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Participación de los miembros de la comunidad local en la solución de sus problemas ambientales (página 2)



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6

Para el logro de los objetivos
propuestos se estructuró el trabajo en
tres capítulos. En el Capítulo I se hace un
análisis de un conjunto de conceptos que
son abordados, con el propósito establecer un marco
teórico conceptual que sirva de base al desempeño de este trabajo. En el
Capítulo II se explican detalladamente los elementos a
tener en cuenta para realizar un diagnóstico local-ambiental en una comunidad
cualquiera, en virtud de establecer su situación en cuanto
a lo que se refiere a desarrollo
local, y ambiental. Y en el Capítulo III se describen y
explican cada uno de los pasos que conforman la metodología que se propone para elevar los
niveles de participación de la comunidad local en la
solución de sus problemas
ambientales.

Para realizar la investigación en su conjunto se consultaron
diversos autores tanto nacionales como extranjeros, lo cual
significa incluso bibliografía en diferentes
idiomas.

De modo general, la investigación girará
en torno a lo
expresado hasta aquí.

Capítulo I Fundamentos teóricos del
Desarrollo
Sustentable y del Desarrollo Local.

En el primer capítulo, se hace un
análisis de un conjunto de conceptos que son abordados,
con el propósito de dar cumplimiento al objetivo
específico propuesto para el mismo, que es: establecer
un marco teórico conceptual que sirva de base al
desempeño de este trabajo.

A tal fin se plantean un conjunto de epígrafes
que se inician por la temática de la evolución de la teoría del desarrollo y después el
desarrollo sustentable y local, transitando por las diferentes
categorías hasta llegar a la relación que existe
entre estos dos conceptos de desarrollo.

1.1- La evolución de la teoría del
desarrollo

Antes de plantearse el análisis de una
experiencia concreta en el campo de la investigación es
bueno tener muy claros los conceptos teóricos que van a
definir y sistematizar el trabajo.

El desarrollo es algo que compete a la localidad, la
comunidad y es un concepto
difícil de definir. Esta dificultad surge de la
multiplicidad de dimensiones implícitas en el concepto,
la forma como se percibe y las prioridades que se dan a cada
una de ellas, estas son múltiples y difieren
según las perspectivas desde las cuales se analiza; sin
embargo, podría afirmarse que siempre está
asociado al aumento del bienestar individual y colectivo, a los
cambios de la estructura
económica y social involucrando la sociedad
entera en todos los aspectos.

El crecimiento es una noción más
sencilla, se refiere al aumento de las actividades de producción de bienes y
servicios,
pero no forzosamente implica un cambio en la
estructura económica y social; el concepto de desarrollo
contiene en sí la idea del crecimiento.

En el debate
internacional, en ciertos casos, se tiende a homogeneizar el
crecimiento
económico con el desarrollo, cuestión que no
es cierta, por tal razón y para mejor comprensión
de este trabajo a continuación se explica su diferencia
y evolución.

Después de la Segunda
Guerra Mundial, creció el interés
sobre los modelos de
crecimiento macroeconómico y las cuentas de
ingresos
nacionales. Las variables
que podían ser fácilmente medibles, los
parámetros diferenciados que pudieran recoger valores para
caracterizar el contexto económico, se convirtieron en
objeto de estudio y planificación. Las necesidades, metas y
participación del ser humano fueron marginadas en
beneficio de objetivos macroeconómicos.

A medida que el análisis estadístico
aportaba estudios más exhaustivos a nivel nacional, se
evidenció que, en algunos casos, países con
crecimiento económico experimentaban un empeoramiento de
las condiciones y la calidad de
vida.

Paralelamente, algunas sociedades,
con ingresos relativamente modestos, lograron niveles de
bienestar humanos ciertamente satisfactorios. Estas disyuntivas
entre los ingresos y el bienestar social también se
extendían a países industrializados. Había
que revisar los conceptos de desarrollo, crecimiento
económico y distribución de la riqueza.

A comienzos de la década de los años 70,
en la Universidad
Sussex, del Reino Unido, se realizó un amplio estudio
sobre cómo combinar crecimiento y distribución
social. Las conclusiones fueron importantes: era necesario
aumentar la productividad,
pero analizando de quiénes y para quiénes. La
redistribución de los medios de
producción y los servicios básicos no sólo
no era suficiente, sino que, a su vez, debía ser
incrementada la productividad de la mayoría de los
pobres.

El informe del
Club de Roma de 1972,
que resultó del proyecto sobre
la Condición Humana, iniciado en 1968, marcó un
hito en la conceptualización del desarrollo, al
considerarlo como "el proceso que
experimenta una sociedad para conseguir el bienestar de la
población, relacionándose de forma
armónica con el entorno natural, consiguiendo
así, satisfacer las necesidades materiales
y establecer las bases para que todo individuo
pueda desplegar su potencial humano". (1).

En contraposición al carácter netamente cuantitativo del
crecimiento, el desarrollo es definido como un proceso que
involucra aspectos cualitativos de la condición humana
en un país, región, localidad o
continente.

La reformulación de la esencia del desarrollo
continuaría con la tesis del
otro desarrollo, promovida por sectores de Europa
Occidental a través del informe "¿Qué
hacer?", aparecido en 1975. Su enfoque hace énfasis en
el desarrollo como un concepto integral en el cual el ser
humano y la satisfacción de sus necesidades constituye
el objetivo supremo.

Al respecto, una de las principales precisiones de los
autores del informe plantea que: "El desarrollo es un todo; es
un proceso cultural, integral, rico en valores; abarca el medio
ambiental natural, las relaciones sociales, la
educación, la producción, el consumo y el
bienestar". (2).

Paralelamente con la tesis del otro desarrollo, toma
cuerpo la aproximación al desarrollo por el camino de
las "necesidades humanas básicas", que tiene puntos
esenciales de contacto con aquella concepción. Sin
embargo, esta última tesis logra penetrar de forma
más aguda en la identificación e inserción
de las necesidades humanas dentro de la estrategia del
desarrollo, lo cual trasciende hasta el marco de la
teoría económica y permite un análisis
más balanceado de la esfera del consumo.

Al colocar el acento en la erradicación de
la pobreza, el
derecho al empleo, la
distribución equitativa del ingreso y el acceso
universal a los servicios básicos, ambas tesis se
inscriben dentro del movimiento
renovador del pensamiento
socioeconómico, que rompe con la óptica tradicional sobre los problemas
del desarrollo.

En correspondencia con el predominio de esta nueva
concepción en la escena internacional, el Banco
Mundial modificaría su criterio relacionado con la
problemática del desarrollo, los cuales se argumentan en
la parte dos del Informe sobre el Desarrollo Mundial, 1990,
titulado: "La pobreza y el
desarrollo
humano". La propuesta, si bien parece conceder una mayor
prioridad a los factores sociales o humanos en la estrategia
del desarrollo, en la práctica no rebasó los
límites de las concepciones cuantitativas
que identifican el desarrollo con el crecimiento
económico.

Lo anterior se constata con claridad durante la
década de los 80, especialmente en la primera mitad
(1980-1986). En estos años, la explosión de la
crisis de la
deuda externa
de los países subdesarrollados termina en forma abrupta
con tres décadas de relativos progresos
socioeconómicos y da paso a la peor recesión
después de la conocida durante los años 30, con
el sensible empeoramiento de las condiciones de vida y agudos
retrocesos sociales, en particular, entre los grupos de
población más vulnerables, los niños
y las madres.

A mediados de esta década, surge el estudio del
Fondo de las Naciones Unidas
para la infancia
(UNICEF) titulado "Ajuste con rostro humano" que, como enfoque
alternativo, insistió en la necesidad de tener en cuenta
la dimensión humana de las políticas de ajuste e integrarlas a
éstas en su conjunto, en lugar de considerarla como un
componente adicional de bienestar. El modelo de
ajuste con rostro humano, según sus propios autores,
introduce "una dimensión de alivio de la pobreza en las
necesarias políticas de ajuste, de igual manera que la
redistribución del ingreso y la atención a las necesidades básicas
lo hacen respecto a las políticas de crecimiento".
(3).

Las cuestiones asociadas a la pobreza y su
superación devinieron, cada vez más, el centro de
las concepciones latinoamericanas acerca del desarrollo, que a
partir de la profundización de la tesis de la "pobreza
crítica" y, más tarde, con la
formulación de reformas estructurales, se apartan de la
visión tradicional del desarrollo latinoamericano y
pretenden superar las limitaciones inherentes a las
políticas de ajuste aplicadas hasta entonces.

La tesis de la CEPAL de "transformación
productiva con equidad" de
finales de los 80, destaca dentro de los esfuerzos por
articular lo que los autores denominan una "concepción
actualizada del desarrollo": crecer, mejorar la
distribución del ingreso, consolidar los procesos
democratizadores, adquirir mayor autonomía, crear
condiciones que detengan el deterioro ambiental y mejorar la
calidad de vida
de toda la población; en fin, "la transformación
de las estructuras
productivas de la región en un marco de progresiva
equidad social". (4).

Hacia finales de los años 80, existían
las condiciones necesarias tanto desde el punto de vista
político y social como teórico-conceptual para
avanzar hacia una adecuada revalorización de la
dimensión humana del desarrollo. No es casual que en
1990 vean la luz tres
informes
sobre el tema:

  • Informe sobre el Desarrollo Mundial, del Banco Mundial,
    dedicado ese año a la pobreza.
  • Desafío para el Sur, de la Comisión
    Sur.
  • Desarrollo Humano. Informe de 1990, primero de los
    siete informes del Programa de
    Naciones Unidas para el Desarrollo. (PNUD), publicado hasta la
    fecha.

En este informe la Comisión Sur define del
desarrollo de la siguiente forma:

"A nuestro juicio éste (el desarrollo) es un
proceso que permite a los seres humanos utilizar su potencial,
adquirir confianza en sí mismos y llevar una vida de
dignidad y
realización. Es un proceso que libra a la gente del
temor a las carencias y a la explotación. Es una
evolución que trae consigo la desaparición de la
opresión política,
económica y social (…). El desarrollo supone, por
consiguiente, una creciente capacidad para valerse por
sí mismo, tanto en el plano individual como
colectivo".

El verdadero desarrollo, según nuestra
comprensión tiene que centrarse en la gente, estar
encaminado a la realización del potencial humano y a la
mejora del bienestar social y económico de las personas,
y tener por finalidad el logro de lo que ellas mismas
consideran que son sus intereses sociales y
económicos.

Es mediante la participación efectiva de los
individuos que el proceso de desarrollo puede orientarse hacia
el logro de los valores
de la localidad. Este logro es un componente indispensable del
desarrollo, concepto que no puede restringirse a la
satisfacción de las necesidades biológicas de
sobrevivencias o materiales creadas por el sistema
socioeconómico.

Por otro lado se puede apreciar que a finales de la
década de los sesenta se resaltó la
dimensión social del desarrollo y se comenzó a
hablar de desarrollo
económico y social, sin embargo es un hecho evidente
que la mayoría de las interpretaciones tienden a
privilegiar un concepto en el cual prima la idea de lo
económico.

Esto último lleva a considerar de un modo
explícito y en su interrelación dinámica dos dimensiones: La
Económica y la Sociolocal.

Autores como Gastón Berger han señalado
que: (…)"Una teoría del desarrollo que solo
trabaja con variables económicas es irrealista e
inapropiada". (5).

El enfoque moderno de las teorías de desarrollo reconoce como
indiscutible la existencia de factores no económicos en
la dinámica de este. La posición unilateral de
considerar solo los aspectos económicos está
siendo superada, aunque generalmente es admitido que los
problemas del desarrollo no se agotan en un análisis de
variables económicas, esto no tiene mucha vigencia en el
plano práctico.

Un minucioso análisis pone de manifiesto que
para lograr el desarrollo es necesario transformar
hábitos, eliminar prejuicios, modificar conductas y
modos de vida de seres humanos que resisten al cambio
simplemente porque están habituados a modalidades
antiguas o porque la nueva situación lesiona sus
intereses.

Uno de los males que se padece, quizás por
costumbre es esperarlo todo del Estado y
endosarle consecuentes con esa actitud
todos los males. Aquí se encuentra la necesidad de los
cambios de actitud y de un esfuerzo desde la base para lograr
el desarrollo.

1.2 – La evolución de la teoría
del Desarrollo Sustentable.

En el año 1972, se celebra la Primera Conferencia de
las Naciones Unidas sobre el Medio
Ambiente a raíz de una serie de acontecimientos,
entre los que se destacan, según (Roca,2000)
(6):

  • Comienzo de la crisis energética
  • Se hace público el primer informe del Club de
    Roma sobre límites del crecimiento
  • Celebración en Estocolmo de la primera
    Conferencia sobre el Medio Humano
  • Firma del Convenio de París sobre el Patrimonio
    Mundial, Cultural y Natural bajo los auspicios de la
    UNESCO.

Se inicia de esta manera una nueva forma de contemplar
los problemas
ambientales que repercuten, posteriormente, en una nueva
tendencia del pensamiento sobre el desarrollo, convirtiendo la
definición de desarrollo
sostenible en un concepto alternativo – al introducir el
factor ambiental- frente a la otra gran tendencia ilustrada por
el enfoque económico (Lorés, 1999)
(7).

El marco del desarrollo sostenible, aquel que permite
mantener el equilibrio
entre el crecimiento económico, el desarrollo
social y la conservación del patrimonio natural
incluidos los recursos
biológicos, se perfila como uno de los más
grandes retos a los cuáles se enfrentan no sólo
las economías sino las sociedades en general, tocando
todos los puntos activos y
pasivos de éstas (The Latin American Alliance, 1997;
Centro de Investigación Económica para el Caribe,
1998) (8).

El concepto de "sostenible"(sustainable en inglés) aparece por primera vez en el
informe Bruntland (1987) titulado "Nuestro Futuro
Común", presentado a la Asamblea General de las Naciones
Unidas por la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y
el Desarrollo, definiéndose como: "el proceso que
satisface las necesidades del presente sin comprometer la
capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus
necesidades
"(9), buscando, según el Consejo
Interamericano para el Desarrollo Integral de la OEA (1997),
la asociación íntima de la actividad
económica con la naturaleza.

Algunos especialistas en desarrollo definen el
desarrollo sostenible como: "un estilo que busca en cada
región soluciones
específicas a problemas concretos tomando en
consideración el entorno natural y cultural, atendiendo
a las necesidades inmediatas y a las de largo plazo. Se trata
de encontrar los medios de amortizar el desarrollo
socioeconómico con un manejo adecuado de los recursos
naturales y el medio ambiente"
(Troncoso, 1999:2)
(10).

Por otra parte, la Unión Mundial para la
Naturaleza (1991), emite otra definición más
explícita: "el proceso que permite que se produzca el
desarrollo sin deteriorar o agotar los recursos que lo hacen
posible. Este objetivo se logra, generalmente, gestionando los
recursos de forma que se puedan ir renovando al mismo ritmo que
van siendo empleados, o pasando del uso de un recurso que se
genera lentamente a otro que lo hace a un ritmo más
rápido. De esta forma los recursos podrán seguir
manteniendo a las generaciones presentes y futuras"
(11)
.

Fue en la Conferencia de Río de Janeiro de
1992, (Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y
el Desarrollo o "Cumbre de la Tierra"),
que se institucionaliza el concepto de "desarrollo sostenible"
y de "sostenibilidad" (Roca, 2000) (12). La conferencia tuvo
como objetivo elaborar un informe en que se examinasen los
cambios en el estado
del medio ambiente en los 20 años transcurridos entre
las conferencias de Estocolmo y Río. También se
trató el concepto de desarrollo sostenible para la
protección, preservación y fortalecimiento del
medio humano. Este encuentro de Río (Crosby, 1993) (13),
generó cinco documentos
importantes:

– La Declaración sobre Medio Ambiente y
Desarrollo, que plantea 27 principios,
donde se definen los derechos y
responsabilidades de las naciones en la consecución del
desarrollo humano y el bienestar.

– Agenda 21, un documento que trata sobre la forma de
llevar a cabo un desarrollo social, económico y
medioambiental sostenible. Tiene una especial importancia ya
que compromete a los países firmantes, al desarrollo de
políticas adecuadas para conseguir un desarrollo
sostenible.

– Una declaración de principios para guiar la
gestión, la conservación y el
desarrollo sostenible de todo tipo de bosques, los cuales son
esenciales para el desarrollo económico y el mantenimiento de todas las formas de
vida.

– La Convención de las Naciones Unidas sobre el
Cambio Climático, cuyo objetivo es la
estabilización del efecto
invernadero a niveles que no pongan en peligro el sistema
climático global. Se requiere una reducción en
las emisiones de gases como
el dióxido de carbono, un
producto
secundario del uso de carburantes para obtención de
energía.

– La Convención para la Biodiversidad, demandando a todos los
países que adopten medidas para la conservación
de la variedad de las especies, asegurando que los beneficios
del uso y la biodiversidad sean compartidos
igualitariamente.

Desde que en el Informe Brundtland (1997) se
acuña el término de desarrollo sostenible, son
muchos autores los que, desde ciencias
como la economía, la
sociología, entre otras, cuestionan su
concepción, presentando básicamente dos
argumentaciones (Centro de Investigación
Económica para el Caribe, 1998) (14). Primero
están aquellas relacionadas al hecho de que el concepto
no tiene prácticas económicas y políticas
claras. Segundo, están las que ven al desarrollo
sostenible como un concepto incoherente y contradictorio dado
que es la unión de dos conceptos de dos ciencias, la
economía y la ecología.

A pesar de las críticas hechas en contra de
esta definición de desarrollo sostenible, el concepto ha
seguido evolucionando (Wolters, 1991) (15), y hoy en día
se pueden encontrar distintos enfoques sugeridos por organismos
internacionales entre los que se destacan los
siguientes:

– Banco Mundial (cit. por el Centro de
Investigación Económica para el Caribe, 1998:6) :
afirma que "la sostenibilidad es un modelo de desarrollo que
articula el componente económico, social y
ecológico, donde lo económico está
relacionado con temas de eficiencia en
el uso de los recursos, lo social a la equidad y lo
ecológico a la calidad ambiental" (16).

– El Banco Interamericano de Desarrollo (1994, cit.
por el Centro de Investigación Económica para el
Caribe, 1998:6) (17): en su documento "Nuestra Propia Agenda",
traza las líneas para una estrategia de desarrollo
sostenible, las cuales contienen:

  • erradicación de la pobreza,
  • aprovechamiento sostenible de los
    recursos,
  • ordenamiento territorial,
  • desarrollo tecnológico compatible con la
    realidad social y natural,
  • nueva estrategia económico – social, organización, movilización social
    y reforma del Estado.

– La Estrategia para el Desarrollo de Costa Rica
(cit. por el Centro de Investigación Económica
para el Caribe, 1998:6) (18), entiende la sostenibilidad como
un proceso dinámico en el que el manejo de los recursos
naturales, la potencialización de los recursos humanos,
los mecanismos de concienciación y participación ciudadana, entre otros,
fortalezcan las opciones para satisfacer las necesidades
futuras básicas actuales, sin destruir la base
ecológica de la que dependen el desarrollo
socioeconómico y la calidad de las vidas
futuras.

– Asociación de Estados del Caribe (AEC) (1995,
cit. por el Centro de Investigación Económica
para el Caribe, 1998:7) (19): desde su constitución, ha manejado el concepto de
sostenibilidad dentro de sus principios.
Específicamente, la AEC entiende que la sostenibilidad
es un concepto integrador donde el desarrollo sostenible debe
garantizar crecimiento económico, participación
de la comunidad en la gestión y beneficios del
desarrollo, así como garantizar la preservación
del medio ambiente y la conservación de los recursos
naturales, en particular del Mar Caribe.

– La Unión Mundial para la Naturaleza (UICN)
(cit. por Mclntyre et al., 1993) (20): enfoca el desarrollo
sostenible como un proceso que permite que se produzca el mismo
sin deteriorar o agotar los recursos que lo hacen posible. El
éxito
del objetivo se logrará, gestionando los recursos de
forma que se puedan ir renovando al mismo ritmo que van siendo
empleados, o pasando del uso de un recurso que regenera
lentamente a otro que tenga un ritmo más rápido
de regeneración. De esta forma, los recursos
podrán seguir manteniendo a las generaciones presentes y
futuras.

Todos estos enfoques tienen como elemento en
común la operatividad de cada vértice del
triángulo de la sostenibilidad que busca un espacio
integrador entre distintas esferas (económicas, sociales
y ecológicas), interrelacionándose entre
sí.

Se persigue que más que trabajar por un
concepto acabado, se debería procurar que el desarrollo
de cada país tenga en cuenta las estrategias
para la consecución de una economía sostenible
formuladas por el Centro de Investigación
Económica para el Caribe (1998) (21), y Lorés
(1999) (22), las cuales son citadas a
continuación:

a. Revitalizar el crecimiento. El crecimiento per
se
, no es garantía del desarrollo; sin embargo, no
es posible hablar de desarrollo sin hablar de crecimiento. Una
economía sostenible, en muchos países del Tercer
Mundo, pasa necesariamente por incrementar la
producción.

b. Cambiar la calidad del crecimiento. Hay que
orientar el crecimiento de las economías hacia una
mejora en la calidad de vida. El logro del crecimiento debe
traducirse en una mejora de la calidad de vida de los estratos
de población menos favorecidos.

c. Satisfacer las necesidades humanas esenciales.
Mientras esto no se logre, la presión
sobre el medio ambiente, se incrementará hasta niveles
inmanejables.

d. Asegurar un nivel sostenible en la
población. Un crecimiento demasiado elevado de la
población puede ser perjudicial para el medio ambiente,
tanto en los países pobres como en los ricos. El
tamaño de la población debe ser compatible con la
capacidad de producción del ecosistema.

e. Conservar y aumentar los recursos de base. La
conservación de los recursos debe tener en cuenta dos
factores en especial:

  • limitar las tendencias despilfarradoras de los
    países industrializados reduciendo drásticamente
    sus actuales tasas de consumo, y
  • deberá efectuarse un aumento en los niveles
    mínimos de consumo de los países menos
    desarrollados, sin que ese aumento represente una
    presión imposible de superar para el medio ambiente
    mundial.

f. Dar una nueva orientación a la tecnología. Se deben adecuar los nuevos
procesos tecnológicos con la protección del
entorno, es decir, se deben conseguir tecnologías
más limpias y, además, éstas
deberán estar a disposición de aquellos
países que más las van a necesitar para propiciar
su desarrollo.

g. Conciliar medio ambiente y economía. La
destrucción del medio ambiente implica, a largo plazo,
un freno al desarrollo de las actividades económicas
internacionales. Es imprescindible que la economía
intervenga a fin de diseñar sistemas
productivos más eficientes para la salvaguarda de los
valores ecológicos que a la vez propicie un desarrollo
económico más equilibrado.

El desarrollo sostenible requiere, en primera
instancia, que las personas puedan tener acceso a la
satisfacción de sus necesidades básicas, para
lograr paulatinamente la satisfacción de necesidades que
vayan más allá de las metas materiales y que
permitan el integral y pleno desarrollo de la persona
(Lorés, 1999) (23):

En esta línea, según (Mclntyre et al.,
1993) (24), el desarrollo sostenible considera, de forma
general, tres principios:

  1. La sostenibilidad ecológica garantiza que el
    desarrollo sea compatible con el mantenimiento de los procesos
    ecológicos esenciales, de la diversidad biológica
    y de los recursos biológicos.
  2. La sostenibilidad social y cultural garantiza que el
    desarrollo aumente el control de
    los hombres sobre sus propias vidas, sea compatible con la
    cultura y
    los valores de las personas afectadas, y mantenga y fortalezca
    la identidad de
    la comunidad.
  3. La sostenibilidad económica garantiza que el
    desarrollo sea económicamente eficiente y que los
    recursos sean gestionados de modo que se conserven para las
    generaciones futuras.

Independientemente de que hay un gran cúmulo de
teoría en lo que a desarrollo sostenible o sustentable
se refiere, y no mucha práctica. Se considera que el
mismo es completamente posible.

1.3- La evolución teórica del
Desarrollo Local.

Estas consideraciones teóricas indican
claramente que el desarrollo no es un fenómeno puramente
económico, sino que se presenta un conjunto de factores
que tienen que ver con el aspecto social y en el que el
desarrollo de la localidad y su organización comunitaria
juegan un papel de importancia insustituible, a fin de
garantizar el desarrollo del individuo, la comunidad, la
localidad y la sociedad.

"En el campo del bienestar social, la
organización local se puede describir como el
arte de
crear, coordinar y sistematizar los agentes instrumentales a
través de los cuales los talentos y recursos de los
grupos pueden ser dirigidos hacia la realización de los
ideales del mismo grupo y
hacia el desarrollo de las potencialidades de sus miembros;
investigación, interpretación, conferencia, educación, organización de grupos
de acción social, son los principales
elementos usados en este proceso". (25).

Con la formulación de esta definición,
los participantes en la Conferencia Nacional de Servicio
Social celebrado en los Estados Unidos
en al año 1943 incursionan por vez primera en la
conformación del concepto de "Organización
Local".

Al evaluarlo, se comparte la idea de que el desarrollo
local es un tipo de servicio social que se refiere a todos
aquellos esfuerzos que tienden a dirigir de una manera efectiva
los recursos de todo tipo hacia las necesidades prioritarias de
un área determinada. Sus tareas pueden envolver
actividades tales como búsqueda de datos,
desarrollo de programa de bienestar social, educativos,
culturales, económicos, políticos y de promoción de la legislación social
entre otros.

Una de las obras clásicas del año 1943,
"Social Work Book" de Arthur Dunhan, es bien ilustrativa de la
concepción vigente, al definir la actividad de la
localidad como:

"Un proceso dirigido hacia la creación de
recursos y el mantenimiento del equilibrio necesario entre
tales recursos y necesidades de una determinada área
geográfica o campo especifico de servicio social".
(26).

Existen criterios de autores de que la localidad no
posee recursos propios, tal como es el caso de una empresa que
sí posee recursos humanos, recursos financieros, etc. Es
evidente que la definición señalada caracteriza
en su conjunto, la actividad de la localidad como un proceso
que se desarrolla ante todo con sus propios recursos; al menos
al plantear la creación de recursos y el equilibrio
entre estos y las necesidades de un área.

La formación de recursos puede ser variada, la
más cercana a la visión que se defiende es la de
la creación de los mismos sobre la base de la
contribución empresarial generada por la actividad que
desempeñan estas en el entorno de la
localidad.

Hacia los años 50 ya se observaba una
evolución de los conceptos de desarrollo local. En el
seminario
organizado por las Naciones Unidas en 1950 en La
República de San Salvador, se caracterizó el
desarrollo de la localidad como:

"(…)Proceso que emplea el servicio social para
suscitar la racional participación de los integrantes de
una determinada zona o población, en una empresa de
mejoramiento individual y de progreso colectivo, sobre la base
de los propios recursos". (27).

Se debe llamar la atención en esta
definición a lo referido a empresas de
mejoramiento y progreso colectivo, ya que es por vez primera
que se encuentra una definición donde esté
implícito el concepto de
empresa.

La localidad es como una empresa que genera todo tipo
de relaciones y participa en el progreso colectivo e
individual.

Otra obra que tanto significado tiene en América
Latina en la discusión sobre el desarrollo local, es
la de Caroline Ware, en su edición de 1954 señala un nuevo
alcance de la expresión de desarrollo de la localidad al
definirla como:

"Un proceso para suscitar grupos funcionales de
ciudadanos capaces de ser los agentes activos y responsables de
su propio proceso, usando para ello como medio: la
investigación en común de los problemas locales,
el planeamiento y
la ejecución por sí mismo de las soluciones que
antes convinieron y la coordinación voluntaria en los
demás grupos y con las autoridades oficiales, de modo
que se obtenga el bienestar total de la localidad".
(28).

En 1958 la definición utilizada por las
Naciones Unidas fue revisada y adecuada, y queda en vigencia la
siguiente:

"Desarrollo de la localidad es el proceso por el cual
el propio pueblo participa en la planificación y en la
realización de programas que
se destinan a elevar su nivel de vida. Eso implica la
elaboración indispensable entre los gobiernos y el
pueblo, para ser eficaces esquemas de desarrollo, viables y
equilibrados". (29).

En el período comprendido desde los sesenta
hasta los finales de los ochenta se producen una serie de
cambios de toda índole y sobre todo con
repercusión en el desarrollo local.

En el mundo en general y en particular en América Latina con la puesta en marcha de
los programas desarrollistas, los cuales le asignaban mayor
importancia a las variables macroeconómicas, se
creó la percepción de fomentar el desarrollo de
un territorio determinado con la mirada exclusiva en la llegada
de capital
externo y en las acciones de
las administraciones públicas alejadas del marco local.
Todo esto repercutió negativamente en el desarrollo
local, relegado a un segundo plano y limitando así su
desarrollo conceptual.

A principios de los noventa se producen una serie de
cambios de toda índole:

  • Triunfo de las tecnologías sustitutivas del
    factor trabajo e intensivas en factor capital.
  • Internacionalización de la
    economía.
  • Aparición de nuevas demandas sociales
    relacionadas con la informática y las redes de comunicación, nuevos gustos y
    hábitos de vida.

Estos cambios le plantearon demandas conceptuales y
prácticas al desarrollo local, apareciendo como
complemento de las políticas tradicionales de
desarrollo, un nuevo enfoque basado y fundamentado
principalmente en el aprovechamiento de los recursos y
potencialidades endógenas, entendidas siempre como punto
de partida y no como punto de llegada para un nuevo tipo de
desarrollo centrado en lo local.

Hoy día muchas son las definiciones de
desarrollo local; sin embargo, no existe una comúnmente
aceptada. Siguiendo a otros autores que han estudiado el tema,
el desarrollo económico local también
podría definirse como:

"Las medidas dirigidas a aprovechar todo el potencial
de recursos de que dispone un área, un pueblo o una
comarca, es una parte del crecimiento y el progreso
económico de una zona". (30)

Resaltando el papel de las empresas en la
dinámica del desarrollo local, Vázquez, define al
desarrollo local como:

"(….) la interrelación entre las estrategias
seguidas por las ciudades y regiones para valorizar sus
recursos, activos y las estrategias seguidas por las empresas
con el objetivo de aprovechar los factores específicos
del territorio". (31)

Otro de los conceptos es el que define el desarrollo
local como:

"Aquel proceso reactivador de la economía y
dinaminazador de la sociedad local que mediante el
aprovechamiento de los recursos endógenos existentes en
una determinada zona o espacio físico, es capaz de
estimular y fomentar su crecimiento económico, crear
empleo, renta y riqueza y sobre todo mejorar la calidad de vida
y el bienestar social de la comunidad local". (32)

En concordancia con el objetivo de resaltar el papel
del desarrollo local sobre todo con la participación del
sector comunitario y tomando en consideración las
características más sobresalientes en los
conceptos mencionados, se entiende el desarrollo local
como:

"Un proceso endógeno, integral, equilibrado,
armónico, social y de base popular, de aumento sostenido
del bienestar de la comunidad".

A partir de esta definición sería
importante hacer un análisis de las peculiaridades que
el mismo encierra:

Desarrollo:

Proceso lógico e histórico que implica
aumento del bienestar y cambio en la estructura
económica y social.

Local:

Hace referencia a un área geográfica
determinada, el ámbito operativo es un municipio,
localidad, comarca, consejo popular, etc., asumido por las
autoridades locales como instrumento para su
autodesarrollo.

Cooperativo y Autogestionario:

El desarrollo local no es necesariamente un proceso de
desarrollo de cooperativas, pero indudablemente este es una
forma de desarrollo cooperativo. Las organizaciones
cooperativas o asociativas de los trabajadores constituyen la
base de la estrategia de ejecución en estos modelos
junto con la actuación de las administraciones y otros
entes locales. En la materialización del cumplimiento de
sus principios y valores cooperativos en su enfoque hacia la
comunidad y por tanto hacia el desarrollo local.

Proceso:

Sucesión de acontecimientos
interrelacionados.

Endógeno:

Basado en el liderazgo de
las iniciativas y los recursos autóctonos de la
localidad pero sin despreciar ayudas exteriores.

Integral:

Con un enfoque sistemático trata de dinamizar
todos los sectores socio económicos del área,
considerando sus interdependencias hacia objetivos comunes que
facilitan la toma de
decisiones bajo un prisma integrador.

Equilibrado y Armónico:

Basado en actividades de pequeña o mediana
dimensión y bajo costo de
inversión por puesto de trabajo, con
tecnologías blandas o intermedias adaptadas al medio
rural(si la comunidad es rural) que no provoquen impacto
ambiental negativo.

Social y de Base Popular:

Promociona el desarrollo social mediante una adecuada
política de trabajo, anima a participar a las clases
trabajadoras, los jóvenes, etc, los que se convierten en
sujetos activos del desarrollo generalmente bajo
fórmulas asociativas, por lo que es un modelo aceptable
para cualquier administración o estado.

Aumento Sostenido:

Debe garantizar la creación de riquezas que
permitan la satisfacción de las necesidades inherentes
del individuo y la sociedad y a su vez el respeto y la
preservación del medio ambiente para el mayor bienestar
de la sociedad futura.

Bienestar: Calidad global de la
vida.

 

Comunidad:

"Grupo de personas que habitan en un mismo territorio,
que les posibilita tener vida en común, costumbres,
creencias, tradiciones, necesidades, entrando todas ellas en
distintas relaciones. Estas generan un sentido de pertenencia y
dinámica interna y externa según los diferentes
problemas que deben enfrentar y de acuerdo a los recursos que
requieren para darles solución" (33). En ella se tienen
en cuenta todos los aspectos del crecimiento, desde el punto de
vista organizativo se basa en un proceso de animación
para que la comunidad local participe en su propio
desarrollo.

El desarrollo local nace de corrientes afines de las
que toma su nombre: del lado "paterno" puede hacerse referencia
al desarrollo económico, del lado "materno" se relaciona
con la localidad de la que se deriva la participación de
la comunidad con el apoyo de todas las organizaciones de su
entorno en la planificación y ejecución de
programas que garanticen a partir de los recursos
endógenos el desarrollo local autogestionario y
autosostenido, que coadyuve a la elevación del nivel de
vida, la generación de empleo, renta y
riquezas.

Como se observa en este concepto se define su
relación con la comunidad. Es así ya que el
concepto de desarrollo local no es unívoco, pero
sí a este se liga el desarrollo
comunitario pues no puede ser aséptico. De esta
manera se llega a las concepciones modernas del desarrollo
comunitario y local que está caracterizado, más,
por el cambio de actitud que por la sustancia de un
programa.

Sería fácil concluir diciendo que el
desarrollo local es aquel que se presenta en un territorio
dado, pero para entender bien toda su dimensión y captar
a fondo el interés que despierta, hay que analizar y
definir otras nociones, como los conceptos de comunidad local y
su desarrollo.

1.3.1- Los conceptos de comunidad
local.

Mucho han evolucionado los conceptos de comunidad a
través de los años, estos adoptan
características particulares de acuerdo con el enfoque
teórico con que se mire. Ofrecen una variedad de
significados que deben conocerse para alcanzar una
visión ampliada que permita acceder objetivamente a esa
realidad, así se puede distinguir:

El concepto literal expresa que la comunidad
significa congregación, corporación,
asociación y relación.

El concepto sociológico concibe la
comunidad como un sistema social en el cual los individuos que
la componen cuentan con un territorio o área
geográfica determinada y unas relaciones
recíprocas para tratar de lograr fines
comunes.

Para el efecto del trabajo comunitario la
UNESCO, en el glosario
español define así la comunidad y
el desarrollo comunitario:

"Es el conjunto de actividades y principios dirigidos
al mejoramiento material y el bienestar social de una
comunidad. Esta última se define como el conjunto de
habitantes de una localidad limitada, de carácter urbano
o rural en la que se comparten sentimientos de identidad de
grupos y un conjunto de intereses comunes, o bien ocurrir que
estos intereses no estén realizados y constituyan un
potencial cuya realización es objeto de desarrollo de la
comunidad".

Prevost, P. (1999), define la comunidad
como:

"Un grupo de personas organizadas en un territorio
conformado en forma natural o histórica, se compone de
valores, personas, instituciones, empresas, actividades, recursos y
coherencia económica y social". (34).

La forma particular de vivir y actuar de cada
comunidad, así como el territorio donde habitan son los
elementos que configuran los tipos de comunidades.

Estas características las diferencian unas de
las otras y a su vez sirven para su identificación. Se
puede hablar de tres tipos de comunidades que no constituyen
realidades opuestas sino que se relacionan a través de
la producción, el intercambio, el transporte,
las vías y medios de
comunicación, etc. Estas son:

Las comunidades rurales.

Están determinadas en la mayoría de los
casos por la vinculación estrecha de las personas con
la tierra,
esta relación fija los comportamientos, el sentido de
pertenencia y el arraigo a una fuerte tradición familiar
y cultural.

Generalmente la comunidad rural es más
pequeña y las relaciones son más personales e
intensas, así el control social entre los miembros es
más fuerte que el que se produce o se puede dar en la
comunidad urbana donde las relaciones personales son más
distantes.

Las comunidades urbanas.

Desaparece la relación hombre
tierra y aparecen unas relaciones de producción y
reproducción distintas, donde la fuerza de
trabajo es un elemento determinante de composición de la
comunidad. Esta se ocupa de la industria,
manufactura
de prestación de servicios, etc.

La presencia de valores culturales, familiares de
arraigo y pertenencia se diluyen, entre otras causas por la
movilización de los integrantes de la comunidad
originada en el proceso socioeconómico en que ellas se
presentan.

La interacción aparece con menos intensidad,
dado su carácter heterogéneo. Se presentan
problemas socioeconómicos más profundos, reflejo
de las diferencias estructurales y las desigualdades sociales
que se presenten en el nivel de vida de la
población.

La comunidad metropolitana.

Es un conjunto de municipios reunidos alrededor de una
ciudad central, refleja todos los modernos y avanzados medios
de comunicación, transporte, salud, educación,
recreación y crece constantemente el
número de habitantes y concentración de
servicios.

En sus zonas periféricas con frecuencia se
concentra la población con menos oportunidades y
recursos lo que se ha dado por llamar cinturones de
miseria.

En la comunidad se encuentran las diversas clases
sociales que se diferencian entre sí por los niveles
de ingreso y de consumo, de profesión, etc. La comunidad
es heterogénea con conflictos y
fenómenos enmarcados en la estructura
social que genera cambios estructurales económicos,
políticos e ideológicos. La heterogeneidad y
multifuncionalidad marcan otro de los componentes
básicos de la dinámica en que se
desenvuelven.

Por estas razones es indispensable que al iniciar
cualquier trabajo con la comunidad se reconozcan las
particularidades, no sólo de cada grupo, sino de cada
comunidad.

1.3.2- Los elementos de la comunidad
local

Una rápida mirada a las anteriores definiciones
de desarrollo local y de la comunidad muestra que
todas coinciden en elementos significativos los cuales se
pueden resumir en:

  • El geográfico.
  • El demográfico.
  • El socioeducativo.
  • El físico.
  • El socioeconómico.
  • El histórico cultural
  • Los problemas.
  • Los recursos.

El geográfico: Guarda relación
con la extensión, topografía, clima,
límites, ubicación, etc., que determina
comportamientos y actitudes,
constituyendo el punto de más identidad de la comunidad.
Determina el acceso a las vías y medios de
comunicación y al escenario de los aspectos
históricos culturales de la identidad de cada
pueblo.

El demográfico: Este elemento
está relacionado con la composición y el
crecimiento poblacional, la cantidad de habitantes, raza,
sexo, flujo
migratorio, lo que condiciona la estructura demográfica
de la localidad.

El socioeducativo: Hace referencia a las
prácticas educativas, hábitos de crianza y
procesos de formación que se viven en un sector
determinado.

El físico: Guarda relación con el
entorno para el sano desarrollo de las familias e incide en la
salud, nutrición, ambiente, la vivienda, el
saneamiento y todas las obras de infraestructura. Esta
relacionado con los demás elementos.

El socioeconómico: Este elemento
está determinado por las clases sociales, los recursos
económicos y demás factores. Aquí se
tienen en cuenta las normas
prácticas de producción y generación de
ingresos.

Histórico cultural: Lo constituyen las
tradiciones, las creencias, hábitos costumbres y valores
que permiten la identificación de una persona con el
grupo así como la diferenciación de una comunidad
con relación a otra.

Los problemas de la comunidad: Surgen cuando
hay discrepancia entre lo que existe y lo que se necesita para
el bienestar de los individuos. Toda comunidad presenta sus
propios problemas que a su vez son influenciados por las
condiciones socioeconómicas del contexto municipal,
regional o nacional. El
conocimiento de los problemas de la comunidad permite
buscar las soluciones y los medios de satisfacer estas
necesidades.

Recursos: Toda comunidad tiene potencialidades
representadas en recursos internos y externos, ya sean
económicos, técnicos, humanos, físicos e
institucionales.

Al trabajar cualquier problema de la comunidad local
es necesario conocer cuáles son las empresas y
organismos que desarrollan actividades dentro de su entorno y
que resultados han obtenido. De esta forma se facilita la
coordinación, mecanismo indispensable para lograr
proyectos
más efectivos, sobre la base de la autogestión
comunitaria.

Una eficiente coordinación y control, evita la
inadecuada utilización de los recursos
humanos, económicos etc., disponibles, así
como la duplicidad de funciones y en
general esfuerzos que aumentan los costos de los
planes de acción comunitaria autogestionaria de cada
comunidad.

1.4- El desarrollo local en Cuba.

Lo que hoy en día se conoce como desarrollo
local, dista mucho de lo ocurrido en Cuba antes y en los
primeros años del triunfo de la Revolución de Enero de 1959.

Las localidades rurales estaban compuestas por
pequeños asentamientos campesinos, que en la
mayoría de los casos eran ilegales por tener lugar en
tierras de propietarios de compañías extranjeras
y de la burguesía rural cubana, estos no contaban con
los servicios y requerimientos mínimos e indispensables
tales como: electricidad,
educación, servicios médicos, etc., solo se
dedicaban a la construcción de viviendas y arreglo de
caminos vecinales sin otros antecedentes dignos de considerar
en este período.

Las localidades urbanas se presentaban como control de
desarrollo socioeconómico y cultural para una elite
jerárquica reconocida y para las clases
medias.

Dadas las diferencias de desarrollo entre ambas
ocurrió un proceso migratorio hacia las grandes
comunidades urbanas, lo que condujo a la aparición de
las comunidades metropolitanas, las que crecían
constantemente y donde sus zonas periféricas
constituían cinturones de miseria que albergaban la
población con menos oportunidades y recursos, donde era
común una extrema miseria y pobreza.

Pese a la existencia de comunidades urbanas y rurales
y algunas acciones comunitarias, no existía una
política consecuente de lo que hoy día se conoce
como desarrollo local sostenible, equitativo y
autogestionario.

Se considera que al triunfo de la Revolución cubana no existía una
experiencia sistematizada y sostenible de desarrollo local y
mucho menos integrada, que se mantuvo a lo largo de una primera
etapa comprendida desde los años de 1960, hasta 1975,
donde era característico la provisionalidad de las
estructuras estatales y administrativas y donde no
existían con objetividad, las bases y experiencias
necesarias para el desarrollo local.

En consecuencia el Estado cubano, principal promotor
social con la participación y apoyo de las
organizaciones de la localidad, se traza como meta lograr el
desarrollo multilateral del individuo, la comunidad y la
sociedad.

Durante los años 80, con valioso apoyo del
Estado y mediante la realización de grandes esfuerzos se
creó una infraestructura local que permitió
extender a toda la población los servicios
educacionales, de salud, comunales, de atención a la
infancia y la vejez, etc.,
materializando así los lineamentos trazados en los
años 70.

Este logro histórico se vio afectado en los
años 90, y hasta la actualidad por los embates de la
crisis económica por la que atraviesa el país
como resultado del Bloqueo Económico.

Los desafíos de los últimos años
plantearon el surgimiento de nuevos enfoques del desarrollo
local que intervienen como alternativas, en primer lugar a la
crisis económica, y en segundo lugar al agotamiento de
posibilidades y estilos tradicionales que la nueva realidad
económica y social exige, permitiendo apertura y
autonomía para las acciones locales.

Se han dado pasos de avance en lo que a trabajo
comunitario se refiere, el cual implica desarrollo local, pero
aún el camino por recorrer es largo.

1.5 – Relación entre el desarrollo
sustentable y el desarrollo local. Algunas reflexiones
ambientales en Cuba.

Se ha establecido con anterioridad de manera
nítida cuestiones referentes a los dos conceptos
fundamentales de desarrollo que tienen que ver con esta
investigación: sostenible, y local. Ahora someramente se
explicará la relación que existe entre ambas
categorías.

Cuando se habla de desarrollo sostenible enseguida se
inserta en la mente del individuo la idea de lo global, lo
macroeconómico, lo general; mas, cuando de desarrollo
local se aborda, evidentemente surge una idea de lo
pequeño, lo que se refiere a la menor escala, lo que
le compete a un territorio, municipio, provincia, consejo
popular, etc.

Sin embargo, a pesar de los diferentes enfoques que
sobre este tema puedan existir, y los variados criterios,
siendo el desarrollo sostenible lo que es (pues ya se
definió), el mismo es imposible si no existe un
desarrollo local primeramente, puesto que en la medida que
mayor sea el número de localidades
desarrollándose en todos los sentidos
(lo cual incluye la variable medioambiental), mayor entonces
será el crecimiento y alcance de un desarrollo
sostenible o sustentable en un país determinado, o sea,
no se puede hablar de buena administración de los recursos naturales,
si en la localidad o localidades donde estos se encuentran no
existe una participación activa de los comunitarios en
virtud de preservarlos y utilizarlos
consecuentemente.

La sostenibilidad solo se alcanza de manera global, en
la medida que esta se logre de manera local como un proceso
gradual. Si estos dos conceptos se ven desligados, entonces
la meta de un
desarrollo sustentable continuará siendo una
teoría muy bonita y razonable, pero imposible de llevar
a la práctica.

Al decir de algunos autores, hablar de desarrollo
local y regional implica articular proyectos locales con
políticas de carácter nacional o global, que se
ubican en el marco general de las condiciones económicas
e institucionales del país. Como señala
Vázquez Barquero: "Para que la política sea
eficiente es conveniente que se produzca una sinergia
entre las acciones que van de arriba hacia abajo promoviendo el
desarrollo estructural y las que van de abajo hacia arriba, que
surgen de la especificidad de cada localidad y de cada
territorio"(35).

La estrategia de desarrollo local debe partir de una
comprensión de las acciones basadas en las condiciones
de cada localidad y región y de la necesidad de
combinarlas con las políticas sectoriales y regionales
impulsadas desde lo central.

La relación de que se ha venido hablando se
evidencia en el anexo 1 donde se muestra claramente cómo
un desarrollo local endógeno en una zona desfavorecida
es alcanzable si dentro de otras condiciones, se logra una
mejora ecológica, de ahí se puede entender
la causa de que a nivel local- regional, las políticas y
la planificación requerirán atender cuestiones
como mejorar el posicionamiento
y la competitividad, desarrollar ventajas
comparativas dinámicas, atender la sustentabilidad de
las estrategias y preservar e incrementar la identidad y el
patrimonio cultural.

Desde el nivel nacional, las políticas se
orientarán a mirar el todo, en función
de las diferencias y desequilibrios regionales, a través
de políticas de compensación,
reconversión, reactivación, que generen
oportunidades y contribuyan a paliar los efectos negativos de
la reestructuración productiva y los procesos de
globalización. Resulta difícil
pensar en un proceso de desarrollo integrado y sustentable que
no reconozca la necesidad de esas dos dimensiones de
políticas.

En la actualidad, la cuestión ambiental se
identifica como una de las más importantes
preocupaciones de la humanidad; el auge que ha tomado esta
temática en los últimos años, se relaciona
con la intensificación de numerosos problemas a todas
las escalas, que afectan a la sociedad de forma cada vez
más nefasta. Según rigurosos estudios, hay claras
evidencias
de que la situación ambiental de la Tierra en nuestros
días se ha tornado precaria; y por primera vez en la
historia, el
ser humano tiene la posibilidad de destruir el
planeta.

La llamada cuestión ambiental se refiere a las
diferentes maneras de cómo la sociedad se ha relacionado
con el medio natural a través del tiempo, para
garantizar su supervivencia y utilizarla como base material de
sustento de la existencia humana. De lo anterior se deriva que
el medio ambiente necesita del trabajo de los seres humanos
para ser reconstruido, es decir, para tener una estructura
concreta; y que el medio natural y el social son
indivisibles.

En la medida en que el ser humano es parte integrante
de la naturaleza y al mismo tiempo ser social y por
consecuencia poseedor de conocimientos y valores socialmente
producidos a lo largo del proceso histórico, tiene el
poder de
actuar primeramente sobre su base material de sustento,
alterando sus propiedades y sobre el medio social, provocando
modificaciones en su dinámica.

Por medio ambiente se considera el sistema de
elementos abióticos, bióticos y
socioeconómicos con que interactúa el hombre, a
la vez que se adapta al mismo, lo transforma y lo utiliza para
satisfacer sus necesidades, (Ley No.
81/1997, del Medio Ambiente, de la República de Cuba)
(36).

En el proceso de modificación y/o
transformación del medio ambiente, de su
construcción y reconstrucción por la
acción humana, son creadas y recreadas formas de
relación. Cuando el hombre se relaciona con la
naturaleza, o con otros hombres, se crea cultura, modos de
hacer, pensar y percibir el mundo. Las alteraciones que se
derivan como consecuencia de la acción e
interacción entre la sociedad y la naturaleza, cambian
de aspecto en dependencia de las acciones y las formas de
apropiación del mundo.

Lo que en determinado momento fueron manifestaciones
aisladas y puntuales de la relación entre el hombre y la
naturaleza e incidían solo en el área que se
generaban, en la actualidad se tornan críticas y
alarmantes y es que ciertamente con el desarrollo actual de la
humanidad los problemas locales adquieren una dimensión
e impacto mundial.

Lo que en 1972, aparecía como la inquietud de
los países ricos por un medio ambiente grato y no
contaminado, ha evolucionado hacia el reconocimiento de una
problemática que, aún cuando comparte elementos
comunes, se materializa y percibe diferente por los distintos
grupos
sociales de cada parte del globo. La conferencia de
Naciones Unidas sobre medio ambiente y desarrollo conocida como
Cumbre de la Tierra (antes mencionada), se adentró en
las relegadas interdependencias entre lo social y lo ambiental,
revelando la extrema inequidad que caracteriza al mundo de
hoy.

En la actualidad la humanidad se enfrenta a una
verdadera crisis ambiental y la gravedad del problema se
manifiesta en su carácter global. La preocupación
por el medio ambiente, también ha sido reflejado en
Cuba, de modo que se ha elaborado el Programa Nacional de Medio
Ambiente y Desarrollo, adecuación cubana al documento
Agenda 21. En la misma se establece que Cuba, presta especial
atención a la protección del medio ambiente, en
el contexto de una política de desarrollo, como
expresión de lo cual, el artículo 27 de la
Constitución de la República postula que:"El
estado protege el medio ambiente y los recursos naturales del
país, reconoce su estrecha vinculación con el
desarrollo económico y social sostenible para hacer
más racional la vida humana y asegurar la supervivencia,
el bienestar y la seguridad de
las generaciones actuales y futuras" (37). Corresponde a los
órganos locales correspondientes aplicar esta
política.

La Ley No.81 del Medio Ambiente de 1997, tiene como
objetivo establecer los principios que rigen la política
ambiental y las normas básicas para regular la gestión
ambiental del Estado y las acciones de los ciudadanos y la
sociedad en general a fin de proteger el medio ambiente y
contribuir a alcanzar los objetivos del desarrollo sostenible
en el país.

En fin, es imposible lograr desarrollo en el sentido
que sea, sin considerar el medio ambiente que nos rodea y del
cual somos parte.

Conclusiones parciales:

  • El desarrollo es un proceso multidimensional, que no
    debe confundirse con el crecimiento
    económico.
  • El desarrollo sostenible es un concepto alcanzable,
    humano y equitativo. Independientemente de los diferentes
    puntos de vista existentes al respecto, se acepta la
    definición del Informe de Brundtland que lo de fine
    como: "el proceso que satisface las necesidades del presente
    sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para
    satisfacer sus necesidades".
  • El desarrollo local autogestionario es: "Un proceso
    endógeno, integral, equilibrado, armónico, social
    y de base popular, de aumento sostenido del bienestar de la
    comunidad".
  • Es mediante la participación efectiva de los
    individuos que el proceso de desarrollo puede orientarse hacia
    el logro de los valores de la localidad.
  • La relación entre desarrollo sostenible y
    desarrollo local es evidente, puesto que la sostenibilidad se
    alcanza localmente, y luego se hace global.

Capítulo II. Metodología para la
elaboración del diagnóstico
local-ambiental.

En este capítulo se explicarán
detalladamente los elementos a tener en cuenta para realizar un
diagnóstico local-ambiental en una comunidad cualquiera,
en virtud de establecer su situación en cuanto a lo que
se refiere a desarrollo local, y ambiental.

Una vez aportadas estas herramientas, se propone la aplicación de
las mismas al Consejo Popular Santa Lucía, situado en la
costa norte de la provincia Pinar del Río, en el
Municipio de Minas de Matahambre, con el objetivo de
seleccionar a esa comunidad como un escenario potencial para
poner en práctica la metodología que se
expondrá en el capítulo 3 diseñada para
elevar los niveles de autogestión ambiental
comunitaria.

2.1 El diagnóstico de la comunidad local en
los objetivos del desarrollo sustentable y
comunitario.

Para ello es necesario en primer lugar realizar el
diagnóstico de la comunidad, ya que es imprescindible
conocer con exactitud todos los recursos con que dispone para
su desarrollo y en segundo lugar, determinar las variables de
la actividad socioeconómica y los indicadores
para su medición. Esto se relaciona a
continuación a través de una metodología
diseñada para ello.

En este diagnóstico se recogen los elementos
considerados básicos para el diagnóstico
local-ambiental; estos se encuentran explicados en forma de
tablas con sus respectivas notas al pie que posibilitan
trabajar con ellas. Por razones prácticas estas se
encuentran subdivididas y en otros casos agrupadas.

Esta forma de presentación no anula la
posibilidad de que cada localidad diseñe los componentes
de las tablas.

Una significativa parte de la información requerida para el trabajo con
las tablas se encuentra en bases de datos
que contienen la información generada por el censo
nacional de población y vivienda y otras investigaciones
realizadas. Otra porción significativa se encuentra
disponible en instituciones del sector
público, responsable de los temas
específicos.

Los objetivos de los diagnósticos de la
comunidad local.

El objetivo de esta metodología es aportar a la
localidad un marco de análisis que le posibilite
elaborar un diagnóstico de su situación
local-ambiental.

La implementación de las políticas de
desarrollo local suponen la necesidad de un mayor conocimiento
de la problemática local y de los recursos con que
cuentan para la solución de dichos problemas.

No se trata de un documento formulario que debe ser
contestado, sino que debe ser considerado como una
contribución en el marco de un proceso para la
realización de los autodiagnósticos locales,
tendientes a mejorar el conocimiento acerca de sus problemas
ambientales locales, para el correcto diseño de las políticas que
posibiliten la superación de ellos.

En una realidad tan compleja como la que presenta la
situación de la localidad, se debe hacer referencia a
los aspectos metodológicos esenciales. Generar
información sobre los aspectos tan disímiles,
variados y difusos concernientes a los recursos naturales, la
legislación, la situación social, cultural,
económica y tecnológica que puede generar un
cierto caos de datos difícilmente articulables y lo que
es más importante y de mucha utilidad para
adoptar decisiones en beneficio de la gestión de la
localidad.

Aunque se comparte una visión integral del
desarrollo local donde interactúan elementos naturales,
sociales, económicos y tecnológicos, estos deben
orientarse articuladamente para informar de forma adecuada
sobre las cuestiones esenciales. No se debe inventariar la
información sin definir previamente un criterio muy
estricto de selección. El sentido de la
búsqueda queda finalmente develada si se profundiza el
concepto de diagnóstico que, como se sabe, fue
extraído de la medicina.

¿Qué se desea diagnosticar? El tipo de
enfermedad que aqueja y por la cual no se puede lograr un
satisfactorio estado de salud; dicho en otras palabras,
qué se tiene para hacerle frente a los problemas
ambientales de la localidad. Significa entonces que, en primer
lugar, se debe definir el estado de salud al cual se aspira y
que se supone, por un primer nivel de conocimiento, que la
realidad vigente impide alcanzar debido a una serie de
problemas.

Luego de detectar cuales son los problemas, se deben
seleccionar las variables significativas que informan acerca de
ellos, así como los indicadores requeridos para el
seguimiento de su evolución.

Ello permitirá una adecuada
caracterización de los problemas ambientales locales, el
estudio de sus interrelaciones, las formas bajo las que
aparecen en el escenario social, sus principales relaciones y
la posibilidad de existencia de otros problemas adicionales,
enriqueciendo el modelo conceptual a construir como principal
objetivo del diagnóstico.

Lo antes dicho posibilitaría el adecuado
desarrollo de un diagnóstico de la localidad con fines
de ordenamiento metodológico. Teniendo en cuenta el
cúmulo de información que el mismo requiere,
así como el estado de recopilación sería
recomendable asumir un criterio de elaboración
periódica hasta la obtención de un
diagnóstico en cada localidad con las
características explicadas.

Así mismo algunas comunidades podrían no
disponer de la información básica necesaria para
el mismo, en este caso deben requerir un apoyo institucional
externo a ellas, en especial de la provincia y de las
instituciones que elaboran esta información.

2.2 Metodología para la elaboración
del diagnóstico local-ambiental.

Elementos para el
diagnóstico.

1.La descripción de la
localidad.

1.1 Caracterización general. Ubicación
de la comunidad local.

Otros elementos.

2.Caracterización general de la
geomorfología.

Los recursos que se dispone y los impactos
medioambientales detectados.

2.1 El suelo.

2.2 Clima y aire.

2.3 Aguas.

2.4 Flora y fauna.

2.5 Energía.

2.6 Minería.

2.7 Ganadería.

2.8 Otros recursos.

3 Aspectos sociales.

3.1 Población.

3.2 Distribución del ingreso.

3.3 Requerimientos de la población.

3.4 Salud y educación.

3.5 Deporte y
cultura.

3.6 Participación de la
población.

4 Aspectos de la infraestructura.

4.1 Infraestructura y caminos.

4.2 Sistema urbano y asentamientos
poblacionales.

5 Aspectos económicos.

5.1 Sector primario.

5.2 Sector secundario.

5.3 Sector terciario.

6. El proceso de dirección. Análisis interno y
externo.

6.1 El proceso de dirección estratégica
de la comunidad local. Análisis interno y
externo.

El desarrollo local exige un constante proceso de
investigación y acción. Luego de un primer
conocimiento de los problemas ambientales en la localidad, se
puede iniciar un proceso donde a la par se esbozan y aplican
algunas acciones urgentes y políticas
específicas.

Siguiendo las pautas dadas en los párrafos
precedentes, puede superarse la antigua contradicción
entre la necesidad del mejor conocimiento para la toma de
decisiones y la necesidad de implementar normas mínimas
para enfrentar los problemas que requieren urgentes soluciones.
Ello posibilitaría mejorar el diseño del modelo y
aproximarlo razonablemente a la complejidad de la
situación de la localidad.

Se recuerda que la selección de estos datos se
logra con la participación de los comunitarios,
aplicando las diferentes técnicas, tales como:

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6
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