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Eclesiología ? La Iglesia Cristiana (página 2)



Partes: 1, 2, 3

Al cerrar este tema del nacimiento de la Iglesia no
podemos dejar de considerar el controversial versículo
bíblico de Mt.16:18. ¿Quién es la Roca sobre
la que Cristo edificó la Iglesia?. La doctrina dejó
de ser pacífica a la luz de las
más diversas interpretaciones dadas y por los intereses en
juego de
aquellos que la explican de la más diversas maneras, donde
la sana hermeneútica pasó a un segundo plano, con
el único objetivo de
respaldar organizaciones,
instituciones,
denominaciones o posturas frente a la verdad
bíblica.

La interpretación romana del texto, a sido
usada para conferir a lo largo de la historia, a un hombre
determinado (el Papa)la calidad de
sucesor de Cristo en la Tierra,
dándole preeminencia por sobre el resto de los creyentes,
atribuyéndole el carácter de infalible. Pero vemos que
Simón, luego llamado Cefas (arameo) o Pietros (griego) o
Pedro (español)
significa piedra. En el vs. Jesús le dice tú eres
piedra, y continúa exponiendo Jesús la idea de un
juego de palabras al decir sobre esta Petra (del griego roca)
edificare mi Iglesia Pedro venía de confesar por
revelación divina: ¨Tú eres el Cristo o
Mesías. Para Crisostomo la roca sobre la que JESUS
edificaría la Iglesia no era en sí mismo una
persona (no
estaría en juego Pedro o Jesús)sino que esa roca
era la afirmación de fe hecha por el apóstol, tan
sólida confesión, solo comparable con una gran roca
firme e inamovible.

Por su parte Orígenes sostenía que la Roca
era Pedro, aunque no en forma exclusiva, sino en forma conjunta
con los otros apóstoles (Ef. 2:20 y Ap. 21:14).

Agustín en cambio se va
inclinar por Cristo como la Roca o Petra. Tal diversidad de
criterios enunciados por los llamados "padres de la Iglesia" ha
sido motivo de polémica a lo largo de la historia,
llevando a algunos en su afán de defender su postura a ir
adentrándose más en caminos sin retornos,
desembocando en herejías.

Alguien dijo alguna vez, sabiamente, que todo texto
fuera de contexto se convierte en un pretexto, y en este tema, el
concepto
está más vigente que nunca, por ello se debe
analizar el sentido que se quiere dar a esta "parte" de la
escritura con
relación al "Todo" (al resto de la Biblia).

Veamos lo que surge de relacionar Mt. 16:18 con
versículos concordantes:

  1. 1 Cor. 3:11 – "Porque nadie puede poner otro
    fundamento, que el que está puesto, el cuál es
    Jesucristo" o sea Jesús es el primer y gran fundamento
    de la Iglesia.
  2. 1 Cor. 10:4 "Y todos bebieron de la misma bebida
    espiritual, porque bebían de la roca espiritual que los
    seguía, y la roca era Cristo". Aquí Pablo nos
    dice que Israel, en
    el desierto iba acompañado de la roca de la que brotaba
    agua estas
    dos funciones la
    encontramos atribuidas a Cristo "Yo estoy con vosotros todos
    los días hasta el fin del Mundo", Mt. 28:20 in-fine y
    "Si alguno tiene sed, venga a mí y beba", Jn 7:37
    in-Fine – Cristo es la roca que acompaña y la roca
    que da de beber.
  3. 1 P. 2:4 – " Acercándonos a Él,
    piedra viva"; en el Vs. 2:5 "Piedra principal del
    ángulo"; en el Vs. 2:7 "Piedra desechada" y el vs. 2:8
    "Piedra de Tropiezo", todos estos calificativos que se agregan
    el sustantivo piedra se usan para la persona de Cristo y lo
    curioso es que lo dice el mismo San Pedro.
  4. Exodo 17:6 "…Golpearás la peña y
    saldrá de ella agua…". La roca que Moisés
    golpeó en Horeb es un tipo del sacrificio de
    Jesús golpeado por la muerte en
    la Cruz.
  5. Salmos: Son innumerables los que se refieren a Dios
    como roca eterna, roca de salvación (89:26) roca de
    refugio (71:3), roca fuerte (31:2) y roca mía y
    redención mía (19:14) o ¿Qué Roca
    hay Fuera de nuestro Dios? (18:31).
  6. Deuteronomía: Dios es la Roca cuya obra es
    perfecta (32:4), Roca de salvación despreciada
    (32:31).

Después de analizar el texto de Mt. 16:18 con
unos cuantos surgidos del resto de la Biblia, vemos la absoluta
soledad del versículo con que los católicos –
romanos pretenden dar primacía a Pedro y señalarlo
como fundador de la Iglesia. Al considerar Hechos cap. 15
(concilio de Jerusalén) no aparece la figura de Pedro como
el convocante, o entorno al cual gira la vida de la Iglesia
primitiva, sobresalen la figura de Santiago, la de Pablo y
Bernabé junto a Pedro pero por sobre ellos sobresale la
persona del Espíritu
Santo quien dirigió el cónclave (Hec. 15:28)
cumpliéndose la promesa de Jesús dado en Jn.
16:13.

Resumiendo: Pedro es una piedra (Petros) apoyado como
todos los creyentes en Cristo, sobre la roca (Petra). Petros:
pequeña piedra – Petra: gran roca o acantilado
rocoso, el primero es

el apóstol Simón – Pedro, el segundo
es Jesucristo el cimiento es sólido del creyente (Mt. 7:24
– 27)

Las escrituras no afirman en ninguna parte que Pedro
sería la autoridad
suprema de la Iglesia (véase Hechos 15) ni que
tendría sucesores infalibles (Gal. 2:11).

REQUISITOS PARA SER MIEMBROS DE LA
IGLESIA

Cada Iglesia debe recibir su modelo del
reino de gracia, de la cual es un tipo. El reino de gracia se
compone de los que son humildes, quebrantados de corazón,
arrepentidos, y creyentes.

"Y Pedro les dice: Arrepentidos, y bautícese cada
uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de
los pecados; y recibiréis el don del Espíritu
Santo… Así que los que recibieron su palabra, fueron
bautizados: y fueron añadidos a ellos aquél
día como tres mil personas" (Hechos 2:38, 41).

Los miembros de una Iglesia de Cristo deberían
ser personas que verdaderamente se arrepienten de sus pecados y
gozosamente reciben la palabra del evangelio, y son bautizados
conforme al mandamiento de Cristo.

Lo siguiente, escrito por el Dr. J.M.Frost, pueda ser
útil a algunos que desean saber exactamente lo que es el
bautismo:

"Ahora se dice de nosotros que somos "resucitados de
Cristo" de nuestra sepultura bautismal con él".

Canigo Farrar, en Life and Letters of Paul, pagina. 480,
traduce Romanos 6.4 como sigue: "Estando escondida con Cristo en
Dios la vida del cristiano, su muerte con
Cristo es una muerte al pecado, su resurrección con Cristo
es una resurrección a vida. La inmersión debajo de
las aguas del bautismo, es una resurrección con Cristo, y
el nacimiento de una vida nueva.

Conybeare y Howson dicen: "El bautismo (fuera de casos
excepcionales) fue administrado por inmersión, siendo
zambullido el converso debajo de la superficie del agua para
representar su muerte a la vida de pecado, y luego levantado de
la sepultura momentánea, para representar su
resurrección a la vida de justicia.

Dice Dean Stanley: " Se sumergían en un
baño de purificación, bajo el mandato de
aquél en el cual fueron bautizados por medio de ese rito
solemne ". El agua en
aquellas regiones orientales, tan doblemente significativa de
todo lo que es puro y refrescante, se cerró sobre la
cabeza de los conversos, y se levantaron a la luz del cielo seres
nuevos y cambiados. Tal era el bautismo apostólico.
Podemos trazar su historia detalladamente por los siguientes tres
siglos."

El Obispo Smith, de kentucky, dice: " No tenemos sino
que volver para atrás seiscientos u ochocientos
años, para ver que la inmersión era la única
manera, excepto en los casos de los pocos bautizados en sus
camas, cuando estaban cerca de la muerte. Y respecto a semejantes
casos, inhabilitaba al recibiente para las órdenes
sagradas en caso de que se restableciera".

Estos extractos son todos tomados de autores que
pertenecen a la iglesia anglicana, excepto el último que
es por el Obispo de la Iglesia Protestante Episcopal. Con la
opinión del acto de bautismo dada aquí,
están de acuerdo los mejores léxicos y los hombres
más eruditos en el griego.

El Nuevo Testamento expone las condiciones para ser
miembro de la Iglesia y son:

  1. Creer en el evangelio y arrepentirse (Mr.
    1:15).
  2. Sincera confianza en Jesús como único
    salvador divino (Hec. 16:31).
  3. Obediencia al bautismo en agua como un modo de
    testimoniar la fé en Cristo (Mt. 28:19).
  4. Confesión verbal de la aceptación de
    Jesús como Señor y Salvador (Rom.
    10:9-10)
  5. Perseverar en el camino de salvación llevando
    fruto (In 15:4 – 5 y Gal. 5:22 –25).

CARACTERÍSTICAS DE LOS
MIEMBROS DE LA IGLESIA

Por ser la Iglesia una comunidad
espiritual, se constituye en una hermandad, que abolió
aquellas diferencias que separan a la Humanidad, superando las
divisiones de la historia religiosa de los pueblos, derribando
vallas socio – económicas, los sectarismos
culturales y las divisiones humanas (Gal. 3:28).

A sus miembros se les llama Creyentes por ser el
fundamento doctrinario la Fe en el Señor Jesucristo (Jn.
1:12 y 14:1). Les caracteriza también la santidad (Santo =
Consagrado) por estar separados del mundo y al servicio de
Dios de quien reciben la satisfacción (1 Ts. 5:23) y
él haber sido escogidos (Mt. 20:16 in – fine) para
la Gran Comisión (Mt. 28:19 – 20) y el destino de
gloria final (Jn. 14:2 – 3).

Todo lo antes expuesto, supone un proceso de
formación llamado discipulado, donde los escogidos son
enseñados y preparados espiritualmente por maestros
constituidos por Cristo, a fin de poder convivir
en hermandad, santidad, servicio y disciplina,
con el objeto de ser verdaderos cristianos o seguidores de Cristo
e imitadores de Él, siendo obedientes y sujetos a sus
pastores (Heb. 13:17).

Estas siete características de los miembros de la
Iglesia las podemos resumir en el siguiente esquema:

LA
OBRA DE LA IGLESIA.

  1. Predica la salvación: La Iglesia a sido
    comisionada para predicar el Evangelio a toda criatura y
    testificar sobre la salvación tal como enseña la
    Biblia (Mt. 28:19-20). Jesús concretó la
    salvación con su muerte y resurrección y la
    Iglesia la pone al alcance de los hombre mediante la
    proclamación de esa verdad.
  2. Provee la manera de adorar a Dios: La Iglesia se
    conforma de adoradores en Espíritu y Verdad (Jn. 4:24),
    en Espíritu quiere resaltar el contraste con los
    antiguos medios
    formales, materiales y
    ritualistas y en verdad hace referencia a la sinceridad de la
    adoración que contrasta con la falsedad y la
    hipocresía. La Iglesia instruye al creyente con el
    objeto de brindar a Dios lo que Dios busca en el adorador, que
    lo haga bajo la guía de Espíritu Santo y en la
    verdad de la Palabra del Señor.
  3. Brinda comunión religiosa: Como ser social,
    el hombre
    tiene una faceta de integración que lo impulsa ala
    convivencia y al compañerismo con aquellos que expresan
    su mismo interés.
    La Iglesia proporciona al cristiano la comunión de
    intereses basados en la Escritura, resaltando la Paternidad de
    Dios, el Señorío de Cristo y la fraternidad de
    una experiencia espiritual en común, que produce un
    sentimiento de pertenencia que posemos definir como la familia
    del Señor. (Mat. 12:50).
  4. Sostiene el Nivel Moral: La
    Iglesia instruye y mantiene en vigencia los valores
    cristianos actuando contra la profanación, el actuar
    impío y la secularización, enseñando el
    plan de Dios
    para la plena realización del hombre en todos los
    aspectos de su vida. Ella es la "sal del la Tierra" que
    preserva de la corrupción moral y es la "luz del mundo"
    que disipa las tinieblas de la ignorancia moral, siendo fiel
    exponente de la nueva vida que Cristo le dio. (2Cor. 5:17)(Col.
    3:1-6).

LA IGLESIA ILUSTRADA EN VARIOS
CONCEPTOS

  1. Templo de Dios: La omnipresencia es un
    atributo de Dios por el cual está presente en todo
    lugar (Sal. 139: 7-12). Salomón, al dedicar el Templo,
    lo expresa al decir "Los cielos y los cielos de los cielos no
    te pueden contener" subrayando la grandeza de Dios. Atento a
    esto es que podemos definir a un templo como el lugar en el
    cual Dios se ubica a sí mismo para que los hombres le
    puedan encontrar. De igual modo que el Señor
    habitó en el Tabernáculo (Ex. 25:8) y en el
    Templo (1R. 8:27), ahora
  2. Vive por su Santo Espíritu en la Iglesia (1
    Cor. 3:16-17 y Ef. 2:21-22). En ese Templo espiritual, los
    hijos de Dios, en condición de sacerdotes ofrecen
    sacrificios espirituales de oración, de alabanza y
    buenas obras (1P. 2:5-6).
  3. La esposa de Cristo: ya en Antiguo Pacto,
    Dios se presentaba a sí mismo como el esposo de Israel
    (Jer. 3:14) ilustrando de esta manera la unión de Dios
    y su pueblo. Al repetirse el concepto en el Nuevo Pacto se
    quiere poner de relieve la
    devoción fidelidad de la Iglesia a Cristo y la
    familiaridad del Señor con sus escogidos con quienes
    convive, protege y sustenta (2Cor. 11:2; Ef. 5:22-27; Ap.
    19:7-9, 22:17 y 21:2)
  4. El Cuerpo de Cristo: (Ef. 1:22-23) Esta
    imagen de la
    Iglesia ilustra la unión vital de sus miembros con
    Jesús el cual es la cabeza de ese cuerpo (1 Cor. 6:15,
    10:16-17 y 12:12-27). Esa unidad sustancial queda manifiesta
    en la expresión de Cristo "El que os recibe a
    vosotros, a mí me recibe" (Mt. 10:40). En su
    ministerio terrenal Jesús testificó del Reino
    de los Cielos desde un cuerpo
    humano, y ahora testifica a través de su cuerpo
    místico: La Iglesia; de la misma manera que
    Jesús fue ungido por el Espíritu Santo, la
    Iglesia; fue ungida también; Jesús en el
    Jordán, la Iglesia en Pentecostés. Esa
    identificación plena es acentuada por el
    Apóstol Juan en su primera carta cuando
    afirma:… como Él es, así somos nosotros en
    este mundo" (1 Jn. 4:17 in-fine). Todo esto nos lleva a
    sostener que la Iglesia es un organismo, no una organización, es algo vivo, pues tiene
    a Cristo, la piedra viva, como cabeza y ordenador, y a
    sí como todo cuerpo tiene alma
    (pensamiento, sentimiento y voluntad),
    así la Iglesia tiene al Espíritu Santo en esa
    función vigorizante que nos hace pensar
    lo bueno (Fil. 4:8), nos guía al verdadero Amor (1
    Cor. 13) y guía nuestra voluntad (Fil. 2:13) "por que
    por un Espíritu somos todos bautizados en un cuerpo"
    (1 Cor. 12:13)

LA IGLESIA Y SU
EDIFICACIÓN

Texto : I Corintios. 3 11:

"Porque nadie puede poner otro fundamento que el que
esta puesto. El cual es Jesucristo".

Texto para análisis: Mateo 16.16.18; Hechos
4.11.12.

INTRODUCCIÓN: La iglesia; aparte de
ser una organización es un organismo espiritual. Fue
edificada según el patrón divino con el
propósito de ser el templo de Dios Padre.

Por esto es que fue edificada por Dios Hijo y esta
habitada por Dios Espíritu Santo.

La Iglesia tiene un fundamento sólido,
insustituible e inigualable: Jesucristo que le garantiza y
proporciona la seguridad
necesaria y suficiente para su firme
edificación.

A – CRISTO, EL EDIFICADOR DE LA
IGLESIA.

La expresión " edificare mi iglesia" a revela la
capacidad de quien podría establecer en la tierra, un
organismo vivo que pudiera sobreponerse a las pruebas de
vida, vencer la muerte y romper con todos los obstáculos
creados en le mundo espiritual, hasta alcanzar las metas
establecidas por el mismo Dios.

  1. El paso inicial de esta grande obra comenzó
    con el amor tan grande y sublime que llevo al Señor
    Jesús a superar los peores dolores y sufrir toda
    clase de
    presión moral y espiritual. Por esto es
    que sacrificio fue perfecto. En Juan 3.16 leemos que "porque
    de tal manera amo Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
    unigénito, para que todo aquel que él cree, no
    se pierda mas tenga vida eterna"

    La grandeza de este amor puede ser medida en los
    procedimientos de Cristo. En ningún
    momento el rehusó, sino que se entrego a sí
    mismo por nosotros Efesios 5.2

  2. El amor de Cristo por la iglesia.
  3. La iglesia comprada por la sangre de
    Cristo.

La iglesia vino a ser propiedad
exclusiva del Señor, pues él cumplió con
todas las exigencias en cuanto a la forma de rescatarla, como
afirma el apóstol Pablo: "Porque habéis sido
comprado por precio;
glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro
espíritu, los cuales son de Dios" (Icor.6.20). Por lo
tanto, la Iglesia es un pueblo adquirido (I Pedro 2.9), cuyo
precio no puede ser evaluado en oro o plata
(I Pedro 1.18). Cristo fue el precio.

  1. CRISTO – EL FUNDAMENTO DE LA
    EDIFICACION
    .

Existe un fundamento sobre el cual la Iglesia
está edificada, este fundamento es superior a todo los
otros. Se trata de Cristo Jesús que se dio a sí
mismo por todos nosotros. Sin él, no habría
Iglesia, que es una construcción tan segura que, por la base
que posee, permanecerá eternamente.

Jesucristo, la piedra principal.

Las dimensiones y profundidades de esa piedra son
incalculables va más allá de esta tierra, sobrepasa
al tiempo y a la
misma vida temporal. Él representa como la roca inamovible
y más firme que el Monte Sión.

Es la principal piedra de ángulo, porque no
existe otra. Alta e insustituible (Deut. 32.31); tiene espacio
suficiente para que todos puedan afirmar sus pies (Sal. 95.1). Se
trata de una piedra poderosa, capaz de superar el tiempo y los
reinados (Deut. 2.34)

  1. Jesucristo, la Cabeza de la
    Iglesia.

Jesús está en el centro de su Iglesia
(Apoc. 1:13,20). A él corresponde el comando y el liderazgo. Al
cambiar el liderazgo de Jesús por otro humano, los hombres
entran en verdadero caos y no sobreviven, conforme vemos en Apoc.
3.17-20. Cristo, como cabeza de la Iglesia cuida por el bienestar
del cuerpo para un crecimiento perfecto (Col. 2:10).

Por último, la audición y la visión
permite la dirección correcta del cuerpo, y lo libra
de los peligros (Sal. 121.4)

  1. Jesucristo, el fundamento
    Perpetuo.

El Antiguo Testamento, en sus registros
proféticos, nos revela las características del
advenimiento de Jesús y de cómo él iba a
llegar al Calvario. Desde los primeros profetas hasta Juan el
Bautista, todos señalaba a Jesús como el Cordero de
Dios que quita el pecado del mundo. Esos registros
proféticos tuvieron su fiel cumplimiento después de
consumada la obra del Calvario y en la resurrección y
ascensión de Cristo. Comisionados por el mismo
Señor Jesús, sus apóstoles continuaron
la
administración de su doctrina a los
hombres.

  1. LOS RECURSOS DE LA
    EDIFICACION
    .
  1. El Espíritu Santo promueve en la tierra la
    glorificación del Señor Jesús a
    través de la Iglesia (Juan 16.14). El Espíritu
    lleva a la Iglesia a una entrega cada vez más completa
    a Dios (Rom. 12:1, 2). Los dones del Espíritu
    capacitan a los cristianos para tener un mayor acercamiento
    con el Señor.

  2. Los dones del Espíritu Santo.

    La Palabra de Dios debe estar en el centro de la
    Iglesia. El avivamiento experimentado por la Iglesia
    Primitiva se dio por el hecho de que sus miembros
    tenían una fe inamovible en la Palabra de Dios (Hechos
    9.31). La Biblia es la base sólida y la estructura
    que da resistencia a la Iglesia que marcha
    victoriosa.

  3. La palabra de gracia de Dios.
  4. La Oración.

Después de la ascensión del
Señor, la Iglesia se reunió para orar. Eran los
primeros pasos de una actividad que sería fundamental
para su edificación (Hechos 1.14). De esa manera
perseveraron los primeros cristianos (Hechos 2.42). La Iglesia
descubrió que cuanto más oraba más se
veía el crecimiento en todos los
sentidos.

  1. EL PROPÓSITO DE LA
    EDIFICACIÓN

La obra de Dios (la creación) perfecta en todos
los sentidos, fue contaminada con la entrada del pecado. Sin
embargo, la misericordia y la providencia divina,
proveyó de un

escape para permitir a aquellos que creen, estar en
condiciones de poder agradar a Dios. Este es el
propósito de la Iglesia.

  1. La Iglesia esta constituida por personas de las
    más distintas características, tales como,
    color,
    lengua,
    posición social. Pero ellas forman un solo cuerpo,
    unidos en un solo sentimiento, interés y
    aspiración. En un cuerpo existen muchos miembros con
    distintas funciones. Sin embargo están unidos y andan
    en una única dirección y poseen la misma
    sangre. Así es la Iglesia (Hechos 2.42).

  2. La unidad del cuerpo.

    La Iglesia es el templo del Espíritu Santo y
    para esto debe estar cada vez más en condiciones de
    ejercer su sublime misión. La Iglesia es el lugar donde
    Dios manifiesta sus operaciones,
    prodigios, justicia, misericordia, bondad, verdad. Donde Dios
    es buscado y encontrado. El perfeccionamiento de sus miembros
    hace con que la presencia de Dios sea cada vez más
    visible a los ojos del mundo.

  3. La morada de Dios.
  4. El estado
    perfecto de la Iglesia.

La Iglesia será presentada a Cristo en esplendor,
belleza, sin mancha, revestida de gloria (Rom. 8.30), porque ella
participa de la plenitud de Cristo (Ef. 1.23).

LA IGLESIA COMO EDIFICIO

El apóstol Pablo compara a la Iglesia con un
edificio bien construido y solidificado, cuya piedra principal y
angular es Cristo (Ef. 2.:20 – 22). San Pedro siguiendo la
idea llama al Señor Jesús Piedra Viva
(1P.2:4).

Luego de colocada la piedra principal (Cristo)
sobreviene el fundamento puesto por los apóstoles y
profetas, aquellos que fueron los primeros mensajeros, testigos y
representantes autorizados por Cristo. El mensaje por ellos
legado, fue preservado y contenido en los Escritos
neotestamentarios inspirados por el Espíritu Santo.
Dotados de validez universal, más allá de los
tiempos y las fronteras, constituyen el testimonio original y
fundamental del Evangelio de Cristo.

El Evangelio dado a los apóstoles por el
Espíritu Santo es la única fuente perdurable de
vida, verdad y dirección para la Iglesia. Todo creyente
está llamado a la obediencia y dependencia del mensaje,
las palabras y la Fe de los primeros apóstoles, cuyo
registro se
encuentra en el libro de los
Hechos y en los Escritos Apostólicos. Este llamado no solo
es a respetar y obedecer la revelación apostólica,
sino también para atestiguar su verdad.

Podemos decir que el fundamento es aquí la
columna o pilar que apoyada en Cristo refuerza la estructura
eclesial como edificio. Ese fundamento es pues la enseñanza, organización y
predicación dejada por los apóstoles y
profetas.

De todo esto surge la pregunta: ¿Cómo
saber si una Iglesia es verdadera?. La respuesta no se hace
esperar: es aquella que expresa su acuerdo con la
enseñanza original de los Apóstoles y con la
revelación del Evangelio por ellos ministrada.
Esforzándose en seguirla (Hch. 2:42), y todo rechazo a la
enseñanza apostólica es un rechazo a Jesús
(Jn. 16:13- 1Co. 14:36 – 38 y Gal. 1:9-11).

La Iglesia verdadera es continuadora de la tarea de la
Iglesia apostólica en el evangelismo hacia fuera y la
enseñanza de la sana doctrina hacia adentro, bajo la
unción del Espíritu Santo (Hch. 1:8, 2 Tim. 1:8
– 14, Ti. 1:7 – 9). Cree, defiende y protege el
mensaje apostólico, alertando y actuando contra toda
desviación y/o alteración que pretenda reemplazar o
anular la revelación original de los apóstoles con
revelaciones, testimonios o profecías posteriores (Hch.
20:27 – 31 y 1 Tim. 6:20). Por último, descansados y
apoyados sobre Cristo (La Roca) y sobre el fundamento
apostólico, están los creyentes como piedras vivas
de ese edificio (1Co. 3: 9 y 16 – Ef. 2 :20 –
22).

Debemos destacar que no hay contradicción en las
Escrituras al comparar Ef. 2 :20 y 1Cor. 33:11. En Efesios San
Pablo habla del fundamento apostólico y profético
referido a la Iglesia como templo de Dios. En Corintios en cambio
se refiere a Cristo como el fundamento de la Fe personal, de la
confianza y esperanza puesto en el autor y consumador de la Fe.
Este concepto contenido en 1Cor. 3 :11 se desprende de Jn. 8 :12,
10 :9 y 14 :6 como también de Hch. 4 : 12, entre otros
tantos textos bíblicos al respecto.

CARACTERÍSTICAS DE UNA
VERDADERA IGLESIA PARTICULAR.

Al estudiar la edificación de la Iglesia,
decíamos que Jesús la Creó y que los
Apóstoles y Profetas aportaron la predicación, la
enseñanza y la
organización eclesial como fundamento para que los
cristianos de todos los tiempos y lugares pudieran apoyarse y
edificarse sobre tales conceptos. Al acudir a los pasajes del
Nuevo Testamento y más concretamente al libro de los
Hechos, podemos encontrar las normas y reglas
de autoridad para la vida de la Iglesia, sin las cuales, ninguna
puede considerarse Iglesia de Cristo.

Estas características normas eclesiales se
pueden resumir en 15 puntos:

  1. La Iglesia está formada por personas
    orgánicamente insertadas en congregaciónes
    locales, unidas por el Espíritu Santo y perseverando
    en mantener una relación fiel y personal con Dios
    (Hech. 13:2, 16:4-5 2Cor. 11:28 y 1COR. 16:19).
  2. Por su testimonio de Poder, la Iglesia, mediante el
    evangelismo, convierte pecadores a Cristo, llevándolos
    a la salvación y al nuevo nacimiento, al bautismo en
    agua para una incorporación plena al Cuerpo de Cristo
    con la consiguiente participación en la Santa Cena del
    Señor, enseñándoles a esperar y anhelar
    el regreso de Cristo (Hech. 2:41-42 y 4:43, 1 Cor.11:26, Ap.
    22:17)
  1. El bautismo en el Espíritu Santo (que no es
    para salvación sino para capacitación ) debe ser predicado y
    enseñado a los nuevos creyentes para manifestar la
    presencia y el poder del Espíritu Santo, comunicado a
    todo nacido de nuevo la necesidad de buscar, esperar y
    experimentar la promesa del Padre (Hec. 1:4-8, Jl. 2:28, Mt.
    3:11) la cual es para todos los hijos de Dios (Hech.
    2:39).
  1. Se manifiestan los Dones del Espíritu Santo
    en la vida de la Iglesia (Rom. 12:6-8), 1Cor. 12:4-11 y Ef.
    4:11-12), tanto los carismáticos como los
    ministeriales o personales con la consecuente producción de señales, prodigios y sanidades (Hec.
    2:18 y 43, Hch. 4:30).
  2. Los creyentes expulsarán demonios (Mr.
    16:17, Hech. 5:16 y 8:7 y 16:18).
  3. Existirán lealtad al Evangelio, esto es a la
    enseñanza original de Cristo y los Apóstoles
    (Hch. 2:42, Ef. 2:20) donde es estudiar y obedecer la Palabra
    de Dios (Hch. 6:4 y 18:11, Rom. 15:18, Col. 3:16 y 2Tim.
    2:15) es llevar el yugo fácil y la carga ligera del
    aprendizaje o
    discipulado (Mt. 11:29-30)
  4. Se reunirán los creyentes (al menos) el
    primer día de la semana (Hech. 20:7 y 1Cor. 16:2) para
    adorar a Dios y edificarse en su Palabra escrita y en las
    manifestaciones del Espíritu Santo (1Cor. 12:7-11 y
    14:26, 1Tim. 5:17).
  5. La Iglesia buscara permanecer en reverencia,
    humanidad y temor ante su Dios Santo (Hch.5: 11)mostrando
    profundo interes por la pureza de la vida eclisial,
    disciplinando a los miembros pecadores y los falsos maestros
    que se apartan de la Fe bíblica a los creyentes (1Cor.
    5 y Hch.:20:28).
  6. Aquellos que han sido llamados para un ministerio
    personal para la edificación de la Iglesia y el
    perfeccionamiento de los Santos (Ef. 4:11- 12)y que han
    manifestado un carácter piadoso y obediente a las
    normas de justicia establecidas por los Apóstoles (1
    Tim. 3:1 – 7, 1Tém. 1:5 y Hch. 14:23), llegan a ser
    confirmados como lideres de la Iglesia, en la
    convicción de que de que por el Señor fueron
    llamados y constituidos para supervisar las Iglesias locales,
    asegurando la vida espiritual de ellas.
  7. La Iglesia cuenta con Diáconos, responsables
    de asuntos temporales y materiales que ayudan en su administración (Hch. 6:2 y Tim.
    3:8).
  8. Caracteriza a la Iglesia, el amor y
    el compañerismo en el espíritu entre creyentes
    de una congregación local (Hch. 2:42 44 – 46) y aun
    con los de otras congregaciones de Fe Bíblica (1Jn.
    3:23 y 4:7 – 21, 1 Cor. 13, Gal. 6:2, 1P. 1:2).
  9. La Iglesia contará con armas
    espirituales como la oración y ayuno (Hch. 1:14, 6:4 y
    13:2).
  10. La Iglesia se aparta de concesiones humanas limpias
    y de tendencia materialistas de la cultura
    que promueve sentimientos e intereses egoístas,
    egocéntricas y ególatras (Hch. 2:4, Rom. 12:2 y
    Gal. 1:4).
  11. Sobrellevara el sufrimiento y la aflicción a
    causa del mundo sus costumbres (Hch. 4:1 – 3, 5:4, 9:16 y
    14:22).
  12. La Iglesia debe contribuir en el envió de
    misioneros a otros lugares con el objetivo de difundir el
    Evangelio, dar a conocer la obra y la persona de Jesus y
    esablecer nuevas Iglesias locales (Hch. 2:39. y 13:2 –
    4).

De todo lo expuesto surge claramente la idea de que el
libro de los Hechos no solo es histórico sino que contiene
patrones para la vida eclesial y para manifestar en esa vida la
llanura del Espíritu Santo.

LA IMPLICANCIA DE LA
IGLESIA

Decíamos al estudiar la etimología de la
palabra iglesia, que es un pueblo llamado afuera, a salir del
mundo y a entrar en el Reino de Dios. Tal separación del
mal es absolutamente necesaria para una buena relación de
su pueblo con Dios (1 Cor. 6:16- 18), y comprende un aspecto
negativo y otro positivo que implican santidad:

  1. El Negativo: es no participar del pecado,
    practicándolo, consintiéndolo o
    complaciéndolo de él. Separándose moral
    y espiritualmente de todo lo que sea contrario a Cristo, a la
    palabra de Dios y la justicia .
  2. El positivo: es la permanente
    comunión con Dios mediante la consagración, la
    adoración y el servicio bajo la guía del
    Espíritu Santo.

Participar de la iglesia implica participar de la
santidad de ella, sin la cual nadie verá a Dios (He.
12:14). Esta santidad es la prioridad de Dios para su pueblo (EF.
4:21-24), y es lo que

Cristo espera al constituirnos en nuevas criaturas y
darnos su Santo Espíritu (Rom. 8:2- 15 y Gal. 5:16
–25) y sin ella nadie puede ser útil a Dios (2 Tim
2:20 –21).

Bueno es destacar que la santificación (del
griego Hagiasmos ) no implica absoluta perfección, sino
rectitud moral de carácter, de pensamiento, de palabra y
de conducta, y
aunque nunca llegamos a estar libres de tentación, por
medio del Espíritu Santo somos capaces de no pecar (1 Jn.
2:1 y 3.6).

La separación del verdadero creyente como miembro
de Cristo, se manifiesta en tres implicancias ordenadas por el
Nuevo Testamento.

De los antes expuestos surge cual debe ser la actitud de
un miembro de la iglesia.

Al separarse del mal, los creyentes pueden cumplir los
propósitos de Dios, los que se pueden resumir en 5
puntos:

Participar de la iglesia sólo en lo exterior, en
lo formal, sin una verdadera conversión, impide a las
personas ser adoradoras en espíritu y verdad llevando la
falta de separación del mal a nefastas consecuencias. Esto
se deduce de (2Cor. 6:16-18).

LA IGLESIA LOCAL Y SUS
LÍDERES

Leyendo cuidadosamente los primeros tres
capítulos del Apocalipsis. Veremos que lo que se llama
iglesia son organizaciones o compañías locales de
creyentes cristianos, (no distintas

denominaciones de creyentes .) – veremos
también que todo lo que pertenece a su gobierno,
incluyendo la elección de oficiales o líderes y la
disciplina , eran puramente local. El apóstol
exhortó a cada cuerpo separadamente a que corrigiera a su
fe y moral , no haciendo referencia alguna a concilios o conferencia de
iglesias o ministros.

LOS OFICIALES DE LA IGLESIA

Una consideración de la obra que ha de hacerse en
la iglesia, puede ayudarnos a ver cuáles oficiales o
dirigentes necesarios. El trabajo
señalado a la iglesia, en la Gran Comisión, es el
de evangelizar al mundo. Este trabajo de
evangelización contiene dos partes distintas – esto
es, la labor de proclamar el evangelio a los pecadores, y la de
edificar a los santos. En ambos casos lo que principalmente tiene
que hacerse, es proclamar y enseñar el evangelio de
Cristo. Para esto se necesitan maestros. Este es el lado
espiritual.

Pero los santos que tienen que ser edificados, viven en
cuerpos de carne que tienen que ser alimentados, vestidos,
abrigados en casas, y cuidados. En otras palabras, por estar
vestida de materia la
Iglesia, forzosamente tiene un lado material así como
tiene un lado espiritual. Por esto se necesitan hombres que
sirvan mesas, hombres que cuiden del dinero,
terrenos, casa de culto y de los asuntos temporales en
general.

EL PASTOR

Este oficial ha de dedicarse a labores para promover el
bienestar espiritual de la Iglesia. Vemos algunos de los rasgos
principales de su trabajo en los siguientes pasajes:

"Y nosotros persistiremos en la oración y en el
ministerio de la palabra" (Hec. 6.4)

"Por tanto mirad por vosotros, y por todo el
rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por
obispos, para apacentar la Iglesia del Señor, la cual
ganó por su sangre" (Hech. 20.28)

Aquí vemos que han de dedicarse a la
comunión con Dios en oración, y a enseñar la
palabra. Son sobreveedores del rebaño que ha sido comprado
por gran precio, el rebaño que Cristo ha comprado con su
propia sangre. Y son hechos supervisores por el Espíritu
Santo. Así se nos enseña cómo han de
ocuparse; han de acordarse del precio del rebaño, y
trabajar como bajo el ojo del Espíritu Santo, poniendo
mucho cuidado. Lo siguiente muestra el
propósito de su trabajo:

"Y él mismo dio unos, ciertamente
apóstoles; y otros profetas; y otros evangelistas; y otros
pastores y maestros
(doctores), para perfección de los
santos, para la obra del ministerio, para edificación del
cuerpo de Cristo; hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe,
y del conocimiento
del Hijo de Dios, a un varón perfecto a la medida de la
estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños
fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina,
por estratagema de hombres que, para engañar, emplean con
astucia los artificios del error: antes siguiendo la verdad con
amor, crezcamos en todas en aquel que es la cabeza, a saber,
Cristo: del cual todo el cuerpo bien concentrado y bien ligado
entre si por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente,
según la operación de cada miembro, recibe su
crecimiento ir edificándose en amor. ( Efesios 4.
11-16)

Los oficiales o dirigentes, llamados Pastores han de
alimentar y edificar a la grey en la unidad de la fe, y el
conocimiento del hijo de Dios. Procurando levantar a los
miembros "a la medida y altura de la plenitud de Cristo
".

Los requisitos para el pastorado:

" Palabra fiel: si alguno anhela obispado, buena obra
desea. Conviene, pues, que el obispo sea irreprensible, marido de
una mujer, sobrio,
prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar: no dado
al vino, no pendenciero, no condicioso de deshonestas ganancias,
sino moderado; no litigioso, ajeno de avaricia; que gobierne bien
su casa, que tenga sus hijos en sujeción con toda honestidad; (
porque el que no sabe gobernar su casa, ¿ cómo
cuidará de la iglesia de Dios .? ) No un neófito,
porque vanagloriándose puede caer en la condenación
del diablo." (1 Timoteo 3. 1-7, 14,15).

Hay diez cosas que el obispo ( ministro)
debería ser, y seis cosas que no debería
ser:

  1. Debe ser irreprensible, renunciando a toda impiedad y
    a los deseos mundanos;
  2. Debe ser marido de una sola mujer;
  3. Debe ser prudente, sobrio, y decoroso;
  4. Debe ser hombre de buen juicio y señor de
    sí mismo;
  5. Debe ser modesto y varonil;
  6. Debe ser hospedador, amable, y bondadoso;
  7. Debe ser idóneo para
    enseñar;
  8. Debe ser paciente, hombre que sepa atenerse a lo
    bueno, reciba o no galardón, en el gozo y en el
    pesar;
  9. Debe tener en sujeción a sus hijos, gobernando
    bien su casa;
  10. Debe tener buen nombre entre los que están
    fuera de la iglesia.

También:

  1. No debe ser esclavo de sus apetitos;
  2. No debe ser un mero aprendiz de la verdad, sino que
    debe ser un maestro
  1. No debe ser amador del dinero; por que semejante
    hombre predicará para dar gusto antes que para dar
    provecho espiritual.
  2. No debe ser un mero voceador o parlanchín,
    sino maestro que maneja acertadamente la palabra de verdad,
    para la edificación de sus oyentes.
  3. No debe ser avaro de ganancias
    temporales;
  4. No debe ser un neófito incapacitado para el
    yugo del evangelio, y alguien no acostumbrado a los
    sufrimientos de la cruz. Correrá el peligro de pensar
    más en sí mismo que en Cristo y su
    Rey.

Es muy importante que el ministerio preste atención a lo escrito por Pablo en I
Corintios 9:19, 22,26, 27; 2 Corintios 5.14,15.

DIÁCONOS.

El origen del oficio de diáconos se da de la
siguiente manera:

"En aquellos días, creciendo el número de
los discípulos, hubo murmuración de los griegos
contra los hebreos, de que sus viudas eran menospreciadas en el
ministerio cotidiano. Así que, los doce convocaron la
multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que
nosotros dejemos la palabra de Dios, y sirvamos a las mesas.
Buscad pues, hermanos, siete varones de vosotros de buen
testimonio, llenos de Espíritu Santo y de
sabiduría, los cuales pongamos en esta obra" (Hech.
6.1-3)

Durante el tiempo a que se hace referencia aquí,
los discípulos tenían todas las cosas en
común es decir, todos vivían de un fondo
común. El número de los discípulos
había crecido mucho. Judíos
de ciudades griegas habían venido a Jerusalén, y se
habían unido con los discípulos de Cristo. Las
divisiones diarias del fondo común, según cada uno
tenía necesidad, había llegado a ser una gran
tarea.

"El ministerio cotidiano", agregado a la constante
enseñanza y curación, era demasiado trabajo para
los apóstoles. Por esto, hubo servicio imperfecto –
siendo pasados por alto algunos extraños, con el resultado
de que hubo quejas de parte de los que habían sido del
oficio de diácono. Fueron escogidos para cuidad de los
asuntos temporales de los santos. Lo que sigue muestra el oficio
más adelante:

"Los diáconos asimismo, deben ser honestos, sin
doblez, no dados a mucho vino, no amadores de deshonestas
ganancias; que tengan el misterio de la fe con limpia conciencia… Los
diáconos sean maridos de una mujer, que gobiernen bien sus
hijos y sus casas. Por que los que bien ministraren, ganan para
sí buen grado y mucha confianza en la fe que es en Cristo
Jesús" (I Timoteo 3.8-10, 12,13)

Este oficio tiene diez condiciones, siete positivas, y
tres negativas. Las positivas son como sigue:

  1. Debe tener buena reputación para la honradez;
    por que de otro modo los miembros no puedan confiarle sus
    bienes; y
    además de esto, podría haber algún
    fundamento para los rumores malos;
  2. Debe ser sabio – esto es, debe saber manejar
    negocios y
    satisfacer a los que le confían sus bienes;
  3. Necesita ser lleno del Espíritu Santo, para
    que su manejo constante de negocios temporales, y la
    negligencia y queja del pueblo no sean causa de que llegue a
    ser serio; y debe ser manso en su manera de hablar;
  4. Debe ser serio;
  5. Debe ser concienzudo, haciendo su servicio como para
    Dios, y no como para los hombres;
  6. Debe ser uno que respeta la ley divina, no
    teniendo sino una mujer;
  7. Debe ser hombre que procure educar a sus hijos en
    todas las cosas buenas.

Se señalan las condiciones
negativas:

  1. No debe ser de dos palabras, hablando de un modo a
    uno y de otro a otro. Debe ser hombre cuyo "sí" es si, y
    cuyo "no" es no.
  2. No debe ser esclavo de bebidas
    embriagantes.
  3. No debe ser hombre que pueda caer de su justicia por
    amor al dinero.

Hay unas cosas en conexión con los
diáconos, que deben considerarse:

  1. En primer lugar el diácono es elegido por la
    Iglesia, y puede ser destituido por la misma si los miembros lo
    desean, o si el bien de la causa lo exigiere.
  2. El diácono no tiene autoridad de un
    ministro.
  3. Es el deber de la Iglesia ver que el diácono
    sea debidamente instruido tocante a los deberes de su
    oficio.

LA IGLESIA Y SU
MINISTERIO

Texto: Efesios 4.11

¨Y el mismo constituyó a unos
apóstoles; a otros profetas; a otros evangelistas; a otros
pastores y maestros.

Textos para análisis: Efesios 4.11_13; Tito 1.5;
Hechos 6.2-4

INTRODUCCIÓN: Los dones, (conocidos
como ¨dones personas¨ o ¨dones ministeriales) tienen
una función muy importante en la Iglesia del Señor
Jesucristo. De la relación entre los distintos ministerios
dependen el éxito y
el crecimiento de la Iglesia, en forma armónica y apoyada
en bases doctrinarias sólida. La carta de Pablo
a los Efesios, es la que mejor enseña sobre los dones
concedido por Cristo a la Iglesia para su perfeccionamiento y
crecimiento.

  1. LA IGLESIA Y SU MINISTERIO
  1. Entendemos por ministerio la actividad espiritual,
    conjunta y global, resultante del ejercicio de los dones y
    funciones operadas por el Espíritu Santo, a
    través de personas divinamente llamadas y vocaciones
    por Dios y que en la Iglesia desarrollan servicios
    o tareas especiales. Este grupo de
    personas trabaja movido por el Espíritu Santo,
    supervisando la expansión de la IGLESIA. Los dones
    tienen por finalidad, el perfeccionamiento de los Santos,
    hasta que lleguen a la unidad de la Fe, y al pleno
    conocimiento del Hijo de Dios, y a la estatura de la plenitud
    de Cristo. Ef.4.11-13-

  2. ¿Que es un Ministerio?
  3. Los componentes del Ministerio.

El ministerio se compone de personas vocacionadas y
consagradas a funciones específicas. Dios ha escogido y
vocacionado a un gran número de personas que, a lo largo
de la historia, han ejercido un ministerio especial, supervisando
la expansión del Reino de Dios. La Biblia registra que
Dios da un cuidado especial a los que fueron llamados para tan
noble misión. Ejemplos:

Abraham Gen.12.1-4; Aaron (Heb.5.4); Moisés
(Ex.3.1-10); Samuel (Sam.3.121); Pablo (Hec.9.1).

Conforme hemos visto, tanto en el Antiguo Testamento
como en el Nuevo Testamento, hombres fueron escogidos para la
obra a través de un llamado personal, definido y directo.
Es a travéz del ministerio que Dios edifica y perfecciona
su pueblo.

  1. COMO ESTABLECER LOS MINISTERIOS EN LA
    IGLESIA.
  1. A pesar de que los son distribuidos según la
    soberanía de Dios, necesitamos
    descubrir las personas verdaderamente vocacionadas y promover
    el proceso espiritual para que ellas sean integradas en las
    distintas funciones de la Iglesia. Esto solo es posible a
    través de la oración (Mt. 9.37 ,38;
    Hech.14.21;Tit. 1.5.7. ) .

  2. Descubriendo los llamados
  3. Reconociendo la vocación del
    obrero.

Existe la necesidad de que la Iglesia reconozca la
vocación ministerial del obrero antes de su
ordenación, pues, este, después de investido en
el ministerio, no debe mostrarse inseguro acerca de su
llamamiento.

La ordenación es importante, pero el ministerio
solo puede ser oficializado cuando esté de acuerdo con
las normas bíblicas (Hech. 13.1-3; I Tim. 3.1-13 ; Tit.
2 )

  1. LOS MINISTERIOS DE LA IGLESIA Y SUS OBJETIVOS.

Por medio del apóstol Pablo (Ef. 4 .11), Dios
instituyo la vocación ministerial para su Iglesia como el
objeto de producir y promover:

  1. El perfeccionamiento de los santos (Ef .4.12).
    Dios tiene un propósito para su Iglesia, que es la de
    llevarla a la perfección (Mat. 5 .48). Nosotros, todos
    los cristianos, estamos caminando hacia este blanco (Pf. 3.12
    -24) hasta que lleguemos a la estatura completa de
    Cristo.
  2. La edificación del cuerpo de
    Cristo

La Iglesia debe crecer en el conocimiento, en la
gracia, en la santidad, en el amor, en al adoración, en
la alabanza y en número. Para eso, todos los
ministerios, uniendo esfuerzos en el sentido de producir la
edificación deseada.

  1. La unidad de la fe.

Con una base doctrinaria y fundamentada en las
convicciones bíblicas, la Iglesia está apta para
responder a los inversos sobre las razones de su fe.

Partes: 1, 2, 3
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