- La rabia
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Leptospirosis - Resistencia
del agente etiológico - Fuentes de
infección - Profilaxis
higiénico-sanitario - El
Dengue - Modo de
transmisión - Aspecto
Clínico - Bibliografía
La
rabia
La rabia es la zoonosis viral
conocida más antigua, cuya importancia radica en una
letalidad cercana al 100%La rabia se transmite a través de
mordedura o contacto directo de mucosas o heridas con saliva del
animal infectado; también se ha documentado su
adquisición a través de trasplante corneal de
donador muerto infectado por rabia y no diagnosticado, o por
aerosol en cuevas contaminadas con guano de murciélagos y
en personal de
laboratorio;
no obstante, que no se ha documentado su transmisión por
mordedura de humano a humano, el virus se ha
aislado de la saliva de los pacientes con rabia.
Este virus también se ha identificado en sangre, leche y orina;
no se ha documentado transmisión
transplacentaria.
El virus se excreta en el animal infectado durante cinco
días previos a las manifestaciones clínicas, aunque
en el modelo
experimental este periodo puede prolongarse hasta por 14
días antes de la aparición de la enfermedad. El
periodo de incubación varía de cinco días a
un año, con un promedio de 20 días.
Existe alguna evidencia de replicación local del
virus en las células
musculares en el sitio de la herida; sin embargo, es posible que
el virus se disemine al sistema nervioso
central sin previa replicación viral, a través
de los axones, hasta el encéfalo, a una velocidad de 3
mm/h (en el modelo animal), con replicación exclusivamente
en el tejido neuronal. La rabia se manifiesta por un periodo
prodrómico que dura de dos a diez días con signos y
síntomas inespecíficos como cansancio, cefalea,
fiebre, anorexia,
náusea,
vómito y
parestesias en el sitio de la herida, seguidas de dificultad para
la deglución, hidrofobia entre el 17 y 50%de los casos,
desorientación, alucinaciones visuales u olfatorias,
crisis
convulsivas focales o generalizadas, periodos de excitabilidad y
aerofobia. En el 20% de los casos aproximadamente la rabia puede
manifestarse como una parálisis flácida; estas
manifestaciones clínicas son seguidas por un periodo de
coma y eventualmente el fallecimiento en la gran mayoría
de los casos.
El tratamiento pasteuriano contra la rabia fue aplicado
por primera vez en el hombre el 6
de julio de 1885 por los doctores Grancher y Vapulian bajo la
dirección de Luis Pasteur. Desde entonces
millones de tratamientos antirábicos han salvado millones
de vidas humanas en el mundo entero.
A pesar de la eficacia y la
inocuidad del tratamiento actual, entre 35000 y 50000 personas
mueren cada año de rabia porque no son tratadas.
Afección conocida desde milenios y contra la cual la
humanidad posee un tratamiento eficaz desde hace más de
100 años, la rabia ocupa el décimo lugar entre las
enfermededas infecciosas mortales.
No existe en la actualidad tratamiento específico
para los pacientes con rabia; existen reportes aislados de
sobrevida con medidas de cuidados intensivos, por lo que esta
enfermedad se considera generalmente fatal.
EPIDEMIOLOGÍA
La rabia es una enfermedad aguda y transmisible por un
virus, que primariamente afecta a los animales,
ocasionalmente al hombre y que
hasta la fecha a sido fatal. La transmisión al hombre se
produce básicamente por mordedura de un animal
rabioso.
La rabia es un padecimiento de distribución universal a excepción
de Australia, que afecta tanto a animales domésticos como
salvajes. En países menos industrializados, la exposición
a animales domésticos (perro y gato) constituye la mayor
fuente de la rabia humana, a diferencia de países como
EEUU en donde los animales salvajes (incluyendo
murciélagos) constituyen el reservorio de rabia más
importante.
Control del animal sospechoso
El animal (perro o gato) debe ser capturado y mantenido
en observación por un veterinario durante los
próximos diez días.
2. En caso de que el animal sea sacrificado debe tenerse
especial cuidado con la preservación adecuada del cerebro, con la
finalidad de poder
establecer el diagnóstico definitivo de rabia.
Precauciones:
No se debe exceder la dosis indicada por su posible
interferencia con la producción de anticuerpos inducidos por
vacuna.
No debe aplicarse en el mismo sitio que la vacuna, ni en
la misma jeringa.
No se recomienda en individuos previamente inmunizados
con va cuna de células diploides.
Tanto el suero como la gammaglobulina proporcionan una
protección inmediata, con duración de
aproximadamente 21 días.
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