Influencia de la Lengua Materna en la Producción de Sonidos de una Segunda Lengua
- El sistema de las
oclusivas - Rasgos del
sonido - Errores
más comunes de los hispano-hablantes cubanos en la
producción de las oclusivas del
inglés - Métodos
Correctivos - Conclusiones
- Referencias
En Cuba se
estudia masivamente el idioma inglés
y muchos se enorgullecen de dominarlo de variadas maneras. Aunque
el objetivo
fundamental es lograr la
comunicación en el otro idioma, ¿Cuántos
lo pronuncian bien? ¿Cuántos, en su afán
comunicativo no habrán cambiado el significado de la
palabra big por pig, o
pear por bear? Los ejemplos de
errores y malentendidos abundan. Sin embargo, seguimos
insistiendo en que dominamos el inglés. ¿Y
qué hacemos para evitar los errores fonéticos?
Prácticamente nada. La razón fundamental es que los
sonidos del inglés se diferencian muchísimo de los
del español e
incluso cuando estamos en presencia de los aparentemente
más fáciles, sencillamente somos incapaces de
lograr una correcta producción.
Este trabajo se
basa en estudios teóricos sobre los principales errores
cometidos por los hispanos cuando tratan de expresarse en una
lengua
extranjera (inglés). Aquí, demostramos las causas
de estos errores fonéticos a través de un análisis comparativo entre la lengua materna
y la lengua extranjera. Y hacemos un llamado de advertencia sobre
la importancia que reviste el estudio de los sonidos del habla
cuando aprendemos o enseñamos una lengua
extranjera.
Uno de los aspectos más difíciles en
el aprendizaje
del idioma inglés es su pronunciación y, aunque la
mayoría de los idiomas cuenta con un sistema bien
definido de fonemas, es el idioma inglés uno de los que
más requiere de la enseñanza de sus sonidos, en particular.
Para el hispano-hablante nacido en Cuba, desde los primeros
años de vida se ha acostumbrado a escuchar, reproducir y
luego producir los sonidos de su idioma, con las propiedades
articulatorias para cada caso y en la frecuencia
específica requerida. Es por esa razón que el
adulto dificilmente comprende, por ende no produce, sonidos que
se producen en otra frecuencia. En consecuencia, el estudiante de
una lengua extranjera solo tratará de percibir los sonidos
de esa lengua sobre la base de sus conocimientos en la lengua
materna.
Los sonidos oclusivos ("stop" o "plosives" en
inglés) son los que "se realizan con el cierre completo
de los órganos articulatorios, lo que impide la salida del
aire hasta el
momento de la explosión, o de la ejecución del
sonido
siguiente." (Jimenes A., 1986).
Nuestro trabajo solo enfocará los sonidos
oclusivos del español y el inglés. Estos sonidos
del habla son, en apariencia, los que menor grado de complejidad
presentan en su pronunciación en la lengua extranjera
(inglés). Las tres parejas que existen en inglés:
/p/-/b/ (bilabiales), /t/-/d/ (linguo dentales) y /k/-/g/
(velares), coinciden en gran medida con las tres parejas
oclusivas del español. Quizás la diferencia
más significativa es que en inglés estos sonidos
requieren de mayor presión de
aire contra el cierre de los labios y por ende la
explosión de escape de la bocanada de aire será
mayor.
Por otra parte, estos mismos sonidos del español
se permiten la opción de utilizar alófonos, es
decir variantes de un mismo sonido que se manifiestan en
determinadas posiciones dentro de la palabra o la oración.
Cada oclusiva sonora del español tiene su alófono.
La existencia de alófonos en español está
determinada por la Ley del Menor Esfuerzo, que
busca economía y mejor rendimiento del sistema
con menor gasto de energía.
/d/—/
/b/—/
/g/—//
La d en dedo tiene dos
pronunciaciones diferentes, al principio de la palabra, con el
fonema /d/ y luego, en posición intermedia que se produce
el alófono //. El sonido /d/ se debilita, deja de
ser oclusivo para convertirse en uno fricativo cuando se
encuentra entre sonidos vocálicos. Pero mucho peor es
cuando /d/ ocurre en posición final. En español es
muy raro encontrar el sonido /d/ en posición final, lo que
imposibilita su práctica diaria, por lo que acostumbramos
a producir /g/ y en el mejor de los casos, /t/; pero en Cuba
podemos hasta eliminar completamente el sonido /d/ en
posición final. Estos son algunos ejemplos:
/deo/ /siuag/ o
/siua/
/dao/ /kaliag/ o
/kalia/
Estos son algunos ejemplos de palabras difíciles
de pronunciar en español solo por el hecho de que tienen
un sonido oclusivo al final.
ciudad baobab Irak carnet
OPEP
tranquilidad
crueldad
De la misma forma que ocurre la sustitución de
/d/ por //, como observamos con anterioridad,
también tenemos la sustitución de /b/ por
// y /g/ por/.
El idioma inglés, por el contrario, no tiene un
sistema de alófonos para un mismo sonido tan amplio como
el español. Incluso en las diferentes normas del
inglés que se habla en todo el mundo, el inglés,
por lo general tiene un símbolo bien definido. El hecho es
que no existe prácticamente correspondencia grafema-fonema
(a diferencia del español) y cada sonido tiene su
símbolo, independientemente del grafema
utilizado.
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