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La histerectomía vaginal en Pinar del Río. Experiencias en su aplicación



Partes: 1, 2

    1. Origen de la operación
      quirúrgica histerectomía
    2. Evolución de la
      técnica quirúrgica desde mediados del siglo XIX
      hasta nuestros días
    3. Situación
      de la técnica de histerectomía vaginal sin
      prolapso en Cuba al Triunfo de la
      Revolución
    4. Evolución
      de la técnica de histerectomía vaginal sin
      prolapso en Pinar del Río
    5. Repercusión
      de la aplicación de la técnica de
      histerectomía vaginal sin prolapso en Pinar del
      Río
    6. Conclusiones
    7. Referencias
      bibliográficas

    Si el médico no quiere engañarse
    así mismo, ni engañar a los demás debe
    saber lo que otros médicos aprendieron antes que
    él.

    Hipócrates

    INTRODUCCIÓN

    Actualmente el analfabetismo
    científico y tecnológico es mucho más
    inquietante que en cualquier época anterior. Es peligroso
    que las personas ignoren lo que significa la
    contaminación, el calentamiento atmosférico, la
    desaparición de las especies, los problemas que
    se relacionan con el uso de las diferentes fuentes de
    energía, la seguridad de las
    comunicaciones, la solución de enfermedades del hombre, de
    condiciones de vida de los más pobres. Cómo
    podrán tomar decisiones, incidir en políticas
    de sus países si desconocen todos estos y muchos
    más problemas y su repercusión en el futuro
    (1).

    La sociedad
    contemporánea vive una época de grandes cambios
    sociales, científicos y tecnológicos. La historia de la tecnología muestra que su
    convergencia con la ciencia no
    se limitó a la mera absorción del conocimiento
    objetivo de
    ésta última sino que, quizá más
    importante, absorbió también sus métodos
    experimentales y su marco institucional.

    Así, las tecnologías mismas se hicieron
    científicas y, además, dieron paso a las ciencias
    específicamente tecnológicas cuyas diferencias con
    sus "más puras" relaciones son que ellas buscan los tipos
    de conocimiento más cercanamente asociados con la
    práctica.

    De acuerdo con Núñez, (2003), lo que
    entendemos por ciencia se le
    puede analizar como sistema de
    conocimientos que modifica nuestra visión del mundo real y
    enriquece nuestro imaginario y nuestra cultura; se le
    puede comprender como proceso de
    investigación que permite obtener nuevos
    conocimientos entendida como la tradición
    filosófica la ciencia es abordada como la confidencia del
    conocimiento con la realidad, como la producción de conocimiento. Los estudios de
    ciencia, tecnología y sociedad (CTS) la conciben,
    además de producción de conocimiento
    también, difusión y aplicación de
    este.

    Es posible, entonces atender sus impactos
    prácticos y productivos, caracterizándola como
    fuerza
    productiva que propicia la transformación del mundo y es
    fuente de riqueza; la ciencia también se nos presenta como
    una profesión debidamente institucionalizada portadora de
    su propia cultura y con funciones
    sociales bien identificadas.

    En general la ciencia puede definirse como un sistema de
    conocimientos que se adquieren como consecuencia del
    proceso de investigación científica, acerca de
    la naturaleza, la
    sociedad y del pensamiento,
    que se encuentra históricamente condicionado en su
    desarrollo y
    que tiene como base la práctica social de la humanidad
    (Notario, 2000).

    Por otra parte debe admitirse que la ciencia es un
    fenómeno sociocultural complejo que posee sus propias
    fuerzas motrices, lo que impide hablar de un condicionamiento
    casual lineal y mecánico entre la sociedad y la ciencia.
    Por lo tanto es conveniente reflexionar lo indicado por
    Núñez, 2004. "La tecnología, por tanto, no
    es autónoma en un doble sentido: por un lado no se
    desarrolla con autonomía respecto a fuerzas y factores
    sociales, y, por otro, no es segregable del sociosistema en que
    se integra y sobre el que actúa (como elemento que es de
    su sociosistema, su aplicación a otros sociosistemas
    diferentes puede acarrear problemas y efectos imprevistos). La
    tecnología forma una parte integral de su sociosistema,
    contribuye a conformarlo y es conformada por él. No puede,
    por tanto, ser evaluada independientemente del sociosistema que
    la produce y sufre su efecto.

    De tal forma ella posee su especificidad,
    autonomía relativa, eficacia propia,
    capacidad de influencia sobre las restantes actividades e
    instituciones
    sociales. En su maduración y progreso la ciencia puede
    crear potencialidades que trascienden las expectativas que de
    ellas tienen los agentes y estructuras
    sociales que la fomentan o al menos toleran. En su capacidad de
    penetración de la vida material y espiritual de la
    sociedad la ciencia puede devenir un factor decisivo de
    ésta (Núñez, 2003).

    El hombre de otros tiempos tuvo que enfrentar grandes
    retos, muchos resolvió, otros escaparon al alcance de su
    época. El hombre
    actual tiene ante sí la revisión de los problemas
    resueltos, enfrentar los no resueltos y los propios de nuestra
    época, a ello se suman la
    Globalización mundial la concentración de los
    poderes políticos, militares y la gestión
    empresarial. Globalización significa la creciente
    interdependencia de los pueblos del mundo ( Human Development,
    1999).

    Aunque aparentemente esto pretende ofrecer grandes
    oportunidades para enriquecer las vidas de las personas y crear
    una comunidad mundial
    basada en valores
    compartidos. Realmente esto no es así, los mercados dominan
    el proceso, provocando que los beneficios y las oportunidades no
    se compartan equitativamente.

    Existiendo un desequilibrio, donde el "Polo Norte"
    posee los más altos por ciento de ingresos, siendo
    la zona que menor por ciento de población tiene. A diferencia del "Polo
    Sur" con un por ciento de población mayor, vive en los
    países más pobres y posee los ingresos más
    bajos del mundo.

    Parafraseando a Ainkenhead (citado por Vilches) 1:
    nuestras sociedades
    necesitan mujeres y hombres que sepan desplegarse en un mundo
    impregnado por el desarrollo científico y
    tecnológico, que sean capaces de adoptar actitudes
    responsables y tomar decisiones fundamentales frente a ese
    desarrollo y sus consecuencias.

    De los múltiples problemas que enfrenta la
    mayoría de la población mundial son la pobreza y
    desigualdades en el sector de la salud los más
    importantes. Múltiples autores (2-5) plantean que la
    pobreza y la
    mala salud están interrelacionadas. Los países
    pobres tienden a presentar peores resultados sanitarios que los
    ricos y dentro de cada país las personas pobres tienen
    más problemas de salud que los acomodados. La
    asociación entre la pobreza y la mala salud reflejan una
    causalidad bidireccional, pues los recursos no
    están al alcance de los pobres y por tanto estos problemas
    elementales en la vida se convierten también en
    mercancías, que son comercializadas a altos precios.

    En este contexto de país subdesarrollado,
    Cuba si puede
    exhibir logros en la salud que no corresponden a esa
    categoría e investigaciones
    que solo sean de países desarrollados.

    Son aleccionadoras las palabras de Engels (Citado por
    Núñez 1999) 6: "una necesidad técnica empuja
    más a la ciencia que diez universidades, es decir no
    existe una acumulación del saber al margen de las demandas
    sociales".

    En el presente trabajo nos
    propusimos como objetivo mostrar los problemas que se
    presentan para la realización de una investigación
    científica o introducción de nuevos procederes
    quirúrgicos en la actividad médica, con cuantos
    problemas de naturaleza no teórica se enfrentan los
    especialistas e investigadores de la salud, en la actividad
    científica es decir algunos problemas
    sociales de la ciencia y la tecnología en esta
    esfera.

    DESARROLLO.


    Origen de la operación quirúrgica
    histerectomía

    Hace cientos de miles de años el antecedente del
    hombre comenzó a caminar de forma erecta
    (bipedestación), haciendo posible múltiples cosas y
    que le sirvió de mucho para la defensa e incluso para la
    caza. Esto motivó una serie de alteraciones en su sistema
    locomotor, pudiéndole ocasionar múltiples
    trastornos en la columna vertebral, varices. En la mujer el
    útero tiende a descansar sobre la pelvis en lugar de sobre
    el abdomen como ocurre en los cuadrúpedos lo que
    constituye un factor muy importante para el descenso y salida del
    útero a través de la vagina.

    Con el desarrollo de las sociedades comenzó a
    verse lo que antes quizás no se le daba importancia o se
    veía como algo natural e imposible de resolver: el
    prolapso del útero.

    Es necesario en breves palabras referirse al
    término prolapso del útero para lograr una mejor
    comprensión sobre el tema:

    Prolapso significa la salida de un órgano de su
    lugar normal en el cuerpo, Por tanto prolapso uterino se refiere
    a cuando el útero desciende a través de la vagina,
    pudiendo llegar a la vulva o incluso salir a través de
    ella.

    En casi la totalidad de las pacientes dicho prolapso
    estará acompañado de la vejiga o del recto, o
    ambos. Esto se produce en primer lugar como un factor de gran
    importancia como ya se había referido anteriormente, por
    la bipedestación. Otra causa de gran importancia es
    considerada los partos, sobre todo los partos difíciles,
    donde se puede presentar desgarros de elementos como:
    laceraciones de los músculos perineales, distensión
    de los ligamentos que los fijan, esfuerzos físicos,
    severos o grandes, etc. Esta es la causa que originó las
    primeras operaciones sobre
    el útero hace mas de veinte siglos y así fue como
    se comenzó la cirugía ginecológica por
    vía vaginal, pues no se puede hacer de otra forma. En
    aquel entonces se le daba el nombre de histerectomía a
    operaciones que en realidad eran la extirpación del cuello
    uterino, ya que no se conocía realmente la anatomía de este
    órgano.

    La palabra histerectomía viene del griego
    histero que significa útero y ectomía
    que quiere decir extirpar.

    Hay referencias (citadas por Telinde): 7 de
    histerectomías vaginales realizadas en el siglo V antes de
    nuestra era. Sorano de Efeso el ginecólogo de mayor fama
    de la antigüedad, practicó una histerectomía
    vaginal en un útero gangrenado en el siglo II de nuestra
    era. Debe tenerse en cuenta que realmente lo que debe haber
    extirpado fue el cuello uterino, pues como ya se había
    explicado anteriormente no existían los conocimientos
    anatómicos de los órganos genitales
    femeninos.

    Siempre las referencias a histerectomías en
    aquellos tiempos eran en úteros prolapsados por las
    razones antes expuestas.

    No existen más anotaciones con relación a
    dicha operación hasta 1517 en Italia en que
    Jacobo Berengario con una técnica desarrollada por su
    padre realizó varias de estas operaciones sin precisarse
    el resultado de las mismas.

    En 1560 Andrés Della Croce en España,
    practicó la histerectomía vaginal, sin tener
    referencia a la evolución posterior de la
    paciente.

    En 1600 Schinek de Grabenberg reunió e
    informó de 26 histerectomías vaginales con
    resultados aceptables para la época. Ahora bien estas
    histerectomías fueron vaginales y en casi todas el
    útero estaba prolapsado o invertido.

    Mathien (citado por Telinde):7 refiere: "estas personas
    veían un útero prolapsado o invertido que
    protruía de la vagina y sin reconocer su naturaleza
    temerariamente lo seccionaban. Es milagroso que algunos de las
    heroicas pacientes sobrevivieran a esta formidable
    prueba".

    Las histerectomías (siempre vaginales) por sus
    resultados negativos dejan de realizarse y con el aumento de los
    conocimientos sobre todo de la anatomía y la
    introducción de nuevas técnicas,
    ya en el siglo XVII se realizan muy
    esporádicamente.

    Se vuelve a tener referencias de esta operación
    en el siglo XIX pues desde 1800 a 1816 Baudeloque, un
    médico francés realiza 23 histerectomías
    vaginales al igual que Osiander en Alemania. En
    1810 Wrusberg presentó un trabajo en Viena en el que
    recomendaba la histerectomía vaginal para el cáncer
    del útero. Langenberek, un cirujano Alemán
    realizó una histerectomía vaginal en 1813 con
    éxito.
    Sauter fue el primero en usar ligadura de los vasos
    sanguíneos en 1822.

    En 1829 Recamier en Francia,
    realizó una histerectomía vaginal con buenos
    resultados. En ese mismo año Warren en Estados Unidos de
    América
    realiza la primera histerectomía vaginal en dicho
    país, pero la paciente murió al 4to día de
    la operación.

    Debido a resultados desfavorables obtenidos
    por los ginecólogos con esa operación y muchas
    más en la vía abdominal, ya en 1815 se consideraba
    imposible la realización de la histerectomía por
    esta via. Este era el
    criterio de gran parte de los médicos.

    El muy respetable cirujano Alemán Dieffenboch
    dijo: "Sacar todo el útero a una mujer significa
    la remoción del alma de ella,
    incluso si es un alma enferma. En mi opinión no existe una
    indicación para esa operación. El intento de
    extirpación del útero tiene más del carácter de un relato de asesinato que de
    una operación quirúrgica curativa ".

    En 1825 Lengenbek hizo el primer intento de extirpar el
    útero a través de una incisión abdominal. La
    operación se realizó por cáncer de cuello
    uterino avanzado y duró el acto quirúrgico 7
    minutos, muriendo la mujer horas después.

    Algunos otros intentos se realizaron en Inglaterra y
    Estados Unidos de América y todos las pacientes murieron
    por hemorragia. Stover en Europa
    afirmó: "pocas de las operaciones mayores han tenido
    resultados tan uniformes como la extirpación del
    útero. La voz de la profesión afirma que la
    operación es injustificable".

    Las elevadas estadísticas de mortalidad y morbilidad en
    la histerectomía hicieron exclamar al cirujano español
    Argamusa (citado por Croasen Serrano: 8 1928): "el solo anuncio
    de la operación conmueve, la matriz a pesar
    de su profundidad y supremacía ha caído
    también en manos de la cirugía, quizás para
    desgracia de ella y de las mujeres".

    A pesar de los múltiples fracasos de los
    ginecólogos en esos más de 15 siglos
    persistió el interés
    por el tratamiento quirúrgico de los problemas del
    útero. Muchos de los intentos, quizás
    injustificados o irresponsables fallaron, pero sentó el
    interés por resolver el problema técnico que
    movilizó a decenas de generaciones de médicos para
    encontrar una solución aceptable.

    Evolución de la técnica
    quirúrgica desde mediados del siglo XIX hasta nuestros
    días

    Ya a partir de la década del 40 del siglo XIX se
    van introduciendo nuevos elementos técnicos para la
    realización de la histerectomía que
    consistían en controlar lo más posible el dolor,
    las hemorragias y las infecciones.

    Aquí se puede corroborar las palabras de Engels
    citadas anteriormente. "Una necesidad técnica empuja
    más a la ciencia que diez Universidades, es decir, no
    existe una acumulación del saber al margen de las demandas
    sociales".

    La demanda social
    se expresaba en: los sufrimientos de cientos de miles de mujeres
    con prolapso uterino, hemorragia uterina de múltiples
    causas, cáncer, etc.

    Un importante avance de las prácticas
    médicas fue el descubrimiento de las ligaduras de los
    vasos sanguíneos en la década del 20 del siglo XIX
    por Sauter, quien resuelve la principal causa de muerte
    (hemorragia) y otras complicaciones, lo que hizo bajar
    grandemente la mortalidad (para aquella época) de la
    histerectomía vaginal. Esto no significó lo mismo
    para la histerectomía abdominal, pues el abdomen se
    infesta más que la vagina.

    Ya en 1893 Schuchardl en Alemania describió una
    técnica para la histerectomía vaginal en el
    cáncer de cuello uterino, que reportó una gran
    ventaja en cuanto a facilitas los procedimientos
    operacionales de realización de la
    histerectomía.

    En la década del 90 del siglo XIX
    simultáneamente Westheim y Schauta describen en Viena una
    técnica para la histerectomía abdominal y vaginal
    respectivamente en el cáncer invasivo del cuello del
    útero. El aporte de estos maestros de la cirugía
    ginecológica constituyó un monumental avance en el
    tratamiento de dicha enfermedad y es actualmente la
    técnica utilizada en el mundo.

    Con el avance de la profilaxis de las infecciones
    introducidas por Semelweis y Líster (citado por Van
    Cooverdeen)9; la utilización de la anestesia y los
    conocimientos para disminuir las hemorragias, el descubrimiento
    de las sulfas y posteriormente de los antibióticos, todo
    estos factores posibilitaron que la histerectomía
    abdominal que es más fácil de enseñar y de
    realizar para el tratamiento de las enfermedades y
    síntomas ginecológicos, se hiciera muy frecuente.
    Marcando esto la mayoría de edad de la cirugía
    ginecológica y consecuentemente permitiendo que dicha
    cirugía se abra paso en el desarrollo de las operaciones
    ginecológicas.

    En esas circunstancias la vía abdominal para la
    histerectomía fue ganando adeptos (se aprende y realiza
    más fácil) y ya en la década del 50 del
    siglo XX es la operación electiva que más se
    realiza. Esto provoca que en el mundo desarrollado se olvide la
    técnica de la vía vaginal porque ya los que la
    utilizaban ya no están presentes, deja de enseñarse
    dicha técnica, constituyendo la vía abdominal mucho
    más fácil de enseñar, aunque menos segura
    por los riesgos que
    implica. Es importante destacar que fuera de los contextos
    europeos y norteamericanos prácticamente, nunca se
    había hecho una intervención de
    histerectomía por la vía vaginal sin que el
    útero esté prolapsado, de modo que, no se
    enseñaba porque se realizaba poco y por tanto no se
    podía aprender por los nuevos especialistas.

    En los países subdesarrollados ni pensar en hacer
    la técnica de la vía vaginal, ya que aprenderla era
    posible solo prácticamente en estudios en el exterior,
    realizándose las intervenciones por vía
    abdominal.

    No obstante se ha demostrado que la vía vaginal
    es actualmente la técnica de más seguridad para la
    histerectomía en el mundo, además de ser mucho
    más costosa en la medicina
    privada. Por tal motivo muchos especialistas de
    diferentes partes del mundo vienen a Cuba a realizar pasantías en esta
    técnica.

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