- Resumen
- Desarrollo
- El cine
cubano como fuente: su valor didáctico para la historia
y la lengua - La
experiencia en la universidad - Conclusiones
- Bibliografía
utilizada - Anexos
"La historia es un profeta con
la mirada vuelta hacia atrás, y lo que fue, y contra lo
que fue, anuncia lo que será."
Eduardo Galeano en la
obra
"Las Venas abiertas de América"
Es numerosa la demanda de
conocimientos sobre la cultura cubana
en los últimos años: no solo por la gran afluencia
de extranjeros que visitan las universidades cubanas, sino
además porque el impacto masivo que ha generado la
Universalización requiere llenar los currículos de
disciplinas que la incluyen. Entre ellas el
conocimiento de la Historia es objeto de gran interés de
estudiantes nacionales y foráneos. A los primeros les
sirve como reafirmación, a los demás como otra
óptica
de referencia en el mar mediático que inunda otros
enfoques de nuestra realidad
histórico-cultural.
Precisamente en la Universidad de
Cienfuegos se ha puesto en práctica un atractivo curso
interactivo de Historia de Cuba a
través de una selección
de su filmografía, donde se combinan los medios
audiovisuales con las potencialidades creadoras para explotar al
máximo todas las habilidades comunicativas, aplicar
conocimientos de lingüística y al mismo tiempo, educar
en valores
universales. En una síntesis
apretada de 43 horas los educandos comparten análisis, debates y filmes sobre la
colonización, la esclavitud, las
guerras,
Martí,
la neorrepública, la Revolución
y su proceso, con
una gran dosis de música, arquitectura,
antropología, costumbrismo: todo lo
típico de nuestro contexto autóctono que enriquece
el acervo cultural de los asistentes y su estética en apreciación
cinematográfica.
Desde su aparición en los albores del siglo XX el
cine ha sido
considerado una fuente de conocimiento
histórico. Su valor en este
sentido es hoy incuestionable, aunque muchos se empeñen en
verlo solamente como un medio de entretenimiento y
evasión, sobre todo en un mundo en el que el cine ha
devenido una mercancía más de esa compleja
maquinaria que es el mercado.
Profundizando en la medida de su evolución artística y
tecnológica, también se ha consolidado como
documento para recordar hechos memorables, ya sea de
épocas remotas como del mundo contemporáneo, pues a
través del poder de las
imágenes y la posterior
incorporación del sonido en 1930 se
conoce la vida del hombre en una
época determinada, desde sus conflictos
hasta sus más preciadas conquistas; su valor como
testimonio de una época en toda su plenitud es admirable,
razón por la que el cine es utilizado cada día
más en la didáctica de las ciencias
sociales y en particular para la enseñanza de la Historia y la
aplicación de la Lingüística, con todo el
potencial que permite un valioso intercambio comunicativo. No son
pocos los docentes que
en la actualidad recurren a este medio para hacerle llegar a sus
alumnos los conocimientos históricos o de una lengua
específica, usando formas mucho más
dinámicas que la clase
tradicional.
Sin pensar que la tecnología pueda
sustituir al profesor, sino
que viene a ser un complemento del rol que desempeña quien
enseña importantes disciplinas; he ahí la esencia
de este trabajo que
versa sobre el valor didáctico del cine en la
enseñanza de la Historia y de la Lengua Española, a
partir de la experiencia que se desarrolla entre los
departamentos de Estudios Socioculturales y Español,
como una forma amena de trabajo
interdisciplinario.
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