Resumen:
El trabajo
constituye una breve reseña en la que se manifiesta la
importancia de la necesidad de proteger los bienes del
patrimonio
cultural específicamente en Cuba.
El patrimonio cultural tangible tiene gran significado
sociocultural porque constituye una parte importante de la
herencia de
toda comunidad, o
nación,
y de la humanidad entera; también tiene un importante
valor
económico. Actualmente se refleja un elevado deterioro del
mismo y, por ende, de recursos
socialmente insuficientes para su protección,
restauración, conservación y puesta a
disposición. A diferencia de gran parte de los bienes
naturales, todos los bienes de patrimonio cultural son recursos
no renovables. Allí radica la responsabilidad actual de asegurar la
preservación de nuestra herencia cultural para el deleite
y la investigación de las generaciones presentes
y futuras.
El patrimonio cultural es inicialmente pasivo, existe
como objeto, independientemente del reconocimiento o no de su
valor cultural, y es la comunidad la que en un momento
determinado de su desarrollo .lo
selecciona, lo escoge como elemento que debe ser conservado por
valores que
trascienden su uso o función
primitiva. Es solo en este acto que queda definido como bien
cultural.
El patrimonio cultural constituye una forma visible de
la cultura
representa lo que tenemos derecho a heredar de nuestros
predecesores y nuestra obligación de conservarlo a su vez
para las generaciones futuras. Los bienes culturales pueden ser
también físicos e intangibles, los intangibles son
las costumbres ,las fiestas ,la música ,la
tradición culinaria ,las artes representativas y tantas
otras manifestaciones, que constituyen parte de la cultura y son
extremadamente significativos en cuanto a la preservación
de la identidad de
un país. Los bienes culturales materiales, se
distinguen en patrimonio mueble (que puede ser trasladado) del
patrimonio cultural inmueble ,los museos, las bibliotecas y los
archivos que
son quienes conservan el patrimonio mueble, además de
algunos sujetos individuales y distintas instituciones
que por lo general comparten la responsabilidad de preservar el
patrimonio inmueble . Esta idea fue reforzada por el enorme
peligro de que desaparecieran grandes manifestaciones culturales
debido a la enorme destrucción causada durante la Segunda Guerra
Mundial. Posteriormente, a medida que un mayor número
de naciones lograron su independencia,
el patrimonio cultural reflejó la continuidad e identidad
de pueblos particulares.
Según las formulaciones de la UNESCO puede
definirse patrimonio cultural como los monumentos, grupos de
edificios y sitios que tienen valor histórico,
estético, arqueológico, científico,
etnológico o antropológico. Patrimonio natural
comprende formaciones físicas, biológicas y
geológicas excepcionales, hábitat
de especies animales y
vegetales amenazadas, y zonas que tengan valor científico,
de conservación o estético. Por tanto son bienes
que por su especial relevancia en relación con la
arqueología, la prehistoria, la
historia, la
literatura,
la
educación, el arte, la ciencia y
la cultura en general, integran el patrimonio cultural de la
nación
y por tanto están requeridos de medios
idóneos de preservación y
conservación.
Frecuentemente se distingue le valor económico
que tiene los bienes culturales de su valor social y cultural. Si
bien, en muchos casos, el valor económico de un objeto
patrimonial es un antecedente relevante para determinar la
importancia de su preservación, el principal motivo para
conservar bienes culturales radica en el valor social o cultural
que estos bienes tienen para un individuo,
comunidad, nación y en algunos casos, para la humanidad.
De hecho son muchos los bienes que no tiene un valor
económico explícito, pues no se tasan en el
mercado como
en el caso de catedrales, esculturas e la vía
pública, las obras pertenecientes a museos o las estructuras
arqueológicas.
En el mundo actual los bienes del patrimonio cultural se
han convertido en una inversión segura, resistente a cualquier
desajuste financiero, y que , con el transcurso del tiempo
proporcionan un incremento de su cuantía, por ello
constituyen un útil mercado para traficantes tanto en el
ámbito nacional como internacional, que pretenden por esta
vía establecer comercio
ilegal encaminado a un único fin: enriquecerse.
Cuba al igual que muchos países subdesarrollados
ha sido victima de este saqueo de bienes culturales. Muchas de
nuestras obras de arte y bienes patrimoniales han aparecido en
galerías o lugares de subasta de otras naciones. Nuestro
país defiende la necesidad de preservar los bienes
culturales de la humanidad, de enfrentar el tráfico
ilícito de los mismos así como también de
los servicios
culturales y por supuesto aboga por la devolución de esa
parte del patrimonio cultural de esas naciones a sus
países de origen.
Cuba no esta ajena a los requerimientos en materia de
protección de patrimonio cultural y ha emitido diversos
regulaciones legales sobre esta materia que han permitido arribar
a diferentes definiciones conceptuales del mismo, así
tenemos:
La
Constitución de la
República.
Proclamada el 24 de febrero de 1976, en su
Artículo 39, inciso (h) establece " El Estado
defiende la identidad de la cultura cubana y vela por la
conservación del patrimonio cultural y la riqueza
artística e histórica de la nación. Protege
los monumentos nacionales y los lugares notables por su belleza
natural o por su reconocido valor artístico o
histórico"
Inciso (i) "El Estado
promueve la participación de los ciudadanos a
través de las organizaciones de
masas y sociales del país en la realización de su
política
educacional y cultural"
Por otra parte contiene enunciaciones conceptuales
generales la Ley No 1 de 4 de
agosto de 1977. Ley de Protección al Patrimonio Cultural y
su Reglamento el Decreto No. 118 de 23 de Septiembre de 1983.,
esta tiene por objeto la determinación de los bienes que,
por su especial relevancia en relación con la
arqueología, la prehistoria, la historia, la literatura,
la educación,
el arte, la ciencia y la
cultura en general forman parte integrante del Patrimonio
Cultural de la Nación y establecer medios idóneos
de protección de los mismos.
Precisándose en su reglamento el Decreto No. 118,
que el Patrimonio Cultural de la Nación está
integrado por aquellos bienes muebles e inmuebles que son la
expresión o el testimonio de la creación humana o
de la evolución de la naturaleza,
fundamentalmente;
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