- Capacitación
- Inventarios
de Recursos Humanos - Gestionando
las experiencias - La
diversidad como elemento fertilizante - Provocando
el proceso dialéctico - El
poder de la informática - Conclusiones
- Bibliografía
1.
Introducción
El factor productivo por excelencia de la era actual es
el conocimiento.
Es éste el factor que sirve de apalancamiento al creciente
y veloz cambio
tecnológico. En una era signada por la explosión
demográfica y la
contaminación, la tecnología
será sin lugar a dudas fundamental para encontrar
solución a los problemas que
han de aquejar al mundo entero.
Para las organizaciones de
cualquier naturaleza, y
muy especialmente para las empresas
generadoras de bienes y
servicios, la
gestión del
conocimiento, conjugada con la creatividad y
capacidad innovativa resulta a la claras un factor crítico
a la hora de subsistir y competir en los mercados
globales.
Gestionar el
conocimiento implica llevar a cabo las funciones de
planificación, organización, dirección y control, con el
propósito y objetivo de
adquirir, generar y potenciar los conceptos e ideas necesarias
para mejorar la calidad y
valor
entregado a los clientes, al
tiempo que se
incrementa la rentabilidad
financiera de la
empresa.
Ante un entorno en constante cambio y evolución es menester que los integrantes
de la
organización, sean estos directivos o empleados,
posean conocimientos actualizados de las necesidades de los
clientes y consumidores, de sus requerimientos, y de las nuevas
técnicas y métodos de
producción.
La gestión
del conocimiento debe servir claramente para superar las
costumbres, sobre todo cuando ellas impiden la normal y efectiva
respuesta de la organización a los nuevos requerimientos
del entorno.
La gestión del conocimiento será
así crucial para superar los paradigmas
ineficaces, como así también aquellos mitos que
dificultan el encontrar respuestas a los nuevos y acuciantes
problemas.
Los problemas que padecemos, no serán superadas
con las ideas que contribuyeron a generarlas, sino con nuevas e
innovadoras ideas. Generar esas nuevas ideas es la razón
de ser de la gestión del conocimiento.
Las empresas se están planteando un
reposicionamiento en cuanto al "saber". El conocimiento acumulado
ha empezado a ser cuestionado, siendo necesario contar con gente
que pueda ver las cosas desde otra perspectiva.
Las empresas que no logren actualizar y profesionalizar
a su gente van a quedar rezagadas y postergadas. Si bien la
capacitación es uno de los pilares en el
desarrollo de
los recursos
humanos, sólo la formulación de una política integral de
personal
hará posible un crecimiento intelectual y operativo de los
agentes de una organización.
Sólo se podrá hacer frente a las
turbulencias de los cambios antes mencionados con la gente mejor
capacitada, flexible y alerta al cambio y con una nueva y clara
visión del negocio.
2. Capacitación
La capacitación en el orden laboral es el
conjunto de actividades a través de la cuales se
incrementa el conocimiento y la aptitud de un empleado en el
desempeño de las tareas asignadas. Como
bien dicen Juan Carlos Ayala y Miguel Ángel
Vicente, ninguna empresa o entidad
puede escoger entre capacitar o no hacerlo, la única
posibilidad es elegir el método.
La capacitación permite incrementar la productividad,
contribuye a un incremento de la moral,
asegura la estabilidad de la organización y su
flexibilidad, contribuye a incentivar, reduce la necesidad de
supervisión y reduce notablemente los
niveles de fallos o errores.
Así pues la capacitación es una actividad
estratégica, contribuyendo mediante la inversión en ella realizada a incrementar
más que proporcionalmente los rendimientos
obtenidos.
Mejorar los conocimientos en cuanto a calidad, pero
sobre todo capacitar para la aplicación lleva a
reducir el número de defectos por millón de
oportunidades, y con ello a incremento en los niveles de
productividad, acompañado como es lógico de una
reducción de costos y una
mayor satisfacción de los clientes y
consumidores.
No es lo mismo generar un mero conocimiento, que
capacitar a alguien para entender y comprender la necesidad del
cambio, tanto personal como de la empresa, a los efectos de
obtener ciertos y determinados resultados considerados
fundamentales a los efectos de lograr una ventaja
competitiva.
En una era de constantes cambios es fundamental
capacitar para desaprender y volver a aprender cada vez
con mayor velocidad y
flexibilidad. Los continuos cambios en el entorno obligan a
modificar de manera constante los paradigmas, de manera tal que
éstos continúen siendo útiles para el
quehacer diario de la organización.
La capacitación no es un gasto sino una
inversión y por tal motivo debe ser planificada y
proyectada como tal, previendo su rentabilidad y siguiendo de
cerca los resultados que ésta genera para la
organización.
Página siguiente |