Desarrollo y sostenimiento del turismo rural en la provincia de Entre Ríos
- El Turismo Rural en
Argentina - El
turismo rural en la provincia de Entre
Ríos - Las acciones
destinadas al ordenamiento del producto son - Conclusión
- Bibliografía
- Anexos
INTRODUCCIÓN
En las últimas décadas se están
produciendo una serie de acontecimientos y fenómenos
socioeconómicos que están dando forma a una de las
actividades con mayor crecimiento y desarrollo con
vistas a los próximos años.
El Turismo es una actividad que
nació espontáneamente, fue creciendo de una manera
y transformándose desde sus orígenes y
continúa cambiando hasta nuestros días.
El turismo tiene antecedentes en el siglo
17 (anteriormente había algunas situaciones de
viajes
relacionadas con el comercio y la
religión) principalmente como
hecho sociocultural, en prácticas de viajes no laborales,
generalmente realizados por aristócratas que vivían
de rentas y componían la elite de la época; eran
viajes largos y los destinos eran usualmente Inglaterra,
Francia y
Alemania.
Estos viajes hacían la diferencia con el resto de la gente
y eran ellos los que exclusivamente tenían posibilidades
de acceder a realizarlos. Estos grupos llegaron a
ser de tal consideración, sobre todo en Francia, que el
señor De Saint Morice publicó, en el año de
1672, la "guía fiel de los extranjeros en viaje por
Francia"(la genuina antecesora de la Guía
Michelín).
En el siglo 18 ya se empleaba en Inglaterra la frase de
origen francés Faire le grand tour, para referirse
a aquellos jóvenes que, tanto para complementar su
educación
como por preocupaciones de cultura,
organizaban largos recorridos por diferentes países del
continente europeo. A tales viajeros se les empezó a
denominar "turistas", término que se utilizó
después en Francia para designar a toda persona que
viajaba por placer o curiosidad, o por motivos
culturales.
Con el correr del tiempo esto se
fue transformando, en el Siglo 19 los principales motivos de los
viajes eran cunas del arte como
Florencia, Roma, Egipto entre
otros, y el principal interés
del viaje era la captación ocular de objetos
de arte, objetos históricos y paisajes, motivados por la
ya existencia de libros de
orientación para la realización de estos viajes,
escritos por otras personas que ya habían vivido esa
experiencia en forma de crónicas de viajes.
En nuestro país los destinos más
importantes a fines del Siglo 19 eran Mar del Plata y las Sierras
de Córdoba y similar a lo que sucedía en Europa,
también era la clase social
adinerada la que tenía acceso a estos viajes.
Estos viajes eran realizados en forma particular y
viajaban en diligencia, o tren y se alojaban en postas o posadas;
hasta la aparición de Thomas Cook que en 1.841
comenzó con la
organización de los viajes, que incluían el
transporte,
alojamiento y comida.
Entrados en el Siglo 20 se comienzan a vislumbrar las
primeras manifestaciones de lo que se conoció como Turismo
de Masas en exclusivas playas Inglesas y Francesas, practicadas
por otras clases
sociales no tan aristocráticas. Esta modalidad de
Turismo tuvo su auge luego de la 2º Guerra Mundial
conocida también como etapa Fordista ligada a la Sociedad de
Consumo. Como
habla Vera en su texto solo se
puede hablar de Turismo de masas a partir del período de
reconstrucción y crecimiento
económico tras la segunda guerra
mundial.
Comienza la industrialización de la mano del
Capitalismo y
se comienzan a diferenciar los tiempos de trabajo y
tiempos de ocio. Este tiempo de ocio lo empiezan a organizar los
propios trabajadores como modo de descanso del trabajo y volver
en mejores condiciones, reflejado por la Ley Laboral que
contempla las Vacaciones anuales. Los enormes progresos en
productividad
permiten aumentar los salarios,
disminuyen los costes de producción de los productos
ordinarios y se reduce el horario laboral, así se suma la
clase trabajadora a la práctica del Turismo y las clases
sociales se diferencian por los destinos y los servicios que
utilizan. (Vera, 1997)
Sol y Playa es el producto
masivo por excelencia y en constante crecimiento, comienzan a
darse las segundas residencias en los destinos consolidados. La
práctica turística "de masas" comienza a ser
estandarizada y orientada exclusivamente a la oferta, donde
el turista cumplía un rol netamente pasivo. Quienes
practican esta modalidad comienzan a buscar nuevos horizontes que
se ajusten más a sus necesidades, donde puedan sentirse
parte del lugar y su entorno.
Los destinos de turismo de masa comienzan a deteriorarse
dado su uso intensivo y fue perdiendo calidad
ambiental, que es precisamente lo que buscan los nuevos
turistas.
Alrededor de los años 80 nace una nueva modalidad
turística como alternativa o complemento de la modalidad
tradicional, los turistas comienzan a experimentar nuevas
necesidades de consumo, esta etapa es conocida como turismo
Alternativo o Post-Fordista.
El turista de fines de siglo 20 , es un turista
experimentado que busca cosas nuevas, donde encontrar el escape a
la trepidante lucha cotidiana de la ciudad (José Luis
Andres Sarasa – 2000). Esta nueva demanda no
convencional, que busca lugares tanto interesantes como
desconocidos, generó modalidades distintas, como el El
Ecoturismo, El
Turismo Aventura, Los Deportes y el Turismo Rural. Este
nuevo turismo tiene un carácter participativo de mayor contacto
con el medioambiente tanto natural como social.(Schmulewicz
1995)
"La preocupación por cuestiones ambientales es
central en muchas de las nuevas modalidades turísticas".
(Rodolfo Bertoncello)
El Turismo Rural en Argentina
Dentro de esta nueva modalidad de Turismo Alternativo o
Complementario, se encuadra esta nueva actividad de Turismo
Rural, que la OMT define así: "Se entiende al turismo
en el medio rural como un conjunto de actividades que se
desarrollan en dicho entorno, excediendo el mero alojamiento y
que pueden constituirse para los habitantes del medio en una
fuente de ingresos
complementarios a los tradicionalmente dependientes del sector
primario, convirtiéndose en un rubro productivo más
de la empresa
agropecuaria". (OMT – Gustavo Néstor
Fernández – Derecho Hotelero y
Turístico)
Es preciso destacar que en los últimos diez
años en nuestro país se han incrementado las
distintas formas de turismo en áreas rurales, sin embargo
no todas las ellas pueden ser consideradas turismo rural, algunas
son formas de enclaves urbanos en el medio rural o complejos
turísticos que se desarrollan ámbito antes rural
pero que trasladan todas las características del modo de
vida de la ciudad, tales como Hoteles de alta categoría o centros de
Spa situados en el ámbito rural. Por ello, estas
modalidades de hospedaje en el medio rural, que representan tipos
de alojamientos y servicios posibles de encontrar en cualquier
lugar, no están vinculados a la vida rural.
Un elemento a tener en cuenta al momento de definir el
turismo rural, es que los servicios de alojamientos, alimentación y las
actividades, deben ser ofrecidas por productores agropecuarios en
sus propios establecimientos, llámense estos Estancias,
Chacras, Granjas, entre otras; realizando actividades que
representen la vida en el campo, como cabalgatas, ordeñe
de vacas, caza, pesca, esquila
de ovejas, etc .
Acerca de las causas que llevaron a los productores
rurales a volcarse hacia el Turismo Rural no se encuentran muchos
textos, mantuve algunas conversaciones con algunos dueños
de estancias entrerrianas, con el Coordinador del producto
Turismo Rural de la Secretaría de Turismo de la Nación,
Lic. Federico Wiss, con algunos ex profesores y con el Sr.
Antonio Torrejón, de donde obtuve la siguiente
conclusión. La problemática en el sector rural se
puede dividir en etapas, la primera que es a fines de los
años 80 donde los problemas que
enfrentaba el productor rural eran la falta de subsidios,
créditos a tasas exorbitantes, problemas en
la paridad cambiaria, fenómenos naturales y marcada
estacionalidad de la actividad principal, mientras que en la
actualidad encontramos importantes extensiones de tierra y
productiva o insuficientemente aprovechada, sueldos deteriorados
debido a la desertificación productiva por un tipo de
ganadería
extensiva o por sistemas de
explotación que no tuvieron en cuenta la sustentabilidad
de los ecosistemas,
las constantes migraciones del campo a la ciudad en busca de
mejores alternativas, fundamentalmente de la gente joven que no
encuentra en el campo una salida a sus expectativas;
imposibilidad de mantener el patrimonio
arquitectónico, pero fundamentalmente lo que
debería preocupar más es la pérdida de
nuestras tradiciones, cursos y costumbres, la pérdida de
la identidad
nacional.
Página siguiente |