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DESARROLLO

A pesar de ciertos resultados y los logros registrados en
la lucha contra la pobreza en la �ltima d�cada, los esfuerzos
dirigidos a poner fin a la marginalizaci�n econ�mica, a las pr�cticas
no democr�ticas, a los conflictos y a la sobreexplotaci�n de los
recursos naturales no logran reducir las inequidades entre ricos y pobres. En
este contexto, las inequidades entre mujeres y hombres persisten y crecen, siendo
la discriminaci�n por g�nero la forma de exclusi�n m�s
com�n a nivel mundial.

La desigualdad en t�rminos de relaciones de poder o
de participaci�n en la toma de decisiones es una de las causas estructurales
de la inestabilidad pol�tica y social que generan la pobreza. Hoy m�s
que nunca las inequidades de g�nero contribuir�a a instaurar mayor
justicia social y un desarrollo sostenible.

Desde el inicio de los a�os 70, se ha reforzado el
movimiento internacional de las mujeres, dando �nfasis a la promoci�n
de la equidad y al acceso de las mujeres a la salud, a la educaci�n,
a la participaci�n pol�tica local y a los ingresos. Despu�s
de la Conferencia Mundial sobre la Mujer de 1995 en Beijing, agencias internacionales,
organizaciones gubernamentales y no gubernamentales han desarrollado estrategias
para incrementar la concientizaci�n y la capacitaci�n en g�nero
entre los actores, y han movilizado recursos para institucionalizar la lucha
contra las inequidades de g�nero. Estas estrategias son monitoreadas
tanto a nivel nacional como internacional.

�Por qu� se fomenta la equidad de g�nero?

La equidad de g�nero es un derecho humano. Las
inequidades estructurales y las relaciones desiguales de poder hacen que las
mujeres y los hombres no gocen de los mismos derechos socioecon�micos
y pol�ticos. La promoci�n de derechos iguales para mujeres y hombres
no pretende imponer un modelo universal de relaciones de g�nero, com�n
a todas las sociedades y culturas. Su objetivo es simplemente permitir tanto
a las mujeres como a los hombres definir la equidad de g�nero a la que
aspiran en sus contextos particulares.

La equidad de g�nero a trav�s del empoderamiento
de mujeres y hombres es una clave para la buena gobernabilidad
. Para que
las mujeres y hombres tengan los mismos derechos, deben estar en capacidad de
participar en los procesos de toma de decisiones. Apoyar la participaci�n
de las mujeres y de los hombres en las estructuras decisionales para que definan
sus prioridades y estrategias de desarrollo contribuye a reducir las inequidades
subyacentes de un sistema.

Reconocer la contribuci�n respectiva de las mujeres
y de los hombres a la sociedad como individuos, como actores econ�micos
y como ciudadanas y ciudadanos es un elemento clave para el desarrollo sostenible
.
En general, las mujeres tienen un acceso limitado a los recursos econ�micos
y a los procesos de decisi�n. Al mismo tiempo, los hombres no comparten
equitativamente con las mujeres las tareas asociadas con el mantenimiento del
hogar y la reproducci�n social. Mientras se valora equitativamente la
contribuci�n de mujeres y hombres en cada esfera, la exclusi�n
de mujeres y hombres de algunas de estas esferas contribuye a agravar las inequidades
y la explotaci�n, perjudicando la sostenibilidad del desarrollo. Es,
pues, de suma importancia desarrollar intervenciones que provean oportunidades
a mujeres y hombres para revisar constructivamente la repartici�n de
los roles, facilitar el acceso a los recursos (y a su gesti�n) y a los
procesos de decisi�n.

El empoderamiento de grupos desfavorecidos es una estrategia
clave para la lucha contra la pobreza y el cambio social.
Con frecuencia,
mujeres y hombres experimentan y luchan contra la pobreza de diferentes formas.
Muy a menudo, las mujeres se encuentran en primera l�nea tanto a nivel
de la familia como de la comunidad. Una mayor integraci�n de las mujeres
no significa �nicamente empoderarlas, sino tambi�n ofrecerles
nuevas perspectivas, nuevos recursos y din�micas para la lucha contra
la pobreza y el empoderamiento de los m�s pobres.

La integraci�n de g�nero es parte de estrategias
de empoderamiento m�s amplias y mejora sensiblemente la eficacia y el
impacto de los proyectos de desarrollo.
La incorporaci�n de metodolog�as
de g�nero en las pr�cticas del desarrollo incrementa la relevancia,
la eficacia, el impacto y la equidad de los proyectos. Centrados en la reducci�n
de las inequidades e injusticias sociales, un an�lisis y una planificaci�n
sensibles a los aspectos de g�nero incitan a las organizaciones a desarrollar
una visi�n de cambio y a crear las condiciones, m�todos y competencias
para lograrlo. De esa manera, se promueven valores de calidad y equidad en su
cultura organizacional.

En nuestro pa�s son varios los ejemplos que muestran
a lo largo de la historia la participaci�n de la mujer en las distintas
esferas de la vida socioecon�mica y pol�tica. En entrevista realizada
recientemente, el Dr. Eusebio Leal Spengler; Historiador de la Ciudad de la
Habana; ofrece valiosas declaraciones en torno a este tema y en cuanto a la
presencia femenina en el transcurso de estos 46 a�os:

�…La presencia de la mujer cubana en la historia es intensa,
durante la Toma de la Habana por los ingleses valdr�a la pene leer el
documento que elevaron las mujeres al rey, expresando su inconformidad con la
actitud de los defensores. La vemos en los intelectuales que nadie pod�a
opacar. En 1868, coincidiendo con el grito de independencia se public�
un precioso libro sobre las cubanas, en el cual aparecen grandes intelectuales
como �rsula de C�spedes y Gertrudis G�mez de Avellaneda,
quien fuera la figura esencial de la intelectualidad femenina en ese proceso.
Tambi�n en la lucha por la independencia, no hay un solo hombre grande
que no tenga junto a �l a una gran mujer. O no hay una gran mujer que
no tenga a su lado a un gran hombre.

La Cuba de hoy nada tiene que ver con la de hace m�s
de cuatro d�cadas. Se ha avanzado extraordinariamente, y aunque esto
siempre parece insuficiente, la presencia femenina es tan intensa, que sorprende,
sobre todo a los que vienen de otras latitudes. Por ejemplo, en nuestra Oficina
casi todo el cuerpo de direcci�n es femenino. Yo veo su desarrollo en
esa promoci�n, en el acceso a los estudios superiores, en el desarrollo
intelectual.

En cuanto a obst�culos que a�n impiden la plena
igualdad pienso que el fundamental es la servidumbre del hogar. Cuando llegamos
a casa es donde se manifiesta la diferencia. Yo trabajo mucho, ella tambi�n,
sin embargo, es ella quien asume las tareas dom�sticas y uno nada m�s
que, como una peque�a concesi�n, va y participa. Algunas labores
tan �brillantes� como fregar la vajilla o limpiar el ba�o, generalmente
no lo hacemos, entonces, ah� es donde se ve que la cuesti�n est�
en la cabeza de los individuos y que debemos superarla��

Un ejemplo que perdurar� por muchos a�os en cuanto a la presencia
femenina en el desarrollo socioecon�mico de nuestro pa�s; lo constituye
sin lugar a dudas la Dra Rosa Elena Sime�n Negr�n, ministra del
CITMA desde que se cre� como instituci�n en 1994 hasta el momento
de su deceso el pasado 22 de octubre. Una mujer que dedic� su vida al
avance cient�fico y tecnol�gico de nuestro pa�s por la
importancia que siempre le atribuy� al desarrollo sostenible que todos
aspiramos.

Opiniones, comentarios, testimonios, criterios y sugerencias, as� como
su visi�n de temas medulares est�n expuestos a continuaci�n,
como modesto reconocimiento a esta extraordinaria mujer, que apost� por
la vida en todo momento y demostr� que la voluntad y la responsabilidad
pueden m�s que las adversidades del destino:

P: periodista

R.E: Rosa Elena.

P: En esa labor cient�fica que ha desarrollado durante a�os,
�ha experimentado usted alg�n tipo de discriminaci�n por su condici�n
de mujer?

R.E: La he sentido m�s en el exterior que en Cuba. Por ejemplo, en los
Estados Unidos una cient�fica gana por lo general 25% menos que un hombre
por igual desempe�o profesional. En el laboratorio franc�s donde
trabaj� hab�a varias mujeres, pero como t�cnicas o trabajadoras
de los servicios, cient�fica, yo sola. Muchas personas se asombran cuando
conocen que las cubanas representamos el 66% de la fuerza t�cnica del
pa�s.

P: �A qu� usted atribuye entonces que esa elevada cifra a�n no
se corresponda con los cargos de direcci�n que desempe�an las
mujeres?

R.E: Indiscutiblemente para que una mujer pueda acceder a un determinado cargo
de direcci�n tiene que realizar un esfuerzo mayor que un hombre; porque
es ella, independientemente del trabajo que realice, la que sigue administrando
la casa. No importa que se tenga un esposo maravilloso como el que yo tuve.

P: �C�mo aplicaban ustedes el concepto de la igualdad?

R.E: Mi esposo era un ejemplo de persona que reconoc�a la verdadera
igualdad de la mujer. �l ten�a una alt�sima comprensi�n
del trabajo que yo realizaba y viceversa. Sin embargo, nunca freg� ni
limpi� el piso, pero si nuestra hija se enfermaba y el trabajo que �l
estaba realizando en ese momento era menos importante que el m�o, era
�l quien la llevaba al hospital y asum�a la responsabilidad familiar.
Pero repito, la mujer tiene que realizar un esfuerzo adicional para llegar a
una posici�n similar a la de un hombre. Pero si a ella se le brinda apoyo,
comprensi�n y se le logran potenciar sus capacidades, sin discusi�n,
esa mujer se convierte en una magn�fica dirigente o administradora.

P: Y en un mundo tan discriminador, �No ha sentido usted la
tentaci�n de discriminar a los hombres?

R.E: Jam�s. Quiz�s lo m�s maravilloso
que he logrado en los a�os que he estado dirigiendo, ha sido convertir
el colectivo que dirijo en una gran familia, y que todos se sientan parte de
la funci�n que se necesita cumplir.

P: En el proceso de la emancipaci�n femenina, �Qu�
les falta a las mujeres?

R.E: Que tengan m�s confianza en s� mismas.

P: �Y a los hombres?

R.E: Que tengan m�s confianza en las mujeres.

En entrevista realizada como parte de la investigaci�n
multifocal de la c�tedra regional UNESCO: Mujer, Ciencia y Tecnolog�a
para Am�rica Latina; ofreci� importantes valoraciones con respecto
al papel de la mujer en el �mbito de la ciencia y la t�cnica en
Cuba. Este cuestionario se aplic� a 12 directivos hombres y mujeres en
Cuba en el a�o 2002.

Percepci�n de la realidad:

P: �Cu�l es su percepci�n con respecto a la situaci�n
de la mujer (posibilidades de estudio, de desarrollo profesional, estatus en
la carrera cient�fica, posibilidades de promoci�n, productividad,
acceso a cargos de direcci�n, etc) en las instituciones cient�ficas
y tecnol�gicas?

R.E: En los campos de la ciencia y la t�cnica en Cuba
hemos avanzado mucho y las desigualdades actuales no son por concepto de g�nero.
El acceso a carreras cient�ficas es por igual para hombres y mujeres,
sin embargo, al ingresar a su vida profesional las muchachas sufren un retraso
en su formaci�n acad�mica, durante su per�odo de maternidad,
lactancia, criar hijos peque�os, el resto de la carga familiar, etc.

En algunos casos los indicadores muestran que las muchachas
son mejores alumnas en la ense�anza secundaria y universitaria, tienen
�ndices acad�micos mejores. Cuba exhibe otros impresionantes indicadores.

P: �Percibe cambios en dicha situaci�n en los �ltimos
10 a�os? �Cu�les?

R.E: Hasta el a�o 1990 hab�amos conquistado muchos
espacios, pero en los �ltimos 10 a�os hemos tenido que enfrentar
grandes dificultades de �ndole material que nos han obligado a hacer
un esfuerzo extraordinario para mantenernos activas y actualizadas en los �mbitos
de la ciencia y la t�cnica. De todas maneras las mujeres cubanas seguimos
avanzando cada vez m�s, respaldadas por una voluntad pol�tica
que desde los mismos comienzos del Triunfo de la Revoluci�n comprendi�
que un cambio profundo en la sociedad no era posible sin la incorporaci�n
de la mujer a todas las esferas de la vida socioecon�mica.

P: �Reconoce situaciones de desigualdad entre varones y mujeres
y/o de discriminaci�n hacia la mujer abiertas y encubiertas en los �mbitos
cient�ficos y tecnol�gicos? S�-No �Cu�les?

R.E: Realmente en Cuba no se perciben situaciones de desigualdad.
S� existen a�n problemas con el acceso de mujeres a cargos de
direcci�n, para lo cual se cuenta con un plan de formaci�n y superaci�n
de mujeres, con capacidades demostradas para ascender a altos niveles, en todos
los �mbitos del pa�s y no s�lo en ciencia y t�cnica.

Pueden existir situaciones de discriminaci�n inconsciente,
por atavismos o por prejuicios. Tambi�n las mismas mujeres nos autolimitados
y a veces no mantenemos una actitud activa en contra de la discriminaci�n.

P: �Percibe diferencias en este aspecto con relaci�n
a lo que ocurre entre hombres y mujeres en otros �mbitos sociales e institucionales?
S�-No �Cu�les?

R.E: S�, en otros sectores hay diferencias, por ejemplo,
en Cuba, en el sector de la Aeron�utica Civil, las mujeres son s�lo
el 17%. En sectores como los industriales e ingenieriles predominan los hombres
en cargos de direcci�n, aunque en los institutos polit�cnicos
el 50% de los estudiantes aproximadamente son mujeres.

Interpretaciones de los fen�menos:

P: �Cu�les cree que son las razones de la existencia
de igualdad o desigualdad entre varones y mujeres en formaci�n acad�mica,
carrera profesional, acceso y ejercicio de puestos de direcci�n?

R.E: Las razones de la existencia de desigualdad en la formaci�n
acad�mica son en primer lugar la maternidad y la doble carga de trabajo
y luego la responsabilidad con los ancianos de la familia, que tambi�n
sobrecargan la labor de las mujeres. El fen�meno de la desigualdad o
igualdad se manifiesta de acuerdo con el nivel educacional de la poblaci�n.

Hoy en Cuba, el nivel es alto, no hay analfabetismo, y tenemos
excelentes indicadores de mujeres que han completado su ense�anza media
o t�cnica profesional, tambi�n las universitarias, ingenieras,
m�dicos y cient�ficas. Ya la mujer cubana planifica la familia,
con �ndices de natalidad como en Europa.

P: �Cu�l cree usted que es la idea predominante en los
�mbitos de ciencia y t�cnica sobre la capacidad intelectual de
las mujeres para las matem�ticas? �Y para otras ramas de las ciencias
�duras�?

R.E: La capacidad intelectual de hombres y mujeres es la misma.
En Cuba, antes del Triunfo de la Revoluci�n las mujeres que ten�an
la posibilidad estudiaban en las Escuelas Normales y en la pr�ctica no
hab�a mujeres realizando actividades cient�ficas propiamente.

Existe una preferencia de las mujeres por las carreras de
Ciencias Sociales y en ciencias duras son menos, pero es tradici�n y
no por capacidades y talento.

No creo en eso de que los negros no son buenos para las ciencias,
ni en que las mujeres tienen menos capacidades para las ciencias duras, siempre
se trata de una interacci�n entre el medio social donde se forma la persona,
familia, maestros, y profesi�n que elige.

P: �Cree usted que en dichos �mbitos se piensa que las
mujeres cient�ficas tienen un desempe�o distinto al de los varones,
por ejemplo, en cuanto a su creatividad, a su responsabilidad, a sus ambiciones,
a su productividad?

R.E: Las mujeres son m�s creativas, pues crecemos ante
conflictos y retos que nos impone el mismo medio social; y por lo tanto desarrollamos
m�s recursos de supervivencia para abrirnos espacios y caminos en la
vida cient�fica. Administramos mejor los recursos que se ponen a nuestra
disposici�n, somos m�s organizadas y cuidadosas, m�s honestas
y menos propensas a la corrupci�n.

En cuanto a producci�n cient�fica, las mujeres
estamos en condiciones de igualdad y existen muchos ejemplos, mi experiencia
personal es que yo escrib� mi tesis de doctorado durante la licencia
de maternidad cuando naci� mi hija.

En cuanto a ambiciones, s� creo que las mujeres tienen
menos ambiciones en los �mbitos de ciencia, no se proponen metas, sobre
todo en cuanto a acceso a cargos directivos. Muchas de nosotras hemos llegado
a altos niveles de direcci�n sin hab�rnoslo propuesto. Sin embargo,
los hombres s� ans�an cargos directivos, se trazan prop�sitos
y ambicionan (en el sentido sano), ser jefes de un Departamento o un Laboratorio
o de un instituto cient�fico.

P: �Cree usted que se piensa que algunas ramas de la ciencia
son m�s apropiadas para las mujeres? S�- No �Cu�les?

R.E: No, no creo que existan unas ramas m�s apropiadas
que otras. No interpreto las diferencias num�ricas entre hombres y mujeres
que existen en diferentes sectores, como que sean m�s apropiados o no
para las mujeres, sino que el medio social condiciona las preferencias por unas
ramas u otras.

Valores:

P: Presentamos las siguientes situaciones problem�ticas
y solicitar que respondan la consigna adjunta:

Caso 1:

Una instituci�n cient�fica que cuenta en su plantel
con el 50% de mujeres, de las cuales 1/3 tiene hijos peque�os, recibe
un subsidio del gobierno y debe optar entre utilizarlo para construir una guarder�a
o comprar un equipamiento para el desarrollo de un proyecto. �Cu�l ser�a
su opci�n? �Por qu�?

R.E: En Cuba ese caso no es v�lido, pues la guarder�a
infantil la construye el Estado, pues sus fondos no compiten con los fondos
para un proyecto de investigaci�n. Pero en el caso de que se diera esa
situaci�n, consultar�a con el colectivo del centro y casi seguro
decidir�amos para construir la guarder�a.

Caso 2:

Asignaci�n de subsidio para asistir a un congreso en
el exterior; los 2 primeros candidatos son una investigadora embarazada y un
var�n con iguales credenciales acad�micas y profesionales. �A
qui�n se lo dar�a? �Por qu�?

R.E: Primero, depende del tiempo de embarazo de la investigadora,
pues si es avanzado no puede volar en avi�n. Si est� en los primeros
meses, entonces favorecer�a a la mujer, pues despu�s de tener
su hijo sufrir� un retraso en su formaci�n acad�mica y
tendr� menos posibilidades de viajar al exterior.

Caso 3:

En un laboratorio se asigna la jefatura de un proyecto a un
var�n cuando en su equipo hay mujeres con mayor experiencia y trayectoria
acad�mica. �Qu� opini�n le merece? �Cu�l ser�a
su actitud al respecto?

R.E: Me parece muy mal, el jefe debe ser el que tiene mejores
condiciones. Mi actitud ser�a pedir que se reanalizara el caso en el
Consejo Cient�fico o de Direcci�n.

Experiencias: Vida personal y familiar:

P: �De qu� manera organiza su vida familiar y su trabajo?
�Qu� experiencia puede transmitir en este sentido?

R.E: Con mi esposo, ya fallecido, siempre organizamos la vida
familiar e hicimos un pacto para nunca dejar sola a nuestra �nica hija.
Cuando acced� al cargo de Ministra mi esposo constituy� un gran
apoyo.

P: �Considera que desempe�arse en el campo de la ciencia
y la t�cnica ha modificado su vida personal en alg�n aspecto?
S�-No �En cu�les?

R.E: La ha modificado, pero para bien, no estoy arrepentida
de mi vida en este campo, si bien es cierto que no hab�a pensado que
mi vida se desarrollar�a as� como ha sido, m�s como cient�fica
que como m�dico. Pero este desempe�o me ha dado grandes satisfacciones
y realizaci�n personal.

P: �Considera que la vida familiar influye de manera diferente
en el desempe�o profesional de varones y mujeres? S�- No �Por
qu�?

R.E: S�, influye de manera distinta, pero para bien.
La mujer que no tiene hijos ni funda familia es una frustrada de cierta forma.
Al ser madres somos m�s plenas, disfrutamos la vida familiar. Tuve el
privilegio de tener un matrimonio muy feliz durante 30 a�os.

P: �Ha experimentado en su vida profesional alguna situaci�n
de discriminaci�n por razones de g�nero o ha sido testigo de este
tipo de problema con otras personas de su medio? En caso afirmativo, por favor,
relate esa situaci�n.

R.E: S�, recuerdo una situaci�n de discriminaci�n
en un viaje a los expa�ses socialistas siendo la Presidenta de la Academia
de Ciencias de Cuba, en 1986. En ese momento hac�a poco que hab�a
asumido el cargo. Primeramente mi hom�logo no me recibi� hasta
despu�s de una semana y luego alguien me coment� que en los pasillos
se dec�a:�ella es la nueva Presidenta de la Academia Cubana. �De qui�n
ser� la esposa? Como si una mujer no pudiera acceder a un alto cargo
por sus propios m�ritos y trayectoria cient�fica. Esa percepci�n
a�n subsiste en muchos pa�ses y sectores, no s�lo en el
de la ciencia.

P: �Qu� sentimientos y sensaciones le produjo la misma?
�Qu� actitud adopt� en esa circunstancia?

R.E: Me molest� mucho eso, pues no se valoraba que hab�a
llegado al cargo por mis m�ritos cient�ficos, sino por otras no
muy claras razones. Mi actitud fue demostrarles en las entrevistas, en los discursos,
en conversaciones directas, qui�n era yo y cu�l era mi actividad
cient�fica y mis posiciones pol�ticas.

Conocimientos sobre normativas en este tema:

P: �Tiene conocimiento de recomendaciones y propuestas nacionales,
regionales e internacionales para alcanzar la igualdad de g�nero en estos
campos? S�- No �Cu�les?

R.E: S�, conozco las legislaciones vigentes en Cuba
que protegen a la mujer, como la ley de maternidad, el C�digo de Familia,
la FMC, que ha hecho mucho por la mujer en todos los �mbitos.

Tambi�n para nosotras han sido muy importantes los
acuerdos tomados en la Cumbre Mundial en Beijing y en Cuba existe una comisi�n
lidereada por la FMC, que recopila y somete a an�lisis las acciones tomadas
en cada Ministerio e instituciones estatales en respuesta a dichos acuerdos,
y esto se hace cada a�o.

Propuestas de cambios:

P: �Ha implantado la instituci�n a la que usted pertenece
cambios en las normativas institucionales, programas u otras medidas para revertir
manifestaciones de inequidad por razones de g�nero? S�- No �Cu�les?
En caso afirmativo �cu�les han sido los resultados alcanzados?

R.E: S�, en mi instituci�n atendemos la pol�tica
estatal del gobierno cubano de promover el acceso de la mujer a cargos de direcci�n.
Yo creo que cuando una mujer ocupa una responsabilidad de alto nivel, ella misma
sirve de modelo a otras mujeres y promueve a otras a hacer lo mismo.

P: �Ha implementado usted en su instituci�n propuestas
en este sentido? S�- No �Cu�les? En caso afirmativo �Cu�les
han sido los resultados y su evaluaci�n al respecto?

R.E: Estando en altas posiciones podemos entender mejor sus
problemas. No se trata de dar facilidades, ni promover a mujeres con escasa
formaci�n acad�mica, sino que ante igual curr�culo, favorezco
que sea una mujer la que ocupe el cargo.

Mi evaluaci�n es muy positiva. Estoy muy satisfecha
de mi trabajo con mujeres en las altas esferas de la direcci�n cient�fica
en Cuba.

P: �Cu�les considera usted que ser�an las facilidades
y/u obst�culos, las personas comprometidas u opositoras, las estrategias
a tener en cuenta para la concreci�n de esos cambios?

R.E: Las mujeres tenemos que romper muchas m�s barreras
para desarrollarnos, por lo que al llegar a las m�s altas posiciones
tenemos habilidades y recursos para la actuaci�n y la toma de decisiones
que muchos hombres que acceden por una v�a m�s natural y con menos
esfuerzo y dedicaci�n personal.

A partir de todos estos criterios se aceptan las posiciones
de ambas personalidades, si bien es cierto que se ha avanzado mucho en nuestro
pa�s con respecto al tema de la igualdad de g�nero; tambi�n
es necesario destacar que a�n persisten prejuicios, sobre todo en cuanto
a las capacidades de la mujer para ocupar cargos de direcci�n en las
altas esferas. Hay sectores en los que esta problem�tica es m�s
evidente que en otros, pero tambi�n hay que reconocer que la pol�tica
de cuadros del pa�s prioriza el acceso de las f�minas a estas
posiciones, e incluso lo tiene como uno de sus objetivos. S�lo deben
romperse algunas barreras mentales para echar por tierra ya esa frase trillada
que caracteriza a la mujer como "sexo d�bil", pues como
se ha comprobado ambos t�rminos quedan fuera de contexto.

CONCLUSIONES



  1. La participaci�n social de la mujer est� limitada
    mayormente por factores socioculturales y no biol�gicos.
  2. El t�rmino g�nero comenz� a utilizarse en lugar de
    sexo hace m�s de 25 a�os.
  3. Las mujeres debemos realizar un esfuerzo mayor para acceder a cargos de
    direcci�n que los hombres.
  4. Para lograr la verdadera emancipaci�n femenina a las mujeres nos
    falta tener m�s confianza en nosotras mismas; y a los hombres que tengan
    m�s confianza en las mujeres.
  5. En el �mbito de la ciencia y la t�cnica las desigualdades
    actuales no son por concepto de g�nero.
  6. El fen�meno de la igualdad o desigualdad se manifiesta de acuerdo
    con el nivel educacional de la poblaci�n.
  7. Es el medio social el que condiciona las preferencias de las mujeres y hombres
    por unas ramas u otras de las ciencias.
  8. Existen legislaciones vigentes en Cuba que protegen a la mujer, aunque se
    necesita seguir avanzando para alcanzar la igualdad de g�nero en muchos
    �mbitos profesionales.
  9. En los �ltimos 15 a�os hemos tenido que enfrentar grandes
    dificultades de �ndole material que nos han obligado a hacer un esfuerzo
    extraordinario para mantenernos activas y actualizadas en los �mbitos
    de la ciencia y la t�cnica.

REFERENCIAS BIBLIOGR�FICAS

CRUZ GONZALEZ, PACO. 2004. Firmeza y Dulzura. Revista Ciencia,
Innovaci�n y Desarrollo. Ciudad de la Habana. Volumen 9. No.2. pgs 10-11.

Entrevista a la Ministra Rosa Elena Sime�n Negr�n
como parte de la investigaci�n multifocal de la c�tedra regional:
UNESCO: mujer, ciencia y tecnolog�a para Am�rica Latina. Revista
Ciencia, Innovaci�n y Desarrollo. Ciudad de la Habana. Volumen 9. No.2.
pgs 25-31.2004.

Equidad de G�nero en Pr�ctica. Manual para COSUDE
y sus contrapartes. Suiza: Agencia para el desarrollo y la cooperaci�n,
2003. 150p.

GONZALEZ SUAREZ, MARICEL. 2005. Donde habitan huellas de mujer.
Revista Mujeres. Ciudad d la Habana. No.1. pgs 15-17.

MASTERS WILLIAM H., JOHNSON VIRGINIA E. 1988. La Sexualidad
Humana. Edici�n Revolucionaria. Ciudad de la Habana.

Sociolog�a del Deporte. Selecci�n de lecturas
para la docencia. Editorial Deportes. Ciudad de la Habana.2004.

SUAREZ MORENO, MARILYS. 2005 Ni�os y ni�as �se
cr�an iguales?. Revista Mujeres. Ciudad de la Habana. No.1.

 

AUTORES:

Lic. Ana Yipsy L�pez Mili�n

Lic. Yicel Alonso Hidalgo

anayipsy[arroba]yahoo.es

INSTITUCI�N: Sede Universitaria Municipal Palmira. Universidad de

Cienfuegos. Cuba.

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