi el 15
por ciento del PIB de ese mismo año.

La preocupación sobre los riesgos para
la salud que
conlleva fumar ha impulsado acciones a
nivel mundial para reducir este hábito. Se han propuesto
varias medidas, como por ejemplo el incremento de los impuestos sobre
los cigarrillos, prohibiciones de publicidad y
promoción de cigarrillos, y restricciones
de lugares en los que se permite fumar. Sin embargo, al mismo
tiempo existe
la preocupación de si la reducción efectiva de la
demanda de
tabaco debilitaría la economía y provocaría
desempleo en
países que dependen del tabaco, sobre todo en Malawi,
donde el tabaco es un elemento principal de la economía
del país. Este estudio se realizó para establecer
la relación entre la producción de tabaco y la
economía, así como para examinar los probables
procesos de
ajuste y las medidas posibles para reducir al mínimo los
efectos negativos si la demanda mundial de tabaco
disminuye.

5.2. LA PRODUCCIÓN DE TABACO

Malawi tiene una larga historia de
producción de tabaco, que se remonta a inicios de los
años veinte. Sin embargo, no se presenció una
expansión rápida y constante de la
producción hasta finales de los setenta (Cuadro 5.1). La
producción media anual en 1961-1963 fue de 15 000
toneladas, pero a comienzos de los setenta aumentó casi un
90 por ciento hasta alcanzar las 29 000 toneladas, y en los
noventa superó las 110 000 toneladas. La producción
ascendió a unas 160 000 toneladas en el año 2000,
lo que convirtió a Malawi en uno de los diez principales
productores de tabaco del mundo. La hoja de tabaco Burley
ascendió a 142 000 toneladas en el año 2000, casi
un 89 por ciento del total de la producción.

Cuadro 5.1 – Superficie, rendimiento y
producción

Fuentes: 1960-1990 de
FAOSTAT, y 1990-2000 de la Comisión para el Control del
Tabaco de Malawi.

Aunque la producción ha registrado una tendencia
al alza desde 1960, ésta ha sido inestable de un
año a otro, fluctuando ante los cambios de precios y las
condiciones climatológicas. Los aumentos de la
producción de tabaco durante los últimos decenios
han estado
impulsados por la expansión de la superficie y el
incremento de los rendimientos, los cuales se triplicaron entre
1960 y 2000. No obstante, desde 1995 se ha producido un cierto
debilitamiento, que responde posiblemente a la rápida
expansión en manos de agricultores de tabaco sin
experiencia.

5.3. LA POLÍTICA DE
PRODUCCIÓN

Antes de 1989 la producción de tabaco estaba
rigurosamente controlada por el gobierno. Todos
los productores de tabaco debían conseguir una licencia
del órgano regulador gubernamental, la Comisión
para el Control del Tabaco, y sólo haciendas y
propietarios de tierras eran aptos para solicitar una licencia de
producción. Además, un agricultor debía
alcanzar una determinada escala de
producción para tener derecho a vender hoja de tabaco
directamente en la sala de subastas. Así pues, se
excluía fundamentalmente de la producción de tabaco
a muchos agricultores de pequeña escala y agricultores con
tierras arrendadas. A comienzos de 1995, con ayuda del Banco Mundial
y el Fondo Monetario
Internacional (FMI), Malawi
inició un programa de
ajuste estructural diseñado para restablecer la
estabilidad financiera y fijar las bases de un crecimiento
económico sostenible. Las reformas estructurales
estaban dirigidas a liberalizar la economía y facilitar el
desarrollo del
sector privado. En el sector agrícola, entre las reformas
en virtud del programa de ajuste figuraba el permitir que los
pequeños agricultores produjesen cultivos comerciales y la
liberalización de la comercialización de productos e
insumos agrícolas. Estas medidas contribuyeron sobremanera
al rápido aumento de la producción de tabaco desde
1995.

Cuadro 5.2 – Precios del tabaco ($
EE.UU./kg) en determinados mercados

Cuadro 5.3 – Cantidad en subasta,
valor,
precio y
vendedores de tabaco en 2000

Nota: El
número de productores incluye sólo a los que
tuvieron ventas en el
año 2000.
Fuente: Recopilados a partir de datos facilitados
por Auction Holding Limited.

En virtud de las reformas de 1995, cientos de miles de
pequeños agricultores pudieron producir tabaco. Aunque
seguía habiendo un requisito de cantidad mínima
para vender la producción en el mercado de subasta, la
introducción de "compradores intermedios"
de tabaco hizo posible que todos los agricultores produjesen
tabaco, independientemente de la cantidad que quisieran producir.
Los compradores intermedios actuaban como intermediarios entre
los pequeños productores de tabaco y el mercado de
subasta, comprando hoja de tabaco a muchos agricultores en
pequeña escala a un precio negociado y vendiéndola
luego en la sala de subastas al precio del mercado. De esta
forma, todos los agricultores podían producir tabaco sin
ningún tipo de restricción de cantidad. En el
año 2000, había casi 700 compradores intermedios
inscritos en los mercados de
subasta, con unas ventas correspondientes a 3 500 toneladas.
Todas las ventas fueron de tabaco burley.

El establecimiento de asociaciones de producción
de tabaco en todo el país a partir de 1989, año en
que se retiró la Ley de Cultivos
Especiales, y sobre todo en 1995, cuando se pusieron en marcha
las reformas estructurales, ofreció también a
muchos pequeños agricultores la oportunidad de producir
tabaco. Con arreglo al sistema de
asociaciones, varios pequeños agricultores trabajan de
forma colectiva para producir y vender tabaco. En torno al 93 por
ciento de las ventas de las asociaciones ha sido de tabaco
burley.

La evolución de los compradores intermedios y
de las asociaciones de producción de tabaco atrajo a
muchos pequeños agricultores a la producción de
tabaco durante el último decenio. En consecuencia, el
número de productores de tabaco aumentó de forma
rápida a partir de 1990, sobre todo después de
1994. El número de productores registrados de tabaco
burley y tabaco curado al humo se multiplicó por seis, de
9 500 en 1990 a 68 150 en el año 2000. La superficie
plantada se incrementó de unas 100 000 hectáreas en
1993 a 170 000 hectáreas en el año 2000.

5.4. LA ESTRUCTURA DE
PRODUCCIÓN

A pesar de incrementarse la participación de
pequeños agricultores en la producción de tabaco,
siguen predominando las haciendas, que en el año 2000
vendieron casi 84 000 toneladas en los mercados de subasta, lo
que representa el 68 por ciento del total de ventas. Unas 35 000
haciendas vendieron tabaco en el año 2000, casi el mismo
número que a comienzos de los noventa. La mayoría
de haciendas eran pequeñas. Según los
cálculos del Estudio de utilización de la tierra de
las haciendas, más del 67 por ciento de éstas
tenían menos de 20 hectáreas y sólo en torno
al 10 por ciento de las haciendas tenían más de 40
hectáreas. Muchas haciendas pequeñas contrataban
mano de obra, pero las grandes adoptaban el sistema de
arrendamiento.

Hay muy pocos productores, incluso en las grandes
haciendas, especializados de forma intensiva en el tabaco. El
modelo de
rotación empleado por muchos productores da lugar a que
cada unidad de tierra se
utilice para la producción de tabaco cada tres
años. Casi todos los productores de tabaco
producían también maíz para
su propio consumo.
Aunque el tamaño medio de las haciendas fuese de
más de 20 hectáreas, la superficie media dedicada a
la producción de tabaco en cada hacienda sólo
habría sido de entre 2 y 3 hectáreas en el
año 2000. La producción media por hogar en las
asociaciones de cultivo de tabaco fue inferior a 200 kg. de hoja
de tabaco en el año 2000. Así pues, la
producción de tabaco se realiza en general a
pequeña escala y no es especializada.

La producción de tabaco depende en gran medida
del trabajo manual. Casi no
se emplea maquinaria en el cultivo y la recolección de
tabaco. Incluso las grandes haciendas dependen casi totalmente de
la mano de obra, incluida una de más de 600
hectáreas. Los salarios de la
mano de obra agrícola son muy bajos y el salario
mínimo es de sólo unos 80 dólares EE.UU. al
año, lo que fomenta la utilización de mano de
obra.

5.4.1 Los
precios

Cuadro 5.4 – Estimaciones del costo medio de la
producción de tabaco en Malawi para 2000/01

Fuente:
Asociación Tabalera de Malawi (TAMA)

Los precios de subasta han disminuido desde 1996, cuando
eran de unos 2,27 $EE.UU./kg para el tabaco curado al humo y 1,61
$EE.UU./kg para el tabaco burley. En el año 2000, los
precios medios de
subasta eran de 1,35 $EE.UU./kg para el tabaco curado al humo y
de 1,01 $EE.UU./kg para el tabaco burley, reduciéndose un
40 y un 37 por ciento, respectivamente. En consecuencia, el total
de producción de tabaco burley en el año 2000 fue
un 20 por ciento mayor que en 1996, pero el total de ingresos fue
un 24 por ciento menor que en 1996. Junto con el descenso de la
producción, los ingresos totales del tabaco curado al humo
en el año 2000 fueron un 58 por ciento menores que los de
1996. Por ello, aunque en la producción de tabaco del
año 2000 se utilizaron más insumos, como por
ejemplo tierra, mano de obra, fertilizantes y demás, y se
produjo más hoja de tabaco, los ingresos fueron muy
inferiores a los de 1996, cuando se empleaba casi un 25 por
ciento menos de tierra para el cultivo de tabaco.

Dos factores principales parecen ser el motivo del
importante descenso de los precios en los últimos
años. En primer lugar, el crecimiento de la
producción superó al crecimiento de la demanda de
exportación, lo que se tradujo en un descenso de los
precios de exportación del tabaco de Malawi y, en segundo
lugar, el aumento de la participación de productores
nuevos y marginales tendía a producir hoja de tabaco de
baja calidad debido a
su falta de experiencia y de insumos. La Corporación para
el Desarrollo y la Comercialización Agrícolas
(ADMARC), el órgano gubernamental para la
comercialización del tabaco, que compraba hoja de tabaco
directamente a los agricultores a pequeña escala,
recibió sólo la mitad del precio medio de la hoja
de tabaco en el mercado de subasta en 2000.

Según las estimaciones de la Asociación
Tabacalera de Malawi (TAMA), el costo de la producción en
el año 2000 fue de casi 72 136 MK/ha. Si todos los
gastos de
producción estuviesen financiados por préstamos
bancarios, el costo total de la producción, incluido el
pago de intereses, habría sido cercano a 108 000 MK/ha, de
manera que algunos productores de tabaco no obtendrían
beneficios del tabaco si tuviesen que hacer uso de mano de obra
contratada y transporte. En
el Cuadro 5.4 se resume el presupuesto
estimado de producción. La mano de obra, los fertilizantes
y el transporte representaron más del 60 por ciento del
costo total.

5.4.2 El sistema
de arrendamiento

Muchas haciendas de gran tamaño utilizan el
sistema de arrendamiento, según el cual la hacienda
proporciona a los arrendatarios insumos básicos, alimento
y vivienda. Los arrendatarios venden el tabaco a las haciendas
para devolverles el pago de los costos de sus
fertilizantes, alimentos, etc.
En virtud de este sistema, las haciendas se benefician del
suministro de tierra y de la comercialización del tabaco
cultivado por los arrendatarios.

Muchas haciendas pequeñas, e incluso asociaciones
de agricultores, contrataban trabajadores. Sin embargo, incluso
con la tasa de salario mínimo, que en el año 2000
era de 37,5 MK/día (unos 0,5 dólares EE.UU.), sus
beneficios de producción de tabaco serían muy
escasos si tuviesen que depender totalmente de mano de obra
contratada.

5.5. LA COMERCIALIZACIÓN DE LA HOJA
DE TABACO

La hoja de tabaco se vende normalmente en mercados de
subasta, situados en Lilongwe y Limbe y administrados por la
Auction Holding Limited, en la que el gobierno tiene casi el 51
por ciento de participación. Se impone sobre las ventas
una comisión del 3,95 por ciento del valor de venta. Todas las
tasas y pagos, incluido el crédito
a insumos, la tasa de la Asociación Tabacalera, las
aportaciones a la investigación del tabaco y otros pagos, se
deducen directamente a golpe de maza. Aunque los compradores de
subasta (exportadores de tabaco) pagan el tabaco en
dólares EE.UU. en la subasta, la mayoría de los
vendedores reciben el pago en la divisa local calculada al
tipo de cambio
existente en el momento de la venta.

Se supone que la fijación de precios en la
subasta es el resultado de la acción
recíproca entre compradores y vendedores. Sin embargo,
dado el pequeño número de compradores y las
necesidades urgentes de dinero en
efectivo de los pequeños agricultores, los compradores
tienen mayor poder de
mercado que los vendedores. En algunas ocasiones, ha sido un
mercado de compradores. Aunque la Asociación Tabacalera de
Malawi (TAMA) estaba en el mercado para representar a los
pequeños agricultores, tenía escasa influencia en
el precio de subasta.

Siete empresas
importantes de exportación de tabaco operan en Malawi. La
mayoría son agentes o divisiones de multinacionales con
sede en los Estados Unidos de
América
o en Europa. Las tres
principales empresas exportadoras representaban cerca del 90 por
ciento del total de las exportaciones de
tabaco. Estas empresas exportadoras compran hoja de tabaco en los
mercados de subasta y la exportan después de su
elaboración. Muchas de ellas han establecido instalaciones
de elaboración y cuentan con personal
especializado técnico y de mercado para la
exportación de tabaco. En virtud de las normativas
gubernamentales, una empresa tiene
derecho a comprar hoja de tabaco en la sala de subastas si tiene
crédito bancario y personal calificado suficiente y si ha
pagado la tasa de licencia. No obstante, en los últimos
decenios no han aparecido nuevos exportadores, debido
posiblemente a que la importante inversión necesaria para establecer
fábricas de elaboración actúa como barrera
para nuevos participantes.

Además de comprar para satisfacer los pedidos,
los exportadores también compran hoja y la guardan para
especular. La compra para la especulación garantiza que
toda la hoja de tabaco se venda.

Después de la reforma estructural iniciada en
1994/95, el gobierno ha ido abandonando progresivamente su
intervención en el comercio del
tabaco. En un intento por incrementar los ingresos
complementarios, el gobierno impuso un gravamen temporal del 10
por ciento sobre las exportaciones de tabaco en 1995, pero como
esto reducía la competitividad
de las exportaciones, se redujo al 8 por ciento en 1996, al 4 por
ciento en 1997 y finalmente se suprimió en 1998. A partir
de 1998, no se ha aplicado ningún gravamen o impuesto a las
exportaciones de tabaco. El principal ingreso que el gobierno ha
recaudado de las exportaciones de tabaco ha sido procedente de un
impuesto sobre los beneficios de los exportadores de tabaco. En
los últimos años, los ingresos públicos a
raíz del impuesto supusieron más del 20 por ciento
del total de la recaudación tributaria del
país.