Nuestras vidas empiezan a terminar el
día que silenciamos
las cosas que importan.
Martin Luther
King
Empezaremos, comentando que, el modo de producción imperante en el mundo
contemporáneo en el cual nos ha tocado formar parte, es el
Capitalismo,
él que se caracteriza principalmente porque los medios de
producción no están en manos de los trabajadores,
sino que están en manos de los capitalistas y
también en una gran parte, del capital
extranjero (norteamericano sobre todo). Y, debido a esto, los que
han logrado concentrar en sus manos estos medios pueden obligar a
quienes no los poseen a someterse a las condiciones de trabajo que
ellos fijen. Es decir que en el proceso de
trabajo se establecen formas específicas de
relación entre los propietarios de los medios de
producción y los productores directos o
trabajadores.
Los que son dueños de los medios de
producción explotan a los que carecen de estos medios. Por
lo que al concentrar los capitalistas el poder
económico, controlan a su gusto y antojo otros aspectos de
la sociedad (como
el poder estatal e ideológico). Ahora bien, esto no
sólo sucede así en el sistema
capitalista; ocurrió igualmente en los modos de
producción anteriores al capitalismo. (ejemplo,
esclavismo,
feudalismo).
De ello, podemos deducir que todo modo de
producción, es una organización compleja en la que existen dos
niveles: un nivel económico (Infraestructura) y un nivel
jurídico-político-ideológico
(Superestructura o Supraestructura), en donde ambos niveles se
combinan para mantener el funcionamiento de la sociedad en su
conjunto.
Sin embargo, estos niveles no tienen la misma
importancia para el funcionamiento de una sociedad. El nivel
económico (la manera en que los hombres producen los
bienes
materiales y
las relaciones que se establecen entre ellos en el proceso de
producción) es el nivel fundamental, aquél que
determina todo el funcionamiento de la sociedad, siendo por ello
las relaciones que se establecen entre los propietarios de los
medios de producción y el proletariado que solo es
dueño de su fuerza de
trabajo, las que nos revela el secreto más escondido, la
base más oculta de toda la sociedad, y son ellos los que
nos explican porque se dan determinadas formas de régimen
jurídico y determinado tipo de ideas en una
sociedad.
La sociedad peruana no escapa a esta ley objetiva, en
donde el capitalismo predomina en la economía, bajo el
ropaje de neoliberalismo, pero con una particularidad
especial, que somos un país Neo-colonizado, en donde el
creciente fenómeno de la transnacionalización
capitalista de la producción, ha impuesto modelos
únicos a las clases dominantes nativas (sector
hegemónico de la gran burguesía financiera,
primario exportadora e intermediaria conformada por los grupos
oligopólicos) y que éstas convierten en políticas
de estado.
De modo que son las entidades del sistema, manejados
directamente por los monopolios, las que dictan a través
de sus organismos como el Fondo Monetario
Internacional (FMI), el Banco Mundial
(BM), Banco
Interamericano de Desarrollo
(BID) y Organización Mundial del Comercio
(OMC) no
sólo las políticas económicas sino
también reformas que reestructuran el Estado y la
sociedad en función de
sus intereses, en detrimento de el proletariado.
Por ello podemos decir, que no se conoce y entiende
completamente nuestra existencia contemporánea, porque
nuestra comprensión del pasado como del presente se
encuentra mistificada por una concepción del
mundo de nuestra realidad- que nos miente y nos engaña
constantemente, que solo sirve para preservar el orden
económico-social- político-jurídico
vigente.
Mientras no se comprenda la naturaleza del
sistema jurídico en el capitalismo en general, y en
particular de la sociedad capitalista neo-colonial peruana, no
podremos comprender cabalmente el régimen legal y
seguiremos sujetos a una realidad opresiva.
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