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Lo mágico y mítico de la mujer como diosa (página 2)



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CAPITULO UNO

RASGOS CRONOLÓGICOS GENERALES

  1. Este capitulo parte de una incógnita que
    nos remonta al inicio de los tiempos, donde existía
    sólo el vacío del cual se produce la vida, el
    origen del mundo y su evolución.

    Desde el nacimiento de la historia ,
    cada cultura
    ha encontrado una respuesta al misterio de la existencia, y
    en muchas de ellas el principio femenino es la fuente de la
    creación de todas las formas de vida sobre nuestro
    planeta, evidentemente la posición de los
    científicos reconoce que en el principio
    existía el gran vacío, y lo que desde una
    cosmovisión ancestral era el momento inicial del
    amor
    cósmico, los físicos lo llamaron el "Big
    Bang" y desde una perspectiva que entrelaza la teoría creacionista y evolucionista
    se establece que hace unos cuatro y medio billones de
    años el planeta Tierra
    se puso en órbita como el tercer planeta en torno al
    sol.

    En el transcurso de millones de años de
    evolución apareció la vida bajo complejos
    sistemas
    que requerían diversidad y cooperación con el
    fin de garantizar la supervivencia.

    Las ancestras y ancestros totémicos y
    tribales pertenecían a grupos
    específicos. Así existe el "pueblo
    serpiente", "el clan del oso", etc… Cada grupo
    desciende de una serpiente original universal o de una osa
    universal, etc. El clan al que hemos pertenecido en nuestra
    primera encarnación en la
    Tierra. Las ancestras y ancestros primordiales son
    seres sobrenaturales que pertenecen a los distintos
    mitos de
    creación en el mundo, quienes crearon la Tierra y
    las estrellas e influencian y sostienen todas las formas de
    vida a través de las eras. Hay tantos mitos de
    creación como culturas en el mundo, pero
    también hay algunos que son universales.

    La Gran Madre promete abundancia, nacimiento,
    crecimiento, armonía, comunidad y
    relación. Fue la proveedora original, la
    socializadora, la madre ?amante- maestra significa el
    desarrollo de la agricultura y las primeras civilizaciones
    surgidas durante el Neolítico.

    La estatua que se muestra
    a la izquierda fue esculpida en la arcaica ciudad de Catal
    Hüyuk (actualmente, Turquía), unos 20.000
    años más tarde que la Venus de Laussel. Como
    Marija Gimbutas observa, "la temprana agricultura debe
    haber crecido alrededor del altar de la Diosa Madre, el que
    así se convirtió en centro social y
    económico, al mismo tiempo
    que lugar sagrado, germen de las futuras
    ciudades.

    En el período de la historia cuando se
    produce la retirada de los hielos y aparecen nuevas
    tierras, los grupos humanos existentes empezaron a emigrar
    y entremezclarse. En el mundo antiguo se concebía a
    la Tierra como un cuerpo vivo, un ser vivo, reconocido
    desde el comienzo de los tiempos como la Madre Tierra. El
    poder de
    la vida tiene su origen en el contenido de la naturaleza.

    Hace cincuenta mil años nuestros
    antepasados comenzaron a dejar huellas de su linaje, de sus
    creencias, costumbres, de su forma de relacionarse en el
    entorno natural de esa época en el que se
    extendían valles cubiertos por plantas
    comestibles y variedad de frutos, rebaños grandes y
    aves
    migratorias, ríos, arroyos puros, llenos de una
    variedad de peces.
    Pequeños grupos se asentaron en gigantescas cavernas
    de Francia,
    Suiza, España, Palestina, en las que se
    protegían de las adversidades del tiempo y posibles
    amenazas de animales.

    Lo que se puede observar en el Paleolítico
    es la existencia de una cultura que se prolongó al
    menos durante 50.000 años con una figura central, la
    Gran Madre, que instituyo una cultura artística,
    el amor
    a la vida, la creencia en el más allá, una
    relación simbiótica con los animales, las
    plantas, un profundo respeto
    por los ciclos naturales de la Tierra y la mujer
    que aseguraba la continuidad del grupo, garantizaba y
    protegía la fecundidad y la
    abundancia.

    Las primeras comunidades primitivas llamados
    clanes se asentaron, en medio de la naturaleza la cual les
    proveía de todo alimento, las que en gran parte del
    mundo no tenían grupos elite, ni propiedad privada, compartían por
    igual la tierra, los alimentos,
    las mujeres, los hombres e hijos. No tenían la idea
    de protegerse contra la violencia o el ataque de otros grupos, en
    este tiempo se podía tomar libremente los frutos, y
    la caza era abundante, estas culturas muestran signos
    de una convivencia pacifica, sin armas,
    no se conocía la guerra,
    la violación, la invasión, el robo y en todos
    estos grupos la concepción de la Diosa era
    fundamental.

    Así el ser primitivo tenía una
    conciencia sobre su alma, su
    cuerpo, sobre los árboles, las estrellas, el trueno, y
    todos los fenómenos del mundo exterior,
    tenían una participación mística, en
    la que la fertilidad era imperativa en la vida, era
    sinónimo de poder y esto pesó en la
    importancia de los misterios de una época en la que
    la magia de las mujeres dominaba el plano temporal y
    también el espiritual.

    La relación de respeto que se
    establecía entre el
    hombre primitivo con la mujer
    era por el símbolo que representaba, igualmente como
    la tierra era fecunda, la mujer tenía este don de
    dar frutos, y ella era la encargada de la supervivencia de
    la especie.

    Martín-Cano tiene dice al respecto: "En
    este proceso
    evolutivo se puede comprender que el ser humano es un ser
    social, con capacidad de organización para enfrentar
    desafío, es en este momento donde el poder
    erótico de la mujer fue uno de los motores
    de socialización de los clanes humanos,
    por el hecho de estar en contacto con su desarrollo
    emocional y sexual, daba cohesión y fortaleza al
    grupo. Los vínculos sociales estaban ligados al
    instinto natural, y se observa una gran organización
    de las mujeres para solucionar las dificultades que se les
    presentaba en el parto,
    el cuidado, la crianza, lo que pone de manifiesto una
    especie de hermandad de las mujeres".

    FAMILIAS MATRICÉNTRICAS

    Los primeros grupos humanos serían familias
    matricéntricas, grupos estables que se
    compondrían de madre y sus bebés, igual que
    las familias de los primates.

    Las madres son las que les han procurado la mayor
    parte de los alimentos diarios y han creado fuertes
    vínculos de manera permanente. En los grupos
    prehistóricos humanos, la madre sería de
    mucha importancia, ya que tenía la capacidad de
    crear vida, de sustentar la vida, de perpetuar la especie
    humana.

    La agricultura primitiva se inicia con las
    mujeres, debido a su conocimiento y relación intima con
    los ritmos de la naturaleza, y las plantas, esta actividad
    marca un
    avance radical en la relación con el entorno y los
    miembros de las tribus.

  2. Primeros Indicios de organización social en los pueblos del
    mundo.
  3. El Matriarcado como primera coyuntura de la
    mujer en la sociedad.-
    Concepciones religiosas, esotéricas y
    místicas.

En estas culturas tempranas tanto en el
paleolítico y el neolítico las mujeres
ejercían una importante posición en la estructura
social comunitaria y constituían el elemento
primordial en la familia.
Además el arte y el modo de
subsistencia que se desarrollaba nos muestran un profundo respeto
por la vida, por la deidad femenina que manifestaba abundancia,
fertilidad y prosperidad en todo cuanto tocaba. La estructura
social de estas culturas al parecer igualitarias y no
jerárquicas, un modelo
armonioso de coexistencia, sin impulsos agresivos ni de competencia se
ligan a las características esenciales de un sistema
matriarcal.

"La era matriarcal, un período en el que nuestros
antepasados femeninos influyeron de modo importante sobre la
sociedad y sobre las mujeres mismas. Los valores
predominantes eran por entonces los valores de las
mujeres, un tiempo en el que se concebía la armonía
a partir de la naturaleza cíclica interior, un tiempo en
el que se valoraban las intuiciones y los sueños. Era una
de las religiones
más viejas del género
humano en donde los valores femeninos y masculinos no estaban
polarizados."

En la imagen de la
Madre Paz, la Emperatriz como Gran Madre representa a la Tierra
desde donde nace toda la vida y adonde retorna al final del ciclo
natural. Las primeras estatuas de este tipo fueron
pequeñas figurinas de "Venus" embarazadas, que pertenecen
a la Edad del Hierro en
Europa y Rusia
(alrededor de 30.000 años a. C.). Estas pequeñas
figuras no poseen rasgos distintivos de cara, manos o pies,
evidenciando claramente que su importancia reside en sus pechos
llenos y en su vientre abultado.

La fertilidad de la Madre y la fertilidad de la Tierra
en estas culturas primitivas siempre están conectadas,
desde el Paleolítico cuando se cazaba y recolectaba el
alimento hasta los tiempos de la agricultura, cuando se
cultivaban granos y se domesticaban animales. Así, el toro
representaba tanto a la antigua domesticación de animales
protectores, como el signo astrológico y la
constelación de Tauro. Este, astrológicamente, es
"el signo de las madres" y está vinculado con las
Pléyades y Venus, el planeta regente de la
Emperatriz.

La fusión
entre espíritu y materia, la
Diosa dentro del cuerpo. En las civilizaciones primitivas, el
ritual estaba integrado al ciclo de plantación y cosecha,
nacimiento y muerte, un
homenaje ofrecido a la Gran Madre por su regalo de fertilidad.
Como en el caso de Catal Hüyuk, las ciudades fueron
construidas sin fortalezas, sugiriendo que la gente había
encontrado caminos pacíficos para compartir el espacio. La
propiedad era de posesión común y transmitida por
línea femenina representada en la sacerdotisa y el templo,
exactamente como hoy día la descendencia matrilineal es
reconocida entre algunas culturas africanas y nativas
americanas.

CONCEPCIÓN ESOTÉRICA

Las mujeres, no aceptan la muerte como
un fin, al no concebir un cielo o un infierno en el sentido
cristiano, aceptan como tantas otras religiones de
la antigüedad, el proceso de la
reencarnación.

La autora Mariechild dice: "… Creen en la magia porque
admiten al mundo como algo más que una realidad física. La magia no
actúa contra la naturaleza, la magia de las mujeres era el
resultado de una profunda comprensión de cómo
trabajar y actuar conforme a ella, la relación con la
misma naturaleza permitía la unión con sus ciclos,
tenían la visión y sus facultades abiertas, los
cinco sentidos completamente descongestionados y aperturados
hacia dentro y fuera, además del sexto sentido, el
psíquico, el que les permitía la conexión
con el mundo más allá de lo físico. Cuando
estas facultades son desplegadas, se tiene acceso a la
energía y a la información espiritual y síquica, la
sensibilidad síquica por si sola".

La magia, por aquella época no era sólo un
medio de adivinación del futuro, ni la
comunicación con los espíritus o hacer que la
propia voluntad trabaje siguiendo varios fines, era un arte,
llamada el arte de los sabios, y requería de una mente
integra, de pensamientos, sentimientos e intuición capaz
de proporcionar una conexión significativa entre el mundo
material y el mundo espiritual. Las civilizaciones anteriores a
los dioses eran al mismo tiempo matriarcales y pacifistas,
estaban estructuradas de forma muy distinta al mundo de
hoy.

Sin limitarse al Oriente Medio, la llamada "cuna de la
civilización", la Edad de Oro de la
tríada de devoción a la diosa, matriarcado y paz se
extendió por Egipto, el
mundo greco romano, Creta, Persia, Islas Británicas,
Irlanda y norte de África. En estas culturas y en docenas
de otras más mandaba la diosa y las mujeres. Las familias
estaban compuestas por madres e hijas que vivían en grupos
comunales sedentarios dedicándose a la agricultura y el
cuidado de los hijos, participando en los ciclos de la luna y de
las estaciones.

Corroborando el criterio que sostiene este tema la
autora Diane Stein dice que "La herencia y los
niveles de familia se
seguían por orden de nacimiento según la
línea materna. No había paternidad en estas
sociedades, ya
que las mujeres no eran monógamas. Un niño
pertenecía a su madre y al conjunto de la
comunidad".

El pensamiento se
ese momento como deidad suprema era la propia tierra en la forma
de una mujer que da vida a todo, las mujeres que guardaban en sus
propios cuerpos el misterio y el
conocimiento del nacimiento eran las madres y dirigentes de
la civilización. Entre las mujeres había una
progresión joven-madre-anciana a la que se adaptaban las
enseñanzas y las funciones
sociales.

Al principio todas las sociedades habrían pasado
por una primera etapa de matrilinealidad. Al respecto afirma
MORGAN, Lewis H "Allá donde la descendencia se sigue por
la línea femenina como lo era universalmente el
período arcaico y continuó subsistiendo instituciones
matriarcales a principios del
nacimiento de los Estados, entre ellos la herencia al trono por
vía matrilineal, lo que pone de relieve la
presencia del matriarcado arcaico".

El clan totémico la concepción de lo
matriarcal se conocía en que la vida de cachorro
salía del vientre de la madre, de ella se alimenta y con
ella se identifica, lo que marcó una diferencia a favor de
la mujer y generó una exclusión del hombre del
poder.

Han sobrevivido huellas de descendencia matrilineal y
hasta de matriarcado en las civilizaciones egipcia y cretense,
inclusive las primeras civilizaciones neolíticas otorgaron
la mujer la mas alta condición. La influencia femenina en
la sociedad era principal ya que de las mujeres dependía
el desenvolvimiento en todos los campos, en lo económico,
la estructura social y el poder que ejercían, la familia
matricéntrica estaba compuesta por la madre y los hijos
que formaban una unidad económica
autosufieciente.

En la Prehistoria
durante miles de años los núcleos de población se agrupaban ante todo alrededor
de las mujeres, pues las mujeres por su condición ocupaban
un lugar importante en la familia, la sucesión de los
bienes y
posesiones valiosos que heredaban sólo las hijas, las
mujeres cazaban, recolectaban, araban y recogían los
frutos para proveer de alimentos a sus hijos, ellas eran las que
los cuidaban cuando estaban enfermos, celebraban cultos para
pedir a la Madre Naturaleza que los protegiera.

Se puede mencionar el criterio de Pirenne: "En estos
grupos humanos es la madre la que aparece esencialmente como
fuente de toda la vida, de un modo particular en esa época
en que la unión conyugal no existía de modo
estable".

Así en la Prehistoria y en algunas regiones
todavía a principios de los tiempos históricos,
estuvo vigente una sociedad matriarcal pacífica virginal,
entendida como una mujer que es virgen, es completa-en-si-misma,
en la que lo femenino jugaba el papel principal en el mundo
social, las mujeres ejercían su autoridad
sobre sus descendientes matrilineales reunidos en tribus
independientes, este poder era el político,
económico, religioso.

Para la historiadora PÍA LABIOSA ZAMBOTTI, en las
más antiguas culturas agrícolas, mandaban las
mujeres, la Gran Madre tenía a su servicio una
corte de doncellas, hijas, nietas, parientes, etc. constituye una
familia natural similar a la que el mundo de las abejas , en la
que la abeja reina dominaba rodeada de una corte de obreras".
Vivian en comunidades sin guerras porque
la autoridad era ejercida legítimamente por descendientes
matrilineales de la madre Ancestral, la diosa que había
dado origen al pueblo, de este modo se aceptaba de igual manera
la legalidad del
poder de la mujer.

El rol femenino era concebido como un poder
mágico, elevándola a lo divino, la mujer
fértil, la de grandes pechos, de vientre robusto paso a
ser sacerdotisa y reflejo de la Gran Madre Tierra.

Concepciones místicas

Gran Madre representa a la Tierra desde donde nace toda
la vida y adonde retorna al final del ciclo natural. Las primeras
estatuas de este tipo fueron pequeñas figurinas de "Venus"
embarazadas, que pertenecen a la Edad del Hierro en Europa y
Rusia (alrededor de 30.000 años a. C.). Estas
pequeñas figuras no poseen rasgos distintivos de cara,
manos o pies, evidenciando claramente que su importancia reside
en sus pechos llenos y en su vientre abultado.

La fertilidad de la Madre y la fertilidad de la Tierra
en estas culturas primitivas siempre están conectadas,
desde el Paleolítico cuando se cazaba y recolectaba el
alimento hasta los tiempos de la agricultura, cuando se
cultivaban granos y se domesticaban animales. Así, el toro
representaba tanto a la antigua domesticación de animales
protectores, como el signo astrológico y la
constelación de Tauro. Este, astrológicamente, es
"el signo de las madres" y está vinculado con las
Pléyades y Venus.

Hay numerosos ejemplos de soberanas que ejercieron solas
el poder y la soberanía en todos los continentes, reinas
que también realizaban el sacerdocio, esto se demuestra en
representaciones iconográficas en las que aparecen mujeres
con los atributos de sus funciones políticas,
religiosas y judiciales, así se manifiesta en objetos como
coronas, collares, tronos, cetros, símbolos de poder legítimos,
recibidos por vía matrilineal y emanado del cielo, ya que
se asociaba el reino de la tierra con el reino de los cielos por
el vinculo que sostenían con las estrellas y el más
allá.

Concepciones religiosas

La espiritualidad traspasa las creencias limitantes de
la religión,
y aparece en los humanos desde los primeros tiempos. Algunos
científicos incluso llaman a nuestra especie animales
religiosos. Como dice la autora Busapest: "Surge la
religión en el proceso que formalizó en el que
parece ser de la comunicación espontánea con los
espíritus que rodean".

A la vez las mujeres se constituían reinas,
sacerdotisas que ejercían un poder teocrático como
encarnación viviente de a Diosa, además de realizar
la labor de juezas castigando a los delincuentes en defensa de
sus territorios, administraron sus riquezas y desempeñaron
un papel muy determinante en aquella época en que sus
súbditos las admiraban. Fueron llamadas en diferentes
regiones por nombre que se derivaban de nombres de la
Diosa.

La mujer aporta a la evolución de la humanidad
como inventora de numerosos hechos culturales: la agricultura,
diversas técnicas
de transformaciones de productos
alimenticios, farmacológicos, minerales,
cerámica, curtido de pieles,
artesanías del tejido, herramientas,… Y el gran papel jugado por la
mujer en los inicios de la cultura humana: como maestra-nodriza,
curandera, sacerdotisa, poetisa, escribana, jueza,… lo que
patentizaría la existencia del matriarcado en la
Prehistoria. Los estudios se apoyan en las nuevas teorías
antropológicas, en estudios de primates y se complementan
con estudios de las creencias y de la sociedad de diversas
regiones y hallazgos arqueológicos.

En las familias el más importante papel lo
jugarían las mujeres, en las primeras sociedades la mujer
sería más importante que el varón. Y las
jerarquías se establecerían entre las hembras
emparentadas, al igual que ocurre entre las primates. Las hijas
permanecerían en el grupo femenino y los hijos varones
abandonarían el hogar estable femenino, y los adultos
entrarían de manera transitoria.

La madre seria la jefe de las bandas y tribus que se
desplazaban en la fase recolectora, depredadora-parasitaria de la
Naturaleza; la cabeza de familia, tendría el papel
principal. Era la que protegería a sus hijos cuando
enfermaban; sería el centro.

En el régimen social matriarcal predominaba la
madre e importaban los lazos de sangre. Y en las
familias el más importante papel lo jugarían las
mujeres. Ellas tendrían el mayor status social,
ostentarían el poder político, regirían la
sociedad: serían reinas. "En las más antiguas
culturas agrícolas, mandan sin ninguna traba las mujeres:
la gran madre incluso tiene a sus servicio una corte de
doncellas, hijas, nietas, parientes, etc." (Laviosa, 1959:
67).

Sin duda, en las primeras edades de la historia humana
el milagro y la fuerza
mágica de la mujer fue una maravilla no menor que el universo
mismo, y esto dio a la mujer un poder prodigioso, y una de las
preocupaciones principales de la parte masculina de la
población ha sido destruirlo, controlarlo y emplearlo para
sus propios fines." (Campbell, 1991: 358).El varón en los
primeros grupos ocuparía una posición subsidiaria.
Precisamente esta posición sería la que les
llevó a rebelarse. "

LA MADRE ENSEÑABA EL CONOCIMIENTO

La madre, al igual que la hembra primate, sería
la que enseñaba a sus descendientes: el conocimiento para
la sobrevivencia; a recoger los alimentos adecuados, a cazar; la
que les enseñaban los comportamientos y tradiciones
sociales que ella inventaba. (Pervive el conocimiento de la madre
que enseñaba a sus descendientes en el régimen
matriarcal la idea de "Alma Mater" con que se denomina a la
universidad).

El lenguaje
requiere una forma de cohesión social y sería la
mujer la que como jefa del grupo matricéntrico, con su
necesidad de comunicarse, con su capacidad de crear
vínculos con sus hijos, la que posibilitaría el
desarrollo del lenguaje.

Ella debido a que había de cargar con los hijos y
los había de alimentar, habría desarrollado un
lenguaje verbal que le dejara las manos libres, mientras que en
la caza se desarrollaría el lenguaje
gestual para evitar con los ruidos alertar a la presa (se sabe
que los cazadores bosquimanos sudafricanos hoy día tienen
un lenguaje gestual mientras cazan en grupos).

En el milagro del alumbramiento era y debería
seguir siendo un momento de adquisición de autoridad para
todas las mujeres, pues está estrechamente relacionado con
el misterio de la transformación. El carácter transformativo de lo femenino como
principio creativo abarca el mundo entero, la totalidad de la
naturaleza en su unidad original , a partir de la cual surge y se
despliega la vida, asumiendo en su transformación
más elevada, la forma del espíritu. (Eric
Neumann)".

La autora Guetty dice al respecto: "Al igual el acto de
exprimir la leche de los
pechos representa la continuación de los misterios de la
transformación y un recuerdo de la generosidad de la
diosa, su capacidad para nutrir, proveer, contener y proteger,
así como para hacer que todos vuelvan a su
vientre".

Ellas serían las depositarias de la cultura. Las
creadoras de un código
de comunicación verbal que implicaba la existencia de una
serie de relaciones sociales. Así que en el proceso de
hominización las mujeres tendrían un protagonismo
principal. Por consiguiente es lícito afirmar que la mujer
sería la responsable del proceso de
hominización.

LA MUJER INVENTÓ LA AGRICULTURA

Tras la etapa de la economía recolectora
y depredadora se pasó a otra productiva con la agricultura
y la siembra de los terrenos de cultivo (Neolítico). La
mujer conocedora de los ciclos regulares de las estaciones y su
efecto sobre los vegetales fue la causante del descubrimiento y
la aparición de la agricultura. "Se admite por lo general
que, como derivación de su antigua función de
recolectora de alimentos vegetales, fue la mujer quién
inventó y desarrolló la agricultura"(Hawkes y
Woolley, 1977: 227).

Invento femenino de la agricultura reconocido por muchos
historiadores: "el mérito del descubrimiento de la
agricultura recaería enteramente sobre las mujeres."
(Eliade, 1990: 140). "Los antropólogos atribuyen,
generalmente, el cultivo de las raíces alimentarias a la
mujer, que, de recolectora pasó a ser cultivadora."
(Girard, 1978: 730). "Los mitos atribuyen el hallazgo del
cultivo

original de la yuca a una mujer, sublimada a
categoría divina." "… el matriarcado se debe a la
iniciación de la agricultura por parte de la mujer… El
huerto es propiedad de la mujer, ésta lo transmite a sus
hijos, y de ahí debió derivar el predominio social
femenino." palabras de W. Schmidt, según refiere
(Bagué Garriga, 1958: 50). "Sí, y ahora el poder
pasa a la mujer. Como su magia es la de dar a luz y alimentar,
lo mismo que hace la tierra, su magia da base a la magia de la
tierra. En la tradición primitiva, la mujer es la primera
cultivadora." (Campbell, 1991a: 151). "Sobre el origen del
matriarcado en las sociedades humanas se ha discutido y se
discutirá mucho. Hay quién ve en él el signo
de la posesión de la tierra por las mujeres, que
inventaron la agricultura; otros piensan que la idea que de la
generación se hacían muchas sociedades primitivas
atribuye, en la fecundidad humana, un papel despreciable al
varón." (Fouquer, 1979: 22). "Cunow opina que el
matriarcado se desarrolla cuando se convierte en importante
el trabajo
agrícola de la mujer, lo cual aumenta considerablemente el
valor de
ésta." según los enciclopedistas (Espasa, Tomo
33,1988: 1003).

Asimismo la mujer inventaría las técnicas
para fabricar los cestos para la recolección de los
vegetales, etc. En palabras de Eisler "las tecnologías
básicas de la civilización". (Todos trabajos de
mujeres según algunos estudios de los huesos llevados a
cabo por Theya Molleson en algunas culturas
neolíticas).

MUJER INVENTARÍA EL CALENDARIO

Además, al necesitar las recolectoras y las
agricultoras, conocer los alimentos característicos de
cada época del año, así como el momento
adecuado para sembrar y realizar las diferentes labores
agrícolas, empezarían a fijarse en las estrellas
que sobresalían en el cielo en diferentes épocas. Y
así descubrirían que la desaparición de
ciertos grupos estelares por el cielo vespertino eran
coincidentes con la lluvia o el tiempo adecuado para la siembra o
recolección: inventaron el calendario.

1.3 Definiciones conceptuales sobre el culto a la
diosa y a la mujer estereotipo.

La historia de la Diosa tal y como ha llegado con
el transcurso del tiempo determina que los antepasados más
remotos y el desarrollo de las grandes civilizaciones,
enseñan el papel supremo de lo femenino en calidad de lo
divino.

Desde la perspectiva de Vicki Noble se puede
entender: "La perspectiva mitológica supone un hilo de
toda la historia; las repercusiones políticas para las
mujeres y nuestras actitudes
cambiantes hacia la vida y la naturaleza también se
encuentran inextricablemente unidas al destino de la
Diosa".

Y antes de la era patriarcal, los pueblos de todo
el mundo consideraban los principios del universo como
propios de la diosa y de sus símbolos, la hembra que
produce el nacimiento y la vida. Desde la Grecia
pre-helenística hasta los Hopi nativos americanos,
Africa,
Oriente Medio y Sudamérica se repiten leyendas
parecidas como las olas de un mar , un mar tan profundo como el
propio nacimiento. En principio era la nada que se convierte en
el caos: todas las cosas formando un potencial infinito, pero sin
forma ni orden, el húmedo abismo del universo. El caos es
un concepto de
fertilidad femenina, relacionado con la luna, mientras que el
mar, que evoluciona en la tierra o en el seno gestante de la
mujer, constituye sus paralelos.

"La creadora de este vertiginoso abismo es Gea,
Yemaya, La Mujer Araña, Ishtar o Astoret, Demeter, la
Pacha Mama y tiene otros mil nombres. Surge del caos y lo ordena
para darle forma. Pone las cosas en su lugar y hace que nazcan
los planetas, las
personas y todo tipo de vida como compañeros para su
soledad."

El nacimiento es un acto femenino y las
narraciones de la creación de las culturas anteriores a
los dioses masculinos son, actos de diosas que dan a luz, aunque
su nombre cambia de una cultura a otra, sigue siendo la gran
madre, la que todo lo da, la que produce la vida y alimenta de su
propio cuerpo.

La diosa pre-helénica más antigua es
Gea (la tierra), la babilónia Tiamat (el mar), Yemaya, la
sirena diosa de los yorubas, se la conoce en toda África
occidental y por toda América
Central y del Sur, La mujer Araña, la que teje la vida,
gran madre de los indios Hopi en la zona sud-oeste de Norte
América, la diosa Ishtar o Astoret tiene sus
orígenes en Babilonia pero su culto se extendió por
todo oriente medio y llegó a convertirse en el prototipo
de Isis la diosa egipcia, Kwan Yin y Nu Kwa en China, Aido
Hwedo y Mawu en África, Inanna la diosa Sumeria,
Démeter, lo mismo Hera surgen de si mismas, del caos.
Girando como un torbellino en la oscuridad, se convirtió
en una galaxia de resplandeciente luz y creó el sol y la luna,
el espejo del cielo. Fundiéndose con los cielos, ella
misma en el espejo, dio vida los mares y al enfriarse se
formó el planeta.

