Monografias.com > Estudio Social
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Bioterrorismo. Una aproximación al tema




Enviado por Eduardo Campot



Partes: 1, 2

    1. ¿Qué es
      Bioterrorismo?
    2. Bioguerra: una breve
      reseña histórica
    3. Alcance de las
      bioarmas
    4. Los agentes biológicos
      del bioterrorismo
    5. Las principales amenazas
      bioterroristas
    6. La
      bioseguridad
    7. Acciones
      frente a un ataque
    8. Ley contra el
      bioterrorismo
    9. El
      bioterrorismo y la región
    10. Fuentes
      consultadas

    Grabados 1) Ángeles
    con arcos transmiten la epidemia (en Crónica de las
    cosas
    de Lucas de Giovanni Sercambi, 1347-1424). 2) B.M.
    Kustodiev – Moscú 1905

    1)
    INTRODUCCIÓN

    La fecha del 11 de setiembre de 2001 se
    considera un hito de la historia moderna. Fue el
    día que la humanidad presenció cómo se
    derrumbaban barreras sicológicas existentes hasta el
    momento. Porque las bombas nucleares
    de Hiroshima y Nagasaki fueron también un quiebre en la
    historia, pero la destrucción no involucraba directamente
    a los destructores.

    El 11/9 cayó la barrera de la
    seguridad de que
    el destructor no arriesga su vida. Hoy sabemos que no existe ese
    impedimento y a estos nuevos Kamikaze no les interesa su propia
    vida. Esto hace que sea difícil de prever un ataque y
    máxime teniendo en cuenta las modernas formas de
    destrucción masiva disponibles.

    Los ataques nucleares tradicionales se
    consideran medianamente controlados, ya que involucran a
    naciones. Los ataques de origen nuclear no convencionales, son
    una problemática que preocupa, pero se debe contar con
    cierta tecnología y
    disponibilidad de elementos controlados para
    realizarlos.

    Los ataques de tipo biológico,
    químico o radiológico (BQR), se encuentran en una
    zona de menor control y
    más fácil acceso a los elementos necesarios, por lo
    que son incidentes que generan mayor incertidumbre y
    máximos esfuerzos de políticas
    de prevención, a través de planes de
    contingencia.

    En las 24 horas siguientes a los ataques
    terroristas ocurridos el 11 de septiembre, los Centros para el
    Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for
    Disease Control and Prevention; CDC) desplazaron a sus
    epidemiólogos para que evaluaran las consecuencias del
    desastre y reforzasen la vigilancia de otros actos de bioterrorismo
    (BT), en potencia

    No había transcurrido un mes
    cuando, el 4 de octubre de 2001, los CDC notificaron un caso
    mortal de carbunco por inhalación en Florida.
    Posteriormente, se identificó un total de 22 casos de
    carbunco en cinco estados diferentes y 5 de estos enfermos
    fallecieron. Todos menos dos estaban directamente relacionados
    con la emisión intencionada de esporas de B.
    anthracis
    . Más de 100 epidemiólogos fueron
    enviados por los CDC en una de sus investigaciones
    más complejas, que aún sigue en activo.

    Aunque los acontecimientos terroristas se
    produjeron en los Estados Unidos
    (EE UU), las fuerzas armadas de todo el mundo occidental
    reforzaron la alerta y los sistemas
    sanitarios se vieron en la necesidad de comprobar un gran
    número de cartas que
    contenían polvos sospechosos de estar contaminados con
    esporas de B. anthracis.

    En las semanas posteriores no se
    produjeron ni ataques terroristas ni casos de carbunco, y todas
    las amenazas bioterroristas acabaron siendo falsas. Sin embargo,
    la presión
    ejercida sobre los países fue alta, ya que
    rápidamente se vieron obligados a destinar recursos
    sanitarios con el fin de hacer frente a un nuevo tipo de
    amenaza.

    A esta nueva forma de terrorismo, se
    le llama BIOTERRORISMO y forma parte de la Bioguerra
    moderna.

    ¿Qué es
    Bioterrorismo?

    La finalidad del BT es una sola: crear
    miedo pánico
    en la población, desestabilizando la autoridad, la
    economía y
    la auto estima de un pueblo.

    Los ataques producen enfermedad y
    muerte,
    destruyen el equilibrio
    sicológico y emocional de la población y predispone
    a los individuos a la sumisión por el miedo.

    La mortandad indiscriminada y la falta de control sobre
    los agentes biológicos diseminados en el medio ambiente
    son los principales instrumentos del bioterrorismo.

    Esto se asocia a la angustia de estar luchando contra un
    enemigo invisible, cuya identidad se
    desconoce y que puede atacar en cualquier lugar y en cualquier
    momento

    Existe una diferencia que debe marcarse entre BIOGUERRA
    y BIOTERRORISMO.

    La guerra biológica o bioguerra debe ser
    considerada en el contexto de una ofensiva militar y ataque en
    masa a las poblaciones, utilizando medios para
    tal fin. Están involucrados ejércitos
    regulares.

    Entendemos como guerra
    biológica el uso de enfermedades producidas por
    microorganismos o agentes bioactivos (toxinas) con el fin de
    dañar o aniquilar a las fuerzas militares del enemigo, sus
    poblaciones civiles o contaminar sus fuentes de
    agua o
    alimentación.

    El bioterrorismo en cambio, no
    puede ser detectado hasta que ataca, sus instalaciones y
    operadores no pueden ser diferenciados de ciudadanos comunes en
    casas comunes, con rutinas comunes. Una unidad bioterrorista
    puede ser instalada en el garaje de una casa común, de una
    escuela, en un
    área cerrada de un hospital o ser camuflada en una
    pequeña fábrica autorizada.

    2) BIOGUERRA:
    UNA BREVE RESEÑA HISTÓRICA.

    El más antiguo relato de bioterrorismo se puede
    leer en el Libro del
    Exodo, cuando Moisés hizo uso de esta arma para liberar a
    su pueblo de Egipto. La
    Quinta Plaga lanzada sobre Egipto es identificada como Antrax o
    Carbunco, hasta hoy el agente biológico más
    utilizado como bioarma. Además, la historia cuenta
    cómo se usó estas plagas como "flagelos divinos"
    para provocar miedo, destrucción, angustia e insoportable
    presión política sobre el
    Faraón.

    Desde los tiempos antiguos, los reservorios de las
    ciudades sitiadas eran infectados con desechos y carcazas de
    cadáveres putrefactos, una táctica que los nazis
    usarían en la 2ª Guerra Mundial al
    poluir un gran reservorio de agua en el nordeste de La
    Bohemia.

