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Picasso y dos excepciones. Claves dinamórficas



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    Monografía destacada

    1. Consideraciones livianas.
      Eldinarfismo
    2. Picasso
      dinamórfico
    3. La utopía del
      sueño
    4. Máscara
      catártica
    5. El toro alado
    6. El dibujo como
      origen
    7. Técnica
      makula
    8. Epílogo
    9. Bibliografía

    Consideraciones
    livianas.

    El dinamorfismo.

    Desde una concepción dinamórfica del
    arte
    abordaremos la estética del universo
    compartido. Si Kant
    observó que por lo general aplicamos conceptos al mundo
    para clasificar las entradas sensoriales que se ajustan a una
    finalidad, en esta introducción, formularemos un marco que
    proporcione una explicación ordenada de unos
    fenómenos observados y también unas coordenadas
    prácticas que nos guiaran tanto en nuestras valoraciones,
    determinando nuestra comprensión, como también nos
    introduzca en los distintos supuestos para abordar la
    creación.

    En este sentido, nos influirán diferentes
    corrientes artísticas, arquitectónicas, musicales,
    literarias, filosóficas… bajo el espíritu
    platónico de que las Ideas reflejan el tejido del Mundo.
    En esta línea, enfocaremos nuestra tesis de
    acuerdo con la verdadera naturaleza de
    las cosas con el propósito de ser personas capaces de
    progresar. Del mismo modo, Platón
    concluye, con el mito de la
    caverna, que la visión de las Ideas es la máxima
    aspiración humana. Por definición, todo el que
    posea el pensamiento
    actuará correctamente. Se sabe que el sistema del
    filósofo ateniense es dualista donde tomamos un mundo
    sensible y otro mundo real de las Ideas que garanticen la verdad
    objetiva e inmutable.

    Ahora bien, arrancáremos de esta premisa
    platoniana para aseverar que vivimos en la actualidad en un mundo
    binario desarrollado a través de la era de la información en el sentido computable por
    una máquina de Turing. Esta computación considera el lenguaje
    como información, es decir, de naturaleza discreta (o no
    continua). Aquel se caracteriza por el empleo de
    códigos en formato de bits, o secuencias de cero y de
    uno.

    Anclaremos en la revolución
    chomskiana. En esta dimensión informática, independiente de la dualidad
    concreta de un tipo de adquisición cognitiva existe
    también otra duplicidad general, nos encontramos dos
    planos de aprendizaje y
    comunicabilidad entre sus congéneres, por un lado, se
    halla la alfabetización tradicional donde prima una
    educación
    tradicionalista, vertical e impositiva de conocimientos, por otra
    parte, se desarrolla la alfabetización digital tendente a
    facilitar el trabajo
    desde una perspectiva de la movilidad y la transversabilidad de
    los saberes.

    En este apartado, encontramos declaraciones como la de
    Eduardo Contreras, experto en tecnología y
    educación en Latinoamérica, manifiesta que "la brecha
    digital es cada vez más honda entre los más y menos
    desarrollados". Asimismo, hallamos proyectos
    educativos de Ariño y Alloza, pueblos del norte de la
    provincia de Teruel, donde son autosuficientes gracias a las
    nuevas
    tecnologías. Del mismo modo, Bigas Lunas, intervino en
    la feria Loop de videoarte en Barcelona, donde comentó que
    las nuevas tecnologías han provocado una revolución
    en el mundo audiovisual, básicamente porque han
    democratizado el acceso al vídeo de muchos
    creadores.

    También, enlazamos con Björk, uno de los
    iconos de la música popular de
    nuestros días, quien reivindica para su generación
    el vínculo entre el hombre y la
    tecnología, dijo que su grupo
    generacional es el que ha establecido los lazos de unión
    entre el factor humano y la tecnología, reafirma su
    intención de que sus trabajos tendrán componentes
    tanto digitales como orgánicos, ambos elementos se mezclan
    en la construcción de sus obras. Además,
    afirmó sentirse tremendamente europea y muy vinculada a
    los elementos culturales de Europa, para
    ello, lanzó, en un arrebato localista genuinamente
    europeo, el dardo del uso de su idioma materno (irlandés),
    precisó " es el idioma en el que hablo a mis hijos, lo que
    me da un grado de proximidad con ellos que no podría
    establecer en otra lengua". Aun
    con todo, el público le exige utilizar el ingles en sus
    conciertos.

    En este entorno, se está marcando el terreno con
    motivo de conocer el contexto que nos permitirá vislumbrar
    las posibilidades de las distintas ramificaciones que configuran
    nuestra propuesta. Nuestro personaje, constructor textual, se
    enfundará la máscara de Robert Altman con su mirada
    corrosiva por donde corre sangre joven en
    sus arterias viejas para diseccionar los datos. Cada
    elemento será orgánico, vivo, cambiaran
    constantemente la fecundidad narrativa. Nos conducirán a
    la totalidad de la ideología. Se pronunciará una serie
    de ideas dinamórficas.

    En un principio partiremos de un esbozo histórico
    personal con
    relación a los planteamientos que vamos a desarrollar. En
    primer lugar, será recordar que un día de 1996 me
    entregaron una postal-invitación para asistir a la
    exposición "El otro
    idéntico-Exposición de un retrato, Gerardo Diego".
    Tiempo,
    más tarde, su autor guiará con prudencia cartesiana
    mi incursión en este laberinto creativo. Dirige el Grupo
    Tierra
    Húmeda quien anualmente presenta en el Museo Barjola de
    Gijón "La mirada en el agua".
    Escribe los textos de sus programas
    anuales, así como, las diferentes introducciones en las
    exposiciones colectivas realizadas en la Tertulia de los
    Manzanos. Pues bien, a partir de la concepción
    teórico-práctica de Guillermo Menéndez del
    Llano, Doctor en Filosofía del Arte, quien alumbra la
    orientación picassiana de mis trabajos, decidió
    enfocar y organizar sistemáticamente un conjunto de
    observaciones de principios
    básicos los cuales pretende ser la apertura de un espacio
    fluido del significado arte, por ende, de la concepción de
    vida.

    En este origen, interpretativo de la realidad evocaremos
    la postura Kantiana de la Crítica
    de la Razón Pura, para acercarnos al subtítulo del
    libro "Claves
    dinamórficas". En ellas halláremos una
    visión propia de la elaboración del concepto
    dinamórfico. En esta senda, las razones que sugirieron la
    cristalización de "Picasso y dos
    excepciones" fue tanto fomentar la unidad de acción
    comunicacional a través de dibujos,
    infografías y textos como promover el acercamiento a una
    teoría
    por medio de la experiencia tanto expresiva como textual. Por
    tanto, en su conjunto, desde esta obra, considero al dinamorfismo
    tanto el aporte energético en busca de la raíz de
    las cosas, es decir, el fundamento de la vida y además
    como guía orientadora de la lectura
    visual
    cósmica asimismo de la elaboración del diseño
    de las piezas.

    En relación con la primera propuesta de bucear
    hasta hallar el punto cero del discurso
    miraremos a la ciencia
    goethiana. Sobre todo, es la metodología de Goethe la que constituye un
    legado perdurable para nosotros, fue un pionero de la ciencia de la
    Naturaleza holística y cualitativa. Citaremos a Portmann
    con un extracto de su ensayo "Goethe
    y el concepto de la
    metamorfosis", <<…investiga el mundo visible para
    alcanzar el control de los
    procesos de la
    naturaleza…hace falta…unas ciencias
    naturales…un auténtico hogar para nosotros>>.
    Según el poeta alemán, la ciencia es mucho
    más un sendero interior de desarrollo
    espiritual que una disciplina
    encaminada a acumular conocimiento
    del mundo físico, el objetivo de la
    ciencia, según el mismo autor, es abrir los ojos y la
    mente de los observadores de la Naturaleza a aquello que
    actúa espiritualmente o esta en la raíz de los
    fenómenos físicos observados. Sobre todo, provocara
    el sentimiento de una <<mirada
    contemplativa>>[Anschanung]. Para Goethe el ser humano es
    el instrumento más poderoso y exacto, siempre que nos
    tomemos la molestia suficiente de refinar nuestra sensibilidad.
    Si la ciencia goethiana no busca tanto ir de la experiencia a la
    idea o teoría como intensificar la experiencia en tanto
    que tal, pues bien, en esta dimensión se encuentra el
    aspecto científico dinamórfico.

    Por otra parte, examinaremos las formas originales del
    arte que marcaron la trayectoria a seguir para descubrir los
    distintos símbolos con el fin de construir a partir
    de lo conocido una epifanía de sueños iluminadores.
    En una aproximación relámpago al Libro X de la
    Republica de Platón
    podemos reconoce que la tragedia confunde al público
    acerca de los valores:
    si los personajes buenos experimentaron trágicos fracasos,
    esto nos enseña que la virtud no es siempre recompensada.
    En tanto cuanto, asumimos este planteamiento filosófico
    del ateniense, desde nuestra óptica,
    apelamos a configurar nuestra naturaleza
    humana de acuerdo con el orden de las cosas, para ello,
    debemos adecuarnos intelectual y moralmente a la realidad.
    Asimismo, atisbamos a pronunciar, que los originales
    platónicos atestiguaran nuestra esencia
    dinamórfica. En el ejercicio compositivo eliminaremos las
    sombras mitológicas de la caverna ateniense para ensalzar
    la luz
    creativa.

    En este tramo del relato, enunciaremos como ejemplo
    arquitectónico de una forma ad hoc de la idea
    platónica del mito de la caverna, para ello, cabe recordar
    que en Stanford-upon-Awon donde nació William Shakespeare en el
    siglo XVI, vemos que tras las fachadas actuales se conserva la
    estructura de
    la madera
    original, la de las casas construidas hace cuatrocientos
    años. En este momento de reconstrucción de las
    fachadas hallamos la luz platónica.

    Otro ejemplo lo encontramos en Francis Bacon,
    expresionista abstracto, en una entrevista
    realizada por el crítico David Silvestre donde afirma que
    el arte de nuestra época (primera edición
    1975) se ha convertido totalmente en un juego con el
    que el hombre se
    distrae, lo que, a su juicio, puede ser también fascinante
    porque pone mucho más difíciles las cosas al
    artista ya que <<debe profundizar en el juego para sacar
    algo en limpio>>.

    Dentro de la investigación dinamórfica de iniciar
    el recorrido desde el principio de la idea hasta llegar a su
    origen con el propósito de entablar un perpetuo diálogo
    entre futuro porvenir y el pasado regresivo. En el presente
    categórico, el teutón Hannsjörg Vtog
    halló la <<naturaleza cero>> en el desierto de
    la población Er Rachidia, en la meseta de
    Marha, a los pies de Atlas, en Marruecos. El artista
    alemán construyó su <<Ciudad de Orión
    >> desde donde se alzan las siete torres de adobe que
    representan las estrellas del poema mítico
    <<Gilgamesh>>, su <<Espiral
    áurea>> y las <<Escaleras celestes>>que
    con sus cincuenta y seis peldaños recrean la
    conexión entre <<la tierra y el
    cielo>>. Esta concepción espiritual, o mejor dicho
    <<ritual y mitológico>> de sus tres
    monumentales esculturas de land-art, el arte en la naturaleza,
    propone la relación con el paisaje, la interacción con el hombre, la cultura y el
    ecosistema.

    Desde nuestra línea indagadora, esta
    visión arquitectónica en mitad de la nada se
    inserta dentro de nuestros postulados de esencialidad. Se alude
    al encuentro con el vacío en el que expandimos espacio
    modulando la obra en el silencio iluminador del acto creativo. A
    partir de este artesano del horizonte diáfano,
    manifestamos que los valores del
    siglo veintiuno se edificarán
    <<marginalmente>>, puesto que la lateralizad de los
    enfoques cimentarán las secuencias reales de la sociedad.
    Deducimos de este creador indoeuropeo de sus estructuras
    paisajísticas nociones dinamorficas en la
    aplicación de sus instalaciones. Se sale de la regla y
    entra en el segmento constituyente, es decir, supo ser radical en
    la búsqueda del punto cero, encuentra la materia
    primitiva de sus quimeras, apuntala la universalidad de lo
    autóctono, maneja con maestría una técnica
    (el dibujo,
    raíz de nuestro actual trabajo),
    inferimos la definición dinamórfica del artista
    como irruptor de inéditos espacios, proyecta una
    visión mística de la persona con el
    cosmos…

    Dentro de este círculo hacia la nada,
    radicalizamos nuestra postura en la indagación del origen
    creativo. Mostramos la trayectoria artística de Alberto
    Corazón, Premio Nacional de diseño
    gráfico, como modelo de
    promover la obra desde el principio, pues, sintió que,
    para comunicar, era necesario sobreponerse al discurso de lo
    razonable (romper con esa cháchara que nos empuja a
    atender las razones del otro) y dar voz a la propia sombra, a lo
    que ahogamos en nosotros mismos a pesar ser de lo único
    que nos explica y, claro, justifica. Idea metamorfoseada con
    palabras de su libro Pinturas & Esculturas, 1992-2002. Su
    continua reinvención como artista le conduce a transitar
    la visión del arte como expresión para lanzarse a
    la construcción de la materia como ente comunicacional
    propósito de originalidad dinamorfica. Y original, lo
    explica Paloma Berros en el libro Méjica o el
    espíritu del siglo, tiene dos significados. Significa
    vuelta al origen, a lo primero que engendró todo lo que
    vino a continuación; significa aquello que no ha ocurrido
    nunca antes. En todo caso, lo comunicativo del léxico de
    la dinámica representación se
    promoverá desde una vertiente ancestral.

    Ahora bien, si a Sócrates
    no le interesa las listas de ejemplos (en nuestro caso, dibujos,
    infografías y textos) sino que quiere saber lo que esos
    ejemplos tienen en común. A su juicio todos ellas
    comparten una <<idea>> <<esencia>> que es
    lo que hace que todas las cosas sean virtudes. Pues bien, el hilo
    argumental, en esta ocasión, es el de seguir encauzando el
    dinamórfismo hacia la claridad y hacia una estructura
    semántica armónica entre lo plástico y
    lingüístico.

    Otro aspecto de nuestro fundamento operativo respecto a
    la geografía
    constitutiva de nuestro saber hacer se formara en torno a la
    irrupción de la firma del autor con su obra
    poética. La firma trabaja su obra con aquello que existe
    en el cosmos. Aquí, podemos aplicar el término
    estética derivado del griego que significa
    sensación o percepción. Brekley nos habla de ser es percibir. Esas
    percepciones deambulan en todos los tiempos y por todos los
    espacios y lo único que hace falta es centrar la atención para darles forma.

    La nueva creación registra una nueva
    estética que se enlaza con tradiciones anteriores pero no
    se cierra a la belleza del arte, querer ver sólo la
    majestuosidad en el Partenón. Tenemos que mentar, ahora, a
    la creadora musical nipona Tujiko Nokiko, quien utiliza una
    electrónica naïf, pues comenta que el
    arte es para compartir con el mundo. Del mismo modo, Kosme de
    Barañano, director del Instituto Valenciano de Arte
    Moderno (IVAM), dice que las bienales tienen la visión de
    un comisario o director. Encontramos en la 32ª
    edición de la Feria de Basilea una mirada cristalina y
    transparente de lo que hay: la del mercado, mercado
    libre, con muestras como la de Art Unlimited dirigida por el
    arquitecto y coleccionista Simón Lamuniere dedicada a
    nuevos medios y arte
    digital

    Otra postura acorde con nuestra actitud de
    intencionalidad del creador con sus trabajos será el
    fotógrafo norteamericano Ansel Adams (San Francisco
    1902/1984) que no sólo trasmite el imponente paisaje sino
    también abrió un nuevo camino para la fotografía, el de lo ecológico como
    conciencia
    política.
    De este modo, independientemente de las virtudes plásticas
    de las fotografías, éstas no serían nada sin
    la intencionalidad del autor, en cuanto a su fijación en
    el papel fotográfico de una actitud sobre el
    conservadorismo de la naturaleza salvaje traducida con especial
    sensibilidad y técnica.

    Por tanto, se percibe que cualquier parte de la esfera
    geomorfologiota y en cualquier campo creativo telúrico
    existe la sensación de que las firmas de los autores
    elaboran su obra con herramientas
    en fase expansiva. Con esta dulzura aséptica de la
    argumentación, eclosiona el verdadero personaje
    protagonista de nuestra visión: el lenguaje. Su
    génesis personal se forma con lecturas y un buen oído para
    saber reconocer la voz narrativa.

    Debo insistir, en este punto, puesto que el hombre se
    hizo a través de distintos instrumentos (su trabajo
    manual
    desarrolló sus potencialidades, encontró
    instrumentos ocasionales <<eolíticos>>, es
    decir, están hechos de piedra, por ejemplo, los utilizaba
    el hombre de Pekín, a partir de aquí, surgen
    instrumentos estandarizados). El profesor-investigador del período
    geológico cuaternario de la Universidad de
    Oviedo, Adolfo Rodríguez Asensio nos habla del
    maletín de herramientas del hombre prehistórico que
    en su mayoría eran útiles polivalentes, que
    cumplían cuatro funciones
    básicas: golpear, cortar, raspar y perforar.

    Del mismo modo, los chimpancés usan herramientas,
    son capaces de la guerra y la
    brutalidad. En el uso de los aparejos simples tanto los momo como
    los hombres que se desarrollan su vida en la selva se asemejan en
    su utilización Es decir, no trabajan con tecnología
    moderna humana pero demuestran un tipo de comportamiento
    de construcción y tipo de herramienta. En este sentido,
    los mecanismos que nos diferencian a los seres humanos de los
    animales son
    nuestro cambio
    rápido en la mente, en nuestra tecnología y en
    nuestro idioma. En esta línea de argumentación nos
    la descubre la etóloga inglesa Jane Goodall, la madre de
    los monos, quien sostiene que la diferencia crucial estriba en el
    lenguaje hablado. Entonces, la masa biológica-cerebral
    domina su entorno, manifiesta rugidos (Heder) que son la savia de
    la raíz del lenguaje. En este instante, el hombre consigue
    comunicar. Alexander von
    Humboldt apunta en su proceso
    dialéctico revestido de términos idealistas el
    descubrimiento de la realidad no de la <<verdad>>: la
    realidad creada en el trabajo y con el trabajo, en el lenguaje y
    con el lenguaje. Por lo tanto, vivimos en un periodo en
    búsqueda de hallar la voz virtual.

    Los nuevos dominios proponen una lexicografía
    minimalista-conceptual desde donde debemos elaborar nuestra firma
    dinamórfica. El filólogo-académico
    José Manuel Blecua habla de que lo experimental se
    encuentra en unas fronteras borrosas, de esta forma, la innovación tiene que ser constante, porque
    lo que innova la lengua es la vida, la vida innova cada
    día.

    Desde otra óptica, Ernst H. Grombrich,
    crítico de arte, dice que detrás de cada principio
    existe un <<érase una vez>>. El cuento del
    creador comienza, tal vez, con el hombre de la caverna, quienes
    creían que si pintaban sus imágenes
    en la pared, utilizaban una piedra de hematites (localizada en
    nuestra región asturiana en la zona de Candamo), un
    mineral de hierro que le
    servían a los hombres prehistóricos para sus
    dibujos en la cueva, los animales acudirían enseguida,
    algunas teorías
    antropológicas afirman que es el nacimiento de la Magia.
    El catálogo de 1984 en Gijón editado con motivo de
    la exposición del escultor Vaquero Turcio escribe
    <<durante mucho tiempo, las tablas y los lienzos pintados
    fueron la puerta de un mundo que "estaba más allá"
    >>. Aquella alquimia continua a través de otros
    medios.

    En la actualidad, la fotografía se ha incorporado
    a los museos, se la considera arte, con la misma intencionalidad
    los artistas con las firmas en sus obras eclosiona el arte
    digital en la escena artística. Tanto uno como otro
    comunican pensamientos y/o sentimientos a través de un
    medio físico. Sol Lewitt, expone en Photoespaña,
    tiene como punto de inicio su pensamiento artístico en
    Mybridge, con relación al movimiento y
    se familiarizó con los estudios de Monet en torno a la
    incidencia de la luz sobre los objetos. Rescataremos de este
    autor minimalista y conceptual estadounidense su
    afirmación de que el arte es un campo infinito en
    armonía con nuestros postulados dinamórficos y su
    recomendación de utilizar el color como una
    herramienta más para hacer arte.

    En este sentido lumínico, Francisco Iturrino
    expone con Picasso, mano a mano, en la parisina Galería
    Vollard, en 1901. El perspicaz e intuitivo galerista se percata
    de la moderna valía del santanderino. Éste ya
    conoce, pues, a uno de los grandes <<monstruos>>
    artístico. Pero, la sana y profunda rivalidad entre
    Picasso y Matisse sería, a la postre, muy positiva para
    Iturrino. Sus convicciones estéticas tenían, por
    fuerza, que
    reconvertirse hacia una fórmula figurativa más
    comprensible respecto a la que trabajaba el desafiante
    malagueño. En Iturrino la estructura compositiva se centra
    en la suave esencialidad del color. De este modo, se queda
    más en el concepto decorativista matissiano de la
    arbitrariedad cromática. Una característica
    constante del trabajo de Iturrino, algo esencialmente matissiano,
    es: <<para mí, el asunto de un cuadro y el fondo de
    ese cuadro tiene el mismo valor (…)
    ningún punto es más importante que el
    otro>>.

    Como comenté que, en párrafos anteriores,
    conocí el dinamorfismo, en un principio con el adjetivo
    simbólico, soterrado en el año 1996 con una postal
    que proclamaba "El otro idéntico…". No asistí a
    esa exposición en la Galería Altamira de
    Gijón. Sin embargo, su autor me entregó la
    invitación convencido de que generaría un efecto,
    así pues, desde ese día la conservo en mi
    escritorio. En aquella época no tenía
    vocación de creador infográfico ni mucho menos de
    involucrarme en la aventura de investigar una atrevida
    teoría humanística desde el campo artístico,
    científico, experimental, filosófico…

    El hacer creativo mantuvo su estrella hacia el encuentro
    con diversas personas que asentaron la base para el disfrute de
    esta elaboración teórico-practica. En estos
    momentos de certidumbre, supe rápidamente que era lo que
    tenía que hacer, asigne tiempo para reflexionar y trabajar
    en su concreción. En breve tiempo, configure mis ideas.
    Mantuve una secuencia inninterrumpida de episodios lectores
    entrelazados con el diseño visual tanto de dibujos como de
    infografías, demás de la elaboración de las
    palabras acreditativas del proyecto. Me
    esforcé con regularidad a copiar los datos para crear la
    atmósfera
    seductora de nuestra cosmovisión. El enfoque cogió
    cuerpo, la melodía entre las imágenes con las ideas
    se identificaban con un suave swing, la obsesión
    picassiana me liberaba de los tormentos de no hallar soluciones a
    las diversas trampas cotidianas, pues bien, la sincronicidad
    piagetiana de pautar pensamiento y acción me
    procuró las energías para ahondar en la simplicidad
    de las formas con el fin de hacer una semántica visual
    generativa dinamórfica. Así pues, coincido con
    Gerard Deledalle cuando subraya el fundamental componente de
    comunicación que existe en todo hecho
    cultural. Por lo tanto, con esta actitud de trabajo significaba
    una regulación de enunciados acordes con el instrumento de
    apertura tramitador de la esencia dinamórfica.

    Aparece, aquí, uno de los problemas
    intelectuales
    más comprometido que es, qué hacer con ese conjunto
    de datos tan enormes para la composición teórica.
    No se trata de manejar el ordenador sino de mantener la capacidad
    de crítica ante los datos, ver qué hace falta y
    qué sobra: con un lápiz y una mesa sirven. En esta
    línea de trabajo dirigí, en una primera
    aproximación, la economía de mi
    esfuerzo, antes de elaborar el resto del material, había
    diseñado parte de los dibujos con tinta y carboncillo con
    la finalidad de partir de cero en la construcción de
    piezas con el pincel electrónico <<mousse>> y
    sentir el proceso de desconstrucción de la forma original
    para adquirir la epifanía de la creación
    presentados en este libro.

    En esta declaración de intenciones propongo
    indagar en las fuentes
    clásicas bajo la necesidad de singularizarse. Y
    además, en esta exploración subyace la idea de una
    regresión a los orígenes para depurar las
    habilidades y sentimiento en la búsqueda de las
    raíces de la creación. Respecto a los trazados con
    el lápiz encontré racionalidad, claridad y medida.
    Estas cualidades se reflejan en la tabla de la Crucifixión
    del Altar de Isenhein del puro, católico, austero y
    profundo artista Matthias Grünelwald en
    1510/1515.

    En esta dirección me centré más en la
    figura que en el color tanto en la vertiente del dibujo del
    natural como las composiciones infograficas. Las imágenes
    ejecutadas en claro y oscuro atisbaban hacer una lectura
    constructiva dinamorfica. Cada pieza dialoga, es decir, debe de
    existir un sentido de responsabilidad del habla como norma comunicativa.
    En este ángulo narrativo, los conceptos hablar y hacer
    (creación sobre soporte tangible) serán
    sinónimos. En esta senda de formación de una
    conciencia propia salta la idea disonante del psiquiatra Carlos
    Castilla del Pino. Éste nos induce a construir nuestra
    personalidad
    con un yo reflexivo. Aquella se descubre en los relatos del
    diván. En este objeto, nosotros contáremos nuestra
    historia
    clínica que será una narración donde
    hallaran nuestro verdadero yo. Sin embargo, desde nuestra
    perspectiva diferimos ese ser uno mismo novelado
    psiquíatricamente, pues, jamás te
    manifestarás <<realmente>>, actuarás en
    otro contexto y con otros personajes que perturbaron tu
    razonamiento.

    Para nosotros, esa novela freudiana
    no se mostrará igual que el yo-autor de la teoría
    según la cual la composición de pieza literarias se
    asienta en una polifonía de voces. Mientras que en
    la novela del
    paciente aparecerá una voz adaptada al medio
    orgánico tan imaginativa que no podrá transcribirla
    a papel, es decir, dos seres biológicos aceptando
    deliberadamente el rol marcado, quienes lucirán todo tipo
    de arsenal de señales
    indicativas de su función,
    nuestro constituirse dinamórficamente se fragua en la
    nitidez de la imagen y voz
    interior clara que nos permitirá, eso sí, como
    sugiere el académico, modelar una persona asentada en la
    acción reflexiva.

    En este punto, desde nuestra óptica, la
    acción reflexiva proviene tanto del ámbito visual
    como lingüístico. Se configura de forma instrumental
    en contacto con el medio. Ahora bien, acotemos los espacios donde
    prolifera el desenvolvimiento del ser humano. En esta senda, los
    expertos, en la actualidad, se preocupan por las consecuencias en
    la
    comunicación verbal del uso del teléfono móvil. El psicólogo
    José Luis Zacagnini, en el seminario de
    nuevas tecnologías, nuevos lenguajes, señala que la
    utilización del teléfono celular por parte de la
    juventud se
    sitúa dentro de la teoría del <<bienestar
    psicológico>> y de una necesidad comunicativa
    especial. Asimismo, el filósofo José Antonio Marina
    coincide en que la clave del éxito
    es la puesta en marcha de una hermandad virtual.

    En principio, por principios, rechazo tal nomenclatura, el
    motivo lo presentaré a continuación con la
    siguiente conclusión de los estudiosos del fenómeno
    social quienes se inquietan del <<abuso>> de iconos,
    imágenes y mensajes telegráficos de los
    jóvenes, pues, dicen que corren el peligro de
    empobrecimiento de la expresión escrita que tampoco
    comparto. En cambio, afirmo que una determinada capa de la
    sociedad desarrolla una <<virtual red de intercambios
    simbólicos>>(estudios del Mead, interaccionismo
    simbólico) como toda jerga ( El jarama de Sánchez
    Ferlosio) se debe conocer para participar. Del mismo modo,
    independiente de aplicar su uso y su simpleza aparentemente
    formal, tenemos que aceptar tal medio de comunicación
    puesto que servirán de pilares para nuevas
    incorporaciones.

    Dicho con dos palabras, si existe un actual
    empobrecimiento del lenguaje como herramienta de
    comunicación e instrumento creativo sentencia Guillermo
    Cabrera Infante, Premio Cervantes en
    1997, que aparecerán otras vías de invención
    del lenguaje. Lo cual demuestra que está vivo, en
    permanente transformación. En el Congreso Internacional de
    Historia de los Conceptos organizado por la Universidad del
    País Vasco (UPV) en su quinta edición, el profesor
    Melvin Richter, de la Universidad de Nueva York (CUNY),
    sentenció que no podemos controlar lo que hacen las
    personas con el lenguaje. Se ha intentado más de una vez
    limpiar la lengua y crear conceptos unívocos, pero siempre
    se ha fracasado. Por último, con esta serie de
    razonamientos nutrimos nuestras sipnasis culturales para tener
    presente que Pablo Picasso se convirtió en icono de la
    sociedad al manejar un lenguaje universal.

    En este contexto, con la finalidad de fomentar actitudes
    acordes con nuestro tiempo, escuchamos la voz de Mario Bunge,
    entre otros títulos, Doctor Honoris Causa por la
    Universidad de Salamanca, cuando aconsejó que quiera comer
    huevos, que alimente a sus gallinas y sigue advirtiendo que
    nuestra cultura se caracteriza por su dependencia de la
    investigación básica, y si se detuviera por falta
    de vocaciones, fondos, censura ideológica o decreto,
    nuestra civilización se estancaría hasta
    convertirse en barbarie. Concluye el filósofo
    científico que somos producto de
    una educación. En esta opción de encontrar
    investigadores sociales, nos fijamos en el científico
    norteamericano John Forbes Nash, premio Nobel, al señalar
    que la racionalidad de pensamiento impone límites a
    la persona en su relación con el cosmos. Este
    matemático cuya lógica
    no le impidió atenuar sus estados de
    esquizofrénicos si desarrollar una teoría clave en
    las Ciencias
    Económicas lo incorporamos para definir el término
    dinamórfico de la estrategia de
    juego suma cero hasta alcanzar el equilibrio de
    Nash.

    También, atendemos a las investigaciones
    de Juan Carlos Rodríguez, I Premio de Ensayo Literario
    Joseph Janés, quien acomete una nueva interpretación del Quijote. En su libro,
    desentraña el principio del inconsciente ideológico
    base para constituirse dinamorficamente. Este catedrático
    de la Universidad de Granada nos cuenta que el yo es un producto
    de la coyuntura histórica en que se nace.

    A raíz de su estudio, analiza la sociedad donde
    constata que surge el animismo, de la descomposición del
    sistema feudal, en contraposición al organicismo. A partir
    de aquí, se metamorfosea la individualidad del sujeto,
    configurada por el órgano social al que pertenece desde su
    nacimiento, en un ser individual, empieza a considerarse un
    sujeto libre y dueño de su propia vida. Sin embargo,
    tampoco, halla la libertad,
    pues, aparece con el nuevo capitalismo.

    El yo se fragua de tensiones históricas. En estas
    batallas se aplicaran estrategias con
    el fin de que se constituya el yo de la dinámica forma,
    fruto de la coyuntura positiva en la que habita desde el germen
    de su fecundación. El arranque de la primera
    persona del singular en un ser facultativo de su elemental
    responsabilidad se fundamenta en un personaje innovador nutrido
    de múltiples máscaras. Abordemos esta tesis desde
    el viaje, al centro de la <<radical historicidad >>,
    del Quijote.

    El hidalgo Quijano, hombre de carne y hueso, sujeto
    libre desde su origen, construye un personaje "don Quijote", se
    enfunda la máscara de "caballero andante" y se hace
    acompañar por su razón Sancho Panza (éste,
    tal vez, sea parte del sentido común del que nos habla
    Hannah Arendt. Además, esta autora afirma que sin
    él no se construye el futuro) quien señala <<
    dos linajes solos hay en el mundo, como decía una
    agüela mía, que son el tener y el no tener
    >>.

    En este ejemplo, nos adentrará en la
    preposición de que la cervantina prosa de la literalidad
    de lo cotidiano nos constituye como personas sociales acordes con
    las pautas dirigidas a modificar la estructura germinal de
    nuestro devenir. A tal efecto, comentamos que Miguel de Cervantes
    Saavedra nos narra los componentes de la acción diaria de
    su protagonista. En el capítulo IX de la primera parte, se
    advierte un factor básico del constituirse como ser
    humano. Es el elemento del inconsciente
    ideológico.

    Sigamos el trazo de la exposición precedente, en
    este instante, al escritor se le acaba la tinta creativa para
    reanudar su discurso caballeresco, con este propósito,
    recurre a la compra de un manuscrito. Es un autor moderno,
    negocia su propio texto en el
    mercado.

    Este acto social desemboca en el cauce funcional de
    términos, a priori, integrantes de nuestra razón de
    ser. Brotan las ideas de constituirse, del juego
    estratégico, la máscara catártica, la
    asociación del autor con su firma.

    Referente a esta última, el escribano de la
    Mancha es un creador actual, conoce las reglas de juego
    económico, las inserta en su propia creación y
    participa en su estrategia condicionado por dos motivos. Uno, a
    saber, le sirve para continuar los diálogos de besugo
    entre la imaginación desbordada y la racionalidad
    hambrienta, el otro, es consciente que su esfuerzo creativo se
    encamina con el propósito de vender la totalidad de
    ejemplares editados. Esta simbiosis textual, donde el comercio anida
    en la materia narrativa enlaza con nuestra sugerencia de que el
    artista señala con su rubrica el sentido de sus
    composiciones. Y Cervantes se mostró lucido en cuanto a la
    finalidad de la creación tanto como guía de
    acción como medio de prosperidad.

    Finalmente, este libro pretende ser una herramienta
    didáctico-conceptual de las consignaciones genéricas para acercarse a
    un compromiso con la evolución progresiva del ser actuante en
    un medio dinámico y fructífero en señales
    imprescindibles para identificarse con nuestra propuesta. En
    primer lugar, y como límite de la exposición
    general, en esta caja de instrumentos tenemos que definirnos
    nuestra concepción de personas, para ello, nos remitimos
    a una visión gestáltica donde concebimos cada
    carácter como una equivocación el
    cual se debe corregir a través de la catarsis
    creativa dinamórfica con el fin de constituirse en ser
    humano.

    Picasso
    dinamórfico.

    Por el mundo se habla de Málaga como del Portal
    de Belén de la pintura. Nace
    Pablo Picasso. En su primer viaje a París convive en el
    estudio que Isidoro Nonell posee un Motmatre. Vuelve a Madrid. Se
    trata con la Generación del 98. Deambula por la capital,
    absorbe la plasticidad de lo visible. Se aloja en las tabernas
    con Azorín, Baroja, Palomero… Desahoga su genial
    creatividad en
    su revista, Arte
    joven. En 1901 vuelve a Barcelona y se va a París donde
    inaugura en primavera su primera exposición con Francisco
    Iturrino, captador del paisaje urbano parisiense. Influyen
    entonces en el malagueño, Toulouse-Lautrecc y Gauguin. En
    Navidad vuelve
    a España.
    Está en plena época Azul (guache, pastel,
    acuarelas). Al final de 1902 vuelve a París. Vende todo lo
    que posee por 200 francos para alimentar su
    Nochebuena.

    En los primeros días de 1903 regresa a
    España donde permanece todo el año. En este
    momento, que es maestro en el fijar la realidad de lo
    inconcebible, creador de El ciego, la obra cumbre de esta
    época. París le atrae en 1904. La Época Azul
    entra en la hora circense. Comienzan los señores Steim a
    coleccionar "Picassos", se aproxima el mecenas Beber de Lugano,
    aparecen en escena Vollard, Tschoukine y Morozoff.

    En su estudio clava Grecos. Viaja a Holanda en 1905 y
    camina hacia la Época Rosa. Pasamos al año 1907
    donde quiere oponer el arte negro al arte griego. La palabra
    cubismo va a
    sonar.

    En el fondo, la aspiración del cubismo es
    disciplinaria, procurando que hubiera en pintura algo más
    que rebeldía, algo construido sobre la rebeldía.
    Huyen de la naturaleza. Lanzan la idea de que el arte debe ser
    <<crear>>, no <<imitar>>. La vista
    deforma la visión. Así parados en el nacimiento de
    dos raíles, los vemos converger en el horizonte cuando no
    llegan a dejar de ser paralelos. Sostienen que la verdad del
    espíritu ha sido siempre opuesta a la de los sentidos.
    Decían que el objeto, más que mirado, es
    transustanciado. Confesaban que <<no queremos sino hacer
    cosas que no imiten nada, sino que creen nuevos tapices
    geométricos y constructivos>>.

    En este punto de morfogénesis del cubismo,
    Ramón
    Gómez de la Serna, lo recrea con el diálogo de las
    ostras. Tal vez, en este ejemplo del escritor del libro Ismos
    podamos sacar la consecuencia de que a parte de tener gusto
    (estética = belleza) sobre un tema, en este caso sobre el
    cubismo, se debe procurar entender (por lo menos comprender que
    existe).

    Entra en la geométrica textual Ingres, el pintor
    de la Odalisca, que la tendencia cubista lo eligió por su
    <<deformación expresiva… es el más grande
    de los deformadores realistas>>explica Lhote.

    Aparece mi amigo Delacroix, el revolucionario de las
    barricadas, siente el fervor rebelde más que el fervor
    pictórico. Con su pintura divisionista es precursor del
    impresionismo.
    <<Yo sé mi cuadro de memoria antes de
    pintarlo>> solía decir con frase romántica.
    También llegó a decir que la naturaleza es
    sólo un diccionario
    donde ir a buscar las palabras.

    Luego, Coubert, y más tarde Monet, con su
    Almuerzo en el campo, influye el impresionismo con Berta Morisot,
    Renoir, Pisarro, Sisley, y Cézanne.

    El 15 de abril de 1874 en el número 35 de
    boulevard des Capucines de París, todos ellos, participan
    en la primera exposición impresionista inaugurada en los
    salones del célebre fotógrafo Nadar –el que
    retrato a Baudelaire– que iba a pasar a la historia de la pintura
    europea, y en esa muestra, y por el
    cuadro de Claude Monet titulado "Impresión: sol saliente",
    surge su título de Impresionistas. Según Duret
    estos han sido los primeros que han mirado la naturaleza de
    frente, sin interponer entre ellos y sus modelos los
    dogmas, los principios escolásticos. Los pintores
    impresionistas pintan la luz. Pintar lo que se ve tal como se ves
    es un enunciado escueto como principio fundamental de la
    estética de este grupo.

    Gauguin, al margen de ellos, presiente, se va a
    Tahití. Vicent Van Gogh se lanza a la
    descomposición del color, llena la cabeza de girasoles.
    Esta volcánica personalidad inicia el expresionismo,
    la distorsión deliberada del natural como método de
    elaboración del mensaje visivo. Es una actitud que tiene
    raigambre histórica en el romanticismo y en
    el gótico, en el Greco y en el Goya de las pinturas
    negras… El joven Picasso es el más alto exponente
    español
    del expresionismo en España.

    En la espontaneidad de Renoir habrá momentos en
    que se distancie de su misión,
    osciló entre una actuación dibujística y un
    deslumbrante derrame sensual de color; por el contrario,
    Paúl Cézanne sabe cual es su dura
    obligación: el Maestro. Con su trabajo pictórico
    crea arlequines que serán los que guiaran los primeros
    arlequines picasianos. Él quiso construir
    oponiéndose al realismo
    copista y meramente visual de su tiempo. Cézanne es el
    verdadero padre del movimiento cubista. Se propuso rehacer a
    Poussin del natural. La voluntad de enlazar con la gran
    tradición del clasicismo francés, hecha de claridad
    y razón, de <<cartesianismo>> no podía,
    ser, más explícita. Para ello, procede a un
    análisis de las variaciones tonales,
    organiza el cuadro con coherencia interna, le dota de una
    estructura sólida y durable.

    Este recorrido histórico-artístico sobre
    la trayectoria cubista picassiana fomentará los
    planteamientos plásticos
    de la corriente dinamórfica. Estos creadores de color y
    geometría impulsaran las nuevas obras
    dinamorfizadas con la convicción de que el arte ha sido,
    es y será siempre necesario.

    En este punto crítico, afirmamos que Picasso se
    constituye en dinamórfico. Este aprendiz de brujo capta la
    poética de una época representada en el arte
    simbolista. Con esta aproximación a una etapa concreta del
    pintor de la vie incidiré en una obra de ese periodo.
    Contaré el germen de su creación con la que lo
    inscribiremos en nuestro territorio alado. La incursión de
    la narración provocará una pequeña
    digresión temporal y espacial para delimitar las
    coordenadas de su elección personal y la toma de
    decisiones artísticas antes de construir la pieza
    referida.

    En 1897 en Barcelona, Pedro Romeu fundó la
    taberna Els Quatre Gats y Picasso no tardo en convertirse en uno
    de sus habituales, donde empieza a adquirir una base para
    desafiar la conciencia burguesa. En 1904 se instala en Paris,
    visitó la retrospectiva de Seurat, una muestra de postales de
    Redon y la exposición conmemorativa de Gauguin que le
    influyen como artista.

    Ahora, como todo artista, debe escoger, a Picasso se le
    presentan las varias manifestaciones visuales, entre la
    encabezada por su admirado Burne-Jones y Aubrey Beardsley y, la
    otra, quienes ejercieron su influencia con sus retratos del
    realismo urbano francés con nombres como Steinlen y
    Toulouse-Lautrec. Esta ascendencia simbolista se reflejara en su
    primera época parisina. La obra fundamental a la que
    aludimos es la Cortesana con collar de piedras preciosas, la
    raíz de su composición la hallamos en una de las
    demi-mondaines de Lautrec, con su estudio provoca un nueva
    hermenéutica de la femme fatale
    contemporánea. La ruptura intencional en la trayectoria
    expositiva de los hechos confirma nuestra tesis << Picasso
    dinamórfico>>.

    La utopía del
    sueño

    El arte es el gran testigo del mundo. Aquél es la
    amenaza de su tiempo. Esta introducción se verifica en el
    siglo XX con el Cubismo. Este marco es una audaz idea de lo
    moderno: el arte debe <<crear>> no
    <<imitar>>. Su precursor adquiere carácter
    omnipresente. Fue Pablo Picasso. Según Francois Truffoutt,
    con sus cuadros simboliza la conciencia cultural de los
    intelectuales europeos de la Segunda Guerra
    Mundial. Esta corriente estética, como comentamos ya,
    se fijo en Ingres, puro clasicismo, quien predijo << el
    dibujo es la honestidad del
    Arte>>. En esta ocasión, esta proclama nos asegura
    la creación de esta geografía de trabajos sobre el
    pintor del Guernica.

    De tal modo, empecemos por el principio. Repasemos la
    idea del argentino Mario Bunge de reclamar nuevas cosmovisiones
    para modelar el mundo. Desde el dinamorfismo damos la oportunidad
    al hombre para que pueda hacer arte con el tiempo y no
    sólo en el tiempo. A partir de aquí,
    esbozaré la idea de que una misma figura (en este caso,
    Pablo Picasso) que otros artistas con su tiempo, es decir, con
    métodos y
    técnicas acordes a su época, han
    modificado para resaltar la emotividad expresiva de la
    plasticidad visible de quien se convierte en el epicentro de
    nuestro manifiesto.

    La secuencia de autores que mencionare les llevo a la
    descomposición geométrica de las formas desde donde
    elaboraron, entre otros temas, multitud de retratos, así
    como, el mismo pintor malagueño hizo sus autorretratos.
    Desde nuestra perspectiva, sugerimos averiguar la esencia de la
    forma para alumbrar la figura.

    Ahora, retomemos a Ingres quien afirma <<es
    necesario caracterizar a la caricatura>>. De esta manera,
    conquistan el campo vacío del porvenir los dibujantes que
    enumero por orden cronológico de sus obras. Ismael Smith,
    quien tenía un raro talento de pintor retratista entre
    1910 y 1914, conoció al genio español. Le hizo un
    extraño retrato a tinta fumando en pipa y
    reseñó en el apunte <<Pablo Picasso,
    1912>>. Asimismo, podemos contemplar en el libro de Ismos
    de Ramón Gómez de la Serna otro retrato de Picasso
    realizado por Cuoteau en Roma en 1917
    también con pipa como en el anterior. En la misma documentación ramoniana encontramos
    autorretratos de Pablo Picasso en su juventud o los veinte
    años de Picasso por Casas. Todos estos apuntes crean la
    atmósfera anunciativa de la morfogénesis del
    cubismo en la obra de Manolo Valdés quien aplica en su
    trabajo el modelo de autorretrato, París primavera 1907,
    para el diseño de la portada de la revista Descubrir el
    Arte, Abril 2003 en el especial Picasso. A los treinta
    años de su muerte el
    pintor sigue vivo.

    En el séptimo año del siglo veinte vive
    con <<la belle Fernande>>, trabaja impetuosamente en
    su estudio de Bateau Lavoir, situado en un edificio colgado de
    las faldas de la Butte de Montmartre, mantenía la llama de
    <<la Bande à Picasso>>, <<…
    apollinaire, Max Jacob, Salmon…¡Menuda
    aristocracia!>> este recuerdo del pintor malagueño
    lo escribe, cincuenta años más tarde, la escritora
    Hélène Parmelin. También, asisten, a su
    caótico espacio de creación, sus amigos
    españoles, entre ellos, eran los miembros pertenecientes
    al grupo catalán de Els Quatre Gats, Ramón Pichot
    regente con su esposa Germaine -causa inconsciente del suicidio de su
    amigo Carles Casagemas- del restaurante <<La Maison
    Rose>>, los escultores Gargallo, Casanovas y Manolo.
    Además, participaban en la Tertulia de Picasso el escritor
    italiano Ardengo Soffici como los escritores vanguardistas
    alemanes conocidos como los dôminiers –se refiere al
    Café du
    Dôme- a la cabeza Wilhelm Uhde, Richard Gotetz … Por el
    contrario, sus marchantes Abroise Vollard o Daniel-Henry
    Kahnweiler no se incluían dentro de la velada, no
    obstante, el pintor expone los sábados en los salones de
    Gertrudes Stein y acude a su mecenas Leo quienes si
    intervenían en su círculo de cruces creativas. En
    este ritmo de encuentros, los incondicionales de Henry Matisse
    tanto André Derain como George Branque conectan con la
    mirada seductora del andaluz. Esta inversión de tendencia erupciona un cambio
    de perspectiva en el taller, del inventor de la
    descomposición geométrica, en su puerta
    escribió en tiza <<Rendez-vous des
    poètes>>, como consecuencia del predominio de
    poetas, por <<Rendez-vous des peintres>>, a una
    dimensión pictórica. Se fusiona la unión
    espiritual Picasso-Branque. Éste transmitió a
    aquél el interés
    por la matière. Asimismo, le guío en el manejo del
    color como un elemento estructural en vez de un manantial de
    luminosidad. Señaló Uhde del primero
    <<sombre, excessif, révolutionnaire>> y del
    segundo <<clair, mesuré,
    bourgeois>>.

    Esta excursión por la cartografía del genio sirve para confirmar
    que se debe hacer arte con el tiempo. Para ello, seré
    incisivo en la sucesión de metamorfosis de la realidad con
    la obra Autorretrato, coetánea del mismo autor de las
    Señoritas de Aviñon con la que irrumpe en la escena
    artística mundial. Estamos en puro acto
    dinamórfico, donde el malagueño Picasso se
    inspiró en la escultura ibérica y africana para
    remarcar su fisonomía; a continuación, el
    valenciano Valdés limpia la escala
    cromática para realzar claridad de las formas
    geométricas. Finalmente, los elementos gráficos de este estudio de las claves
    dinamórficas atenúa la luminosidad para incidir en
    la expresividad geométrica de las formas. Estas cuatro
    fases visibles nos señalan con la firma de cada autor
    donde acentuamos la realidad espacial con su tiempo.

    Por otra parte, si ahondamos en este encuentro con
    nuestro tiempo nos permite la posibilidad de contemplar otra
    forma de concebir el sueño. Puesto que toda obra emana de
    los sueños más profundos desde la óptica
    dinamórfica propugnamos que esos arañazos de
    realidad se construyan en la dimensión de un perpetuo
    sueño estético dinamizador con su
    tiempo.

    La firma, el sentido femenino del destino

    Picasso con su firma en sus cuadros, desde el
    ámbito del proyecto estructural del dinamórfismo,
    establece la dirección de su sentido al ser flechas que
    señalan al "autor" con su tiempo.

    Francisco Goya, refleja este enunciado, pues, pervive a
    lo largo del tiempo por ser uno de los primeros artistas que puso
    en tela de juicio su mundo y cuanto le rodeaba empleando el arte
    para manifestar su compromiso -político, ético e
    intelectual- con su tiempo. Mención su Autorretrato de
    1771-1773, en este discurrir dinamórfico, por su mirada
    que nos interpela a cada uno de nosotros a que nos comprometamos
    con nuestro tiempo para que se imponga la razón y brillen
    las <<luces>> de la humanidad.

    A través de este planteamiento concreto de un
    artista y su rubrica apelamos a una gramática estética de la humanidad.
    En particular, proponemos un léxico regido por conceptos
    visuales en relación con las voces generativa de la
    dicotomía consciencia/inconsciencia.

    Nos apresuramos a comentar, en este punto, que vivimos
    en una sociedad electrónica donde nos dirige con
    formulaciones binarias. El concepto arranca de la postura del
    procesamiento de información que parte de la base de la
    teoría de la construcción del equipo duro del
    ordenador el cual se divide en un funcionamiento de patrones
    binarios (0,1), es decir, ideas acordes con nuestro entorno
    blanco/negro.

    Esta gramática estética dinamórfica
    se engloba dentro de la raíz Kantiana de finalidad sin
    fin. Sus reglas compositivas se enumeran bajo la premisa: Vanesa
    Beecroft, 1969 << me interesa la diferencia entre lo que
    había previsto y de lo que realmente sucede>>. En
    este contexto, fenomenológico se inserta el fundamento de
    nuestras razones para actuar. Por tanto, el irruptor
    dinamórfico acentúa sus acciones
    dentro del campo isomórfico. Este comportamiento se
    detecta en el ejercicio de las instalaciones de Spencer Tunik,
    1967 << creo formas abstractas a partir del material
    básico del cuerpo
    humano>>.

    En este ejemplo, comprobamos la correspondencia
    biunívoca entre los distintos elementos (artista/obra,
    creador/participante, físico/mental…) Aseveramos que los
    simbiontes constituyen los esbozos paratácticos de la
    formación de la persona (poética/legal). Esta
    distinción dual la extraemos del libro "Sobre el
    fundamento" de Ignacio Gómez de Liaño. Y en los
    mismos textos encontramos otro término armónico con
    nuestra definición general de la naturaleza del ser
    dinamorfista.

    Nuestra personalidad debe descubrir acomodo en toda
    multiplicidad de vivencias, para ello, ha de darse un proceso de
    habilitación con carácter formativo en el que la
    materia debe ser plástica, modelable y configurable.
    Aquí hallamos las coordenadas para el enriquecimiento de
    nuestro discurso lingüístico en el que comprende el
    instrumento conceptual biotécnico como, este caso lo
    circunscribimos a un paradigma, el
    photoshop
    (estos programas con los que manipulamos las imágenes son
    tanto una herramienta como un medio de expresión cuyo
    lenguaje nos encauza a dialogar con la grafía de los
    iconos).

    El programa es el
    órgano constructor de nuestros mensajes. Pongamos un
    ejemplo del artista norteamericano Christopher Wool. Éste
    adoptó el estilo << All overs>> de la pintura
    de los años 50/60. Operó con distintas
    técnicas desde dripping de Jackson Pollock también
    hizo un recuerdo a Andy Warhol y, por último, con letras
    de molde, adaptados al formato de cuadro, que
    paradójicamente –por muy estereotipado y
    anónimos- se convirtieron en la firma de Wool.

    Esta marca del autor
    nos indica la ruta multidisciplinar con su tiempo en el juego
    visual de fomentar estrategias en las que el sustantivo delimite
    sus decisiones en función de suma cero. Esta
    abstracción se ejemplifica en sí, pues, su misma
    estructura discursiva aplica una proposición
    dinamórfica de abrir nuevos vínculos para acceder a
    la raíz de los conocimientos quienes sustentan la
    acción utópica de la signatura del innovador. Wool
    lo identificamos con un planteamiento conciso, sus letras de
    molde, se convierte en modelo en que otros creadores deben poner
    el acento con la finalidad de explorar su destino.

    Este supuesto lo ejemplifico gráficamente con la
    figura femenina, un aspecto que marco el destino de las obras de
    Pablo Picasso con su firma. Su madre insinuó que
    llegaría a Mariscal si se lo propusiese, una hermana suya
    le hizo sucumbir en periodo del letargo constitutivo en su
    formación, a su primera mujer le
    recordó que era español y eso significa una
    tendencia a la tristeza, a su mujer fotógrafa… le
    inspiró… y a sus otras mujeres…

    En contraposición a nuestro planteamiento
    teórico detectamos que en 1916 en Zurich de la mano del
    poeta Tristan Tzara y del escultor Hanss Arp nace el movimiento
    Dadá en el Cabaret Voltaire. Dos
    años, más tarde, se une Marcel Duchamps, Francis
    Picabia y el fotógrafo Man Ray. La intencionalidad del
    grupo era destructora, perseguían una provocación
    continua en sociedad. Un arte provocación. Un arte
    anti-arte. Una contradicción artística es
    Dadá. A esta conclusión, se llega por la vía
    de Picabia que le mueve un espíritu de destrucción
    o por el trayecto de Duchamp que le preocupaba el compromiso
    entre el artista y la obra. Éste crítica toda
    concepción artística basada en la tradición
    temática del arte occidental y la igualdad
    establecida entre obra y artista; hasta el punto de que la obra
    es valorada por la firma del autor.

    El sentido femenino de la firma lleva, tal vez, en un
    arrebato de múltiple inconsciencia existencial a
    encuentrar el nexo que trenza su carrera, por ejemplo, en nuestro
    autor Pablo a suprimir el apellido paterno Ruiz y a reconocerse
    con el materno Picasso que, finalmente, señala la
    dirección de sus obras.

    Máscara
    catártica

    Desde las profundidades analíticas del
    dinamórfismo, si consideramos la catarsis un concepto
    galvanizador de la función motivadora de la
    creación artística que pretende ejercer la
    liberizacción fisiológica, emocional y
    psíquica del ser humano a través de su actor
    principal ("creador"). Para que se produzca la acción
    catártica, desde nuestra concepción, necesitamos
    un personaje; éste entendido como máscara en el
    teatro del
    Universo que representa a una persona quien no puede sustraerse
    de su última responsabilidad. Aquélla incorpora
    la obra de arte (el mundo, un ejemplo ad hoc será el
    planteamiento wahoroliano con sus cajas brillo) para encontrar
    el juicio estético kantiano (o bien, configurar nuestra
    cosmología como la expresa el filósofo
    Orígenes Xto. equivalente a logos) inmerso en la
    variación morfológica de la naturaleza (para
    ello, observamos que Inmanuel kant acepta al jardinero de
    Versalles quien cuidaba las multiformes contrapuestas de los
    Jardines florales que mandó construir Luis, Rey Sol).
    Del mismo modo, Goethe dirige la atención a una gama de
    fenómenos naturales, pues, mantiene su intuitiva
    creencia en la Unidad de la Naturaleza. Publicó un
    trabajo, entre otros, sobre la metamorfosis de las plantas

    En la actualidad, podemos contemplar distintas
    transformaciones de las diferentes dinofamilias con la
    técnica Infográfica. De cualquier manera, si nos
    fijamos, por ejemplo, en la huella táctil de un
    dinosaurio; ésta nos envía (latente y/o
    manifiestamente) multitud de señales cuya función
    simbólica los humanos debemos descubrir (Gary Hill, 1951
    <<De todo lo que es visible existe una copia, que
    está oculta>>. El hilo conductor de este
    análisis es entretejer unas ramificaciones
    técnicas, (conceptos prácticos, la moneda "este
    argumento se basa en la formulación mostrada por el
    filósofo asturiano de talante renovador Gustavo Bueno
    Martínez en su opúsculo ¿Qué es la
    ciencia?") , es decir, la huella simbólica nos
    permitirá indagar en la idea de que el ser humano vive
    en un estado de
    reprensión a consecuencia de que no halla el camino para
    descifrar las distintas manifestaciones
    triásicas.

    En este curso proposicional, desembocamos en la
    teoría dinamórfica de la catarsis creativa. Sigmud
    Freud en su
    anhelo de prestar oído a los procesos eternos de la
    naturaleza nos permite averiguar la teoría de la
    intencionalidad de la conciencia de su maestro Franz Brenato.
    Ecos de su propuesta de acto psíquico como acto
    intencional lo encontramos en su fenomenología y su teoría de los
    valores. Veamos, una mirada histórica con el fin de
    mostrar la senda teórica de esta iniciativa
    dinamórfica, el psicólogo F. Brenato se diferencia
    de su colega W. Wunt en una psicología
    científica que no insiste en el experimento sino en la
    experiencia interna.

    Esta ciencia de los fenómenos físicos se
    reconoce como actos no como objetos. Pero, dispone del
    método de la percepción interna o
    representación de los fenómenos psíquicos
    con una atención expresa al mismo.

    De aquí parte, la propuesta dinamórfica
    catártica de aceptar la intuición interna como
    fuente de conocimiento psicológico, así, Luc
    Tuymans, 1958 nos da una clave para dirigir nuestra
    atención introspectiva <<si han de causar efecto,
    las pinturas han de tener esa tremenda intensidad del
    silencio… el silencio que precede a la tormenta>>. Por
    lo tanto, pone énfasis en el proceso con lo que nuestra
    sugerencia se pone a la cabeza de la psicología del
    acto. En esta espiral dialéctica nos conduce a la
    integración de la persona dentro de la
    dinámica socio monetaria

    Actual para asegurarle un medio de expresión
    (Zoe Leonard, 1961 <<Habría que contribuir a crear
    un mundo en el que se pueda estar sencillamente sentado
    pensando en las nubes>>).

    Finalmente, revindicar la vanguardia
    autóctona de los años 20/30 y entre sus integrantes
    nos encontramos con la figura de Daniel Vázquez
    Díaz quien no se caracteriza por una total ruptura con el
    pasado pero si mantuvo la actitud de apertura a la novedad
    estética.

    En el retrato, quizás, fue donde resultó
    influyente. Reafirmo su clara sintonía estética con
    la figuración y su sensibilidad con el presente que
    posibilitó sugerentes retratos individuales como el
    seleccionado para este capítulo Picasso joven, 1913
    extraído de su libro Mis contemporáneos. Su
    elección se produjo como elemento disonante al cubismo
    pero como aglutinador de su pasión por la vida desde el
    ángulo del hombre diferenciado e individualizado, la obra
    vazquenia como néc

    El toro
    alado

    El Bellaco ibérico es símbolo
    español por excelencia. Pablo Picasso se convirtió
    en un mito universal. Si conjugamos ambos términos
    evocaremos las raíces de nuestra existencia. Este
    pensamiento fluye bajo la opción genuina de que la vida
    transcurre entre relaciones. Y éstas se elaboran con
    algodones de realidad e imaginación. De tal modo,
    observamos, en las circunstancias que vamos a narrar, que a
    través de un dibujo dinamorfizado provocaremos el recuerdo
    formidable de dos hombres embriagados por su
    honestidad.

    El toro con alas, obra capital en el discurrir de
    nuestra concepción textual de que el pensamiento funciona
    con imágenes, nos remite a un arcano nacimiento el cual
    proyecta una sugerente amistad entre dos
    colosales talentos. Este fructífero entendimiento
    constituye un pilar esencial en la comprensión del ser
    humano como ente comunicativo. Por tanto, en la sempiterna
    versatilidad de iconos nos obligan a elegir. De esta forma,
    escogeremos a Taurus por sus cualidades, al artista pues trabajo
    su figura, al pintor y torero por su mezcla de arte y vida. Pues
    bien, anunció una paradoja. Es la siguiente, una imagen
    entabla la unión entre dos personas. Sin embargo, es una
    contradicción en el actual tiempo que corren donde se
    pretende suprimir de un zarpazo los pensamientos con
    imágenes e inundar nuestro intelecto con lírica
    abstracta.

    En fin, el creador malagueño inmortalizó
    al toro en su exposición Homenaje al Torero. Se
    celebró en Cádiz, con magnifica aceptación y
    esmerado catálogo en el que se presenta, entre otros
    apartados, una serie de dibujos y collages. En esta
    sección, nos encontramos un toro con alas con la
    leyenda"los toros con alas son ángeles que llevan
    cuernos". Desde la visión dinamórfica nos acercamos
    a esta representación picassiana para realzar una
    característica de nuestra aventura dialéctica. Se
    refiere a escoger imágenes limpias, claras y
    diáfanas con las cuales asimilaremos y nos acomodaremos a
    la realidad circundante. Asimismo, este cuadro analizado con sus
    trazos advierte que su cabeza es tan real como aquella otra que
    nos encontramos en el momento de la estocada. Poco a poco
    aparecen todos los ingredientes que sugieren nuestro discurso
    comunicativo.

    Ahora, miremos a ese toro alado que lego el pintor Pablo
    Picasso al torero Luis Miguel Dominguín, aquél
    ejerció la necesaria impronta para el nacimiento de una
    profunda amistad. Ésta se convirtió en una
    relación intelectual y dionisiaca donde la figura del
    animal simboliza la fuerza, el vigor, la obstinación y la
    fertilidad. Así pues, estos caracteres quedan reflejados
    por ósmosis en la poética comunicativa de dos
    mundos interiores compartidos por aquella imagen. Concluyo que
    esta sustancia alada arranca trozos de eternidad.

    El dibujo como
    origen

    Esta composición ingrista Picasso y dos
    excepciones (<<con los dibujos se llega hasta la
    raíz misma>> Henri Michaux) tiende hacia una
    visión picassiana más que a una matissiana en la
    creación de los bocetos lineales, quienes, por otra parte,
    se han convertido en el epicentro de estudio dinamórfico
    para captar fragmentos estructurales de la substantividad de los
    hechos sociales (primer postulado de la sociología del francés Emilio
    Durkeim).

    Esquemáticamente, en un punto y seguido, en
    relación con este factor social, argumento, desde
    postulados dinamórficos, que somos producto de la
    sociedad. Posee una conciencia no individual sino, por
    oposición, colectiva. Ésta nos modela hasta
    conseguir que el Estado sea
    un subproducto de la escuela.
    Atisbamos a inferir que debemos recorrer la secuencia demoledora
    de transformación desde la raíz tendente a integrar
    al ciudadano en un ejercicio socrático.

    Para ello, conozcamos, en este episodio, como se origina
    la composición artística, <<En materia de
    dibujo no hay nada mejor que el primer bosquejo>> nos habla
    el inventor de la lámpara que guía a los mineros en
    Asturias en 1963. Mientras que el colorista francés de los
    danzantes ejecuta un dibujo, luego lo copia… por decir una
    cifra, hasta el décimo intento, cree que el último,
    el más esquemático, es el mejor, el más
    puro, el definitivo; sin embargo, el ojo artístico del
    autor del periodo rosa afirma que casi siempre es el
    primero.

    El malagueño de los cubos, esferas y conos le
    nombran miembro de la Real Academia Sueca. Nos lo cuenta su amigo
    <<el terrorista>>, el fotógrafo de polvo de
    magnesio, quien lo retrata para un artículo en la revista
    <<Life>> en octubre de 1939, nos acerca a su figura
    con unas conversaciones. En ellas aparecen las claves de la
    metodología de la creación, explora las
    concepciones del arte, nos transmite ese diálogo perpetuo
    por sobrevivir… en el sumario responde con la firmeza de su
    soltura d trazo. A la cuestión de cómo le nacen las
    ideas de sus dibujos. Rápidamente, este académico
    nos sumerge en un mar de tinta que le permite disolver sus dudas
    vitales en simplicidad formal <<lo que surge, independiente
    de mi voluntad, me interesa más que mis ideas>>
    prosigue <<las ideas son simple puntos de
    partida>>.

    Partes: 1, 2

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