Cada una de estas y otras diosas de la
creación dan forma a la tierra por nacimiento o por
modelado, crean toda la vida. Son al mismo tiempo, la tierra y la
luna. Sus símbolos y leyendas son ejemplos de historias
que se encuentran por todo el mundo y en cualquier época,
estableciendo a una diosa como fuerza creadora del universo. Son
la base de la espiritualidad de las mujeres, de la magia y como
en el culto de la diosa cada mujer es una parte de la madre
creadora, resulta que cada mujer participa en la creación
por sus propios actos de nacimiento y modelado. DIANE STAIN
P64.

La mujer que crea tiene este aspecto del ser de la
diosa, la diosa estaba al principio, lo mismo que estará
en el futuro. La gran diosa madre del universo, es la creadora
del mundo, de todo lo que existe y forma parte del ser de las
vidas de todas las mujeres. DIANE STEIN EL LIBRO DE LA
ESPIRITUALIDAD FEMENINA P64

La Diosa es la madre, la hembra, la tierra
fértil. Sus abultados pechos son montañas y sus
oscuras aperturas de agua son los
océanos, su piel es el
suelo del que
crecen todas las plantas y todo alimento. Su interior es
nacimiento, muerte y el mundo subterráneo del renacimiento, el
lugar donde se forman los cristales y los volcanes, donde
empieza y termina la vida.

Del mar de su vientre salieron el huevo y la
serpiente de toda vida, los peces y los crustáceos, las
serpientes y criaturas marinas que evolucionaron después
en tierra firme. De su vientre salieron las aves y los animales,
los insectos que vuelan, caminan y reptan por su cuerpo. Ella es
la Diosa que todo lo da, y que todo lo quita. DIANE STEIN EL
LIBRO DE LA ESPIRITUALIDAD FEMENINA P 54 CREACION Y DIOSAS DE LA
CREACION

El ónfalos u ombligo de la Diosa es el
oráculo de Delfos, el delfos significa útero,
vigilado por la hija-serpiente de la diosa, la Pitia y sus
sacerdotisas. Sus grutas y santuarios son los lugares de
sabiduría interior, entre la superficie y el mundo
subterráneo, los lugares de la Diosa donde se escuchaba la
sabiduría de la diosa por medio de su sacerdotisa y ella
garantiza el don de la profecía. DIANE STEIN EL LIBRO DE
LA ESPIRITUALIDAD FEMENINA P54,55 CREACION Y DIOSAS DE LA
CREACIÓN

"Las imágenes
de la Diosa Madre, principio femenino del Universo y fuente de
toda vida, abundan. Están en arcilla, en piedra, en
herramientas, en pinturas modernas.

"La Diosa tiene diez mil nombre, compartidos por
las mujeres alrededor del mundo. Se llama Diana, madre sagrada;
se llama Tiamat, Hécate, Isis, Inanna, Belili, la Gran
Madre del Maíz,
Artemis, Brigid, Morrigan Cerridwen; su nombre es el de todas las
mujeres ? Ana, Susana, Luly, Catalina, Mariana -. Todos los
nombre propios de mujeres derivan de nombres de la Diosa y todas
nosotras sin excepción somos expresiones de la Madre,
manifestaciones de la Diosa en la Tierra." ZSUZSANA BUDAPEST EL
PODER MÁGICO DE LAS MUJERES P 314-319

"Y lo mismo que hace la diosa arriba, en el
universo, las mujeres abajo, en la tierra, continúan el
misterio de dar y alimentar la vida, el de la
menstruación, el del nacimiento y el de amamantar". DIANE
STEIN EL LIBRO DE LA ESPIRITUALIDAD DELAS MUJERES
P25

"Hallazgos arqueológicos de todo el mundo
representan ala diosa mujer del nacimiento, con los senos, el
vientre abultados y las piernas abiertas en posición de
parto. La veneración por la fuerza vital pasó a ser
veneración por la mujer".DIANE STEIN EL LIBRO DE LA
ESPIRITUALIDAD FEMEININA

Se la honra en calidad de dadora y mantenedora de la
vida: de su vientre surge el gran misterio y todo vuelve a ella.
Toda la vida se mantiene mediante su cuerpo geano, en equilibrio
homeostático, Tanto si fue la Gran Diosa Madre quien
sirvió de guía a nuestros antepasados a la hora de
convertirse en seres concientes como si no, es una mujer la que.
Como madre, nos vigila a todos y a cada uno de nosotros desde los
primeros momentos de nuestra existencia.

Los mitos de la creación de innumerables culturas
dan testimonio, de este fenómeno y del papel que ha
desempeñado el principio femenino en la
conformación del mundo en el que habitamos.

La Diosa es universal y permanente en la
imaginación humana y la fabuladora más importante:
su historia se encuentra entretejida en el mundo entero con las
vidas y las leyendas de los hombres.

Desde siempre se ha reconocido a la Diosa bajo diversas
formas. Es la Madre del mundo, la dadora de vida, la gran
nutridora, sustentadora y sanadora; pero también la que
porta la muerte, la que garantiza la inmortalidad y la
liberación. La Diosa da Y la Diosa quita. Es capaz de
compasión infinita y de total
aniquilación.

En definitiva, es la encarnación de lo que
conocemos como vida y su historia, antigua como la vida misma,
porque ella es la vida. Es el tiempo pasado, presente y futuro,
la forma y la amorfia.

La Diosa aparece en una cultura tras otra con multitud
de denominaciones; su panteón es enorme y sus dominios
amplios. Nuestros antepasados eran politeístas y
panteístas: no existía una deidad todopoderosa que
rigiese la vida de la humanidad, sino una Diosa
polifacética a la que se podía invocar pronunciando
sus nombre para que satisficiera las necesidades de las
gentes.

Sus santuarios se encontraban por todas partes , pues en
todas parte moraba: junto al hogar, en el pozo o el manantial
sagrado que forma la catedral de la naturaleza, en la cueva
más profunda, en la montaña más
alta.

Las plantas y los animales, la Luna, el Sol las
estrellas, el río que fluye hasta el mar y el
océano mismo: todo eran sus dominios. Todos ellos estaban
consagrados a la Diosa. Todo formaba parte de la Gran Madre y por
consiguiente, de la misma familia. Todas las Diosas son autoridad
para traer sexualidad
(fuego) y lenguaje (alfabeto) a sus pueblos como en el caso de
Saraswati en la India; Brigit
en Irlanda e Isis en Egipto.

Donde se rinde culto a la Diosa, ya sea en Europa o en
la india, en la antigüedad, La Diosa proporcionaba la forma
de la iniciación masculina o femenina. Las sociedades de
hombre participaban activa y necesariamente en su culto, la
sabiduría de las cultura en las que se rendía culto
a la Diosa consistía en presentar la necesidad como un
misterio y representarlo como purgación individual y
festividad universal.

Los primeros ritos iniciáticos se basa en lo
femenino, los ritos de las mujeres giran en torno a sus ciclos y
la iniciación sacraliza los momentos fundamentales de la
pubertad la
menstruación, el amor sexual, el alumbramiento y la
maternidad. También incluyen los ciclos, más
amplios, de la Naturaleza y el retorno de las estaciones, que
honran el lugar que ocupa la Diosa en el ciclo
cósmico.

Los misterios primordiales de lo femenino siempre se han
asociado con la vegetación, a través de la intimidad
de las mujeres con el mundo de las plantas. Las flores, las
frutas, el maíz y el trigo no eran únicamente
fuentes de
alimento, sino símbolos de fertilidad.