    Los Tártaros, en el sitio de la ciudad de Kaffa
    (hoy Feodossia en Ucrania) en 1346 usaron los cadáveres de
    sus propios soldados muertos por la Peste catapultándolos
    dentro de los muros de la ciudad.

    Una táctica similar fue usada por los
    brasileños en la Guerra del Paraguay en 1867.
    El Duque de Caxias ordenó que se tirase en el Río
    Paraná los cadáveres de soldados brasileños
    muertos de cólera
    con el objetivo de
    "… llevar el contagio a las poblaciones ribereñas
    de Corrientes, Entre Ríos y Santa Fé.", ciudades
    que en esos días estaban en manos de las fuerzas deL Mcal.
    Francisco Solano López.

    Otro ejemplo de guerra biológica en el pasado fue
    el uso de la viruela para diezmar las tribus de indios
    norteamericanos hostiles a los colonizadores ingleses en la
    llamada guerra franco-india
    (ocurrida de 1754 a 1763 y en la que se enfrentaron Francia y Gran
    Bretaña por el dominio de
    territorios de parte de lo que hoy es Canadá y los Estados
    Unidos), El comandante de las fuerzas británicas en los
    Estados Unidos Sir Jeffrey Amberts ordenó que se
    distribuyese a los indios cobertores y prendas provenientes de un
    hospital en Fort Pitt donde se había producido una
    epidemia de viruela. Esta versión inglesa del Caballo de
    Troya resultó en una gran epidemia de viruela entre los
    indios del valle del Río Ohio.

    Con el advenimiento de la ciencia
    microbiológica los microorganismos fueron aislados,
    identificados y cultivados y la posibilidad de usarlos como
    agentes específicos se volvió una
    realidad.

    Durante la 1ª Guerra Mundial, se
    conoce el uso de agentes químicos y gases
    tóxicos con acción
    sobre el sistema nervioso
    central. Pero también hubo acusaciones no probadas que
    Alemania
    usó el ántrax contra el ganado caballar y vacuno
    que aportaban a las fuerzas aliadas España,
    Noruega, Argentina, Rumania y -hasta antes de que se involucraran
    en la guerra, en 1917- los Estados Unidos.

    La prohibición del uso de armas
    tóxicas y biológicas fue establecida en el Protocolo de
    Ginebra de 1925. En este Protocolo no se prohibía la
    producción, no se obligaba a inspecciones,
    aunque si preveía la reparación a países que
    fueran atacados por dichas armas.

    Varios países europeos y Rusia
    incrementaron sus investigaciones en la producción de
    bioarmas.

    En 1932 el ejército japonés
    desarrolló un arsenal biológico que fue
    efectivamente usado contra militares y civiles chinos durante la
    ocupación de Manchuria. La famosa Unidad 731 estacionada
    en Ping Fan desarrolló carbunco, meningitis, shigelosis,
    cólera y peste en Changchun, Nanking y otras
    localidades.

    Estas bioarmas fueron testadas en prisioneros de guerra
    (chinos, manchurianos, americanos, ingleses, australianos y
    rusos) ocasionando más de 3000 muertes en Ping Fan. Por lo
    menos 11 ciudades chinas fueron atacadas con bioarmas, que
    incluyeron la
    contaminación de fuentes de agua y alimentos con
    cultivos puros de de Bacillus anthracis , Vibrium
    cholerae, Shigella sp. Salmonella sp.
    entre otros.

    Más de 15 millones de pulgas infectadas con
    bacilos de peste fueron lanzadas desde aviones sobre ciudades
    chinas para actuar como vectores
    biológicos que causaron gran daño a
    la población civil sobre todo.

    Mientras tanto, el ejército japonés no
    equipó ni inmunizó a sus soldados contra estas
    armas biológicas. Así, en un ataque a Changteh en
    1941, cerca de 10 mil soldados japoneses fueron atacados por el
    Cólera, resultando en más de 1700
    muertes.

    Las experiencias militares japonesas terminaron con la
    derrota de Japón
    en la 2ª Guerra Mundial. En este mismo período
    Estados Unidos de América
    inició intensas investigaciones en guerra
    biológica, al mismo tiempo que
    Inglaterra y
    Rusia seguían el mismo camino.

    Este hecho se marcará como una de las "espadas de
    Damocles" que pendieron sobre la humanidad durante el
    período de la Guerra
    Fría.

    Se sospecha que durante la segunda Guerra
    Mundial, los rusos utilizaron la tularemia contra los
    alemanes durante el sitio de Stalingrado; esta enfermedad es
    producida por la bacteria Francisella tularensis y
    usualmente se transmite a través de picaduras de
    garrapatas, pero también se puede adquirir por beber agua
    contaminada o por estar en contacto con carne de mamíferos infectados (principalmente
    conejos); la tularemia se puede presentar de diversas formas,
    entre ellas un tipo de neumonía muy grave

    Los aliados probaron bombas de carbunco sobre la isla
    Gruinard en el norte de Escocia, la que resultó tan
    intensamente contaminada que a pesar de haber sido desinfectada y
    lavada con formol y agua salada, aún hoy existen focos de
    Carbunco.

    Los norteamericanos iniciaron su ambicioso proyecto de
    guerra química
    y bacteriológica en 1942 con la creación del
    Proyecto Fort Detrick, en Camp Detrick, Maryland. Este proyecto
    usaba extensas áreas en Mississipi, Utah e Indiana para
    experimentos
    con Bacillus anthracis y Brucella sp.
    Científicos japoneses que participaron de las acciones
    llevadas adelante por la Unidad 731 fueron amnistiados e
    integrados al programa
    americano.

    Se utilizó tecnología industrial (tanques
    de fermentación, etc.) para cultivar y
    almacenar grandes cantidades de microorganismos letales, tales
    como Fransicella tularensis, Coxiella burnetti y
    otros. También se desarrollaron experimentos con
    voluntarios humanos y con animales y
    plantas con estos
    cultivos.

    Finalmente, se realizaron experimentos de campo
    utilizando bacterias
    saprófitas (no patógenas) sobre las ciudades de
    Nueva York, San Francisco y otras, utilizando las bacterias
    Serratia marcecens, y el hongo Aspergillus
    fumigatus
    a fin de poner a punto el uso de las armas
    biológicas desarrolladas.

    El arsenal biológico norteamericano estaba listo
    para funcionar a pleno en 1960.

    Durante la Guerra Fría Estados Unidos y URSS
    intercambiaron acusaciones de ataques con armas
    biológicas. Así EUA acusó a URSS de atacar
    con "lluvia amarilla" (micotoxinas) a Laos (1975-1981), Kampuchea
    (1979-1981) y Afganistán (1979-1981). Por su parte, URSS
    acusaba a EUA de probar peste bubónica sobre esquimales
    canadienses, causar una epidemia de cólera en el sur de
    China y lanzar
    ataques experimentales sobre civiles en Colombia y
    Bolivia.

    La escalada de armamentos químicos y
    biológicos se volvió una amenaza concreta y el
    concenso general sobre este tema era que la mejor forma de evitar
    un desastre biológico era eliminando todo el arsenal
    existente. Así en 1969 Inglaterra presentó al
    Comité de Desarme de las Naciones Unidas
    una propuesta de prohibición de la producción,
    desarrollo y
    almacenamiento de
    bioarmas, obligando a los países miembros a permitir la
    inspección local en casos de denuncias fundadas de
    violación al protocolo.

    Las naciones del Pacto de Varsovia hicieron
    también una propuesta pero omitiendo el ítem de la
    inspección. La OMS publicó en este interín
    un estudio sobre las consecuencias potenciales de una guerra
    biológica.

    En 1972 quedó establecida la Convención de
    Prohibición, Desarrollo, Producción y
    Almacenamiento de Armas Bacteriológicas
    (Biológicas) y Toxinas y sus derivados. El Tratado fue
    ratificado y firmado por más de 100 naciones, incluyendo
    los EUA, Rusia e Irak.

    La Administración Nixon, se anticipó al
    Tratado y determinó la destrucción del arsenal de
    bioarmas americano en 1972. El arsenal norteamericano
    destruído incluyó los siguientes agentes letales ya
    convertidos en armas: Bacillus anthracis, Toxina
    botulínica, Francisella tularensis. Los agentes
    incapacitantes también ya convertidos en bioarmas:
    Brucella suis, Coxiella burnetti, Enterotoxina B de
    estafilococo, Virus de
    Encefalitis Equina Venezolana.

    Los programas
    originales continuaron ahora sobre una perspectiva diferente: las
    investigaciones eran dirigidas para el desarrollo de estrategias,
    productos y
    entrenamiento
    para defensa como bioarmas potenciales

    Hechos posteriores a
    la Convención de Armas Biológicas de
    1972.

    A pesar de la firma del Tratado, Irak y Rusia
    continuaron llevando adelante sus programas de bioarmas. Una
    epidemia de Carbunco sucedió el 2 de abril de 1979 en
    Sverdlovsk, en la ex Unión Soviética, entre
    personas que vivían y trabajaban en un entorno de 4
    kilómetros del complejo militar número 19, una
    instalación que se ocupaba de microbiología, al mismo tiempo que el
    ganado moría de Carbunco en un entorno de 50 km. de estas
    instalaciones

    El Presidente Boris Yeltsin, en mayo de 1992,
    admitió que en Sverdlovsk se estaban desarrollando armas
    biológicas, el ántrax entre ellas. Ese mismo
    año emigró a los Estados Unidos el doctor Ken
    Alibek, quien fuera científico en jefe de 1988 a 1992 del
    "Biopreparat", la institución militar soviética
    encargada del desarrollo de las armas biológicas y
    confirmó que Rusia posee armas para una guerra
    biológica en gran escala.

    De 77 casos humanos diagnosticados, 66 resultaron en
    muerte, convirtiéndose este caso en la mayor epidemia de
    Carbunco inhalatorio de la historia.

    El programa de bioguerra soviético coordinaba 6
    laboratorios de investigación, 5 instalaciones de
    producción y empleaba a más 55 mil técnicos
    y científicos. Actualmente se cree que alrededor de 25 a
    30 mil personas siguen involucrados en este programa en Rusia, a
    pesar de las negativas oficiales. Esto se ve agravado por las
    conocidas deficiencias en los controles que existen en ese
    país.

    Antes de la Guerra del Golfo (1991) se sabía que
    Irak tenía desarrollado un programa de armas
    químicas y biológicas. Se descubrió durante
    la guerra que efectivamente existían bioarmas que
    incluían Bacillus anthracis, aflatoxina, toxina
    botulínica y bacilo de gangrena gaseosa (Clostridium
    perfringens
    )

    El Ejército Iraquí tenía
    almacenados 8.500 litros de esporas de antrax concentrado, siendo
    6.500 litros armados en 50 bombas y 50 misiles SCUDs; stock de
    19.000 litros de toxina botulínica concentrada, siendo
    10.000 litros armados en 100 bombas y 13 SCUDs; y stock de 2.200
    litros de aflatoxina concentrada, siendo 1.580 litros armados en
    16 bombas y 2 SCUDs.

    Esta guerra demostró al mundo que las bioarmas
    estaban definitivamente incorporadas a la guerra moderna y esto
    llevó a EUA a la decisión de vacunar a todos sus
    soldados, congresistas y presidentes.

    En 1984 en Dallas (Oregon), la secta religiosa
    Rajneeshi contaminó con la bacteria
    Salmonella las barras de ensalada de una cadena de
    restaurantes. Como resultado, 751 personas tuvieron que ser
    hospitalizadas por malestares gastrointestinales más o
    menos severos; afortunadamente en esa ocasión nadie
    falleció. Pero desde el punto de vista práctico, se
    demostró que sólo un pequeño número
    de microorganismos tiene la potencialidad de utilizarse
    efectivamente como armas biológicas

    Otra amenaza real se vio con el ataque civil con
    gas
    Sarín en el metro de Tokio en 1995, por la Secta Aum
    Shinkiryo, donde murieron 12 personas luego que arrojaran el gas
    mediante unos paraguas.

    Los japoneses entraron en crisis:
    reportes hasta de suicidios fueron dados a conocer por la
    prensa de ese
    país que, por meses, estuvo sometido a la angustia y el
    temor.

    Ese acto criminal no habría sido ni el primero en
    su género,
    y tampoco el último de los que se han registrado en
    algún lugar específico del planeta, aunque se dice
    que muchos gobiernos han preferido ocultar acciones similares, no
    sólo para evitar la publicidad que
    los grupos violentos
    buscan mediante el uso de estas armas químicas, sino,
    especialmente, para no convulsionar a la población, cuando
    los resultados de los atentados bien pueden ser
    controlados.

    Quedó claro que los terroristas podían
    preparar armas químicas-biológicas para su propio
    uso. Esta Secta tenía cerca de 50 mil miembros prontos a
    servir a su líder y
    disponía de un capital de
    cerca de 1 billón de dólares. Tenían
    instalaciones de investigación con agentes
    biológicos y químicos, con toxina botulínica
    almacenada en pequeños aviones equipados con tanques
    pulverizadores.

    Finalmente, los ataques terroristas en gran escala a la
    población quedaron en evidencia después del
    atentado terrorista al World Trade Center de Nueva York, donde
    murieron miles de víctimas civiles.

    En los meses siguientes a este atentado,
    esporas de ántrax fueron diseminadas a través de
    cartas dirigidas a Tom Daschle, Líder de la Mayoría
    del Senado (demócrata de Dakota del Sur), al senador
    Patrick Leahy (demócrata de Vermont), a Tom Brokaw,
    corresponsal de la nacional Broadcasting Corporation (NBC) y a un
    periódico de la Florida. Veintidós
    personas sufrieron infección por carbunco y cinco de ellas
    fallecieron.

    El 4 de octubre de 2001, los Centros para
    el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for
    Disease Control and Prevention; CDC) notificaron un caso mortal
    de

    carbunco por inhalación en
    Florida.

    También en 2003.

    El pasado domingo 5 de enero, la
    policía antiterrorista encontraba rastros de ricina tras
    una operación en Wood Green, al norte de Londres.
    Además de la sustancia (letal incluso en pequeñas
    cantidades) se hall

    aron «equipos y materiales» sin especificar, en la
    residencia de uno de los seis detenidos iniciales. El primer
    ministro británico Tony Blair, comentaba el
    miércoles siguiente –día de la
    publicación de la noticia en la agencia británica
    BBC– que «el arresto demuestra que ese peligro es
    real, que está presente entre nosotros, y que su potencial
    es enorme

    En definitiva, uno de los problemas
    más acuciantes del bioterrorismo es su poder
    potencial; la efectividad que han demostrado los ataques
    individuales, difícilmente detectables, generan fuertes
    sensaciones de inseguridad
    que pueden llegar a condicionar las opiniones, actitudes y
    formas de comprender nuestra sociedad.
    Hasta ahora, el riesgo de
    conducir un coche o sufrir un accidente
    laboral sigue siendo más alto que el de recibir un
    ataque bacteriológico o químico. Pero el temor
    producido es, en sí, un arma. Más silenciosa y
    menos letal que las convencionales, pero potencialmente muy
    efectiva.

    En la actualidad, de los 54 agentes
    peligrosos identificados como instrumentos de un posible ataque
    bioterrorista, 38 podrían ser introducidos en la cadena
    alimentaria con consecuencias drásticas tanto para la
    salud de las
    personas como para la economía de una región, por
    su capacidad de expansión y llegada a un gran volumen de
    alimentos.

    Ahora no restan dudas. El terrorismo internacional en
    sus múltiples vertientes dispone y manipula armas
    biológicas y están dispuestos a usarlas sin
    interesarles sus propias vidas

    3) ALCANCE DE LAS
    BIOARMAS

    La Organización Mundial de la Salud (OMS)
    encomendó un estudio sobre los posibles efectos de una
    guerra biológica convencional. Los resultados de simulación
    llevados adelante por un grupo
    especializado, puede apreciarse en la siguiente tabla.
    Nótese que el Antrax se muestra como el
    agente biológico ideal y de mayor poder de
    destrucción de vidas.

    Agente

    Altura

    (km)

    Estimación de
    muertes

    Estimación de
    incapacitados

    Fiebre del Valle Rift

    1

    1.400

    35.000

    Encefalitis viral

    1

    19.500

    35.000

    Tifus

    5

    19.000

    85.000

    Brucelosis

    10

    10.500

    125.000

    Fiebre Q

    >20

    150

    125.000

    Tularemia

    >20

    30.000

    125.000

    Antrax (Carbunco)

    >20

    95.000

    125.000

    *Considerando la liberación de 50 kg de agente
    por un avión a lo largo de una línea de 2 km sobre
    una población de 500.000 habitantes.

    (Fuente: Health Aspects of Chemical and Biological
    Weapons, World Health Organization, 1970 – repport of WHO
    Group of Consultants).

    El aspecto económico

    Para tener una idea exclusivamente desde el
    punto de vista económico o de costo de la
    facilidad de hacer el daño, se incluyen algunos datos:

    4) LOS AGENTES
    BIOLÓGICOS DEL

    BIOTERRORISMO.

    Cuando se habla de agentes terroristas, se piensa en la
    persona que
    convencida (o no) de sus ideales es capaz de efectuar un acto de
    destrucción letal contra instalaciones y población,
    con prescindencia total y absoluta de su propia seguridad, en la
    creencia de que ese camino es el correcto para lograr hacer
    prevalecer su opinión.

    Este tipo de "agente" que tradicionalmente en la
    época moderna ha utilizado generalmente ingenios
    explosivos para sus propósitos, integra un grupo
    más o menos importante en número y potencial
    económico de otros agentes con el mismo fin.

    Hoy esos "amantes del odio a la humanidad" tienen a su
    alcance la ayuda de otro tipo de agentes: los agentes
    biológicos.

    En la guerra actual contra el bioterrorismo, el agente
    (biológico) es el componente más importante. Puede
    consistir en una toxina con un breve período de
    incubación con eficacia limitada
    a pequeños objetivos (de
    1 o 2 km2), o un organismo bacteriano o viral con un
    período de incubación más prolongado, pero
    que puede causar víctimas sobre regiones más
    amplias (cientos de kilómetros cuadrados).

    La selección
    de agentes biológicos sigue la lógica
    sencilla del bajo costo y la eficiencia del
    producto.
    Luego, se toman en cuenta factores tales como estabilidad
    adecuada durante el almacenamiento y utilización, alta
    tasa de infecciosidad, corto período de incubación
    e inducción eficiente de la
    enfermedad.

    La tecnología de la guerra biológica
    depende esencialmente de la tecnología del aerosol. Si se
    quiere realizar un ataque masivo, el medio de difusión
    más eficiente es el aire.

    Sin embargo, para bioterrorismo pueden usarse otras
    vías de ataque. Es extremadamente fácil prepararse
    para manejar algunas de las más peligrosas bacterias, como
    por ejemplo el Bacillus anthracis, productor de carbunco o
    ántrax.

    El material almacenado puede ser camuflado en
    pequeñas latas, frascos o empaques varios, haciendo que la
    detección sea muy difícil, sino
    imposible.

    El ataque puede ser multifocal (varias instituciones
    y personas al mismo tiempo y en localidades diferentes), llevando
    a una sobrecarga del personal
    encargado de combatir las acciones terroristas y el consiguiente
    efecto sicológico en la población.

    Como regla general, en un caso así el terrorismo
    primero reúne los agentes biológicos necesarios y
    luego los distribuye entre los operadores de campo a fin de
    efectuar la acción multifocal coordinada.

    Utilizando la técnica del aerosol y agentes
    liofilizados, es posible realizar ataques muy efectivos a
    través de las instalaciones de ventilación o
    aire
    acondicionado en lugares cerrados como aviones, oficinas,
    teatros, restaurantes, etc. Este tipo de blancos es perfecto para
    ataques multifocales utilizando agentes que se absorben por
    contacto con mucosas o por inhalación.

    Los abastecimientos de agua y procesadores de
    alimentos pueden ser contaminados con toxinas y microorganismos
    cuya vía de entrada al organismo humano sea a
    través de la ingestión de líquidos y
    alimentos sólidos.

    En todas estas operaciones no se
    necesita de gran aparato, un individuo
    sólo puede transportar el material necesario.

    Los ataques BQR (biológico, químico o
    radiológico), se encuentran agrupados dentro de la
    categoría de nuevos sistemas de acción terrorista y
    se han realizado diferentes clasificaciones según las
    diferentes incidencias sobre los elementos
    constitutivos.

    Según el agente seleccionado, las víctimas
    pueden ser clasificadas como:

    • incapacitadas (relativamente pocas
      muertes)
    • letales (con número importante de
      muertes)

    Desde el punto de vista del agente, existen diferentes
    tipos:

    • químicos
    • quimicobiológicos
    • espectro medio
    • biológicos
    • etnobombas

    A pesar de no ser estrictamente el objetivo de este
    trabajo, se
    hace necesario mencionar que los agentes químicos pueden
    ser clasificados sobre la base de las características
    físicas y químicas.

    Las ventajas y desventajas aluden a:

    • su grado de letalidad
      • letal
      • no letal
    • su modo de operación o medio de
      ataque
      • cutáneo
      • pulmonar
      • oral
      • la velocidad de operación (tiempo de
        espera entre su exposición y la generación de
        efectos)
    • su grado de toxicidad
      • relación entre cantidad del agente y el
        efecto generado su persistencia
      • medida de permanencia activa en el área
        afectada
    • la forma y estructura
      del agente
      • sólida
      • líquida
      • gaseosa

    Como se indica en el cuadro 1, los agentes
    químicos se clasifican en primera, segunda, tercera y
    cuarta generación, no letales y de nueva
    generación.
    Los agentes biológicos, según la Convención
    de Armas Biológicas (CBW) de 1972, incluyen
    microorganismos patógenos como el de la viruela, y
    químicos venenosos producidos por microorganismos
    también llamados toxinas: caso del ántrax.
    Cabe señalar los virus del Ébola, Hantaan, Junin,
    Machupo, Marburg, Viruela, Chikungunya, Dengue,
    Encefalitis equina; las bacterias de la Peste, la Plaga
    Bubónica, la Salmonelosis y la Brucelosis; las toxinas del
    Botulismo y la Verotoxina, entre otros más.

    Su clasificación es la siguiente:

    • Agentes vivos capaces de reproducirse: bacterias y
      hongos.
    • Agentes vivos capaces de reproducirse solamente en
      una célula huésped: virus.
    • Agentes no vivos incapaces de reproducirse, pero
      secretados por organismos vivos: péptidos y
      toxinas
    • Agentes no vivos incapaces de reproducirse
      sintetizados químicamente pero con estructuras
      similares a los anteriormente indicados.

    Cuadro 1- Clasificación de agentes QB.
    Fuentes: 1) G. S. Pearson. The CBW spectrum. ASA Newsletter 90:
    7-8. 1990. 2) Dando, Malcom. The new biological weapons. Rienner.
    London, 2001. Pág. 12. 3) US Printing Office. The
    biological and chemical warfare threat. 1999. Págs.
    28-31.En: www.ecoportal.net

    Por su parte la
    Organización Panamericana de la Salud –
    Organización Mundial de la Salud en la 13.a REUNIÓN
    INTERAMERICANA A NIVEL MINISTERIAL EN SALUD Y AGRICULTURA en
    Washington, D.C., 24 y 25 de abril de 2003 tomó una
    clasificación de los agentes biológicos en tres
    categorías:

    Categoría
    A

    Categoría
    B

    Categoría
    C

    Microorganismos que entrañan un riesgo
    para la seguridad nacional porque pueden diseminarse o
    transmitirse fácilmente de persona a persona; dan
    lugar a tasas de mortalidad elevadas y pueden ocasionar
    importantes efectos en la salud
    pública; podrían causar pánico
    entre la gente trastornos sociales; y requieren medidas
    especiales para los preparativos de salud
    pública.

    Agentes que son moderadamente fáciles de
    propagar; causan morbilidad moderada y mortalidad baja;
    y

    requieren un erfeccionamiento específico
    de la capacidad de diagnóstico y vigilancia de
    enfermedades.

    Agentes patógenos emergentes que, a causa
    de su disponibilidad, podrían modificarse
    genéticamente para su propagación masiva;
    facilidad de producción y propagación; y
    potencial de morbilidad y mortalidad altas e importantes
    efectos sobre la salud.

    Carbunco (Bacillus anthracis)

    Botulismo (toxina de
    Clostridium

    Botulinum)

    Peste (Yersinia pestis)

    Viruela (viruela mayor)

    Tularemia (Francisella
    tularensis)

    Fiebres hemorrágicas
    víricas

    (filovirus [por ej., del Ébola,
    de

    Marburgo] y arenavirus [por ej. de Lassa, de
    Machupo])

    Brucelosis (Brucella sp.)

    Toxina épsilon de
    Clostridium

    Perfringens

    Amenazas para la inocuidad de los alimentos (por
    ej. Salmonella sp., Escherichia coli O157:
    H7, Shigella) Muermo (Burkholderia
    mallei
    )

    Melioidosis (Burkholderia
    pseudomallei
    )

    Psitacosis (Chlamydia
    psittaci
    )

    Fiebre Q (Coxiella burnetii)

    Toxina ricínica de Ricinus
    communis
    semillas del ricino)

    Enterotoxina estafilocócica B

    Tifus (Rickettsia prowazekii)

    Encefalitis vírica (alfavirus [por ej.,
    de la encefalitis equina venezolana, de la encefalitis
    equina del Este, de la encefalitis equina del
    Oeste])

    Amenazas para la inocuidad del agua por ej.
    Vibrio cholerae, Cryptosporidium
    parvum
    )

    Ejemplos: amenazas de Enfermedades
    infecciosas

    emergentes como el virus de Nipah y los
    hantavirus.

    Fuente: http://www.bt.cdc.gov/Agent/agentlist.asp

    Asimismo, definió los agentes patógenos
    que podrían usarse como armas
    biológicas:

    Agentes patógenos que
    se han convertido o pueden convertirse en
    armas

    Otros agentes patógenos
    que pueden

    Convertirse en
    armas

    Peste porcina africana

    Carbunco

    Fiebre aftosa

    Peste porcina clásica

    Psitacosis

    Peste bovina

    Tripanosomiasis

    Poxvirus

    Enfermedad de equinos africanos

    Influenza aviaria

    Fiebre catarral ovina

    Encefalopatía espongiforme
    bovina

    Pleuroneumonía bovina
    contagiosa

    Enfermedad de la piel
    granulosa

    Enfermedad de Newcastle

    Paratuberculosis

    Peste de rumiantes pequeños

    Seudorrabia

    Fiebre del Valle del Rift

    Viruela de ovinos y caprinos

    Enfermedad vesicular porcina

    Estomatitis vesicular

    Fuente: Norm Steel. Econoterrorism: U.S. Agricultural
    Productivity, Concentration and Vulnerability to

    Biological Weapons. Unclassified Defense Intelligence
    Assessment for DOD [Department of Defense]

    Futures Intelligence Program, January 14,
    2000.

    Dentro de esa variedad o espectro de agentes, es
    importante indicar las características de los agentes
    biológicos, que si bien les confiere desventajas, al mismo
    tiempo marcan grandes ventajas que en muchas ocasiones se colocan
    por encima de las cualidades de los agentes
    químicos

    El agente del arma biológica debe satisfacer
    varios requisitos. Si bien estos pueden variar, un agente
    típicamente debe ser:

    • infeccioso (tóxico) para los seres
      humanos
    • capaz de ser producido en cantidad suficiente para
      satisfacer las exigencias del objetivo
    • estable desde el momento de su preparación,
      durante el transporte,
      difusión y después de la descarga

    Los agentes biológicos pueden prepararse y usarse
    en forma de líquido o en forma seca (liofilizados por
    ejemplo). Los procedimientos y
    equipos para preparar agentes líquidos son simples, pero
    el producto resultante es difícil de diseminar mediante
    aerosoles o rocíos eficaces en pequeñas
    partículas.

    Por el contrario, los procedimientos para producir
    agentes biológicos desecados son complejos y requieren
    equipos más sofisticados, si bien este producto se
    disemina rápidamente con ayuda de diversos dispositivos
    relativamente sencillos. Esta dicotomía en el desempeño del producto debe sin duda
    plantear varios problemas a los terroristas.

    Propiedades generales de los agentes:

    • Agentes líquidos.

    Los agentes líquidos pueden obtenerse con
    tecnologías de fermentación, cultivo de tejidos y
    más fácilmente en embriones de pollo. Estos
    líquidos –entre ellos las bacterias, las toxinas
    bacterianas, los virus y las ritketsias- tienen
    carcaterísticas comunes:

    • el agente líquido debe tener una viscosidad
      entre 5 y 15 centipoises (el contenido total de sólidos
      en el líquido estará entre 5 y 20%., lo que da a
      la apariencia un líquido un poco más viscoso que
      la leche
      entera).
    • Color. Puede variar considerablemente. La mayor parte
      de los agentes bacterianos obtenidos por fermentación
      tendrá un color entre
      ambar y castaño, pero siempre opaco. Los obtenidos de
      huevo, podrán tener coloración amarillenta si se
      procesó todo el contenido o rosada a rojiza si
      sólo se procesó el embrión.
    • Agentes desecados.

    El país, organización o persona que tenga
    la capacidad de producir agentes biológicos en forma
    líquida, podrá seguir el proceso hasta
    obtener el polvo, que podrá tener una apariencia de
    talco.

    El agente desecado ideal debe tener propiedades que le
    permitan fluir libremente. Si el producto fue obtenido por un
    proceso altamente elaborado, estará formado por
    partículas pequeñas (5 a 10 micrones) que se
    cargarán eléctricamente y tenderán a
    adherirse a las superficies, haciéndose un polvo
    más difícil de manejar. En cambio, si el proceso de
    obtención no es muy elaborado, las partículas
    tendrán entre 10 y 20 micrones será un polvo
    más fácil de manipular.

    El color del agente desecado, tomará el del
    líquido del que proviene:

    • Agentes bacterianos desecados: ámbar a
      castaño opaco.
    • Agentes virales derivados de cultivo de tejidos:
      blanquecino
    • Agentes virales y ricketsias obtenidas de embriones
      de pollo: castaño a amarillo o rosa a
      rojizo.

    Lamentablemente, estos polvos son posibles de colorear
    mediante la inclusión de pigmentos en la solución
    antes de secarla. Así, es posible por ejemplo, obtener un
    polvo negro que puede ser diseminado sobre una carretera de
    asfalto para generar aerosoles secundarios.

    Fisica de los aerosoles

    El aerosol, como fenómeno físico que
    incluye a diferentes estados de la materia, tiene
    una forma constante de desempeñarse. Sólo se ve
    incidido su accionar por los elementos externos al aerosol mismo,
    como las condiciones atmosféricas (humedad, viento,
    temperatura,
    etc.)

    La descarga del aerosol e incluido en él, el
    agente biológico, puede realizarse de diferentes formas
    según se trate de un ataque militar regular o un ataque
    terrorista. En el primer caso, es viable utilizar bombas de
    pequeño calibre, con expansión de gas, que disipen
    el aerosol en un área puntual, constituyendo la llamada
    "fuente puntual". También pueden ser utilizados misiles
    crucero que van descargando a medida que navegan en forma
    paralela al suelo,
    constituyendo una "fuente lineal".

    A los efectos de la física de los
    aerosoles, estas formas de acción bélica no se
    diferencian de un ataque de bioterrorismo, por ejemplo en un
    sistema de aire
    acondicionado, en un avión o en un local
    cerrado.

    Después de la descarga, pasa un breve
    período antes de que se forme totalmente el aerosol. Este
    período se conoce como "equilibración del aerosol".
    Las partículas grandes de 15 micrones o más caen
    rápidamente al suelo. En aproximadamente 1 minuto el
    aerosol entra en equilibrio con la atmósfera y se
    comporta como un gas. A esta forma, se le define como "aerosol
    primario".

    Debido a que los aerosoles primarios se comportan como
    gases, se desplazan a través de los obstáculos sin
    adherirse ni degradarse, por ejemplo a través de zonas
    densamente boscosas o la ropa de las personas.

    Las personas pueden ser infectadas en este momento, ya
    que están inhalando aire a razón de 10 a 20 litros
    por minuto, según la capacidad pulmonar o la actividad
    realizada al momento de encontrarse con la nube de
    aerosol.

    Las partículas grandes (10 a 20 micrones) que
    caen al suelo y tienen poco poder infectante en su
    participación en el aerosol primario.

    Pero existe una segunda etapa en los aerosoles: la
    formación de "aerosoles secundarios". Estos se forman por
    partículas que caen al suelo por alguna de las siguientes
    razones:

    • provienen de un aerosol primario
    • son forzadas al suelo por un dispositivo de
      diseminación
    • son deliberadamente rociadas en el suelo

    Los automóviles y las personas que pasan por el
    terreno contaminado pueden agitar las partículas y generar
    un aerosol secundario.

    Sin embargo, el riesgo de contaminación por esta fuente no es tan
    grave como podría pensarse. En general es bastante
    difícil crear un aerosol secundario, debido a las fuerzas
    de cohesión existentes entre las partículas
    infecciosas y la superficie sobre la que descansan.

    Se pueden preparar polvos para reducir o contrarrestar
    esta fuerza
    adhesiva, pero este proceso requiere una especialidad que no es
    tan fácilmente accesible.

    Los aerosoles sufren descomposición
    biológica por dos grandes motivos:

    • por descomposición física (grandes
      partículas que caen al suelo)
    • por descomposición biológica (muerte
      del agente biológico)

    La descomposición biológica
    es el factor más importante de inactivación del
    agente. Se expresa como un porcentaje de muertes por minuto de
    vida del aerosol y ocurre en forma geométrica. Por
    ejemplo, una descomposición de 20% por minuto significa
    que el contenido del aerosol se reduce a la mitad cada 3,5
    minutos.

    5) LAS
    PRINCIPALES AMENAZAS BIOTERRORISTAS

    Por lo expuesto hasta aquí, es posible observar
    que no cualquier agente biológico es viable para ser
    utilizado con fines bioterroristas. Existen algunos
    microorganismos que por sus características
    biológicas y por la accesibilidad, procesamiento y costo
    permiten su uso.

    Los principales agentes biológicos
    usados a través de la historia humana en orden de
    importancia teniendo en cuenta los factores antes citados son los
    siguientes:

    • Carbunco
    • Peste
    • Botulismo
    • Viruela
    • Tularemia
    • Otros agentes biológicos

    Carbunco

    El Carbunco es una enfermedad infecciosa
    aguda causada por el Bacillus Anthracis, microorganismo
    muy patógeno que ataca a varias especies animales,
    teniendo importancia económica en las especies
    domésticas productivas sobre todo a herbívoros
    (vacas, ovejas, caballos, cerdos). Estos animales
    domésticos y algunos salvajes, actúan como
    reservorios que expulsan los bacilos en las hemorragias
    terminales o riegan sangre al morir.
    Al exponerse al aire, las formas vegetativas esporulan, y las
    esporas de B. anthracis, que resisten situaciones
    ambientales adversas y la desinfección, pueden permanecer
    viables en suelos
    contaminados durante muchos años después que ha
    cesado la infección de fuentes animales. La piel y los
    cueros secos o procesados de otras formas provenientes de
    animales infectados pueden albergar las esporas durante
    años, y son los fomites que transmiten la infección
    en el ámbito mundial.

    En condiciones normales, en el humano la enfermedad es
    muy rara y grave. En el 95 % de los casos se contrae por
    infección cutánea a consecuencia de contacto con
    animales infectados.

    En la profesión veterinaria y
    en las actividades rurales de nuestro país es una
    enfermedad conocida y significa un llamado riesgo profesional en
    estas áreas.

    El microorganismo o sus esporas, pueden
    ser transportados por el aire y llegar a los pulmones, donde
    puede causar una clase muy
    grave de neumonía.
    El Bacillus Anthracis es un bacilo encapsulado grande, Gram
    positivo, inmóvil, que crece en cadenas largas. Forma
    esporas muy resistentes a los factores externos, que pueden
    conservarse viables durante años.

    Un aspecto que lo hace muy importante
    para su uso en bioterrorismo es que las esporas NO son destruidas
    por ebullición durante diez minutos, ni por muchos de los
    desinfectantes habituales.

    La bacteria productora de carbunco (o
    ántrax en su versión en inglés)
    como se ha dicho es el Bacillus anthracis. Es un bacilo
    Gram positivo, esporulante, con tendencia a formar cadenas. La
    forma bacilar se presenta con extremidades rectas midiendo 4 a 8
    milimicras de largo por 1 – 1,3 milimicras de ancho,
    aislados o formando cadenas con aspecto de bambú. Las
    esporas son vistas fácilmente como cuerpos refringentes
    dentro de la bacteria y no son deformantes.

    Este bacilo es aerobio y forma
    rápidamente esporas en contacto con el aire. En
    condiciones de laboratorio
    crece facilmente en caldo y agar simples, en 24 horas a
    37ºC. Se forma una película y depósito en el
    caldo, donde se pueden observar los bacilos en cadenas
    filamentosas. En agar, las colonias son de aspecto rugoso con
    expansiones laterales curvas.

    Es necesario diferenciar el bacilo del
    Carbunco de los llamados bacilos pseudocarbuncosos. Por ejemplo
    el saprófito Bacillus cereus puede ser
    fácilmente confundido con el Bacillus anthracis.
    Hay características que sirven para hacer la
    diferenciación:

    Bacillus anthracis

    bacilos
    pseudocarbuncosos

    No produce hemólisis en
    agar sangre

    Producen hemólisis
    más o menos extensa.

    No funde la gelatina y produce un
    crecimiento típico luego de 24 a 48 horas a
    temperatura ambiente

    Funden la gelatina
    rápidamente

    Es inmóvil en
    cultivo

    Es móvil en
    cultivo

    Estas características de cultivo y
    otras, hacen del carbunco un arma biológica ideal,
    extremadamente eficaz, fácil de preparar aún
    utilizando instalaciones precarias y también de muy
    fácil diseminación. Principalmente porque las
    esporas son muy estables y resistentes en el medio ambiente,
    donde pueden persistir viables por décadas en condiciones
    optimas.

    Esparcidos en forma de aerosoles, pueden
    iniciar una forma de carbunco pulmonar con altísima tasa
    de mortalidad (mayor del 90%), debido al shock respiratorio e
    insuficiencia pulmonar aguda.

    La forma intestinal, por ingestión
    de alimentos contaminados, también tiene una tasa de
    mortalidad de 25 a 60 % y puede ser usado para contaminar
    reservas.

    Signos y síntomas de la infección con
    Carbunco.

    Carbunco por inhalación: Un breve
    prodromo similar a una enfermedad respiratoria viral seguida por
    el desarrollo de hipoxia y dísnea, con evidencia
    radiográfica de

    ampliación mediastinal. Esta forma,
    la más letal de Carbunco, resulta de la inspiración
    de 8.000 – 40.000 esporas de B. anthracis. La
    incubación por inhalación entre los humanos no es
    clara, pero se reporta que está entre 1 y 7 días y
    posiblemente hasta 60 días.

    Los factores del huésped, la dosis
    de exposición y la quimioprofilaxis pueden
    desempeñar un rol. Los síntomas iniciales incluyen
    dolor de garganta, fiebre leve,
    dolor muscular y malestar. Esto puede progresar hacia una falla
    respiratoria y shock. Con frecuencia, se desarrolla meningitis.
    Las estimaciones caso-letalidad para el ántrax por
    inhalación están basadas en información incompleta considerando las
    poblaciones expuestas y las poblaciones infectadas en las pocas
    series de casos y estudios que se han publicado. Sin embargo, la
    tasa caso-mortalidad es extremadamente alta aún con todo
    el posible cuidado de apoyo incluyendo los antibióticos
    apropiados. Los registros de
    ántrax por inhalación adquiridos industrialmente en
    el Reino Unido antes de que los antibióticos estuviesen
    disponibles revelan que el 97% de los casos eran
    fatales.

    Con el tratamiento con antibióticos,
    se estima que la tasa de mortalidad es al menos de 75%. No se
    conocen las estimaciones del impacto de la demora en la
    profilaxis post-exposición o tratamiento a la
    supervivencia. Se ha sugerido que cada día de retraso en
    iniciar el tratamiento puede aumentar significativamente la
    morbilidad y mortalidad de la infección con
    ántrax.

    Ántrax gastrointestinal: Malestar
    abdominal severo seguido por fiebre y signos de
    septicemia. Esta forma de carbunco se contrae usualmente por el
    consumo de
    carne contaminada cruda o semicocida y se considera que tiene un
    periodo de incubación de 1-7 días. Las formas
    nasofaringea y abdominal de la enfermedad se han descrito en esta
    categoría. El envolvimiento de la faringe se caracteriza
    habitualmente por lesiones en la base de la lengua, dolor
    de garganta, disfagia, fiebre y linfoadenopatía regional.
    La inflamación del intestino inferior causa
    usualmente náusea,
    pérdida de apetito, vómitos y fiebre
    seguidos por dolor abdominal, vómitos y diarrea
    sanguinolentos. Se estima que la tasa de mortalidad está
    entre 25-60% y el efecto de un tratamiento antibiótico
    temprano sobre la tasa de mortalidad de los casos no está
    definida.

    Ántrax cutáneo: Una
    lesión cutánea evoluciona desde una pápula,
    pasando por un estado
    vesicular, a una escara negra y deprimida. Este es el tipo de
    infección natural que ocurre más frecuentemente
    (>95%) y se produce habitualmente después del contacto
    de la piel con carne contaminada, lana o cuero de
    animales infectados. El período de incubación va de
    1-12 días. La infección de la piel empieza como una
    pequeña pápula, progresa a una vesícula en
    1-2 días seguida por una úlcera necrótica.
    La lesión es generalmente indolora pero los pacientes
    pueden tener fiebre, malestar, dolor de cabeza y
    linfadenopatía regional. La tasa de letalidad de los casos
    de ántrax cutáneo es 20% y 1 % sin y con
    tratamiento antibiótico respectivamente.

    Prevención y Tratamiento.

    Probablemente, la cepa que ha sido utilizada hasta el
    momento en los ataques producidos sea la "Ames", desarrollada en
    la Iowa State University, EUA, a finales de los años
    50.

    La vehiculización de esporas a través de
    polvos, no es el medio más eficiente para un ataque a gran
    escala, debido al factor de dilución que se
    produciría. Pero demostró ser efectiva a
    través de cartas, encomiendas, etc. O la
    pulverización en ambientes cerrados a través del
    aire acondicionado, puede llegar a producir muchas
    víctimas.

    Por tratarse de una bacteria bastante común y que
    existe en la naturaleza
    desde tiempos inmemoriales, actuando sobre los ganados vacunos y
    caballar, felizmente existen específicos
    farmacéuticos desarrollados eficientemente.

    El tratamiento propuesto para un caso en cuestión
    es sobre la base de antibióticos: ciprofloxacina o
    doxiclina, que también son los usados en acciones
    profilácticas. En personas expuestas a la enfermedad, un
    régimen de antibióticos durante 60 días
    puede prevenir la infección. Ya que la enfermedad no se
    transmite por contacto directo con personas afectadas, no es
    necesario tratar a los parientes y amistades de personas con
    carbunco a no ser que hayan estado expuestos a la misma fuente de
    contaminación.

    También son efectivos los siguientes
    antibióticos: penicilina, eritromicina, tetraciclinas y
    cloranfenicol, aunque es más probable desarrollar cepas
    con resistencia a
    estos.

    La vacunación a humanos no está disponible
    a gran escala y lleva cerca de 18 meses la obtención de
    inmunidad, a través de una serie de 6 dosis. Sin embargo,
    la realidad de un ataque, prioriza el desarrollo de un método
    eficaz de vacunación humana.

    Existe también un suero de eficacia comprobada
    usado para el tratamiento del carbunco cutáneo.

    Peste o Peste bubónica.

    Esta enfermedad, cuyo agente etiológico es la
    bacteria Yersinia pestis, es trasmitida de animal a animal
    y de animal a hombre por
    mordeduras de pulgas infectadas. El medio más común
    es por muerte regular de ratones y ratas a raíz de la
    enfermedad. En esos casos, las pulgas infectadas buscan otros
    huéspedes y allí sobreviene la contaminación
    humana.

    Menos frecuente es la introducción del microorganismo a
    través de heridas en la piel en contacto con tejidos o
    sangre infectada, por ejemplo en el proceso de cuerear un conejo
    u otro animal infectado.

    También se trasmite por
    inhalación de aerosoles de tos de animales o personas
    infectadas. Durante el período 1980 – 1986 se
    comunicaron a la OPS 4522 casos de peste en humanos.

    En Sudamérica la plaga existe en dos
    regiones: la zona andina (incluye parte de Bolivia, Perú y
    Ecuador) y en
    Brasil.

    Tiene un alto componente en la
    epidemiología de la enfermedad las condiciones de higiene y
    salubridad de las poblaciones.

    La enfermedad en el humano tiene un
    período de incubación de 2 a 4 días y luego
    presentarse como una bronconeumonía con fiebre alta,
    escalofríos, tos y hemoptisis. Si no es tratada progresa
    rápidamente a neumonía, insuficiencia respiratoria
    y muerte. La tasa de mortalidad sin tratamiento es superior al 50
    %.

    Por si misma, la mordedura de la pulga
    puede provocar ulceraciones graves, además de los
    síntomas generales de la enfermedad.

     

    Partes: 1, 2

    Página siguiente 

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter