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Pandora – Lo que todo hombre debería saber antes de enamorarse (página 4)




Enviado por Steel Nobles



Partes: 1, 2, 3, 4, 5

Partes: 1, ,
4, 5

12

EL DESAFIO A LA
RACIONALIDAD

Es el
espíritu lo que les molesta amigo Mujica. Ellos no quieren
sacudidas, no quieren pasión; no quieren que se les haga
sentir, ni pensar; tan sólo quieren que se les diga y
repita lo que están habituados a oír. Ellos
sólo creen en todo aquello que jamás han oído
negar.

Miguel De
Unamuno

La gran
mayoría de la gente odia oír todo aquello que
podría obligarla a volver a pensar
nuevamente.

Stanislav
Andreski

DEL
DETERMINISMO.— 1
Ya dijimos al comienzo: el hombre
moderno es lejos el ser que menos aprende de sus malas
experiencias. Sin embargo, en el caso de Pandora, esto es una
verdad dramática. Y tal como lo recordarás: es tan
poderosa su cristalización y tan rígido su esquema
mental, que ni las continuas experiencias traumáticas los
pueden variar en lo más mínimo, y toda
manifestación de cambio es
sólo aparente o circunstancial.

2 Es
posible que con las experiencias los varones no mostremos
modificaciones profundas, y también estemos atrapados y
entrampados en una forma de ser determinada y cristalizada, por
lo que podría aquí admitirse y reconocerse una
suerte de determinismo neuronal y cósmico. De una
invariante que limita nuestra flexibilidad y plasticidad para los
cambios volitivos y, por tanto, también nuestra libertad
¿Que tanta razón tiene Arthur Schopenhauer
al afirmar que? "El hombre, sin
duda, puede hacer lo que quiere; pero no puede determinar eso que
quiere" Es material para escribir otro libro.

3 Ahora
cabe preguntarse: ¿para qué me ha de servir ganarle
la partida a Pandora? Para nada trascendente, como no sea tomar
conciencia y
darse cuenta de una vez por todas, que nuestra relación
con Pandora siempre será de índole negativa, a
veces matizada con cosas positivas, pero negativa al
fin.

4 Con la
solución propuesta en el capítulo anterior
(versíc. 12), ella ya no podrá explotarte ni
hacerte sufrir, aunque tampoco podrás disfrutarla si ya no
sientes nada por ella.

5 Mas, de
esta irónica paradoja se desprende otra nueva y
gratificante paradoja: los varones siempre podremos encontrar
amor y
felicidad junto a la mujer
verdadera; en cambio, Pandora —que no busca amar, porque
ella bien sabe que el amor es un
cepo— jamás podrá ser feliz ni sentirse
satisfecha, sea quien sea el hombre al que atrape y
devore.

6 A
través del tiempo, muchos
sinsabores habríamos venido padeciendo los varones a causa
de ella, y con frecuencia terminaríamos cometiendo nuevos
errores; sin embargo aun seguimos siendo los que podemos
discernir con claridad y separar los fantasmas, de
las personas de carne y hueso. Vale decir: todavía siguen
siendo nuestra claridad mental y nuestro valor, la base
de la verdadera justicia y de
todo progreso efectivo, tangible y duradero. Y como dice D. H.
Huxley en «Life and Letters»: "Lo
conocido es finito, lo desconocido es infinito; desde el punto de
vista intelectual vivimos en una minúscula isla en medio
de un océano ilimitado de inexplicabilidad. En cada
generación, nuestra tarea es recuperar cada vez algo
más de tierra
firme".

7 Estoy
convencido de que siempre podremos lograrlo si damos oportuno
agradecimiento a nuestras compañeras, las mujeres
auténticas que —con su entrega, su amor, su
fidelidad, su confianza, su sacrificio, su desinterés, y
con el gran apoyo espiritual y material que nos otorgan
espontáneamente y sin reservas a lo largo de nuestras
vidas— contribuyen al desarrollo y a
la salvación de nuestra especie, y también a las
obras que Dios nos encomendó resguardar. Así ellas
compensan maravillosamente todo dolor, toda angustia, toda
desmoralización y cansancio que Pandora nos
provoca.

DE LA
SUERTE.— 8
La relación hombre-mujer —que
tal como hemos ido apreciándola ya en innumerables y
diversas exposiciones, va presentando todo tipo de dificultades
casi insuperables, a nuestro cerebro
sólo se vuelve llevadera y manejable para bien, cuando la
suerte o como quieras llamarle, pone a tu lado a la mujer
adecuada a tus planes de vida. Digo la suerte porque en este
hallar no existe acción
preconcebida, y es lo más parecido a la idea del milagro
que tenemos los buenos creyentes.

9
Testimonio de ello nos lo brindan aquellas pocas parejas de
ancianos que, al cabo de varios decenios de feliz unión,
no pueden entregarnos una fórmula, ni siquiera una
explicación lógica
que justifique esa armonía que sólo la muerte
viene a destruir. Y es de común ocurrencia que el
sobreviviente, en su angustiosa soledad termine acudiendo pronto
al amoroso y misterioso llamado que el difunto cónyuge le
hace desde la otra vida.

DEL
INFORTUNIO.— 10
Ante las inevitables y naturales
dificultades que depara esta vida, ojalá todos
pudiésemos encontrar muchas buenas razones y sentidos de
propósito para seguir luchando con fuerza y
alegría hasta el último respiro. Luego me pregunto:
¿qué queda de esperanzador para aquellos hombres
adultos que siguen viviendo autoengañados, sufriendo
abusos y perjuicios de todo orden por culpa del amor que sienten
hacia una mujer que, no sólo no les corresponde, sino que
además los idiotiza, engaña, explota y desprecia?
Una mujer que pocas veces alegra en medio de la abundante
tristeza que crea. ¿Existe acaso en nuestro interior un
jugador suicida, compulsivo, febril e irracional, que se aferra a
la última carta hasta vivir
la ruina más aplastante antes de morir? A saber, de todo
hay en la viña del Señor, dice el salmo, y es
verdad.

11 Lo
cierto es que si el hombre normal logra convencerse de la maldad
del juego en que
se metió, lo más probable es que se salga de
él de modo relativamente fácil; pero le resulta
engorroso persuadirse porque le va a faltar la malicia necesaria,
para hacerle ver esta malicia en las demás personas… y
muy especialmente, en su Pandora.

DE LA RESPONSABILIDAD.— 12 No cabe duda que
todos tenemos responsabilidad divina, social y familiar en toda
esta historia en
que participamos, y es impropio de todo buen varón
eludirla, ya que "todo ser humano lleva, por entero, el sello de
la condición humana" Ensayos
(Michel De Montaignes). Luego, no es tan simple decir
desaprensivamente: "yo estoy bien", y seguir durmiendo sobre la
línea férrea creyendo que estás en el
Caribe, tendido sobre una hamaca playera.

13 Pandora,
si puede te va a sorprender y podrías verte angustiado
buscando en alguien o en estas mismas páginas alguna
razón para seguir viviendo, y hasta puede que quieras
consultar siquiatra. No es por casualidad que "El factor sorpresa
vale mil soldados", asegura el General Mark W. Clark.

14 La
creencia de que las incompatibilidades desaparecerán solas
en el transcurso del tiempo, es otra expectativa riesgosa, y no
sólo para la relación con Pandora, sino para la
propia armonía interior. 15 Dado que somos hombres,
seres racionales, hijos del Padre, no debemos permitir que el
puro azar decida por nosotros y menos aun dejarnos arrastrar a
una guerra sucia
donde se impondrán definitivamente la irracionalidad y la
perversidad, cosas que —evidentemente— no constituyen
el fuerte de un hombre normal y sano.

16 Por otra
parte, tampoco un ser racional debe dejarse llevar por emociones
descontroladas, sean propias o ajenas, menos todavía si
éstas son de origen rabioso o histérico. En este
punto fija tu atención en que: al encarar a una mujer,
por indignado que estés, te conviene mantenerte siempre en
estado de
racionalidad. En lo que el Análisis Transaccional denomina "El
Adulto", para decir lo que tengas que decir, pero de tal modo que
nunca tu accionar y tus palabras precedan a nuestro sano
raciocinio.

Esto no quiere
decir que debas tener hielo en las venas o tragarte la amargura;
por lo contrario, si tu interlocutora trata de interrumpirte, no
se lo debes permitir, debes pedirle guardar silencio y que
escuche con atención; o bien seguir hablándole
subiendo paulatinamente el tono de voz. Si así no logras
hacerte escuchar más te vale que cortes esa "comunicación" y te retires pensando en que
al volver, la ocasión para abordar el problema será
más propicia. Esta práctica, si es reiterada,
normalmente se convierte en inhibitorio de los propios afectos,
que más pronto que tarde podría librarte de quien
los provoca, sin pena ni esfuerzo alguno.

DE LAS OBLIGACIONES.— 17 Jamás te
convendrá dejar temas pendientes ni aceptar respuestas
incompletas, vagas y confusas de parte de tu mujer, que no
satisfagan a la razón mínima y elemental. 18
Si ella participa en el proceso
racional, debes darle todas las facilidades para que haga sus
aclaraciones y descargos. Así, al menos, sabrás lo
que ella piensa sobre el asunto en cuestión, para luego
establecer consenso, si procede.

19 Si no
quiere escuchar, debes seguir hablándole,
imponiéndote con serenidad; jamás debes permitirle
que te deje "atragantado", ya que ésta constituye una
vieja táctica pandoriana que sólo sirve para dos
cosas. Una: eludir un tema que a ella no le conviene tratar, y
menos esclarecer. Dos: para que te ahogues, y ojalá te
mueras.

20 En
síntesis: que jamás la mentira, la
irracionalidad y la ira —vengan de donde vengan— se
impongan sobre la razón, la justicia y los modales de
buena crianza. De lo contrario terminarás viviendo en el
infierno, o bien abandonando a una dama que, con un trato
más asertivo y más positivo de tu parte, ella
habría sido buena compañera; luego, no
podrás evitar sentirte culpable, y la culpabilidad
te debilitará.

21
Conviene tener presente que encender la ira en Pandora y
despertar sus deseos de venganza, es tan fácil como
encender una ampolleta; se puede causar sin querer, incluso sin
saber. 22 En consecuencia, siempre vas a defraudarla y
"ofenderla", para luego ser castigado por ella sin
explicación ni consideración, a causa de faltas no
cometidas y ni siquiera pensadas.

DEL
«LIGHTISMO».— 23
Lo volvemos a decir: a
pesar de los errores y perjuicios que históricamente los
varones hemos cometido en contra de la Humanidad, aun seguimos
siendo los arquitectos y constructores innegables del progreso y
de la historia; y este currículo es fruto exclusivo de las
excelencias del alma humana, y
nunca de sus defectos, aunque las feministas, las
histéricas y sus Plagas, estén cerradas o
incapacitadas para reconocerlo y aceptarlo.

24
Hablando de defectos y de plaga: muy oportunamente, Enrique
Rojas, célebre siquiatra español,
describe en su libro «El hombre light» a un tipo
indolente, epidérmico, egoísta, hedonista y
materialista terminal, desprovisto de valores
trascendentales, de sentimientos nobles y de moral, capaz
de vender su madre al demonio y, algunas veces luce manchitas de
jaguar. Es alguien similar a ese personaje de «De Rusia con
amor» en que Ian Fleming dice de él: "Kronsteen no
estaba interesado en los seres humanos. Tampoco conocía,
en su vocabulario, las categorías de: bueno y malo. Para
él todos eran piezas de ajedrez.
Sólo estaba interesado en sus relaciones ante los
movimientos de otras piezas."

25 El
hombre light, medallista olímpico del rats
race
(correr por miedo o codicia); es el nuevo producto de
los hogares disfuncionales de Pandora y del medio ambiente
ya plagado. Él constituye para ella su top man, o
sea, el goma soñado; no confundir con su príncipe
azul, porque éste es demasiado onírico y
surrealista como para materializarse (fenómeno que cuando
ocurre, dura menos de 24 horas y carece de toda
importancia).

26 El
"lightismo" imperante incuba en jóvenes con graves
problemas de
identidad, que
sólo consiguen ser al compararse con los
demás desde la perspectiva arribista-consumista y sus
logros mezquinos. Resultan ser productos
"humanos" vacíos de espiritualidad y llenos de vanidad,
con excelentes perspectivas pandorianas fundadas en su dorado
axioma: "tanto tienes, tanto vales". Por eso "… no persiguen
otra cosa que el poder
material, brutal, bestial… esa estúpida y antigua pelea
de los ambiciosos por el poder y, de los trepadores por un lugar
bajo el sol…". Nos
dice, Hermann Hesse.

27 En este
punto creo oportuno transcribir parte de la declaración
que hace el célebre escritor Luis Sepúlveda, en
entrevista
concedida a El Mercurio (7/12/’96); él dice: "Yo
tengo no sólo una preocupación, sino un total
rechazo hacia toda manifestación artística que me
huela a light; a todo lo que dice ‘indaguemos hasta cierto
punto porque profundizar un poco más allá
podría traernos problemas’. Yo entiendo a la gente
cuando libremente decide ser cobarde en su vida diaria y en la
literatura, pero
no me parece que haya que descalificar al resto, a los que no
quieren ser cobardes…"

13

RELACIÓN SEXUAL Y
SOLEDAD

Ellas viven al
sur, en señoríos sin hombres, donde ahogan a los
hijos que nacen varones. Cuando el cuerpo pide, dan guerra a las
tribus de la costa y les arrancan prisioneros. Los devuelven a la
mañana siguiente. Al cabo de una noche de amor, el que ha
llegado muchacho regresa viejo.

Eduardo
Galeano

DE LA
REPRESIÓN.— 1
Bien sabemos que desde siempre
hombre y mujer viven aparejados en complementación
íntima; y ésta, dependiendo del punto de vista,
puede considerársela necesidad básica o
relación fundamental para la existencia humana, para su
reproducción y crecimiento (necesidades que
homosexuales y lesbianas las desestiman). Aunque, como hemos
podido constatar, la corrupción
de esta necesidad o fundamento suele generarnos desequilibrios y
catástrofes incontrolables;

2 Sin
embargo cabe la posibilidad de que prescindamos de ella
reprimiendo aquellos impulsos que la crean, para vivir en
relativa soledad y limitarnos a relaciones
sexuales ocasionales sólo sexistas; lo que, bien
sabemos, reviste algunos riesgos
somáticos. Ahora, bien visto, ésta puede ser una
alternativa bastante más saludable que intentar
inútilmente una relación estable de pareja con
Pandora, corriendo permanentes riesgos de destrucción del
alma viril y la consiguiente pandorización personal, y
posteriormente universal.

3
Además, creo importante consignar que, si bien la
relación sexual ocasional puede eliminar aquellos otros
componentes que podrían resultar discordantes, sólo
sería válida como catarsis
ocasional y pasajera, ya que el acto sexual no constituye un fin
en sí mismo (sexismo) por cuanto forma parte de un proceso
más trascendente que comprende a las personas en su
totalidad, al menos las normales. En otras palabras; si estamos
obligados a elegir entre dos males, lo menos malo será…
quedarnos con el mal menor.

DEL DESAMOR
(2).—
4 Al correr del tiempo, la relación
sexual sin amor va transformando a la pareja, tan sólo en
masturbadores mutuos; los cuales terminan por levantar entre
ambos un muro de repulsiones y hastíos con el inevitable y
consiguiente rechazo del uno hacia el otro. Y son,
incidentalmente, la indiferencia sexual y la cópula sin
amor, las prácticas más recurrentes y disolutorias
a las que nos introduce y condena la cautivante hija de
Vulcano.

DE LA
IMITACIÓN.—
5 Aunque Pandora no sea una
belleza, sino más bien lo contrario, igual seduce; pues
posee ese magnetismo que
captura a la mayoría de nosotros, aun al margen de lo
sexual. Esta propiedad,
inmodificable, evidente y peligrosa, para ella se convierte en su
valor primordial inevitablemente deseable. Es por tal motivo que
gran cantidad de mujeres puede llegar a envidiarla o admirarla
hasta ver en ella un modelo
competitivo que imitar. Todo esto, debido a que —a pesar de
sus múltiples defectos y carencias— Pandora encarna,
magistralmente, al mayor significante (Lacán) del "ideal
femenino" perfecto y definitivo que muchas desean ver en ellas
mismas.

DE LA
DESAFECCIÓN.— 6
De tal modo y sin
proponérselo, Pandora se transforma en la pionera
anónima de la "liberación" femenina actual; y es
anónima porque ella casi nunca participa de hecho en
movimientos de esa índole, dado que —aparte del
asunto imagen del que
hablamos con anterioridad— los temas feministas sólo
le interesan a modo de chascarrillos que le permitan granjearse
simpatías o, simplemente, llamar la atención sobre
sí. Ella bromea, cuenta anécdotas y chistes en que
se ríe y se burla de nosotros los varones, con una "gracia
admirable".

7 Mas, los
verdaderos problemas humanos —particularmente los
femeninos— cuando son ajenos a su persona, en
verdad no le interesan en absoluto. Entonces ¿Por
qué misteriosa razón un ser como Pandora se hace
obedecer, imitar, y logra conseguir posición social y
económica, honores y amores que jamás
mereció, para luego transformarlo todo en desastres
familiares e insufribles pesadillas sociales? Muy simple: asunto
de inteligencia
no-humana… o simple locura.

DE LA
INTELIGENCIA PANDORIANA.—
8 En ella, "el fin
siempre justifica los medios", y es
esta su consigna vencedora. Por fortuna, todavía
constituyen mayoría las personas que no aceptan tal
condición e impertinencia como práctica habitual de
interacción social. Pronto se le oponen y
se rebelan, puesto que Pandora suele ser en estas lides, similar
a algo que se escribió sobre Rommel en Noráfrica,
vale decir: "En la defensa: indomable. En el ataque: infatigable.
En la victoria: insufrible" Entonces ¿Cual será
nuestra salida? ¿Atacarla? ¿Defenderse?
¿Soportarla? Más adelante lo sabremos.

9 Voltaire
ya observaba hacia 1764: "Cuando puedo hacer lo que quiero,
ahí está mi libertad (….); pero no tengo
más remedio que hacer eso que quiero".
¿Contradicción? Quizás. No obstante y por el
contrario, sabemos a ciencia cierta
que gracias a esa mínima libertad —fruto de la
razón esclarecida— es que aun podemos acertar,
enmendar rumbos, evitar situaciones indeseables, amar, ser amados
y acatar las leyes de Dios y
de la Naturaleza
como lo más trascendente de nuestra existencia mortal.
"Esto es lo que es la inteligencia; poner atención a las
cosas adecuadas" (Edward T. Hall).

10 El caso
es que Pandora no ejerce esta elemental expresión de
inteligencia básica. Comienza por la falsa premisa de que
todo va mal en la medida que la realidad y los acontecimientos no
se ajusten ni sucedan de acuerdo a sus personales pareceres,
necesidades y caprichos. Para Pandy es esta la prueba concluyente
de los errores y defectos a corregir para beneficio de ella, por
parte del resto de la Humanidad.

11 A la
inversa de ser una genio, ella posee inteligencia subhumana, pero
no animal —porque eso implicaría amplias
inhibiciones que en su caso no aparecen— sino más
bien embrionaria, simple y eficiente como la palanca y, al igual
que el hombrecillo light, carente de profundidad y
amplitud, carente de sentimientos nobles y de moral (fundamentos
básicos del humanismo
universal). Todo esto expresado en obsesiones que buscan
satisfacerse en velocidad,
ejerciendo presiones y coacciones cada vez mayores sobre personas
que al fin ceden por fatiga.

12
Además, la inteligencia de nuestra falsa Atenea es de muy
corto alcance, constituye un cúmulo de esquemas aprendidos
funcionando de manera refleja, y que sólo le sirve para
resolver problemillas menores, y para ser aplicada tan
sólo en el momento preciso. Su simplismo, su inmediatez y
su obcecación, son sus mayores y mejores aportes a su
eficacia (no
confundir con eficiencia)

13 En
cambio su visión macro y de futuro no va más
allá de la punta de su nariz y, a partir de allí,
lo primordial, lo secundario y lo irrelevante, se ven todos en un
mismo plano. Ante esta apreciación errónea
—por ausencia de Y— con bastante frecuencia la
historia y el devenir le demuestran que su inteligencia es
peligrosa, incompleta; y que sus diagnósticos lo son aun
más; luego —siguiendo la misma
proyección— "sus remedios resultan peores que las
enfermedades". En
fin, nuestra salida es, una vez más, arrancar de ella y,
si fuese posible, a la velocidad del rayo. Siempre nos
resultará más saludable vivir en relativa soledad,
aceptando la compañía ocasional y variada de otro
tipo de féminas… y en aquellos mismos términos
que ya expusimos en el capítulo 5, versículos 23,
25 y 26.

DEL
EGOCENTRISMO.— 14
Y lo antedicho resulta inevitable
porque: el libre albedrío no existe fuera de Pandora. Ella
es quien, finalmente debe controlarlo y visarlo todo para
autoconfirmar su ubicuidad, propiedad equivalente a la
omnipresencia divina.

15
Además, y ya dijimos, ella ve a la Naturaleza como un ente
lleno de defectos al que hay que corregir (pulsión
histérica) de acuerdo a un modelo de perfección
superior: ella. Por tales razones es que Pandora entra, tarde o
temprano, en guerra con todas las personas que la rodean,
aferrándose ella a esquemas dogmáticos intocables:
sus ideas fijas. Por lo tanto, no es extraño que el odio,
la segregación, la persecución y la violencia,
pasen a constituir la única forma de lucha para defender
la causa suprema de la existencia: incidentalmente,
ella.

16 A
raíz de todas estas presunciones inadmisibles y gratuitas
que suelen tornarla persona non grata, Pandora puede terminar, si
es preciso, valiéndose de apariencias y modales agradables
seleccionados con sumo cuidado y muy cuidadosamente aplicados
—y también de discursos
seductores, lisonjeros— para capturar en beneficio propio
el interés
de quienes pronto serán sus huestes y satélites;
su séquito vital e incondicional, su caldo de cultivo
proplagario. En especial los caballeros lights, que acatan
reverentes sus edictos y reciben gustosos sus "favores", sin
sospechar las consecuencias. Luego, son los mismos que,
después de la muy entendible, previsible e inevitable
hecatombe, desean poco menos que estrangularla.

¿LIBRE
ALBEDRÍO SIN COMUNICACIÓN?

DEL LIBRE
ALBEDRÍO.— 17
Lo más probable es que
nuestro libre albedrío esté circunscrito a un
espacio pequeñísimo pero, aunque reducido, mal que
mal, gradualmente él nos permitiría desprendernos y
alejarnos de todo aquello que nos confunde, nos daña y
debilita, aunque tal acción afecte a nuestros sentimientos
más queridos y, así, adoptar —en forma
oportuna, conciente y decidida— posiciones más
sanas, más objetivas y constructivas sin que, a
raíz de ello sintamos menoscabada nuestra capacidad
emotiva-afectiva.

DE LA
INCOMUNICACIÓN.— 18
De tal modo que si posees
asertividad,
afectos, raciocinio y tolerancia
—bases del buen entendimiento entre personas—, para
la musa de nuestro ensayo tales
virtudes no existen, a pesar de lo bien que simula el diálogo
amable, el que no pasa de ser la forma dinámica de una actitud
indiferente encubierta por respuestas, preguntas y aportes, todos
reflejos. El diálogo con Pandora suele resultar un
auténtico monólogo. Ella sólo pregunta lo
que necesita saber para su beneficio y placer personal, y
concentra su atención en aquellos puntos que sólo a
ella le convienen. El resto constituye una suerte de sonido
background, al que Pandora contribuye entusiasmada para
enseñorearse en una sociedad
hipócrita, egoísta y seudocomunicada.

19 Y ya que
hemos abordado el tema de la
comunicación, creo oportuno acotar un asunto de
candente actualidad: a pesar del crecimiento vertiginoso de los
sistemas
comunicacionales, se da la paradoja que las personas —en
particular los miembros de la
familia— jamás estuvieron tan incomunicadas y
alejadas entre ellas como ahora. El dramático y evidente
hacinamiento humano, especialmente en las grandes ciudades,
contrasta con la soledad patética de millones de
individuos que así viven juntos a sus seres queridos, a
los cuales conocen menos que a sus propios compañeros de
trabajo, y
mucho menos que a los personajes de la guerra, del mundo
financiero, del deporte, la política, la música pop, el
cine, las
teleseries, el jetset, la farándula, la mafia y el
terrorismo.

20 No hay
tiempo de uno para dárselo al otro; el otro es sólo
una oportunidad para aprovecharse de él, y es sólo
para eso que ahora existe el voceado libre albedrío,
existe a modo de amenaza constante y estresante, sostenida por la
compulsión de capturar presas para saciar por momentos el
apetito constante de la ambición infinita. Muchos se han
vuelto egocéntricos, indiferentes, crueles e
hipócritas. Se han convertido en auténticos
depredadores, en plagarios; a la vez, e irónicamente, en
piezas de la misma cacería. Ya nadie sabe
quién es el otro.

21 La
comunicación intrafamiliar es un bien que no tiene
sustitutos. Resulta ya imposible, ni siquiera imaginable, un
desarrollo social armónico, constructivo y amoroso, sin
comunicación intrafamiliar. Resulta imposible imaginar a
la práctica de ese libre albedrío egotista,
materialista, malhechor e irresponsable, tal si éste fuese
el adalid del desarrollo y del bienestar humanos.

22 Se ha
olvidado que la base de la sociedad es la familia,
particularmente en lo que respecta a su plano afectivo y
emocional. Y esta base está personificada en la
mujer y, particularmente en la madre, la madre dedicada a serlo
por sobre todas las demás labores. Se trata, ni más
ni menos, que del verdadero y primer apostolado terrenal; pero,
por desgracia, éste, su apostolado, ha sido abandonado por
ellas en aras de un desarrollo ambicionante, egoísta,
materialista, brutal, despiadado y criminal, de
apocalíptico diagnóstico; sin embargo, y curiosamente, a
nadie parece importarle en lo absoluto.

14

¿EL BLUFF?

Astuto no es el
que procede con ventaja; sino el que no se le
nota.

Steel
Nobles.

DE LA
IDENTIFICACIÓN.— 1
Por fortuna y en general,
puede decirse que los varones no tenemos —intelectual y
emocionalmente— nada qué envidiar ni imitar del
personaje estelar de esta obra. Sin embargo, llegar a
identificarle en plenitud, es requisito indispensable si queremos
servir al plan divino y
tener un mejor pasar por la vida presente. Al final del camino, y
en el peor de los casos, guardaremos de Pandy un recuerdo ingrato
que nos mantendrá vacunados y lejos de su influencia (lo
que es muy saludable).

2 Por
desgracia no ocurre lo mismo con la mitad de las mujeres que, en
más de un detalle se le quisieran parecer. De tal modo
circula entre ellas ciertos hábitos perniciosos que
también se han transformado en plaga como, por ejemplo:
hacer profesión y apología de la intolerancia, de
la mentira, de la insolencia, de la indecencia, del consumismo,
del fornicio, de la desfachatez y de la infidelidad; luego,
más temprano que tarde, terminan pagándolo muy
caro, y sin obtener aprendizaje
alguno de esta experiencia, más bien sólo
indignación por "lo injusto de la vida".

DE LA
IRRESPONSABILIDAD.— 3
A continuación ocurre que
—a consecuencia de esta problemática encabezada por
la infidelidad— se ha producido un boom bastante
estruendoso de divorcios y separaciones que están
aumentando vertiginosamente, y que están terminando con la
familia y sus fundamentos naturales, agigantándose con
sorprendente rapidez el monstruo de la juventud
desamparada, desperdigada y decadente.

4 Los
niños
ya casi no tienen su lugar en esta tierra y, más que meros
instrumentos de extorsión, suelen terminar siendo un
estorbo en la vida de Pandora, la que endosa irresponsablemente
la crianza de sus hijos, a la nana, a la abuela, a la vecina… o
a la calle.

5 La
presencia siempre creciente —entre menores de 14
años— de: la
drogadicción, el alcoholismo,
el porte de armas, el
asesinato y el suicidio
—al menos en Chile— se considera tal si fuese un
problemilla de escasa importancia al lado de la omnipresente
problemática macroeconómica, por citar un ejemplo.
Así, muy poco y ya casi nada se puede hacer como persona
frente a este materialismo
ciego que conduce con mano férrea la ambición
patológica del hombre light, azuzado por
Pandora.

6 Sin
embargo, y a pesar de ello, creo que todavía podemos hacer
algo importante para protegernos de la locura colectiva. En
primer término: si deseas un mundo mejor para tus hijos,
jamás debes dejarte impactar por "filosofías" ni
modas que pretendan aniquilar aquellos principios y
valores de la pareja y de la familia, que a grandes rasgos
estamos bosquejando, y que yacen grabadas desde siempre y para
siempre en el corazón y
en la mente del Universo.

DE LAS
APARIENCIAS.— 7
Podría ser que, en algún
momento, Pandora luzca muy alegre su aparente éxito
con los hombres; su amistad confiable
en apariencia, su hacerse pasar por sabelotodo, su mostrarse como
polo de atracción social y el poseer otras virtudes
ininteligiblemente plausibles que constituyen la máscara
que oculta su verdadera identidad: causante directa de la, hasta
ahora, incontrarrestable involución humana.

8 Mas,
quienes somos ya zorros trampeados y de retorno —y que la
observamos desde lejos— la vemos opaca, atemorizada, sin
pareja o aparejada en forma dudosamente satisfactoria; aferrada a
un trabajo que detesta y que siente que le roba la
energía, la libertad, la ilusión. O bien, viviendo
a expensas de un light al que exprime y aborrece.
Corriendo de un lado a otro sin parar, haciendo mil cosas por
mecánica e inconsciente
compulsión.

9 En
ocasiones suele brindar la engañosa impresión de
ser mujer positiva, inteligente y dinámica: pero "es
más el ruido que las
nueces". Pandora es esencialmente cómoda, sólo
trabaja cuando es forzada por las circunstancias, o no ha
capturado aun al goma perfecto que la mantenga en forma integral,
segura y placentera.

DEL
TRABAJO.— 10
Salvo honrosas excepciones, la
incursión laboral de una
Pandora-madre es pecado, un contrasentido y un desacato aleve. Ya
que, no sólo quita posibilidades a sus hermanos y esposos,
sino también a sus propios hijos; condenándolos a
las graves consecuencias que su abandono del hogar, el desamparo,
la frustración y el ocio conllevan. Luego, no
tendrá escrúpulos para chillarles —toda vez
que estalle— lo vagos, abusadores e irresponsables que
ellos son.

11 Aunque
la irresponsable no lo confiese, en estos avatares coincide con
Dios, ya que El dijo al hombre, y no a la mujer: "Con sudor de tu
rostro comerás el pan". Luego lo sacó del
Paraíso para que él trabajara. ¡Cuidado! De
esta orden, Pandora podría deducir con entusiasmada
ligereza lo siguiente: el hombre debe trabajar para sí
mismo, para ella y sus retoños. Y como nuestra
"emperadora" se supondría eximida de sudar, deberá
imponerle tributos y
servidumbre obligatorios para así ella dedicarse a
"pasarlo bomba" sin costo alguno y a
full time.

12 Cuando
Pandora está obligada a emplearse, desempeña
labores comparativamente cómodas, que no demandan mayor
esfuerzo y, no pocas veces dispone de subalternos a quienes
tiraniza y usa hasta para resolver sus problemas más
domésticos. Aun así se queja abiertamente de ser
explotada y discriminada por ser mujer.

13 No pocas
veces —a consecuencia de su indolencia, desatino, y de los
conflictos que
así ella se crea— se salva de ser despedida
fornicando en forma ocasional con algún light
influyente de la empresa en la que
trabaja, al que, además, suele chantajear para conseguir
aumentos salariales.

14 Cuando
Pandora comprende que el empleo es una
limitante a sus ambiciones sin límite, se hace
independiente, "empresaria", para así no tener que
rendirle cuentas a nadie y
que otros trabajen por y para ella, sumisamente,
incondicionalmente, y ojalá por poco dinero. En
estos lances "empresariales" ella no exhibirá sus orgullos
tontos ni le dará asco la bajeza, si lo que le conviene es
llorar desgracias y miserias; o mostrarse tiernucha e indefensa,
con tal de ablandarles el corazón a sus acreedores; o
exacerbarles la libido, para después transar.

DEL
ARRIBISMO.— 15
En ésta, su actividad
empresarial, suele desvanecerse cual estrella fugaz su inicial
espíritu "industrioso y emprendedor", pues al instante en
que Pandora consigue cazar a ese varón adinerado, generoso
e ingenuo, ella le dice adiós a todo tipo de compromiso
empresarial o laboral lanzándose de lleno a la holganza y
al despilfarro de la fortuna de su "bienamado", entre otros
abusos de variado calibre.

16 Si las
cosas se le dan favorablemente, el aburrimiento y la ociosidad
suelen impulsarla a ocuparse de nimiedades como llevar perros finos a
peluquerías caninas exclusivas, y a participar en
actividades seudosociales prestigiantes; por ejemplo: participar
en bingos, rifas, colectas, completadas, concursos, shows,
etcétera —en favor de los pobres, de los viejos, de
los enfermos ¡y de los niños desamparados!—
con amplia publicidad y
reconocimiento público, y así maquillar su
conciencia con afeites baratos y bien aparentadores. Y así
todos crean que ella tiene un gran corazón
humano.

Pasado el tiempo
se vuelve soberbia, prepotente y viciosa, despóticamente
matriarcal, caprichosa igual que Salomé, y no es mucho lo
que vacila para enrostrarles a las personas que mira desde arriba
lo que le parece mal de ellas, allá abajo. Pronto decide
exigirles, hacia su persona, conductas serviles o reverenciales
más acorde a su magnánima y venerable investidura.
Y que nadie se atreva a solicitarle la más mínima
ayuda o favor después de haber alcanzado ella su
"consagración" y su seguridad
económica definitivas, porque se llevará tremenda e
ingrata sorpresa.

17
Conjuntamente, Pandora suele desarrollar el mal gusto de radiar
al entorno su "magnificencia", hasta que consigue suprimir en
él, todo afecto y deseo sinceros de contacto con ella.
Finalmente termina cercada por "amistades" lights,
siúticas y arribistas que gustan de competir en la guerra
del pavoneo inspirada en esas teleseries banales con cuyos
personajes se identifican. 18 Quienes están social,
laboral, o familiarmente condenados a padecer la presencia de la
Pandora "triunfal", deben hacer ingentes esfuerzos para no
estallar; aunque ella muchas veces se cree el cuento de que
todo el mundo la admira e idolatra. En síntesis, la vida
tomada así tan ilusamente, suele transformarse en un
calidoscopio de hipocondrías que tarde o temprano culmina
mal.

DE LA
SIMBIOSIS.— 19
En condiciones familiarmente
armónicas y naturales, la gran mayoría de las
mujeres suele apoyarse confiada en la capacidad y certeza de
nuestros sólidos procesos
racionales y equilibrios emocionales; y nosotros, a la vez,
recurrimos a su asombrosa intuición femenina. De este modo
diversas empresas
importantes ha llevado a cabo la Humanidad con esta maravillosa
interacción de facultades; puesto que juntas constituyen
la fórmula perfecta para todo desarrollo
personal y social.

20
«Existe una costumbre que no deberías practicar
jamás: consultar a la intuición de una mujer
oportunista. Lo más probable es que ella, en su
simplicidad primigenia y autorreferente, se permita brindarte de
inmediato algunos consejillos frívolos o irreflexivos,
nada de intuitivos y automáticamente encausados a cubrir
sus propias conveniencias materiales y
necesidad de diversión. Esto constituye un axioma que se
puede confirmar mediante la experiencia y sus resultados,
inventariando las pérdidas permanentes que haces de:
tiempo, energía, salud, dinero y esperanzas,
a causa y como consecuencia de gestiones o empresas inspiradas
en, por o para la oportunista».

No cabe duda que
en esta revelación de mi buen amigo Franco, él
describe con gran precisión el espíritu
"visionario" de Pandora.

15

TRAMPA MORTAL: LA OBSESIÓN POR UN
ENIGMA

No es la
lógica ni el raciocinio lo que nos domina sino la
imaginación.

Thomas
Carlyle

DE LOS
CAMBIOS.—
1 En estricto rigor, nada cambia en el
ser. Aquello que llamamos "cambio" es la natural evolución-involución de todo lo que
existe. El Universo se
mueve continuamente, evoluciona e involuciona, sin embargo sigue
siendo sólo Universo, con todas las
características que le son propias. Igual fenómeno
ocurre al ser biológico: embriona, nace, crece,
madura, envejece y muere, manteniendo el mismo potencial o
acondicionamiento previo, o ADN. Esto
constituye la impronta del ser, y es inmutable. Y,
también, el espíritu eterno encarna y desencarna,
posiblemente muchas veces, pero jamás cambia; sólo
evoluciona o involuciona, merced a sus capacidades
conocidas o desconocidas.

2 Si existe
o no existe predisposición o determinismo en el Universo,
esto sólo lo sabe Dios. Pero en esta minúscula
"nave espacial Tierra", los tripulantes sí tenemos una
misión
incuestionable: ser nosotros mismos, siempre; ser lo más
feliz posible y desarrollar nuestra personal y natural
condición, sin tratar de modificar a los demás; en
particular a los hombres, tal cual lo pretende el
feminomachismo.

DEL
ENIGMA.— 3
¿Cómo se generan el feminismo, y
en particular el pandorismo? Son los senderos oscuros y tortuosos
de la ignorancia, de la arrogancia, del resentimiento, del
escapismo, de la ambición, de la envidia, de la histeria,
de la conmiseración, del odio, de la maldad y del error en
general, los que han creado, primero: el pandorismo, y a
continuación el feminismo. Y Pandora es lo que es y
jamás nunca será no-Pandora mientras exista el
Universo, al menos este Universo.

4 Si
algún elemento componente del Universo cambiara, este
elemento dejaría de existir en él, tal como el ser
humano que transciende cómo espíritu (muerte del
cuerpo físico) accede a otra dimensión, a una
"realidad aparte", de la que sabemos muy poco… casi nada.
Así, trascendido en su espíritu, el ser
humano propiamente tal, ya no forma parte de la humanidad, ni
forma parte de este Universo. Este es el mayor, verdadero
e insondable enigma de la Humanidad "…verdades que tanto en lo
referente a su existencia como a su esencia permanecen
encubiertos para toda inteligencia finita". W. Brugger (Diccionario de
filosofía).

Dicen que el
hombre, a diferencia de las bestias, es el único animal
que mete sus extremidades en el mismo hoyo. ¿Será,
acaso, porque no ha desarrollado sus trascendentales
potenciales? o ¿será que algo o alguien se los
mutiló?

5 Tal como
ya dijimos en capítulo 2, subtítulo "del alerta",
el ser humano es perfecto, sólo que a causa de su
autodesconocimiento, no está bien desarrollando —y
con frecuencia, ni siquiera lo mínimo para ser en verdad
feliz— sus insospechados e incalculables potenciales. Y sin
embargo, para desarrollarlos no necesita cambiar nada en
él, basta que se conozca mejor a sí mismo y se
acepte tal cual es; y de igual modo, a sus semejantes, y a
sus compañeras. En este punto la educación del
futuro jugará su verdadero papel, el único
importante para el ser humano, y para el hombre en particular.
Además, resulta contribución vital para este
desarrollo suyo, el que haya tenido, o tenga, por madre a una
mujer virtuosa, a una Mujer de Dios; y luego tome por pareja a
una mujer igual, o parecida. Así la vida presente
será muchísimo mejor para él; y
también para quienes constituyan su núcleo
familiar, social, y laboral.

DE LA
CRISTALIZACIÓN.—
En verdad existe bastante
razón en esto del error reiterado por parte de nosotros
los varones, más todavía cuando enfrentamos a
Pandora, ya que este sino ahí si que adquiere relieves
dramáticos. Por lo tanto intentaremos proyectar un poco
más de luz sobre este
sino nuestro, tan frustrante y desmoralizante.

6 Por
ejemplo: nosotros nos complicamos demasiado tratando de explorar
y entender a Pandora, al punto de llegar a considerarla
finalmente un misterio indescifrable a la luz de la razón.
Motivo por el que a muchos nos asusta. Es como si alguien nos
avisara desde otra dimensión, que vicisitudes
inimaginables pueden ocurrirnos junto a ella. Tal vez sea nuestro
"ángel de la guarda" o algo parecido el que nos da unos
golpecitos en el subconsciente con el fin de
despertarnos.

7 Mas,
porfiadamente recaemos y volvemos a recaer, y nos
empeñamos en descifrar el angustiante enigma de Pandora,
inclusive partiendo de supuestos autocomplacientemente racionales
pero engañosos como: "ella es así porque no ha
evolucionado; no se ha desarrollado; está insegura;
está desorientada; está medio loca; ha sufrido
demasiado; le falta que la amen más; no sabe lo que
quiere… Si algo de esto cambiara, seguramente…". Pensando
así cedemos, caemos y terminamos más frustrados y
desorientados que antes, porque nada de esto le ocurre a
Pandora.

8 Ella no
solamente no cambia (1) —y a diferencia de nosotros los
varones— tampoco evoluciona, ni involuciona . Ella
está completamente cristalizada, y de por vida. Mejor
dicho, Pandora es cristalizada y, en consecuencia, no
formaría parte de este Universo moviente, evolucionante,
involucionante… y menos de Dios que es sólo
perfección y amor. Entonces ¿qué es, o
quién es esta extranjera? ¿Un invento caprichoso de
los dioses griegos? ¿O acaso… un súcubo? Si la
respuesta a esta última pregunta resulta afirmativa, eso
significaría que el demonio en carne y hueso viene a este
Universo —y en particular a

nuestra
Tierra— a tener comercio
carnal con varón bajo la apariencia de mujer ¿Y,
con qué fin? En todo caso, interpreta la palabra demonio
como mejor te parezca, y obtendrás respuesta cierta. Al
menos, para mí, es el símbolo de la maldad y la
perdición.

9 Por amor,
muchas veces negamos la realidad pandórica y nos
obnubilamos hasta la idiotez, y la paradoja jamás termina,
"…Es como descifrar signos, sin
ser sabio competente…", nos canta, Violeta
Parra.

10 Por lo mismo no resulta
extraño que seres altamente capacitados para investigar
—como somos los varones— seamos incapaces de ver y
comprender que lo que hace Pandora durante unas pocas semanas es
suficiente para saber lo que viene haciendo desde siempre y que
es lo mismo que hará hasta el fin de sus días, sin
sufrir las más mínimas variaciones.

11 Así podemos
apreciar que Pandora es lineal, absolutamente más
reiterativa

que nosotros, y
más previsible, aunque te parezca contradicción.
Pero en verdad ella es prisionera de un programa simple y
de un método
rígido, y actúa en forma idéntica siempre.
Si tienes dudas haz recuerdos —hasta donde la memoria te
lo permita— de tu experiencia junto a Pandora, sea
ésta tu esposa, amiga, colaboradora, o
pariente.

12
Descubrirás que a ella le es imposible abandonar sus malos
hábitos y vicios, y, menos aun, modificar su ser esencial.
En el caso de vicios comunes y aceptados, puede verse con
claridad en el alcoholismo, el tabaquismo, la
codicia, la promiscuidad sexual, el engaño… y la maldad
hecha a conciencia.

13 De modo
que si ves en Pandora un enigma por descifrar, debes saber que,
en el fondo, es una minucia lo que te impide verla tal cual es. Y
si, además, imaginas que ella puede cambiar, por tu
bién no lo sigas imaginando porque alimentarás
ilusiones tan estériles como peligrosas. Más
temprano que tarde éstas van a envolverte y absorberte con
grave riesgo de perder
tu cordura… y tu vida. Si piensas que en virtud de
añejas prácticas machistas la puedes modificar,
quiere decir que ya estás… listo como presa.

14 Para tu
consuelo o desconsuelo, si nosotros no conseguimos verla tal cual
ella es, puede que subsistan dos motivos. Uno: nuestros nobles
sentimientos bloquean a la razón. Dos: vemos sólo
lo que queremos ver. Lo cual,

(1) Mayor
información con respecto a los supuestos
cambios de carácter, se encuentra en el
último capítulo, titulado: DEL
CARÁCTER.

irónicamente, siempre coincide con el ángulo
único que ella quiere mostrarnos. Si te quedaron claros
estos últimos versículos, después no te
lamentes de ser víctima de engaños que pudiste
evitar y no quisiste por tu propia tozudez, o bien a consecuencia
de ese cóctel de seductoras emociones que no manejas, y
que casi siempre se convierte en veneno mortal. Como dicen los
que saben: flotarán las piedras, mas la ingenuidad nunca
acabará.

LAS CLAVES:
REVELACIONES SORPRENDENTES.

DE LA
PERVERSIDAD.— 15
Ya que hablábamos de la tozudez
y de la ingenuidad que a veces nos vuelve despreciables, debo
contarte algo digno de tenerse presente. Un amigo que
sabía lo que yo investigaba, me invitó a un asado.
Su concurrencia mayoritaria: féminas.

Llevé una
grabadora de bolsillo. Cercana la noche y habiéndose
"regado" un tanto los ánimos, brincó el tema al
tapete. Una dama muy fumadora, feuchita, simpaticona y muy
sexy, de edad indefinible, pronto tomó el pandero y
dijo: "…el trabajo de
dueña de casa es esclavizante y una termina medio loca. En
cambio, ganar dinero, a una le da la seguridad de no depender de
‘gallos’. Luego, es fácil darse cuenta que
ustedes (los varones), cuando no pueden ser machistas se desarman
igual que merengues (risitas surtidas)… Creo que no hay ninguna
mujer mayor de veinte que no sepa manejarlos.

Todas sabemos que
para que se porten bien, hay que tratarlos mal; mientras peor una
los trata, más se agarran. ¡Increíble!, hay
gallos que se ‘enrollan’ y lloran como
‘cabros’ chicos a consecuencia de las leseras que una
hace. Después andan haciéndonos regalitos. A veces
me da lata. ¿Qué quieres que te diga? Es culpa de
ustedes. Son así".

15
Impresionado por tan candoroso aunque veleidoso y descarado
discurso,
decidí investigarla. Ella tenía a su haber: tres
matrimonios anulados, dos intentos de suicidio, dos hijos que no
veía hacía años (uno en Colombia, otro en
Chile). Además, en Colombia estuvo presa por hacer
malabares con cheques. Por
otra parte: de vuelta en Chile, un "amigo" casado le
instaló negocio en Providencia. Y, a modo corolario: ella
estaba en la mala con la mitad de su familia, debido a que
había conseguido que una prima la avalara en el arriendo
de un departamento; la prima lo estaba pagando desde hacía
cuatro meses. Estas y otras menudencias supe por una amiga de
ella, a la que nunca le devolvió las prendas de vestir que
le había prestado. "¿Te has preguntado, a veces,
por qué no lo intenta, alguien, más delicadamente?"
(Lily Tomlin).

DEL
AUTOCONTROL.— 16
En el alma humana no existe nada que
sea más difícil de manejar que los afectos y, en
particular, las bajas pasiones. Si no consigues ejercer cierto
dominio sobre
ellas, lo más probable es que las bajas pasiones te
manejarán hasta convertirte en hombre "evolucionado", como
le llaman —las feministas y sus gomas— al varoncito
alcahuete y "sin pantalones".

