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Cómo elaborar un diagnóstico en la escuela



Partes: 1, 2

    1. Análisis de la
      práctica educativa
    2. Obtención de
      indicadores
    3. Selección de una
      problemática
    4. Definición del
      problema
    5. Determinación de
      objetivos
    6. Elaboración del plan de
      abordaje
    7. El Cronograma
    8. Investigación del
      problema elegido
    9. Acopio de
      fuentes
    10. Conceptualización del
      problema
    11. Selección de
      estrategias
    12. Elaboración de
      instrumentos
    13. Aplicación
      de los instrumentos
    14. Recolección
      de la información
    15. Procesamiento de
      datos
    16. Interpretación
      de los resultados
    17. Conclusiones
    18. Consideraciones
      prospectivas
    19. Informe de los
      resultados de la investigación

    ¿Cómo podríamos elaborar un esquema
    para desarrollar un diagnóstico en la escuela?
    Obviamente, no es posible pensar en un modelo
    único para tal efecto, pues, como hemos visto, la estructura de
    un diagnóstico dependerá directamente de diversas
    circunstancias: la naturaleza del
    problema, el contexto, los recursos, el
    tiempo, la
    formación académica del investigador, las
    preferencias metodológicas, etc.

    Sin embargo, sí es posible hacer referencia a
    algunos momentos y apartados que, por lo general, son
    considerados en la estructura de la mayoría de los
    diagnósticos aplicados en el ámbito educativo,
    algunos de los cuales ya han sido abordados en el
    Capítulo VI, correspondiente a La
    Investigación
    . Veámoslos.

    1. Análisis de la práctica
    educativa.

    Este paso inicial es fundamental en la construcción del diagnóstico, pues
    consiste en localizar una problemática general
    verdaderamente relevante, pero que, a la vez, sea susceptible de
    solución.

    No obstante, aunque parece fácil, es esta tal vez
    una de las etapas más difíciles del trabajo, pues
    puede ocurrir que el investigador principiante opte por un
    proyecto
    demasiado ambicioso. En ese sentido, en ningún momento
    debe perderse la objetividad respecto de los recursos y
    posibilidades reales, así como las limitaciones del propio
    investigador.

    Tal vez uno de los obstáculos más comunes
    al que se enfrenta el investigador principiante es el de empezar
    a manifestar sus ideas por escrito. Es frecuente que en este
    momento muchos piensen en abandonar la empresa. Lo
    que yo puedo recomendar es que se debe escribir conforme se vaya
    investigando, anotando ideas extraídas de los documentos
    consultados, o ideas del propio investigador, todo aquello que se
    le venga a la mente. No importa que las ideas aparezcan
    inicialmente desordenadas e inconexas; más tarde se
    podrán organizar.

    Puede presentarse también el hecho de que en la
    elección de la problemática se anteponga la
    intención de resolverla rápidamente y que, durante
    el transcurso del trabajo, esta expectativa ocasione
    desánimo en el investigador, por no estar preparado para
    asimilar que, en no pocas ocasiones, la investigación puede resultar lenta y hasta
    tediosa, pues la solución efectiva de ciertos problemas
    requiere de mucho tiempo, decisión y, desde luego, la
    aportación de capacidades personales, tales como el
    pensamiento
    lógico y hasta la intuición.

    En nuestro caso específico resulta deseable
    remitirse al análisis de la práctica docente
    propia, con el fin de localizar una problemática. Sin
    embargo, es indiscutible que existen problemas más
    allá de nuestra propia actividad docente. Por
    ejemplo:

    a) ¿Ha sido adecuada, en términos de
    eficiencia y
    eficacia, la
    actividad directiva de la escuela?

    b) ¿Se aprovechan óptimamente los recursos
    generales con los que cuenta la institución?

    c) ¿Se ha sistematizado el análisis de los
    resultados obtenidos con la aplicación de distintos
    métodos
    didácticos?

    d) ¿Qué situaciones extraescolares afectan
    el proceso de
    enseñanzaaprendizaje?,
    etc.

    2. Obtención
    de indicadores.

    Así pues, es recomendable la elaboración
    de una relación de dificultades generales que el profesor
    enfrenta cotidianamente, dificultades en las que pueden verse
    involucrados alumnos, contenidos, procedimientos
    técnico-metodológicos, autoridades escolares,
    autoridades de la comunidad, padres
    de familia,
    docentes,
    etc.

    Procede, entonces, intentar una jerarquización de
    las problemáticas detectadas y confrontarlas con los
    recursos que posee el diagnosticador, debiendo considerar
    también, como ya ha sido señalado, sus
    limitaciones, con el fin de advertir, en una primera
    aproximación, las posibilidades de intervenir en su
    solución.

    Las situaciones que se advierten irregulares o
    insatisfactorias, como pueden ser la relación
    escuela-comunidad, los problemas de enseñanza y de
    aprendizaje, el ambiente
    escolar, etc., constituyen formalmente los primeros
    indicadores.

    3.
    Selección de una problemática.

    De hecho, esta selección
    constituye el primer momento del proceso investigativo, y algo
    muy importante es la circunstancia de que los indicadores
    contribuyen a facilitar la decisión del investigador para
    elegir una problemática determinada. Y aunque puede
    parecer ocioso, reiteraré que ésta no deberá
    ser ajena al ámbito de la práctica cotidiana del
    profesor. (Ver "La elección del tema", p. 100)

    4. Definición
    del problema.

    Al inicio, esta parte de la investigación aparece
    muy general, y hasta un poco confusa. Sin embargo, conforme se
    avanza en la investigación se va también perfilando
    con mayor precisión, reduciéndose en su
    dimensión exclusivamente a sus elementos y relaciones
    básicas. (Ver "Planteamiento del
    problema", pp. 100-106)

    Los elementos que conforman al problema son las
    características y factores de la situación
    problemática.

    La delimitación clara del problema posibilita su
    solución en gran medida, pues un enfoque objetivo del
    mismo le da dirección al proceso investigativo.
    Recordemos a Einstein se le atribuye el haber afirmado que la
    correcta definición de un problema resulta más
    importante que la propia solución
    .

    Con relación al diagnóstico, el problema
    se aprecia, inicialmente, cuando una situación se advierte
    insatisfactoria. Ya de manera objetiva se dice que es la
    discrepancia entre el ser y el deber ser es decir,
    entre realidad-normatividad.

    Un "problema" es el conjunto de circunstancias que
    obstaculizan la consecución de un fin
    determinado.

    Enseñanza y aprendizaje, desarrollo de
    la
    personalidad, metodologías para la enseñanza de
    la lecto-escritura,
    planeación de actividades, evaluación
    del aprovechamiento escolar, etc., constituyen
    problemáticas muy amplias y complejas de las cuales, si se
    desea obtener una respuesta o una solución concreta,
    necesariamente habrá que derivar una cuestión
    más específica.

    De tal manera que el problema puede ser enunciado en
    forma interrogativa o como expresión del mismo.
    ¿Qué temas pueden, en nuestro ámbito
    resultar interesantes para ser abordados a través de una
    investigación, que bien podría iniciar con un
    diagnóstico? He aquí algunas
    sugerencias.

    1. Impacto de la
    televisión en los niños
    de 6 a12 años.

    2. Hábitos de lectura en
    un grupo
    determinado de profesores de las escuelas primarias de la
    región.

    3. Hábitos de lectura de profesores de español de las escuelas secundarias de la
    región.

    4. Actitudes de
    los profesores ante la normatividad oficial.

    5. Relaciones maestro-padres de familia.

    6. Comparación del desarrollo educativo entre
    los medios
    urbano y rural.

    7. Factores asociados con la deserción
    escolar.

    8. Factores asociados con la reprobación
    escolar.

    9. Impacto de los programas de
    actualización en los docentes.

    10. Mitos y
    realidades de la Carrera Magisterial.

    11. Criterios empleados en la evaluación
    escolar.

    12. Actitudes de los padres de familia ante la
    disciplina
    escolar.

    13. Uso de las bibliotecas
    escolares y municipales.

    14. Uso de medios audiovisuales en las escuelas
    primarias o secundarias.

    15. Factores fundamentales para la elección de
    la carrera de profesor.

    16. Problemas disciplinarios más comunes en las
    escuelas primarias de la región.

    17. Criterios esgrimidos para la selección de
    los textos de las asignaturas de las escuelas
    secundarias.

    18. Actividades económicas de los docentes,
    ajenas a la enseñanza.

    19. Comparación entre algunas
    metodologías para la enseñanza de la
    lecto-escritura.

    20. Estado
    actual de la enseñanza de la informática en las escuelas
    secundarias.

    21. Vigencia y actualidad de los programas de
    informática ofrecidos por distintas instituciones.

    22. ¿Qué actividades realizan en los
    períodos vacacionales los alumnos de las escuelas
    primarias?

    23. Capacidades de los profesores de educación primaria y secundaria en el
    aspecto ortográfico.

    24. Capacidades de los profesores de educación
    primaria y secundaria en el aspecto de la redacción.

    25. Valor
    predictivo de los exámenes de admisión en las
    escuelas.

    26. Influencia de las religiones dentro de las
    escuelas.

    27. El civismo. Su impacto en la vida de la
    comunidad.

    28. Estudio comparativo entre alumnos que cuentan con
    antecedente de preescolar y
    otro que no lo tiene.

    29. La asignación de puestos y ascensos en el
    campo educativo.

    30. Valoración social de la profesión
    magisterial.

    Pero, antes de elegir definitivamente el problema que se
    va a investigar conviene considerar algunas
    cuestiones:

    a) ¿Es realmente significativo el
    problema?

    b) ¿El problema es novedoso o ya existen
    suficientes estudios acerca del mismo?

    c) ¿Es posible su solución?

    d) ¿Su solución haría alguna
    diferencia concreta en la práctica educativa?

    e) ¿Puedo desarrollar la
    investigación?

    Con relación a este último inciso, el
    investigador debiera plantearse algunas cuestiones. Por
    ejemplo:

    — Decisión y constancia
    personales.

    Competencias
    teóricas y técnicas
    para llevar a cabo la investigación.

    — Nivel de vinculación con el universo de
    la investigación.

    — Recursos económicos.

    — Tiempo necesario.

    — Apoyos en general.

    5.
    Determinación de objetivos.

    Es importante tomar en consideración si los
    objetivos se refieren a investigaciones
    descriptivas o participativas. En el primer caso, el investigador
    deberá clarificar qué resultados son exclusivamente
    aplicables a la muestra y
    cuáles a todo el universo de la
    investigación. Recuérdese que este tipo de
    investigaciones, por su carácter descriptivo, debe orientarse al
    ser y no al deber ser.

    En cuanto a los objetivos correspondientes a las
    investigaciones de tipo participativo, debe cuidarse que
    éstos concuerden con los resultados obtenidos en la
    investigación, evitando en lo posible los intereses
    personales.

    6.
    Elaboración del plan de
    abordaje.

    Es absolutamente indispensable planear el trabajo a
    realizar. Puede iniciarse elaborando una relación de
    encabezados de cada parte del trabajo para que, una vez
    enlistados, proceder a organizarlos secuencialmente y por
    capítulos. Esta estructuración nos permite
    conformar una especie de esqueleto del trabajo
    investigativo.

    Lo anterior no es difícil si consideramos que
    todo plan de abordaje se constituye con tres partes: introducción, desarrollo y conclusiones. A
    partir de cada una de ellas deberá realizarse la
    relación de los encabezados aludidos en líneas
    anteriores.

    Durante el diseño
    del plan de abordaje se tomarán en cuenta las limitaciones
    a las que habrá de enfrentarse el investigador, como por
    ejemplo: tiempo disponible, dinero,
    disponibilidad de recursos
    humanos, informativos, técnicos, aspectos sociales,
    políticos, etc.

    7. El
    Cronograma.

    Como puede inferirse de su nombre, se trata de un
    esquema de tiempo que resulta muy útil para el
    investigador, pues le permite fijar, con bastante
    aproximación, el tiempo que habrá de emplearse en
    el desarrollo de cada etapa del proceso investigativo, a la vez
    que, bien observado, hace posible controlar la tendencia a
    prolongar el tratamiento de cada etapa de la
    investigación. Y es que algunas de estas etapas no pueden
    iniciarse si no se han concluido otras.

    Igualmente, la sistematización del trabajo con
    base en un cronograma permite fijar, con bastante
    aproximación, el tiempo que habrá de emplearse en
    el desarrollo de cada etapa. Aunque, al elaborar el cronograma,
    es necesario que sean considerados los contratiempos que pueden
    demorar el desarrollo de la investigación, tales como: el
    trabajo de campo, periodos de inactividad por vacaciones, etc.
    Por ello, recomiendo utilizar la llamada fórmula PERT, cuyas
    iniciales corresponden a Planned Evaluation and Review Technique
    (Evaluación Planeada y Técnica de
    Revisión):

    TE = TO + 4M +
    TP

    6

    En donde:

    TE = tiempo estimado

    TO = tiempo óptimo (si no se presenta
    algún contratiempo)

    M = tiempo medio

    P = tiempo pesimista

    En México se
    maneja una adaptación de la fórmula, planteada
    así:

    TE = TO + TM +
    4P

    6

    8.
    Investigación del problema elegido
    .

    Una vez concluida la estructuración del
    cronograma, resultará bastante más sencillo abordar
    la investigación específica del problema que ha
    sido derivado de la problemática general.

    Para ello, es indispensable tener presentes algunas
    ideas y conceptos relacionados con la
    investigación.

    9. Acopio de
    fuentes.

    La bibliografía que servirá de apoyo
    durante la investigación juega un papel muy importante en
    su desarrollo. Igualmente, el
    conocimiento de las investigaciones precedentes acerca del
    problema que se trata evitará el desgaste inútil y
    las duplicaciones innecesarias.

    No obstante, en el tipo de investigaciones que
    previamente han sido realizadas, deberá tenerse presente
    el grado o nivel de coincidencia con la nueva
    investigación. Concretamente en:

    • Los procedimientos empleados en las
    investigaciones anteriores.

    • Los instrumentos utilizados para recolectar las
    informaciones.

    • Los universos investigados.

    • Las variables
    analizadas.

    • El punto en que concluyeron las investigaciones
    anteriores.

    La observación de las cuestiones anteriores
    permitirá determinar los procedente o no de la
    investigación a realizar.

    El investigador deberá familiarizarse con las
    referencias bibliográficas, y documentales en general,
    pues saber a qué fuentes recurrir, dónde
    localizarlas, cómo consultarlas le habrá de ahorrar
    mucho tiempo y sus actividades podrán desarrollarse de
    manera más ordenada.

    Entre las principales fuentes de datos se
    encuentran algunos documentos de carácter oficial, tales
    como: censo escolar, registro de
    inscripción, proyecto anual de actividades, actas de la
    asociación de padres de familia, actas del consejo
    técnico escolar, registros de
    asistencia y calificaciones, planes de clases, libro de
    registro de la cooperativa
    escolar, inventarios,
    informes,
    etc.

    10.
    Conceptualización del problema.

    En este apartado deberá puntualizarse el
    problema, abordando la aclaración y delimitación
    semántica, teórica, contextual de
    los términos utilizados para plantear dicho problema. Lo
    anterior, con el fin de evitar interpretaciones desviadas de la
    original intención de la investigación.

    Existen diversas formas de definir los términos.
    Se puede recurrir a la etimología, comparaciones,
    diferencias con otros términos de significados cercanos,
    analogías, excepciones, clasificaciones, metáforas,
    definiciones de varios autores, etc.

    Así pues, han de definirse con la mayor claridad
    las variables o conceptos a considerar, evitando al máximo
    las ambigüedades.

    Con base en lo anterior, se hace posible conceptualizar
    el problema, poniendo el máximo cuidado en ello, pues con
    justa razón muchos afirman que el planteamiento adecuado
    de un problema constituye, de hecho, la mitad de su
    solución.

    Para desarrollar esta parte del trabajo, el responsable
    del mismo habrá ya determinado qué tipo de
    investigación realizará. Así, por ejemplo,
    tal vez ha optado por una investigación
    descriptiva
    , o bien por la llamada
    investigación participativa, que está
    muy en boga por cierto. En cualquiera de los anteriores casos, la
    decisión de realizar el trabajo con base en determinado
    tipo de investigación resulta definitoria para la
    estructura del proceso correspondiente.

    11.
    Contextualización.

    El contexto es el universo en el que se
    desarrollará la investigación, y en él se
    deben ponderar aquellas características que puedan influir
    durante el desarrollo de la investigación, así como
    en los resultados de la misma. (Consultar p. 108)

    Pero para satisfacer las intenciones de este texto
    habré de referirme exclusivamente al campo
    escolar.

    Existen diferentes estrategias y
    estilos para contextualizar la problemática seleccionada.
    En esta parte, me permito sugerir una técnica de
    «embudo», iniciando por aspectos más generales
    y concluir en un espacio muy específico.

    Por lo que toca a la comunidad, parece indicado
    desarrollar los siguientes aspectos:

    Descripción geográfica

    – Reseña histórica

    – Aspecto político

    – Situación económica

    – Realidad socio-educativa

    Para el efecto se hará necesaria la consulta de
    fuentes bibliográficas, tales como libros,
    mapas,
    monografías, archivos, etc.,
    registrando la información en fichas de
    trabajo, de resumen, textuales, bibliográficas,
    hemerográficas y otras.

    Con relación a la escuela, resulta
    apropiado abordar su descripción específica
    considerando, entre otros, los aspectos que a continuación
    se enlistan:

    – Estado físico

    Administración de la
    institución

    – Cuestiones
    técnico-pedagógicas

    – Las relaciones escolares

    Para presentar una descripción elemental del
    grupo, considérense los siguientes
    apartados:

    – Descripción general

    – El examen diagnóstico

    – Clasificación del grupo

    12.
    Selección de estrategias.

    La selección racional de las estrategias a seguir
    en un proyecto de
    investigación reviste la mayor importancia, pues una
    vez que se ha optado por determinados procedimientos, no es
    fácil volver atrás. Más bien, se puede
    enriquecer posteriormente anexando estrategias complementarias,
    conforme vayan apareciendo nuevas condiciones y nuevos datos en
    la investigación.

    Esta selección generalmente debe realizarse
    durante las primeras etapas de la investigación. Sin
    embargo, si tomamos en cuenta que la definición del
    problema no es un asunto sencillo, tampoco lo será la
    selección de las estrategias, ya que este paso es
    consecuencia del primero. Por ello, en la práctica en muy
    contadas ocasiones la selección de estrategias se realiza
    con absoluta claridad y definición.

    Así, a veces la selección de estrategias
    es más una decisión intuitiva o preferencial, que
    el resultado de un auténtico proceso de reflexión.
    Más aún si consideramos que la estrategia
    pudiera, incluso, constituir un elemento del propio problema que
    se investiga, y no una simple receta sin relación con
    éste. Es decir, no se trata únicamente de empalmar
    artificialmente cualquier estrategia a un problema con
    características específicas.

    13.
    Elaboración de instrumentos
    .

    Existen diversos instrumentos para recolectar
    información, según se trate de una
    investigación documental, (que como ya vimos
    puede adoptar diversas modalidades) o de una
    investigación de campo.

    13.1 Para la investigación
    documental.
    En el caso de una investigación
    documental bibliográfica
    tiene como fuente de
    información básica a la biblioteca,
    que se define como una institución encargada de guardar,
    adquirir, seleccionar, organizar, y facilitar libros. Aunque
    conviene establecer que en la biblioteca
    también se manejan otro tipo de materiales.

    La aparición de las nuevas
    tecnologías de la información como el
    ordenador o computadora, han propiciado fuertes
    cambios en diversos campos de la actividad humana, y la
    investigación no ha sido la excepción.

    Por medio de una computadora es
    posible conectarse a un revolucionario sistema de
    comunicación llamado red de
    Internet. Este sistema, aunque todavía no es
    utilizado masivamente en nuestro país, por lo reciente de
    su aparición y también por su costo actual,
    está cambiando estructuralmente los procesos no
    solamente investigativos, sino de la
    comunicación en general.

    La investigación documental bibliográfica
    recurre a instrumentos de recolección de
    información específicos y que hasta hoy han sido
    los ortodoxos. Tal es el caso de la ficha bibliográfica,
    para la cual habitualmente se utiliza un rectángulo de
    cartulina que contiene, elementalmente, los datos que en seguida
    se presentan.

    1. Nombre del autor, comenzando por los apellidos.
    Deben separarse los apellidos del nombre, interponiendo una
    coma. Si existen dos autores, se anotan los nombres en el orden
    en el que aparecen en la portada del libro. Si se trata de tres
    o más autores, únicamente habrá de
    consignarse el nombre del primer autor y, en seguida, la
    locución latina et al, que significa y
    otros
    .

    2. Título del libro, generalmente
    subrayado.

    3. Editorial.

    4. Número de la edición y de la colección, si esta
    existiera. En el caso de que se trate de la primera
    edición de la obra, no se anota.

    5. Lugar y año de la
    publicación.

    6. Número de páginas.

    Pero, repito, las fichas pueden adoptar distintos
    modelos, de
    acuerdo a las características del objeto de estudio y, en
    el caso concreto de
    las fichas
    bibliográficas, conforme a las necesidades. Así
    por ejemplo, puede tratarse de una ficha bibliográfica de
    título, de tema, con prólogo, con traductor, con
    compilador, etc.

    La investigación documental
    hemerográfica
    se apoya, principalmente, en la
    hemeroteca, que es la institución en la que
    pueden consultarse publicaciones periódicas, o sea,
    impresos que se publican en intervalos regulares de
    tiempo.

    Estas publicaciones pueden ser periódicos,
    revistas, boletines, publicaciones oficiales, etc., y aunque cada
    uno, como en el caso de las fichas bibliográficas, a
    formatos específicos para registrar la información
    correspondiente.

    Otra fuente de información importante a la que
    suele recurrirse, tanto en la investigación
    hemerográfica como en la investigación
    bibliográfica, es el archivo. Este es una
    sección o departamento cuya función
    primordial es la de conservar la memoria,
    mediante el resguardo de documentos que hace posible la
    consignación sistemática de la historia de muy diversos
    asuntos.

    La investigación documental
    videográfica
    se apoya, para obtener la
    información, en la filmoteca, cuyos objetivos son
    los de localizar, obtener, clasificar, restaurar y difundir todos
    aquellos documentos relacionados con la cinematografía,
    tales como películas, videocasetes, diapositivas,
    etc.

    Así, por ejemplo, una ficha videográfica
    correspondiente a una película debe contener los datos
    básicos de la misma.

    La investigación documental
    iconográfica
    tiene su fuente principal de
    información en el museo. El museo es un
    espacio que expone y/o informa acerca de pinturas, esculturas,
    piezas arqueológicas, maquetas, etc. Por tal motivo
    existen diferentes tipos de museos: artísticos,
    históricos, arqueológicos, tecnológicos, de
    historia natural, etc. Como ya lo he reiterado, existen diversos
    modelos de fichas para el registro de
    información.

    La investigación documental
    audiográfica
    recurre a la fonoteca o
    a la discoteca para obtener la información
    específica. La fonoteca es un
    espacio que tiene por funciones la
    recopilación, clasificación y difusión de
    grabaciones. Por ejemplo: discos, audiocasetes, etc., en los que
    se conservan conferencias, cursos, recitales, programas de
    radio,
    muestras musicales, etc.

    Además de las anteriores, existen otros tipos de
    fichas que no se limitan al asentamiento de los datos generales,
    sino que son portadoras de planteamientos, razonamientos o
    interpretaciones del autor. Se caracteriza por constituirse en
    una especie de medio para la realización de comentarios,
    críticas, conclusiones, etc., que sobre los documentos
    elabora el propio investigador. Se trata de las fichas de
    trabajo
    .

    Este material resulta especialmente importante porque
    constituye una parte esencial de la investigación de tipo
    documental, "debido a que en ellas se van acumulando las notas
    básicas que posteriormente serán vertidas en el
    trabajo final. De hecho podría decirse que constituyen el
    esqueleto de éste.

    La elaboración de fichas de trabajo deberá
    estar vinculada estrechamente con las actividades que preceden y
    propician el desarrollo de la investigación. No se trata
    de reproducir fichas por el sólo hecho de llenar espacios
    vacíos. El esquema de trabajo y su objetivo
    determinarán el acopio de material,
    señalarán la perspectiva del trabajo e
    indicarán con precisión el tipo de material, el
    orden y profundidad que éste deberá tener. De este
    modo, la calidad de las
    fichas va a depender de la lectura
    eficiente y del análisis crítico de los textos que
    se manejen.

    La ficha de trabajo está conformada por tres
    partes (las cuales resalto, a título personal).

    1. Datos para identificar la fuente. Se
    asientan en el ángulo superior izquierdo. Basta con el
    nombre del autor, comenzando por el apellido con
    mayúsculas, el título de la obra y las
    páginas a que se haga referencia. Puede abreviarse el
    título, en caso de ser muy extenso, mediante el uso de
    puntos suspensivos.

    2. Tema. En el ángulo superior derecho
    se anota el nombre del tema y del subtema, si lo hay,
    correspondientes a la ficha, de acuerdo al plan de trabajo. Es
    conveniente escribir el tema con lápiz para que, en caso
    de emprenderse otra investigación diferente, la ficha
    puede ser reclasificada en el fichero y sirva, de esta manera,
    para futuros trabajos.

    3. Texto. Ocupa la mayor parte de la tarjeta y
    representa propiamente el cuerpo de la ficha. De acuerdo a las
    necesidades, puede usarse más de una ficha en caso de
    que el espacio de una sola sea insuficiente.

    A continuación se verán brevemente cinco
    de los principales tipos de fichas de trabajo que se emplean en
    la investigación documental.

    Ficha textual.

    En ella se efectúa la trascripción literal
    de un párrafo
    que contenga algunas ideas relevantes para la
    investigación que se realiza.

    Es necesario atender a las siguientes indicaciones para
    la elaboración correcta de una ficha textual:

    — Registrar solamente la información
    más significativa.

    — Siempre deberá ser escrita la cita
    textual entre comillas.

    — La cita textual debe ser breve, unitaria y
    presentar de preferencia una sola idea. Puede haber supresiones
    textuales, siempre y cuando se especifiquen mediante el uso de
    tres puntos suspensivos. En caso de que la omisión sea
    más extensa, se anotará una línea completa
    de puntos para señalar que se ha suprimido un largo
    fragmento.

    — Cuando dentro del texto que se transcribe
    aparece algún error ortográfico,
    tipográfico, sintáctico o de otro tipo, no debe
    corregirse, sino que se anotará inmediatamente
    después la abreviatura "sic" entre paréntesis,
    que significa: así, textualmente, en el
    original.

    — Cuando la cita alude a un dato que se
    proporcionó con anterioridad, y sin el cual la
    comprensión cabal del texto se dificultaría, se
    indica dicho dato entre corchetes: "Era proclamado [Lutero]
    como el creador del cisma…"

    — Solo se debe usar la cita textual cuando la
    idea no pueda ser sustituida, o bien cuando no pueda expresarse
    con otras palabras: asimismo, debe utilizarse como elemento
    para probar y apoyar alguna idea, crítica, comentario o punto de
    vista.

    Ficha de paráfrasis

    En esta ficha el investigador expresa la idea de un
    texto con sus propias palabras. Es necesario tener en cuenta que
    no se debe distorsionar la idea que trata de expresarse. La
    paráfrasis no se escribe entre comillas.

    Ficha de resumen

    En este tipo de ficha se asientan las recapitulaciones o
    extractos realizados por el investigador a través de su
    propia capacidad de síntesis.
    Tampoco se consigna entre comillas.

    Ficha de comentario

    Es una de las más complejas, pues en ella se
    registra lo que primero se ha asimilado del contenido de un texto
    y que se expresa posteriormente mediante ideas personales.
    Representa, por tanto, la manifestación de
    críticas, juicios u opiniones del investigador. Este tipo
    de ficha es fundamental, porque llega a constituir, aunque
    parcialmente, la redacción misma del trabajo.

    Ficha de uso múltiple

    Se caracteriza porque sirve para registrar una gran
    variedad de información, procedente de las más
    diversas fuentes, como asesorías especializadas,
    diálogos, conferencias, exposiciones de clase,
    apuntes, pláticas, asambleas, presentaciones,
    etc."

    Para la elaboración de esta ficha, resulta
    recomendable únicamente cambiar la sección dedicada
    a la fuente y que se anota en el margen superior izquierdo,
    utilizando formas como las que en seguida presento:

    Notas de la clase Análisis de la
    práctica docente

    Mtra. Gabriela Ávila de la Cruz

    25/enero/’05

    Conferencia

    Métodos cuantitativos y métodos
    cualitativos

    Mtro. J. Héctor Raymundo Carmona
    Higareda

    14/febrero/’05

    Conversación con la Coordinadora del Taller de
    Titulación

    Mtra. Rosa Martha Esquivel Ibarra

    01/marzo/’05

    Indicaciones generales del Asesor de
    investigación

    Mtro. José Luis Raya Silva

    29/junio/’05

    Es importante mantener los datos esenciales que permitan
    dar cuenta precisa de la fuente, por lo cual no se debe olvidar
    la consignación del tema que se trate en el margen
    superior derecho.

    Sin embargo, a muchas personas las tarjetas les
    resultan demasiado pequeñas para realizar sus anotaciones
    y prefieren emplear una carpeta con hojas sueltas, tamaño
    carta.
    Conforme se van acumulando las notas, se va subdividiendo el
    contenido de la carpeta, por temas.

    Así, cuando se hace necesario agregar alguna nota
    extra o comentario, generalmente en la hoja siempre habrá
    espacio disponible.

    13.2 Para la investigación
    de campo.
    En cuanto a la investigación de
    campo,
    en seguida presentaré las generalidades
    correspondientes a dos formas que adopta: la
    observación
    y la interrogación,
    así como los instrumentos generalmente empleados en
    ellas.

    La observación

    Se ha dicho que la ciencia se
    inicia observando y que, después de un largo proceso, al
    final regresa a observar, para obtener su convalidación
    definitiva.

    Por eso, afirman W. J. Goode y P. K. Hatt en su obra
    Métodos de investigación social, "el
    sociólogo ha de adiestrarse en observar cuidadosamente. Si
    llega a ser un gran observador, comenzará sus
    investigaciones teniendo mayor número de datos a su
    disposición, y será menos probable que olvide que
    su objeto es estudiar el comportamiento
    social, y podrá mantener más fácilmente una
    comprobación continua de sus conclusiones.

    La observación puede asumir muchas formas y es, a
    la vez, la más antigua y la más moderna de las
    técnicas para la investigación. Incluye tanto las
    experiencias más casuales y menos reguladas, como los
    registros filmados más exactos de la experiencia llevada a
    cabo en laboratorios. Hay muchas técnicas para la
    observación, y cada una de ellas tiene sus usos. Puesto
    que el estudiante ha de ser capaz de escoger cuáles son
    los instrumentos más adecuados para sus proyectos de
    investigación, bien merece la pena de que expongamos
    estos procedimientos, desde el menos formal hasta el más
    formal.

    Todos nosotros notamos algunas cosas y dejamos ver
    otras. Nuestras preferencias y nuestra atención, la amplitud y profundidad de
    nuestros conocimientos, y las metas que queremos alcanzar, todo
    ello entra en juego para
    determinar nuestra pauta de observación selectiva. Pocos
    son los estudiantes que toman nota consciente del comportamiento
    social. Por vía de ilustración de este punto, el estudiante
    puede hacer uso, a solas o como componente de un grupo, de la
    prueba que indicaremos a continuación. Si lo hace en
    grupo, un estudio de las diferencias entre los individuos que lo
    componen puede llegar a ser provechoso. Hágase una visita
    a la fábrica, un bazar, una biblioteca o aunque sea a una
    asamblea de un club. Durante el período de
    observación, tómense notas de lo que se vea, y
    redáctese
    una relación completa de la visita. A continuación,
    analícese cuidadosamente el relato para ver cuánto
    de él se ocupa en el comportamiento social. Muchos
    estudiantes habrán registrado la articulación de
    distintos procesos que tienen lugar en la línea de
    montaje, o la exhibición del aparador del bazar, y el
    comportamiento social habrá recibido muy poca
    atención. Otros, responderán emocionalmente a lo
    tenebroso de la fábrica, a su ruido, a la
    rapidez del paso de las labores; otros más, harán
    comentarios acerca de la vulgaridad de las mercancías del
    bazar, o de lo absurdo de las proposiciones formuladas por los
    socios del club. Quizá haya algunos estudiantes que anoten
    el comportamiento social anómalo o sorprendente, es decir,
    los puntos de interés
    literario: el pobre que dormía en la biblioteca, el
    trabajador que parecía estar maldiciendo al grupo de
    estudiantes cuando éstos pasaban frente a él, la
    dependiente de mostrador que estaba mascando goma mientras
    explicaba las ventajas del perfume que intentaba vender, o el
    incidente que hizo que dos socios del club casi llegaran a las
    manos.

    No obstante, serán relativamente pocos los que
    registren puntos que probablemente tengan mayor importancia
    sociológica, tales como las técnicas de
    comunicación utilizadas por los obreros de una
    fábrica ruidosa cuando hay un espacio que los separa; el
    comportamiento deferente de los trabajadores respecto al
    sobrestante; el rápido cambio en el
    comportamiento propio del papel que desempeña la vendedora
    cuando deja de hablar con una compañera de trabajo para
    hacerlo con una cliente; las
    distribuciones de edad y sexo de los
    trabajadores que figuran en diferentes unidades de trabajo; las
    asignaciones de valores,
    implícitas en los debates de las asambleas de club; las
    diversas actividades sociales que aparentemente quedan atendidas
    por la biblioteca; o la pauta jerárquica informal de
    poder que se
    nota entre los socios del club. En una palabra, no es probable
    que nos mostremos conscientes de un comportamiento social
    "manifiesto", y serán muy pocos los de entre nosotros que
    anoten la acción
    recíproca social que está desarrollándose
    alrededor nuestro.

    Si en la prueba que acabamos de sugerir el estudiante
    encuentra que ha tomado nota, principalmente, de puntos que
    guardan más que nada conexión con la
    situación material, las relaciones de ingeniería o las pautas económicas,
    el primer procedimiento
    manifiesto para mejorar su poder de observación consiste
    sencillamente en crearse el hábito de estar alerta por lo
    tocante a los fenómenos sociales. Quizá el
    estudiante sonría al recibir este consejo, pues suena como
    si le recomendáramos una perogrullada. Sin embargo, la
    verdad es que notamos algunos fenómenos sociales, ya que
    constantemente estamos ajustándonos a nuevas situaciones
    sociales.

    Cobramos conciencia de las
    diferencias de condición o estado y de papeles, en virtud
    de que actuamos en forma diferente respecto a personas de
    ocupaciones y estratos sociales diversos, incluso respecto a
    distintos miembros de nuestra familia -padre, abuelo, hermano,
    primo lejano, etc.

    Por otra parte, puede ser verdad que no hayamos
    formulado conscientemente tales diferencias. Podemos "sentir"
    antagonismo estando entre amigos, o bien podemos desconfiar de
    las intenciones de un extraño, sin hacer intento alguno de
    registrar los indicios que nos llevan a este sentimiento. Por lo
    tanto, el sencillo hecho de cobrar conciencia de esta falla puede
    hacer que veamos muchos puntos del comportamiento social a los
    que antes habíamos dedicado muy poco
    pensamiento.

    La observación simple: no regulada,
    participante
    y no participante.

    La mayor parte de los conocimientos que las personas
    tienen de las relaciones sociales dimanan de la
    observación no regulada, ya sea con participación o
    sin ella. En este caso, la regulación o control, se
    refiere al hecho de uniformar o estandarizar las técnicas
    para la observación o, en algunos casos, las variables de
    una situación experimental. Es decir, hemos aprendido
    cosas del comportamiento social, gracias a las situaciones de las
    que hemos sido testigos o en las que hemos tomado parte, y
    nuestras observaciones no estuvieron comprobadas por otros
    observadores, ni por un conjunto de puntos determinados que
    debían anotarse, ni por un bosquejo detallado de lo que
    era de esperar en los experimentos.

    Sin embargo, las observaciones científicas surgen
    de las experiencias más casuales respecto a un tema
    formalizado hasta el máximo, y de mediciones abstractas de
    variables mediante el empleo de
    instrumentos de precisión. Incluso cuando la ciencia ha
    crecido ya considerablemente, no quedan arrinconadas las
    sencillas formas de mirar y escuchar. Estas no sólo
    contribuyen al fundamental y variado conocimiento
    acerca de las relaciones sociales por el que todos comenzamos
    nuestros estudios, sino que son las principales técnicas
    de recopilación de datos para muchas de las
    investigaciones modernas.

    Examinemos, en primer lugar, los usos y problemas
    propios de la observación sin regular y sin
    participación. Este procedimiento es el que se emplea
    cuando el investigador puede disfrazarse de modo que se le acepte
    como miembro del grupo. Por ejemplo, en su estudio de los
    vagabundos, Nels Anderson viajó y vivió a menudo
    con estos hombres, sin revelar jamás que era
    sociólogo. Hace poco ha habido un estudio de los
    músicos profesionales de los salones de baile, llevado a
    término por un estudiante que ellos aceptaron como
    pianista. El grupo inglés
    "Mass Observation", dedicado a hacer encuestas, ha
    utilizado varias técnicas simuladoras. Un observador puede
    entremezclarse como trabajador entre otros obreros, o trabajar
    como mensajero en una barbería.

    Para llegar a ser observador participante, el
    sociólogo no necesita llevar al cabo exactamente las
    mismas actividades que los demás. En lugar de ello, puede
    hacer el intento de encontrar algún otro papel que sea
    aceptable para el grupo, sin que divulgue su verdadera finalidad.
    Es decir, puede encontrar dentro del grupo un papel que no altere
    las pautas usuales de comportamiento del mismo. Por ejemplo,
    puede ingresar en la comunidad como historiador local, o
    botánico, para registrar las relaciones sociales
    informales de aquélla.

    El antropólogo sigue también en parte esta
    pauta, ya que por lo general, si se lo permiten, toma parte en
    actividades tribales. Vemos, pues, que la observación
    participante puede variar desde una afiliación total al
    grupo hasta una pertenencia a él, sólo durante una
    parte del tiempo. Puede darse por seguro que, si
    los componentes de grupo no tienen conciencia del fin perseguido
    por el observador, es menos probable que se afecte su
    comportamiento. De este modo, estamos en posibilidad de registrar
    el comportamiento "natural" del grupo.

    Además, de acuerdo con el grado en que el
    estudiante sea un verdadero participante, muchas de sus
    reacciones emocionales serán similares a la de los
    verdaderos componentes del grupo. Puede lograr acceso a un cuerpo
    de información, que difícilmente sería
    posible obtener sólo mirando de manera desinteresada.
    Sentirá el agotamiento y el regocijo de la danza tribal,
    el frío y el hambre del vagabundo, la amargura del obrero
    de siderurgia al que el sobrestante trata a gritos y denuestos.
    Así, también, adquiere una experiencia mucho
    más profunda mientras, al mismo tiempo, está en
    posibilidad de tomar nota del verdadero comportamiento de los
    participantes.

    A causa de que su período de participación
    puede durar meses, la gama de materiales de tal modo reunidos
    será mucho más amplia que la que obtendría
    con una serie de programas, incluso largos, de entrevistas.
    Está, además, en posibilidad de registrar el
    contexto que da sentido a las expresiones de opinión,
    sobrepasando la riqueza del cuestionario
    usual. También puede comprobar la verdad de las
    afirmaciones hechas por distintos componentes del
    grupo.

    Sin embargo, este instrumento tiene inconvenientes,
    igualmente manifiestos, que deberán ponderarse antes de
    que se le emplee en la investigación de campo. Aunque
    parezca paradoja, en el mismo grado en el que el investigador
    llega a ser verdaderamente participante, va disminuyendo
    también el ámbito de su experiencia. Toma dentro
    del grupo una posición particular, con un círculo o
    camarilla bien definidos de amistades. Aprende y sigue la pauta
    de actividad que es característica de los componentes del
    grupo y, por ello, es menos capaz de descubrir lo que hacen los
    individuos que están en el borde o margen de aquél.
    Si hay una jerarquía de poder, o una
    estratificación de prestigios, pasa a ocupar un lugar
    dentro de ellos y, de este modo, se le cierran muchos conductos
    de información. Además, el papel que llegue a
    desempeñar puede ser de importancia, de modo que realmente
    haga cambiar el comportamiento del grupo.

    De igual modo, en el mismo grado en que tome parte
    emocionalmente llegará también a perder la
    objetividad que es su solo activo de más valor. En lugar
    de registrar, reacciona airadamente. Busca prestigio a
    satisfacción de su ego, en lugar de observar este
    comportamiento en los demás. Se apiada de la tragedia y no
    puede registrar el efecto que la misma produce en sus
    compañeros de grupo. También, a medida que va
    aprendiendo los modos "correctos" de comportamiento llega a
    tenerlos tanto por seguros que
    acaban pareciéndole perfectamente naturales. Por
    consecuencia de ello, a menudo deja de anotar estos detalles. Son
    algo tan corriente y cotidiano, que no parece que merezcan
    atención alguna.

    Por último, está claro que con la
    observación, tanto participante como no participante, no
    queda resuelto el problema de regularla. La experiencia va
    haciéndose única, muy personal y propia, en el
    mismo grado en el que el observador se convierte en participante,
    de modo que un segundo observador no estaría en
    posibilidad de registrar los mismos hechos. Hay, pues, menos
    normalización de los datos. Además,
    debido a que el comportamiento del grupo no viene muy afectado
    por el observador, éste tiene que esperar pasivamente los
    sucesos. No puede organizar un experimento expresamente buscado,
    y tampoco trastornar la situación social para cambiar
    así su posición -para escuchar de escondidas un
    intercambio de frases, para ver mejor, etc.- o abandonarla para
    observar algún suceso de mayor importancia. En una
    palabra, su papel de observador se encuentra algo obstaculizado
    por el hecho de ser participante.

    La observación sin participación da
    respuesta a algunas de estas objeciones. El antropólogo
    pasa realmente de un papel a otro mientras está en el
    campo. Por ejemplo, puede ir a una excursión de pesca como
    participante en ella; pero, durante los preparativos de una
    ceremonia religiosa de importancia, entrevistará
    formalmente a los principales participantes en la misma, o
    grabará los cantos rituales en el curso de la ceremonia.
    Este cambio se facilita por el hecho de que no es probable que
    las pautas de la sociedad
    cambien en modo importante alguno por la presencia de un
    forastero si el papel de éste está adecuadamente
    definido.

    Sin embargo, como podrá entender el estudiante,
    la sola observación sin participación es
    difícil. No tenemos ningún conjunto tipo de
    relaciones o de pautas de papeles, que pueda desempeñar
    quien, no siendo miembro del grupo, se encuentra siempre
    presente, pero jamás es participante. Tanto el grupo como
    el extraño a él, probablemente se sientan a
    disgusto. Y, naturalmente, en muchas situaciones de
    investigación, al extraño al grupo le es casi
    imposible ser verdadero participante en todos los aspectos. Por
    ejemplo, el sociólogo no puede hacerse delincuente para
    poder estudiar así una pandilla de enemigos de la ley, sin que con
    ello corra el peligro de ir a dar a la cárcel. Ni tampoco
    puede ser miembro verdadero de una pandilla juvenil, de una secta
    espiritista, de una brigada de policía, etc.

    Por otra parte, tampoco es necesario que su desempeño de un papel sea total. Hay la
    posibilidad de tomar parte en un gran número de tareas del
    grupo, de un modo que evite la molesta dificultad de una falta
    total de participación, mientras se trabaja como
    observador y entrevistador respecto a otras actividades. Esta ha
    sido la pauta clásica seguida en la investigación
    social. La siguió Le Play, hace ya un siglo, en su
    estudio de las familias de la clase trabajadora de Europa, y
    también los Lynds en sus modernos estudios de
    Middletown.

    En estas encuestas, los investigadores viven como
    miembros de la familia,
    como participantes en las actividades de la comunidad, toman
    parte en juegos y
    bailes, e incluso en grupos de
    estudios. De todos modos, señalan claramente que su
    finalidad es la de recopilar hechos.

    La observación sin participación es, pues,
    por lo general "cuasi participante". Desempeñar los dos
    papeles es más sencillo que hacer el intento de
    disfrazarse totalmente. Por otra parte, lo que es también
    necesario es un buen plan para entrar al grupo. En el estudio de
    Merton acerca de la vivienda, el equipo investigador
    estableció un plan cuidadosamente estudiado para lograr
    una doble entrada en la comunidad: reservadamente, en el nivel
    superior del director del plan de viviendas y,
    públicamente, en el nivel de las organizaciones
    comunales. Así, eludieron el problema de que se les
    identificase con el director, mientras, al mismo tiempo,
    conseguían el permiso oficial que era necesario para poder
    llevar al cabo una labor de campo efectiva. En su estudio de los
    "muchachos de las esquinas" de un mísero barrio de
    italianos, Whyte logró su entrada presentándose
    como historiador local bajos los auspicios de Doc, un miembro
    clave de una de las pandillas. De parecida manera, en un estudio
    sin participación hecho por un grupo de ventas que
    obraba por propio acuerdo, este grupo se sirvió del
    procedimiento de abordar, ante todo, a un representante sindical,
    pero también obtuvo permiso de la dirección antes
    de que realmente entrase en el grupo.

    La experiencia adquirida por casi todos los
    investigadores de campo indica que, después del
    período inicial de presentaciones y explicaciones, los
    miembros de un grupo o comunidad aceptan su presencia como
    justificada y legítima. Si los contactos establecidos en
    la primera entrevista son
    satisfactorios, se facilitan los subsiguientes. Aunque en nuestra
    sociedad no está aún claro el papel del
    investigador social, sí es suficientemente conocido para
    que no haga necesaria una muy estudiada
    justificación.

    (…) El investigador cuenta, pues, con varios
    papeles útiles entre los que puede escoger. Es un
    forastero y, por ende, menos afectado emocionalmente por la
    situación social. Así, pues, los verdaderos
    miembros del grupo o comunidad se sienten relativamente en
    libertad para
    hablar de tensiones y cuestiones delicadas que no
    tratarían ni con quienes son sus íntimos. El
    investigador es por otra parte alguien que escucha, y
    además alumno ávido de aprender que, por su avidez,
    da a entender su creencia de que la comunidad o el grupo tienen
    importancia. Como es natural, para lograr una mayor acción
    recíproca, puede pasar a su papel de participante, de
    manera que no sigue siendo siempre un simple
    extraño." 

    En la siguiente página, presentaré un
    cuadro que he adaptado de una idea que Rob Walker nos ofrece en
    su obra Métodos de investigación para el
    profesorado.

    Partes: 1, 2

    Página siguiente 

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