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Enfermedades profesionales, respiratorias y de la piel (página 3)




Enviado por Franco vincenzi diaz



Partes: 1, 2, 3

 

 

 

Silicosis

  •  Mineros del
    plomo, cobre, plata y oro.
  •  Ciertos
    mineros del carbón (por ejemplo, tamizado,
    techos).
  •  Obreros de
    las fundiciones.
  •  Alfareros.
  • Cortadores de granito o piedra
    arenisca.
  •  Obreros que
    construyen túneles.
  •  Obreros que
    fabrican jabones abrasivos.
  •  Los que
    trabajan con inyección de chorros de
    arena.

Pulmón
negro

  •  Obreros del
    carbón.

Asbestosis

  •  Obreros que
    extraen, muelen y manufacturan amianto.
  •  Obreros de
    la construcción que instalan o
    extraen materiales que contienen
    amianto.

Beriliosis

  •  Trabajadores
    aeroespaciales.

Neumoconiosis
benigna.

  •  Soldadores.
  •  Mineros del
    hierro.
  •  Operarios
    del bario.
  •  Trabajadores
    del estaño.

Asma
profesional.

  •  Sujetos que
    trabajan con granos, madera de cedro rojo, ricino, tinturas,
    antibióticos, resinas, té y enzimas utilizadas en la
    fabricación de detergentes, malta y
    artículos de cuero.

Bisinosis.

  •  Trabajadores
    del algodón, cáñamo y
    lino.

Enfermedad de los trabajadores
de silos.

  •  Granjeros.

ENFERMEDADES RESPIRATORIAS DE LA PIEL

  • ENFERMEDADES PROFESIONALES DE LA
    PIEL

La piel es el órgano más extenso del
cuerpo, al que recubre en su totalidad. Además de actuar
como escudo protector contra el calor, la
luz, lesiones
e infecciones, la piel también cumple estas funciones:

Barrera protectora  

  •  Mantiene la
    integridad del cuerpo  
  •  Absorbe y elimina
    líquidos  
  •  Regula la temperatura  
  •  Impide la
    pérdida y entrada de agua  
  •  Absorbe y filtra radiaciones
    (UV)  
  •  Metaboliza la vitamina
    D  
  •  Tiene funciones
    sensitivas  
  •  Tiene funciones
    cosméticas  
  •  Impide la entrada
    de microorganismos 
  •  Identifica
    (fenotipo, dermatoglifos) 

La piel está compuesta por las siguientes capas,
cada una de ellas desempeña distintas
funciones:

  •  Epidermis
  •  Dermis
  •  Capa de grasa
    sub-cutánea.

La Epidermis, es la capa externa delgada de la
piel compuesta por el Estrato Córneo (capa cornea),
Queratinocitos (células
escamosas), y la Capa Basal.

La Dermis, es la capa media de la piel,
está compuesta por los Vasos Sanguíneos, Vasos
Linfáticos, Folículos Pilosos, Gandulas
Sudoríparas, Fibras de Colágeno, Fibroblastos, y
los Nervios, en esta capa se encuentran los receptores del dolor
y del tacto.

La Capa Sub-Cutánea, es la más
profunda de la piel. Está compuesta por una red de células de
colágeno y grasa, que ayuda a conservar el calor corporal
y protege el cuerpo contra lesiones, puesto que amortigua los
impactos.

Las enfermedades que afectan a la piel, aunque
estadísticamente no representan una de las primeras causas
de mortalidad en el mundo, constituyen una patología
importante. Afortunadamente, muchas de estas enfermedades no
suponen un riesgo mortal para la salud, pero si que conllevan
una menor calidad de vida a
los que las sufren, de ahí que resulte interesante conocer
las causas principales que las provocan para evitar al
máximo su aparición.

El crecimiento de la industria, la
agricultura,
la minería y
las manufacturas han ido en paralelo con el desarrollo de
enfermedades profesionales de la piel. Los primeros efectos
nocivos descritos fueron ulceraciones de la piel causadas por
sales metálicas en la minería. Al desarrollar los
distintos pueblos y culturas el uso de materiales nuevos se han
creado nuevas técnicas y
procesos de
fabricación. Estos avances
tecnológicos han modificado el medio ambiente
de trabajo y en
cada período algún aspecto del cambio
tecnológico ha alterado la salud de los
trabajadores.

Las enfermedades profesionales en general y las
enfermedades de la piel en particular constituyen desde hace
mucho tiempo uno de
los efectos indeseables del avance industrial. Hace cincuenta
años en Estados Unidos,
por ejemplo, las enfermedades profesionales de la piel
representaban como mínimo el 65-70 % de todas las
enfermedades profesionales comunicadas. Recientemente, los
datos
estadísticos recogidos por el Departamento de Trabajo de
Estados Unidos indican un descenso en la frecuencia de
aproximadamente un 34 %.

Este descenso en el número de casos se asocia a
la creciente automatización, al aislamiento de los
procesos industriales y al mejor nivel educativo de los cuadros
directivos, los supervisores y los trabajadores respecto a las
enfermedades profesionales en general, sin duda, estas medidas
preventivas han beneficiado al conjunto de los trabajadores en
muchas de las fábricas de gran tamaño en las que se
dispone de buenos servicios de
prevención, aunque una gran parte de los trabajadores
todavía desarrollan su actividad en condiciones que
favorecen la aparición de enfermedades profesionales. Por
desgracia, en la mayor parte de los países no se ha
realizado una valoración exacta del número de
casos, factores causales, tiempo perdido o coste real de las
enfermedades cutáneas profesionales.

Para denominar las enfermedades cutáneas
profesionales se utilizan términos generales, como
dermatitis
industrial o laboral o eccema
profesional, aunque también suelen emplearse nombres
relacionados con la causa y el efecto. Dermatitis del cemento,
úlceras por cromo, cloracné, prurito de la fibra de
vidrio, urticaria
del petróleo
y urticaria del caucho son
algunos ejemplos. Debido a la variedad de los cambios
cutáneos inducidos por los agentes o por las condiciones
de trabajo, estas enfermedades se denominan con acierto
dermatosis profesionales, un término que abarca cualquier
alteración producida directamente o agravada por el medio
ambiente de
trabajo. La piel puede servir también como vía de
entrada de algunos agentes tóxicos que provocan
envenenamiento químico mediante absorción
percutáne
a.

  • DEFENSAS CUTÁNEAS

Según la experiencia acumulada, se sabe que la
piel puede reaccionar frente a un gran número de agentes
químicos, físicos y biológicos que
actúan solos o en combinación. A pesar de esta
vulnerabilidad, la dermatitis profesional no es un problema
inevitable en el trabajo. La
mayoría de los trabajadores no padecen trastornos
cutáneos profesionales, debido en parte a la
protección inherente al diseño
y función
de la piel y en parte a la utilización diaria de medidas
protectoras personales que reducen al mínimo el contacto
de la piel con sustancias peligrosas en el puesto de trabajo.
Sería esperanzador que la ausencia de enfermedad en la
mayoría de los trabajadores se debiera también a
que los trabajos estuvieran diseñados para reducir al
mínimo la exposición
a situaciones peligrosas para la piel.

