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Utila, Islas de la Bahía (página 4)




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Capítulo XIII

La
Epidemia de Viruela en la Isla
.

Te adoramos, nombre eterno,

y humildemente te
confesamos.

Cuan débil es nuestra
carne;

somos mortales gusanos.

Los peligros nos acechan,

nos empujan a la tumba.

La enfermedad nos ataca

y precipita nuestro fin.

¡Gran Dios: En que débiles
hilos

cuelgan las cosas eternas,

la eterna condición
humana,

de delicadas amarras!.

En el año 1891 un manto de desastre y
melancolía amortajo nuestra isla amada. La espantosa
viruela llego a algunos hogares de los Cayos, trayendo la muerte en
su huella. Los valientes nos acobardamos. Los orgullosos se
humillaron ante la muerte y
pestilencia sembrada por el mensajero de Dios. Me siento
incapaz de describir este terrible lapso de sombra en la
historia de
Utila.

Los registros
están llenos de interés
tanto como de tristeza. Existe gran cantidad de información sobre el caso, y resulta
difícil resumirla de manera apropiada. Confieso que toco
el tema con mucha modestia.

Algunos habitantes de Los Cayos tenían
plantaciones en Cuera, en el continente. Ellos iban allá
semanalmente o en cualquier oportunidad que se les presentara,
para vender su fruta.

Sucede que la epidemia de viruela broto en Cuera en
1891. era de tipo benigno, y la gente la llamo epidemia suave.
Los pacientes se recuperaron pronto. Nadie murió. Por
eso los habitantes de Los Cayos pensaron que no había
peligro, y continuaron yendo y viniendo sin temor.

El comercio era
fuerte. Los hombres eran diligentes en asunto de negocios.
Iban a Cuera en los primeros días de junio, cortaban y
embarcaban la fruta y entonces regresaban a sus
hogares.

Antes de abandonar Cuera, sin embargo, algunos de
ellos yuvieron oportunidad de ver a un enfermo que estaba en
condiciones lamentables. Los hombres de Los Cayos, al verlo,
supieron al instante que la enfermedad era la viruela. Ninguno
de ellos había visto antes a los pacientes con viruela.
Tuvieron que salir de Cuera inmediatamente. Uno de ellos ya
tenia alta fiebre. este
era Daniel Howell. Los otros salieron de Cuera el sábado
13 de junio. Al llegar a Los Cayos se fueron para sus casas esa
misma noche. Daniel Howell se quedo en Cuera hasta el lunes 15
de junio, por la mañana. Con el se hallaba su hijo,
Edwin, un adolescente de 17 años. Salieron de Cuera a
las seis de la mañana en una canoa de remos, sin
techo.

Era un día tranquilo. Calma vidriada, y
el sol era
abrasador. La fiebre de Daniel aumento, y Edwin se vio forzado
a remar las 18 millas del viaje.

Vale la pena recalcar que tanto Daniel como su hijo
Edwin probaron ser héroes en ese viaje desde la costa.
El primero por la casi increíble negación de si
mismo, y el ultimo por su maravillosa resistencia. El
caso sucedió de la siguiente manera:

Ellos solo llevaban un pequeño cántaro
con agua, algo
totalmente insuficiente bajo las circunstancias en que
viajaban. Con ese calor
tropical, el sudor producido por el ejercicio, Edwin no
podía seguir remando sin una cantidad razonable de agua.
Su padre, al comprender esto, solamente mojaba sus labios
tostados con gotas de agua, aun cuando sufría de una
fiebre ardiente que se intensifica grandemente con el
sol.

Pero aun con suficiente agua y con un día
cálido, el trabajo
de remar una canoa de buen tamaño a lo largo de 18
millas, es muy pesado para un hombre sano
y fuerte, no digamos para adolescente. Su padre estaba
agonizando. Todo dependía de la fuerza y
perseverancia de Edwin. El parecía saberlo. Cada
movimiento
del remo lo acercaba mas a su meta. Así que remo y remo,
y triunfo. Lector, ¿No es este un acto
heroico?.

Después de un largo y cansado viaje, llegaron a
Los Cayos como a las 4 o 5 de la tarde del mismo día.
El hombre
enfermo no permitió que lo llevaran a ninguno de Los
Cayos que estaban habitados. Hizo que Edwin lo dejara en el
cayo Jack O’Neil. Allí había una casa
solitaria – la primera residencia del señor Henry
Cooper. Fue dejado en esa casa, y se notifico a su esposa.
Esta, inmediatamente llego para atenderlo. El le mostró
las ampollas que ya la habían comenzado a salir en el
cuerpo. Pero ella no creía que fuese viruela.

Al día siguiente por la mañana ella lo
mando a llevar a su casa, en otro de los cayos. La enfermedad
progreso rápidamente hacia una conclusión fatal.
Ella siguió cuidándolo fielmente hasta el viernes
por la mañana, en que la Municipalidad (Consejo de la
salud), ordeno
que lo devolvieran al cayo Jack O’Neil. Sus dos hijos,
Herbert y Edwin, estuvieron con el hasta su muerte. Daniel
murió el sábado 20 de junio por la mañana.
su hermano Damon también obro de manera noble, estuvo
con el en su muerte. Daniel tuvo una muerte de justos; llevaba
una vida cristiana.

Como antes mencione, los hombres regresaban de Cuera
pensando que estaban libres de la epidemia, y fuera de peligro.
Estos hombres eran: Elijah, Esau y Spurgeon Cooper, George y
Augustus Dimon, Simeon Hill y Thomas Howell. Pero algunos de
ellos ya estaban sentenciados. La viruela broto en Simon Hill
el 22 de junio, y en su esposa, Prudence, el 8 de julio. George
Dimon también se contagio. Fueron rápidamente
movilizados de sus casas y puestos en rígida cuarentena.
Dimon tuvo una enfermedad suave. Los otros la tuvieron en la
peor forma imaginable. Prudence Hill sufrió una
agonía incontable y murió el 19 de junio.
Murió en Jesucristo. Había sido separada de sus
hijos, uno de ellos un bebe; separada de sus padres y
demás seres queridos; sin escuchar sus voces, sin una
mujer a su
lado para ayudarla en la condición tan deplorable y
lastimera en que se encontraba; sin nadie para aliviarla. Cerca
de ella estaba su esposo; pero el pobre se hallaba
inútil y nauseabundo por su terrible enfermedad, y
también necesitaba ayuda y comodidad.

George Dimon le brindo a la enfermedad la asistencia y
comodidad que estaba a su alcance. La noticia de la muerte de
su esposa llego a nosotros el domingo por la mañana. yo
mire la canoa viniendo de Los Cayos. Llego hasta tocar la boya
en el puerto, que era el lugar fijado para las canoas de Los
Cayos. Un bote de la costa se le acerco para comunicarse, y
regreso con la sentida noticia.

Yo espere frente a la residencia Woodville, con la
Sra. Woodville, la señorita Carrie Warren y la
señora Gabourels, hasta que el Capitán Woodville
llego del muelle con la noticia.

Nunca podré olvidar el solemne momento cuando
el Capitán Woodville dijo: "¡Prudence esta
muerta!".

Nuestras simpatías con los dolientes,
incluyendo a Tío Jimmy y su esposa, los padres de la
difunta, quienes habían sido avisados, fueron muy
sinceras.

Nadie de aquí sabia como tratar la viruela.
Pero había una mujer española viviendo en Roatan,
quien sabia sobre el tratamiento. La Municipalidad aseguro a
sus servicios.
Ella vino y cuido a todos los enfermos fielmente, hasta que la
enfermedad cedió. Entonces la señora regreso a
Roatan, llevándose la gratitud de todos.

Tan pronto como se confirmo que la enfermedad era
viruela, el Consejo de salud de Puerto Este puso en cuarentena
Los Cayos y las partes infectadas de la costa. La gente de Los
Cayos llevo sus provisiones desde Puerto Este, donde se les
había separado un almacén
bien provisto para que no les faltara nada, incluyendo las
medicinas.

Puedo añadir que, aunque la gente de Puerto
Este tomo todas las precauciones posibles para mantener la
enfermedad fuera del pueblo, fueron considerados con sus
vecinos y pacientes de Los Cayos, y los trataron con caridad
cristiana y benevolencia.

Concluiré este capitulo atemorizador diciendo
que la iglesia
elevo sus manos a Dios implorando su piedad. Elevo su voz en
humilde petición rogando al Señor del Cielo
detener la terrible peste. El oyó nuestras suplicas.
Sano la enfermedad, consoló los dolientes y nos
envió nuevamente salud y tranquilidad.

¡ Bendigan nuestras almas al
Señor ¡

Capítulo XIV


Generalidades.

Nuestra gente es moderada, tranquila y hospitalaria.
La moralidad es
excelente, aunque no perfecto. Su amor por la
belleza se nota fácilmente en los suaves pero gustosos
adornos que exhiben en sus casas, y en los bien cuidados
jardines a su alrededor.

La gente ha establecido un standard de "excelencia
ideal", al cual aspira firmemente. Pero el modelo es
cambiado con frecuencia, y elevado a un grado mayor, y,
¿quién, teniendo un ideal superior, estará
satisfecho con el progreso actual? "Pliny nos informa"
–dice F. F. French- "que Zeuxis, el artista eminente,
pinto aun niño sosteniendo un plato lleno de uvas, tan
naturales que los pájaros volaban cerca, intentando
picotearlas. Zauxis, no obstante, estaba insatisfecho con la
pintura, y
dijo: Debí haber pintado mejor al niño,
así los pájaros tendrían miedo de
acercarse". Por lo tanto podemos darnos cuenta de que siempre
hay posibilidad de mejorar. Muchos de los lideres entre la
gente han sido y son personas de energía, así
como inteligentes y con buen sentido común. Y siempre
apoyaron sinceramente el bienestar de las comunidades. El
Señor Henry Cooper, quien todavía vive, es uno de
ellos. El siempre iba adelante en todo lo que podía
beneficiar a la isla, y ponía todo su corazón
en hacer el bien. El le dio liberalmente a la iglesia;
generosamente contribuyo al apoyo de la
educación, a pesar de que no tenia hijos; y fue un
fuerte defensor del buen orden y progreso, comenzando por dar
el ejemplo. En el, un extraño, viudo y huérfano,
se podía encontrar a un buen amigo. Y otros como el
están también dando un fuerte empujón a la
civilización de la isla.

También eminentes mujeres han vivido y muerto
en la isla, y muchas almas nobles todavía siguen sus
huellas.

Elizabeth Wilder –Tía Betsy- era una
persona de
quien cualquier familia
justamente pudiera sentirse orgullosa. Era un alma bendita
y, en la isla, un ejemplo de bondad. Ella fue la joven con
quien el seor Warren contrajo matrimonio.
después de muerto el señor Warren, ella se caso
con el señor Wilder, quien era en esa época
Director de la escuela
diurna de la isla, o, mas bien, de Los Cayos, pues la gente no
se había mudado a Puerto Este todavía.

Tía Betsy era simpática y dulce; todos
la querían. Siempre tenia una palabra de valor, de
animo, de auxilio y simpatía para aquellos que buscaban
su consuelo. Al respecto, ella era algo así como las
personas descritas por el señor Beecher como "las que
van por la calle como una banda de música",
siempre dejándonos la alegría de haberlas
conocido.

Frecuentemente las pequeñas bondades que
cuestan al ejecutor tan solo un agradable esfuerzo, apenas
notado por ellos mismos, se han adherido a nuestros recuerdos
así como la hiedra se adhiere a las paredes,
alegrándonos por toda la vida. Personas se han cruzado
solo una vez en nuestro camino; pero en esa única vez
han dejado en nuestro corazón una luz brillante
que no ha sido opacada por nada. El encuentro ha tenido lugar
en una calle, o al cruzar en un bote, o quizás en un
comedor; pero fue suficiente, ha tenido el efecto de un poema
de amor, de una fascinante pieza de música, o de una
espléndida pintura, en nuestra vida.

Según mi conocimiento, la querida Tía Betsy
jamás escribió un libro, no
compuso un poema ni dirigió una congregación;
pero su vida fue una epístola viviente. Ella
vivió un sermón, lo cual fue mejor que
predicarlo.

Su casa era un modelo de orden así como de
comodidad. Ella le dio apropiada atención a pequeñas y grandes
cosas. La economía era
practicada alejando las penurias. Siempre se acordaba de dar
limosna los domingos, y guardaba algo para las misiones
extranjeras.

No es mi intención enumerar todas las buenas
cualidades de la querida dama. Eso no se puede hacer en un
espacio limitado. Ella era una sincera cristiana, eso lo dice
todo.

Sus hijos son ejemplos vivientes de su genuino
esfuerzo. Que los Warren de Utila son gente importante y
favorecida actualmente, se debe en gran medida da a la vida,
influencia y ejemplo de esta excelente y magnifica mujer. En
una bonita piedra de mármol que ha sido puesta por sus
hijos sobre su tumba, en el cementerio, podemos leer la
siguiente inscripción y epitafio:

En memoria
de

Elizabeth C. Wilder.

Nacida en las Islas
Caimán

el 22 de enero de 1821,

Murió en Utila

el 29 de noviembre de 1890.

Duro solo un momento la
tristeza;

entonces los ángeles tocaron a
la puerta

y, silenciosamente, se
llevaron

a nuestra querida madre

para habitar en la hermosa
ribera.

La Tía Betsy tuvo 7 hijos, todos del
señor Warren, 5 hijos y 2 hijas. Fannie, la hija mayor,
se caso con el Capitán Robert Woodville, y los tres
jóvenes, mencionados en varias partes de este libro, son
hijos de esta respetable pareja.

La educación de estos jóvenes fue
guiada tanto por la Tía Betsy, como por la hija menor,
Carrie Warren, quien nunca se caso. Todos vivían en la
misma casa. Desde el principio, una atmósfera de amor reino en este hogar
modelo. Una recta forma de conducta fue
establecida y, sin duda alguna, desde esta familia se
derramaban influencias como pequeños destellos de luz
bendita, sobre el vecindario.

Por supuesto, otras familias de la isla también
han influido y contribuido con su bondad, por eso Dios ha
bendecido grandemente a nuestra comunidad.

Otra mujer fuerte que ha vivido entre nosotros fue la
señora Annie E. Gabourels. Ella era de Belice, y realizo
algunos estudios en Inglaterra.
Vino a Utila en 1872, trayendo una familia grande. Al paso del
tiempo se
volvió útil en la isla como partera, y tratando
enfermedades
con medicinas homeopáticas.

Los esfuerzos de la señora Gabourels por
aliviar el sufrimiento humano fueron muy apreciados por nuestra
gente.

Igualmente, el Capitán Woodville ha sido una
bendición para Utila. El trata las enfermedades con
remedios alopáticos, y ha tenido gran éxito. Para componer un hueso quebrado,
extraer una muela, aliviar una hinchazón…
¿qué hacíamos nosotros, sino buscar los
servicios gratuitos del Capitán Woodville?.

La señora Gabourels fue también
dirigente de un gran grupo
metodista, y por muchos años, superintendente de la
Escuela Dominical.

Y de una y otra manera, realizo una magnifica labor y
dejo un noble ejemplo en esta comunidad. Pero ahora descansa en
paz. Murió en el año 1896, siendo su muerte
profundamente lamentada por sus parientes y por los agradecidos
isleños en general.

En esta corta mención de estas útiles y
cristianas personas, es imposible estimar completamente el
afecto de sus ejemplos e influencia en nuestra
comunidad.

Charles G. Finney dice: "Cada vez que el hombre
camina, pisa cuerdas que vibran por toda la eternidad". Otro
agrega: "Lo mismo puede ser dicho de cada palabra que uno
pronuncia". Y es cierto que "nuestras mas pequeñas
acciones
ponen en movimiento olas que se ensanchan, ensanchan y
ensanchan, y crecen mas y mas, hasta que se rompen en los
bancos lejanos
de la eternidad, y esparcen su roció plateado en los
brillantes arenas de esa bella costa".

Por lo tanto, es indudablemente imposible, calcular el
beneficio que recibe la humanidad, de aquellas nobles
personas.

El Capitán Woodville ha sido afortunado en la
educación de sus tres hijos: Cecil, quien se educo en un
colegio de varones de Nueva Orleáns, trabaja con su
padre. Warren, entro a la Universidad
de Tulane en 1900, y se graduó en artes. El
periódico "Times Democrat" del 27 de mayo de 1904,
publico lo siguiente en su articulo: "Distinguida clase se
gradúa": "30 jóvenes se graduaron de Bachilleres
en Artes, Ciencias e
Ingeniería". Fue señalado por el
Dr. Alderman (el Presidente) que seis jóvenes del grupo
de graduandos han obtenido distinciones tan altas, que solo
pudo obtenerlas otro grupo en 1894. estos seis jóvenes
fueron: Horace Edwar Crump, Ralph Conover Many, David McLeod
Davidson, Jonh Leopold Warren Woodville, Albin James Nott,
Alfred Lambremont Webre".

Y otro honor le esperaba a la familia
Woodville como podemos observar en el siguiente extracto tomado
del diario "Times Democrat" del 8 de junio de 1904: "J. L.
Warren Woodville ha sido designado como profesor de
Historia de la Universidad de Tulane. El comenzara su labor a
principios
del próximo año. Esta es una recompensa a sus
exitosos y brillantes estudios universitarios.

Alonzo es un abogado exitoso de Nueva Orleáns.
Quizá fue el mas precoz joven de Utila. A los tres o
cuatro años ya deletreaba y pronunciaba palabras que
estaban escritas en las cajas de la tienda de su padre, como
jabón, candela, almidón, etc. Cuando era
niño concurso y gano un premio ofrecido por una revista
americana por desarrollar un tema escrito.

Como ejemplo de su poder de
retentiva, le he escuchado recitar el poema de Poe llamado: "El
Cuervo", y al recitarlo lo hizo sin ningún titubeo ni
rapidez, y utilizando tonos y modales encantadores.

A edad temprana, la maestra de Alonzo, la
señora Herrera, quien era maestra titulada en Nueva
York, informo a sus padres que no podía hacer nada mas
por el joven, y les aconsejo que lo enviaran a una escuela mas
avanzada. Sus padres, siguiendo el consejo de la señora
Herrera, enviaron a Alonzo a Nueva Orleáns. Allí
asistió a una escuela de gramática durante un año, y a un
colegio de varones por 4 años, graduándose entre
los primeros de su clase.

Personas menos informadas y menos discretas que los
Woodville, en lugar de estar agradecidas por la maestra por el
interés que había puesto en el joven, pudieron
haber dicho: "Ella ya no puede enseñarle a mi hijo".
Pero la señora Woodville me dijo: "Señor Rose, yo
nunca pensé que la señora Herrera no tuviera la
capacidad de enseñarle a alonzo. Yo la comprendí.
Yo me siento agradecida con ella y respeto su
candor". ¿qué persona inteligente no
respetaría el buen sentido de la Sra.
Woodville?.

La señora Herrera tenia un máximo de 67
alumnos, y ella fue la única maestra de la escuela
publica que tuvo una Asistente pagada.

Desde ese día, debido al crecimiento constante
de la población, el numero de alumnos inscritos
ha aumentado a 100. y un maestro sin Asistente es responsable
por todo el trabajo.

Refiriéndome a la carrera exitosa de Alonzo,
tengo el placer de copiar el siguiente texto,
tomado del Mistletoe de Nueva Orleáns, de Abril
1901:

"El Vice-presidente de American Grove es actualmente
el hermano John Alonzo Woodville, un Druida que tiene ilimitada
confianza y fe en el triunfo de los principios
druídicos. El fue educado en las escuelas publicas de
esta ciudad y asistió a la Universidad de Tulane, en la
carrera de Leyes,
graduándose en 1895. Ahora practica una carrera
lucrativa –producto de
sus esfuerzos personales –asegurando la confianza de sus
clientes debido
a la cercana y constante atención prestada a los asuntos
que se le confían".

La siguiente nota proviene del diario: "The Sunday
States" del 31 de agosto de 1902.

"Entre los 25 Notarios recientemente juramentados por
el Gobernador Heard, se encuentra el señor John Alonzo
Woodville, un abogado que ha construido una grande y lucrativa
carrera de leyes".

Refiriéndose a las escenas alborotadas de la
ciudad de Nueva Orleáns, hace poco el Daily States del 2
de mayo 1904, dijo: "No hay duda de que el Señor
Woodville es el centro de atracción de Nueva
Orleáns actualmente. Su nombre esta en boca de todos y
no se habla de otra cosa que de su incursión de ultima
hora".

El "Picayune del 3 de mayo dice: "Una
demostración como la de anoche no ha sido vista en Nueva
Orleáns en muchos días. No fue una
reunión. Fue toda una demostración, y J. Alonzo
Woodville, el Comisario Policial del Sexto Distrito, fue el
hombre del día".

El que Utila haya proporcionado estos dos nobles
nombres a las filas profesionales de Nueva Orleáns, es
un asunto de humilde agradecimiento al proveedor de buenos
regalos. Hace algunos años, Alonzo se caso con Minnie
Bleker, originaria de Nueva Orleáns.

Hemos labrado la tierra
sin arado, y siempre hemos obtenido buenos resultados. Con el
tiempo, la gente sabrá mas sobre la agricultura.
Conocerán mejor los beneficios de fertilizar los
suelos
agotados; la razón para los cultivos rotatorios, la
economía de tiempo y trabajo que proporcionan el arado y
otra maquinaria agrícola, y las ventajas derivadas de
la irrigación y buen drenaje. Mas productivos métodos
de cultivo empleara entonces nuestra gente.

Es claro que no se verificara el cambio en
forma inmediata. Pero el tiempo probablemente lo traerá.
El mundo no fue hecho en un solo día, y las costumbres
no se modifican al instante, sino que, según las
necesidades, se imponen gradualmente.

La mayor parte de la isla de Utila son marismas y
pantanos. Es posible, quizá, realizando algún
gasto, secar algunos para incrementar las áreas
cultivables de la isla. Pero esto puede parecer un gasto
frívolo e innecesario, puesto que basta trasladarse al
continente para obtener la cantidad que uno quiera, de la mejor
tierra.

Aunque así puede hacerse, aquí en la
isla el Sr. Loomis, un americano de Texas, quien vino en 1870,
seco una parcela de pantano. El había empezado a sembrar
su terreno, pero una buena parte se le inunda durante el
invierno, inutilizándolo por completo.

Aquí se observan dos estaciones: la seca y la
lluviosa. Decidido a recuperar el área, construyo una
zanja de 1 ½ millas de longitud, por cuatro pies de
ancho e igual profundidad. Esta zanja vació el agua del
terreno de la laguna Oriental, y la tierra produjo magnificas
cosechas durante todo el año. Esto mismo puede hacerse
en otros sitios.

El Sr. Loomis tuvo una muerte repentina en junio de
1873. fue así: La goleta Lady Woodbury estaba cargando
fruta para New York. Mr. Loomis iba en su carreta de bueyes
hacia la plantación, a llevar un viaje de fruta para la
goleta. En el trayecto los bueyes halaron la carreta fuera del
camino, haciendo que las ruedas rasparon contra un árbol
de coco. La carreta se inclino hasta casi volcar, siendo Mr.
Loomis lanzado hacia fuera y cayendo frente a la carreta. Las
pesadas ruedas pasaron sobre un cuerpo y cabeza, hirieron su
cara y fracturándole el cráneo.

Fue llevado al pueblo lo mas rápido que se
pudo, y se hizo todo esfuerzo por salvarle. Pero la asistencia
humana no basto. Murió después de pocas horas de
indescriptible sufrimiento. Estaba consciente y se esforzaba
mucho por hablar, sin conseguirlo.

Me han contado que el tenia la costumbre de acostarse
en el fondo de la carreta, y dejar que los bueyes, por su
propio instinto, siguieran el camino de la plantación, y
que en esa posición iba cuando ocurrió el
accidente.

La mayor parte de los pantanos esta cubierta de densos
manglares. A lo largo de las orillas de las lagunas se
encuentran ostras adheridas a las raíces del
mangle.

Un viejo francés, Monsieur Batiste, quien
vivió aquí en 1871 y 1872, solía recoger
ostras para su propio consumo. Me
dijo que era deliciosas y nutritivas.

Porciones de pantano se secan en el verano, pero el
invierno las inunda hasta dos pies de profundidad, y entonces
los lagartos se entierran en el fondo. Algunas personas,
colocando trampas en el pantano, inadvertidamente se paran en
una de estas criaturas dormidas, y se ven forzadas a una
inesperada batalla contra el enfurecido reptil.

En 1893 Serapis Torres, un nativo, cuando vadeaba uno
de estos pantanos con su rifle al hombro, seguido por su perro,
fue atacado por una de estas fieras y, antes de que pudiera
escapar y protegerse, había sido mordido repetidas veces
en el muslo y pierna, severamente, lacerando su carne. A tan
corta distancia no pudo disparar su arma; pero la uso como
garrote. Y después de lucha desesperada, que duro solo
unos minutos, apoyada con el auxilio del perro, aparto de si la
furia del animal. Llego a su casa en muy malas condiciones, y
estuvo confinado por una semana, curando sus
heridas.

Una cordillera de bajas colinas se extiende a
través de la isla. En la cima de una de ellas, Brandon
Hill, esta la entrada a "La Cueva".

Muchas personas, cuando visitan la isla, entran a La
Cueva, para lo cual necesitan un guía, un cordel y una
linterna.

Hace muchos años fueron encontrados aquí
una copa y un crucifijo de oro, mas una
espada herrumbrosa, objetos que compro Mr. Whitefield, uno de
los comerciantes de la isla.

La copa fue finalmente enviada para exhibirla en
Comayagua, la antigua capital de
Honduras. Allí se especulo mucho acerca de cómo
estos artículos fueron colocados en la cueva; pero es
improbable que llegue a saberse la verdad algún
día.

La colina La Calabaza, situada al extremo noreste, es
la mas alta de la isla. Tiene 290 pies sobre el nivel del mar,
y es lo primero que uno distingue cuando se aproxima desde
cualquier dirección. Le fue puesto el nombre
porque, vista de lejos, su forma parece una calabaza, o, puede
ser también, por su suelo, en un
tiempo, produjo ayotes en gran escala.

En ciertos puntos de la colina, se ven enormes
rocas
esparcidas por la superficie. Algunas, encima de otras,
balancean en un punto pibotal, pareciendo que, al menor
disturbio, van a rodar, aplastándolo todo en su
camino.

Solamente hay cultivos en un lado de la colina. Hace
algún tiempo un audaz visitante, después de
pasear por la colina, anuncio a sus dueños que esta
compuesta mayormente de fosfatos. Ofreció reportar este
descubrimiento a una compañía de su país,
e interesarla en la compra de este abono. De allá
enviarían barcos para llevar el material.

Si los dueños de la colina pusieron sus
esperanzas y fundaron sus perspectivas en el brillante negocio
del abono, aun están esperando que se
realice.

El paisaje natural de la isla es común a los
trópicos: rico mas allá de lo que se puede decir.
Una lujuriante vegetación alegra la vista casi en toda
dirección.

Majestuosas palmeras, adorables helechos en gran
variedad; orquídeas, cuyas espirales desnudas terminan
en bellísimas flores; enredaderas de toda clase, y
muchas flores silvestres esparcidas por doquier en gran
profusión.

A lo largo de la costa el suelo esta bien adaptado a
las plantaciones de coco, y la isla se ve adornada en casi todo
su contorno con esta lucrativa planta de hermosa
apariencia.

Si no fuera por la chinche del coco, que es un gran
escarabajo de la familia Scarabaens, la isla seria una
magnifica arboleda de cocos desde un extremo al
otro.

Los plantadores siembran y vuelven a sembrar, pero tan
pronto como las plantas
crecen, la chinche las mata. Anualmente el escarabajo aniquila
cientos, y quizá miles, de palmeras. Uno mira hoy un
lindo y prometedor árbol, joven o viejo, cargado con la
valiosa Reina de las Nueces, y al regresar algún tiempo
después se conduele al ver el mismo árbol,
amarillo, lánguido y agonizante. Y nada lo puede
salvar.

Perforando el árbol, el escarabajo deposita su
larva, y el destino de la planta queda sellado. Jardines
enteros de coco han sido destruidos en el interior de la isla,
aun antes de que produzcan. Sin embargo, usualmente el ataque
sucede cuando ya la planta esta cargada de fruta. Varios
intentos se han hecho para exterminar a este terrible enemigo,
sin resultados satisfactorios.

En ciertos lugares de la costa, especialmente hacia
los rumbos Este y Norte, la isla baja hacia el mar en
despeñaderos de roca caliza llamados "costa de hierro" o
"frontera del
hierro". En algunos de estos sitios el mar produce acantilados
y honduras.

Cuando el mar rompe contra la costa de hierro se oye
un prolongado ronquido que suena agradable cuando uno se
acostumbra a el.

La isla tiene unos excelentes bañaderos marinos
que, en verano, muestran sus aguas limpias como el cristal. En
ellos se ve el fondo claramente a través de muchas
brazadas de transparente liquido. ¡Cuan entretenido es,
en un día calmo, observar los peces
multicolores del fondo moverse de aquí para allá,
rápidamente, entre las rocas!. O tal vez admirar las
ramificaciones del coral creciendo desde el fondo. Solo
personas de imaginación viva pueden visualizar en su
mente las ricas escenas que me atrevo a describir. Ante estas
maravillas y misterios desplegados por todas partes,
¿quién puede dejar de reconocer la
sabiduría, el poder y el amor del
Gran Dios y Padre Nuestro? "Cuan innumerables son tus obras, Oh
Señor! Todas las hiciste con sabiduría; la tierra
esta llena de tus beneficios". Salmo 104, 24-25.

Muchos de nuestros isleños son aficionados al
baile. Este pasatiempo favorito es uno de los impedimentos para
la difusión de la religión en la
isla. Ha sido frecuentemente excomulgado desde el pulpito, y no
se ha podido extirpar. El baile sigue, y la gente lo
ama.

Hay muchos bailarines excelentes. A los
pequeñines también se les permite bailar y
organizar bailes con sus compañeros, de manera que, al
crecer, son expertos en este arte.

He estado
viendo a estos chicos bailar con tanto deleite como el que
disfrutan los mayores en una fiesta formal.

Como ya lo he dicho, ellos mismos organizan la
reunión. Contratan los músicos, y preparan todo.
Escogen pareja y bailan con movimientos ordenados y precisos,
como si hubieran sido entrenados por un "Maestro de baile
francés".

Observándolos en su alegre danza, he
sentido que el baile y la doctrina que lo anatematiza, me
recordaban al personaje del libro: "Un cristiano en Casa del
Interprete", donde Bunyan lo representa mostrando un "fuego
ardiendo contra la pared, y un individuo
vertiéndole agua para apagarlo. Pero, en el lado
opuesto, otro sujeto lo alimenta con aceite para
que siga ardiendo". El baile viene a ser como el agua, que
intenta apagar el fuego; y los sermones son el aceite, que
mantiene viva la llama.

Hace tiempos, barcos de guerra
ingleses, al cruzar estos mares, llegaban a los puertos de
Islas de la Bahía. Frecuentemente venían a Puerto
Este, y algunas veces se quedaban un día o dos. En una
de estas ocasiones la gente organizo un baile en honor de la
llegada del H. M. S. Zephyr. El señor Darle Thomson era
el Capitán. Se hicieron los preparativos. El baile se
dio en el piso de arriba de la casa de Don Francisco Castro, un
salón muy grande. Muchos isleños asistieron a la
fiesta. Por supuesto, los oficiales del barco fueron invitados;
llegaron, disfrutaron del baile, y regresaron a bordo justo a
tiempo.

Ellos reconocieron francamente la cortesía y
bondad de los isleños, lo que les comprometió a
aceptar la cálida demostración de
simpatía.

En otra ocasión, por los años setenta,
el barco de guerra ingles Flamingo llego aquí un poco
después de un infortunado hecho ocurrido en la isla. Fue
así: Un hombre llamado Abraham Symmes fue encarcelado en
la pequeña cárcel de madera del
poblado. Para prevenir su evasión, las autoridades le
metieron los pies en el cepo. *

Cierta noche, durante su prisión, la
cárcel, misteriosamente, cogió fuego y solamente
quedaron cenizas. Era mas de medianoche y todos en el pueblo
dormitan y descansaban.

Sumido en profundo sueño, ni el ruido de las
llamas, el crujido de la madera, la temperatura
ardiente y aun, suponemos, los gritos de terror del miserable
hombre, despertaron a la población hasta que ya era
demasiado tarde para rescatar al prisionero.

A la mañana siguiente del incendio, los restos
mortales del fallecido, que consistían en pedazos de
intestinos, la calavera y fragmentos de otros huesos, fueron
recogidos y enterrados.

El Flamingo llego a Puerto Este pocos días
después de la catástrofe, y la historia del
incendio fue contada a los oficiales del navío. Alguien
también le contó al Comandante del barco que el
señor Symmes había estado en uno de los
regimientos de las Indias Occidentales al servicio de
Su majestad.

Asegurándose de la verdad sobre esto, el
Comandante reunió una compañía de sus
hombres y, con el Capellán, desembarco en el muelle de
en medio. Aquí los hombres hicieron fila y marcharon
hacia el cementerio, donde el Capellán realizo la
ceremonia religiosa, y se colocaron ofrendas
sobre la tumba.

De esta manera los representantes de la Reina pagaron
un tributo de respeto y honor a la memoria
de alguien que ha servido a la Soberana y a su país.
"Así se trata al hombre a quien el Rey quiere honrar".
Ester 6,9.

Los cristianos tienen la seguridad de
que el servicio mas simple del mas humilde individuo, rendido
en honor del querido Salvador, aun el obsequio de una taza de
agua, será apreciado en el cielo y tendrá su
recompensa.

Antes de irse, el Comandante del Flamingo invito al
Comandante de Utila para que lo acompañase a Roatan. El
Comandante Don Rafael Ynestroza acepto la cordial
invitación.

A la mitad del trayecto se ordeno una practica de
tiro. De acuerdo al relato de Ynestroza, fue una escena
emocionante. "Me dio –dijo- una buena idea de la
perfección de la disciplina a
bordo de un buque de guerra ingles, de la destreza y agilidad
de los hombres, y la correcta puntería de los
artilleros."

A excepción del piano del señor
Whitefield, que el usaba para su propio entretenimiento, no
había en la isla hace 10 o 18 años, otro piano u
órgano, ni ninguno de los isleños podía
tocar uno. Actualmente muchos de estos instrumentos forman
parte de la vida diaria en nuestra amada isla.

Yo compre el primero para mi hija Blanche. Es un
hermoso órgano Mason & Hamlin. Y después de
haberlo usado por años se encuentra en buenas
condiciones, con un dulce tono.

La Sra. Gabourels se lleno de alegría cuando el
órgano fue desembarcado aquí. Ella trabajaba
activamente en asuntos religiosos de las islas. Y dijo: "He
deseado esto por mucho tiempo. Ahora mejoraremos nuestro canto
y aprenderemos nuevos tonos.

Y así fue. Después de que Blanche hubo
terminado su internado y regreso a casa, tuvimos dos o tres
practicas semanales. De esta manera aprendimos pronto a cantar
muchos himnos recopilados por el señor Sankey,
así como otros sagrados cantos que usábamos en la
Iglesia y Escuela Dominical. Además, Blanche
enseño a muchas niñas y jovencitas a tocar el
piano. +

Con el tiempo David Warren y Carrol Thompson compraron
el elegante piano y mas fino órgano para sus amadas
hijas Rosa y Winnifred (la primera fue educada en Nueva
Orleáns y la segunda en Belice).

Otros pianos fueron comprados y el numero de
instrumentos musicales creció, así que no hace
mucho "El Pabellón de Honduras" publico lo
siguiente:

"Pianos y órganos son tan comunes en Utila como
las guitarras lo son en el interior".

Blanche, Rosa y winnifield dieron clases de
música a las niñas que deseaban aprender, y ahora
es común que las chicas de doce o trece años se
sienten en un piano y toquen ciertas canciones. Algunas de las
mayorcitas han progresado muchísimo.

Ahora, cuando uno esta disfrutando de un
entretenimiento en esta isla, y encantado escucha
melodías en fonógrafo, mandolina, arpa, guitarra,
órgano y otros instrumentos, juntamente con las bellas y
entrenadas voces de las cantantes, y recordando como fue
aquí la música quince o veinte años
atrás, comparada con el presente, casi se
sentiría inclinado a pesar que una hada ha ejercido sus
poderes de transformación en beneficio de nuestra
comunidad. Una corta reflexión, sin embargo, nos
demuestra que fue la voluntad y destreza humanos, y el talento
bendito por el Señor.

En una reciente ocasión, la Srita.
Hélice Morgan acompaño con el órgano dos o
tres solistas. Sus voces eran claras y armoniosas. La Srita.
Morgan se llevaba bien con ellos, parecía entender que
el cantante –no el organista- era el real actor.
Así que mantenía bajo un perfecto control el
instrumento, y no minimizo sus voces abriendo mucho los tonos
del órgano.

Las dulces cadencias de esa deliciosa música y
canto todavía perduran placenteramente en mis
oídos.

Nuestra gente es demasiado progresista para
conformarse con sus adelantos actuales. Y esta consciente de
que, para obtener un alto grado de excelencia, debe dedicar
mucho tiempo al estudio y practica de este arte
encantador.

Sir Arthur Helps escribe: "Dos cosas, las cuales no
pueden ser llevadas a perfección a menos que se aprendan
en la juventud,
son: la música y el poder de
decisión".

Muchos de nuestros jóvenes han hecho esfuerzos
por su desarrollo
personal, y se merecen y tienen nuestros elogios. Pero
demasiados, me temo, no están aprovechando bien las
oportunidades. Aun en las escuelas, la aplicación y
asistencia de los niños
podrían mejorar.

Hablando en general, nuestros alrededores forman una
barrera contra cualquier desarrollo
mental, como el siguiente trozo de filosofía
interpretado por un niño de doce años que vive
aquí. Su madre le dijo: "Hijo mío: Estudia duro,
y recibe toda la educación que puedas". "Madre
–contesto el mirándola fijamente a los ojos- no
veo la necesidad de recibir mucha educación; cuando
tenga quince o diez y seis años tendré que
empezar mi vida. Para esto, me empleare en un barco, o tomare
mi machete para chapiar solares, o mi hacha y bolsa para
recoger cocos. Y, mama: de eso ya se lo suficiente".

Esto es verdad, en parte. Muchos de nuestros hombres
están bien empleados en la Vaccaro BROS., o con la
United Fruit Company; y se abrirán suficientes plazas
para todos los utileños que califiquen para
desempeñarlas con responsabilidad. Por otra parte, hay
isleños que triunfan en sus propios negocios.

Sin embargo, me aventure a asegurar que, de acuerdo a
la vida actual en la isla, el punto de vista del niño
mencionado, es el mismo que el de la mayoría de
muchachos. No hemos estimulado la vocación hacia las
artes y oficios. Una docena de empleados llena las necesidades
locales. Los capitanes de nuestras naves no necesitan saber de
navegación, ellos son empíricos. No somos buenos
ejemplares para nuestra juventud, pero los jóvenes, a
pesar de todo esto, deben aspirar y esforzarse por su propia
capacitación.

+ Mi amada Blanche murió el 17 de abril 1903. A
su funeral concurrió la comunidad entera,
acompañando los restos mortales y consolando a los
dolientes. La iglesia estaba literalmente llena de extremo a
extremo. La Sra. Lucy Howell y otras personas de Los Cayos
vinieron en lancha, remando contra el viento. El ataúd
tenia una ventana de vidrio para ver
el rostro de la amada difunta, el cual parecía tener
vida aun. El féretro fue bajado a la fosa y cubierto con
tablas; después, la tierra del valle oculto de nosotros
para siempre los restos de nuestra amada.

Querida noble y linda Blanche: como esposa, madre,
hermana, hija, amiga y maestra, tu fuiste una bendición
y un tesoro.

En medio de mi gran dolor cumplí mi deber de
consolar a mi acongojado yerno, Mr. Wilson Bodden. El
había sido un noble esposo, muy apegado a Blanche, y su
profundo dolor se expresaba en lagrimas y silencio.

Muchos han alcanzado esta meta, constituyéndose
en ejemplos dignos de imitar.

Las escuelas de la isla creo que están,
consciente e inteligentemente, haciendo todo lo posible para la
formación de mejores ciudadanos. Se lograrían
óptimos resultados en este sentido si se mantuviera
franca relación y cooperación entre el hogar y la
escuela. Los padres, maestros y alumnos deben trabajar unidos
en su propósito.

Desde luego que el maestro indispensable. El dirige al
niño, le muestra el
camino, lo guía paso a paso en el logro del
conocimiento. Y el maestro es responsable por el desarrollo
intelectual del niño.

Este, por su parte, debe tener altas aspiraciones y
nobles propósitos. Debe mostrar el anhelo
congénito que apoya y estimula su tierna inteligencia, y ese anhelo debe ser fustigado,
no tanto por el maestro, cuanto por el ardiente deseo y
esfuerzos del estudiante.

En una carta dirigida
a la Advocación Cristiana de New York, el Reverendo W.
V. Morrison, D. D., escribió: "Hace mas de 40
años, cuando yo era un estudiante y me veía
obligado a ganar mi propio sustento, conseguí una plaza
de maestro en una escuela de Niles, O. Esta escuela
había estado en rebelión, y el maestro que me
precedió tuvo que retirarse sin terminar su periodo. Yo
tuve mucho trabajo heroico para desempeñarme con estos
jóvenes, ninguno de los cuales sobresalió
nunca.

Allí estuvo, sin embargo, en esa escuela, por
dos años, un joven de comportamiento modelo, obediente a los
reglamentos, pulcro en su presentación personal,
estudioso, siempre moderado en su expresión, y líder
favorito. Nadie le superaba en honorabilidad y rectitud. Altos
honores le tenia preparados el destino en su futuro. Su nombre
era: William McKinley, hoy Presidente de los Estados
Unidos".

En un articulo, el periódico Succes dice: "todo el que
conoce el alfabeto puede convertirse en un hombre capacitado,
si el así lo quiere. Y, si no lo desea, ningún
colegio del mundo puede capacitarlo… Ud. Puede conducir a un
joven al colegio, pero no lo puede hacer que
piense".

No muchos de nuestros jóvenes pueden asistir al
colegio o a la preparatoria. De hecho, gran parte de ellos no
concurren con regularidad necesaria a sus clases, o durante el
tiempo que requieren los estudios, para ganar la
instrucción elemental que se brinda en las islas. Pero
estos, si se hacen un firme propósito, tienen potestad
de alcanzar su propio mejoramiento.

Me agradaría ver una biblioteca,
aunque fuera pequeña, en cada hogar de la isla.
¡Que bendición seria para muchos jóvenes,
leer, durante una o dos horas diarias, buenos libros y
revistas!. Además, estos muchachos podrían
organizar un "Club Literario", o con cualquier otro nombre, que
tuviera por fin el desarrollo de la mente y la difusión
del conocimiento.

Aun los estudios especiales en casa se pueden
establecer con éxito. El Reverendo Newell Dwight Hillis,
escribiendo en Succes un encomiable articulo, dice:

"Un hombre puede mejorar así mismo estudiando
en casa los mejores libros. Y es posible que logre superior
preparación que los graduados en el colegio. He conocido
jóvenes que han forjado sus propias oportunidades
simplemente observando a otros con el animo de aprender, y que
pueden ser comparados favorablemente con los egresados de
nuestros colegios".

"Unos maestros, cierta vez, elaboraron una lista de
cien hombres prominentes de Inglaterra que vivieron durante los
años 1851 a 1900. eran principalmente hombres de genio,
como Darwin, Huxley,
Tyndall y Ruskin. Quedaron grandemente sorprendidos al
descubrir que solo veinte habían recibido
educación colegial. Los demás eran producto de su
auto-formación, o fueron moldeados por tutores, en su
hogar".

Nadie en estos lares quiere aspirar a lograr la
dimensión de los hombres sobresalientes que menciona Mr.
Hillis. Yo puedo decir, sin pecar de irreverente:
"Sabiduría tan admirable esta fuera de mi alcance; es
tan alta que no puedo comprenderla" Salmo 139, 6.

No aspiramos a tanto, pero al menos hallamos el coraje
necesario para capacitarnos y mejorar el medio que nos
rodea.

Hallo mis propios sentimientos en ciertas palabras
escritas por Mrs. Helen Hunt Jackson. Ella dice: "Me siento
infeliz cuando veo mi pasado, y observo el tiempo
desperdiciado. ¡Cuánto hubiera aprendido y
realizado si admitiera que la vida es un suspiro".

No puedo animar mejor a mis jóvenes amigos que
diciéndoles que la educación por correspondencia
esta dentro del alcance de todo aquel que desea mejorar a si
mismo. El costo no es
exagerado, y el estudio se puede realizar en las horas ociosas.
La persona de firme propósito, si tiene buena salud, lo
hará cómodamente. Quien aprende un curso con
voluntad perseverante, se sorprenderá y gozara al
advertir su progreso.

Las escuelas internacionales por Correspondencia,
Scranton, Penn., ayudara eficientemente a los jóvenes
que luchan, a adquirir una buena educación. Sus sistemas y
métodos son los mejores, sus libros no tienen rival.
Están institucionalizadas y mantienen una gran
reputación. Sus exigencias son razonables, y ellas ponen
especial interés en el éxito de sus
estudiantes.

Capítulo XV

El
Barco H. M. S. Psyche en las Islas.

¡Mire, Mr. Rose, hay un buque de guerra llegando
por la punta!.

Esta exclamación la hizo Doña Ana
Warren, mi hijastra, que vino a pasar el día con
nosotros. Ella estaba en lo cierto. Pues el aparejo rectangular
del barco y la cruz de San George ondeando en el penol, eran
señales infalibles de que era un buque de
guerra.

Pronto el grito de: "¡Atención, buque de
guerra ingles se acerca!", cundió por toda la isla. La
gente estaba feliz porque venia el barco de Su Majestad. Pero
nadie pensó que traía malas noticias.
Era el crucero británico Pdyche, comandado por el
Capitán Cooper key.

Eran como las seis de la tarde del jueves, 17 de
julio, cuando el Capitán Cooper Key bajo a tierra.
Estaba acompañado por el nuevo Gobernador de las Islas
de la Bahía, General Domingo Lacayo Jerez, y el
Pro-cónsul ingles Mr. E. Koeneman, de Trujillo. Pronto
se supo el motivo de la inesperada visita de este barco, y la
alarmante noticia de que venia con ordenes de privar a muchos
de los isleños nativos de su caprichosa nacionalidad
británica, y retirarles la protección de aquel
Gobierno, se
regó como pólvora por toda la isla.

Semejante informe cayo
como rayo encielo claro. Inmediatamente acudió gente de
todas partes a un punto frente a los almacenes de D.
Warren y R. Woodville y, como las zorras de Sansón y
fuego de teas, una gran consternación se difundió
entre la gente. Aunque había mucha excitación,
prevaleció el orden. Todos estaban ansiosos por saber
las nuevas. Por donde quiera que uno se volviera escuchaba las
mismas preguntas:

  • Oyó Ud. algo? ¿Es cierto lo que dicen?
    ¿Ud. lo cree? ¿Qué será de
    nosotros?

Todo era: "¡Cuéntenos Ud. algo;
cuéntenos mas!"

Los españoles residentes, muy risueños,
saludaban a los isleos nativos con expresiones
así:

  • "Amigos, somos paisanos. Ahora tenemos muchos
    paisanos"

Walter Warren acababa de regresar de Roatan. Vino en
una pequeña chalupa, anclado en este puerto casi
simultáneamente con el barco. Grupos de
ansiosos ciudadanos se le acercaron. Y el les contó los
sucesos del día anterior en Roatan. El Psiche, les dijo,
en cuanto llego ese día, convoco una gran asamblea de
todos los hombres de la isla, y el Capitán les declaro
que muchos de los isleños eran súbditos del
Estado de Honduras. Mucha gente quedo aturdida por el golpe
inesperado; otros libremente dieron rienda suelta a su amarga
desilusión.

El barco ya había llevado a Guanaja la
malvenida noticia.

La gente escucho el cuento de
Walter, pero quedo insatisfecha. Parecía como si su
curiosidad esperase ser apaciguada por la propia voz del
Capitán. Los hombres fueron convocados para una
reunión en la escuela, a las 8 de la mañana
siguiente, y un correo salió para notificar a Los
Cayos.

Las horas largas de la noche pasaron una tras otra, y
un nuevo día amaneció para aquella gente que
esperaba escuchar algo que detuviese su sentencia. Temprano, en
la mañana, la gente se puso en movimiento. Todo trabajo
se suspendió, excepto, claro esta, el absolutamente
necesario.

A las ocho el Capitán vino a la costa, y en
esta memorable mañana del 18 de julio de 1902, la
escuela estaba atestada de gente porfiada, que hasta ese
momento se consideraba súbdito ingles, y había
sido siempre considerada como tal.

Indudablemente, no había súbditos
ingleses mas leales en todo el Imperio británico, que en
estas islas.

Los tres funcionarios, Capitán, Gobernador,
Pro-cónsul, entraron a la escuela y tomaron asiento en
la plataforma.

El Capitán Cooper Key entonces se paro y, en
forma breve pero clara, declaro que "mucha gente de la que
habita en las islas y reclama la protección inglesa, no
son súbditos británicos. "Yo no he venido
–continuo- a imponer una ley nueva. Es
la misma ley que conocemos desde que se firmo el
Tratado".

Entonces leyó el primer articulo del Tratado
entre Honduras y la Gran Bretaña, firmado el 28 de
noviembre de 1859.

Lo que sigue es parte de tal articulo, traducido de
una copia en español de dicho Tratado: "Su Majestad
Británica accede a reconocer las Islas de Roatan,
Bonacco, Helene, Utila, Barbarat y Morat, conocidas como Islas
de la Bahía, y situadas en la Bahía de Honduras,
como parte de la Republica de Honduras".

"Los habitantes de dichas Islas no seran molestados en
el disfrute de ninguna propiedad
que pudieran haber adquirido allí, y mantendrán
perfecta libertad de
credo y culto religioso, en publico o en privado, pero
permaneciendo en otros respectos sometidos a las leyes de la
Republica. Si alguna de ellos quisiera retirarse de las Islas,
esta en completa libertad de hacerlo, y disponer de sus tierras
y otras pertenencias como crea conveniente, siguiendo para ello
los procedimientos
del caso".

Dijo, además, que las palabras del Tratado son
inequívocamente claras para el, y que no concebía
como la gente no entendió su significado.

Substancialmente, agrego lo que sigue:

"Todos los súbditos británicos que
estaban viviendo en las islas en 1861, cuando estas fueron
entregadas a Honduras, son súbditos de Honduras, ellos y
sus hijos, mientras permanecen en este país; pero mas
allá de los limites de la Republica son súbditos
ingleses. Todos los súbditos ingleses que se asentaron
en las islas después que fueron cedidas a Honduras, son
súbditos británicos, y tal titulo ostentan ante
los privilegios de la protección británica,
dentro y fuera del país".

Continuo diciendo que se tomarían las medidas
apropiadas para determinar quienes son súbditos
británicos y quienes hondureños, para que en el
futuro no haya dificultad en distinguirlos.

Mientras hablaba el Capitán los hombres
permanecieron calmos y silenciosos, pero tan pronto como
concluyo, algunos de ellos presentaron su documentación; otros procuraron con
argumentos orales apoyar sus reclamos de la nacionalidad
británica. Unos pocos hicieron preguntas relacionadas
con la situación, y recibieron las respuestas
apropiadas, y con eso concluyo la reunión.

El Capitán Cooper Key invito cortésmente
a los isleños a visitar el barco, permitiéndoles
permanecer a bordo durante una hora. Su invitación fue
aceptada con alegría por gran numero de mujeres, hombres
y niños, quienes subieron a conocer y admirar el
espléndido crucero Psyche. Yendo con los demás yo
también subí, y vi mucho que me intereso. El
barco era tan lindo como una mariposa, pero sin ser
chillón; tan adorable como su homónima, la
Princesa Psyche, en la alegoría del antiguo
oriente.

Cada cosa a bordo estaba en excelente orden. Los
oficiales y tripulación eran atentos y corteses con los
visitantes. Los equipos del barco aparentaban muy buen estado y
eran de ultimo modelo.

El año de 1898 aparecía grabado en sus
cañones calibre cuatro pulgadas, de disparo
rápido.

Un buen maestro no podría explicar mas
cuidadosamente una lección a sus alumnos, de cómo
uno de los artilleros –supongo que esto era-
describió algunas armas y nos
explico como fueron fabricadas, manipulando la maquina durante
su platica para ilustrar sus explicaciones.

Con letras repujadas en brillante latón
habían formado sobre la rueda del timón la frase:
"Para Dios, el Rey y la Nación". Bajo todo aspecto, el barco era
un producto digno de tan poderoso país.

Pero la hora asignada había expirado, y nos
recordaron que debíamos bajar. Agradeciendo a nuestros
atentos anfitriones, dijimos adiós a ellos y al barco,
que había dejado tras su estela, mezclados, el dolor y
el placer. El Psyche levo anclas un poco después, y
despego de la isla, regresando a Pot Royal, Jamaica.

Volviendo a tierra nos encontramos de nuevo entre el
desanimo y la tristeza, el desconsuelo y las cabezas ganchas.
Desde luego, no es fácil, talvez, para alguien que no ha
pasado situaciones similares, comprender el apuro en que se
hallaba los isleños nativos.

Este caso puede resumirse brevemente como
sigue:

1.- Los isleños que permanecían en las
Islas de la Bahía después que estas fueron
cedidas a Honduras, quedaron, por los términos del
Tratado, sujetos a las leyes de la República. Esta
cláusula ha sido interpretada como que los propios
isleños se convertían en ciudadanos de Honduras.
Los isleños fieles a sus costumbres, idioma y
predilecciones nacionales, buscaban constantemente ser
reconocidos como súbditos británicos: esto lo
habían conseguido por mas de cuarenta
años.

2.- Al momento de la cesión, el Gobierno
Británico ofreció retirar por su cuenta a los
isleños que así lo pidieran, y suplirles tierra
gratuitamente, en una colonia británica.

El Dr. Gahne dice: "Lejos estaba esto, sin embargo, de
ser una generosa oferta, pues
las tierras de los isleños consistían de
plantaciones y alamedas de coco, mientras que las tierras que
les ofrecían eran ásperos matorrales que no
valían ni la quinta parte de los terrenos cultivados que
iban a dar en cambio. Y la Gran Bretaña debía dar
una reparación a estos isleños, pues al no haber
su Gobierno declarado a las Islas de la Bahía una
colonia británica, ellos querrían haber mantenido
su completo carácter autónomo, bajo la
soberanía nominal de Honduras". (Tomado
de "El Guardián Colonial", agosto 16, 1902).

Los isleños prefirieron permanecer en la tierra
que les era tan querida. Aparentemente, la presente acción inglesa era inevitable. Y mientras
algunos de nuestra gente están mortificados por la
perdida de su apreciada nacionalidad, nosotros aun no perdemos
de vista el hecho de que hay una ley internacional que gobierna
ciertas condiciones de la vida humana, y demanda su
cumplimiento, en lo cual no hay extravio.

Veamos imparcialmente el asunto, dando a Inglaterra el
debido crédito por los muchos años de
noble protección que ha brindado a estos isleños,
a los cuales esta hoy, obligada por las circunstancias,
retirando su nacionalidad.

3.- El Gobierno de Honduras veía a los
isleños como súbditos, o, mejor dicho, como
ciudadanos de la Republica. El General José Santos
Guardiola, el Presidente, emitió una proclama al pueblo
de Islas de la Bahía, de la cual extractamos lo
siguiente:

"Es cierto que vosotros cesareis de pertenecer a un
importante y poderoso Imperio; pero, por otro lado,
tendréis la noble misión
de contribuir, con vuestra lealtad e industria,
al crecimiento y progreso de esta favorecida tierra, de la cual
formareis parte integral. Vosotros marchareis a la vanguardia
de la civilización, y el ejemplo que daréis a
vuestros hermanos de tierra firme, y el grandioso y mas extenso
intercambio y comercio que os enlazara con el resto de
Honduras, pronto cerrara estrechamente los limites de
fraternidad y buena voluntad, que siempre deben unir a los
habitantes de una patria común".

El Gobierno de la Republica siempre ha mostrado
interés en el bienestar de los isleños. Corteses
y considerados ciudadanos han sido nombrados para gobernar las
islas. Algunos de los nativos han desempeñado puestos de
honor y emolumento, y unos pocos de Roatan han sido electos
para Diputados del Congreso Nacional, en representación
de este Departamento. Seguramente que ahora, cuando gran numero
de isleños son sus ciudadanos e hijos, el Gobierno
será no menos indulgente. En confirmación de este
aserto, el Gobernador, General Lacayo, en una reunión
sostenida en esta isla, aseguro al pueblo que el Gobierno le
desea paz, prosperidad y progreso, y hará todo lo que
pueda para lograr este fin.

Viendo los grandes adelantos que Honduras
invariablemente realiza en la marcha hacia el progreso y la
civilización, cualquier persona imparcial y sin
prejuicios admitirá que sabias y patrióticas
autoridades han estado, y están, dirigiendo y gobernando
el país. Y los que han manejado también los
asuntos de la nación, sabrán que hacer en este
caso nuestro.

Con respecto a Utila, tenemos buenas seguridades de
que todo ira bien. El siguiente articulo, traducido al ingles,
apareció en las columnas de "El Pabellón de
Honduras" del 12 de abril 1902.

"En vista de estas cortas pero lisonjeras noticias,
estimamos que Utila alcanzara un amplio desarrollo en cuanto
sea declarada puerto libre. En muy corto tiempo su
población crecerá en numero y en riqueza, y sus
beneficios seran extensivos a las otras islas. Al mismo tiempo
el país ganara mucho, no solo por esto, sino porque el
contrabando
en el golfo de Honduras, quedando confinado a una zona
marítima reducida, será controlado mas
eficientemente que AHORA".

El articulo concluye diciendo: "Tarde o temprano el
puerto libre de Utila será una realidad, aun cuando Tela
ya fue erigido en zona militar y puerto de ingreso".

En lo que toca a la gente de Utila, son amantes de la
paz, ciudadanos defensores de la ley. Sus visitas a los
juzgados son muy escasas. Tienen elevadas aspiraciones y luchan
por sus ideales. Su reputación de honestidad y
trato justo, es proverbial. Los utileños no temen al
fracaso, pues con sus hábitos y determinaciones
enérgicas y laboriosas, su sentido común y
natural inteligencia, ya sean ellos hondureños o
británicos, siendo Dios para todos, Sésamo les
abrirá cuando toquen y llamen.

Los baisleños en general son inteligentes,
laboriosos, capaces y progresistas. Son exactamente la gente
que allí se necesita, en gran medida, para continuar esa
prosperidad. Están profundamente arraigados a Las Islas,
y la mayoría de ellos ama a Honduras.

Como cristianos, nosotros debemos creer que "todas las
cosas son para bien de los que aman al Señor", aun
cuando "todavía vemos a través de un cristal
empeñado". Y todo hijo de Dios tiene el gran consuelo,
aunque condicional, de saber que dondequiera se halle, en
Edén o Babilonia, Egipto o
Palestina, "Los ojos del Señor recorren toda la tierra
para fortalecer a los que le sirven de corazón". 2
Corintios 16:9.

Capítulo XVI

Observaciones Finales.

Al escribir este libro he sido estimulado por el
pensamiento
de que "donde una mente trabaja, el obrero no necesita esperar
al genio, ni a las mejores oportunidades". Yo soy un hombre
ocupado y, además de mi quehacer cotidiano, buen numero
de pequeñas labores reclaman mi atención. Sin
embargo, no he permitido que mi devoción al deber, o mi
falta de genio, me disuadieran de mi propósito de
escribir. Habiéndolo ya iniciado, debo, en la medida que
mis ocios lo permitan, completarlo.

La preparación de un libro depende de la
solicitud de los publicistas, quienes, bondadosamente, se han
hecho cargo del trabajo; y de la pericia y cuidado de
compositores, impresos, correctores, encuadernados, grabadores
y otros, a todos los cuales presento, anticipadamente, mis
agradecimientos.

Este pensamiento lo tome del prefacio de "Higher
History", por Henry E. Chambers.

Durante mi vida he recibido muchas cartas de
personas en los Estados Unidos, y de todas partes,
pidiéndome información sobre la vida en estos
lugares. Cuando las conteste, no tuve la menor intención
de escribir un libro. Si mi pequeño volumen
sirviera para interesar a los turistas y otras personas,
sirviéndoles información, aunque incompleta; o a
nuestros jóvenes, cuando quieran hojear la historia de
su isla, estaré altamente recompensado por mi labor de
compilación.

Me he esforzado por decir la verdad. Pero puedo haber
caído, sin embargo, en inexactitud en algunos datos. Creo
haber hecho uso adecuado de las citas ajenas de mi
composición, libre de ofensas.

En razón del interés puramente local de
mi historia, y por otras razones diversas, yo dudaba en
escribir este libro. Pero el pensamiento me presionaba
constantemente con fuerza tan irresistible, que me vi con
peligro a actuar.

Varias veces quise dejarlo a un lado, y otras tantas
volví a acogerlo, al leer pensamientos como estos:
"Quien espera la certidumbre, nunca gana", o, "nada es
imposible para el hombre resuelto",y, "la oración y la
acción completaran la obra".

Habiendo terminado el manuscrito, envié una
parte de el al Reverendo Edward D. Webb, en Inglaterra, con una
carta pidiéndole su opinión y consejo sobre la
publicación del libro. Su respuesta fue de lo mas cortes
y entusiasta. Lo siguiente son extractos de muy atenta
carta:

"Su carta con un ejemplar de su libro me llego hace
quince días. El Reverendo George Sykes, quien estuvo
conmigo en Honduras, ha leído junto a mi su manuscrito.
Ambos estamos complacidos con su producción. Yo la prestare con mucho
gusto la ayuda que pueda, dándole toda la
información que poseo, como la temprana historia del
Metodismo en Utila, que quizá Ud. no tenga
todavía".

También me dirigió elogios que me
abstengo de imprimir.

Mr. Webb falleció poco después, antes de
facilitarme la información ofrecida. Pero su critica
favorable ha influido en mi decisión de publicar el
libro. Ciertamente, me ha fortalecido la alta opinión de
estos nobles servidores del
Señor.

"Cuando una mente trabaja –dice el Reverendo
Jonh S. Gastry- es imposible Pre-estimar cuanto bien puede
hacer un solo individuo".

Ha sucedido con frecuencia que una simple frase, dicha
por un humilde discípulo del Único Talento, ha
sido precursora de bienestar y, en la Buena Providencia de
Dios, un Capitulo escrito, o aun el párrafo que se lee, pueden empujarnos a
la vida y actividad, la semilla latente dormida en el alma
humana. La Advocación Cristiana, de New York,
dice:

"Un médico lego en literatura
escribió un simple articulo sobre juguetes, y
lo publico en el periódico. Fue leído por una
joven dama rica, quien, hasta esa fecha, nunca había
encontrado una ocupación. El articulo despertó en
ella el deseo de suplir las necesidades de los niños
pobres de la ciudad. Comenzó por elaborar vestidos para
muñecas, llevándolos a niñas pobres o
enfermas. Así lleno de alegría muchos hogares
plenos de tristeza.

La pregunta: "¿Dónde esta tu fe?", que
me dirigió un laico, abrió mi entendimiento,
haciéndome comprender que la fe es algo que debe
ejercitarse. En aquellas cuatro palabras que componen la
pregunta, oída en una conversación privada,
aprendí una lección que nunca
olvidare.

La motivación es clara, y fue esta: en aquel
momento mi mente estaba en la forma adecuada para captar el
verdadero significado.

Hace años pedí a Rosa Warren que me les
pusiera música a unos versos. Ella replico:

-"No me atreveré a eso. Nunca hice cosa
parecida".

Pero finalmente me rindió a mi
persuasión. Cuando me devolvió el papel con las
notas, me dijo:

  • "Fue mas fácil de lo que yo
    creí".

Colton dice que "las colinas en la jornada de la vida
aparecen enormes desde lejos; pero cuando nos acercamos, se nos
hacen fáciles de escalar".

La complacencia de Rosa a mi petición fue tal
vez el medio de enterarse de que poseía un talento
ignorado, que hoy puede aun incrementar y mejorar.

Ante mi aparece una vista que se extiende tres
décadas hacia el pasado. Comparando la vida de hoy en
Utila con la de aquel entonces, distingo las etapas del ascenso
a la civilización, y, permitiendo algunas excepciones,
muchos isleños están ahora mejor vestidos, mejor
alojados, y mejor informados, de cómo estaban antes.
Esto demuestra que la gente alimenta altas aspiraciones.
Inventamos las necesidades y creamos sus
satisfacciones.

Muchos de los isleños se han vuelto superiores
a las circunstancias. Planeando sabiamente y actuando con
precaución encontraron el éxito a pesar de
obstáculos y dificultades. Para ello la vida es real,
verdadera, y actuando de conformidad con este conocimiento, han
ganado la estima de sus semejantes.

Me aventurare a mencionar dos o tres de
ellos:

Samuel Warren, uno de los principales jóvenes
en el mercado de
El Porvenir. Cuando muchacho desempeño con acierto el responsable
puesto de sobrecargo en la goleta F. B. Hiiler. Después
le dieron la Gerencia de
un importante establecimiento de Roatan, y finalmente se inicio
en el comercio de El Porvenir.

Ebert Wood, un carpintero formado por esfuerzo propio,
dirige su buen taller. Es empleado por los señores
Vaccaro Bros & Co., como capataz en Salado.

Otro joven triunfador es Walter Rose, quien
sirvió con fidelidad a sus empleadores, ganado ascensos.
Ahora esta a cargo de un establecimiento comercial de Cooper
& Rose, en Conex Hole, Roatan. Estos son solamente
prototipos de nuestros excelentes jóvenes.

Que un brillante futuro espera a la isla, lo creemos
confiadamente, aunque, de que manera vendrá, no podemos
decirlo. ¡Cuánto anhelamos el amanecer de ese
día feliz!.

Por otro lado, algunos amigos sienten grandes temores
por el bienestar de las nuevas generaciones. Ellos arguyen que
la poca proporción de buenas tierras en la isla es
insuficiente para producir el sustento de una población
considerable, y que esta va creciendo rápidamente.
¿Qué hará entonces la gente para
subsistir?

Esta es una cuestión muy seria, y no debe
tomarse a la ligera. Por el momento mucha gente nuestra hace
considerables esfuerzos para obtener escasos medios.
Hablando crudamente, nuestro dólar –el sol-
equivale a cuarenta centavos en buena moneda. Por razones
obvias, los suministros son caros. De modo que nuestro
dólar solo tiene poder de compra aquí, pues en
los Estados Unidos tendría un valor de solamente 25 o 30
centavos.

Aun no veo una causa real de temor. Nuestra
población actual es menos de 50 personas por cada milla
cuadrada, lo que no es alarmante. Mas aun, hay amplio espacio
en el continente para un exceso de población.

El futuro, sin embargo, no nos pertenece. Hagamos hoy
lo mejor que podamos.

"Como un vendado caminando a
tientas,

no tratare ahora de tocar mas
lejos.

Puesto que el futuro se oculta a la
vista,

solo necesito hacer el hoy bien
hecho".

Haciéndolo así, estaremos a la vez en
pasado, presente y futuro. Una cosa, sin embargo, parece
cierta: la mayoría de las generaciones por venir se
verán obligadas a depender de labores manuales.

Los mejor educados probablemente tendrán mejor
éxito en la vida. Aunque la experiencia ha mostrado que,
al menos en estas latitudes, muchos individuos de mediana
capacidad se han hecho ricos e influyentes, mientras que
hombres de educación
superior permanecen pobres y, en cierta medida,
dependientes.

Cierta clase de conocimiento es vendible aquí,
y por buen precio. En
estos casos, por el contrario, el haber estudiado vale muy
poco. Conste que no estamos subvaluando la
educación.

El joven prudente de Utila comienza a hacer dinero; ama
el trabajo, le gusta el ahorro, cree
en la emancipación que da el dinero.
Parece estar acorde con las palabras de Addison:

"Un hombre que esta equipado con argumentos
acuñados convencerá a su antagonista mucho mas
que otro que los extrae de la razón o la
filosofía. El oro es un magnifico esclarecedor del
entendimiento; el disipa las dudas y los escrúpulos en
un instante; se acomoda a las mas obtusas capacidades; silencia
las protestas y alharacas, convence a los mas obstinados e
inflexibles".

Conozco a un muchacho utileño, chico de doce
años, que había ganado cien dólares
trabajando. Y como el podría citar a muchos.

De un editorial del Dr. Buckley titulado "¿Ha
comenzado Ud. a economizar?" he sacado los siguientes
extractos, en los que, después de una interesante
reseña acerca de los bancos de ahorro de todo el mundo,
entre otras cosas dice:

"Yo animaría a todos los jóvenes a
economizar el dinero, poniéndolo en un banco de
ahorro. Permítanme decirles que pasaría con el.
Si Ud. pusiera sus economías en el banco, sin retirarlas
durante diez y ocho años, al cuatro por ciento, se
duplicarían". "Yo conocí a un joven –sigue
diciendo el Dr. Buckley- que comenzó cuatrocientos
dólares al año. Para algunos esto no parece
mucho, pero el fue a depositarlo en el banco y, cuando
habían pasado treinta años, tenia la fortuna de
treinta mil dólares. Ahora, si Ud. multiplica treinta
mil dólares por cuatro por ciento, le dará mil
doscientos dólares al año para vivir el resto de
su vida".

"Conocí a otro joven –continua el Dr.-
quien gastaba mas de cuatrocientos dólares al año
en cigarrillos, boletos de teatro, y otras
cosas así. Ha venido varias veces a mi Oficina de la
Advocación Cristiana, a pedirme dinero prestado. Tiene
ya como cuarenta y cinco años de edad, y aparenta tener
sesenta y cinco, y es pobre, bebedor e infeliz. Si Ud. no
economiza en su juventud, probablemente nunca lo
hará".

Aquí no tenemos banco de ahorro, pero el dinero
puede invertirse de alguna manera que rinda intereses, o
quizá se puede depositar en el Banco de Ahorro, de
Belice.

Nuestra gente esta muy agradecida con todos aquellos
que, después de disculpar nuestras faltas,
reconocen nuestros valores. Y
sin duda los mismos amables espectadores experimentan una
intima satisfacción al reconocer nuestras aspiraciones,
esfuerzos y progreso. Pues, como dijo el poeta:

Quien a otros bendice en sus actos
cotidianos,

hallara la cura que su espíritu
reclama,

pues toda flor esparcida en el camino
ajeno,

al nuestro confiere su
fragancia.

En conclusión, debo felicitar de corazón
a mis compañeros isleños por los grandes
adelantos hacia una mejor, elevada y noble existencia. Yo he
compartido con ellos la lucha. Se lo que es, y me aliviana el
saber que nuestro Dios y Padre en los cielos, nunca nos faltara
si seguimos su camino.

APÉNDICE

Nota. Cuando el Gobierno Británico declaro a
las Islas de la Bahía una colonia inglesa, el Gobernador
de Jamaica fue nombrado su Gobernador; el Superintendente de
Honduras Británica quedo como Teniente de Gobernador, y
un Magistrado Presidente fue enviado para administrar el
gobierno de las islas. En este libro, ambos funcionarios: el
Superintendente de Honduras Británica y el Magistrado
Presidente, han sido titulados "Gobernadores".

Inglaterra evacuo las islas en cumplimiento de los
términos del Tratado Clayton Bulwer, que había
sido firmado en 1850 entre Gran Bretaña y los Estados
Unidos de América.

Líneas de vapores que comerciaban con Honduras,
y tocaban Utila para contartar pilotos e inspectores de fruta,
y para entregar o recibir el correo, eran: United Fruit
Company, Vaccaro BROS & Co., Oteri Line: Tenían
oficinas en New Orleáns y La Ceiba. El pasaje costaba $
25.00

Servicio regular de Trujillo a
Puerto Cortes.

Entiendo que el Gobierno de Honduras esta para firmar
un arreglo con Mr. George Haylock, de Guanaja, para establecer
un servicio regular de correo semanal entre Trujillo y Puerto
Cortes, pasando por Ceiba y Tela incluyendo a Islas de la
Bahía. Se hará el servicio en el nuevo bote de
gasolina de Mr. Haylock, "Alva", y suplicara el necesario
sistema regular
de comunicación y paseo. El "Alva" fue
construido, pertenece y es operado por Cróeles of
Bonacco. Es el primer vapor construido en Honduras. Y es otra
muestra de las empresas de los
nativos isleños. Les deseo éxito a sus
dueños.

Dondequiera que se halle la palabra "costa" en este
libro, se refiere al continente. Nunca se usa aquí en
relación con las islas, a menos que se especifique. Pero
al mencionarlas se dice invariablemente: "del lado Norte, fuera
del extremo oriental, a lo largo del lado Sur, etc.", de la
isla que se esta mencionado.

"Hondureña".

Las palabras "Bonacco" y "Honduranian" son de variada
ortografia. La primera la he encontrado escrita así:
Bonaco, Bonacco, Bonaca, Bonacca. En una carta del Ministro
Británico en Guatemala,
hace algunos años, la ultima aparecía escrita
así "Honduranian". En numero reciente del Times
Democrat, decía: El Dr. Gahne lo imprime así:
"Honduranean". Todas estas son autoridades excepcionalmente
capacitadas.

 

Elaborado por

Edarwd Rose

Traducción carlos romero

RECOPILADO POR

Jorge Fernando Martinez Gabourel

Partes: 1, 2, 3, 4
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