Monografias.com > Política
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Discurso político y anti imperialismo en Fidel Castro



    Sabemos que a lo largo de la historia de la humanidad,
    la retórica ha estado
    indisolublemente ligada a la política. El uso
    instrumental del discurso es
    tan antiguo como el lenguaje
    mismo. Basta con volver la vista a los filósofos griegos para convencernos de
    esta afirmación. Ya Aristóteles, y antes, los sofistas de la
    antigua Grecia,
    habían llegado a la conclusión de que el hombre,
    siendo esencialmente político tenía
    también la capacidad de usar la palabra para expresar
    sus puntos de vista, por lo tanto, además de
    político era también retórico. Tanto en
    Grecia como en Roma, la
    tradición del uso de la retórica formaba parte de
    la vida de cada orador en su desempeño público o
    político.

    No obstante a la existencia de múltiples
    definiciones del concepto de
    retórica, los especialistas coinciden en que es en la
    política donde la retórica encuentra su
    más amplio campo de desarrollo,
    aunque es indudable que podemos encontrar la retórica en
    otros sectores del quehacer humano como por ejemplo la religión, la
    filosofía, la literatura y
    la
    ciencia.

    Por otra parte, es cierto que el discurso
    político, sea oral o escrito, es el objeto fundamental
    de la retórica, vista como base del discurso encaminado
    a comunicar e influir sobre un auditorio
    determinado.

    Sobre este aspecto, los críticos ocupan
    diferentes posiciones en cuanto a la finalidad misma de la
    retórica. Unos (Gill y Whedbee 2000) apuntan al carácter persuasivo de la
    retórica, otros hacen hincapié en el aspecto
    valorativo de la misma, todos coinciden sin embargo en subrayar
    el carácter instrumental de la retórica ya que de
    una forma u otra, es un medio para reforzar, transformar o
    replicar a las opiniones de un público
    determinado.

    De esta forma acudimos al concepto de que la
    retórica actual (López Eire 1998) se ampara bajo
    la teoría de la Pragmática y,
    aún mejor de la Lingüística Pragmática de la
    Interacción, que es la modalidad
    teórica de la lingüística que concibe que
    hablar es hacer, y que la función
    esencial del lenguaje es
    la interacción, y que su texto no es
    sólo el conjunto o sistemas de
    signos que
    el hablante codifica y el oyente descodifica, sino
    también el conjunto de concepciones y asunciones que son
    compartidas por el hablante y el oyente.

    Andando en esta dirección, debemos afrontar los puntos de
    encuentro entre la retórica y el discurso
    político si vemos como retórica el arte de hablar
    y escribir bien y de emplear el lenguaje de manera eficaz para
    deleitar, persuadir o conmover y el discurso político
    como el conjunto de mensajes verbales (orales o escritos),
    producidos por los políticos, que tratan cuestiones de
    interés para un grupo social
    determinado.

    En este sentido, la noción de discurso se
    define (Benveniste1974) en relación con el acto de
    enunciación que subyace a todo enunciado, esto es,
    supone un emisor y un receptor y en el primero la
    intención de influir en el otro de algún
    modo.

    Desde la segunda mitad del siglo XX la gran
    difusión de los medios de
    comunicación y posteriormente de la informática ha provocado que las personas
    se encuentren expuestas a numerosos tipos de mensajes verbales de
    los cuales una gran cantidad puede ser considerada de naturaleza
    política. La creciente mediación de los mensajes
    políticos tiene importantes consecuencias, sobre todo en
    lo que respecta a la variedad de recepción, interpretación y crítica
    del habla política y de los textos
    políticos.

    Obviamente, si entendemos lo político de una
    forma amplia, el lenguaje político aparece en medios no
    estrictamente políticos, que van desde los textos de
    teoría política, el comentario político de
    un periodista, la conversación entre amigos y llega, sobre
    todo, al discurso de los llamados líderes políticos
    y de opinión. En la difusión del mensaje
    político de estos últimos juegan un papel
    importantísimo los medios de
    comunicación si tenemos en cuenta que los
    líderes políticos hablan públicamente de
    frente a los medios de comunicación.

    Si analizamos el sentido estricto del término
    discurso político (Fernández1999) vemos que da pie
    a dos observaciones, de una parte se podría identificar
    con el sintagma el lenguaje de los políticos, No
    obstante, la connotación peyorativa que lo rodea
    desaconseja su empleo y
    recomienda su sustitución por el más ambiguo el
    lenguaje político.

    En el presente trabajo nos
    proponemos realizar una modesta aproximación al estudio
    del lenguaje político visto a través de algunos de
    los diferentes aspectos de la lingüística del
    discurso que nos permitirán establecer las
    características más importantes del
    mismo.

    Para el análisis que realizamos hemos seleccionado
    un corpus limitado basado en el estudio de algunos de los
    discursos del
    líder
    cubano Fidel Castro.
    Como es sabido, la amplísima producción de discursos del presidente
    cubano no nos permitiría hacer un estudio exhaustivo
    dentro del marco estrecho de este trabajo, por lo que hemos
    seleccionado solamente los discursos pronunciados en al
    año 2005 y entre ellos, los que tienen como tema central
    el histórico enfrentamiento político entre Cuba y los
    Estados Unidos
    de América.

    A partir de 1959, año en que el abogado (el dato,
    como veremos más adelante, será importante) Fidel
    Castro llega al poder luego de
    haber triunfado en una guerra civil
    que duró dos años, las relaciones entre Cuba y los
    Estados Unidos comienzan a deteriorarse inmediatamente
    después que Castro comenzara a promulgar leyes de corte
    nacionalista que afectaban a los intereses estadounidenses en la
    Isla. A partir de este momento empieza la interminable lucha de
    Castro por denunciar ante el mundo los continuos ataques
    terroristas de los Estados Unidos contra Cuba, su revolución
    y su pueblo. Este argumento será el centro del
    análisis de nuestro trabajo y nos permitirá
    analizar algunas de las características más
    importantes del discurso político que se ponen de
    manifiesto de manera evidente en los discursos del presidente
    cubano.

    Castro, graduado en leyes en la Universidad de la
    Habana, conoce estupendamente todas las leyes ya sea de la
    retórica, como arte de encantar, persuadir o conmover
    así como las del discurso político y de la
    comunicación de masas para lograr el objetivo de
    influir sobre el destinatario que lo escucha o lo lee. Como
    líder político, en sus discursos Castro establece
    relaciones muy particulares no sólo en el campo
    lingüístico, sino, y sobre todo, en el campo socio
    político.

    Uno de los aspectos más importantes es la
    relación que crea Castro entre él, como emisor del
    discurso, el destinatario directo, es decir implícito, que
    serían los estados Unidos, y el destinatario indirecto o
    explícito, que serian los terceros, los que lo escuchan o
    leen.

    La primera categoría, a quién va dirigido
    el discurso, frecuentemente es centro de apelaciones o llamadas
    transformando de este modo el discurso unidireccional en una
    especie de diálogo en
    el que actúa sin embargo un solo emisor:

    Realmente hay un millón de puntos que
    necesitan respuesta, ¿lo sabe usted bien, señor
    George W. Bush? 01.05.2005

    ¿Serán estúpidos, o, mejor
    dicho, serán tan estúpidos?
    01.05
    .2005

    Como se puede observar, en el segundo ejemplo, la
    omisión intencional del pronombre hace que la pregunta
    adquiera un carácter ambiguo. El uso de los pronombres
    ustedes (que como sabemos es usado en toda América
    Latina en lugar de vosotros) o ellos
    podría cambiar el sentido implícito o
    explícito de la misma pero no cambia en absoluto su
    sentido político y ofensivo.

    La segunda categoría es sumamente importante para
    el orador ya que en ella se incluyen todos los ciudadanos, una
    categoría que en el discurso castrista es asumida como
    pueblo y de hecho el mismo adquiere un peso relevante ya
    sea por su presencia física o por la
    capacidad que Castro le atribuye de intercomunicar con el orador
    convirtiendo aquí el discurso en un verdadero
    diálogo.

    Pero vean, ahí tienen una prueba de
    quiénes son esos caballeros.
    15.04
    .2005

    Compañeras y
    compañeros:

    Hoy se cumplen 49 años del arribo del yate
    Granma a las costas de la patria
    02.05
    .2005

    Vean, lástima ahí que cuando
    habló de las dos laticas, no salió tan claro,
    porque por lo menos yo viéndolo por la
    televisión aquí, apareció la letra
    más…, ¿está el texto?, manden a buscar
    el texto, para que conste en acta (Risas). Sí, porque
    esto es una especie de juicio al imperio, ¿comprenden?
    17.04
    .2005

    Escuchen, escuchen, escuchen, resistir un poco
    más, que hoy, por suerte para ustedes, no seré
    muy extenso (Exclamaciones de: "¡No!"). La naturaleza nos
    ha ayudado, vean qué fresco y qué sombra, todo
    está a favor de nuestra noble causa.
    01.05
    .2005

    Una de las formas principales a través de la cual
    el emisor del discurso político establece una
    relación directa con el receptor es el uso de la primera
    persona del
    plural que puede ser interpretada de diferentes maneras. En la
    conversación cotidiana, nosotros puede abarcar las
    categorías hablante-oyente, en el caso del discurso
    político, abarca al hablante, a los oyentes presentes y a
    todo el que pueda escuchar a través de los medios masivos
    de comunicación. Para Castro estas dos categorías
    se reducen a una sola con un fuerte carácter
    ideológico: el pueblo.

    En este punto creemos oportuno detenernos en el aspecto
    ideológico del discurso político que en el caso que
    nos ocupa es importantísimo. Partimos de que el
    término es de gran ambigüedad y que, según su
    significado filosófico de análisis
    científico del pensamiento,
    de las ideas y de los estados de ánimo, define el complejo
    de argumentos, juicios y valores que
    sirven para expresar o justificar los intereses de una clase social.
    Visto de esta manera, Castro ha apuntado en todos estos
    años a poner en primer plano de sus discursos el tema de
    los valores de
    la clase obrera como plataforma político ideológica
    de la revolución
    cubana.

    Dado el profundo carácter político
    ideológico del discurso castrista, una de sus
    características más importantes la constituye el
    uso de la primera persona del plural en sus diferentes variantes:
    flexión verbal, pronombre personal
    (nosotros) o adjetivo posesivo (nuestro), que es una de las
    formas más usadas por el emisor político para
    involucrar a las personas que lo escuchan.

    Hoy podemos añadir: no podrían
    recoger siquiera el polvo de su suelo, y
    tendrían que derramar mucha más sangre que en
    cualquier otro lugar del planeta (Aplausos). ¡Lo
    juramos! 26.07
    .2005

    realmente, nosotros les podemos ofrecer
    información gratuita, lógica y elemental. A nosotros no
    nos ha costado más que unos papelitos, leer unos
    periódicos. 15.04
    .2005

    Esta no es una marcha contra el pueblo de Estados
    Unidos, como hemos dicho antes y lo reiteramos hoy; es una
    marcha contra el terrorismo,
    a favor de la vida y de la paz de nuestro pueblo y del
    pueblo hermano de Estados Unidos, en cuyos valores
    éticos confiamos. 17.05
    .2005

    Al usar la tercera persona de los verbos poder y
    jurar en el primer ejemplo, Castro, de una manera
    antológica dentro del análisis del discurso
    político, establece una unidad indisoluble entre el
    binomio mitente-destinatario. Como antológico es
    también en el discurso político el uso, sobre todo
    en el discurso de políticos de izquierda y comunistas, del
    posesivo nuestro unido en este caso a una entidad de tanto
    valor positivo
    y emotivo como pueblo, unidad que adquiere en este ejemplo
    su valor máximo. A través del uso de nuestro
    el líder se identifica con el destinatario, es decir, con
    el pueblo, integrando ambos una unión
    indisoluble.

    Si bien es cierto que el uso de la primera persona del
    plural es importante en el acto comunicativo que se establece en
    el discurso político, no menos importante es la presencia
    de la primera persona del singular. El pronombre yo o en
    su lugar la desinencia verbal de la primera persona ocupan un
    lugar importante en el discurso ya que en torno a él
    se estructura
    todo el sistema de
    referencias de personas, tiempos o lugares del
    discurso.

    En el discurso político de Castro el uso de la
    primera persona del singular se hace imprescindible como
    garantía y continuidad de sus más de 40 años
    de poder en Cuba. Tengamos en cuenta que el YO hablante no es
    solo el Presidente de la República de Cuba, sino
    también el Presidente de los Consejos de Estado y de
    Ministros, el Primer Secretario del Partido Comunista y el
    Comandante en Jefe de las fuerzas armadas. De lo anterior deriva
    que la presencia del yo, desde el punto de vista del
    análisis del discurso político, sea
    amplísima, ya sea como emisor discursivo o como eje
    principal de la historia y los acontecimientos.

    Veamos dos ejemplos: en el primero vemos el uso directo
    del yo ocupando una posición determinante en los
    acontecimientos históricos, en el segundo, donde hace uso
    no sólo de la desinencia verbal, sino también de
    pronombres y adjetivos pertenecientes a la primera persona, logra
    trasmitir la comunicabilidad requerida del discurso a la vez que
    se pone de nuevo en el centro de los hechos históricos.
    Nótese en este ejemplo como hábilmente logra
    combinar el uso del yo con el uso de las personas del plural:
    yo-nosotros-ellos… todos, el pueblo.

    Las relaciones habían sido buenas, y estaban
    en un dilema porque quien estaba en la presidencia dijo que si
    yo iba él no iba, y, entonces, le iban a aguar la
    fiesta, porque si él no iba —y era el Presidente
    de Estados Unidos— a una reunión, la fiesta se
    agua. Yo era
    Presidente no sólo de esta nación, era Presidente del Movimiento
    de Países No Alineados. 15.04
    .2005

    Agradezco a nuestro pueblo heroico y generoso el
    privilegio de conmemorar este aniversario del asalto al Moncada
    y al cuartel Carlos Manuel de Céspedes habiendo
    transcurrido tanto tiempo
    después de aquellos hechos.
    […] Me atrevo
    a dar las gracias en mi nombre y en el de todos ellos, porque
    llevo sobre mi conciencia
    el peso enorme de haberlos persuadido a realizar tan atrevida
    acción, sin que el azar me haya impedido
    recorrer tan largo trecho de lucha revolucionaria hasta este
    instante emocionante, 52 años después.
    26.07
    .2005

    En el caso de los textos que analizamos, el discurso
    político de Castro no es solamente de carácter
    informativo, en él hay una fuerte denuncia y un
    extraordinario poder de agitación, logrando así una
    reacción positiva en el destinatario que va a reforzar el
    componente ideológico del discurso. Para ello el
    líder apela a recursos
    lingüísticos variados, como la utilización de
    expresiones propias del registro
    coloquial o expresiones valorativas de fuerte carga emocional. He
    aquí un ejemplo en el que Castro, comenzando una
    intervención pública ante miles de personas, hace
    uso de palabras pertenecientes a un registro
    lingüístico elevado como himno, aniversario,
    insignias, mercenarios
    , junto con una expresión de
    eminente corte coloquial como merengue en la puerta de una
    escuela.

    Hemos cantado el himno, y como no podemos olvidar
    que hoy se cumple un aniversario de aquel artero ataque
    sorpresivo por parte de naves aéreas del gobierno de
    Estados Unidos, con insignias cubanas, pues creemos conveniente
    que recordemos algunas imágenes
    relacionadas con los hechos de aquellos días, que
    señalaban el inicio del ataque mercenario imperialista;
    de mercenarios y del imperialismo, porque los dos venían
    en el mismo convoy, uno detrás del otro, esperando que
    le hicieran la cabeza de playa, que no duró nada, el
    clásico merengue en la puerta de una escuela.
    15.04
    .2005

    Estamos de acuerdo con la afirmación de que el
    lenguaje político tiene un léxico propio si
    entendemos el vocabulario político, según la
    distinción propuesta por Coseriu (1987), como la
    terminología relativa a las nociones e instituciones
    políticas, aunque según el modo como
    se emplee, todo léxico puede ser político. Como
    vemos en el siguiente ejemplo, Castro usa de forma irónica
    el término plomero (fontanero), de marcado corte
    coloquial-profesional para calificar lo que fue un acontecimiento
    político histórico, el caso Watergate, haciendo
    obvia alusión al origen de la palabra inglesa.

    Todo eso es mucho peor que lo de los plomeros
    de Watergate, es mucho más grave. Un país
    que está en guerra, un país cuyos soldados
    están combatiendo allá en Afganistán y
    en Iraq, en
    una lucha, según dicen, contra el terrorismo.
    15.04
    .2005

    Otro de los mecanismos mediante los cuales el emisor
    se hace presente en el discurso es a través de la
    intertextualidad, es decir, entrelazando las propias aserciones
    con las aserciones del discurso del otro. En el ejemplo que
    vemos a continuación, las palabras de Castro se
    contraponen al texto citado. De este modo las declaraciones del
    otro adquieren una connotación argumentativa a la vez
    que un valor negativo. De esta forma el orador hace más
    creíble las verdades que propone y subraya el valor de
    sus declaraciones.

    "El presidente cubano, Fidel Castro Ruz,
    denunció la presencia del terrorista Luís
    Posada Carriles en Isla Mujeres el pasado 15 y 16 de marzo
    cuando encalló la embarcación de tipo
    camaronera llamada ‘Santrina’ cuando se
    dirigía de las Bahamas a Miami, Florida". No dice el
    supuesto terrorista, ni el acusado de terrorista, o el
    presunto a quien Cuba acusa, ¿no?, sino
    "denunció la presencia del terrorista Luís
    Posada Carriles". 17.04
    .2005

    Un ejemplo muy particular de la utilización
    ínter textual es el que registramos a continuación
    donde Castro, en aras de reforzar la valoración
    ideológica del mensaje hace una citación de sus
    propias palabras logrando un fuerte efecto emocional y afectivo
    dentro su auditorio.

    Y al contemplar esta gigantesca, insuperable y
    emocionada multitud, recuerdo, como si fuera hoy aquel
    inolvidable 15 de octubre de 1976, el instante en que
    despedíamos a las víctimas del monstruoso
    sabotaje contra el avión cubano en Barbados, que me hizo
    exclamar: "¡Cuando un pueblo enérgico y viril
    llora, la injusticia tiembla!" 1.05
    .2005

    Como vemos en los dos ejemplos que siguen, otra forma
    recurrente de la intertextualidad es el uso de la ironía y
    la parodia. Con este aspecto Castro frecuentemente desvaloriza a
    sus contrincantes del norte:

    Ellos no llevaban un par de laticas, ellos llevaban
    cuarenta y tantos kilogramos de TNT para hacer volar el
    Paraninfo de la Universidad. Y vean, "dos laticas" nada
    más, "ahí se entra por una ventana con un par de
    laticas y se acaba aquello, y es menos riesgoso". Ese es el
    experto en urbanismo, y le pueden añadir en urbanidad.
    15.04
    .2005

    Si quieren saber, si quieren salir del misterio, la
    propia prensa, si
    quiere investigar, ahí tienen los datos.
    ¡Que busquen el barco antes de que lo hundan, antes de
    que lo escondan! ¡Vayan rápido allí los
    reporteros y las televisoras y busquen el barco! Si quieren les
    doy el dato otra vez exacto. Se llama Santrina. Deletreo: S, a,
    n, t, r, i, n, a. No voy a decir como dicen: S de Santiago, a
    de Argentina, n de nación, t de terroristas, r de ratones, i
    de ignorantes, n de negativa y a de animales (Risas
    y aplausos). Vayan y búsquenlo rápido antes de
    que lo pinten de otro color.
    15.04
    .2005

    Desde el punto de vista de la construcción sintáctica los
    críticos coinciden en que no existen rasgos y
    construcciones sintácticas específicas dentro de la
    lengua de
    comunicación política
    (Fernández 1999). Una aproximación a la sintaxis de
    este tipo de discurso resulta complicada ya que la
    relación entre los elementos sujetivos y las
    construcciones sintácticas no se puede establecer
    automáticamente. Por este motivo en el presente trabajo
    nos referiremos solamente a algunos aspectos de la
    construcción sintáctica del discurso
    político.

    Cierto, existen determinadas tendencias en el uso de
    construcciones específicas dentro del discurso
    político como, por ejemplo, el caso de ciertas
    construcciones oracionales (negativas, interrogativas,
    impersonales) que permiten al emisor expresar opiniones y
    criterios de manera indirecta sin asumir la responsabilidad de haberlos expresado. El
    funcionamiento efectivo de este tipo de construcciones tiene que
    ver en gran medida con los valores referenciales y con los
    contenidos implícitos del discurso.

    Este tipo de oraciones son construcciones
    sintácticas muy productivas dentro del discurso
    político por su marcado carácter utilitario en el
    marco de las estrategias
    comunicativas, asi como en el acento polémico que
    frecuentemente trasmiten al discurso político. Es
    importante destacar que con el uso de estas estructuras el
    emisor no solo tiene en cuenta a sus interlocutores, sino que se
    vale de ellas para estructurar el discurso.

    En lo que se refiere a las oraciones negativas queremos
    señalar el modo en que son usadas por el líder
    cubano para reforzar, contraponer y enfatizar con ellas el
    carácter polémico del discurso. Veamos dos ejemplos
    en los cuáles Castro, con la negación y la
    contraposición enfatiza sus postulados
    políticos.

    Pero en aras de la justicia,
    nuestra preocupación no es el costo
    político que tengan que pagar, porque no nos anima un
    espíritu de venganza, sino una seguridad
    total de que tenemos la razón y de que los argumentos de
    Cuba son irrebatibles. 17.04
    .2005

    La historia del pillaje y del saqueo imperialista y
    neocolonial de Europa en
    África, con pleno apoyo de Estados Unidos y la OTAN,
    así como la heroica solidaridad de
    Cuba con los pueblos hermanos, no han sido suficientemente
    conocidas, aunque sólo fuese como merecido
    estímulo a los cientos de miles de hombres y mujeres que
    escribieron aquella gloriosa página que para ejemplo de
    las presentes y futuras generaciones no debieran olvidar
    jamás. 2.12
    .2005

    En el próximo ejemplo vemos la unión de
    oraciones interrogativas y negativas de nuevo con la
    intención de subrayar el carácter polémico
    del discurso.

    ¿Hasta cuánto se puede prolongar esta
    situación de ahora?, la de ahora, después pueden
    venir otras y otras. ¿Qué harán en este
    momento? Uno más o menos tiene una idea de lo que
    debieran hacer. ¿Seguridad de que lo hagan? No es
    posible saberlo; lo que sí observamos es desconcierto,
    es como si no supieran qué hacer.
    17.04
    .2005

    Al referirnos a los enunciados interrogativos, que son
    muy abundantes en todo el discurso político y de manera
    muy especial en el discurso de Castro tenemos que señalar
    que dado su carácter incitativo, no conllevan a una
    petición de respuesta sino que son usadas para establecer
    la interacción con el receptor. En este marco se encuadran
    las preguntas retóricas, cuyo uso frecuente en el discurso
    político es evidente.

    ¿Será posible que el Presidente de
    Estados Unidos no conociera eso, o al menos no lo preguntara
    cuando alguien le dijera que se estaba hablando de que Posada
    Carriles había llegado allí, algo que hiere
    tremendamente el prestigio de Estados Unidos, el honor de
    Estados Unidos, la moral del
    pueblo norteamericano? ¿Es posible que no lo supiera?
    15.04
    .2005

    ¿Cómo puede el gobierno de Estados
    Unidos, y menos el actual, acusar a Cuba, la víctima, y
    ponerla en primer lugar en la lista de terroristas, cuando lo
    que debieran hacer es ponerla en el primer lugar de los
    países que han sido víctimas, durante casi medio
    siglo, del terrorismo imperialista ?(Exclamaciones).
    1.05
    .2005

    Como puede verse en el ejemplo anterior, Castro, gran
    conductor y comunicador de masas, establece un contacto emotivo
    tan estrecho con el receptor "pueblo" que este responde a las
    preguntas retóricas del orador. Este procedimiento,
    aunque no es típico en el discurso político,
    resulta frecuente en los actos públicos done hace uso de
    la palabra el Máximo Líder por el alto nivel
    ideológico y emotivo del mismo.

    Otro tipo de enunciado bastante frecuente en el discurso
    político son las oraciones impersonales. En el caso que
    citamos Castro hace un uso reiterado de oraciones impersonales
    sintácticas, es decir, que no admiten un sujeto e
    introducidas por el pronombre personal se, que trasmiten
    al discurso un carácter mucho más general y
    abierto.

    Si desde el punto de sintáctico estamos hablando
    de omisión de sujeto, desde el punto de vista contextual
    el orador establece claramente de quien se habla en el discurso.
    Veamos los ejemplos:

    Todo eso se creó, 180 000 empleados y 30 000
    millones de dólares, 22 entidades, 15 agencias y toda la
    tecnología más moderna.…
    15.04
    .2005

    …se incumplieron acuerdos sobre la
    emigración ilegal; se rechazaron propuestas de
    cooperación en temas vitales como la lucha contra el
    tráfico de drogas y de
    personas y para obstaculizar e impedir acciones
    terroristas; se multiplicaron las calumnias; se calificaba a
    Cuba de país terrorista; se inventaban descabelladas
    mentiras sobre la fabricación de armas
    biológicas… 26.07
    .2005

    Al inicio de nuestro trabajo hacíamos referencia
    a la estrecha unión existente entre retórica y
    discurso político, por lo tanto creemos oportuno hacer un
    breve análisis de las principales figuras retóricas
    que entran a formar parte activa del discurso político y
    en consonancia, del discurso de quién ha sido por casi
    cincuenta años paradigma de
    orador en todo el mundo. Fidel Castro.

    Tratar el tema de la retórica al hablar de la
    caracterización del discurso político presupone
    andar un camino ya trillado en cuanto la primera sirve de base al
    segundo. Es por eso que la gran mayoría de los
    políticos acuden a las figuras retóricas
    mezclándolas al contenido político con el fin de
    conseguir la aceptación y el consenso del
    receptor.

    Refiriéndonos a las figuras retóricas, que
    son tantas y tan variadas, nos detendremos en aquellas que Castro
    usa con mayor frecuencia como son la metáfora, el uso de
    aforismos y frases hechas y el uso de repeticiones, un recurso
    este último que Castro ha usado a través del tiempo
    en manera, creemos, exagerada.

    Nos ocuparemos en primer lugar de la metáfora por
    su frecuente uso en el discurso político debido
    seguramente, a su ambigüedad y a su poder expresivo. Por
    otra parte creemos que la forma fundamental del entendimiento
    humano es un proceso
    metafórico (Gill y Wdbee, 2000); la mente comprende una
    idea desconocida sólo por comparación con o en
    términos de algo que ya conoce. De este modo, el lenguaje
    metafórico de un texto presenta una perspectiva particular
    de la realidad que estructura la comprensión de una idea
    en términos de algo que ya comprendió
    previamente.

    Citaremos a continuación algunas de las
    metáforas usadas por Castro en el último
    año, donde las imágenes empleadas ayudan a la
    comprensión de la realidad que pretende hacer llegar el
    orador al destinatario: bomba de tiempo, rumiar su odio,
    bautizó con cinismo.

    Tienen una bomba de tiempo en sus manos. A fuerza de
    jugar con el terrorismo, engendrarlo, apoyarlo y desarrollarlo,
    nada tiene de extraño que les haya caído una
    bomba de tiempo en las manos. 1.05
    .2005

    La extrema derecha nazi-fascista que se
    apoderó de la dirección del imperio no ha cesado
    de rumiar su odio impotente contra nuestra Patria.
    26.05
    .2005

    …pocos años más tarde el
    presidente norteamericano Ronald Reagan los bautizó, con
    particular derroche de cinismo, como "combatientes de la
    libertad".
    02.12
    .2005

    En lo que se refiere al uso de las frases hechas y
    aforismos el discurso de Castro está plagado de ellos. No
    porque su discurso pertenezca sólo al registro coloquial,
    sino, como ya habíamos visto anteriormente, porque Castro
    mezcla diferentes registros
    lingüísticos con el fin "retórico" de
    "encantar" a sus oyentes. Además del ya visto "merengue
    en la puerta de una escuela
    , encontramos además
    "papa caliente" y "sacar el cuerpo al
    muerto".

    Los cubanos saben bien lo que es una papa
    caliente acabada de sacar, tal vez de una olla de presión,
    que está encendida: 01.05
    .2005

    Se afirma, por otra parte, que el gobierno
    salvadoreño habría hecho saber al de Estados
    Unidos por diversas vías que no quiere a Posada Carriles
    en su país —todo el mundo sacándole el
    cuerpo al muerto, como ratones que huyen en medio de la
    tempestad, 01.05
    .2005

    Como sabemos, la repetición de frases o palabras
    en un texto, también llamada anáfora, tiene la
    función de reforzar la idea, la imagen o el
    concepto, más aún si es usada en el discurso
    político donde uno de los objetivos
    más importantes es influir en el receptor. Las
    repeticiones pueden ser de dos tipos, nominales (a través
    del pronombre personal o del nombre) y verbales. Los ejemplos que
    damos a continuación pertenecen a este último
    grupo:

    Los cubanos saben bien lo que es una papa caliente
    acabada de sacar, tal vez de una olla de presión, que
    está encendida: quema las manos, quema los labios, quema
    la lengua, lo quema todo, y así andan, con una papa
    especial que no se quiere enfriar y, además, no la
    dejaremos enfriar (Aplausos). 01.05
    .2005

    Si llega a ser cualquier revolucionario en manos de
    ésos; si llega a ser un iraquí en manos de los
    invasores; si llega a ser un prisionero de Abu Ghraib, si llega
    a ser un prisionero de Guantánamo…
    15.04
    .2005

    ¡Abajo el terrorismo!

    ¡Abajo las doctrinas y los métodos
    nazis!

    ¡Abajo el genocidio!

    ¡Abajo las mentiras!

    ¡Vivan la solidaridad, y la hermandad y la
    paz entre los pueblos!

    ¡Abajo las mentiras!

    ¡Viva la verdad!

    17.05.2005

    Como vemos, la utilización de estas estructuras
    repetitivas verbales está en función de su empleo
    como recurso retórico ya que en general no corresponde a
    una exigencia informativa, sino a la necesidad de reforzar la
    idea y adornar el discurso político.

    En el primer caso, con la repetición del verbo
    quemar, Castro trasmite toda la situación
    dramática que implica el tener en mano una noticia
    riesgosa. En el segundo, la repetición de la estructura
    verbal del condicional refuerza el sentido de probabilidad que
    pretende poner de manifiesto el orador.

    En el último fragmento, la dicotomía
    repetitiva abajo-viva es característica en la
    posición en que la encontramos aquí, es decir, al
    final del discurso y cumpliendo una fortísima
    función exhortativa.

    A modo de conclusiones podemos señalar que en el
    breve análisis realizado se ponen de manifiesto algunas de
    las características más importantes del discurso
    político. Hemos comenzado por establecer su
    relación práctica con la retórica
    discursiva, señalando la gran influencia de la misma sobre
    el discurso político en el sentido del aporte que hace al
    mayor lucimiento de los planteamientos que pretende hacer llegar
    el mitente a sus receptores.

    De igual forma, hemos analizado algunas de las
    características lingüísticas del discurso
    político tales como la utilización pronominal, el
    uso de la ironía, la intertextualidad, la sintaxis y
    algunos de los recursos retóricos presentes con mayor
    frecuencia en el discurso político como son la
    metáfora, las frases hechas y las repeticiones.

    Así mismo, hemos hecho un alto para analizar la
    interrelación entre el mitente del discurso y su receptor.
    Con el fin de ilustrar nuestro análisis presentamos un
    corpus compuesto por discursos del presidente cubano Fidel
    Castro, hábil conocedor de las leyes de la retórica
    y del discurso político ya sea por su formación
    intelectual que por su extensa práctica en el oficio del
    discurso político.

    Bibliografia

    Libros y artículos

    BENVENISTE, E. (1974). Problemas de la
    lingüística general
    , II. México: Siglo XXI (1977).

    CHILTON, P Y SCHÄFFNER, C. (2001). "Discurso y
    política", en VAN DIJK, T. A. (comp) (2001), El
    discurso como integración socila, Barcelona, Gedisa,
    pp. 297-329.

    COSERIU, E. (1987). "Lenguaje y política". En
    Alviar, M. (Coord.) (1987), pp. 9-31.

    FAIRCLOUGH, N. "El análisis crítico
    del discurso como método para la investigación en ciencias
    sociales", en WODAK, R. y MEYER, M. (comp) (2003),
    Métpdps de análisis crítico del
    discurso, Barcelona, Gedisa, 179-203.

    FERNANDEZ, M. (1999). La lengua en la
    comunicacón política I: El discurso del poder.
    Madrid:
    Arco/libros,
    SL.

    FERNANDEZ, M. (1999). La lengua en la
    comunicacón política II: La palabra del poder.
    Madrid: Arco/libros, SL.

    GILL, A.M. y WHEDBEE, K. (2000). "Retórica",
    en VAN DIJK, T. A. (comp) (2000), El discurso como estructura
    y proceso, Barcelona, Gedisa, pp. 233-270.

    LOPEZ EIRE, A. (1998). "Prólogo", en
    López Eire, A. (Ed) (1998), Retórica,
    política e ideoligía. Actas del II Congreso
    Internacional. Salamanca, 1998, vol II. Salamanca: Logo , pp.
    7-11.

    MEYER, M. (2003). "Entre la teoría, el
    método y la política: la ubicación de
    los enfoques relacionados con el ACD", en WODAK, R. y MEYER,
    M. (comp) (2003), Métpdps de análisis
    crítico del discurso, Barcelona, Gedisa, pp.
    35-59.

    VAN DIJK, T. A. (2000). "El estudio del discurso",
    en VAN DIJK, T. A. (comp) (2000), El discurso como estructura
    y proceso, Barcelona, Gedisa, pp. 21-65.

    VAN DIJK, T. A. (2001). "El discurso como
    integración en la sociedad",
    en VAN DIJK, T. A. (comp) (2001), El discurso como
    integración social, Barcelona, Gedisa,
    pp.19-66.

    Diccioonarios on-line

    http://clave.librosvivos.net

    Corpus

    Discursos de Fidel Castros tomados
    de.

    http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/

    • Discurso pronunciado en el acto conmemorativo por
      el aniversario 30 de la Misión
      Militar cubana en Angola y el aniversario 49 del desembarco
      del Granma. Día de las FAR, el 2 de diciembre de
      2005.
    • Discurso pronunciado en el acto por el aniversario
      60 de su ingreso a la universidad, efectuado en el Aula Magna
      de la Universidad de La Habana, el 17 de noviembre de
      2005.
    • Discurso pronunciado en el acto central por el
      Aniversario 52 del asalto a los cuarteles Moncada y "Carlos
      Manuel de Céspedes", Teatro
      Carlos Marx,
      26 de julio de 2005.
    • Palabras pronunciadas al inicio de la gran Marcha
      del Pueblo Combatiente de la Capital
      contra el Terrorismo, el día 17 de mayo de
      2005.
    • Discurso pronunciado en el acto por el Día
      Internacional del Trabajo efectuado en la Plaza de la
      Revolución el 1ro de mayo del 2005.
    • Intervención Especial del Presidente de la
      República de Cuba, Fidel Castro Ruz, ante dirigentes
      del Partido, el Estado,
      el Gobierno y la Unión de Jóvenes Comunistas,
      representantes de las organizaciones de masa, oficiales,
      combatientes de las FAR y el MININT, familiares y
      víctimas sobrevivientes de los actos terroristas del
      imperio en nuestro país, en el Palacio de las
      Convenciones el 17 de abril de 2005.
    • Intervención Especial del Presidente de la
      República de Cuba, Fidel Castro Ruz, ante dirigentes
      del Partido, el Estado, el Gobierno y la Unión de
      Jóvenes Comunistas, representantes de las
      organizaciones de masa, oficiales, combatientes de las FAR y
      el MININT, familiares y víctimas sobrevivientes de los
      actos terroristas del imperio en nuestro país, en el
      Palacio de las Convenciones el 15 de abril de
      2005.

     

     

     

    Autor:

    Manuel Barriuso Andino

    Docente de lengua española

    Universidad de la Insubria

    Como, Italia.

    Fecha de realización.

    Abril 2006

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter