- Abstrac
- ¿Qué es la
frustración? - Factores
generadores de frustración en el
trabajo - ¿Cómo
combatir la frustración? - Conclusión
- Referencias
bibliográficas
La Influencia de la Frustración
en el desempeño laboral personal y
factores que la generan
Abstrac
Hoy en día es frecuente encontrar trabajadores
rendidos, con la moral baja,
que se confabulan en contra de la empresa o
presentan conductas inapropiadas y hasta agresivas como resultado
de la frustración que experimentan en sus hogares y en sus
puestos de trabajo;
influyendo de manera negativa en el desempeño de sus
labores. Es por esto que es de vital importancia que tanto las
empresas como
los individuos estén alerta ante esta situación y
busquen alternativas de cambio como el
Retcambio y el Endoliderazgo, que les permita ser exitosos y
competitivos en el ambiente
laboral.
Palabras Clave: desempeño
laboral, Retcambio, Endoliderazgo, Frustración
I. ¿Qué es la
Frustración?
En estos días es más frecuente observar
empresarios preocupados por la
motivación de su personal en aras de mejorar la
eficiencia de
su trabajo; sin embargo muchos de los problemas del
desarrollo de
los empleados dentro de una empresa, no
proceden de la ausencia de motivaciones sino más bien de
la presencia de frustraciones no resueltas, que hacen de la
política
de motivación
algo inútil.
Es común encontrar trabajadores "cansados", con
la moral baja,
que se reúnen con sus amigos para quejarse y en algunos
casos conspiran contra la empresa u optan
por conductas impropias, como forma de reaccionar ante la
frustración.
Pero ¿qué es la frustración? y
¿cómo afecta a las personas en el desempeño
de su trabajo?; estas interrogantes serán contestadas a lo
largo de este documento. Se empezará por mencionar algunas
definiciones sobre este término dadas por algunos autores,
destacados en el área de la psicología, que nos
ayudarán a comprender mejor el término:
- Frustración "significa bloqueo de una
persona en su
camino hacia la meta… es
un sentimiento de fastidio, desamparo, ira u otro estado
debido a la incapacidad de lograr una meta". (Vinacke, W.E.,
1972 citado en González, 2002) - El término frustración es aplicado
a "circunstancias que dan por resultado la falta de
satisfacción de una necesidad o un motivo; es decir,
son aquellas circunstancias decepcionantes". (Wittaker, J.
& Wittaker S., 1989, p. 461 ) - Para Arana (2005) la frustración se
refiere, al estado experimentado por aquel que esta sometido
a una situación insoluble y se ve privado de la
satisfacción de un deseo defraudado en sus
expectativas de recompensa o bloqueado en su acción. - También se define la frustración
como: una situación en la que una expectativa, un
deseo, un proyecto o
una ilusión no se cumple o la vivencia emocional ante
una situación en la que un deseo, un proyecto, una
ilusión o una necesidad no se satisface (La
Frustración, 2005).
En términos generales, la frustración
puede definirse entonces, como un estado de tensión
emocional que aparece cuando un obstáculo impide a una
persona que alcance un objetivo. De
forma más común se dice que hay frustración,
cuando algo molesto se interpone en nuestros deseos y los hace
irrealizables; pero ¿cómo se aplica esto al
trabajo?
Para Arana (2005) la frustración en el trabajo
surge cuando un trabajador actúa para lograr un objetivo y
encuentra alguna barrera u obstáculo que le impide
lograrlo.
Esto es mucho más común de lo que se
piensa y puede deberse a una diversidad de factores y
manifestarse de diferentes formas en cada individuo.
- Generalidades
La frustración y el conflicto no
son exclusivos de los seres humanos, también pueden
producirse entre animales
inferiores; sin embargo dado que existen mucho menos motivos
entre otros animales, las posibilidades de frustración y
conflicto son menores y esta ocurre por motivos
biológicos.
En un animal hambriento puede crearse ansiedad o
tensión al impedírsele buscar alimento o al apartar
a una camada de su madre. En los seres humanos en cambio, la
frustración puede aparecer como resultado de no aprobar un
examen en el colegio, no concretar un viaje que se había
planeado, no poder asistir
a una fiesta por un compromiso laboral, o por no poder satisfacer
el motivo del hambre entre otra multitud de motivos psicosociales
y biosociales.
Tal como lo manifiesta Maier (1975), los deseos
contradictorios inexpresados conducen a la frustración tan
fácilmente como los impulsos opuestos al ambiente
externo.
Al igual que la frustración puede ser sufrida a
nivel individual, también puede afectar a un grupo, una
sociedad o una
nación;
por ejemplo: un país que ha perdido una guerra, o un
equipo de fútbol que ha sido eliminado del mundial, etc.
Estos grupos o sociedades del
mismo modo que el individuo, reaccionarán diversamente.
(Monedero, 2005).
El potencial de frustración es mayor entre los
seres humanos que viven en complejas sociedades industrializadas
que entre quienes viven en sociedades primitivas más
sencillas (que no necesariamente son menos complejas); esto es
debido a que las sociedades más desarrolladas son mucho
más competitivas y a los niños y
jóvenes se les enseña desde muy corta edad a
competir para ser el mejor y alcanzar un cierto status en la
escuela, trabajo
y en la sociedad en general favoreciendo la formación de
un mayor número de metas y expectativas en el individuo;
es por ello que el fracaso es mucho más común que
entre quienes viven en comunidades menos desarrolladas en donde
existe un sistema menos
competitivo.
Naturalmente cuando aumenta la probabilidad de
fracaso se incrementa con ella la posibilidad de
frustración. Esta situación podría resumirse
con la siguiente frase: "todo lo que se diga en defensa de la
competencia
intensa es probable que conduzca a mucho desengaño y
frustración, pues estadísticamente no hay espacio
en la cima para todos". (Coleman , 1979 citado en Wittaker 1989
).
Tal como afirma Maier (1975), todo individuo está
expuesto, tarde o temprano a enfrentarse a situaciones en las que
sus conocimientos, su inteligencia
innata y su experiencia no le permiten los resultados que desea;
entonces decimos que esta persona se ha frustrado. Toda
frustración provenga de una fuente externa o interna
involucra una situación especifica y una vivencia. Por
ende esto nos lleva a entender que ante las frustraciones hay
varias reacciones diferentes, podríamos decir tantas como
personas.
En el trabajo por ejemplo, se puede observar una
diversidad de reacciones ante un mismo estímulo de
frustración, dependiendo del nivel de tolerancia a la
frustración de los individuos, así como de las
vivencias pasadas que cada uno haya tenido.
Es indudable que las experiencias de la infancia
juegan un papel significativo en la determinación de
situaciones que se juzguen frustratorias ya que influyen en el
nivel de seguridad que
cada uno gana para su vida y en el que posteriormente se reside.
Es posible, que algunos individuos sean más propensos
transitoriamente a la frustración que otros, por ejemplo,
un supervisor que es grosero y ofensivo con sus subordinados
tiende a convertirse en fuente de frustración para muchos
(o todos) los trabajadores de su departamento, pero la
situación puede resultar intolerable para el trabajador
que en su infancia era intimidado por su padre.
Otras experiencias más recientes en la vida de
una persona también suelen influir sobre las respuestas a
una situación dada, de tal manera que si un empleado ha
sufrido una grave frustración en el trabajo podría
estallar al enfrentarse a problemas domésticos y a
frustraciones relativamente ligeras y viceversa.
No todas las frustraciones son conscientes; muchas de
ellas, en especial las que sucedieron en la infancia, son
reprimidas y permanecen inconscientes. Pudiendo llegar a
convertirse en causa de neurosis o en
factor desencadenante de la misma (La Frustración, 2005).
Así pues una experiencia frustrante en el trabajo, como
los constantes regaños de un jefe o la pérdida de
un ascenso para el que se había trabajado, puede
desencadenar una reacción agresiva o violenta por parte de
cualquier empleado, lo cual podría ocasionarle serios
problemas laborales al mismo e incluso su despido.
Todos estamos expuestos a la frustración
influyéndonos esta de diferente manera de acuerdo al grado
de manejo que cada uno tenga sobre sus emociones y
reacciones ante una circunstancia dada. En realidad, tal como
señala Cuadra (2000) la frustración, no como
situación sino como vivencia, es desagradable pero no es
considerada en sí misma patológica.
Sin embargo este sentimiento, es capaz de poner en
peligro el equilibrio
emocional de una persona y conducirla a conductas agresivas o
depresivas. Un mensaje padre – niño es un factor muy
importante para salir de las vivencias desagradables, ya que se
pone la energía en el adulto de tal manera que permita
contener la vivencia negativa del niño, evitando que las
emociones se desborden. (Cuadra, 2000).
La frustración es o ha sido experimentada por
todos alguna vez, es una situación tan común en las
vidas de todos los seres humanos, que es necesario aprender a
manejarla, para evitar que un sentimiento como este sea el que
maneje nuestras vidas.
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