- El contexto: El común de
indios del pueblo de Lambayeque Colonial - Lambayeque, Siglos XVIII y
XIX - Cambios en la
composición por etnias 1784-1853 - La población de la ciudad
de Lambayeque en el censo de 1853 - Los inmigrantes de la
población de Lambayeque - Las actividades
económicas, los sectores
económicos - Los hogares de los criollos, y
los esclavos en Lambayeque, 1853 - Conclusiones
- Fuentes y
bibliografía
Usando fuentes
primarias y secundarias, hacemos un recorrido por la historia colonial y
republicana temprana de Lambayeque, región ubicada en el
nor-septentrional de Perú.
El contexto: El
común de indios del pueblo de Lambayeque
Colonial
El común de indios fue la institución
representativa de la población indígena a lo largo
de la época colonial, ante la cual se plantearían
los reclamos por reivindicaciones de derechos de tierras y aguas
ante las entidades dominantes en la colonia (Cabildo de
Españoles. Corregimiento, Audiencia de Lima.
Virrey).
Dentro del "Común de Indios" se expresaba
también la
organización social de la población
indígena, ya que estaban representandas las parcialidades
que al parecer agrupaban a los campesinos con derechos a
determinada porción territorial. Ya hemos señalado
algunos nombres parcialidades reducidas en el pueblo de
Lambayeque (Ñan. Corñan, Xacap, Eten,
Esquén). La situación se complica cuando observamos
las parcialidades de origen de los feligreses de las cuatro
parroquias de Lambayeque, como vemos a
continuación:
Parcialidades en parroquias de | ||||
Ramadas | Santa Catalina | Santa Lucía | San Roque | San Pedro |
Parcialidades comunes
Parcialidades Pares
Parcialidades Singulares | Fotasteros Yanaconas Del cacique
Yéncala ——
Lizeros Segundos | Fotasteros Yanaconas Del cacique
Jacap — Fill Huerta
Nonchuc Chanlobo Hebsquen Collocsil | Fotasteros Yanaconas Del cacique
— — Fill Huerta
Xieloc Enec | Fotasteros Yanaconas Del cacique
Jacap Yéncala —– —–
Huicop Olleros Jicloc Sensiac |
Fuente: Libros de
Bautismos, Archivo
Parroquial de Lambayeque.
Dejando de lado las parcialidades que se repiten en
las cuatro ramadas, encontramos que el término
"parcialidad" se aplica a conocidas toponimias locales
(Yéncala, Huerta, Chalobo, Collocsil) así como
apellidos de mandones o nobles yungas locales (Hebsqen o
Esquén, Huicop, el mismo Huerta, p.ej.); y por
último se refiere a algunas especialidades laborales muy
concretas (chicheros, olleros, " lizeros" (sic).
Hasta donde estas connotaciones del término
parcialidad corresponden a contenidos o adaptaciones hispanas
es algo que no podemos responder aquí, pero la evidencia
nos sirve para conocer algo de la organización interna de nuestro
común de Indios de Lambayque. Señalemos de paso
que las parcialidades detectadas en pueblos vecinos como
Chiclayo Ferreñafe tienen sentido similar.
En Chiclayo son conocidas las parcialidades se Sinto.
Collique y Forasteros, mientras en Ferreñafe las de
Chiclef, Serquén. Falén Chanamé ,
Siensiec. Calansec, Senseg, Luchfac. (Vinculadas a apellidos de
mandones indígenas y toponimias locales), así
como las especializadas de Pescadores, Carpinteros,
Alcabaleros, al lado de las siempre comunes del Del Cacique,
forasteros y Segunda Persona. Los
trabajos que están haciendo César Sevilla,
Alfonso Samamé y Pedro Chimoy en la actualidad,
contribuirán a eludicidar la naturaleza y
características de éstas parcialidades y su
función dentro del orden colonial
indigena.
La población tributaria indígena se
desenvolvía en actividades agrícolas que eran su
fuente principal de ingreso, de donde conseguía recursos para el
pago del tributo.
La población indígena que residía
en el pueblo de Lambayeque estaba disponía de cuatro
parcialidades o "suertes de tierras" llamadas Culpón,
Chancay, Cadape y Sialup, que en 1712 tenían un total de
6888 fanegadas, conforme lo establece una visita de deslinde de
tierras hecho por el Visitador Antonio Sarmiento de Sotomayor ese
año. Teniendo en cuenta esta extensión de tierras
este visitador debía asignar la cantidad de tierras
adecuadas para la población indígena, y
según sus instrucciones, acordes con la política vigente
entonces, rematar las tierras sobrantes a los vecinos
españoles que ofrezcan las sumas adecuadas de dinero.
Según la información proporcionada por los curas de
Lambayeque, la que fuera confrontada con el padrón de
tributarios del pueblo existía una población de
1134 indios originarios, de los cuales 596 eran tributarios por
lo que les correspondía, de acuerdo a las reales
ordenanzas dos fanegadas de tierras a cada uno; 538 eran indios
reservados, a los que les correspondía una fanegada a cada
uno.
De esta manera, se distribuyó las tierras, en tal
forma que se repartieron 2136 fanegadas de tierras a la
población indígena, de las 6888 disponibles en las
cuatro parcialidades. Quedaron 4721 tierras "vaças o
realengas", para las cuales se hizo una composición y
remate, en que se favorecieron vecinos criollos.
Esta distribución se ejecutó el 5 de
agosto de 1712 ante el cacique principal Don José
Bernardino Temoche Farrochumbi, así como ante el
Procurador y alcaldes, y en presencia del Protector de Naturales,
quien al requerírsele por los sitios en que se les
asignaría las 2167 fanegadas para la población
indígena, en nombre del "común de indios"
señaló se les asigne en las tierras Cadape y
Sopillent.
En estas mismas tierras de Cadape y Sopillent se
realizó la composición y venta de las
tierras realengas, las que fueron adjudicadas a los siguientes
personajes:
Capitán Diego de Soto Mayor Lic. Don Julián Ternero Lic. Don José de Vera y Don Tomás Huycop del Risco Don Sebastián de Azabache Colegio de la Compañía de Don Francisco Antonio Infuc Mujer de Fco. Antonio Infuc Herederos de Don Miguel Huerta Herederos de Miguel de Azabache | 120 fanegadas 122 fanegadas 123 " 26 64 20 7 10 8 66 |
Quedó como sobrante 19 fanegadas
El sobrante sumado a las otras "suertes de tierras"
vacías suman un total de 4,147 tierras vacas y
realengas.
Un detalle interesante es que varios de los rematistas
de las tierras realengas fueron caciques indígenas:
Azabache, Huycop, Infuc y su esposa, los herederos de Huerta, lo
cual es sumamente interesante y nos demuestra el estatus especial
que conservaban todavía los herederos de los antiguos
caciques lambayecanos, ahora seguramente más
"españolizados", como anunciaba, en los años
setenta del siglo XVI Fray Reginaldo de
Lizárraga.
Como vemos, de haber ocupado antes de la llegada de los
conquistadores todo el espacio agrícola disponible, como
lo señalan evidencias
histórico demográficas y arqueológicas, la
población indígena de Lambayeque de había
visto reducida a una "suerte de tierras", a un área
geográfica que incluso no llegaban a ocupar
completamente.
Es evidente la caída en estos casi doscientos
años de presencia colonial, de la población
cíclicamente, así como la sujeción a los
fenómenos ecológicos, frente a los cuales
habían perdido mucho de su capacidad resistencia por
la relativa desarticulación social que implica la
presencia colonial, que impedía o dificultaba, por
ejemplo, la limpia y mejora de las acequias existentes, frente a
lo cual la abundancia de aguas rea fatal y generaba quiebras de
las acequias y las consiguientes inundaciones y pérdidas
de las cosechas, con lo que permanentemente se sensibilizaba
más la población a las epidemias.
Jorge Zevallos señala para el siglo XVIII
epidemias en los años 1758,1760-66 y 1775, 1784 que
tuvieron influencia significativa en el estancamiento de la
población (ZEVALLOS 1959). La explicación
común a la mortandad era la que daba José Ignacio
de Lequanda en 1793, quien señalaba que la causa era que
los indios no se habían desprendido de la
idolatría, lo que los hacía muy
infelices,
"… así se han visto unas pestes que los
han desolado, naturalmente permitidas por la providencia para
su castigo" (LEQUANDA 1793)
A pesar de esto, hacia el último tercio del s.
XVIII la situación tendía a cambiar, al parecer.
Según la "Matrícula de Tributarios de la
Provincia de Lambayeque (Zaña) en 1780" hecha por
la Comisión de la Visita General había habido un
significativo aumento de la población.
Frente al evidente incremento de la población
indígena de Lambayeque que así llegaba a igualar al
volumen de
población de fines del quinientos (muy menor, sin embargo,
del volumen de la población prehispánica), el
cacique principal Eugenio Victorio Temoche Farrochumbi Puiconsoli
con fecha 4 de abril de 1781 pide se haga un deslinde de
medida y repartición de tierras de Sialupe, que se
hallaban "vacas y realengas", adjudicándoseles a los
tributarios de Lambayeque. Denunciaba el cacique Temoche la
usurpación del cura Villada quien, sin derecho alguno,
ocupaba Sialupe. Fundamentaba el cacique que había habido
un considerable aumento de la población, que llegaba a
4108 entre originales y forasteros, por lo que se requería
ampliar las tierras asignadas.
El pedido fue acogido por el señor Juan
Muñoz y Villegas, juez Comisionado para la Visita General
de la Provincia de Zaña, cuyo máximo director era
el hoy famoso José Antonio de Areche.
De acuerdo a las Ordenanzas Reales, a los tributarios de
tasa entera se les debía asignar dos fanegadas de tierras
y a los de segunda categoría (media tasa) se les asignaba
una fanegada, mientras que a los otros grupos no se les
asignaba cantidad alguna de tierra,
Para completar los requerimientos de tierras de acuerdo
a esta nueva dimensión de la población eran
necesarias 3781 fanegadas (incluidas las tierras del cacique y
según la persona). Las tierras de Sialupe y Cadape sumaban
4,150 fanegadas sobrando 369 fanegadas.
Hay que recordar que la parcialidad de Corñian o
Corñán, la que según algunos testimonios
estuvo reducida en la ramada de San Roque, y tenía algunas
peculiaridades por la posesión de algunas salinas en sus
tierras, lo que le daba a esta parcialidad un estatus especial al
interior del común de Lambayeque. Corñán
poseía 61 fanegadas en Culpón. Otros indios de
Lambayeque poseían 230 fanegadas en total, lo que
significaba que la población indígena de Lambayeque
poseía 4.441 fanegadas.
El reparto de estas tierras en las áreas o
"suertes de tierras solicitadas", se hizo a cargo del propio
cacique Eugenio Victorio Temoche Farrochumbi Puiconsoli, previa
convocatoria del común de indios de las cuatro ramadas de
Lambayeque. Así, el 25 de noviembre de 1.781, Eduardo
Uchofan, secretario del Cabildo de los Naturales del Pueblo de
Lambayeque hizo saber al común de indios del auto de Juan
Muñoz y de Villegas en que se asignaba las tierras
mencionadas a la población.
Previamente el pregonero público Antonio Pisfil
hizo la convocatoria para esta reunión, en las cuatro
ramadas, "donde estaban juntos en sus respectivas doctrinas"
Así se realizó el reparto de tierras dentro de los
linderos indicados por Juan Muñoz de Villegas en
1.781.
En esta provisión se señala claramente los
límites
de la propiedad de
las tierras asignadas en hitos doblemente interesantes pues se
trataba de huacas que entonces conservaban sus nombres
originales. Estas tierras no podían enajenarse, ni
venderse, salvo comunicando a la autoridad del
Juez Real y "solo para los efectos de pagos de tributos
ú otras necesidades del común". Estas operaciones no
menoscababan el derecho de
propiedad perteneciente a su Majestad : sólo se
asignaba el derecho de uso y usufructo a los indios.
A manera de balance, podemos decir que el siglo XVIII
fue un siglo de expansión de la población de
Lambayeque, expansión poblacional que probablemente sea un
fenómeno colonial en general (SÁNCHEZ-ALBORNOZ
1985, WACHTEL 1980). En el caso de Lambayeque, este crecimiento
fue tan notable que motivó a los caciques hacer el reclamo
que permitió quede documentada una serie de informaciones
que hemos anotado.
Este proceso debe
haber sido lento, pero sostenido. Se habría consolidado a
partir de 1720, por razones de ordenamiento
urbano-político, al convertirse Lambayeque en sede
regional del poder
colonial, por el traslado de éste desde la arruinada
Zaña, que sufrió una catastrófica
inundación, que es ilustrada en un acta que es transcrita
por Carlos J. Bachmann en 1921.
1. LAMBAYEQUE, SIGLOS
XVIII Y XIX
La actual ciudad de Lambayeque, se inició como
simple reducción indígena, fue organizada a partir
del agrupamiento de algunas parcialidades indígenas por el
Oidor de la Audiencia de Lima, Doctor Gregorio González de
Cuenca, en su visita que con intenciones de reordenamiento
jurídico y administrativo, hiciera al norte de la
audiencia de Lima, en la segunda mitad de los años sesenta
del siglo XVI.
El Oidor Gregorio González de Cuenca fue el
"fundador" de Lambayeque, aunque estrictamente este adjetivo no
es correcto en este caso, ya que la "fundación de
ciudades" es un proceso que tanto ritual como substancialmente es
muy diferente – tal como indicamos más adelante – a la de
creación de una reducción o pueblo indígena,
como fueron los casos de Chiclayo, Lambayeque, Ferreñafe y
tantos otros antiguos "comunes de indios" del actual departamento
de Lambayeque.
La población indígena que residía
en el pueblo de Lambayeque estaba disponía de cuatro
parcialidades o "suertes de tierras" llamadas Culpón,
Chancay, Cadape y Sialup, que en 1712 tenían un total de
6888 fanegadas, conforme lo establece una visita de deslinde de
tierras hecho por el Visitador Antonio Sarmiento de Sotomayor ese
año.
El Partido de Saña o Lambayeque, era ya en el
Siglo XVII una de las poblaciones de más importancia en la
Costa. Según Ricardo Miranda el corregimiento de Trujillo
fue desmembrado para crear el de Saña, al que se le
agregó el Partido de Chiclayo,
El Partido de Lambayeque tenía un activo comercio por
mar y tierra, realizándose el trabajo
marítimo por el Puerto de Chérrepe (en la
desembocadura del río Zaña), exportando a Panamá
(harina, arroz, maíz); y
otros productos a
Lima (jabón, cueros, azúcar). Este apogeo de la provincia estuvo
ligado al de la Villa de Santiago de Miraflores de Saña,
el que duró hasta fines del Siglo XVII.
La mayor parte de la población de esta Villa,
pasó a vivir a Lambayeque, antigua capital del
corregimiento de Saña, por haber sido saqueada en 1686 por
el pirata flamenco Eduardo Davis, quien desembarcó en la
Caleta de Chérrepe, permaneciendo siete días
robando templos y casas. A esta calamidad siguió 34
años más tarde otra mayor: la inundación del
15 de marzo de 1720, determinando así su completa ruina
(Bachmann 1921: 16).
El pueblo de Lambayeque quedó desde esta
época erigido en capital de la provincia o Partido de
Saña. En el año 1753, la Ciudad de Lambayeque,
llegó a contar con más de 10,000 habitantes,
contribuyó a este progreso el tener a San José como
Puerto Mayor, pues canalizaba la exportación que partía de la ciudad
de Lambayeque; existían también más de 50
tinas y trapiches con importantes volúmenes de producción (MENÉNDEZ RÚA: 39
– 40).
La población era conformada por habitantes de
diferentes etnias: españoles, que incluían a los
eclesiásticos, aunque en la información estadística aparecen desagregados;
hacendados y comerciantes; mestizos en menor cantidad, dedicados
al arrieraje, algunos vivanderos, artesanos y agricultores. En
cuanto a los pobladores de la etnia negra se
veían muy pocos libres: casi todos eran esclavos de las
haciendas, de fábricas de jabón, azúcar y
panllevar, como también de servicio
doméstico; los mulatos y zambos se encontraban algunos en
condición de esclavos, y otros se mantenían en
diferentes oficios (LEQUANDA 1793: 62).
La agricultura,
la manufactura y
el comercio eran actividades económicas importantes, los
lambayecanos se dedicaban a cultivar los campos, arroz,
caña de azúcar, etc., a la fabricación de
jabones y cordobanes, llegando a abastecer a Lima, a Cajamarca y
otros, incluso se exportaba a Chile, España,
Guayaquil, asimismo se producían vinos, obrajes de
tejidos de
algodón, hilazas y contaban con
factorías de tabaco y sal etc.
(LEQUANDA 1793: 76 – 83).
En la República, la situación
cambió. El geógrafo y naturalista Antonio Raimondi
quien pasó por la región en 1868, comentaba que en
Lambayeque se observaban muestras de una antigua opulencia, pero
"si actualmente Chiclayo progresa todos los días
Lambayeque va al contrario, decayendo un poco; se diría
que la primera población le absorbe toda su vida;
aún su principal industria la
fabricación de jabón, tan floreciente en el siglo
pasado, está actualmente abatida…" (RAIMONDI
1956).
Así, en el período 1628 -1754, la
población decreció a una tasa promedio anual de
-0,251, es decir, tendía a reducirse lentamente.
Después, más bien vemos una tendencia marcadamente
creciente de la población: en el período 1754-1795
la población de esta provincia creció a un ritmo
alto, según estos datos
estadísticos: una tasa promedio anual de 2,35.
Baltazar Jayme Martínez Compañón
nos alcanza un cuadro de la población del obispado de
Trujillo en los años ochenta del siglo XVIII, en que se
incluyen los datos correspondientes a la provincia de Saña
o Lambayeque, que presentamos en el siguiente cuadro:
Cuadro 1: Matrícula de la | |||||||
Reli-giosos | Espa-ñoles | Indios | Mixtos | Pardos | Negros | Totales | |
Saña | 10 | 73 | 0 | 39 | 370 | 90 | 582 |
Chérrepe | 1 | 0 | 139 | 0 | 0 | 0 | 140 |
Santa Lucía | 3 | 487 | 1256 | 646 | 286 | 338 | 3016 |
San Pedro | 8 | 316 | 1577 | 523 | 461 | 83 | 2968 |
Santa Catalina | 13 | 303 | 1134 | 381 | 379 | 305 | 2515 |
San Roque | 11 | 406 | 1935 | 475 | 538 | 160 | 3525 |
Jequetepeque | 2 | 86 | 720 | 259 | 76 | 0 | 1143 |
Chiclayo | 9 | 408 | 4244 | 883 | 635 | 0 | 6179 |
Mocupe | 1 | 0 | 110 | 0 | 0 | 0 | 111 |
Mochumí | 1 | 0 | 350 | 0 | 0 | 0 | 351 |
Ferreñafe | 6 | 248 | 3160 | 798 | 166 | 60 | 4438 |
Mórrope | 1 | 4 | 1317 | 67 | 0 | 13 | 1402 |
Jayanca | 2 | 89 | 313 | 228 | 0 | 84 | 716 |
Illimo | 1 | 0 | 54 | 10 | 0 | 0 | 65 |
Reque | 1 | 2 | 481 | 4 | 7 | 0 | 495 |
Monsefú | 1 | 0 | 1516 | 16 | 0 | 0 | 1533 |
San Pedro de Lloc | 1 | 54 | 746 | 213 | 72 | 0 | 1086 |
Ingenios | 2 | 17 | 0 | 8 | 14 | 319 | 360 |
Chepén | 11 | 100 | 356 | 318 | 148 | 308 | 1241 |
Pueblo Nuevo | 1 | 0 | 343 | 6 | 0 | 0 | 350 |
Esta información demográfica nos da
ocasión de comparar con los datos de nuestros censos, y
ensayar una interpretación de los cambios ocurridos
entre 1784 y 1853. Lamentablemente no contamos con
información más detallada, para el siglo XVIII, que
nos diga de la estructura de
edades, otros datos como ocupación, etc.,
La población total en el año de 1784 de
Lambayeque fue de 12024 habitantes. En el censo de 1853 se
registraron 8551 habitantes, lo que indica que la
población disminuyó en un 28,88%. Es difícil
de explicar las razones de este suceso en forma definitiva.
Podemos afirmar sin embargo que la importancia relativa de la
ciudad de Lambayeque baja mucho en términos regionales por
la emergencia de Chiclayo como nuevo eje regional. Los
testimonios de muchos viajeros coinciden en ese sentido
.
Este cambio de
importancia entre las ciudades de Lambayeque y Chiclayo, se
generó debido a las graves inundaciones que
prácticamente arrasaron la Ciudad entre 1791 y 1828
(VELARDE 1902) otros autores entre ellos Miranda (1727) coinciden
en esta explicación catastrófica-ecológica
de la decadencia de Lambayeque (Menéndez Rúa 1953)
en su estudio sobre la Iglesia de
Lambayeque señala que en el período 1791-1925 esta
ciudad sufrió graves inundaciones en los años
1791-1815-1828-1835-1857-1871- y 1925, que prácticamente
arrasaron la Ciudad.
Sin embargo la decadencia de Lambayeque, a pesar de ser
evidente a partir de la Independencia,
no fue un fenómeno que repercutió inmediatamente en
el florecimiento de la ciudad de Chiclayo, entre 1820 y 1840
aproximadamente. La situación se mantendría en un
punto muerto por la profunda desarticulación interna de la
economía
peruana, en esta etapa especial en el Departamento de Lambayeque
que se crearía recién en el año
1874.
De hecho, hay una nueva estructura urbano regional que
se expresa seguramente, entre otros aspectos en desplazamientos
de actividades y de población hacia Chiclayo. Tiene que
ver seguramente en este fenómeno tanto la ubicación
de Chiclayo en la ruta entre los puertos y las haciendas, como
las inundaciones sucesivas que destruyeron Lambayeque en las
primeras décadas del siglo XIX.
A inicios del siglo XIX encontramos la siguiente
población del partido o provincia de Lambayeque estaba
formado por 20 doctrinas y 7 pueblos, que en conjunto
tenían la siguiente población (ver cuadro 2).
Notamos aquí la neta predominancia de la población
indígena, y la importancia de la población mestiza,
que llega al 13% de la pblación del partido. LA
correlación va a ser distinto al interior de cada pueblo,
aunque un importante columen de los españoles van a
corresponde, obviamente a la población de Lambayeque,
entonces aún sede del poder colonial en este partido
.
Cuadro 2 Población del partido | ||
Etnía | Nº | % |
Clérigos | 62 | 0,1 |
Religiosos | 27 | 0,1 |
Españoles | 2299 | 5,4 |
Indios | 29513 | 69,7 |
Mestizos | 5448 | 12,9 |
Pardos | 3192 | 7,5 |
Esclavos | 1831 | 4,3 |
Total población | 42372 | 100,0 |
FUENTE: Col. Vargas Ugarte, Vol. 18 (10). Doc. |
El geógrafo Carlos J. Bachmann explica el proceso
de cambio en la jerarquía urbano regional tanto por las
inundaciones, como por la emergencia de Chiclayo como eje de una
nueva economía regional (BACHMANN 1921: 26-27).
El ilustrado Padre Ángel Menéndez
Rúa complementa lo afirmado por Bachmann, al desarrollar
la explicación catastrófica o ecológica de
la decadencia de Lambayeque:
"…Siete fueron las principales, que
señalamos a continuación: En 1791 ha habido
fuertes lluvias en el pueblo… en 1815… las inundaciones no
fueron grandes en intensidad pero sí en duración.
Las de 1828, por el contrario, fueron tan fuertes, que de haber
durado mucho tiempo, no
hubiera quedado casa en pie… se perdió la mitad del
barrio de la otra banda. En 1835 las lluvias dejaron arruinada
la población; en esta fecha se destruyó
totalmente el hospital de la ciudad…" (MENÉNDEZ
RÚA 1935: 85)
En un expediente conservado en el Archivo Arzobispal de
Trujillo, referente a un censo realizado en 1838, los
párrocos de Lambayeque informaban que por el año en
que fue levantado el censo ocurrió la salida del
río que
"… ha arruinado la población de la Otra
Banda, quando ya se había tomado razón de sus
vecinos, de los que unos pocos residen aún en medio de
las ruinas, y los demás se hallaban presentes
diseminados en esta población…"
Efectivamente, las continuas inundaciones contribuyeron
a la decadencia de Lambayeque como centro urbano, pero la
emergencia de Chiclayo como eje urbano alternativo tiene su
propia dinámica por su rol articulador de la nueva
economía de exportación que se empieza a contruir
desde mediados del siglo XIX.
Cambios en la
composición por etnias 1784-1853
Aparte de la disminución absoluta de la
población, los censos indicados nos muestran cambios
relativos a la composición por etnias de la
población, como puede apreciarse en el siguiente
gráfico:
Haciendo una comparación entre ambos censos, con
respecto a las etnias (o más precisamente etnias), podemos
observar en el anterior gráfico los cambios ocurridos
entre 1784 y 1853, es decir en un periodo de sesentinueve
años. Podemos afirmar lo siguiente:
- En general, de un censo a otro el número de
personas por etnias disminuye considerablemente, en
términos absolutos, a excepción de la etnia mixta
o mestiza que aumenta en un 57%.
- El incremento de la etnia mestiza se da en detrimento
de las demás etnias que se reducen incluso en
términos relativos. Por ejemplo en la etnia blanca
disminuye en 41%, la negra o morena en 59%, la parda o mulata
en un 15% y la etnia indígena en un 55%.
- La etnia indígena es la que presenta mayor
porcentaje de disminución absoluta. Lo mismo ocurre con
la negra. Ello seguramente se debe más que a un
fenómeno racial o étnico a un proceso social
relacionado con la necesidad de evadir la condición de
tributario de la población indígena. Recordemos
que hasta el gobierno de
Castilla se da la abolición del tributo indígena
junto con el de la esclavitud.
Además es una evidencia al nivel de todo el país
la emergencia de los grupos mestizos, tanto de blanco con indio
(mixto) como entre blanco con negro (pardo, mulato) y con todas
las posibilidades intermedias que estas mezclas y
los cruces de etnias que se dan por la misma lógica.
- En ambos censos se nota que la etnia negra es la
menos significativa en volumen, disminuyendo del 7 al 4% de la
población total.
2. LA
POBLACIÓN DE LA CIUDAD DE LAMBAYEQUE EN EL CENSO DE
1853
Estructura por sexo y
edades
El censo de la ciudad de Lambayeque de 1853 nos muestra que esta
ciudad contaba con una población total de 8551 habitantes
de las cuales 3244 (37,94%) eran hombres y 5037(62,06%) eran
mujeres.
Si observamos el siguiente gráfico, sobre la
estructura por sexos y edades de la población total,
observamos que existen grandes diferencias por grupos
etáreos.
- En general, es una pirámide de base ancha,
aunque sumamente irregular.
- La mayoría de la población es femenina
(62,06%).
- Esta diferencia arroja bajos índices de
masculinidad de 61,13 en la población total. Este
índice bajo de masculinidad se da en todos los grupos
etáreos, aunque en algunos grupos etáreos llega a
extremos como en el grupo de 0 a
4 años en que llega a un índice de masculinidad
de 40,37. Esto quiere decir que por cada cuatro hombres de este
grupo habían diez mujeres. El extremo más alto de
masculinidad está en el grupo etáreo de 30 a 34
años donde el índice de masculinidad es de 74,57,
lo que significa que por cada siete hombres habían 10
mujeres en este grupo etáreo.
- La irregularidad de la pirámide se presenta a
través de algunos estrechamientos en los grupos
etáreos de 15 a 19; 35 a 39; 45 a 49; 55 a 59 y 60 a 64.
Estas reducciones de la poblaciones de estos grupos
etáreos podrían indicar eventos como
epidemias, que habrían reducido el tamaño de las
respectivas cohortes.
- Así mismo, se observan reducciones no
proporcionales de la población masculina en los grupos
etáreos de 0 a 4 años y 25 a 29. Esto puede estar
asociado a una mayor mortalidad de la población
masculina o a una fuerte omisión censal por razones
tributarias. Se analizará más profundamente en el
tema que se tratará cuando se analice la estructura por
etnias.
- El grupo etáreo de 65 años a más
es bastante reducido en ambos sexos, 103 hombres y 171 mujeres;
lo que indica que la esperanza de vida para ambos es
baja.
- El índice de masculinidad de la
población total es de 61,13; lo cual indica un amplio
predominio de la población femenina.
- El índice de masculinidad por grandes grupos
de edad indica un predominio de las mujeres en todos los grupos
de edad: en el grupo de cero a catorce años es de 59,49;
mientras que el grupo de quince a sesenta y cuatro años
es de 62,41; y el grupo de sesenta y cinco es de
60,23.
Esta misma característica de la mayor
proporción de mujeres respecto a los hombres
también se puede observar en la clasificación por
etnias y sexo.
Estado civil de la población de Lambayeque
en 1853
Con respecto a la situación del estado civil de
esta población mayor de 18 años, podemos observar
el siguiente gráfico que se adjunta:
- Existía un alto porcentaje de personas
solteras (que incluyen a la situación de convivencia)
para todas las etnias.
- El mayor porcentaje de personas casadas se ubican en
la etnia indígena.
- La población mixta, que es la ampliamente
mayoritaria presenta una mayor proporción de
población soltera.
- En general, la proporción de viudos es muy
reducido.
- Existía un alto índice de ilegitimidad
en la formación de las parejas.
- La etnia indígena es la que observa con
más cumplimiento por la institucionalidad del matrimonio.
Quizás se deba a que el rigor y el impacto de la
dominación colonial estaba orientada a la
catequización justamente de la población
indígena sobre la cual tenía todo un sistema de
control
directo a través del sistema religioso. No olvidemos que
los censos y los padrones de población eran llevados las
parroquias.
- Una de las características del mestizaje era
la gran informalidad que en la institucionalidad de la familia
se introduce. Esto es un fenómeno ya comentado por
algunos sociólogos e historiadores que se refieren a la
situación de la familia y la
institución matrimonial en las sociedades
mestizas como la peruana (SARA-LAFOSSE 1986).
- Se evidencia el bajo índice de matrimonio que
se da en todas las etnias y condiciones. Ello puede indicar un
escaso acatamiento de las normas de la
iglesia católica, que siempre ha condenado la
convivencia. Los casos más saltantes corresponden a la
población mestiza y esclava, donde podemos intentar
interpretaciones diferentes sobre la razón del escaso
índice de matrimonios.
- En el caso de los esclavos (etnia negra) puede ser
por restricciones impuestas por los amos, a los cuales puede no
haberles convenido el matrimonio de su personal,
más aún cuando ello signifique un peligro para la
eficiencia del
esclavo en las labores domésticas. Recordemos el
trabajo de
Christine Hünefeldt, donde tomando el caso de Lima de la
primera mitad del siglo XVIII explica las dificultades u
oposiciones abiertas que encontraban muchas parejas de esclavos
para llegar al matrimonio (HÜNEFELDT 1988:
24-9).
- Los mestizos, que también observan un alto
índice de soltería, puede quizá explicarse
por la escasa sujeción a las normas de la religión
católica. Violeta Sara-Lafosse ensaya una
explicación por la informalidad impuesta en el acto
mismo de la conquista colonial y el mestizaje ilegítimo
que se instituye como parte de la cultura
familiar real, aunque la prédica cristiana siempre ha
enfatizado el respeto a
las instituciones formales familiares. Mientras que
en los mestizos, pardos y negros observamos un comportamiento, digámoslo así,
relajado en lo que se refiere al matrimonio, en las etnias
blanca e indígena, el comportamiento es muy diferente:
habían altos índices de nupcialidad, lo que nos
dice mucho de las características
sicosociológicas de la población del Perú
en la época.
- Por situación social y tradición
cultural, las etnias blanca e indígena han tenido un
contacto más estrecho con la religión
católica. En el caso de los esclavos hay que matizar la
información con las características concretas de
la vida familiar en Lambayeque a mediados del siglo pasado.
Debemos anotar sin embargo el altísimo índice de
bastardos encontrados en el censo que estamos
comentando.
3. LOS INMIGRANTES
DE LA POBLACIÓN DE LAMBAYEQUE
A continuación incluimos un resumen de la
información sobre el origen de la población,
ordenada por distancias.
En el gráfico anterior se aprecia que la gran
mayoría de la población es de origen local. Los
indígenas, mulatos y negros son los que mayormente
proceden del mismo pueblo de Lambayeque. En menor medida los
blancos y mestizos.
Se observa también que son los mestizos quienes
aparecen con mayor movilidad, como etnia, en términos
relativos.
Es interesante anotar que casi el treinta por ciento de
la población de mestizos es inmigrante de otras provincias
del país. Le sigue en orden de importancia (porcentual) la
etnia blanca, que presenta un 25% de su población
inmigrante. Así mismo se denota una pequeña, aunque
ya algo significativa población extranjera, mayormente
mestiza de los países vecinos, y europeos. Aún no
se registraba la inmigración china, que se
asentaba en esa temprana época en las zonas
rurales.
En el cuadro y gráfico siguientes, se detalla
algo más pormenorizadamente la población por lugar
de procedencia, anotando la distancia de origen.
Como se puede notar, especialmente en el gráfico
que ha sido elaborado teniendo en cuenta sólo la
población migrante a Lambayeque, la mayor
proporción de inmigrantes de Lambayeque procedían,
según el censo de 1853, de la misma región norte:
Piura, Cajamarca, y los otros pueblos de Lambayeque.
Como habíamos anotado, son los mestizos los que
expresan mayor movilidad. siendo así mismo ellos los que
tienen mayor crecimiento demográfico en la ciudad (y en el
país, de acuerdo al estudio de Bruno Lesevic sobre la
demografía del siglo XIX) (Cf. LESEVIC
1986). Así mismo se observa la muy limitada movilidad de
los indígenas, que en cualquier caso se restringía
a espacios pequeños, indudablemente por su
condición de tributarios matriculados en el padrón
de la parroquia correspondiente.
4. LAS ACTIVIDADES
ECONÓMICAS, LOS SECTORES ECONÓMICOS
Respecto a las ocupaciones, la estructura del empleo, hay
una información muy rica en el censo de 1853. Cada uno de
los censados registra su ocupación., que indudablemente
contribuye a conocer aspectos importantes de la estructura
económica de nuestra región a mediados del siglo
XIX.
Para un mejor análisis, hemos elaborado un gráfico
que expresa visualmente esta estructura laboral.. para
esto, se ha identificado sólo a las personas mayores de 18
años, como un criterio convencional, aunque muchas otras
personas tienen actividad productiva.
Una primera gran observación es que la población
indígena mayormente se dedica a actividades de
producción primaria y secundaria. En el sector primario la
actividad predominante es la de "labrador" y jornalero, tanto
entre los indígenas, mestizos y mulatos.
Curiosamente aparecen cuatro indígenas
pescadores, seguramente de San José. Así mismo se
registran 19 hacendados, por supuesto de etnia blanca o criolla,
y 31 labradores de esta misma, seguramente cultivadores
independientes.
En la actividad secundaria es muy notable la presencia
de la mujer como
costurera en todas las etnias: el 44,84% de la PEA estaría
conformado por esta especialidad, que caracteriza a las mujeres,
aunque predominan ampliamente las mestizas (casi el 45% del total
de las costureras de Lambayeque). También declaran este
oficio 155 mujeres de la etnia dominante, representando el 3,26%
de la PEA. Una profesión similar, pero propia de hombre, como
es la de sastre ocupa al 2% de la población. La
carpintería y zapatería también ocupaban a
buen número de mestizos y mulatos.
Las actividades terciarias, que hemos dividido en varios
rubros por su complejidad, están claramente segmentadas
por etnias, aunque encontramos 13 escribientes indígenas,
lo cual quizás se explique por su servicio en algunas
oficinas públicas de Lambayeque.
La población indígena desempeñaba
funciones en
artes: músico, cantor, arpista. Las profesiones de
prestigio y poder, en manos de los criollos: abogados,
médicos, enfermeros, cura y sacerdote, escribiente (aunque
habían 5 enfermeros indígenas). En algunas de estas
ocupaciones aparecían ya algunos mestizos.
Los puestos de la
administración civil en manos de los criollos, salvo
un caso de un mulato que aparece como alcaide. El comercio era
una actividad propia de los criollos (131 comerciantes de esta
etnia, más del 70% de los comerciantes), aunque
había un número de 26 comerciantes
mestizos.
En este sector terciario hemos incorporado
también a los carreteros y marineros, predominantemente
indígenas. Las otras profesiones menores de servicios
(industrioso, lavandera, leñador, pulpero, sirviente,
entre otros), eran acaparados por los mestizos y mulatos, aunque
algunos esclavos también se desempeñan en ellos. Se
nos informa de la existencia de 7 barberos indígenas, al
lado de 4 mestizos de esa profesión.
5 LOS HOGARES DE
LOS CRIOLLOS, Y LOS ESCLAVOS EN LAMBAYEQUE, 1853
Del total de 519 hogares que aparecen en el censo de
1853 como de etnia blanca, hemos confeccionado el siguiente
cuadro, para apreciar la composición, por lo menos
cuantitativa de estos hogares. Surge que la mayoría (28%
de los hogares) son compuestos por una sola persona. Lo que nos
hace pensar en personas que se encontraban en la ciudad
desarrollando alguna actividad económica, lejos de sus
familias, en tránsito. Sin embargo, aparecen
también un elevado porcentaje (27%, es decir 54 familias),
que tenían más de 6 miembros por familia.
Así, vemos que la mayoría de este segmento
poblacional formaba parte de hogares de 5 ó más
miembros: el 77% de los criollos eran parte de hogares de
más de 5 miembros.
Un elemento que sirve para medir el nivel de vida o la
riqueza de la población criolla es la tenencia de
esclavos.
Los esclavos eran o negros o mulatos. Hay que indicar
que tanto los negros como los mulatos podían ser libres o
esclavos, dependiendo de una serie de circunstancias,
relacionados con el favor del amo o hasta por situaciones
románticas (Cf. el trabajo de C. Hünefeldt al
respecto).
en el siguiente gráfico resumimos la
información sobre le número de esclavos por etnia
negra o mulata (eufemísticamente llamados morena y pardo,
respectivamente). Observamos que la mayoría de pardos o
mulatos era libre, mientras que cerca del 30% de los negros eran
libres en Lambayeque.
Un procesamiento realizado permite detectar el
número de esclavos por hogar. Del análisis de esta
información, se desprende que la gran mayoría de
los hogares no disponía de esclavos: el 94,2%. El restante
5,8% de los hogares (116 hogares) disponía por lo menos de
un esclavo, aunque cerca del 25% de ellos disponía de
más de 5 esclavos. Como resultado de esto, el 70,7% de los
esclavos estaba acaparado por esta minoría rica
(hacendados). El restante de los 602 esclavos (176 esclavos
hombres y mujeres) eran propiedad de 85 familias "medianas",
aunque, lógicamente debían haber gradaciones o
estratos en este sector medio de los criollos.
- Parte del proceso de transformación y
desestructuración de la sociedad
mochica lambayecana se expresa en los mestizajes producidos a
partir de la llegada de españoles y negros esclavos.
Ello genera una peculiar estructura de etnias, cuyo
desenvolvimiento podemos seguir hasta nuestros días,
pero que es retratado en un momento determinado de su evolución, por el censo de la ciudad de
Lambayeque de 1853. - En el siglo XIX, si bien en general hay un proceso de
recuperación de la población, como parte del
proceso nacional de lento crecimiento demográfico, no se
da en la misma forma en Lambayeque. Por lo menos es lo que se
desprende de la comparación de los volúmenes de
población de los censos de Lambayeque de 1784 y 1853. La
emergencia de Chiclayo es parte de la explicación de
este fenómeno, así como las particularidades de
la situación política y económica de la
ciudad de Lambayeque, que dejó de ser eje regional, por
la competencia del
moderno pueblo comercial de Chiclayo. - La población indígena seguía
siendo la dominante a mediados del siglo XIX, aunque presenta
una contracción en términos relativos. El
mestizaje se incrementa. Este es un fenómeno
sociológico importante, ya que la emergencia de los
grupos mixtos (mestizo y mulato) van paralelos con la
modernización de las actividades productivas y con la
expansión de algunas pequeñas actividades
productivas. - Cada etnia tiene su propia dinámica
poblacional. Por ejemplo la población de etnia blanca
indica un cierto predominio del Índice de Masculinidad,
en algunas cohortes, mientras que en la población
indígena la proporción de hombres es bastante
baja. ¿Omisión censal por eximirse de las cargas
tributarias? Es un interrogante que no podemos responder
taxativamente, sin embargo, es conocido que el estatus de
forastero era mucho más benigno para los
indígenas, por lo que muchas veces es probable que
sectores indígenas hayan preferido ser forasteros en
otras tierras antes que tributarios en la suya. Recordemos que
en el período del censo aún no se eliminaba la
tributación indígena, ya avanzado el
período colonial. - Las poblaciones negra y mestiza también
presentan particularidades, una de las que es de destacar es la
predominancia de mujeres, dedicadas mayormente al servicio
doméstico y a actividades caseras. En el caso de las
mulatas, sus actividades productivas se orientaban a costura,
lavado de ropa, entre otras - Los pardos o mulatos también presentaban un
bajo índice de masculinidad, y por lo tanto,
predominancia de mujeres (61%). - Se observa un alto grado de ilegitimidad en las
uniones, lo que se expresa en un alto índice de
"solteros", que es muy elevado entre los negros, mestizos y
mulatos. Mientras que entre los indígenas y
españoles los índices de soltería son
bajos (28% y 39%, respectivamente). Ello indica mayor
sujeción a las normas eclesiásticas y a la
institución colonial del matrimonio. Así mismo
indica cierto relajamiento de la vida familiar, dada la
mentalidad y los patrones culturales de la
época. - La mayoría de la población de
Lambayeque de todas las etnias, según el censo de 1853,
era nativa (78% del total). Estos porcentajes variaban por
etnias, siendo los mestizos y los blancos los que presentan
mayores componentes relativos de procedencia externa a la
ciudad. Había un volumen menor de extranjeros (1,4%),
conformado mayormente por negros esclavos (4,2% de esta
etnia). - Respecto a actividades económicas, hay cierta
especialización en las etnias. Los indígenas
actúan mayormente en actividades primarias y secundarias
(40% y 53%, respectivamente), mientras los mestizos mayormente
(71%) en actividades secundarias. Los negros incursionaban en
forma similar en actividades secundarias y terciarias (48% y
45%, respectivamente). Las ocupaciones dominantes eran
desempeñadas por los blancos criollos, que ostentaban
los mecanismos de empleo relacionados con el prestigio y la
propiedad.
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Autor:
José Gómez Cumpa
Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo
Licenciado en Sociología, Maestro en Ciencias,
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Maestría en Evaluación
y Acreditación Educativa, UNPRG, Lambayeque