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Participación Ciudadana y TICs en el ámbito municipal: el caso
Consensus en Cataluña



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    ABSTRACT

    En este artículo se analizan las primeras fases
    de construcción e implantación de
    Consensus (http://www.e-consensus.org), una herramienta de
    participación ciudadana basada en la
    utilización de las Tecnologías de la Información y la
    Comunicación (TICs) y orientada al ámbito
    municipal catalán. Construido entre 2001 y 2004 por un
    consorcio de instituciones
    y ayuntamientos de Cataluña, y actualmente puesto a
    disposición de todos los consistorios catalanes, el
    proyecto
    Consensus no sólo ilustra algunas de las
    problemáticas y potencialidades asociadas a la
    construcción de este tipo de sistemas
    compartidos, sino que muestra a su vez
    elementos clave de la participación ciudadana municipal.
    Nuestro análisis del desarrollo
    funcional, histórico e institucional del proyecto, pone de
    manifiesto el momento de expansión y maduración por
    el que atraviesa la participación ciudadana, al tiempo que
    muestra las ventajas que la utilización de sistemas
    compartidos aporta en los entornos municipales: reducción
    de costes, mejores y más variadas funcionalidades,
    facilidad de mantenimiento,
    mejora conjunta del sistema,
    así como el establecimiento de redes de aprendizaje.
    Finalmente, el estudio pone de manifiesto el efecto positivo que
    la introducción de prácticas de
    participación ciudadana puede tener sobre el
    funcionamiento general del ayuntamiento, así como el
    estímulo que éstas pueden ejercitar sobre los
    procesos de
    modernización y transformación de las
    administraciones locales.

     

    1. Introducción y
    marco teórico

    El objetivo de
    este artículo es permitir al lector, a partir del
    análisis de la experiencia "Consensus, ciutadanos en
    xarxa"
    , profundizar en el estudio de las políticas
    de participación ciudadana en el ámbito municipal y
    las ventajas que la utilización de las TICs aporta a su
    promoción.

    La participación
    ciudadana y el ámbito local

    Los gobiernos municipales viven en la actualidad un
    momento de crisis
    caracterizado por la ampliación de su marco de influencia
    y la transformación de sus dinámicas internas. Unos
    cambios que están afectando internamente a la
    organización administrativa de los ayuntamientos y
    externamente a los distintos agentes con los que estos se
    relacionan diariamente: los ciudadanos y las instituciones
    gubernamentales.

    Brugué y Gomà (1998) apuntan a dos
    factores como causas de este proceso de
    atribución de nuevas responsabilidades a los gobiernos
    locales: por un lado, la incapacidad de los Estados para atender
    a los cambios exigidos por la
    globalización y por otro, la diversificación de
    las demandas sociales de la ciudadanía.

    Detrás de los procesos de descentralización administrativa a los que
    lleva este nuevo protagonismo otorgado a los gobiernos locales
    subyace también la voluntad de volver a relegitimizar unos
    estados-nación
    que se encuentran actualmente en crisis. Esta transmisión
    de poder permite
    a las administraciones centrales concentrarse en el ámbito
    de los flujos globales de poder, riqueza y comunicación, mientras ceden a los
    gobiernos locales la gestión
    de la cotidianidad política y
    económica de las personas (Castells y Ollé 2004:
    pp. 22). Se configura con ello lo que Castells (2000) denomina
    Estado-red, en el que las relaciones entre la
    constelación de actores involucrados en la gobernanza, a
    través de sus distintos niveles jerárquicos, se
    organizan según una estructura de
    red. Esta
    reconfiguración del papel de los gobiernos locales hace
    necesario un cambio en tres
    direcciones: una renovación de las unidades
    administrativas municipales que permita alcanzar una mayor
    eficiencia en
    la prestación de servicios al
    ciudadano, la reconfiguración de sus conexiones tanto con
    los niveles políticos superiores como con otros gobiernos
    locales y la profundización en la democracia
    representativa mediante nuevas fórmulas de
    participación ciudadana (Castells y Ollé 2004: pp.
    22-23).

    A este respecto, Font et al. (2000) justifican la
    creciente necesidad de las administraciones de apoyarse en la
    participación ciudadana con el desequilibrio que existe
    entre una realidad socio-política que evoluciona
    rápidamente y unos mecanismos representativos
    democráticos que apenas han sido renovados desde su
    implantación. Brugué et al. (2003: pp. 29)
    señalan además cómo en las últimas
    décadas se ha desarrollado una ciudadanía
    más activa, mejor educada, menos sumisa y más
    exigente con las instancias político-administrativas, que
    "si bien mantiene su apoyo a la democracia, respeta cada vez
    menos a la autoridad"
    (Inglehart 1999).

    Los gobiernos locales son las instancias administrativas
    con las que más frecuentemente interactúan los
    ciudadanos (Clayton Thomas 2004: pp. 76-79), y ocupan un lugar
    privilegiado en las relaciones con éstos por su capacidad
    para incidir y resolver sus problemas
    cotidianos. Paralelamente, las instituciones municipales se
    enfrentan a una situación de capacidad administrativa
    limitada, de escasez de
    recursos y de
    problemas de legitimidad. Ante esta situación, Goss (2001)
    argumenta que se hacen necesarias las modificaciones no
    sólo en las estructuras
    administrativas de los gobiernos locales, sino cambios
    también en la mentalidad de los ciudadanos y de las mismas
    administraciones, de forma que se extienda el sentimiento de lo
    que ella denomina "contribución al proyecto común".
    El ciudadano ha de poder verse como elemento activo y creador de
    valor
    público, por medio de su participación en los
    asuntos públicos.

    Con este objetivo, las formas tradicionales de
    participación ciudadana, basadas en la interacción con el sector vecinal y
    asociativo municipal, están siendo modificadas a favor de
    otras prácticas más basadas en lo individual y
    mixto (Ziegenfuss 2000). Así, están surgiendo
    nuevas herramientas y
    experiencias de participación que van siendo puestas en
    práctica en todo el mundo (Anttiroiko 2004: pp. 40-43;
    Rodríguez Álvarez 2002: pp. 22-23). La
    acumulación de experiencias va mostrando cómo,
    frente a la supuesta falta de motivación
    y ausencia de deseo de participación por parte de los
    ciudadanos, la mayoría de las personas que intervinieron
    en procesos participativos expresan comúnmente altos
    niveles de satisfacción y el deseo de tomar parte
    más a menudo en este tipo de experiencias (Slaton y Arthur
    2004: pp. 128).

    Modernización
    electrónica de la
    administración municipal

    Son muchas las expectativas depositadas desde los
    círculos políticos y académicos en los
    beneficios que la introducción de las TICs traerá a
    la gestión de las administraciones públicas. En un
    artículo publicado por la revista The
    Economist (2000), se afirma que "las transformaciones causadas
    por la diseminación de Internet en el sector
    público son consideradas el comienzo de una profunda
    revolución
    de la gobernanza y de la administración
    pública en general". De manera similar, un informe
    más reciente de la OECD (2003), publicado bajo el
    título "The e-government imperative", afirma que el
    gobierno
    electrónico lleva a una mayor eficiencia, mejora los
    servicios gubernamentales, ayuda a alcanzar objetivos
    políticos específicos, puede constituir una
    importante contribución para la reforma administrativa y
    contribuye a acrecentar la confianza entre los gobiernos y los
    ciudadanos.

    Sin embargo, parece que tanto la modernización
    administrativa como la introducción de las TICs no son
    procesos determinados por los avances
    tecnológicos, sino el resultado de una co-evolución entre la tecnología y el
    entramado institucional. En esta línea, Anttiroiko (2004:
    pp. 38-40) señala que si bien las TICs tienen potencial
    para reestructurar el gobierno, fortalecer la democracia y crear
    una relación más estrecha entre las
    administraciones públicas y los ciudadanos, es necesaria
    una cierta madurez general del entorno organizativo y social para
    poder aplicar plenamente las TICs a la gobernanza
    pública.

    Presionados para que presten sus servicios con mayor
    eficiencia, algunos gobiernos municipales buscan mejorar la
    prestación de servicios públicos a los ciudadanos
    por medio de la introducción de NTIC, con el fin de
    provocar, indirectamente, una transformación y
    modernización internas. A pesar de ello, esta
    transformación interna no tiene necesariamente por
    qué producirse, como demuestra el estudio llevado a cabo
    por Aibar y Urgell (2004: pp. 366, 371) sobre el portal
    inter-administrativo catalán, en el que queda de
    manifiesto la precariedad del vínculo existente entre las
    innovaciones tecnológicas y los cambios en las estructuras
    de la Administración. Causa de ello es la
    distancia cultural actual entre el contexto de diseño
    de los servicios (personal
    técnico de los ayuntamientos, consultores, etc.) y el
    contexto real de implementación de estos (personal
    administrativo, funcionarios, etc.), que lleva a que los nuevos
    procesos apoyados en las NTIC y los procedimientos
    tradicionales sean difícilmente integrables.

    En la misma línea investigativa, Wong y Welch
    (2004) comprueban, a través del estudio empírico de
    las webs gubernamentales de catorce países, que el
    supuesto efecto positivo de las iniciativas de gobierno
    electrónico sobre la accountability (transparencia
    y rendimiento de cuentas) depende
    en un alto grado del estilo burocrático pre-existente en
    la organización.

    En cuanto a las áreas en las que se están
    aplicando las nuevas
    tecnologías, diversos estudios de benchmarking
    y análisis de webs administrativas, tanto en el
    ámbito catalán (Salvador et al. 2004: pp. 26), como
    en el europeo (Trechsel et al. 2003: pp. 24) y el mundial (Holzer
    y Kim 2004: pp. 35; Rohleder y Jupp 2003) muestran cómo el
    área de participación, y en general cuanto tiene
    que ver con la democracia electrónica, es una de las menos
    desarrolladas por las instituciones públicas. Las
    webs de las administraciones favorecen la provisión
    de información y los trámites administrativos con
    los ciudadanos, más que la realización de
    consultas, la promoción de foros de discusión o
    incluso el establecimiento de direcciones de correo
    electrónico fiables desde donde el ciudadano pueda
    comunicar sus opiniones y preocupaciones.

    Los gobiernos municipales, precisamente por ser los
    primeros intermediarios de los ciudadanos en su contacto con la
    administración pública, ocupan una
    posición privilegiada en esa tendencia actual a ofrecer
    servicios a los ciudadanos mediante TICs. Rosén (2001: pp.
    3) señala además que las webs municipales
    constituyen actualmente una de las principales fuentes que
    consultan los ciudadanos para obtener todo tipo de
    información local, que son más visitadas que las de
    cualquier otra administración pública y que
    inspiran un mayor grado de confianza en el ciudadano. Sin
    embargo, los ayuntamientos, más que cualquier otra
    administración, enfrentan el problema de falta de recursos
    y de personal cualificado que les permitan abordar los procesos
    de reforma y modernización que los ciudadanos están
    demandando.

    Cabe mencionar que la literatura existente sobre
    el área de promoción de la democracia y la
    Participación Ciudadana mediante TICs resulta
    decepcionante, especialmente la referida al ámbito local
    (Canals y Martí
    2003: pp. 23-25). Aunque se han publicado multitud de estudios,
    son escasos aquellos que logran ofrecer una aproximación
    comprensiva, multidisciplinar y metodológicamente
    interesante que analice el impacto de las TICs sobre la esfera
    política pública (Wilhelm 2000). Abundan
    comparativas genéricas de webs gubernamentales,
    recopilaciones de casos y best practices, encuestas a
    los ciudadanos sobre sus usos de Internet… pero en la
    mayoría de los casos adolecen de la necesaria profundidad
    y de una conveniente conexión entre teoría
    y práctica (1) .

    Faltan por ello todavía investigaciones,
    tanto cualitativas como cuantitativas, que permitan medir y
    valorar los resultados de estrategias
    gubernamentales concretas, basadas en TICs y diseñadas
    para alcanzar metas democráticas específicas. No
    existen actualmente estudios comparativos con la profundidad y
    minuciosidad suficiente como para hacer contribuciones
    significativas a la concepción y desarrollo de proyectos de
    democracia electrónica (Clift 2004: pp. 6). No obstante,
    en algunos ámbitos van alcanzándose mayores grados
    de concreción y madurez. Tal es el caso del ranking
    comparativo de todas las grandes ciudades alemanas, centrado
    específicamente en la participación
    electrónica, que ha sido publicado recientemente por
    Bräuer (2004) o del estudio sobre el papel que las TICs
    están desempeñando para el fortalecimiento de la
    participación ciudadana en Méjico (Kossick
    2004).

    En este contexto es, precisamente, donde se encuadra la
    pertinencia de la presente investigación y del estudio de la
    experiencia Consensus. Consensus es una plataforma
    de Participación Ciudadana a través de Internet, de
    carácter intermunicipal -esto es,
    compartida por una red de ayuntamientos-, que fue desarrollada en
    Cataluña a lo largo de los últimos años,
    mediante la cooperación de un conjunto de instituciones
    procedentes de ámbitos muy diferentes: un socio
    tecnológico -el Institut Català de
    Tecnología (ICT)-, una entidad con amplio conocimiento y
    experiencia en temas de Participación Ciudadana -la
    Fundació Jaume Bofill-, el consorcio de ayuntamientos
    catalanes Localret -con gran capacidad para coordinar a los
    municipios- y un grupo de doce
    ayuntamientos de tamaño medio (entre 14.000 y 208.000
    habitantes (2) ).

    No es casualidad que el proyecto se iniciase en
    Cataluña. La municipalidad de la región catalana,
    en comparación con el marco estatal, presenta un alto
    grado de desarrollo tanto en la variedad y extensión de
    sus experiencias de participación ciudadana, como en las
    cotas de penetración de las TICs (Brugué et al.
    2003: pp. 34-35; Subirats et al. 2001). La propia sociedad
    catalana se caracteriza por poseer niveles altos de sociabilidad
    y de densidad
    asociativa (Castells et al. 2002: pp. 415-426). Por su parte, los
    ayuntamientos de esta Comunidad
    Autónoma presentan mayores niveles de colaboración
    y asociacionismo intermunicipal que en otras regiones
    españolas, y la calidad de sus
    webs municipales está entre las más
    valoradas de España
    (3) .

    El objetivo del proyecto Consensus era crear una
    herramienta versátil, que apoyase los procesos de
    participación realizados en los municipios y les diera una
    contrapartida virtual, facilitando la comunicación entre
    los ayuntamientos y los ciudadanos. Se deseaba mostrar que la
    participación ciudadana deliberativa y de calidad puede
    ser realizada de manera eficiente, apoyándose en
    Internet.

    Para ello, al tiempo que se construía la
    herramienta y se realizaban las pruebas
    piloto, fue estableciéndose una comunidad de aprendizaje e
    intercambio de experiencias que ha permitido a los ayuntamientos
    integrantes profundizar en su conocimiento de las posibilidades
    de la participación ciudadana. La "Comunidad Consensus",
    integrada por las instituciones promotoras y por todos los
    ayuntamientos que utilizan Consensus, se plantea continuar
    creciendo y establecerse como un foro de reflexión y
    práctica que permita mejorar los procesos participativos
    de los ayuntamientos y continúe perfeccionando la
    herramienta, adaptándola a nuevos requisitos de
    carácter tanto funcional como
    tecnológico.

    Tanto por las funcionalidades de la propia herramienta,
    como por su singular proceso de diseño y
    construcción que dio nacimiento a la Comunidad antes
    mencionada, el estudio del "caso Consensus" se presenta como una
    oportunidad para avanzar en el
    conocimiento teórico-práctico de las relaciones
    entre TICs y participación ciudadana. Pudiendo contribuir
    tal vez este conocimiento al éxito
    de futuras iniciativas que se desarrollen en este
    campo.

    La investigación se basó principalmente en
    la realización de entrevistas a
    miembros de las instituciones y los ayuntamientos participantes
    en Consensus que, en su conjunto, fueron definiendo ante
    el investigador una imagen del
    proyecto, de su proceso de maduración, su momento actual y
    sus potenciales futuros.

    A partir de las conversaciones con los responsables
    municipales, sobre sus problemas, sus experiencias, planes e
    impresiones… fue también perfilándose una
    imagen del actual momento crítico de eclosión que
    la participación ciudadana atraviesa en el ámbito
    municipal catalán. De estas dos realidades que los
    informantes esbozaron durante las entrevistas es reflejo este
    estudio.

    El punto de partida de este estudio es de naturaleza
    descriptiva: la experiencia Consensus en el contexto
    actual de la participación ciudadana municipal en
    Cataluña. Nos preguntamos: ¿qué lugar ocupa
    Consensus en el desarrollo de la participación ciudadana
    en los ayuntamientos catalanes?

    A partir de esta primera pregunta surgieron otras
    hipótesis más concretas a las que
    hemos intentado dar respuesta:

    ¿Se ajustan los sistemas de carácter
    intermunicipal, en que una instancia central es compartida por
    distintos ayuntamientos, a la realidad municipal?
    ¿Cuáles son, en su caso, las ventajas más
    importantes que aportan a los municipios?

    ¿Repercute positivamente la introducción
    de prácticas de participación ciudadana y su
    promoción mediante TICs en el funcionamiento del
    ayuntamiento en general?, ¿cuál es el efecto que la
    Participación Ciudadana tiene sobre las otras áreas
    del ayuntamiento?

    Para dar respuesta a estas preguntas y contribuir con
    ello al desarrollo del estudio de la participación
    ciudadana, se elaboró una base metodológica que se
    adaptara a las exigencias de la investigación.

     

    2.
    Metodología

    El diseño metodológico que se
    aplicó a este estudio se basó fundamentalmente en
    la realización de entrevistas semi-estructuradas en
    profundidad a miembros de los ayuntamientos e instituciones que
    integran Consensus. Para garantizar una comprensión
    profunda del caso, se recurrió además a una
    metodología cualitativa combinada de
    cuestionarios cerrados y consulta documental.

     

    Pertinencia de las
    entrevistas semi-estructuradas

    En este trabajo, se ha
    elegido el estudio de caso como aproximación
    metodológica, un método de
    investigación cualitativo adecuado para los
    análisis explorativos (Rommes 2002) como el de esta
    investigación: el análisis de las iniciativas de
    participación desarrolladas en Internet por parte de los
    ayuntamientos integrantes del proyecto Consensus en
    Cataluña.

    Uno de los factores determinantes a la hora de optar por
    la entrevista en
    profundidad como método de investigación, fue la
    constatación de que nuestros informantes -en su
    mayoría técnicos y políticos municipales-
    disponían de poco tiempo para atendernos, lo que
    hacía del uso de otras técnicas
    cualitativas algo casi imposible. La entrevista
    en profundidad es el método de investigación
    cualitativo preferible en aquellos casos, como el nuestro, en los
    que existe una limitación de tiempo de
    investigación (Taylor y Bodgan
    1984).

    En esta investigación nos hemos centrado en
    Cataluña y el proyecto Consensus, y más
    concretamente en las experiencias e impresiones de algunos de los
    responsables de las instituciones que lo integran. A partir de
    sus testimonios, de carácter claramente subjetivo, nos
    hemos podido acercar a la realidad del proyecto Consensus,
    para esbozar posteriormente cuál es la situación de
    la participación ciudadana en los municipios catalanes.
    Las generalizaciones que puedan hacerse a partir de nuestros
    resultados, así como posibles investigaciones futuras para
    completarlos, han sido perfiladas en las conclusiones
    finales.

     

    Informantes y recogida de
    datos

    En la fase preparatoria de la investigación, se
    efectuó una revisión de la literatura existente que
    nos permitiera situar el caso Consensus en el marco de los
    más importantes enfoques teóricos relacionados con
    su ámbito. La literatura considerada incluía tanto
    artículos, estudios y monografías, como el
    análisis de otros proyectos similares, y cubría
    principalmente las áreas temáticas de
    participación ciudadana, democracia electrónica,
    utilización de TICs en la administración municipal
    y modernización de las administraciones. En cuanto al
    ámbito geográfico, primamos las fuentes referidas
    al entorno más cercano al proyecto: primeramente
    Cataluña, luego España y ya en menor grado el marco
    europeo y mundial. Adicionalmente, se analizó documentación diversa sobre el sistema
    Consensus, así como las evaluaciones de alguno de
    sus proyectos piloto (4) .

    Posteriormente, y sobre esta base teórica,
    elaboramos un cuestionario
    electrónico dirigido a los cargos técnicos y
    políticos de las áreas de participación
    ciudadana de los ayuntamientos, así como a los
    representantes de las instituciones impulsoras: Institut
    Català de Tecnologia (ICT), Localret y la Fundació
    Jaume Bofill.

    Se contactó por vía telefónica a
    los ayuntamientos, preguntando por los responsables del
    área de participación y del proyecto
    Consensus -no siempre supieron orientarnos. Tras un primer
    contacto escrito en que se explicaban los objetivos y
    metodología del proyecto, y una posterior
    comunicación telefónica en que se solicitaban los
    datos de los
    informantes, se les hizo llegar por correo electrónico el
    enlace a la web del proyecto
    (http://www.eparticipacion.org), desde donde se
    podía contestar el cuestionario.

    El cuestionario evaluaba las impresiones del informante
    sobre temas de participación ciudadana y de
    utilización de TICs, al tiempo que daba cuenta, en su
    caso, de las prácticas existentes en su
    ayuntamiento.

    El objetivo de este cuestionario era poder seleccionar
    de entre los ayuntamientos los más relevantes para una
    segunda fase de entrevistas personales, así como ayudar a
    definir el guión para éstas. Por ello, cada
    pregunta del cuestionario permitía introducir comentarios
    abiertos.

    En ningún caso se pretendía que las
    respuestas al cuestionario tuvieran significación estadística, pues se contaba con que el
    índice de respuesta sería modesto: finalmente, 14
    personas pertenecientes a 8 de las 14 instituciones que fueron
    contactadas lo respondieron.

    Entre el 12 y el 22 de julio de 2004, se llevaron a cabo
    las mencionadas entrevistas personales, en las dependencias de
    las propias instituciones y ayuntamientos: Fundació Jaume
    Bofill, Localret, ICT y los ayuntamientos de Cardedeu,
    Mataró, Sant Feliu de Llobregat, Vic y Manresa. Se
    consideró que las diferencias de tamaño,
    localización, formaciones políticas en el equipo de
    gobierno y proyectos pilotos realizados en Consensus por
    estos ayuntamientos, así como la distinta responsabilidad técnico-política que
    los informantes ofrecían una variedad suficiente para
    proporcionar diferentes perspectivas al estudio. En total, se
    llevaron a cabo 16 entrevistas: 4 miembros de las instituciones
    impulsoras, 3 concejales/as responsables del área de
    participación ciudadana, 3 jefes/as del área de
    participación, 4 técnicos de participación y
    2 técnicos del área de comunicación y
    web.

    Las entrevistas fueron de tipo semi-estructurado; fueron
    conducidas por el investigador siguiendo un guión
    básico, manteniéndose abiertas a los temas que los
    entrevistados incorporaban por su propia iniciativa. Al comienzo
    de cada entrevista se expusieron brevemente los objetivos del
    estudio, se señaló el carácter confidencial
    de las entrevistas y se solicitó permiso para grabarlas.
    En todos los casos no hubo inconveniente por parte de los
    informantes.

    Las entrevistas fueron posteriormente transcritas y se
    llevó a cabo una labor de análisis, agrupando los
    componentes conceptuales más relevantes para el presente
    estudio.

     

    3. Resultados y
    discusión

    En este apartado damos cuenta de los resultados
    más importantes de la investigación, a lo largo de
    dos secciones principales: una dedicada a la propia experiencia
    "Consensus, ciutadans en xarxa" y otra sobre la
    participación electrónica en general. Al final del
    epígrafe y de forma breve, se reflexiona sobre la
    viabilidad de extender el proyecto Consensus más
    allá del ámbito de Cataluña.

    La primera sección comprende el relato del
    proceso de creación de Consensus, la
    evolución institucional acontecida en el marco del
    proyecto, la descripción del sistema que engloba un
    inventario de
    las funcionalidades que la herramienta ofrece a los
    ayuntamientos, el uso que éstos hacen y planean hacer de
    ella y cómo la valoran ahora que concluyó la
    primera fase de revisión y mejora, una
    caracterización de la "Comunidad Consensus" -red de
    intercambio de experiencias integrada por las instituciones
    promotoras y por todos los ayuntamientos que utilizan
    Consensus– y finalmente, algunas conjeturas sobre la
    posibilidad de extender el uso de Consensus más
    allá de las fronteras de Cataluña.

    El segundo epígrafe gira en torno a la
    participación electrónica e incluye las
    ideas más importantes sobre las que nuestros informantes
    reflexionaron durante las entrevistas. Se parte de una
    descripción del estado actual
    de la participación ciudadana, para posteriormente abordar
    las problemáticas asociadas tanto a la
    participación como a la participación
    electrónica.

    Como consecuencia de la vocación divulgativa con
    la que nace este artículo, algunas de las ideas expuestas
    en esta sección podrían tal vez parecer demasiado
    elementales y de poca relevancia al lector. Sin embargo, nuestra
    experiencia de campo nos ha mostrado que los ayuntamientos se
    encuentran en estadios de evolución distintos en lo que se
    refiere a su entendimiento de la participación ciudadana y
    al nivel de profesionalización con que la practican, y
    hemos creído importante que nadie quedara excluido de la
    comprensión de nuestro estudio.

    A lo largo de todo este apartado dedicado al
    análisis de los resultados hemos cedido la palabra a los
    informantes, dejando que ellos, los protagonistas que idearon,
    construyeron e hicieron que Consensus madurara hasta ser
    hoy una realidad que da sus primeros pasos, hablen. Y que con sus
    palabras transmitan el testigo de esta experiencia al lector. Por
    cuestión de confidencialidad y de respeto al
    anonimato se han omitido los nombres de los entrevistados.
    Sólo en los casos en los que se consideró
    necesario, se hace referencia al cargo y el tipo de
    organización del informante.

     

    Consensus, ciutadans en
    xarxa

    Historia de la iniciativa

    El proyecto Consensus surge en el año 2000
    con el objetivo de ofrecer a los ayuntamientos una herramienta de
    participación ciudadana a través de Internet que
    facilitase y promoviera la transmisión de
    información entre responsables municipales-ciudadanos y
    estimulase la realización de consultas y experiencias de
    participación ciudadana. En este contexto y para la
    consecución de los anteriores objetivos, se
    proporcionaría la necesaria orientación
    metodológica para la organización de procesos
    participativos que permitiera implantar y utilizar exitosamente
    la herramienta en cualquier municipio.

    Los impulsores del proyecto fueron tres instituciones
    catalanas, de naturaleza y carácter dispares:

    El Institut Català de Tecnologia (ICT):
    fundación privada creada en 1986 con el objetivo de
    facilitar la adaptación de las empresas al
    cambio tecnológico, mediante I+D, asesoramiento,
    formación e información. En el momento del
    nacimiento de Consensus habían realizado ya un
    proyecto en el ámbito municipal y deseaban profundizar su
    experiencia en este área. Sobre ellos recayó el
    peso del liderazgo
    tecnológico: se ocuparon de una parte importante del
    diseño de la herramienta, así como de su
    construcción y administración.

    Localret: consorcio de ayuntamientos catalanes,
    que promueve el desarrollo de las TICs en las administraciones
    locales desde 1997. Localret impulsa, desde un enfoque
    participativo, la realización de planes
    estratégicos de posicionamiento
    de los ayuntamientos frente a las Nuevas Tecnologías. Uno
    de sus mayores intereses gira en torno a la
    "estandardización de procedimientos y aplicativos entre
    los ayuntamientos"
    . En Consensus, asumió el
    papel de coordinador e intermediario con los
    ayuntamientos.

    La Fundació Jaume Bofill: fundación
    cultural privada creada en 1969, entre cuyos objetivos se cuenta
    la estimulación de los valores de
    la democracia y la participación entre los ciudadanos. La
    Fundación tiene un gran conocimiento y reconocida
    experiencia en el desarrollo de programas de
    innovación metodológica y
    tecnológica para la participación ciudadana. Tras
    la experiencia previa del proyecto democracia.web de
    promoción de la participación en el parlamento
    catalán, la Fundación deseaba desarrollar una
    herramienta similar para el ámbito municipal.

     

    El proyecto inicial, financiado por el programa PROFIT
    (5) del Ministerio de Industria,
    preveía un año para el diseño de la
    herramienta y otro para la realización de una prueba
    piloto. La herramienta se instalaría posteriormente en los
    servidores de
    cada uno de los ayuntamientos que deseasen utilizarla.

    Pero poco después de ser iniciado el proyecto, se
    comprobó que su desarrollo requería una
    financiación mayor, por lo que se decidió dar
    entrada a un grupo de diez ayuntamientos (6) que
    además de aportar fondos, contribuirían al
    desarrollo de la herramienta, al realizar cada uno de ellos una
    prueba piloto (7) .

    La intervención de los ayuntamientos desde la
    fase de diseño tuvo una importancia vital para la
    evolución de Consensus al provocar:

    Revisión más profunda de la
    herramienta
    : las múltiples pruebas piloto
    desarrolladas, así como la gran cantidad de
    técnicos que la utilizaron, proporcionaron una cantidad de
    feed-back mucho mayor, que permitió "detectar
    muchísimos problemas, sobre todo de usabilidad y
    diseño"
    . Gracias a su intervención en el
    diseño, Consensus puede considerarse como una
    herramienta "pensada desde abajo por los técnicos
    municipales"
    .

    Conveniencia de hosting centralizado: esto es,
    que una instalación central del sistema sea utilizada por
    todos los ayuntamientos. Ya durante las fases de prueba, en que
    se aplicaban cambios y mejoras frecuentes al sistema, se vio que
    resultaba conveniente tener un solo sistema accesible para todos
    los consistorios. Se comprobó asimismo que este modelo era el
    que más se ajustaría a la realidad municipal:
    había, por ejemplo, ayuntamientos en que "los
    técnicos informáticos no querían llevar el
    proyecto, pues lo consideraban algo externo"
    y
    "había ayuntamientos que no tenían la
    infraestructura necesaria para instalar el sistema. Ni personal,
    ni servidor
    ni nada"
    .

    Surgimiento de redes de aprendizaje dentro de
    los ayuntamientos
    : Las pruebas piloto mostraron que "los
    técnicos de participación e Internet no se llevan
    bien. No creen en ello ni saben muy bien cómo usarlo"
    .
    "Las pruebas que mejor resultaron fueron aquellas en que
    técnicos de participación y web trabajaron
    juntos"
    . Por medio del trabajo en Consensus, se
    favoreció que se adquiriese en los ayuntamientos una
    "mentalidad de Internet".

    Surgimiento de redes de aprendizaje entre los
    ayuntamientos
    : "Mucho más interesante que el
    producto’ ha sido el proceso. Las relaciones
    que se han montado, las sinergias que se han montado en todos los
    ayuntamientos, entre los técnicos […] la
    maduración que hemos hecho todos del tema de la
    participación electrónica"
    . Este proceso, que
    "fue creando entre los técnicos de los ayuntamientos
    complicidades"
    , cristalizaría en la decisión de
    crear la Comunidad Consensus, para institucionalizar el aprendizaje y
    el intercambio de experiencias.

     

    Los problemas que se enfrentaron antes y durante el
    desarrollo de las pruebas piloto creemos que son ilustradoras de
    las dificultades que enfrentan la mayoría de los proyectos
    de gobierno electrónico. Los más destacados
    fueron:

    Retrasos importantes en la entrega de la primera
    versión del sistema
    . A pesar de que este tipo de
    retrasos son habituales en la mayoría de los proyectos
    relacionados con las Nuevas Tecnologías, en este caso
    afectaron al desarrollo de algunas de las pruebas piloto.
    Éstas estaban vinculadas a procesos presenciales y
    debían respetar su calendario, por lo que sólo
    pudieron utilizar parcialmente la herramienta.

    Problemas de usabilidad y diseño de la primera
    versión de Consensus:
    "En la primera fase, el
    planteamiento era muy desde el punto de vista técnico. No
    estaba pensado para que lo utilizara un ciudadano de a pie, sino
    una persona muy
    habituada a Internet y a un lenguaje muy
    técnico".
    El diseño, aunque se había
    realizado conjuntamente, había sido liderado
    principalmente por el ICT, una institución marcadamente
    tecnológica con apenas experiencia en los procesos
    municipales. Esto explicaría el distanciamiento que se dio
    entre el contexto de diseño y el de utilización
    (Aibar y Urgell 2004) en esta primera fase.

    Tensiones causadas por diferencias de opiniones y
    cultura
    organizativa entre las instituciones participantes
    : Lo que la
    Fundació y Localret veían como "deficiencias" que
    debían subsanarse, para el ICT eran "mejoras" que no
    habían sido especificadas y se escapaban del diseño
    inicial. La forma de abordar proyectos en organizaciones
    más ‘técnicas’ suele diferir de la de
    los ‘entes públicos’, lo que obligó a
    los integrantes del proyecto a superar las tensiones iniciales y
    a aprender a trabajar conjuntamente en el marco de Consensus:
    tras un momento de crisis, se produjo finalmente el ajuste entre
    las tres instituciones promotoras: "desde entonces […]
    hemos podido hacer un trabajo de colaboración. […]
    Todo muy fluido y muy bien"
    .

     

    Tras la finalización de las pruebas piloto, era
    para todos evidente la necesidad de realizar mejoras en la
    herramienta antes de que pudiera ser plenamente operacional. Por
    ello, durante el año 2003 y los primeros meses de 2004, y
    gracias a la financiación recibida de la Generalitat de
    Catalunya,
    se desarrolló Consensus II, una
    nueva versión del sistema que además de subsanar
    las deficiencias incluía algunas nuevas
    funcionalidades.

    El proceso de diseño de esta segunda fase se
    benefició de todos los avances aportados por el
    aprendizaje institucional previo. Los ayuntamientos tuvieron un
    papel más activo, y se contó además con los
    servicios de una empresa
    especializada en diseño.

    Como resultado se obtuvo un sistema mucho más
    maduro. "Las primeras sesiones que hicimos
    enseñándoles Consensus II… se les
    veía otra cara… ¡daban hasta aplausos!".
    "Ahora los fallos, las cosas que podrías mejorar, son ya
    cosas muy pequeñas".

    El 21 de julio de 2004 se realizó un acto de
    presentación en el Palau de la Generalitat,
    iniciándose con ello la fase de expansión a todos
    los municipios catalanes. Después de tres años y
    medio de intenso trabajo, la herramienta Consensus era una
    realidad.

    Características funcionales de
    Consensus

    Consensus es una herramienta para la información,
    consulta y participación ciudadana a través de
    Internet, que puede ser utilizada por los ayuntamientos de
    Cataluña como apoyo a sus procesos presenciales de
    participación.

    Las características generales más
    importantes del sistema son:

    Flexible: puede integrarse con facilidad en las
    webs de los ayuntamientos. Las distintas funcionalidades pueden
    activarse selectivamente, en función de
    las necesidades de los ayuntamientos y el aspecto visual es
    configurable para que se ajuste al diseño corporativo del
    municipio.

    Versátil: como pusieron de manifiesto las
    pruebas piloto, Consensus puede utilizarse para apoyar
    procesos participativos muy distintos. Diferentes grados de
    visibilidad y de moderación externa en los espacios,
    posibilitan procesos de distinta naturaleza: desde los más
    complejos con sus propios subprocesos internos hasta la
    posibilidad de crear espacios de trabajo únicamente
    visibles para participantes acreditados. Esto permite, por
    ejemplo, que una asociación de un municipio tenga su
    propio espacio en Consensus, para la discusión y
    trabajo interno de sus miembros.

    Participación de calidad: puesto que el
    acceso a Internet está limitado y la participación
    electrónica, a día de hoy, no puede considerarse
    representativa, Consensus busca promover la
    participación reflexiva, informada y de calidad, que
    permita mejorar la toma de
    decisiones. Para ello, facilita que informaciones de
    naturaleza diversa sean puestas en común por todos los
    participantes.

    Eficiente: la gestión del espacio de un
    ayuntamiento en Consensus es muy sencilla y puede ser
    llevada a cabo por cualquier persona, aun careciendo de
    conocimientos informáticos. Puesto que únicamente
    existe una instancia central, administrada por el ICT, los
    ayuntamientos no necesitan preocuparse por los aspectos
    más técnicos. Para el ciudadano, la
    utilización de Consensus es intuitiva y
    amigable.

    Descentralizado: Consensus permite que
    haya distintos animadores -personas encargadas de
    gestionar los procesos de participación- que se encarguen
    de los diferentes procesos de un ayuntamiento, haciendo posible
    la transferencia de la responsabilidad sobre ellos.

    Transparente: aun cuando gran parte de las
    áreas de Consensus cuentan con moderadores, lo que
    permite rechazar aquellos mensajes que no respetan el código
    ético -y, por ejemplo, contienen insultos- o que no son
    relevantes -por ejemplo, la propuesta de un enlace a una web que
    no tiene que ver con el proceso-, el animador debe siempre
    especificar la razón por la que el mensaje fue rechazado.
    Todos los mensajes rechazados son accesibles para los usuarios en
    un espacio creado con este fin.

     

    En lo que se refiere a las funcionalidades ofrecidas por
    Consensus, se podría decir que estas son de dos
    tipos. Unas generales, que se relacionan con aspectos
    genéricos de los ayuntamientos y que tienen un
    carácter permanente, y otras más
    específicas, las incluidas en los denominados "espacios
    complejos" -espacios virtuales de consulta y participación
    sobre un tema específico- que generalmente tienen una
    duración determinada.

    Las funcionalidades que Consensus ofrece son de
    dos tipos. Unas generales, que se relacionan con aspectos
    genéricos de los ayuntamientos y que tienen un
    carácter permanente, y las incluidas en los denominados
    "espacios complejos", que son espacios virtuales de consulta y
    participación sobre un tema específico, que
    generalmente tienen una duración determinada.

    Las funcionalidades generales, que pueden
    activarse o desactivarse en función de las necesidades de
    los ayuntamientos, incluyen:

    Cartas al consistorio: permite enviar preguntas,
    comentarios, demandas o sugerencias al ayuntamiento. El mensaje
    es dirigido al concejal o concejala correspondiente, quedando
    tanto el requerimiento como la respuesta accesible en la
    web.

    Cuestionarios generales: permite recoger la
    opinión o punto de vista de los ciudadanos en
    relación a temas generales del ayuntamiento.

    Agenda de plenos: permite consultar las fechas,
    los puntos del orden del día y leer las actas de los
    plenos del ayuntamiento.

    Recogida de firmas: permite al ciudadano iniciar
    o adherirse a una recogida de firmas, para modificar un punto del
    orden del día de un pleno o para cualquier otro tema de
    interés
    municipal.

    Avisos: Consensus permite al ciudadano
    registrarse para recibir noticias
    relacionadas con el ayuntamiento o con los procesos concretos en
    que el ciudadano esté interesado.

     

    Las funcionalidades que pueden incluirse en los
    "espacios complejos" son:

    Foros: Espacio para el debate en un
    proceso de consulta. Pueden ser moderados – en los que el
    animador valida los mensajes antes de que sean publicados – o no
    moderados.

    Documentos: documentos de
    todo tipo relacionados con el proceso participativo. Pueden ser
    "documentos de trabajo", a los que los ciudadanos pueden aportar
    sus comentarios, o simplemente "documentos informativos".
    Adicionalmente, los ciudadanos pueden proponer la
    inclusión de otros documentos que consideren
    relevantes.

    Enlaces: enlaces a páginas relacionadas
    con el proceso participativo. Los ciudadanos pueden proponer la
    inclusión de otros enlaces que consideren
    relevantes.

    Cuestionarios: permiten recoger la opinión
    de los participantes en el proceso de consulta.

    Grupos de trabajo: para un proceso participativo
    que abarque distintas áreas, pueden definirse distintos
    sub-espacios para cada una de dichas áreas. Estos
    sub-espacios disponen de todas las funcionalidades de un "espacio
    complejo".

     

    Valoración de Consensus desde los
    ayuntamientos

    La valoración que hacen nuestros informantes de
    Consensus es en general positiva.

    Todos coinciden en señalar que "es sólo
    una herramienta más con que apoyar la
    participación"
    y que "ha de tenerse claro que
    participación y tecnología es
    participación"
    . Las TICs no son la solución a
    todos los problemas de la participación, ni pueden
    sustituir a los procesos presenciales. "La ciudadanía a
    la que Consensus permite alcanzar tiene un perfil
    socio-económico determinado, que es una porción muy
    pequeña del resto de ciudadanos. Además de
    Consensus, tienen que potenciarse otras herramientas".
    Muchos
    coinciden en ver Consensus como una herramienta de futuro
    más que de presente. Un futuro para el que, en cualquier
    caso, hay que prepararse, porque "el carro de las Nuevas
    Tecnologías no lo puedes dejar pasar. Tenemos que estar
    igualmente, porque el futuro es este"
    .

    Entre tanto, muchos de los ayuntamientos están
    promoviendo la creación de puntos de acceso público
    a Internet en bibliotecas,
    escuelas, centros juveniles y otras dependencias municipales,
    desde los que poder acceder a Consensus: "uno de los
    elementos no es ya disponer de la herramienta sino que los
    ciudadanos tengan acceso a las tecnologías que permitan
    utilizarla"
    . En estos puntos de acceso se publicita e informa
    sobre Consensus. También se proyecta que, a partir
    de ahora, Consensus "se utilice en los cursos de
    informática que pueda hacer el ayuntamiento
    a través de diferentes servicios"
    .

    Otra de las motivaciones para utilizar Consensus
    es poder llegar a ciudadanos que actualmente no participan.
    "Consensus puede ser muy útil para llegar al ciudadano
    que no está vinculado a ninguna asociación. Y
    también al ciudadano asociado que no está en
    primera línea"
    . También puede permitir que
    "los colectivos de 28 a 45 años, que son el colectivo
    desaparecido en la participación… y mucho
    más las mujeres que los hombres, porque es un momento de
    explosión profesional y familiar (…) dispongan de
    un espacio donde poder visualizar su compromiso" (8) .

    En muchos casos puede funcionar también como una
    vía de iniciación en la participación:
    "el ciudadano al cual todavía no hemos llegado por la
    vía directa, pues quizás sí que puede
    empezar a dar los primeros pasos en participación a
    través de Consensus"
    .

    Consensus permite, además cubrir "la necesidad
    de hacer público y accesible lo que pasa en las
    actividades de participación. Si no, lo que pasa en los
    consejos no les llega a nadie, ¡ni a la gente de las
    propias asociaciones que participan! Poner en Internet es cada
    vez más una necesidad"
    .

    Para los responsables municipales Consensus es
    una herramienta muy versátil, que puede cubrir necesidades
    muy diversas. Aunque las estrategias para su utilización
    varían mucho de un consistorio a otro, algunos
    ayuntamientos planean "utilizarlo en todos los campos. Tiene
    que ser siempre una herramienta de apoyo, pero queremos que se
    tenga en cuenta en todos los procesos participativos". "Nuestra
    intención es que toda la participación real…
    potenciarla, multiplicarla, a través de Consensus… y
    también [utilizarlo] como un archivo de todo
    lo que se haya hecho, de seguimiento. Porque el problema es…
    [en] la participación, se hace una cosa y
    después… ¿dónde quedan los
    documentos?, ¿dónde quedan las actas¿…
    ¿cómo se puede hacer una evaluación
    con eso?".

    En definitiva, como resumía una técnico de
    participación: "a ver, Consensus lo que te permite es:
    puedes utilizar diferentes herramientas de participación,
    pero tú tienes un folio en blanco. Es decir, tú
    ahí de información pones la que a ti te convenga y
    después utilizas las herramientas en función de lo
    que tú pretendes. Y por tanto, en eso es muy útil
    para todo".

    En cuanto a la utilización efectiva de
    Consensus, los responsables de los ayuntamientos cuyas
    pruebas mejor funcionaron señalan primeramente la
    importancia de la difusión. "Tienes que motivar a la gente
    para que vaya a Consensus". ¿Cómo? Las
    propuestas son múltiples: incluir banners
    atractivos en las webs municipales, repartir información
    sobre los procesos que se abren en las listas de distribución, hacer promoción en los
    cibercafés y puntos de acceso, poner monitores que
    ayuden al ciudadano a navegar en Consensus,
    promoción de los procesos en la prensa, radio y televisión
    locales, distribuir información sobre los
    resultados…

    Por otro lado, subrayan también lo importante que
    es el trabajo del
    dinamizador: "los procesos online funcionan si tienes quien
    los dinamiza. […] No sólo que cuelgue la
    información, sino que sea capaz de incentivar el debate
    público"
    . Es asimismo vital el compromiso de respuesta
    por parte del ayuntamiento, el "retorno de la
    participación a aquella persona que se ha implicado"

    en forma de una respuesta a sus preguntas o comentarios. Para que
    esto funcione, en muchos casos, se requiere el esfuerzo y
    compromiso de la totalidad de las áreas del ayuntamiento,
    pues frecuentemente el dinamizador no dispone de las respuestas y
    son las áreas quienes deben proporcionárselas. En
    algunos procesos clave, se estableció un compromiso "de
    que en 48 horas los distintos servicios [del ayuntamiento] que
    estaban implicados en la respuesta a una consulta ciudadana
    tenían que enviar una respuesta para que se colgara en
    Consensus. De manera que en dos días aquella persona
    tenía que tener una respuesta en Consensus y además
    enviada a su correo electrónico particular"
    . Si el
    ciudadano no recibe respuesta, o en general si las iniciativas de
    participación no se hacen correctamente, es fácil
    "frustrar al ciudadano" y que pierda la
    motivación para participar en iniciativas
    futuras.

    Existe comúnmente el temor a que este tipo de
    compromisos de respuesta genere una sobrecarga de trabajo, pero
    al menos en las experiencias realizadas hasta ahora, esta
    sobrecarga "nunca fue excesiva".

    En relación a la calidad de las intervenciones,
    por cuanto se pudo ver en las experiencias piloto, es
    generalmente buena: "muchas de las alegaciones [que se
    recibieron a través de Consensus] se incorporaron al
    programa de actuación".

    En un contexto como el actual, en el que "los
    ayuntamientos, sean del tamaño que sean, se dan cuenta que
    no se puede trabajar individualmente, sino que se tiene que
    intentar trabajar cuanto más posible en red"

    Consensus ha posibilitado "poner en marcha una
    herramienta que si la ponía en marcha sólo un
    ayuntamiento, tenía un coste altísimo"
    .
    Así, a través de la optimización de recursos
    y la utilización de sistemas compartidos, se ha conseguido
    algo que era un imposible a priori: disponer de "una
    herramienta muy potente con un coste bajo para el
    ayuntamiento"
    .

    Pero Consensus no sólo ha supuesto una mejora
    para las arcas municipales; los meses a lo largo de los cuales
    instituciones y ayuntamientos han trabajado conjuntamente en la
    mejora de la herramienta, reuniéndose e intercambiando
    experiencias, han ido creando "un conocimiento que es
    importantísimo que se mantenga"
    . Con este fin de
    mantener vivo este foro de reflexión sobre la
    Participación Ciudadana, nace la "Comunidad
    Consensus"
    , como "una comunidad de interés, de
    conocimiento, que permita compartir experiencias, ver
    cuáles son las buenas prácticas dentro de los
    ayuntamientos que funcionan en Consensus, y buscar buenas
    prácticas, artículos [y] ejemplos fuera, para poder
    acompañar metodológicamente las experiencias".

    Esta comunidad es una garantía de perpetuación de
    Consensus también en el futuro, de poder darle
    continuidad: "tenemos una herramienta con doce ayuntamientos
    activos y con
    voluntad de permanecer en el tiempo, no de abandonar. Aquella
    primera idea de lo instalamos y se terminó, no prospera
    […] el futuro se plantea con la creación de la Comunidad
    Consensus, que es una idea de mantener esta relación"
    .
    Mientras que con la extensión del uso de Consensus
    se intenta "socializar la aplicación, con la comunidad
    [queremos] socializar el conocimiento que hemos adquirido durante
    estos dos años"
    .

