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Tratamiento y prevención de las úlceras de presión en pacientes de la tercera edad



    1. Resumen
    2. Descripción de la
      úlcera
    3. Consideraciones en
      relación al paciente de la tercera
      edad
    4. Factores de
      riesgo
    5. Causas
    6. Signos y
      síntomas
    7. Tratamiento
    8. Prevención
    9. Conclusiones
    10. Bibliografía

    Resumen

    Palabras Clave: Ulceras por compresión,
    Prevención, Tratamiento, Tercera Edad

    Cuando una persona
    está en cama o en silla de ruedas durante mucho tiempo, la
    piel y los
    tejidos
    subyacentes se pueden romper y provocar llagas o úlceras
    en los puntos de presión; estas llagas y úlceras de
    decúbito son difíciles de tratar y lentas en curar.
    Se desarrollan encima de las prominencias de los huesos del
    cuerpo, tanto en la base de la columna vertebral como en huesos
    de la cadera, muslos y talones; siendo el lugar de
    presentación mas frecuente la región del sacro Las
    úlceras pueden también aparecer en cualquier
    superficie de tejido suave que esté expuesta al peso del
    cuerpo o presión durante un largo tiempo. Las ulceras por
    compresión en ancianos son complicaciones producidas por
    reposo permanente o por el abandono.

    Las ulceras por presión son un problema
    frustrante en la población geriátrica; ellas
    incrementan la demanda de
    atención en salud y muchas veces son
    muestra clara
    de mala practica médica. La prevención y las
    medidas correctas pueden ayudar a una lenta progresión de
    las ulceras de presión. Cuando las ulceras ocurren, la
    selección de terapias apropiadas puede
    prevenir las devastadoras complicaciones.

    Algunos tratamientos pueden ayudar en la
    reducción del tamaño de la ulcera; pero una vez que
    la ulcera aparece la recidiva es frecuente y la curación
    completa no es posible la mayoría de las veces por la
    desatención y abandono del los pacientes por su
    condición de ancianos.

    Introducción.

    Las úlceras por decúbito (escaras) se
    definen como áreas localizadas de necrosis tisular que se
    desarrolla cuando un tejido blando es comprimido entre una
    prominencia ósea y una superficie externa por un
    período prolongado de tiempo. Esto compromete la
    circulación sanguínea de la zona con la
    consiguiente isquemia y daño
    tisular, provocando una solución de continuidad de la piel
    y necrosis subyacente, ambos factores favorecen la
    infección y con ello mayor daño local y riesgo de
    sepsis.

    La inmovilización prolongada permanente o
    temporaria es más común en personas ancianas cuando
    se encuentran confinados a la cama en el hogar, hospital o unidad
    de cuidados intensivos. Puede ser secundaria a la
    administración de sedantes y bloqueantes
    neuromusculares (por ej. pacientes intubados y ventilados),
    tracciones esqueléticas en pacientes traumatizados,
    déficit neurológicos, y debilidad general o
    fatiga.

    Los pacientes que no son movilizados convenientemente
    desarrollan úlceras por decúbito, y las
    áreas más vulnerables son los tejidos que se
    encuentran sobre prominencias óseas.

    Se estima que el 95% de las úlceras por
    decúbito pueden ser prevenidas. Por tal motivo su
    incidencia es utilizada como un indicador de calidad del
    cuidado que recibe el paciente.

    Descripción de la
    úlcera
    .

    1.2.1.- ESTADIOS

    Se dividen según la profundidad de las ulceras,
    el tamaño y la localización.

    • 1.2.1.1.-PROFUNDIDAD DE LAS ULCERAS

    I. Epidermis y dermis lesionadas, pero no
    destruidas.

    II. Epidermis y dermis destruidas con lesión que
    afecta posiblemente capas Subcutáneas.

    III. Capa subcutánea destruida, con deterioro
    celular en epidermis, dermis y capa subcutánea, que
    provoca cavidad.

    IV. Tejido muscular y óseo invadido, células
    dérmicas, tejido subyacente y Estructuras
    destruidas. Ver anexo 1

    • 1.2.1.2.- TAMAÑO O DIÁMETRO

    Medir el diámetro en milímetros suele ser
    útil para ulceras precoces y para valorar la eficacia de un
    tratamiento también precoz, cuando las ulceras exceden 5 a
    10 cms. El pronostico es casi siempre malo y la alternativa
    terapéutica es la cirugía, ya sea la
    rotación de colgajos u otras menos invasivas.

    • 1.2.1.3.- LOCALIZACIONES FRECUENTES

    Región trocanterea, sacra, escapular,
    glúteas; sin embargo son también frecuentes en
    talones, pantorrillas y cualquier otra región del
    cuerpo.

    1.2.2.- FASES DE LA CURACION DE LA
    ULCERA

    • 1.2.2.1.- CICATRIZACION

    1a Fase: Inflamación. (Hasta 6° – 7°
    día). Periodo destructivo, posterior a la apoptosis
    inducida por la isquemia cronica y por compresión mecanica
    de vasos sanguinieos.

    2a Fase: Reconstrucción. Maduración y
    remodelación de la cicatriz. En la que se observa
    crecinmiento de un tejido fino de granulacion y
    fibrina.

    3a Fase: Contracción y reparación
    epidérmica. En la que se observa la reepitelizacion de la
    ulcera y una fibrosis o cicatriz)

    • 1.2.2.2.- EPITELIZACION

    Nuevo epitelio que tapiza y recubre la
    herida.

    1.2.3.- CLASIFICACION SEGÚN LA NATIONAL
    PRESSURE ULCERS ADVISORY PANEL

    . Estadio I: Alteraciones relacionadas a la
    presión sobre piel intacta, incluye: cambios en la
    temperatura o
    sensibilidad de la piel y en la consistencia de los tejidos. Se
    define como área de la piel intacta con eritema
    persistente. También puede aparecer de color azulado o
    púrpura, siempre de carácter persistente.

    ·       
    Estadio II: Pérdida parcial de las capas de la piel
    comprometiendo la epidermis, la dermis, o ambas. La úlcera
    es superficial y se presenta clínicamente como una
    abrasión, ampolla, o úlcera superficial.

    ·       
    Estadio III: Pérdida de todas las capas de la piel con
    compromiso o necrosis de tejido subcutáneo que se puede
    extender en profundidad, pero sin compromiso de la fascia
    subyacente. La úlcera se presenta clínicamente como
    un cráter profundo con o sin compromiso del tejido
    circundante.

    ·       
    Estadio IV: Pérdida de todas las capas de la piel con
    destrucción extensa, necrosis tisular, o daño del
    músculo, hueso o estructuras que lo soportan como tendones
    o cápsula articular. Tractos sinuosos o cavernas
    (bolsillos) también pueden ser asociados con
    úlceras estadio IV.

    Consideraciones
    en relación al paciente de la tercera
    edad

    El envejecimiento poblacional es un fenómeno al
    que todos los países prestan atención, aunque con
    enfoques diferentes. En las últimas décadas la
    población cubana está evolucionando aceleradamente
    hacia la senilidad. El desarrollo, en
    especial en la educación y la
    salud, el pleno empleo y la
    incorporación mayoritaria de la población femenina
    al trabajo
    remunerado y a la vida social del país, como consecuencia
    de los profundos cambios políticos, económicos y
    sociales generados por el proceso
    revolucionario a partir de 1959, son el origen del acentuado
    descenso en la fecundidad y la mortalidad en la población
    cubana.

    El estudio de la problemática del anciano
    constituye un elemento de primordial importancia y aparece como
    factor decisivo en las investigaciones
    médicas. Mediante los estudios de morbimortalidad se mide
    y se valora el nivel de salud alcanzado por la colectividad, lo
    cual permite optimizar la planificación de la prestación de
    los servicios, la
    docencia y el
    desarrollo cientificotécnico. Motivados por lo antes
    expuesto, realizamos el presente trabajo para profundizar en
    el
    conocimiento de algunas particularidades del paciente de la
    tercera edad en nuestra comunidad.

    Factores de
    riesgo.

    1.4.1.- FACTORES PREDISPONENTES

    1. Presión prolongada
    2. Humedad
    3. Circulación deteriorada
    4. Ausencia de tejido subcutáneo y
      adiposo
    5. Ausencia de sensibilidad

    1.4.2.- PACIENTES CON RIESGO

    1. Pacientes con parálisis por lesión
      cerebral o espinal
    2. Pacientes inconscientes o sedados
    3. Pacientes mal nutridos
    4. Pacientes mayores de 85 años
    5. Pacientes encamados o en silla de ruedas

    Causas.

    • Ancianidad.
    • Inposibilidad de mover ciertas partes del cuerpo sin
      asistencia, como despues de una lesion espinal o cerebral o si
      se tiene enfermedades
      neuromusculares (esclerosis multiple).
    • Malnutrición.
    • Estar en cama o en silla de ruedas.
    • Tener una condicion cronica como diabetes, que
      disminuye el aporte de flujo sanguineo.
    • Incontinencia urinaria
    • Piel fragil.
    • Enfermedad mental, como el Alzheimer.

    Signos y
    síntomas
    .

    El diagnóstico es por observación directa de la zona lesionada.
    Éste suele ser obvio para cualquiera que inspeccione la
    piel de la persona enferma. Se dividen las úlceras de
    decúbito en 6 fases, basadas en el tipo de
    daño:

    • Fase 1: La piel enrojece
    • Fase 2: La piel se hincha, se endurece y surgen
      ampollas
    • Fase 3: La piel muere, mostrando la grasa
      subyacente
    • Fase 4: La capa de piel muerta se extiende hacia el
      tejido muscular
    • Fase 5: El área muerta se ahonda y
      ensancha
    • Fase 6: El hueso queda expuesto y comienza a
      degenerarse

    Los principales síntomas son:

    • Color rojo sobre un punto de presión en una
      persona postrada o inmovilizada
    • Inflamación y engrosamiento en la piel
      afectada
    • Ampollas que se abren Irritación y
      dolor
    • Ulceración de la piel
    • Olor desagradable en el cuerpo

    Tratamiento.

    Los 4 componentes básicos para un plan
    terapéutico efectivo son:

    .

      1.7.1- Métodos de
    debridamiento y precauciones

    Tipos

    Herramientas

    Indicaciones / usos

    Precauciones,
    contraindicaciones

    1. Cortan-tes

    Escalpelo, tijera, otros.

    Celulitis o sepsis avanzada; remover tejidos
    desvitalizados y adherencias

    Heridas extensas (Estadio IV) puede requerir
    debridamiento en quirófano.

    • Mecánicos

    Curaciones húmedas- secas

    Remover tejidos desvitalizados

    Remueve tejidos viables y no viables. Requiere
    analgesia adecuada.

    Hidroterapia/ irrigación de la herida con
    jeringa y angiocatéter

    Ablanda y debrida la escara; remueve bacterias y restos de tejidos

    Presión escasa puede producir un
    debridamiento incompleto, y con presión exagerada
    existe riesgo de daño tisular.

    Dextranómeros

    Absorbe exudados, bacterias y otros
    restos.

    La posición del paciente afecta el
    éxito y la administración. Es costoso, y no
    reduce el tiempo de curación

    • Enzimá-tico

    Agentes tópicos

    Opción para pacientes que no toleran la
    cirugía, y presenta facilidades en el cuidado a
    largo plazo y aplicación en el hogar

    Contraindicado en casos de celulitis
    avanzada

    • Autolí-tico

    Enzimas sintéticas

    Auto-digiere tejidos desvitalizados (proceso
    causado por enzimas normalmente presente en los
    fluidos de la herida)

    De elección en pacientes que no toleran
    otras formas de debridamiento, y no requieren un
    debridamiento rápido. Contraindicado si la
    úlcera se encuentra infectada.

     

    1.7.2- Limpieza

    La solución recomendada para la limpieza de la
    herida es la salina normal, porque es fisiológico, no
    posee toxicidad celular, y produce una limpieza adecuada. Deben
    evitarse otros agentes de naturaleza
    citotóxica como iodo-povidona, solución de
    hipoclorito de sodio, peróxido de hidrógeno, y ácido acético.
    Algunas sustancias de limpieza comerciales, contienen
    surfactantes y otras sustancias químicas, que
    también producen efectos tóxicos, por lo que deben
    utilizarse en forma diluida.

    1.7.3- Prevención, diagnóstico y
    tratamiento de la infección.

    Toda solución de continuidad de la piel y tejido
    necrótico o desvitalizado favorecen la generación
    de infecciones, por lo que se debe realizar una buena limpieza y
    debridamiento quirúrgico si es necesario, y administrar
    antibióticos según los resultados de los cultivos
    bacteriológicos efectuados.

    1.7.4- Curaciones

    El factor más importante en la selección
    de la curaciones es la capacidad del método de
    mantener la herida húmeda y la piel circundante sana seca.
    Existen múltiples soluciones
    para tal fin, pero la selección debe determinarse
    según el criterio clínico, el tiempo requerido para
    la curación, y la biocompatibilidad.

    Terapias adyuvantes se promueven como
    estimulación eléctrica, oxígeno
    hiperbárico, irradiación láser,
    ultrasonido, factores de crecimiento de citoquinas, y drogas
    sistémicas. Únicamente la estimulación
    eléctrica para estadio III y IV son
    recomendados.

    1.7.5- Tratamiento electromagnetico

    El tratamiento electromagnético se usa con el
    objetivo de
    mejorar la curación de heridas crónicas, como
    úlceras de decúbito y úlceras venosas de las
    piernas. Para evaluar la efectividad del tratamiento
    electromagnético se usó la estrategia de
    búsqueda del Grupo Cochrane
    de Heridas (Cochrane Wounds Group) para buscar ensayos
    controlados con asignación al azar (ECAs) de tratamiento
    electromagnético para tratar úlceras de
    decúbito. El primero de estos estudios (Comorosan 1993)
    fue un estudio con tres grupos que
    comparó tratamiento electromagnético, tratamiento
    electromagnético en combinación con tratamiento
    estándar y tratamiento estándar solo.

    El segundo estudio (Salzburg 1995) era una
    comparación entre el tratamiento electromagnético y
    el tratamiento simulado en 30 pacientes masculinos con una
    lesión de la médula espinal y una úlcera de
    decúbito grado dos o grado tres.

    Ninguno de los estudios encontró una diferencia
    estadísticamente significativa entre las tasas de
    curación de los pacientes con tratamiento
    electromagnético y el grupo control. Los
    resultados no sugieren ninguna evidencia de beneficio por el uso
    de tratamiento electromagnético para tratar las
    úlceras de decúbito. Sin embargo, no puede
    descartarse la posibilidad de un efecto beneficioso o
    deletéreo, debido al hecho de que existen sólo dos
    ensayos con limitaciones metodológicas y números
    pequeños de pacientes. (Flemming K, Cullum N. Tratamiento
    electromagnético para tratar úlceras de
    decúbito (Revisión Cochrane traducida). En: La
    Biblioteca
    Cochrane Plus, número
    2, 2005. Oxford, Update Software Ltd. Disponible a:
    http://www.update-software.com. (Traducida de
    The Cochrane Library, 2005 Issue 2. Chichester, UK: John
    Wiley & Sons, Ltd.).

    1.7.6- Tratamiento con Ultrasonido.

    Se utilizó la estrategia de búsqueda del
    Grupo Cochrane de Heridas (Cochrane Wounds Groups) (ver
    "Alcances") para buscar ensayos controlados aleatorios (ECA) de
    ultrasonido terapéutico para el tratamiento de las
    úlceras de decúbito hasta Diciembre de 1999. Los
    resultados no indican pruebas
    evidentes de un beneficio del ultrasonido terapéutico en
    el tratamiento de las úlceras de decúbito. Sin
    embargo, no se puede descartar la posibilidad de un efecto
    beneficioso o perjudicial debido al pequeño número
    de ensayos con limitaciones metodológicas y al escaso
    número de participantes.

    1.8
    Prevención.

    1.8.1. PROGRAMA DE
    CAMBIOS POSTURALES

    • Cada 2 horas en los pacientes encamados, vigilar
      puntos de apoyo.
    • Cada hora,, por lo menos, en pacientes en silla de
      ruedas.

    1.8.2. DISPOSITIVOS PARA ALIVIAR LA
    PRESION

    • Utilización de piel de cordero en las zonas
      que son más sensibles.
    • Colchón neumático (de agua o
      aire).
    • Cojines de gel de flotación.
    • Protectores talones y codos.
    • Si no se utiliza colchón neumático,
      utilizar de espuma de poliuretano (látex).

    1.8.3. MASAJE

    • Hidratar la piel con crema o aceites mediante masajes
      (no se aplicará donde exista ya herida.

    1.8.4. ACTIVIDAD

    • Permanecer encamado el menor tiempo
      posible.
    • Animar la deambulación y los ejercicios de
      movilización. Por lo menos 2 veces al
      día.

    1.8.5. NUTRICION

    • Comidas poco copiosas y frecuentes
    • Aumento de la ingesta de líquidos, excepto
      cuando haya contraindicación médica.
    • Valoración dietética

    1.8.6. CUIDADOS HIGIENICOS

    • Mantener una correcta higiene
      corporal mediante lavado con agua y jabón seguido de
      aclarado y perfecto secado.
    • Mantener la ropa seca, limpia y sin
      arrugas.
    • Procurar que la ropa de la cama no pese
      demasiado.

    1.8.7. CUIDADOS PERINEALES. PACIENTES
    INCONTINENTES

    • Lavado frecuente de la forma anteriormente
      citada.
    • Aplicación de crema o pomada impermeabilizante
      (por ejemplo, Óxido de zinc).

    1.8.8.- MASAJE DE ESPALDA

    El masaje en la espalda tiene dos objetivos
    principales, relajar y liberar de la tensión (efecto
    sedante) y estimular la circulación sanguínea a los
    tejidos y a los músculos. Esto hace que los vasos periféricos de la zona se dilaten y
    así eleven el aporte de sangre a esa
    zona.

    Debido a que los tejidos están bajo
    presión cuando un paciente está encamado y los
    músculos generalmente están relajados, la
    estimulación de la circulación es esencial para que
    éstos obtengan los nutrientes y el oxígeno
    necesario.

    La posición de elección es en
    decúbito prono (boca abajo). La segunda que se prefiere es
    la lateral. Su desventaja es la dificultad para dar masaje en la
    cara lateral de la cadera en la que el enfermo se apoya. Esto
    requiere que se le dé la vuelta hacia el otro
    lado.

    Se pueden emplear diversas cremas y lociones emolientes.
    Primero, se calientan las manos y la loción. Luego, con
    ésta sobre ambas manos se comienza a frotar con
    movimientos circulares sobre el sacro. Se hace lo mismo hacia
    arriba y se da masaje a la escápula con el mismo tipo de
    movimientos. Estos se dirigen hacia abajo y lateralmente frotando
    las áreas de las crestas ilíacas derecha e
    izquierda. Se repite esta pauta durante 3 a 5 minutos dependiendo
    de las necesidades del enfermo.

    Otros puntos de presión que generalmente se
    beneficiarán de esta técnica son los codos, las
    rodillas y los talones.

    Durante el masaje en la espalda, si la cuidadora observa
    cualquier zona enrojecida que no desaparezca después de
    unos minutos, cualquier rotura de la piel y cualquier hematoma,se
    deben comunicar a la enfermera responsable. A menudo, estas
    características predisponen a las úlceras de
    decúbito.

    Se desaconseja dar masajes sobre las áreas
    blandas enrojecidas de las partes inferiores de las piernas,
    particularmente en los gemelos. El enrojecimiento, el dolor y el
    calor,
    particularmente a lo largo de una vena, pueden indicar la
    existencia de un trombo (coágulo de sangre) en la zona.
    Cualquier masaje podría desprenderlo y se movería
    hacia el torrente sanguíneo, pudiendo provocar una
    embolia.

    CONCLUSIONES

    Las ulceras por presión son un problema
    frustrante en la población geriátrica; ellas
    incrementan la demanda de atención en salud y muchas veces
    son muestra clara de mala practica médica. La
    prevención y las medidas correctas pueden ayudar a una
    lenta progresión de las ulceras de presión. Cuando
    las ulceras ocurren, la selección de terapias apropiadas
    puede prevenir las devastadoras complicaciones.

    Algunos tratamientos pueden ayudar en la
    reducción del tamaño de la ulcera; pero una vez que
    la ulcera aparece la recidiva es frecuente y la curación
    completa no es posible la mayoría de las veces por la
    desatención y abandono del los pacientes por su
    condición de ancianos.

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      Cassar
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      ,
      Crowe TC
      .
      Department of Nutrition and Dietetics, Austin Health, Studley
      Road, Heidelberg 3084, Australia. {
      http://www.ncbi.nlm.nih.gov/entrez/query.fcgi
      ?cmd=Retrieve&db=pubmed&dopt=Abstract&list_uids=16297506&query_hl=1
      }
      noviembre 2005.

     

     

    TRABAJO MONOGRAFICO PRESENTADO POR:

    Tec. Raúl Copana Olmos

    German Ricardo Suárez Canedo

    COCHABAMBA – BOLIVIA

    2005

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