Monografias.com > Epistemología
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

El enfoque constructivista en la investigación



    1. Síntesis de algunas
      ideas y sugerencias sobre el proceso investigativo a partir del
      enfoque constructivista propuesto por el maestro Juan Luis
      Hidalgo Guzmán

    "El hombre
    construye casilleros y busca meter la realidad dentro de ellos.
    Luego, provisto de las tijeras de la razón, procede a
    recortar las partes sobrantes… en homenaje al
    casillero"

    Rabindranath
    Tagore

    El desarrollo de
    investigaciones con un enfoque constructivista
    llama, en nuestros días, poderosamente la atención por las condiciones que
    supone.

    Sin embargo antes de realizar algunas consideraciones en
    torno a esta
    primera alternativa de acceso a la investigación de lo social, considero
    conveniente dejar claramente diferenciados algunos criterios de
    clasificación de las estrategias
    investigativas, con el fin de no iniciar su tratamiento con la
    equivocada idea de que hablaremos de metodologías
    necesariamente excluyentes entre sí. Para tal efecto, me
    apoyaré en la clasificación propuesta por Juan Luis
    Hidalgo Guzmán.

    CRITERIOS DE
    CLASIFICACIÓN

    TIPOS DE
    INVESTIGACIÓN

    ESTRATEGIA
    EPISTEMOLÓGICA

    • Constructivista
    • Verificacionista

    ENFOQUES SIGNIFICADORES DE
    CONOCIMIENTO

    • Cualitativa
    • Cuantitativa

    CARÁCTER DISCIPLINAR DE
    LOS REFERENTES TEÓRICOS
    FUNDAMENTALES

    • Sociológica
    • Antropológica
    • Económico-política
    • Pedagógica
    • Histórica
    • Epistemológica

     

    PERSPECTIVA
    METODOLÓGICA

    • Etnográfica
    • Experimental
    • Clínica
    • Estadística
    • Descriptiva
    • Documental
    • Oral
    • Informativa

    ESPECIFICIDAD DEL
    OBJETO

    • Del aula
    • De la vida escolar
    • Institucional
    • Curricular
    • Sistémica

    PAPEL DEL
    SUJETO

    • Participativa
    • Crítica
    • Tipológica
    • Histórico-pedagógica

    En el contexto de esta referencia, verdaderamente vale
    la pena analizar la propuesta que el citado autor presenta a una
    estrategia
    constructivista de la investigación educativa.

    Entre otras cosas, el Maestro Hidalgo Guzmán
    establece que no existe ninguna duda acerca de que "el destino de
    una investigación, su relevancia como producto y el
    papel que cumple en la formación del investigador, deriva
    de cómo se concibe el investigar.

    Conviene por ello, iniciar esta reflexión con una
    discusión seria que permita ampliar horizontes
    conceptuales sobre la compleja trama que se establece entre el
    sujeto que investiga y su objeto de estudio. Se pretende
    más claramente anticipar los riesgos de
    caer en reduccionismos, formalismos o simplificaciones que hacen
    poco significativa la experiencia y carentes de interés o
    irrelevantes los productos.

    Esta pretensión se justifica de manera particular
    en el caso de la investigación educativa que realizan los
    docentes, pues
    es insoslayable el hecho de que aún hoy prevalecen
    prácticas acartonadas, sujetas a formatos e instructivos,
    a hipótesis "centrales" o de "trabajo" que
    poco espacio dejan a la imaginación, la creatividad y
    el debate. Por el
    contrario, el directivismo en la investigación sólo
    propicia una calidad en
    entredicho, poco interés de quienes la realizan y acaso
    una circulación doméstica de los
    productos.

    En efecto, se trata de abrir la caja de Pandora y
    reivindicar la acción
    del sujeto investigador que se expresa en un campo de
    confrontación con el objeto de estudio a través de
    múltiples y complejas relaciones, también se trata
    de asumir el objeto en toda su riqueza conceptual y de subrayar
    las peculiaridades del proceso a
    través del cual, el sujeto es el protagonista y el objeto
    el producto de su actividad constructivista. Vale comenzar por
    exponer la idea corriente que domina los ambientes
    educativos.

    La versión más simplista de la
    relación sujeto-objeto, sostiene que es suficiente con que
    el primero cuente con un marco
    teórico adecuado, un método
    claro y que haya seleccionado con prudencia algún objeto
    de estudio, traducible a una mera correlación positiva
    entre dos hechos, una hipótesis, pues,
    que a su vez se reduzcan a variables con
    indicadores y
    puedan ser operados estadísticamente para verificar el
    acierto de la proposición correlativa.

    Las concepciones de sujeto-objeto que acompañan a
    esta versión simplista de lo que es investigar, supone un
    individuo que
    usa la teoría
    para verificar una proposición hipotética, haciendo
    uso de un conjunto ordenado de pasos -receta con
    garantía de seguridad
    (subrayado
    mío)
    , en el que se considera como momento definitorio,
    a la expresión cuantitativa de los indicadores. El objeto
    es un asunto de elección y su requisito de validez es que
    sea expresado (redactado) mediante un enunciado claro, preciso,
    inequívoco y único, que dé cuenta de una
    correlación positiva o negativa y en todo caso sumamente
    simple.

    En el fondo de esta concepción, están un
    conjunto de nociones y creencias sobre el papel y carácter de teoría, método,
    objeto de estudio y, desde luego, sobre lo que es investigar.
    Más aún, acompaña a esta concepción
    una obsesión de orden y seguridad; firmes
    deseos de que la tarea sea sencilla, sin dificultades, lineal;
    así como significativos temores al error, a la posibilidad
    de un trabajo infructuoso y a la incertidumbre. Todo ello
    inherente a la estrategia verificacionista para la
    investigación.

    La emergencia de mitos es
    inevitable: el marco teórico agota la realidad, el
    planteamiento del
    problema y la redacción de hipótesis se
    circunscribe a la lógica
    formal o predicativa de proposiciones y correlaciones, el
    método se reduce a procedimientos y
    técnicas y el objeto de estudio pierde su
    carácter problemático.

    Bien vistas las cosas, no es cierto que la teoría
    agote la realidad, tampoco el objeto de investigación es
    un asunto de elección, ni el método se reduce a
    procedimientos e instrumentación de técnicas. Como
    hemos sugerido, en la investigación el sujeto se confronta
    con el objeto en un campo complejo, desde la lógica de
    relaciones múltiples, dialécticas y en todo caso
    inéditas en su especificidad, a partir de la cual el
    objeto y el método se construyen, lo que implica arduas
    tareas, constantes retornos reflexivos, mucha imaginación
    y creatividad en un itinerario de trabajo que dista mucho de ser
    lineal. Intentaremos en lo que sigue, romper con los mitos y
    creencias que se han generado en torno a la investigación;
    también nos proponemos develar la situación desde
    la cual el sujeto investigador asume su tarea, el carácter
    problemático del objeto y reformular de modo más
    real el nexo sujeto-objeto, mismo que reclama un planteamiento
    menos formal que recupere la complejidad del
    acontecimiento.

    En una situación particular, una persona no se
    vive como sujeto abstracto cognoscente ni la realidad es asumida
    como objeto de reflexión teórica. El individuo vive
    una situación de cotidianidad, atendiendo exigencias
    prácticas de sobrevivencia, con base en intereses
    práctico utilitarios; conoce en términos de
    reconocerse en los otros, se expresa en una situación de
    habla plagada de opiniones y discursos
    impuestos,
    intuye y especula sobre las contingencias a las que responde
    desde saberes prácticos; actúa y se realiza en un
    mundo de apariencias, adecuaciones, imposiciones, resistencias y
    simulaciones frente a los mandatos y los "roles" asignados;
    también se inquieta e inconforma, sus preocupaciones
    permean sus intereses y costumbres como traducción de su vida en un campo de
    conflictos;
    recurre a certidumbres y justificaciones que remiten a su
    sociovisión o a su experiencia personal; se
    legitima en la adecuación de su conducta a las
    condiciones preestablecidas y en referencia a patrones morales
    compartidos.

    En suma, el sujeto se vive en situación y no se
    agota en su individualidad, dicho de otro modo, el sujeto vive
    como perteneciente a grupos, en un
    campo cultural históricamente determinado y no se reduce o
    no se le puede concebir como individuo abstracto, al margen de
    sus modos peculiares de existencia y expresión, en una
    situación social conflictiva.

    Proponemos, pues, para repensar el quehacer propio de la
    investigación, sumir a quien pretende investigar como
    un sujeto en situación cultural, esto es, una
    persona realizada en su vida cotidiana, la que expresa una
    compleja red de
    relaciones de dominación, comunicación posible, intereses,
    expectativas, creencias y certidumbres como campo de existencia
    del sujeto (en su doble significado: sujeto de y sujeto a) cuya
    actividad reflexiva y voluntad de hacer posibilita la
    apropiación de su realidad y la problematización de
    su modo de existir y ser, es decir, la investigación como
    acontecimiento del sujeto en su situación cultural, en la
    realidad concreta y cotidiana de su
    realización.

    La argumentación anterior que refiere a los
    trabajos de K. Kosik, A. Touraine, Habermas y otros, nos permite
    iniciar una reflexión sobre las posibilidades de los
    docentes para hacer investigación, esto es, los maestros
    realizan su trabajo docente en una situación escolar que
    conocen en su cotidiana confrontación con los
    órdenes institucionales, en las necesidades de
    comunicación con sus alumnos, compañeros y
    autoridades, desde un saber pedagógico que se constituye
    con un dominio de
    disciplina, un
    papel de autoridad, de
    empatía o de subordinación.

    Son abundantes los vicios, las creencias, las
    simulaciones en el proceder de los docentes ante la arbitrariedad
    de los mandatos, la ausencia de perspectivas, la necesidad de
    sobrevivencia y la irrelevancia de su acción; pero
    también están presentes la inconformidad, las
    expectativas de mejorar la calidad de trabajo docente, la
    conciencia de
    los problemas o
    dificultades y los intentos persistentes de establecer relaciones
    de comunicación comprensiva, digamos de manera resumida
    que la institución escolar con sus órdenes,
    mandatos y prácticas regimentadas, con un discurso
    formal que se agota en los supuestos del deber ser, constituye la
    situación en la cual los docentes se realizan y conocen,
    desde la que reflexionan, cuestionar y expresan su voluntad y su
    compromiso en la investigación posible

    (también el subrayado es mío).

    Es necesario explicitar que en el fondo de lo dicho,
    está una idea respecto al conocimiento y
    una intención por revalorar el conocer de los sujetos en
    situación, es decir, aquí desechamos la vieja
    tesis que divide el
    conocimiento en científico y empírico, en la
    que se adjudica al primero un sustento teórico, un
    carácter de veracidad basado en la comprobación
    experimental, inaccesible por su naturaleza a
    los seres mundanos y vulgares, mismos que se consumen en su
    práctica anodina e insignificante, quienes sólo
    poseen conocimientos empíricos que se agotan en la
    mezquindad de la práctica individual realizada en los
    ámbitos reducidos de su pequeño mundo

    (igualmente mío, el subrayado ).

    Por el contrario el conocer es una forma de existencia
    del hombre en
    situación que no se reduce ni se agota en la experiencia o
    acción vivida, ni se le puede calificar como mera ideología; ambas ajenas conceptual y
    prácticamente del conocimiento
    científico. El conocimiento de lo cotidiano
    -por llamar de alguna manera al conocer del sujeto en
    situación- se articula con el conocimiento que deriva de
    la reflexión teórica de muchas maneras; pero sobre
    todo, es el ineludible punto de partida para la construcción de concepciones que hacen
    comprensibles y explicables los acontecimientos
    reales.

    Efectivamente, es impensable en el caso de la vida
    escolar, convocar a la reflexión haciendo
    abstracción de la situación en la que existe y se
    realiza el docente. Las teorías
    educativas testimonian esta afirmación, que no obstante se
    antoje innecesaria, la reivindicamos en tanto nos permite
    prefigurar el quehacer investigativo que pueden protagonizar los
    docentes.

    Es sabido que el acceder a la cientificidad en el
    producto, es un propósito presente en todo el proceso de
    investigación que responde a los requisitos y criterios
    dominantes en este quehacer; este afán cientificista con
    frecuencia se traduce en un alejarse de la práctica o en
    un ajustarse a la teoría. La disquisición
    teórica desde el cuerpo teórico y en la rigurosidad
    de su lenguaje
    formal, más bien deriva en un teoricismo confuso y no en
    la comprensión de los hechos o la construcción de
    concepciones explicativas, mucho menos en la producción de teoría; estas,
    claramente encuentran su posibilidad en la reflexión de la
    experiencia remite a conocimiento cotidiano, desde el cual y
    más allá de pretensiones en sentido contrario, da
    forma, especificidad y significación a la reflexión
    teórica, y no sólo en cuento se hace
    de la situación real el objeto de reflexión, sino
    porque el sujeto que reflexionar lo hace inevitablemente desde su
    situación cultural, con su discurso en la lógica de
    sus saberes prácticos, fuente de sus
    certidumbres.

    Se infiere de lo dicho que esa posición que
    establece dos niveles en el conocer: la ideologización de
    la realidad y el conocimiento científico, tiene al menos
    dos repercusiones negativas en lo que se entiende por investigar:
    primero, hace suponer que sólo el acceso a la ciencia
    rompería el estado de
    ideologización y segundo, que este acceso ha de ocurrir a
    través del método
    científico. Conclusión, se vuelve otra vez al
    teoricismo formal y a la estrategia verificacionista en la
    elaboración de conocimientos.

    Esta concepción no toma en cuenta las
    posibilidades de reflexión y cuestionamiento de los
    sujetos, no contempla que si bien, la realidad se asume con sus
    apariencias, es desde ellas como se inicia la indagación,
    el preguntarse y la búsqueda. Más aún, la
    sociovisión de una persona no se identifica en su
    totalidad con la certidumbre, su ideología resulta de una
    múltiple interpelación, desde distintos papeles
    sociales y a través de diferentes momentos de
    reflexión. En fin, podemos sostener que el conocer es una
    forma de expresión y acción del sujeto en
    situación y, dada su complejidad, el conocer no es un
    objeto de gradación o de hacerle corresponder niveles de
    calidad; se conoce desde la situación cultural, el sujeto
    conoce a través de múltiples y complejos procesos, cuya
    especificidad deriva del modo de vivir y realizarse en esta
    situación cultural, esto es, de su práctica
    crítica, de sus posibilidades de
    comunicación, su capacidad argumentativa, de los recursos
    culturales accesibles, del ámbito de libertad
    conquistado, de la significación que realiza del mundo, de
    las relaciones de dominación, los valores
    morales y los patrones de acumulación con los que se
    confronta."

    En seguida me permito ofrecer algunas consideraciones
    que resultan relevantes dentro del análisis del presente tema.

    SÍNTESIS DE ALGUNAS IDEAS Y SUGERENCIAS
    SOBRE EL PROCESO INVESTIGATIVO A PARTIR DEL ENFOQUE
    CONSTRUCTIVISTA PROPUESTO POR EL MAESTRO JUAN LUIS HIDALGO
    GUZMÁN

    1. EL CUESTIONAMIENTO. Cuestionario inicial,
    exhaustivo, acerca de una preocupación
    temática
    .

    En primer lugar, asumamos que el docente es un sujeto en
    situación, dentro de un proceso social
    complejo.

    Ahora bien. Es posible suponer en él dos actitudes
    distintas:

    1. Desempeña un protagonismo cotidiano cuya
    preocupación central es llevarse bien con los
    compañeros y ser "positivo" ante los ojos de los "de
    arriba". Elude responsabilidades extras o comprometedoras y
    busca resolver sus problemas personales, aún a costa de
    no cumplir éticamente con sus responsabilidades
    laborales. Pero, no obstante lo anterior, es posible que
    él se advierta audaz en su ámbito: es capaz de
    manifestar y defender con vehemencia una idea o consigna…
    siempre que sea en masa; cuando en su trabajo se requiere,
    individualmente plantea preguntas que no comprometen ni
    desquician, sino que son tolerables por ser ineludibles, pero
    naturales, o que pueden ser asumidas para superarlas. Por
    ejemplo, ¿qué tan importante es la disciplina
    escolar?, ¿qué tipo de tareas ayudan al logro de
    habilidades en la realización de mecanizaciones
    aritméticas?, ¿qué técnicas son
    útiles para motivar a los alumnos en la clase?,
    ¿cómo lograr una lectura de
    rapidez?, ¿cómo lograr controlar a los alumnos
    inquietos?, ¿cuál es la importancia del material
    didáctico?, y otras que, aún siendo más o
    menos importantes, permiten advertir que se apoyan en una
    creencia o aceptación incuestionable de que la estructura
    de donde provienen ya es perfecta, inamovible.

    2. Está interesado por mantener el equilibrio
    de su relación social y profesional, pero no a costa de
    renunciar a las convicciones que le dan sentido a su rol como
    docente. Los hechos reales que protagoniza le permiten advertir
    indicios y síntomas que hacen sospechosas sus
    certidumbres acerca de su conocimiento cotidiano y del contexto
    general de su práctica
    profesional. Le importan, como a todo docente responsable,
    las preguntas anteriores. in embargo, a él le resulta
    más pertinente e interesante preguntarse si la escuela
    ofrece espacios para la participación de los padres de
    familia y si
    esa participación es más que su papel de escucha,
    cotizador o presencial en los actos cívicos; qué
    se entiende por disciplina escolar y cuál es su papel en
    el proceso de enseñanzaaprendizaje; si
    es un proceso científicamente válido la
    mecanización aritmética; en qué consiste
    realmente la
    motivación, por qué se le supone una función
    atribuida al maestro o si la motivación es un asunto de
    técnicas; para qué la lectura
    de rapidez; qué significa controlar; cómo limitar
    al máximo la subjetividad de los momentos de la
    práctica docente; cómo interesar a los
    compañeros de trabajo en la problemática
    académica; advertir y analizar los pequeños
    grandes problemas institucionales, como son la
    deserción, la reprobación, el ausentismo, la
    impreparación, etc. En cualquier caso, estas son sus
    preocupaciones primarias, después de estudiarlas, aborda
    las específicas.

    En resumen, las actitudes y las preguntas que no rompen
    con los dogmas, apuntan hacia la mera importancia de los hechos
    y, en la mayoría de los casos, apresuran juicios para el
    mejoramiento, antes de conocer y discurrir sobre la naturaleza de
    los obstáculos y dificultades. En fin, son de tipo
    prescriptivo y suponen la realidad normada, al contrario de
    entender que en la realidad hay actos normativos que no se
    corresponden necesariamente con los hechos, cuya naturaleza es
    realmente distinta y hasta contradictoria.

    Por lo anterior, en esta fase del trabajo, debe buscarse
    que las preguntas, en la doble dimensión que he aludido,
    vayan de lo general a lo particular y que se sustenten en una
    lógica relacional.

    2. LA PROBLEMATIZACIÓN. En esta fase se
    depura y concreta la relación de componentes estructurales
    que permitirán contextualizar la especificidad del objeto
    de estudio.

    3. EL PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA. Requiere de
    la definición específica del objeto de
    investigación.
    Debe recordarse que "la
    construcción de un objeto de investigación es la
    delimitación específica de una relación en
    un campo problemático
    ." (Hidalgo Guzmán,
    1994)

    La delimitación específica del objeto de
    investigación requiere de la realización de algunas
    consideraciones, antes y después. El cuadro siguiente
    ofrece algunas sugerencias, que obviamente pueden tener
    alternativas, según la naturaleza del objeto de estudio,
    toda vez que no se pretende ofrecer una receta.

    MOMENTOS
    REFLEXIVOS

    A C E R C A D
    E:

    UBICACIÓN
    TEMÁTICA

    el campo teórico del
    objeto, especificación del
    desarrollo disciplinario

    RECORTES DE LA
    REALIDAD

    la positividad del objeto y su
    especificidad en el campo problemático

    NIVEL DE
    ANÁLISIS

    la situación teórica del
    sujeto: enfoques, estilos posibles para
    denotar y connotar la especificidad

    PERSPECTIVA
    CULTURAL

    la situación concreta del
    sujeto; recursos y propósitos en la
    especificación posible.

    En este sentido, la construcción del objeto de
    investigación
    , como se ve, es una
    estructuración de interrogantes, mientras que la
    perspectiva metodológica es el inicio de una
    estructuración de explicaciones
    fundamentales.

    Por lo anterior, resulta adecuado cuestionar desde la
    teoría, ciertos procesos intersubjetivos y
    psicológicos del aprendizaje, como los siguientes, entre
    otros:

    • Cómo se construye el conocimiento.
    • Qué papel cumple el sujeto en el proceso de
      enseñanza – aprendizaje.
    • Cómo se generan y transfieren ciertas estructuras
      de conocimiento.
    • Cómo influye el desarrollo intelectual del
      sujeto en el proceso de aprendizaje.
    • Cómo accede el sujeto a lo social y
      cómo interactúa con ello.
    • Cuáles son los horizontes de la
      práctica docente, real y cotidianamente.

    4. RATIFICACIÓN O RECTIFICACIÓN DEL
    PROBLEMA. Después de realizar un juicio valorativo,
    según las características y la naturaleza del
    objeto de investigación.

    5. DEFINICIÓN DE LAS LÍNEAS DE TRABAJO.
    Constituye la primera aproximación a la metodología.

    6. ACOPIO Y ORGANIZACIÓN DE FUENTES.
    Congruentes con la naturaleza del objeto de
    investigación.

    7. CUESTIONAMIENTO DE LAS VERSIONES HISTÓRICAS
    DE LA PRÁCTICA DOCENTE.

    7.1 Peso de las versiones oficiales.

    7.2 Tradición para pensar la situación
    presente.

    Al concluir esta parte del diseño
    del proyecto de
    investigación aparecen dos variables:

    • La inteligibilidad del proceso, que es
      una circunstancia individual y
    • La viabilidad de su realización,
      situación definidamente institucional.

    Acaso pudiera intentarse un esquema de desarrollo
    correspondiente a una investigación con enfoque
    constructivista, conforme al cuadro siguiente:

     

    Pablo Rico Gallegos,

    en "Elementos teóricos y metodológicos
    para la investigación educativa", Unidad 164 de la
    Universidad
    Pedagógica Nacional, Zitácuaro, Michoacán,
    México,
    2005, pp. 220-227

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter