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Educación y desarrollo (página 2)




Enviado por Giovanna Cevallos



Partes: 1, 2

 

El desarrollo es
un proceso
gradual que depende de las oportunidades y experiencias de
aprendizaje
que el medio le proporcione al niño, el cual evoluciona en
varias áreas o procesos a la
vez, que no son independientes, sino complementarios.

Todos los tiempos y espacios que un niño comparte
son instancias de aprendizaje, por lo tanto es necesario
estimular positivamente a la comunidad para
que los cambios en las pautas de crianza puedan ser perdurables y
generalizados. Al fortalecer las relaciones afectuosas y
respetuosas entre padres e hijos y entre adultos y niños,
y al tener un mejor conocimiento
sobre el desarrollo infantil, muchas pautas de crianza se
fortalecen, se modifican y se enriquecen y tanto adultos como
niños encuentran diferentes formas de comunicarse, jugar,
aprender y quererse de manera que los niños sean cada vez
más sanos, inteligentes, afectuosos y felices, y los
padres, madres y adultos sientan más placer y confianza en
las actividades educativas que llevan a cabo con
ellos.

El desarrollo infantil propende por la
eliminación de todo tipo de discriminación en los patrones de crianza y
la generación de una real igualdad de
oportunidades para el desarrollo integral, armónico y
diverso de los niños.

Como la conciencia social
sobre su responsabilidad con la niñez no existe, es
necesario crearla, modificando la cultura, las
creencias y las percepciones, así como los comportamientos
individuales y colectivos en relación con la
protección y educación de la
niñez. Es necesario reconocer y transformar los
conocimientos, actitudes y
prácticas que vulneran y afectan negativamente las
condiciones de vida de los niños en las familias y en la
sociedad.

Se ha precisado, además, que teorías
centradas en la predominancia de la herencia o del
medio ambiente
van cediendo su paso a la estructuración de un enfoque
más humanista en el que ninguna teoría
prevalece, sino que por el contrario se asume al niño como
el ser – persona que es,
que siente, piensa, actúa y tiene intereses y necesidades
propias que surgen de él y de la manera singular singular
como se relaciona con el medio.

El
desarrollo infantil y el aprendizaje
temprano

Los primeros ocho años de la vida del niño
son fundamentales, especialmente los tres primeros años,
que son la base de la salud, el crecimiento y el
desarrollo en el futuro. Durante este período, las
niñas y los niños aprenden más
rápidamente que en cualquier otra época. Los
recién nacidos y los niños de corta edad se
desarrollan con mayor rapidez y aprenden más
rápidamente cuando reciben amor y afecto,
atención, aliento y estímulos
mentales, así como alimentos
nutritivos y una buena atención de la salud.

Todos los niños tienen derecho a que les
registren legalmente cuando nacen, a recibir atención de
la salud, una buena alimentación,
educación y protección contra las lesiones, el
maltrato y la discriminación. Es la obligación de
los progenitores y los gobiernos asegurar que estos derechos se respeten, se
protejan y se pongan en práctica.

Para alcanzar un desarrollo psíquico adecuado, el
niño necesita recibir cariño y atención
durante sus primeros años. Sostener y acunar al
niño y hablar con él estimula su crecimiento y
promueve su desarrollo emocional. Mantenerlo cerca de su madre y
amamantarlo cuando lo pida supone para el recién nacido un
sentimiento de seguridad.
Amamantar es, para el niño, una fuente de nutrición y de
seguridad.

Los niños y las niñas tienen las mismas
necesidades físicas, mentales, emocionales y sociales.
Ambos disponen de la misma capacidad de aprendizaje. Y ambos
tienen la misma necesidad de cariño, atención y
aprobación.

Llorar es la forma que un niño pequeño
tiene para comunicar sus necesidades. Una rápida respuesta
al llanto del niño, sosteniéndolo y hablando con
él de manera tranquilizadora, contribuirá a
establecer un sentimiento de confianza y seguridad.

Los niños que padecen anemia,
están desnutridos o se enferman con frecuencia pueden
asustarse e irritarse con mayor facilidad que un niño
saludable, y tener menos ganas de jugar, explorar y relacionarse
con otros niños. Estos niños necesitan una
atención especial y es necesario ayudarles a
comer.

Las emociones de los
niños son reales y muy poderosas. Por ejemplo, pueden
experimentar un sentimiento de frustración cuando no son
capaces de hacer alguna cosa o se les niega algo que desean. Los
niños suelen tener miedo de las personas desconocidas o de
la oscuridad. Los niños pueden desarrollar un carácter tímido y retraído,
incapaz de expresar las emociones con normalidad, si se toma a
broma, se castiga o se ignora su llanto, su enfado o su miedo.
Los cuidadores aumentarán las probabilidades de que el
niño crezca feliz, seguro y bien
equilibrado si le tratan con paciencia y consideración
cuando experimenta emociones fuertes.

Los castigos físicos o cualquier despliegue de
violencia son
perjudiciales para el desarrollo del niño. Los
niños castigados en momentos de irritación tienen
más probabilidades de desarrollar ellos mismos un comportamiento
violento. Una explicación clara sobre la conducta a
seguir, la imposición de normas firmes
sobre lo que no se debe hacer y la aprobación ante una
buena conducta constituyen sistemas
más efectivos para alentar a los niños a que se
conviertan en miembros plenos y productivos de la familia y
de la comunidad.

Ambos progenitores, así como otros miembros de la
familia,
tienen que participar en el cuidado de los niños. La
función
del padre es de particular importancia. El padre puede ayudar a
satisfacer la necesidad de amor, cariño y estímulos
que requiere el niño y asegurar que recibe una
educación de buena calidad, una
alimentación adecuada y atención de la salud. El
padre puede ayudar a asegurar que el entorno sea seguro y
esté libre de violencia. El padre puede también
desempeñar tareas domésticas, especialmente cuando
la madre esté embarazada o tenga que amamantar al
lactante.

El contacto directo con la piel de la
madre y el amamantamiento durante la primera hora después
del nacimiento ayuda a los recién nacidos a lograr un
mejor crecimiento y desarrollo y a establecer un vínculo
con su madre.

El tacto, el oído, el
olfato, la vista y el gusto son instrumentos de aprendizaje que
el niño utiliza para explorar el mundo que le
rodea.

La mente de los niños se desarrollan
rápidamente cuando se les habla, se les toca o se les
acuna, y cuando observan a su alrededor rostros familiares,
escuchan voces conocidas y juegan con diferentes objetos.
Aprenden rápidamente cuando se sienten queridos y seguros desde el
nacimiento y cuando juegan y se relacionan con frecuencia con los
miembros de la familia. Los niños que se sienten seguros
observan por lo general un mejor rendimiento escolar y superan
con mayor facilidad las dificultades que presenta la
vida.

El amamantamiento exclusivo, cuando el niño lo
pida, durante los primeros seis meses; la introducción oportuna de alimentos
complementarios seguros y nutritivos a partir de los seis meses;
y el amamantamiento constante durante los dos primeros
años de vida, e incluso más, posibilitan que el
niño obtenga beneficios en materia de
nutrición y de salud, y que además tenga un
contacto frecuente con la persona encargada de su cuidado y
reciba su cariño.

La manera más importante en que los niños
se desarrollan y aprenden es por medio de la relación con
los demás. Cuanto más los adultos o los cuidadores
hablan y responden a los niños, más rápido
se desarrolla su aprendizaje. Los progenitores o las personas
encargadas de cuidar a los niños deben hablar, leer o
cantar a los recién nacidos y a los niños de corta
edad. Incluso cuando los niños no tienen capacidad para
comprender las palabras, estas primeras "conversaciones" le
permiten desarrollar su lenguaje y su
capacidad de aprendizaje.

Los adultos pueden ayudar a los niños a aprender
y a crecer ofreciéndoles cosas nuevas e interesantes para
mirar, escuchar, sostener o jugar.

Nunca debe dejarse solo a un niño pequeño
durante períodos prolongados de tiempo. Esta
práctica retrasa su desarrollo físico y
mental.

Las niñas necesitan la misma cantidad de
alimentos, atención, cariño y cuidado que los
niños. Todos los menores necesitan aliento y
admiración cuando aprenden a realizar y decir nuevas
cosas.

Cuando un niño no crece bien, física o mentalmente,
los progenitores tienen que procurar la ayuda de un agente de la
salud.

Enseñar primero a los niños en su lengua materna
les permite desarrollar su capacidad para pensar y expresarse por
sí mismos. Los niños aprenden el idioma
rápida y fácilmente por medio de canciones,
historias familiares, rimas y juegos.

