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Anaplasma marginale. Métodos empleados en el diagnóstico



Partes: 1, 2

    1. Resumen
    2. Generalidades de Anaplasma
      marginale
    3. Biología Molecular de A.
      marginale
    4. Diagnóstico
      de la enfermedad
    5. Referencias

    Resumen

    Anaplasma marginale es una rickettsia del
    genogrupo II de las Ehrlichias, que parasita los eritrocitos
    maduros del ganado bovino y causa severas pérdidas
    económicas fundamentalmente en las zonas tropicales y
    subtropicales (Palmer y col., 1999). Este microorganismo
    presenta múltiple variabilidad antigénica, de
    morfología, virulencia, transmisibilidad
    por garrapatas y habilidad para inducir protección cruzada
    contra aislamientos heterólogos (Palmer y McElwain, 1995).
    Se han caracterizado seis proteínas
    de superficie de membrana de los cuerpos iniciales de este
    organismo, portadoras de epitopes B y T, denominadas
    proteínas mayoritarias de superficie (MSPs) y designadas
    1a, 1b, 2, 3, 4 y 5. Estas proteínas son reconocidas por
    anticuerpos neutralizantes y se encuentran en una estrecha
    relación intermolecular en la superficie de la membrana de
    los cuerpos iniciales.

    Algunas de estas proteínas inducen una
    protección total o parcial en animales
    vacunados, aunque el nivel y la uniformidad de la misma, es
    variable (Palmer y McElwain, 1995). A pesar de las cuantiosas
    pérdidas económicas producidas todos los
    años, a nivel mundial hasta el momento no se cuenta con un
    método de
    control eficaz
    contra la enfermedad, por lo que resulta de gran importancia
    desarrollar una vacuna capaz de prevenir la infección con
    este patógeno y contar con técnicas
    de diagnóstico más sensibles y
    específicas que permitan la detección de animales
    portadores para ser utilizadas en estudios
    epizootiológicos y para el control de la enfermedad
    (Echaide y col., 1998; Corona, 2005). A partir de estas premisas
    nos proponemos como objetivo
    exponer los resultados más importantes relacionados con la
    anaplasmosis bovina y los métodos
    utilizados en el diagnóstico de Anaplasma
    marginale
    .

    1. Generalidades de Anaplasma
    marginale

    1.1. Clasificación
    taxonómica

    Anaplasma marginale se consideró como un
    protozoo hemático durante mucho tiempo. Las
    investigaciones ulteriores demostraron que se
    clasifica dentro del orden Rickettsiales, familia
    Anaplasmataceae, género
    Anaplasma (Ristic y Kreier, 1984). El análisis filogenético, utilizando
    secuencias de la región 16S del ARNr, permitió
    esclarecer la relación dentro de los genogrupos de las
    especies de Ehrlichias, situando a A. marginale dentro del
    árbol filogenético, en el genogrupo II

    de las Ehrlichias, las cuales son patógenos de
    animales y humanos que se transmiten por garrapatas (Biberstein,
    1999).

    Se conocen cuatro especies del género
    Anaplasma, como agentes causantes de la anaplasmosis:
    A. marginale, que es la más patógena para
    los bovinos; A. centrale, causante de una relativa forma
    benigna de anaplasmosis en bovinos; A. caudatum
    también en ganado bovino y A. ovis, causante de un
    padecimiento limitado a ovinos y caprinos (Ristic y Kreir, 1984),
    siendo A. marginale la única especie identificada
    en Cuba (Alonso y
    col., 1989). La secuencia nucleotídica de la región
    16S del ARNr de A. centrale está
    estrechamente relacionada con la secuencia de A. marginale
    con un 98.08 % de identidad
    (Inokuma y col., 2001).

    Dumler y col., (2001), propusieron que en la familia
    Anaplasmataceae se incluyeran especies del género
    Wolbachia, Ehrlichia, Cowdria y
    Neorickettsia y conservar los géneros
    Anaplasma y Aegyptianella dentro de la familia.
    Propusieron, además que miembros del grupo de E.
    phagocytophila
    , incluyendo E. phagocytophila, E.
    equis
    , E. granulocítica humana (HGE),
    así como E. bovis y E. platys debían
    ser unidos con el género Anaplasma. Cada uno de
    estos agentes persiste en sus respectivos hospederos mamíferos y se transmite dentro y no entre
    las generaciones del vector biológico. Por otra parte, se
    han encontrado genes homólogos entre los miembros de este
    grupo, algunos de los cuales son miembros de familias de
    multigenes que pueden estar arreglados en ² tandem² o dispersos en el cromosoma (Dame y
    col., 1992; Walker y Dumler, 1996).

    1.2. Caracteres morfofuncionales y
    culturales

    A. marginale es un microorganismo sin forma
    definida. Se establecieron tres categorías de acuerdo a su
    talla: El clásico cuerpo marginale, una forma intermedia
    cuerpo inicial y la de tamaño pequeño conocido como
    cuerpo polihédrico (Ristic y Watrach, 1963; Palmer y
    McGuire, 1984; Ristic y Kreier, 1984).

    En los hospederos vertebrados, Anaplasma spp.,
    infecta a los eritrocitos maduros con la formación de una
    vacuola derivada de dichos eritrocitos, alrededor del organismo
    (Francis y col., 1979). Cada organismo tiene un diámetro
    de 0.55- 0.85 m m y contiene los
    cuerpos iniciales que consisten en agregados granulares densos
    rodeados por una doble membrana de 40-50 m m de espesor. El microorganismo se replica
    dentro del eritrocito por fisión binaria para formar hasta
    ocho organismos individuales dentro de una vacuola simple (Ristic
    y Watrach, 1963; Palmer y McGuire, 1984; Ristic y Kreier, 1984).
    Posteriormente, los organismos salen del eritrocito, utilizando
    mecanismos aparentemente no líticos e infectan los
    eritrocitos aledaños (Erp y Fahrney,
    1975).

    El cuerpo inicial se encuentra dentro de los
    glóbulos rojos en número variable y está
    formado por material fibrilar y varios gránulos
    electrodensos que contienen ADN, ARN y
    hierro
    orgánico, rodeados por una doble membrana. Estos cuerpos
    iniciales, a la vez, son limitados por una vesícula
    intracitoplasmática, constituida por una sola membrana, y
    que también posee material fibrilar, nombrada cuerpo de
    inclusión (Ristic y Kreier, 1984).

    Nakamura y col., (1989) demostraron la presencia de
    carbohidratos
    en la superficie de los cuerpos iniciales de A. marginale,
    pero al parecer éstos no son importantes en la
    hemaglutinación de los cuerpos iniciales, ya que
    cuando se trató con NaIO4 o neuroaminidasa, no
    se encontraron diferencias con respecto al control. Esto sugiere
    que aparentemente los carbohidratos de superficie de los cuerpos
    iniciales no juegan un papel importante en la adhesión de
    A. marginale. Cuando se trataron los eritrocitos
    bovinos con a quimotripsina o
    neuroaminidasa, fue evidente la pérdida de la
    hemaglutinación, no así cuando se siguió el
    tratamiento con tripsina y varias fosfolipasas, lo que
    sugirió que el ligando del receptor de los eritrocitos
    está compuesto parcialmente por proteína y/o
    ácido siálico (McGarey y Allred, 1994).

    Este hemoparásito se caracteriza además,
    por producir catalasas, no producir pigmentos y no formar esporas
    u otros estados de resistencia. Es
    sensible a la tetraciclina e insensible a las penicilinas,
    sulfonamidas, estreptomicina y arsenicales. Su infectividad puede
    ser destruida al exponerlo a 60°C, al menos por 50 minutos y
    a rayos X o a
    sonicación a 35°C por 90 minutos. (Ristic y Kreier,
    1984).

    En Brasil se
    detectaron y aislaron cepas de A. marginale con un
    apéndice de inclusión. El mismo presenta
    estriaciones longitudinales electrodensas y no se origina
    directamente del cuerpo de la rickettsia, sino de un complejo
    localizado en la unión entre la membrana de
    inclusión y el apéndice. Este apéndice
    permanece en las células
    huéspedes, incluso aún después que A.
    marginale
    abandonan los glóbulos rojos (Ribeiro y
    Passos, 1996; Stich y col., 1997).

    A. marginale se logró cultivar, pero por
    cortos períodos de tiempo, mediante la propagación
    del parásito en un cultivo de una línea celular
    derivada de embriones de garrapata Dermacentor variabilis,
    pero para poder mantener
    el crecimiento se necesitaron realizar pases continuos, pues este
    microorganismo requiere para su propagación de
    células hospederas con una alta actividad de crecimiento y
    multiplicación y un medio con suero fetal bovino (Hidalgo
    y col., 1989). Sin embargo, Munderloh y col., (1996), lograron
    propagar continuamente esta rickettsia en una línea
    celular derivada de Ixodes scapularis, usando como
    inóculo sangre de bovino
    infectado. Un segundo aislamiento, derivado de vacas naturalmente
    infectadas en Oklahoma, se propagó en la misma
    línea celular de garrapata, lo que tiene potencialidad
    para ser utilizado como antígeno para el desarrollo de
    una vacuna mejorada contra la anaplasmosis en los Estados Unidos
    (Blouin y col., 1998).

    2.
    Biología
    Molecular de A. marginale

    A. marginale presenta un ADN circular de doble
    cadena, cuya talla total oscila entre 1 200 y 1 250 kpb,
    determinado por los análisis de restricción
    realizados al genoma de la cepa Florida, con las enzimas
    Sfi I y Pac I. El análisis en electroforesis
    de campo pulsante, de los productos de
    las digestiones, realizadas al genoma de diferentes cepas, dio
    como resultado la existencia de un considerable polimorfismo
    entre estas, aunque la talla total del genoma es constante, con
    un contenido de G + C de 56 %, lo cual se determinó por
    análisis espectral (Alleman y col., 1993).

    En este parásito se describen seis genes
    (msp1a , msp1b , msp2, msp3, msp4 y msp5), que codifican para
    las proteínas principales de superficie de los cuerpos
    iniciales, que constituyen blancos de la respuesta inmune del
    hospedero contra el patógeno (Palmer y McGuire, 1984;
    Tebele y McGuire, 1991). Hasta la fecha varios de los genes que
    codifican para las MSPs se han clonado, secuenciado y expresado
    (Barbet y col., 1986; Allred y col., 1990; Barbet y Allred, 1991;
    Visser y col., 1992; Oberle y col., 1993; Alleman y col., 1998).
    Estos trabajos han revelado que algunos de estos genes son
    polimórficos entre cepas y existen en familias de
    multigenes.

    El gen msp1a codifica para la
    proteína de membrana MSP1a y se encuentra representado en
    el genoma por una simple copia. Posee una gran similitud con los
    genes de E. coli, en cuanto a las secuencias consenso de
    la región promotora, sin embargo, no se ha detectado una
    secuencia con similitud a la de Shine-Delgarno de E. coli
    (Palmer y McGuire, 1990). Este gen presenta un alto polimorfismo
    de talla entre los aislamientos de distintas regiones
    geográficas, debido a que posee secuencias
    oligonucleotídicas repetidas en tandem (Oberle y col.,
    1988; Allred y col., 1990; Palmer y McGuire, 1990). Estas
    secuencias se encuentran repetidas en el gen 2, 4, 6 y 8 veces en
    los aislamientos Virginia, Washington, Idaho y Florida
    respectivamente (Palmer y McGuire, 1990; de la Fuente y col.,
    2002a; de la Fuente y col., 2002b).

    A partir de estudios realizados a este gen, en el
    aislado Habana de A. marginale pudimos comprobar la
    presencia de 5 repetidos en tandem en dicho aislado (Corona y
    col., 2004, Corona y col., 2005), de ahí el alto
    polimorfismo de talla observado, por lo que se ha utilizado para
    la diferenciación y detección específica de
    aislamientos de A. marginale (Lew y col.,
    2002).

    Por su parte, el gen msp1b
    está formado por una familia de multigenes, compuesta al
    menos por cuatro copias (Camacho y col., 2000). Este gen
    también presenta dominios de secuencias repetidas, al
    igual que msp1a , aunque son de
    menor extensión. Por ensayos de
    RFLP, se demostró que esta familia de genes es
    polimórfica entre aislados de regiones
    geográficamente diferentes (Barbet y Allred, 1991). En
    estos momentos se sabe que todas las copias del gen son capaces
    de expresarse y que codifican para proteínas
    estructuralmente únicas (Camacho y col., 2000).

    El gen msp2 está formado por una familia
    multigénica. Presenta una gran variabilidad
    fundamentalmente en su extremo 5’ (Palmer y col., 1994) y
    codifica para moléculas proteicas estructuralmente
    distintas, las cuales presentan epitopes B diferentes, en las
    regiones con alto polimorfismo de aminoácidos. Durante la
    fase aguda de la enfermedad hay transcripción de
    diferentes copias de este gen paralelamente (Eid y col., 1996;
    French y col., 1998).

    El gen msp3 forma parte también de una familia
    multigénica, cuyas copias se encuentran ampliamente
    distribuidas a través del cromosoma (Alleman y Barbet,
    1996). El análisis de la secuencia de tres genes
    reveló regiones conservadas y regiones variables
    dentro del marco abierto de lectura de los
    mismos. Este gen codifica para una proteína de 86 kDa, que
    es considerada un antígeno inmunodominante (Palmer y col.,
    1986; McGuire y col., 1991).

    El gen msp4 se encuentra como una simple copia en el
    genoma de A. marginale y codifica para una proteína
    de 31 kDa (MSP4) (Oberle y col., 1988, Palmer y col., 1988).
    Según nuestros resultados se obtuvo la
    amplificación de este gen en tres aislados cubanos de A.
    marginale con una talla de 800 pb (Corona y col., 2000).
    Un rasgo peculiar de este gen, es que la secuencia de la
    región 3' contiene repeticiones imperfectas invertidas que
    exhiben abundantes estructuras
    secundarias (Oberle y col., 1993). de la Fuente y col., (2002a),
    han demostrado que este gen proporciona información filogenética sobre la
    evolución de los aislamientos de A.
    marginale,
    a diferencia del gen msp1a , que puede brindar información
    filogeográfica, sólo cuando se analizan un gran
    número de aislamientos de un área
    geográfica.

    El gen msp5 está representado en el genoma como
    una simple copia, altamente conservada entre las cepas de A.
    marginale
    estudiadas (Martínez y col., 2004, Corona y
    col., ). La presencia del gen en todas las especies de
    Anaplasma, incluyendo A. ovis, sugiere que este gen
    es esencial en el ciclo de vida
    del parásito, lo que avala el uso del mismo para el
    desarrollo de procedimientos de
    diagnóstico molecular. Se han identificado elementos de
    control procariontes en la secuencia de este gen, los cuales son
    funcionales en la bacteria E. coli (Visser y col.,
    1992).

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