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TLC. Ecuador y Estados Unidos – Ventajas y desventajas



    1. Comercio en el TLC
      (Argumentos)
    2. ATPDEA, ingresos y
      empleo.
    3. Propiedad
      Intelectual
    4. México, el PIB y el
      empleo
    5. Conglomerado de argumentos en
      contra y a favor del TLC
    6. Conclusiones y
      Reflexiones
    7. Anexos
    8. Bibliografía

    Introducción

    El propósito de este escrito es poner en un marco
    de ventajas y desventajas, las implicaciones del tratado de libre
    comercio en la población ecuatoriana. Este trabajo, no
    pretende en ningún momento afirmar si entrar en el
    TLC beneficia
    al Ecuador, ó bien si fírmalo es perjudicial para
    la población. Siendo esta una prioridad, el objetivo es
    lograr que el lector de este escrito, deje de ser
    acrílico, ya que tendrá mas herramientas
    para formarse una opinión personal.

    Antes de acotar los aspectos técnicos del TLC,
    resulta de gran importancia definir que es un TLC. El TLC
    (tratado de libre comercio)
    es un convenio entre dos países que pactan para eliminar
    los aranceles de
    importación de los productos que
    provienen del otro país. Es decir, un país
    podrá exportar sin pagar aranceles al país donde
    envía sus productos y deberá no cobrar impuestos a la
    importación del país con el cual logro el
    convenio.

    Por simple que parezca esta explicación, este es
    el objetivo común que tiene el Ecuador y los Estados Unidos
    para firmar el TLC. El dilema y la discusión emergen, no
    por el objetivo, sino por los motivos que tienen los dos
    países para pactar. Por un lado, la
    motivación del Ecuador para entrar en el TLC es
    expandir su producción en un mercado de 280
    millones de habitantes con un poder
    adquisitivo mucho mayor al local. Por el otro lado, los Estados
    Unidos quiere entrar en un TLC para librarse de los excedentes de
    su producción y su respectivo costo de
    oportunidad.

    Comercio en el TLC
    (Argumentos)

    Que existan motivaciones tan distantes no es de
    sorprenderse, si se considera que las economías de Ecuador
    y Estados Unidos son diametralmente diferentes. Pero es
    precisamente esta indiscutible realidad la que genera la
    principal razón del porque el Ecuador no encuentra una
    clara causalidad por firmar el TLC con Estados Unidos.

    Para entender mejor la tribulación anteriormente
    mencionada, pensemos por un momento que los dos países no
    tuviesen ningún problema en firman el TLC, si estos dos
    manufacturarían productos distintos. Pero los Estados
    Unidos produce productos agrícolas subsidiados por el
    gobierno
    americano; dichos productos son también producidos por
    pequeños y medianos industriales ecuatorianos, quienes no
    tienen posibilidad alguna de competir con la producción
    Norteamericana. Dicho escenario, mereció pues, una
    respuesta por el representante de estos pequeños y
    medianos industriales, que es la CONAIE, el cual representa al 9%
    de la población ecuatoriana.

    Por otro lado, el ingreso de productos Norteamericanos,
    implica productos mucho más baratos, pero asimismo, dicha
    producción esta bajo los estándares Norteamericanos
    de alta calidad (FDA). Lo
    cual, a su vez, significa que el consumidor
    ecuatoriano, no solo tendrá productos agrícolas
    baratos, sino productos de alta calidad a costa de los
    contribuyentes Norteamericanos.

    La cuantía de estos beneficios son promulgados
    dentro de las cámaras de comercio del
    Ecuador, los cuales representan a grandes comercializadoras del
    país. Las cámaras son el 1% de la población.
    Claro esta, que dichos beneficios podrían sonar
    impopulares frente al costo de los mismos, por lo que
    únicamente ciertos miembros de estas cámaras se
    aventuran a mencionar este privilegio.

