- Justificación
- Sus Causas
- ¿Incompatibilidad
del modelo andino y moderno? - La
visión de la niñez en la cultura
andina - Las
condiciones en las que se da el Trabajo
Infantil - El
turismo y la infancia prostituida - Agricultura
comercial - Consecuencias
Justificación
Se ve necesario realizar este trabajo por
las formas como vive el infante, No todo el trabajo
infantil, evidentemente, es tan repugnante como las formas
más peligrosas y explotadoras. Incluso los más
fervientes partidarios del no-trabajo infantil reconocen que
tareas apropiadas pueden aportar a los niños
habilidades y responsabilidades, mantener unidas a las familias y
contribuir a los ingresos
familiares. Al evaluar el alcance del trabajo infantil y dibujar
soluciones, es
crucial definir qué es el trabajo
infantil, y distinguir formas explotadoras de formas
apropiadas.
La UNICEF ha desarrollado un conjunto de criterios
básicos para determinar si el trabajo infantil es
explotador. Define que el trabajo infantil es inapropiado
si:
* Es con dedicación exclusiva a una edad
demasiado temprana,
* Se pasan demasiadas horas trabajando,
* El trabajo provoca estrés
físico, social o psicológico indebido,
* Se trabaja y se vive en la calle en malas
condiciones,
* El salario es
inadecuado,
* El niño tiene que asumir demasiada responsabilidad,
* El trabajo impide el acceso a la
escolarización,
- El trabajo mina la dignidad y
autoestima
del niño (como el esclavismo y la
explotación sexual), impide conseguir un pleno desarrollo
social y psicológico.
Esto trae consigo que La infancia es un
tiempo para
jugar, aprender, crecer, un tiempo en que todos los niños
y niñas deberían tener la oportunidad de
desarrollar sus potenciales y soñar con brillantes planes
para el futuro. Sin embargo, para 250 millones de niños en
todo el mundo, quienes trabajan mucho antes de que sus
frágiles huesos y
sensitivas almas están preparados, la infancia es un
sueño perdido. Ellos trabajan desde las primeras horas de
la mañana hasta después del ocaso.
Se les puede ver vendiendo flores y goma de mascar a
turistas en las calles de ciudades ruidosas y sobre pobladas;
quemándose bajo el sol en
plantaciones gigantescas, sucias, e infectadas de residuos
químicos; barriendo los pisos de las mansiones de
millonarios inconscientes; doblándose las espaldas en
oscuras fábricas de alfombras bajo el látigo de la
esclavitud
moderna.
Estos niños y niñas no saben de otro
juego que no
sea la sobre vivencia. Su escuela es la
calle; su maestro, la injusticia. Su futuro es un negro
callejón de incertidumbre que podría acabar con sus
vidas en cualquier momento. Por este motivo, quisimos profundizar
este tema que hoy en día, en nuestro país como en
el resto del mundo, es uno de los principales cuestionados. En
primer momento el estudio se centra en el niño, con el
objetivo de
conocer las actividades que realizan y lograr su
caracterización de acuerdo a las siguientes variables:
edad, sexo,
escolaridad, zona de procedencia, zona de frecuencia,
composición de la familia a
la cual pertenecen. Los niños de hasta 15 años son
tomados como unidad de análisis especialmente nos profundizamos en
la provincia de San Juan.
Capítulo
I
Sus
Causas
La globalización económica crea lazos
entre distintas economías nacionales, con lo cual la
incidencia del trabajo infantil en países del Sur se hace
más patente en los países industrializados. Al
mismo tiempo, el proceso de
globalización que permite al Norte ser consciente del
trabajo infantil que se da en el Sur también pone presión a
las economías y estructuras
sociales de los países del Sur, intensificando de esta
forma el problema del trabajo infantil.
Es evidente que existe una relación entre el trabajo
infantil y la pobreza,
puesto que los niños que trabajan son casi exclusivamente
pobres. Pero la pobreza no es la
causa del trabajo infantil; el hecho de que la proporción
de trabajo infantil varíe dramáticamente entre
países de niveles similares de desarrollo
económico lo demuestra. En China, por
ejemplo, ha habido muy poco trabajo infantil en las
últimas décadas, según fuentes
diplomáticas de EUA, porque tomaron la decisión
política
de mandar los niños a la escuela. Lo mismo ha ocurrido en
el estado
Kerala, en la India, que lo
ha prácticamente abolido. De estos dos ejemplos se deduce
que el trabajo infantil sólo puede existir si es tratado
como aceptable cultural y políticamente.
Según la Fundación Internacional por los Derechos Laborales, en
muchos países hay una fuerte tradición de tolerar
el trabajo infantil, que se combinan a menudo con prejuicios
hacia poblaciones aisladas. El resultado es la expansión
de trabajo infantil entre algunos grupos
étnicos pobres. De forma similar, actitudes
discriminatorias hacia mujeres y chicas pueden reforzar la
voluntad de los padres de mandar sus hijas a prostituirse o a
servir en casas.
Donde la
educación es obligatoria, disponible y entendida como
importante, la proporción de trabajo infantil es
más baja.
Los factores de pobreza, tradiciones culturales, prejuicios hacia
grupos étnicos, religiosos o raciales, discriminación de las chicas, acceso
inadecuado a la educación y
búsqueda de mano de obra dócil por parte de los
empresarios, han existido desde hace siglos. Lo que es nuevo
ahora es la globalización
económica.
Este factor contribuye a incrementar el trabajo infantil
debido a la competencia en el
mercado global,
que hace que todo el mundo busque bajar los costes de producción. Hay otras formas, menos obvias
pero igualmente importantes, en que la
globalización contribuye al incremento del trabajo
infantil.
Las exportaciones
agrícolas baratas hacia el Sur y la promoción de la agricultura
orientada a la exportación en estos países han
removido la estructura
social de comunidades rurales en todo el planeta.
Apoyándose en la violencia, la
coerción y a veces en fuerzas de mercado impersonales, los
propietarios de las plantaciones han sacado muchas familias
rurales de sus tierras, dejándoles con pocas opciones
económicas. Algunos han cogido trabajo en las
plantaciones, donde se suelen emplear también a los hijos;
algunos se han ido a suburbios, donde los niños pueden
buscar trabajo para ayudar a sus familias; y algunos han mandado
a sus hijos a las ciudades a que ganen dinero para la
familia.
Durante los años 80 hubo grandes cambios en el
sector agrícola del . Grandes plantaciones se mecanizaron
más y más y se incrementó su grado de
dedicación a la exportación, y la tierra se
concentró cada vez más en pocas manos de grandes
empresas
agrícolas. Los trabajadores de las plantaciones y los
pequeños agricultores expulsados de sus tierras se
juntaron con los grupos de trabajadores temporales que se
conocieron como "bóias frias" o "volantes". Dado que los
ingresos de muchas familias disminuyeron considerablemente, estas
fueron empleando a los hijos. Según la "Evaluación
rápida sobre trabajo infantil doméstico en Paraguay"1,
realizada por la
organización no gubernamental Centro de Documentación y Estudios (CDE), las
niñas, niños y adolescentes
trabajadores domésticos señalan varios motivos por
los cuales trabajan, siendo los más frecuentes:
- Para estudiar (39%)
- Para ayudar a su familia o porque en su casa no
había dinero (23%) - Para ganar algo de dinero (15)
- Para aprender a hacer algo o para aprender a trabajar
(11%)
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