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La geografía y el poder. Territorialización del poder en Colombia. El caso FARC -de Marquetalia al Caguán-



    1. Resumen
    2. Contenido de la
      investigación
    3. Resultados de la
      investigación
    4. El debate y la
      reflexión
    5. Prospectiva ante el
      desinterés por el territorio
    6. Bibliografía

    Resumen:

    Este artículo es una síntesis
    de un trabajo de
    maestría sustentado en el mes de junio de 2002. Se trata
    de una investigación en la línea de
    Geopolítica, sobre un tema de actualidad
    que emplea los multimétodos como novedad
    metodológica y que pretende constituirse en aporte para
    confrontar los problemas
    terrotoriales y espaciales que aquejan a Colombia como
    consecuencia del conflicto
    armado que subsiste por casi medio siglo.

    Se creyó que despejando de autoridad un
    territorio, se iniciaría un proceso de
    reconciliación, pero los hechos indican todo lo contrario
    y se perdió tiempo
    precioso al entrgar el Estado la
    soberanía de la que se llamó, zona
    de distensión del Caguán. Es posible que desde la
    Antropología, la Sociología y la Ciencia
    Política,
    el tema haya sido abordado pero desde la Geografía, este
    trabajo de tipo exploratorio pretende despertar el interés de
    los estadistas y de los estrategas por uno de los elementos
    constitutivos del Estado: el
    territorio.

    Palabras clave: zona de distensión,
    Geografía, Geopolítica, Geoestrategia, Estado,
    Nación,
    territorio, espacio, soberanía, dominio, poder,
    unidad territorial, despeje, fronteras, corredores de movilidad,
    bienes
    públicos, población, balcanización.

    Introducción

    Al culminar la fase académica de esta
    Maestría que constituye el nivel más avanzado del
    Programa de
    Estudios de Posgrado en Geografía (EPG), convenio entre la
    Universidad
    Pedagógica Tecnológica de Colombia y el Instituto
    Geográfico Agustín Codazzi, con el presente trabajo
    de investigación en la línea de
    Geopolítica se pretende contribuir a la
    solución del grave problema que afecta actualmente a
    nuestro país por el conflicto de intereses que
    suscitó la llamada zona de distensión del
    Caguán
    en relación con el proceso de paz que
    adelantó el Gobierno Nacional
    con fuerzas insurgentes.

    Se considera que el estudio de tan delicado tema
    adquiere marcada importancia por cuanto tiene estrecha
    relación con asuntos propios de la
    Geografía y además, se orienta a la
    atención de cuarenta millones de
    habitantes, quienes soportan toda clase de
    adversidades por el conflicto interno que durante casi cincuenta
    años ha afectado a Colombia y que hoy continúa
    vigente, cada vez con mayor crueldad.

    Es preciso reconocer que la zona de
    distensión
    fue el resultado de un proceso de
    empoderamiento durante el conflicto como consecuencia de un
    plan
    estratégico de largo alcance por parte de la
    guerrilla. Lo sucedido en el territorio despejado demuestra que
    lo que se negociaba allí, precisamente, era el poder y no
    la ley. Es apenas
    justo que los colombianos sepan de una vez por todas si estaban
    perdiendo espacio, porque una pérdida de espacio
    representa una pérdida de futuro.

    Cuando más espacio perdemos, menos somos.
    Recuperar espacio perdido es también recuperar tiempo, es
    incrementar el potencial de la voluntad nacional. Esa
    recuperación no se puede dar contra un genérico
    "los otros", sino contra un específico, "el otro". La
    recuperación del espacio es la realización en la
    historia de un
    trabajo nacional liberador (Ceresole, 1991).

    El Presidente de la República Andrés
    Pastrana Arango durante su campaña para llegar al Palacio
    de Nariño prometió a los colombianos solucionar el
    problema de la violencia,
    activando un proceso de paz con las guerrillas de las FARC
    (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, según la
    propia organización), con el fin de brindar a los
    ciudadanos la tranquilidad y seguridad para
    alcanzar una sana convivencia. Una de las primeras acciones del
    Gobierno para iniciar su cometido fue la de reunirse con el jefe
    guerrillero Manuel Marulanda Vélez y anunciar
    públicamente la activación de una zona de
    distensión
    que serviría para realizar las
    conversaciones y coordinar todos los aspectos relacionados con un
    futuro proceso de paz.

    En el Sur-oriente del País y por exigencia de las
    FARC se seleccionó un área de 42.139 km2
    que incluyó cinco municipios (San Vicente del
    Caguán, La Macarena, Vistahermosa, La Uribe y Mesetas) y
    se dijo que sería un "laboratorio de
    paz" (Ricardo, 1998); fue necesario despejar este territorio de
    fuerza
    pública y paulatinamente por el accionar de los grupos rebeldes,
    también las autoridades legítimamente constituidas
    tuvieron que evacuar la zona, en algunos casos con el agravante
    de amenazas de muerte.

    Se activó una Policía Cívica, como
    experimento inicial para mantener la seguridad y tranquilidad de
    los pobladores, más no tardó mucho tiempo en
    generarse toda clase de conflictos
    porque en la práctica, la única ley imperante en la
    región era la de las armas, impuesta
    por el grupo
    insurgente de las FARC.

    Durante el desarrollo de
    la presente investigación se tuvieron como fundamento los
    hechos registrados por los diferentes medios de
    comunicación, por actores reales del conflicto, por
    autoridades suplantadas, por familiares de desaparecidos y
    asesinados y por diferentes entidades del orden nacional e
    internacional que denunciaron los atropellos que en la zona de
    distensión
    se cometieron. Como el territorio
    despejado, teóricamente fue el escenario del proceso de
    paz (Pastrana, 1998), puesto que en él se llevaron a cabo
    las conversaciones, durante el desarrollo de esta
    investigación y en forma simultánea, fue posible
    observar los hechos reales que allí sucedieron y sus
    efectos geopolíticos.

    Surgió la preocupación del investigador
    por explorar cómo desde el punto de vista
    geográfico la zona de distensión tuvo
    estrecha relación con los intereses políticos del
    Estado, por un lado, y por otro, de las fuerzas insurgentes. Bien
    sabido es que uno de los elementos más importantes que
    conforman el Estado, es el territorio y que es en
    éste en donde la población realiza
    absolutamente todas sus actividades (Palacios,1965). Así,
    pues, a partir de estos dos conceptos es posible desarrollar toda
    una teoría
    sobre las bondades o perjuicios actuales y futuros de la zona
    despejada.

    Valió la pena explorar el proceso de
    definición espacial del poder de las FARC en
    Colombia. Ese fue el hecho geopolítico más
    importante de la zona de distensión porque
    surgió como condición de la negociación. Ahora bien, ¿por
    qué se busca una solución negociada al
    conflicto?.

    Hay que aceptar que cuando dos bandos enfrentados no
    logran su objetivo
    violento, se plantea una negociación para dirimir ese
    conflicto y por lo tanto, lo que resulta no es la paz verdadera
    sino un simple período de tregua. "En efecto, cuando
    después del necesario reposo uno de los adversarios se
    cree en posesión de fuerzas que puedan permitirle mejorar
    la situación establecida por la tregua, vuelve a
    encenderse la lucha" (Carnelutti,1994:13).

    Paralelamente se hicieron gestiones para adelantar el
    mismo proceso de paz con el grupo rebelde ELN (Ejército de
    Liberación Nacional, según sus fundadores). Esta
    intención generó un grave conflicto social porque
    los pobladores de la región seleccionada en el Sur de
    Bolívar
    argumentaron que no deseaban vivir los "horrores y abusos que han
    padecido los habitantes de la zona de distensión del
    Caguán"; sin embargo, esta idea no ha sido descartada a la
    fecha.

    En las diferentes etapas de elaboración de este
    trabajo se insistió en la exploración de nuevos
    elementos geopolíticos y en la explicación de la
    estrecha relación entre la Geografía y el
    poder, tomando como caso ilustrativo la zona despejada,
    conceptuando de manera clara para que en el futuro la toma de
    decisiones al respecto del uso del territorio de la
    Nación se realice con pleno conocimiento
    de causa de las implicaciones geopolíticas.

    De esta manera el estudio adquiere significado relevante
    para la Geografía, ciencia clave
    en el tema investigado y que presuntamente ha sido
    desdeñada por quienes desde el Estado, han
    convenido ciertos arreglos, sin tener en cuenta los aspectos
    científicos y naturales y sus implicaciones en tales
    decisiones.

    Algunos especialistas entre quienes figuran estadistas,
    politólogos, sociólogos, periodistas, militares
    activos y
    retirados, cuyos conceptos se incluyen en esta tesis,
    expresaron su temor por una posible balcanización
    del territorio nacional, que implicaría una
    situación similar a la ocurrida en la península de
    los Balcanes en la que el espacio comprendido entre antiguos
    imperios ha sido reestructurado sucesivamente a lo largo del
    siglo XX en una serie de pequeñas naciones, entre las que
    se destacó durante algún tiempo la
    Federación de Yugoslavia. Allí todos los estados se
    encuentran inmersos en querellas étnicas y territoriales,
    en un difícil equilibrio
    entre minorías y naciones soberanas.

    Sucesivas guerras en la
    década de 1990 en esta zona han venido a trastornar la
    compleja situación política heredada (López,
    1999). Es conveniente, sin embargo, aclarar que el conflicto
    colombiano no partió de las causas que dieron origen al
    conflicto de los Balcanes.

    El caso de la zona de distensión fue
    álgido y de alcance nacional e internacional porque
    comprometió al Estado colombiano como contraparte de un
    "tratado" que hoy algunos críticos consideran
    inconstitucional, a la sociedad civil
    que se quejó de no haber sido consultada mediante un
    referéndum, y a la comunidad
    internacional que se manifestó con vehemencia por los
    desmanes y atropellos sucedidos en la zona de distensión
    del Caguán y denunciados públicamente (Beers,
    2001).

    Por ser un tema relativamente nuevo en el ámbito
    académico, existieron varias limitaciones, entre otras, la
    escasez de
    material bibliográfico, el difícil acceso a las
    informaciones de tipo judicial, el temor a la denuncia de hechos
    concretos, la crisis
    económica que impide el apoyo a la investigación,
    limitaciones estas que fueron superadas con el afán
    científico y la responsabilidad académica de quien se
    propuso desarrollar un trabajo serio y prospectivo.

    Por tratarse de un hecho hasta ahora no estudiado con
    rigor a nivel de maestría, se pretende sembrar la
    inquietud en las redes de
    investigación e investigadores independientes para que sea
    la sociedad
    científica la que también coadyuve con fundamentos
    racionales en la solución de un grave problema que
    subsiste como endémico, tortuoso e indefinido y que a la
    luz de la
    realidad, se convirtió para el actual gobierno en el
    factor más relevante de ingobernabilidad y para la
    ciudadanía, en una gran desilusión
    al confirmar que "la libertad sin
    una opción real para ejercerla es un regalo del diablo"
    (Chomski, 1999: 31).

    Este trabajo está dirigido a los gobernantes
    actuales y futuros, a los responsables de elaborar las políticas
    de defensa y seguridad nacional, a los políticos, a los
    militares, a los universitarios que se preocupan por su
    país y a los violentos que han sembrado de cruces el
    territorio nacional, impidiendo el desarrollo y el mejoramiento
    de la calidad de
    vida de los colombianos.

    En los ámbitos nacional e internacional funciona
    lo que se denomina sistema geopolítico que no es
    otra cosa que el territorio o estructura
    espacial donde se plantean las interacciones de proximidad entre
    estados contiguos (López, 1999). Pero a nivel regional y
    local, también es posible hablar en términos
    geopolíticos para resolver diferendos que se originan en
    el territorio.

    Sin embargo, lo que hoy se evidencia a nivel estatal en
    Colombia es una indiferencia marcada con las políticas
    territoriales; no de otra manera se entendería el hecho de
    conceder extensos territorios a grupos asociados bajo cualquier
    pretexto. Por política territorial se entiende el conjunto
    de planteamientos estratégicos a mediano y largo plazos y
    de actuaciones dirigidas a intervenir sobre el territorio a fin
    de que asuma las formas adecuadas a los intereses que controlan
    el poder político (López, 1999).

    Contenido de la
    investigación

    Este trabajo consta de cinco capítulos en los
    cuales se espacializó la información obtenida y los resultados de la
    investigación en forma clara y sencilla, de tal manera que
    el lector no tenga que recurrir a fuentes
    especializadas para comprender los diferentes temas tratados. El
    capítulo primero explica la metodología empleada para el desarrollo de
    la investigación, previo planteamiento del
    problema y propone el análisis de unas variables que
    se consideran sobresalientes.

    A partir del segundo capítulo o marco
    teórico, se realiza un recorrido histórico de
    la Geopolítica general para luego particularizarla en
    relación con el problema de investigación. Las
    teorías
    geopolíticas, la clasificación de la
    Geopolítica, su relación con otras ciencias y la
    utilización de la Geografía como un arma
    para la guerra son
    elementos teóricos que permitieron al autor encontrar
    explicación al fenómeno colombiano.

    El capítulo tercero explica la presencia de las
    FARC en diferentes zonas del territorio nacional. analizando las
    variables escogidas y sus implicaciones en el proceso de paz que
    se adelantaba y que fracasó, del cual pasó a ser
    pieza fundamental la zona de distensión.

    El capítulo cuarto contiene el análisis
    específico sobre la Geoestrategia como herramienta
    de las FARC para continuar en su objetivo de la toma del poder;
    explica también cómo y por qué el Estado
    colombiano perdió soberanía en el territorio cedido
    a las fuerzas irregulares y también presenta el panorama
    sobre los nexos directos entre las FARC y el narcotráfico como estrategia de
    financiación del conflicto armado (Villamarín,
    1996).

    También plantea un debate a
    partir de hechos concretos que sucedieron durante los tres
    años y medio del experimento como condición para
    iniciar un proceso de paz. Las conclusiones y recomendaciones del
    trabajo, forman parte del capítulo quinto y en ellas
    aparece la síntesis de la investigación, mostrando
    en forma objetiva y a la luz de los hechos estudiados las causas,
    los efectos y los posibles escenarios futuros en caso de que se
    hubiera prolongado el fenómeno de la zona de
    distensión.

    Resultados de la
    investigación

    La existencia de la zona de distensión
    generó una crisis de gobernabilidad en Colombia durante
    tres años y medio; esa crisis no fue el resultado
    coyuntural de fenómenos aislados que afectaron el comportamiento
    humano y que trascendieron el ámbito institucional.
    Fue la sumatoria de desórdenes, malos manejos y decadencia
    de los valores
    sociales, generalmente catalizados por inexistencia de
    políticas y sobre todo, por ambiciones de poder, por
    engaños, por negociaciones ilusas y por la prepotencia de
    quienes supuestamente iniciaron una negociación de paz
    (Ceresole, 1991).

    Las conclusiones de esta tesis se constituyen en
    respuestas al problema de investigación y en tal virtud,
    se refieren, no solamente al origen, a las causas, sino
    también a los efectos, a lo que sucedió y a lo que
    puede suceder en el ámbito geopolítico de Colombia
    a partir de la que se llamó zona de distensión del
    Caguán. Como resultado relevante de la
    investigación, es necesario afirmar:

    1. Que el crecimiento y el dominio territorial de las
    FARC fueron actividades planeadas estratégicamente como
    asuntos fundamentales de una campaña
    político-militar de largo alcance para llegar al poder
    mediante la combinación de todas las formas de lucha. No
    ha sido casual la presencia guerrillera en diferentes lugares
    del territorio nacional, afectados por las seis variables
    seleccionadas para este trabajo (Tzu, citado por Wu Sun,
    1997).

    2. Que los distintos gobiernos elegidos en Colombia
    desde la década del 60 hasta nuestros días se han
    equivocado en el tratamiento al problema de la violencia
    armada, pretendiendo solamente manejarlo como una
    situación de desorden público, dejando de lado
    las soluciones
    socioeconómicas que han servido de bandera a los
    rebeldes para mantener e incrementar su accionar en contra de
    la institucionalidad inicialmente, y de la población
    civil en esta época.

    3. Que la ubicación de focos guerrilleros en
    sitios favorables geográficamente muestra a las
    claras que la iniciativa la han tenido históricamente
    las FARC, obligando al Estado a realizar operaciones
    militares orientadas a eliminar físicamente a los
    rebeldes pero no a recuperar territorios y mucho menos a
    ejercer el dominio territorial. En pocas palabras, el Estado no
    se ha interesado por la Geoestrategia y pareciera que tampoco
    se ha dado cuenta que las FARC históricamente si la han
    utilizado desde Marquetalia al Caguán (Cadena,
    1999).

    4. Que el poder coercitivo del Estado colombiano
    representado por sus Fuerzas Armadas (Ejército, Marina,
    Fuerza Aérea, Policía Nacional) ha dado
    respuestas coyunturales a las acciones delictivas de la
    guerrilla de las FARC pero hasta la fecha no ha sido posible la
    solución del conflicto por la vía armada. Durante
    décadas, el Estado se sintió protegido por su
    brazo armado y no tomó en serio su participación
    con miras a erradicar definitivamente las causas del
    levantamiento subversivo. Solamente a partir de la
    década del 90, en la cual los grupos armados ilegales
    señalaron a las élites políticas como
    objetivo militar, los gobiernos de turno entendieron que lo que
    ha existido en Colombia es un conflicto de baja intensidad, que
    amenaza no únicamente al Estado, sino también a
    la población civil (Marulanda, 1990).

    5. Que el uso de sitios específicos del
    territorio nacional por parte de las FARC para practicar la
    guerra de guerrillas, y de las Fuerzas Armadas para su lucha
    contraguerrillera, confirma que ha sido evidente a lo largo del
    conflicto el ejercicio de la Geoestrategia para el
    cumplimiento de los objetivos
    políticos y militares. No en vano las FARC generaron
    durante décadas su propio espacio en un territorio que
    terminó denominándose zona de
    distensión
    y que fue exigido como condición
    esencial para iniciar un proceso de paz durante el gobierno del
    Presidente Andrés Pastrana.

    Lo que se observa a través de la
    investigación es que las FARC, sistemáticamente
    lograron el dominio territorial de esa extensa región
    que abarca 42.139 Km2, mientras el Estado se
    despreocupó por la misma generando solamente acciones
    militares episódicas que nunca fueron complementadas con
    planes socioeconómicos para ejercer su poder, amenazado
    y disputado por las armas de la subversión (Small,
    1997). No debemos olvidar que el dominio es una facultad
    inherente a la soberanía (García, 1983). Durante
    casi 50 años la que a partir del 20 de febrero de 2002
    dejó de llamarse zona de distensión, se mantuvo
    bajo el aparente dominio estatal pero el poder real lo
    ejercieron las FARC y es por esa razón, que fue
    allí, y no en otra región donde los rebeldes
    exigieron reunirse a partir del mes de noviembre de
    1998.

    6. Lo que en esta tesis se denomina
    territorialización del poder por parte de la
    guerrilla de las FARC tiene estricta relación con la
    presencia del grupo armado en sitios específicos de la
    geografía nacional y con el ejercicio del poder, por
    coacción o por convicción de sus habitantes
    (James, 1993). Las seis variables estudiadas y denominadas
    zonas periféricas, de colonización, de precaria
    presencia estatal, de cultivos ilícitos, de
    explotación petrolera, y suburbanas, se constituyeron en
    los objetivos geoestratégicos de las FARC para
    plantearle al Estado y a la población civil, la guerra
    irregular que aún subsiste y que actualmente ha tomado
    como alternativa coyuntural la más cruel de las
    variantes: el terrorismo
    (Santos, 2001).

    Lo más importante de esas seis variables, sin
    duda alguna, es el aspecto geográfico, apropiado para
    practicar la guerra de guerrillas y mantenerse en actividad a
    pesar de las acciones contrainsurgentes por parte del Estado;
    en orden de importancia el segundo aspecto es el
    económico a partir de las mismas seis variables porque
    ha permitido a los rebeldes desde la subsistencia elemental
    hasta el financiamiento de una guerra cruel que exige
    elevados gastos para
    mantener el aparato bélico irregular
    (Perpiñá, 1993). Desde los tiempos de la
    extorsión y las vacunas a
    campesinos y terratenientes hasta el monopolio en
    el proceso del narcotráfico, las guerrillas de las FARC
    han acumulado grandes sumas de dinero que
    le han permitido crecer cuantitativamente y ocupar nuevos
    territorios dependiendo de sus propias necesidades. Lo
    más grave es que 50 años después existan
    en el territorio nacional, zonas donde el Estado no ejerce su
    dominio y menos el poder real. Es en esas zonas donde las
    guerrillas imponen su voluntad y ejercen verdaderamente el
    monopolio de la fuerza (Cadena, 1999).

    7. El narcotráfico es un aspecto de vital
    importancia para la subsistencia del conflicto armado porque ha
    sido en los últimos años una de las principales
    estrategias de
    las FARC para conseguir los recursos que
    demanda la
    guerra (Villamarín, 1996). Hoy se conoce claramente que
    durante los tres años y medio de duración de la
    zona de distensión, los cultivos de coca y amapola
    crecieron en la región en forma logarítmica y ha
    quedado al descubierto que las FARC manejaban allí todo
    el proceso, desde la siembra hasta la exportación. Esta actividad delictiva
    formó parte de la geoestrategia guerrillera en la zona
    del Caguán y es posible afirmar que desde tiempo
    atrás, se realizaba a escalas menores y en tal virtud,
    han empleado corredores de movilidad como los que se
    muestran en la (Castillo, 1987).

    Pero no ha sido solamente en esa región del
    país donde las FARC han tenido el monopolio del
    narcotráfico puesto que existen otras zonas de igual o
    mayor importancia que están siendo disputadas
    también por los paramilitares bajo el pretexto de la
    necesidad de obtener recursos para financiar sus actividades
    contraguerrilleras. La guerra es tal vez la actividad
    más costosa y en tal virtud requiere de inmensos
    recursos para lograr una definición en el campo militar
    y en Colombia ha sido y sigue siendo el narcotráfico,
    uno de los principales puntales utilizados por parte de los
    grupos armados por fuera de la ley.

    8. Durante la investigación fue posible
    determinar que entre 1964 y 1980 las FARC iniciaron su construcción territorial a partir de las
    zonas periféricas, zonas de colonización y zonas
    de precaria presencia estatal sumando en total diez grupos de
    diferente denominación (cuadrillas, guerrillas,
    frentes). Se trataba de organizar el aparato rebelde fuera del
    alcance de las tropas estatales, logrando la subsistencia
    económica en forma precaria porque los recursos en esas
    zonas no eran abundantes. Entre 1981 y 1989 la
    territorialización del poder se extiende a las zonas de
    cultivos ilícitos y de explotación petrolera,
    apareciendo en la geografía nacional un total de 33
    grupos que se suman a los diez ya existentes. El crecimiento
    del aparato rebelde requirió de mayores recursos y en
    tal virtud las FARC incrementan su accionar delictivo,
    especialmente relacionado con el
    narcotráfico.

    Entre 1990 y 1995 las FARC accesan a zonas suburbanas
    y en ese lapso aparece un total de 18 grupos nuevos en
    diferentes sitios del país. Se trataba de mostrar gran
    poder de fuego y capacidades militares con el fin de obtener
    del Estado el tratamiento conveniente para sacar ventajas en
    una posible negociación de paz. Para el año 1996
    los 61 grupos armados de las FARC tenían influencia en
    el poder local de por lo menos 600 municipios de los 1.072
    existentes. Además de las acciones militares, las FARC
    ejercían en esta época gran influencia en las
    decisiones políticas en un buen número de
    entidades estatales a nivel local y regional (Echandía,
    1998).

    9. No deja de sorprender que en el año 2001 la
    mayor parte del dispositivo de las FARC esté ubicado
    aún en zonas periféricas con un total de 66
    frentes, dos bloques móviles, 14 columnas, 19
    compañías y seis unidades de diferente
    denominación, lo que demuestra que el Estado colombiano
    no ha sido capaz ni política ni militarmente de contener
    el crecimiento de las FARC y menos de erradicarlas de los
    sitios geográficos tradicionalmente colonizados por
    ellas para ejercer el poder real (Cadena, 1999).

    10.La zona de distensión se terminó
    legalmente el 20 de febrero del 2002 porque el Presidente
    Andrés Pastrana ordenó a las Fuerzas Militares
    iniciar operaciones ofensivas contra las FARC al romperse
    definitivamente las conversaciones del proceso de paz, pero en
    la realidad éstas no han salido del territorio y
    difícilmente lo harán porque su presencia
    allí y el poder que han ejercido y ejercen tanto en la
    región del Caguán como en los cinco municipios
    que formaron parte del territorio despejado, es el resultado de
    su construcción territorial desde 1964, fecha en que
    salieron de Marquetalia hacia el Meta con el claro objetivo de
    llegar al poder sin que el tiempo sea el elemento determinante
    en sus planes. Es posible afirmar entonces que ha desaparecido
    por ahora la territorialidad legalizada por el gobierno de
    Andrés Pastrana pero se mantiene y quien sabe hasta
    cuando la correspondiente a un grupo armado con poder de
    control
    (Santos, 1996).

    11.Del análisis de la ocupación
    territorial de las FARC se concluye que cuando el Estado ha
    ejecutado presión
    mediante operaciones militares a gran escala en
    sitios específicos, la guerrilla de las FARC ha cambiado
    temporalmente de sede pero en forma cíclica y circular,
    vuelven a sus antiguos territorios a ejercer el poder real que
    el Estado ha perdido (Sanguín, 1981). El experimento de
    la zona de distensión sin duda alguna le sirvió a
    las FARC para practicar su forma particular de gobernar en un
    territorio superior en extensión a varios países
    desarrollados (Salcedo, 1999). Cuando las Fuerzas Militares
    salgan de la antigua zona de distensión porque las FARC
    le plantean otro tipo de guerra que requiera de su presencia en
    diferentes lugares, la guerrilla volverá a practicar lo
    que ya sabe hacer. Será la triste realidad si el Estado
    colombiano no acepta sus errores históricos y se propone
    enmendarlos; el cómo hacerlo no es propósito de
    esta investigación y para ello están los
    políticos, los militares y todos los asociados del
    Estado colombiano.

    12.Desde el punto de vista de la
    Geopolítica, la llamada zona de distensión
    impactó negativamente las relaciones económicas,
    políticas, sociales, sicológicas, culturales y
    ambientales a nivel nacional por cuanto existió la
    presunción de la aparición de un nuevo estado
    dentro del territorio colombiano; el hecho más relevante
    al respecto fue la pérdida de soberanía por parte
    del Estado colombiano en razón al no cumplimiento de sus
    leyes en un
    espacio en el que temporalmente gobernaron las FARC.

    Al delimitar la zona para impedir el accionar militar
    de las tropas estatales, se crearon fronteras físicas y
    fronteras políticas que no debían ser
    sobrepasadas por los combatientes (López, 1999); esta
    obligación solo se aplicó durante el tiempo de
    existencia de la zona de distensión a las Fuerzas
    Militares estatales. En el ámbito internacional no
    fueron pocos los acontecimientos que causaron alarma en las
    fronteras de países vecinos; se sabe que las FARC
    traspasaron los límites
    territoriales de Ecuador,
    Perú, Brasil y
    Venezuela
    cuando a partir de la zona de distensión realizaron
    operaciones militares o de narcotráfico. En repetidas
    ocasiones la diplomacia colombiana se vio en apuros para dar
    explicaciones a sus homólogos de otras
    naciones.

    13.En relación con el proceso de paz que con
    tanta ilusión esperaban los colombianos, la zona de
    distensión del Caguán no produjo ningún
    resultado positivo; todo lo contrario, las guerrillas de las
    FARC se aferraron al territorio y ampliaron sus fronteras
    mediante operaciones militares continuas en contra de las
    tropas estatales y de la población civil. Las
    negociaciones se orientaron a imponer condiciones para el
    control territorial de manera tal que las FARC no tuvieran
    obstáculo alguno para gobernar a su manera, emitiendo
    sus propias leyes (Reyes & Gómez, 1998). Por eso al
    culminar esta investigación, existen argumentos
    suficientes para afirmar que en la zona de distensión
    del Caguán durante tres años y medio, se
    alcanzó a gestar un Estado sin nación.

    El debate y la
    reflexión.

    Se considera conveniente plantear un debate para
    profundizar hasta donde el experimento de la zona de
    distensión ha impactado la Geopolítica nacional e
    internacional. Es una invitación a la reflexión
    tomando hechos concretos que facilitan el proceso de
    análisis-síntesis y que a partir del momento
    están abiertos a la discusión:

    Es posible que por primera vez se afirme que la
    operación Marquetalia no fue un éxito
    sino un fracaso, pero algunas personas le han hecho creer al
    país entero que en aquella oportunidad se cumplió
    la misión
    (Matta, 1999). Si eso hubiera sido cierto, entonces hoy no fuera
    posible hablar de la territorialización del poder por
    parte de la guerrilla de las FARC. Cuando las tropas que
    sostienen el Estado de Derecho
    no tienen la suficiente capacidad coercitiva, el imperio de la
    ley es desbordado poniendo en peligro la institucionalidad y por
    ende, la propia existencia de la nación (Ceresole,
    1993).

    Pero lo que en este trabajo más interesa, es el
    aspecto geográfico y su influencia político-militar
    y en tal virtud, la primera verdad a tener en cuenta es, que fue
    en Marquetalia donde las guerrillas de las FARC establecieron su
    primer foco territorial y que la operación militar en su
    contra, las hizo cambiar de estrategia proyectándolas como
    guerrillas móviles y obligándolas a transitar otros
    territorios (Sánchez & Peñaranda,
    1991).

    En los últimos años las FARC buscaron
    acercarse a los centros de poder económico y
    político y mediante la táctica de desdoblamiento de
    sus unidades guerrilleras (Echandía, 1998), crearon otras
    con el fin de mostrar a nivel nacional e internacional que su
    crecimiento era indicativo de gran fuerza insurgente y por lo
    tanto la toma del poder estaba cercana. "Una conclusión
    ligera llevaría a afirmar que la poca importancia dada al
    espacio en nuestro país también es responsable del
    escaso interés que se le concedió a la
    Geografía" (Delgado, 2001:24).

    Existen sitios del territorio nacional donde las FARC no
    han podido copar el poder local; esta reflexión infiere
    que no es suficiente la ocupación o presencia territorial
    solamente, sino que además es necesario construir espacios
    a través de las relaciones con el entorno y principalmente
    con los habitantes (Santos, 1996); de ahí su insistencia
    en no querer desprenderse de algunos territorios, o de intentar
    recuperarlos cuando han sido expulsados por las fuerzas estatales
    o por los paramilitares. Es posible que en la desactivada zona de
    distensión se haya presentado ese fenómeno y que si
    el Estado continúa de espaldas a la realidad, en el futuro
    cercano pueda consolidarse (González,1990). Se advierte
    que hasta la fecha el Estado no ha hecho verdadera presencia en
    zonas que históricamente han servido a las FARC para la
    realización de sus objetivos intermedios (Lacoste,
    1977).

    En el plano de la Geopolítica mundial no se puede
    negar que el control jerárquico del Estado ha retrocedido
    ante complejas pautas de negociación; las fronteras son
    penetrables y pierden su significado cuando actores no estatales
    pueden maniobrar sin límites a través del espacio
    (Perpiñá, 1973). El ejercicio del poder por parte
    del Estado ha dejado de tener un carácter de exclusividad para basarse en
    criterios alternativos de competencia. Pero
    eso no implica que ese Estado renuncie al dominio, a la
    soberanía y al control político sobre su propio
    territorio (López, 1999).

    La que se denominó zona de
    distensión
    está ubicada en el centro
    geográfico-estratégico, que no es otra cosa que la
    zona del país donde es factible articular en espacios y
    tiempos suficientes, el potencial ofensivo-defensivo de la propia
    fuerza en relación con la hipótesis de guerra formulada (Ceresole,
    1991). Por esta razón las FARC construyeron vías
    carreteables que les proporcionaron facilidades para transportar
    armas, insumos para la elaboración de pasta de coca,
    droga
    procesada y terroristas para asaltar y destruir poblaciones
    indefensas.

    En geopolítica, los transportes son de vital
    importancia y por lo tanto en el planeamiento
    estratégico, ocupan un primer lugar (Chías,
    2001). Lo que se observa es que en Colombia, el Estado se ha
    despreocupado por ese importante sector y la guerrilla ha
    explotado esa debilidad estatal a su favor. Es indudable, como se
    desprende del análisis de este proceso de
    territorialización del poder por parte de las FARC que han
    hecho un eficiente uso de la Geoestratégia a partir de la
    zona de distensión, para desarrollar sus planes tendientes
    a la toma del poder por la fuerza (Lacoste, 1977).

    Teniendo claridad que el poder es la capacidad de
    dominar un espacio geográfico para movilizar y asignar
    recursos e información y para estructurar
    intencionadamente el campo de decisión y que el poder
    político, entonces, es la capacidad de dominio y
    resolución de los conflictos en un marco espacial, es
    imperativo afirmar que fueron las FARC las que ejercieron el
    poder real en la zona de distensión (López, 1999).
    Fueron ellas las que aplicaron dentro del territorio el poder
    militar, económico, político, judicial y
    sicológico; los continuos acontecimientos mediante los
    cuales se confirma que allí solamente se ejecutó lo
    que la guerrilla dispuso, así lo demuestran.

    Públicamente manifestaron que el gobierno
    llegó a un acuerdo con ellos y que lo que no estaba
    restringido por escrito, les era permitido (Briceño,
    1998). Todo indica que las FARC si están convencidas que
    los grandes espacios son generadores de poder
    nacional.

    El hecho de concebir la idea de que las relaciones de
    poder y la política existen en toda relación
    social, y no sólo en las instituciones
    del Estado y del gobierno, es importante (Painter, 1998). Lo que
    sucedió en la zona de distensión se refleja en todo
    el país afectando la nacionalidad y
    generando terror; así también las FARC generan
    espacios de poder. Sin embargo, dice Ramonet (1998:23) que "la
    supremacía militar no se traduce ya de forma
    automática en conquistas territoriales, que se convierten
    en imposibles de gestionar políticamente, demasiado
    costosas desde el punto de vista financiero y
    mediáticamente desastrosas". Tradicionalmente las
    conquistas territoriales se combinan con otros tipos de guerra
    entre los cuales vale la pena destacar la guerra
    sicológica, la guerra política y la que parece ser
    la nueva alternativa de las Farc, la guerra económica que
    persigue disminuir o eliminar los recursoso del contrincante para
    diezmar su poder relativo de combate (Perpiñá,
    1973).

    Nadie diferente de las FARC conoció a ciencia
    cierta el funcionamiento al interior de la zona de
    distensión. Solamente por los organismos de inteligencia
    se supo de algunas actividades que allí se realizaron y
    que reñían totalmente con la concepción
    inicial de contar con un sitio tranquilo para conversar del
    proceso de paz. En tiempos de globalización fue la única parte del
    planeta donde existió un territorio inmenso, mayor en
    extensión a países desarrollados, en el que los
    ciudadanos nacionales y extranjeros no podían ingresar sin
    autorización de las FARC (Salcedo, 1999). Se sabe que
    existieron dentro de los 42.139 kilómetros cuadrados,
    lugares restringidos porque allí funcionaban campos de
    entrenamiento
    militar y otras instalaciones proyectadas para la guerra y no
    para la paz.

    Desde el inicio de la zona de distensión en
    noviembre de 1998, ese territorio fue totalmente controlado por
    las FARC y en tal virtud, no existió ninguna
    intervención por parte del Estado, presentándose un
    inmenso vacío al respecto del ordenamiento terrotorial
    conforme a las leyes vigentes. Mientras en todos los municipios
    del País los planes obedecen a un proceso de
    participación democrática, en la zona de
    distensión nadie sabe a ciencia cierta cuál fue la
    metodología y qué papel jugó la sociedad
    civil si es que así se puede llamar a una comunidad que se
    encontraba bajo un régimen jurídico y
    político diferente al que impera en el resto del
    territorio colombiano, porque allí no existieron los
    elementos básicos necesarios para integrarse a la nacionalidad
    (Massiris, 1998).

    En los cinco municipios pertenecientes a la extinta zona
    de distensión, el Estado no operó durante tres
    años y medio y en tal virtud, el ordenamiento territorial
    que allí se dió fue impuesto por las
    guerrillas de las FARC, buscando unicamente el desarrollo de sus
    intereses. Al aceptar el gobierno el inicio de una
    negociación en medio del conflicto armado,
    justificó que las FARC continuaran combatiendo al Estado
    desde ese territorio, como centro de operaciones con el
    consecuente empleo
    geoestratégico (Lacoste, 1977). Ahora bién, al
    romperse el proceso de paz y terminarse la zona de
    distensión desde el punto de vista legal, los problemas
    relacionados con el ordenamiento territorial no se han resuelto;
    las FARC continuarán haciendo presencia en ese territorio
    y la situación seguramente será similar a la que se
    presentaba antes del mes de noviembre de 1998. Durante casi 50
    años las FARC generaron su propio espacio en ésta y
    en otras zonas del país y por eso seguirán buscando
    su consolidación. El Estado debe aplicar eficientes
    políticas y estrategias si su deseo es mantener la
    integridad del territorio de la Nación (Cadena,
    1999).

    Es evidente que el control del orden público y
    del comportamiento
    de la ciudadanía en general, lo realizaron las FARC en la
    zona de distensión porque permanentemente instalaban
    retenes sobre las vías, cobraban peajes e impedían
    el tránsito de personas y vehículos en horarios por
    ellos impuestos,
    reteniendo pasajeros por sospecha de paramilitarismo. Se sabe
    plenamente que tuvieron injerencia en asuntos que iban desde
    problemas familiares hasta negocios de
    dinero y especialmente de tierras. Imponían castigos y
    penas graduadas desde la obligación de asear las plazas
    públicas hasta el destierro o el fusilamiento.

    El control de orden público que se ejerció
    en la zona de distensión refleja que al contrario de lo
    acontecido en otras épocas, los rebeldes requirieron de
    abundantes redes de comunicaciones, pues se trataba de dispersar a las
    fuerzas estatales mediante ataques sorpresivos a pequeñas
    poblaciones conectadas a las redes de transporte
    departamentales y nacionales. Dentro de ese mismo
    propósito, las FARC iniciaron una actividad terrorista a
    la que denominaron "pesca
    milagrosa" consistente en instalar retenes ilegales donde
    escogían a sus víctimas y las secuestraban para
    luego exigir grandes sumas de dinero por su liberación
    (Vargas, 2001).

    Desde el inicio de la zona de distensión las FARC
    construyeron una infraestructura para albergar a 10.000 personas
    aproximadamente que incluía lo que llamaron Villa Colombia
    donde se realizaron las conversaciones con delegados del
    Gobierno. Pese a contar con todas las comodidades posibles en la
    zona, ninguna empresa de
    servicios
    públicos percibió dineros por el usufructo de
    los mismos. Las FARC operaron una inmensa red de comunicaciones
    inalámbrica empleando cientos de frecuencias del espectro
    radioeléctrico sin que cancelaran un sólo peso por
    ese concepto al
    Ministerio de Comunicaciones.

    Nadie sabe exactamente a quien pertenecen las tierras en
    las cuales las FARC construyeron sus campamentos; sin embargo,
    hoy se conoce que desterraron a muchos propietarios de fincas y
    parcelas, en algunos casos después de obligarlos a firmar
    la entrega de sus bienes. Guerrilleros desertores informaron que
    los planes incluían el acaparamiento de todas las fincas
    de esa zona para organizar un nuevo estado donde las FARC
    iniciarán la "nueva Colombia". Allí se estaba
    presentando el fenómeno de la difusión espacial que
    es el proceso por el que el comportamiento o las
    características de un territorio, cambian como
    consecuencia de lo ocurrido antes en otro lugar. La
    difusión espacial es la propagación de un
    fenómeno en el espacio y en el tiempo, desde unos
    orígenes limitados (Mendez, 1997). Marquetalia, Río
    Chiquito, El Pato y El Guayabero pudieron servir de paradigma para
    una nueva república independiente en el
    Caguán.

    Ante la ausencia de autoridades legítimas que
    representaran el Estado de Derecho, las FARC asumieron la
    administración de los espacios terrestre, fluvial y
    aéreo, so pretexto de proporcionarse su propia seguridad.
    Lo que queda claro es que al suplantar al Estado, se cometieron
    toda clase de violaciones a los derechos fundamentales de
    los ciudadanos que por sus propias razones continuaron viviendo
    en la zona y no pudieron abandonarla como sí
    ocurrió con una gran cantidad de colombianos que pasaron a
    formar parte de ese grupo de excluidos, al que
    olímpicamente llamamos desplazados y por los que nadie se
    preocupa. Se volvieron cotidianos los llamados retenes ilegales
    instalados por las FARC para realizar las ya conocidas "pescas
    milagrosas" que no son sino vulgares secuestros de gente inocente
    (Gómez, 2000).

    Al terminarse la zona de distensión es necesario
    concretar si su activación facilitó o no el avance
    an las conversaciones de paz. Se creyó inicialmente que
    era para conversar y para adelantar el proceso que tanto
    anhelamos los colombianos para poder vivir en paz. Sin embargo,
    hoy el desencanto es general, pues la zona sólo
    sirvió como campo de entrenamiento de terroristas, campo
    de concentración de secuestrados, laboratorio para
    producción de coca, asesinato de
    colombianos y extranjeros, expulsión de autoridades
    legítimas e infinidad de delitos
    atroces. Sirvió la zona para que las FARC adoptaran una
    actitud
    soberbia y los colombianos perdieran la esperanza en un proceso
    de paz. Desde el punto de vista político, sirvió
    para que la mayoría de los colombianos entendieran que las
    FARC no han estado ni están interesadas en la
    solución negociada del conflicto y que solo la guerra es
    su opción. Ha sido la derrota política más
    estruendosa para la guerrilla, paradógicamente, gestada
    por sus propias acciones. Desde el punto de vista militar,
    sirvió para que las FARC se fortalecieran y replantearan
    sus operaciones con miras a la toma del poder por la vía
    armada causando mucho daño a
    la población civil y a la economía nacional,
    quedando claro que las FARC si han empleado la Geografía
    como un arma para la guerra (Lacoste, 1977).

    Prospectiva
    ante el desinterés por el territorio.

    Los escenarios de la Geopolítica han cambiado. La
    tecnología, la desideologización,
    consecuente al fin de la llamada guerra
    fría implican una transformación del
    fenómeno de la guerra también. La tendencia a la
    internacionalización de todos los conflictos en la
    globalización reinante es irreversible. No
    sería extraña una intervención extranjera en
    nuestro país para erradicar el problema que hoy aqueja a
    los colombianos ante la indolencia de los gobernantes del pasado
    y del presente. Lo más grave sería que los
    próximos gobiernos continuaran disponiendo
    irresponsablemente del territorio para otras zonas de
    distensión so pretexto de alcanzar la paz, poniendo a la
    Nación en grave riesgo de
    desintegración y de pérdida de los valores
    nacionales.

    Que el gobierno actual y los futuros sean o no
    conscientes de lo que está sucediendo, que la comunidad
    internacional esté reaccionando; que el país se
    siga desintegrando, que los colombianos actuemos a tiempo
    serán asuntos de los que sólo tendrán
    noticia las futuras generaciones; aquellas que nos
    juzgarán por haber permitido que sigan viviendo como
    esclavos del desorden, del crimen, de la violencia y sobre todo,
    de la negligencia estatal. A simple vista, las FARC durante sus
    fases de crecimiento, han aplicado las teorías de Mahan y
    Mackinder, es decir, se observa la práctica de las
    más elementales y antiguas teorías
    geopolíticas para la conquista y expansión
    territorial, solo que en este caso estamos hablando de una
    geopolítica dentro de las fronteras territoriales de la
    Nación.

    La defensa y la seguridad nacional son dos elementos
    importantes del poder, sujetas a la acción
    política por tratarse de herramientas
    fundamentales para mantener el monopolio de la fuerza,
    proporcionando así a toda una nación las
    posibilidades para su desarrollo (Cadena, 1999). Los bienes
    públicos puros y meritorios pertenecen a todos los
    ciudadanos sin excepción. La defensa y la seguridad forman
    parte de esos bienes y es precisamente el Estado el responsable
    de producirlos. Cuando un Estado se torna ineficiente e ineficaz,
    existe grave riesgo de anarquía.

    La Constitución Política de Colombia de
    1991, Título I, de los Principios
    Fundamentales, Artículo 2, contempla entre los fines
    esenciales del Estado: "defender la independencia
    nacional y mantener la integridad territorial de la
    nación". Este segundo fin, con base en los límites
    internacionales trazados y reconocidos legalmente, así
    como en las normas dispuestas
    por el Estado, de estricto cumplimiento por parte de los
    ciudadanos.

    En Colombia se presentan amenazas contra la seguridad
    externa e interna; hay naciones que reclaman espacios
    marítimos y territoriales que ancestralmente han sido de
    Colombia y otras que ejercen presiones en la conducción de
    sus asuntos internos, apoyados en formidable poder coercitivo. El
    Estado tiene la obligación de custodiar ambos frentes por
    mandato de la Constitución Nacional, empleando los
    recursos de la diplomacia y el Derecho
    Internacional en el externo, con respaldo adecuado de poder
    militar y los medios
    políticos, económicos y de fuerza pública
    que la ley permite en lo interno (Valencia, 1997).

    Si se hubiera persistido en la determinación de
    extender las prórrogas para el funcionamiento de la zona
    de distensión, las FARC, en el mediano plazo
    habrían podido imponer su voluntad, argumentando que como
    era en ese territorio donde ellas habían generado su
    propio espacio, éste les pertenecía.

    En ese momento se habría iniciado un
    fenómeno similar al de la balcanización, explicado
    en la introducción de esta tesis, porque otros
    grupos armados de izquierda y de derecha hubieran pretextado la
    misma situación para exigir otros territorios. Pero
    también pudo suceder que a cambio de la
    tan anhelada paz, las FARC propusieran la federalización
    de Colombia como una de sus exigencias y se aprovechara ese
    territorio como inicio del experimento. El Estado colombiano en
    adelante, debe ejercer el poder como recurso para alcanzar las
    metas de un gobierno y en especial el poder público que es
    el que permite organizar soberanamente a una sociedad
    determinada. Hay que recordar que el poder significa legitimidad
    y autoridad con el propósito de gobernar y/o dirigir
    grupos
    sociales.

    Teniendo en cuenta que la desactivada zona de
    distensión del Caguán es un extenso territorio con
    características geoestratégicas, el Estado
    colombiano debe recuperarlo prioritariamente e integrarlo a la
    nacionalidad mediante planes de desarrollo que permitan su
    sostenibilidad y que garanticen a sus habitantes hacer uso pleno
    de todos sus derechos y gozar de las comodidades que como seres
    humanos deberían tener.

    Las estrategias para el cumplimiento de este gran
    objetivo nacional deben tener muy en cuenta los aspectos
    económicos, políticos, sociales, militares y
    sicológicos para evitar que el fenómeno se repita
    cíclicamente. Cuando una sociedad no puede controlar su
    espacio, es que está en vía de desaparición
    o en decadencia continua, lo que es lo mismo. Todo espacio que no
    se domina es siempre dominado por otros (Ceresole,
    1991).

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    José Luis Cadena Montenegro

    Geógrafo y politólogo colombiano
    Profesional en Ciencias Militares-Magister en Ciencia
    Política- Magister en Planeación
    Socioeconómica- Mag´ster en Geografía. Doctor
    en geografía. Consultor en Defensa y Seguridad.

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