    No obstante, no hay que olvidar que el TLC es una calle
    de dos vías. No solo se importa sin arancel, sino
    también se exporta sin arancel. Y es efectivamente este
    hecho, el que ha servido como la antítesis de las
    cámaras de comercio frente a la tesis de la CONAIE. El
    cual, nos dice que si no se firma el TLC, nuestros productos de
    mayor alcance como flores, camarón y banano no van a poder
    competir con los productos similares de nuestros vecinos en el
    mercado de Estados Unidos (sí ellos llegan a firmar el TLC
    vía su parlamento). De igual manera, si se firma el TLC
    nuestros productos, con ventaja comparativa, entraran con mas
    intensidad a los Estados Unidos, dando así mas plazas de
    trabajo, hecho el cual contrapone a la disminución de
    empleo, que
    vaticina la CONAIE si se firma el tratado.

    En términos teóricos, ambas posiciones son
    muy validas y decidir si firmar o no el TLC, depende
    exclusivamente de la tendencia económica política que uno
    tenga. Asimismo, ambos lados tienen una postura que describe,
    sí bien, un futuro incierto. Por lo tanto, la
    decisión debe ser respaldada en algo mas que con actitud
    política-económica, y es por dicho motivo que
    debemos analizar los costos y
    beneficiosos en la balanza comercial y en el empleo.

    ATPDEA, ingresos y
    empleo.

    En la actualidad Ecuador, Perú y Colombia cuentan
    con preferencia arancelaria de valor nulo en
    el mercado Norteamericano. La cual fue otorgada por parte del
    gobierno de los Estados Unidos a dichos países desde
    01/2006, por adaptarse a un plan en contra de
    la producción y infiltración de narcóticos
    en los Estados Unidos.

    A dicha preferencia arancelaria de valor nulo, se la
    conoce como el ATPDEA. Con el cual los productos del Ecuador
    salen beneficiados, estos comprenden camarón, flores,
    brócoli, textiles, atún en funda, etc. Si el TLC no
    se llega a firmar, esta preferencia arancelaria de valor nulo
    dejaría de existir y se retomaría el arancel
    promedio a los productos antes del 1 de enero del 2006, que
    llegan a un 5%.

    Poniendo este arancel en términos reales,
    consideremos que el Ecuador no hubiese tendido esta ventaja de
    mercado en el 2005. Esto hubiese significado para el Ecuador una
    perdida de 35 millones de dólares. Es decir, si la
    producción se mantiene inalterada y no se firma el TLC,
    los exportadores del Ecuador, en un año común,
    perderían 35 millones de dólares.

    Adicionalmente, el Estado
    ecuatoriano no tendría que seguir en el plan
    Norteamericano contra las drogas (en
    teoría
    se podría alquilar o sacar la base de Manta). Valga la
    redundancia el Ecuador ganaría firmando el TLC la misma
    cantidad.

    Por otro lado, consideremos, una vez mas, al año
    fiscal 2005.
    En el caso de que se firmara el TLC y las importaciones de
    Norteamérica se mantengan inalteradas, el Ecuador
    perdería en impuestos arancelarios un total de $110
    millones de dólares.

    Teniendo estas cifras en cuenta, resulta lógico
    no firmar el TLC, ya que $110 millones de dólares de
    perdida son mucho mayores que $35 millones de ganancia. Frente a
    este argumento, los que están a favor del TLC, dicen que,
    la ganancia de no entrar es mayor a la perdida de entrar, ya que
    el supuesto económico se basa en que la producción
    es inalterada. En términos reales, la perdida no seria de
    35 millones de dólares sino tres cuartas partes de las
    exportaciones, ya
    que nuestros vecinos (si firman) van a tener una ventaja
    inalcanzable en productos elásticos.

    En oposición, se objeta que los exportadores
    grandes deben volverse más eficientes frente a nuestros
    vecinos. Ó si no logran ser más eficientes, que
    sean subsidiados con la ganancia de no firmar el TLC. Es decir,
    es preferible subsidiar una pequeña cantidad de $35
    millones ($8000 por exportador al año), a perder plazas de
    trabajo contra una competencia
    injusta, como consecuencia de los subsidios.

    Para tener una perspectiva más clara de la
    magnitud de los subsidios Norteamericanos a sus agricultores y
    las plazas de trabajo que proporciona la agricultura en
    el Ecuador, observemos los siguientes datos:

    a.- EEUU subsidia a su agricultura con $50 000
    millones. Cada agricultor recibe como promedio entre $20 y $22
    mil anuales de subsidio.

    b.-En el caso del algodón, gastan $4 000 millones /
    año en subvencionar a sus 25 mil algodoneros. Los
    subsidios llegan a ser superiores al valor de lo que
    producen.

    c.- En el caso del sector pecuario, el subsidio
    alcanza a $2 diarios por vaca. Por ejemplo, si alguien tiene 500
    vacas, recibirá por subsidio $1 000 diarios.

    Veamos ahora los datos de trabajo para el Ecuador en la
    industria
    agropecuaria y agrícola. Según la CEPAL, en el
    sector agropecuario trabajan 3.1 millones de ecuatorianos, de los
    cuales 2.5 millones son pequeños propietarios y 500 mil
    son trabajadores contratados. La Cepal precisó que, de las
    cerca de 843 mil unidades productivas ecuatorianas, 46.1 por
    ciento están asociadas en forma predominante a productos
    amenazados por el TLC, y 57.6 por ciento corresponde a las de
    nivel de subsistencia. En el 2005, en productos
    estratégicos como arroz, cebada, maíz,
    papas y trigo, los EEUU tienen un 424% de rendimiento mayor que
    el Ecuador. ( i.e. 4 a 1). Aumentar la producción pecuaria
    en EEUU en el 1,3%, cubriría toda la demanda de
    Ecuador. Y en la agroindustria, pasa lo mismo con solo el 0,5%
    más.

    Los datos anteriores, confirman que, inevitablemente, el
    sector agrícola desaparecería en el Ecuador, ya que
    competir con la producción subsidiada de Estados Unidos es
    casi imposible con las condiciones actuales. Asimismo,
    desaparecería empleo para casi un millón de
    Ecuatorianos. Valga la redundancia, este argumento es la base de
    los que están en contra del TLC.

    Por otro lado, los que están a favor del TLC,
    argumentan que estos sectores deberían cambiar su
    ocupación a los sectores que si son favorecidos por el
    TLC, para así dejar que el "libre mercado" pueda
    prevalecer. En contraste el otro bando manifiesta que, el
    competidor, Estados Unidos, esta irespetando dicha "libertad de
    mercado" con los subsidios. Por consiguiente, nosotros debemos
    tomar medidas en contra de estas prácticas, que van en
    contra de una justa competencia.

    Por ejemplo, se propone hacer lo mismo que los Estados
    Unidos y subsidiar a los sectores que salen perjudicados por el
    TLC. Ó también, proponen que dichos sectores se
    vuelvan más eficientes. Poner en practica cualquiera de
    estos dos planes, resulta mejor que perder casi un millón
    en plazas de trabajo.

    En este último punto, coinciden los dos grupos. Se
    necesita que nuestros sectores productivos logren mayor eficiencia;
    argumento, que resulta tan lógico como evidente para
    cualquier economía. No
    obstante, a pesar de que este argumento resulte tan obvio, no se
    aplica en la práctica, ya que el sistema
    económico ecuatoriano, no tiene planes tecnificados de
    crecimiento y no existe un mercado de
    capitales libre mercado, que fomente menores costos del
    dinero. Esto
    sucede con TLC y sin TLC.

    Propiedad
    Intelectual

    En economía
    internacional, las cuotas, aranceles o convenios de libre
    comercio tienen, como propósito, proteger o beneficiar el
    mercado nacional contra el alcance de productos del exterior. Es
    decir, los gobiernos deciden, según su criterio, que los
    habitantes consuman más o menos de su propio producto. Es
    por dicho motivo, que en lo que se refiere a los aspectos
    comerciales del TLC, la discusión se la hace, en su
    mayoría, domésticamente. Esto se debe a los
    intereses que tienen los grupos productivos del Estado; tema
    que se trato en la sección anterior.

