Oferta y demanda en el Perú de los alimentos de primera necesidad como el azúcar en el 2006
En esta oportunidad, por primera vez, y gracias al
impulso que día a día recibo de un estimado
profesor,
tengo el honor y por qué no decirlo el orgullo de
presentar esta monografía cuyo título ya se
expresó anteriormente. Y es así que, hablaré
y comentaré esperando la participación y debate de cada
uno de los lectores de aquella noticia que ha hecho sobresaltar a
cada una de las miles de familias peruanas, noticia que a decir
verdad, no ha causado tanta algarabía sino más bien
preocupación.
Este título es bastante controversial, claro que
sí, porque están en tela de juicio los productos de
primera necesidad que se nos vende y que consumimos diariamente
como es el azúcar en la que centraré mi atención y otros más, como el pan,
los huevos, la yuca, espinaca, etc., bienes que
resultan indispensables por la vitalidad que proporcionan. Y
claro, este tema de la subida de precio y la
consecuencia de demanda que genera tiene raíces y
orígenes que no vienen a discusión, sino más
bien es importante detallar los efectos que se han y vienen
produciendo, que a continuación presento.
Comencemos entonces, mencionando a una de nuestras
fuentes como
es el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), que nos presenta los
diferentes precios a los
cuales se sometieron tanto el azúcar blanca y rubia, desde
el mes de enero a marzo en este año, a
continuación:
Cuadro de Resultados de |
Precio Azúcar Blanca 2006 Enero 2.09
Febrero 2.14
Marzo 2.25
Precio Azúcar Rubia 2006 Enero 1.95
Febrero 2.00
Marzo 2.16
|
Fuente : Instituto Nacional de |
Analizando estos datos de ofertas
al consumidor ya sea
para el azúcar blanca y rubia, trasladamos esta información a un gráfico para
comprenderlo mejor, ubicando los precios en soles en el eje
vertical:
Entonces resulta más fácil comparar estos
datos, pero sin profundizar en las causas que lo originaron, ya
que no es ése mi tema central, el hecho es sin embargo y
he de mencionarlo, que es conocimiento
de todos, que la especulación ha influenciado mucho en la
subida de precio de estos productos. Los demandantes y ofertantes
son víctimas unos a otros, sin darse cuenta que son los
propios hechos coyunturales de nuestro país tanto
políticos, si de elecciones se trata, como
económicos, que marcan la existencia de este agente
conocido como especulación, el qué pasará,
frente a todos estos cambios que nos trae la rutina
económica mezclada con política y hechos
socioculturales, que desembocan nada más ni nada menos en
la misma población, en nosotros, que sin rumbo, nos
encontramos ante miles de alternativas, sin saber qué
escoger ni qué elegir.
Esperamos ante esto, una respuesta de arriba, de una
masa que nos conduzca, de un sector o ministerio que a decir
verdades, parecen ni enterados del tema.
Es así que son el público entero desde
ejecutivos, ministros, presidentes, comerciantes minoristas
llegando hasta nosotros los demandantes, que hacemos llegar
nuestras voces a nosotros mismos, esperando una respuesta, se
trata de un producto de
vital importancia en cada uno de nuestros hogares, necesario para
los vendedores y en general para el país, y que resulta
ilógico pensar que tan solo por una bendita
especulación en territorio peruano se hay subido el
precio.
Leamos el siguiente párrafo, que señala el diario La
Primera:
"Como consecuencia de un aumento mundial del
edulcorante, las primeras repercusiones empezaron a afectar a los
consumidores peruanos, quienes han visto un aumento de 50
céntimos más el kilo de azúcar. El
presidente de la Asociación Peruana de Productores de
Azúcar y Biocombustible, Freddy Flores, dijo que ese
incremento obedece a la disminución de la producción y oferta de este
producto en el mercado
internacional."
Puedo deducir, de acuerdo a la pronunciación del
señor Flores, que estando ante una disminución de
producción del azúcar, y que justamente lo poco que
producimos lo vendemos al extranjero. ¿Y nosotros los
consumidores peruanos?, dónde quedamos nosotros los
demandantes de un producto que se hace en nuestro
país.
Parece que se prefiere mil veces vender y pues bueno
después compramos para nosotros, y es que no estamos
tratando de ser ni de que seamos egoístas con lo nuestro,
sino de que lo sepamos distribuir, estudiando lo que es
conveniente o no. Nosotros los consumidores, no podemos quedar
relegados a un segundo plano, al contrario, debería
existir una armonía o equilibrio en
el mercado entre ofertantes y demandantes.
Y es que si seguimos analizando, la oferta, venta o entrada
del azúcar, producto esencial en el mercado internacional,
no puede desplazar ni perjudicar la compra y venta en territorio
peruano, una situación que aunque sea mundial,
debería traer contento, ventajas, ganancias tanto para
productores como consumidores y en general para un país
subdesarrollado como es el nuestro, el Perú. No es justo
que estemos viviendo una situación de tal magnitud, que al
parecer nos muestra que tanto
políticos o personajes relacionados con la economía están
ciegos o sordos que no ven ni opinan positivamente sobre el tema,
sin saber cómo ni qué hacer ante tal hecho que
daña a cada uno de los consumidores y
productores.
El tema es preocupante, señores, porque acapara a
la población en general, y además, valga la
redundancia, no es tan solo un producto sino varios los que
están en tela de juicio. Y aunque la razones, como
sabemos, vayan más allá del TLC firmado,
las brillantes elecciones que vive nuestro país, el futuro
presidente que comandará el Perú o el miedo a caer
en una hiperinflación, el hecho es que estamos
frente a un tema económico, el cual se tiene que estudiar
mediante ese fondo, sin perjudicar la producción de los
agricultores ni el bienestar de la mesa de cada uno de nosotros.
Pareciera más bien, que el tema fuera netamente
político y que estuviera bajo la voluntad de una sola
persona y no
es así.
Nos interesa sin embargo, que más allá de
los consumidores, sean también las asociaciones o empresas
azucareras que se manifiesten y pronuncien sobre el tema, para
alcanzar una conclusión beneficiosa en la que deben
intervenir estas dos grandes fuerzas del mercado.
Una conclusión que sea razonable, lógica
y que logre establecer estrategias que
ayuden a mejorar esta difícil situación que nos ha
tocado vivir no solo con uno sino con varios productos esenciales
en cada uno de nuestros hogares.
Tal como señala el diario El Trome:
"Los comerciantes minoristas alzaron su voz de
protesta por el alza del saco de azúcar que, en menos de
una semana, subió de 70 a 125 soles.
En el Mercado de Productores de Santa Anita y Fiori,
los mayoristas han dicho que las azucareras han subido los
precios sin dar mayores detalles. A mí me perjudica porque
si antes costaba 1.25 el kilo, ahora lo tengo que vender a 2.60
soles, expresó un vendedor.
Agregó que este incremento ha causado la
protesta de los clientes, que
ahora compran chancaca para endulzar sus bebidas."
Independientemente, de que el azúcar sea un
producto que puede ser sustituido o reemplazado, que nadie lo
duda, no es lo que se pretende y somos conscientes que no siempre
será así, por el cultivo y la producción que
existe en nuestro país. Como vemos, es
prácticamente todo un escándalo lo que se vive, por
un lado los productores azucareros que reclaman ganancias y
ventas y por
otro consumidores afectados que reclaman por precios
bajos.
Lo interesante es que ni los consumidores pueden
desligarse de los productores ni éstos de los
consumidores. Y es por ello que si uno se afecta, en consecuencia
el otro también se verá perjudicado. Es ante esta
situación que necesitamos un análisis superior que conlleve a obtener
apoyo de las autoridades competentes como el MINAG, por ejemplo,
que se vea reflejado en investigaciones
del caso y justificaciones mediante precios para los
consumidores.
Empezando ya el mes de abril y siendo el azúcar
uno de los productos básicos de la canasta popular, las
amas de casa se toparon con una ingrata sorpresa ya que el precio
superaba los S/. 3.50 en los mercados
minoristas de Lima, estando ellas acostumbradas a comprar la
bolsa de kilo de azúcar blanca a S/. 2.60
aproximadamente.
Para los mayoristas la situación era peor.
El saco de 50 kilos del ahora no tan dulce producto subió
en S/. 37, al pasar de S/. 85 desde hacía ya quince
días a S/. 122. Esta drástica alza produjo que en
el mercado de Santa Anita la venta fuese restringida.
En declaraciones a una radioemisora local, Manuel
Manrique, ministro de Agricultura,
dijo que no existe ningún motivo lógico que
justifique el alza, mientras que ASPEC denunció la
especulación de precios por parte de los productores e
hizo un llamado a los consumidores a no comprar este producto y
presionar a los productores a poner el precio a su nivel
normal.
Mientras avanzamos en el análisis de esta
monografía vamos descubriendo entonces que
las causas son leves y los efectos impactantes. Así,
Freddy Flores, gerente
general de la Asociación Peruana de Productores de
Azúcar y Biocombustibles (APPAB), indicó que esta
subida se debe al incremento del precio internacional del
azúcar, pero aclaró que este aumento de S/. 37 es
exagerado y producto de distorsiones en la cadena de comercialización. Es decir, que no existe
una explicación económica.
Por otro lado tres distritos del sur de Lima
adoptarían aumentos de hasta 100% ya que los azucareros
mencionan que hay especulación en la cadena comercial, y
es que se menciona además que gracias al alza de
azúcar, el pan también ha subido. Imagínense
a los productos involucrados en esta alza, tan solo pensemos en
aquellas panaderías que funcionan y en las personas
entusiasmadas que ya no lo están y que existen en cada una
de ellas, y sobre todo en aquellas que han y están
pensando en cerrar sus negocios no
solo por los costos de los
insumos que implica, sino por la subida del precio del
azúcar y lo que ello significaría en sus clientes.
Este descontento se ha multiplicado por cerca de 1.500
panaderías según un informe.
Ante esto Freddy Flores, gerente general de la
Asociación Peruana de Productores de Azúcar y
Biocombustibles (APPAB), consideró que la
especulación no durará muchos días,
además que el pan no sube por el azúcar, sino por
la harina de trigo. Un dato refuerza esa posición: en la
estructura de
costos de la fabricación del pan, el azúcar apenas
representa menos del 8%, y la harina más del
60%.
Y aunque la Comisión de Defensa del Consumidor
del Congreso de la República decidió citar a Manuel
Manrique, ministro de agricultura junto a productores y
comerciantes para investigar las razones del incremento, Indecopi
informó que por la característica del mercado es
fácil especular y existen actores con mucha influencia
sobre las condiciones de comercialización, además
ya comenzó a recabar información para analizar si
actúa de oficio en el tema.
Es y sería de enorme ayuda, que grandes entidades
involucradas en este asunto, comiencen a buscar alternativas
positivas que sepan contrarrestar de antemano las dificultades
que se están presentando en los hogares y mercados en
general.
Lo importante, sin embargo, es que no hay
desabastecimiento en el mercado porque en marzo la
producción de azúcar creció 30% con respecto
al año pasado, cifra que podría hacernos respirar
un tanto pero hasta cuándo, aún es alarmante por la
situación que está empañando la
economía, en especial a las amas de casa.
Avanzan los días y son la preocupación y
el desconcierto los factores principales que alertan a las amas
de casa, no sólo por la subida del azúcar, sino
también por el aumento de precio de los alimentos de
primera necesidad en los mercados.
Por ejemplo, el pollo, que costaba 4.80 soles, ahora
cuesta 5.80, mientras que el azúcar blanca pasó de
1.90 a 2.80 soles.
La harina preparada, que se vendía a 3.20 soles,
ahora está a 3.70, el tarro de leche
fluctúa entre 2 y 2.20 soles y el kilo de huevos se vende
a 3.80, cuando su precio normal es de 2.80 céntimos.
Asimismo, el camote ha subido de 50 céntimos a 1.20 soles,
mientras que la papa de 80 céntimos a 1.20, el tomate de 60
céntimos a 1 sol el kilo y el kilo de rocoto de 1.40 a
3.80 soles.
Frente a todas estas cifras alarmantes, escuchaba las
opiniones de las perjudicadas, las amas de casa, y lo que
más cautivó mi atención, sin lugar a dudas
fue cuando exclamaron: "Todo está por las nubes, no
sé qué vamos a comer". Existen señores, una
en cada hogar, y aunque haya tan solo una causa simple que haya
generado semejante situación, sé y sabemos que se
puede solucionar, tal vez que favorezca a una de las fuerzas de
este mercado, pero que beneficie un tanto a nosotros los
consumidores, y más aún a sabiendas que existen
sectores D y E, que resultan más perjudicados
todavía, por la escasa economía que les
rodea.
No permitamos, que una simple especulación,
determine ciertas actitudes que
conlleven a los productores a sentirse amilanados con sus insumos
y ventas. Y aunque ya ni viene al caso saber qué y
quién fue el culpable, lo importante es el llamado a las
autoridades como lo he venido mencionado en cada parte de mi
redacción, que tomen cartas en el
asunto, y que en vez de asustarnos con sus benditos acuerdos, nos
informen sobre las ventajas y desavenencias de los mismos, para
que justamente no seamos sorprendidos con hechos como
éstos.
Sin embargo, nuevas noticias salen
a relucir en la capital, como
la subida del precio internacional de este producto y la
salvaguardia de 21% que se le aplica (a la variedad blanca),
proveniente de Colombia. Ambos
argumentos son esgrimidos por productores e industriales, para
explicar el alza. La pregunta es entonces, están todos los
productores informados sobre estos argumentos, creo que
no.
Los minoristas solo saben que su clientela está
bajando y que el incremento se ha venido produciendo desde hace
pocas semanas atrás, lo que ha llevado a que el precio de
este producto de gran demanda popular haya pasado de S/.1.80 a
S/.2.80 la variedad rubia, y de S/.2.00 hasta S/.2.90 y S/.3.00
la blanca, según pudo comprobar el diario La
República en un recorrido por algunos mercados de la
capital.
Este incremento progresivo lo confirma Carlos Andrade,
presidente de la Asociación Peruana de Productores de
Azúcar y Biocombustibles (APPAB). Él atribuye esta
situación al alza del precio internacional. Sin embargo,
el aumento del producto local es mayor. Mientras que la bolsa de
50 kilos de azúcar importada cuesta S/.100, los
productores la colocan entre S/115 y S/.120 en el Mercado
Mayorista de Santa Anita.
En la Sociedad
Nacional de Industrias (SNI)
la posición es clara: el incremento se debe a la
salvaguardia de 21% aplicada al azúcar blanca proveniente
de Colombia. Alejandro Daly, presidente del Comité de
Molinos de la SNI, manifiesta que para "atenuar" el alza el
Gobierno debe
eliminar la salvaguardia de 21%.
Sin embargo, Andrade afirma que atribuir el alza a la
vigencia de la salvaguardia demuestra desconocimiento del tema o
en todo caso que se quiere engañar a la opinión
pública: "El arancel del azúcar en este momento
es cero porque la franja de precios (mecanismo para corregir el
producto importado subsidiado) es negativa, debido al alto nivel
del precio a nivel internacional".
Además, Freddy Flores, gerente general de la
APPAB, precisa que el 75% del consumo
nacional corresponde a la demanda de hogares, que mayormente
emplean la variedad rubia. Solo un 25% es para uso
industrial (blanca).
Y es que el azúcar sirve de insumo para la
elaboración de otros productos. Como la gelatina, por
ejemplo, tan requerida en las loncheras de los niños
subió de S/.4.40 a S/.4.80 el kilo.
Ya nos vamos imaginando el impacto que produce y
producirá en las familias de cada uno de nosotros, es una
verdadera lástima. Si tal vez fuera un solo sector, el
perjudicado, que no es lo recomendable claro está, pero el
hecho es que son todos los sectores los que están en tela
de juicio, porque de alguna u otra manera comprendemos que son
diferentes las masas que sufren ante esta situación, que
aunque no parezca nos limita con uno u otro producto que
está relacionado con el azúcar.
Son entonces, niños y adultos los involucrados en
este tema, y es justamente ante el desconocimiento,
engaño, especulaciones y abusos, que el Estado debe
combatir en bien de la sociedad que comprometa positivamente
tanto a productores y consumidores.
No podemos pasarnos toda la vida pensando en beneficiar
a los demandantes, sino también a los productores, porque
todo esto es como un círculo en el que cada uno de
nosotros va avanzando, buscando ganancias y alternativas, pero
que no sea a costas de otro.
Como vemos se han elaborado las hipótesis más diversas sobre el
incremento del precio del azúcar, desde
especulación por la coyuntura política, la
salvaguarda de 21% a la importación de azúcar proveniente de
Colombia, aprovechamiento de los azucareros hasta el temor al
desabastecimiento, sin encontrar una razón técnica.
Si bien los precios internacionales del azúcar sí
han subido, el incremento en Lima, muy por encima del precio
internacional, no se justifica: la bolsa de 50 kilos pasó
de S/.80 a casi S/.130. Debido a eso, el ministro de Agricultura,
Manuel Manrique, aseguró que la subida no se debía
a los costos de
producción, y que más bien se trataba de un
fenómeno netamente especulativo.
Por ello informa que, imitando viejas prácticas,
buscaría reducir el alza en el precio del azúcar a
través de ferias que se abrirán al público
en diferentes zonas de los conos, norte, este y sur de Lima,
espacios en donde los productores venderían azúcar
directamente al público a un precio que según
estimó, podría ser de S/.115 por bolsa de 50
kilos.
Asimismo se volvió a pronunciar la
Asociación Peruana de Productores de Azúcar y
Biocombustibles (APPAB), pero contra Alejandro Daly, presidente
del Comité de Molinos de la Sociedad Nacional de
Industrias (SNI), quien solicita que se elimine la salvaguardia
al azúcar proveniente de Colombia. La APPAB
señaló que estaba demostrado que el alza del precio
del azúcar es por razones especulativas en la cadena de
comercialización, asociadas al precio internacional del
producto y no por escasez ni por la
salvaguarda. Pero Alejandro Daly reiteró que los
azucareros no requieren de protección y mucho menos ahora
al asegurar que las salvaguardas se dan cuando se reemplaza la
producción nacional o para reparar un daño a
la industria y
esos dos casos no se han cumplido. Es así que informaron
que están a la espera sin presiones, un análisis
profesional de este tema, indicando que existe una salvaguarda
que no debe mantenerse.
Por otro lado, los ingenios y el mercado de Santa Anita
se culparon mutuamente del alza de los precios, ya que
representantes de Santa Anita responsabilizaron a Cartavio y
Paramonga de estar vendiendo la bolsa a S/.128 soles, mientras
que pocos días atrás la vendían a S/. 86.
Indicaron también que ambas azucareras han restringido sus
ventas solo a favor de sus 'brokers', y por lo tanto
negándoles la venta a terceros, razón por la cual
han anunciando que iniciarán medidas ante
Indecopi.
Sin embargo, Roberto Foulkes, gerente de Cartavio,
desmintió tal información tras señalar que
si el precio sube es debido a los acaparadores, además de
la subida internacional del azúcar, asegurando a su vez
que es el Mercado de Santa Anita, el que fija los precios. De
acuerdo con Foulkes, el precio sube todos los años cuando
los ingenios paran unos días por mantenimiento,
como es el caso de Cartavio ahora, que solo está vendiendo
reservas. Tal es así que cuando esto sucede, algunos
piensan en el agotamiento del stock y en consecuencia de su
desabastecimiento, así que mejor lo guardan y comienzan
las especulaciones y acaparamientos.
Todo parece indicar que nos encontramos realmente en una
situación preocupante y alarmante, como es la subida del
azúcar y de la enorme influencia que ha tenido en otros
alimentos esenciales en cada uno de nuestros hogares. Pero eso no
es todo, el alza del precio del azúcar, que empezó
en marzo ha provocado una inflación dulce como el producto
de 0,46% registrado en el mismo mes según el INEI.
Sentimos ahora que tanto el MINAG como otras entidades
relacionadas e identificadas con el tema, se encuentran
investigando esta situación, para neutralizar
desavenencias, contrarrestar ataques y buscar alternativas de
solución que ayuden a mejorar la estrecha relación
que existe entre productores y consumidores.
También se pronunció el ministro de la
Producción, David Lemor, indicando que el tema está
siendo estudiado y que recurrirá a conversaciones con los
productores de azúcar y con los que lo usan como insumo
para elaborar otros productos.
Como había ya informado el ministro de
Agricultura, Manuel Manrique, productores de azúcar en
coordinación con el Ministerio de
Agricultura vendieron en forma directa dicho producto a S/.1.80
para evitar la especulación, para contrarrestar la
comercialización del mismo a S/2.80 y S/3.00.
Sin embargo, para darnos una idea más de la
crisis que
estamos viviendo, pese a la venta directa iniciada por las
autoridades en diferentes mercados el azúcar sigue con un
precio elevado, pues la blanca cuesta 3 soles y 2.80 la
rubia.
Además el alza en los precios de los alimentos no
se detiene pues el kilo del huevos subió de S/. 2.90 a S/.
3.80, el tarro de leche de S/.2.10 a S/. 2.30, el precio de la
yuca ha aumentado de un sol a 2 soles el kilo y la espinaca a
3.50. Incluso el culantro y perejil han subido a 5 soles el atado
grande, pero el producto que más ha subido es el rocoto,
que ahora cuesta entre 6 y 7 soles el kilo. Estamos entonces,
frente a un marcado desabastecimiento que de no solucionarse
traería consecuencias inimaginables tanto para productores
mayoristas o minoristas y consumidores.
Esperemos entonces seriamente, que las autoridades
involucradas y relacionadas con la subida de azúcar
inicien y preparen nuevas alternativas o estrategias, y que
piensen que lo más importante no es encontrar al o los
culpables ni causas que lo originaron sino que realmente
necesitamos todos incluyéndolos soluciones,
investigaciones del caso, conversaciones con los productores o
mayoristas, interacciones con ellos, de tal manera que la
situación se normalice.
No hagamos señores, que una simple
especulación o acaparamiento de ciertos sectores de la
población invada nuestra tranquilidad. Imaginemos tan solo
que esta subida de azúcar ha ocasionado aunque con el
más mínimo detalle quizás, la consecuencia
de la subida de precios de otros alimentos también
esenciales para nosotros.
Al contrario, deberíamos sentirnos orgullosos de
exportar y hacer partícipe nuestro producto en el mercado
internacional. Lastimosamente la coyuntura política que
vive el Perú, se suma a esta preocupación y aunque
tal vez sea la causa más próxima a este hecho, no
significa que tengamos que atemorizarnos, al contrario
necesitamos y debemos cultivar el optimismo, creer en algo,
aunque sea difícil y tratar en la medida de encontrar un
apoyo que ayude y garantice al productor y consumidor la normal
realización de compra y venta en el mercado.
Esta monografía la realizo persiguiendo que cada
uno de nosotros, consumidores de uno u otro producto, conozcamos
la realidad económica que le ha tocado y le toca vivir y
enfrentar a nuestro país, que aunque subdesarrollado,
tiene armas para
contrarrestar sus problemas y
que solo lo podemos encontrar en cada uno de nosotros y en las
autoridades. Y es que si no existe ningún motivo
lógico para el inicio de un problema, el cual dicho sea de
paso involucra a toda la sociedad, simplemente no debería
existir por tal o cual conveniencia de un sector poderoso o
no.
Hoy, señores, nuestro país, se debate en
un problema de precios de alimentos esenciales como es el
azúcar y que lo más triste es pensar no sólo
en las discusiones que se siguen generando entre entidades
relacionadas con el tema, sino que la población en
sí, y en especial las amas de casa, se encuentran ante
disyuntivas que nadie puede resolver.
No podemos darnos el lujo y mucho menos los productores
de seguir especulando, las consecuencias son grandes y bastantes
perjudicantes. Sin embargo todo entorno político nos trae
abundante preocupación y lastimosamente son nuestros
alimentos quienes son los principales exponentes.
Así, Gonzalo García Núñez,
candidato a la primera vicepresidencia por Unión por el
Perú (UPP), afirmó que el incremento en el precio
del azúcar se debe al temor de que Alan García pase
a la segunda vuelta electoral. El mercado ha generado una
reacción especulativa y a la población le preocupa
el peligro acordándose de las colas que se hacían
para comprar el azúcar en su gobierno.
Sinceramente, es una lástima lo que está
pasando, nos estamos dejando abatir por acontecimientos de
tiempos atrás, tal vez por hechos que ni volverán a
pasar, pero aún recordándolo genera enorme
preocupación, de ahí las especulaciones y sus
consecuencias.
En síntesis,
señores productores y consumidores, no expongamos ni
pongamos en tela de juicio nuestros alimentos, como el
azúcar y demás productos relacionados, por el
Gobierno que sucederá y tendrá el mando de nuestro
país. Existen diversas estrategias para solucionar los
problemas. Y el primero pienso, que es la confianza que debe
irrigar el actual Gobierno tanto a productores como a
consumidores, para sentir respaldo pleno de nuestras acciones,
previa supervisión del mismo.
Esperemos entonces, que este considerable hecho se
solucione lo más pronto posible, recibiendo el apoyo de
las autoridades competentes como del Estado, y que
sin lugar a dudas no vuelvan a repetirse acciones que influyan en
el bienestar íntegro de nuestra sociedad, por el bien de
cada uno de nosotros, que no merecemos más que ganancias
según sea el caso.
BIBLIOGRAFIA
- Disponible en Web:
- Disponible en Web: www.elcomercio.com.pe
- Disponible en Web: www.laprimera.com.pe
- Disponible en Web: www.trome.com
- Disponible en Web: www.gestion.com.pe
MARIA LUZ CONDORI
OCHOA
UNIVERSIDAD DE SAN MARTIN DE PORRES
FACULTAD: CIENCIAS
ADMINISTRATIVAS Y RELACIONES INDUSTRIALES
ESCUELA PROFESIONAL: ADMINISTRACION DE
EMPRESAS
CURSO: MICROECONOMIA