Relación entre "Espergesia" (César Vallejo), "Estanco" (Fernando Pessoa) y "Borges y Yo" (Jorge Luis Borges)
Quizás sea un poco ardua la elaboración de
este proyecto, sin
embargo mi carácter ambicioso no me deja renunciar
ante la posibilidad de encontrar una serie de similitudes
contundentes que sustenten la posibilidad de que estos tres
poetas, por mas de que sus obras son diametralmente distintas, se
identificaban con una preocupación que los llevo a cada
uno a escribir unos versos con la finalidad de comprender sin
distorsión alguna la dualidad entre hombre y
poeta.
Tal vez este tema ha sido frecuentado por numerosos
poetas que veo innecesario nombrar, pues prefiero detenerme en
estos tres autores y especialmente en esos poemas que
abarcan en gran parte la cuestión que nos
incumbe.
Para comenzar a establecer la relación entre
hombre y poeta veo pertinente examinar, minuciosamente los dos
términos, pues esta comprensión será una
herramienta fundamental para el análisis que haremos a
continuación.
Pues bien, primero que nada quiero iniciar esta
búsqueda con una afirmación de gran utilidad,
ésta consiste en que todos los hombres tenemos el instinto
innato de poetas, sin embargo muchos nos conformamos en caminar
por la vida sin el más mínimo interés de
transformarla, de justificarla o de explicarla, simplemente nos
dejamos llevar de un lado para otro como un rebaño que no
tiene la mas mínima determinación de si
mismo.
Menos mal hay artistas, específicamente poetas
que no se conforman en pasar su existencia en una corriente, sino
todo lo contrario estos poetas son los encargados de justificar
ese mundo que los rodea y del que hacen parte.
No obstante por más superiores que sean estos
seres no dejan de ser hombres, y su condición humana les
impone límites
que los encasilla a la hora de definir a partir de lo particular
temas esenciales. Sin embargo, su cualidad de poetas los impulsa
a que estos límites sean traspasables en lo
posible.
El lenguaje que
utilizan no es el mecanizado, lleno de formalismos y
redundancias, sino un lenguaje que a partir de lo particular,
generaliza lo que transmite, pues el poeta tiene la capacidad de
sentir universalmente. El hombre
común particulariza todo: sentimientos, sensaciones,
mundo, pensamientos, etc. En cambio el
poeta representa lo humano en su totalidad, y se aparta por
completo de las concepciones triviales del rebaño, como
por ejemplo mantener ficciones, cuya única función es
negar la realidad y opacar la existencia humana.
Pero, ¿por qué sostienen esto? Esta
interrogante ha sido a lo largo de la historia una
discusión complicada, sin embargo hay quienes argumentan
que el principal motivo, es porque el hombre desconoce su
naturaleza, es
decir abandona su talante creador para sumergirse en un mundo
ficticio.
Ahora detengámonos en los tres poemas que citamos
y analicémoslos separadamente, pues lo considero
pertinente para comprender las visiones de los autores frente a
esta dualidad, que al parecer ellos padecen.
En "Borges y Yo" se ve desde el titulo una diferencia,
un distanciamiento, entre el hombre subjetivo (el hombre
común) y Borges como personaje público,
símbolo de la literatura universal y sobre
todo: poeta. Sin embargo, al leer todo el texto se
podrá afirmar que apenas se termina la labor del individuo
cotidiano, empieza el comprometedor trabajo del
poeta.
Aunque veo pertinente mirar a fondo este tema, para
así validar o no, esta aserción. Como primera
medida Borges muestra al hombre
como un individuo común y corriente "…Yo camino por
Buenos Aires y
me demoro, acaso ya mecánicamente…", con gustos y
pasiones que no explota ni explora, simplemente hacen parte de su
vida y ya. Este hombre dice: "…yo vivo, yo me dejo vivir,
para que Borges pueda tramar su literatura y esa literatura me
justifica…".
Es esencial que exista el subjetivismo, el hombre
común, pues ese es un elemento vital para la
creación del poeta, quizás porque es un
intermediario entre el poeta y el mundo. Además el poeta y
su obra justifican al individuo cotidiano, no obstante argumenta
Borges con la siguiente frase, que lo rescatable que ha escrito
el otro, no le pertenece a ninguno, sino a la humanidad.
"…ha logrado ciertas paginas validas, pero esas paginas no
me pueden salvar, quizás porque lo bueno ya no es de
nadie, ni siquiera del otro…".
¿Le corresponde a la humanidad?
¿Qué implica esto? El poeta logra desprenderse del
subjetivismo por más de que sus obras nazcan a partir de
este, por lo que deduciremos que tiene la capacidad de expresarse
en términos universales, convirtiendo así las
preocupaciones borgianas en desasosiegos de la
humanidad.
"…Hace años yo traté de liberarme
de él y pasé de las mitologías del arrabal a
los juegos con el
tiempo y con
lo infinito, pero esos juegos son de Borges ahora y tendré
que idear otras cosas…". Acá el hombre es el que
idea las cosas, es decir gracias a su percepción
constante de la realidad es capaz de inventar, sin embargo es el
poeta el que materializa estas ideas, es el poeta el que con sus
versos une esas dos esferas (sujeto-objeto) y le da valor a la
existencia.
Al concluir el texto con la frase: "…No sé
cuál de los dos escribe esta página…", deja
más que claro la imposibilidad de distinguir cuándo
terminan los límites del hombre y cuando inician los del
poeta, en otras palabras sería, cuál es la
línea donde se cruza el mundo objetivo y el
mundo subjetivo. Esta línea la describe Pessoa en su poema
de "Estanco" como la calle que divide su ventana con la
tabaquería, luego examinaremos esto
detalladamente.
Volviendo a Borges, encontré una entrevista en
la que le preguntaron lo siguiente: usted dice que al otro es a
quién le suceden las cosas, con cuál Borges
converso ahora?
Borges contesto serenamente: "Esa es una pregunta de
tipo metafísico… yo diría que soy
continuamente cada uno de ellos, yo soy los dos, el uno
necesita del otro, pero yo pensaba sobre todo en la diferencia
entre el hombre íntimo y el poeta que siempre y de
algún modo es un hombre público, no, yo no
sé si yo me parezco a esa imagen
pública, a la imagen que yo doy de mis libros,
posiblemente yo sea bastante distinto, posiblemente mi
retórica me traicione…".
Continuemos ahora con "Espergesia" con el que deja claro
Vallejo su condición de poeta y hombre
simultáneamente. Desde el titulo se puede suponer que es
una búsqueda del origen tanto del hombre como del poeta,
pues "Espergesia" es la unión de dos palabras: esperma y
génesis. "Yo nací un día que Dios estuvo
enfermo…" esta frase simplemente lo deja a uno
atónito, perplejo y sin embargo lo invita a reflexionar
sobre el nacimiento.
Pero ¿A qué tipo de nacimiento se refiere
Vallejo? ¿Qué simboliza la figura de Dios en este
poema? Este Dios es Vallejo, pero también es el Dios que
creó a Vallejo, por lo tanto se puede interpretar de dos
maneras distintas, es decir Vallejo como Dios creador de su obra
y el Dios en si como inventor de Vallejo. Por eso al estar
enfermo este Ser se humaniza y queda en el mismo plano del
hombre.
Hay un texto de Borges que veo imprescindible citar, ya
que abarca este tema con gran elocuencia. "Everything and
Nothing" cuyo tema principal también es la dualidad entre
hombre y poeta: "…La historia agrega que, antes o
después de morir, se supo frente a Dios y le dijo: "Yo,
que tantos hombres he sido en vano, quiero ser uno y
yo".
La voz de Dios le contestó desde un torbellino:
"Yo tampoco soy; yo soñé el mundo como tú
soñaste tu obra, mi Shakespeare, y
entre las formas de mi sueño estabas tú, que como
yo eres muchos y nadie…".
Es preciso decir que Shakespeare y Dios tienen una
similitud trascendental, pues los dos se justifican por lo que
crean y no por lo que son. De ahí que el poeta existe si
su obra perdura, de lo contrario será una ceniza
más en el polvo.
Otro aspecto que me gustaría analizar es el
adjetivo "enfermo" que le atribuye al Dios, ¿Por
qué enfermo? ¿Qué relación tiene esto
con nuestras distintas interpretaciones? La enfermedad es una
causa del sufrimiento, por lo tanto podemos afirmar que la obra
vallejiana se construye a partir del dolor que padecía su
creador, de igual manera podemos insinuar que al estar Dios
enfermo sus creaciones (el mundo y los hombres) son productos del
sufrimiento, por consiguiente estarán fuertemente ligados
a esta sensación.
En sus versos Vallejo dice que de él saben poco,
mejor dicho saben lo banal, lo cotidiano: "…Todos saben
que vivo, que mastico…", pero lo que no saben es que
"…Hay un vació en mi aire
metafísico que nadie ha de palpar…"
Este vació del que Vallejo habla solo
podrá llenarlo su obra, y deja claro que entre el mundo
metafísico y la realidad hay un gran abismo. Tal vez la
única forma de juntar esos dos mundos es materializando la
metafísica, de igual manera debería
ocurrir con la obra, pues ésta es la que justifica no solo
al poeta sino al hombre y los vuelven a los dos uno.
Sin embargo esta obra necesita de un lector para
subsistir, para que tenga validez, por eso las ansias de Vallejo
para que lo oigan "…Hermano, escucha,
escucha…Bueno. Y que no me vaya sin llevar diciembres, sin
dejar eneros." ¿Llevar diciembres, dejar
eneros?
Es evidente que los eneros representan las cosas incidas
o las ideas no concretadas, en cambio los diciembres son los
finales o las obras terminadas. Si suponemos que los eneros le
pertenecen a Vallejo como hombre que percibe, que idea, pero que
no concreta estas ideas, por lo tanto él tendrá que
llevárselos a la muerte,
pero lo que logró materializar en condición de
poeta lo dejara en la tierra con
el anhelo de alcanzar la inmortalidad.
Vallejo concluye el poema con estos versos: "…Y
no saben que el Misterio sintetiza…que él es la
joroba musical y triste que a distancia denuncia el paso
meridiano de las lindes a las Lindes…" El misterio del que
habla Vallejo es la poesía
que une la realidad, para así darle sentido a la vida. Es
esta disciplina la
que pronostica el portal de los límites particulares hasta
los universales.
En conclusión tanto Vallejo como su obra son dos
productos que terminan siendo inherentes y cómplices
mutuos. También deja clara su visión frente a la
dualidad de poeta y hombre.
Quise terminar con Pessoa no solo por preferencias
personales, sino porque considero que es el autor que deja
más clara la diferencia entre hombre y poeta.
Además nos contextualiza en un cuadro que
representa en su totalidad el mundo metafísico, el real y
el abismo que los separa.
En las dos primeras estrofas Pessoa habla como el hombre
común, el que tiene todos los sueños del mundo, el
que es como uno más del montón: "…Ventanas
de mi cuarto, del cuarto de uno de los millones del mundo que
nadie sabe quien es (y si supiesen quien es, ¿qué
sabrían?…"
Al igual que Vallejo, Pessoa sabe que la gente que no lo
conoce solo sabrían lo trivial de él. Este hombre
del que habla Pessoa, se esconde en su mundo, en su subjetividad
y gracias a la ventana de su "cuarto" tiene la posibilidad de
contemplar la realidad.
Sin embargo en la tercera estrofa nos comienza a hablar
como poeta, pues es ahí donde se despoja de toda la
realidad "…Hoy estoy lúcido, como si estuviese a
punto de morir, y no tuviese más hermandad con las cosas
que una despedida…", pero poco a poco se va dando cuenta
que él es un hombre dividido, es un poeta y un hombre al
mismo tiempo, tiene en sí la realidad subjetiva (hombre) y
la realidad objetiva (poeta): "…Hoy estoy dividido entre
la lealtad que debo al Estanco (…) como cosa real por
fuera, y a la sensación (…) como cosa real por
dentro…"
Para Pessoa esas dos realidades se complementan, pues es
a partir de su condición de hombre es que tiene contacto
con la realidad, pero es el poeta el objetiva esas ideas, esas
percepciones y las generaliza. Por eso dice, que el hombre
sueña conquistar el mundo, no obstante es el poeta el que
lo conquista, pues es éste el que materializa, el que
vuelve tangible la realidad, uniendo así las dos esferas:
su cuarto y el estanco.
Pessoa se siente como "…Mi corazón es
un cubo vació…", Vallejo también tiene un
sentimiento similar: "…el claustro de un
silencio…". Esta relación es interesante, pues
acá los dos hablan sobre la condición del poeta
antes de escribir, y sustentan que después ese
vació y ese silencio, hablará con pasión
desmesurada.
En la siguiente frase Pessoa expone que una de las
más grandes diferencias entre poeta y hombre, es que el
hombre es el que siente, el que ama, el que sufre, pero el poeta
por más de que no vive eso logra crear la realidad de
todas esas sensación: "…puede que nunca hayas
vivido ni estudiado ni amado ni creído (porque es posible
crear la realidad de todo eso sin hacer nada de
eso)…"
Es ahí donde comprendemos que el poeta es un Ser
alejado de la realidad, pero gracias a ser hombre antes que poeta
logra conectarse con el mundo que lo rodea y ahí radica la
magia de la poesía.
Quizás le sucedió lo mismo que a Borges,
es decir no sabe cual es el Pessoa-poeta y cual el Pessoa-hombre,
ya que: "…Estaba borracho, no sabía ya vestir el
disfraz que no me había quitado…".
Pero, es gracias a la escritura, en
particular a la poesía que el autor se sale del
"rebaño" y logra, o por lo menos trata de sublimarse:
"…y voy a escribir esta historia para probar que soy
sublime…"
Por ultimo quiero resaltar que el poeta como bien lo
dijimos con Vallejo, busca un lector, pues de lo contrario su
obra no tendría sentido y no perduraría.
Es el lector el que aterriza la obra del poeta, y la
siente como si fuera suya. A partir de ahí se reconstruye
el universo,
es decir se justifica entre la relación de lo objetivo con
lo subjetivo. "…Como por instinto divino Esteves se ha
vuelto y me ha visto. Gesticula un saludo, le grito
¡Adiós, Esteves!, y el universo se
reconstruye en mí sin ideal ni
esperanza…"
Se podría decir que en efecto existe una
relación entre estos tres poemas, pues los tres autores
buscan la naturaleza del poeta y la del hombre.
Además concuerdan que la naturaleza del hombre es
percibir, idear, estar en constante contacto con la realidad y el
poeta despojado de la realidad la logra crear, justificar,
reconstruir a partir de su condición de hombre. Como lo
mencionamos al principio, Pessoa, Vallejo y Borges antes de ser
poetas son hombres, y su naturaleza de hombres los encasilla en
cuadro, que la única manera de salir de él, es
apartándose de la realidad subjetiva y centrarse en la
objetiva.
El poeta es una especie de Dios como vimos en Vallejo,
pues no solo es el creador de una obra, sino que esa obra es la
que justifica y plasma la humanidad como tal.
Sin embargo para que su creación tenga validez y
perdure requiere de un individuo, de un lector que tenga contacto
con ella y se la apropie como suya.
Es ahí (en ese contacto de sujeto-objeto) donde
el abismo que separa al hombre del poeta, a la realidad objetiva
de la subjetiva, a Borges del "Yo", a la esperma de la
génesis vallejiana, a los diciembres de los eneros, al
cuarto pessoaiano del "Estanco", en conclusión a las
lindes de las Lindes; se elimina creando una complicidad mutua y
reconstruyendo como dijo Pessoa el universo sin ideal ni
esperanza.
Bibliografía
Antología Poética, Fernando Pessoa,
Argonauta, Buenos Aires, 2005, (Tabaquería) Página
96-103.
Antología Poética, Fernando Pessoa,
Argonauta, Buenos Aires, 2005, (Tabaquería) Página
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El Hacedor, Jorge Luis Borges, (Everything and Nothing)
Alianza, Madrid, 1999.
Página 52-55.
Los Heraldos Negros, César Vallejo,
(Espergesia).
El Hacedor, Jorge Luis Borges, (Borges y Yo) Alianza,
Madrid, 1999. Página 61.
Harold Alvarado Tenorio/Lecturas
Dominicales El Tiempo, 18 de Octubre de 1981.
Nicolás Parra
7 Noviembre 2005