Monografias.com > Lengua y Literatura
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Pronombre demostrativo: significados o valores que adquiere según el contexto




Enviado por Martínez Deiwe



Partes: 1, 2

    (Puesta en práctica de una
    actividad didáctica dirigida al sexto grado de la
    segunda etapa de la educación
    básica)

    1. Reseña histórica
      de la lengua
    2. Gramática: tipos e
      historia
    3. Pronombres
    4. Pronombre
      Demostrativo
    5. Aplicación y
      análisis del corpus en situaciones orales y
      escritas
    6. Diferencias entre lenguaje
      oral y escrito
    7. Marco
      metodológico
    8. Desarrollo de
      las actividades didácticas
    9. Conclusiones
    10. Referencias
      bibliográficas
    11. Anexos

    INTRODUCCIÓN

    El lenguaje es
    universal, está presente de la misma manera en todos los
    seres humanos, independientemente de su lugar de origen y del
    momento histórico en que vive. Sin embargo, lo que
    sí varía de grupo en grupo
    y de hablante en hablante son los usos de la lengua. Los
    seres humanos lo emplean de variadas formas y en diversas
    situaciones: el dedo encima de los labios indicando silencio, la
    escritura de
    una tarjeta, la lista del mercado, el
    programa de
    radio, las
    conferencias en la universidad… todos son ejemplos de las
    múltiples formas como se concreta el
    lenguaje.

    El lenguaje es una facultad poderosa que puede ser
    utilizada tanto para encantar, seducir, consolar, como para
    manipular, agredir, ofender. Puede manifestarse en forma verbal o
    no verbal. Un Epa como te va o una "torcida de ojos" nos
    da un mensaje que entendemos fácilmente.

    Todos hacemos uso del lenguaje, pero no expresamos
    nuestras ideas de la misma manera. Cada grupo humano crea sus
    propios signos para
    relacionarse gracias al lenguaje. El producto de
    esa creatividad es
    lo que se conoce con el nombre de lengua.

    La lengua a la que se refiere este trabajo es la
    lengua española, la lengua de Cervantes, la
    que hablamos la mayoría de los venezolanos. Es la que nos
    une, la que nos permite afianzar nuestra identidad,
    interactuar con los miembros de nuestra comunidad,
    adquirir conocimientos o compartir nuestra cultura.

    La conversación en diferentes contextos y la
    intencionalidad del hablante producen cambios en algunas partes
    de la oración, como adverbios, conjunciones,
    pronombres,… que en su funcionamiento adquieren otros
    valores.

    El español de
    Venezuela es
    presentado en este trabajo con variados ejemplos que permiten
    identificar a un hablante como venezolano en la cual se pone de
    manifiesto la creatividad y el humor del venezolano, pero, sin
    dejar de utilizar las reglas de la gramática, por ejemplo, y para interés de
    éste trabajo, el uso del pronombre
    demostrativo.

    MARCO TEÓRICO

    RESEÑA HISTÓRICA DE LA
    LENGUA

    La lengua que trajeron los colonizadores era el castellano, que
    inicialmente era el idioma de Castilla, una región de
    España.
    ¿Por qué hablaban ese idioma? Los colonizadores
    procedían de muchas partes de España, pero,
    tenían una lengua común porque, para el momento en
    que ellos vinieron a América, el castellano no se hablaba
    sólo en su lugar de origen, sino en casi todo el suelo
    español.

    En tiempos remotos, en lo que hoy se llama España
    se hablaba varias lenguas, eso ocurría porque el
    territorio estaba habitado por pueblos iberos y celtas, los
    cuales tenían idiomas diferentes, y por los antepasados de
    los vascos, que tenían su propia lengua, distintas de las
    otras dos. Para contemplar esta diversidad, había colonias
    de comerciantes fenicios y
    griegos, y en ellas se hablaba la lengua de estos
    colonos.

    Llegan a esa tierra los
    romanos y las lenguas autóctonas son gradualmente
    sustituidas por el latín, en el siglo III antes de Cristo,
    las tropas romanas conquistan el territorio ibérico y lo
    convierten en una provincia del imperio Romano, a
    la que denominan Hispania. Los iberos y los celtas asumen la
    cultura romana, lo que hace que abandonen sus idiomas nativos
    para adoptar la lengua de los conquistadores: El latín.
    Cuando cae el imperio Romano, el latín comienza a
    transformarse en romance hispánico, en el siglo V
    después de Cristo, unas tribus a las que los romanos daban
    el nombre de "bárbaros", invaden el imperio Romano y
    provocan su desaparición. A Hispania llegan varios
    grupos
    bárbaros. El más importante de ellos es el de los
    visigodos, quienes fundan allí un reino. Los visigodos no
    imponen su lengua, sino que, por el contrario, aprenden el
    latín de sus súbditos. Pero durante su mandato, el
    idioma se transforma gradualmente. Ese latín modificado
    que se habló en Hispania en tiempos de los visigodos
    recibe el nombre de "romance hispánico".

