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Las Religiones primitivas (página 2)




Enviado por jonathan56



Partes: 1, 2, 3, 4

Para realizar toda clase de actividad religiosas la
mayoría de las religiones cuentan con un especialista,
normalmente llamado con una expresión americana Medicine
Man. Puede realizar las actividades del sacerdote, del medium,
del adivino, del curandero, del herborista, del chamán
pero no la del brujo o la de un simple mago.

Aunque muchas religiones primitivas han desaparecido bajo la
presión
moderna de las áreas desarrolladas del mundo, otras han
persistido tenazmente y se han adaptado al cambio. Nunca
y bajo ningún concepto debemos
considerarlas como religiones infantiles de los pueblos salvajes
o como las travesuras ingeniosas de tribus dominadas por los
hechiceros. Son intentos serios de pueblos adultos para crear y
mantener un sistema
espiritual capaz de ofrecer un apoyo tanto en la vida como la
muerte.

EJEMPLOS DE RELIGIONES PRIMITIVAS.

ASIA.

Características Generales.

Los pueblos asiáticos no separan lo sagrado de lo
profano, su religión la expresan en actividades
ritualizadas en las que intervienen toda la comunidad. Sus
creencias son formuladas verbalmente, es decir no existe un
libro como la
Biblia en caso de los cristianos o el Corán en el caso de
los Islámicos, por eso se puede hablar de religiones.

El concepto clave, para poder entender las costumbres
religiosas de las tribus asiáticas es la relación,
relación con dioses y espíritus con seres humanos y
con la naturaleza. Cada uno de los pueblos tiene prácticas
religiosas adaptadas as í mismo y a su propia entorno,
pero todos buscan restablecer el buen orden creado en el
principio.

Otra de las características comunes que tienen los
grupos
asiáticos lo son los chamanes, los cuales ocupan un lugar
superior en lo que a religión se refiere en muchas de las
tribus de la región estudiada. Son elegidos por familias y
posteriormente por los espíritus, y deben someterse a un
riguroso entrenamiento.

Entre sus funciones
están, comunicarse con los espíritus para corregir
la comunidad a la que pertenecen, restaurar la armonía
entre el hombre, el
mundo espiritual y todo lo creado.

A continuación le presentaremos las
características más importantes de algunos pueblos
asiáticos.

Grupos Nómadas.

Los grupos nómadas o tribus nómadas están
ubicadas en el centro oeste y sur y en la altiplanicie de Chota
Nagpur, en las Islas Andamán, áreas boscosas y
pantanosas de la Costa de Compuchea. Entre lo más
conocidos tenemos los grupos minoritarios de los Negritos Semang
y de sus vecinos, los Senoi que habitan en las montañas de
la jungla de la zona norte y central de Malasia Peninsular,
además de los negritos aeta de Luzón,
Mindanas y Mindora en Filipinas.

Estos grupos, en su mayoría son pequeños, puesto
que la escasez de comida
así lo amerita practicar la recolección,
agricultura y caza.

Ritos.

Los Senoi realizaron una serie de ritos al elegir que
árbol hay que talar y quemar para preparar un lote de
tierra para el
cultivo, estos ritos se prolongan hasta la celebración
final de la recolección con el fin de garantizar la ayuda
de los espíritus para una buena cosecha, en este rito
participan todos los miembros de la comunidad, (todo el grupo
está en cuarentena durante el primer día de la
siembra).

La enfermedad también es objeto de otro rito, realizado
por el Chamán que recurre al poder de ciertas hierbas y
plantas
desagradables para los espíritus malos, para expulsarlos y
atraer el alma errante
que vaga fuera del grupo.

En caso, de enfermedades más
graves, todo el grupo está implicado, se realizan
días y noches de música y danza
desenfrenadas. Finalmente, el espíritu, al recibir la
sangre
sacrificial ofrecida por la cabeza de la casa, es expulsado
fuera. Al morir la persona comienza
otra serie de ritos de grupo para alejar la contaminación. La muerte o el
nacimiento de alguien, representa un grave peligro para todos, y
el grupo debe aislarse para su seguridad y la de
sus vecinos.

Los Kond – O Kui.

Viven en los Ghates Orientales del Orissa, India en medio
de la jungla y son cerca de un millón.

Ritos.

La mayoría de los Kond creían en la Diosa de
la Tierra
Tari, y que ella había enseñado al hombre
las artes de la caza, de la guerra y de la agricultura a cambio
de sacrificios humanos que eran necesarios para el bienestar de
todos y la fertilidad de la tierra. Este rito cruento continua
todavía, aunque ahora sacrifican búfalos como
víctimas, los trozos de carne de la víctima son
cortados y enterrados en la propia aldea y en las aldeas
próximas para poner en marcha el don de la fertilidad. En
algunas regiones este rito se sigue celebrando anualmente en cada
distrito en ciertos momentos de la estación
agrícola o cuando la salud del pueblo o del
ganado está en peligro.

Los Kond tratan de usar los poderes superiores en muchos otros
ritos para cimentar o restablecer las relaciones, la fuerza y el
bienestar en la aldea, entre estos están:

Ritos entre el Dios, el hombre y el país: se realizan
para la preparación de la tierra y la siembra, hasta la
siega y la trilla, también para eliminar los tabúes
de la caza y de la recolección de productos
salvajes.

Ritos para obtener la bendición y la ayuda de los
antepasados: realizados al momento de un matrimonio, la
toma de una segunda mujer, o la
destrucción de un poblado o en caso de pestes.

Ritos para prevenirse contra la pérdida del bienestar
por una contaminación: se realiza en caso de las
faltas
domésticas como el incesto, el nacimiento y la muerte,
principalmente las muertes por desgracia.

Ritos para salvaguardar la vida: el peligro puede venir de los
espíritus de alto rango, cualquier ofensa contra ellos
trae inmediatamente el desastre. También es muy nocivo el
excesivo recurso al mal de ojos, a la hechicería y a la
brujería.

La Muerte.

Para los Kond es tan necesario vivir en comunidad
después de la muerte como antes. El modo de la muerte, la
conducta no buena
o mala en esta vida deciden la vida futura. Las mismas
actividades diarias continúan ejerciéndose en el
mundo de las sombras. La muerte en edad avanzada, con un funeral
completo constituye la mejor esperanza de pasar
pacíficamente al lado de los antepasados.

La muerte repentina supone al ser excluido del lado de los
antepasados. Esto provoca una soledad y hace a estos
espíritus peligrosos.

Los Bontok y los Kalinga.

Se encuentran ubicados en la provincia montañosa del
Norte de Luzón. Para los Bontok y los Kalinga la aldea es
el centro de su vida. Las aldeas más grandes se ven
fraccionadas y en ellas se celebran asambleas sobre plataformas
pétreas rodeadas de grandes piedras erguidas. Estas
plataformas son el centro social, ritual y político.

Los Bontok y los Kalinga consideran el no tener hijos una
prueba, que los espíritus están indispuestos y
ofende a los antepasados.

Ambos grupos veneran los bosques sagrados. Los dos sexos
pueden ser adivinos y sacerdotes. Todo el año
agrícola va acompañado de ritos que demuestran el
esfuerzo constante para obtener la fertilidad de los
espíritus obstinados.

Los Bontok practican mucho los sortilegios. Los movimientos de
los pájaros, insectos y otros, las entrañas de los
animales, el
silencio o el canto de un gallo tenido en la mano por un
sacerdote y muchas otras pruebas
semejantes se anteponen a las celebraciones rituales.

Tanto para los Kalinga como para los Bontok, las ceremonias
religiosas están ligadas a banquetes de acceso a un
particular status social.
Acostumbra a sacrificar pollos, cerdos o búfalos a los
espíritus montanos particularmente temidos.

COREA.

El Sinkio, la religión tradicional de Corea, ha
sido llamada "la religión sin nombre". No es tanto un
sistema estructurado de creencias uniformes cuanto una manera
religiosa de ver el mundo y una vinculación sagrada
personal con
él. Se le ha llamado tradicionalmente animismo.
Como todas las religiones, tiene cinco puntos
magnéticos.

Yo y el Cosmos: El hombre está en ritmo con el
mundo. Las fuerzas de la naturaleza que controlan la vida y la
muerte, la fertilidad y la esterilidad se personifican y
divinizan. El mundo es un campo de batalla religioso habitado por
espíritus celestes y terrestres, del agua y de los
árboles.

Yo y la norma: El mito del
Tan’gun, el legendario fundador de Corea, subraya el
sentido de la norma cósmica a la que el coreano debe
conformarse.

Yo y el destino: El Sinkio, tomándolo de
raíces pre-confucionista, encuentra la respuesta modelo
cósmico, en el que el cielo, el hombre y la naturaleza
constituyen una armonía de opuestos. Estos opuestos se
complementan mutuamente. Son las grandes fuerzas del yin y del
yang, del no ser y del ser. El yin es el negativo, pasivo,
débil y destructivo. El yang es positivo, activo, fuerte y
constructivo. En su acción
e interacción realizan la armonía y la
recrean una y otra vez. Nuestra individualidad deriva de estos
opuestos. El yin es femenino, madre, suave, oscuro,
húmedo. El yang es masculino, padre, fuerte, duro y
luminoso.

Yo y la salvación: Dado que esta armonía
se rompe con frecuencia, el Sinkio debe salir también al
encuentro del deseo del hombre por la salvación. Cuando
los arrozales son arados en primavera, una banda de agricultores
pacifica a los espíritus de la tierra con la música
y ritos. Cuando se levantan los andamios de una nueva casa, se
los asperja con vino y comida, mientras un miembro de la familia
canta.

La vida está bajo una maldición, una nube que
ensombrece la armonía cósmica. La vuelta al
"paraíso perdido" se hace por el sacrificio ritual.

El Sinkio siente un horror profundo ante la amenaza de la
muerte, que destruye la armonía cósmica. Hace unos
dos mil años, era común entre los coreanos enterrar
a los muertos con sus pertenencias personales, incluidos el
oro y
plata.

Yo y el ser supremo: Los coreanos leen cuanto se
refiere a los dioses en el gran libro ilustrado que llamamos
cosmos. Entre los espíritus de la naturaleza, el
espíritu del cielo (Hanamin o Hanumin) ocupa un puesto
especial. No es un "Dios" supremo, lejano e inaccesible, sino que
trae la luz del sol y la lluvia. El rayo, la sequía y
otros desastres son su juicio sobre los malvados.

Por su bondad vivimos y respiramos. Cuando legaba un desastre
nacional, el rey imploraba a Hanamin confesando sus propios
pecados y los de su pueblo. Hanamin, en un cierto sentido un
"padre celestial", era el abuelo de Tan’gun, el
héroe aborigen de Corea.

El Sinkio y los nuevos movimientos religiosos.

Cuando Corea fue invadida por el confusionismo, el budismo y el
cristianismo, el Sinkio no perdió terreno, pero se
alteró y vigorizó. Del confusionismo le vinieron
los códigos éticos que acompañan el culto de
los antepasados. El taoísmo y el neoconfusionismo
robustecieron el aspecto mágico del Sinkio y su geomancia.
Del budismo aprendió a prestar atención al sufrimiento y al dolor,
vinculándolos ahora al arte de la
curación y de la adivinación.

El Sinkio ha proporcionado el marco para las nuevas religiones
de Corea. El chondogyo fue fundada a mediados del siglo XVII como
reacción a la llegada del cristianismo y reforzó
los lazos sagrados del hombre con el universo. Sun
Myung Moon, el fundador coreano de la iglesia de la
unificación, puede ser considerado como el mayor lazo
humano entre el pueblo y el mundo de los espíritus.

OCEANÍA.

En Oceanía el origen de la religión
fluctúa desde una jerarquía de dioses supremos a
una multitud de vagos poderes espirituales. Algunos lugares
resaltan la experiencia religiosa y otros los ritos formales.

El aspecto religioso podía ser un simple sacerdote, un
curandero (chamán), un adivino, un profeta, un hechicero o
un complejo cuerpo sacerdotal.

Sus cultos religiosos se practicaban con un simple
cántico o cultos con danzas, ejemplo principalmente el
totemismo que estaba rodeado de tabúes donde se realizaban
danzas simbólicas.

La religión y especialmente el rito, está
estrechamente unida a situaciones de tensa angustia social,
económica o política y ayudan a
mantener el equilibrio en
el grupo.

Los seres espirituales o Dioses a los que les rendían
homenaje se perseveran ya fuera como un mito, un animal, un
objeto o una persona. Los lugares sagrados eran reconocidos por
las formaciones rocosas, bosquecillos o edificios y están
protegidos por tabúes.

La visión del hombre con Dios era un poco vulnerable,
vaga; ya que muchas comunidades abandonaron su vieja
religión con su jerarquía de Dioses supremos, sus
sacerdocios y sus templos, para convertirse al cristianismo, pero
les era difícil liberarse de la hechicería y de la
magia doméstica.

En cuanto a la creación varía de un lugar a
otro; para algunos existe un Dios creador para otros cada
creación es un Dios como el Dios del mar.

Comúnmente los mitos eran utilizados en la agricultura
para obtener la fertilidad, en los cambios de estaciones,
funerales, bienvenidas, despedidas, inicio de las guerras y las
victorias; y otras.

Actualmente en Oceanía la religión primitiva se
sigue practicando en los interiores montañosos de las
grandes islas, pero se han ido adaptando a los diferentes cambios
y coexisten a menudo con algunas forma local del
cristianismo.

Entre algunos de sus Dioses tenemos: El Kukailimoku que es el
Dios Hawaiano de la guerra.

MELANESIA.

Podemos encontrar a Melanesia en el área del
Océano Pacífico que va desde el extremo oeste de
Nueva Guinea.

El contacto con diferentes culturas extranjeras y con el
cristianismo han cambiado la primitiva religión Melanesia,
aunque no en todas partes. Los melanesios no hacen
distinción entre lo religioso y lo secular, entre lo
natural y lo sobrenatural.

Para ellos la relación con las personas y con los
espíritus ancestrales son consideradas por todos como las
más importantes, ya que en el centro de la vida
está la comunidad de hombres y de los espíritus
todos los cuales son seres vivos.

La primitiva religión melanesia presenta una serie de
historias de migraciones, mitos, cuentos, leyendas,
cantos, oraciones y encantamientos similares a los de cualquier
otra religión importante. En cuanto a la creación
del mundo existen pocas especulaciones sobre los orígenes
y la naturaleza del universo.

Su relación con un solo Dios no es compartida en todos
los pueblos melanesios, ya que algunos creen en muchos dioses y
otros en una variedad de seres espirituales, incluyendo los
malos.

Para los melanesios los cultos religiosos podían ser en
cuevas, pozos, corrientes de agua, rocas, simples
estructuras o
sofisticados edificios como la casa de los espíritus
ancestrales de Sepik.

Percibían de los cultos y ritos en honor a los
muertos-lamentos, ofrendas de comidas, danzas, intercambios de
cerdos, víveres y cosas preciosas aseguraban a los vivos
la protección de los muertos.

Los cultos que realizaban variaban de un lugar a otro,
también podían durar días, semanas o meses y
aun años. El cerdo figura en mucho de estos ritos y
fiestas, comida, bebida y tabúes sexuales
acompañaban a los ritos más importantes.

Antes del periodo colonial surge otro movimiento
como el "Cargo Cults" expresión usada con frecuencia para
condenarlos o ridiculizarlos. Este movimiento une a grupos antes
separados u hostiles, pero no siempre se consigue que se adhieran
todos los habitantes de una zona, el nuevo movimiento religioso
va más allá de la aldea y el clan.

LOS TOE DE PAPÚA NUEVA GUINEA.

Ubicados en el altiplano meridional de Papúa Nueva
Guinea, practicaban la religión tribal donde el
espíritu principal es "El anciano que está en el
oriente" (Ama’a Hai Ta’o). Aunque es el principal no
es el creador.

Aparte de éste tenemos otros tres grupos de
espíritus que viven en lugares fijos como:

  • (MA’ame gai) las cosas malas.
  • Los bisare
  • Los bibuyii

Las cosas malas habitan en un macizo de árboles, en una
gran roca o en cualquier otro lugar natural insólito. Los
hombres que tenían relación con estos
espíritus y poseían la formula mágica justas
gozaban de su favor y no padecían mal alguno, pero los que
despertaban su ira podían verse con las piernas hinchadas
o un estómago dilatado.

Creían que los espíritus bisare vivían
sobre el agua y que
había numerosos y terribles espíritus del agua.

  • Los espíritus errantes eran considerados los que
    vagan de un lugar a otro y se mueven en el aire.
  • Los espíritus de la muerte: son los más
    temidos por los habitantes, surgían de aquellos hombres
    que habían muerto en luchas entre aldeas.
  • El Bambú y hechicería: es uno de los
    más temidos por la comunidad.

MADAGASCAR

Madagascar está cerca de Africa y son
fundamentalmente asiáticos y hablan una lengua
malayo-polinesia, sus costumbres ancestrales regulan todos los
aspectos de la vida, pero han sido ligeramente influenciados por
las culturas árabe y europeas, pero todavía regulan
la vida de más de la mitad de la población y afectan profundamente a la
minoría cristiana y musulmana. La religión malgache
no tiene escrituras o credos y posee pocas historias religiosas.
En el centro de Madagascar son veneradas las doce colinas de
Imerina asociados a los antiguos reyes, para ellos los primitivos
habitantes de la isla son las tumbas de los vazimba, aquí
son importantes las tumbas de los antepasados ya que algunos
lugares son destacados edificios de piedras, en otros
están metidas en el interior de los bosques, en otras son
zonas de enterramientos o curvas señaladas, por postes con
bajorrelieves muy elaborados y con cráneos de bueyes
sacrificados en honor de los muertos, árboles, rocas,
arroyos, ríos y otros relieves naturales pueden constituir
el centro de un culto pero importante en la tumba de los nobles.
Muchas aldeas tienen postes sagrados en su centro donde se
realizan ritos, todos los lugares sagrados tienen una especie de
fuerza espiritual llamada hasina que está presente
en muchos objetos hechos por el hombre y van desde dijes y
amuletos que protegen del mal al que los lleva, en los primeros
tiempos los guerreros iban a la batalla con ellos,
favorecían la entronización a los soberanos y
aconsejaban por medio de sus guardianes humanos, los principales
talismanes fueron quemados, pero sus memoria
todavía es venerada y sus poder espiritual continua para
ellos algunos animales transmiten fuerza espiritual especialmente
el cocodrilo que es venerado en algunos lugares con cantos y
banquetes ocasionales, esta fuerza es un poder que se puede
incorporar en caso de necesidad pero que debe protegerse
también de la contaminación, omitir hacerlo es un
tabú y puede ser un fallo peligroso, diversas personas
sagradas actúan como guardianes de los santuarios,
predicen el futuro arroyando semillas en el campo curan las
enfermedades provocadas por la brujería, interpretan los
horóscopos o guían a otras personas en los ritos
sagrados, en algunas localidades grupos de personas se entregan a
la posesión de los espíritus humeando hachís
o cumpliendo otros ritos, hasta la llegada de la influencia
europea en el siglo XIX se usaba una forma adaptada del
calendario árabe, había días reservados para
ciertas acciones o
prohibidos para otras, los niños
nacidos en determinados días tenían un futuro tan
malo que eran matados en la infancia, el
año nuevo al final de la estación seca estaba
caracterizado por el baño ritual del monarca, el agua que
poseía la fuerza espiritual del cuerpo del rey era
esparcida para fecundar a los cultivos, los animales y al pueblo,
ahora ya no hay monarca pero las ideas y algunas costumbres
sobreviven, en todas partes los funerales son un acontecimiento
importante y los muertos son honrados regularmente con
sacrificios y ritos. En Imerina son desterrados los huesos de los
muertos y llevados a ritmo de danza en torno a la
propiedad
familiar, los difuntos gozan en la convicción con esta
salida anual y en compensación el pueblo recibe
protección durante otro año.

Las etapas importantes de la vida están
señaladas por ritos en el nacimiento se le da el nombre al
niño, no sin antes consultar al adivino, los días
sucesivos al parto siguen
un ritmo bien preciso, la madre se purifica saltando sobre un
fuego sagrado, todos los niños son circuncidados a los
pocos años de lo contrario no son realmente personas, las
fiestas de circuncisión afectan a toda la familia y van
acompañados de banquetes, bebidas y cantos obscenos, al
comenzar la primera menstruación las chicas se ponen el
vestido de adultas para desposarse y casarse poco después,
todo esto está enmarcado por ritos como el ascenso a
montañas sagradas, la consulta a una bruja, o el conseguir
fragmentos de la mortaja o de carne en descomposición en
la fiesta anual del retorno de los muertos, en los momentos de
crisis se
ofrecen sacrificios a los antepasados y son honrados de igual
modo los lugares sagrados, el sacrificio más importante es
el de los bueyes, mientras que en ocasiones menos importantes se
ofrecen pollos, arroz, miel, ron, caña de azúcar
y dulces. Al viajero prudente arroja pequeñas monedas en
los ríos, cuelga un trozo en cada árbol sagrado,
después de romper un tabú o después de una
pesadilla la gente acude al adivino del lugar que prescribe un
rito para alejar la amenaza.

RELIGIONES AFRICANAS.

La inmensa mayoría de los habitantes de Africa Central
y Meridional hablan lenguas
bantúes las poblaciones actuales de lengua bantú se
han formado por migraciones y mezclas de
grupos a lo largo de los siglos y se han adaptado a ambientes
diversos desde la selva tropical al desierto, otros grupos de
habla bantú son los ndembu, los sothoswana, los
zulúes, los shona y kikuyu. La religión africana es
tradicional ya que es transmitida oralmente de una
generación a otra, no hay otra autoridad que
no sea la palabra de los ancianos si no se fían de ellos
es como no fiarse de nadie. Con el paso del tiempo esta
tradición se ha ido filtrando por varias generaciones, la
historia se narra de diversos modos por los varios subgrupos de
los balulsa aunque fundamentalmente es la misma historia. No
podemos decir que la gente de hoy no cree o no hace exactamente
las mismas cosas que hacían sus antepasados cien
años antes, si un visitante hubiera registrado una
creencia de hace cien años y un africano actual
descubriera que esa ya no es enseñada por sus ancianos no
se podría decir que se han apartado de la
tradición, algunas costumbres ya no están vigentes
o casi han desaparecido pero esto no significa que la
religión tradicional se éste muriendo sino que
está cambiando o una comunidad se compone de quienes
recuerdan o comparten la misma tradición, en la
religión africana la comunidad tiene la máxima
importancia, el individuo
existe solamente en la comunidad, ser separado de esta es peor
que la muerte. La religión africana se centra en los seres
humanos más que en los fenómenos naturales o en los
seres sobrenaturales aspira a promover los valores
humanos en la comunidad, el nacimiento es sólo el comienzo
del proceso para
llegar a ser muntu, el recién nacido recibe un nombre con
frecuencia es el de algún antepasado o de un
espíritu, si un niño muere antes de recibir este
nombre no es real ni totalmente un ser humano, sino una especie
de espíritu que aspiraba a ser hombre, los albinos, los
deformes, los niños cuyos dientes nacen desordenadamente
son personas diferentes y son consideradas una amenaza para la
comunidad, uno de los acontecimientos más importantes es
el proceso de llegar a ser hombre o sea la iniciación, el
rito de la iniciación masculina se llama mukanda y
comienza con la estación seca en mayo consiste en la
separación especialmente de sus madres y de todo el mundo
femenino, incluyendo la circuncisión, seguidamente pasan
varios meses en campamentos alejados de la aldea donde se ven
sometidos a pruebas e instruidos en las creencias y en las
prácticas tradicionales, al acabar vuelven a la aldea como
hombres preparados para participar en la vida común, la
iniciación de las jóvenes se realiza normalmente de
forma individual en el momento del primer periodo menstrual, la
iniciación es la puerta que introduce de lleno en la vida
de la comunidad más que al individuo se puede decir que
son las familias, las que se casan, tener hijos es la responsabilidad más importante de la vida,
no tenerlos significa haber perdido a la comunidad incluidos los
antepasados, muchos africanos creen que originariamente Dios
quiso que los seres humanos vivieran para siempre pero debido a
error, accidente o culpa la muerte entró en escena y no es
posible escapar as la muerte, la tumba es un lugar donde se
establece el contacto por medio de las ofrendas de comida y
bebida, las serpientes y otros animales si son vistos cerca de la
tumba pueden encarnar al difunto, una persona puede renacer
incluso en más de un descendiente al mismo tiempo, en
cierto sentido el nombre es el que renace ya que lejos de ser una
etiqueta representa la naturaleza fundamental de una persona, la
relación entre los antepasados y sus descendientes forma
parte de la tradición ya que transmiten no solo mito,
ritos y otras informaciones sino también sus nombres y su
mismo ser, todo lo que es real procede de los antepasados.

El rey y los jefes representan a la totalidad de la comunidad
y la unen con el pasado heroico, la aldea puede ser la
máxima unidad y su gobierno puede
estar basado en el consentimiento de los ancianos más que
en la acción de un jefe, cuando sobreviene la enfermedad,
la muerte o cualquier otro mal hay que averiguar la causa
mediante la adivinación. Hay dos clases una sirve de
varios objetos para obtener una respuesta Ngombu practicado entre
vecinos de los baluba comporta el empleo de una
cesta con objetos relativos a varias situaciones humanas, la
cesta es sacudida y la interpretación se basa en los objetos que
aparecen en la superficie y en mutua relación.

La otra es el Hakata usado por el shoma, se marcan cuatro
dados de madera o de
hueso que representan a un anciano, aun joven y con las palabras
arriba y abajo, el adivino los arroja a tierra y los interpreta
observando como queda cada uno de ellos.

Una vez descubierta la causa de una enfermedad se impone
tratar de curarla y de impedir la recaída, entre los
grupos que hablan bantú las sustancias que restablecen la
salud se llaman bewanga.

La mayor parte de las sociedades
africanas cree en una multitud de espíritus, pero
también e un único poder supremo responsable de la
creación del mundo.

LOS ABORÍGENES AUSTRALIANOS.

AUSTRALIA.

Creencias: los primeros europeos que observaron a los
aborígenes australianos pensaban que no tenían
religión alguna. Sin embargo, las creencias espirituales
son fundamentales en su vida cotidiana y en sus relaciones
sociales.

Los mitos pasaban de un área a otra, y todos los grupos
participaban de una visión común del mundo, aunque
fueran diferentes sus prácticas y sus creencias.

Aunque ningún grupo creía en un Dios supremo
algunos de ellos resaltaban figuras espirituales tales como los
wandjina, que aparecen en el arte rupreste nordoccidental y
Baiame del que hablan muchas historias del sudeste. En el oeste y
el centro, la circuncisión era el rito principal de
iniciación.

Cómo perciben la creación del mundo.

Más que mirar hacia adelante a una vida después
de la muerte, los aborígenes miran hacia atrás, a
una era conocida como la edad del sueño. En este periodo
se formo el paisaje tal y como lo conocemos hoy. Seres
ancestrales como hombres-canguros, hombres-pájaros (emu),
mujeres- pájaro jardineras y hombres-higuera se
movían sobre la haz de la tierra cazando, combatiendo,
casándose, riendo y realizando ceremonias. Las huellas de
sus pies y sus acciones se convirtieron en las montañas,
los lagos, los árboles, las cuevas, las estrellas y otras
conformaciones del paisaje.

Los puntos centrales de estas historias son las localidades
totémicas vinculadas a clanes particulares. Estos clanes
son considerados como descendientes de seres ancestrales. Un
anciano puede señalar a una roca considerada el
hombre-higuera y decir: "Este es mi abuelo".

Las localidades más importantes son consideradas
sagradas, y sólo los hombres pueden visitarlas. Otras
pueden ser visitadas por mujeres y niños.

Ritos y Cultos.

Los aborígenes no tenían sacerdotes y todos
desempeñaban un papel en las ceremonias, los ancianos eran
muy respetados. Estos hombres guardaban las tablillas o piedras
especiales en las que estaban grabados los modelos que
representaban las historias. Estas tablillas estaban ocultas en
las cuevas y se sacaban en ocasiones rituales para recordar y
enseñar las historias. Signos
simbólicos pintados en las paredes de las cuevas
obedecían al mismo propósito. Las localidades, las
tablillas, las rocas y algunos ciclos de cánticos y de
pinturas rupestres eran considerados sagrados, y podían
ser vistos o escuchados sólo por los hombres.

Las actividades de la edad del sueño están
representadas en ritos conocidos como "Corroboree".
Normalmente estos consisten en danzas acompañados por el
canto. La pintura del
propio cuerpo y la preparación del lugar son esenciales
para la representación. Algunos Corroboree son vistos por
todos los miembros del grupo, otros sólo por los hombres.
Las mujeres tienen sus cantos propios y danzas relacionadas con
los cultos de la fertilidad y con los roles de esposa y
madre.

Algunas ceremonias son ritos de transición. Un muchacho
aborigen, por ejemplo, se convierte en hombre, no al llegar a
cierta edad, sino al someterse a ritos de iniciación como
la circuncisión. Desde ese momento, el joven es
introducido en los misterios de
la vida sagrada de los hombres, aprende sus historias y cantos y
puede ver las tablillas y los lugares sagrados, el joven que se
somete a este periodo de iniciación es considerado como
sagrado. El hombre que inflige a un joven las heridas de la
circuncisión ha de proveerle también de una mujer
de su propia parentela.

Ritos de Suministro de Alimento.

Como cazadores y recolectores, los aborígenes no
tenían seguridad en el suministro de alimento, solamente
posible con el ganado o la agricultura. Trataron por ello de
conseguir algún control sobre los
acontecimientos realizando ritos para aumentar el abastecimiento
de un alimento en particular o para provocar la lluvia. Entre
estos ritos podemos citar:

  1. Restregar una roca especial con una piedra o un ocre
    rojo.
  2. Limpiar un lugar.
  3. Derramar sangre sobre las rocas o las tablas sagradas.
  4. Ejecutar cantos y danzas especiales.

Como ven el más allá.

El aborigen cree que el mismo espíritu que vive en
él vive en él vive también en los animales y
en las plantas totémicas, en las rocas, en los lagos, en
las historias y en los ritos. En el momento de la muerte el
espíritu abandona el cuerpo y retorna a una existencia
espiritual. Así el aborigen esta relacionado con su
entorno, con todos los miembros de su parentela y con otros
grupos de la vecindad, así como con las generaciones
pasadas y futuras. Sus creencias le ayudan a aceptar las
circunstancias de la vida y a conocer que, a pesar de las
actividades de los espíritus del mal que traen la muerte,
la enfermedad y los desastres naturales, hay quien piensa y se
cuida de él.

Desde la entrada de los europeos en Australia, muchas tribus
aborígenes han desaparecido y otras han perdido todo
vestigio de su vida tradicional. Pero algunos grupos del norte,
oeste y centro han mantenido sus valores, sus
creencias y sus ritos tradicionales.

En la actualidad todavía se mantienen los ritos de
iniciación a la mayoría de edad.

LOS MAORÍES DE NUEVA ZELANDA.

Surgen en Nueva Zelanda. Los maoríes comparten algunos
rasgos religiosos con los habitantes de la Polinesia (Islas
Hawaii, Nueva Zelanda y las Islas de Pascua). Sus historias de la
creación son muy similares y tienen en común un
cierto numero de Dioses, aunque difieren en sus roles y en su
rango.

Como perciben la creación del mundo.

La mitología maorí nos habla de los
primeros padres Ranginui y Papatuanuku, que estaban unidas en un
estrecho abrazo. Los hijos, tan pronto como nacieron, estuvieron
aprisionados entre los padres y apenas llegaron a entrever la
luz. El mito dice como lucharon los hijos para escapar:
después de varios intentos, un hijo, Tane, colocó
sus pies contra Rangi y sus brazos contra Papa, empujó con
toda su fuerza y, ayudado por sus hermanos, separó a sus
padres. Rangi se convirtió en el cielo, y Papa fue la
tierra, Cielo – Padre y Tierra – Madre. El dolor de
su separación se manifiesta en la caída de la
lluvia y en la formación de las nieblas.

Tane se convirtió en el Dios de los bosques, Tangaroa
de los mares, Tunatauenga de la guerra, Rongo de la agricultura,
y Whiro, el malvado, fue el rey de las zonas oscuras de la vida.
Tawhirimateo permaneció con su padre convertiéndose
en el Dios de los vientos y de los huracanes.

Los hermanos que eran inmortales formaron una mujer de la
tierra, y Tane le inspiró un aliento de vida: así
entro la mujer en el
mundo. Tane la llamó Hinetitama y la tomó por
esposa. Su descendencia fue la raza humana. Estos seres son
llamados dioses o "poderes" (atua).

Creencias: los antiguos filósofos maoríes expresaron sus
creencias en cánticos. Uno nos habla del tiempo de la nada
(te kore); mucho después vino el tiempo del ser potencial
(te korekore) y luego la oscuridad profunda (te po).

Por fin fue derrotada la oscuridad y apareció el mundo
de la luz (te aomarama). De estas ideas deriva la
concepción maorí de un universo tripartido: el
cielo, el mundo de la luz y la gran oscuridad; el reino de los
muertos.

Io era el origen último de todo poder sobrenatural
(mana). Vivía en lo más alto de los doce cielos y
tenía control último de todos los acontecimientos.
Io sólo era conocido por los iniciados, cuidadosamente
elegidos y preparados en completo aislamiento, que celebraban
para él ritos apropiados en lugares aislados y que nunca
hablaban de él.

Los maoríes reconocían otros poderes. Algunos
eran poderes de tribus o de territorios particulares; otros eran
Dioses familiares, conocidos como guardianes (kaitiaki).

La mayor parte de las tribus y subtribus tenían un
objeto llamado monstruo mítico, ejemplo un tronco o una
masa flotante de algas. Se creía que algunos vivían
en agujeros profundos de lagos o ríos, y unas veces eran
consideradas como buenos y otras como peligrosos.

Los espíritus (Wairua) podían ser buenos o
malos. Un antepasado difunto, al que no se le había
sepultado adecuadamente y, por lo mismo, no estaba con los
antepasados, se convertía en espíritu vagabundo que
molestaba a sus descendientes hasta que se celebraran los ritos.
Los espíritus de los fetos abortados eran considerados
como perturbadores y malignos.

Los maoríes no tenían templos, ni altares;
aunque usaban lugares especiales donde se realizaban ciertos
ritos. A veces colocaban grandes piedras esculpidas, en un claro
del bosque, que eran usadas por un adivino (tohunga matakite)
como lugar para invocar a su propio Dios. Las piedras eran
lugares donde el adivino podía colocar una ofrenda
esperando a que el Dios tuviera a bien habitar temporalmente en
ellos. Los "Postes – Dios" se usaban para los ritos
agrícolas. Los dioses menores, que no hacían lo que
se esperaba de ellos, eran abandonados.

El sacrificio no destaca mayormente en la religión
maorí, a excepción de las ofrendas de comidas
hechas para aplacar a un Dios y demostrarle respeto.

Era común ofrecer los primeros frutos de la cosecha a
Rongo. El corazón de
la primera persona muerta en guerra era ofrecido a Tumatauenga y
después, si se trataba de una persona de rango, era comido
por el vencedor a fin de conseguir la fuerza espiritual de la
víctima. Cuando se construía una casa de
reunión o de consejo especialmente importante, era
frecuente enterrar el cuerpo de un esclavo debajo de la columna
principal.

El espacio que rodea a una casa de reunión era
considerado sagrado cada vez que tenía lugar en él
una asamblea.

Se observaban normas estrictas.
Cuando alguien moría, el cadáver era llevado a la
casa de reunión para que estuviera de cuerpo presente
durante los ritos. La ceremonia podía durar varios
días y noches, y se reunían allí todos los
miembros de la extensa familia. Entre los maoríes la
muerte era y es todavía un asunto público.

Ritos y Cultos.

El rito era muy importante para los maoríes, y
destacaba el correcto recitado del Karakia. Si un sacerdote se
equivocaba al pronunciar una formula de encantamiento, se
consideraba como mal agüero, seguido de un desastre.

En los ritos, el agua, el fuego y la comida cocinada
tenían un significado especial, porque podían
derrotar al mal. En ciertos ritos especiales el sacerdote estaba
metido hasta el pecho en agua corriente para protegerse de las
fuerzas que estaba evocando.

Como ven el más allá.

Los maoríes consideran el universo como sagrado, por lo
que la tierra es muy importante para ellos. Todos los hombres
vuelven con la muerte a la Tierra Madre (Papatuanuku).
"Son recibidos en el vientre de Papa". La tierra es confiada a
las tribus y subtribus para que la conserven para las nuevas
generaciones, y ha de ser cuidada como un hombre cuida de su
propia mujer. Estar sin tierra es no ser nadie. Tener tierra es
pertenecer al pueblo, tanto de los vivos como de los difuntos.
Los sueños y las visiones son considerados como mensajes
del mundo de los espíritus. Se creía que el
espíritu de una persona abandonaba con frecuencia el
cuerpo y viajaba por vastas regiones durante el sueño. Era
importante despertar dulcemente a una persona que dormía
para dar tiempo al espíritu de retornar al cuerpo.

El nacimiento y la muerte ocupaban un puesto preminente en la
religión maorí. En el nacimiento, el padre o un
sacerdote recitaban un Karakia, para que se le infundiera una
fuerza sobrenatural al niño, especialmente si era el
primogénito. Entre ellos no había ritos de
iniciación, ya que el niño era considerado como
miembro de pleno derecho de la familia y de la tribu desde su
nacimiento.

Los ritos fúnebres eran complicados y largos, y
todavía ocupaban un puesto importante en la vida
maorí. En ellos se expresa el propio dolor, se da el
último adiós al muerto, se hacen las
reconciliaciones finales y se envía el espíritu de
la persona muerta a la antigua patria (Hawaiki), donde se instala
con los antepasados.

Los ritos finales devuelven a los familiares a la vida
ordinaria, purificados del dolor. El duelo es público y en
lo posible los ritos se hacen en la casa de reunión, ya
que el finado pertenece a la tribu y no a la familia
particular.

El concepto de premio o castigo futuro está
completamente ausente. Los espíritus que se han ido van a
"arriba" o "abajo" y parecen vivir una vida similar a la de este
mundo. Pueden interactuar con los miembros vivos de la subtribu a
la que pertenecieron en vida. El reino de los muertos (Rarohenga)
es guardado por el Gran Factor de la Oscuridad (Hinenuiatepo), a
través del cual hemos de pasar para llegar al mundo
inferior.

Originariamente, Hinenuiotepo era Hinetitama, que se
apartó de su marido Tane, que le había inspirado un
aliento de vida.

LOS ZULÚES.

Viven en la Costa Oriental de Sudáfrica. Los primero
escritos sobre las ideas religiosas de los zulúes data de
unos 100 años. Cultivaban la idea de un Dios en el cielo y
que se preocupaban más bien de la ultratumba.

Gracias a las misiones cristianas se desarrolló entre
los zulúes tradicionales la idea del "Señor del
Cielo, INKOSI YEZULU".

Es único y eterno, de él emana el poder y la
fuerza. Es la fuente del bien y del mal. Es amable y generoso,
pero también voluble e imprevisible.

En situaciones de crisis como la sequía y la
esterilidad se vuelven a él.

Él envía el rayo que golpea al que él
quiere sea su esclavo allá en el cielo. Sólo hay
que acercarse a él en ocasiones especiales y sólo
después de una larga preparación.

Sólo suben a las montañas cuando piden la
lluvia, para lo cual deben: ayunar y orar mucho.

Cuando ya todos están preparados y llega el día
fijado, se reúnen al pie de la colina. Suben en silencio,
con temor, con la cabeza baja y caminando humildemente.

Entonces el doctor de la lluvia recita la oración,
mientras que la tribu de rodilla o echados en el suelo escuchan,
luego retornan en silencio ya que aquel en cuya presencia
están es terrible.

Las sombras que se ciernen.

En la vida de los zulúes, ultratumba o, lo que es lo
mismo "las sombras de los difuntos" juegan un papel decisivo.

En momentos de crisis las sombras incuban sobre sus
descendientes. Las principales ocasiones son el nacimiento, la
pubertad, el
matrimonio, la muerte y el entierro.

El incubar de las sombras de los difuntos anuncia el
nacimiento de una persona diferente.

Un mundo al revés.

Los adivinos zulúes dicen que ven las cosas al
revés. En el mundo de las sombras la oscuridad se torna
luz y la luz tinieblas. El hombre trabaja de día, las
sombras actúan de noche. En el mundo de las sombras la
mano derecha es la izquierda y la izquierda es la derecha. Por
eso los adivinos, siervos de las sombras usan a menudo la mano
izquierda cuando adivinan.

Si los zulúes creen que vivimos en la superficie de un
mundo semejante a una tarta, se sigue en buena lógica
que los que viven en el otro lado estén al revés
que nosotros. De ahí que las personas fueran sepultadas de
noche, para que los difuntos pudieran legar a la región de
los muertos "en un momento en que pudieran ser vistos en aquel
nuevo país".

LOS INDIOS NORTEAMERICANOS.

Los pueblos tribales de Norteamérica proclaman al
único "Gran Espíritu". Su pensamiento y
su acción están gobernados por el círculo,
que consideran fundamental en la naturaleza, como lo demuestran
la forma de la luna y el sol, el giro
de las estrellas encima de ellos, el rotar de las estaciones, las
actividades de pájaros y demás animales. "Todo
tiende a ser redondo". Esta forma es evidente en todo lo que
hacen: en los mitos. En los ritos, en el arte y en la organización de la comunidad.

Esencial al círculo es su centro, creado partiendo de
ese punto, que es el símbolo del Gran Espíritu y
que queda reflejado en todas las danzas alrededor del fuego, de
un tambor o poste y en ritos como el de la pipa sagrada.

Dos realidades.

Reflexionan también sobre la dualidad de la vida y la
naturaleza. Lo simbolizan mediante el círculo dividido,
como en los escudos y en muchas formas de arte y
artesanías.

La naturaleza se presenta en forma dual: sombra y luz,
frío y caliente, macho y hembra, bueno y malo; consideran
éstas formas complementarias y no contradictorias.

Esta dualidad es expresada en los mitos como:

  • Dos hijos de la Tierra Madre;
  • La serpiente de dos cabezas que castiga y protege,
  • El mítico pájaro tonante que amenaza y
    cuida.

En ceremonias como la del palo en forma de horca de la danza
del sol.

Los dos son vistos siempre como aspectos del uno: el
círculo.

Son diferentes pero se nos presentan como equilibrados, en
"armonía", la virtud, que lo gobierna todo. Encontramos
satisfacción no en el conflicto sino
en el entendimiento.

Triple Acción.

Toma y daca es, para los amerindios, la base de toda
relación saludable y puede simbolizarse por un
triángulo sobre un círculo.

Solicitan ayuda mediante ritos, cuya acción presenta en
triple aspecto:

  1. SE AGOTA EL GRANO EN LOS CAMPOS.
  2. LA AYUDA VIENE DE LOS SERES TONANTES.
  3. SE BUSCA LA LLUVIA CON SU AYUDA.

Por eso danza la lluvia.

ESTE TOMA Y DACA ENTRE:

  1. LA HUMANA NECESIDAD.
  2. EL PODER DEL CIELO.
  3. Y LA ACCIÓN PARTICULAR.

La encontramos en todos sus ritos de curación, de
gobierno y de poder.

Los Cuatros Poderes.

Las poblaciones indígenas de Norteamérica como
de cualquier otra parte, tendían a ver en la estructura del
mundo y de los poderes que controlan cuatro lados. El
símbolo que usaban para ello es un círculo con
cuatro puntas que sobresalían de la circunferencia.

Lame Deer, un siux actual explica: "El cuatro es el
número más sagrado". El indica:

Partes: 1, 2, 3, 4
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