Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

La racionalidad productiva en la familia campesina venezolana (página 2)




Enviado por Orlando Chirinos



Partes: 1, 2

 

1. ASPECTO
METODOLÓGICO

Abordamos esta investigación siguiendo los lineamientos
metodológicos que nos brinda el diseño
"no experimental, transeccional y descriptivo" (Hernández
S, 2001). Todo ello con la finalidad de realizar una interpretación aproximada de los datos
estadísticos obtenidos entre familias productoras en las
comunidades campesinas de Tomoporo de Tierra y San
Roque (Municipio Baralt – Estado Zulia).
Se usaron técnicas
del método
etnográfico tales como: la observación participante, conversaciones,
entrevistas y
cuestionarios y, técnicas cuantitativas para la
elaboración de una base de datos
para el análisis estadístico.

Ambos técnicas se aplicaron en cincuenta familias
(50) productoras siguiendo la reflexión de W. Goode, que
dice: "La cuantificación no hace más que lograr una
mayor precisión y confiabilidad de la medición de las cualidades que se considera
que son importantes…de igual modo, la más cualitativa de
las investigaciones
sociales intenta una medición aproximada…En cada una de
estas afirmaciones, están implícitas mediciones de
importantes cualidades" (Goode, 1975)

1.1. Recolección de información cualitativa y
cuantitativa

La información cualitativa se obtuvo mediante la
aplicación del método etnográfico,
especialmente la técnica de la observación
participante; según Nanda, "continúa siendo el
sello distintivo de la antropología como disciplina"
(Nanda, 1987). Así mismo, se recurrió a
entrevistas, conversaciones y cuestionarios aplicados a
informantes claves.

La información cuantitativa se obtuvo mediante un
cuestionario,
con el cual se indagó sobre "lo que las personas
encuestadas son, hacen, opinan, piensan, sienten, esperan,
quieren o desprecian, aprueban o desaprueban, o a los motivos de
sus actos, opiniones y actitudes"
(Sierra ,2001). Se entrenaron tres estudiantes universitarias que
habitan en las comunidades mencionadas, quienes en un lapso de
dos (02) semanas aplicaron el cuestionario entrevista a
cincuenta (50) familias campesinas. Aquí aplicamos el
método de muestreo
estratificado con el fin de dar representatividad a los distintos
factores que integran el universo o
población de estudio. Se realizaron
grabaciones a productores representativos ubicados en los rangos
de "grandes" y "pequeños" productores (Muestreo
intencionado).

2. EL CAMPO DE LA
ANTROPOLOGÍA CULTURAL

"La antropología cultural estudia la conducta humana
que es aprendida, en lugar de la trasmitida genéticamente
y que es típica de un grupo humano
en particular. A estas formas aprendidas y compartidas de
conducta
humana (incluyendo los resultados materiales de
esta conducta) se les llama Cultura".
(Nanda. 1987). La capacidad de adaptarse, transformar e
integrarse a un modo particular de economía determina
que, de acuerdo al tipo de sociedad,
existan tipos de estructuras
familiares con identidades culturales específicas que le
imprimen a sus integrantes y a las formas de organizarse para
el trabajo,
una particularidad específica.

A la estructura del
proceso
tradicional de producción agrícola de los
campesinos medios, en el
espacio rural venezolano, se le han agregado nuevas funciones
relacionadas con el mejoramiento de la calidad de
vida, conservación del medio
ambiente, incorporación de servicios a
las actividades agropecuarias y una mayor movilidad de los
integrantes del grupo familiar que lo relaciona fuertemente con
el exterior, pero sin perder su especificidad, que se manifiesta
en la forma en que se organizan para el trabajo. El
campesino
medio es aquel que, según Brito Figueroa, "forma parte de
una capa oprimida por los amos de la tierra en
sentido tradicional y por los empresarios agropecuarios
capitalistas, sometida a la especulación financiera por
los comerciantes y prestamistas" (Brito, 1984). Cabe
señalar que la familia
productora campesina representada como microempresa
familiar no genera empleo
más allá del que le proporciona a la familia
involucrada.

Una de las principales causas por la que fracasaron
innumerables proyectos de
desarrollo
rural en el tercer mundo fue su escasa o nula adecuación
al marco cultural de las poblaciones receptoras, de aquí
es donde surge la polémica entre la compleja
relación que se da entre cultura y desarrollo y en donde
la Sociología y la Antropología y en
general las ciencias
sociales entran a formar parte de los nuevos proyectos de
desarrollo. La participación de antropólogos en la
elaboración, ejecución y evaluación
de proyectos de desarrollo para los países de América
Latina, Asia y
África fue bastante tardía. "El Banco Mundial
contrata el primer antropólogo en 1972, la Agencia para el
Desarrollo de los Estados Unidos
(USAID) sólo tenía una antropólogo en 1974"
(Viola, 2000). Hoy es indiscutible que la adecuación
cultural de un proyecto de
desarrollo incide en su éxito
final. En la era de la
globalización, término con el que se presenta
el paradigma del
desarrollo, muchos teóricos consideraban que la cultura
sería hegemonía de las grandes potencias. Otros
vaticinaron que ello traería consigo una
reculturalización o una nueva valoración de la
diversidad cultural. Esta última propuesta parece ser la
que está tomando cuerpo si partimos de las
terminologías implícitas en los proyectos de
desarrollo: desarrollo endógeno, equilibrio
territorial, ecoturismo y
desarrollo
sustentable.

2.1. La familia campesina

Lo rural es un concepto que se
debe elaborar en base al conocimiento
que se tenga del espacio y de región donde se trabaja. Lo
rural se relaciona con la densidad de
población, con el modo de vida de sus habitantes, por su
pertenencia a colectividades en las que se producen fuertes lazos
sociales, por la forma en que se organizan para el trabajo, las
características étnicas de sus habitantes y en
especial con lo agrario, su base estratégica. Es una
noción con una riqueza cualitativa inagotable. Estas
particularidades también le corresponden a las comunidades
de Tomoporo de Tierra y San Roque en el Municipio Baralt del
Estado Zulia, en las que se analizó el papel que
desempeña la familia como unidad productora dominante y el
peso de su actividad económica en el circuito de comercialización campo ? ciudad.

La familia campesina es el grupo social más
significativo en el medio rural, su lógica
económica es producir bienes
transables, que en su conjunto, es decir, la sumatoria de la
producción de todas las familias campesinas, tienen efecto
sobre los precios de los
mercados locales
y regionales. De modo que los precios del mercado no son un
elemento exógeno al modo de producción del
pequeño o mediano productor, y aunque parezca
paradójico, la práctica económica
tradicional campesina, basada en su unidad básica de
producción, el grupo familiar, es un aliado, en lo
económico, de una entidad superior, la economía de
mercado (opinión contraria a lo común). La
modalidad de producción en estas comunidades es la
agricultura
intensiva con uso permanente de los campos, es un sistema de
tenencia de tierras caracterizado por un minifundio extremo en
donde se producen para alimentar a la familia y para los mercados
regionales.

El carácter minifundista de estas comunidades
tiene su origen en la colonización de las tierras que se
producen en los años 60 con los programas de
ocupación impulsados por la Ley de Reforma
Agraria (1960), en la cual se favorecía y se
protegía de manera especial las cooperativas
agrícolas y se estimulaba la creación de empresas
comunitarias donde la explotación de la tierra fuera de
carácter comunal. El Estado
llevó a cabo la repartición de tierras, se
organizaron numerosos asentamientos campesinos y la política agraria se
encaminaba hacia una nueva reorganización del agro, sin
embargo, el carácter paternalista del Estado y los
compromisos partidistas – clientelares redundaron en el fracaso
de la Reforma Agraria, a pesar de las urgencias por la que
atravesaban las economías emergentes. En otras palabras y
citando a Lucio Reca, "la llamada paradoja de la agricultura
consiste en reconocer, verbalmente, la importancia del sector,
pero en la práctica relegarlo en términos de
prioridades de inversión y discusión seria de su
problemática" (Reca, 1998). En consecuencia, la Reforma
Agraria no logró transformar la estructura agraria, pero
la recampesiniza, al duplicar el número de unidades de
explotación de "15.106 unidades en un área de
1.879.166 hectáreas. Año 1985" (OCEI, V Censo
Agrícola) a "35.486 unidades de explotación en un
área de 3.872.001 hectáreas. Año 1998" (INE.
VI Censo Agrícola).

Es importante señalar el análisis
realizado por Thayer Scudder sobre 34 proyectos de
colonización de tierras financiados por el Banco Mundial,
que si bien algunos lograron sus objetivos, la
gran mayoría no logró su cometido por varias
razones; entre estas: "que el asiento ecológicamente
sostenible desde cero es un asunto complejo y constituye una de
las más difíciles intervenciones para el
desarrollo. Con frecuencia la tarea resulta aún más
obstaculizada por las políticas
gubernamentales desfavorables que obligan a las personas de bajos
ingresos a
ocupar tierras fronterizas propensas a los problemas y en
las muchas de estas personas continúan viviendo en
la pobreza"
(Cernea, 1995).

Para minimizar los efectos de la colonización
forzada o voluntaria el autor propone un modelo que
denomina "Modelo Dinámico del Proceso de
Colonización en Cuatro Etapas" (Cernea, 1995). Estas
cuatro etapas deberán, por lo menos, abarcar una
generación de colonos y son:

"1) Planificación, desarrollo de la
infraestructura inicial y reclutamiento
de los colonos.

2) Transición (etapa de ambientación y
acomodo
)

3) Desarrollo
económico y social. (etapa de inversión en
el patrimonio
familiar, consolidación de servicios, vincularse con
poblaciones vecinas
).

4) Entrega-recepción e incorporación.
(control de los colonos sobre el proyecto y las funciones
administrativas de la comunidad
)". (Cernea,
1995).

Cuando algunas de estas normas no se
aplican puede ocurrir como ocurrió en el sur oriente del
lago de Maracaibo, específicamente en la zona norte de la
Planicie del Río Motatán donde el proceso de
colonización impulsado por la Reforma Agraria (1960), y en
el cual fueron repartidos más de 700 pequeños lotes
de tierras entre campesinos traídos del pie de monte de
los andes venezolanos.

De acuerdo al modelo propuesto por Scudder, se observa
que el asentamiento jamás superó la etapa de
economía de subsistencia (la segunda etapa) y que el paso
hacia la tercera sólo se produjo a medias. Los colonos no
fueron seleccionados de acuerdo a las recomendaciones del modelo,
fueron elegidos por organizaciones
políticas en base a criterios clientelares, o ellos
llegaron a la zona por iniciativa propia; de manera que no todos
provenían de un mismo lugar ni tampoco tenían
relaciones de parentesco, salvo que se movilizara con la familia;
por otro lado se prestó poca ayuda para la
consolidación de los servicios básicos, casi todo
tuvo que ser hecho por cuenta de los colonos.

Pero quizás lo más importante fue que los
términos de intercambio económico y relación
histórica con las poblaciones vecinas preexistentes, se
establecieron de manera desventajosa, con la consecuente
dependencia de los nuevos asentamientos.

La Reforma Agraria fue un proyecto que se planteó
la modernización del agro venezolano, pero sin profundizar
mucho en la estructura de poder sobre la
posesión de la tierra puesto que no se le restó
mucho poder a la clase
terrateniente y la marginalidad
campesina se fortalece porque se crean nuevos contingentes de
campesinos, pero no se logran las aspiraciones de integrar al
campesino al modelo de sociedad moderna. La familia campesina o
la unidad doméstica de producción o microempresas
familiares de producción (como la denominamos)
sobrevivió a este fracaso desarrollista porque fue capaz
de adaptarse "no al azar, sino a través de una
adaptación creadora y libre que puede decidir entre
alternativas, es una adaptación con propósitos"
(Palerm, 1982).

2.2. Conformación de la familia
campesina.

El 70% lo conforman familias entre 3 y 6 miembros.
Existe un solo caso de hogares con 10 miembros y 2 de familias
con 9 miembros. Ambos representan tan solo el 1,2% del total. El
promedio de individuos por familia, en las comunidades citadas,
es de 5 miembros, lo que representa un 20% de las
familias.

En cuanto a las edades, la mitad de los miembros de los
hogares encuestados se ubican por debajo de los 24 años, y
dentro de dicho rango el mayor porcentaje se consigue entre los
15 y 19 años y los menores de 14 años representan
aproximadamente una cuarta parte de la
población.

En cuanto a la
organización para el trabajo, la mitad de los miembros
que califican en la condición de "hijos" en los hogares,
son estudiantes (el 54,6%) y el 26,1% se declararon como obreros;
lo cual suma las ¾ partes de esta categoría de
parentesco. La cuarta parte restante se entienden como dedicados
a diversas ocupaciones entre las cuales se pueden contar los
oficios del hogar (5.0%) (mujeres jóvenes que ayudan a sus
padres), productores agropecuarios (2,5%), profesionales
universitarios (4,2%), docentes,
pescadores, comerciantes y otros. Los miembros que forman parte
de este grupo de parentesco (hijos) constituyen la mitad de todos
los miembros de familia (el 50,8%). Respecto a la
ocupación de esposo(a) podemos observar que la
mayoría (el 62,2%) se dedican a oficios del
hogar.

Tabla 1

Ocupación del miembro de la
familia

Ocupación

Parentesco

Total

%

Hijo (a)

%

Esposo (a)

%

Ego

%

Estudiante

54.6

2.7

 

36

Profesional
Universitario.

4.2

2.7

2.1

3.1

Productor
Agropecuario.

2.5

10.8

75

18.9

Oficios del Hogar

5.0

62.2

12.5

16.2

Obrero

26.1

2.7

6.3

17.1

Desempleado

1.7

  

1.3

Docente

0.8

2.7

 

0.9

Pescador

0.8

  

0.4

Doméstica

1.7

2.7

 

1.3

Comerciante

1.7

10.8

2.1

3.5

Otros (enfermera, camarera,
etc)

0.8

2.7

2.1

1.3

TOTAL

   

100

Fuente: Elaboración propia.

En cuanto a la "profesión" que ejercen los
miembros de los grupos familiares
encontramos los siguientes datos. Oficios del hogar es la
ocupación predominante de las mujeres en las poblaciones
estudiadas, la cual, junto con la ocupación de comerciante
suman el 81.3%. El hecho de que no aparezcan mujeres con la
condición de "productor agropecuario" no significa que no
asuman esta tarea en las fincas. Cuando la mujer no tiene
pareja, ellas asumen ese papel, pero si poseen pareja, ellas no
se autodefinen como tales, es el hombre
quien se define como "productor agropecuario". La
ocupación productor agropecuario es un rasgo dominante
entre los hombres (80%).

Lo anterior conduce a lo siguiente:

  1. En la zona y en lo que refiere a las fincas
    estudiadas, cuando hombre y
    mujer forman
    pareja, existe una tendencia a que él asuma la
    administración y labores pesadas dentro de las
    fincas (o se las delegue a un encargado del sexo
    masculino) y ella se dedique a oficios del hogar y en menor
    medida al comercio u
    otra actividad complementaria. Esto aporta indicios
    también sobre el papel de la mujer en las parejas que
    viven en fincas como generadoras de ingresos complementarios
    no- agrícolas.
  2. Existe igualmente, una tendencia a que la mujer deje
    de estudiar cuando contrae matrimonio. Se
    consiguió solamente un caso de este tipo en la zona de
    estudio.
  3. No obstante las mujeres tienen mayor grado de
    instrucción y se encuentran hoy en día más
    dedicadas a la
    educación formal en todos los niveles que los
    hombres. Esto no se revierte en mayores responsabilidades en
    las fincas, sino en la generación de ingresos no
    agrícolas.
  4. Las mujeres que viven sin pareja formal sí
    asumen, en cambio,
    responsabilidades de producción en las
    fincas.

Tabla 2

Profesión de los miembros de la
familia por sexo

SEXO

OCUPACIÓN

%

Masculino

Productor Agropecuario

80

Comerciante

20

Total

 

100

Femenino

Estudiante

3.1

Profesional
Universitario.

3.1

Oficios del Hogar

71.9

Obrera

3.1

Docente

3.1

Doméstica

3.1

Comerciante

9.4

Otras (enfermera, camarera,
etc)

3.1

Total

 

100

Fuente: Elaboración propia.

3. FORMAS DE
PRODUCCIÓN Y TENENCIA DE LA TIERRA

A los informantes se les interrogó sobre la fecha
de adquisición de las tierras u ocupación de la
misma y el inicio de las labores agrícolas, dando claros
indicios de que hubo una gran movilidad en la compra- venta y
adquisiciones en la década del 80 y 90 con porcentajes
similares entre ambas. Las dos décadas suman
aproximadamente la mitad de las ocupaciones de tierras o
compra- ventas
ocurridas (Ver tabla 3).

Se puede apreciar que en Tomoporo de Tierra la
compra- venta u ocupación de
tierras había subido en la década de los 60 para
luego disminuir en la década siguiente, aunque sin
alcanzar los niveles de los 80. En San Roque en cambio, el
crecimiento ha sido sostenido y alcanzó su punto
máximo en la década de los 90. De hecho, los
cambios no han sido tan acusados en Tomoporo de Tierra y se
podría decir que se han mantenido a un ritmo de 6 o 7
transacciones por década desde los años 60 y por
espacio de 50 años. En San Roque, dicho comportamiento
es más difícil de señalar, y más bien
debe hablarse de un crecimiento sostenido hasta la década
de los 90, sin que haya decaído la tasa en ningún
momento o haya alcanzado algún nivel de
estabilización.

Tabla 3

Períodos de ocupación de
las tierras

FECHA
ADQUISICIÓN

COMUNIDAD

TOTAL

TOMOPORO DE
TIERRA

SAN ROQUE

Antes de 1949

1

1

1950-1959

5

5

1960-1969

7

1

8

1970-1979

5

3

8

1980-1989

8

4

12

1990-1999

7

6

13

2000 y después

2

 

2

TOTAL

35

14

49

Fuente: Elaboración propia.

Se encuestaron un total de 50 fincas en toda la zona. 36
pertenecientes a Tomoporo de Tierra y 14 a San Roque, lo que
corresponde a un 72% contra un 28% respectivamente. La mayor
parte de las fincas son de 10 hectáreas. Para el caso
específico de San Roque las fincas encuestadas que poseen
10 hectáreas o menos de esa cantidad, constituyen la casi
totalidad de las mismas con una cifra cercana al 80% (78,6%), y
sólo 2 fincas poseen entre 11 y 20 hectáreas (un
14,3%) y una entre 31 y 40 hectáreas. En San Roque no
existen fincas de más de 40 hectáreas.

El tamaño de las parcelas guarda relación
con el momento de formación de la comunidad. Se
trata de un asentamiento campesino planificado por el gobierno nacional
en función
de los criterios de la Reforma Agraria y con la
planificación del antiguo Instituto Agrario Nacional
(IAN). Fue pensado para que tuviese precisamente pequeñas
parcelas.

Según algunos de sus miembros fundadores a cada
campesino se le otorgaron menos de 10 hectáreas como
término medio, aunque dependía del uso que se le
daría a la tierra. Esta situación indica, sin
embargo, que después de muchos años transcurridos
no ha habido concentración de tierras en manos de unos
pocos, el tamaño de las parcelas continúa siendo el
mismo, lo que no quiere decir, por supuesto, que la tierra no
haya cambiado de propietarios y que la compra- venta de fincas no haya ocurrido de manera
frecuente, sino tan solo que no ha habido acumulación de
tierras después de la repartición del
Estado.

En el caso de Tomoporo de Tierra, la propiedad
sobre la tierra es similar al caso anterior. Las fincas
más frecuentes son las menores de 10 hectáreas, sin
embargo, existen propiedades con muchas más
hectáreas. El 80% de las fincas en San Roque tiene menos
de 10 hectáreas y en Tomoporo de Tierra sólo la
mitad de las mismas tiene ese tamaño, lo cual puede verse
en la tabla 4 donde se comparan los porcentajes.

Tabla 4

Tamaño de las
fincas

Hectáreas

Comunidad

Total

Tomoporo de
Tierra

San Roque

1 ? 10

18

11

29

11 ? 20

5

2

7

21 ? 30

3

 

3

31 ? 40

 

1

1

51 ? 60

2

 

2

61 ? 70

1

 

1

71 ? 80

1

 

1

81 ? 90

2

 

2

100 –

4

 

4

Total

36

14

50

Fuente: Elaboración
propia.

4. LA
RACIONALIDAD EN LA PRODUCCIÓN

El cultivo más antiguo del que tienen memoria los
informantes es el plátano (1950), y le sigue el maíz
(1965) y la yuca con una referencia al año 1966. Los
cultivos de plátano, maíz y yuca son muy antiguos y
todavía se mantienen como importantes. Existieron cultivos
que fueron sembrados en décadas determinadas y que luego
desaparecieron, como el algodón, el sorgo y el girasol que
corresponden la década de los 80. Existen cultivos que han
aparecido recientemente (en cuanto a su uso comercial) como la
Guayaba (década del 90), la lechosa (primera década
del nuevo milenio), limón (década de los 80), y
parchita (década de los 80). Si a esto le agregamos lo
anterior, se podría decir que la zona muestra una
tendencia hacia la introducción de los frutales como forma
dominante de explotación comercial en la
agricultura.

Tabla 5

Rubro y superficie
cultivada

RUBRO

SUPERFICIES PARA EL
CULTIVO

HECTÁREAS

No. de cultivos

% hts ocupadas

% en San Roque

% en Tomoporo de
Tierra.

Plátano

35.50

17

30.4

7.1

23.3

Guayaba

62

17

30.4

7.1

23.3

Limón

9

7

12.5

3.6

8.9

Yuca

7.75

4

7.1

5.3

1.8

Sorgo

68

3

5.4

 

5.4

Lechosa

14

2

3.6

 

3.6

Maíz

19

2

3.6

 

3.6

TOTAL

215.25

52

93

23.1

69.9

Fuente: Elaboración propia.

Los cultivos tradicionales (plátano, maíz
y yuca) se han mantenido estables aunque con un ligero aumento
específicamente a finales de la década de los 80,
mediados de 1989 y comienzos de los 90.

El Sistema de Capacitación para el Manejo de los Recursos
Naturales Renovables (CAMAREN), editó un Manual
relacionado con los tipos de racionalidades que caracterizan al
productor del campo: (Apollin F y Eberhart Ch, 1999). Estos se
clasifican de la siguiente forma:

  • Racionalidad de Subsistencia
  • La Racionalidad del uso intensivo de la
    Tierra
  • La Racionalidad del uso extensivo de la
    tierra
  • La Racionalidad de la maximización de la tasa
    de ganancia.

Estas racionalidades pueden presentarse
simultáneamente durante el proceso de producción.
En el caso que nos compete observamos que la familia productora
recurre a variadas prácticas de producción para
minimizar las desventajas que le impone las formas de
intercambio, especialmente la inestabilidad de los precios sobre
lo que produce y el tener que vender parte de su fuerza de
trabajo (subsistencia). El pertenecer a una unidad
doméstica de producción, le deja cierta libertad al
campesino de tener algún control sobre su
fuerza de trabajo que aprovechará para fortalecer el
patrimonio familiar.

Esta ha sido una conducta generalizada entre el
campesino medio, quien a entender de Brito Figueroa, "es una capa
que produce para el mercado…cultiva la tierra con los
demás miembros de la familia, se endeuda, participa en
actividades comerciales, obtiene otros beneficios de labores no
estrictamente agrícolas" (Brito. 1982).

Algunas formas de comercialización de la carne
beneficiada en minifundios de las comunidades mencionadas se
insertan en procesos donde
la confianza, derivada de vínculos familiares, es la
garantía para el mantenimiento
de algunas actividades laborales. Por ejemplo, Adalberto
se inicia en la compra – venta del ganado en la zona a
través de determinadas relaciones de
parentesco.

Desde joven estuvo trabajando con un primo, cuya
actividad fue el negocio de la compra ? venta de ganado y
comercialización de productos
lácteos. Comercializar carne y productos
lácteos al parecer implica la construcción y mantenimiento de profundos
procesos de confianza mutua, lo cual estaría relacionado a
la habilidad desarrollada por el comprador en el campo de la
negociación y a la honestidad o
transparencia en el negocio. "? y así pues me
realicé, y ya por último cuando tenía mi
edad, él me dio poder (el primo) para empezar a trabajar,
y estaba trabajando bien, entonces con la gente? Así fue
que crié a mi familia, trabajando"
.

La comercialización de carne, leche y sus
derivados, en el caso citado, se basa en una racionalidad muy
ligada a las oportunidades que en un momento determinado brinda
el mercado. Si uno de los dos productos no deja la ganancia
esperada, se recurre a otro. "pero como ahora subió la
leche, entonces en estos días voy para Caracas para llevar
queso, ya que por aquí lo quieren fiado, entonces es mejor
ganar un poquito menos, pero es de una vez el
dinero."

La racionalidad del intermediario, no difiere mucho de
la del productor, ambos no se limitan a reproducir
mecánicamente una práctica comercial, si así
fuera, ni el campesino ni la familia existieran como entidad
productora. A. Palerm señala que entre las condiciones
esenciales para el éxito de las adaptaciones del campesino
"es que el campesino logre que sus formas de producción
mantengan alguna ventaja comparativa con las formas capitalistas
de producción. La unidad doméstica de
producción campesina produce primariamente para satisfacer
sus propias necesidades y generar un mínimo de productividad
para mantener la reproducción de la unidad" (Palerm,
1982).

Otro ejemplo derivado de la racionalidad para enfrentar
los retos que le impone el sistema económico es el que ha
estado practicando un próspero comerciante de la zona. La
forma como este personaje acumuló capital se
inserta en una de las estrategias
más comunes en la zona estudiada: dedicarse al comercio de
productos agrícolas en lugar de dedicarse solamente a la
producción agrícola.

El comercio ofrecería los ingresos necesarios
para mantenerse mientras la finca crece y adquiere el nivel de
producción que permita un nivel de ingresos suficiente, lo
cual tiene que ser visto en la exacta dimensión.
Inicialmente, las familias adquirían las parcelas sin
infraestructura y con cero producción, hasta el punto que
no permitían vivir de ellas. Se le impone a los parceleros
iniciar el proceso de acumulación hasta un nivel
determinado, lo cual toma años. La pregunta es: ¿de
qué vivirá mientras logra colocar su unidad en el
nivel de ingresos adecuado? Él debe generar ingresos
propios extraordinarios mientras eso ocurre. Los campesinos
deberán producir lo mínimo, de tal manea que se
puedan sufragar los gastos de la
cesta básica de alimentos (para
usar la denominación venezolana).

En el caso de las familias campesinas se deben
considerar las consecuencias o compromisos tácitos en la
distribución de alimentos producidos en la
finca: el regalo, el intercambio de trabajo, etc

En consecuencia, el comercio de productos no
agrícolas brinda la oportunidad de no depender de la finca
como unidad de producción, y por lo tanto, conservarla
como tal. Los agricultores entrevistados que son comerciantes,
mantienen un standard de vida superior al resto. El informante
entrevistado, antes de ser comerciante de carne, había
incursionado en el comercio de ropa y mercancía seca.
"Lo que hacía entonces, era que trabajaba en la bodega
en la mañana y por las tarde salía en la bicicleta
a vender ropa y "así me fui". Luego, compré la
casa; luego una parcela y entonces, una vez que tuve la parcela
empecé comprar ganado".
El orden de los primeros
logros, en consecuencia, fue el siguiente:

Bodeguita ® comerciante ambulante de ropa ® casa ® finca
® ganado

¿Por qué decidió salir de la bodega
a vender en la calle? Normalmente, se entiende que si se hubiese
quedado sólo con la bodega probablemente, hubiese
terminado como la mayor parte de los bodegueros, es decir, con un
ingreso de subsistencia. Este fue, sin duda, un salto importante
en su vida. Si no es así, cuando menos refleja su
inquietud natural por remediar la escasez o
insuficiencia de ingresos en los primeros negocios.
Decíamos que el campesino ha sobrevivido en esta
economía signada por la acumulación de capital por
su extraordinaria adaptación creadora y por la riqueza
cultural acumulada y todo ello en función de responder a
necesidades distintas y en entornos distintos.

La forma de cuidar el ganado también refleja la
riqueza de conocimientos que poseen los agricultores y que se
integran a las costumbres locales como un patrimonio cultural. Es
normal que los agricultores realicen una gran diversidad de
tareas en el cuidado del ganado: "capan" (cortan los testículos
para favorecer el crecimiento de algunos machos), "descornaba"
(cortar los cuernos), "vacunaba" e "inyectaba en la vena",
sólo llamaba al veterinario en casos extremos. El
campesino pareciera que recurre a la técnica moderna pero
sin abandonar sus costumbres, esto lo explica Kottak C., a
través de la llamada "Regla de Romer", la cual
sintetizamos así: los antecesores de los vertebrados
terrestres evolucionaron sus patas no para vivir en la tierra
sino para regresar a ella cuando no encontraban charcos donde
vivir, conservando su condición acuática.
Extrapolando el ejemplo a los campesinos se obtiene que estos
"desean cambiar para conservar lo que tienen. De esta forma, el
cambio aparece como una estrategia de
adaptación, necesaria para conservarse" (Cernea,
1995)

Cabe señalar que las prácticas
autóctonas se extienden también a los cultivos;
nuestro entrevistado explicó lo que hacía con el
limón persa: Lo tenía sembrado en potreros en los
cuales comían los becerros, de manera que combinaba estas
dos actividades, es decir, ganado y frutal. Las razones por las
cuales tiene estos dos cultivos es porque sigue un patrón
preestablecido: El campesino que le vendió la parcela ya
tenía sembrado limón persa. El cual se vende en
cestas de 30 kilogramos a aprecios que oscilan entre los Bs.
5.000 y los Bs. 8.000. A su juicio se trataba de un precio que se
encontraba por debajo del precio normal y le echó la culpa
a los intermediarios (en el mercado de mayoristas de Maracaibo el
precio promedio a finales de marzo del 2005 era de Bs.
66.000).

CONCLUSIONES

En atención a la problemática analizada
en el conjunto de las comunidades estudiadas podemos afirmar que
la familia productora, cohesionada por su particular forma de
producir, sigue siendo el motor de la
economía rural en las unidades productoras minifundistas.
Por consiguiente la sumatoria de lo que se produce en cada unidad
se transfiere a la cadena de comercialización que se
establece entre el productor, el intermediario y el mercado
regional.

La dinámica económica impuesta por la
economía de mercado no se percibe como un elemento
exógeno a las formas de producción minifundistas,
es por ello que su forma de producir está sujeta a las
leyes de
mercado, en especial de la especulación practicada por
intermediarios. Cabe considerar, por otro parte, que el
carácter de economía de subsistencia observado
entre algunas familias campesinas tiene sus orígenes en el
proceso de colonización forzada por la Reforma Agraria, la
cual no superó la etapa de "planificación,
desarrollo de la infraestructura inicial y reclutamiento de los
colonos" (Cernea, 1995). La posterior adaptación del
campesino al medio fue el producto de su
creatividad y
la posesión de un repertorio cultural intrínseco a
su condición de campesino, habida cuenta que los espacios
o parcelas asignadas no superaban las 10
hectáreas.

El promedio de individuos en cada familia oscila entre 3
y 6 miembros con edades promedios que no superan los 19
años y en donde la mujer se asume como ama de casa y el
hombre como productor agropecuario. Tenemos pues, que la actual
familia en las comunidades mencionadas representa la tercera
generación de ocupantes de parcelas colonizadas, lo que en
perspectiva se presenta como una continuidad del modelo
productivo estudiado.

En cuanto a la producción agrícola se
observó que se mantienen algunos rubros que
tradicionalmente se han sembrado (maíz, yuca y
plátano). Pero es evidente que las necesidades del mercado
han influenciado para que los frutales desplacen a los cereales y
raíces. La guayaba y el limón junto con el
plátano se configuran como los más rentables y los
que minimizan las desventajas que le impone las formas de
intercambio. Por supuesto que estas estrategias de mercado se
refuerzan con las prácticas no tan empíricas que le
proporcionan los patrones culturales. Combinando la
técnica con la tradición se configura una modalidad
de estrategia de adaptación que les permite conservar lo
que tienen.

Bibliografía

BRITO FGUEROA, F. 1984. Historia Económica y
social de Venezuela.

Tomo III. Ediciones de la Biblioteca de la
Universidad
Central de Venezuela, Caracas (Venezuela).

BRITO FGUEROA, F. 1996. Historia Económica y
social de Venezuela.
Tomo IV. Ediciones de la Biblioteca de
la Universidad Central de Venezuela, Caracas
(Venezuela).

CERNEA, M. M. 1995. Primero la gente.
Variables sociológicas en el desarrollo rural.
Fondo de Cultura Económica, México D.
F (México).

GACETA OFICIAL No. 611. 1960. Ley de Reforma
Agraria
. Caracas (Venezuela)

GACETA OFICIAL No. 37.323. 2001. Ley de Tierras y
Desarrollo Agrario
. Caracas (Venezuela)

GOODE, W. J y HATT, P. K. 1975. Métodos de
Investigación Social
. Editorial Trillas. México
1, D. F (México).

HERNÁNDEZ SAMPIERI, R. 2001. Metodología de la Investigación.
McGraw-Hill. México, D. F (México)

NANDA, S. 1987. Antropología cultural.
Adaptaciones socioculturales
. Grupo Editorial
Iberoamérica. México, D. F
(México)

OFICINA CENTRAL DE ESTADÍSTICA E
INFORMÁTICA (OCEI). 1988. V Censo Agrícola.
Caracas. Impreso en taller gráfico de la OCEI. Caracas
(Venezuela)

PALERM, A. 1982. Antropología y Marxismo.
Editorial Nueva Imagen.
México, D. F. (México)

RECA, L. G y ECHEVERRÍA, R. G. 1998.
Agricultura, medio ambiente y
pobreza rural
en América
Latina.
Washington, D. C. (USA)

SIERRA BRAVO, R. 2001. Técnicas de investigación
social. Teorías
y ejercicios
. Editorial Paraninfo. Madrid
(España).

VIOLA, A. 2000. Antropología del
desarrollo
. Editorial Paidos. Barcelona
(España).

Electrónicas

APOLLIN, F y EBERHART, Ch. 1999. Análisis y
diagnóstico de los sistemas de
producción en el medio rural: Guía
metodológica.
Editado por Ruralter y otros. Quito
(Ecuador).
Disponible en:

HERNÁNDEZ, R. 1994. "Teorías sobre
campesinado en América Latina". Revista Chilena de
Antropología No. 12
. Santiago de Chile. Disponible
en: http://rehue.csociales.uchile

INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICAS. datos VI
censo agrícola 1998. disponible en: http://www.ine.cl/34-censo/203htp

 

Orlando José Chirinos

La Universidad del Zulia (LUZ). Facultad
Experimental de Ciencias.
Departamento de Ciencias Humanas. Unidad de
Antropología.

Nota: Artículo publicado en la Revista
OPCIÓN. No 49.Abril 2006. Maracaibo (Venezuela)

 

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter