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Control de Capitales en Malasia durante la crisis asiática (1997-1998)



    1. Resumen
    2. Control de Capitales. Marco
      Teórico
    3. Crisis
      asiática
    4. Control de capitales en
      Malasia. Implementación y
      efectividad
    5. Críticas al control de
      capitales
    6. Conclusiones
    7. Bibliografía

    Resumen

    La crisis financiera que sufrió Asia durante
    1997, fue una bisagra en la manera de ver las políticas
    que se deben llevar a cabo para enfrentar una crisis. Esto se
    debe a que Malasia, cuando se enfrentó a la crisis
    utilizó políticas no ortodoxas, contrarias a las
    que el FMI impone como
    condicional. Este trabajo,
    basado en los escritos de Rodrik y Kaplan (2000) y Dornbusch
    (2001), busca realizar una comparación sobre el control de
    capitales y las políticas del Fondo Monetario
    Internacional. Se concluye que frente a la crisis que
    sufrió Malasia durante 1998, la mejor política que pudo
    haber adquirido es la que fue en realidad llevado a
    cabo.

    El análisis econométrico presentado por
    Kaplan y Rodrik son consistentes con la conclusión.
    Finalmente hay que destacar que si bien la discusión
    está planteada es difícil determinar una
    única política. Para establecer que debe hacer un
    país hay que analizar las características
    circunstanciales de la crisis y el contexto institucional de cada
    nación.
    Es por este motivo que no se puede adoptar una receta con una
    única solución mágica.

    Abstract

    The Asian financial crisis during 1997-1998, was a hinge
    in the way of viewing the politics to affront a crisis. This is
    because the Malaysian Government use capital
    control instead of the IMF orthodox politics. This work, based on
    Rodrik and Kaplan (2000) and Dornbuch (2001), compares the
    control of capital in Malaysia with the International Monetary
    Fund’s politics. The conclusion is that control of capital
    was the best response to the crisis. The econometric work of
    Kaplan and Rodrik (2000) sustain this theory. Finally, it is
    necessary stress that there
    is not one magic policy that always solution the problem. To
    establish what a country must do, the policy maker must analyze
    the background, framework, special characteristics, and the
    institutional mark. All these variables must
    be account to establish the way to go out of a crisis.

    Introducción

    La crisis financiera asiática de 1997-98
    afectó a las economías de mayor crecimiento en la
    época. En palabras del presidente malayo Mahathir Mohamad
    (1999), "De pronto lo impensable sucedió. El milagro
    asiático fue destrozado de la noche a la mañana y
    de repente los economistas que adulaban el modelo dijeron
    que todo lo que había sucedido fue una burbuja
    sobreinflada por la corrupción, la camarería y los malos
    préstamos.

    Los asiáticos no solo empobrecieron sino que
    fueron culpados por hacerse ellos mismos más pobres". Sus
    palabras demuestran como el modelo de crecimiento a seguir (el
    FMI apoyaba el modelo asiático), por la
    especulación y una fuerte crisis financiera, cayó
    súbitamente acarreando consigo a las economías de
    Rusia y
    Latinoamérica.

    Tres de los países más afectados:
    Tailandia, Corea del Sur e Indonesia, se vieron forzados a acudir
    al FMI y otros organismos multilaterales, como parte de las
    condiciones para recibir el paquete tuvieron que hacer flotar el
    tipo de
    cambio, subir las tasa de
    interés, ajustar la política
    fiscal, abrir el mercado
    financiero, cerrar los bancos e instituciones
    financieras que estaban causando problemas
    (iliquidez), y realizar una serie de reformas estructurales. Sin
    embargo las autoridades malayas tomaron otro camino.

    En Malasia en lugar de aplicar la política
    ortodoxa del Fondo Monetario, impusieron un control a la
    transacción de capitales, fijaron el tipo de cambio en un
    valor que
    representaba una apreciación del 10%, bajaron las tasas de
    interés, y aplicaron una política expansiva.
    Una de las razones de esta política, es el rechazo por
    parte del presidente de la ortodoxia, sobre todo luego de haber
    aplicado un gran corte en el gasto
    público que no dio resultado y dejó a la
    economía
    más comprometida. El poco éxito
    de la política anterior había generado una crisis
    política, la pelea entre el presidente y el ministro de
    economía sobre que política aplicar, y si no se
    realizaba un cambio profundo, se podrían haber generado
    incidentes en las calles que igualmente hubieran provocado una
    aún mayor pérdida de confianza en el régimen
    entrando en un círculo vicioso. La solución
    encontrada fue aplicar el control de capitales.

    El dilema está en que, si bien Malasia se
    recuperó de la crisis, también lo hicieron Corea y
    Tailandia, por lo tanto qué política fue mejor.
    ¿Generó un crecimiento más rápido el
    control de capitales frente a la ortodoxia?. Según Kaplan
    y Rodrik (2000) hasta los más pesimistas sobre el control
    de capitales, hoy deben darle crédito
    al éxito de su utilización en Malasia. Si bien no
    se puede aseverar plenamente cuál de los dos métodos es
    el mejor, mediante un modelo econométrico, tratan de sumar
    argumentos a favor de la utilización de los controles de
    capital. Autores como Dornbusch (2001) sostienen lo contrario, y
    aseguran que si bien los controles dieron resultado, se debe al
    entorno macroeconómico de la región y la
    estabilización de las expectativas, y que aplicando una
    política ortodoxa Malasia también habría
    salido de la crisis.

    Control de
    Capitales

    Los controles de capital nacieron en Alemania en
    los años ´30 durante el régimen nazi que
    proponía un ultra nacionalismo
    de la economía. Pronto en un ambiente con
    alta movilidad de capitales y una depreciación competitiva, casi toda
    Europa
    implementó este modelo. Cabe aclarar que la crisis de 1929
    había acarreado una serie de medidas proteccionistas para
    poder
    recuperar el mercado interno en cada uno de los países, y
    entre estas medidas se encuentra el control de
    capitales.

    Este régimen fue implementado hasta la
    década de 1980, las economías empezaron a abrir sus
    mercados
    financieros, sobre todo por la búsqueda de Estados Unidos de
    colocar su exceso de capital en las economías en desarrollo y
    de esa manera aumentar su influencia en el mundo queriendo
    desplazar a la Rusia comunista.

    Los economistas sostienen que los beneficios de un
    mercado de capitales abierto son los mismo que los de un mercado
    de bienes
    abierto. Principalmente va a existir una mejor colocación
    de los recursos, ya que
    los capitales se dirigirán hacia aquellos mercados que sean
    más competitivos. A la vez permite una mayor
    diversificación, al poder colocar el dinero en
    diferentes mercados se puede disminuir el riesgo de la
    cartera.

    También se va a conseguir una
    estandarización en los retornos ajustados por riesgo, este
    punto en parte argumenta que si una economía esta abierta
    al flujo libre de capital, no sólo recibirá
    más inversión sino que también va a ser
    un mecanismo de control sobre el gobierno. Si un
    gobierno realiza políticas que generan un déficit
    importante, el mercado lo va a castigar con la salida de los
    capitales y la pérdida de confianza. El debate se
    plantea cuando se discute el grado de salida del capital, en
    cuanto a la cantidad y sobre todo la velocidad. En
    las crisis el capital se va más rápido de lo que
    entró en los anteriores años.

    En cuanto a las críticas, podemos encontrar una
    mala utilización de los recursos ya que capital, que en
    otro país podría generar una renta mayor o ser
    utilizado para proyectos con
    menor riesgo y más eficientes, permanece en una
    inversión no del todo eficiente.

    Un argumento que afecta a países como el nuestro,
    es la posibilidad de un mercado negro. Frente a la imposibilidad
    de que salga el dinero y la
    gran corrupción presente en los países en
    desarrollo, por la falta de instituciones, un control de
    capitales puede generar un mercado negro donde una persona,
    sobornando a alguien en una mesa de dinero o con información privilegiada, puede retirar sus
    fondos igualmente. Un ejemplo es en la época en que se
    instauró el corralito, muchas personas que tenían
    información privilegiada de lo que iba a suceder llevaron
    sus depósitos a Uruguay
    vía lancha. Además si el régimen es
    administrable por parte del gobierno puede llegar a dar a
    concesiones a sectores de presión
    pudiendo llegar a generar un pequeña inestabilidad
    política, y sobre todo una caída en la
    credibilidad. En el largo plazo la gente va a diseñar
    mecanismos para saltar los controles si no existe un buen
    monitoreo.

    Si bien se plantea que en el largo plazo es mejor
    utilizar un régimen de mercado abierto, no existen
    pruebas que
    con este tipo de regímenes se crezca más
    rápido. Tampoco hay evidencia de que un país con
    una prima de mercado negro (con control de capitales) vea
    disminuido su crecimiento. Sin embargo, hay una expectativa que a
    largo plazo se utilizarán mal los recursos y no se
    podrá diversificar. Pero si se analiza el corto plazo la
    situación es diferente. Si son impuestos en el
    medio de una crisis, de manera que no haya sido anticipado por el
    público y temporalmente, pueden servir para frenar la
    crisis. Se aliviará la salida de capitales (si no hay
    mercado negro), se reducirá la presión sobre el
    tipo de cambio y la tasa de interés
    tratando de evitar un escenario que genere un exceso de quiebras
    e interrupción de pagos. En este aspecto el control de
    capitales funciona como una moratoria o refinanciación, no
    solucionan el problema, sino que dan tiempo a las
    autoridades y a los hacedores de política para poder
    implementar algún tipo de programa que
    calme las expectativas y mejore los fundamentals.

    Crisis
    Asiática

    A partir de 1995, varios economistas habían
    comenzado a preguntarse si los países del sudeste de Asia
    podían ser vulnerables al tipo de crisis que había
    enfrentado Latinoamérica. El principal indicador objetivo fue
    la aparición de un muy fuerte déficit en la cuenta
    corriente. Un examen más cercano hace notar que varios de
    los países habían desarrollado finanzas
    preocupantemente debilitadas: fuerte inversión en las
    altamente especulativas empresas de
    bienes inmobiliarios, financiándose mediante fuentes
    externas débilmente informadas, o a través de
    créditos de instituciones financieras
    subreguladas. Durante 1996 el FMI y el Banco Mundial
    advirtieron esta situación y le comunicaron a los
    gobiernos los riesgos de
    esta situación financiera, y urgiendo la aplicación
    de políticas correctivas. Sin embargo, estas advertencia
    fueron básicamente rechazadas.

    El derrape hacia la crisis comenzó con una
    caída de las exportaciones en
    la región, debida parcialmente a la apreciación del
    dólar (al cual las monedas estaban fijadas) contra el yen,
    parcialmente a desarrollos específicos en industrias claves
    (que generaron una caída en la competitividad
    de los tigres
    asiáticos en ciertos rubros tecnológicos), y
    parcialmente a la creciente competencia
    China. Con las
    exportaciones languidecíentes, la sobreconstrucción
    inmobiliaria se volvió manifiesta. Insertando al mercado
    en una burbuja inmobiliaria. Posteriormente, la caída de
    los precios
    inmobiliarios llevó consigo a los precios de los activos y puso
    bajo sospecha la solvencia de las instituciones
    financieras.

    En este punto se sucedieron crisis financieras
    domésticas, pero durante la primera mitad de 1997 los
    especuladores comenzaron a preguntarse si los problemas
    financieros de los países del Sudeste Asiático,
    especialmente Tailandia, podía obligarlos a devaluar para
    reflotar la economía. La creciente sospecha de que tal
    movimiento
    podía llevarse a cabo, a pesar de la insistencia del
    gobierno de que no era así, llevo un aumento en la prima
    de riesgo sobre las tasas de interés, lo que a su vez
    incrementó la presión. Esto generó problemas
    en la creación de cash flow de los negocios con
    problemas financieros.

    El 2 de Julio de 1997 Tailandia se rindió a las
    presiones y dejó flotar el baht (su moneda), esto
    llevó a una especulación contra otras monedas
    regionales, y fue seguido rápidamente después de
    devaluaciones algo menores en Malasia, Indonesia y las Filipinas.
    La ola de devaluaciones, y el problemático panorama
    financiero que la crisis reveló, golpeó la
    confianza de los inversores. En un esfuerzo por devolver la
    confianza, todos los países involucrados impusieron
    medidas de austeridad fiscal.
    Tailandia recibió un préstamo de emergencia del FMI
    y parte del condicionamiento fue una limpieza del sistema
    financiero.

    La presión hizo que Filipinas y Malasia hagan
    flotar su tipo de cambio. Luego en Agosto, Tailandia
    suspendió 42 bancos, Indonesia se sumó a las
    devaluaciones regionales cuando abandonó el apoyo a la
    rupia. En Octubre Indonesia pidió ayuda al FMI y en Hong
    Kong el dólar HK se ve bajo ataque.

    Un contrapunto interesante es el de Hong Kong, ya que en
    esa época poseía un currency board, como el que
    tenía Argentina en la convertibilidad, el ataque a su
    moneda no tuvo éxito y se mantuvo firme saliendo de la
    crisis en una región que recién empezaba a sufrir y
    que, luego de caídas de otros países, iba a ser la
    que hizo caer a Argentina.

    En Noviembre, Corea abandonó el tipo de cambio
    fijo y recurrió al FMI por un paquete de ayuda. Entre
    Enero y Agosto de 1998 los organismos internacionales mostraron
    en sus informes una
    caída de la presión en la región que
    finalmente se vio plasmada en la baja de las tasa de
    interés por parte de la FED entre Septiembre y Noviembre.
    Esta baja de tasas fue tomada como un símbolo que la
    confianza estaba regresando y que los capitales no emigraban
    hacia Estados Unidos.

    La crisis en parte se dio por un exceso de capital por
    la gran entrada de dinero durante la primera mitad de la
    década, no en Inversión Externa Directa, sino que
    se produjo en préstamos bancarios e inversión
    especulativa en los mercados bursátiles. El boom
    crediticio fue agravado por la estructura
    empresarial de los países asiáticos. En estos
    países las empresas son familiares o controladas por un
    grupo
    predominante y la gerencia es
    cautiva de los accionistas. Además muchas empresas poseen
    participación en otras generando estructuras
    piramidales. Con este tipo de estructura empresarial los
    préstamos se realizan entre relacionados y con pocas
    garantías, habiendo muchas veces malversación de
    fondos.

    Los gerentes y accionistas realizan proyectos
    (generalmente más riesgosos) para que les generen un
    beneficio privado en vez de un beneficio a la firma.
    También existe apropiación de recursos por parte de
    los accionistas y grupo controlador, hacia los grupos
    minoristas. En un mercado donde existía una
    expansión del crédito y pocas garantías, la
    crisis de la balanza de pagos
    y la pérdida de confianza del público (la
    caída en la entrada de capitales), hizo notar la
    fragilidad del sistema. La
    fragilidad se ve cuando se analiza la cantidad de créditos
    incobrables.

    En el cuadro siguiente se puede apreciar que lo que
    cayó fue la inversión especulativa
    manteniéndose la inversión directa, que fue el
    motor del
    crecimiento de la región durante la década de
    ´80. Esto según algunos analistas generó que
    el empleo se vea
    afectado en menor medida.

    Fuente: Dornbusch (2001).

    Situación en Malasia

    Según Dornbusch (2001), la situación en
    Malasia era de un tipo de cambio real desalineado, muchos
    préstamos incobrables en el sector privado, y un riesgo en
    las hojas de balance por un exceso de deuda y el descalce
    préstamos-créditos.

    Por la presión de la salida de capital y el
    aumento de las tasas de interés, agregado a un rendimiento
    exportador bajo, el crecimiento se estancó hasta hacerse
    negativo. La producción industrial también
    bajó, volvió a crecer recién en 1999, la
    inversión como porcentaje del PBI también
    cayó mucho (en el 98 fue la mitad del 97), el nivel del
    mercado de acciones
    también cayó por la falta de inversión y la
    salida de capitales.

    En el cuadro a continuación se pueden apreciar
    los comentarios recién expresados:

    El siguiente gráfico muestra como la
    bolsa malaya venía cayendo hasta la implementación
    del control de capitales en septiembre de 1998. El índice
    toma base 100 en enero de 1994 y llega en octubre de 1998 a 20.
    Se observa el valor que tenía en enero de 1997, antes de
    comenzada la crisis en Tailandia, es de 100 puntos, por lo tanto
    en un año y medio la bolsa cayó un 80%.
    Ningún país del mundo puede soportar una
    huída tan grande del sector financiero, sobre todo si
    posee tipo de cambio fijo, ya que el dinero que sale de la bolsa
    va a ser invertido en dólares.

    Este es un claro ejemplo del debate en si es bueno o no
    un mercado de
    capitales abierto, ya que la velocidad y el tamaño de
    las fugas en una crisis son tan importantes que la
    economía se desestabiliza.

    Fuente: Dornbusch (2001)

    A diferencia de los demás países Malasia
    entró en la crisis con fundamentals relativamente buenos,
    poseía una deuda externa total de corto plazo mucho menor.
    Este nivel se debe a que dado un ingreso de capitales y la
    apreciación del ringgit (moneda malaya), el gobierno
    había impuesto una
    restricción para que se venda oferta de
    corto plazo a extranjeros.

    Además poseía altas reservas
    internacionales, que lo hacía menos vulnerable a una
    corrida. Sin embargo, como en toda la región, el alto
    grado de incobrabilidad de los préstamos, hacía a
    Malasia un país con una gran probabilidad de
    que cambien los sentimientos y las expectativas del
    público en caso de haber algún problema.

    Malasia tenía el ratio de capitalización
    en el mercado de acciones con respecto del PBI más alto
    del mundo (310% del PBI, comparado con 116% en Estados Unidos y
    29% en Corea). El aumento en el precio de las
    acciones empujó la expansión del crédito
    llegando en 1997 a un 170% del PBI. En el momento de pánico
    financiero, todos reclaman sobre los activos de corto plazo
    siendo residentes o no, esto hizo que Malasia estuviera menos
    protegido de los demás países, ya que el M2 era
    igual al PBI. Estos indicadores
    muestran que la crisis fue financiera, y no por descuido del
    gobierno en términos de endeudamiento, ya que la deuda externa era
    baja.

    En respuesta a la crisis Tailandesa, las autoridades
    implementaron un ajuste en la política tomando un camino
    ortodoxo. Se aumentaron las tasas de interés, para tratar
    de evitar que caiga el valor del ringgit y hubo un
    drástico corte en el gasto del gobierno. Este plan fue
    implementado por el entonces ministro de economía Anwar
    Ibrahim. Además, el ministro anunció que se iba a
    mantener el tipo de cambio libre y que no se iba a recurrir al
    control de capitales.

    Mientras tanto, el presidente acusaba de la crisis a los
    especuladores, enviando diferentes señales
    que el ministro. Es más nombró a George Soros,
    siendo este un dato curioso ya que en realidad, el hombre que
    venció al Banco de Inglaterra y a la
    libra, en este caso había apostado a favor del ringgit
    comprando la moneda malaya. Otra señal que enviaba era el
    llamado al público para terminar con la compraventa de
    moneda. Esto puso, entendiblemente, nerviosos a los mercados
    financieros, ya que se sospechaba que se podía recurrir al
    control de capitales.

    El plan implementado hizo que cayera el consumo y la
    inversión, contrayéndose de este modo la demanda agregada.
    La fuga de capitales se mantuvo, así como las altas tasas
    de interés, y una mirada pesimista sobre el futuro. A
    final de junio de 1998, el presidente nombró a Daim
    Zainuddin como ministro de finanzas, sus funciones estaban
    relacionadas con el crecimiento
    económico. En parte se le habían asignado
    funciones que le correspondían, al actualmente entonces
    ministro de economía, Anwar Ibrahim.

    Esto generó una crisis política, ya que el
    presidente le había retirado la confianza sobre el futuro
    de economía a Anwar, pero lo mantuvo en el cargo de manera
    de que los mercados no reacciones. Igualmente esta cuasi
    destitución hizo que la mirada sobre el futuro malayo sea
    cada vez más pesimista. Daim trató de reflotar la
    economía bajando la tasa de interés, pero la tasa
    offshore era muy alta, llegando a un diferencial con la tasa
    doméstica de casi 20 puntos, esto generaba que los
    capitales sigan emigrando.

    Fuente: Kaplan y Rodrik (2001)

    El gráfico anterior representa el diferencial de
    tasas que existía entre el mercado doméstico de
    Malasia y la banca extranjera.
    La tasa offshore es un promedio de tasas en los bancos de
    Singapur para depósitos en ringgit.

    Control de
    capitales en Malasia. Implementación y
    efectividad.

    El primero de septiembre de 1998 Malasia
    implementó un control de capitales. El objetivo era
    detener la especulación en contra del ringgit. La
    mayoría de la especulación procedía de los
    mercados offshore, sobre todo Singapur. El procedimiento era
    el siguiente, se ofrecían en Singapur depósitos en
    ringgit a tasas mucho mayores que las existentes en
    Malasia.

    El público se veía incentivado a depositar
    sus ahorros en Singapur. Luego, los bancos extranjeros, con esos
    depósitos, compraban dólares en Malasia haciendo
    que la moneda se deprecie. Para cortar este mercado offshore el
    gobierno dispuso que todas las ventas de
    activos en ringgit se debían realizar mediante un
    intermediario doméstico. Además, todos los activos
    en ringgit en el exterior debían ser
    repatriados.

    Preocupados porque estas medidas afecten a las
    expectativas generando una salida masiva de capitales, y por ende
    una depreciación de la moneda, el gobierno malayo
    también prohibió por el término de un
    año la repatriación de todas las inversiones de
    los extranjeros. En otras palabras los ciudadanos extranjeros se
    veían imposibilitados de retirar sus depósitos e
    inversiones para colocarlas nuevamente en su
    país.

    Adicionalmente con el objetivo de reavivar la demanda
    agregada Malasia bajó la tasa de interés de tres
    meses, que es la utilizada como base para determinar la tasa
    activa de los bancos. También fijó el tipo de
    cambio a 3.8RM por dólar. Como en la actualidad sucede en
    Argentina, a los individuos que salían del país se
    les prohibía llevar una cantidad mayor a
    10000RM.

    Para que la inversión externa directa no se vea
    afectada, las autoridades permitieron que se liquiden dividendos
    y salarios hacia el
    exterior. Lo mismo ocurrió con las cuentas
    necesarias para el comercio exterior
    que no fueron restringidas. La gran atención por parte del gobierno a la
    inversión directa se debe a que fue el motor de
    crecimiento durante la década de ´80, y a que la
    economía era altamente dependiente de
    ésta.

    Las primeras reacciones de la crítica
    especializada fueron negativas. Se poseía una
    visión pesimista de lo que estaba ocurriendo en Malasia.
    En parte, se debe a que el control de capitales al sector
    financiero puede ser el primer paso, y que luego también
    se iba a impedir la salida de dividendos, perjudicando de esta
    manera a las empresas extranjeras. La calificación de
    Moody´s y JP Morgan bajaron, y varios Journals patrocinados
    por el FMI publicaron artículos criticando estas medidas.
    La principal crítica se vio en el World Economic Outlooks
    (WEO) donde se argumentó que la introducción del control de capitales era
    un retroceso para la recuperación de un país, y que
    se iban a ver los efectos negativos en el desarrollo a largo
    plazo.

    A medida que se afianzaba la economía el sistema
    permitió una pequeña liberalización hasta
    transformarse en un sistema de impuestos graduales. Bajo este
    nuevo sistema se podían retirar los capitales del
    país, pero al monto total se le descontaba un 30% en
    concepto de
    impuesto, si se los retiraba entre los 7 y 9 meses de la
    instauración del control de capital el impuesto
    disminuía a 20%, y entre los 9 y 12 a 10%. Si los retiraba
    luego del año no se pagaba impuesto.

    Para los capitales nuevos (aquellos ingresados luego de
    la instauración del control de capitales) sucedía
    lo mismo, entraban libremente, pero si se querían retirar
    en un plazo menor al año, se les cobraba un impuesto que
    disminuía a medida que la diferencia entre el retiro y el
    cumplimiento del año era menor. Es decir a medida que se
    aproximaba la finalización del año el impuesto que
    debía pagar una persona, como castigo por retirar el
    dinero antes de tiempo, era menor. Este sistema es consistente
    con lo que plantea Tobin.

    Este autor argumenta que dado que los países en
    desarrollo el capital fluctúa mucho, y con eso la
    economía, es recomendable establecer un impuesto que haga
    que este movimiento no sea tan repentino. En otras palabras,
    mediante un impuesto se reduce la varianza del movimiento de
    capitales, haciendo que las economías sean más
    estables. Como dice Tobin, un impuesto pequeño que sea
    como arena en la rueda del ferrocarril, hará que las
    fluctuaciones sean menores.

    Finalmente en mayo de 1999, Malasia emitió un
    bono por un valor de mil millones de dólares, pagando
    solamente una prima de riesgo país de 330 puntos
    básicos. Es decir pagó un 3% más que el
    Tesoro estadounidense.

    En ese momento, las críticas tuvieron que
    retractarse y reconocer que el modelo había funcionado, el
    WEO escribió que la recuperación económica
    se debió al estímulo monetario y fiscal, y la
    fijación del tipo de cambio a un nivel competitivo. Sin
    embargo, existen economistas que argumentan que la
    economía malaya hubiera salido igualmente de la crisis, ya
    que poseía una menor vulnerabilidad que otras
    economías que salieron utilizando el sistema ortodoxo del
    fondo.

    El otro objetivo del control de capitales fue la
    necesidad de realizar un cambio debido a los problemas
    políticos. Como sostiene Krugman: "Medidas extremas son
    necesarias en tiempos extremos". La pelea entre el ministro de
    economía, Anwar, y el presidente ya era insostenible.
    Además ya se había probado con una política
    ortodoxa que falló. Si no se hubiera realizado
    algún tipo de cambio de este tipo, se hubiera llegado a un
    conflicto
    social que de ninguna manera hubiera solucionado el problema
    financiero. Es evidente que las autoridades actuaron frente a su
    creencia que si no se tomaba algún tipo de medida el
    pánico financiero iba a ser insostenible.

    Modelo
    econométrico de Kaplan y Rodrik

    Para demostrar la efectividad del control de capitales,
    es natural hacer una contraposición con lo ocurrido en los
    demás países de Asia. Para eso, Kaplan y Rodrik
    (2000) utilizaron un modelo econométrico de diferencias en
    diferencias donde se puede denotar la diferencia entre un
    país y otro. Para el análisis utilizaron datos de Malasia,
    Corea, Tailandia e Indonesia.

    El modelo tiene dos partes, una que capta la evolución de la crisis y tiene una variable
    temporal (ß), y la otra que posee una variable dummy con un
    valor de 1 para Malasia que capta la diferencia entre la
    utilización del control de capitales (ץ). La
    regresión se realizó contra indicadores de
    rendimiento como puede ser PBI, salario real,
    producción industrial, etc.. Los datos utilizados
    provienen de las estadísticas financieras internacionales
    del FMI, y de la estadística de producción mensual de
    Malasia.

    Este tipo de modelos tiene
    dos problemas, el primero es que si bien compara diferencias, hay
    que definir entre que cosas comparar. Esto requiere que todos los
    países hayan realizado la misma política, es decir
    que Malasia si no hubiera implementado el control de capitales
    hubiera recurrido al Fondo Monetario.

    Este supuesto es razonable si nos apartamos del
    conflicto político que había, ya que el ministro
    era ortodoxo. Suponiendo que no habría habido un efecto
    político, sigue existiendo otro problema, y es que si bien
    se esta tomando en cuenta al tiempo en el modelo de diferencias
    en diferencias se toma la evolución de cada país
    desde que se impusieron el control de capitales.

    Como los autores plantean en su trabajo, si existen dos
    personas enfermas y a una se la medica hoy (ej: lunes) y a la
    otra el martes, cuando se quiera comparar, por ejemplo el jueves,
    los resultados pueden no ser significativos ya que se está
    comparando condición pero el tratamiento tuvo un tiempo
    distinto. Habría que comparar miércoles de la
    primer persona, con jueves de la segunda. Para evitar este
    problema los autores utilizan un modelo de diferencias en
    diferencias ajustado por tiempo del acontecimiento, es decir la
    variable tiempo toma en cuenta el tiempo que pasó a partir
    de que se implementó la ayuda del fondo, o el control de
    capitales dependiendo el caso. El mayor riesgo de realizar esta
    variable del modelo es que puede haber correlación por
    mejora en el medio externo en un país. Frente a esto los
    autores contestan que como Malasia cerró el mercado de
    capitales no se iba a beneficiar ni perjudicar de lo que
    sucedía alrededor de ella.

    Los resultados fueron significativos para todas las
    variables, menos la inflación. Esto demuestra un
    crecimiento más rápido. La manera de leer los
    resultados es: la primer columna indica como varió la
    variable durante el primer período, mientras que la
    segunda, como varió esa variable en relación al
    otro país. Tomando la producción industrial, Corea
    vio una caída en su crecimiento de 20 puntos
    (β=-0.204), pero en Malasia el crecimiento fue 9 puntos
    menor que en Corea (γ=0.098), o lo que es decir que Malasia
    sufriσ una caída de 10.6 puntos. Las
    columnas tres y cuatro corresponden al modelo de diferencias en
    diferencias, pero hay que tener en cuenta que este modelo supone
    que si no se hubiera aplicado el control de capitales Malasia
    hubiera crecido de igual manera que Corea. Principalmente se
    utilizó a Corea porque según el FMI es el
    país que mejor aplico su política, es decir el
    mejor paciente.

    Fuente: Kaplan y Rodrik (2000)

    Estos resultados son consistentes con aquellos
    críticos del FMI que sostienen que sus programas agravan
    las crisis exacerbando el pánico financiero, por la
    contracción monetaria y fiscal, por el cierre de bancos, y
    las reformas estructurales. Como era de esperar el modelo de
    diferencias en diferencias no dio resultados tan significativos
    como el modelo ajustado por el momento de ocurrencia desde el
    inicio del plan de ajuste.

    Kaplan y Rodrik (2000) analizaron los controles desde
    cuatro puntos distintos. El primero es el financiero. Desde este
    punto se preguntan si el control de capitales fue efectivo en
    segmentar el mercado financiero separando el mercado offshore del
    de capitales. El incremento en la sofisticación de los
    mercados financieros, y el particular desarrollo de los
    derivados, y su utilización en el mercado de capitales,
    hacen que se dificulte la tarea.

    Al haber muchas posibilidades de inversión es
    difícil controlar todas, el grado de profundización
    de los mercados actuales, es decir, en el mercado puede existir
    mecanismo para poder fugar los capitales. Muchos observadores
    fueron escépticos sobre si el control de capitales le
    permitía al gobierno realizar esta tarea. Aparentemente el
    gobierno no tuvo dificultades en bajar las tasas de
    interés y mantener el tipo de cambio fijo. En parte esto
    se demuestra porque no hubo prima de riesgo por mercado negro. En
    otras palabras, no hubo denuncias de
    corrupción.

    La segunda perspectiva es la económica, en este
    punto se preguntan si los controles permitieron una
    recuperación rápida en la economía que si se
    hubiera aplicado una política ortodoxa. Según los
    autores la economía reflotó debido a dos canales
    principales. El primero es la estabilización de las
    expectativas, esto se logró ya que se eliminó la
    incertidumbre que existía sobre el sistema financiero y el
    tipo de cambio nominal. Esta incertidumbre anteriormente
    había deprimido la actividad comercial e
    industrial.

    El otro canal utilizado fue la implementación de
    un política keynesiana. La expansión de la
    política fiscal y monetaria hicieron que la demanda
    agregada aumentara. Esta política no podría haber
    sido exitosa si el control de capitales no le hubiera dado
    tiempo. Este es uno de los argumentos a favor del control de
    capitales que sostiene que frente a una crisis la
    implementación de controles le da tiempo al gobierno para
    aplicar políticas que reviertan la
    situación.

    El tercer punto es el político. Desde esta
    perspectiva los oponentes del control de capitales sostienen que
    cuando se establece este tipo de políticas, se da incentivos a que
    se establezca un mercado negro sobre todo en las economías
    en vías en desarrollo donde las instituciones no
    están desarrolladas. Esto genera que el sistema pueda ser
    manejable por parte del gobierno y ya sea por amiguismo,
    devolución de favores o camaradería, algunos
    sectores se vean beneficiados al poseer mayor información
    que otros. Frente a esto no se registraron denuncias de
    corrupción y los controles fueron implementados de manera
    transparente y ejemplar.

    Por otro lado era necesario que los controles fuesen un
    instrumento para sacar del escenario al rival político del
    presidente Anwar. De hecho fue despedido horas después de
    que se fijara la moneda. Un análisis profundo tiene que
    tener en cuenta que si no se hubiera realizado un cambio hubiera
    estallado una crisis política, y este cambio (control de
    capitales) generó estabilidad en las
    expectativas.

    El último punto evaluado es el crecimiento a
    largo plazo. Sobre éste mucho no se puede decir dado que
    el paper fue escrito en el 2000 y la crisis había sido
    reciente. Un análisis necesita tener en cuenta como
    evolucionó la inversión externa directa, ya que fue
    una variable principal en el desarrollo pasado. Teniendo en
    cuenta esto si bien la teoría
    soporta que a largo plazo un control de capitales es perjudicial
    ya que reduce la inversión, en Malasia el diseño
    del control fue específico para que la inversión
    directa no se vea afectada. Si se observa el gráfico
    anterior sobre el flujo de fondos, se ve que la IDE no
    varió mucho, nuevamente hay que tener en cuenta el corto
    plazo del análisis.

    Fuente: Dornbusch (2001)

    En el gráfico superior se ve el flujo de fondos
    en Malasia desde 1994 hasta el 2000. Se pueden apreciar dos
    cosas: La primera en lo efectivo que fue el control de capitales
    y como se redujo el movimiento de capitales cuando se
    implementó el programa. La segunda es lo rapaz que es una
    crisis financiera ya que si vemos el área azul (los
    ingresos) es
    muy superior al área roja (egresos), pero en el momento de
    la crisis la salida es muy grande y rápida, donde se
    produce el salto. Nuevamente está presente el debate sobre
    la velocidad y el volumen de la
    corrida.

    El gráfico que se presenta a continuación
    muestra un índice de presión. El índice
    está formado por un promedio ponderado del logaritmo del
    tipo de cambio, la inversa del logaritmo de las reservas y la
    tasa de interés.

    Esto se debe a que se supone que cuando hay
    presión frente una moneda el tipo de cambio y las tasas de
    interés suben y las reservas bajan. Se ve que si bien en
    los demás países la presión había
    bajado en Malasia en el momento en que se aplicó el
    control de capitales la presión era muy grande.
    También se ve que el plan de estabilización dio
    resultado ya que la presión disminuyó
    drásticamente a partir de septiembre de 1998.

    Críticas

    Una de las críticas es que Malasia se
    benefició del regreso de la confianza de la región.
    Una serie de analistas sostiene que el plan implementado por el
    gobierno malayo fue exitoso debido a que la región gozaba
    de una mejora sustancial. Los argumentos que brindan es que las
    tasas de interés de las región estaban descendiendo
    y que las expectativas en la región estaban
    calmas.

    Este beneficio no está claro, si bien es verdad
    que las tasas bajaron, la crisis afectó a Malasia en un
    momento diferente al del resto de los países de Asia. Esto
    se puede apreciar en el índice de presión
    presentado anteriormente. En el momento en que se instauró
    el control de capitales la presión llegó a su pico
    máximo. Además no es claro cuáles fueron los
    beneficios, ya que si bien la FED había bajado las tasas,
    luego se produjeron crisis en Rusia y Brasil que si se
    hubieran calmado las expectativas no se hubieran producido. Al
    implementar el control de capitales un país se cierra a
    los shocks exógenos tanto malos como buenos, por lo tanto
    porque Malasia se benefició de la situación externa
    si tenía control de capitales.

    Otra crítica critica realizada por Dornbusch
    (2001) es que el control de capitales hizo subir las tasa
    offshore por el temor de los inversores. Nuevamente el argumento
    del cierre de frontera a los
    capitales reflota. Por más que la tasa de interés
    externa fuera infinita no tendría sentido analizarla
    porque los capitales no pueden salir del país. Al
    establecer un control de capitales el país se aísla
    de la región y no ve cambios frente a mejoras o desmejoras
    del resto de las economías.

    Existen aquellos que argumentan que igualmente se
    hubiera salido de la crisis no sólo por una mejora en la
    región, sino porque antes de la crisis los mejores
    fundamentals hacían a Malasia menos vulnerable. Esta
    crítica puede ser desechada si se tienen en cuenta los
    modelos de segunda generación. En este tipo de modelos los
    agentes no miran si va a existir un incumplimiento en el pago de
    la deuda o si el Banco Central se va a quedar sin reservas, sino
    que estipula dos cosas lo primero es que existe asimetría
    de información.

    En estos modelos el gobierno tiene un incentivo a
    devaluar, así como un incentivo a mantener el tipo de
    cambio fijo. Los analistas se dan cuenta del trade off y si en
    algún momento el beneficio de devaluar es mayor que el
    beneficio de mantener el tipo de cambio fijo se van a anticipar
    al mercado (antes que los fundamentals demuestren este trade off)
    y van a apostar en contra de la moneda. De esta manera teniendo
    bien los fundamentals igualmente se puede sufrir riesgo de un
    ataque en contra de la moneda.

    La corrida finaliza cuando el público ve a estos
    "peces gordos"
    y sufre un contagio en las expectativas. Concluyendo si bien es
    cierto que Malasia tenía menor vulnerabilidad a priori,
    este no es un factor suficiente para no sufrir una crisis.
    Además hay que sumarle el argumento de que era necesario
    un cambio drástico en la política económica
    por la crisis política.

    Otros argumentaban durante 1998, que Argentina ha
    disfrutado de la estabilidad de su divisa y de los tipos de
    interés más bajos de toda la zona, debido a la
    apertura de su mercado de capitales, mientras que la divisa
    chilena ha estado
    sometida a presiones desde el estallido de la crisis financiera
    asiática, y la volatilidad de sus tipos ha sido cinco
    veces mayor que la de Argentina. Este tipo de argumentos
    quedó claramente desestimado luego de la crisis Argentina
    que llevó el nivel del PBI a niveles similares a la
    década del ´70. Por otro lado Chile se mantuvo en
    una senda de crecimiento y en la actualidad es el modelo a
    seguir.

    Conclusión

    En el trabajo se
    ven las ventajas y desventajas de los controles de capital. Se
    busca proveer información sobre su aplicación en
    Malasia, y si esta generó un resultado mejor del que se
    hubiera obtenido aplicando políticas ortodoxas. Cabe
    resaltar que en Malasia se aplicó exitosamente. En muchos
    países las políticas contractivas hicieron que el
    empleo disminuyera mucho y que la distribución de la riqueza empeorara. Este
    es el caso de lo sucedido durante la crisis de 1998 en
    Argentina.

    Kaplan y Rodrik, con su análisis
    econométrico brindaron evidencia sobre la efectividad de
    la utilización del control de capitales para sortear una
    crisis, y sus ventajas sobre la política ortodoxa. Los
    resultados fueron satisfactorios, si bien queda por resolver como
    afecta un control de capitales a un país en el largo
    plazo.

    Es necesario recordar que las políticas en ese
    momento eran insostenibles, y era inevitable un cambio. Las
    criticas sobre su aplicación parecen no tener un
    fundamento sustentable, aún aquellas realizadas por
    economistas prestigiosos como Dornbusch. Sin embargo la poca
    evidencia recolectada, debido a que este tipo de medidas no fue
    aplicado en muchas crisis, hace que no se pueda formar una
    opinión totalmente objetiva.

    La crisis que sufrimos nosotros durante 1998, es muy
    distinta a la que sufrió Malasia. En un principio se
    observa que el nivel de deuda externa en Malasia era muy bajo,
    mientras que en Argentina tenía un ratio de 40% en 1992,
    pero este estimador durante la década aumentó. El
    aumento del estimador se debe a que dada la convertibilidad, y
    incapacidad de realizar política
    monetaria por parte del gobierno, la única manera de
    afrontar los déficits fiscales fue financiándose
    con deuda. Esta conducta
    llevó a que en 1998 sea de casi el 50%, el indicador
    demuestra que una de las principales causas de la crisis en
    Argentina fue la inconsistencia de la política de gasto
    adoptada. Si se compara la deuda con respecto a las exportaciones
    también se nota una gran diferencia, en Argentina el valor
    es de 4.66%.

    Esta gran diferencia demuestra que la capacidad de pago
    entre un país y otro es muy distinta. Claramente se
    observa que las diferencias en las crisis entre un país y
    otro. Si bien ambas tuvieron una corrida en contra de la moneda
    doméstica, como ocurre en toda crisis, la de Malasia se
    caracterizó por presentarse un problema de expectativas,
    mientras que la nuestra fue un problema de fundamentals y de
    falta de capacidad de pago de deuda.

    Durante la crisis se estableció un control de
    capitales. El primer paso fue el denominado "corralito". Este
    mecanismo permitía sacar solamente, de los
    depósitos en cuenta corriente, 250 dólares por
    semana (mil dólares por mes). Luego al ver que igualmente
    existía fuga de capitales, la medida se fue extensiva y se
    terminó en el corralón, en este punto no se
    podía retirar dinero. El mecanismo de fuga era distinto ya
    que acá la gente retiraba sus depósitos de los
    bancos para comprar dólares y esos dólares
    salían del mercado. Mucha parte del público
    guardaba los ahorros en el colchón. Por este motivo se
    establecieron los controles.

    En la actualidad Argentina posee un control de
    capitales, que evita que se retire más de un monto total
    de dólares. A la vez se obliga a los extranjeros que
    ingresen un depósito. El decreto 616, del 9 de junio,
    estableció un encaje (inmovilización) del 30% para
    el ingreso de divisas de no
    residentes, mientras que la resolución 365 amplió
    esta restricción a los residentes que ingresen sumas
    mensuales superiores a los $2 millones. El control de capitales
    actual, tiene más que nada un objetivo preventivo. Se
    busca que la movilidad de capitales no haga que la
    economía sea inestable. El control de capitales durante la
    crisis, claramente no poseía este tipo de objetivo, se
    buscaba evitar una corrida financiera que haga devaluar a la
    moneda. La implementación del control de capitales en
    nuestro país, tiene un aspecto negativo con respecto al
    trilema. El gobierno en la actualidad busca tener control sobre
    la tasa de inflación y el tipo de cambio. Pero el trilema
    plantea que con control de capitales, esto no puede suceder. En
    parte la inflación actual, se debe a la emisión de
    dinero para mantener el tipo de cambio.

    En mi opinión hay que tener cuidado cuando se
    quiere encontrar la receta mágica que solucione los
    problemas de un país. Cada economía tiene una
    estructura propia, así como los individuos que la componen
    una cultura
    propia. Dadas las épocas de alta inflación y las
    sucesivas devaluaciones en Argentina, la confianza en el gobierno
    por parte del público no es la misma acá que en
    Malasia. De este modo si bien en Malasia el control de capitales
    dio resultado, no se puede asegurar que acá el resultado
    sea el mismo. Es más la evidencia demuestra que en
    Argentina el control no tuvo éxito. En parte esta falta de
    éxito se dio por la alta corrupción que
    generó un mercado negro. Pero lo más relevante
    fueron las expectativas. Muchos modelos de crecimiento
    económico tienen en cuenta las expectativas, dado que si
    el público confía en el gobierno el resultado puede
    ser distinto a que si no confía. Como plantea Krugman "la
    historia si
    importa".

    Por lo tanto por más que una política fue
    exitosa en el pasado, aplicarla en otro país puede no
    generar los mismo resultados. El fondo monetario, a mi parecer,
    falla en ello, y la mayoría de los economistas
    también. En vez de buscar cuáles fueron las
    variables que hicieron exitoso un plan frente a otro para poder
    encontrar diferencias en el funcionamiento que permiten aplicar
    frente a un problema la mejor solución, se trata de
    encontrar mecanismos dogmáticos que resuelven
    crisis.

    A favor del control de capitales fue la innovación y la generación de una
    política acorde a las necesidades, más allá
    de la opinión de la comunidad
    económica. Siendo repetitivo, es necesario no tomar al
    control de capitales como solución para todo, sino como
    una herramienta que puede ser utilizada en caso de una crisis
    financiera luego de haber analizado el costo beneficio
    de diferentes políticas.

    Bibliografía

    Rodrik, Dany y Ethan Kaplan (2000). "DID THE MALAYSIAN
    CAPITAL CONTROLS WORK?". Preliminary Draft

    Dornbuch, Rudi (2001). Malaysia: Was it different?.
    Working paper 8325. National Bureau of Economic
    Research.

    Dornbusch, Rudiger y Stanley Fischer (1991). Macroeconomía. 5a ed. Madrid McGraw
    Hill Interamericana.

    Krugman, Paul R. (1997). Currencies and crises; .
    Cambridge. MIT Press.

    Krugman, Paul R. (1996). Development, geography, and
    economic theory; . Cambridge. MIT Press.

    Página internet del diario La
    Nación.

     

    Pérez Vázquez, Ezequiel

    2005

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