  • FUNCIÓN DE LA PIEL

La piel humana, salvo en las palmas de las manos y las
plantas de los
pies, es bastante fina y de grosor variable. La piel funciona
como una barrera flexible, gracias a los componentes de
colágeno y elásticos de la dermis. La piel
proporciona un escudo o defensa única que protege, dentro
de ciertos límites,
frente a las fuerzas mecánicas y a la penetración
de diversos agentes químicos. La piel controla la
pérdida de agua del organismo y lo protege contra los
efectos de la luz natural y artificial, del calor y del
frío. La piel intacta y sus secreciones constituyen una
barrera defensiva bastante eficaz frente a los microorganismos,
siempre que no se altere por lesiones químicas o
mecánicas.

La capa epidérmica externa de células
muertas (queratina) sirve de escudo contra los elementos del
mundo exterior. Si estas células se someten a presiones de
fricción, pueden formar un manto protector y
también pueden engrosarse por la exposición a los
rayos ultravioleta. Los queratinocitos se disponen normalmente en
forma de empedrado con capas de 15 ó 16 células y
ofrecen una protección limitada para el agua, los
materiales hidrosolubles y los ácidos
débiles. Su papel defensivo frente al contacto repetido o
prolongado con productos
alcalinos orgánicos o inorgánicos, incluso a
concentraciones bajas, es menor.

Los materiales alcalinos ablandan pero no disuelven por
completo los queratinocitos. El ablandamiento altera su estructura
interna lo suficiente para debilitar la cohesión celular.
La integridad de la capa de queratina es un factor que se suma al
contenido de agua y este, a su vez, influye en su flexibilidad.
Las temperaturas bajas y la humedad, los agentes químicos
deshidratantes como los ácidos, los álcalis, los
disolventes y los limpiadores fuertes, provocan la pérdida
de agua de la capa de queratina y esto, a su vez, hace que las
células se curven y se rompan. Esto reduce su papel de
barrera y compromete su función defensiva frente a la
pérdida de agua del organismo y a la penetración de
agentes externos.

Los sistemas de
defensa cutánea sólo son eficaces dentro de ciertos
límites. Cualquier evento que interrumpa uno o más
de los elementos defensivos pondrá en peligro toda la
cadena defensiva. Por ejemplo, la absorción
percutánea aumenta cuando la continuidad de la piel ha
sido alterada por lesiones químicas o físicas, o
por la abrasión mecánica de la capa de queratina. Los
materiales tóxicos pueden absorberse no sólo a
través de la piel, sino también a través de
los folículos pilosos y los orificios y conductos
sudoríparos. Estas últimas vías no son tan
importantes como la absorción transepidérmica.
Varios productos químicos utilizados en la industria y en
la agricultura han provocado toxicidad sistémica por
absorción a través de la piel. Algunos ejemplos
bien conocidos son el mercurio, el tetraetilo de plomo,
compuestos aromáticos y aminonitrogenados, y ciertos
pesticidas organofosforados e hidroclorados. Debe
señalarse que, aunque muchas sustancias causan toxicidad
sistémica por vía inhalatoria generalmente,
también es posible la absorción percutánea,
que no debe dejar de tenerse en cuenta. Una característica
notable de la barrera defensiva cutánea es la capacidad de
la piel para sustituir de forma continua las células
basales que dotan a la epidermis de su propio sistema interno
de replicación y reparación.

La capacidad de la piel para actuar como intercambiador
de calor es fundamental para la vida. La función de las
glándulas sudoríparas, la dilatación y
contracción vascular bajo control nervioso
tienen una importancia vital en la regulación del calor
corporal, al igual que la evaporación de agua sobre la
superficie cutánea. La contracción de los vasos
sanguíneos protege frente a la exposición al
frío conservando el calor corporal central.

Múltiples terminaciones nerviosas situadas en el
interior de la piel actúan como sensores de
calor, de frío y de otros excitantes, transmitiendo la
presencia del estimulo al sistema nervioso
que responde al agente provocador.

El pigmento (melanina) que fabrican los melanocitos
localizados en la capa de células basales de la epidermis
es un factor defensivo de primer orden frente a las lesiones por
radiación
ultravioleta, un componente potencialmente dañino de la
luz solar y de algunas formas de luz artificial. Los
gránulos de melanina son captados por las células
epidérmicas y sirven de protección añadida
frente a los rayos de luz natural o artificial que atraviesan la
piel. Una protección adicional, aunque de menor grado, es
la conferida por la capa de queratina engrosada tras la
exposición a la luz ultravioleta, es muy importante que
las personas que trabajan al aire libre se
apliquen en la piel expuesta una crema solar con un agente
protector frente los rayos UV-A y UV-B (de un factor 15 como
mínimo) y se vistan de forma adecuada para protegerse
frente a las lesiones por exposición a la luz
solar.

  • CAUSAS DE LAS ENFERMEDADES PROFESIONALES DE LA
    PIEL

El número de materiales o productos que
causan enfermedades cutáneas profesionales es ilimitado.
En la actualidad, se clasifican en las categorías de
agentes mecánicos, físicos, biológicos y
químicos, y su número aumenta de año en
año.

  • AGENTES MECÁNICOS

La fricción, la presión y
otras formas de traumatismos más intensos pueden inducir
cambios que varían entre la formación de callos y
vesículas y la provocación de miositis,
tenosinovitis, lesiones óseas, lesiones nerviosas,
laceraciones, desgarros titulares o abrasiones. Las laceraciones,
las abrasiones, los desgarros titulares y la formación de
vesículas favorecen la aparición de infecciones
bacterianas secundarias o, con menos frecuencia,
fúngicas.

Casi todo el mundo se expone todos los días a una
o más formas de traumatismos mecánicos leves o
moderados. Sin embargo, las personas que utilizan remachadoras,
cortadoras, taladradoras o martillos neumáticos son las
que presentan más riesgo de sufrir lesiones
neurovasculares, de partes blandas, fibrosas u óseas en
las manos y los antebrazos, debido a los traumatismos repetitivos
de la herramienta. El uso de máquinas
productoras de vibraciones que operan en ciertos intervalos de
frecuencia puede provocar espasmos dolorosos en los dedos de la
mano que las sostiene. El cambio de puesto de trabajo, si es
posible, alivia los síntomas. Los equipos modernos
están diseñados para reducir la vibración y
eliminar así los problemas.

  • AGENTES FÍSICOS

El calor, el frío, la electricidad, la
luz solar, la luz ultravioleta, la radiación láser y
las fuentes de
alta energía como los rayos X, el
radio y otras
sustancias radiactivas son potencialmente nocivas para la piel y
para todo el organismo. La humedad y la temperatura elevadas en
el lugar de trabajo o en un ambiente de trabajo tropical pueden
interferir con el mecanismo de la sudoración y causar
efectos sistémicos, produciendo un cuadro clínico
conocido como síndrome de retención del sudor. Una
exposición más ligera al calor puede inducir
sarpullido, intértrigo, maceración cutánea y
favorecer las infecciones bacterianas o fúngicas, sobre
todo en las personas diabéticas y con
sobrepeso.

Las quemaduras térmicas son frecuentes en
trabajadores de hornos eléctricos, trabajadores de
fundición de plomo, soldadores, químicos de
laboratorio y
trabajadores de oleoductos, de carreteras, de la
construcción y reparación de techos y de las
plantas de producción de alquitrán que tienen
contacto con el alquitrán líquido.

La exposición prolongada al agua fría o a
temperaturas bajas provoca lesiones de intensidad variable que
oscilan desde eritema a vesículas, ulceraciones y
gangrena. Las congelaciones que afectan a la nariz, las orejas y
los dedos de las manos y de los pies de los trabajadores de la
construcción, bomberos, carteros, militares y otros
trabajadores al aire libre es una forma frecuente de
lesión por frío.

La exposición a la electricidad por contacto en
cortocircuitos, cables sin aislante o aparatos eléctricos
defectuosos provocan quemaduras en la piel y la
destrucción de tejidos
más profundos. Pocos son los trabajadores que no se
exponen a la luz solar y algunos individuos con exposición
repetida sufren graves lesiones actínicas de la piel. La
industria moderna tiene también numerosas fuentes de
longitudes de onda ultravioleta artificiales potencialmente
dañinas, como sucede en los procesos de soldadura,
fusión
de metal, transferencia de metal fundido, soplado de vidrio,
manejo de hornos eléctricos, utilización de
sopletes y operaciones con
rayo láser. Además de la capacidad natural de los
rayos ultravioleta presentes en la luz natural o artificial para
lesionar la piel, el alquitrán de hulla y algunos de sus
derivados, incluidos ciertos colorantes, algunos componentes de
plantas y de frutas (captadores de la luz) y diversos
medicamentos tópicos y parenterales contienen agentes
químicos nocivos que se activan por ciertas longitudes de
onda de los rayos ultravioleta. Estos efectos de
fotorreacción pueden producirse por mecanismos
fototóxicos o fotoalérgicos.

La energía electromagnética de alta
intensidad asociada a los rayos láser puede lesionar los
tejidos humanos, sobre todo del ojo. El riesgo de lesión
cutánea es mínimo, pero puede ocurrir.

  • TIPOS DE ENFERMEDADES PROFESIONALES DE LA
    PIEL

Las dermatosis profesionales varían en su aspecto
(morfología) y gravedad. Los efectos de una
exposición profesional pueden oscilar entre un ligero
eritema (enrojecimiento) o alteración del color de la piel
y una alteración mucho más compleja, como puede ser
un tumor maligno. A pesar de la amplia serie de sustancias
productoras de alteraciones cutáneas que se conocen, en la
práctica resulta difícil asociar una lesión
específica con la exposición a un material concreto. Sin
embargo, algunos grupos
químicos se asocian a patrones de reacción
característicos. La naturaleza de
las lesiones y su localización pueden aportar indicios
claros de la causa. Diversos agentes químicos, con o sin
efectos tóxicos directos sobre la piel, pueden causar
también una intoxicación sistémica tras la
absorción cutánea. Para que actúe como
toxina sistémica, el agente debe atravesar la queratina y
las capas celulares epidérmicas y, después, la
unión dermoepidérmica. A partir de este punto ya
puede acceder con rapidez a la circulación
sanguínea y al sistema linfático, y puede llegar a
órganos diana vulnerables.

  • DERMATITIS DE CONTACTO AGUDA (IRRITANTES O
    ALÉRGICA)

La dermatitis eccematosa de contacto aguda puede ser
causada por cientos de sustancias químicas, plantas y
agentes fotorreactivos irritantes y sensibilizantes. La
mayoría de las dermatosis alérgicas profesionales
pueden clasificarse como dermatitis de contacto eccematosas
agudas. Los signos
clínicos son calor, enrojecimiento, hinchazón,
formación de vesículas y
exudación.

Los pacientes sufren picores, sensación de
quemazón y malestar general. El dorso de las manos y la
parte interna de las muñecas y los antebrazos son los
puntos afectados con más frecuencia, aunque la dermatitis
de contacto puede aparecer en cualquier punto de la piel. Si la
dermatosis aparece en la frente, los párpados, los
pabellones auriculares, la cara o el cuello, es lógico
sospechar que la reacción fue provocada por algún
componente del polvo o por un vapor.

Si la dermatitis de contacto es generalizada y no se
limita a una o unas pocas zonas, suele tener su origen en una
exposición más general, como vestir una ropa
contaminada, o por auto sensibilización a partir de una
dermatitis previa. La aparición de lesiones vesiculares
internas con destrucción de tejidos indica en general la
acción
de un agente irritante absoluto o muy intenso. Los antecedentes
de exposición, que deben investigarse en todo control
médico de la dermatitis profesional, pueden revelar el
agente causal sospechoso.

  • DERMATITIS DE CONTACTO SUBAGUDA

Mediante un efecto acumulativo, el contacto reiterado
con irritantes débiles y moderados puede provocar una
forma subaguda de dermatitis de contacto caracterizada por la
aparición de placas rojas y secas. Si la exposición
continúa, la dermatitis se cronifica.

  • DERMATITIS DE CONTACTO ECCEMATOSA
    CRÓNICA

Si una dermatitis de contacto recidiva durante un
período prolongado de tiempo se denomina dermatitis de
contacto eccematosa crónica. Las zonas afectadas con
más frecuencia por las lesiones eccematosas
crónicas son las manos, los dedos, las muñecas y
los antebrazos; la piel afectada está enrojecida, seca y
es descamativa. En algunos casos se producen grietas y fisuras en
los dedos y las palmas de las manos. Otro hallazgo frecuente es
la distrofia ungueal crónica. Con frecuencia, las lesiones
resuman líquido tras una nueva exposición al agente
responsable o a causa de un tratamiento o cuidado inapropiados.
Numerosos agentes que no fueron responsables de la dermatosis
original mantienen este problema cutáneo recidivante
crónico.

  • DERMATITIS POR FOTOSENSIBILIDAD (FOTOTÓXICA
    O FOTOALÉRGICA)

La mayoría de las fotorreacciones sobre la piel
son de origen fototóxico. Las fuentes de luz artificiales
o naturales, solas o combinadas con varios agentes
químicos, plantas o fármacos, pueden inducir una
respuesta fototóxica o de fotosensibilidad. La
reacción fototóxica suele limitarse a las zonas
expuestas a la luz, mientras que la reacción de
fotosensibilidad suele desarrollarse en superficies no expuestas.
Algunos ejemplos de sustancias químicas foto reactivas son
los productos de destilación del alquitrán de hulla,
como la creosota, la brea de alquitrán y el antraceno. Los
miembros de la familia de
plantas Umbelliferae son productos foto reactivos bien
conocidos. Entre los miembros de la familia figuran
la chirivía, el apio, las zanahorias, el hinojo y el
eneldo.

  • FOLICULITIS Y DERMATOSIS ACNEIFORMES, INCLUIDO EL
    CLORACNÉ

Las personas que desempeñan su trabajo en
condiciones de suciedad desarrollan con frecuencia lesiones que
afectan a los orificios foliculares. Los comedones (puntos
negros) pueden ser el único efecto obvio de la
exposición, aunque suelen producirse también
infecciones secundarias del folículo. El problema puede
agravarse también si la higiene personal y los
hábitos de aseo son inapropiados. Las lesiones foliculares
suelen aparecer en los antebrazos y, con menos frecuencia, en los
muslos y las nalgas, aunque pueden presentarse en cualquier
sitio, salvo en las palmas de las manos y las plantas de los
pies.