Un niño que haya sido vacunado completamente y
que haya recibido una alimentación adecuada tiene mayores
posibilidades de sobrevivir y es más capaz de relacionarse
con los demás, de jugar y de aprender. Esto
reducirá los gastos que tenga
que confrontar la familia en atención de la salud, las
ausencias escolares y la pérdida de ingresos que
sufren los progenitores cuando tienen que atender a un
niño enfermo.

Los niños juegan para divertirse, pero el
juego
también es un aspecto importante de su aprendizaje y su
desarrollo. El juego ayuda al niño a ampliar sus
conocimientos y experiencias y a desarrollar su curiosidad y su
confianza. Los niños aprenden intentando hacer cosas,
comparando los resultados, haciendo preguntas, fijándose
nuevas metas y buscando la manera de alcanzarlas. El juego
también favorece el desarrollo del dominio del
lenguaje y de la capacidad de razonamiento, planificación, organización y toma de
decisiones. La estimulación y el juego son
especialmente importantes si el niño padece una discapacidad.

Las niñas y los niños tienen que disfrutar
de las mismas oportunidades en el juego y en las relaciones con
los demás miembros de la familia. El juego y la
relación con el padre ayuda a afirmar el vínculo
entre el padre y el niño o la niña.

Los miembros de la familia y otros cuidadores pueden
ayudar al niño a aprender asignándole tareas
sencillas con instrucciones claras, proporcionándole
objetos para sus juegos y sugiriéndole nuevas actividades,
sin dominar en exceso el juego del niño. Sólo deben
observarlo atentamente y seguir sus ideas.

Los adultos deben ser pacientes cuando un niño
muy pequeño insiste en hacer algo solo. Los niños
aprenden intentando algo hasta que lo consiguen. Siempre que el
niño esté a salvo de cualquier peligro, esforzarse
por hacer algo nuevo y difícil es un avance para el
desarrollo infantil.

Todos los niños necesitan diversos materiales
simples para jugar que se adapten a la etapa de desarrollo en que
se encuentren. Agua, arena,
cajas de cartón, bloques de construcción de madera y
cazuelas y tapaderas son juguetes tan
buenos como los que se pueden comprar en una tienda.

Los niños cambian constantemente y desarrollan
nuevas capacidades. Los adultos deben darse cuenta de estos
cambios y seguir la iniciativa del niño para ayudarle a
desarrollarse más rápidamente.

Observando e imitando a los demás, los
niños aprenden a relacionarse socialmente. También
aprenden qué tipo de conducta es o no es
aceptable.

El ejemplo de las personas adultas y de otros
niños de más edad son las influencias más
poderosas en la formación del comportamiento y la
personalidad del niño. Los niños aprenden
copiando lo que los demás hacen, y no lo que los
demás les dicen que deben hacer. Si los adultos
se comportan con gritos y violencia, los niños
aprenderán que ésta es la conducta adecuada. Si los
adultos tratan a los niños y a las demás personas
con amabilidad, consideración y paciencia, los
pequeños también seguirán su
ejemplo.

A los niños les encanta fingir que son otra
persona. Es importante fomentar esta conducta ya que permite al
niño desarrollar su imaginación. También les
ayuda a comprender y aceptar las formas en que otras personas se
comportan.

Los progenitores y las personas encargadas de los
niños deben aprender los signos
más importantes que indican si el niño se
desarrolla con normalidad. También tienen que saber
cuándo deben procurar ayuda y cómo ofrecer un
entorno cariñoso y protector para un niño con una
discapacidad física o mental.

Todos los niños crecen y se desarrollan siguiendo
un modelo
similar, pero cada niño se desarrolla a un ritmo
propio.

Al observar al niño de corta edad para comprobar
cómo responde al tacto, al oído y a la vista, los
progenitores pueden descubrir los síntomas de un posible
problema o discapacidad en el desarrollo. Si el niño se
desarrolla con lentitud, una manera que disponen los adultos para
ayudarlo es pasando más tiempo de normal con el
niño, jugando y hablándole y dándole masajes
en el cuerpo.

Si el niño no responde a los estímulos y
la atención, los progenitores y las personas que cuiden a
menores deben procurar ayuda. Tomar medidas a tiempo es muy
importante para ayudar a un niño con discapacidades a
alcanzar su pleno potencial. Los progenitores y los cuidadores
tienen que fomentar el mayor desarrollo posible de las aptitudes
del menor.

Una niña o un niño con una discapacidad
requieren un mayor amor y protección. Como todos los
niños, es necesario registrar a estos niños cuando
nacen o poco después, amamantarlos, vacunarlos,
alimentarlos con comidas nutritivas y protegernos contra el
maltrato y la violencia. Es preciso alentar a los niños
con discapacidades a que jueguen y se relacionen con los
demás niños.

Un niño que esté irritado o que
experimente dificultades emocionales puede comportarse de manera
inusual. Por ejemplo, si de repente se muestra
antipático, triste, perezoso, no quiere ayudar, es
travieso o llora a menudo; si se muestra violento con los
demás niños; si se sienta sólo en lugar de
jugar con sus amigos; o si de repente ha perdido su interés en
las actividades usuales o en las tareas escolares y pierde el
apetito y el sueño.

  • Los progenitores deben hablar y escuchar al
    niño y, si el problema persiste, procurar la ayuda de un
    maestro o un agente de la salud.
  • Si un niño tiene dificultades mentales
    emocionales o ha sido maltratado, debe recibir algún
    tipo de orientación para evitar mayores
    complicaciones.

La siguiente guía ofrece a los progenitores una
idea sobre el desarrollo de los niños. Todos los
niños presentan diferencias en su crecimiento y su
desarrollo. Un progreso lento puede resultar normal o puede
deberse a una alimentación inadecuada, problemas de
salud, falta de estímulos o un problema más grave.
Los progenitores deberían analizar el progreso de sus
hijos con un agente capacitado de la salud o un
maestro.

Educación y
desarrollo infantil

En Colombia, en la
últimas décadas y más específicamente
a partir de la década de los ochenta se impulsa la
política
de la
educación inicial y se desarrollan diferentes programas, como
Pefadi, Supervivir, Hogares Comunitarios, Preescolar y
Grado cero, con miras a ofrecer al niño desde su
concepción hasta los siete años condiciones
favorables para su socialización y desarrollo integral,
mediante acciones que
involucran a la familia, al grupo social
inmediato, a la escuela y al
Estado.

Sin embargo, estos avances están aún muy
distantes de las metas deseadas, las cuales tienden a hacerse
cada vez más lejanas, debido en parte a la grave crisis
socioeconómica que se vive, que han marcado un fuerte
deterioro en las condiciones generales de la vida y de salud en
muchos sectores de la población, situación agravada por
los problemas de las violencias que ocasionan desplazamientos,
desintegración familiar y el aumento de la exclusión
social.

Colombia tenía en el año 2001 una
población calculada de 4.849.561 niños menores de 5
años y una población aproximada de
5.800.000niños menores de 6 años, equivalentes al
13% de la población general, con una tasa de fecundidad de
2.6 para este año, lo que equivale al nacimiento de un
millón de nu7evos colombianos. Dado que la tasa de
fecundidad es mucho más alta en los sectores más
pobres de la población, de 4 en mujeres sin
educación y de 1.5 en mujeres universitarias, la
mayoría de estos niños nacerán en
situaciones de pobreza; de
hecho, el 60% de la población infantil esta por debajo de
la línea de pobreza, lo que potencialmente puede afectar
su desarrollo.

Cuatro de cada cinco niños del 40% de la
población más rica del país asisten a una
preescolar, mientras solo uno de cada dos niños del 60%
más pobre de la población infantil tienen acceso a
este nivel de atención. Dado que la tasa de fecundidad es
mucho más alta en los sectores más pobres de la
población, de 4 en mujeres sin educación y de 1.5
en mujeres universitarias, la mayoría de estos
niños nacerán en situaciones de pobreza; de hecho,
el 60% de la población infantil esta por debajo de la
línea de pobreza, lo que potencialmente puede afectar su
desarrollo.

Cuatro de cada cinco niños del 40% de la
población más rica del país asisten a una
preescolar, mientras solo uno de cada dos niños del 60%
más pobre de la población infantil tienen acceso a
este nivel de atención.

De igual forma, la exclusión se da de manera
marcada en el sector rural, en el que casi toda la oferta de
cupos de preescolar se concentra en el sector urbano.

Hoy en día pocas personas dudan de la importancia
del cuidado y la atención de los mas pequeños, pues
se sabe que sin ello tanto su supervivencia como su desarrollo
psicosocial puede verse en peligro; adultos, padres y
profesionales de las mas diversas disciplinas e incluso adolescentes,
reconocen en esta tarea una responsabilidad y una inversión necesaria en el mediano y largo
plazo. Así mismo, existe el reconocimiento cada vez mayor
por parte de la comunidad internacional, los gobiernos y las
organizaciones
de la sociedad civil,
de los múltiples beneficios generados por la
inversión pública en programas para el desarrollo
de la niñez.

Así mismo, el desarrollo de la niñez
temprana debe ser el indicador mas significativo del nivel
general del bienestar de un país, y si se acepta este
planteamiento es necesario tener en cuenta que la necesidad de
invertir en desarrollo infantil es hoy urgente para romper los
círculos de pobreza y preparar desde la gestación
una nueva generación de ciudadanos felices, saludables y
competentes que manejen los conflictos por
medio de la palabra y sean mas útiles a la
sociedad.

SER NIÑO EN EL
PERÚ: pobreza, enfermedad y riesgo
social

La situación de la niñez está
determinada por el contexto socioeconómico y cultural del
país y, en particular, por las condiciones de las familias
con las que viven, espacio en el que crecen, se socializan y
desarrollan. La situación de la niñez es una
responsabilidad que involucra a los Estados, familias y la
sociedad en su conjunto.

Educación y desarrollo
infantil

En relación con la educación, se sabe que
el 27% del total de la población en edad escolar
está fuera de la escuela. Este grupo se localiza
principalmente en las áreas rurales y urbano marginales,
es decir entre los más pobres del país. Por otro
lado, sólo el 3% de locales escolares en el área
rural tienen servicios de
agua, desagüe y electricidad; en
zonas urbanas dicha cifra sube al 44%. El sistema
educativo refleja y sostiene la desigualdad
social. Además, la educación no se adapta a las
heterogéneas realidades culturales del país y a las
realidades específicas de estas poblaciones. El 40% del
total de docentes no
tienen estudios especializados, simplemente han egresado del
colegio; el 40% de las escuelas son unidocentes, esto sobre todo
en las localidades más lejanas y pobres del Perú.
Esta difícil situación tiene que ver con el hecho
de que la educación no ha sido ni es un sector priorizado
en las inversiones
estatales; en el marco de la crisis se han privilegiado los
urgentes problemas macroeconómicos, relegándose a
segundo lugar los temas sociales. Muchos docentes, carentes de
formación, no comprenden las conductas propias de la
niñez y suelen reaccionar con agresiones verbales o
físicas, gozando muchas veces de la aprobación del
padre de familia, hecho especialmente cotidiano en localidades
pobres. Hasta los alumnos han interiorizado las supuestas
bondades del castigo: "El profesor tiene
razón porque me he portado mal". Las consecuencias de los
continuos castigos en el desarrollo psicológico de los
niños son inevitables. Finalmente, la ineficiencia
educativa se refleja en un elevado índice de repitencia y
deserción, sobre todo en primer y sexto grado de primaria,
reflejo de la desnutrición crónica infantil;
docentes no calificados, desmotivados y mal pagados;
infraestructura y equipamiento educativos inadecuados; bajo nivel
educativo de los padres; carencias en el hogar; ambiente
social empobrecedor; y contenidos curriculares poco
flexibles.

"Los niños de la
calle"

Al interior de una sociedad en crisis, con altos
índices de pobreza extrema y violencia, uno de los
grupos
sociales más vulnerables es, sin duda alguna, el de
los "niños de la calle". El concepto:
niño de la calle tendría una carga estigmatizante,
de desvalorización al niño, en tanto que lo define
exclusivamente por lo negativo: aquel que no tiene casa, el que
no va a la escuela, el que no tiene familia, etc. Su amplia
difusión no disminuye las connotaciones peyorativas. La
mayoría son varones (93%), tienen trece años o
más (42%); la mayoría abandonó el colegio
(85%), de los cuales el 70% concluyó como máximo la
educación primaria y ninguno la educación
secundaria. Una proporción significativa de las familias
de estos niños son incompletas (24,6%), o son familias con
padrastro o madrastra (24,6%). Manteniendo débiles lazos
familiares a través de esporádicas visitas a su
hogar, estos niños duermen principalmente en parques
públicos. La violencia
familiar es el factor desencadenante de la salida del hogar.
Sin embargo, los niños no salen de sus casas a un mundo
absolutamente desconocido, tienen experiencia de vida callejera
previa. El
conocimiento de las calles les permite una opción,
otro horizonte para sus vidas; descubren que se puede vivir sin
temor y aun con alegría. Con sus amigos de la calle
comparte, pero también se cuida de ellos; la solidaridad
absoluta en el grupo es sólo una imagen
mítica que no se correlaciona con una realidad mucho
más violenta, donde el niño incluso no logra
expresar todos sus sentimientos porque pueden ser entendidos como
síntoma de debilidad. El robo (91,3%) es la principal
modalidad de obtención de dinero,
actividad que realizan en grupo o solos, los más
pequeños se dedican a la mendicidad. Progresivamente los
niños van internalizando los "valores de la
sobrevivencia", donde el trabajo no
es percibido como un mérito y más bien se enaltece
la "viveza"; robar otorga prestigio. Un elevado porcentaje
consume inhalantes (terokal), en un proceso de imitación
que los mimetice dentro del grupo y que afirme la nueva identidad que
construye lejos de la familia; la cocaína y
la marihuana
tienen una presencia mínima entre ellos.

Niños que
trabajan

De acuerdo a los datos del
Instituto CUANTO, en el Perú los menores trabajadores
entre 6 y 17 años son aproximadamente 1 millón 237
mil, de los cuales por lo menos 15 mil se encuentran trabajando
en condiciones peligrosas. El INEI, por su parte, calcula para el
primer trimestre de 1995 la existencia aproximada de 1
millón 943 mil niños y adolescentes trabajadores.
Sin embargo, estas cifras oficiales resultan ser muy
conservadoras frente a los cálculos de instituciones
especializadas no gubernamentales. En su inmensa mayoría,
estos niños y adolescentes pertenecen a los estratos
poblacionales más bajos de nuestra sociedad. De acuerdo a
la información proporcionada por los Censos
Poblacionales desde 1961 hasta 1993, la proporción de
menores trabajadores se ha ido incrementando de manera alarmante
desde hace varias décadas. Esta tendencia ha presentado un
despegue ascendente desde 1993, año a partir del cual el
número de niños que trabajan más de 15 horas
semanales aumentó en 64%. El grupo de edad más
numeroso es el de los niños de 12 a 17 años, los
mismos que representan el 82,2% del total. Su aporte ha llegado a
convertirlos en dinámicos agentes económicos dentro
de una lógica
de precariedad y subsistencia; no son pocos los hogares en
situación de pobreza que logran mantener sus niveles de
sobrevivencia gracias a los ingresos de niños y
adolescentes. Si bien es cierto que, en última instancia,
es la pobreza la que
condiciona de manera directa o indirecta el trabajo
infantil, éste último realizado en condiciones
inapropiadas impide el normal desarrollo de los menores,
propiciando de manera permanente la reproducción de su situación de
pobreza y su consecuente estancamiento social. 

Hemos revisado algunos de los problemas más
importantes de la niñez del país. Su estado es tan
grave como el de millones de peruanos, pero los niños son
más vulnerables. Violencia, pobreza y olvido es la
indeseable herencia que esta sociedad lega a millones de
niños. El Perú, definitivamente, crece a espaldas
de su infancia. En
el plano legal se han dado algunos pasos de crucial importancia,
pero en el plano de las políticas
sociales hay un evidente retraso; las situaciones de riesgo en
que viven millones de niños se han multiplicado; las
actividades y preocupaciones por sobrevivir han debilitado la
vida familiar y es menor el tiempo dedicado por los padres a sus
hijos; pequeños niños encerrados en sus casas
mientras los padres salen a buscar ingresos, grafican el abandono
en que crece gran parte de la infancia de las familias más
pobres de nuestro país. El abandono y el maltrato
presionan a más niños hacia las calles, etapa
inicial para que más tarde sean internados en alguna
institución estatal; la guerra
subversiva ha desplazado a miles de niños hacia ambientes
culturales ajenos y precarios. Para los niños de la calle
las experiencias de promoción demuestran la viabilidad de su
rehabilitación mediante el trabajo;
así, asimilan valores distintos a los aprendidos en las
calles; no obstante ello, las actuales tendencias delictivas en
menores de edad, en nuestro país y en otras realidades, ha
creado toda una controversia por la elaboración de
legislaciones más drásticas que transgreden sus
Derechos. En lo que respecta a salud y educación, los
avances son importantes pero aún insuficientes: la
desnutrición infantil continúa siendo un problema
que limita, inclusive, cualquier propuesta de mejora educativa;
la lactancia
materna aún continúa siendo influenciada por
mitos,
prácticas desfasadas, intereses mercantiles y trabajadores
de salud poco concientizados y/o preparados; las enfermedades
inmunoprevenibles han disminuido, pero aún existen
enfermedades de éste tipo que aún no están
incluidas en el Calendario Nacional de Vacunaciones y que tienen
un innegable impacto en la morbilidad y mortalidad infantil; las
infecciones
respiratorias y diarreicas tienen una elevada prevalencia,
sin embargo, hay una mayor conciencia de prevención entre
la población. La mortalidad materna y perinatal
también han disminuido, pero persisten las condiciones de
alto riesgo asociadas al embarazo.

Existen tópicos importantes que no han sido
considerados en el presente trabajo, nuestro objetivo
sólo ha sido el de presentar un marco general actualizado
sobre nuestra niñez. En nuestras próximas comunicaciones, estos temas serán
convenientemente tratados.

Principios de la
educación infantil

De los estudios y las investigaciones
en torno al
desarrollo y la educación infantil y desde la mira del
desarrollo centrada en el niño como un sujeto de derechos
se plantean algunos principios
esenciales que orientan los procesos educativos de todos los
adultos responsables del acompañamiento inteligente y
afectuoso del niño. La educación infantil es un
proceso que se inicia desde la concepción del niño
y va hasta los seis años. Comprende diversas estrategias,
desde las que potencian la labor educativa de la familia en los
escenarios cotidianos, hasta aquellas modalidades en ambientes
educativos especialmente organizados para el desarrollo y el
aprendizaje biopsicosocialde los niños.

En este proceso lo principal es el cuidado:
acompañamiento inteligente y amoroso del crecimiento y
desarrollo del niño por medio de la estructuración
de ambientes de socialización sanos y seguros.

En la Conferencia de
Jontiem (Educación para todos, Tailandia, 1990) se planteo
con claridad que lo primordial será "La
potenciación de las facultades cerebrales que la naturaleza
depara al niño". Por ello las actividades no pueden
obedecer a currículos y planes de estudia rígidos,
ya que el desarrollo infantil esta determinado por las leyes de la
genética
humana y no por el afán de aprendizajes y
enseñanzas estructuradas ni hacer de este periodo una
"preparación para el ingreso de la escuela". La
educación infantil asume al desarrollo como un proceso
complejo que tiene lugar en el niño, concebido como sujeto
biológico y sociocultural.

La familia es el primer y primordial núcleo de
socialización (socialización primaria), que
determina las posibilidades, el sentido y las expectativas
vitales que orientan el desarrollo de cada hijo en particular
(pautas de crianza), cuya situación social,
económica y cultural ejerce una gran influencia en su
desarrollo.

Según el Ministerio de Educación de
China, algunos
de los principios propios de la educación son:

  • De bienestar: toda situación educativa
    debe propiciar que cada niño se sienta plenamente
    considerado en cuanto a sus necesidades e intereses de
    protección, protagonismo, afectividad y
    cognición, generando sentimientos de aceptación,
    confortabilidad, seguridad y plenitud, junto al goce de
    aprender según las situaciones y sus
    características personales.
  • De actividad: el niño debe ser
    efectivamente protagonista d sus aprendizajes por medio de
    procesos de apropiación, construcción y comunicación.
  • De singularidad: cada niño,
    independientemente de la etapa de vida y del nivel de
    desarrollo en que se encuentre, es un ser único con
    características, necesidades, intereses y fortalezas que
    se deben conocer, respetar y considerar efectivamente en toda
    situación de aprendizaje.
  • De potenciación: el proceso de enseñanza – aprendizaje debe
    generar en los niños un sentimiento de confianza en sus
    propias capacidades para afrontar mayores y nuevos
    desafíos, fortaleciendo sus potencialidades
    integralmente.
  • De relación: las situaciones de
    aprendizaje que se ofrezcan al niño deben favorecer la
    interacción significativa con otros
    niños y adultos y la vinculación afectiva como
    fuente de aprendizaje e inicio de su contribución
    social. De unidad: el niño como persona es
    esencialmente indivisible por lo que afronta todo aprendizaje
    en forma integral, participando con todo su ser en cada
    experiencia que se le ofrece.
  • Del significado: una situación
    educativa favorece mejores aprendizajes cuando considera y se
    relaciona con las experiencias y conocimientos previos de los
    niños, responde a sus intereses y tiene algún
    tipo de sentido para ellos.
  • Del juego: enfatiza el carácter
    lúdico que deben tener principalmente las situaciones de
    aprendizaje, ya que el juego tiene un sentido fundamental en la
    vida del niño, pues es el motor de su
    desarrollo

Tendencias y
contextos actuales de la educación infantil

En lo internacional. Se parte del Convenio Internacional
de derechos del
niño (CDN) que plantea como propósito
fundamental: un mundo justo al alcance de los niños
(Declaración de la asamblea general de la ONU. New Cork
mayo 2002). En esta cumbre mundial se planteó para todos
los países del mundo el compromiso de trabajar en los
próximos diez años por tres resultados esperados:
que los niños puedan iniciar sus vidas en las mejores
condiciones, que todos los niños puedan recibir una
educación básica y de buena calidad y que todos los
niños y especialmente los adolescentes puedan participar
significativamente en la vida de su comunidad.

De igual forma, y con anterioridad, en 1998, en Francia, en el
seminario
Romper el círculo de pobreza: invertir en infancia,
el economista Robert Meyers plantea siete argumentos que
aconsejan invertir en la niñez: de desarrollo
humano, económico, de equidad
social, de cambio social
y de derechos
humanos.

Se puede decir entonces que la inversión en la
niñez es un asunto ético para asegurar el pleno
desarrollo y bienestar de los niños. Promoviendo a su vez
la información de un sujeto capaz de ejercer sus derechos
y de respetar los de los demás, es decir, esta
inversión se debe hacer para asumir el reto de la
educación de los nuevos ciudadanos.

En lo nacional, desde la Constitución Política de 1991, en su
artículo 44 se plantea como prioridad el reconocimiento
del niño como sujeto de derechos. Como política
educativa colombiana, la ley 115 (Ley
General de Educación), la ley 715 de diciembre del 2002 y
el Plan Decenal
incluyen la educación como un derecho de todos los
niños colombianos.

El plan Decenal de educación (1996 – 2005) es
claro en cuanto a los propósitos que la educación
del país debe lograr:

  • Integrar orgánicamente las diferentes formas
    de educción y de todas las actividades del Estado y los
    particulares.
  • La educación debe ser integral y estar
    centrada en el desarrollo de las potencialidades y talentos de
    las personas.
  • Cultivar la capacidad de aprender a aprender, la
    creatividad,
    la autonomía y el espíritu científico y
    reflexivo.
  • La institución escolar es la piedra angular
    del sistema
    educativo formal; será productiva, moderna y
    democrática.
  • Para alcanzar la educación pretendida se
    requiere un nuevo educador auténtico, profesional, capaz
    de producir conocimientos e innovaciones.
  • Incorporar a la enseñanza las nuevas funciones de la
    educación derivada de la
    globalización, la economía, el cambio
    tecnológico y la cultura.
  • Garantizar la vigencia del derecho a la
    educación.

La propuesta de revolución
educativa del Ministerio de Educación en Colombia parte de
tener la educación como un factor primordial, prioritario,
y condición esencial para el desarrollo social
y económico de cualquier conglomerado humano. Así
mismo, es un derecho universal, un deber del Estado y de la
sociedad y un instrumento esencial en la construcción de
sociedades
autónomas, justas y democráticas.

De su cobertura y calidad dependen las posibilidades que
tienen un país de competir con el concierto de las
naciones. A pesar de los esfuerzos efectuados, Colombia esta
lejos de abarcar la totalidad de los niños y
jóvenes con una educación básica de calidad.
Los indicadores de
cobertura, eficiencia y
calidad de nuestro sistema educativo señalan que los
avances han sido lentos e insuficientes.

En lo regional, se plantea la necesidad de la estructura del
sistema educativo para cada una de las regiones del país,
por medio de procesos de investigación que permitan la
contextualización, conceptualización y
significación de la articulación e integración de los niveles y sectores que
integran dicho sistema.

En lo cual, desde el plan de desarrollo de cada
municipio se da la posibilidad de incluir el derecho a la
educación como una de las prioridades por desarrollar en
cada gobierno. Le
corresponde a los consejos de política
social y a la secretaría de educación municipal
velar por el cumplimiento de este derecho, desarrollando
programas intersectoriales de atención y formación
integral a la niñez.

En lo institucional, el proyecto
educativo institucional se convierte en la carta de
navegación de toda institución educativa y de
desarrollo de planes de mejoramiento institucional es prioritario
para el cumplimiento de los estándares educativos de
calidad que toda institución debe cumplir.

De todas estas tendencias se puede concluir que es vital
brindar una educación de calidad, definiendo claramente
los criterios que dan cuenta de esta calidad y su incidencia en
el proceso de formación integral de los
niños.

Calidad de la
educación

Dada la importancia de la relación calidad de la
educación y desarrollo del país, muchos han sido
los estudios sobre estas dos variables. En
el informe UNICEF
Educación: una estrategia para
la inclusión social y la garantía de los derechos
de la niñez en Colombia se define la calidad de la
educación en relación con los aprendices, los
ambientes, la calidad de los contenidos, la calidad de los
procesos y los resultados.

Sobre los aprendices, se afirma que la calidad de
vida de los niños antes de iniciar la educación
formal incide significativamente en la clase de
estudiantes que ellos pueden llegar a ser. Entre los factores
más decisivos se encuentran: buena salud y
nutrición, pues niños física y
psicológicamente saludables aprenden bien: experiencias de
desarrollo psicosocial en la niñez temprana, asistencia
regular a las instituciones; apoyo familiar para el aprendizaje,
así mismo, el nivel educativo de los padres tiene un
impacto multifacético en la habilidad de los niños
para aprender.

En relación con los ambientes, se dice que el
aprendizaje puede ocurrir en cualquier lugar, pero los logros de
aprendizaje positivos deseados en educación se dan en
entornos de calidad; que sean saludables, seguros, protectores y
sensibles a los dos sexos y provean recursos y
facilidades adecuadas.

Acerca de la calidad de los contenidos, es claro que
estos deben tener la calidad que se refleja en el currículo y los materiales para la
adquisición de habilidades básicas, especialmente
en las áreas de lectoescritura, matemáticas y habilidades para la vida y el
conocimiento en áreas como sexo, salud,
nutrición, prevención de VIH/sida y
paz.

Por medio de la calidad de los procesos, los educadores
entrenados deben usar la enseñanza promoviendo procesos de
aprendizaje centrados en los niños, en salones de clase y
escuelas adecuadas para facilitar el aprendizaje y disminuir las
inequidades.

Los resultados abarcan conocimientos, habilidades y
desarrollo de actitudes para la vida, que se articulan en las
metas propuestas, en los planes de desarrollo nacional, regional,
local e institucional, con miras a la participación
positiva de la sociedad.

Del informe presentado se concluye que no basta el
derecho, es necesario ofrecer una educación con calidad,
con énfasis en que la calidad se refiere a la calidad
profesional y personal de los
maestros, la actitud de los
compañeros y la eficiencia de las
instalaciones.

Retos de la
educación

La educación de los niños y los
jóvenes es la misma crianza, es socialización, por
la cual se entienden los procesos mediante los que se adquieren
las creencias, valores y comportamientos que una sociedad
considera como deseables o apropiados.

Ningún ser humano nace miembro de una sociedad,
sino que se hace miembro de ella por el proceso de
socialización, la cual conduce al desarrollo de
prácticas de comunicación, relación e
interacción, o dicho de otro modo, al desarrollo de
conciencia de sí y de los otros clara y equilibrada, es
decir, identidad propia y sentido de los límites.
Lo que permitirá al sujeto no ser apabullado por las
adversidades; como se ve claramente, la socialización
propende al tejido de resiliencia.

La socialización primaria ocurre en la familia
mediante la interacción de los niños con los
adultos de esa familia para establecer vínculos de
identidad emocional. La socialización secundaria ocurren
con las influencias extrafamiliares (escuela, compañeros y
medios masivos
de comunicación
social). De estas influencias, la de mayor impacto es la
escolar, mediante el establecimiento de vínculos
institucionales. A pesar de lo obvio, e necesario hacer
hincapié en que la socialización secundaria nunca
reemplaza a la primaria, pero sí la puede mejorar, como
tampoco se puede perder de vista que mientras mejor sea la
socialización primaria mejor podrá ser la
secundaria de cualquier origen. Además es necesario la
participación de los socializadores primarios en perfecta
armonía con los maestros en la búsqueda de los
mejores resultados en el trabajo socializador de la
escuela.

Por lo tanto, la educación es una experiencia
social en la que el niño va conociéndose,
enriqueciendo sus realizaciones con los demás, adquiriendo
las bases de los conocimientos teóricos y
prácticos. Esta experiencia debe iniciarse muy
tempranamente, pero teniendo en cuenta que no se trata solo de la
educación formal de la escuela, toda vez que como dice el
educador Vladimir Zapata.

En la escuela se han superado los límites
impuestos por
los muros y en general por la arquitectura
escolar. Con el desarrollo de los modernos medios de
comunicación, la informática y la telemática, las funciones de la escuela se
redistribuyeron a toda sociedad. Se sabe que los maestros no
serán desplazados definitivamente, pero su que hacer
sí será modificado, pues los alumnos sí
quedarán aleccionados por múltiples medios para
acceder al conocimiento.

A pesar de que es claro que los aprendizajes son una
unidad invisible y que cada uno de ellos tienen sus
potencialidades específicas, en aras de una mejor
comprensión se plantean cuatro pilares fundamentales de la
educación para el siglo XXI, como expresa Jacques Delors,
presidente de la Comisión Internacional de la
Educación para el siglo XXI de UNESCO (1995).

Aprender a conocer; consiste en aprender a conocer el
mundo que lo rodea, al menos suficientemente para vivir con
dignidad,
desarrollar sus capacidades profesionales y comunicarse con los
demás. Como fin, su justificación es el placer de
comprender, de conocer, de descubrir el incremento del saber, que
permite comprender mejor las múltiples facetas del propio
entorno, favorece el despertar de la curiosidad intelectual,
estimula el sentido crítico y permite descifrar la
realidad, adquiriendo al mismo tiempo una autonomía de
juicio, lo que facilita la adquisición del razonamiento
científico en los niños. Enseñar a un
niño a conocer es ayudarlo a desarrollar una habilidad
básica, es darle las herramientas
que le permitirán seguir aprendiendo toda la
vida.

Aprender a hacer; aprender a conocer y aprender a hacer
son en gran medida, inseparables, pero lo del hacer está
más asociado con la formación profesional;
¿cómo enseñar a los alumnos a poner en
práctica sus conocimientos y, al mismo tiempo, cómo
adaptar la enseñanza al futuro mercado del
trabajo que de por sí es incierto? Esto supone primero a
prender a aprender, ejercitando la atención, la memoria y
el pensamiento.
Entre las cualidades más destacadas de aprender a hacer
está la exigencia a la persona de tener una capacitación adecuada, además de
asumir su comportamiento social, aptitud para trabajar en equipo
y capacidad de iniciativa y de asumir riesgos.

Aprender a ser; el descubrimiento del otro pasa
forzosamente por el descubrimiento de uno mismo; por lo tanto,
para lograr una visión cabal en el niño y el
adolescente de la visión del mundo, la educación,
tanto si se imparte en la familia, o en la comunidad o en la
escuela, primero debe hacerle descubrir quien es, pues de esa
manera, podrá ponerse en el lugar de los demás y
comprender sus reacciones. De ahí que el diálogo y
el intercambio de argumentos será uno de los instrumentos
necesarios para el siglo XXI. La educación debe contribuir
al desarrollo global de cada persona; cuerpo y mente, inteligencia,
sensibilidad, sentido estético, responsabilidad individual
y espiritual. En el informe, aprender a ser plantea como
postulado: El desarrollo tiene por objeto el despliegue completo
del hombre en toda
su riqueza y en la complejidad de sus expresiones y de sus
compromisos; individuo,
miembro de una familia y de una colectividad, ciudadano y
productor, inventor de técnicas y
creador de sueños.

Aprender a vivir juntos; este es uno de los pilares
fundamentales y novedosos de la educación
contemporánea. La educación tienen una doble
misión;
enseñar la diversidad de la especie humana y contribuir a
una toma de conciencia de la semejanza y la interdependencia
entre todos los seres humanos, por lo que aprender a vivir juntos
implica llegar a convencerse de que el mundo es un buen lugar
para vivir y significa ser capaz de establecer vínculos
afectivos.

Una vez expuesto, es claro que los cuatro pilares, casi
siempre reducidos en la literatura a tres; aprender
a ser, aprender a conocer y a hacer y aprender a vivir juntos,
constituyen la pretensión de toda socialización, es
decir, de toda crianza. En los discursos de
crianza estos pilares se plantean de diversas maneras. El grupo
de puericultura de la Universidad de
Antioquia, en su discurso
crianza humanizada, define que los niños y
jóvenes en su proceso de crianza deben construir y
reconstruir permanentemente seis metas de desarrollo humano,
integral y diverso, autoestima,
autonomía, creatividad, felicidad, solidaridad y salud,
como base para tejer resiliencia. No hay que hacer un gran
esfuerzo para homologar aprender a ser con autoestima,
autonomía, felicidad, salud y resiliencia; aprender a
conocer y hacer con creatividad; y aprender a vivir juntos con
solidaridad.

Los retos planteados para la educación ponen en
evidencia las tensiones impuestas por el mismo estado de cosas en
lo político, económico y social, entre otras, lo
que está claramente delimitado por las tensiones
planteadas también por UNESCO:

  • La tensión entre lo mundial y lo local.
    Convertirse poco a poco en ciudadano del mundo sin perder sus
    raíces y participando activamente en la vida de la
    nación y de las comunidades de
    base.
  • La tensión entre lo universal y lo singular.
    Mundialización de la cultura, que se hace
    progresivamente, pero todavía parcialmente; de hecho es
    inevitable, con sus promesas y sus riesgos, entre los cuales no
    es el menor el de olvidar el carácter único de
    cada persona, su vocación de escoger su destino y
    realizar todo su potencial.
  • La tensión entre tradición y modernidad
    pertenece a la misma problemática. Adaptarse sin negarse
    a sí mismo, edificar su autonomía en
    dialéctica con libertad y
    la evolución de los demás y dominar
    el progreso científico.
  • La tensión entre el largo plazo y el corto
    plazo. Tensión eterna, pero alimentada actualmente por
    un predominio de lo efímero y de la instantaneidad en un
    contexto en que la plétora de informaciones y emociones
    fugaces conduce incesantemente a una concentración de
    los problemas inmediatos.
  • La tensión entre la indispensable competencia y
    la preocupación por la igualdad de oportunidades.
    Cuestión clásica, planteada desde hace mucho
    tiempo a las políticas económicas y sociales y a
    las políticas educativas; cuestión resuelta a
    veces, pero nunca en forma duradera.
  • La tensión entre el extraordinario desarrollo
    de los conocimientos y las capacidades de asimilación
    del ser humano. La comisión no resistió la
    tentación de añadir nuevas disciplinas, como el
    conocimiento de si mismo y los medios de mantener la salud
    física y psicológica o el aprendizaje para
    conocer mejor el medio ambiente natural y preservarlo. Y, sin
    embargo, los programas escolares cada vez están
    más recargados.
  • La tensión entre lo espiritual y lo material.
    El mundo, frecuentemente sin sentirlo o expresarlo, tienen sed
    de ideal y de valores; ¡qué noble tarea de la
    educación la de suscitar en cada persona, según
    sus tradiciones y con pleno respeto por
    el pluralismo esta elevación del pensamiento y el
    espíritu hasta lo universal y a una cierta
    superación de sí mismo!

Para lograr resolver estas tensiones la
institución educativa es la llamada a orientar a las
personas en las diferentes etapas del proceso vital humano y al
desarrollo de competencias en
los diferentes momentos de este proceso.

Desarrollo
de competencias y proceso vital humano

En el campo educativo, las competencias son los
requerimientos mínimos que un alumno debe demostrar para
decir que se está formando como ciudadano, aplicando el
conocimiento en la solución de problemas reales concretos
y en contextos o realidades específicas. La competencia se
evalúa por el desempeño.

Es necesario partir de la base de que en las diferentes
etapas del proceso vital se deben garantizar las tres opciones
esenciales para Las personas, que son poder tener
una vida larga. Poder adquirir conocimientos y poder tener acceso
a los recursos necesarios para disfrutar de un nivel de vida
decoroso, opciones esenciales para poder tener mas oportunidades.
Por eso se hace indispensable tener en cuenta la nueva propuesta
de la educación pensada en el logro de competencias. Pues
en el mundo actual e debe ser competente. Este es el
desafío la educación para cambiar el paradigma de
los aprendizajes inútiles ofrecidos por el sistema
educativo que no responden a 1as demandas y retos de
hoy.

Competencia es sinónimo de idoneidad. Facultad.
Aptitud. Talento, suficiencia. Destreza, capacidad,
disposición. Habilidad. Arte. Pericia.
Maña.

A la inteligencia se le define como capacidad de
interactuar con el entorno de manera armónica y eficiente.
Desde la tecnología
educativa se considera que los currículos orientados
al desarrollo de las competencias emergen para hacer de la
educación un servicio
más pertinente a la, demandas social .saber que. Comparada
con saber como es decir, un currículo capaz de ofrecer a
los estudiantes aprendizajes útiles. Histórica y
socialmente significativos.

La competencia se debe entender corno una capacidad de
acción
e interacción sobre el medio material, físico y
social, como una capacidad de acción e interacción
eficaz y eficiente en el afrontamiento y solución de
problemas en la realización de las propias metas; en la
creación de productos
pertinentes a necesidades sociales y en la generación de
consensos. Realmente lo que se pretende es la formación de
personas capaces de resolver problemas y concretar metas, pero no
a cualquier costo, sino con
pertinencia con la diversidad social y cultural. Sin imponer,
pero respetando e incorporando con amplitud intereses y
perspectivas diferentes.

Competencia es saber hacer con calidad técnica y
con calidad ética.
Esto sin embargo genera una tensión entre la indispensable
competencia y la preocupación por la igualdad de
oportunidades. Cuestión clásica, planteada desde
comienzo de siglo a las políticas económicas y
sociales y a las políticas educativas; cuestión
resuelta a veces pero nunca en forma duradera. Hoy, la UNESCO
corre el riesgo de afirmar que la presión de
la competencia hace olvidar a muchos directivos la misión
de dar a cada ser humano los medios de aprovechar todas sus
oportunidades. Esta constatación nos ha conducido, en el
campo que abarca este informe, a retomar y actualizar el concepto
de educación durante toda la vida, para conciliar la
competencia que estimula, la cooperación que fortalece y
la solidaridad que une.

Según el educador Giovanni Francesco Villegas.
Las competencias cognitivas básicas están
relacionadas con el potencial de aprendizaje de las personas.
Entendiendo potencial de aprendizaje como la capacidad que tienen
los individuos para pensar y desarrollar conductas
inteligentes.

El interés de la educación se centra
actualmente en formar sujetos integrales. No
se trata de determinar cuanto sabe un estudiante. Sino de
comprender como significa el mundo y cómo usa el
conocimiento, para lo que se requiere propiciar el desarrollo de
estrategias cognoscitivas que lo permitan.

  • Es un desempeño que permite integrar saberes
    del ámbito de los conocimientos, habilidades, destrezas,
    actitudes y valores 
  • En situaciones concretas del ámbito laboral 
  • Con creatividad, eficacia y
    eficiencia. 
  • Garantizando calidad, productividad y
    seguridad
  • De forma, ágil buscar y ubicar la
    información que se necesite.

Por medio del lenguaje el hombre
fomenta las competencias y habilidades para desarrollarse como
Individuo y ser social en un continuo devenir de situaciones
significativas. En las que las manifestaciones expresivas del
lenguaje tienen los 1azos de unión con el mundo que lo
rodea.

Teniendo encuentra el desarrollo de competencias se
puede decir que el compromiso se centra en educar
para:

  • La convivencia pacifica. La democracia y
    la no-discriminación.
  • El desarrollo del pensamiento lógico y
    abstracto capaz de analizar la complejidad del mundo
    presente.
  • La adquisición de destrezas para la
    incorporación y desarrollo del proceso científico
    y técnico.
  • El desarrollo de las relaciones horizontales en el
    mundo social y laboral como formas que contribuyen a un
    incremento del capital
    social del país y mayores niveles de
    equidad.
  • El desarrollo de las relaciones horizontales en el
    mundo social y laboral como formas que contribuyen a un
    incremento del capital social del país y mayores niveles
    de equidad

Una de las finalidades de la educación es
aprender a hacer a fin de adquirir no sólo una
calificación profesional sino, más generalmente,
una competencia que capacite al individuo para hacer frente a
gran número de situaciones y a trabajar en equipo. Pero,
también, aprender a hacer en el marco de las distintas
experiencias sociales o de trabajo que se ofrecen a los
jóvenes y adolescentes, bien espontáneamente a
causa del contexto social o nacional, bien formalmente gracias al
desarrollo de la enseñanza por alternancia.

El compromiso se debe asumir que todos los niños
puedan disfrutar a plenitud de su derecho a vivir en un ambiente
de afecto y protección, bajo la tutela de sus
padres y demás adultos. Además, de su derecho a
tener buenas condiciones alimentarías y nutricionales. Con
servicios gratuitos y adecuados de salud y educación. Para
satisfacer sus necesidades básicas y a ser reconocidos con
sujetos plenos de derechos y con necesidad del juego la
espiración y las experiencias de aprendizaje

La escuela-
padres

En la comunidad educativa los actores son: el personal
(docente y no docente), los alumnos, las familias de los alumnos
y la comunidad en su conjunto. Cada uno de ellos contribuye a la
construcción de un perfil de la institución
educativa, en un interjuego de relaciones que define una postura
ideológica y ética de la educación, en un
contexto determinado. Para considerar la socialización
efectiva del alumno, debemos tener en cuenta qué lugar
ocupa la familia e integrarla como factor relevante. La familia
necesita de la institución educativa. Ella sola no puede
cubrir los aspectos culturales y educativos; por otro lado, la
escuela no puede pensar en un acto educativo eficaz sin la
participación de la familia, incluyendo la
coparticipación en la toma de decisiones. En ella
encontramos a los padres:

  • Estos son quienes gozan de esa relación de
    intimidad única que exclusivamente se da en el seno de
    una familia y que permite todo tipo de interrelaciones
    personales: de afecto, ayuda, orientación, soporte,
    etc., que influyen y modifican los comportamientos de todos sus
    miembros.
  • Asimismo, son los padres quienes están en
    mejores condiciones, a causa de su cariño desinteresado,
    de conseguir el crecimiento en autonomía de sus hijos y,
    por tanto, la madurez: un crecimiento en libertad y
    responsabilidad que solamente es posible, de manera
    armónica, cuando la familia soporta las decisiones
    personales, con su mezcla de aciertos y errores.

Relación familia –
escuela

Según lo expuesto anteriormente es
trascendental la función de los adultos que participan en
el acompañamiento de los niños en su crecimiento y
desarrollo, por lo cual se hace necesario aportar algunas
consideraciones pertinentes a los padres y maestros en el marco
de este importantísimo eje en el desarrollo del
niño: relación familia escuela, para lo cual se
parte de que la crianza en los diferentes ambientes debe darse
desde el buen trato, la ternura, el respeto, la autoridad, la
protección y la exigencia adecuada

La función los padres en esta relación es
fundamenta. Toda vez que son ellos quienes tienen las
posibilidades de decidir acerca de las cuestiones esenciales.
Máximo cuando los hijos son menores. Son ellos quienes
eligen el centro educativo e inciden en las escogencia de los
amigos. Al situarlos en determinados contextos sociales. En los
que se entablan las relaciones de amistad.

Los padres esperan trato personalizado para sus hijos;
además de que los maestros los consideren como personas
individuales, por lo cual desean manifestaciones de calidez,
cariño, preocupación y
protección.

La escuela la busca que la familia garantice el
cumplimiento de aspectos formales: adecuada presentación
personal; asistencia y puntualidad; cumplimiento con los
útiles y cuotas y asistencia a reuniones de apoderados y
citaciones personales, entre otros.

La participación de la familia en la ultimas
décadas se ha modificado notablemente: en la actualidad
están mas involucradas en el proceso de crianza, los
padres participan mas activamente en este proceso y la familia
estimula la libre actuación del niño
haciéndolo más visible y dándole importancia
en el contexto
familiar.

Puede haber aspectos negativos en las familias con
respecto a esa relación. Por ejemplo e las practicas de
crianza puede generar dificultades e esa relación, por lo
que es imprescindible mejorar la sintonía entre los
criterios de la familia y entre estos y los de la
escuela.

Por otra parte, lo maestros cumplen fundamental como
facilitadotes de la socialización secundaria, para lo cual
se considera que deben ser los modelos
sustitutos de la madre con una visión integral del
niño en su proceso de desarrollo. Teniendo encuentra la
etapa en la que se encuentre. Para cumplir esta función.
El maestro, con necesidades afectivas propias, debe dar apoyo y
ser orientador de actividades en las que él.

Pero no todo ocurre tan linealmente se encuentran
maestros con énfasis en lo académico (saber) que en
lo disciplinario, que no tienen en cuenta la individualidad del
niño sino que son homogeneizadores de la población
y de alguna manera son responsables de fallas en la
socialización secundaria como el deterioro de la
construcción de valores. Para contrarrestar situaciones
como esta se sugiere que las relaciones sean fluidas entre el
maestro y los padres de familia con una comunicación
cercana y afectiva; que se trate a cada niño como ser
único e irrepetible y que el maestro sea excelente modelo
de vida y modelo sustituto de la madre.

Son múltiples y diversas las acciones que se
puedan desarrollar desde todos los niveles del sistema
educacional para incentivar el acercamiento con las familias.
Fundamental es buscar estrategias que se civilicen y pongan en
movimiento a
todo los actores en por de mejorar la calidad las interacciones y
la promoción de la convivencia sin rivalidad. Par ello se
pone algunas acciones dirigida a fortalecer la relación
entre la familia y la escuela.

Antes de entrar a tallar sobre la relación entre
ambos factores, hay que recordar o mejor dicho hay que hacer un
análisis que nos permite afirmar que, hace
unos pocos años, las familias contaban con elementos de
solidez propios muy superiores a los actuales: tenían unas
con, Ficciones más profundas, mayor estabilidad, menor
estrés,
más miembros y mayores oportunidades de interacción
entre ellos, etc. En la actualidad, las familias, a pesar de sus
mejores niveles de formación y educación,
están más afectadas por influencias sociales
negativas propias de la sociedad occidental y son más
débiles en su estructura, encontrándose inmersas,
en muchos casos, en problemas reales que afectan a su
estabilidad. Carencia de ideales claros de vida, dificultades de
convivencia o ruptura del matrimonio, etc.
Esas familias necesitan más que nunca ayuda en su
acción educativa profunda, y deben encontrar
colaboración en el ámbito escolar, dentro de un
marco de confianza

La familia debe tener

  • Conocimiento de o lineamientos que dirigen el
    establecimiento educativo.
  • Acercamiento a las propuestas pedagógicas de
    la institución.
  • Participación decidida en las actividades a
    que los convoca la institución
  • Validación con su presencia de la que hace la
    institución para acompañamiento adecuado al
    niño.
  • Preocupación por las situaciones sucede
    niño en el aula de clase relación con sus
    padres.
  • Acompañamiento adecuado en las tareas
    escolares
  • Relación directa, permanente y fluida con el
    maestro que esta a cargo del niño, de tal modo que este
    siempre informado de las situaciones que puedan incidir
    positiva o negativamente las actividades escolares.

La escuela debe tener

  • Un proyecto educativo con discurso de crianza preciso
    y explicito
  • Momentos de reflexión – acción de
    la comunidad educativa (padres directivos, docentes,
    administrativos, niños.
  • Preparación permanente de los
    docentes
  • Desarrollo del proceso enseñanza aprendizaje
    basado en la lúdica.
  • Acompañamiento afectivo al niño en
    forma integral, respetando la singularidad y la
    diferencia
  • Encuentro de padres de grados similares para tratar
    temas concernientes al desarrollo de los niños, pautas
    de crianza y propuesta pedagógicas, entre
    otros.
  • Actividades de colaboración y
    celebración: día de integración de la
    familia; día del niño: algunas fiestas de
    importancia regional y día de los abuelos, entre
    otros.
  • Participación de los padres en las aulas de
    clase. De tal modo que se propicie que los padres se acerquen a
    los niños para comunicarles sus saber, sus hobbies
    etcétera.
  • Actividades informativas y formativas:
  • Organización de encuentros para discutir los
    nuevos planes y programas, jornada escolar,
    etcétera.
  • Aprovechamiento de los mecanismos de
    organización de a comunidad educativa (Consejo
    Directivo, Comité de Padres, Asociación, entre
    otros) para convocar a los padres en temas de interés
    general y específicos.

Esa relación de confianza es la determina y da
forma a la bionomía familia escuela, que debe estar
marcado por una actitud de responsabilidad compartida y
complementaria en la tarea de educar a los hijos. Ello implica
una verdadera relación de comunicación y de
orientación sobre la educación de los hijos,
constructiva y exenta de tensiones por la función que cada
uno de ellos desempeña.

Por tanto, a los docentes les concierne también
este imperativo de actualizar los conocimientos y las
competencias. Hay que organizar su vida profesional de tal forma
que estén en condiciones, e incluso que tengan la
obligación, de perfeccionar su arte y de aprovechar las
experiencias realizadas en las distintas esferas de la vida
económica, social y cultural. Esas posibilidades suelen
preverse en las múltiples formas de vacaciones para
educación o de permiso sabático. Deben ampliarse
estas fórmulas mediante las oportunas adaptaciones al
conjunto del personal docente.

Cómo fortalecer la relación entre
familia y escuela:

  • Son múltiples y diversas las acciones que se
    pueden desarrollar desde todos los niveles del sistema
    educacional para incentivar el acercamiento con la familia y
    mejorar la calidad de las interacciones entre ésta y la
    escuela. Para ello proponemos algunas acciones en los
    ámbitos de la escuela, de los Departamentos Provinciales
    y de las Secretarías Regionales.

A nivel de las escuelas, proponemos:

  • Espacios de reflexión-acción de
    docentes y directivos.

El Taller de Profesores es una buena instancia para que
profesores y directivos reflexionen juntos sobre los estilos de
relación que establecen con las familias, explicitando sus
expectativas y temores al respecto. Al tenor de la
reflexión, podrán determinar pequeñas o
grandes acciones que faciliten el acercamiento: cómo hacer
reuniones de padres más atractivas, cómo redactar
las comunicaciones escritas, en qué actividades de la
escuela podrían participar algunos apoderados, cómo
enfrentar reclamos intempestivos, qué hacer con los
papás que nunca vienen a la escuela, etc.

El Equipo de Gestión
Escolar debe contemplar acciones que tiendan a incorporar a
representantes de los padres e invitarlos a participar en la
definición o reformulación del Proyecto Educativo y
en la del plan de trabajo anual de la escuela, dándoles
derecho a opinar en la definición de criterios y normas de
convivencia, etc.

  • Acercamiento en los espacios
    habituales.

En lo que se refiere a las reuniones de apoderados es
urgente innovar incorporando nuevos temas; por ejemplo: comentar
los logros y dificultades del curso, informar sobre los avances
en el plan de estudio, abordar los desencuentros entre padres y
profesores, etc. Para generar un clima de mayor
horizontalidad y calidez se recomienda: poner las sillas en
círculo, exponer los trabajos de los niños en los
muros, empezar y terminar con una dinámica grupal que facilite los
encuentros. Sólo al final, dejar un tiempo para las
informaciones, cobro de cuotas y reclamos. Y por qué no,
preparar algunas reuniones con los propios niños: que sean
ellos y el profesor los que le pongan el ambiente, el contenido y
la dirección al encuentro.

Respecto de los espacios de recreación
y celebración proponemos mantener los habituales, y
organizar actividades de mejoramiento del espacio escolar y de
recolección de dinero en beneficio de los cursos,
administrando las ganancias de común acuerdo entre padres
y escuela: éstas pueden resultar actividades de gran
convocatoria. También, potenciar y aprovechar la
preparación de los eventos de
fiestas patrias, de fin de año, etc., como instancia de
trabajo conjunto entre padres, niños y profesores de cada
curso.

  • Participación de los padres al interior de
    la sala de clases.

Abrir espacios para que los padres comuniquen sus
saberes a los niños: lo que hacen en sus trabajos,
tradiciones familiares, enseñarles algo práctico
como cocinar, manejar determinadas herramientas, implementar
juegos de su infancia, etc. Otro importante aporte puede ser el
de apoyar las actividades escolares: incentivarlos a que los
acompañen en salidas y ayuden en la sala de clases.
Persuadirlos de que su presencia y participación provoca
un importante impacto en la subjetividad de los niños y
predispone a ambos a entregarse a una experiencia de aprendizaje
extraordinaria.

  • Espacios informativos y
    formativos.

Organizar encuentros para discutir los nuevos Planes y
Programas, Jornada Escolar Completa, etc. El conocimiento que los
padres desarrollen sobre las orientaciones de la Reforma
facilitará la tarea de los profesores. Abrir espacios de
conversación a nivel de curso con orientadores, profesores
jefes y/o profesionales de los Centros de Diagnóstico sobre temas que preocupan a los
padres, como los relativos a los objetivos
transversales. Centrar las conversaciones en las dudas y temores
para enfrentar las problemáticas y en las herramientas
para manejarse mejor.

  • Cultivar áreas de interés de los
    padres.

Ofrecer espacios para que los padres se autoconvoquen en
torno a actividades o temas que sean de su propio interés,
tales como talleres (folklore,
cocina, gimnasia, etc.),
regularización de estudios, aprendizaje de
técnicas, como computación u otras. Estas actividades son
particularmente importantes para las familias de sectores pobres,
cuyas carencias económicas interfieren las posibilidades
de desarrollo de sus intereses. Su duración
dependerá de la disposición de los padres y de los
recursos disponibles.

A nivel provincial y regional
proponemos:

  • Encuentros de familia-escuela.

Se propone realizar encuentros a nivel provincial y/o
regional que congreguen a padres, directivos, profesores y
supervisores de escuelas, para intercambiar experiencias,
reflexionar sobre temas de interés, definir metas y
estrategias comunes.

  • Iniciativas determinadas por los equipos
    regionales o provinciales.

En el espíritu de la descentralización de las decisiones y de la
autonomía provincial y regional para definir los planes
anuales de supervisión, desde el nivel central se
apoyará las iniciativas propuestas que cuenten con una
debida fundamentación de su adecuación a sus
necesidades específicas.

CONCLUSIONES

  • Cada escuela y cada Departamento Provincial y
    Secretaría Regional deberá impulsar instancias de
    colaboración entre padres y docentes, que pongan el
    acento en una relación más simétrica y
    complementaria entre escuela y familia, en pos de generar un
    proyecto común que facilite el aprendizaje de los
    niños en todas las áreas de su desempeño
    personal.
  • Se sugiere que las relaciones sean fluidas entre el
    maestro y los padres de familia con una comunicación
    cercana y afectiva; que se trate a cada niño como ser
    único e irrepetible y que el maestro sea excelente
    modelo de vida y modelo sustituto de la madre.
  • En este sentido, los programas dirigidos a la primera
    infancia deben abordar todas las necesidades básicas del
    niño. Además de los alimentos, la
    protección y la atención de salud, los programas
    de cuidado y educación infantil también deben
    proporcionar afecto, estímulo intelectual,
    interacción con otras personas y niños en un
    ambiente estimulante, así como oportunidades y
    actividades que promuevan el aprendizaje
  • Las experiencias de la infancia determinan si el
    niño "crece inteligente o lento; miedoso o seguro de
    sí mismo; locuaz o callado".
  • Los investigadores de la Facultad de Medicina de
    Baylor College, han descubierto que los niños que no
    juegan mucho o que no tienen ricas y variadas experiencias
    desarrollan cerebros 20% o 30% más pequeños que
    el estándar normal para sus edades.
  • Las investigaciones sobre el desarrollo del cerebro
    también señalan los efectos que la
    intervención temprana tiene en las niñas y los
    niños considerados de alto riesgo quienes al asistir a
    programas educativos durante los primeros seis meses de edad,
    redujeron el riesgo de retraso mental hasta un 80% y a la edad
    de 3 años, estos niños mostraban coeficientes de
    inteligencia de 15 a 20 puntos superiores a niños con
    antecedentes y condiciones similares que no habían
    concurrido a estos programas

BIBLIOGRAFÍA

  • DelorsJ Al Mufti, Amagiletal (UNESCO).La
    educación encierra un tesoro. Informa a la UNESCO de la
    comisión internacional sobre la educación para el
    siglo XXI. País: UNESCO 1996. Disponible en (abril 6 de
    2004) http//www.unesco.org/delñors_s.pdf
  • www.geocities.com/aulauy/revistas/
    primaria/primaria12/prim12lorenzo01.htm –
  • www.educar.org/articulos/padresymaestros.asp – 51k – 25
    May 2006
  • http://www.grade.org.pe/ime/resumensp025.htm

Daniela Urbina.

Giovana Cevallos.

Lizbeth Ayala.

LA MOLINA, 31 de Mayo del 2006

Partes: 1, 2
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