    Los ayuntamientos descubren en la Comunidad un espacio
    donde compartir experiencias y encontrar apoyo: "si no
    hubiéramos estado en Consensus yo no conocería las
    experiencias de otros ayuntamientos (…) y las herramientas que
    han utilizado seguramente las podemos utilizar nosotros. El poder
    entrar en su página y decir: ‘¡ostras!, pues
    mira, estos están haciendo estos procesos y esto es
    interesante, mira el forum les ha funcionado, o esto lo han
    planteado así y no ha funcionado, pues podemos plantearlo
    de otra manera…’, el compartir las experiencias yo creo
    que es importantísimo".

    Unas experiencias que desembocan, muchas veces, en un
    debate más profundo: "ya que conoces las experiencias,
    profundizas en cómo trabajar la participación. O
    sea, la participación es una cosa que está muy de
    moda y todo el
    mundo habla, pero hay muchas perspectivas y hay muchas posiciones
    alrededor. Todos los ayuntamientos estamos un poco en un
    ensayo-error entorno a la participación"
    . Existen,
    no obstante, otros foros que los técnicos de
    participación ya utilizan para informarse sobre
    experiencias de participación, como el Observatorio
    Internacional de la Democracia Participativa
    (9) ,
    donde "se recogen experiencias para el ámbito de la
    participación a nivel mundial,
    prácticamente"
    .

    La Comunidad Consensus, precisamente por
    circunscribirse a un ámbito geográfico más
    pequeño, permite a sus miembros beneficiarse de las
    ventajas de la presencialidad. Reforzada por los vínculos
    que genera la cercanía entre unos consistorios con
    necesidades similares, podría en el futuro tener un efecto
    mucho mayor en la promoción de la Participación
    Ciudadana y la difusión de prácticas relacionadas
    con ella.

     

    La participación
    ciudadana apoyada en nuevas tecnologías

    La participación ciudadana, especialmente en
    Cataluña, atraviesa un momento insólito de
    eclosión, que recuerda al boom que se produjo
    algunos años atrás con el área de medio
    ambiente.
    "En Cataluña, en esta legislatura la
    participación es la estrella. Todo el mundo quiere crear
    cosas y quiere crear cosas"
    . "Hace unos años, de
    regidores de participación había muy pocos, ahora
    hay más… y los ayuntamientos ya lo ven como una
    obligación: ‘¡tengo que introducir temas de
    participación en mi agenda
    política!’"
    .

    Para poder explicar esta tendencia creciente, debemos
    prestar atención a una serie de fenómenos
    sobre los que ya hablamos en la introducción: la Globalización, los cambios en la sociedad y
    en la ciudadanía, la crisis de legitimidad de la
    democracia participativa… así como la
    aparición de nuevas herramientas, metodologías y
    experiencias para la participación como Consensus,
    que están desembocando en que la participación se
    perciba cada vez más como algo eficiente y
    efectivo.

    Todo parece indicar que "no es una moda que vaya a
    pasar sino que va a ir a más (…) hay una voluntad
    de profundizar la democracia, y no creo que pueda ir para
    atrás"
    . Se hacen necesarios muchos cambios, "tanto
    por parte del ciudadano como de los políticos"
    , y va a
    hacer falta mucho tiempo para que este proceso pueda madurar.
    "Faltan años que nos darán madurez y formas de
    funcionar y [entonces] se verá realmente la importancia de
    la participación ciudadana".

    Tomando todo lo anterior en cuenta, en este apartado
    reflexionaremos junto con nuestros informantes, sobre el estado
    actual de la participación ciudadana, para posteriormente
    abordar las problemáticas asociadas tanto a la
    participación en general como más
    específicamente a la participación
    electrónica.

    Panorama actual de la
    participación

    Hemos de partir de la aceptación de que hay
    muchas visiones y enfoques diferentes sobre lo que es la
    participación. Parece generalizada la idea de que la
    participación ciudadana es importante y que debe impregnar
    todas las relaciones entre los consistorios y los ciudadanos. A
    pesar de ello, se observan grandes diferencias en las
    estrategias, en cómo se utiliza y cómo se planea
    desarrollarla. "(…) qué significa
    participación conceptualmente. Y aquí cada uno
    entiende una cosa. Habitualmente cada uno entiende lo que
    más le interesa"
    . Pudimos observar que en casi todos
    los ayuntamientos existe la impresión de que su forma de
    enfocar la participación es correcta, a pesar de que en
    algunos casos los conflictos que
    había habido con la ciudadanía mostraban que
    existían problemas que solucionar. Existe una cierta
    inseguridad en
    la mayoría de los cargos políticos municipales en
    relación a la participación, y es frecuente que, en
    los casos en los que los procesos participativos no producen los
    efectos deseados, se trate de zanjar el problema aludiendo a
    razones técnicas: "en situaciones tan complicadas tiene
    que prevalecer el criterio técnico"
    .

    Pero, ¿qué es la participación
    ciudadana para los responsables municipales?
    "Participación ciudadana es trabajar conjuntamente. El
    trabajo conjunto de la administración local y los
    ciudadanos"
    . O como expresó una concejala de
    participación: "Cuantas más garantías
    tengamos de que las decisiones políticas han tenido
    espacios donde hemos podido enriquecerlas en matices, en ser
    más conscientes de los efectos y en saber visualizar el
    acuerdo y también el desacuerdo… mejor"
    . Esto es
    precisamente lo que se pretende conseguir con la
    participación.

    Existe también una discusión alrededor de
    cuestiones como cuál debe ser el alcance de la
    participación, sobre si los resultados de los procesos
    participativos han de ser vinculantes o no, o sobre cuál
    es su justificación última, es decir, si puede
    entenderse la participación como una forma de profundizar
    el modelo de democracia representativa o si señala el
    advenimiento de un nuevo modelo de "democracia participativa". En
    esta última cuestión los representantes municipales
    mostraban bastante acuerdo en sus opiniones. Si bien es claro que
    los resultados de un proceso participativo han de ser tenidos
    siempre en cuenta, al final "nuestra obligación como
    gobierno (…) es recoger las diferentes visiones que hay de
    un determinado tema, que no quiere decir que después todas
    sean válidas o que el gobierno esté dispuesto a
    desarrollarlas todas. El gobierno tiene una obligación con
    las personas que depositaron su apoyo en su equipo y su programa,
    y hay elementos que no pueden ir en contra de las líneas
    programáticas del equipo de gobierno".
    Al fin y al
    cabo, "el máximo reflejo de participación que
    hoy por hoy tenemos son los procesos electorales"
    . Ha de
    tenerse en cuenta que cualquier proceso participativo, por
    extenso que se plantee, está aquejado de una falta de
    representatividad "porque no participa ni gente sin estudios,
    ni gente mayor, ni [in]migrantes, ni mujeres…"
    y que
    actualmente es relativamente sencillo manipular los procesos
    participativos o hacerlos inoperantes. Parece, por tanto, que en
    este momento la participación ha de funcionar como un
    complemento a las estructuras de gobierno representativo, con el
    fin de hacerlo funcionar mejor. "Este país no tiene un
    problema de agotamiento del sistema democrático, tenemos
    un problema de juventud de la
    democracia (…). Lo que nos tendría que preocupar
    (…) es que este sistema [pueda] agrandarse y solidificarse
    bien…"
    desarrollando sus potenciales hacia una mayor
    información y participación del
    ciudadano.

    Hay que tener presente que "la participación
    no forma parte de nuestro bagaje formativo ni de nuestra cultura,
    por lo tanto se tienen que producir procesos de aprendizaje"
    .
    Entretanto, "hay que hacer apuestas decididas pero
    prudentes"
    . La tarea principal que abordan las áreas
    de participación ciudadana en los municipios es el
    favorecer que se desarrollen esos procesos de aprendizaje de las
    instituciones, los ciudadanos y los políticos.

    De cara al ciudadano, esto supone principalmente
    "trabajar mucho sobre todo el aspecto pedagógico y
    educativo, para que el ciudadano reclame la participación"
    ( 10) , así como reformar las instituciones
    existentes de participación -consejos de ciudad, consejos
    territoriales, etc.- para que funcionen de una manera más
    efectiva.

     

    Se han observado tres enfoques básicos para
    abordar la participación ciudadana:

    Participación como hasta ahora. No
    introduciendo cambios a la participación, tal y como se ha
    realizado tradicionalmente hasta ahora: centrada en asociaciones
    y movimientos vecinales y abordando sólo los temas en los
    que éstas requieren que su opinión sea tenida en
    cuenta.

    Participación como acciones.
    Creando áreas de "participación y relaciones
    ciudadanas" que estén al servicio del
    resto de áreas municipales. Disponen del conocimiento y
    las herramientas necesarias para incluir elementos de
    participación en los planes y actuaciones de las
    áreas, y lideran en su caso proyectos especiales de
    carácter participativo.

    Participación como elemento de cultura. La
    participación se considera como un "valor que impregna a
    todo el ayuntamiento", "a todo el resto de regidurías".
    Esto requiere "una adecuación en la estructura de la
    organización" para que prime "la transversalidad, la
    orientación al ciudadano, la calidad, la
    profesionalización"
    , como promueven los programas de
    modernización municipales. Según este modelo, no se
    trata de formar "técnicos de participación", sino
    de formar a la totalidad de los técnicos del ayuntamiento
    en participación, y que tomen consciencia de que
    "independientemente del área o puesto donde
    estén, están al servicio de la ciudad y de los
    ciudadanos".
    Desde el área de participación "no
    hemos de liderar todos los procesos de
    participación… sino más bien hacer un
    proceso, que es este rol de cambio de cultura, de incentivar, de
    propiciar, de acompañar…" "por medio de la
    generación y apertura de espacios para que la gente se
    encuentre y vea que es posible trabajar de otra forma, que vaya
    contaminando sus hábitos, sus espacios".

     

    Hay áreas que son más receptivas y
    áreas que son más reacias a abrirse a la
    participación. "Para superar esas resistencias
    debe haber liderazgo político y técnico"
    .
    Liderazgo político que señale claramente
    cuál es la dirección que se quiere seguir, y liderazgo
    técnico que muestre que esa dirección es
    practicable y calme los temores ante lo desconocido que puedan
    existir.

    Hasta en áreas tradicionalmente celosas de su
    autonomía -como pueda ser la de urbanismo-, una vez que
    han tenido sus primeras experiencias de participación,
    desaparece parte del miedo y se interiorizan las nuevas formas de
    trabajar para acabar disfrutando de la participación:
    "ahora, ellos mismos, los urbanistas, son conscientes de que
    es agradable trabajar de esta manera"
    . "Les ha costado una
    legislatura… pero al final lo han entendido"
    .

    Es importante resaltar, por último, la
    importancia que tiene para todos los responsables de
    participación el "retorno de la participación"
    así como los efectos que este pueda tener en la
    modernización de las administraciones
    municipales.

    Con retorno o devolución de la
    participación nos referimos a todo aquello que permita
    tomar consciencia al ciudadano que ha participado de que su
    esfuerzo valió la pena y que su trabajo se ha tenido en
    cuenta. Que las propuestas, las conclusiones y las directrices
    que salieron del proceso participativo son consideradas por el
    ayuntamiento y se convierten, en el grado en que sea posible, en
    realidad. Resulta muy fácil frustrar al ciudadano si se le
    proporcionan malas experiencias y no se produce un adecuado
    retorno. "Así ‘quemamos’ al ciudadano que
    participa y no volverá a querer
    participar".

    Para nuestro estudio resulta muy importante la
    constatación que hicimos de que, hasta en los casos en que
    los ayuntamientos desean tener en cuenta los resultados de los
    procesos participativos y retornar al ciudadano la
    información "de qué es aquello que decidimos,
    qué se ha hecho, qué no, cuánto ha gastado,
    en qué términos…"
    , les resulta, con
    frecuencia, tremendamente difícil hacerlo.

    Una de las razones es que la organización de la
    administración municipal, así como sus formas de
    contabilidad y
    sus prácticas de gestión no permiten siquiera
    obtener este tipo de informaciones. "La Administración
    Pública tiene unas leyes que
    determinan un tipo de contabilidad pública; eso implica
    una determinada lectura del
    presupuesto en
    base a un código orgánico, económico y
    funcional"
    , que permite seguir los presupuestos
    en base a ‘partidas’, pero no explicarlo en
    términos políticos, en base a programas, a
    áreas o a territorios.

    Esta imposibilidad de realizar, tanto internamente entre
    las áreas como externamente con los ciudadanos, una
    discusión presupuestaria mucho más política,
    que permita debatir al nivel de líneas
    estratégicas, hace que especialmente en las áreas
    de participación se vean claro que "o la
    administración se moderniza (…) o es muy
    difícil [que podamos] funcionar como nos
    tocaría"
    . Hace falta "reagrupar y reorganizar el
    trabajo de un modo distinto, que nos permita tener una
    visión más global de la ciudad (…): trabajar
    priorizando la coordinación a la jerarquía, la
    transversalidad a la autoridad, la flexibilidad ante la
    rigidez"
    .

    Para lograr este cambio se necesita principalmente
    "voluntad política y capacidad de desarrollarla",
    que luego se manifestará, por lo que hemos observado en
    nuestra muestra de ayuntamientos, en muchos frentes:
    primeramente, en la promoción de los procesos de
    aprendizaje internos que mencionamos previamente, pero
    también en la creación de nuevos sistemas de
    información, nuevos modelos de
    presupuestación, en la organización de programas y
    comisiones transversales, etc.

    "Cuando sepamos hacer este tipo de lectura,
    también será más fácil salir a la
    calle y poder decirle al ciudadano cómo podría
    hacer las cosas de otra manera"
    . "No es que hagamos nada
    distinto, pero sí que lo vamos a ver distinto. Nos va a
    ayudar a valorar de forma distinta qué queremos hacer,
    qué queremos priorizar, etc.". "En el momento en que
    podamos trabajar la información de esta forma, la podremos
    transmitir a la ciudadanía de una forma clara". "Hasta
    ahora era imposible".

    De hecho, hemos observado que las áreas de
    participación ciudadana en muchos casos ocupan papeles
    determinantes en estos programas de modernización y cambio
    en la organización interna. Razones para ello son que el
    área de participación es la que tradicionalmente
    está más acostumbrada a trabajar de manera
    transversal, y también esa necesidad que el área
    tiene de que cambien las cosas, para poder llevar a cabo la
    "devolución de la participación".

    Obstáculos a la participación
    electrónica municipal

    Parece que para generar políticas de
    participación ciudadana y de participación
    electrónica que sean efectivas, no basta con desarrollar
    marcos teóricos o tener buenas intenciones. Con
    frecuencia, a la hora de intentar poner en práctica sus
    proyectos, los técnicos y responsables municipales se
    encuentran con una realidad limitada en la que la falta de
    cultura electrónica, las maneras de hacer política
    o la mentalidad de las gentes se convierten en obstáculos
    que dificultan su desarrollo. Por ello, en el futuro
    próximo, tan necesario como profundizar en las
    políticas participativas será también el
    generar contextos tecnológicos, políticos y
    culturales que las hagan posibles.

    a) Brecha digital

    Uno de los primeros obstáculos con los que se
    encuentran las iniciativas de participación
    electrónica, es el panorama desolador en el que se
    encuentra el desarrollo de la Sociedad de la Información
    en España. Administraciones municipales en las que la
    penetración del uso de equipos informáticos es
    doblada por sus análogas europeas, asociaciones de vecinos
    en las que la conexión a Internet se sigue considerando un
    gasto superfluo y una población en la que apenas el 35,2% de los
    ciudadanos visita la Red regularmente, dibujan un futuro
    difícil para el desarrollo de la participación
    electrónica.

    Según un estudio que compara la
    penetración de TICs en las administraciones municipales de
    Cataluña y otras regiones europeas, entre las que se
    encuentra el "Land" (Estado) alemán de
    Baden-Württemberg, el 100% del personal del gobierno local y
    regional alemán utiliza el PC, frente al 59% de los
    catalanes. En lo que al uso de Internet se refiere, los datos no
    son mucho más optimistas: mientras en
    Baden-Württemberg el 97,4% del personal administrativo
    utiliza regularmente el correo electrónico y el 66,6%
    regularmente Internet, las cifras bajan hasta un 49,4% en el uso
    del correo y un 51,5% en el de Internet para Cataluña
    (Observatori de la Societat de la Informació
    2003).

    Este retraso en la utilización de TIC tiene su
    reflejo también en la ciudadanía: sólo uno
    de cada tres hogares catalanes están conectados a Internet
    (34,6%) mientras que el 65,8% de la población navega poco
    o nada por la "red de redes". Dentro de ese tercio de
    población asidua a Internet, el perfil del usuario medio
    es un hombre (43,3%
    del total de los hombres frente a un 27,6% del de mujeres utiliza
    Internet semanalmente), entre 25 y 34 años (55,5%), con
    estudios universitarios (73,9%) y un alto poder adquisitivo
    (81,4%) que por su edad, está centrado en su vida familiar
    y en el desarrollo de su carrera profesional y tiene,
    habitualmente, poco tiempo para la participación ciudadana
    presencial (11 ) .

    En lo que a los puntos de acceso gratuitos se refiere, a
    finales de 2003 existían 5267 en toda Cataluña, lo
    que supone un 0.81 ordenador por cada 1000 habitantes
    (Regional-IST 2004).

    b)Falta de cultura participativa

    Como señalamos anteriormente, "la
    participación no forma parte de nuestro bagaje formativo
    ni de nuestra cultura"
    . Con una democracia que es
    todavía joven, y una gran franja poblacional que
    creció bajo un régimen de dictadura y en
    unas condiciones socio-económicas que nada tienen que ver
    con las actuales, el ejercicio de la ciudadanía es un
    proceso que comienza a ser aprendido en España. Esta falta
    de cultura participativa es una de las principales preocupaciones
    de los responsables municipales, que identifican al menos tres
    áreas críticas donde se manifiesta especialmente:
    en la ciudadanía, en las administraciones y en las
    asociaciones.

    Ciudadanía

    En cuanto a la ciudadanía, se observa que
    "tenemos una cultura política desconfiada, poco
    participativa, que se siente lejos de la administración y
    los políticos, agravada por una cada vez mayor de
    distancia, por X motivos, que hace que sea difícil que la
    gente participe".
    Se siente al "ayuntamiento como
    enemigo"
    , y por tanto apenas existe la confianza y
    complicidad entre gobernantes y ciudadanos, fundamentales para
    que la participación funcione.

    De hecho, la mayoría de los ciudadanos que acuden
    a las elecciones piensan: "yo ya he cumplido con mi
    obligación, que ha sido emitir el voto, y ahora ellos pues
    que decidan".
    Para el pequeño porcentaje de ciudadanos
    que estaría dispuesto a movilizarse, "participar les
    supone un esfuerzo importante"
    . Trabajo, actividades,
    familia,
    desplazamientos, horarios… hacen difícil que se
    pueda atender a las actividades presenciales de
    participación.

    Actualmente es un porcentaje muy pequeño de la
    población el que participa, y "es casi siempre la misma
    gente"
    . "Hay verdaderos profesionales de asistencia a
    reuniones. (…) Pueden ir a una de Nuevas
    Tecnologías y luego te lo encuentras en una de montar una
    fiesta infantil".

    Para que un ciudadano participe ha de percibir
    principalmente que el tema le es importante y cercano, que su
    esfuerzo va a merecer la pena y que es compatible con sus
    compromisos. En todos estos aspectos, las áreas de
    participación pueden todavía mejorar: "tenemos
    que tener capacidad para hacer una participación que sea
    diversa, más flexible, con menos compromiso para el
    ciudadano… pero a la vez más eficaz. Yo creo que
    esto es posible, pero hemos de dedicarle tiempo"
    .

    Administraciones

    En relación a las administraciones, hay un alto
    porcentaje de "alcaldes y ediles a los que, por una
    cuestión generacional, la participación les queda
    muy lejos"
    . Consideran que "han sido escogidos para
    gobernar"
    y "no están extremadamente dispuestos a
    ceder poder"
    . Como señala un concejal de
    participación: "los propios partidos políticos
    son también sistemas cerrados, anquilosados, alejados de
    la cotidianeidad del día a día [ciudadano]"
    ,
    que por tanto no han sabido ni podido integrar todavía la
    participación ciudadana en su filosofía.

    Entre los políticos que se aproximan a la
    participación, las actitudes con
    respecto a ella son variadas. "Hay quienes se apuntan al carro
    de la participación porque esto está de moda"
    y
    porque participación es una palabra que necesita aparecer
    en todos los programas políticos. "Entonces… se
    abren canales pero sin trabajar los valores, sin
    trabajar la cultura…", sin una estrategia clara
    que permita profundizar en la participación ciudadana,
    dándole continuidad en el futuro.

    "Hay una parte mínima de la clase
    política que cree que hay algo que falla aquí, y
    que una vía de solución de esta cosa que falla es a
    través de participación"
    . Pero aunque
    "tienen la convicción de que hay que avanzar en este
    camino… la dificultad está en el cómo"
    ,
    máxime cuando la formación en cultura de diálogo y
    participativa es una de las asignaturas pendientes de los cuadros
    técnicos y políticos.

    Frecuentemente se acusa a los funcionarios de su
    resistencia al
    cambio y su reticencia a la hora de compartir información.
    En muchos casos parece que no es que falte voluntad, sino que
    carecen de los conocimientos, recursos y herramientas, y del
    necesario liderazgo político y técnico para abordar
    los cambios.

    Asociaciones

    Finalmente, resulta también muy importante
    destacar la falta de cultura participativa de las asociaciones.
    Esto acarrea actualmente multitud de problemas en el
    ámbito municipal, al haberse desarrollado tradicionalmente
    la participación ciudadana a través de ellas, y
    más concretamente a través del movimiento
    vecinal.

    En algunos municipios las asociaciones de vecinos se
    constituyen en un auténtico "lobby de
    poder, un contrapunto de poder al ayuntamiento"
    , que disponen
    de sus vínculos y acuerdos con los propios partidos
    políticos.

    Puesto que las nuevas tendencias y herramientas de
    participación ciudadana -que tratan de acercarse al
    ciudadano independientemente de si está asociado o no-
    suponen la pérdida de este "monopolio" con
    respecto a la participación, no son del agrado de las
    asociaciones.

    Las asociaciones preferirían que ciertos temas se
    negociasen sólo con ellas, ya que se consideran como las
    entidades que realmente "representan" a los ciudadanos.
    Según ellas, los ciudadanos individuales que participan no
    están representando a nadie y su voz no debería
    tener el mismo peso que la de las asociaciones
    vecinales.

    Desde los ayuntamientos se cuestiona si ellas mismas son
    a su vez representativas, ya que la experiencia muestra
    cómo en su funcionamiento interno no hay excesiva
    participación. El movimiento vecinal se caracteriza por su
    endogamia y por su poca capacidad de renovación. En
    ocasiones, es la misma gente la que lleva 25 años
    presidiendo sus juntas. Son asociaciones que "no han sido
    capaces de adaptarse a la nueva situación"
    , que
    "son representativas de aquellas personas, diez, doce personas
    que están vinculadas a la junta y a la asociación,
    que siempre son las mismas y que tienen un determinado perfil,
    distinto del perfil social del resto de la población del
    barrio
    ". "Si ellos quisieran ser representativos,
    deberían informar, al menos a todos sus socios, de todo lo
    que hacen y eso no sucede. Tampoco hacen la función de
    transmitir al barrio la información que reciben desde el
    ayuntamiento, sino que se la quedan para ellos"
    .

     

    En definitiva, debido a esta falta generalizada de
    cultura participativa "se tienen que producir procesos de
    aprendizaje. Para la gente que hasta ahora no ha participado,
    para la gente joven, debería incorporarse en el sistema
    educativo; para la gente que ya no está en el sistema
    educativo, tiene que haber procesos de aprendizaje, tiene que
    haber procesos de aprendizaje internos en la organización
    ayuntamiento-administración pública, tanto
    técnico como político y tiene que haber procesos de
    aprendizaje también en la
    ciudadanía"
    .

    c) Alta dependencia de la participación
    respecto a los procesos políticos

    Existe una alta dependencia de la participación
    con respecto a los procesos políticos, que muchas veces se
    convierten en el epicentro de enfrentamientos y luchas que
    terminan afectando a todos los ámbitos de la ciudad.
    Porque la participación nace de la voluntad
    política, de una actitud
    integradora y de la vocación de acercar las decisiones
    municipales al ciudadano, cualquier conflicto que
    bloquee el funcionamiento normal de la política local
    afectará especialmente a la participación, que se
    nutre del consenso, del diálogo y del intercambio de
    opiniones.

    Como hemos visto a lo largo de este artículo, los
    ayuntamientos y las asociaciones conciben, frecuentemente, la
    participación de forma diferente. Así, son
    todavía demasiados los casos en los que las tensiones
    políticas terminan convirtiendo la participación en
    un arma política para derrumbar a los otros partidos,
    hacer populismo o tener
    una fuente de votos fácil. "A veces la
    participación puede ser entendida como una segunda vuelta
    de las elecciones y aquellos que no han conseguido
    representación busquen la participación como el
    elemento donde hacerle el pulso al gobierno o como el espacio
    desde el cual conseguir cosas que a través del
    ámbito de la democracia representativa no han
    conseguido
    ".

    También ante los cambios de gobierno se resiente
    la participación: "en los momentos electorales, si hay
    procesos que no están consolidados, si estamos iniciando
    cosas nuevas, si los grupos
    políticos meten presión -y
    los grupos políticos tienen gente suya en cada barrio como
    para reventarte una reunión-si se hace eso, se pone todo
    en crisis"
    .

    Parece evidente que sólo cuando las
    políticas de participación ciudadana se desarrollen
    en un contexto de confianza entre todos los grupos, se avance
    hacia la madurez en los gobiernos y se asuma que la
    participación es una obligación que todos los
    gobiernos municipales, independientemente de su color
    político, deben respetar, se estarán dando los
    primeros pasos hacia una profundización democrática
    real y una integración efectiva del ciudadano en las
    decisiones municipales.

     

    Mirada al futuro:
    ¿Consensus más allá de
    Cataluña?

    A pesar de su corta vida, la noticia del éxito de
    Consensus no ha tardado en extenderse más allá de
    las fronteras de Cataluña y municipios y entidades de
    otras Comunidades Autónomas han manifestado ya su
    interés en que se adapte la herramienta para sus
    territorios: ¿podría operar Consensus más
    allá de Cataluña? En una primera
    aproximación, parece que, en el corto plazo, son muchos
    los obstáculos que dificultan la extensión de
    Consensus fuera del ámbito catalán.

    Como hemos visto a lo largo del artículo,
    Consensus es un proyecto complejo en el que además de una
    herramienta basada en Internet existe toda una red de instituciones y
    dinámicas que la complementan y hacen posible su
    funcionamiento. Esta complejidad lleva a que para su
    aplicación en otras comunidades, sea necesario algo
    más que la simple extensión del ámbito de
    acción:
    "Yo creo que la comunidad consensus va a ser siempre una
    comunidad centrada en Cataluña. Otra cosa es que se pueda
    buscar una utilización de consensus en otro contexto, pero
    no será nunca una ampliación del proyecto consensus
    en Cataluña, (…) [será] otra
    cosa".

    La gestión de un hipotético Consensus
    ampliado también crea dudas entre los promotores: "ha
    habido alguna petición fuera del ámbito
    geográfico, pero claro, ya nos encontramos con que los
    agentes son otros, quizás ya el modelo de hosting no es el
    mismo, tienes que implantar la herramienta, tienes que tener en
    cuenta el mantenimiento…".
    Adicionalmente,
    sería necesario cambiar la aplicación para utilizar
    múltiples idiomas, ya que actualmente está
    sólo preparada para el catalán. Tendrían que
    resolverse también nuevos problemas: ¿se
    centralizaría todo Consensus en un mismo servidor central
    en Cataluña o se crearían servidores en otras
    comunidades a pesar de que ello dificultaría el
    mantenimiento?, ¿y cómo se decidiría
    entonces qué funcionalidades se añaden en las
    siguientes versiones?

    Tanto el ICT, como la Fundació Jaume Bofill y
    Localret, concentran en la actualidad sus esfuerzos para que
    Consensus se asiente en Cataluña, dejando la
    posibilidad de extender su uso fuera para el futuro:
    "preferimos hacer pasos pequeños pero consolidarlos
    (…) [nuestros] clientes
    actuales, ¿quiénes son? Por lo pronto, los
    ayuntamientos [catalanes]. Vamos a hacer una plataforma de
    acuerdo con ellos. (…) [Si después] ellos
    están de acuerdo, pues hablamos con otros
    ayuntamientos."

    Todas estas cuestiones alejan la posibilidad de una
    ampliación de Consensus en un futuro próximo:
    "de momento, en la fase que se inicia ahora de socialización, que se ha denominado
    así, el objetivo es extenderlo a Cataluña",

    aunque los promotores no cierran la puerta a esta posibilidad:
    "creo que somos todos lo suficientemente abiertos (…) porque
    ya digo, aquí hay un conocimiento interesante"
    y la
    Comunidad Consensus lo quiere compartir con el
    mundo.

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