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La violencia familiar y la educación (página 3)



Partes: 1, 2, 3

CAPITULO
III

LA VIOLENCIA
FAMILIAR Y LA EDUCACIÓN

Un estudio de la
doctora Felicia Marie Knaul y Miguel Ángel Ramírez
sobre el impacto de la violencia
familiar en las niñas y niños,
indica que este tipo de maltratos impiden que las víctimas
alcancen su máximo nivel educativo al tiempo que
deteriora su salud física y
emocional.

El documento
señala que cuando llegan a la edad adulta, esas
niñas y niños pueden tener menos éxito
que el resto en el mercado laboral y, debido
a que la violencia familiar tiende a reproducirse, tienen mayores
probabilidades de convertirse en perpetradores de violencia
contra las y los integrantes de la familia que
formarán en un futuro.

La investigación documenta las repercusiones
del abuso infantil en los resultados del mercado laboral de las y
los adultos, así como el efecto de la violencia familiar
en los logros educativos de niñas y
niños.

También
considera la frecuencia del maltrato
infantil y la transferencia intergeneracional de la violencia
basándose en la Encuesta sobre
Violencia
Intrafamiliar (ENVIF) realizada por el Instituto Nacional de
Estadística, Geografía e Informática (INEGI) en la Ciudad de
México
durante el tercer trimestre de 1999.

La encuesta
explora la frecuencia del abuso físico, emocional y sexual
en el hogar donde crecieron las y los encuestados adultos. La
muestra
incluyó 5 mil 174 hogares (20 mil 600 personas) de la
Ciudad de México y 34 municipios conurbados.

Asimismo, indica
que más de 28 por ciento de las personas entrevistadas
sufrió maltrato infantil y que el ingreso familiar per
cápita y la educación de la
jefa o jefe de familia tienden a
ser menores entre familias que padecen este tipo de violencia que
entre las que no la experimentan.

Otro resultado
clave indica que haber sufrido maltrato infantil aumenta la
probabilidad
del adulto de vivir en una familia violenta de no existir
programas y
proyectos
preventivos. Además, expone un patrón consistente:
las y los adultos que no fueron golpeados o insultados durante su
niñez tienden a percibir mayores salarios.

Los resultados de
este análisis sugieren que la violencia y el
maltrato durante la infancia
afecta a una considerable proporción de familias
mexicanas.

Más
aún, indica la investigación, las niñas y
los niños víctimas de abuso, muchos de los cuales
se encuentran ya en una situación desventajosa por
provenir de familias pobres y con poca escolaridad, tienen
mayores probabilidades de percibir salarios bajos en su edad
adulta.

Éstos son
dos factores mediante los cuales se perpetúa la violencia
y se refuerza el ciclo de pobreza.

3.1 – Impacto de la violencia
doméstica en los niños, niñas y
jóvenes de acuerdo a las etapas educativas

3.1.1.-
Preescolares:

Estudiosos
señalan que en esta edad los niños y las
niñas se sienten, particularmente desamparados y
vulnerables. Pueden sentir miedo y desarrollar pocas estrategias para
enfrentar situaciones conflictivas. Muchos (as) tienden a violar
las normas familiares
de manera agresiva; otros (as) se retraen. Tienden a lloran
frecuentemente, a tener problemas con
el sueño, pesadillas y carácter irritable. Su mayor deseo suele
ser que la familia se mantenga unida.

3.1.2.- Escuela
Primaria:

Aunque entre los
seis y los doce años, los niños y las niñas
ya dominan un mayor número de estrategias para lidiar con
los conflictos y
los eventos
traumáticos, pueden presentar la tendencia a exhibir
comportamiento
depresivo persistente. Podrían experimentar sentido de
culpabilidad,
vergüenza y ambivalencia hacia los padres. Tienden a
intervenir en los incidentes de violencia familiar, para proteger
a la víctima. Pueden desarrollar relaciones conflictivas
con sus pares y de desconfianza con las personas
adultas.

3.1.3.- Escuela
Secundaria:

Los y las
jóvenes expuestos repetidamente a incidentes de violencia
doméstica tienden a aislarse de sus familias. Muchos(as)
podrían abandonar el hogar y la escuela a temprana edad.
Pueden exhibir comportamientos violentos, autodestructivos o
antisociales, como el uso de drogas, la
delincuencia y
el vandalismo o destrucción de propiedades. Tienden a
desarrollan relaciones de poca empatía y desconfianza con
las personas adultas. Pueden involucrarse en relaciones de pareja
abusivas, donde confunden el amor con la
violencia y ven el maltrato como natural.

3.2
Características en los educandos victimas de violencia
familiar.-

Los estudios
sociales nos indican que los educandos se ven afectados cada vez
mas por problemas familiares, mala alimentación,
enfermedades,
desempleo de
sus padres y violencia intra familiar, como reconocer a estas
victimas, para ello debemos estar pendientes de las siguientes
manifestaciones que son señal de alerta de violencia
familiar.

3.2.1.-
Ansiedad:

Es una
manifestación de temor o miedo frente a algo conocido o
frente a algo cuyo origen no conocemos o entendemos.

Se caracteriza por
sudoración excesiva de manos, el corazón
les late fuertemente, se muestran inseguros, tienen muchos
miedos, manifiestan tener dificultades para dormir ( ojeras,
bostezos, dormir en clase, etc.),
se comen las uñas, tartamudean y problemas de
concentración.

Cada educando
tiene su propia forma de expresar su ansiedad, y ante un mismo
hecho las personas reaccionan de diferentes maneras.

La ansiedad se
manifiesta de formal más conductual que verbal en los
niños y adolescentes,
en los jóvenes es más verbal que
conductual.

Las
manifestaciones de la ansiedad pueden ser una o varias a la
vez.

3.2.2.-
Agresividad:

Es una
energía innata del ser humano que nos hace actuar frente a
determinadas situaciones y que si no se canaliza adecuadamente se
convierte en una energía destructiva.

La agresividad
puede expresarse de diversas formas individuales o grupales, si
vivimos en un ambiente
violento, aprendemos a identificarnos con este tipo de conducta, que
genera rabia, cólera,
deseos de hacer daño,
destruir, etc.; si embargo pueden ser modificadas por la
experiencia a través de la educación.

La agresividad en
si no es un problema, muchas veces se confunde con malcriadse,
enfermedad, retraso mental, etc., su verdadero problema es su
forma de expresión dañina.

3.2.3.- Depresión:

Es un estado
afectivo de tristeza profunda que, por si intensidad,
duración y condiciones de aparición, genera
abatimiento, perdida de interés e
insatisfacción, acompañado de una actitud
negativa frente al pasado presente y futuro y con manifestaciones
somáticas.

Se manifiesta en
los niños con decaimiento, falta de comunicación, llanto, a veces ausencia de
movimiento,
perdida del apetito, no juegan con otros niños,
aislamiento, perdida de autonomía, enuresis(no controlan
la micción), pesadillas, falta de estados de euforia; en
el caso de adolescentes se suman la falta de fe en la vida,
deseos de no seguir existiendo, preguntarse cuál es su
misión
en la vida, no se sienten en el lugar y momento correcto
nunca.

La
depresión, no se había asociado con los
niños, pero recientes estudios de suicido infantil,
prostitución
infantil
y adolescentes, pandillaje juvenil, etc., la ubican
como uno de sus características.

3.2.4.. Baja
autoestima y
falta de identidad:

La identidad es el
conjunto de características individuales que permiten
identificarnos y distinguirnos de los demás. La identidad
es un proceso que se
va construyendo a partir de las relaciones que establecemos con
nuestro cuerpo, con la familia y la sociedad.

La identidad
individual esta referida a la historia y
características personales: el color de pelo,
raza, nacionalidad,
carácter, etc. Y la identidad social a la pertenencia a
uno o varios grupos y las
convicciones sociales y políticas.

La autoestima es
un sentimiento de aceptación o rechazo a nosotros mismos,
de nuestra manera de ser y de nuestro cuerpo, si nos gustamos y
amamos como somos, nos respetamos, cuidamos y reconocemos como
valiosos. La autoestima se desarrolla desde la más tierna
infancia a partir de las experiencias de crianza y la interacción con los
demás.

Los niños
con baja autoestima manifiestan:

  • Evitar situaciones que pueden
    crear ansiedad
  • Sienten que los demás no
    los valoran
  • Echan la culpa de sus
    debilidades a los demás
  • Se dejan influenciar por los
    demás
  • Se ponen a la defensiva y se
    frustrará fácilmente
  • Se sienten
    impotentes
  • Tiene estreches de sentimientos
    y emociones
  • Tienen dificultan de
    interacción
  • Vive acosado por las dudas ante
    su capacidad de rendimiento escolar
  • La escuela le brindara pocas
    satisfacciones.

3.2.5.-Bajo
rendimiento escolar:

Es el principal
indicador del funcionamiento de la institución educativa,
hace referencia al aprovechamiento que logra el alumno a partir
de criterios educativos instituidos en determina contexto
socio-cultural para su observancia en el ámbito escolar,
abarca desde el mínimo aprovechamiento hasta el
máximo aprovechamiento, el mínimo rendimiento esta
asociado al fracaso escolar y el máximo con el
éxito escolar.

Revisa el logro de
metas, conocimiento
de contenidos y practicas instituidas, se manifiesta
negativamente de 3 formas:

  • Reprobación de
    grados
  • Bajo
    aprovechamiento
  • Deserción
    escolar

El fracaso escolar
debe ser abordado desde sus factores externos e internos, debe
verse como una consecuencia de un problema mas que como el
problema mismo.

3.2.6.-
Participación de los padres en forma
disfuncional:

Considerando que
los padres son los principales transmisores de las reglas
básicas de la sociedad en sus hijos, la labor de los
maestros es de apoyo a esta tarea y no al
revés.

La escuela hoy en
día cuenta con tener el apoyo y participación de
los padres en la labor educadora y formativa de los
educandos.

Los niños
que tienen padres que se involucran en las tareas y logros
escolares son socialmente más competentes y persistentes
para resolver problemas así como
autosuficientes.

La
participación de los padres victimas o agresores se
distorsiona hacia los polos de desinvolucramiento de la actividad
escolar o excesiva atención y presión a
la misma, siendo ambos extremos perjudiciales para el
educando.

La
participación familiar tiene 5 dimensiones:

  • Sostén
    económico
  • Crianza
  • Propiciar un ambiente social
    favorable
  • Guiar hacia una
    ubicación en el contexto en que se desarrolla el
    educando
  • Promover una educación
    en valores y
    para la vida.

La
participación disfuncional violenta de los padres se
manifiesta de las siguientes formas:

  • Rechazar: Implica conductas de
    abandono. Los padres rechazan las expresiones
    espontáneas del niño, sus gestos de
    cariño; desaprueban sus iniciativas y no lo incluyen en
    las actividades familiares.
  • Aterrorizar: Amenazar al
    niño con un castigo extremo o con un siniestro, creando
    en él una sensación de constante
    amenaza.
  • Ignorar: Se refiere a la falta
    de disponibilidad de los padres para con el niño. El
    padre está preocupado por sí mismo y es incapaz
    de responder a las conductas del niño.
  • Aislar al menor: Privar al
    niño de las oportunidades para establecer relaciones
    sociales.
  • Someter al niño a un
    medio donde prevalece la corrupción: Impedir la normal integración del niño, reforzando
    pautas de conductas antisociales.
  • Se priva al niño de los
    cuidados básicos, aún teniendo los medios
    económicos; se posterga o descuida la atención de
    la salud, educación, alimentación,
    protección, etc.

3.3.- Etapas
Actitudinales del Educando Victima de Violencia
Familiar

3.3.1.-
Negación:

Esta es la etapa
en que intenta reducir el impacto o la importancia de las
experiencias dolorosas pasadas y actuales y trata también
de enterrar los sentimientos y recuerdos.

Los niños y
sus padres niegan estar afectados y por ellos necesitar ayuda y
tratamiento, aunque la realidad sea distinta.

Los aspectos que
causan dolor muchas veces se quieren olvidar pensado que
así no han sucedido.

La tendencia ser
como el avestruz, pensando que así el problema desaparece
es muy notoria, cuando hablen de algún problema lo hacen
en tercera persona.

3.3.2.- Auto
culpa:

Cuando se
encuentran en esta etapa tratan de explicar porque les paso eso a
ellos, suponiendo que por alguna razón, fuimos en parte
responsable de la injusticia y las heridas que padecimos (con lo
que estaremos disminuyendo nuestra autoestima); pensamos que no
nos hubiesen hecho daño si hubiéramos sido
diferentes o hubiéramos hecho las cosas de otro
modo.

Esta fase se
expresa cuando se comparten experiencia, surge la pregunta
¿Qué habré hecho para que pase esto a
mí?, ¿Por qué me sucedió?, Y se dice:
si yo hubiese hecho tal o cual cosa eso no habría
pasado.

Se sienten
culpables por lo ocurrido a sus seres queridos.

3.3.3.-
Victimas:

En esta etapa
reconocen que no merecían el daño que le hicieran,
adquieren perfecta conciencia de
cuanto han sido dañados como resultado de las experiencias
vividas, auto compadeciéndose, viviendo a expensas quienes
les rodean o castigando a quienes se crucen en su
camino.

Esta es la etapa
en la que más tiempo se quedan las victimas, incluso
algunos no la pueden superar, se queda la sensación de ser
poco valiosos y se deterioran y justifican sus acciones por
las experiencias vividas, sienten que los demás tiene que
atenderlos y se vuelven demandantes.

3.3.4.-
Indignación:

Cuando pasan a
esta etapa se indignan con todos los que les hicieron
algún mal y con el mundo entero, anhelamos que paguen sus
culpas y sufran por lo que nos hicieron, pedimos que sufran lo
mismo que ellos sufrieran, piensa e imaginan los daños que
pueden hacer, los anima los deseos de venganza, la inflexibilidad
es muy alta.

Es la etapa de los
vengadores, es hasta cierto comprensible por el recelo y la
rabia, pero debe ser superable.

3.3.5.-
Sobrevivientes:

Llegados a esta
etapa reconocemos que fuimos muy lastimados pero que supieron
salir adelanto, tomaron conciencia de su fortaleza y recursos,
recuperan el interés en cosas que no están
necesariamente relacionadas al dolor.

Los reconforta
porque reconocen que sufrieron, hicieron lo mejor que pudieron
para asumir la situación vivida.

En el proceso de
recuperación emocional esta fase, ya pueden contar lo
pasado como algo que paso y no es una carga y que no impide
vivir, tiene mayor control de sus
vidas.

3.3.6.-
Integración:

En esta etapa se
reconoce quienes nos lastimaron pudieron actuar en forma
diferente, recuperan toda la energía que emplean en el
dolor y rencor hacia ellos, le dan una nueva perspectiva al
pasado, avanzan para ser lo que decidan.

Creen que gracias
a su esfuerzo comprenden que vivieron una situación muy
compleja y que no tiene porque volver a suceder con ellos u otros
cercanos, apuestan por nuevas formas de relación y pueden
ayudar a otros.

Esta etapa puede
unirse a la reconciliación y el perdón,
también esta la sanción y la
reparación.

3.3.7.-
Expresión de sentimiento:

Etapa en que se
habla sobre lo que se vivió, el colchón de
sentimiento contenidos se abre para compartir con solidaridad con
otras personas, se comienzan a tejer nuevas redes
emocionales.

Si las victimas no
expresan sentimiento paralizan sus recursos personales y creara
nuevos problemas, para facilitar la expresión de
sentimientos se debe: situarse en el lugar la victima, actitud de
escucha, comprender y aceptar, no pensarnos como omnipotentes,
expresar brindar sentimientos.

Positivamente la
superación de las etapas negativas de la violencia
familiar en el educando se refiere a la auto percepción
de la capacidad para enfrentar con éxito las situaciones
de la vida escolar y específicamente a la capacidad de
rendir bien y ajustarse a las exigencias escolares.

Incluye
también la auto valorización de la capacidad
intelectual, como sentirse inteligente, creativo y constante
desde el punto de vista intelectual.

Se pasa de la
desmotivación y el desgano a querer cambiar y esta
transición debe ser promovida y acompañada por el
equipo multidisciplinario de las instituciones
educativas.

3.4.- Efecto de
la violencia familiar en el logro de competencias en
el educando:

Hoy en día
se entiende que más allá de las competencias
factuales, el educando requiere el desarrollo de
competencias comunicacionales y sociales.

La competencia
comunicacional va mas allá de hablar, comprender lo
verbal, escrito, oral, grafico y gesticular; (6) esta probado que
los niños y adolescentes que sufren de maltrato revelan no
solo carencia de vocabulario, sino que han perdido el sentido de
la construcción y de la sintaxis y su lenguaje hay
que traducirlo a un lenguaje normal común, ya que se
alejan de la realidad en un lenguaje fantasioso o cifrado, como
método de
evasión y defensa.

Esta es la
competencia por la que se puede exteriorizar síntomas de
violencia familiar a través de la expresión de los
gestos, la mirada, las manifestaciones faciales, tics, el talante
corporal, y hasta los mensajes
subliminales.

En cuanto a lo
referente a las competencias sociales, esta va mas allá de
integrarse a un grupo social,
incluye el discutir argumentos, saber escuchar, mostrase cordial,
aquilatar situaciones, respeto al
prójimo, trabajo en
equipo; trato con personas de otro genero, edad, mas
o menos experiencia, raza, condición económica
etc.

Cada aula debe ser
un foro donde reine
el intercambio de pareceres, capacidad analítica, la
convivencia democrática y promoción de pesares y otras
individualidades, esta es la competencia mas afectada en las
victimas de violencia, ya debido a la baja autoestima y
autodeterminación, los procesos
mentales negativos, etc., tienen menor predisposición a
desarrollar habilidades sociales efectivas.

El logro de las
habilidades comunicaciones
y sociales, es lento, abarca muchos ciclos y prácticamente
todos los niveles educativos están envueltos en esta
dilatada tarea primordial para prepararles para la
vida.

3.5.- Efecto de
la violencia familiar en el desarrollo de actitudes en
el educando:

En la vida mas
allá de los muchos conocimientos y competencias dignas de
elogio, si el educando no revela buenas actitudes, las actitudes
negativas que se transparentan, anulan en buena cuenta el bagaje
intelectual y la idoneidad de sus competencias.

Las actitudes
positivas son la autoestima, la auto confianza, el autodominio,
el sentido de responsabilidad, la
motivación hacia el logro, el sentido del orden, la
conciencia de la autonomía, el ansia de información, el espíritu de innovación y la apertura hacia los
demás, todas estas actitudes son la brújula de
la vida y se ven afectadas en algunos casos difícilmente
reparables por la violencia psicológica, física y
sexual.

Esto se ve
afectado por la forma en como la familia, escuela, la comunidad y los
medios enfrentan el tener un niño (a) victima de violencia
psicológica, maltrato físico o abuso sexual,
a esto se une que en la gran mayoría las victimas no
reciben un tratamiento de recuperación profesional
multidisciplinario y las familias les excluyen o crean métodos
"propios" de atención o negación.

3.6.-
Confusión entre competencias y actitudes en la
atención del educando victima de violencia
familiar:

Existe
confusión respecto a las competencias y actitudes, se
confunde y llama actitudes a las competencias, cuando las
actitudes son actos internos asociados a las redes primarias de
la vida que si bien son un objetivo de la
educación, se forman y consolidad en la
familia.

Por ejemplo un
niño victima o testigo de violencia intra familiar puede
mas o menos desarrollar con la ayuda de sus maestros en la
escuela la capacidad de realizar operaciones
matemáticas, usar formulas, realizar
mediciones, colabora con el uso racional de los recursos pero
difícilmente en la exteriorización de sus
sentimientos, la auto confianza, la perseverancia, la cultura de
paz, la paternidad responsable, etc.

Por ello se dice
que se requiere un esfuerzo gigantesco para cambiar la
educación totalmente orientada al desarrollo de las
competencias factuales debido a la currícula escolar y a
la carga familiar negativa en los educandos y la
orientación negativa del educador a este logro que implica
un mayor involucramiento.

Por ello
correctamente dice Alvin Tofler en Learning for Tomorrow : " El
maestro que no apabulla a los niños, adolescentes y
jóvenes con gestos o palabras agresivas, infusivas o con
sentido oblicuo o indirecto, con evidente perversidad, que nos
les ofende, sino trata con afabilidad y apreciando lo positivo
que muestran va creando autoestima y auto confianza, alcanzando
este punto es como un pivote para lograr actitudes ulteriores.."
Y lo mismo se aplica a los padres.

Alvin Possaint,
sociólogo Estadounidense, ha escrito un hecho claro
"ninguna de las investigaciones
ha encontrado jamás ninguna evidencia de que un alto
rendimiento ocurra cuando existe un bajo concepto de
sí mismo".

3.7.- Los Valores
veritacionales, la violencia, la educación y los tiempos
modernos

Durante los siglos
XIX y XX los valores veritacionales excepto la verdad fueron
proscritos por ser subjetivos y por consiguiente variables.

El historiador
Pitririn Sorokin, ha escrito que los últimos siglos han
venido signados por el placer y la violencia y que el siglo XX ha
resultado él más sanguinario a micro y macro nivel
y se percibe un abismo entre el avance de la ciencia y
la tecnología y la conducta negativa de los
seres humanos y son la familia y la escuela fuentes de
aprendizaje y
masificación de la violencia.

Hoy sé esta
viviendo un lento pero feliz cambio con
relación a los valores, en el Perú como lo
mostró la Consulta Nacional de Educación del 2001,
a nivel nacional multitudinariamente los pobladores reclamaban
que la educación debe:

Desterrar el
individualismo y el egoísmo; fortalecer las libertas y la
justicia;
promover los derechos humanos;
propiciar la justicia social; fomentar familias más
unidas; practicar los valores
morales; reaccionar ante la injusticia; valorar la dignidad
humana, recuperar valores y así sucesivamente, sin incidir
mayormente en los temas de competencias factuales
entendiéndose que esta carga de actitudes positivas debe
surgir y/o desarrollarse en la escuela, cuando esta es parte
responsable, pero la principal responsable es la familia, que
reclama de la escuela lo que a la vez dificulta el avance
escolar.

CAPITULO
IV

PAPEL DE LOS PROFESIONALES FRENTE A LA VIOLENCIA
FAMILIAR

4.1.-
Perspectivas e implicancias para el Trabajo
Profesional Multidisciplinario

El profesional
tiene una importante participación en las organizaciones
que atienden esta problemática al margen de la escuela, ya
que las áreas dedicadas a la atención ( OBE :
Orientación y Bienestar del Educando) no son atendidas por
profesionales especializados en terapia familiar.

Aunque cabe
resaltar que la atención de esta problemática debe
ser multidisciplinaria: psicólogos, maestros, abogados,
policía, etc.

Es tarea del
profesional en actividades educativas o no, publicas o privadas
generar redes de atención a estos problemas y promover
espacios de reflexión y análisis de la realidad
nacional a un macro y micro nivel.

El trabajo con
los educandos debe atender la necesidad ciudadana de prevenir
situaciones problemáticas futuras y atender la actuales,
la acción
de promoción social conlleva la perspectiva del
fortalecimiento de la autonomía de los beneficiarios y el
resguardo de sus derechos individuales. La
expectativa de participación de los beneficiarios no puede
asentarse en un trabajo voluntario, debe ser una labor
sistemática que considere la autodeterminación, la
dignidad humana, la intimidad y la cultura.

4.2.- Actitudes
Del Profesional Ante Las Victimas De Violencia
Familiar:

Durante los
procesos de atención de casos de violencia familiar,
debemos tener en cuenta las siguientes actitudes:

4.2.1.- Escucha :
Es importante propiciar la actitud de escucha no solo por parte
del profesional interviniente, sino que este debe cumplir su rol
promotor promoviéndola en el personal docente
y jerárquico de las escuelas, la comunidad, las
autoridades, etc. Escuchar implica hacerlo con todo nuestro
cuerpo y tener disposición para hacerlo aunque no estemos
de acuerdo con lo que dice el otro. Es necesario reconocer que
todas las personas tienen conocimientos y experiencias diferentes
y las manifiestas de diversas. El escuchar debe ser atento y sin
cortes más allá de lo necesario a fin de no cortar
el espacio de apertura de los sentimientos de la
persona.

4.2.2.- Afecto :
Permite acercarnos mas a las personas y conocer de mejor manera
su realidad, su forma de pensar y de sentir. El afecto hay que
expresarlo a través de palabras y del cuerpo, lo cual
genera confianza y empatía entre el profesional
interviniente y el educando. Dentro de este proceso es necesario
reforzar los aspectos positivos de las personas, donde se les
considere capaces de hacer y lograr cosas.

4.2.3.- Respeto :
Implica valorar la manera de pensar, de opinar y de sentir de los
participantes; asimismo implica valorar sus costumbres, no
juzgarlos, aunque su manera de pensar y expresarse sea diferente
de la nuestra. Además el respeto facilita la
expresión de pensamientos y sentimientos de los educandos
en proceso de formación.

4.3.-
Consideraciones básicas sobre el rol del
profesional:

Crear un ambiente
de confianza, las actitudes positivas ( de respeto, afecto,
escucha entre otras) que tengamos con los educandos ayudara a
propiciar un ambiente de confianza facilitando la
expresión de pensamientos y sentimientos respecto a los
temas que afectan su salud mental que
luego podemos trabajar con ellos. En la medida que creemos un
ambiente de confianza estableciendo relaciones horizontales y
amigables los educandos podrán expresarse libremente y las
tareas emprendidas serán mas productivas.

Promover la
participación del grupo familiar, educativo y el entorno
social, es importante propiciar la participación de los
miembros de la familia y la escuela, no solo en lo que se refiere
a la expresión de pensamientos, sino también de
sentimientos y esto tarda porque es un proceso que debe romper
muchas barreras. Esto se logra en la medida que seamos pacientes,
respetuosos, cercanos, con actitudes positivas y sobretodo no
forzando su expresión, porque consideremos que cuando las
personas no expresan sus pensamientos y sentimientos no
están preparados para hacerlo. Por ello recomendamos no
obligar la participación si no lo desean, pero si
propiciarla, estimularlos y motivarlos.

Uso de un lenguaje
correcto, el lenguaje
que utilicemos debe ser claro y sencillo, teniendo en cuenta las
características del grupo. Es importante no utilizar un
lenguaje muy especializado o técnico porque podemos
generar distancias y corremos el riesgo de que no
nos entiendas y por consiguiente no lograr los objetivos que
nos hemos propuestos. Es importante considerar los tonos de voz
de acuerdo a lo que estamos expresando, los énfasis y
gestos que usamos, asimismo no debemos exagerar el lenguaje
mímico ya que podría causar
distracción.

Manejo del
espacio, para mantener la atención de los educandos es
recomendable tener un espacio privado, que genere confort y que
no corte la
comunicación con distracciones.

Manejar los
contenidos, es necesario prepararse con conceptualización,
tipología, técnicas
variadas de integración, socialización, relajación, etc.; las
leyes que
rigen este aspecto y las instituciones que atienden esta
situación.

Responder
adecuadamente a las dudas, es recomendable preguntar si tiene
alguna duda o interrogante, si no entendió algo, si quiere
que le expliquen mas algún tópico, todo esto con
afecto, respecto y habilidad de escuchar.

4.4.- Tareas a
desarrollar dentro del aula:

  • Averiguar los motivos de sus
    temores y no obligar a que estos sean enfrentados
  • Brindar apoyo y
    compañía
  • Brindar afecto
  • No limitar el libre
    juego
  • Conversar y ganarse la
    confianza
  • Tomar en cuanta sus
    sentimientos
  • Favorecer la expresión e
    intercambio de sentimientos
  • Evitar forzar las
    manifestaciones de afecto
  • Hacerle participe de las
    decisiones a tomarse
  • Usar medios de
    corrección adecuados
  • Informar y orientar
  • Reforzar los logros

LA VIOLENCIA FAMILIAR : MITOS Y
REALIDADES

Las actitudes de
tolerancia,
como casi todos los aspectos del fenómeno violencia de
género,
no tienen fronteras nacionales o culturales y se manifiestan de
forma similar donde la relación de género es
desigual y se ha empoderado al hombre y no a
la mujer. Los
mitos culturales, sociales y psicológicos para negar o
justificar la violencia de género, violencia de pareja y
familiar están extendidos por todas las culturas. La
campaña Zero Tolerance, también realizada en
Edimburgo, Gran Bretaña, se inició con un estudio
por centros para identificar las actitudes de la adolescencia
respecto a la violencia de pareja y familiar. Los resultados
revelaron que la tolerancia de ambos sexos a este tipo de
violencia está establecida ya en la educación
secundaria. Se tolera mayor violencia hacia esposas que hacia
novias o amigas y se justifica con una serie de mitos que la
adolescencia ya tiene bien integrados. Los mitos que se presentan
a continuación tienen la función de
ayudar al personal de centros educativos a examinar sus propias
actitudes de violencia sin miedo y con una actitud
autocrítica. Pueden usarse de forma creativa en trabajo
escolar, dedicando un día a un mito.

Todas las personas
tenemos integrada la tolerancia hacia la violencia de
genero. Reconocer y transformar estas actitudes en una o uno
mismo, es esencial para hacer de modelo de
igualdad para
la infancia.

Algunos de los
mitos identificados son:

1.- Violencia
domestica

Mito: Si ha ocurrido
sólo una vez, no ocurrirá más.
Realidad: La violencia doméstica no es un incidente
aislado. Normalmente forma parte de un patrón de violencia
que irá en aumento.

Mito: Sólo cierto
tipo de hombres abusan de sus parejas.
Realidad: No existe el abusador típico. La edad,
constitución, raza, religión o
temperamento no son factores determinantes.

Mito: Los hombres que
maltratan son enfermos mentales.
Realidad: No existe relación causa-efecto entre la
enfermedad mental y violencia doméstica. La violencia
está motivada por un deseo de controlar y mantener
poder sobre la
mujer.

Mito: Los hombres que
asaltan o abusan de sus parejas son violentos por naturaleza.
Realidad: La mayoría de los hombres que abusan de
sus parejas no son violentos fuera del hogar.

Mito: Los hombres que
maltratan han sido maltratados en la infancia.
Realidad: No existe evidencia alguna de que exista un
ciclo de abuso. La mayoría de hombres y mujeres abusados
en la infancia no optan por abusar en la edad adulta. Es
más, si fuera así debería haber un mayor
número de maltratadoras.

Mito: La violencia
domestica la causa el alcohol.
Realidad: Un gran número de hombres violentos
atacan cuando están sobrios. El alcohol es una excusa
más que usan los hombres violentos para justificar su
violencia y no hacerse responsables.

Mito: Si hubiera sido tan
violento, ella lo habría denunciado.
Realidad: 46% de las mujeres no denuncian la violencia que
sufren por miedo a represalias y una gran mayoría porque
piensan que no van a ser creídas o tomadas en serio. (Este
número es menor en nuestro país, que está
entre el 10 y 20% de denuncias).

Mito: Los hombres
también son agredidos por sus parejas.
Realidad: Los archivos
policiales muestran que el 99% de la violencia en la pareja la
realiza el hombre
hacia la mujer.

2.- Agresiones sexuales y
violación

Mito: La violación
ocurre a manos de extraños.
Realidad: El 83% de las mujeres son violadas por alguien a
quien conocen y en quien confían. El 20% son amigos/novios
y el 33% esposos. El resto son conocidos.

Mito: Una vez que un hombre
está excitado, no puede hacer nada para controlar su
necesidad sexual.
Realidad: Los hombres usan una variedad de excusas para
justificar la violación. Nunca hay excusa.

Mito: La mujer no fue
herida, ni luchó para defenderse. No fue
violación.
Realidad: Los hombres usan armas y/o
amenazas para intimidar a la mujer que violan. El hecho de que no
exista evidencia visible de violencia no significa que una mujer
no haya sido violada.

Mito: La mujer estaba
borracha/drogada/tenía mala reputación/hacía
auto-stop/vestía provocativa/le sedujo. Le dio lo que
estaba pidiendo.
Realidad: Los hombres usan una variedad de excusas para
intentar desacreditar a la mujer a la que violan y justificar su
delito. Ninguna
mujer pide o se merece que la violen o agredan sexualmente.
(Estos agravantes funcionarían a favor del agresor
violador, justificando su conducta).

Algunos mitos confluyen y aparecen
en violencia doméstica, violación y abuso sexual a
la infancia.

3.- Abuso sexual a la
infancia

Mito: El abuso sexual a la
infancia no es un problema extendido.
Realidad: Un menor de cada cuatro es abusado sexualmente
(Gran Bretaña). (En España el
23% del total de niñas y el 15% del total de niños,
es abusada antes de los 17 años). Estos datos son
similares en otros países.

Mito: La infancia corre
peligro con extraños.
Realidad: El 82% de los abusadores son conocidos de su
víctima. El 19% son familiares. (Los datos de AMUVI
muestran aún mayor porcentaje).

Mito: Los menores muy
jóvenes no son tan frecuentemente abusados.
Realidad: A los menores se les abusa a cualquier edad,
desde la infancia a la adolescencia. Entre una cuarta y una
tercera parte de todo el abuso conocido a menores, se perpetra a
los cinco años o antes.

Mito: El hombre estaba
deprimido/estresado/su mujer embarazada/estaba borracho/
enfermo/abusado en su niñez, etc. etc.
Realidad: Los abusadores usan una variedad de excusas para
evitar tomar responsabilidad por el delito, y transfieren la
culpa a cualquier persona o cosa. Nunca hay excusa.

Mito: Las mujeres
también abusan sexualmente.
Realidad: Más de el 95% de los abusadores sexuales
de menores son varones.

Datos de Zero Tolerance Charitable
Trust, 1997. P.O.Box 13497. Edinburgh EH64ZF. Organización de Caridad dedicada al estudio
de la Violencia de Genero

ANEXO 1

Violencia sexual

La violación sexual es un
problema extendido, que afecta a las mujeres de cualquier edad e
inclusive a las mujeres ancianas, así como a l[arroba]s
niñ[arroba]s de menos de siete años de edad.
Usualmente los agresores son personas que pasan desapercibidas y
una parte considerable de las violaciones sexuales se producen en
espacios conocidos por la víctima, como son la casa de
ella misma, la escuela, la casa de parientes o vecinos, y no en
la calle como comúnmente se piensa.
Se considera violencia sexual a la práctica de relaciones
sexuales por la fuerza. La
violación sexual causa daños físicos,
Psicológicos y sexuales severos. La víctima pierde,
además, la confianza en el sexo opuesto y
desarrolla sentimientos de temor al acto sexual, lo que dificulta
seriamente el tener una vida sexual y placentera en su vida.
Un promedio de cuatro mil 500 violaciones son denunciadas
anualmente ante la Policía Nacional. Sin embargo se sabe
que no todos los casos llegan a conocerse, pues la violencia
sexual genera en las mujeres sentimientos de temor y
vergüenza a denunciar por no hacer pública las
situaciones tan degradantes que les tocó vivir.
Para las mujeres la violación sexual encierra
también la terrible posibilidad de embarazo,
posibilidad que en el caso de una mujer violentada es tres veces
mayor. De decidirse a interrumpirlo, se exponen a ser
denunciadas, ya que en el Perú el aborto es
penado.

También
corren el riesgo de contraer el VIH/SIDA o cualquier
otra enfermedad de transmisión sexual (ETS).
Los altos índices de violencia sexual hacen urgente la
necesidad de introducir el debate del uso
de la anticoncepción de emergencia y la medicación
para prevenir ETS, como parte de los servicios
integrales de
salud, que ayude a las mujeres, víctimas de este tipo de
violencia, a enfrentar las secuelas físicas.

Acoso sexual

El acoso sexual
es una forma de discriminación contra la mujer y una
expresión de la violencia de género.
Se calcula que al menos el 60 por ciento de trabajadoras, en
algún momento de su vida, es víctima de acoso
sexual en el Perú, de acuerdo a una encuesta que realizara
el Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán.

En la
Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia contra la Mujer, firmada por el
Perú, define la violencia contra la mujer como
«…cualquier acción o conducta, basada en su
género, que cause muerte,
daño o sufrimiento físico, sexual o
psicológico a la mujer, tanto en el ámbito
público como en el privado…», e incluye dentro de
tales conductas al hostigamiento sexual en el lugar de trabajo y
en instituciones educativas, centros de salud, entre
otros.

Frecuentes modos
de hostigamiento sexual son los acercamientos corporales no
deseados, tales como tocamientos, roces, manoseos, pellizcos,
abrazos, caricias; invitaciones insistentes a salir, piropos
vulgares, bromas sexuales, cartas, llamadas
o la presencia no deseada de materiales de
naturaleza sexual, alusiones irrespetuosas al cuerpo, preguntas o
comentarios no deseados de naturaleza sexual; requerimientos de
un profesor hacia
sus alumnas de tener encuentros inusuales fuera del
aula.

El hostigamiento debe ser
entendido como una imposición de requerimientos sexuales
no deseados. Es esto precisamente lo que distingue el
hostigamiento de las interacciones amistosas o relaciones
consensuales que pueden surgir en un contexto de trabajo o
estudio;
las más frecuentes víctimas de hostigamiento sexual
son las mujeres, tal como lo revelan estudios en diversos
países, pero también pueden ser acosados
sexualmente los hombres.
El hostigamiento sexual tiene graves implicancias de naturaleza
social e individual. Impide a quien lo sufre de participar en
igualdad de condiciones en las diferentes esferas del quehacer
humano, limita la estabilidad y el bienestar en el empleo y la
educación, y crea un ambiente hostil muy perjudicial para
la salud física y mental de la acosada.
Tiene raíces sociales muy profundas, y la solución
debe empezar por una educación que enseñe el mutuo
respeto entre ambos sexos. También implica un cambio en
las prácticas sociales que se convierten en impedimento
para el desarrollo integral de la mujer y el hombre.
Se requiere igualmente de una base legal a la cual recurrir para
hallar justicia. Mientras eso no suceda, seguirán habiendo
víctimas sin saber ni tener a dónde recurrir e,
irónicamente, con acosadores denunciándolas por
calumnia y difamación.

RECOMENDACIONES

GENERALES.-

  • Sensibilizar a la comunidad
    educativa de la existencia, aspectos negativos en el desarrollo
    del educando y la magnitud de la violencia en la
    sociedad.
  • Promocionar la educación
    en valores para lograr una sociedad que no tolere la violencia
    con conciencia de los mitos socioculturales que la
    perpetúan y que se pueden resumir en: justifica al
    agresor – culpa a la víctima.
  • Enseñar al alumnado de
    que los abusos físicos y psicológicos afectan la
    calidad de
    vida de las personas y que además son un delito
    tipificado en el código penal.
  • Promocionar, favorecer y
    desarrollar desde los centros educativos las relaciones de
    igualdad basadas en el respeto a los derechos humanos y en la
    responsabilidades que esos derechos conllevan en las
    relaciones, promoviendo conductas autoafirmativas no violentas
    y aportando estrategias para la resolución de conflictos sin violencia.
    Aquí es muy importante la figura del equipo
    multidisciplinario educativo para aportar modelos de
    igualdad, respeto y responsabilidad hacia el
    alumnado.

ESPECIFICAS.-

Todo personal de
los centros educativos puede encontrarse con casos de violencia
en alumnas y alumnos.

Alumnado con
posibles problemas de violencia doméstica, con conductas
que causan perturbaciones en la clase llegando, en ocasiones, a
ser autodestructivas.

Es muy posible que
cada clase cuente con uno o más casos de violencia
doméstica. A veces, aunque no lo desee, nos podemos ver
forzados a intervenir en una situación determinada donde
sospecha o sabe que alguien de su clase está recibiendo
abusos.

Si observamos las
siguientes conductas en alguna de nuestras alumnas o alumnos
podemos considerarlas señales
de posible abuso-agresión.

1.- En
Educación Infantil:

  • Tendencia a quejarse y
    agarrarse, con ansiedad.
  • Excesiva ansiedad de
    separación.
  • Se orina en la cama
  • Alteraciones físicas
    tales como dolor de estómago y/o cabeza.
  • Alteraciones del
    sueño.
  • Excesiva desconfianza de
    adultos-as.
  • Miedo de una persona
    determinada o género.
  • Conductas
    autodestructivas/agresión.
  • Predomina el tema del poder y
    control en interacciones.
  • Miedo o rechazo de contactos
    físicos no-agresivos.

Recomendaciones
Si algún alumno o alumna revela estar recibiendo abusos es
de gran importancia hablarle con frases cortas, usando los
nombres de las personas que use el alumno o la alumna y no
interpretar. En esta edad suelen ser muy literales. No responder
con preguntas y explorar sentimientos de miedo, rabia, etc.,
aceptándolos sin críticas. Explorar el posible
peligro que corre en casa. En el caso de abusos sexuales es
esencial no reaccionar con angustia, sino con calma, creer lo que
dice, asegurarle que no es culpa suya lo que ha pasado y
afirmarle que van a ayudarle a que no vuelva a pasar.

2.- En
Educación Primaria:

  • Continuas quejas
    físicas.
  • Comportamiento centrado en
    búsqueda de aprobación.
  • Violencia
    física/psicológica (amenazas) hacia
    compañeras y compañeros.
  • Baja tolerancia a la
    frustración o paciencia ilimitada.
  • Actúa con frecuencia
    como "ayudante de mamá" o "ayudante del profesor o la
    profesora"
  • Se pega con hermanas y hermanos
    o compañeras y compañeros.
  • Tiene rabietas
  • Se aísla, es quejosa/o y
    pasiva/o.
  • Problemas de la dieta como
    comer en exceso o muy poco y acumular comida.

En situaciones
especiales de:

  • Mala concentración o
    excelente trabajo escolar.
  • Torpe, con accidentes
    frecuentes, o perfeccionista, con tremendo miedo a
    fallar.
  • Miedo de ir al colegio, de ser
    ridiculizado o responsabilidad exagerada hacia la
    escuela.

Una niña o
un niño en situación de violencia puede creerse que
es la causante de la agresión o abuso. Puede creer que hay
violencia en su hogar por su conducta, experimentar miedo al
abandono o a que la maten y la mayoría en esta
situación tiene miedo de la rabia propia y de la de otros
u otras.

Recomendaciones
Si alguien en la clase revela estar siendo abusada o abusado,
mantenga contacto visual, siga su intuición haciendo
preguntas directas e intente averiguar qué hace el alumno
o la alumna cuando hay un incidente violento en la casa y
cómo se protege. Sea realista y no prometa más de
lo que va a ser capaz de hacer para ayudar. Preste
atención a los sentimientos de él o ella, si son
sentimientos de culpa respecto al abuso, ansiedad respecto a
"algún secreto", vergüenza, etc. Es conveniente que
profesor o profesora comparta sus propios sentimientos con
alguien en quien pueda confiar y que busque apoyo.

Con la alumna o el
alumno es necesario inmediatamente insistir en la importancia de
ponerse a salvo y no intentar proteger a su madre. Quizás
puede irse a otra habitación. Enseñarle a llamar a
la policía en caso de emergencia, sólo si no
están en el mismo sitio que el agresor. Conviene que
aprendan a dar la dirección inmediatamente y decir que un
hombre está atacando a su madre y dejar descolgado el
teléfono, ya que puede volver a llamar la
policía y coger el teléfono el agresor,
descubriendo que el niño o la niña ha
llamado.

3.- En la
Educación Secundaria (adolescencia):

Los efectos de la
violencia en adolescentes, testigos u objetos de violencia
doméstica, pueden manifestarse de la siguiente manera,
aunque no sean exclusivos de ésta.

  • Refugiarse en las drogas y
    el alcohol
  • Huidas del hogar
  • Pensamientos/acciones
    suicidas
  • Pensamientos/acciones
    homicidas
  • Actividades
    delictivas
  • Expresión de falta de
    comprensión hacia las víctimas de violencia
    (falta de empatía)
  • Dificultades en rendimiento
    académico
  • Problemas de relación
    con su grupo de edad
  • Embarazo temprano

Aunque en esta
edad se pueda incurrir en algún momento en conductas
escapistas y autodestructivas, aquellas o aquellos sometidos a
violencia, son mucho más vulnerables. Pueden llegar a ser
un objetivo de otras agresiones posteriores a lo largo de su
vida. A veces se incrementa la violencia de padres y otros
miembros familiares hacia las adolescentes cuando éstas se
esfuerzan por conseguir independencia.
Los varones testigos/víctimas de violencia, se encuentran
a veces aterrorizados de adoptar el modelo padre violento. Otro
efecto es que, adultos y adolescentes testigos de violencia,
pueden llegar a justificar el maltrato de la madre,
continuándose así una de las condiciones
básicas que perpetúan en todo el mundo la violencia
de género: culpar a la victima-justificar al
agresor.

Recomendaciones
Si un o una adolescente revela estar sujeto a violencia
doméstica es conveniente escuchar con calma sin juzgar,
sin expresar horror o hacer comentarios críticos o
morales. Busque un lugar donde no se les interrumpa.
Ayúdele a entender que la violencia no es su culpa.
Conciénciele de que este problema existe en muchos hogares
y que tiene derecho a buscar ayuda. Piensen conjuntamente en una
forma inmediata de reducir el peligro que corre en el hogar
cuando hay agresiones, informando también de la existencia
de lugares a los que puede ir con su madre para protegerse y
buscar ayuda. Reconozca que la situación no va a cambiar y
las agresiones siempre continúan. Es conveniente que nos
informemos de los recursos que existen en nuestra localidad para
paliar el abuso a mujeres, tanto administrativos, como
voluntarios: asociaciones, grupos, policía especializada,
casas de acogida, centros de información, etc.

Al planificar una
estrategia de
seguridad para la
vuelta a casa es conveniente no olvidar que lo más
importante es la seguridad y que ha de salir de la
situación violenta cuanto antes. Los adolescentes a menudo
se sienten obligados a defender a su madre y es muy importante
que entiendan que lo mejor para ello es que vaya a pedir ayuda
externa. Explorar lo que ocurre con otras hermanas o hermanos
menores para que les enseñe a protegerse cuando ocurra un
asalto. Asegúrese de que el joven o la joven saben a quien
llamar en caso de agresión y que instituciones les
brindaran ayuda y que es muy importante que llame desde un lugar
fuera del alcance del agresor.

Cuando tratamos
con sospechas y hay buenas señales de posible abuso, o
algún alumno o alguna alumna lo revelan, es conveniente
preguntar:

  • Qué es lo que hace el
    padre cuando se enfada
  • Si alguna vez su padre hizo
    daño a su madre
  • Qué es lo que le hace
    estar triste y si se lo cuenta a alguien
  • Qué le da miedo o
    rabia.

Es normal que en
esta situación el personal del centro educativo tenga
miedo y dudas. Miedo del agresor, de no decir lo correcto, de no
saber qué hacer. El simple hecho de estar receptivo hacia
el problema, es ya una ayuda, además de informarle de las
servicios existentes.

CONCLUSIONES

  1. La violencia doméstica
    implica acciones que van desde el homicidio,
    distintos tipos de agresiones físicas, agresiones
    sexuales, amenazas y agresiones psicológicas; se da en
    una relación de poder y jerarquía, ésta
    es considerada como una forma de ejercer poder sobre alguien
    situado en una posición de
    subordinación.

  2. Existe una mayor probabilidad que
    una persona sea agredida en su casa por un familiar que en la
    calle por un extraño; es más frecuente que un
    niño sea agredido sexualmente por un conocido en su
    hogar, que por una persona ajena a la familia,
    Paradójicamente aquello que se silencia, aquello que
    permanece oculto socialmente no significa que sea un hecho
    difícil de percibir. En el caso de la violencia
    familiar el fenómeno no se ve porque se nos ha hecho
    cotidiano, se ha "naturalizado", ha pasado a ser una
    situación esperada en un determinado contexto.

  3. En la familia violenta el rol de
    afecto, protección y cuidado del grupo familiar es
    reemplazado por el daño, la amenaza y el temor, sin
    embargo, el discurso
    continúa siendo el del afecto y protección,
    este se traduce en "yo te golpeo porque te amo", o bien
    "tú haces que yo te golpee porque te portas
    mal".

  4. Muchos son los factores que han
    confluido para mantener el silencio sobre la situación
    de violencia en el hogar: la necesidad de resguardar la
    privacidad de la familia, diferencias culturales sobre la
    concepción de la violencia, temores o simplemente el
    dolor de hablar.

  5. Prevenir la violencia familiar
    implica la existencia de profundos cambios en los valores y
    el comportamiento de las personas. Significa principalmente
    reconocer los derechos individuales de cada uno de los
    miembros del grupo familiar. Implica estimular las formas
    pacíficas de resolver los conflictos desde la
    infancia, formas de tolerancia, respeto a la diversidad y a
    la libertad
    de todos los seres humanos

  6. Debido a la cultura y
    educación en muchos países existe el maltrato
    familiar como parte de la misma educación, sin que los
    miembros de la familia puedan distinguir entre lo normal y lo
    anormal y esto se traslada a la escuela que no puede apoyar o
    defender a sus educandos y en otras oportunidades se
    transforma en agente agresor.

  7. La violencia se origina en la
    falta de consideración hacia la sociedad en que
    vivimos, si creamos mayor conciencia en nosotros mismos, si
    analizamos que la violencia no es la mejor forma de alcanzar
    las metas, de seguro
    nuestra sociedad crecerá y se
    desarrollaría.

  8. La auténtica
    educación tiene como fin el desarrollo integral de la
    persona; por eso debe proporcionar, además de
    conocimientos, valores, creencias y actitudes frente a
    distintas situaciones, la violencia familiar produce en los
    educandos baja autoestima, depresión, síntomas
    físicos y emocionales relacionados con el stress,
    ambivalencia o conflicto de
    lealtad ante los padres, comportamiento agresivo o violento /
    autodestructivo y antisocial, comportamiento sexual prematuro,
    acercamiento al uso de drogas y alcohol, dificultad para
    concentrarse, bajo aprovechamiento escolar, abandono del hogar
    temprana edad, tendencia a la dependencia aún en tareas
    que podrían realizar fácilmente, embarazos
    prematuros, delincuencia y aprendizaje de modelos violentos y
    opresores en relación de pareja.
  9. Es necesario superar los
    diversos mitos que existen sobre la violencia doméstica,
    al saber que se trata de un problema menor y exclusivo de las
    parejas de bajo nivel socioeconómico o sin
    educación y cuya única causa es la
    ingestión de alcohol, y que la dependencia
    económica de la mujer impide que ésta supere su
    situación.

COMPROMISO EDUCATIVO
SOCIAL

Ofrecer un
enfoque educativo innovador, en todos los niveles de programación, donde los elementos
cognitivos, procedimentales, actitudinales y de valores tengan
como eje transversal la Educación para la Paz
(E.P.P.)

Brindar a la
sociedad una Escuela de Enseñanza para la Paz, cuya
fundamentación es el aprendizaje de
los Valores
Humanos.

Construir
una nueva conciencia y una auténtica Educación para
la Paz, brindando una educación desde el AMOR.

Propender a
la formación equilibrada de la persona, inculcando
filosofía de vida que sea asimilada como hábito
permanente de reflexión.

Estimular
una constante formación espiritual, que permita descubrir
en todo un Dios.

Promover
aspectos que contemplen a la Escuela para la Paz, como un recurso
educativo de primer orden dentro de la actividad
docente.

Fomentar una
nueva conciencia de la dignidad humana, cuyo eje central
serán los Valores Humanos.

La
educación es el medio más válido para luchar
contra cualquier tipo de violencia. Para conseguir los objetivos
es necesario, por tanto, la formación y
sensibilización de toda la población, pero fundamentalmente del
alumnado que desde temprana edad debe ser educado para conocer y
respetar los derechos humanos y rechazar cualquier tipo de
discriminación. Igualmente las personas que
por distintas circunstancias no tuvieron acceso a la
educación deben conocer los mecanismos que les permitan
defenderse y protegerse de cualquier tipo de
agresión.

El
compromiso general debería ser enseñar a
niños y niñas a protegerse:

"enseñarles a decir no, a identificar el abuso y
a contarlo"

MENSAJE A LOS
LECTORES

Para que estés bien
recuerda:

  • La ruptura del respeto hacia
    otra persona, es la entrada al maltrato.
  • Ningún tipo de
    violencia es natural o normal.
  • Te sugerimos denunciar todo
    tipo de violencia, tu silencio aumentará esta
    agresión. (existen centros de atención social al
    maltratado en todos las ciudades y personas que te
    creerán y apoyaran).
  • Si eres víctima de
    violencia familiar trata de pedir ayuda psicológica. La
    ayuda psicológica te permitirá volver a creer en
    ti y en tus grandes capacidades. El no querer hablar del
    problema por vergüenza te impedirá librarte de
    ellos y continuarán lastimándote el resto de tu
    vida.

No olvides que la
prevención y detección a tiempo pueden ayudarte a
vivir mejor.

BIBLIOGRAFÍA

  1. AVENSUR LILIANA Y PADILLA DAPHNE,
    METODOLOGÍA PARA LA FORMACIÓN DE FORMADORES,
    PASMI, PERU,
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  2. CENTRO DE DOCUMENTACIÓN
    SOBRE LA MUJER, PAQUETE INFORMATIVO : VIOLENCIA DOMESTICA
    – RECOPILACIÓN, CENDOC, PERU.

  3. CHADI MONICA, REDES SOCIALES EN
    EL TRABAJO
    SOCIAL EDITORIAL ESPACIO, BUENOS AIRES, 2000

  4. CLADEM, CUADERNO DE TRABAJO
    Nº 2 : VIOLENCIA FAMILIAR, PERU.

  5. CORSI JORGE, VIOLENCIA FAMILIAR:
    UNA MIRADA INTERDISCIPLINARIA SOBRE UN GRAVE PROBLEMA,
    PAIDOS, ARGENTINA, 1995.

  6. EGUREN LOPEZ FERNANDO,
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  9. MACASSI LEÓN IVONNE,
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    ATENCIÓN, FLORA TRISTAN, LIMA, 2003.

  10. NIETO DEGREGORI ROCIO, HILANDO
    SUEÑOS Y SENTIMIENTOS : FORMACIÓN Y
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  11. RED PARA LA INFANCIA Y LA
    FAMILIA, GUIA METODOLOGICA DE CAPACITACIÓN PARA
    PROMOTORES COMUNALES, REDINFA, PERU

  12. SANZ DIANA Y MOLINA ALEJANDRO,
    VIOLENCIA Y ABUSO EN LA FAMILIA, EDITORIAL MULEMN HUMANITAS,
    1999, ARGENTINA.
  13. TEUBAL RUTH, VIOLENCIA
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TESIS

  1. HUAMANCAJA REYES ROSARIO, EL
    MALTRATO FAMILIAR Y EL RENDIMIENTO ACADEMICO DEL ALUMNO DEL
    NIVEL SECUNDARIO DEL CENTRO EDUCATIVO JOSE GRANDA, UNFV,
    FACULTAD DE EDUCACIÓN, ESCUELA DE SECUNDARIA, LIMA,
    2003.
  2. LAURA MAYTA AURORA, LA
    INFLUENCIA DEL MALTRTO INFANTIL EN EL UTOESTIMA DEL NIÑO
    DEL II CICLO DE EDUCACIÓN PRIMARIA DEL CENTRO EDUCATIVO
    Nº 141 VIRGEN DE COCHARCAS, CANTO GRANDE, UNFV, FACULTAD
    DE EDUCACIÓN, ESCUELA DE PRIMARIA, LIMA,
    2003.

DOCUMENTOS
ELECTRÓNICOS

  1. ARANA ERCILLA MARTHA Y BATISTA
    TEJEDA, ISPAJAE – CUBA, LA
    EDUCACIÓN EN VALORES: UNA PROPUESTA PEDAGÓGICA
    PARA LA FORMACIÓN PROFESIONAL, SALA DE LECTURA
    OEI.

  2. BELLO MANUEL, AGENDA DE
    INVESTIGACIÓN PARA LA NUEVA POLÍTICA EDUCATIVA,
    PERU, SALA DE LECTURA OEI.

  3. CASALS ESTER Y CARMEN TRAVE, LA
    EDUCACIÓN EN VALORES EN LAS PRIMERAS EDADES, UNIVERSIDAD DE BARCELONA, SALA DE LECTURA
    OEI

  4. CUEVAS JIMÉNEZ ADRIAN, EL
    RENDIMIENTOE ESCOLAR, UNAM MÉXICO, CAMPUS
    PSICOLOGÍA PROYECTO DE
    APRENDIZAJE HUMANO.

  5. DE LA CRUZ ROMERO ELIZABETH,
    RELACIONES FAMILIARES, UNAM MÉXICO, CAMPUS
    PSICOLOGÍA PROYECTO DE APRENDIZAJE HUMANO.

  6. ORTEGA SILVA PATRICIA,
    PATERNIDAD EN FAMILIAS ACTUALES, UNAM MÉXICO, CAMPUS
    PSICOLOGÍA PROYECTO DE APRENDIZAJE HUMANO.
  7. PEÑALOZA RAMELLA WALTER;
    CONOCIMIENTOS, CAPACITACIÓN PARA EL TRABAJO, ACTITUDES Y
    VIVENCIAS VALORATIVAS EN EDUCACIÓN; SALA DE LECTURA
    OEI.

 

DEDICATORIA

A mis padres,
hermana, hermano y sobrino por su constante apoyo
.

 

Erika Medina
Morales

Partes: , 2, 3

 

Partes: 1, 2, 3
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