El proceso de Formación de Valores. Sus marcos referenciales
- Resumen
- Modelo del
Profesional - Objeto de la
Profesión - Objetivo de la
disciplina - Bibliografía mínima
consultada
En este artículo se presentan al lector algunas
reflexiones encaminadas a establecer los marcos referenciales
que constituyen orientadores para que el docente, desde su
disciplina,
pueda concebir los valores
que desde esta se pueden formar dirigir el proceso de
Formación de Valores de sus educandos.
El momento histórico – concreto que
vive nuestra nación, insertada en un mundo globalizado
y unipolar donde el hegemonismo de las principales potencias
amenaza con acabar hasta con la identidad
nacional de los países imponiendo modos de
actuación excesivamente consumistas y enajenantes, exige
que nuestros docentes en
su accionar empleen estrategias
educativas centrada en la Formación de Valores de los
estudiantes.
Si las escuelas tienen que perfeccionar su proceso
formativo, entonces en los Institutos Superiores
Pedagógicos es preciso profundizar más en este,
pues estos centros tienen como misión
la formación de los profesionales de la
Educación y además dirigen
metodológicamente el proceso docente educativo de las
enseñanzas del territorio, resultando que la labor a
desplegar en estas universidades tiene que ser de excelencia,
en primer lugar constituyen un modelo a
imitar como institución educativa y en segundo lugar es
responsable de formar en sus egresados habilidades, capacidades
y modos de actuación profesional que le permitan a
estos, una vez que egresan, dirigir el proceso de
Formación de Valores en los diferentes niveles de
enseñanza.
En la medida que se desarrollen estrategias para
aproximar cada vez más a los egresados al modelo ideal
de maestro, de profesor
formador de valores, estamos dando pasos de avance para
transformar la realidad educacional del país. "Para
nosotros es decisiva la educación, y no solo la
instrucción general, inculcar conocimientos cada vez
más profundos y amplios a nuestro pueblo, sino la
creación y la Formación de Valores en la conciencia
de los niños
y de los jóvenes desde las edades más tempranas,
y eso hoy es más importante que nunca (…). Es por ello
que la tarea del maestro crece en importancia, se multiplica su
inmensa trascendencia en esa batalla por educar en los valores
de la revolución y el socialismo a
las nuevas generaciones" (Castro F, 1997).
Desarrollar en nuestras Universidades
Pedagógicas un proceso docente – educativo donde la
educación en valores se convierta en un eje que
atraviese el currículum de formación de nuestros
educandos, es una necesidad hoy.
De lo anterior se puede entender que cada disciplina
que conforma el currículum debe diseñar su propio
sistema de
valores. Por sistema de valores de la disciplina se entiende
al conjunto de significaciones positivas que pueden ser
reflejadas en la conciencia de los sujetos durante la interacción con el objeto de estudio de
la misma (de la disciplina) en el contexto de una
realidad histórico – social determinada y
que determinan su actuación profesional.
El proceso formativo escolar, factor socializador de
esencial importancia, posee entre sus componentes al proceso
docente – educativo, entendiendo por este "al proceso
formativo escolar que del modo más sistematizado se
dirige a la formación social de las nuevas generaciones
y en él, el estudiante se instruye y educa, es decir
forma sus pensamientos y sus sentimientos (Álvarez
1999). Por tanto el proceso docente – educativo en las
Universidades Pedagógicas está dirigido a
resolver la problemática que se le plantea a estas
instituciones: La formación de un
profesional de la Educación que responda al encargo
social. Entonces, el objetivo,
que constituye la categoría rectora dentro del proceso
docente – educativo, se revela como el modelo del
profesional del encargo social que la sociedad le
plantea a la escuela en
la formación del egresado de dichas instituciones
docentes. El modelo del profesional de la
Educación, el cual se define como las metas a
alcanzar por el profesional de la Educación a partir de
la apropiación del sistema de conocimientos, habilidades
y valores en el proceso docente – educativo,
conforma la imagen que se
requiere formar para que el egresado actúe en un
contexto socialmente determinado y constituye" el origen de la
confección del Plan de
Estudio, y consecuentemente el resto de la planificación curricular."(Peña
Villalobos 1995).
El modelo del profesional que se quiere formar para
que actúe en un contexto y momento histórico –
cultural dado, se formula a partir de los problemas
que debe resolver dicho estudiante una vez egresado. Estos
elementos permiten comprender que el modelo del profesional
constituye un marco referencial para la caracterización
del proceso de Formación de Valores en la
disciplina.
El tipo de Educación que reciben los
estudiantes en sus respectivas instituciones docentes
tendrá un objeto determinado que estará en
correspondencia con la futura labor que
desempeñarán estos una vez que egresan de dichas
instituciones.
El objeto es un sistema que contiene una parte de la
realidad objetiva y que está delimitado por un grupo de
problemas que en él se manifiestan (relación
problema – objeto). Esto requiere la acción de un profesional competente, que
se proponga metas (objetivos)
encaminadas a resolver los problemas que se presenten en el
objeto (relación problema – objeto –
objetivo). Si el objetivo(s) se cumple, entonces, el
problema(s) queda resuelto y por ende se transforma el
objeto.
El objeto de la profesión consta de dos
componentes:
. El objeto de trabajo.
. Los modos de actuación del
profesional.
El objeto de trabajo es aquel que recibe la
acción del profesional que egresa de una determinada
institución docente mientras que los modos de
actuación el proceso mediante el cual el profesional
actúa sobre el objeto de trabajo, entonces, los modos de
actuación precisan aquellas habilidades, convicciones y
valores, que debe poseer el futuro egresado para que pueda
actuar sobre el objeto de trabajo de forma creadora acorde con
el desarrollo
histórico, social, cultural, económico y
político de la sociedad en que se
desempeña.
Un profesional que egresa de los Institutos Superiores
Pedagógicos tiene como objeto del egresado, de la
profesión, el proceso formativo; como objeto de
trabajo, el proceso formativo escolar mientras que los
modos de actuación serán los métodos
encaminados a instruir, desarrollar y a
educar.
Las exigencias sobre el futuro profesional de la
Educación se concretan en un modelo que
abarca:
- El sistema de valores profesionales.
- El sistema de conocimientos que describen el
proceso formativo. - El sistema de habilidades y hábitos
profesionales para la
organización y operacionalización del
proceso.
La significación (valor) que para el
futuro profesional tenga la apropiación del sistema de
conocimientos que reciba a lo largo de la carrera, así
como del sistema de habilidades profesionales para operar con
dichos conocimientos determinará los modos de
actuación para incidir sobre el objeto de la
profesión.
Por modos de actuación se entiende "las formas
históricamente condicionadas de desempeñarse, el
conjunto de métodos, procedimientos
y estados para la
comunicación y la actividad pedagógica que
revelan el nivel de desarrollo de las habilidades y capacidad,
constructos, rutinas, esquemas y modelos de
actuación profesional" (García L.
1996).
Por tanto, los modos de actuación del
profesional, constituyen la manifestación de los
valores profesionales que subjetivizan los estudiantes a
lo largo de la carrera, es decir, los modos de actuación
del profesional estarán condicionado por el sistema de
valores profesionales asumidos por estos.
Un proceso docente – educativo será
más eficiente en la medida que los métodos que
asuma el docente (modos de actuación determinados por
los valores profesionales asumidos) contribuyan a formar un
profesional tal y como la sociedad demanda
(modelo del profesional).
Los objetivos de la disciplina se determinan por la
derivación gradual de los objetivos generales que
aparecen en el Plan de Estudio, del Modelo del Profesional, sin
embargo la precisión, así como la del resto de
los componentes didácticos del proceso se realiza a
partir de la definición del objeto de la
disciplina.
El objeto de la disciplina se define a partir de
relacionar el objeto de la profesión con el objeto, los
métodos, los procedimientos y las técnicas
de la ciencia.
La ciencia como
sistema de conocimientos, leyes, principios,
teorías, métodos procedimientos y
técnicas, ordenados y estructurados lógicamente,
pasa a formar parte del contenido de la disciplina, en tanto
contribuyen a desarrollar en los egresados aquellas capacidades
y convicciones necesarias para que este se apropie del objeto
de la profesión.
El objeto de la disciplina no se corresponde
íntegramente, ni con el objeto de la ciencia, ni con el
objeto de la profesión, sino que contiene parte de uno y
parte del otro, no como una sumatoria, sino como la
relación totalizadora entre ellos para determinar una
nueva cualidad, el objeto de la disciplina. En la
disciplina el objeto es el todo, contiene a la ciencia y a la
profesión, pero no se identifica ni con uno, ni con el
otro.
Por lo planteado resulta evidente que "no se puede
confundir la enseñabilidad de la ciencia, con la
enseñanza concreta de un grupo de aprendices" (Flores
Ochoa, R. 1996).
La enseñabilidad de una ciencia se realiza a
partir de la presentación de resultados
científicos, de la exposición de la cultura
acumulada, pero la enseñanza de la ciencia además
de tener en cuenta el objetivo y la lógica de la misma, debe contemplar la
lógica del proceso de enseñanza – aprendizaje,
donde se pone de manifiesto la relación ciencia –
docencia;
así como, debe contemplar el contexto social,
económico, político y cultural, donde va actuar
el futuro profesional, y donde se manifiestan los problemas
profesionales que debe resolver el egresado, es decir, la
profesión. "Puede ocurrir que enseñando a partir
de la lógica de la ciencia se logren resultados
satisfactorios en los estudiantes, pero estos deben ser
superiores si además, los alumnos dominan cómo
aplicar la ciencia con propósitos profesionales, y son
portadores de valores que se correspondan con la
profesión."(Flores Ochoa, R. 1996)
Cada disciplina del currículum debe conformar
su propio subsistema de valores. De la interacción
armónica y coherente de cada subsistema derivará
el sistema de valores de la carrera en
cuestión.
Una vez que cada disciplina diseñe su
subsistema de valores en consonancia con los valores que la
sociedad demanda en la formación del profesional al que
aspiramos, resulta obvio que el objetivo de la
disciplina debe estar dimensionado hacia la
formación de los valores que de ella, potencialmente, se
pueden formar.
De lo anterior se puede entender que el modelo del
profesional al que se aspira según el encargo social
modulará el proceso docente – educativo que se
verifique en la disciplina. Esto garantiza que los contenidos
que se impartan (visto en sus tres dimensiones) sean los que
realmente tributen a la formación de un profesional como
lo demanda la sociedad.
Una conclusión de lo plasmado en este
artículo se presenta a continuación:
Para la determinación del sistema de valores de
la disciplina se proponen tres marcos referenciales que
constituyen una triada dialéctica que expresa el
carácter dinámico de dicho
sistema:
» Marco referencial 1. Modelo del
profesional. Revela las metas a alcanzar por los
estudiantes al recibir el sistema de influencias de las
disciplinas que conforman el Plan de Estudio a partir de la
apropiación del sistema de conocimientos, habilidades y
valores en el proceso docente – educativo.
Constituye el encargo social.
» Marco referencial 2. Objeto de la
profesión. Contiene los modos de actuación
que constituyen la manifestación de los valores
profesionales que se subjetivizan a lo largo del proceso
docente – educativo (objeto de trabajo del
profesional).
» Marco referencial 3. Objetivo de la
disciplina. Revela la contribución de la disciplina
a la formación de un profesional de la Educación
según el encargo social (modelo del
profesional).
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mínima consultada.
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Profesor Asistente
M.Sc. Roberto Isbel Morejón
Quintana
Profesor Auxiliar
M.Sc. Sergio García Bertot
Profesor Asistente
M.Sc. Ariel Díaz Loaces
Departamento de Ciencias Naturales
Facultad de Formación de Profesores para la
Educación Media Superior
Instituto Superior Pedagógico "Rafael
María de Mendive" Pinar del Río.