17 Por esa
razón, ahora más que nunca se vuelve imprescindible
dominar el arte paliativo de
autoenfrentarnos, y controlar nuestras emociones hasta
reprimirlas si es preciso, ya que las mismas pueden ser
tóxicas y hasta mortales cuando en ellas está
involucrada Pandora. Las emociones que nacen del amor de pareja
pueden ser muy nutritivas y constructivas sólo cuando en
ellas se involucran hombres y mujeres normales y sanos. Para el
caso, poseemos gran capacidad de autopersuasión que, por
negligencia muchas veces, no empleamos y terminamos actuando con
una torpeza que nos denigra ante Dios y ante nosotros mismos, y
que con frecuencia nos vuelve despreciables como hombres ante los
ojos de las mujeres normales y, en particular, los de
Pandora.

LA URGENCIA:
AUTORREPRESIÓN ASISTIDA.

18 Si ya
estas perdidamente enamorado de Pandora, entonces ya no sirve
para nada el simple y frágil resguardo que te
recomendé tomar al acercarte a una mujer que te atraiga, a
fin de conocerla mejor antes de entregarte por entero a tus
dulces emociones. Ahora estoy hablando de una situación de
riesgo vital para tu persona.

19
Cómo principal medida, te sugiero reprimirte hacia ella en
todos los aspectos, ya sean éstos materiales o
emocionales; y, muy en particular, abstenerte de tener sexo con ella,
ya que ésta es la trampa infalible que Pandora usa para
someterte… o aniquilarte. Cuando te sugiero abstenerte
sexualmente, sé muy bien que te estoy sugiriendo un
"imposible". Sin embargo es lo que tendrás que hacer a la
brevedad posible —y te cueste lo que te cueste— pues,
de lo contrario terminarás viviendo un calvario de
pesadilla, en absoluto descontrol, y que no se lo deseo ni a mi
peor enemigo.

20 Segunda
medida: si estás dispuesto a evitártelo, pero te
sientes muy debilitado y te traiciona tu voluntad, saca fuerzas
de flaqueza, y en breve plazo visita al siquiatra. Para que
él entienda bien tu grave situación, y sepa "de la
chichita con la que te curaste", confiésale que
estás enamorado de una mujer demonio. Y para que no piense
que estas loco, regálale este libro y solicítale
—con mucha amabilidad— que lo lea lo antes posible,
ojalá antes de diagnosticarte y tratarte. Mientras tanto,
y a modo de medida precautoria, pídele receta de
algún antidepresivo para controlar tu libido y,
simultáneamente, equilibrarte en un estado anímico
más acorde con la dura batalla que deberás librar
contra ti mismo y contra Pandora ¡Dios quiera que no tengas
que batallar contra el siquiatra!.

Post data:
Lo ideal y perfecto sería prescindir de ayudas externas.
Es cierto. Sólo que para ello tendrías que ser un
hombre: Preclaro, Inquebrantable y Libre. Estas son las
características exclusivas y naturales de un XY consumado,
del hombre del futuro o del hombre original. Y son por
añadidura, las tres características que Pandora y
las feministas odian ver en ti. Son las características
que por milenios ciertas mujeres nos han ido extirpando en forma
sistemática y con éxito probado.

16

"MORIR CON LAS BOTAS PUESTAS"

Y alcancé
a ver una mujer sentada sobre una bestia salvaje de color escarlata
que estaba llena de nombres blasfemos y que tenía siete
cabezas y diez cuernos. Y la mujer estaba vestida de
púrpura y escarlata, y estaba adornada con oro y
piedras

preciosas y
perlas, y tenía en la mano una copa de oro que estaba
llena de cosas repugnantes y de las inmundicias de su
fornicación.

Revelación,
la Biblia

DE LOS
ROLES.— 1
Enquistada en el sistema social,
Pandora siempre nos está observando y adopta y desarrolla
nuestras peores costumbres; las que ella misma inspiró en
muchos de nosotros. Primero ella comenzó a fumar a
escondidas de sus padres, a emborracharse, a drogarse, a
trasnochar y practicar el postmodernísimo fornicio
"emancipador" actual; auspiciado y amparado por sistemas
educacionales erróneos. No nos extrañemos entonces
que hoy use pantalones, juegue fútbol, practique boxeo y
desarrolle músculos iguales a los de Arnold Schwarzeneger
para disminuir, inconscientemente, su dotación de hormonas
femeninas que tanto molestan en el proceso de
masculinización de ellas.

2 A ratos,
pareciera ser que esta desviación masculinizadora y
frenética de ciertas mujeres fuese una fórmula
secreta de ellas para obtener urgentes logros trascendentales
ignorados por la Humanidad. Sólo que aun no parece claro
si ellos son en beneficio propio (lo que no se nota) o en
beneficio de alguna entidad antihumana, organizada, y oculta en
su madriguera extradimensional.

3 De
cualquier modo estas prácticas implican
despersonalización, o sea, un no ser, un dejar de
ser; lo que tiene un altísimo costo final para
Pandora. Además, y como ya decíamos, ella es la
fuente de inspiración de cientos de millones de mujeres
que —extraviadas sus directrices naturales— buscan
"evolucionar" cuestionando los últimos vestigios de su
feminidad, y al final terminan rechazándose a sí
mismas por entero ¡Esto es demencial!

4 Por tal
razón, todo esfuerzo podría ser poco para
enseñarles que su deber esencial es asumir, fomentar y
dignificar la propia identidad. En otras palabras: ser cada
día mejores como mujeres y —tal cual ya quedó
genética,
intelectual y espiritualmente demostrado en cap. 7, vers. 6 a
13— jamás como hombres, porque este afán
subrepticiamente las conduce a la pérdida total y
definitiva de su identidad genérica y a la consiguiente e
inevitable frustración. El daño
sicológico derivado de esta práctica es profundo,
inconmensurable, a veces definitivo, y afecta en forma
disolutoria a toda la vida humana y a la vida en
general.

DE LA VIOLENCIA
(2).—
5 Es del todo indudable y ya nadie lo
discute: el machismo como somatización (Soma) del
varón es la peor y más herética
expresión de la deserción genérica
masculina. Es la consecuencia natural, inevitable y lógica
del hombre expulsado del Paraíso por culpa y a
consecuencia de las gestiones llevadas a cabo por Pandora-Eva, en
contra de nuestra naturaleza y nuestra condición social y
de persona ¿Primera pulsión histérica
dedicada a demoler la Obra Divina?

6 El macho
hipócrita, grosero, bueno para dar bofetadas, inculto,
promiscuo, vicioso e irresponsable —que tiene diversas y
contundentes razones para serlo— hoy se siente amenazado a
consecuencia de la milagrosa, incomprensible y porfiada
espiritualización o agnificación (de Agni) del
hombre común y corriente. Quedando, en consecuencia,
Pandora y su Plaga como los exclusivos exponentes de la
bestialidad humana.

7 Por lo
mismo, a nadie extrañe que en esta exacerbación de
la violencia física, Pandora, por
su menor envergadura, saque la peor parte y los resultados sean
notoriamente más dramáticos y dignos de publicarse
con letras rojas y de molde.

8 Ahora:
¿cuántas veces recurren varones a la policía
a denunciar estos mismos malos tratos, sufridos de mano de
Pandora? Imagino que muchos deben haberse denunciado, aunque,
como es de esperar, ellos no trascienden como noticias
estremecedoras de la conciencia pública.

9 Cuando
Pandora deja las huellas de sus uñas en el rostro de su
"bienamado", esto constituye un hecho folklórico, que el
"agraciado" debe aceptar con estoicismo, como "hombre", ya que es
muy probable que este tipo de agresión sea motivo de
celebración para muchos plagarios. Hasta ahora no existe
institución, norma ni educación en Chile
para corregir esta aberración. Tampoco existen instancias
legales imparciales que se hagan cargo y resuelvan en justicia.
Si existe Ministerio de la Mujer, resulta injusto y
discriminatorio que no exista Ministerio del Hombre
¿Quién debe poner las cosas en su lugar? Desde una
perspectiva global y panorámica se hace cada día
más notorio que a nuestros países (y tal vez
planetariamente) les faltan madres, madres iguales a la Mujer de
Dios, surgida a partir de la pareja original de Adán y
Eva; que ame y respete a todos sus hijos e hijas por
iguales.

DE LA
IMPECABILIDAD.—
10 Que quede muy claro y bien
escrito: no deseo ni pretendo impulsar a nadie a agredir a
Pandora. Sería delincuencial, inútil e imposible
dada la noble y consistente estructura
espiritual de nuestro Eterno masculino. Si bien en el plano
confrontacional también poseemos más inteligencia y
más fuerza física que ella, estoy seguro que igual
no ganaremos nada si nos transformamos en agresores. Aunque
nuestra cultura
terrenal pudiera ser escasa, igual nos frenan nuestros nobles
sentimientos, nuestro espiritual ser interior, Agni (nuestro
yo verdadero), venido del firmamento por voluntad divina y
malpreciados en la Tierra por
Pandora.

11 Intentar
luchar contra nuestra olímpica contendora, bajo los
términos que ella impone, es para enloquecer de manera
irremediable a cambio de nada; y es lo que ha ocurrido hasta
ahora. En el mejor de los casos terminaremos estresados y
deprimidos, ya que combatimos y triunfamos sólo si las
causas son buenas e implican el bienestar común
¡Incluido el de Pandora! En cambio, así ella
sólo ve confirmada su posición y pronto acrecienta
sus ambiciones de dominación y opulencia hasta sentarse,
al igual que una faraona, sobre su Plaga o bestia aniquiladora
—como aquella de la cita bíblica con la que abrimos
este capítulo—, para luego así intentar el
asalto final contra nosotros, los adormilados, despreocupados y
"castrados" varones.

DE LA
MECANICIDAD.— 12
Resulta evidente que Pandora, en su
fuero interior, jamás acepta ninguna derrota y
—contra todo lo que te puedas imaginar, y aunque tengas a
tu favor los fundamentos y la razón en el desencuentro que
desencadenó la guerra— ella siempre saldrá
refortalecida y confirmada en su impulsividad, irracionalidad y
mecanicidad.

13 De
momentos pareciera que su mente en un punto se bloquea y pronto
reacciona obedeciendo a mensajes
subliminales remotos desprovistos de toda humanidad y
voluntad divina, de toda razón y espiritualidad
(manifestación del seudo Soma). Más —como la
lealtad y la honestidad le son
del todo ajenas— ella rechazará y saboteará
cualquier reencauzamiento en la relación de pareja,
vía sendas de comunicación, amor, razón,
justicia, y de legítimas responsabilidades ordenadas a
nosotros por Dios, pues, Pandora siempre preferirá "morir
con las botas puestas" antes de reconocer y enmendar sus viejos y
cristalizados defectos, maldades, vicios y errores porque ella no
es mujer, y menos Mujer de Dios. Ella no puede y jamás
podrá actuar en forma diferente.

14 No
obstante, y por el contrario, como si todo desencuentro fuera ya
insuficiente, en muchos de ellos, y para no litigar
inútilmente, Pandora te aplicará su recurrida
"ley del hielo"
(desafección programada) mientras realizas tu trabajoso y
comprometido ordenamiento racional, con el propósito de
encontrar una justa solución al conflicto
—amablemente y lo antes posible— a fin de evitar un
mayor deterioro en tu relación con ella. Todo este
esfuerzo tuyo es energía y tiempo perdidos. Es tu locura;
y al final: tu derrota. En reciprocidad, ella sólo y
siempre buscará manipular —calladamente,
desapercibidamente, pacientemente,
maquiavélicamente— tus sentimientos y necesidades;
los mismos que despertó en ti para tu perdición,
beneficio de ella y de aquel posible poder oculto que la
controlaría inexorablemente.

15 En
consecuencia, y tal como ya ocurrió en el Jardín
del Edén, siempre será tu sexualidad la
que encabezará la lista de recursos que ella
usará para sabotear tu empeño por conseguir que la
luz se abra paso entre las tinieblas. A continuación
vendrán tus deleites favoritos, tus valores intransables y
todo aquello que te enorgullezca, te dignifique y le otorgue buen
sentido a tu existencia. Es por estas razones que se ha ido
creando ese paulatino, prudente y espontáneo
distanciamiento entre hombres ya experimentados, y Pandora. "Cada
día hay menos hombres", se queja ella con más
razón de la que supone.

DE LA
AUTOSALVACIÓN.— 16
Antes de proseguir, es
preciso repuntualizar lo siguiente: el tan criticado machismo del
varón —latamente expuesto en este libro— no
constituye una característica genérica
intrínseca y, mucho menos, conciente. Pertenece más
bien al perfil de un somatizado, de un plagario. Como
diría Isabel Allende:
de un troglodita (?).

17
Será bueno tener siempre presente que el machismo alevoso
está encarnado sólo en Pandora, la que —sin
autorreconocerse machista, porque tal condición no va con
la imagen ultrafemenina que ella pretende proyectar (porque para
lo otro están las feministas)— resulta ser la
primera culpable de toda violencia en la pareja humana, tal cual
lo denuncia el filósofo John Baines en su libro
"¿Existe la Mujer?"

Por causas
inexplicables, no se ha despertado en nosotros ni la menor
conciencia sobre esta problemática, y menos una voz de
alarma que convoque a organizarnos y defendernos del enemigo
número uno de la razón, de los sentimientos nobles,
de nuestro Eterno masculino, de nuestra libertad, y de nuestra
cromosomática Y… Así también del Eterno
femenino y de la Mujer de Dios; vale decir, a defendernos de
doña Pandora.

18
Especulativamente: si no tomamos conocimiento
de esta realidad, para emprender en forma oportuna alguna
acción por salvarnos a nosotros mismos, a las nobles
Mujeres de Dios y con ello a toda la humanidad, es posible que a
mediados del siglo XXI, Pandora quede sola sobre un planeta
devastado esperando la venida desde el cielo, de "superhombres"
verdes, mezcla de Hulk y Kevin Costner, con antenitas muy
simbólicas sobre sus cabezas, a modo de promitentes
hacedores de todas las gracias que ella aun imaginará
—y esperará disfrutar— con su mente
todavía envenenada por la vieja serpiente del
Paraíso. Serán aquellas mismas extrañas
gracias que —por sus propias declaraciones— nosotros
nunca tuvimos, no tenemos… ni jamás tendremos, a causa
de ella, ante ella misma y ante sus seguidoras. Pensándolo
bien, parece que los hombres, seamos como seamos, siempre somos y
seremos demasiado rascas… para el linaje olímpico de
Pandy.

17

CLAVES: LAS DEBILIDADES DE UNA
BRUJA

¿Entonces, cual fue tu medio de transporte?
Fundamentalmente, el miedo.

Carl Reiner y Mel
Brook

(CAPÍTULO NO
APTO PARA APRENSIVOS)

DE LA
ABSORCIÓN.—
Es paradojal ver que, Pandora, la
dama de hierro, se
quiebra
precisamente en el punto que los varones somos más
fuertes: en el espíritu o Agni, y ello se debe a su
carencia de estructura espiritual (espíritu de costilla) y
por falta de Y, Pandora posee una imaginación
incontrolable que la aterra, la debilita y a veces la descontrola
en extremos insospechados, volviéndola dependiente
(¡quién diría!) de nosotros, de nuestra
razón, de nuestro espíritu universal, de nuestro
equilibrio
interior, de nuestro valor… de nuestra polivalencia y
multifacética ya largamente hasta aquí
demostrada.

2 Sabemos
que la dependencia es común a todo ser viviente, por tal
razón debemos aceptarla sin crearnos mayores problemas.
Pero a ella, paradojalmente, su inevitable dependencia de
nosotros aquí en nuestro planeta, le provoca inseguridades
y la mortifica —con toda razón—, por tal
motivo la desconoce mientras espera, ahora ya impaciente,
anularnos y absorbernos en forma total y definitiva. Para tal fin
asume y se comporta como maestra de las fuerzas negativas y
destructoras.

3 De
ahí surgen, una vez más, aquellas manipulaciones
que Pandora hace de esas ya conocidas, naturales y ardientes
pasiones que ella misma nos despierta, y nos las exacerba hasta
el paroxismo. Por ejemplo, ella dice: "Hoy me volvió a
llamar Manolo… El ya sabe que salgo contigo… No sé
qué hacer", te dirá, refiriéndose a su ex; o
bien se hará la difícil, la distante, la que ha
perdido interés en ti. A fin de variarte el menú de
laceraciones, puede que te haga "juegos
telefónicos"; por ejemplo: no levantar el auricular para
hacerte pensar que nunca está en casa; tampoco te
devolverá con prontitud las llamadas; hará que un
varón conteste. Rechazará una de cada tres citas y,
como si todo esto fuera poco, gemirá el nombre de otro
mientras le haces el amor. Inventará alguna historia
etcétera., etcétera; todo proveniente de su
software o falso espíritu. 4 Entonces, lo
más probable es que si reaccionas a estos bien programados
zarpazos serás motejado de agresivo, además de
celoso, y si quieres evitarte más recriminaciones,
tendrás que aceptarlos y sufrirlos piolita, con
"filosofía", y convertirte —por omisión, y en
cualquier instante— en su alcahuete y goma
consagrado.

En
síntesis: Pandora no tiene escrúpulos al clavar sus
garras en las mismas heridas que ella nos abrió hace
milenios; ella bien sabe que ese es el método más
simple y efectivo para debilitar, dominar y exprimir. Creo
propicia la oportunidad para citar parte de la letra de una
canción, interpretada por José Luis
Rodríguez, la que podría convertirse en el himno
oficial de todos los gomas de la Tierra.

… no soy aquel
a quien le dices "mi dueño"

yo soy
sólo un perro al que haces saltar,

el que tiembla
cuando sientes ganas

de un hombre que
te haga sentir de verdad.

Dueño de
ti, dueño de qué, dueño de
nada.

Un
Arlequín al que hace temblar, tu piel sin
alma.

Dueño del
aire y del
reflejo de la luna sobre el agua

.Dueño de
nada, dueño de nada.

5 No es
por casualidad que, a través de las leyendas, los
mitos y la
historia, el "inextricable" espíritu de Pandora
esté siempre férreamente ligado a la magia negra, a
la superchería y a todas las formas siniestras de
creencias en que se mezclen el dolor, la irracionalidad y el
terror, con el egoísmo, el odio y el poder y, por ello,
conociéndola, es fácil ver en ella la imagen de la
bruja (del latín. bruscus. Persona que tiene pacto
con el demonio).

EL KARMA
PANDORIANO

6
Recordemos que Pandora no sólo está en guerra
contra nosotros los varones, contra la Naturaleza y contra el
Bien Moral, sino, además, contra Dios. Por tanto, aunque
ella le rece a Él cientos de Padrenuestros y haga mandas
por docenas para ablandarlo, y así conseguir que Dios no
se le oponga, sino más bien le facilite alcanzar los
objetivos de
ella; Él, en verdad no la escuchará, menos cuando
con hipocresía invoca su Santo Nombre, para jurar en
falso. ¿Por qué ella no les reza a Atenea y a
Vulcano… o al mismo demonio? Así vista su hermenéutica, la oración de Pandora
se transforma en una especie de danza del
vientre que intenta seducir a Dios.

Nótese que,
no en vano se emperifolla, se perfuma y se acicala bien
sexy toda vez que acude a la Iglesia. Por
eso, síquica y "espiritualmente", esta "piadosa devota"
vive sumida en angustias misteriosas inexplicables. 7
Atribulada en gran parte de su existencia, y en su afán de
escapar de su interior caótico, con frecuencia busca
refugio en escapismos con efecto boomerang como: el
alcohol, la
droga y el
fornicio. Así resulta que, tras cada evasión, la
realidad despiadadamente se le acerca y la angustia la consume, y
más cuando se mira en el espejo. Pronto sobreviene el
colapso total y cae hecha un estropajo de huesos, sobre el
diván del siquiatra.

Tendida sobre el
diván del galeno, parece una enferma del alma, pero no lo
es de ningún modo; es sólo una androide abollada,
chisporroteada, contrariada, furiosa y extenuada, pues:
ningún hombre cabal acepta "jugar los juegos que ella
inventa".

En verdad no
existen hombres para ella. 8 Además, es una
convencida —pero, no por reflexión, sino por
programación— de que Dios está
equivocado y que las personas no son lo que deberían ser
para ella, especialmente nosotros los varones. Sin embargo, el
profesional emprende la infructuosa tarea de fabricarle un alma
postiza, suministrándole drogas,
electrochoques, placebos y mentiras piadosas; intentando —a
veces con desesperación— transformarla en una
Frankenstein espiritual socialmente aceptable. En circunstancias
que la experiencia enseña que estas terapias suelen ser
peligrosas cuando el diagnóstico está errado. Y
peor aun si éstas se aplican a una posesa, o a un
súcubo, ya sea éste: natural o
artificial.

9 Si hasta
el mismísimo Freud cayó
derrotado al no vislumbrar cura para este "mal" de Pandora, y que
él lo denominó: histeria. Para tu
convicción, lee acerca de sus largos, extenuantes y
frustrantes lances con Dora, su histérica más
célebre, y a la que terminó abandonando
definitivamente. "Mis histéricas me decepcionan" se
quejaba, él.

10 Freud,
seguramente sufría de "siquiatrismo" (quien no encaje en
la norma, en algún grado es sicópata). Por tal
razón no pudo descubrir en su "irracional" Dora, a la
artificial y demoníaca Pandora.

De tal manera,
resulta vital conocer y aceptar la naturaleza de seres
potencialmente peligrosos para nuestra salud y supervivencia, por
ejemplo: barracudas, arañas, serpientes, vampiros,
panteras, sanguijuelas, virus,
etcétera; luego de identificarlos claramente, debemos
dejarlos en paz, y ponernos a resguardo de sus impulsos
naturales.

11 Y,
querer e intentar modificar la Naturaleza es: ¡una
pulsión histérica! ¡Y el padre del psicoanálisis nunca se dio cuenta de su
propia pulsión! En consecuencia, y yendo a otro plano
¿Será la manifestación histérica un
pic de otra racionalidad, a la que acceden
voluntaria y secretamente sólo las olímpicas con
garantía de fábrica? Lo ignoro, aunque a modo de
hipótesis me seduce bastante ¿O
acaso será aquella posesión maléfica, de la
que hablábamos con anterioridad, padecida por ciertas
féminas, y que para liberarlas y salvarlas sea necesario
el servicio
metafísico de exorcistas? Por su factibilidad me
inclino más por esta hipótesis.

12 Si al
examinar a la paciente el siquiatra diagnostica: histeria;
él debería de inmediato derivarla al señor
cura, o a algún taller de reparaciones en los suburbios
del Olimpo, comprendiendo y aceptando que no se trata ya de una
vulgar sicopatía; y que, con este diagnóstico, el
"mal" del que ella sufre pasa a constituir tesis en otro
fuero, en el que la siquiatría tiene menos ingerencia que
el exorcismo, o la gasfitería. Siendo el caso
¿Crees que tú, con tu condición y capacidad
naturales y normales, podrías exorcizar, desembrujar, o
reparar a la musa de estas pesadillas?

13 De todos
modos: las cárceles, los manicomios y los cementerios,
suelen ser, en muchas ocasiones su último y prematuro
albergue y, todo ello a causa de un oscuro e insondable modo de
ser que —al enfrentar ciertas realidades propias e
inevitables en la experiencia humana— colapsa como
Drácula a pleno sol, brindando espectáculos
sobrecogedores. A la luz de las experiencias de Pandora, un
hinduista podría exclamar, jubiloso: ¡Hare Crishna,
Hare Rama! ¡La ley del karma es implacable!

DE LOS
TERRORES.
14 Ya decíamos, a nuestra
"heroína" le es imposible alejarse del mundanal estruendo
y sentir paz, pues, vivir sola o acompañada le resulta
insoportable, y su desesperación por dominar al hombre
—para luego dominar al mundo, o al menos su entorno
inmediato— la enloquece y la consume hasta los huesos. Por
consiguiente necesita más y más estruendo, y la
ayuda urgente de titanes, de sirvientes fieles e infatigables, de
guardianes que la protejan de ser asaltada en su propio
domicilio, de sufrir agresiones brutales, de ser aniquilada por
una sociedad —para ella— fea, belicosa, torpe,
injusta y rebelde. Puesto que, en el plano de su "imaginario" (J.
Lacan), el mundo para ella luce sombrío, lleno de
acechanzas escondidas entre los pliegues de su
fantasía-ilusión; de su
sugestión-alucinación; de su realidad incompatible
con el desarrollo
humano.

Así es como
espíritus desencarnados, demonios y monstruos inefables se
confunden en forma dantesca con sicópatas homicidas,
violadores, estafadores, varones indómitos y enemigos
feroces de todo orden —que casi siempre vienen durante la
noche, acompañando al relámpago, al trueno y al
viento—, y para derrotarlos es preciso matar o morir por
ella en forma incondicional (detonantes histerizantes de los
demonios). Finalmente, sus pics histéricos, y
sus inseguridades y afanes la tornan tan ingrata y
destructiva que: sicólogos, siquiatras, esposos, amantes,
amigos, familiares, hijos-plaga y mascotas diversas,
difícilmente logran soportarla por tiempo prolongado; o
bien huyen a perderse, o se revientan junto a ella.

15 Resulta
notable la habilidad con que Pandy finge no padecer temores. Su
actitud frente a la vida, a veces parece brillante y
ejemplarizadora para muchas jovencitas; mas, en su "cerebro"
siempre crepita el mismo infierno.

DE LA
FRUSTRACIÓN.— 16
Dicho sea de paso, sus
"titanes" deberán ser humildes, masoquistas y morbosos, ya
que se enfrentarán a furias incomprensibles, imprevisibles
e incontrolables, que los harán objeto de represalias
fríamente elaboradas y despóticamente aplicadas. No
obstante —ya satisfechos todos sus requerimientos
"justicieros"— Pandora igual sigue sufriendo angustias
inexplicables y males imaginarios o reales que suelen impulsarla
hacia la hiperquinesia, hacia la droga, hacia el brujo, hacia el
siquiatra… o hacia aquellas sectas anestesiantes del alma, que
resultan peores que las
drogas.

Y, en muchas
ocasiones termina aceptando las golpizas y la presencia repulsiva
de su esclavo-guardián predilecto que la odia, por el que
ella pide al mismo Dios que aborrece, que éste no muera
antes que ella porque es su única tabla de
salvación para no hundirse definitivamente en el pantano
de la soledad, la miseria, la enfermedad o desgaste, el dolor y
la amargura. En verdad es una bruja, una perversión de la
feminidad. Ojalá, en un tiempo cercano, Pandora encuentre
un brujo que la convierta en mujer antes de que sea demasiado
tarde para todos ¿Podría ser John
Baines?.

17
Según Carlos Castaneda, en palabras de doña
Soledad: "Una mujer cambia fácilmente con el poder de un
brujo". Eso sí, el brujo es diferente a Pandora, tiene
algo de Merlín; lo vemos más ligado a la magia
blanca, al estudio del alma y a los misterios cósmicos, en
sus afanes sinceros y alegres de encontrar a Dios, y el
Paraíso perdido. Por lo menos al brujo jamás se le
ve abocado a la explotación de mentiras, de bajas pasiones
y daños morales; menos todavía a la
aniquilación de la especie humana

18 Ya
dijimos, no es error de la madre Naturaleza ni es injusticia
divina el que existan las marcadas diferencias genéricas,
más allá de los argumentos histéricos de las
feministas, que para liberar sus frustraciones espirituales,
intelectuales,
genéticas, sociales, celestiales y terrenales no
encuentran actividad más relevante que ensañarse
con los monigotes y amanuenses de Pandora y los miembros de su
Plaga. ¡Qué poca delicadeza! ¿Serán
ciegas las feministas, que no ven que de la Plaga provienen sus
únicos posibles compañeros? Además:
¿no ha sido creada la Plaga, precisamente para justificar
y potenciar a Pandora y a sus seguidoras? La Plaga no puede
existir sin Pandora; ni ella, sin su Plaga. Pandora y Plaga son
principio y fin de un mismo ser: el demonio; o, si prefieres: el
mal. De no mediar el advenimiento del Apocalipsis depurador (Agni
redivivo), nuestra querida nave espacial Tierra se
transformará en un infierno habitado por íncubos y
súcubos, todos comandados por ángeles
caídos (Henoch).

 

Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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