    Más tarde llegan los árabes y del romance
    nace el castellano; en el siglo VIII, el reino visigótico
    es invadido por los árabes, quienes fundan en el sur una
    provincia del imperio árabe a la que dan el nombre de
    Al-Andalus. Los pobladores de esa zona continúan hablando
    romance hispánico, pero le agregan muchas palabras
    árabes, creando una lengua mixta que se conoce con el
    nombre de "mozárabe". Fuera de los límites de
    Al-Andalus, en la parte norte de España, el romance cambia
    de una región a otra, originando variedades
    geográficas, es decir, maneras de hablar
    características de una zona. La variedad que surge en el
    área de Cantabria sería más tarde conocida
    con el nombre de castellano.

    Se funda el reino de Castilla y el castellano comienza a
    crecer; en el siglo X se funda en Cantabria el reino de Castilla,
    llamado de ese modo porque en la región había
    numerosos castillos. Aunque se trata de un reino pequeño,
    pronto comienza a expandirse hacia el sur, reconquistando
    territorios en poder de los
    árabes. En cada zona recuperada, el castellano desplaza al
    mozárabe. En el siglo XIII, el rey Alfonso X el Sabio
    ordena que todos los documentos se
    redacten en castellano y funda una escuela de
    traductores para que pongan en este idioma muchas obras
    científicas, humanísticas y literarias escritas en
    latín, en árabe y en hebreo; todo ello hace que el
    castellano se fortalezca.

    España se unifica y el castellano se convierte en
    su lengua, en el siglo XV, Castilla es un reino poderoso. Su
    reina, Isabel, contrae matrimonio con
    Fernando, el rey de Aragón, y de este modo se fusionan los
    dos reinos
    principales. Estos gobernantes, conocidos en la historia como los reyes
    católicos, terminan además de recuperar el
    pequeño territorio que aún queda en poder de los
    árabes y conquistan el reino de Navarra. Con esas acciones, la
    mayor parte del suelo español queda unificada y el
    castellano se convierte en el idioma de todos. Lo que era una
    variedad regional se transforma en una vigorosa
    lengua.

    España es el centro de un imperio y el castellano
    llega a América, durante el reinado de los Reyes
    Católicos, los españoles llegan a América y
    fundan numerosas colonias en el continente. España se
    convierte en la cabeza de un gran imperio. El castellano se
    impone en estas tierras del nuevo mundo, desplazando las lenguas
    indígenas precolombinas. Por ser la lengua de todo un
    imperio y no solo de uno de los reinos, el castellano comienza a
    ser conocido con el nombre de español.

    La conquista de América implicó la
    imposición de la lengua de los conquistadores a los
    pueblos sometidos. El proceso de
    castellanización de este contenido fue muy lento, debido a
    la gran diversidad de lenguas indígenas y a la gran
    extensión del territorio americano. No obstante, poco a
    poco, la catequización, la convivencia y el mestizaje
    consolidaron el uso de la lengua española. El
    español americano tiene características peculiares
    que lo diferencian del peninsular, puesto que el hombre
    llegó a América y, posteriormente, el hombre
    americano lo adaptan a una realidad económica,
    geográfica y espiritual diferente. Los vocablos
    españoles en el habla de los americanos revelan una nueva
    visión de las cosas, nuevos intereses vitales. Por eso se
    puede hablar de nuestro español como una
    manifestación del ser americano.

    GRAMÁTICA:
    TIPOS E HISTORIA

    Gramática:
    Rama de la lingüística que tiene por objeto el
    estudio de la forma y composición de las palabras,
    así como de su interrelación dentro de la
    oración o de los sintagmas.

    Tipos de gramática

    La gramática normativa es el
    conjunto de reglas que establece el correcto funcionamiento de
    las estructuras
    lingüísticas de una determinada lengua, de las
    diversas partes de la oración según la norma de
    cada lengua. Dictamina qué palabras son compatibles entre
    sí y qué oraciones están bien formadas o son
    gramaticalmente correctas.

    La gramática histórica aborda el
    estudio de los cambios que ha habido en la formación de
    las palabras y de las oraciones a lo largo de la historia; por
    ejemplo, cómo era una determinada palabra o una construcción en el español antiguo o
    en el del siglo de oro
    (véase Lengua española). Las
    gramáticas comparadas estudian las semejanzas y
    diferencias que existen entre las lenguas y establece de
    qué forma influye una lengua sobre otra y si hay
    relaciones de parentesco entre las mismas. La gramática
    funcional, por su parte, investiga el empleo de las
    palabras y de los distintos tipos de oraciones según el
    contexto social.

    Desde otra perspectiva, la de la
    gramática descriptiva, se analiza cómo están
    organizadas las unidades mínimas con significado que
    forman las palabras (morfemas) y las que forman las oraciones
    (sintagmas). Su estudio abarca un estado de
    lengua en un momento dado. La gramática descriptiva indica
    qué lenguas —incluso aquéllas que nunca se
    han escrito ni registrado por ningún otro procedimiento— tienen una estructura
    parecida.

    La gramática generativa fundada por el
    investigador estadounidense Noam Chomsky intenta establecer las
    reglas que permiten a los hablantes generar todas las oraciones
    gramaticales de una lengua.

    Historia de la gramática

    Quienes iniciaron el estudio de la
    gramática fueron los griegos, que lo hicieron desde una
    perspectiva filosófica y describieron la estructura de la
    lengua. Esta tradición pasó a los romanos, que
    tradujeron los términos gramaticales, tanto de las partes
    de la oración como de las categorías gramaticales;
    muchas denominaciones han llegado a nuestros días (como
    por ejemplo nominativo, singular, neutro). Pero ni los
    griegos ni los romanos supieron cómo estaban relacionadas
    las diversas lenguas. Esta aproximación surgió con
    la gramática comparativa, que fue el enfoque dominante en
    la lingüística del siglo XIX.

    Al parecer, las primeras investigaciones
    gramaticales del mundo moderno han ido emparejadas con el
    afán por descifrar las inscripciones y textos antiguos. De
    ahí que la gramática estuviera ligada a las
    sociedades que
    poseían una extensa tradición de textos escritos.
    La primera gramática que se conoce es la Panini para el
    sánscrito, una lengua de la India. En ella
    se mostraba cómo se formaban las palabras y qué
    parte de las mismas era la que llevaba el significado. Los
    trabajos de Panini y de otros estudiosos indios sirvieron para
    interpretar los libros
    sagrados de los hindúes, que se escribieron en
    sánscrito. Otro pueblo que prestó gran atención a su lengua fueron los
    árabes, que en la edad media
    introdujeron en Occidente todo el saber de los filósofos griegos, olvidados hasta que
    ellos llegaron.

    Realizaron la traducción de las obras de la
    antigüedad a su lengua, y en función de
    su expansión geográfica estuvieron en contacto con
    otras lenguas desde la cuenca mediterránea hasta Persia en
    el extremo oriental. Gracias a la convivencia que tuvo lugar en
    la península Ibérica de las culturas árabe,
    hebrea y cristiana se desarrolla en Toledo la Escuela de
    Traductores, donde se copian y traducen importantes obras que
    así llegaron al conocimiento
    de Occidente. A lo largo del siglo X, los judíos
    completaron el inventario
    léxico del hebreo, conocido como el lexicón,
    término de origen griego, y asimismo llevaron a cabo lo
    que hoy se denominaría primer estudio filológico
    del Antiguo Testamento.

    Al gramático griego Dionisio de
    Tracia se le debe el esfuerzo de elaborar su Arte de la
    Gramática,
    primera gramática de su lengua en
    términos modernos, difundida por los árabes y que
    ha servido de base a las gramáticas del griego, del
    latín y de otras lenguas europeas hasta bien entrado
    el renacimiento.
    Durante toda la edad media quienes en Europa se
    dedicaron al estudio conocían, además de sus
    propias lenguas y el latín, las de los pueblos vecinos con
    quienes estaban en contacto. Aprovechando esta circunstancia se
    plantearon de qué forma podía hacerse la
    comparación entre las lenguas. Con la llegada del renacimiento y su
    admiración por el mundo clásico se cae en la trampa
    de pensar que el ideal en los estudios gramaticales consiste en
    describir cualquier lengua conforme a la estructura que
    poseían el latín y el griego.

    Durante los siglos XVI y XVII, lo que se intentó
    fue determinar qué lengua era la más antigua, dado
    el
    conocimiento que de ellas se había adquirido durante
    la edad media y el renacimiento. Como tuvieron en cuenta su
    tradición cristiana y por tanto la Biblia, en muchos casos
    se llegó a la conclusión de que se trataba del
    hebreo. También se eligieron otras lenguas por
    circunstancias ajenas a lo lingüístico: ése
    fue el caso del holandés en el entorno centroeuropeo y muy
    relacionado con la reforma protestante y la expansión
    comercial. Durante el siglo XVIII se inician las comparaciones
    entre las lenguas, que culminan con la afirmación de que
    existe una única lengua, origen de cuantas se hablaban en
    Europa, Asia y Egipto
    —la que se llamará más tarde
    indoeuropeo—, hecho que afirmó el filósofo
    alemán Gottfried Wilhelm Leibniz.

    En el siglo XIX los estudiosos
    desarrollaron un análisis sistemático sobre
    determinados aspectos de las lenguas, realizado con el modelo que
    supuso el sánscrito. La guía para elaborar las
    gramáticas de muchas lenguas europeas, la egipcia y
    algunas asiáticas, fue la gramática de Panini. A
    estos estudios ya situados en la comparación de las
    lenguas relacionadas utilizando la obra de Panini como
    guía se les denomina gramática indoeuropea, que es
    un método
    para comparar y relacionar las formas de la oración que
    poseen muchas lenguas.

    No obstante, el enfoque renacentista que
    consiste en describir las lenguas bajo el modelo grecolatino
    tardó en desaparecer. No se inició la descripción gramatical de las lenguas
    dentro de sus propios modelos hasta
    principios del
    siglo XX. Bajo esta nueva perspectiva hay que colocar el
    Manual de las lenguas indígenas americanas (1911),
    obra del antropólogo Franz Boas y sus colaboradores,
    así como los trabajos del danés Otto Jespersen,
    dentro ya de la escuela estructuralista y descriptiva, que
    publicó Filosofía de la Gramática
    (1924). La obra de Boas ha sido la base en la que se han
    inspirado muchas gramáticas descriptivas estadounidenses.
    La de Jespersen ha sido la precursora de otros enfoques de la
    teoría
    lingüística, como por ejemplo la gramática
    generativa.

    Boas desafío la metodología tradicional de la
    gramática al estudiar otras lenguas no indoeuropeas y que
    no tenían testimonios escritos, como las lenguas indias de
    Estados Unidos
    (véase Lenguas aborígenes de Estados Unidos
    y Canadá). Creía que la capacidad humana que es el
    lenguaje se organiza en la gramática de cada lengua
    concreta.

    Toda gramática descriptiva debería
    describir las relaciones que se establecen entre las palabras y
    las oraciones de una lengua, a partir del inventario del que
    disponen las personas en el lenguaje. Gracias al esfuerzo
    innovador del trabajo de Boas, la lingüística
    descriptiva se convirtió en la gramática dominante
    en Estados Unidos durante la primera mitad del siglo
    XX.

    Jespersen, lo mismo que Boas, pensaba que
    las lenguas había que estudiarlas a partir de las
    manifestaciones orales de sus hablantes y no de los documentos
    escritos, porque como ha demostrado Bühler en su
    Filosofía del lenguaje, la lengua hablada y la
    escrita representan distintos niveles del lenguaje. Buscaba
    Jespersen los elementos comunes a todas las lenguas y los
    clasificó en su teoría de los tres rangos, para
    encontrar la estructura en la que se organizan, tanto en su forma
    presente (el conocido por estudio sincrónico) como en su
    forma a través de la historia (conocido por estudio
    diacrónico). El análisis descriptivo, representado
    en estos dos autores, desarrolla unos métodos
    precisos y científicos, y además consigue describir
    las unidades formales mínimas de cualquier lengua. Como
    aísla esas unidades y encuentra la estructura que las
    relaciona, se conoce por gramática
    estructuralista.

    Fue concebida en primer lugar por el lingüista
    suizo Ferdinand de Saussure, que distinguió entre la
    estructura general que poseen todas las lenguas, y que él
    denominó lengua (con el término
    francés langue), y las realizaciones
    concretas de esa estructura que hacen todas las personas cuando
    hablan, a lo que denominó habla, parole en palabras
    de Saussure.

    La lengua es el sistema que
    sostiene cualquier idioma concreto, esto
    es, lo que hablan y entienden los miembros de cualquier comunidad
    lingüística porque participan de la gramática
    de ese idioma. El habla es la realización concreta de la
    lengua, pero en sí misma no es lo que describe la
    gramática. La gramática estructural concibe cada
    lengua particular, ya sea el chino, el francés, el
    español, el swahili o el árabe, como un sistema que
    tiene varios niveles, cada uno con sus elementos propios
    —fonemas, morfemas, sintagmas y semantemas, esto es, los
    elementos mínimos de la fonética, la morfología, la sintaxis y la semántica— y que se interrelacionan
    en esa gran estructura. Así pues describe y estudia las
    relaciones que existen en todos los niveles del habla en cada
    lengua concreta. Y ello esté o no escrito, hablado o
    grabado en una cinta magnetofónica.

    A mitad del siglo XX, Chomsky, que
    había recibido una formación estructuralista en la
    escuela de Bloomfield, buscaba la forma de analizar la sintaxis
    del inglés
    dentro de los principios estructurales. Su esfuerzo le condujo a
    concebir la gramática como la teoría de la
    estructura y no como la descripción de unas oraciones
    concretas. La entiende como un mecanismo que produce una
    determinada estructura, que no es sólo de una lengua
    determinada, sino que pertenece a la competencia, es
    decir la capacidad que tienen las personas para emitir y entender
    las oraciones que forman parte de su lengua o de cualquier
    otra.

    Su teoría, de carácter universal, está relacionada
    con las de los estudiosos de los siglos XVIII y XIX, quienes
    estaban buscando la raíz lógica
    de la gramática, para que fuera la clave que analizara el
    pensamiento. A
    esa escuela perteneció el filósofo británico
    John Stuart Mill, que ya en 1867 creía que las reglas
    gramaticales de una lengua eran la forma que correspondía
    al modo en que estaba organizado el pensamiento humano
    universal.

    PRONOMBRE (Concepto, tipos y
    pronombre demostrativo)

    PRONOMBRE, parte de la oración que puede ocupar
    el lugar de un nombre o hacer alusión a él. Procede
    del latín pronomen, que significa ‘en lugar del
    nombre’; sustituye en ocasiones, aunque no siempre, a un
    sustantivo, al que se denomina antecedente.

    Los gramáticos latinos mantenían una
    categoría gramatical única que incorporaba las
    funciones del
    artículo y del pronombre. Fue en el siglo XVI cuando J. C.
    Escalígero demostró que en el pronombre
    confluían tres funciones, la de señalar la
    atención sobre un nombre presente, como en: A María
    ‘le’ duele la cabeza; la de auténtico
    sustituto del nombre, como en: Vi a María contenta y
    ‘la’ saludé, y la de
    figurar junto a un nombre con valor
    enfático, como en: ‘Nosotros’ los
    venezolanos.

    Algunas gramáticas distinguen entre pronombres
    sustantivos, aquellos cuya aparición evita la
    repetición de un sustantivo nombrado anteriormente:
    Encontré a Marcos en la calle, ‘lo’
    encontré, y pronombres adjetivos, los que acompañan
    a un nombre, modificándolo, al tiempo que
    reproducen a otro anterior o sobrentendido: ‘nuestro’
    equipo. Otras prefieren denominar directamente a los primeros
    como pronombres y a los segundos como adjetivos. También
    algunos adverbios pueden funcionar como pronombres: donde,
    cuando.

    Ambas categorías se presentan en grupos de
    número limitado: personales (sólo pronombre
    sustantivo), demostrativos, posesivos, indefinidos, relativos,
    numerales, interrogativos y exclamativos.

    Muchos de ellos presentan en su flexión
    variaciones de género
    masculino, femenino e incluso neutro: alguno (-a, -os, -as),
    suya, aquello; de número singular y plural:
    ésta/éstas, él/ellos, y los personales y
    posesivos también indican la persona
    gramatical. Otros se mantienen invariables en cuanto a la forma,
    por lo que se debe recurrir a la concordancia para conocer su
    género o número.

    Los pronombres realizan las mismas funciones que los
    adjetivos determinativos (pronombres adjetivos): determinante o
    modificador del sustantivo al que acompaña:
    ‘éste’ por este papel; sustantivos (pronombres
    sustantivos): sujeto: ‘éste’ me gusta,
    complemento directo: ‘las’ vendí, complemento
    indirecto: ‘les’ compré la máquina,
    atributo: Juan es ‘aquél’, complemento
    circunstancial: ¿con ‘quiénes’
    saliste?…; adverbios (pronombres adverbios): complemento
    circunstancial: ésta es la ciudad ‘donde’
    nací.

    Su significado es casi siempre contextual porque depende
    en muchos casos del significado de alguna palabra del texto en el
    que se halle inserto el pronombre o del contexto: éste
    puede referirse a una persona, animal o una cosa, según a
    lo que haga alusión. Algunos de ellos son
    deícticos.

    Los pronombres personales yo y tú indican las
    personas que intervienen en un discurso;
    otros hacen una referencia anafórica a algo expresado
    anteriormente: un sustantivo, un sintagma nominal o una
    proposición; un tercer grupo anticipa algo que se expone
    con posterioridad (referencia catafórica): un sintagma
    nominal o una proposición.

    En este mismo orden de ideas, la gramática
    tradicional define el pronombre como una clase de
    palabra cuya función es sustituir al sustantivo. Esta
    definición es válida para los pronombres de tercera
    persona, pero no para los de primera y segunda persona, en los
    que éstos asumen el papel de la persona que habla en el
    discurso. El significado de los pronombres es, por lo tanto,
    ocasional y, aunque funcionan como un sustantivo, poseen, frente
    a éste, algunas características
    diferenciales.

    Hay dos tipos fundamentales de pronombres:

    • Los pronombres deícticos se refieren a
      elementos del contexto: señalan a las personas que
      intervienen en la
      comunicación. No sustituyen a ningún
      sustantivo e incluso pueden omitirse.
    • Los pronombres anafóricos son los que
      sustituyen a un sustantivo que ya ha aparecido en el discurso y
      que recibe el nombre de antecedente.

    Según sus diversas características y
    funciones, los pronombres se clasifican en personales,
    demostrativos, posesivos, relativos, interrogativos e
    indefinidos. Cada uno de estos grupos participa de las
    características vistas: la deixis y la anáfora.
    (Enciclopedia temática Encarta 2005)

    La Enciclopedia escolar el universal 2005, al respecto
    expresa que:

    PRONOMBRES PERSONALES: Sirven para mencionar a la
    persona que participa en el discurso, señalan el papel de
    cada individuo en
    un acto de comunicación. La 1ra persona se refiere al
    emisor; la 2da al receptor y la 3ra al que está fuera de
    la conversación. Los pronombres personales tienen
    flexión de número y, solo en algunas formas de la
    3ra persona, flexión de género. Las funciones que
    pueden desempeñar en la oración son: sujeto (S),
    complemento directo (CD) y
    complemento indirecto (CI). Algunos pronombres personales,
    necesitan estar acompañados por una preposición
    (este regalo es para ti).

    PRONOMBRES DEMOSTRATIVOS: Las formas de los
    pronombres personales coinciden con las de los determinantes de
    la misma clase. Sin embargo, se diferencian porque no
    desempeñan la misma función en el contexto
    oracional. Los pronombres demostrativos indican la
    posición espacial de una realidad respecto a los
    participantes en un acto de comunicación o, en el caso de
    un contexto, respecto a su antecedente. También a
    diferencia de los determinantes demostrativos, los pronombres
    demostrativos pueden llevar tilde, aunque su empleo es
    potestativo, excepto si existe riesgo de
    anfibología o posibilidad de confusión entre el uso
    del determinante y el pronombre demostrativo, en cuyo caso debe
    aparecer necesariamente.

    PRONOMBRES POSESIVOS: Formalmente, los pronombres
    posesivos coinciden con los determinantes posesivos, con
    excepción de las formas apocopadas (mi/ mis, tu/ tus,
    su / sus
    ). Los pronombres posesivos están
    relacionados, también, con las personas del discurso.
    Sirven para indicar la posesión de una o varias realidades
    por parte de alguna (o de varias) de las personas que participan
    en el habla.

    PRONOMBRES RELATIVOS: Señalan
    anafóricamente a otras palabras u oraciones aparecidas
    anteriormente. También introducen oraciones subordinadas.
    Como pronombre anafórico tienen un antecedente en la
    oración. En la oración el libro que
    estoy leyendo es muy interesante, el pronombre relativo
    anafórico es que y la palabra libro es el antecedente. Los
    pronombres relativos son muy pocos y tienen
    características propias.

    PRONOMBRES INTERROGATIVOS Y EXCLAMATIVOS: Sirven
    para preguntar sobre algo de lo que se está hablando en el
    discurso (dime quién es). La nómina
    de pronombres interrogativos es muy similar a la de los
    pronombres relativos. Las formas de los pronombres exclamativos
    son idénticas a las de los interrogativos, aunque su modo
    de funcionar en el discurso es diferente. Los interrogativos
    siempre llevan acento gráfico.

    PRONOMBRES INDEFINIDOS: Expresan el grado de
    cantidad, número o intensidad con que se percibe una
    determinada realidad, y lo hacen de modo subjetivo; es decir,
    según percibe el hablante esa cantidad. La nómina
    de indefinidos que refieren una cantidad. La nómina de
    indefinidos que refieren una cantidad se establece alrededor del
    pronombre todo, del que parten el resto: mucho, poco,
    bastante y demasiado
    . Todos tienen flexión de
    género y número, excepto bastante, que solo
    varía en números: bastantes.

    Ahora, y para interés de esta investigación desarrollaremos el
    PRONOMBRE DEMOSTRATIVO

    LOS
    DEMOSTRATIVOS

    Son aquellos pronombres mediante los cuales realizamos
    un señalamiento de los objetos de la realidad, es decir,
    tienen función deíctica. Son los encargados de
    situar en las coordenadas de espacio y tiempo los objetos
    relacionados con las personas que intervienen en el acto de la
    comunicación. Igual que el artículo son
    actualizadores pero se diferencian de éste en ese
    carácter deíctico mediante el cual señalan
    los objetos en una situación concreta. Son como
    índices que indican el objeto desde el punto de origen del
    hablante.

    Este, esta, estos, estas, esto indican
    cercanía del objeto a la persona que habla; ese, esa,
    esos, esas, eso
    señalan cercanía del objeto con
    respecto a la segunda persona, y, aquel, aquella, aquellos,
    aquellas, aquello
    denotan distancia tanto de la primera como
    de la segunda persona. Las relaciones que establecen con respecto
    a las personas son las mismas que las de los otros pronombres
    adjetivos. Este, ese, aquel. Las formas neutras carecen de
    plural.

    Además de señalar los tres grados de
    proximidad expresados, pueden marcar, asimismo, proximidad o
    lejanía con respecto al momento del discurso: Este
    marca
    simultaneidad o proximidad que se indica o se dice pertenece a
    ese momento del discurso: Esta tarde he visto a Juan, este
    año me va a ir bien, este domingo voy al teatro; ese

    señala un primer grado de lejanía temporal y puede
    referirse al pasado o al futuro: En ese momento nos tuvimos
    que ir, ese día ya lo verás; aquel

    señala un mayor alejamiento y se refiere únicamente
    al pasado: Aquel día fue muy divertido.

    Para evidenciar todo ello, se presenta el siguiente
    cuadro:

    GÉNERO

    NÚMERO

    MÁXIMA
    PROXIMIDAD

    (cerca de mi)

    PROXIMIDAD MEDIA

    (cerca de ti)

    MÁXIMA
    LEJANÍA

    (más cerca de
    él)

    Masculino

    Singular

    éste

    ése

    aquél

    Plural

    éstos

    ésos

    aquéllos

    Femenino

    Singular

    ésta

    ésa

    aquélla

    Plural

    éstas

    ésas

    aquellas

    Neutro

    singular

    esto

    eso

    aquello

    Tienen la función de pronombres adjetivos, o lo
    que es igual, pueden funcionar como adyacentes del sustantivo, y
    también pueden actuar como sustantivos, cuan al que se
    refieren no aparece, en ese caso el demostrativo se puede
    considerar el núcleo del grupo nominal. Solamente los
    neutros esto, eso, aquello funcionan siempre como
    sustantivos, refiriéndose a realidades que no poseen
    denominación en la lengua o que el hablante
    desconoce.

    En castellano existen los siguientes
    demostrativos:

    Singular

    Plural

    Este, esta , esto

    Estos, estas

    Ese, esa, eso

    Esos, esas

    Aquel, aquella, aquello

    Aquellos, aquellas

    Si estas palabras sustituyen a un nombre funcionan como
    pronombres demostrativos:

    Ése es mi
    coche

    ¿Quién es aquél?

    Aquélla es
    tu novia

    ¿De dónde viene
    éste?

    Eso no me lo
    creo

    .

    Pero si acompañan a un nombre, entonces funcionan
    como adjetivos demostrativos:

    Ese coche es el
    mío

    ¿Quién es aquel individuo?

    Aquella niña
    es tu novia

    ¿De dónde viene
    este
    señor?

    Esta casa es muy
    bonita

    .

    ¿Cuando se acentúan los
    demostrativos?:

    • Se acentúan los pronombres
      demostrativos
    • No se acentúan los adjetivos
      demostrativos

    Veamos algunos ejemplos:

    Adjetivo

    Este libro es muy
    caro

    Pronombre

    Hay muchos libros, pero éste es el más
    caro

    .

    Adjetivo

    Ese colegio es el
    mejor de la ciudad

    Pronombre

    De todos los colegios, ése es el mejor

    .

    Adjetivo

    Aquel perro me ha
    mordido

    Pronombre

    ¿Qué perro te ha mordido?,
    aquél ha
    sido

    El pronombre demostrativo se acentúa precisamente
    para distinguirlo del adjetivo demostrativo, por eso mismo, el
    pronombre demostrativo neutro (esto, eso, aquello) no
    se acentúa
    ya que no hay una forma adjetiva
    equivalente con la que se pudiera confundir.

    Pronombre

    Éste es el
    que más me gusta

    Pronombre

    Esto es lo que
    más me gusta

    .

    Pronombre

    Aquél es el
    mejor

    Pronombre

    Aquello es
    impresionante

    LOS USOS DE LA ANAFORA EN LOS
    DEMOSTRATIVOS

    Puede aludirse a un sustantivo con el que
    concuerda en género y número. Si el sustantivo se
    encuentra entre otros se usa éste para el
    más cercano y aquél para el más
    lejano. Pero, en caso de que se trate sólo de un
    sustantivo se puede utilizar éste o ese
    indistintamente, ejemplos: Han llegado Juan y Pedro;
    éste iba herido, y aquél le sostenía;
    ése es el mes que me gusta
    . También puede
    hacerse referencia a toda una oración: A ver si
    comprendes esto: No voy a ir al cine
    contigo.

    Los pronombres demostrativos pueden emplearse
    anafóricamente dentro de un texto, haciendo alusión
    a algo ya nombrado con anterioridad: Un perro vagabundeaba por
    la calle, este se acercó a mí
    , o
    catafóricamente, adelantando lo que se va a decir con
    posterioridad: Acordamos esto: que te iría a buscar a
    la estación
    . En este caso, el demostrativo debe
    aparecer inmediatamente antes de aquello que anticipa.

    FORMAS DEL DEMOSTRATIVO

    Los demostrativos, al igual que el
    artículo, proceden del latín: iste para el primer
    término, ipse para el segundo y de un compuesto de
    ille—eccu (m)-ille—aquel, para el tercero que,
    posteriormente, se reforzaron con la partícula met,
    ‘mismo’. De eccum, producto de la unión de un
    adjetivo y un adverbio latino, reforzado en el latín
    vulgar con iste se originaron aqueste y aquese. Los
    demostrativos, unidos a alter (pospuesto) dieron estotro, esotro
    y quillotro, comunes en la edad media. En la actualidad todas
    estas formas arcaicas han desaparecido de la lengua oral y de la
    escrita.

    Las formas masculinas y femeninas pueden funcionar como
    determinantes o como pronombres. La diferencia entre
    determinantes y pronombres estriba en que los primeros
    acompañan a un sustantivo, mientras que los segundos van
    en su lugar, de ahí que exista forma neutra para los
    pronombres y no para los determinantes, puesto que no existen en
    español sustantivos neutros.

    Todos los determinantes y los pronombres neutros se
    escriben siempre sin tilde; son incorrectas por tanto las formas
    *ésto, *éso y *aquéllo. El uso de la tilde
    diacrítica en los pronombres masculinos y femeninos
    tampoco es recomendable, salvo para evitar ambigüedades en
    el texto que puedan inducir a confusión, como en el
    siguiente ejemplo: El otro día nos visitaron mis
    tías. Vinieron con éstas personas que yo no
    conocía. Si se interpretara estas como determinante, se
    supondría que el oyente sabe quiénes son las
    personas desconocidas, lo que no se deduce de la lectura con
    éstas como pronombre.

    Los demostrativos determinantes concuerdan con el
    sustantivo al que actualizan en género y número.
    Cuando el sustantivo comienza por a o ha tónica, a
    diferencia del artículo singular, el determinante debe
    mantener la forma femenina delante de él: esta agua, aquella
    aula pero no *este agua, *aquel aula. La utilización de
    las formas masculinas en estos casos se considera incorrecta y
    puede llevar a error en cuanto al género del
    sustantivo.

    FUNCIÓN

    Los demostrativos pueden ser determinantes de los
    sustantivos a los que acompañan (esta pared, aquellos
    paraguas) o pronombres que los sustituyen (Apóyate en esta
    pared, no en `aquella´).

    Como determinantes dentro de un sintagma nominal pueden
    anteponerse a determinantes o pronombres de diferentes tipos:
    indefinidos (esos pocos libros; estos otros), numerales (esos
    tres vasos; dame esos tres) o combinaciones de ambos (esos otros
    tres). También pueden preceder a los posesivos (con estos
    sus amigos). Este uso, culto y formal, solo es posible cuando
    anteceden a determinantes posesivos pero no a pronombres (*con
    estos suyos).

    Si dentro del sintagma nominal concurren con otros
    determinantes, ocupan siempre el primer lugar, excepto con todo,
    que les precede: todos estos días. Cuando van antepuestos
    al sustantivo impiden la aparición del artículo, lo
    que no ocurre si están pospuestos: esa casa / la casa esa
    / *la esa casa.

    Tal es un demostrativo atípico pues no se
    comporta como el resto: puede posponerse al artículo (el
    tal Pedro) o a otro demostrativo (ese tal Pedro), pero no suele
    combinarse con otros determinantes. También puede
    posponerse al sustantivo, en cuyo caso es el artículo
    indefinido, en lugar del definido como ocurre con otros
    demostrativos, el que se antepone al sustantivo: En un asunto
    tal, es importante dialogar.

    Los pronombres funcionan como núcleo de un
    sintagma nominal; hacen las mismas funciones que el sustantivo:
    sujeto, complemento directo, complemento indirecto, atributo,
    etcétera, y pueden ir complementados por sintagmas
    preposicionales con de (eso de ahí) o por oraciones de
    relativo (eso que te dije).

    SIGNIFICACIÓN

    Los demostrativos son elementos
    señaladores o deícticos. Es decir, sitúan en
    el espacio, en el tiempo o en el contexto las entidades referidas
    por los sustantivos a los que determinan o sustituyen.

    El carácter deíctico de los demostrativos
    puede verse reforzado por adverbios como justamente o exactamente
    o por el indefinido mismo, que también concuerda en
    género y número con el sustantivo: Dijo estas
    mismas palabras; Dijo justamente estas palabras.

    Cuando los demostrativos establecen deixis espacial o
    temporal, se toma como punto de referencia, subjetivo, la
    posición del hablante; este indica una distancia
    pequeña, ese indica una distancia algo mayor y aquel una
    distancia aún mayor con respecto al hablante. Puede
    establecerse un paralelismo con respecto a las distancias
    indicadas por los adverbios aquí, ahí y
    allí. Por este motivo, resultan extrañas, e incluso
    agramaticales, expresiones como estas de allí o aquellas
    de aquí. En otras lenguas, la división
    espacio-temporal no es ternaria sino binaria, como en
    inglés (this/that; here/there).

    El demostrativo tiene un valor despectivo en
    determinados casos, mucho más acentuado si se utiliza la
    forma neutra para referirse a una persona: Me encontró
    ‘ésta’; te presento a
    ‘éste/esto’. Los demostrativos aparecen
    también en expresiones fijas, por ejemplo esto es, a eso
    de, estar en esas, con que esas tenemos o en eso
    estamos.

    CORPUS DE LA
    INVESTIGACIÓN

    Del Corpus se tomaron cuatro muestras de los
    demostrativos de la siguiente manera: Dos adjetivos y dos
    pronombres del cual uno de ellos es de carácter neutro,
    los mismos serán aplicados en el caso correspondiente al
    lenguaje escrito, a continuación se presenta el
    análisis respectivo.

    SEMANARIO: Todos adentro

    AUTORA: Maracara Carmen Isabel

    TÍTULO: En el poema queda el polvo del
    milagro

    En el párrafo
    "AQUELLOS" según género y
    número es masculino-plural. Al no estar acentuado y por
    acompañar un nombre (en este caso libros) funciona
    como un adjetivo demostrativo y no como un pronombre.
    Además su grado es de máxima lejanía
    denotando distancia tanto de la primera como de la segunda
    persona.

    DIARIO: Ultimas noticias

    AUTORA: Celina Carquez

    TÍTULO: Encontraron "algo raro" en máquinas
    de votación

    "ESTO" está siendo utilizado
    evidentemente en su función de neutralidad (sin
    acentuación y singularidad absoluta) significando una
    acción
    que no se refiere ni a masculino ni femenino. Su grado es de
    máxima proximidad, es decir, cerca de quien habla
    (escribe).

    SEMANARIO: Todos adentro

    Partes: 1, 2

    Página siguiente 

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter