Cuando los noticieros mostraban un avión
estrellándose en una de las torres gemelas del World Trade
Center, nadie pensaba que eso sería el principio del
fin.
Luego, las cámaras filmaban otro avión,
impactando en forma calculada y perfecta, contra la otra torre.
Por último, impactos en el Pentágono y en la ciudad
de Shanksville. El saldo: varios muertos, entre ellos latinos,
árabes y europeos; daños materiales,
conmoción y lo más nefasto: el comienzo de la
mentira y la dominación.
Estados Unidos colmó todos los medios de
prensa con
imágenes horrendas del atentado. Hasta
ahora nadie se preguntó con seriedad cómo filmaron
cada explosión, cada avance de los aviones y cada choque
con las Torres. Que útil que resultó a la
Administración Bush que justo una persona, un
turista -tal vez como dicen, haya tomado las imágenes que
recorrerían el mundo entero. Qué casualidad tan
provechosa por cierto.
Las cifras de los atentados nunca pudieron coincidir. He
intentado escribir aquí un número que sea real,
pero buscando por doquier, nadie ha sabido decir con exactitud la
cifra de muertos, y varían dependiendo la fuente de
información que se escoja, lo cual lo hace
poco creíble y por esa razón, decidí no
anotar nada al respecto.
Pero el artículo que quiero hacerles llegar, no
es referido a las Torres Gemelas. Me vi en la obligación
de comentar dicho episodio porque fue el hecho que dio origen al
tema en cuestión. Si desean saber más al respecto,
tienen numerosísimos libros y
artículos, incluso muchos de ellos negando la hipótesis de un atentado, y otros
demostrando que habría sido un diabólico plan del
presidente norteamericano para comenzar con su ataque a Oriente
Medio.
Sucedieron varios hechos antes de la invasión a
Irak. Los
más relevantes comienzan con un discurso del
presidente Bush, el 20 de septiembre del 2001 -nueve días
después de la explosión de las Torres- en donde
asegura que "quitaremos el financiamiento
a los terroristas y perseguiremos a todas las naciones que
proporcionen ayuda o refugio al terrorismo. Para proseguir luego con una frase
que dio mucho que hablar: "Todas las naciones deben tomar una
decisión: o están con nosotros o están con
los terroristas". Así comenzaba George Bush con su
amenaza mundial y con la instalación del término
"Terrorista" asociado únicamente al grupo Al
Qaeda, a los árabes, a los musulmanes y a todo aquel que
se pronuncie en su contra.
A partir de ello, comienza el "Plan Bush" para capturar
a los supuestos autores de las explosiones de las Torres: el 7 de
octubre del 2001 ataca Afganistán, con la excusa de que
allí se alojaba un tal Bin Laden (permítanme una
ilustrativa aclaración para los que no lo conocen: Bin
Laden es el famoso monstruo de las Tinieblas, que es invisible,
se esconde en cuevas impenetrables y viaja en una nave
indetectable, saltando de país en país, jugando a
las escondidas con el mundo entero).
El Consejo de Seguridad aprueba
el ataque a Afganistán, y Bush traza un eje del mal:
Irak, por poseer armas de
destrucción masiva; Irán, por apoyar al
terrorismo, y Corea del Norte, por poseer armas nucleares.
Sus afirmaciones parecían ciertas y comprobadas. Pero
frente a las quejas de varios países, y en vistas al
desastre que estaba ocasionando en Afganistán, tuvo que
comenzar con su disparatada teoría
preventiva: "Lo hago en legítima defensa, porque
allí están los culpables", afirmaba
Bush.
El año 2002 fue dedicado a Irak, cuna de la
civilización mundial. EE.UU. anuncia que en ese
país milenario había armas de destrucción
masiva y proclama, en la Asamblea de las Naciones Unidas,
el 12 de septiembre del 2002, la legitimidad de un ataque
preventivo contra cualquier amenaza terrorista a Estados Unidos,
anunciando que empezaría con Irak con o sin las
resoluciones del Consejo de Seguridad.
Así todo, el 17 de septiembre del 2002 se publica
el informe sobre
"Estrategia
Nacional de Seguridad, o Doctrina Preventiva" es decir,
prevención contra un peligro inminente, lo que consiste en
atacar primero para impedir que se materialice una amenaza en el
futuro.
En noviembre del 2002 fueron observadores de la ONU a Irak y en
febrero del 2003 se pone al descubierto que las pruebas
presentadas por Estados Unidos, referidas a las armas de
destrucción masivas, eran falsas. Estos informes no
fueron considerados y el 20 de marzo del 2003, sin respetar lo
informado por la ONU y pasando por encima al Consejo de Seguridad
y al Orden Mundial, sucede lo previsto: el ataque a
Irak.
Aún no puedo borrar de mis ojos la imagen de las
palmeras de Bagdad, su capital, y las
luces públicas alumbrando la madrugada iraquí, que
será la más trágica y sangrienta de su
historia. La
cadena de televisión
CNN se encargó de hacer del ataque, una película de
guerra, y
provocar a los espectadores para que no se vayan de la pantalla,
multiplicando el valor de sus
segundos publicitarios. Las primeras explosiones se oían
desde nuestras casas, y la CNN escribía debajo de las
imágenes: "Explosiones en Bagdad". Nunca se
habló de ataque, invasión ni de ocupación.
Eran solamente, únicamente para ellos,
explosiones.
Los espectadores mundiales estábamos pendientes
de todo lo que iba sucediendo. Las autoridades norteamericanas no
querían que reaccionemos en su contra, por lo que de vez
en cuando salían con declaraciones sin sustento alguno.
Tal es el caso de Donald Rumsfeld quien aseguraba, el 30 de marzo
del 2003, que sabían donde estaban las armas de
destrucción masiva (cuando los inspectores de la ONU
ya habían informado que no había).
El dinero
invertido en este ataque superó cualquier apuesta. El 16
de abril del 2003 Bush firma una partida presupuestaria de 79.000
millones de dólares para solventar el ataque a Irak. Vale
aclarar que esta partida, no fue la única ni la más
grande desde la invasión.
Los meses avanzaban y la gente comenzaba a repudiar el
ataque. Al mismo tiempo, se
intentaba mostrar en la prensa un manto de legitimidad en la
invasión, argumentando sed de democracia y
repudio al autoritarismo.
Así es como el 16 de octubre del mismo
año, la resolución 1511 del Consejo de Seguridad de
Naciones Unidas reconoce la legitimidad del nuevo Gobierno
provisional en Irak, apoyado por los Estados Unidos, y autoriza
la ayuda de la ONU. El 6 de noviembre del 2003 Bush firma una
nueva partida presupuestaria para financiar el esfuerzo post-
bélico en el país, ascendiendo la misma a
87.000 millones de dólares y
comienza a hablar de "revolución
democrática mundial".
El 14 de diciembre del 2003, para finalizar el
año, se da a conocer la noticia de que Saddam Husein es
capturado. Aquí pretendo realizar una reflexión:
¿qué autoridad le
compete a Estados Unidos para intrometerse en los asuntos de otro
país, invadirlo, decidir qué es lo que desea el
pueblo y arrestar al presidente? Nos habían repetido
tantas veces que Saddam Husein era un dictador, que ya nadie se
preguntaba si era correcta o no dicha captura e
intromisión.
El 28 de abril del 2004 se dan a conocer las horrendas
torturas en la cárcel de Abu Grahib por miembros del
ejército ocupante. Publican fotos en la
prensa de iraquíes desnudos, golpeados, ensangrentados y
flacos hasta la desnutrición. Se da a conocer que no les
daban de comer, dejándolos morir de hambre. También
mostraron cómo eran obligados a realizar distintas
prácticas sexuales, abusando de ellos de manera promiscua.
Lo mismo para las madres, a quienes violaban y abusaban sin
límite alguno.
Así como si nada, el 7 de junio del 2004 se da a
conocer una nueva resolución, la 1546 del Consejo de
Seguridad de Naciones Unidas, reconociendo la legitimidad del
gobierno interino iraquí y llamando a los miembros de
Naciones Unidas a apoyarlo. Me pregunto si esa Resolución
tiene razón de ser frente a las innumerables violaciones a
los derechos humanos
que se perpetraron en Irak. Han puesto la atención en el gobierno provisional y en la
democracia, mientras tanto se aniquilaba a toda una población. Pero siempre hay una
pequeña lucecita en este camino del terror: el 16
de septiembre del 2004, el secretario general de
Naciones Unidas, Kofi Annan, declara la guerra de Irak
"ilegal". Mientras tanto, el 2 de noviembre – el
día de los fieles difuntos-, extraña coincidencia,
Bush gana las elecciones nuevamente.
Finaliza el 2004, un año más de sangre y comienza
el 2005 con las elecciones en el desvastado Irak por primera vez
desde que Sadam Husein llega al poder.
El 11 de mayo Bush pide más
financiación para la guerra y el 20 de mayo da la vuelta
al mundo una famosa foto de Saddam Husein en paños
menores, provocando su humillación mundial; esa foto fue
publicada por el diario The Sun.
El 30 de noviembre del 2004 el gobierno
norteamericano lanza un libro
"Victoria en Irak" en el que relata fríamente su
estrategia militar y todo lo logrado luego de dos años y
medio de genocidio encubierto y ocupación
ilegal.
Llegado el 2006, Bush pide una nueva partida
millonaria: 70.000 millones de dólares. Y ya en
el tercer aniversario de la invasión, hace oídos
sordos a las encuestas
mundiales y a la caída de su imagen en el mundo
entero.
Y por fin, comienzan a publicarse los primeros
números reales desde la ocupación:
Más de 100.000 civiles muertos, incluidos niños y
mujeres; más de 2.300 jóvenes muertos; cerca de
17.000 heridos con mutilaciones corporales; 250.000.000.000.000
de dólares erogados en armas, vehículos blindados,
aviones de última generación, helicópteros
inteligentes, combustible, servicios de
correo e Internet equipos
médicos, sueldos, consultores y en seguridad privada. Todo
un negocio para algunos. Toda una tragedia para
muchos.
Las violaciones a
los instrumentos internacionales
La carta de las
Naciones Unidas, que está en vigencia desde el 24 de
octubre de 1945, es un instrumento a analizar en este episodio.
Si bien no fue respetada ni tenida en cuenta por las potencias
ocupantes, resaltaré algunos artículos que
servirán para reflexionar.
En el artículo 2° se establecen los principios
mediante los cuales procederán los miembros de las
Naciones Unidas. Entre ellos, el artículo menciona la
igualdad
soberana de todos los miembros, el cumplimiento de buena fe de
las obligaciones
contraídas, el arreglo pacífico de las
controversias, la abstención del uso de la fuerza contra
la integridad territorial o independencia
política de cualquier estado y la no
intervención en asuntos internos de los
estados.
Haciendo un ligero análisis de estos principios, surge por
sí sólo que hubo violación por parte de
Estados Unidos y de los demás Estados participantes. Al
respecto, el artículo 6 nos habla de ello: "Todo
Miembro de las Naciones Unidas que haya violado repetidamente los
Principios contenidos en esta Carta podrá ser expulsado de
la
Organización por la Asamblea General a
recomendación del Consejo de Seguridad. "
Me pregunto si EE.UU. algún día
será expulsado… No lo creo. Tal vez haya que redactar
nuevamente este artículo, y agregar "Con la
excepción de Estados Unidos de América". Suena hasta gracioso,
¿no? Pero es la cruda realidad.
Un órgano importante y esencial en la ONU es el
Consejo de Seguridad. Según el art. 23, está
compuesto por quince miembros, entre los cuales, y a
título de miembro permanente, se encuentra Estados Unidos
(además de la República de China,
Francia, la
Unión de las Repúblicas Socialistas
Soviéticas, el Reino Unido de la Gran Bretaña e
Irlanda del Norte.) El Consejo de Seguridad tiene una misión y
responsabilidad primordial, cual es la de mantener
la paz y la seguridad internacionales, para lo cual debe proceder
de acuerdo con los propósitos y principios de las Naciones
Unidas. (conf. Art. 24). A su vez, los miembros de las Naciones
Unidas deben aceptar y cumplir las decisiones del Consejo de
Seguridad. (Art. 25).
Y vuelvo a preguntar: ¿Realmente el Consejo de
Seguridad mantiene la paz y la seguridad internacional? ¿O
ha sido destinado a salvaguardar solamente la paz norteamericana
y mantener su seguridad? ¿Hay un Consejo de
Seguridad para todos los miembros? ¿Hay un Consejo de
Seguridad imparcial?
Por su parte el artículo 33 expresa "Las
partes en una controversia cuya continuación sea
susceptible de poner en peligro el mantenimiento
de la paz y la seguridad internacionales tratarán de
buscarle solución, ante todo, mediante la negociación, la investigación, la mediación, la
conciliación, el arbitraje, el
arreglo judicial, el recurso a organismos o acuerdos regionales u
otros medios pacíficos de su elección".
¿Ha habido dos partes en este suceso? ¿Ha
habido una controversia?
El art. 42 de la Carta, le
permite al Consejo de Seguridad optar por la acción
que sea más viable a los fines de mantener o restablecer
la paz y la seguridad internacionales. Pero nada se ha intentado
con vehemencia para restablecer la paz en Irak. Fue el
laissez-faire más diabólico de la historia
internacional.
El artículo 51 establece, por su parte, que
"Ninguna disposición de esta Carta menoscabará
el derecho inmanente de legítima defensa, individual o
colectiva, en caso de ataque armado contra un Miembro de las
Naciones Unidas, hasta tanto que el Consejo de Seguridad haya
tomado las medidas necesarias para mantener la paz y la seguridad
internacionales. Las medidas tomadas por los Miembros en
ejercicio del derecho de legítima defensa serán
comunicadas inmediatamente al Consejo de Seguridad, y no
afectarán en manera alguna la autoridad y responsabilidad
del Consejo…"
Estados Unidos no gozaba de la legítima defensa
para atacar Irak. Irak no atacó Estados Unidos. Nunca pudo
comprobarse que Saddam Husein haya sido el autor de las
explosiones de las Torres Gemelas. Tampoco se descubrieron armas
de destrucción masiva. La acción de Estados Unidos
fue ilegal, arbitraria, injustificada y no amparada por ninguna
norma internacional.
Soy una convencida de que la existencia de normas sin valor
real, debieran ser derogadas. ¿De qué nos sirve
tener una Carta de las Naciones Unidas pregonando la Paz, la
Hermandad entre los países miembros o los Derechos Humanos? Si total,
el que quiera pasar por encima de todo ello, lo hará tan
fácilmente y sin ningún freno.
Otras normas internacionales violadas en la
invasión a Irak las encontramos en varias Declaraciones
Universales adoptadas por la ONU.
Así la Declaración Universal de Derechos
Humanos, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas
el 10 de diciembre de 1948, en la cual ya en el Preámbulo
notamos su incumplimiento"… Considerando que los
pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su fe
en los derechos fundamentales del hombre, en la
dignidad y el
valor de la persona humana…"
Otras violaciones surgen del artículo 3°, el
cual establece un derecho fundamental del hombre a la vida, a la
libertad y a
la seguridad de su persona; del artículo 4° que dice:
"Nadie estará sometido a la esclavitud ni a
la servidumbre…" y del artículo 5° que
reza: "Nadie será sometido a torturas ni a penas o
tratos crueles, inhumanos o degradantes".
Por las detenciones arbitrarias e ilegales en Irak,
resalto el art. 9° que establece que "Nadie podrá
ser arbitrariamente detenido, preso ni
desterrado".
Otro instrumento internacional hecho letra muerta es la
"Convención para la prevención y la sanción
del delito de
genocidio", adoptada el 9 de diciembre de 1948, por la Asamblea
general de la ONU.
Como dice en la primera parte, la Asamblea General de
las Naciones Unidas ha declarado que "el genocidio es un
delito de derecho
internacional contrario al espíritu y a los fines de
las Naciones Unidas y que el mundo civilizado
condena".
En el art. 2 de la "Convención" se define el
concepto mismo
de genocidio, es decir, cualquier acción que incluya
matanza o lesiones graves de miembros de un grupo nacional,
étnico, racial o religioso; sometimiento intencional a
condiciones que acarreen su destrucción física; medidas
destinadas a impedir nuevos nacimientos, y traslado de
niños por la fuerza. Todas estas acciones deben
ser perpetradas con la intención de destruir, total o
parcialmente a ese grupo en cuestión.
El artículo 4° de la mencionada
"Convención" asegura que las personas que cometan este
delito serán castigadas, se trate de gobernantes,
funcionarios o gobernantes.
Otro instrumento internacional que ha sido ignorado es
la "Convención contra la Tortura y otros tratos o penas
crueles inhumanos o degradantes" adoptada el 10 de diciembre de
1984.
El concepto de Tortura lo encontramos en el
artículo 1°, explicando que se entenderá
así "todo acto por el cual se inflija intencionalmente
a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean
físicos o mentales…"
El art. 2° previene de las excusas: no se
podrán alegar razones de estado de guerra o amenaza de
guerra, inestabilidad política interna o
cualquier otra emergencia pública, como
justificación, así como tampoco la orden de un
superior.
Me gustaría por último, nombrar la
convención de los Derechos del
Niño, adoptada por la ONU el 20 de noviembre
de 1989. Con un vasto preámbulo, la Convención
contempla todas formas de protección del menor de 18
años.
En especial, el art. 6 establece que todo niño
tiene el derecho intrínseco a la vida, y los estados
partes garantizarán en la máxima medida la
supervivencia y el desarrollo del
niño. Resalto esta norma porque hasta el derecho
más intrínseco, más natural y más
primario ha sido quitado a los niños iraquíes,
quienes se encuentran totalmente desprotegidos.
Por su parte, el art. 37 establece que los Estados
Partes velarán por que ningún niño sea
sometido a torturas ni a otros tratos o penas crueles, inhumanos
o degradantes. ¿Tendrán el mismo valor humano lo
niños de Irak?
Es llamativa una entrevista que
se le hiciera al vocero presidencial de Bush. Preguntado si le
parece que la guerra es legal, respondió: "Por
supuesto que la guerra es legal: ejercimos nuestro derecho de
legítima defensa.""¿Defensa contra
quién?", cuestionó en tono de burla una
periodista., agregando ¿Nos van a decir ahora que
Hussein planeaba invadir Estados Unidos?"
El vocero respondió casi de memoria,
"Digamos que simplemente ejercimos una teoría aceptada
por el derecho internacional
público: el ataque preventivo; el derecho de atacar
primero a quien planea atacarnos". El colmo del colmo:
Primero eran las armas de destrucción masiva, luego de que
Saddam Husein participó en la explosión de las
Torres Gemelas y por último, como ya no hay nada
más que decir: "atacamos por prevención de que nos
ataquen". Aclaro, porque no oscurece, que la guerra preventiva o
la legítima defensa preventiva no tiene cabida legal. Es
una construcción normativa muy peligrosa que
podría ser aplicado en contra de cualquier otro
país y provocar una guerra de todos contra todos por una
simple sospecha.
Las consecuencias desde el 20 de marzo del 2003 son
alarmantes: malformaciones, cáncer de todo tipo, problemas
psíquicos, cegueras, quemaduras de piel,
mutilaciones de brazos y piernas, desnutrición, muertes
por falta de agua y comida,
abortos espontáneos, trastornos de conducta,
depresión, suicidios, abandonos
involuntarios y otros.
¿Y qué piensan los ciudadanos
iraquíes? Según las investigaciones
más recientes el 87 por ciento de los iraquíes
desean la retirada inmediata de los invasores, pero el Gobierno
de EE.UU. declara que no piensa hacerlo. (Pensé que el
nuevo régimen que fueron a llevar a Irak significaba
respetar los intereses del pueblo, pero tal vez Bush quiera
inventar también, un nuevo concepto de
democracia)
La guerra ha sido un golpe de Estado
internacional. Pero hay un cierto silencio mundial, que se puede
traducir en miedo de los demás países a enfrentar a
la potencia
norteamericana o ser cómplices en este genocidio
encubierto con conceptos de democracia y
liberación.
Estados Unidos fue en busca de supuestas armas
químicas. Los iraquíes no entendían la
razón de esa visita inesperada.
Recibieron a los soldados con una hospitalidad
milenaria, pensando que podían ayudarlos en la
búsqueda. Al herido, socorrían. Al muerto,
sepultaban. Al enfermo, asistían. Dieron de comer, con lo
poco que les quedaba del nefasto bloqueo norteamericano.
Sonrientes, caminaban por sus calles, junto a sus hijos, y
familiares. Y de repente, una nube de humo blanca quema sus
pieles, las hierve y los mata en instantes. La ropa está
intacta. Pero ellos calcinados. El niño solo llora y
grita, nadie puede responderle. Pero luego alguien le dice:
"Hijo, esto es fósforo blanco, un arma química muy potente y
destructiva." El niño le dice con lágrimas
inocentes: "¿No habían venido por ellas?" Y
le responden: "No, ellos la tenían. Venían a
emplearlas."
Por
Dra. Nínawa Daré
Abogada, activista por los derechos humanos y
periodista. Pasante ante la UNESCO. Conductora del programa
televisivo "Desde el Aljibe". Presidente de la Juventud de la
Federación de Entidades Argentino-Árabes de
Argentina.