- Resumen
- Aparatos
reproductores - Fecundación
- Anticonceptivos
- Notas
periodísticas - Conclusión
- Bibliografía
RESUMEN:
Aparatos reproductores, diferenciacion sexual, metodos
naturales, de Ogino, registro de
temperatura
basal, Billings,condon, diafragma, capuchon cervical, compresa
anticonceptiva vaginal, espermicidas, DIU, metodos hormonales,
esterilizacion quirurgica.
AUTORAS: argentinas, 3° de polimodal(ultimo
año estudios secundarios), 17 años, no deseamos que
se incluyan nuestros antecedentes, nuestra ciudad es la capital de la
Provincia de Buenos Aires,
estamos en contra del DIU y los metodos hormonales de
"anticoncepcion"
1.
Introducción
De acuerdo a los pensamientos
modernos, se puede decidir la planificación
familiar mediante el control de los
nacimientos porque situaciones patológicas de la mujer
desaconsejan el embarazo o
porque las condiciones socioeconómicas o emotivas de la
pareja son inadecuadas para recibir a una nueva vida y todas sus
necesidades. Además hay otras no menos importantes que
justifican la prevención de la maternidad, como en los
adolescentes
que practican cada vez más relaciones
sexuales casuales, sin perspectiva matrimonial y sin
intenciones de procrear.
La posibilidad de control de la fertilidad se
amplió muchísimo a partir de la mitad de la
década del 60, cuando los anticonceptivos orales y los dispositivos
intrauterinos invadieron masivamente el mercado con
precios que
podían soportar hasta los niveles de ingresos
más bajos. La mayor disponibilidad de medios
anticonceptivos genera una serie importante de problemas ya
que ninguno de ellos carece de inconvenientes que se deben
conocer y tener bajo control.
La evaluación
de estos inconvenientes es necesaria para una elección
consciente del método
anticonceptivo que responda más a las exigencias
médicas, religiosas y psicológicas de cada persona y/o
pareja.
Por esta razón decidimos profundizar sobre el
tema, para conocer y trasmitir objetivamente información sobre este y de esa forma dar
la opción de elegir a las personas el anticonceptivo que
crea más conveniente estando al tanto de las todas las
ventajas y desventajas de los mismos.
2.
Aparatos reproductores
2.1 Diferenciación
sexual
Desde el punto de vista genético, el sexo se
establece en el momento de la concepción.
Durante las primeras seis semanas de la
gestación, el huevo o cigoto no experimenta una
diferenciación sexual; esto es, su género no
es masculino ni femenino, y no existen diferencias
anatómicas. Las gónadas pueden diferenciarse en
testículos
y ovarios. En este momento, se forman en el embrión, sea
masculino o femenino, dos sistemas de
conductos primitivos pares, los conductos de Müller y los
conductos de Wolff. Las estructuras de
los órganos de la reproducción de un sexo se corresponden con
estructuras similares en el otro sexo, porque ambas se originan
en los mismos tejidos
embrionarios. Las estructuras embriológicamente
equivalentes se llaman homólogas.
Desarrollo de los órganos reproductores
masculinos
Las gónadas primitivas se convierten en
testículos hacia la octava semana si en el producto de la
concepción se encuentra presente el cromosoma
Y.
Debe haber producción de andrógenos fetales
para el posterior desarrollo de
las estructuras genitales masculinas a partir de los conductos de
Wolf.
El embrión masculino produce una sustancia
inhibidora del conducto de Müller, y los andrógenos
provocan atrofia del sistema de
Müller (conducto femenino).
Las hormonas
masculinas (andrógenos), testosterona y
dihidrotestosterona, producen masculinización y estimulan
el desarrollo de los conductos de Wolff y de los órganos
reproductores masculinos tanto internos como externos.
El tubérculo genital se convierte en
pene.
Desarrollo de los órganos reproductores
femeninos
La diferenciación de las gónadas
primitivas en los ovarios no depende de la producción de
hormonas.
Los ovarios se desarrollan hacia la duodécima
semana de la vida embrionaria, y el sistema de Müller da
origen al útero, las trompas de Falopio y la
división interna de la vagina.
El sistema del conducto de Wolff (masculino) se atrofia
hasta convertirse en residuos minúsculos, puesto que no
hay testosterona.
Los genitales femeninos externos empiezan a
diferenciarse entre la séptima y la decimocuarta
semana.
En el embrión femenino se produce una
pequeña cantidad de testosterona, que contribuye al
desarrollo del clítoris, la vulva y la vagina.
El tubérculo genital se convierte en el glande
del clítoris.
El aparato genital
Está formado por los órganos y tejidos que
intervienen en la función de
la reproducción y sintetizan las hormonas
sexuales.
En el aparato genital se fabrican los gametos o células
reproductoras, concretamente los espermatozoides, que son las
células reproductora masculinas, y los óvulos, las
femenina. La fusión de
un óvulo y un espermatozoide da origen a la célula
huevo, a partir de la cual se formará el nuevo
ser.
Las hormonas sexuales son sustancias que los
órganos sexuales fabrican y vierten en la sangre, y que
tienen la misión de
desarrollar y mantener las características
anatómicas y fisiológicas sexuales. La testosterona
es la principal hormona sexual masculina; la progesterona y los
estrógenos son las hormonas sexuales femeninas más
importantes.
2.2 Aparato
reproductor femenino
En la mujer, todo el
sistema reproductor es de hecho un conducto continuo, desde el
exterior, a través del útero y a lo largo de las
trompas de Falopio, hacia la cavidad en donde están
situados los ovarios.
Los ovarios
Éstos son los órganos femeninos donde se
encuentran los óvulos, donde maduran y donde se producen
los estrógenos y la progesterona.
Los ovarios tienen la forma de una almendra de unos 5 cm
de longitud y se encuentran a la altura de la parte superior de
la pelvis. Están abrazados por el inicio de las trompas de
Falopio, que conducirán los óvulos maduros pero que
no están en contacto directo con los ovarios. Así
pues, los óvulos salen de los ovarios a la cavidad del
cuerpo, donde son aspirados por las trompas.
Cada ovario está recubierto por una
cápsula de tejido conjuntivo, y en su interior presenta
una capa cortical o corteza, donde maduran los óvulos, y
una zona central en la que existen vasos sanguíneos y
linfáticos.
¿Cómo se forman los
óvulos?
Cuando una niña nace, en cada ovario existen ya
de 100.000 a 500.000 óvulos. Sin embargo, éstos no
están preparados para ser fecundados, sino que deben
madurar. Esta maduración tiene lugar aproximadamente cada
28 días durante todo el período fértil de la
mujer, es decir, desde la madurez sexual hasta la
menopausia.
Las células precursoras de los óvulos se
denominan oogonias y tienen 46 cromosomas en su
núcleo. Después de dividirse varias veces, se
produce la reducción del núcleo de cromosomas a 23,
de donde surge el verdadero óvulo.
Este proceso de
maduración tiene lugar dentro de un folículo, que
es una serie de envolturas que rodean al óvulo y que va
aumentando de tamaño al ir adelantando el proceso. Cuando
el óvulo ya está listo, el folículo recibe
el nombre de folículo de Graaf, y se acerca a la pared del
ovario para romperla y dejar el óvulo en libertad.
Cuando ya está vacío, el folículo se
convierte en un cuerpo lúteo, que se encarga de secretar
progesterona por si se produce un embarazo.
Las trompas de Falopio
Se llaman también trompas uterinas y son las
encargadas de transportar los óvulos desde los ovarios
hasta el útero. Miden entre 10 y 20 cm de largo y tienen
forma de embudo que se abre por la parte superior.
En su interior hay una serie de repliegues por los
cuales baja el óvulo. También cuenta con un
líquido que es secretado por las numerosas
glándulas que posee, y una serie de células que
crean una corriente de líquido hacia abajo. La capa
interna de las trompas de Falopio es muscular, y se contrae para
facilitar la bajada del óvulo y la subida de los
espermatozoides. En las trompas uterinas, es pues, donde se unen
las dos células sexuales. El trayecto de los óvulos
hasta el útero dura 4 o 5 días, aunque sólo
pueden ser fecundados durante los 3 primeros.
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