Intervención educativa sobre infecciones de transmisión sexual en adolescentes de un área de salud
Se realizó un estudio de intervención
educativa para analizar su efectividad sobre las Infecciones de
Transmisión sexual en los adolescentes
de los consultorios del médico y enfermera de la familia, #
25 y 26; pertenecientes al equipo básico de salud No.2 del
policlínico Comunitario Docente Joaquín de
Agüero y Agüero del municipio Camagüey en el
período comprendido de Enero a Diciembre del
2005.
Se desarrolló un programa
educativo en el cual a través de diferentes técnicas
participativas se le impartieron clases a los adolescentes para
ampliar sus conocimientos. Los resultados se ilustraron en las
tablas estadísticas, en las cuales se evidencia la
eficacia del
programa educativo con el logro de que el 100% de los
adolescentes elevaron sus conocimientos al nivel más
alto.
En nuestra investigación encontramos que los
adolescentes de nuestra área al inicio de la
intervención educativa presentaban poco conocimiento
sobre las diferentes infecciones de transmisión sexual,
hecho que pudo ser modificado al ofrecerle de una manera sencilla
los aspectos más importantes sobre este tema.
INTRODUCCIÓN
Las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS)
están comprendidas dentro del grupo de
afecciones contagiosas que se propagan principalmente por
contacto sexual, y que en la actualidad han cobrado auge por el
desconocimiento que posee la adolescencia
sobre las mismas y por la iniciación temprana de las
relaciones
sexuales. La adolescencia enmarca una serie de cambios y
bruscas transiciones, donde se toman las primeras decisiones
definitorias y se aprende a asumir el mundo, haciéndola un
grupo ideal para la promoción de salud en ambos
sexos.
A pesar de que la notificación eficaz no refleja
más que una proporción ínfima de su
verdadera magnitud, ambos sexos se ven perturbados por igual,
pero la afectación de la población adolescente ha experimentado un
incremento significativo constituyendo actualmente un problema de
salud (1).
En todo el mundo existen programas que
trabajan con los niños y
adolescentes de la calle, informando que el abuso sexual,
la explotación, los embarazos no deseados, y las
infecciones de transmisión sexual son afecciones muy
frecuentes ha esta edad.
En nuestro país, desde los inicios de los
programas del médico y la enfermera de la familia y de
control de las
ITS, se ha dedicado especial interés a
los adolescentes, etapa donde las formas de comportamiento
sexual inadecuado pueden ser peligrosas, por lo cual es
importante hacerlos ver las posibles consecuencias,
facilitándoles los recursos y
conocimientos para evitar dichos peligros (2-4). Las (ITS)
constituyen un gran grupo de enfermedades, producidas por
diferentes agentes etiológicos, que tienen en común
que su principal vía de transmisión son las
relaciones sexuales (5). Pueden afectar no sólo a los
miembros de una pareja sino también a su
descendencia.
Las estadísticas mundiales dicen que hay
más de 340 millones de casos nuevos por año de ITS
curables, (que incluyen solo aquellas afecciones bacterianas
fúngicas y parasitarias susceptibles de tratamientos
efectivos) y que por lo menos un millón de contagios
ocurren cada día, solamente para Latinoamérica y el Caribe se estimaron
entre 34 y 40 millones de casos de este grupo de ITS con
más de cien mil infecciones promedio por día. Si a
esta cifra se le suman las no curables, como la hepatitis B, el
Virus de
Inmunodeficiencia Humana (HIV), el Virus Papiloma Humano (HPV) y
el herpes virus,
serían mil millones de casos nuevos por Año en todo
el mundo. (6)
La
Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la
Organización Mundial de la Salud (OMS) han
estimado que las ITS incluyendo el Virus de Inmunodeficiencia
Humana (VIH) que conlleva al Síndrome de Inmunodeficiencia
Humana (SIDA)
están extendidas en todo el mundo y constituyen a escala mundial la
morbilidad más frecuente entre los hombres de 15-19
años y la segunda causa más importante
(después de las maternas) en mujeres jóvenes de
países en vías de desarrollo
(6).
En Cuba se
notifican entre 40 y 50 mil casos anualmente solamente de
Sífilis, Blenorragia y Condiloma Acuminado,
con tendencia al incremento desde hace años, a pesar del
subregistro que debe existir en algunos de ellos, no existiendo
datos sobre
otras (7).
Nuestra provincia no está exenta de este aumento,
aunque con la introducción del nuevo tratamiento
sindrómico la incidencia ha disminuido se ha alcanzado una
tasa de 409 por 100 000 habitantes en el año 2001
(8).
En nuestra área de salud las ITS han disminuido
en cuanto a su incidencia con respecto a los años
anteriores, reportándose solamente 9 casos de
Sífilis, 8 de Blenorragia, 1 VIH positivo y 419 pacientes
fueron tributaios de tratamientos sindrómicos por
infecciones virales y micóticas en lo que respecta al
año 2005.(9)
En la actualidad existen por lo menos veinte agentes
entre ellos virus, bacterias y
parásitos que ocasionan más de treinta
síndromes diferentes. Hay un aparente aumento de las
enfermedades virales, pero en realidad sucede que se lograron
mejorar los métodos de
diagnóstico. La responsabilidad médica en el
diagnóstico, tratamiento y control de las ITS en una
comunidad
implica la necesidad de adquirir nuevas habilidades y de
comportarse con nuevas actitudes y
con sentido común. Todo ello se ha de fundamentar no solo
en los conocimientos médicos sino también en la
comprensión del comportamiento sexual humano, en una mayor
profundización en nuestra personalidad y
en un deseo de cuidar de unos pacientes a quienes su
situación pude hacerlos particularmente vulnerables
(10).
En los adolescentes: etapa de transición de la
niñez a la adultez que transcurre desde los 10 a los 19
años también son frecuentes las ITS pues estos se
suman a la práctica de las relaciones sexuales cada vez
con mayor precocidad (11).
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