Ha sido virgen, amante, madre y vieja. Tiene diez mil
nombres y la han llamado Reina de los Cielos, ama de la
Oscuridad, Señora de las Cosa Salvajes, Tejedora de la
Tela.

Uno de los múltiples dones de la Diosa es el
poder de transformación, la capacidad para adoptar la
forma de animales, sobre todo de aves y serpientes.

En todo el mundo antiguo se rendía culto al yoni
como objeto del gran misterio: la entrada a las cuevas y a los
recintos con puertas y columnas representa el santuario uterino
de lo divino femenino. En la tradición tántrica de
la iNdia, el yoni aparece en los templos, para que todos lo
honren y respeten como fuente de la vida, la belleza y el placer,
es otro ejemplo del fluir de la fuerza vital a través de
lo femenino.

"Esta misma tradición reconoce que toda mujer
representa el principio divino conocido con el nombre de
Sákti. Mediante la existencia de la fuerza Kundalini, la
mujer puede alcanzar mayor potencial creativo , pues la
inseminación cósmica del poder de la serpiente
despierta en ella la conciencia definitiva de la realidad. Tal
despertar y la proyección de esta fuerza en el mundo suele
manifestarse en el proceso de dar a luz." ADELE GUETTY LA DIOSA
MADRE DE LA NATURALEZA VIVIENTE.

En Egipto, la Diosa constituyó siempre un aspecto
fundamental del panteón. En la época
dinástica se dividió a la diosa buitre Nekbet en
Nut, el cielo( una de las predecesoras de la griega atenea), la
que existía desde la eternidad, la que creó el
mundo y situó a Ra, el dios sol, en los cielos. Bajo la
más conocida de sus múltiples formas, era la alada
Isis, conmemorada como la Más Vieja entre las Viejas, que
fundó las artes de la curación, la agricultura, el
derecho y la justicia,
también la monarquía.

En el arte del mundo entero se nos presenta como
energía omnipotente de la Fuerza Vital. Sin ella no somos
nada; con ella, nuestra capacidad se llena de una energía
vital que nos encamina hacia el futuro.

Representa a corporizada en los arquetipos de Ishtar y
Afrodita, diosas babilónica y griega del amor.
También es Deméter, la diosa griega del trigo,
adorada en los Misterios Eleusinos y más tarde reflejada
en Ceres, la diosa romana.

Esta Diosa entronizada, sentada entre dos leopardos, las
bestias de Afrodita, amplía la imagen encinta a una de
poder administrativo. Ella sostiene a la raza humana en su amplio
regazo y está en cuclillas, lista para dar a luz.
Más tarde, el nombre egipcio "Isis" significó
"trono" o "asiento". Como dice Erich Neumann, "La Gran Madre es
el trono, puro y simple". De alguna manera, esta imagen cambia
entre el Paleolítico y el Neolítico, pero tal como
lo había hecho mucho antes, aparece ahora entre nosotros
dispuesta a dar impulso. la Diosa dentro del cuerpo, la
fusión entre espíritu y materia.

En la imagen de la Madre Paz, reclinada en el pasto
silvestre parece esperar a un amante o al oficiante de los
misterios, rememorando figuras encontradas a la entrada de la
Magdaleine, en la Edad del Hielo en Francia. A ambos lados, la
entrada representa una figura femenina reclinada, grabada en la
roca. "Lo que parece tan extraño en estas figuras es su
pose inusual que nada tiene que ver con la de un ídolo.
Ambas figuras yacen tendidas hacia fuera en completo reposo, con
un brazo doblado sosteniendo la cabeza. Se elevan desde la roca
como Afrodita, nacida de la espuma, surgió del mar".
Más tarde, Giedion sugiere que estas esculturas en relieve
anticipan las figuras posteriores de Artemisa reclinada, que
"expresaban los múltiples atributos de la deidad: Diosa
Madre, Diosa Luna, Regente del mundo animal, Diosa del Amor".
También menciona pequeños desnudos similares en
Babilonia del siglo III y II a. C. que, como las figuras de la
Magdaleine, acentúan marcadamente el triángulo
púbico.

Al frente, en la parte baja de la imagen de la Madrepaz,
la placa de Deméter está tomada de una escultura en
relieve de la pintura griega
clásica que reproduce los Misterios Eleusinos. Marija
Gimbutas señala que desde el Paleolítico hasta la
Antigüedad clásica, la imagen de la Diosa
comenzó a fragmentarse desde su unidad original. Los
misterios conducidos finalmente por un hierofante o sacerdote, no
pudieron retener la mayor parte de lo que habían sido en
el comienzo los misterios estrictamente femeninos. De todas
maneras, estos antiguos ritos de iniciación celebraban la
reunión de madre e hija, tanto como la cosecha de los
granos sagrados, los que probablemente incluían
algún conocimiento arcaico y tradición oral perdida
hoy.

En su mano, la Deméter griega (o posterior Ceres
romana) sostiene la serpiente de la regeneración y las
espigas de trigo que simbolizan abundancia. Estas
imágenes, aunque esotéricas y sacadas de contexto,
todavía aportaban algún poder a los iniciados,
aunque a menudo solo en el plano simbólico. Hoy
día, por supuesto, los misterios femeninos que alguna vez
expresaron una forma de vida y más tarde un ritual
esotérico, los conocemos a través de pálidas
versiones ofrecidas por los eruditos. Sin embargo, las bases de
estos misterios permanecen en nuestros cuerpos. Nuestras
iniciaciones modernas tienen lugar en un nivel inconsciente,
durante nuestros sueños y visiones.

La Diosa, en su seductora pose contemporánea
simboliza este conocimiento inconsciente que las mujeres modernas
comparten de los antiguos misterios de sanación y
transformación que aún viven en nuestra atenuada
sexualidad y en nuestro siempre presente deseo de
vivir.

El alma de mujer siente su conexión a la Tierra.
Ella huele la rosa, roja como pasión o sangre menstrual, y
conoce los misterios de la procreación, el potencial de la
vida creciendo y nutriéndose en su útero, seguido
por el acto sagrado del nacimiento. Ella presenta la vida
comunitaria cercana al suelo, un tiempo cuando la gente no
hacía guerras sino que ocupaban su tiempo libre haciendo
arte y amor, concepto desvalorizado por nosotros, en los slogans
de los años 60.

Cuando la agricultura se convirtió en negocio, se
perdieron las cualidades de dar vida de la emperatriz y el
trabajo
llegó a ser el tedio que es
hoy para la mayoría de la gente, sacado de su contexto
significativo. La desconexión de la humanidad de la verde
energía de sanación de la Diosa, de su tierra
fértil fue la caída desde la gracia. El día
que dejamos de amar la Tierra como nuestra Madre y a la mujer
como su representante sagrada, fue el día que abandonamos
el Jardín.

La Madre nos hace señas de que regresemos a ella
antes de que nos destruyamos. Como la energía de la diosa
Kundalini durmiente, ella pide ser redespertada en nosotras, de
tal manera que podamos conocer una vez más la
alegría y el propósito de la vida en el
planeta.

Las antiguas culturas de la Diosa pueden despertar en
las mujeres el deseo por una vida comunitaria donde se comparten
las cosas materiales o
por una vida sin guerra. Un mundo deseado donde todos los
niños
sean queridos, o donde se exprese con libertad la
sexualidad, enterrando modelos o
ideas culturales acerca del amor.

"En las culturas en que se reverenciaba a la Diosa, las
sacerdotisas y mujeres mantenían el poder, el poder del
nacimiento y la vida, del conocimiento, la curación y del
culto. El culto a la Diosa mantenía una posición en
que todo marchara bien en la tierra, tenían alegría
de vivir, a la ley natural y a
las mujeres, sus aspiraciones eran pacificas y populares, el
poder era fortalecido desde adentro". DIANE STEIN EL LIBRO DELA
ESPIRITUALIDAD FEMENINA

En esta cultura se encontraban sumas sacerdotisas
y templos dedicados a la Triple Diosa (Isis, Diana,
Hécate), altares sagrados y poder
femenino.

"La mujeres en este tiempo toman conciencia de sus
ciclos y sus energías inherentes a él,
también aprenden a percibir un nivel de vida que
más allá de lo visible; mantiene un vínculo
intuitivo con las energías de la vida, el nacimiento y la
muerte, y siente la divinidad dentro de la misma tierra y de
sí misma.

A partir de este conocimiento las mujeres se relacionan
no sólo con lo visible y terrenal sino con los aspectos
invisibles y espirituales de su existencia. Fue a través
de este estado de
conciencia que tenía lugar todos los meses que las
chamanas/curanderas, y más adelante las sacerdotisas,
aportaron al mundo y a su propia comunidad su energía,
claridad y conexión con lo divino. La curación, la
magia, la profecía, la enseñanza, la inspiración, la
superviviencia provinieron de su capacidad de sentir ambos
mundos, de viajar entre los dos y de llevar sus experiencias de
uno a otro." MIRANDA GRAY LA LUNA ROJA LOS DONES DEL CICLO
MENSTRUAL P 75

Chamanas Mujer sabia
que conoce cómo conducir las energías para la
sanación del cuerpo, la mente y el espíritu. En las
sociedades primitivas, se recurría a ella no solo en la
enfermedad sino también en busca de consejos para la vida.
Su función como parteras era vital para preservar la
salud tanto de la
madre como de los nuevos bebés que llegaban a la vida por
sus manos. Del mismo modo, estas mujeres eran "parteras del
espíritu", facilitando el nacimiento de las almas en el
Otro Mundo, asistiendo a las personas en el momento de la muerte.
Algunos de sus sinónimos son "Mujer de Conocimiento" ,
"Mujer de Medicina" o
como señala Clarissa Pinkola Estés en Mujeres que
Corren con los Lobos, "la que Sabe".

Muchas
definiciones coinciden con esta última al determinar que
la palabra "chamana" significa "que sabe". Palabras con la misma
raíz se encuentran en el sánscrito sramana, en el
chino seha-men y en el turco altaico, kam udujan (mujer
sabia).

El chamanismo
supone una maestría sobre el reino de los espíritus
para ser aplicado en la curación física. Al igual
que el sacerdocio, es un arte femenino que fue usurpado por los
varones prácticamente en todas las culturas, a partir del
advenimiento del patriarcado. Vicki Noble señala en su
libro Madrepaz.Un camino hacia la Diosa a través del
mito, arte y
tarot, que "el
chamanismo es la religión más antigua en el mundo y
se remonta a las raíces matrísticas primitivas de
la cultura humano". En la misma obra cita a Geoffrey Ashe, quien
asegura que el chamanismo fue "antiguamente un culto de mujeres
que estaba fusionado mientras lo estaban los pueblos" y que
"después que las tribus se separaron y dejaron de tener
contacto entre sí pasó a manos masculinas". De este
modo, comenzaron a utilizarse dos términos diferentes para
definir el género de quienes ejercen este arte:
"chamán" y "bruja". Mientras que la palabra
"chamán", aplicada al varón, tiene connotaciones
positivas, el término "bruja" ha sido utilizado para
denigrar a la mujer sabia y para justificar el asesinato de
millones de mujeres, durante el período de la
Inquisición.

La palabra
"curandera" es también utilizada para definir a esta
profesión, aunque en la actualidad es un término
frecuentemente asociado a la "ignorancia" y a la
"superstición", cuando aún hoy, en las poblaciones
alejadas de los centros médicos "civilizados", son ellas
las responsables de asegurar la buena salud de la
comunidad.

"La Mujer es la
Sustentadora del Planeta y no debe permitir que su energía
sea desviada hacia los sistemas masculinos, ya sea que estos
estén dentro de un hombre o de una mujer -afirma en su
libro The Power Deck. The Cards of Wisdom ("El Mazo de Poder. Las
cartas de
Sabiduría")-. Todos (y todas) necesitamos la
armonía del mundo. La Madre Tierra no ha sido bien
comprendida, pero ella es en realidad el Universo. Ella es el
útero por el cual todo viene a la vida. La conciencia
femenina es la energía que corporiza la sabiduría
que necesitamos en este momento".

La función
de las chamanas modernas consiste en sanarse a sí mismas
de los milenios que han separado a la mujer de su naturaleza
divina (v. Diosa) y que han devastado sus conocimientos y su
autoestima,
con la consecuentepérdida de poder. Sandra Román
Artículo incluido en Diccionario de
Estudios de Género y Feminismos, Susana Gamba(comp.),
Tania Diz (asistente comp), en imprenta

"Sacerdotisas, el papel de sacerdotisas fue tan fuerte
en esta época, adoptando la posición de adivina o
hechicera, que era el vínculo de las primeras religiones
matriarcales, estas mujeres de la aldea eran espertas en magia de
la naturaleza, la curación y las relaciones entre las
personas y tenían la capacidad de interactuar con las
estaciones, su propio ciclo menstrual y su intuición,
ayudaba y guiaba a sus semejantes en lo concerniente a la vida y
la muerte, actuaba como iniciadora y transformadora
valiéndose de los rituales de transición, y
dirigía las ceremonias estáticas que llevaban la
unión, la fertilidad y la inspiración a su pueblo".
MIRANDA GRAY LA LUNA ROJA LOS DONES DEL CICLO MENSTRUAL
P75

"Estas mujeres simbolizaban el equilibrio de la
conciencia y las energías femeninas dentro de la sociedad
y de la religión de la Diosas. Las sacerdotisas,
hechicera, chamanas o brujas tienen la capacidad de transmitir
los poderes de lo divino y esta es una capacidad
típicamente femenina que proviene del propio conocimiento
del ser. Convertirse en sacerdotisa significa bucear
interiormente." MIRANDA GRAY LA LUNA ROJA LOS DONES DE LA
MENSTRUCIÓN P77

De sus conocimientos de la sucesión de las
constelaciones y de las estaciones derivaba su enorme poder, por
lo que eran consultadas para predecir el porvenir, aconsejar el
tiempo adecuado para sembrar, viajar, navegar o realizar otras
empresas
importantes… inventaron el sacerdocio. (Durante muchos miles de
años lo ejercieron en exclusiva y profetizaban
basándose en la observación científica de los
fenómenos atmosféricos, que hacían su
aparición coincidentes con una precisa situación
estelar.

La mujer es la conocedora de los misterios de la
reproducción: animal, humana y vegetal (de
ahí las fiestas de "Misterios", celebradas en principio
exclusivamente por mujeres en todas las religiones agrarias
Mistéricas), consecuentemente el poder seguía
estando en manos femeninas, con una organización
igualitaria con vínculos horizontales.

La existencia de festividades exclusivamente femeninas
ha sido explicada de distintas maneras. Una hipótesis es que los cultos femeninos eran
supervivencias de un período matriarcal cuando toda la
religión estaba en manos de mujeres. Otra
explicación es que las mujeres en las sociedades
primitivas tenían a su cargo la horticultura y la
jardinería, y por tanto, estaban implicadas en los cultos
a la fertilidad. (Pomeroy, 1987: 96).

Y así era la oficianta la que llevaba a cabo las
ceremonias mágicas para solicitar favores a la Diosa,
ayudada por músicas, cantantes y bailarinas (de las que
existen múltiples obras de arte arcaicas que las reflejan,
estando ausentes figuras paralelas masculinas).

Aporta Campbell la afirmación de Macculloch "una
de las principales autoridades en este campo", de los celtas de
Irlanda: …desde el octavo milenio antes de nuestra era en
adelante, fue tomando forma un nuevo orden de existencia humana,
basado no en forrajear y cazar sino en plantar y recolectar
cosechas, con la buena Madre Tierra como principal aportador del
sustento. Fue en esos tiempos, entre esos pueblos, donde se
desarrollaron los ritos de fertilidad que han conformado los
ritos básicos de todas las civilizaciones basadas en la
agricultura desde entonces: rituales que tenían que ver
con el arado y la siembra, la siega, el aventado y los primeros
frutos." (Campbell, 1994: 201).

"La función de las sacerdotisa es la de
transmitir, es la transmisora. La capacidad de la mujer de
recibir para poder dar la convierte en un canal perfecto para lo
divino, representando a la Diosa en su facultad revitalizadora."
MANUELA DUNN MASCETTI LA DIOSA CANCIÓN DE EVA
P245

LA DIOSA EN CADA MUJER

"Tu eres Diosa"

La Diosa es la fuerza creadora del
universo.

Sus símbolos, mitos, leyendas son
ejemplos de historias que se encuentran por todo el mundo y en
cualquier época.

Cada mujer es parte de la madre
creadora.

Toda mujer participa en la
creación por sus propios actos de tomar en forma activa el
control del
poder, desde su propia vida, cada mujer participa en el SER y la
creación de la DIOSA que hay en todas las
mujeres.

La danza, como un
camino espiritual, permite que el cuerpo recupere sus formas y
movimientos en un acto íntimo de encuentro con nuestro
interior. De esta manera los movimientos son una expresión
que surge de las conexiones con la Diosa que hay en cada
mujer.

Metodológicamente pretendo
demostrar la vía para llegar a este re- encuentro con
la memoria
corporal y su más alta emanación del Ser
Mujer.

La DIOSA es la creatividad
individual, crear bellas formas con sus cuerpos, sus manos, sus
mentes, es el reconocimiento cada vez mayor de la Diosa como
planeta, como la tierra misma y de las mujeres como parte de la
tierra y de su ser divino, su evolución, su personalidad y
su poder.

Lo mismo que hace la Diosa "arriba" en el
universo, la Mujer "abajo" en la tierra, continua el misterio de
dar y alimentar la vida, el de la menstruación , el del
nacimiento y el de amamantar.

El resurgir de la Mujer y la Diosa, la
gran madre como fuente de toda la vida, aceptar y confirmar la
ley natural de la Diosa forma parte de una herencia que
empezó antes del principio de los tiempos y que
continuará cuando este haya terminado.

La Diosa ya no esta dormida, esta
aquí y ahora.

– 4 –

En el proceso de re-in vindicarla,
re-conocerla, re-cordarla y revisar sus técnicas,
conocimientos y rituales, es también un descubrimiento de
las mujeres, una curación de

la humanidad y de la tierra, esta
re-visión, despertar y curación es lo que
constituye la espiritualidad de las mujeres.

LA DANZA ÍNTIMA DEL SER

"la Danza es una de las formas más
perfectas de comunicación con

la divinidad y una ofrenda
sagrada"

La danza intima del ser es un camino, una
conexión con la Diosa, es una curación consigo
misma, con los demás, con el planeta y todo lo que vive en
el que se extiende a todas las mujeres en cualquier sentido y que
esta aquí y ahora.

Las danzas sagradas conservan lenguajes
arcaicos, nos devuelven a la ley universal de la Diosa, al
movimiento
para alcanzar la armonía de uno mismo y en el mundo. En el
corazón
es donde ocurre la danza.

La danza hace posible que cada ser se
sumerja en sus cuerpos para descubrir y dejar surgir, más
allá de las formas establecidas, su propia danza que
emerge de las profundidades del propio cuerpo, de la memoria arcana,
en la unión con la Diosa.

RECUPERANDO MEMORIA

"donde va la mano va la
mirada,

Donde va la mirada va el
espíritu,

Donde esta el espíritu,
allí esta la emoción"

La danza es un medio de recuperar cuerpos
que en occidente han sido desmembrados, las formas cotidianas de
comportamiento
corporal son, en apariencia, naturales, pues están
revestidos de las conductas aprendidas socialmente y sujetas a la
ley de la inercia, cuerpos que han ido perdiendo memoria, han
talado sus raíces.

Es el cuerpo el que guarda cifrado su
lenguaje arcano. Solo hay que tocarlo para despertarlo. Dejar que
el cuerpo hable por si mismo, exige el propio vaciamiento para
poder accionar, revela la forma del alma.

El Ser Mujer es una completa
recuperación de nuestro espíritu, cuerpo, mente
como uno solo, la lucha de la mujer a través de varios
siglos es ahora la toma de conciencia de que somos seres
creadores, generadores y sostenedores de la vida misma, ahora
estamos ocupando el puesto que nos corresponde como seres, como
madres, como profesionales, como ejes fundamentales en la
reconstrucción de la sociedad y del planeta
entero.

Es el compromiso de muchas mujeres y
nuestra responsabilidad de Dar Luz desde nuestra
cotidianeidad, porque somos portadoras de la mas alta tarea de
crear y hacer de la Vida un acto de amor, de unión, de
iluminar y trascender a otro plano de conciencia donde el
respeto, la espiritualidad, las técnicas, el conocimiento,
los rituales serán parte de un que hacer
diario.

Cada Ser es una porción de
Dios-Diosa manifestados y cada Ser en su corazón tiene el
mas grande anhelo de que la vida sea un acto de amor con la
belleza y sencillez de todo lo que nos hace volver simples y
bellos a nosotros mismo y que lo encontramos en la
naturaleza.

Que seamos capaces de crecer en
conciencia, con profundidad espiritual para hacer de esta vida lo
que deseamos verdaderamente.

 

DEDICATORIA

A la luz de la Diosa que suavemente se
apodera de mi espíritu y me engrandece.

 

Sol Johanna Carrillo Robalino

SOL se fue al infinito (19 febrero 2005) a danzar cual
Angel y Diosa.

La publicación de esta monografía es un homenaje a SOL.

Nos gustaría conocer sus comentarios

Quito-Ecuador

Agosto 2004

Partes: 1, 2
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