    Existe también otro tema del TLC, el cual
    también se encuentra en una mesa de negociación. El cual, a pesar de no tratar
    cuotas o aranceles, tiene altas repercusiones sobre el consumidor
    ecuatoriano. A dicho aspecto de comercio, se lo conoce como
    Propiedad
    Intelectual. En este punto, se plantean tesis en contra y a
    favor, sobre los derechos y privilegios que
    tiene el creador de una elaboración farmacéutica,
    tecnológica o intelectual. A diferencia, de la parte
    comercial del TLC, no existen muchas discusiones internas en el
    Ecuador sobre si se debe o no firmar el TLC, ya que la investigación y desarrollo
    ecuatoriano es muy limitado. Por ello, los argumentos que se oyen
    sobre este tema, toman un marco unificado ecuatoriano frente a
    los negociadores de Estados Unidos.

    El conflicto
    sobre la Propiedad
    Intelectual se centra, sobre (casi en su totalidad) un aspecto,
    que es el farmacéutico. Para tener una idea general sobre
    la controversia de Propiedad Intelectual, entendamos que Estados
    Unidos plantea que los creadores de una fórmula de
    fármaco deben tener monopolizada la distribución y comercialización por veinte años.
    Después de concluidos esos veinte años, el creador
    del químico, podrá ostentar, que dicho compuesto
    tiene otro uso además del que tuvo por veinte años
    atrás. Dándole así, a la farmacéutica
    veinte años más de monopolio de
    su producto.

    Analicemos un ejemplo; pensemos que una
    farmacéutica acaba de descubrir un antibiótico que
    se aplica contra los gérmenes de la piel. Por este
    remedio, la farmacéutica tendrá veinte años
    de distribución exclusiva. Al termino de estos veinte
    años, la empresa,
    dirá que el antibiótico, también,
    podría servir para infecciones bucales y tener un periodo
    (20 años) más de monopolio, sin tener que haber
    cambiado la fórmula.

    Como se habrá entendido, el conflicto esta sobre
    la base de la exclusividad de una patente. Si no se firma el TLC,
    el Ecuador tendría que estar regido a las políticas
    internacionales de la
    organización mundial de comercio (OMC), a las
    cuales el mismo ya esta sujeto. Estas dicen que, si una
    farmacéutica descubre una fórmula medicinal,
    la empresa
    tendrá su uso exclusivo por 10 años. Después
    de los diez años, la compañia tendrá que
    hacer un cambio
    substancial al compuesto para darle otros diez años de
    monopolio. El antecesor del TLC, el ALCA,
    sé regio también a las normas del
    TLC.

    El punto desfavorable para el Ecuador, si se firma el
    TLC, sería entonces, el tener que sujetarse a costo de
    medicinas monopolizadas y no tendría la opción de
    fabricar genéricos. Además, en vista de que el
    Ecuador no cuenta con laboratorios de investigación y
    desarrollo, los costos médicos aumentaran en magnitudes
    muy grandes y se mantendrían en esos niveles. Para tener
    una idea de la diferencia de costos entre medicina
    original y genérica, consideremos que el costo de una caja
    de Prozac es de $50 mientras que su genérico Fluxetina
    tiene un costo de $4,5.

    Por otro lado, el punto a favor de firmar el TLC, seria
    que las farmacéuticas tendrían incentivos muy
    interesantes para seguir fabricando medicinas, que podrían
    disminuir las consecuencias de enfermedades complejas. El
    argumento que tiene Estados Unidos en esta posición, es
    que la creación de nuevas fórmulas medicinales,
    necesita de costos caros en investigación que, a su vez,
    necesitan de una compensación más justa que el de
    la OMC.

    Existe, también, otro punto de controversia en el
    tema de Propiedad Intelectual. Este se refiere a la medicina
    ancestral. En la actualidad existen medicamentos que se fabrican
    en el ámbito doméstico y son distribuidos en su
    mayoría por pequeños comerciantes, cuya
    fórmula es el resultado de conocimiento
    de culturas antiguas.

    Unos ejemplos muy visibles de esta practica ancestral,
    es la sangre de drago o
    la pomada de matico. Estas medicinas no son patentadas, empero al
    mismo tiempo, son
    distribuidas sin tribulación ya sea por empresas grandes
    o pequeños comerciantes. Si se firma el TLC, estas
    medicinas ancestrales podrían ser patentadas por
    farmacéuticas que tengan los recursos para
    pagar por la patente y su desarrollo. Quien tenga la
    fórmula tendría el monopolio de dicha
    medicina.

    El punto en contra de firmar el TLC, seria que no se
    respetaría el
    conocimiento antiguo ecuatoriano y el costo de comprar estas
    medicinas caseras seria inflado. No obstante, si se firma el TLC,
    el argumento a favor seria que estas medicinas estarían
    fabricadas bajo las normas altas de calidad, a diferencia de la
    hechas domésticamente.

    México, el
    PIB y el
    empleo

    En economía, es difícil encontrar
    críticas, ya sean a favor o en contra, de un modelo o
    programa
    económico sin dejar de cuestionar o ovacionar la
    experiencia de algún país que ha seguido
    algún plan similar al que se discute. El ejemplo
    más claro de una experiencia de un convenio de libre
    comercio entre los Estados Unidos y un país en vías
    de desarrollo, es México.
    Paradójicamente, México sirve como ejemplo para
    argüir en contra y a favor del TLC.

    Los que están a favor del TLC, argumentan que las
    exportaciones de México, después del TLC, subieron
    casi cuatro veces y que su producto interno
    bruto (por las transacciones) aumentaron en niveles que no se
    hubieran podido haber soñado sin TLC. Lo cual puede ser
    comprobado con, simplemente, observar que al año existen
    75000 camiones Mexicanos cruzando sobre el río grande al
    territorio Norteamericano. Es decir, gracias al TLC,
    México se ha convertido en un país más
    rico.

    Por el otro lado, existen argumentos de
    académicos que cuestionan si el producto interno bruto
    describe la verdadera riqueza y bienestar de los ciudadanos de un
    país en vías de desarrollo. Por ejemplo, Ecuador ha
    subido su PIB en los últimos tres años en
    crecimientos de 6% a 8%, contrario a la línea de pobreza que, cada
    vez es más amplia. Si el tamaño del pastel ha
    crecido en el país, ha sido consecuencia de elementos
    exógenos de la
    administración y planificación gubernamental.

    Estos elementos han sido la desdicha de una guerra en
    medio oriente, que ha subido el valor del barril de petróleo. Y en nuestro caso; la desgracia
    de más de un millón de ecuatorianos que han
    emigrado al exterior debido a la escasez de labor
    local. Los emigrantes han enviado suficientes recursos para
    superar a los ingresos petroleros del país. Por ende, el
    PIB del Ecuador ha crecido por las remesas de los emigrantes y
    los ingresos petroleros; mas no por el comercio.

    Entonces, el verdadero indicador del bienestar de un
    país es el empleo. Mientras este es alto, la pobreza es
    baja. Siendo este la mejor indicación de riqueza, los que
    están en contra del TLC, argumentan que si bien el PIB y
    las exportaciones han aumentado en México. Las
    importaciones han sido mayores que las exportaciones y
    México se ha convertido en una gran maquiladora. Como
    consecuencia negativa; el desempleo en
    México, después del TLC, ha crecido, lo que se
    puede comprobar viendo que en el 2003 el desempleo era de 9.30% y
    para términos del 2006 ya ha sido de 10.30%. Es decir, 9
    millones de habitantes han emigrado hacia el exterior y en la
    actualidad se construye un muro de 3000 kilómetros
    alrededor de la frontera con
    Estados Unidos. Por ultimo, se dice que si bien la riqueza del
    país aumento (PIB), la distribución de la misma se
    ha ido a grupos económicos, que no representan la
    mayoría de la población.

    Conglomerado de
    argumentos en contra y a favor del TLC

    Argumentos a favor del TLC : cinco beneficios
    potenciales

    1. El TLC es un modelo económico en sí
      mismo de "crecimiento hacia afuera".
    2. Aunque el TLC no expande el mercado doméstico,
      lo obliga a ser competitivo.
    3. El consumidor gana porque los precios
      bajan y la calidad sube.
    4. Una mayor inversión es atraída por la
      seguridad de
      la Ley impuesta
      por TLC.
    5. Se genera un "efecto imitación" en el respeto
      ciudadano a leyes y
      contratos.

    Argumentos en contra del TLC: cinco peligros
    potenciales

    1. Los EEUU, manifiestan categóricamente: "los
      subsidios agrícolas no están en
      discusión"

    2. El Ecuador se llenaría de excedentes de EEUU
      (maíz, arroz, lácteos,
      algodón, ‘cuartos de pollo’,
      etc)
    3. El TLC es un cuerpo ‘supranacional’ que
      prevalece sobre las leyes del país.
    4. Incluso países amigos de los EEUU, Japón
      y Corea del Sur, no aceptaron el TLC. En América del Sur lo aceptan solo tres:
      Chile, Colombia y Perú.
    5. La ‘mejor’ experiencia del TLC
      -México- exhibe resultados negativos: en 12 años
      sus exportaciones suben 300%, pero sus importaciones
      también 310%. Ese déficit generó
      desempleó, 9’ de emigrantes y muro de acero de 3
      mil km.
    6. Perú y Colombia han roto varias normas de
      Propiedad Intelectual de la OMC, al aceptar patentar
      ‘innovaciones’ de plantas y
      conocimientos ancestrales.

    Conclusiones y
    Reflexiones

    Decidir o no, si el TLC es apropiado para el Ecuador no
    cuenta con una respuesta inmediata. Lo que sí podemos
    afirmar es que los aspectos políticos de firmar o no el
    TLC pueden ser muy riesgosos, ya que nos podemos someter a un
    levantamiento de las clases populares de la CONAIE, ó
    bien, podríamos subyugarnos a repercusiones por parte de
    los Estados Unidos o de las cámaras de comercio. No
    obstante, no debemos olvidar que estos grupos (en contra y a
    favor) no representan mas del 10% de la población
    ecuatoriana (EEUU no se encuentra en este porcentaje).
    También debemos tomar en consideración que dichas
    agrupaciones buscan únicamente sus intereses y no los
    colectivos.

    Por dicha razón, creo categóricamente que
    una consulta popular se debe llevar a cabo para determinar si se
    firma el TLC o no. Creo que las repercusiones del TLC deben ser
    decididas por toda la población, ya que tengo una
    mentalidad democrática. Adicionalmente, enviar una
    consulta popular a la población evitaría cometer
    los mismos errores de otros países.

    Por ejemplo, tomemos en cuenta que el candidato popular
    presidencial del Perú, Ollanta Humala, quien
    después de haber caído al tercer puesto en
    preferencia, debido a acusaciones de asesinato, volvió al
    primer lugar con 30% y ganó la primera vuelta en las
    elecciones, gracias a que en su discurso
    estuvo en contra del TLC. Esto nos dice que por lo menos 30% del
    pueblo peruano estaba en contra del TLC.

    Por otro lado, Costa Rica
    vivió un panorama similar; el actual presidente, Oscar
    Arias, ganó las elecciones presidenciales de dicho
    país con solo 1.5% de diferencia a su contendor
    Otón Solis. Dicho margen fue el resultado de que Solis
    estaba en completa contra del TLC, mientras que Arias, siendo un
    estadista acreedor al premio Nobel, no se pronunciaba con mucha
    frecuencia acerca del TLC.

    Esta situación nos lleva a pensar, que resulta
    asombroso que Arias no haya ganado contundentemente las
    elecciones, a pesar de haber sido parte del Nobel Institute y de
    que el TLC fue firmado en su país antes de su presidencia.
    Arias, también, se dio cuenta de que debió haber
    sido más enfático sobre el TLC en su
    campaña, hasta el punto de que rectificó su error,
    haciendo a su opositor, Solis, el nuevo jefe renegociador del TLC
    en su presidencia. Dichos hechos, nos demuestran que el TLC debe
    ser consultado a la población, caso contrario las
    consecuencias pueden ser nefastas, sobretodo en un país
    como el Ecuador, donde los movimientos sociales tienen fuerza de
    movilización.

    Por último, si se promueve una consulta popular
    los que están en contra y a favor del TLC, tendrán
    que informarse mas sobre el TLC para vender mejor su idea, de
    igual forma, el electorado.

    Finalmente, nos vamos a alejar de nuestra perspectiva
    objetiva frente al TLC para tomar partido en un aspecto del TLC
    con el cual, personalmente, estoy en contra.

    Pensamos que, en un verdadero tratado de libre comercio,
    no deben existir mesas negociadoras, porque solo así, se
    honra a una economía de libre mercado y se promueve la
    competencia de la derecha clásica. Cuando existen
    negociaciones, hay una implicación directa de que se
    favorece a un grupo a costa
    de otro. Pensemos por un momento, que la mayoría de las
    negociaciones entre Ecuador y Estados Unidos, promueven que se
    beneficie a un sector económico local a cambio de
    privilegios de otro grupo económico extranjero, lo que
    implica que el mismo sector local saldrá a perdida sin
    oportunidad alguna de competir.

    De igual manera, no creemos que el gobierno debe
    involucrase en el mercado privado, ya que esto distorsiona la
    libre competencia y eventualmente desfavorece al crecimiento
    económico. Práctica, la cual realiza los
    Estados Unidos, país que se considera de derecha, mientras
    paradójicamente emprende acciones de
    izquierda; al dar subsidios, en un marco autodenominado de libre
    comercio.

    Soy partidario enfático de la libre competencia y
    del libre mercado, en consecuencia, no creo que un gobierno deba
    decidir a que sector económico ayudar y cual no; deben
    sobrevivir en el mercado, los industriales y productores que, en
    libre competencia, se lo hayan merecido así.

    Adicionalmente, no creo en los subsidios, porque
    sé esta auxiliando a pocos sectores ineficentes, a costa
    de la contribución del resto de la población. Si
    existe un TLC sin negociaciones y sin subsidios, la ley de
    ventajas comparativas del profesor
    David Ricardo
    podrá darse. Si la ley de ventajas comparativas existe, no
    solo que ganarán los Estados Unidos y el Ecuador por
    igual, sino también aumentara el PIB y el empleo externo y
    domestico. Aspectos, que comparten y son los fundamentos base de
    los que están en contra y a favor del TLC.

    Anexos

    México y vigencia del ATPDEA (BC
    pag. 79)

    Desempleo % : a fines 2003:
    9.30 2004: 9.88 2005: 9.30 I-2006:
    10.21

    – – – – x – – – – – –

    Dolares del TLC: perdida neta 2007 si no
    se firma = 33 (48-15)

    Ecuador 2005: X
    totales: 9869’ (Non-oil : 1868’) ; M.
    totales: 9609’

    Hacia EEUU: X non-oil: 917’
    (Arancel atpdea 48’) (X total: 4942’)
    ;

    M. todos: 1843’ (arancel 221’
    ) (desgrava 80% en 12 años, 15’
    anual
    )

    Participación petróleo
    & emigrantes

    2001 2002 2003 2004
    2005

    Ecuador D PIB: 5.1 3.4 2.7 6.9
    3.3 %

    D
    precios oil:

    1.02 0.56 1.86 3.83 2.24 %

    D emigrantes:
    0.64 0.30 0.93 1.04
    0.78

    total: 1.66 0.86 2.79 3.87
    3.04

    Participación %
    32.4 25.2 104.8 55.6 91.3 » 61.8 %

    Bibliografía

    Informe mensual CEPAL; mes Febrero
    2006.

    www.bce.com.ec

    www.banxico.org.mx

     

    AUTOR

    ANDRES VERGARA

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