El reordenamiento geopolitico: la constitución de bloques continentales
- Abstract o
Resumen - La constitución de bloques
continentales - El origen de los bloques
económicos-regionales - Las consecuencias del orden
mundial del siglo XXI - Profundizacion de la brecha
entre paises ricos y paises pobres - Disputa interna por los
beneficios económicos - Proyección de los
bloques económicos-regionales - ¿El poder del siglo XXI
cambia de color? - Resignación o
resurrección - El elemento asiático
indescifrable - La región de la
revolución permanente - El continente a la
deriva - La ‘otra’ alternativa
occidental - El imperio
decadente - La tendencia
general - Fuentes
bibliográficas
El avance de las tecnologías, la
vinculación de algunos países mediante lazos
institucionales y el cambio masivo
de las reglas de funcionamiento del capitalismo
condujo a los países a replantearse el rol a cumplir en la
etapa post-Industrial, donde el poder se
compone de elementos económicos, financieros,
teconlógicos y armamentistico, dejando de lado la cualidad
exclusivamente militar característica del período
bipolar de Guerra
fría.
Así, el inicio de un nuevo siglo nos encuentra en
un momento histórico de inflexión por las actuales
condiciones políticas,
económicas, sociales y culturales.
La disolución del bloque socialista hacía
prever la constitución de un mundo unipolar con la
hegemonía norteamericana, pero junto a la aparición
de nuevos polos de poder están resurgiendo antiguas
civilizaciones que no quieren estar subordinadas a intereses
externos, y puntualmente a la cultura
occidental. Estas nuevas-antiguas civilizaciones tienen una raiz
cultural muy fuertemente incorporada, al que le sumaron la
capacidad de lectura y
planteo de posiciones en el plano
geopolítico-económico .
PALABRAS CLAVES:
Bloques continentales / regionales.
Geopolítica.
Capitalismo.
Poder mundial.
Multipolaridad.
LA
CONSTITUCIÓN DE BLOQUES CONTINENTALES:
Para dar una clara visión de la evolución, consolidación,
funcionamiento y estrategia de
proyección de los bloques
económicos-políticos regionales, es
indispensable retrotraerse a los procesos que
tienen su punto de partida con el final de la 2da Guerra Mundial y
abren las puertas a la "Nueva Edad de la Historia".
Este nuevo período histórico nace con un
fuerte contenido ideológico fracturado en direcciones
opuestas con respecto al modelo
económico, social, político y cultural a adoptar
por los países en el reacomodamiento geopolítico
postguerra.
El poder mundial se caracterizará por la
tendencia bipolar luego de la Conferencia de
Yalta y Postdam en 1945, donde EEUU y la URSS establecen
hegemonía en importantes áreas de influencia
mundial (Inglaterra,
Francia,
Japón y
Holanda por un lado; Hungría, Checoslovaquia, Rumania y
Alemania
Oriental en la vereda opuesta).
Distintas etapas van a marcar el desarrollo de
la denominada "Guerra
Fría" entre las dos superpotencias. La primera de ellas
podría situarse entre 1945/1958 caracterizado por un
enfrentamiento absoluto pero sin Guerra directa entrte ambos,
sino en intervenciones y confrontaciones mediante distintas
guerras
convencionales, donde una u otra apoyan a los bandos enfrentados.
La Guerra de Corea es un claro ejemplo de la modalidad adoptada
por EEUU y la URSS.
EEUU, hasta 1949 único poseedor de la bomba
atómica, establece como prioridad contener el avance e su
enemigo sobre Europa
Occidental. La "teoría
de la Contención" supone específicamente la
instalación de bases aéreas con aviones cargado de
este armamento sobre la frontera
soviética; pero con el lanzamiento en 1958 del primer
satellite artificial al espacio, la URSS se reposiciona en el
enfrentamiento y da lugar a la denominada época de
"deshielo" o "detente", basado en la mutua disuación
atómica.
Paralelo al desarrollo de la Guerra Fría y al
debilitamiento de las grandes metrópolis coloniales
(europeas principalmente) por quedar subordinada a la influencia
norteamericana o soviética según cada caso, asoma
un tercer bloque que comparte solo una característica
común: luchar por la liberación nacional y social
para dejar de lado la condición de colonia e integrarse al
Nuevo Mundo como países independientes.
América Latina no es ajena a este proceso de
cuestionamiento a la hegemonía de las antiguas o nuevas
potencias, y países como Cuba y Chile
pasan a integrar junto a China,
Indonesia, India, Vietnam
y algunos africanos el bloque de gobiernos
antioccidentales.
La aparición de líderes en países
denominados tercermundista como Ghandi, Lumumba, Nasser, Mao
Tse-Tung, Fidel Castro,
Velazco Alvarado, Sukarma y Tito a fines de la década del
40, alimentan procesos sociales, políticos,
económicos y culturales que pondrán en jaque
durante los años 70 la hegemonía del poder
occidental.
El año 1973 sintetiza como ningún otro el
panorama mundial de la década pasada y la que se avecinaba
mediante cuatro hechos fundamentales que evidencian el primer
síntoma de la decadencia del poder occidental (y en gran
medida norteamericano):
- derrota militar norteamericana en
Vietnam; - la Cumbre de Argelia del Movimiento
de los Países No Alineados que proponen establecer un
Nuevo Orden Económico Internacional para frenar la
expropiación de la riqueza de los países del sur
por parte de los del norte, y un Nuevo Orden Mundial de la
Información y la
Comunicación que les permita ser
escuchado; - la Conferencia de Helsinsky, donde las 2 europas
proponen profundizar su relación y desprenderse del
dominio de
EEUU y la URSS; - la crisis
petrolera.
Los embargos petroleros y el incremento en el precio del
barril del crudo por parte de la
Organización de los Países Exportadores de
Petróleo (OPEP) generan las
condiciones para el desarrollo de la Revolución
Científica-Técnica (C-T) que aparecerá con
el fin de equilibrar la relación de poder en el mundo y
marcará las pautas en material económica de las
décadas siguientes.
Esta Revolución C-T permite la aparición
de nuevos actores mundiales y la decadencia o desaparición
de otros.
La grave crisis económica-financiera del
capitalismo mundial durante el lustro 1975/1980 permite a
Japón desarrollar políticas tecnológicas
para paliar la situación, agravada en este país por
la escases de recursos
naturals. Así, la política de
industrialización es desplazada por otra de
post-industrialización con las bases puestas en el
Conocimiento y la Información. Este desarrollo va a
significar el crecimiento del sector servicios, una
reconversión técnica de la medicina y
la
educación -especialmente en el campo de la biotecnología -, y el despegue final de la
electrónica, las telecomunicaciones y la informática.
La apuesta y consolidación de la política
Post-Industrial le permite a este país sortear la segunda
crisis petrolera en 1979 al mismo tiempo de
ingresar al Mercado mundial
para competir con EEUU y Europa Occidental.
Mientras tanto, en ese mismo período, la URSS, en
condición de país productor y exportador de
petróleo, profundizó las relaciones
comerciales con países europeos occidentales,
asiáticos y latinoamericanos, mucho de ellos bajo
influencia norteamericana aún, apoyada en las medidas
implementadas por la OPEP.
Este próspero período económico,
sin embargo, va a condenar a la URSS a un retroceso en materia
tecnológica y capitalista, agravado por las profundas
dificultades estructurales como consecuencia de la ineficiencia
administrativa, la corrupción
y la burocracia
estatal.
La dirigencia soviética fue incapaz de alertar el
advenimiento del nuevo paradigma
productivo (el Científico-Técnico) que
desplazaría a los creado por la Revolución
Industrial.
Ante los cada vez mas evidentes hechos que debilitaban o
ponían en tela de juicio el poder de los EEUU (Vietnam, la
política de la OPEP y aparición de documentos
críticos al accionar de las potencias occidentales) el
gobierno de James
Carter (1976-1980) estimuló la creación de una
Comisión Trilateral junto a Japón y Europa
Occidental para coordinar las políticas económicas
con el firme objetivo de
rearticular el bloque capitalista, contrarrestar los planteos del
Tercer Mundo y evitar las intervenciones militares de la
URSS.
En el plano internacional, el gobierno de Carter no
puede frenar el debilitamiento constante de su peso
político en Medio Oriente y países del Asia Menor,
aunque el éxito
de imponer gobiernos militares títeres en toda América
Latina le significa un tenue alivio.
A la debilidad política y económica en el
plano internacional, Carter tiene que cargar con las acusaciones
de la oposición de manejar una administración ineficiente en el plano
económico interno, donde la inflación, la desocupación cada vez mayor, los altos
intereses de las tasas, un abultado déficit Federal y de
la Balanza de Pago
sentencian su suerte política en las elecciones
presidenciales de 1980.
El triunfo del republicano Ronald Reagan , y con
él la propuesta neoliberal, serán la base de la
recuperación norteamericana en el plano externo. Al asumir
la presidencia, desplaza las políticas trilaterales,
democratistas y keynesianas por otra impregando de alto contenido
nacionalista y derechista con un marcado corte neoliberal en
cuestiones económicas y culturales.
Para llevar adelante su proyecto
neoconservador, Reagan se apoya en grupos
transnacionales ligados a la tecnología y la
producción militar-espacial, lo que permite
el gran impulso de los estudios científicos y
tecnológico-social, incorporando a las universidades como
responsables de la formación
teórica-práctica del nuevo proceso.
Con el desarrollo de la Guerra Fría como contexto
condicionante de su política exterior, en 1983 Reagan
lanza el Programa de
Iniciativa de Defensa Estratégica (convencionalmente
llamado "Guerra de las Galaxias") y define a Europa Occidental,
Japón y América
Latina como sus tres fundamentos de poder que le
permitirían consolidar su hegemonía
mundial.
Pese al amplio apoyo de diversos sectores vinculados al
poder en el lanzamiento de la "guerra de las Galaxias", tres
años mas tarde se eleva al Congreso un proyecto de
disminución del Presupuesto,
poniendo al tapete los riesgos que
acarrea la carrera armamentista al provocar fuertes
endeudamientos y desconfianza de los inversores
internacionales.
Con el propósito de establecer una
política conjunta de estado con
sustento político (y económico) a largo plazo, los
dos partidos mas importantes, Republicanos y Demócratas,
acuerdan determinados lineamientos de la política global
norteamericana conocida históricamente con el nombre de
Consenso de Washington. El acuerdo estaba orientado
específicamente a instalar una nueva visión y
acción
en materia de seguridad
mundial, donde los régimen autoritarios de todo el mundo,
pero especialmente en América Latina, deberían ser
reemplazados por gobiernos democráticos que
aplicarían las recetas del nuevo actor
político-económico mundial: el Fondo Monetario
Internacional.
Con la reinstalación de la democracia en
la mayoría de los países latinos, la
intervención militar norteamericana adquiere
características no-directas (salvo excepciones como en
Panamá
y Libia) donde el narcoterrorismo cumplía el papel de
objetivo último, constituyéndose en la nueva
hipótesis de conflicto a
resolver por los EEUU con el fin de garantizar la paz mundial.
Para legitimar todo su accionar, EEUU utiliza a la Organización de las Naciones Unidas
(ONU) como base de
operaciones
ante el mundo.
La caída del Muro de
Berlín –y con el la disolución del bloque
socialista- en noviembre de 1989 transforma radicalmente el
contexto internacional donde el electo Presidente norteamericano
George Bush debe ejercer su función.
Este año marcará el inicio de una nueva
etapa histórica donde la consolidación del
paradigma Científico-Técnico pasa a condicionar la
relación de los países. Ahora, la afinidad
ideológica deja de ser condición sine qua
non para estrechar relaciones
internacionales dando paso al elemento económico como
factor determinante de las nuevas alianzas regionales.
Así, la principal características que
adquerirán estas nuevas alianzas serán las de
formar bloques económicos-regionales que se originan a
partir de la necesidad de articular políticas
económicas que les permita a cada país integrante
no quedar excluido total o parcialmente de las decisiones que
marcan el rumbo a seguir en materia económica,
política y de seguridad.
El predominio del interés
económico por sobre la afinidad o coincidencia
política-ideológica constituye el rasgo fundamental
en el proceso de articulación de estos bloques, en
oposición a otros momentos históricos donde lo
ideológico actuaba como elemento condicionante de integración o
desintegración.
El mapa geopolítico regional se redibuja
constantemente durante los años 90 como consecuencia de la
desintegración de la antigua Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en
países independientes, al tiempo que los bloques
económicos regionales integrados por países de
características económicas similares o
complementarias, y sustentada por la expansión de los
oligopolios financieros, productivo, tecnológico,
mediático y armamentísticos definen un mapa
paralelo mas clarificador de la organización internacional
en la nueva era Post-Industrial.
De este modo, durante la última década del
Siglo XX, términos como NAFTA, ALCA, MERCOSUR,
Unión
Europea y ASEAN, entre otros tantos, pasarán a
integrar el vocabulario común que identifica a
países como miembros integrantes de una Comunidad
Económica determinada dentro del nuevo esquema, producto de la
finalización de la Tercera Guerra Mundial.
El ambiente donde
estos bloques económicos regionales deben
desempeñarse está caracterizado por una permanente
inestabilidad económica, política y
militar.
La victoria norteamericana en la Tercera Guerra Mundial
inaugura un "Nuevo Orden Mundia" que se caracterizaría por
ser pacífico, poniendo fin a los conflictos
globales y regionales, según palabras del Presidente Bush,
ya que el origen de todos los conflictos -el comunismo– iba
inhexorablemente hacia la desaparición.
Desde el polo de poder occidental se instaba a sustituir
las confrontaciones por cooperación recurriendo a la
práctica diplomática. Esta
"nueva geometría del poder"
–la diplomacia- debía ser el
canal por donde los países buscaran establecer alianzas
con países desarrollados o en vías de desarrollo,
ricos o pobres, vecinos regionales o no, sin preocuparse por
vincularse mediante identidades comunes.
En el aspecto político, la democracia liberal
occidental habría probado ser mas eficiente como sistema
político y social que el socialismo y el
autoritarismo . Por consiguiente, en un acto lógico, todos
los Estados debían adoptar el régimen
democrático con elecciones periódicas libres,
separación de poderes, sistema legales
occidentales y protección de los derechos humanos,
entre tantos otros elementos.
En el aspecto económico, el discurso del
capitalismo neoliberal se jactaba de haber sido mas eficiente, en
términos estrictamente económicos y
tecnológicos, que el socialismo o cualquier otro sistema
capitalista. Sin embargo, para que todo el capitalismo neoliberal
pudiera dar los frutos esperados, requería de un ambiente
amistoso entre todos los países. Sintéticamente, la
propuesta de este modelo económico consistía en
instar a los gobiernos de todo el mundo a:
- adoptar políticas económicas
clásicas, ya que su aplicación había sido
exitosa, salvo en períodos donde el comunismo, el
nazismo, el
neocolonialismo o el modelo keynesiano interrumpieron su
andar. - Reducir el tamaño y la presencia del Estado en
forma rápida e irreversible. - Desregular absolutamente TODOS los mercados
(trabajo,
capital y
tecnología) sin que nada quedara fuera del alcance de
las empresas
privadas. - Eliminación de las legislaciones
anti-trust. - Remover todas las barreras para permitir la libre
circulación de bienes o
capitales.
EL ORIGEN DE LOS
BLOQUES ECONOMICOS-REGIONALES
Con la euforia neoliberal en su apogeo, el 1 de enero de
1994 entra en vigencia el Tratado de Libre Comercio
(T.L.C. o NAFTA), acuerdo suscrito entre Canadá, EEUU y
México en
diciembre de 1992 para la transformación del subcontinente
norteamericano en un mercado único, ampliando el
ámbito geográfico y el alcance del acuerdo
preexistente entre EEUU y Canadá de 1989.
La puesta en marcha del NAFTA fue el mensaje enviado al
mundo por la
administración de Bill Clinton para marcar el camino a
seguir, combinando la expansión democrática con la
estrategia neoconservadora de imponer los intereses
económicos y la visión política global a
cualquier precio desde ámbitos tan diversos com
influyentes (ONU, OMC, FMI,
etc).
El constante exhibicionismo de los escasos logros
económicos obtenido por EEUU con la puesta en marcha del
T.L.C. contrarresta con los resultados obtenidos en el campo
social por el aumento estructural del desempleo como
consecuencia de la especulación financiera, la
búsqueda de una alta rentabilidad a
corto plazo por parte de las empresas y el endeudamiento general
(mas especificaciones en la Proyección
de…).
El 26 de marzo de 1991 se creó el
MERCOSUR (Mercado Común del Sur) cuando
Argentina, Brasil, Paraguay y
Uruguay
firmaron el Tratado de Asunción. Este pacto comercial se
hizo efectivo como una unión de aduanas (con
muchos rasgos de imperfección) y zona de libre comercio,
el 1 de enero de 1995.
Desde el año fundacional hasta la fecha, el
comercio entre
los países miembros de ese mercado ampliado se
multiplicó; en 2001, el comercio de Brasil con el MERCOSUR
sumaba US$ 15.000 millones anuales, cuando en 1991 contabilizaba
solamente US$ 3.600 millones. A este bloque comercial, Argentina
dedica el 34% de sus exportaciones,
aumentando un 400% en los últimos diez años su
exportación a Brasil.
El MERCOSUR está involucrado en diversas
negociaciones de integración
económica-comercial multilateral, hemisférica,
interregionales y regionales como el ALCA (Área de Libre
Comercio para las Américas), con la UE, la Comunidad
Andina de Naciones, además de negociar acuerdos con
China, Corea del Sur y el llamado "4+1" con EUA.
La Unión Europea (UE), denominado
en principio Comunidad Económica Europea, (CEE) tiene su
origen en el Tratado de Roma firmado en
1957 entre los Estados miembros de la Comunidad Económica
del Carbón y el Acero –Rep.
Federal de Alemania, Holanda, Francia, Italia,
Bélgica y Luxemburgo-.
Mediante la consecución de un mercado
común y el paulatino acercamiento de la política
económica de los distintos Estados miembros de la CEE
pretendía alcanzar un desarrollo
económico equilibrado dentro de la misma comunidad,
una mayor estabilidad, elevar el nivel de vida y estrechar los
vínculos existentes entre los países
integrantes.
Con la finalidad de posibilitar entre éstos la
libre circulación de productos, se
eliminaron de modo gradual las aduanas y, paralelamente, se
retiraron las limitaciones a la importación y
exportación.
En 1968 los Estados integrantes de la CEE crearon una
Unión Aduanera que consistía en aplicar una tarifa
aduanera exterior común y una política comercial
semejante entre terceros. Posteriormente, se hizo hincapié
en la supresión de obstáculos que impedían
la libre circulación de personas, servicios y capital,
así como en conseguir el establecimientos de
políticas agrarias, de tráfico, y de
regulación de la competencia que
fueron comunes.
Con la incorporación de Irlanda, Dinamarca, el
Reino Unido, Austria, Suecia, Suiza y Noruega, en 1979 se
acordó la creación del Sistema Monetario Europeo
que preveía el establecimiento de una unidad monetaria, el
ECU (sustituído posteriormente por el EURO). En este mismo
año se celebran las primera elecciones para el Parlamento
Europeo.
Oficialmente, la actual Unión Europea se
constituye con la firma del Tratado de Maastrich que entró
en vigencia en noviembre de 1993 con Grecia,
España
y Portugal entre sus miembros. Con la eliminación de los
controles fronterizos entre algunos países de la UE,
Austria y Finlandia en 1995, estos pasan a integrar el
bloque.
Las características sobresalientes de este bloque
continental es la creación de órganos donde se
proponen, discuten y deciden las políticas a seguir. El
Parlamento, el Consejo de Ministros, la Comisión Europea,
la Corte de Justicia, el
Fondo Social Europeo, entre otros, conforman las instituciones
que coordinan el funcionalmiento general de la UE.
El bloque comercial conocido como ASEAN/Gran Asia
Oriental constituye el anillo económico de mayor
proyección en el mediano plazo gracias a las cualidades
particulares de sus integrantes.
La Asociación de Naciones del Sudeste
Asiático fue fundado en agosto de 1967 con el objetivo de
fomentar los intereses comunes en el campo económico,
cultural, técnico y social de Indonesia, Malaisia,
Filipinas, Singapur y Tailandia. Al finalizar la Guerra de
Vietnam, poco a poco esta Asociación fue adquiriendo
relevancia en el plano económico como un núcleo
importante de mano de obra barata y especializada.
La integración de China, Japón y Corea en
el último lustro, le sumaron al bloque la capacidad
financiera, militar y económica necesaria para evitar o
saltear crisis como la sufrida en 1997.
Para demostrar la potencialidad
económica-financiera del bloque, uno de sus integrantes
–Japón- puede jactarse de pertenecer al G-8 (el
grupo de los
ocho países mas industrializados), poseer un P.B.I. per
cápita que lo ubica en el 7mo escalón mundial y con
el 3er mejor indicador de Desarrollo
Humano que combina la renta per cápita, la esperanza
de vida y el período de escolarización , sin contar
que es uno de los pocos países con superávit de mas
de 130 millones de dólares en la Balanza por Cuenta
Corriente. Además, junto con Corea del Sur (otro
integrante del bloque) poseen 12 de las 50 empresas industriales
líderes en el mundo.
Esta alta capacidad de económica-financiera
nipona es acompañada desde la esfera estatal, donde se
planifica y controla la política para garantizar la
equidad del
conjunto de habitantes, apoyado en los altos niveles educativos,
de formación
laboral y cobertura amplia de sus necesidades esenciales. Una
muestra de los
resultados que se obtienen aplicando esta política
conjunta (Estado-Empresa) permite
afirmar que el 20% mas rico de la población gana cuatro veces mas que el
sector mas pobre; mientras en EEUU la relación es diez
veces y en América Latina promedia los cuarenta puntos de
diferencia.
Medio siglo después que una cruel Guerra dejara
al país en ruinas, Corea del Sur puede exhibirse al mundo
como una Nación
moderna y pujante con serias aspiraciones a convertirse en
potencia
económica mundial.
Posterior a la Victoria sobre Corea del Norte, esta
República del sur se benefició con ayuda
económica estadounidense, lo que le permitió llevar
a cabo una profunda reforma
agraria. A partir de 1961 la dictadura militar
de Chung-Hee comenzó a implementar una serie de planes
quinquenales que promovieron las exportaciones con mano de obra
intensiva. Posteriormente empezó el período de
sustitución de importaciones y
la promoción de la exportación de
industria
pesada y tecnológica. Asi, el país surcoreano
pasó de exportar bienes de escaso valor a ser
uno de los principales vendedores de acero, buques, productos
electrónicos y chips.
El Estado coreano intervino, durante este proceso, con
políticas de proteccionismo agrícola, subsidios
crediticios y fiscales a las empresas privadas, el montaje de
empresas públicas industriales y de servicios que llevaron
adelante la 1ra fase de industrialización y un fuerte
control sobre el
mercado de divisas.
Al igual que China, Corea comenzó a liberar sus
mercados a partir de fines de la década del 1980, cuando
la economía
presentaba rasgos de madurez y estabilidad.
Esto le permitió a la economía de este
país asiático crecer entre los años 1960 y
1987 a un ritmo record del 9% anual, a pasar de tener un P.B.I.
per cápita de 87 dólares en 1960 a 9.600 en la
actualidad, con un crecimiento de las exportaciones de casi el
400% (de US$ 41.000 millones a US$ 151.000 millones).
El caso chino también presenta elementos
similares.
Desde principios de la
década del 80, China alcanzó un ritmo de
crecimiento cercano al 10% anual, producto de la decisión
de introducir reformas de fondo en el régimen de una
economía de planificación, fuertemente centralizada y
sin mercado que evitó entrar en la carrera desenfrenada de
privatización en favor de grandes grupos
económicos internos o externos.
El proceso de reforma se orientó al traslado del
poder de decisión a las provincias o gobiernos comunales,
quienes coordinaron en forma general:
* equilibrar el grado de apertura con el nivel de
desarrollo.
* implementar reformas que acompañen el nivel de
apertura.
* recalificar la importancia de la inversión directa extranjera.
El aumento de la relación positiva de las
importaciones y exportaciones respecto del P.B.I. del país
le permitió ser admitido en la OMC, potenciando su
capacidad comercial y financiera.
No es un dato insignificante la consecuencia de la
incorporación de China a la OMC: atrás del
país oriental ingresan 1/4 de la población mundial
al mercado laboral con una
mano de obra calificada y a un bajo costo que impacta
directamente en los precios y el
valor del salario en todo
el mundo. Para graficar este dato, basta conocer que en China se
fabrica el 50% de las heladeras y el 40% de las computadoras
que se utilizan en el mundo.
La conjugación de estos elementos le permite a
China la calificación por parte de los gurúes como
la economía de mercado mas dinámico y de mayor
crecimiento en los últimos años, lo que la conduce
inexhorablemente en un mediano plazo a formar parte de un
G-9.
LAS CONSECUENCIAS
DEL ORDEN MUNDIAL DEL SIGLO XXI
Este nuevo movimiento y constitución de bloques
económicos-regionales conlleva toda una serie de
consecuencias nefastas parar los países que no tienen la
capacidad económica y política de pertenecer a la
elite donde se divide el poder mundial.
Así, uno de los problemas mas
graves que se evidencia es la exclusión de los
países que poseen economías débiles en los
ámbitos y organismos de decisión continental y
global.
"Casi la mitad del poder del Banco Mundial
y del F.M.I. está en manos de siete países. Y
aunque todos disponen de un sitio y un voto en la O.M.C., en la
práctica las decisiones son adoptadas en reuniones de
grupos muy reducidos que se ven influenciado por los EEUU, la UE,
Japón y Canadá. En el año 2000, quince
países africanos no tuvieron ni un solo representante
comercial destacado en la OMC", sostiene el Informe sobre
Desarrollo Humano 2002 del PNUD.
EEUU, Japón, Francia, Reino Unido, Arabia
Saudita, Alemania y la Federación Rusa, concentran el 48%
de los votos en las decisiones que adopta el FMI y el 46% de la
que se toman en el B.M., diviéndose el 52% y 54%
respectivamente entre el resto del mundo (mas de 150
países). Aunque la OMC opera sobre la base de 1 voto por
cada país, la mayor parte de las decisiones importantes
las adoptan estas potencias económicas en reuniones de
"sala verde".
La puesta en marcha de la invasión norteamericana
a Irak
contó con el repudio y la oposición de la
mayoría de los países del mundo, pero bastó
que EEUU tomara la decisión con el apoyo de Gran
bretaña en la ONU para que su plan pudiera
concretarse. El país "mas democrático del mundo"
hizo caso omiso al rechazo de la gran mayoría
perteneciente a ese organismo adoptando su clásico papel
de actuar unilateralmente cuando entran en juego sus
intereses.
PROFUNDIZACION DE
LA BRECHA ENTRE PAISES RICOS Y PAISES POBRES
El actual modelo socioeconómico no hizo mas que
profundizar las brechas que siempre existieron entre
países ricos y países pobres; pero lo que no deja
de causar escozor es la velocidad
temporal empleada (menos de veinte años) para la
obtención de tan magro resultado para la 3/4 parte de la
población mundial sin perspectiva de resolverse en el
mediano ni corto plazo.
Que el 5% mas rico de la población del mundo
tenga ingresos que son
114 veces superiores que los del 5% mas pobre refleja el triunfo
del neoliberalismo
socioeconómico, sosteniendo la bandera de la libertad de
los mercados, la competitividad, el consumismo y el individualismo
por sobre la cooperación y solidaridad.
Consecuente con la ideología predominante, el B.M., una de las
instituciones íconodel sistema, categorizó a los
países según su desarrollo económico: de
ingresos bajos; de ingresos medios bajos;
de ingresos medios altos; y de ingresos altos.
Cuarenta y cinco integran el primer grupo con una renta
per cápita inferior a 695 dólares; al segundo grupo
pertenece n cuarenta países que logran una renta per
cápita comprendida entre los 696 y 2.970 dólares;
un total de veintidós países obtienen anualmente
una renta per cápita mayor a 2.971 e inferior a 8.625
dólares. La elite la integran veinticuatro países,
quienes superan los 8.626 dólares per
cápita.
Estos datos, traducidos
en forma general, nos indica que agrupado los países de
ingresos medios (altos y bajos) en una sola categoría se
obtiene que los países de altos ingresos representan el
79% del total del PBI a nivel mundial, los países con
ingresos medios al 17% y los de ingresos mas bajos solo el 4% del
valor total de la producción mundial.
La riqueza esta concentrada en pocos países, y la
desigualdad de la distribución del ingreso a nivel mundial
aumenta cada vez mas, ya que el grupo de países mas
pobres, con el 56% de la población mundial actual y
dueña del 97% de los nacimientos, solo obtiene el 4% del
valor del PBI total, mientras que los países mas ricos del
mundo, con el 15% de la población, suponen mas del 80% del
PBI global.
EEUU, el país mas rico del mundo, es dueño
de mas del 27% del PBI mundial; el Segundo mas rico,
Japón, representa el 18%, seguido por Alemania con el 8%.
La riqueza restante la reparten los grandes países dela UE
(Francia con el 5%, Italia con el 4%, Inglaterra con el 4%,
etc.). En forma conjunta, los países de la UE se
convierten en la región mas rica del mundo, superando a
EEUU, ya que representa casi el 30% del PBI mundial.
Los datos que anteceden describen la abrumadora
desigualdad en la distribución de la riqueza, donde los
países denominados "del centro o centrales" se agrupan en
bloques económicos regionales (NAFTA, ASEAN, UE, etc.)
para evitar disminuir la absorción de capital y
producción en detrimento o en base a la sumisión
cada vez mas profunda de los países de la periferia o del
"tercer mundo" (América Latina, África).
Para estos fines, instituciones como el FMI o el
Banco Mundial
adquieren relevancia al intervenir como la única
alternativa viable para solucionar la "estructural ineficacia" de
los países pobres, obligando a estos a la
adquisición de préstamos o acordando salvatajes
financieros merced a la sumisión de sus decisiones
políticas-económicas y al crecimiento de la
deuda externa.
Consecuencia de esta situación, la deuda externa global
ascendió a 1.9 billones de dólares a mediados de la
década del 90 afectando principalmente a América
Latina (que posee el 32% de la deuda externa global), Asia (34%),
África (15%) y Europa del Este y Oriente Medio
(19%).
Los resultados inmediatos de toda esta
polarización se refleja en el aumento de los niveles de
pobreza
extrema en los países menos desarrollados que poseen el
85% de la población mundial, impactando negativamente en
ámbitos como salud y educación.
Si bien el advenimiento del nuevo paradigma productivo
permitió aumentar los recursos económicos producto
de la capitalización del sector servicios
–fundamentalmente-, la nueva masa de dinero real y
virtual (proveniente específicamente de los movimientos
financieros) tuvo destino limitado. Solo así se comprende
que mientras la proporción de la población mundial
que vive en la pobreza
extrema descendió del 29% en 1.990 al 23% en 1.999, en ese
mismo período África pasó a tener 58
millones de personas pobres mas, con una disminución
general del ingreso per cápita del 0,3% anual.
DISPUTA INTERNA
POR LOS BENEFICIOS ECONOMICOS
En la formación de estos bloques regionales,
promovido por el interés de obtener beneficios
económicos, la cooperación mutua o conjunta de los
países está subordinada al provecho que cada uno
recibe. Así, en reparto de los beneficios o la
absorción de los costos
económicos y políticos que provoca integrar un
bloque motivan una feroz lucha interna por el liderazgo
maquillado con el polvo mágico de la
diplomacia.
El arribo del Presidente chino Hu Jintao en noviembre a
Sudamérica sacó a relucir una situación por
todos conocidas pero por nadie reconocida: poner por sobre el
interés regional el egoismo e individualismo de
preocuparse por los beneficios particulares que pueden
asegurarse, aunque estos sean ínfimos.
Conocer que China acordó con el gobierno
brasilero de Lula una inversión directa para este
año de 1.500 millones de dólares mientras que con
Argentina solo se suscribieron carta de
intenciones y una serie de memorándum de inversión
a futuro en infraestructura y servicios, refleja que ninguno de
estos países negociaron como miembros de un bloque
económico, sino como países con objetivos y
pretenciones distintas.
Situaciones similares de tensión se observa en el
interior de la Gran Asia Oriental por la relación
China-Japón. El ingreso a la ASEAN de China y Japón
(junto con Corea del Sur) en el año 2001 no mermó
el histórico recelo con que estos países se miraron
a lo largo de siglos.
Con la obtensión de beneficios económicos
como objetivo primero y último, estos gigantes
asiáticos negociaron su ingreso al bloque. No obstante, la
consolidación del mismo despierta dudas fundadas en la
actual disparidad de recursos económicos,
tecnológicos y financieros entre ambos países,
profundizadas por la tendencia autónoma y nacionalista de
ambos queue los empuja a rechazar cualquier tipo de
subordinación.
En el mundo, Japón cumple el rol de potencia
económica y financiera perteneciente al poderoso G-8, ser
miembro permanente del Consejo General de la ONU y tener peso en
las reuniones de "sala verde" de la OMC, donde se deciden los
movimientos del comercio mundial. Aún con estos pergaminos
de respaldo, en la ASEAN el liderazgo japonés no
está impuesto, debido
a la postura china de mantenerse insubordinable a toda voluntad
extranjera.
Aunque en última instancia el objetivo de la
constitución de bloques es obtener beneficios
económicos (grupales o individuales) en el plano
político solo la UE da señales
de poner énfasis en la integración institucional
regional que les permite dividir en parte no tan desiguales las
mieles de los beneficios y el peso de los costos.
PROYECCION DE
LOS BLOQUES ECONOMICOS-REGIONALES
"Tres acontecimientos ocurridos en los
últimos cuarenta años tienen gran incidencia en la
actual estructura
geopolítica mundial: el avance de las
tecnologías, la vinculación de algunos
países mediante lazos institucionales y el cambio masivo
de las reglas de funcionamiento del capitalismo", afirma el
socialista Michel Rocard, ex Primer Ministro
francés.
El desarrollo de estos acontecimientos condujo a los
países a replantearse el rol a cumplir en la etapa
post-Indusrial, donde el poder se compone de elementos
económicos, financieros, teconlógicos y
armamentistico, dejando de lado la cualidad exclusivamente
militar, característica del período bipolar de
Guerra fría.
Así, el inicio de un nuevo siglo nos encuentra en
un momento histórico de inflexión por las actuales
condiciones políticas, económicas, sociales y
culturales. La disolución del bloque socialista
hacía prever la constitución de un mundo unipolar
con la hegemonía norteamericana, pero junto a la
aparición de nuevos polos de poder están
resurgiendo antiguas civilizaciones que no quieren estar
subordinadas a intereses externos, y puntualmente a la cultura
occidental. Estas nuevas-antiguas civilizaciones tienen una raiz
cultural muy fuertemente incorporada, al que le sumaron la
capacidad de lectura y planteo de posiciones en el plano
geopolítico-económico . China, Japón, India,
entre otros, se constituyen en ejemplo de esta
tendencia.
La vinculación de los países mediante la
conformación de bloques regionales les permitió
configurar nuevos escenarios donde plantear sus objetivos y
aspiraciones políticas y económicas,
fundamentalmente.
¿ELPODER DEL
SIGLO XXI CAMBIA DE COLOR?
La ASEAN, con Japón y China a la cabeza, emerge
como el bloque regional con mayor proyección a nivel
mundial, dispuesto a pelear por el status de "Gran Potencia" que
hoy detenta occidente (EEUU y Europa del este).
Poder complementar la capacidad financiera japonesa, la
potencialidad poblacional de China (tiene 1/4 de la
población del mundo) y el poderío militar coreano,
le permite al bloque aplicar estrategias
tendiente a convertirla en la potencia hegemónica del
Siglo XXI.
El altisimo nivel socioeconómico, educacional y
cultural de Japón, sumado al desarrollo estructural de la
tecnología de punta aplicada a nivel mundial a los
sistemas de
información transforma a este país en uno de
los ejes del nuevo polo de poder emergente. Consecuente con esta
condición, la elite política japonesa intenta
recuperar la independencia
militar (sus territorios aún permanecen ocupadas en forma
parcial por tropes norteamericanas desde el fin de la 2da Guerra
Mundial) y ganar un sitio permanente en el Consejo de Seguridad
de las Naciones Unidas.
Estos objetivos a corto plazo se complementan con la
intención a largo plazo de integrar su economía con
China y el resto del bloque en forma mas dinámica.
China persigue dos objetivos específicos: en el
plano político, todas sus acciones estan
destinadas a lograr reunificar el territorio continental con
Macao, Hong Kong y Taiwan. Los primeros frutos de esta
obsesión china se vieron plasmada en el acuerdo con Taiwan
de reestablecer los vuelos comerciales a partir del
próximo Año Nuevo Chino rompiendo un aislamiento de
50 años entre ambos países.
El origen de las hostilidades se remontan a 1949, cuando
la llegada al poder de Mao-Tse Tung en China provocó la
fuga a la Isla de Formosa de los nacionalistas opositores a Mao,
que luego fundaron Taiwan. Desde entonces, los vuelos entre el
contienente y la isla fueron prohibidos. Sin descuidar las
prioridades de reunificación de la Gran China, este
país no deja de mostrar sus pergaminos para ingresar como
miembro permanente al Consejo de Seguridad de la ONU, el otro
gran objetivo a mediano plazo del gigante asiático en
cuestión de política internacional.
En el plano económico, la ampliación de
lazos económicos a través de vínculos con
empresas norteamericanas y europeas, le abren las puertas para
presentarse al mundo como un polo geoeconómico con
pretenciones ambiciosas. La visita a Sudamérica de
autoridades chinas en noviembre de 2004 es la prueba fehaciente
de la intención de hacer valer sus recursos financieros y
apostar a la expansión mediante acuerdos políticos,
diplomáticos y económicos con regiones que le
garanticen los bolsones de producción de alimentos y
energía que necesita, además del reconocimiento
como potencia.
Las aspiraciones de Japón, Corea, China y los
demás países miembros de la ASEAN de convertir a
este bloque regional en una superpotencia tiene sustento
económico. Y en la era Científica-Técnica el
grueso del poder económico que define el rol que cada
país, bloque o region desempeña en el juego del
poder, se está volcando de la zona del Atlántico al
Pacífico.
Esta tendencia parece afirmarse cada vez mas
según las evaluaciones que se hacen de las reuniones
anuales del Foro de
Cooperación Económico Asia Pacífico (APEC).
Este Foro, creado en 1989 con la meta de crear
una zona en el plazo de 20 años entre los países
mas ricos de la region, está integrada por 21
países que aportan el 60% del PBI mundial y el 42% de la
población.la APEC no es solo un espacio creado desde la
esfera política, sino que tiene una fuerte incidencia
comercial, donde los ejecutivos mas calificados de los
países miembros comparten propuestas, debates y proyectos con
cancilleres y presidentes en la procura de avanzar en un plan
para una zona de libre comercio en todo el
Pacífico.
Aunque EEUU y Canadá integran este Foro, la
tradicional actitud
norteamericana de supremaciía absoluta se desdibuja por la
firmeza de los miembros del ASEAN en no ceder en cuestiones
claves e impedir cualquier acción unilateral. Ejemplo de
ello es el permanente recuerdo de las autoridades japonesas,
rusas, chinas y surcoreanas a su par norteamericana de no tener
vía libre para actuar en áreas que conforman el
anillo pacífico (Corea del Norte) como lo hicieron en
Irak, argumentando cuestiones de seguridad.
Rusia, con la UE convertida en potencia (al Oeste) y con
la ASEAN lanzada a esa aventura (al Sur), se debate entre
la integración a la UE como un miembro importante, pero
con algunas restricciones, o a intentar recomponer el antiguo
imperio de los zares.
Para poder lograr el segundo objetivo (el mas
íntimo sueño de Vladimir Putin) es fundamental el
papel de Ucrania, que desde hace cuatro siglos provoca
tensión entre Rusia y
Occidente por su ubicación estratégica en el centro
de la región y su importante cuenca petrolífera que
aseguran la producción de crudo por largos
años.
Con la victoria del candidato pro-occidental Viktor
Yuschenko gracias a la intervención diplomática de
la reciente incorporación de la UE –Lituania-, el
camino a seguir parecería ser el de empezar a considerar
la posibilidad de ampliar la UE y convertirla en el polo
geoeconómico y político dominante.
Que le ofrece Rusia a la UE? Ser la segunda potencia
nuclear, la segunda vendedora de armas y segunda
reserva energética del planeta.
Que le teme la UE a Rusia? La posibilidad de ampliar la
UE con la incorporación de Rusia dispara los interrogantes
sobre las orientaciones políticas externas que
tomará el bloque. No es menor el dato de la
histórica tradición de enfrentamientos entre Rusia
y EEUU, donde aún los resentimientos no lograron
derrumbarse con el Muro de Berlín.
Con su preocupación externa, la Federación
Rusa debe resolver los constantes problemas que en su interior le
provocan los movimientos separatistas.
EL ELEMENTO
ASIÁTICO INDESCIFRABLE
La posición de la India aporta otro elemento a
considerar en el juego de poder asiático. Todo parece
indicar que pesan los lazos históricos que la relacionan
con Rusia como para volcar su intención política a
una alianza estratégica que la fortalezca en su lucha
particular y de larga data con Pakistán por el desarrollo
de teecnología nuclear.
LA REGION DE LA
REVOLUCION PERMANENTE
Una región que merece especial atención por su influencia y
participación en el desarrollo de las nuevas relaciones
luego del 11 de septiembre de 2.001 es Medio Oriente.
Los conflictos religiosos entre el Islam
fundamentalista y el Islam moderno, los interminables problemas
territoriales entre Israel y la
O.L.P., los movimientos fundamentalistas de la región, el
financiamiento
por parte de los EEUU a los sectores ortodoxos judaicas, su
relación con Israel, y la utopía de reformar la
sociedad que
componen los Estados Árabes, entre otros hechos, dificulta
la articulación de una estrategia común de los
países de Oriente Medio.
El conflicto interno regional entre Israel y la OLP, que
lleva mas de tres décadas, aún está lejos de
resolverse mas allá de las anunciadas treguas militares
por parte de los dirigentes de ambos países.
El reclamo palestino por el reconocimiento de los
territories de la Ciudad Antigua queue Israel anexó tras
la Guerra de 1967 fueron creciendo y sosteniendo mediante
acciones diplomáticas y atentados terroristas por parte de
los grupos mas extremistas, el Hamas y la Jihad.
La muerte del
líder
histórico de la OLP en noviembre de 2004, Yasser Arafat, y
la posterior elección de Abu Mazen como Presidente de la
Autoridad
Palestina parece abrir un nuevo panorama a esta
problemática.
El acuerdo del cese de fuego declarado por los
líderes palestino e israelí en febrero intenta
encaminar el fin de la violencia en
esta zona de Medio Oriente y descomprimir la tensión que
rodea al gobierno de George Bush, quien necesita apaciguar la
región para proyectar su plan de "democratizar" el mundo y
combatir el terrorismo.
La palabra terrorismo está profundamente
asociada con la geografía musulmana
luego de los atentados perpetrado por la organización
afgana Al Qaeda liderada por Osama Bin Laden el 11 de septiembre
de 2001 a las Torres Gemelas.
"Bin Laden y Al Qaeda no tienen nada que ver con el
pensamiento
político islamita; no es fruto de la propia experiencia
interna de esos países sino de la perversa alquimia de la
política internacional en Medio Oriente durante la Guerra
Fría. Son actores políticos construído y
financiados por EEUU, Arabia Saudí y Pakistán en
contra de los soviéticos en el momento que ocupan
militarmente a este último (…) Bin Laden no cambia
en ese sentido, sino que le cambian los actores (con el fin de la
Guerra Fría)" sostiene la socióloga arabista Gemma
Muñoz.
La "islamofobia" experimentada en el mundo entero, pero
particularmente en EEUU y Europa después del 11-S se
refleja contínuamente en las medidas que adoptan varios
países para frenar la inmigración musulmana. Solamente en Europa
viven cerca de 15 millones de musulmanes, convirtiendo a
Alemania, Francia, Austria, Holanda y España en los
principales países con comunidad
islámica.
Si bien los términos que se emplean para definir
esta región son usados como sinónimos, lo
musulmán está indicando la pertenencia a la
religión
islámica, mientras que lo árabe remite al area
geográfica, cultural y lingüística; aunque es cierto que la
gran mayoría de los árabes son musulmanes,
también los hay judíos
y cristiano.
La decisión Europea y norteamericana de frenar la
inmigración musulmana no se acompaña de una
política concreta sobre que hacer con los que ya
están radicados, quienes sufren gravísimos
problemas de integración. El dilema europeo pasa por la
necesidad de emplear mano de obra joven de una población
autóctona envejecida. Entonces la alternativa de integrar
a esa gran masa joven musulmana que ya vive en la UE empieza a
ser considerada antes que la expulsión. La posible
incorporación de Turquía al bloque para el 2005
refleja la preocupación que le significa a la
región el movimiento y control de la población
musulmán.
Irak constituye otro de los puntos estratégicos
para analizar las perspectivas de la región.
La permanencia de las fuerzas militares estadounidenses
que invadieron el país el 23 de marzo del 2003 para
derrocar a Saddam Hussein demuestra las dificultades que acarrea
instalar la democracia y erradicar el terrorismo de los grupos
anti-occidentales que se resisten a la presencia de los
norteamericanos y sus aliados.
Después de 22 meses de Guerra, el gobierno de
George Bush pudo garantizar la concreción de elecciones
donde los iraquíes eligieron quien los representará
en la Asamblea Nacional que dictará la Constitución
Nacional.
Las elecciones, que no estuvo marginada de la violencia
diaria pero contó con la participación del 60% de
la población en las urnas, reflotó las graves
diferencias entre las etnias que integran la geografía
iraquí.
Un objetivo norteamericano -la elección-, se
cumplió. El consecuente –lograr formar un gobierno
proocidental- parece difuso. Y es que la vencedora Alianza
Iraquí Unida cuenta con la bendición de la
máxima figura política y religiosa de la
región, el gran ayatollah Ali Sistami que lidera a
la mayoría shiíta (la rama del islam que gobierna
Irán).
No pasa inadvertido que Sistami no haya podido votar por
tener pasaporte iraní; lo que automáticamente
implica un aumento del poder de Teherán en la
región, con quien EEUU tiene un feroz enfrentamiento pero
deberá negociar el reparto de poder político de
Irak.
De este modo, la definición de las
políticas a doptar por parte de las autoridades
iraquíes para la reconstrucción del país
estarán condicionadas por las resolución de los
problemas internos y la relación que teja con los
países de la región (con mayoría de
tradición antioccidental), siempre con la lupa occidental
sobre sus acciones.
El anillo Irán-Siria-Afganistán promueve
el rechazo a la política y la cultura occidental,
intentando persuadir a la región de la necesidad de ser
ellos mismos quienes deciden sus propios destinos. El
poderío nuclear iraní y su negativa a frenar las
investigaciones en tecnología de
enriquecimiento de uranio provocó el enfrentamiento entre
los EEUU y la UE por la exigencia norteamericana de endurecer la
postura y exigirle a Irán a presentarse ante el Consejo de
Seguridad de la ONU.
"El pueblo iraní no quiere la guerra o la
violencia, pero el mundo debe saber que no está dispuesto
a tolerar ninguna agresión", manifestó el
Presidente Mohammed Jetami durante una demostración del
poderío militar en un simulacro de defensa.
África tiene un proceso de proyección
indefinido. Sufriendo aún las consecuencias de la herencia
psicológica del regimen blanco del apartheid, la
escacés poblacional, la pobreza extrema del continente y
la complejidad política producto de la marginación
de los países centrales, hacen difícil poder
articular una política interna y externa firme y
persistente.
Sudáfrica, el país mas rico del continente
(aunque en términos certeros es el menos pobre),
está a la cabeza de la creación de un polo que
pueda reactivar la integración y el progreso continental,
aunque los números estadísticos que reflejan su
situación socioeconómica no son nada
alentadores.
En los últimos diez años 58 millones de
africanos pasaron a condición de pobres, con una
disminución general del ingreso per cápita del 0,3%
anual y tener a casi 1/3 de la población con algún
tipo de enfermedad (sida, tuberculosis,
cáncer, etc.).
La pobreza condena a Áfricaa la
marginación de los organismos donde se toman las
decisiones que rigen los destinos del mundo; por ejemplo, en el
año 2000, quince países del continente no tuvieron
ni un solo representante comercial destacado en la
OMC.
LA ‘OTRA’
ALTERNATIVA OCCIDENTAL
Actualmente, la UE es el bloque regional que está
en condiciones de presentarse como una alternativa concreta al
poder que detentan los Estados Unidos en
el plano político, económico y militar.
La UE, desde su génesis, intenta recuperar el rol
preeminente que perdió después de finalizada
la Segunda Guerra
Mundial, cuando EEUU y la URSS se repartieron las
áreas de influencia en un contienente desvastado moral y
económicamente.
Para alcanzar este objetivo, es primordial recuperar el
control militar sobre todo el territorio europeo. Con este fin,
la UE puso en marcha un la creación de trece grupos
militares autónomos de intervención rápida
cmo mecanismo para resolver situaciones de crisis sin apelar al
auxilio de EEUU.
Este decidido lanzamiento del programa militar encuentra
sustento en las potencialidades económicas del bloque en
general, de los países miembros en particular y del
éxito de la implementación del euro como
moneda común continental. Que esta moneda, en
circulación desde ????? , se haya afianzado a un nivel tal
en tiempo record que cotiza mas que el dólar
norteamericano, representa una enorme victoria de quienes
apuestan al desarrollo continental recostado en su fortaleza y
potencialidad económica.
El hecho de haber institucionalizado exitosamente el
bloque con la creación de un Parlamento y un Banco
autónomo, entre otros, les permite estar a la vanguardia en
materia política, con el consecuente fortalecimiento
regional como para poder impulsar sus ambiciosos
proyectos.
El hecho de que ninguno de los países miembros
integren la lista de los denominados pobres, que cuente en
general con un alto nivel educativo, social y cultural, y que se
convierta en el mercado mas grande del mundo –380 millones
de personas con la posibilidad de incorporar 470 millones mas si
logra la integración con Europa oriental- eyectan a la UE
a promover la multipolaridad del sistema internacional para
aspirar alcanzar un status (por lo menos) similar al de EEUU en
lo político y económico.
La orientación estratégica de los Estados
miembros de incorporar gradualmente a todos los países
europeos, con una vasta reglamentación social y
económica de estructuras
políticas comunes, choca sin embargo con la
histórica fragmentación regional que se manifiesta
en constantes brotes xenofóbicos que provienen del
ámbito político y social, los boicots a varios
proyectos continentales de las elites internas que responden a
los intereses de los EEUU (sobre todo en la dirigencia
británica e italiana).
La actuación de grupos internos
pro-norteamericanos produjo un cortocicuito político
intenso cuando EEUU tomó la decisión de invadir
Irak. En esa ocasión, el Parlamento Europeo
manifestó su oposición a la actitud invasora ante
la ONU, con la excepción de Gran Bretaña e Italia,
quienes no solo se abstuvieron de rechazar la iniciativa
estadounidense sino que apoyaron militarmente enviando tropes al
país de Medio Oriente.
Estos problemas internos añejos, mas los causados
por la ola inmigratoria ilegal que afecta a los píses con
mayor desarrollo, retrasan la consolidación regional
definitiva que tanto ansían para poder mostrarse al mundo
como la Superpotencia capaz de disputarle la hegemonía a
EEUU, apoyada en su riqueza económica, solvencia
política y capacidad militar.
EEUU atraviesa un momento crítico por los
constantes cuestionamientos externos a la aplicación de su
política internacional y las repercusiones en el plano
político y económico (principalmente).
Los movimientos estratégicos norteamericanos
apuntan a impedir la emergencia de otros actores competitivos
(China, Japón, UE+Rusia) y en ese afán se esfuerza
por crear una gobernabilidad informal global, política,
económica y militar a través de estructuras
hegemónicas de poder, las cuales son controladas por los
países desarrollados mediante organizaciones
internacionales de diferentes tipos (Consejo de Seguridad de la
ONU, la OTAN, la OMC, etc.).
La fuerte incidencia en estos Organismos e instituciones
globales que planifican y aplican las políticas
neoliberales le permite manipular o presionar para que ninguna
actitud perjudique sus intereses.
La situación norteamericana actual tiene dos
pilares fundamentales: la economía y la política
exterior.
La histórica tradición armamentista
(incrementado durante el período de Guerra Fría) lo
llevó a un camino sin retorno que hoy se traduce en los
números rojos que acompañan sus finanzas.
Actualmente, tiene un deficit fiscal de US$
427.000 millones, lo que obligó al Presidente Bush a
proponer una disminución del presupuesto para el
año fiscal de 2006 (como lo hiciera Reagan en 1987 ante el
fracaso del Programa de Iniciativa), aunque los recortes no
afectarán las áreas de Defensa y Seguridad
Interna.
Esta actitud refleja la apuesta de Bush para su segundo
período de gobierno de incrementar los gastos militares
a costa de sacrificar casi 150 planes sociales.
El constante aumento de la tasa de
interés (cinco veces en el 2do semestre de 2004) por
parte de la Reserva Federal para frenar la inflación y
atraer capitales para salvar el deficit fiscal, también
marca el ritmo
de la economía norteamericana. De continuar con esta
política económica que, entre otras cosas, inhiben
el consumo y
encarecen los créditos hipotecarios, especialistas
pronostican que a fines de 2005 la tasa de interés se
duplique al valor actual, con el consiguiente perjuicio de la
clase media y
baja y una "inevitable devaluación" del dólar.
Los números queue arrojó la Balanza
Comercial de 2004 son lapidarios: con un aumento del 4% en el
último año, el déficit comercial se traduce
a US$ 617.700 millones, consecuencia del incremento del consumo
interno, la disparada del precio del barril del petróleo y
el bajo valor del dólar. Esta situación provoca
temor en los economistas, quienes sostienen la posibilidad que
los inversionistas extranjeros decidan no colocar tantos
capitales en bienes cotizados en esta moneda por el alto
desequilibrio comercial.
Todas las decisiones apuntan a reforzar el sector
militar, debilitado por el fracaso en Irak, Afganistán y
los malos resultados de las pruebas
antimisiles que le significan US$ 60.000 millones anuales a la
Casa Blanca.
La decisión de invadir Irak y Afganistán
dentro del denominado "Plan de Guerra Preventiva" le
significó al EEUU ganarse el repudio y rechazo de la
comunidad internacional, quienes detrás de estas acciones
ven un claro interés económico (apoderarse de las
reservas petroleras).
La permanente actitud a imponer su agenda como prioridad
para otros países también le provocó
enfrentamientos con los distintos bloques regionales. No es un
dato menor que el Presidente norteamericano cumpla mas de dos
años sin realizar una visita oficial a algún
país de la UE luego de los choques diplomáticos que
provocó la invasión a Irak.
La calificación del Presidente ruso Vladimir
Putin a la política norteamericana como "una dictadura en
los asuntos internacionales (…) envuelta en una bella
fraseología pseudodemocrática" deja en el tapete el
cortocicuito con el país euroasiático, agravado
actualmente por los intereses particulares y distintos que cada
uno tiene en el desarrollo de la elección y
formación del gobierno ucraniano (también con
el
petróleo de por medio como factor de
fricción).
Los países orientales comenzaron a desarrollar
una fortaleza económica y financiera que, sumada a su
histórica tradición de rechazo a la cultura
occidental, le abre la posibilidad de exigir una cuota importante
de participación en la mesa de los distintos organismos
internacionales donde se deciden los destinos del
mundo.
Esta situación favorable a los países
orientales coincide con una crisis de la cultura occidental
provocado por los permanentes errores cometidos en la
aplicación de políticas económicas, sociales
y culturales que arrastraron al aumento de la pobreza, a "guerras
preventivas" en respuestas a sus interés particulares, a
la condena de países enteros a la exclusión,
etc.
La tendencia parece ser el desarrollo de un mundo
multipolar donde en la balanza, los países occidentales
dejarán de ser peso y contrapeso por la aparición
de nuevos actores (China y la ASEAN) de gran tamaño que
desplazarán a aquellos a un mismo lugar en el juego de
equilibrar el poder mundial.
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Lic. En Comunicación Social