Niveles de depresión en adolescentes del 5º de secundaria de un colegio nacional
- Resumen
- Planteamiento del
problema - Objetivos
- Hipótesis
- Método
- Relevancia de la
Investigación - Resultados
- Recomendaciones
- Procedimiento
- Discusión
- Referencias
bibliográficas
El objetivo
general fue identificar y comparar el nivel de Depresión
entre varones y mujeres. La muestra estuvo
conformada por 92 alumnos, varones y mujeres del quinto
año de secundaria, de 15 a 17 años de edad, de un
Colegio Nacional del Distrito de Los Olivos El tipo de muestreo fue
intencional. El instrumento utilizado fue la Escala de
Automedición de la depresión de Zung (EAMD). Como
estadígrafo se utilizó la t de Student para
muestras no correlacionadas, grupos separados,
con un nivel de significación del 0,05. Los resultados
obtenidos indican que no existen diferencias significativas entre
varones y mujeres. Las implicancias de los resultados son
discutidas.
El principal objetivo del presente trabajo es
identificar y comparar el nivel de Depresión entre varones
y mujeres de un Centro Educativo, a fin de determinar si existe o
no una relación estadísticamente
significativa.
Al examinar documentos y
literatura del
pasado, se puede advertir que desde tiempos de la antigüedad
existía la depresión como un padecimiento tan
característico del hombre, y que
lo ha acompañado a todo lo largo de su historia. La Biblia hace
referencia a dos casos de enfermedad mental en las que interviene
la depresión, estas son los caos de los reyes Saúl
y Nabucodonosor.
Sin embargo, corresponde a Hipócrates las
primeras referencias conceptuales y clínicas de la
melancolía. En el Corpus Hipocraticum se reconoce ya un
tipus melancolicus inclinado a padecer este trastorno, cuya causa
es una patología de los humores básicos y
concretamente un exceso o alteración de la bilis negra.
Fue Aristóteles el primero que dedicó un
estudio monográfico a este problema.. En el siglo IV
Areteo de Capodocea describió casos de agitación
maniaca e inhibición alternantes en una misma persona,
siguiendo la teoría
hipocrática, atribuía ésta condición
a desequiibrios humorales.
La palabra depresión se comienza a utilizar con
frecuencia a principios del
siglo XX, y se emplea como término diagnóstico de bastante asiduidad . En este
siglo Leonhard (1957) diferencia las formas bipolares y las
unipolares de la depresión. Autores más recientes
como Perris, Winosur y Angst (1985), han abundado en esta
distinción, abordándola desde varios puntos de
vista (clínicos, genéticos, etc.) Perris, Herman
(1987) ha sugerido a la era de la angustia (años 50), le a
sucedido la era de la depresión (años 80). De
hecho, la depresión es el diagnóstico
clínico que se emplea con más frecuencia y el que
potencialmente tiene más peligro de mortalidad debido a
conductas suicidas. Ahora bien, como señala Cohen (1992)
todavía hoy se desconoce la fisiología y la etiología del
trastorno bipolar y posiblemente bajo este término se
encubren varios trastornos diferentes que hoy en día no
somos capaces de identificar.
El múltiple uso del término y la carencia
de una definición acarrea mucha
confusión.
El CEI-10 la define como un desorden afectivo en el cual
habla de depresión leve, moderada y grave, dentro del
episodio depresivo leve, se caracteriza por síntomas como
tristeza, pérdida de interés y
de la capacidad de disfrutar, aumento de fatigabilidad; en el
episodio depresivo moderado se observa dificultades para
desarrollar actividades sociales, laborales; y en el episodio
depresivo grave, se suele presentar angustia o agitación,
pérdida de estimación de sí mismo,
sentimientos de culpa.
La Adolescencia
es el periodo de crecimiento y desarrollo
humano comprendido aproximadamente entre los 12 y 18
años de edad, que transcurre entre la pubertad y la
edad adulta. La adolescencia es una fase dinámica en el continuo de la vida, durante
la cual tienen lugar profundos cambios en el desarrollo
físico, fisiológico y bioquímico, así
como en el de la
personalidad, de manera tal que el niño se transforma
en un adulto sexualmente "atractivo", capaz de mantener en la
reproducción.
Su aparición está señalada por la
pubertad, que es el comienzo de todo proceso
somático y psíquico, el cual está
influenciado por el ambiente
social y cultural.
El autor Harrocks, considera al adolescente como "un
periodo de transformación física, emocional y
social". Señala que el desarrollo humano, es un
fenómeno que implica aspectos físicos, mentales,
sociales y culturales; cuya base biológica del desarrollo
está dada en el propio organismo. Y los agentes de la
sociedad que
enseñan al individuo a
desarrollarse, de acuerdo con los cánones sociales
aprobados. El trabajo de
la escuela, los
oficios, amigos y citas, toque de queda (hora que los chicos de
una edad deben estar en su casa) y apariencia personal. La
mayoría de estos desacuerdos se resuelven con menos
problemas del
que se cree a menudo, tales peleas pueden reflejar alguna
búsqueda profunda de independencia
o puede ser, con bastante exactitud la continuación de los
esfuerzos de los padres para enseñar a los hijos a
someterse a las reglas sociales.
Es en este proceso de integración social, donde también
encontramos una relación entre los factores
desencadenantes de cuadros depresivos en el
adolescente.
Por otro lado es dentro de estas consideraciones que nos
proponemos determinar cuál es el nivel de depresión
en un grupo de
adolescentes de un centro educativo, en tal sentido precisamos
nuestra hipótesis conceptual que en este estudio se
considera al factor género
como el determinante de diferencias significativas en los niveles
de depresión en los adolescentes.
Determinar esta relación será
significativa en tanto nos permitirá determinar y
establecer posibles causas en el desarrollo de los
síntomas depresivos en la adolescencia. Pues en la
actualidad es cada vez más extendido el desencanto, la
desesperanza, en grupos humanos, adultos, y adolescentes, en un
contexto en el que está más extendido la pobreza, el
sufrimiento y que solo una minoría accede al nivel de vida
compatible con la condición humana. Esto nos lleva a
plantear que vivimos en un tiempo de
grave crisis
psicosocial, económica y moral, lo que
origina y genera una inestabilidad emocional y consecuentemente
el incremento de enfermedades entre ellas la
depresión, presente en casi todos los cuadros
somáticos y que acompaña las formas de vida
cotidiana.
Palabras Claves.
Depresión , Adolescentes.
SUMARY
The general objetive was to identify and compare the
depression order, for the mens and womens. The sample was
consisted of 92 subjets for the 5th. Grade of
secundary of the 15 to 17 years old, of the national school for
"Los Olivos" D. The tipe of sample was intentional. The
instrument utilize was the scale for medition or Depression
(EAMD) of Zung The stadigrafh for used is the "t" of Studentm was
used for sam,ple not correlation (separate groups). With a level
of significance of 0,05. The results indicate that not here exist
significative diferences. Were the first present a mayor self
steen ruplications of the results are discussed.
El principal objetivo del presente trabajo es
identificar y comparar el nivel de Depresión entre varones
y mujeres de un Centro Educativo, a fin de determinar si existe o
no una relación estadísticamente
significativa.
Al examinar documentos y literatura del pasado, se puede
advertir que desde tiempos de la antigüedad existía
la depresión como un padecimiento tan
característico del hombre, y que lo ha acompañado a
todo lo largo de su historia. La Biblia hace referencia a dos
casos de enfermedad mental en las que interviene la
depresión, estas son los caos de los reyes Saúl y
Nabucodonosor. Saúl presentó falta de dominio de sus
impulsos y suspicacia casi paranoide con lo que mostró la
gravedad de su depresión. Nabucodonosor padeció de
depresiones intensas que se caracterizaron por irritabilidad
anormal y periodos durante los cuales el rey creía haberse
convertido en un animal salvaje.
Corresponde a Hipócrates las primeras referencias
conceptuales y clínicas de la melancolía. En el
Corpus Hipocraticum se reconoce ya un tipus melancolicus
inclinado a padecer este trastorno, cuya causa es una
patología de los humores básicos y concretamente un
exceso o alteración de la bilis negra. Fue
Aristóteles el primero que dedicó un estudio
monográfico a este problema.. En el siglo IV Areteo de
Capodocea describió casos de agitación maniaca e
inhibición alternantes en una misma persona, siguiendo la
teoría hipocrática, atribuía ésta
condición a desequiibrios humorales.
En la Edad Media,
Alejandro Trelles (525-605), dedica a este trastorno unas
excelentes páginas en su obra "Doce libros sobre
el arte
médico". Constantino fue el primero en describir los
síntomas de la melancolía, miedo a lo desconocido,
remordimientos religiosos excesivos y ansiedad. Cabe mencionar a
Tomás de Aquino quien atribuyó la melancolía
a cambios en los humores corporales, pero sostuvo la creencia de
que las enfermedades mentales eran producidas por demonios y por
influencias astrológicas.
Burton (1577 – 1640), publica en 1621 su obra "The
anatomy of melancoly" que facilitó enormemente la
identificación de los estados depresivos. Supo exponer con
acierto las vivencias negativas de ésta situación
mórbida a la vez que señaló los excesos de
alegría desbordante que alternan con el estado
depresivo.
En la primera parte del siglo XVII el español
Andrés Piquer (1711 – 1792), describió con
suma precisión la enfermedad maniaco depresiva del rey
Fernando VI, hasta su muerte el 10
de Agosto de 1758. Cullen (1710 – 1790) incluye en la
versariae dos géneros principales de depresión, la
manía y la melancolía.
Durante la década del siglo XIX la obra de Pinel
(1745 – 1826) destaca cuatro formas de enfermedades
mentales: manía, melancolía, demencia e idiocia. Su
discípulo Esquirol (1772 – 1840) incluye la
melancolía, que él denomina hipermanía,
afirmando que la melancolía es un delirio parcial
crónico sin fiebre
determinada y mantenida por una pasión triste, debilitante
o depresiva. En este siglo XIX se producen importantes
transformaciones de las viejas categorías de manía
y melancolía; va perfilando su contenido, centrado en un
trastorno primario de la afectividad, y el término
depresión va ganando adeptos, porque evoca unas bases
más fisiológicas. En definitiva, los seis
principios teóricos que sustentan el concepto de
manía y depresión durante el siglo XIX fueron: 1)
trastornos primarios de la afectividad y no del intelecto o la
volición, 2) psicopatología estable, 3)
representación cerebral, 4) Periódicos, 5)
genéticos en su orígen con tendencias a aparecer en
sujetos con personalidades predispuestas, y 6) endógenas
en su naturaleza.
La palabra depresión se comienza a utilizar con
frecuencia a principios del siglo XX, y se emplea como
término diagnóstico de bastante asiduidad . En este
siglo Leonhard (1957) diferencia las formas bipolares y las
unipolares de la depresión. Autores más recientes
como Perris, Winosur y Angst (1985), han abundado en esta
distinción, abordándola desde varios puntos de
vista (clínicos, genéticos, etc.) Perris, Herman
(1987) ha sugerido a la era de la angustia (años 50), le a
sucedido la era de la depresión (años 80). De
hecho, la depresión es el diagnóstico
clínico que se emplea con más frecuencia y el que
potencialmente tiene más peligro de mortalidad debido a
conductas suicidas. Ahora bien, como señala Cohen (1992)
todavía hoy se desconoce la fisiología y la
etiología del trastorno bipolar y posiblemente bajo este
término se encubren varios trastornos diferentes que hoy
en día no somos capaces de identificar.
El múltiple uso del término y la carencia
de una definición acarrea mucha confusión. Sobre
este punto cabe mencionar la existencia de una multiplicidad de
definiciones como por ejemplo según Klein (1948), la
depresión es un estado de
ánimo en que se vive parcial o totalmente los sentimientos
de la posición depresiva. Puede ser una reacción
normal a experiencias de pérdida o una reacción
patológica de carácter neurótico o
psicótico.
Como dice, Delgado (1960), la característica
más común y específica de los estados
depresivos es la pesadumbre intrínseca, con la
consiguiente realidad negativa de la intencionalidad del
ánimo frente al mundo, frente a sí mismo, frente al
propio cuerpo, incluso, frente a la vida.
Así mismo Seguín (1962) la define como una
manera de reaccionar a una posición biológica
puesta en función
ante vivencias de importancia decisiva para el sujeto. Cavanagh
(1963) opina que es el estado mental de reconocerse frustrado en
los designios e ideales de la vida.
Por otro lado Fritz (1965) afirma que es una
condición de quien se siente triste, desanimado, inactivo,
abatido, puede darse como una pena normal o exagerada, o en forma
más acentuada: psicosis.
Hay quienes la caracterizan como una tonalidad afectiva,
triste y abatida a menudo impregnada de angustia, con
regresión del curso del pensamiento y
generalmente síntomas físicos manifiestos (Geigy,
1972).
Otros opinan que es un estado mental patológico
caracterizado por pesimismo, sentimientos de culpa, fatigabilidad
y ansiedad; una forma alternativa de melancolía
(Cerdá, 1973).
Según Rotondo (1973), es un estado de
ánimo que puede variar de duración desde unos
instantes u horas o días, hasta varios meses; estado
emotivo de activación psicofísica baja y
desagradable que puede ser normal o patológica.
Arana (1988) la describe como un estado mental que se
distingue por depresión, caracterizado por culpa,
aflicción, ansiedad, apatía, síntomas
físicos y mentales constituyendo un complemento de una
pérdida de autoestima.
Otros opinan que el término depresión se
utiliza en tres sentidos: síntoma, síndrome y
enfermedad. Como síntoma puede acompañar otros
trastornos psicopatológicos primarios, como la neurosis de
angustia. Como síndrome agrupa unos procesos
caracterizados por tristeza, inhibición, culpa,
minusvalía y pérdida del impulso vital. Como
enfermedad, desde la óptica
del modelo
médico se observa como un trastorno de origen
biológico en el que puede delimitarse una
etiología, una clínica, un curso, un
pronóstico y un tratamiento específico (Vallejo,
1991).
El CEI-10 la define como un desorden afectivo en el cual
habla de depresión leve, moderada y grave, dentro del
episodio depresivo leve, se caracteriza por síntomas como
tristeza, pérdida de interés y de la capacidad de
disfrutar, aumento de fatigabilidad; en el episodio depresivo
moderado se observa dificultades para desarrollar actividades
sociales, laborales; y en el episodio depresivo grave, se suele
presentar angustia o agitación, pérdida de
estimación de sí mismo, sentimientos de
culpa.
Las teorías
psicológicas de la depresión nacieron dentro
del psicoanálisis y subrayaban la baja
autoestima como síntoma clave del trastorno. Las teorías
clásicas entendieron a la depresión como
reacción a la pérdida del objeto amado, esta
pérdida provocaría deseos hostiles hacia ese objeto
que, sin embargo sería dirigido a uno mismo (Karl,
Abraham, 1924) Las teorías psicoanalíticas
más recientes siguen planteando la pérdida del
objeto amado, pero no comparten la hipótesis de la
ira interiorizada, por la pérdida han desarrollado una
autoestima excesivamente dependiente de la aprobación y el
afecto de los demás, de tal modo que se ven incapaces de
superar la frustración cuando son rechazados, criticados o
abandonados (Benporad, 1985).
Dentro de las teorías conductuales. Rehm (1977)
elaboró una teoría de la depresión basado en
el aprendizaje
social, en la cual su más importante contribución
sea la forma de ver objetivamente a la gente deprimida y de hacer
posible que comunique con exactitud una descripción de su conducta,
así como de las circunstancias en que se presenta. Los
teóricos del aprendizaje ve la
depresión como una función del reforzamiento
inadecuado o insuficiente, o como una falta de congruencias o
relación entre el reforzamiento y determinadas clases de
conducta. Específicamente la mayoría de los
teóricos del aprendizaje han visto la depresión
como una función de la poca frecuencia del reforzamiento
social, que incluye dinero,
prestigio, y amor;
así también un déficit en el repertorio de
conductas de autocontrol interactúa con la pérdida
o ausencia de reforzadores externos para desencadenar un episodio
depresivo (Kanfer, 1970).
Así mismo, las teorías cognitivas,
plantean que los síntomas cognitivos, son como el sujeto
va a interpretar los acontecimientos que le ocurren. Este enfoque
es el que domina actualmente la conceptualización
psicológica. Para Beck (1983), se produce un procesamiento
negativamente distorsionado de la información del entorno, procesamiento que
se concreta en una visión negativa del yo, del mundo y del
futuro. Los pensamientos distorsionados ocurren tempranamente en
la cadena de eventos que
culmina con la depresión. La creencia en el destino y las
exigencias hacia sí mismo o hacia otros, son vistas como
las causas de una predisposición a desilusionarse, perder
el optimismo, y finalmente caer en una depresión. Beck
encontró que los deprimidos tendían a distorsionar
sus experiencias en forma peculiar, interpretando equivocadamente
sucesos irrelevantes, como rechazos, fracasos, y generalizan
arbitrariamente cualquier evento, basados en estos hechos. Beck,
propuso que ciertos esquemas cognitivos dominan el proceso mental
y llevan a distorsiones cognitivas en la
depresión.
La teoría de la autofocalización de
Lewinsohn (1985), postula que los factores ambientales son los
responsables primarios de la depresión, pero depende de
una variable mediadora cognitiva que es la autoconciencia.
Quizás como reacción a este exagerado
énfasis de los síntomas cognitivos algunas de las
más recientes teorías psicológicas han
vuelto sus miradas hacia el ambiente, hacia los factores
interpersonales, resaltan el papel de las primeras experiencias
infantiles del apego en la configuración de la
depresión. Consideran las habilidades interpersonales que
el sujeto ha aprendido y que influyen en la cantidad de
acontecimientos estresantes que afrontará en su vida, y
por último señalan la importancia que tiene la
respuesta de las personas significativas del entorno en la
duración y gravedad del trastorno (Vásquez y
Sánz, 1991).
Por otro lado, uno de los últimos planteamientos
psicológicos sobre los trastornos depresivos ha sido el
enfoque interpersonal. Enfatiza la importancia de los factores
interpersonales, tanto sociales como familiares, en la
etiología, mantenimiento
y tratamiento de la depresión. James Coyne (1976), sugiere
que la depresión es una respuesta a la ruptura de las
relaciones
interpersonales de las cuales los individuos solían
obtener apoyo social y que la respuesta de las personas
significativas de su entorno sirve para mantener o exacerbar los
síntomas depresivos, cuando esa ruptura interpersonal se
produce, los depresivos se vuelven a las personas de su ambiente
en busca de apoyo social, pero que las demandas persistentes de
apoyo emitidas por los depresivos gradualmente llegan a ser
aversivos para los miembros de su entorno social, la persona
deprimida se da cuenta de estas reacciones negativas en los
otros, y emite un mayor número de conductas
sintomáticas, estableciéndose un círculo
vicioso que continúa hasta que las personas del entorno
social se apartan totalmente de la persona deprimida,
dejándola sola y confirmando así su visión
negativa sobre sí mismo.
Las teorías más útiles parecen ser
aquellas que integran diferentes factores cognitivos,
conductuales, ambientales, biológicos, etc; resulta claro
que un cuadro depresivo es el resultado de la intervención
de variables
diversos, psicológicos y ambientales.
Respecto a la etiología de la depresión,
es multifactorial, con predominio de algunos agentes
predisponentes y determinantes sobre otros. Y son:
psíquicas, endógenas y somáticas.
Con relación a las causas psíquicas, se
debe tener en cuenta los trastornos en el desarrollo infantil
temprano o tardío, en los conflictos
agudos, conflictos crónicos, trastornos de la
relación social. En cuanto se refiere a los trastornos en
el desarrollo infantil, se ha llegado a determinar que el
lactante por el hecho de no hablar, no puede expresar su
tristeza, su desolación y desesperanza, de la misma manera
que lo haría el adulto. Al respecto las investigaciones
que se han hecho, han determinado que la depresión en los,
lactantes y niños
se llama "depresión anaclítica", se debe a que
cualquier circunstancia lo genera. Los expertos le dan el nombre
de hospitalario a este fenómeno de estados depresivos
graves con peligro para el desarrollo y que son consecuencia de
la falta de la madre (Scheineider, 1980).
Por otro lado, y a decir de O. Benkert (1981), cuando un
niño ha perdido su agresividad natural, y se inhibe
constantemente es que se encuentra haciendo un cuadro depresivo
con sus respectivas consecuencias para la vida adulta.
Melanie Klein (1948), explica el desarrollo de la
depresión, diciendo que la base de la depresión se
forma en el primer año de vida, en esta etapa los
niños atraviesan un estadio evolutivo al que dio el nombre
de "actitud
depresiva", que se caracteriza por fases de tristeza, temor, y
culpa; de no superarse forman la base patológica de la
depresión.
Según Freud (1917), la
ausencia de amor, apoyo, a partir de una figura significativa
(por lo general uno de los padres) durante un estado crucial del
desarrollo del sujeto; predispone la depresión en
épocas posteriores a la vida.
Con respecto a la causa endógena y desde el punto
de vista del organismo humano, de su estructura y
de su función han sido observados diversos
fenómenos de gran interés relacionados con las
causas de la depresión, así tenemos: a) factor
hereditario, b) cambios hormonales y c) alteraciones
bioquímicas.
En cuanto a las causas somáticas de la
manifestación depresiva, Ostow (1963), menciona a algunas
enfermedades orgánicas como la hepatitis
infecciosa, la enfermedad de parkinson,
etc; y el uso de drogas pueden
tener su aspecto depresivo.
Benkert (1981), señala que además de estas
enfermedades se incluyen las lesiones cerebrales, epilepsia,
afecciones cardiocirculatorias, abuso crónico del alcohol, etc;
como causantes de depresiones.
Así mismo Kielholg (1971), señala y
correlaciona al estado depresivo, de la depresión
orgánica como un daño
orgánico posible de captar, en donde la estructura
cerebral se encuentra lesionada.
Con relación a la sintomatología de la
depresión con fines didácticos para su
comprensión se dividen en: síntomas
anímicos, motivacionales y conductuales, cognitivos,
físicos e interpersonales.
En los síntomas anímicos, la tristeza es
el síntoma anímico por excelencia de la
depresión (Klerman, 1987). Aunque los sentimientos de
tristeza, abatimiento, pesadumbre, infelicidad (habituales) en
ocasiones predomina; también está presente la
irritabilidad, sensación de vacío, ansiedad,
incluso en depresiones graves el sujeto puede llegar a negar
sentimientos de tristeza.
Los síntomas motivacionales y conductuales,
implican el estado general de inhibición,
disminución en la capacidad de disfrute, levantarse de la
cama por las mañanas o asearse puede convertirse en tareas
casi imposibles, hay casos de abandono laboral,
estudios, retardo psicomotor (forma grave, enlentecimiento
generalizado de las respuestas motoras, el habla,
etc.).
Dentro de los síntomas cognitivos, la memoria,
atención y concentración pueden
llegar a resentirse, incapacitando su desempeño, el contenido de las cogniciones
de una persona depresiva está bien alterado, la
valoración de sí, de su entorno pueden ser
negativas, autodepreciación, autoculpa, baja autoestima
(se plantea que las cogniciones serían un elemento
etiológico de la depresión más que un
síntoma de la misma).
En los síntomas físicos, aparecen cambios
físicos y suele ser uno de los motivos principales por los
que se solicita la ayuda de un profesional. Problemas de
sueño (insomnio, quedarse dormido, despertarse
frecuentemente, despertar precoz), fatiga, pérdida de
peso, disminución del deseo sexual, molestias corporales
(dolor de cabeza, espalda, nauseas, vómitos,
estreñimiento, micción dolorosa, visión
borrosa. Así pues, los síntomas físicos a
veces se consideran como una importante línea divisoria
entre la depresión normal y la clínica, o entre
aquellos que buscan ayuda médica o psicológica; y
aquellos que no lo hacen (Goldberg y Huxley, 1992).
La Adolescencia es el periodo de crecimiento y
desarrollo humano comprendido aproximadamente entre los 12 y 18
años de edad, que transcurre entre la pubertad y la edad
adulta. La adolescencia es una fase dinámica en el
continuo de la vida, durante la cual tienen lugar profundos
cambios en el desarrollo físico, fisiológico y
bioquímico, así como en el de la personalidad,
de manera tal que el niño se transforma en un adulto
sexualmente "atractivo", capaz de mantener en la
reproducción (Schonfild, 1992).
Su aparición está señalada por la
pubertad, que es el comienzo de todo proceso somático y
psíquico, el cual está influenciado por el ambiente
social y cultural.
El autor Horrocks (1990), considera al adolescente como
"un periodo de transformación física, emocional y
social". Señala que el desarrollo humano, es un
fenómeno que implica aspectos físicos, mentales,
sociales y culturales; cuya base biológica del desarrollo
está dada en el propio organismo. Y los agentes de la
sociedad que enseñan al individuo a desarrollarse, de
acuerdo con los cánones sociales aprobados. El trabajo de
la escuela, los oficios, amigos y citas, toque de queda (hora que
los chicos de una edad deben estar en su casa) y apariencia
personal. La mayoría de estos desacuerdos se resuelven con
menos problemas del que se cree a menudo, tales peleas pueden
reflejar alguna búsqueda profunda de independencia o puede
ser, con bastante exactitud la continuación de los
esfuerzos de los padres para enseñar a los hijos a
someterse a las reglas sociales.
La discordia por lo general, aumenta durante la temprana
adolescencia, se estabiliza durante la mitad de esta y luego
disminuye y después que la persona joven tenga alrededor
de los 18 años.
Nivel social: La conducta apropiada para la masculinidad
o femineidad se ira definiendo socialmente. Cada sociedad fija
patrones para el varón y la mujer, cuando
estos son inadecuados o injustos, deben ser modificados mediante
la
educación.
Logro de identidad
sexual: Nuestra identidad sexual parte desde el momento mismo de
la concepción en el mensaje genético de la
unión óvulo – esperma. La niña o niño
crece, irá adquiriendo las características propias
de su sexo a
través del aprendizaje que se da en la familia y a
través de los modelos de
hombre y mujer que le
presente su ambiente. Los roles asociados al sexo masculino y
femenino en nuestra sociedad difieren entre sí.
Así, la dulzura, la suavidad y ternura son
características deseables para las niñas y la
búsqueda y agresividad son mucho mejor toleradas cuando se
trata de niños varones. Los niños aprenden a
comportarse "como hombres" y "como mujeres" a través de la
imitación y la identificación con el progenitor del
mismo sexo. Los padres, la familia y la
sociedad en general refuerzan el que se aprendan las conductas
que se asocian al propio sexo. O sea, las niñas reciben
aprobación por comportarse en forma femenina y los
niños reciben aprobación por comportarse en forma
masculina.
Por tanto, puede afirmarse, en términos
generales, que las personalidades femenina y masculina
están influenciadas por la carga biológica de los
individuos al nacer y por las experiencias de aprendizaje que se
dan con relación al ambiente, a los padres y a los adultos
importantes en la vida de los niños. En este sentido, es
interesante señalar que las practicas de crianza infantil
difiere entre culturas y también en el tiempo y lo que
resulta deseable en una sociedad no necesariamente es deseable en
otra (Mónica Silur).
La autoimagen de un adolescente y las relaciones con los
compañeros y los padres están muy relacionados con
la sexualidad. La
actividad sexual – besos accidentales, caricias y besos, manoseo,
besuqueo, contacto genital – lleva un número de
necesidades importantes de los adolescentes, una de las cuales si
lo es el placer físico. Masturbacion: o
autoestimulación sexual, es la primera experiencia de la
mayoría de la gente joven y es casi universal.
Establecer con seguridad el
comienzo de la adolescencia, es difícil porque la edad de
la madurez sexual es muy variable; como promedio la adolescencia
se extiende desde los 13 años hasta los 18 años en
las mujeres y desde los 14 a los 18 años en los hombres.
En el código
del niño y del adolescente (parte preliminar) el
adolescente es considerado como tal de los 12 años hasta
cuando cumpla la mayoría de edad.
Los aspectos emocionales, en el adolescente, sufren
cambios; de tal manera que las emociones como
estado psíquico tienen sus características
positivas y negativas. Entre las positivas se destacan las
emociones que constituyen fuente de motivación
como, el miedo, la ira, el amor, la
curiosidad, etc. estas características positivas impulsan
al individuo a la acción.
La emoción puede constituirse en una fuente de esfuerzo
constructivo. Las emociones negativas o nocivas de la
tensión emocional son las pesadillas, insomnios, dolores
de cabeza, pérdida de apetito, trastornos digestivos,
pérdida de peso y de energías, decaimiento,
inconstancia en las relaciones, son efectos de la tensión
emocional. Uno de los efectos más grandes de las emociones
es que la repetición constante se convierte en
hábito. Por ello al adolescente se le debe orientar para
que logre un dominio de la emociones, a fin de satisfacer las
exigencias sociales y eliminar los efectos perjudiciales de las
emociones, sobre las conductas, actitudes y
bienestar en general. Entre las características de la
adolescencia, encontramos a las características del
crecimiento físico: y que comprende básicamente de
estatura de peso: se cree que el mudo más rápido y
simple de comprobar el crecimiento físico, es la estatura
del pie (Meredith, 1969), Estirón: El crecimiento
físico durante la infancia y la
adolescencia parece mostrar tres ciclos claros (Tanner 1962). El
primero que se extiende desde un mes después de la
fertilización hasta dos años después del
nacimiento. Durante el segundo ciclo, que se extiende de la edad
de dos años a la de siete, la tasa de crecimiento tiene su
cita por los 2 años y medio. El tercer ciclo, empieza
gradualmente a los siete u ocho años de edad, entre los 9
y 15 años. Todo muchacho crece rápidamente en casi
todas las dimensiones corporales, lo que constituye el llamado
"estirón".
La iniciación del crecimiento de la adolescencia
y los cambios constantes empieza con la secreción normal
de ovarios, testículos
y glándulas suprarrenales en la corriente sanguínea
y tejidos. El
desarrollo de la adolescencia se debe a la combinación de
varias hormonas. La
secreción de gonadotrofinas comienza por el mismo tiempo
en el que aparece el vello pubiano en los dos sexos y alcanza
niveles de adultez con la madurez de las características
sexuales secundarias.
pubertad: es decir, el periodo que se produce la madurez
sexual forma parte de la adolescencia, pero que no equivale a
esta que comprende todas las fases de la madurez y no solo la
sexual. Como promedio la pubertad dura unos cuatro años.
Durante unos dos años el cuerpo se prepara para la
reproducción y aproximadamente otros dos sirven para
completar el proceso.
Entre los cambios corporales que se presentan en el
varón tenemos: el cambio de voz
aparición del vello en las axilas cara y pubis, desarrollo
de los músculos y aumento de la fuerza,
aparición de acné en la cara. se inicia la producción permanente de los
espermatozoides en los testículos (el hombre no
nace con el espermatozoide.
Los cambios corporales en la mujer, van a comprender los
siguientes: aparición del vello en las axilas y pubis,
aparición de acné, desarrollo de las mamas, las
caderas se redondean uy se afina la cintura. se inicia la
maduración de los óvulos con los cuales nace la
mujer y viven de 12 a 24 horas aproximadamente.
Las características sexuales primarias: son los
órganos necesarios para la reproducción. en la
mujer, las estructuras
del cuerpo involucradas son los ovarios el útero y la
vagina, en el varón son los testículos, el pene, la
glándula prostática y las vesículas
seminales. durante la pubertad, estos órganos se agrandan
y maduran. Ahora bien, el signo principal en las chicas es la
menstruación; mientras que el signo principal de la
madurez sexual en los chicos es la presencia del esperma en la
orina (un chico es fértil tan pronto como se presenta el
esperma).
Con respecto a las características sexuales
secundarias, éstos va a ser: cambios en la voz, textura de
la piel y vello
publico, vello publico facial en las axilas y en el cuerpo. el
vello púbico que en el principio era recto y sedoso
eventualmente llega a ser áspero y ensortijado y aparece
en diferentes patrones de varones y mujeres. el vello axilar
crece en debajo del brazo, en general los chicos adolescentes se
ponen felices de ver vellos en su cara y pecho pero los chicos se
aterran por la apariencia de una cantidad insignificante de
facial alrededor de los pezones aunque este fenómeno es
normal. La piel tanto de los chicos como de las chicas llega a
ser más áspera y grasosa. el aumento en la
actividad en las glándulas sebáceas (que segregan
una sustancia grasosa dar lugar a las erupciones de barros y
espinillas que son la ruina de muchas vidas de adolescentes. el
acné es más problemático en chicos que en
chicas y parece estar relacionado con el aumento en las
cantidades en las hormonas testosteronas del
varón.
Entre las características cognoscitivas del
adolescente busca un lugar en el marco social adulto, por ello
tiende a participar en las ideas ideológicas de un grupo
mayor que lo motiva a un aprendizaje cognoscitivo, obteniendo
mayor conocimiento y
que aprenderá a diferenciar entre lo que le
gustaría ser y crearse expectativas. Ejemplo: qué
desearía hacer como profesional?. O, en qué le
gustaría trabajar? Es importante conocer sus habilidades
cognoscitivas porque de ello va a depender su capacidad de
entendimiento, comprensión, para las frustraciones. El
fracaso en el área intelectual puede generar en el sujeto
reacciones emocionales diversos como: ansiedad, tensión,
sentimiento de minusvalía, timidez, desajuste a nivel
social y agresividad.
Según Piaget (1976),
el nivel superior de desarrollo cognoscitivo se alcanza en la
adolescencia, con el surgimiento del pensamiento de las operaciones
formales. El pensamiento del adolescente se caracteriza por la
capacidad para emplear conceptos abstractos con menor dependencia
de las percepciones concretas, valorar sucesos hipotéticos
y futuros, considerar todas las posibles combinaciones de
conceptos de un problema y coordinar de una manera
sistemática las variables relacionadas.
De acuerdo con Piagget los adolescentes entran al mas
alto nivel de desarrollo cognoscitivo; él llamó a
este nivel el cual se caracteriza por la capacidad para el
pensamiento abstracto, la etapa de las operaciones
formales.
En la etapa mas temprana de las operaciones concretas,
los niños pueden pensar lógicamente solo acerca de
lo concreto, el
aquí y el ahora. Los adolescentes ya no están
limitados de esta manera: ahora pueden trabajar con
abstracciones, probar hipótesis y ver infinitas
posibilidades. La capacidad para abstraer tiene consecuencias
emocionales también, mientras que antes el adolescente
podía querer a su madre u odiar a un compañero
ahora puede dejar la libertad u
odiar la explotación.
Se iría determinando el desarrollo de su propia
identidad y el logro de su autonomía, en una renovada
búsqueda de la identidad de si mismo. Busca su imagen no dentro
de si mismo sino afuera, en gente de su misma edad, se identifica
con ellos, ya que es allí donde va a encontrar seguridad,
comprensión, popularidad y la aceptación que
necesita, porque son jóvenes que están atravesando
los mismos cambios y conjuntamente, irán logrando
reafirmando su propia identidad para lograrlo deberá
producirse una ruptura con los padres, es decir lo que ata al
niño a su familia es una ruptura necesaria (no de tipo
afectivo). Muchas veces los padres dificultan la
interrelación grupal y no acepta que crezca y tenga una
vida propia y autónoma.
Lucha constantemente para lograr su autonomía,
para combatir los antiguos modelos de comportamiento
infantil de dependencia y obediencia, ahora deberá
enfrentarse a elecciones vitales como el amor, profesión,
ideología y política.-
La búsqueda de la identidad es un viaje de toda
la vida, que empieza con la adolescencia. Como Erickson lo
subraya (1950), este esfuerzo de darle sentido a si mismo al
mundo no es "una especie de maduración de un malestar".
Es, en su lugar, los conflictos en esta lucha estimula el
crecimiento y el desarrollo
personal.
La identidad personal es un proceso que comienza a
esbosarse en la infancia y se construye a lo largo de la vida. En
la infancia la actitud de nuestros padres y/o de los adultos
significativos que nos rodean juegan un papel muy importante, es
como nos percibimos a nosotros mismos; así como un
niño que ha sido elogiado y estimulado y que siente el
apoyo y aprobación de sus compañeros y otros
adultos importantes para él o ella, va a tener mayores
probabilidades de sentirse bien consigo mismo de valorarse como
persona y desarrollar confianza en su capacidad de tener éxito,
que un niño (a) cuyo estimulo de crianza se haya
caracterizado por la critica permanente y el castigo
excesivo.
Sin un niño ha estado sometido a este tipo de
educación,
lo mas probable es que aprenda a ver solo los aspectos negativos
de su personalidad (los defectos y no va a ser fácil que
descubra sus aspectos positivos, sus virtudes) y desarrolle
confianza en sí mismos. Los cierto es que los seres
humanos tenemos virtudes y defectos y aprendemos a vernos y
conocernos asimismo dejamos que éstas virtudes o defectos
desarrollen su actividad dentro del grupo.
Con respecto a las investigaciones internacionales que
sustentan nuestro trabajo, se pudo tener acceso a las siguientes:
la realizada por Rosselló, Luisa , Sola Ralat,
Martínez & Nieves (1992), quienes usando el inventario de
depresión para niños (CDI) evaluaron a 217
participantes entre 7 y 16 años de edad de una escuela de
la comunidad, 57% (n
125) mujeres y 43 % (n 92) varones. Los resultados demostraron
que 28% (n 61) de los participantes presentaban
características de depresión moderada, mientras que
18% (n 40) depresión grave.
En otro estudio, Nieves, Rosselló & Guisasola
(1993), exploraron diferencias en edad y género entre
niños, niñas, y adolescentes con depresión.
En una muestra de comunidad por disponibilidad participaron 243
jóvenes entre 7 y 16 años de edad, para evaluar
diferencias por género en torno a la
depresión. Se aplicó el CDI, para evaluar
sintomatología depresiva, diferencias por género y
edad en la puntuación general del CDI no resultaron
significativas pero diferencia en género y edad en
términos de sintomatología fueron significativas;
las mujeres informaron llorar y sentirse solas más
frecuentemente en peleas. En comparación los niños
y niñas demostraron puntuaciones significativamente
más altas en reactivos concernientes a toma de
decisiones, soledad, preocupaciones en torno a dolores y
sufrimientos, disgustos por apariencia, desobediencia, peleas, y
relaciones interpersonales difíciles.
Rosselló (1993), publicó un informe con dos
estudios de casos de adolescentes deprimidos, quienes estuvieron
bajo tratamiento interpersonal y cognitivo conductual (12
sesiones). Se aplicaron dos medidas del CDI, el Inventario de
depresión para niños y la Escala de
depresión del centro de estudios epidemiológicos
(CES-DC), como la Escala de autoconcepto de Piers Harris (PHSCS)
antes y después del tratamiento. Los resultados indicaron
que después del tratamiento disminuyó la
sintomatología depresiva y aumentó la autoestima,
comprobando así la viabilidad de estos
acercamientos.
Gonzáles & Andrade (1993), realizaron una
investigación con los "estresores
cotidianos, malestar depresivo e ideación suicida en
adolescentes mexicanos", demostraron que en la adolescencia las
relaciones con el grupo de pares constituyen elementos
importantes para establecer nuevas relaciones sociales maduras,
donde el grupo de amigos compite con el grupo familiar de
referencia. Este trabajo intentó identificar la
relación entre algunos estresores sociales cotidianos, el
malestar depresivo e ideación suicida en adolescentes
mexicanos. Los resultados indican que en adolescente varones y
mujeres los conflictos con el mejor amigo (a) se relacionan con
ánimos depresivos y tendencias a somatizar el malestar.
Además las mujeres tienden a sentirse mal en sus
relaciones interpersonales y con ideación suicida. Se pudo
apreciar que el malestar depresivo tenía una forma
diferente de expresión psicoplástica según
el sexo.
En otro estudio, Martínez & Rosselló
(1995), exploraron la relación entre funcionamiento
familiar y depresión, en una muestra de 265 estudiantes
puertoriqueños del área metropolitana, con edades
de 9 a 20 años, se utilizaron como instrumentos el
Inventario de depresión para niños (CDI), el de
Funcionamiento Familiar (FAM), y la Escala de envolvimiento
emocional y crítica
familiar (FEICS). Los resultados indicaron una correlación
alta y significativa entre sintomatología depresiva y
funcionamiento familiar pobre; las áreas de comunicación, envolvimiento emocional y
cumplimiento de tareas en la familia se identificaron como las
variables de mayor valor
predictivo de sintomatología depresiva.
Velásquez, Sáez & Rosselló
(1995), exploraron las estrategias de
manejo y síntomas depresivos en adolescentes, encontrando
que los adolescentes utilizan más las estrategias de
manejo por separado, siendo la más utilizada la de aliviar
tensiones por medio de las distracciones y la menos utilizada fue
la de aliviar tensiones por medio del uso y abuso de sustancias,
expresiones de enojo o ambas.
En otro estudio Sáez & Rosselló
(1996), encontraron que en la relación entre percepción
sobre los conflictos maritales de los padres, el ajuste familiar
y la sintomatología depresiva en un grupo de adolescentes
puertorriqueños. Los resultados reflejaron una
relación positiva y significativa entre desajuste familiar
y sintomatología depresiva.
En la búsqueda de por Base de datos
como Psyclit, Lilacs, se encontraron los siguientes reportes:
Chan, David W. (1997), realizó una investigación
sobre "Síntomas depresivos y competencia
percibida entre estudiantes chinos de Escuelas Secundarias en
Hong Kong".
Por otro lado, Doll, Beth (1996), investigó sobre
"Prevalencia de desórdenes psiquiátricos en
niños y jóvenes: una agenda en defensa de la
psicología
escolar".
Así mismo Marcotte, Diane (1995), elaboró
un estudio sobre "la influencia de las distorsiones cognitivas,
autoestima y actitudes hacia la pubertad en los síntomas
de depresión en adolescentes". Universidad de
Quebec. A Trois-Rivieres Canadá.
También Berman A.L. & Jobes D.A. (1995),
investigaron sobre "prevención del suicidio en
adolescentes (edades 12 a 18 años): hacia el
año 2000.
Gonzáles, F. & Andrade, P. (1994),
desarrollaron un trabajo sobre "estresores cotidianos,
perturbaciones depresivas e ideaciones suicidas entre
adolescentes mexicanos hombres y mujeres".
Del mismo modo Peters, M. & Weller, E (1994),
elaboraron un estudio sobre "varias semanas de síntomas
depresivos después de ser expuesto al suicidio de un
amigo, un desorden depresivo mayor negativo".
Por otro lado. Levy, Alan & Land, Helen (1994),
exploraron sobre "intervenciones escolares de base con
adolescentes deprimidos de minorías ".
Cole, Lise, Pronovost, J. & Larochelle, L (1993),
realizaron un estudio sobre síntomas de depresión
en adolescentes con tendencias suicidas".
También Roberts, R. (1992), investigó
sobre manifestación de síntomas depresivos entre
adolescentes: una comparación de mejicanos americanos con
la mayoría y otras poblaciones minoritarias".
Así mismo Bailly, D., Alesandre, J. &
Collinet, C (1990), desarrollaron un estudio sobre
"depresión en adolescentes: un estudio en una población de estudiantes de escuelas
secundarias. (Ver Anexo Nº 1).
Dentro de las investigaciones nacionales, se pudo
encontrar a Mezzich I, J. (1971), que hizo un análisis de depresión y un deslinde
tipológico utilizando la Escala de Automedición de
la Depresión de Zung, pretendiendo un análisis
clínico de la depresión dando mayor importancia a
esbozar un perfil sindrómico y el deslinde de sus tipos
fundamentales.
Por otro lado Cabrejos P. José (1972), utilizando
la Escala de Automedición de la Depresión de Zung,
intenta contribuir con el estudio de la depresión en el
medio obrero. La muestra fue de 200 obreros teniendo en cuenta
sexo, edad, raza, estado civil, grado de instrucción,
raza, como elementos que influyen en la depresión. Obtuvo
los siguientes resultados: índices promedios de la muestra
estudiada (53,23) EAMD, categoría de depresión leve
o moderada, el estado civil ejerce influencia en cuanto a la
presentación de síntomas depresivos , a mayor grado
de instrucción, menor índice depresivo; se
encontró que un factor importante en el desarrollo de los
síntomas depresivos , es el sexo femenino.
Murillo (1997), realizó una investigación
sobre "Depresión en pacientes con tuberculosis
pulmonar que asisten a un programa de
control del
Hospital Hipólito Unanue, utilizando la Escala de
Automedición de la Depresión de Zung,
encontró que a mayor tiempo de enfermedad mayor es el
grado de depresión. Por otro lado, considerando la
variable sexo, encontró que en las mujeres es más
intenso, acentuándose los grados depresivos debido a la
enfermedad que padecen.
Es dentro de estas consideraciones que nos proponemos
determinar cuál es el nivel de depresión en un
grupo de adolescentes de un centro educativo, en tal sentido
precisamos nuestra hipótesis conceptual que en este
estudio se considera al factor género como el determinante
de diferencias significativas en los niveles de depresión
en los adolescentes.
Determinar esta relación será
significativa en tanto nos permitirá determinar y
establecer posibles causas en el desarrollo de los
síntomas depresivos en la adolescencia. Pues en la
actualidad es cada vez más extendido el desencanto, la
desesperanza, en grupos humanos, adultos, y adolescentes, en un
contexto en el que está más extendido la pobreza, el
sufrimiento y que solo una minoría accede al nivel de vida
compatible con la condición humana. Esto nos lleva a
plantear que vivimos en un tiempo de grave crisis psicosocial,
económica y moral, lo que origina y genera una
inestabilidad emocional y consecuentemente el incremento de
enfermedades entre ellas la depresión, presente en casi
todos los cuadros somáticos y que acompaña las
formas de vida cotidiana.
La depresión, actualmente, es después de
los problemas de adaptación, la causa más frecuente
de visitas consecutivas a los servicios de
atención primaria, un problema serio de salud mental, un
trastorno que afecta a todas las edades, condiciones, y
situaciones. Así en el adolescente que atraviesa por una
etapa de profundos cambios, los experimenta afectando los
aspectos emociomnales, intelectuales,
y valorativos, como en el nivel familiar, social, y
escolar.
Por estas razones, esta investigación asume una
importancia porque brindará un aporte científico en
relación a la existencia de la depresión en
adolescentes, y que a su vez nos permitirá identificar
categorías de depresión en este grupo particular,
que servirá a posteriores investigaciones.
Con tales considerandos, nos permitimos responder a la
siguiente interrogante
¿Qué diferencias estadísticas existe en el nivel de
depresión entre varones y mujeres del quinto de secundaria
de un colegio nacional del Distrito de Los Olivos?.
El Objetivo general es:
Determinar cuál es el nivel de depresión
en un grupo de varones y mujeres que cursan el quinto
año de secundaria en un Centro educativo Nacional del
Distrito de los Olivos.
Los Objetivo específicos son:
Determinar el nivel de depresión y las
categorías de depresión más significativas
en el grupo muestral, en función al género.
Y
Comparar el nivel de depresión en varones y
mujeres del quinto año de secundaria de un Colegio
nacional del Distrito de Los Olivos..
H1. Existen diferencias estadísticamente
significativas en el nivel de depresión entre varones y
mujeres del quinto de secundaria de un Colegio Nacional del
Distrito de los Olivos.
H0. No existen diferencias estadísticamente
significativas en el nivel de depresión entre varones y
mujeres del quinto de secundaria de un Colegio Nacional del
Distrito de los Olivos.
El presente trabajo es una investigación
descriptiva comparativa.- Diseño.
La muestra está constituída por 92
estudiantes de ambos sexos cuyas edades fluctúan entre
los 15 a 17 años de edad, que se encuentran estudiando
el quinto de secundaria en un Colegio Nacional del Distrito
de Los Olivos.El tipo de muestreo utilizado es el
intencional.Los criterios de inclusión de la muestra son
los siguientes:Edad : 15 a 17 años
Condición : Estudiantes de quinto año
de secundaria.Procedencia : Colegio Nacional.
Participación : Voluntaria.
A continuación se presenta la Tabla Nº 1
que muestra las principales características de la
muestra:TABLA Nº 1.
Distribución de la muestra
según sexo y edad - Participantes
Para medir los niveles de Depresión de un
grupo de adolescentes varones y mujeres se ha empleado la
Escala de Automedición de la Depresión (EAMD)
de William Zung y Zung, también conocido como Escala
de Depresión de Zung; el mismo que establece un marco
de referencia de las conductas ansiosas, basado en un
cuestionario de 20 frases o relatos referidos
por el paciente a manifestaciones de características
de depresión como signo significativos en
relación a trastornos emocionales.La Escala de Depresión de Zung consiste en un
cuestionario de 20 frases, informes o
relatos. Cada uno de los cuales se refieren a un
síntoma o signo característico de la
depresión.En conjunto las 20 frases abarcan síntomas
depresivos, como expresión de trastornos emocionales y
se presenta en una ficha con cuatro columnas de
elección tituladas:Así mismo se observa que en el lado izquierdo
de la tabla de evaluación, comprende cuatro columnas
en blanco encabezado por las respuestas: "Muy pocas veces",
"Algunas veces", "Muchas veces" y "Casi siempre".A los examinados les es imposible falsificar
tendencias en sus respuestas, porque la mitad de los
ítems están redactados como síntomas
positivos y la otra mitad como síntomas
negativosLa aplicación puede ser individual o
colectiva. Forma de evaluación: Para su
aplicación se le pide al sujeto que ponga una marca en el
recuadro que el considere más adecuado a como se ha
sentido en la última semana.Calificación del Instrumento: Para obtener la
calificación, se coloca la hoja de respuestas bajo la
guía de puntuación y se escribe el valor de
cada respuesta en la columna de la derecha y la suma de todas
ellas al pie de la página.Para obtener el grado de depresión se compara
la Escala obtenida con la escala clave para efectuar el
recuento, con un valor de 1, 2, 3, 4 en orden variable
según si la pregunta está formulada en sentido
positivo o negativo. Luego se suman todos los
valores parciales. A continuación se convierte la
puntuación total en un índice basado en 100. En
este sentido, con la Escala EAMD, se intenta estimar el
estado de depresión presente en términos de
medición cuantitativa de niveles de
depresión, al margen de la causa.Por otro lado esta Escala nos permite relacionar los
síntomas depresivos y las frases de la EAMD. Aunque
estas frases están escritas en el
lenguaje común del paciente con depresión.
Cada una de ellas identifica un síntoma reconocido de
la depresión. Entonces se tiene una lista de dichos
síntomas y las frases que los expresan. Siendo
descrito de la siguiente manera:1. Estado afectivo persistente
2. Trastornos fisiológicos
3. Trastornos psicomotores
4. Trastornos
psíquicosNIVELES DE DEPRESIÓN QUE CONSIDERA EL
INSTRUMENTORespecto a la validez y confiabilidad Zung (1965)
valida la escala aplicándola, en primer lugar a un
grupo de pacientes de Consultorio Externo en el DUKE
PSYCRHIASTYK HOSPITAL, con diagnóstico de
depresión, ansiedad y otros desórdenes de la
personalidad. Los diagnósticos fueron establecidos
separadamente por otros clínicos, obteniendo
puntuaciones con escalas psicométricas standard, antes
de la aplicación de ambas escalas.En todos los pacientes se encontró una alta
correlación entre las puntuaciones obtenidas, y las
recogidas con otras pruebas,
se encontró así mismo diferencias
significativas en relación con la edad, nivel
educativo e ingresos
económicos. En 1968 se realizó la
validación de tipo transcultural, aplicando las
escalas en Japón, Inglaterra, Checoslovaquia, Australia y
Alemania.
La autovaloración en dichos países eran
comparables, encontrando que existen diferencias
significativas en un grupo de pacientes con
diagnóstico de Depresión Aparente y Pacientes
deprimidos. Se obtuvo un índice promedio de 74
pacientes con Diagnóstico de Depresión y en
sujetos normales, un promedio de 33. En este mismo trabajo
Zung delimitó sus niveles de cuantificación de
la Ansiedad y la Depresión.Utilizando la Escala de Síntomas Depresivos
de Zung (1975), va a encontrar en Estados
Unidos, que el 13% de los sujetos de su muestra van a
presentar muchos síntomas depresivos.Al igual que en Zaragoza (1983). Se encuentra un
6.8% de sujetos con fuertes síntomas. La prevalencia
de síntomas depresivos oscila entre 13 y 20 % de la
población, según BOYD Y NEISSMAN (1982).
Así mismo en España
con la Escala de Síntomas de Zung, se encontró
una prevalencia del 7%. Esto equivalía a una cifra de
dos millones de adultos. - Instrumento
- Procedimiento
Para el desarrollo de nuestra investigación se
coordinó con la Directora del Centro Educativo para
aplicar la Escala de Automedición de Depresión en
los alumnos del quinto de secundaria. Para ello se hizo entrega
de la carta de
presentación otorgado por la Universidad. Fijándose
la fecha para la evaluación.
El día fijado, 13 de noviembre, a las 4 pm se
realizó la aplicación de la Escala a 106 alumnos
entre varones y mujeres de 15 a 17 años de edad, se les
entregó el cuestionario, y se leyeron las instrucciones
indicándoles la manera de marcar el recuadro más
aplicable a él en el momento de la prueba.
Se les recomendó que no dejaran de marcar ninguna
alternativa, que responder a toda la escala representa una
valiosa información que ayudará a conocerlos mucho
más.
Culminada las explicaciones se procedió a dar la
señal de inicio de la prueba, la que tubo una
duración promedio de 20 minutos.
Al término de la aplicación se
agradeció la participación de los alumnos por su
apoyo y colaboración.
Se controlaron los estímulos ambientales
retirando de las paredes aquellos que eran considerados como
distractores (material didáctico).
De las 106 pruebas aplicadas, se descartaron 14 por
presentar criterios diferentes a los establecidos para la
inclusión de la muestra, luego se procedió a la
corrección, tabulación y análisis de
resultados.
Relevancia de la
Investigación
La depresión, actualmente, es después de
los problemas de adaptación, la causa más frecuente
de visitas consecutivas a los servicios de atención
primaria, un problema serio de salud mental, un trastorno
que afecta a todas las edades, condiciones, y situaciones.
Así en el adolescente que atraviesa por una etapa de
profundos cambios, los experimenta afectando los aspectos
emociomnales, intelectuales, y valorativos, como en el nivel
familiar, social, y escolar.
Por tales razones, esta investigación asume una
importancia porque brindará un aporte científico en
relación a la existencia de la depresión en
adolescentes, y que a su vez nos permitirá identificar
categorías de depresión en este grupo particular,
que servirá a posteriores investigaciones.
De acuerdo a los resultados encontrados podemos
señalar que entre los adolescentes varones y mujeres de
nuestra muestra, no existen diferencias estadísticamente
significativas, por lo que se acepta la hipótesis nula que
dice que "no existen diferencias estadísticamente
significativas en una muestra de varones y mujeres estudiantes
del quinto de secundaria de un Colegio Nacional del Distrito de
los Olivos.
Aunque puede observarse que dentro del promedio de
puntuaciones obtenidas para cada grupo en función al
género, existen diferencias pues en el de los hombres sus
puntuaciones los ubican en la categoría de Dentro de
los límites
normales, al grupo de mujeres sus puntajes la ubican en el
límite inferior de la categoría de
depresión Leve o moderada.
Asimismo, el análisis de los datos nos permite
determinar que un gran porcentaje de la muestra de varones se
ubica en la categoría de Dentro del límite (23
sujetos) ocupando el segundo lugar la categoría de
Depresión leve o moderada (12 sujetos). Mientras que en el
grupo de las mujeres existe una cantidad similar en las
categorías de Dentro del Límite y Depresión
leve o moderada (19 sujetos respectivamente), aunque en este
grupo también existen 2 sujetos ubicados en la
categoría de depresión severa (1%).
Estos resultados no hacen sino indicar que efectivamente
en el proceso de adquisición de los síntomas
depresivos, en la muestra, existe una relación en cuanto
al género.
Se recomienda elaborar Programas de
mejoramiento del Autoestima, como una alternativa para combatir
la depresión en adolescentes secundarios.
Ampliar al investigación a muestras
significativas, así como el abordamiento de otras
variables y grupos muestrales.
Se recomienda estructurar Programas tendientes a mejorar
los modos de afrontamiento frente a la depresión aplicable
a las mujeres..
Para el desarrollo de nuestra investigación se
coordinó con la Directora del Centro Educativo para
aplicar la Escala de Automedición de Depresión en
los alumnos del quinto de secundaria. Para ellos se hizo entrega
de la carta de
presentación otorgado por la Universidad. Fijándose
la fecha para la evaluación.
El día fijado, 13 de noviembre, a las 4 pm se
realizó la aplicación de la Escala a 106 alumnos
entre varones y mujeres de 15 a 17 años de edad, se les
entregó el cuestionario, y se leyeron las instrucciones
indicándoles la manera de marcar el recuadro más
aplicable a él en el momento de la prueba. Se les
recomendó que no dejaran de marcar ninguna alternativa,
que responder a toda la escala representa una valiosa
información que ayudará a conocerlos mucho
más.
Culminada las explicaciones se procedió a dar la
señal de inicio de la prueba, la que tubo una
duración promedio de 20 minutos.
Al término de la aplicación se
agradeció la participación de los alumnos por su
apoyo y colaboración. Se controlaron los estímulos
ambientales retirando de las paredes aquellos que eran
distractores (material didáctico).
De las 106 pruebas aplicadas, se descartaron 14 por
presentar criterios diferentes a los establecidos para la
inclusión de la muestra, luego se procedió a la
corrección, tabulación y análisis de
resultados.
De acuerdo a los resultados obtenidos podemos
señalar que entre los adolescentes varones y mujeres de
nuestra muestra, no existen diferencias estadísticamente
significativas, por lo que se acepta la hipótesis nula que
dice que "no existen diferencias estadísticamente
significativas en una muestra de varones y mujeres estudiantes
del quinto de secundaria de un Colegio Nacional del Distrito de
los Olivos.
Aunque puede observarse que dentro del promedio de
puntuaciones obtenidas para cada grupo en función al
género, existen diferencias pues en el de los hombres sus
puntuaciones los ubican en la categoría de Dentro de
los límites normales, al grupo de mujeres sus puntajes
la ubican en el límite inferior de la categoría de
depresión Leve o moderada.
Asimismo, el análisis de los datos nos permite
determinar que un gran porcentaje de la muestra de varones se
ubica en la categoría de Dentro del límite (23
sujetos, 54,76%) ocupando el segundo lugar la categoría de
Depresión leve o moderada (12 sujetos, 28,57%). Mientras
que en el grupo de las mujeres existe una cantidad similar en las
categorías de Dentro del Límite y Depresión
leve o moderada (19 sujetos respectivamente, 38% para cada uno),
aunque en este grupo también existen 2 sujetos ubicados en
la categoría de depresión severa (10 %).
Estos resultados no hacen sino indicar que efectivamente
en el proceso de adquisición de los síntomas
depresivos, en la muestra, existe una relación en cuanto
al género; en este sentido coincidimos con los trabajos de
Cabrejos P. José (1972), quien utilizando la Escala de
Automedición de la Depresión de Zung, en una
muestra de 200 obreros teniendo en cuenta sexo, edad, raza,
estado civil, grado de instrucción, raza, como elementos
que influyen en la depresión. Encontró que a mayor
grado de instrucción, menor índice depresivo; se
encontró que un factor importante en el desarrollo de los
síntomas depresivos , es el sexo femenino. Igualmente con
el trabajo de Murillo (1997), quien utilizando la Escala de
Automedición de la Depresión de Zung,
encontró que a mayor tiempo de enfermedad mayor es el
grado de depresión. Por otro lado, considerando la
variable sexo, encontró que en las mujeres es más
intenso, acentuándose los grados depresivos debido a la
enfermedad que padecen.
Así como los resultados hallados, se reafirman
con los hallazgos de, Nieves, Rosselló & Guisasola
(1993), quienes exploraron diferencias en edad y género
entre niños, niñas, y adolescentes con
depresión, para evaluar diferencias por género en
torno a la depresión. Encontrando que si bien en la
puntuación general del CDI no resultaron significativas,
existía una diferencia en género y edad en
términos de sintomatología que fueron
significativas; las mujeres informaron llorar y sentirse solas
más frecuentemente en peleas. En comparación los
niños y niñas demostraron puntuaciones
significativamente más altas en reactivos concernientes a
toma de decisiones, soledad, preocupaciones en torno a dolores y
sufrimientos, disgustos por apariencia, desobediencia, peleas, y
relaciones interpersonales difíciles. Igualmente nuestros
resultados se relacionan con los hallazgos de Gonzáles
& Andrade (1993), quienes en la investigación
"estresores cotidianos, malestar depresivo e ideación
suicida en adolescentes mexicanos", demostraron que en la
adolescencia las relaciones con el grupo de pares constituyen
elementos importantes para establecer nuevas relaciones sociales
maduras, donde el grupo de amigos compite con el grupo familiar
de referencia. Este trabajo intentó identificar la
relación entre algunos estresores sociales cotidianos, el
malestar depresivo e ideación suicida en adolescentes
mexicanos. Y que los resultados indican que en adolescente
varones y mujeres los conflictos con el mejor amigo (a) se
relacionan con ánimos depresivos y tendencias a somatizar
el malestar. Además las mujeres tienden a sentirse mal en
sus relaciones interpersonales y con ideación suicida. Se
pudo apreciar que el malestar depresivo tenía una forma
diferente de expresión psicoplástica según
el sexo.
De acuerdo a nuestra hipótesis teórica de
que existe una relación entre el factor género y la
intensidad de la Depresión, hemos logrado determinar que
efectivamente puede existir tal relación, probablemente
debido a que en nuestro medio la mujer se encuentra sujeta a una
serie de condiciones y presiones de tipo social, que repercuten
en su propia identidad y autoestima, que al verse disminuidas van
a implicar que los estímulos depresores del medio puedan
afectarle significativamente.
En el caso de los hombres, nosotros encontramos que
tienen mayor concentración dentro de los niveles normales,
probablemente debido a que en nuestra sociedad tiene mayores
posibilidades de canalizar su depresión en otras
actividades socialmente aceptadas, que van a disminuir los
efectos de los estímulos estresores.
De acuerdo a los resultados, y considerando los objetivos de
nuestro trabajo podemos concluir que:
- El nivel de depresión para nuestra muestra
los ubica ,en el grupo de varones en la Categoría
"Dentro de los límites", alcanzando una
puntuación de 49,5. - El nivel de depresión para el grupo de
mujeres se encuentra en el límite inferior de la
Categoría de "Depresión Leve moderada"
alcanzando una puntuación de 52,1. - Respecto a los niveles y categorías de
depresión, en el caso de los hombres el 54,76% se
ubica en la categoría "Dentro del Límite", el
28,57% dentro de la categoría "Depresión leve o
moderada" y el 16,7% en la categoría "De moderada a
intensa". Mientras que en las mujeres, el 38% se ubica en la
categoría "Dentro del Límite", y otro 38% en la
de "Depresión leve o moderada", el 20 % se encuentra
en la categoría de "Depresión moderada a
intensa", y el 10% en la de "Depresión
Severa".
Partiendo de los resultados y de nuestras conclusiones,
podemos sugerir que se hace necesario implementar Programas para
disminuir los índices de depresión en estudiantes
secundarios, y que se incentiven una mejor identificación
personal.
Que en el trabajo dentro del sistema escolar,
el psicólogo pueda desarrollar investigaciones
relacionando los factores etiológicos de la
depresión en adolescentes en edad escolar.
Del mismo modo se sugiere ampliarse las investigaciones
con otros grupos muestrales de adolescentes estudiantes,
así como de aquellos que ingresan a la juventud,
considerando otras variables como edad, rendimiento por
asignaturas, problemas de conducta, relaciones familiares, y
ajuste psicosocial.
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Salvat.
Las tablas y otros datos pueden solicitarlos
a
JOSUE EGOAVIL DORREGARAY
DIRECTOR-ACP
www.palimpalem.com/1/JOSUETESIS
**JOSUETESIS & JOSUETEST 98465848. LIMA PERU.
Josue EGOAVIL
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