- Resumen
- Modelos de la
inteligencia - Intervención
psicopedagógica: Ejes y líneas de
acción - Referencias
Resumen
De la exposición
de diversos modelos de la
inteligencia,
se concluye que el concepto de
inteligencia como una capacidad unitaria para razonar
lógicamente ha sido superado por los enfoques de
inteligencias múltiples, ya anunciados por Thurstone.
Gardner y Sternberg, cuyas teorías
constituyen los prototipos de la multidimensionalidad, destacan
la importancia de relacionar la naturaleza de
la inteligencia, susceptible al cambio, con la
autorregulación del pensamiento y
la conducta, la
resolución de problemas de
manera creativa, la adaptación al entorno y la necesidad
de evaluarla de manera más real, con pruebas
cercanas a lo que el sujeto hace en la vida real.
Las relaciones dinámicas, complementarias y
bidireccionales entre inteligencia y personalidad ,
donde mejor operan y se expresan es en la escuela, lugar
idóneo para crecer en estos dos sistemas y
conocer el modo de hacer buen uso de la mente. La educación puede
estimular los procesos
interfásicos relacionados con la enseñanza para incrementar la inteligencia
y cultivar la
personalidad, el logro de la autorregulación del
aprendizaje,
la mejora de la creatividad y
el desarrollo de
la competencia
personal.
Palabras clave: Personalidad, inteligencia, educación,
competencia personal
Modelos de la inteligencia
Respecto a las capacidades cognitivas, se han propuesto
los siguientes modelos:
- Modelo Unitario: Como una capacidad unitaria
denominada "g", según la propuesta de Spearman (
1904,1923), y que dirige la elaboración del trabajo
intelectual que consiste en descubrir las relaciones entre los
distintos elementos, por un lado, y entre las relaciones y los
elementos concretos, por otro. - Modelo Dicotómico: Rechaza la interpretación unitaria de la
inteligencia a favor de un punto de vista que la define como
una estructura
dependiente de dos tipos de capacidades. Según Horn y
Cattell( 1966), la inteligencia fluida "If" y la inteligencia
cristalizada "Ic", ambas positivamente asociadas, pues el logro
de determinados niveles de la cristalizada depende de las
experiencias de aprendizaje vivenciadas relacionadas con la
fluida. - Modelo Multifactorial: De las que, unas
resaltan el valor
cuantitativo de los factores, es decir, los resultados
obtenidos en sus mediciones. Es el caso de Thurston (1938),
quien define la inteligencia como un conjunto de factores
primarios independientes. Otros, como las de Guilford ( 1982),
que proponen múltiples factores, pero priorizan el
proceso
más que el producto. - Modelo Jerárquico: Los enfoques
jerárquicos tienden a combinar la naturaleza unitaria de
la inteligencia con explicaciones factorialistas al
considerarla como un constructo superordenado y a los factores
como entidades subordinadas a la estructura general. Sus
más caracterizados representantes son Vernon (1956) y
Carroll ( 1993). - Modelo de la Inteligencia Múltiple:
Entre las diversas propuestas a este respecto destacan las de
Eysenck, Gardner y Sternberg.
Para Eysenck, se diferenciarían tres
inteligencias:
- Inteligencia biológica que sitúa la
vida mental y la experiencia en la fisiología, la bioquímica y la genética del sistema
nervioso. A dado lugar a diversas investigaciones
como aquellos que tratan de vincular estructuras
y funciones del
cerebro con
procesos cognitivos básicos, los que relacionan la
actividad eléctrica del cerebro con el CI, etc.
Según Jensen ( 1993), los individuos con inteligencia
alta tienen un sistema
nervioso que funciona con rapidez, con buena capacidad de
memoria a corto
plazo y que, por lo tanto, el componente esencial del
procesamiento de la información puede ser discernible
teniendo en cuenta la actividad cerebral. - Inteligencia psicométrica, está
representada por el factor "g" de Spearman - Inteligencia social: Relaciona el concepto
biológico y psicométrico con la
problemática de la vida. En esta inteligencia pueden
influir los factores no cognitivos, tales como la salud, la nutrición, la
motivación, etc. Según Cantor y Kihlstrom (
1987), representa los esfuerzos del individuo
por resolver los problemas de cada día y por lograr las
metas deseadas, sugeridas, en parte, por el entorno cultural y
las situaciones sociales.
La teoría
de las inteligencias
múltiples (IM) fue desarrollada por Howard Gardner (
1983), que elabora su teoría basándose en una
visión de la inteligencia sustentada en dos componentes:
individual y social. La inteligencia se define como un conjunto
de capacidades que permiten resolver problemas o elaborar
productos que
puedan ser reconocidos por una cultura
específica.
Las premisas que sustentan esta teoría son las
siguientes:
- Cada inteligencia se basa en operaciones
cognitivas específicas y se expresa mediante un sistema
simbólico particular, por ejemplo, las musicales
incluyen la sensibilidad por el ritmo, el timbre y el
tono; - Son manejables y todos los seres humanos las poseen,
aunque varíen en su perfil cognitivo; - Una persona puede
ser perspicaz en un dominio y
retardada en otro; es decir, los logros en un área no
son indicativos del alcance en otras, una inteligencia no
predice otra;
Todas interactúan, funcionan juntas, aunque sean
distintas y relativamente independientes; como diría Fodor
(1983), cada inteligencia es un módulo mental, o emana de
una porción distinta del cerebro.
Robert Sternberg ( 1985) postula la Teoría
triárquica , fundamentando la conducta inteligente en tres
subteorías: componencial, experiencial y
contextual.
La subteoría componencial engloba los diferentes
tipos de procesos que utilizan los individuos para resolver un
problema, tomar decisiones, superar obstáculos y adquirir
conocimiento.
Los componentes son los siguientes:
- Metacomponentes: Desempeñan el papel de
supervisión en el proceso de
resolución de problemas. Planifican, controlan,
monitorizan y evalúan la actividad durante el transcurso
de cada etapa, es decir, dirigen las estrategias
metacognitivas. - Componentes de ejecución: Llevan a cabo las
operaciones específicas planeadas por los
metacomponentes. - Componentes de adquisición: Relacionadas con
la captación de la nueva información, sus
procesos esenciales son la descodificación o
diferenciación selectiva de la información
relevante o irrelevante, la combinación u organización de la misma según
criterios coherentes y la comparación selectiva de los
nuevos datos con los
conocimientos previos.
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