Las lesiones foliculares y acneiformes se producen por
la exposición excesiva a líquidos de corte
insolubles, a diversos productos del alquitrán, a la
parafina y a ciertos hidrocarburos
clorados aromáticos. El acné producido por
cualquiera de estos agentes puede ser muy extenso. El
cloracné es la forma más grave, no sólo por
la posible desfiguración (hiperpigmentación y
cicatrización), sino también por la lesión
hepática, incluida la porfiria cutánea tarda
y otros efectos sistémicos que pueden provocar los agentes
químicos. Entre los compuestos que causan cloracné
se encuentran los cloronaftalenos, los clorodifenilos, los
clorotrifenilos, la hexaclorodibenzo-p-dioxina, el
tetracloroazoxi-benceno y la tetraclorodibenzodioxina (TCDD). Los
puntos negros y las lesiones quísticas del cloracné
suelen aparecer primero en las zonas laterales de la frente y en
los párpados. Si la exposición continúa,
pueden aparecer lesiones sobre extensas áreas corporales,
salvo en las zonas palmares y plantares.

  • REACCIONES INDUCIDAS POR EL SUDOR

Numerosos puestos de trabajo implican exposición
al calor; si el calor y la sudoración son excesivas y se
siguen de una evaporación insuficiente del sudor de la
piel, puede producirse un sarpullido.

Si la zona afectada se erosiona por el roce de una
superficie cutánea con otra, aparecen con frecuencia
infecciones bacterianas o fúngicas. Esto sucede sobre todo
en el hueco axilar, bajo las mamas, en la ingle y entre las
nalgas.

  • CAMBIOS DE PIGMENTACIÓN

Las alteraciones del color de la piel de origen
profesional pueden ser provocadas por colorantes, metales pesados,
explosivos, algunos hidrocarburos clorados, alquitranes y la luz
solar. La variación del color cutáneo puede
producirse por una reacción química en la
queratina, como sucede cuando ésta se tiñe con
metafenilenodiamina, azul de metileno o trinitrotolueno. A veces
se produce un cambio de color permanente en zonas más
profundas de la piel, como sucede con la argiria o los tatuajes
traumáticos. El aumento de pigmentación inducido
por los hidrocarburos clorados, los compuestos de
alquitrán, los metales pesados y los aceites derivados del
petróleo
se produce a consecuencia de la estimulación y la
producción excesiva de melanina.

Las quemaduras, la dermatitis de contacto, y el contacto
con ciertos compuestos de hidroquinona u otros agentes oxidantes
utilizados en algunos productos sanitarios y adhesivos (como los
aminofenoles terciarios, el catecolbutilo terciario y el fenol
butilo terciario) pueden provocar hipo pigmentación o
despigmentación en zonas cutáneas
determinadas.

  • ALTERACIONES ULCEROSAS

Está demostrada la acción ulcerosa de los
siguientes compuestos químicos: ácido
crómico, dicromato potásico concentrado,
trióxido de arsenio, óxido de calcio, nitrato
cálcico y carburo cálcico.

Las principales zonas afectadas son los dedos de las
manos y los pliegues y grietas palmares. Varios de estos agentes
producen también perforación del tabique
nasal.

Las quemaduras químicas o térmicas, las
heridas contusas o las infecciones bacterianas o fúngicas
pueden provocar excavaciones ulcerosas de la parte
afectada.

  • GRANULOMAS

En muchos puestos de trabajo pueden producirse
granulomas si se dan las circunstancias apropiadas. La
exposición profesional a bacterias,
hongos,
virus o
parásitos puede causar granulomas. Sustancias inertes como
fragmentos óseos, astillas de madera, carbonilla, restos
de coral o grava y minerales como el
berilio, el sílice y el circonio pueden provocar
también granulomas tras incrustarse en la piel.

  • CÁNCER DE PIEL

La causa principal del cáncer de piel es la
radiación ultravioleta (UV) proveniente de la luz solar.
El
cáncer cutáneo es de fácil
detección y un tratamiento precoz permite la
curación de prácticamente todos los
cánceres.

  • ¿CUÁLES SON LOS FACTORES DE
    RIESGO?
  1. Personas que por motivos laborales están
    expuestos al sol constantemente.
  2. Personas sensibles al sol (generalmente de piel muy
    blanca, rubias o pelirrojas y pecosas), que se queman
    fácilmente y no se broncean, o muy poco.
  3. Antecedentes de quemaduras solares.
  4. Pacientes inmunosuprimidos o
    trasplantados.
  5. Personas que han vivido en zonas donde hay alto
    nivel de arsénico en el agua.
  6. Personas con historia
    familiar de cáncer de piel.
  • ¿CUÁLES SON LOS TIPOS DE CANCER
    MÁS FRECUENTES?
  1. CARCINOMA BASOCELULAR

El carcinoma baso celular es un cáncer que se
origina en la capa más profunda de la
epidermis.

El carcinoma baso celular suele desarrollarse en
superficies de piel que están expuestas a la
radiación solar. Los tumores comienzan como formaciones
muy pequeñas, brillantes duras y abultadas que aparecen
sobre la piel (nódulos) y se agrandan muy lentamente, a
veces tanto que pueden pasar inadvertidos. Sin embargo, la
velocidad de
crecimiento varía enormemente de un tumor a otro y algunos
llegan a crecer aproximadamente un centímetro al
año.

  • Diagnóstico y tratamiento

El médico suele ser capaz de reconocer un
carcinoma baso celular observando simplemente su aspecto. Pero la
biopsia (extirpación de una muestra de tejido
y posterior examen al microscopio) es
el procedimiento
básico para confirmar el diagnóstico.

En la consulta, el médico puede eliminar todo el
cáncer raspándolo y quemándolo con una aguja
eléctrica (raspado y electrodesecación) o bien
cortándolo. Antes de poner en práctica estos
procedimientos, el médico debe anestesiar
la zona que se debe tratar. En muy raras ocasiones se usa la
radioterapia. Para los tumores recurrentes y los carcinomas baso
celulares similares a cicatrices puede ser necesario recurrir a
la cirugía controlada al microscopio (cirugía de
Moh).

  1. CARCINOMA DE CÉLULAS
    ESCAMOSAS

El carcinoma de células escamosas es un
cáncer que se origina en la capa intermedia de la
epidermis.

El carcinoma de células escamosas suele
desarrollarse en zonas de piel expuestas al sol, pero
también puede hacerlo en cualquier otra parte del cuerpo,
como la lengua o la
mucosa bucal. Puede formarse en piel de aspecto normal o en piel
dañada (aunque haya sido muchos años antes) por la
exposición al sol (queratosis actínica).

El carcinoma de células escamosas comienza como
una zona roja con superficie costrosa, descamativa, que no cura.
A medida que crece, el tumor puede volverse nodular y duro y en
ocasiones presentar una superficie verrugosa. Al final, el
cáncer se convierte en una úlcera abierta y crece
dentro del tejido subyacente.

  • Diagnóstico y tratamiento

Cuando los médicos sospechan de un carcinoma de
células escamosas, realizan una biopsia (extracción
de una muestra de tejido para examinarla al microscopio) para
diferenciar este cáncer de piel de otras enfermedades de
apariencia semejante.

El carcinoma de células escamosas y la enfermedad
de Bowen se tratan mediante extirpación del tumor usando
los mismos métodos
descritos para el carcinoma baso celular. La queratosis
actínica, una irregularidad verrugosa que aparece en la
superficie de la piel y puede degenerar en carcinoma de
células escamosas, suele ser tratada mediante su
destrucción con nitrógeno líquido o por
aplicación de crema de fluorouracilo, que elimina las
células que se dividen rápidamente.

  1. MELANOMA

El melanoma es un cáncer que se origina en las
células productoras de pigmento (melanocitos).

  • Diagnóstico y tratamiento

Quirúrgicamente puede extirparse la totalidad del
melanoma; si éste no se ha propagado, el índice de
curación se acerca al cien por cien. Sin embargo,
cualquier persona que haya
tenido un melanoma corre el riesgo de desarrollar otros. En
consecuencia, estas personas necesitan controles
periódicos de piel.

  1. ENFERMEDAD DE PAGER

La enfermedad de Pager es un tipo de cáncer de
piel raro que se parece a una placa de piel inflamada y
enrojecida (dermatitis); se origina en las glándulas
cutáneas o subcutáneas

  • INFECCIONES BACTERIANAS DE LA PIEL

Las infecciones bacterianas de la piel pueden afectar a
una sola zona y tener el aspecto de un grano o bien propagarse en
unas horas y afectar a un área mucho más extensa.
Las infecciones cutáneas pueden presentar un grado de
gravedad variable, desde una acné sin importancia hasta
una enfermedad potencialmente mortal, como el síndrome de
la piel escaldada producido por estafilococos.

Muchos tipos de bacterias pueden infectar la piel. Los
más frecuentes son los Staphylococcus y los Streptococcus;
en los hospitales o las residencias pueden producirse infecciones
causadas por bacterias menos comunes, al igual que cuando se
realizan trabajos de jardinería o se nada en un estanque,
un lago o en el mar.

Algunas personas presentan un riesgo específico
de contraer infecciones de piel; por ejemplo, los
diabéticos, que poseen una irrigación
cutánea disminuida, en especial la de las manos y de los
pies, y los enfermos de SIDA, que
presentan un sistema inmunológico deprimido. La piel
dañada por los rayos del sol, las rascaduras u otra
irritación también tiene más posibilidades
de infectarse. De hecho, cualquier lesión en la piel
predispone a una persona a sufrir una
infección.

Por lo general, mantener la piel intacta y limpia evita
las infecciones. Cuando la piel sufre un corte o un
arañazo, lavar la zona con agua y jabón ayuda a
prevenir una infección. Si bien la mayoría de las
cremas y ungüentos con antibióticos son poco eficaces
para prevenir o tratar las infecciones cutáneas, algunas
cremas más recientes, como la mupirocina, son eficaces en
ciertos casos. Los baños calientes pueden incrementar la
llegada de sangre a la zona
infectada y ayudan a curar una infección confinada a un
área reducida. Si la infección se extiende, los
antibióticos deben ser tomados, ya sea por vía oral
o mediante.

  • OTROS TRASTORNOS

La dermatitis de contacto profesional representa al
menos el 80 % de todos los casos de enfermedades cutáneas
profesionales. Sin embargo, en la clasificación anterior
no se incluyen otras alteraciones que afectan a la piel, el pelo
y las uñas. Un ejemplo es la pérdida de pelo
provocada por las quemaduras, los traumatismos mecánicos o
algunos agentes químicos. Otro es el enrojecimiento facial
que aparece tras el consumo de
alcohol
combinado con la inhalación de ciertos agentes
químicos, como el tricloroetileno y el disulfiram. En los
limpiadores de tanques de polimerización de cloruro de
polivinilo se ha descrito la aparición de
acroosteólisis, un trastorno óseo de los dedos
asociado a cambios vasculares de las manos y del antebrazo (con o
sin síndrome de Raynaud).

  • FISIOPATOLOGÍA O MECANISMOS DE LAS
    ENFERMEDADES PROFESIONALES DE LA PIEL

Los mecanismos por los que actúan los irritantes
primarios sólo se conocen de forma parcial, por ejemplo,
los gases
irritantes o productores de vesículas (mostaza nitrogenada
o bromo metano y
lewisita, etc.) interfieren con ciertas enzimas y, por tanto,
bloquean fases selectivas en el metabolismo de
los hidratos de carbono, las
grasas y las
proteínas. No se conoce con exactitud por
qué y cómo se producen las vesículas, pero
las observaciones sobre la forma en que los agentes
químicos reaccionan fuera del organismo aportan algunas
ideas sobre los posibles mecanismos biológicos.

En resumen, como los álcalis reaccionan con los
ácidos, los lípidos o
las proteínas, se supone que también reaccionan con
los lípidos y las proteínas de la piel. De este
modo, los lípidos de la superficie cutánea se
modifican y se altera la estructura de la queratina. Los
disolventes orgánicos e inorgánicos disuelven las
grasas y las sustancias oleosas y tienen el mismo efecto sobre
los lípidos cutáneos. No obstante, además,
parece que los disolventes extraen alguna sustancia o modifican
la piel de forma que la capa de queratina se deshidrata, con lo
que la barrera defensiva de la piel deja de estar intacta. La
agresión continuada da lugar a una reacción
inflamatoria que puede originar una dermatitis de
contacto.

Algunos agentes químicos se combinan
rápidamente con el agua de la piel o de la superficie de
la piel y provocan una reacción química intensa.
Los compuestos de calcio, como el óxido de calcio y el
cloruro cálcico, producen su efecto irritante de esta
forma.

Algunas sustancias como la brea de alquitrán de
hulla, la creosota, el
petróleo sin refinar y ciertos hidrocarburos clorados
aromáticos, en combinación con la exposición
a la luz solar, estimulan a las células productoras de
pigmentos y la sobreproducción provoca una
hiperpigmentación. La dermatitis aguda también
puede provocar hiperpigmentación tras la curación.
Por otro lado, las quemaduras, los traumatismos mecánicos,
la dermatitis de contacto crónica y el contacto con
éter de monobencilo de hidroquinona o con ciertas
sustancias fenólicas pueden inducir un hipo o
despigmentación cutánea.

El trióxido de arsenio, la brea de
alquitrán de hulla, la luz solar y la radiación
ionizante, entre otros agentes, pueden lesionar las
células de la piel de forma que el crecimiento celular
anormal origina un cambio canceroso en la piel
expuesta.

A diferencia de lo que sucede con la irritación
primaria, la sensibilización alérgica se produce
como consecuencia de una alteración específicamente
adquirida de la capacidad de reacción, inducida por la
activación de las células T. Durante varios
años se admitía que la dermatitis de contacto
eccematosa alérgica representaba aproximadamente el 20 %
de todas las dermatosis profesionales. Probablemente, esta cifra
sea demasiado conservadora si se tiene en cuenta la continua
introducción de agentes químicos
nuevos, muchos de los cuales se ha demostrado que causan
dermatitis de contacto alérgica.

  • DIAGNÓSTICO DE LAS ENFERMEDADES
    PROFESIONALES DE LA PIEL

El mejor método
para determinar la causa y el efecto de las enfermedades
cutáneas profesionales es una historia detallada, en la
que se investigará el estado de
salud pasado y presente y la situación laboral del
trabajador. Es importante conocer los antecedentes familiares,
sobre todo las alergias y las enfermedades personales pasadas y
de la infancia.
Deberá registrarse el tipo de trabajo, los materiales que
se manipulan y el tiempo de permanencia en ese puesto. Es
importante saber cuándo y dónde apareció la
erupción, cómo evoluciona ésta fuera del
trabajo, si hay otros trabajadores afectados, qué
productos se utilizaron para limpiar y proteger la piel y
qué fármacos se han empleado en el tratamiento
(automedicación y medicamentos prescritos);
así como si el trabajador tiene la piel seca, eccema
crónico de manos, soriasis u otros problemas
cutáneos; además, hay que comprobar qué
medicamentos se utilizaron en el tratamiento de cualquier
enfermedad concreta, y, por último, qué materiales
se han utilizado en actividades domésticas como la
jardinería, el trabajo en madera o la pintura.

Los elementos siguientes son un parte importante del
diagnóstico clínico:

  • Aspecto de las lesiones. Las
    dermatosis de contacto eccematoso agudo o crónicas son
    las más comunes. Pueden presentarse lesiones granulo
    matosas ulcerativas, neoplásicas, pigmentarias,
    acneiformes o foliculares, y trastornos como el síndrome
    de Raynaud y la urticaria de contacto.
  • Áreas afectadas. Las manos, dedos,
    muñecas y antebrazos son las zonas más afectadas.
    La dermatosis causada por la exposición al polvo y a los
    humos suele aparecer en la frente, la cara y la cara anterior
    del cuello. La auto sensibilización
    (diseminación) puede diseminar una dermatosis
    profesional o no profesional.
  • Pruebas diagnósticas. Si
    es necesario, deberán realizarse pruebas de
    laboratorio para detectar bacterias, hongos y parásitos.
    Si se sospecha la existencia de reacciones alérgicas,
    pueden utilizarse las pruebas diagnósticas con parches
    para detectar alergias profesionales y no profesionales,
    incluidas la foto sensibilización. A veces puede
    obtenerse información práctica mediante el
    análisis bioquímico de la sangre,
    la orina o los tejidos (piel, pelo y uñas).
  • Evolución. De todas las alteraciones
    cutáneas inducidas por agentes o por ciertas condiciones
    de trabajo, las dermatosis de contacto eccematosas
    crónicas y agudas son las más frecuentes. Las
    siguientes son la erupciones acneiformes y foliculares. El
    resto de trastornos, incluido el cloracné, constituyen
    un número pequeño, pero aún importante,
    debido a su naturaleza crónica y a la
    cicatrización y desfiguración que pueden
    provocar.

Una dermatitis de contacto eccematosa aguda de origen
profesional tiende a mejorar al cesar el contacto. Además,
los agentes terapéuticos modernos pueden facilitar el
período de recuperación. Sin embargo, si un
trabajador vuelve a su puesto de trabajo en las mismas
condiciones, sin que la empresa tome
las medidas preventivas adecuadas y sin que aquel haya recibido y
comprendido las precauciones necesarias , es probable que la
dermatosis recidive poco después de la
reexposición.

Las dermatosis eccematosas crónicas, las lesiones
acneiformes y los cambios pigmentarios responden menos al
tratamiento aunque se elimine el contacto. Las ulceraciones
suelen mejorar al eliminar la fuente. En las lesiones granulo
matosas y tumorales, la eliminación del contacto con el
agente causal puede prevenir la aparición de lesiones
futuras, pero no cambiará demasiado las alteraciones ya
existentes.

Si un paciente con una probable dermatosis profesional
no ha mejorado dos meses después de eliminar el contacto
con el agente sospechoso, deberán valorarse otras causas
que expliquen la persistencia de la enfermedad. Sin embargo, las
dermatosis provocadas por metales como el níquel o el
cromo tienen una evolución prolongada característica,
debido en parte a la ubicuidad de estos elementos. Ni siquiera la
retirada del puesto de trabajo elimina la posibilidad de una
exposición profesional como origen de la enfermedad. Si
estos y otros alergenos potenciales se descartan como causa del
problema, puede concluirse con una seguridad
razonable que la dermatitis es de origen no profesional o se
produce por contactos no profesionales, como el mantenimiento
y reparación de automóviles y barcos, los adhesivos
para azulejos, las plantas de jardín o, incluso,
tratamientos médicos prescritos o auto
administrados.

  • EXPOSICIÓN A ALGUNOS
    METALES

Algunos trabajadores están sometidos a riesgos
químicos en sus lugares de trabajo, al manipular pinturas,
barnices, acero, vidrios,
esmaltes, baterías, equipos eléctricos, plásticos,
fibras sintéticas, etc.; de ahí que se requieran
además de los exámenes particulares de ingreso,
anteriormente mencionados, exámenes de laboratorio para el
diagnóstico de enfermedades producidas por metales
pesados, compuestos inorgánicos, plaguicidas,
microorganismos y sustancias productoras de cáncer
según sea el tipo. Aunque cada trabajo puede tener sus
propios riesgos, existe un grupo de
exámenes que es practicado con mayor
frecuencia.

Exposición a metales pesados

  • Plomo: las evaluaciones médicas
    periódicas hechas al trabajador, deben incluir
    análisis de laboratorio o determinaciones de
    hemoglobina, pruebas de niveles sanguíneos de plomo y
    valoración de cualquier síntoma gastrointestinal
    o neurológico, al mismo tiempo debe evaluarse el
    funcionamiento del riñón.
  • Mercurio: los exámenes médicos
    deben centrarse en especial en la piel, las vías
    respiratorias, el sistema nervioso
    central y los riñones; por lo tanto, deben hacerse
    pruebas de laboratorio, donde se analiza los niveles de
    mercurio en sangre, orina y pelo. De tal manera, que estos
    exámenes son de vital importancia como soporte
    médico, cuando un trabajador presenta signos de
    pérdida de peso, temblor, cambios de personalidad
    e insomnio, indicando una posible intoxicación con
    mercurio.
  • Arsénico: una vez se
    haya prestado particular atención a las lesiones alérgicas
    y crónicas de la piel, enfermedades de los ojos,
    dermatitis, pigmentación de la piel y verrugas entre
    otros, se deben realizar exámenes de laboratorio para
    analizar el contenido de arsénico en sangre, orina,
    cabello y u-as cada 60 días y mientras dure la
    exposición; con el mismo propósito deben
    controlarse anualmente la salud general del trabajador, el
    peso, estado de la
    piel y examinarlo para buscar cualquier indicio de
    absorción excesiva de arsénico.

Exposición a niveles elevados de plomo en el
ámbito laboral

El plomo, metal importante en la industria, ha sido
utilizado desde hace 2000 años, pero sólo en el
siglo XIX se le dio importancia a los efectos adversos sobre la
salud de las personas que trabajaban con este metal. En Estados
Unidos hay cerca de 3 millones de empleados que están
potencialmente expuestos al plomo durante sus jornadas
laborales.

Hoy en día existen muchas industrias que
utilizan el plomo como material para fabricar diferentes
productos; es por tal razón que los entes reguladores han
implantado normas acerca de
los niveles permisibles en el aire de los lugares de
trabajo.

El plomo puede ingresar al organismo por medio de la
vía respiratoria, en forma de partículas mezcladas
con el aire, o a través de la vía digestiva, al
ingerir alimentos
contaminados con plomo. Por ello, es importante no comer en los
sitios de trabajo y lavarse las manos después de manipular
los materiales que contengan el metal.

Una vez el plomo entra al cuerpo, permanece en él
por períodos prolongados y si la exposición es por
varios años, los niveles sanguíneos aumentan hasta
alterar el funcionamiento de órganos como el cerebro,
riñón, terminaciones nerviosas, o las mismas
células de la sangre. Las personas que han estado
expuestas por largos períodos de tiempo a límites
no permisibles del metal, deben ser ingresadas en un programa de
salud
ocupacional, en donde el médico laboral podrá
evaluar por medio de examen físico y valores de
plomo en la sangre, la existencia de una intoxicación por
plomo e iniciar el manejo más adecuado.

  • ¿Cuáles son los síntomas
    producidos por altos niveles de plomo en el
    organismo?

Los
síntomas de exposición excesiva al plomo dependen
de los niveles del metal en la sangre. En la actualidad la
exposición al plomo es dividida en tres grupos (leves,
moderados y severos).

En un estudio reciente publicado en la revista
Neurology, investigadores estadounidenses demostraron una
relación significativa entre exposición laboral al
plomo y posteriores problemas en la función
cognoscitiva.

Para tal experiencia, escogieron 535 ex-empleados de
industrias que trabajaban con plomo y quienes tuvieron su
última exposición al metal 16 años antes,
comparados con 118 personas no expuestas. Los individuos
tenían una edad promedio de 55 años y durante los 4
años de seguimiento, recibieron valoraciones
neuropsicológicas anuales y medición de los niveles del plomo en un
hueso de la pierna, la tibia (método diagnóstico
para intoxicación por plomo). Los científicos
encontraron que las personas con niveles aumentados de plomo en
la tibia presentaron mayor deterioro en las funciones
cognoscitivas (memoria, aprendizaje,
concentración), con respecto a los sujetos no expuestos.
El grupo de expertos aconseja por ello diferenciar entre procesos
normales del envejecimiento o exposición crónica al
plomo, como causantes del deterioro en las funciones intelectuales.

  • ¿Cómo son manejadas las personas que
    poseen altos niveles de plomo en el cuerpo?

Como primera medida el paciente debe evitar la
exposición al plomo. Esto se logra por medio de la
utilización de instrumentos de trabajo (máscaras
que filtran y evitan la inhalación de partículas de
aire mezcladas con agentes tóxicos) que protejan al
empleado de cantidades elevadas y continuas de plomo. Otra medida
implantada en muchas industrias es la de cambiar al empleado a
otra área donde el ambiente no este contaminado con
partículas de plomo (rotación de
personal).

Cuando un paciente presenta durante su evaluación
valores de plomo en sangre elevados, debe recibir productos
llamados quelantes, los cuales se unen al plomo y permiten su
excreción del cuerpo.

Consejos prácticos

  • No consumir alimentos ni
    líquidos en el área de trabajo, porque pueden
    contaminarse con el metal.
  • Antes de ingerir los alimentos debe lavarse muy bien
    las manos, para retirar toda partícula contaminante que
    pueda estar en ellas.
  • Cambiarse de ropa y zapatos antes de ir a su casa, y
    de esta forma evitar la exposición de su familia a
    residuos tóxicos.
  • Utilizar durante su jornada laboral máscaras
    que filtren la mayor cantidad de partículas de aire
    mezcladas con plomo.
  • Lavar y secar la ropa que lleva al trabajo en lugares
    diferentes a los de los demás miembros de la
    familia.

Es importante tener en cuenta las anteriores
recomendaciones, para así evitar esta grave enfermedad y
sus posteriores complicaciones, además de vigilar que la
empresa este
cumpliendo con las normas de seguridad industrial y niveles
permisibles del tóxico en el aire.

La
introducción, en la legislación sobre enfermedades
profesionales, de la noción de daño
previo a la enfermedad estimula la prevención porque
implica una acción que la mayoría de las veces
corresponde a la empresa directamente implicada y no sólo
el organismo asegurador, que en la práctica sólo
puede actuar post declaración de la enfermedad. Ello
obliga a implementar Programas de
vigilancia de la salud, identificando los agentes y factores de
riesgo, la población expuesta a ellos, la intensidad
de la exposición y los indicadores
que se utilizarán para la pesquisa precoz del
daño.

Formas de enfrentar las enfermedades
profesionales

  • Criterio
    cualitativo,
    consiste en establecer la lista
    indicativa de las ocupaciones donde se pueda producir la
    exposición, sin señalar la intensidad de la
    misma.
  • Criterio
    cuantitativo
    , que asocia la exposición
    con las disposiciones existentes acerca de los valores
    umbrales límite, o concentraciones máximas
    permisibles de exposición.

  • Relación de causalidad,
    para darle el carácter de profesional a una enfermedad
    se exige que se haya demostrado una relación de
    causalidad o de asociación entre el agente y la
    enfermedad. La relación de causalidad es el componente
    que exige los parámetros más estrictos para
    establecerla, porque hay fundamentos de diverso orden para
    darle el carácter de profesional a una enfermedad y que
    analizamos a continuación:
  • Fundamentos
    patológicos,
    se refieren a la
    especificidad de un efecto biológico atribuible a la
    acción de un agente determinado, es decir hay una
    alteración bioquímica, funcional o anatómica
    que es característica del agente que la
    produce.

  • Clínica, por los
    síntomas y signos, que son características de una
    enfermedad atribuible a la acción de un agente dado,
    incluyendo los exámenes de laboratorio y el
    diagnóstico por imágenes.

  • Anatomo-patológica, por la
    existencia de lesiones histológicas o anatómicas
    características de la acción de un agente dado,
    en los tejidos u órganos de los sujetos
    expuestos.

  • Experimental, la presencia, en
    animales de
    experimentación expuestos a los agentes estudiados en
    condiciones semejantes a las que se producen en el medio
    ambiente laboral, de efectos reproducibles y que son semejantes
    o asimilables a los encontrados en el
    hombre.
  • Fundamentos
    epidemiológicos,
    Los estudios
    epidemiológicos permiten evaluar si las diferencias de
    frecuencia de una enfermedad en un grupo ocupacional dado,
    respecto a otros grupos que no están expuestos a los
    mismos agentes, son atribuibles a agentes o factores del
    trabajo o a otros factores.
  • ¿Qué es una Hoja Informativa sobre
    Sustancias Peligrosas (MSDS)?

Una Hoja Informativa sobre Sustancias Peligrosas (MSDS)
es un documento que da información detallada sobre la
naturaleza de una sustancia química, tal como sus
propiedades físicas y químicas, información
sobre salud, seguridad, fuego y riesgos de medio ambiente que la
sustancia química pueda causar.

  • ¿Cómo lo puede proteger a Ud. la
    Hoja Informativa sobre Sustancias Peligrosas
    (MSDS)?

Aparte de dar información sobre la naturaleza de
una sustancia química, una MSDS también provee
información n sobre cómo trabajar con una sustancia
química de una manera segura, y qué hacer si hay un
derrame accidental.

  • ¿Quién es responsable de preparar la
    Hoja Informativa sobre Sustancias Peligrosas
    (MSDS)?

El Estándar de Comunicación de Riesgos de la Administración Federal de Seguridad y Salud
Ocupacional (Federal Occupational Safety and Health
Administration – OSHA) 29 CFR 1910.1200 requiere que los
fabricantes y distribuidores de productos químicos
preparen y remitan la Hoja Informativa sobre Sustancias
Peligrosas (MSDS) con el primer envío de cualquier r
producto
químico peligroso, y el empleador es responsable de poner
estas Hojas Informativas al alcance de Uds. y los
trabajadores.

  • ¿Para quién es la Hoja Informativa
    sobre Sustancias Peligrosas (MSDS)?

Esta Hoja Informativa es para:

  • Los trabajadores que puedan estar expuestos a
    materiales peligrosos
  • Personal de emergencia (por ejemplo, bomberos),
    quienes posiblemente limpien un derrame o escape.
  • ¿Qué información debe llevar
    una Hoja Informativa sobre Sustancias
    Peligrosas?

Las Hojas Informativas sobre Sustancias Peligrosas
(MSDS) deben contener información básica similar,
tal como:

  • Identificación
    química:
    Nombre del producto.
  • Información sobre el
    productor
    : Nombre, dirección número de teléfono y teléfono de
    emergencia del fabricante.
  • Ingredientes Peligrosos/Información de
    Identificación

Lista de sustancias químicas
peligrosas.
Dependiendo del Estado, la lista puede contener
todos los componentes químicos, incluso aquellos que no
son peligrosos, o sólo aquellos que tienen
estándares de OSHA. Ya que los productos químicos
son usualmente conocidos por nombres diferentes, todos los
nombres comunes usados en el mercado deben ser
anotados.

Asimismo, el límite legal de exposición
permitido (Permisible Exposure Limit – PEL) para cada
ingrediente de la sustancia peligrosa debe ser
anotado.

  •  Características
    Físicas/Químicas:
    Punto de
    combustión, presión y densidad de
    vapor, punto de ebullición, tasa de
    evaporación, etc.
  •  Información
    sobre riesgos de fuego y explosión:

    Punto de combustión, límites de
    combustión, métodos de extinción,
    procedimientos especiales contra el fuego, peligros
    especiales de explosión o fuego.
  •  Información
    sobre Reactividad:
    Cómo reaccionan
    ciertos materiales cuando se mezclan o se almacenan junto con
    otros.
  • Información sobre Riesgos para la
    Salud:
    Efectos que las sustancias
    químicas pueden causar (agudos = inmediatos;
    crónicos = a largo plazo), vías por las que la
    sustancia química puede entrar al cuerpo (pulmones,
    piel o boca), síntomas, procedimientos de emergencia y
    primeros
    auxilios.
  • Precauciones para un manejo y uso seguros: Qué hacer en
    caso que el material químico se derrame o fugue,
    cómo deshacerse de los desperdicios del material
    químico de una manera segura, cómo manipular y
    almacenar materiales de manera segura.
  •  Medidas de
    Control:
    Ventilación (local, general,
    etc.), tipo de respirador/filtro que debe usarse, guantes
    protectores, ropa y equipo adecuados, etc.
  • ¿Dónde se puede obtener Hojas
    Informativas sobre Sustancias Peligrosas?
  •  En su lugar de
    trabajo:
    Todos los trabajadores deben tener
    acceso fácil a estas hojas informativas.
  •  El empleador debe
    pedirlas al fabricante o distribuidor que le vendió
    los materiales; también los trabajadores pueden
    solicitarlas.
  •  El Internet
    también ofrece recursos e
    información sobre las Hojas Informativas sobre
    Sustancias Peligrosas.
  •  Su sindicato
    también podría tener Hojas
    Informativas.

CONCLUSIONES

  • Las enfermedades profesionales se propagan por causa
    de agentes químicos, como gases y partículas; y
    biológicos, como virus, bacterias, moho, materiales en
    estado de de composición, que se encuentran en el
    ambiente de trabajo, y que representan un alto riesgo para la
    salud humana. Por esta razón se debe asegurar una
    atmósfera apta para la vida humana /antes
    y durante la realización de los trabajos).
  • El control de las actividades ambientales y
    ocupacionales en distintos países está coordinado
    a través de la
    Organización Mundial de la Salud (OMS). En los
    países en vías de desarrollo, este control
    internacional resulta imprescindible ya que el proceso de
    industrialización en estas regiones se sitúa en
    un contexto de pobreza y
    crecimiento de la población.
  • Es difícil predecir la causa de las
    enfermedades laborales, ya que estas suelen propagarse
    lentamente, y ya cuando se hace notar de manera considerable
    resulta tarde para tratarla, en su mayoría, o bien para
    determinar con exactitud el agente causante de la
    misma.
  • Con el transcurrir del tiempo, se desarrollan nuevos
    productos químicos y diversas tecnologías que de
    una u otra manera agravan los riesgos de producir enfermedades
    profesionales. Por lo que estos "nuevos riesgos" constituyen un
    grave problema para el trabajador, y cualquier otra persona que
    se desarrolle en el mismo entorno laboral.
  • Es recomendable manejar la Hoja Informativa sobre
    Sustancias Peligrosas (MSDS), ya que este documento permite
    tener información detallada sobre la naturaleza de una
    sustancias químicas, tal como sus propiedades
    físicas y químicas, información sobre
    salud, seguridad, fuego y riesgos de medio ambiente que la
    sustancia química pueda causar; de esta manera se tienen
    registrados los componentes que químicos que se manejan
    en el ambiente de trabajo que permite de esta manera prever de
    las medidas necesarias para evitar las enfermedades
    profesionales que por ellos se puede originar.

BIBLIOGRAFIA

  • http://www.paritarios.cl
  • http://www.paritarios.cl/especial_exposicion_agentes_biologicos.htm
  • http://www.zuhaizpe.com/enfermedades/la_respiracion.htm
  • www.cdc.gov/spanish/niosh/docs/760026sp.htm

 

 

Autor:

Franco Vincenzi Diaz

País y lugar de nacimiento: ciudad de rubio,
estado Táchira- Venezuela

Breve biografía: bachiller
en ciencias,
estudiante del octavo semestre de ingeniería
industrial en la universidad
nacional experimental del tachira (UNET).

Fecha de nacimiento: 21-06-1984

Carlos Leonardo. Contreras
Vivas

País y lugar de nacimiento: ciudad de san
Cristóbal- estado Táchira – Venezuela.

Breve biografía: bachiller en ciencias,
estudiante del octavo semestre de ingeniería industrial en la universidad
nacional experimental del tachira (UNET).

Fecha de nacimiento: 14-10-1984

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DEL
TÁCHIRA

DEPARTAMENTO DE INGENIERÍA INDUSTRIAL

SEGURIDAD E HIGIENE INDUSTRIAL (4460)

San Cristóbal, 28 de junio de 2006

 

Partes: 1, 2, 3
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